Metro de Londres

Durante las últimas semanas he estado tratando de reclutar varios grupos de bestias, algunas de ellas ya fueron aliadas del Ministerio en el pasado, así que no ha sido muy difícil convencerlos. La situación actual los pone en una situación tan mala como la nuestra, acorralados por culpa del ejército de la Alianza. Por ahora cuento con algunos orcos y trolls, pero será más complicado ganar el favor de los vampiros que queden por aquí, así como aliados más interesantes, como los orgullosos dragones. Además, después del último incidente con aquel vampiro milenario da cierto reparo volver a acercarse a ellos. Ninguno de los Blood Keepers hemos tenido noticias de nuestro líder, Rybar, desaparecido desde hace meses. Tampoco es que hayamos buscado intensamente, pero asumimos que debe estar muerto. Lástima, me tocará a mi hacerme con el mando de la organización, no se me ocurre nadie mejor para el puesto, y no voy a permitir que ningún oportunista me lo arrebate.

Sigo a la búsqueda de aliados, esta vez de magos sedientos de venganza, así que decido hurgar por la ciudad de Londres. Como resulta bastante peligroso recorrer las calles a pie prefiero utilizar el metro, bastante abandonado desde hace algunos años. Los ciudadanos decidieron que ya no era seguro, y lleva mucho tiempo en decadencia. Ahora está más lleno de ratas que nunca, y no hablo sólo de ratas animales. Muchos desgraciados se escoden por aquí. El camino es bastante largo, aunque por la boca que me he metido estoy más o menos entre Leicester Square y Covent Garden. Por el momento no ha habido suerte, los mendigos que he ido encontrando han resultado ser decepcionantes y vulgares humanos.

Regreso a Londres tras dejar a mi dragón a salvo en la isla, prefiero no traerlo cuando bajo a la ciudad porque es mucho más peligroso que andar perdido por bosques y pequeños pueblos. Aquí la vigilancia es bastante extrema, así que hay que andarse con mucho cuidado en caso de ser detectado por los robots centinela o los soldados. No es que tenga muchas cosas interesantes que hacer por aquí, pero necesito conseguir munición para el arma y de paso también podría pasarme por el Moulin Noir, que hace tiempo que no voy.

Elijo desplazarme a través de los pasadizos subterráneos del metro, aunque me parece que no soy el único que elige hacerlo de esta manera. En otras ocasiones he visto algunas personas más usando las líneas de metro abandonadas, pero en esta ocasión me parece ver a lo lejos a una vieja conocida. No me provoca simpatía ninguna, me recuerda a la época en la que fue mi jefa, y la verdad es que era bastante desagradable. Decido seguirla con sigilo, todavía a varios metros de distancia, sin tener muy claro qué quiero sacar con esto. Tal vez vaya a reunirse con alguien de interés, puede que así consiga información para vender a alguien. Procuro no perderla de vista, pero sin acercarme demasiado, por el momento. A la vez debo vigilar mis espaldas, no vaya a ser que alguien decida hacer lo mismo conmigo.

Habían pasado varios meses desde que nos enfrentamos a la Alianza en aquel hostal. Sharon y yo volvimos a casa por Navidad, cada vez los pequeños están más grandes, cada vez son menos infantiles, más conscientes de la situación en la que viven. Queríamos quedarnos... pero para protegerlos debíamos irnos.
Ahora hemos vuelto a Londres, en busca de trabajo, en busca de nuestro padre, en busca de los Blood. Después de algunos trabajos fáciles de guardaespaldas nos hemos tomado unos días de descanso, y los dos estamos entrenando un rato aquí abajo, en el antiguo metro de Londres, buscando que no nos molesten. Yo necesito más manejo con la espada, y Sharon después de aquella pelea tiene que practicar su control del aire, aquel tornado que intentó hacer podría ser muy útil si llegara a usarlo totalmente.

-Más suave.

Aunque la miro de reojo mientras practico mis movimientos se la ve tensa, la conozco. Uno de los vagabundos que andan en el suelo tirados asiente, no sé si a mis palabras o a cualquier otra cosa que su mente de loco imagina, pero no me importa. Este sitio es simplemente repugnante... pero es probablemente lo más cerca que podemos llegar de la ciudad sin que la Alianza intervenga.

Al cabo de una media hora de caminata voy aminorando un poco la marcha al llegar hasta un tramo algo más poblado, no sólo por los mendigos que hay en el suelo, sino por un par de jóvenes que parecen estar entrenando. Al menos es lo que parece de lejos. Me parecen más interesantes que todos los que he visto hasta ahora, así que me acerco poco a poco, haciendo como si fuese a pasar de largo, aunque me detengo al lado de ellos, a un par de metros de distancia. Si son guerreros podrían ser útiles para la causa. Apoyo una mano en la cadera, echando un poco hacia un lado la capa negra que llevo. Ladeo levemente la cabeza, observando con curiosidad. Parecen bastante jóvenes los dos, tal vez él algo más que ella. El muchacho parece fuerte y entrenado, y por qué no decirlo, también es bastante atractivo. Si pudiese tenerlo a mi servicio sería como en la época en la que fui reina de Francia, con todo un séquito de aurores masculinos a mi servicio. Y ella...bueno, ellas siempre sirven para tenerlos a ellos controlados. Igual que aquella elfa con la que Franz chantajeaba al niñato Black.

- No he podido evitar fijarme en cómo entrenabais. Es poco habitual ver gente así por aquí. Y sabes...- sonrío levemente, como refiriéndome a los mendigos. - en condiciones.- finjo ser bastante amable, que cuando quiero me sale muy bien. Si pueden servirme de algún modo no dudaré en actuar todo lo necesario. - Precisamente estaba buscando compañeros de supervivencia, si estáis interesados. Aunque claro, primero deberíamos presentarnos y esas cosas, para asegurarnos de que todos somos...normales. - está por ver que ambos sean de raza mágica, y de serlo, que comulguen con nuestros ideales. Ya nos encargaremos más tarde de buscar en su árbol familiar, no queremos sucios nacidos de gente sin magia.

Tras unos meses desde que nos enfrentamos a la Alianza, volvimos a Londres. Me había costado mucho despedirme de mis hermanos, habían crecido mucho desde la última vez que los vi. Y esperaba que la próxima vez que fuera a casa, ya no hubiera guerra y pudieran tener una vida feliz sin pensar en bandos ni en batallas.

Volvimos a Londres para ganar dinero y cumplir los sueños de Jules, entre tanto hicimos unos trabajos fáciles, que nos dieron suficiente dinero como para tomarnos unos días de descanso, Julian decía que el antiguo metro de Londres era el mejor sito para que no nos molestasen y así practicar un poco. Él se puso a entrenar con la espada y yo mientras tanto practicaba las técnicas para crear el tornado. Escuché lo que me decía Jules, yo asentí, para que supiera que lo había oído.

-Lo mismo te digo -

Era verdad que yo estaba tensa por lo que paré y estiré un poco para relajarme, pero él estaba aguantando el mango de la espada con demasiada fuerza, es cierto que no se te debe escapar la espada, pero a él se le iba a incrustar en la piel, debía encontrar el punto medio. A Jules no parecía gustarle el sitio, a mi no me importaba mientras pudiéramos estar tranquilos. Intenté hacer caso a lo que él decía, por ello empecé a tararear una canción que nos cantaban de pequeños y empecé a llevar el ritmo mientras volvía a intentar aquel dichoso tornado, mis pies se movían más suavemente mientras que mis manos hacían dibujos extraños en el aire. No lo veía pues había cerrado los ojos, pero lo sentía delante de mí girando velozmente. Cuando abrí mis ojos pude verlo claramente, y también a una chica rubia que parecía observarnos, yo disipé el tornado al mismo tiempo que creaba una pequeña ola de viento inofensiva que dirigí hacia ella.

-Dijiste que aquí no nos molestarían -

Le comenté a Julian mientras oía las palabras de aquella bruja, quería que nos presentáramos, como siempre en mi rostro no había ninguna expresión de molestia, aunque la sentía. Dudé si presentarme o no, pero de aquí nos podría salir trabajo bueno y aunque no me fiaba de aquella mujer nunca tendría que hacerlo.

-Sharon Birdwhistle-

No pensé en enseñarle mi sangre para que confirmara que soy una bruja, creo que ya había tenido más que suficiente con que viera mis prácticas con la magia. Miré a Julian para que viera que me daba igual lo que decidiera, si presentarse o no, aunque este podía ser un trabajo y cualquier cosa pagada era buena.

Sigo a Adele durante algunos minutos más, siempre guardando los distancias. ¿ Qué se le habrá perdido a la bruja esta por aquí? Lo más seguro es que no esté tramando nada bueno, algún trapicheo debe tener, fijo. Me detengo a bastantes metros al ver que ella lo hace, fijándome en que ha encontrado compañía. No son sólo los típicos mendigos que se refugian allí, sino un par de jóvenes con los que parece que va a iniciar conversación. Como ya no tiene sentido seguirla a modo sigiloso decido acercarme más, para enterarme de lo que les dice. Más falsa no puede ser. Compañeros de supervivencia, como si ella supiese lo que es tener un compañero.

- Yo en vuestro lugar no le haría ni puto caso a esta mujer. Os ofrezca lo que os ofrezca. - avanzo hacia el grupo que acaba de formarse, lanzando una mirada poco amable a Adele. - Lo digo por experiencia, sólo le interesa usar a las personas para su propio beneficio, así que podéis ahorraros el intento. - dejo de mirar a Adele para mirarlos a ellos al decir esto último, fijándome un poco mejor en ambos, por si me sonaban de algo. Creo que es la primera vez que los veo, no me suena ninguno de ellos. Igual salgo de aquí más escaldado que otra cosa por meterme en donde no me llaman, pero lo cierto es que me apetece joder a Adele un rato, fastidiarle los planes.

- Es una vieja gloria ministerial venida a menos, ahora lo único que le queda es ese grupo de fanáticos que se hacen llamar Blood Keepers. No creo que os interese relacionaros con ese panda de cerebros lavados. - me cruzo de brazos y niego con la cabeza como con cierta lástima, a pesar de que yo en su día fui uno de esos fanáticos que se dejaban manipular por los de arriba. Era un crío, y bastante idiota.

Hago caso a mi hermana cuando me advierte sobre mi postura y mi
fuerza, sosteniendo la espada con cuidado y más delicadeza. Ella
empieza a tararear para relajarse, y yo no puedo evitar una pequeña
sonrisa por el recuerdo que me viene. Pero dura poco, escucho paso, no
los típicos sonidos de alguien cansado y vencido por la vida y la
guerra, unos pasos fuertes y seguros que se detienen cerca nuestra.
Seguimos el entrenamiento hasta que nos habla una mujer, rubia, con
intenciones que aún no comprendo.

-Eso pensé.

Le respondo a Sharon, con mi voz seria y mis ojos clavados en aquella
figura femenina que quería que nos presentásemos. Bien podía estar
buscándonos por trabajo, algunos de nuestros clientes satisfechos se
encargaban de mandarnos a compañeros o conocidos a los que podíamos
ser de ayuda, o bien podía querer otra cosa…

-Julian, Julian Birdwhistle.

Me acerco para tomarle la mano, pues aún guardo algunos de mis modales
como caballero. Hago levitar la funda de mi espada para guardarla y
hablar de negocios cuando sus palabras levantan muy levemente una de
las comisuras de mis labios.

-La supervivencia es para aquellos que no tienen el ímpetu de vivir.

Paso mis ojos a Sharon y entonces veo al chico que se acerca a
nosotros. Cualquier duda de que viniera con la rubiales se disipa
cuando abre la boca y habla. Lo miro con el ceño fruncido, y luego me
encojo de hombros.

-Tal vez nos interese usarnos mutuamente, ¿no te parece?

Claro que no pienso en dejar que nadie me use si yo no quiero, pero él
poco pinta aquí, es más por cerrarle la boca que por otra cosa. A
menos que tenga algo interesante que decir, véase, el dato sobre
aquella mujer y los Blood. Miro a la rubia, y luego a mi hermana, no
digo nada pero lo pienso: ¿por fin? ¿Después de tanto tiempo buscando
lo conseguimos?

La chica me demuestra sin palabras que es bruja, aunque algo ya sospechaba cuando me acercaba, mientras los veía entrenar. Los humanos no se esconderían aquí para hacer sus absurdos entrenamientos. Carraspeo y me recoloco un poco el pelo que acaba de desordenarme, aunque sea de manera muy leve. Ambos se presentan con nombre y apellido, a lo que sonrío un poco al darme cuenta de que son hermanos. No creo que sean pareja, aunque podría serlo por eso de que a veces la mujer toma el apellido del hombre, pero el hecho de que compartan rasgos físicos me hace descartar esa idea. Podría llevarme dos por el precio de uno, si logro convencer al más influyente de los dos. El chico se adelanta para saludar como un caballero, a lo que yo respondo con mis modales de dama, con el protocolo correspondiente. - Encantada, hermanos Birdwhistle. Mi nombre es Adele Gaultier. Provengo de una familia de sangre limpia, de un antiguo linaje francés. - considero importante aclarar esto para que no piensen que soy una cualquiera o una asquerosa mestiza. - Ya veo que compartimos sangre mágica, era un requisito indispensable para poder hablar de negocios. Respecto a lo de la supervivencia...no me malinterpretes, Julian. Probablemente tengas ante ti a una de las personas con más ímpetu que has conocido jamás. - la modestia no es lo mío, y menos después de haber sido reina de Francia (autoproclamada y por matrimonio de conveniencia) durante una temporada.

Los planes no van mal del todo hasta ahora, pero de la nada aparece Reiv, que parece venir con ganas de joder los posibles tratos que quiero hacer. Suspiro con exasperación, volviéndome hacia él con una mirada de irritación. - Nadie ha pedido tu opinión, cobarde traidor. - replico con una sonrisa condescendiente, aunque me ha molestado eso de que me llame vieja gloria. - Lo dices como si pertenecer a los Blood Keepers fuera malo. Nosotros somos los únicos que seguimos peleando con orgullo, sin rebajarnos a mezclarnos con esa gente inferior sin magia. Y mucho menos con los traidores como tú, que reniegan de lo que una vez fueron. - añado para recordarle su pasado a nuestros servicios, echándole en cara que nos dejase de lado. - No escucharía a un perdedor como él. Sin embargo si os diría que penséis la opción de uniros a nosotros. Tendríamos que comprobar vuestro linaje y esas cosas pero...si vuestros ideales son los correctos es un buen primer paso. Si os interesa supongo que no dudaréis en atacar al traidor...- añado con desinterés, mirando de reojo a Reiv como si fuese una serpiente enroscada a punto de atacar.

Más gente se nos unía, aunque este parecía estar en contra de la chica llamada Adele. El chico decía que ella pertenecía a los Blood Keepers, en ese instante giro la cabeza para encontrarme la mirada de Jules, sí por fin lo habíamos encontrado. Al parecer ese chico había pertenecido a ese grupo, pero logró salir de allí y al perecer vivo. Cada vez me caía mejor aquel chico, seguramente yo sería igual, entraría con Jules y cuando no mirara, me marcharía. Adele comentó que tendríamos que encargarnos de aquel hombre y que verían nuestro linaje después.

- Comprendo...-

Dije mientras me acercaba a Adele con paso tranquilo, quería que notara que estaba tranquila, pues queríamos estar con los Blood Keepers y con ella.

- Me gustaría disculparme, mi humor hoy no era el más apropiado-

Tras una leve inclinación de cabeza me coloqué al lado de Jules, y simplemente lo miré unos instantes, era evidente que ese chico iba a salir muy malparado, pero esperaba que sobreviviera a nuestra pequeña batallita. Quería impresionar a Adele, para que supiera que éramos buenos y que queríamos irnos con ella, miré un momento al objetivo sobretodo con lástima, yo no quería hacerle daño, pero era ahora o nunca y yo no iba a arruinar los sueños de Julian. Moví mis manos y coloqué los dedos indice y anular de cada mano sobre mi boca, cuando el aire se hubo concentrado a mi alrededor con una multitud de pequeñas piedras y polvo, separé mis manos de mi boca y las dirigí hacia el objetivo de aquel ataque. Todas las piedrecitas fueron a parar contra él a velocidades descomunales. No miré a aquel chico, pues sabía que tras mi ataque venía el de Jules.

-----------------------------------
Ataque mágico a Reiv: 15 dados + 10 habilidad + 5 canalizador + 11 ataque mágico: 41 PS de daño

El miembro 'Sharon Birdwhistle' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Ataque Mágico' :

La respuesta de Julian no es la que me esperaba, en lugar de sorprenderse por lo que le digo de Adele sólo se le ocurre decir que a lo mejor él también quiere usarla. No la conoce si cree que es tan sencillo, pero si quiere dejarse manipular allá él. También puede darse el caso de que realmente crea en los ideales de los Blood.

- Si te estoy advirtiendo es porque la conozco de antes y sé de lo que hablo. Es un consejo. - vale que no me lo ha pedido, pero no lo digo únicamente por hacerle un favor, sino por contrariar a Adele. No me da la gana que siga con su juego de siempre, buscando peones constantemente. Luego viene el típico insulto de turno, traidor, que viene de parte de Adele. Como eso sí que me lo esperaba simplemente resoplo con gesto aburrido, siempre dice lo mismo. La vez que la vi en el torneo fue igual.

- Adele...de cero a nada tu opinión me importa una mierda. Prefiero ser traidor a una organización como la tuya a volver a ser uno de vuestros secuaces.

La tipa intenta convencerlos de que se unan a ella, poniendo como una especie de "prueba" para ello, iniciar un ataque contra mí. Le lanzo una mirada de desprecio a Adele, hablando luego a los otros dos. - ¿Veis? esa es su manera de actuar. Pedir que hagan cosas por ella. Lo acaba de demostrar y ni siquiera os conoce. - hago un sonido de desaprobación, viendo que no conseguiría mucho. Podría haberme callado y seguir mi camino, pero tengo esa manía de meterme en cosas que no me incumben. Van a hacerle caso, van a atacar, eso se ve venir por sus gestos. Desenvaino la espada por lo que pueda pasar, advirtiendo de ese modo que si hay que pelear lo haré.

La chica que no ha hablado mucho es la primera en atacar, arrojando contra mí un montón de pequeñas piedras a gran velocidad. No me da tiempo a conjurar una barrera mágica en condiciones, pero me defiendo más o menos bien utilizando la habilidad para modificar materiales, haciendo que el filo de mi espada se ensanche para hacer de pantalla metálica contra parte de las piedras que vienen. Algunas acaban dándome en piernas o brazos, pero no llegan a herir demasiado. El polvo resulta más molesto, hace que se me irriten los ojos y no pueda ver bien. Ahora mismo tengo dos opciones, o atacar a la chica que inició la pelea, o atacar a Adele, para que no piensen que quiero ser su enemigo. Opto por lo segundo, conjurando una bola de fuego en mi mano para arrojarla hacia la Blood.



--------
ataque mágico a Adele: 20 dados + 13 stats ataque mágico + 10 habilidad de ficha= 43
defensa mágica contra Sharon: 15 dados + 9 stats defensa mágica + 10 hab. ficha= 34
daño=41-34=7
PS: 150- 7=143

El miembro 'Reiv Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

#1 'Ataque Mágico' :


--------------------------------

#2 'Defensa Mágica' :

¿Adele? ¿Francesa? Hum, algo había escuchado sobre aquella mujer, que había luchado contra la Resistencia y todos los enemigos de la raza mágica que se pusieran por delante suya. Una muy admirable persona, bajo mi punto de vista. Entonces el otro nos interrumpe y la rubia nos insta a que lo derrotemos, como si…nos probase. Muy bien, pues demostremos lo que podemos hacer.
Mi hermana reacciona casi en seguida y se pone junto a mí, lanzando un primer ataque contra el tío ese. Yo preparo mi espada pero antes de nada lo veo formando una bola de fuego en su mano, y lanzándola directa hacia Adele. No estoy especialmente concentrado en defender sino atacar, pero hago un esfuerzo conjurando una barrera básica antes de lanzarme con mi espada hacia Reiv, buscando un hueco en su guardia, puede servirme de entrenamiento y todo, mira qué bien.

-Vas a salir muy malparado… yo te advierto solo.


Ataque: 10 (dados) + 12 (base) = 22 PS
Defensa para Adele: 10 (dados) + 11 (base) + 5 canalizador = 26 PS

El miembro 'Julian Birdwhistle' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

#1 'Ataque Físico' :


--------------------------------

#2 'Defensa Mágica' :

- Oh, no tiene importancia, Sharon. - respondo a las disculpas de Sharon por el inicio de conversación que hemos tenido, mostrándome más amable de lo que habitualmente suelo ser. Nos interesa ser aliados, y para ello hay que comenzar con buen pie. Suspiro con resignación ante las desconsideradas palabras de Reiv, como si estuviese hablando con un idiota.

- Que tú tengas trauma con recibir órdenes no quiere decir que otros interpreten la colaboración como si fuese algo terrible. Además, ellos parecen mucho más inteligentes que tú. - me burlo del Black, declinando hablar más con él porque me parece una soberana estupidez y una pérdida de tiempo. Los jóvenes mercenarios se ponen enseguida manos a la obra, comenzando por la chica, que ataca usando piedras como proyectiles al usar su poder de usar el viento. El muchacho me protege con una barrera mágica del ataque de Reiv, que combinada con las que empleo yo como habilidad especial consigue que salga ilesa de las llamas del oponente. No me preparo demasiado el ataque porque Julian ya se lanza a por él usando la espada, así que lo único que hago es conjurar una pequeña explosión a los pies de Reiv, para desestabilizarlo más que nada. Ambos parecen buenos guerreros, podrían ser una buena adquisición. Paso a un segundo plano para dejar que ellos lleven la voz cantante en esto de los ataques, pidiendo que me den algo de tiempo. - Cubridme un momento, si sois tan amables. He de preparar algo que hará que no perdamos demasiado el tiempo en esta batalla. - me aparto un poco para rebuscar algo en la bolsita de terciopelo que llevo colgada del cinturón, junto al látigo. En ésta llevo algunos venenos, unos cuantos comprados y adquiridos en el mercado negro, otros obtenidos a partir de mezclas de éstos o elaboración propia. Depende de como vaya la cosa emplearé un método de envenenamiento u otro, el que me resulte más propicio.

------
ataque mágico: 0 dado + 8 stats = 8 a Reiv
defensa mágica: 15 dado + 10 hab. especial + 16 defensa mágica +26 de Julian= cubre de sobra ataque de Reiv, sin daños

El miembro 'Adele Gaultier' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

#1 'Ataque Mágico' :


--------------------------------

#2 'Defensa Mágica' :

Al joven le había dado tiempo para defenderse, dañándole escasamente mi ataque. Miré a Julian un momento para ver que pretendía hacer, pero este no pudo hacer mucho, pues el chico decidió atacar. Pensé que dirigiría hacia mí su bola de fuego ya que había sido yo la primera en empezar la pelea pero me equivoqué, fue lanzada hacia Adele. Jules fue más rápido que yo y realizó una barrera para protegerla. Tras eso, espada en mano se fue a atacar al joven, Adele pidió que la cubriéramos un momento para preparar algo, sospechaba que sería algo malo para aquel chico.

-Por supuesto-

Y tras esas palabras seguí el mismo camino que Jules y me fui a atacar al chico, pero esta vez sin magia, no quería que Adele pensara que solo servíamos para la magia. Aunque tenía mis propias armas me gustaba más golpear yo misma, así al menos podía saber cuanto le había dolido. Sabía las técnicas de Julian, por lo que evitaba ponerme en su camino cada vez que lo veía en alguna posición que conllevara un ataque. Mientras intentaba darle con mis golpes de patadas. Durante unas pocas milésimas de segundo, lo miré a los ojos y articulé una palabra sin llegar a decirla, solo con los labios pues no quería que nadie más se enterara, ya que era evidente que tu no dirías "Perdón" a alguien a quien estás intentando darle una paliza, y menos si me iba a unir a los Blood, pero necesitaba que al menos él lo supiera.

-----------------------------------------------------------

Ataque a Reiv: 15 dados + 13 de ataque físico + 10 de habilidad = 38 PS

El miembro 'Sharon Birdwhistle' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Ataque Físico' :