Taller de Da Vinci

2/7
__

Asentí a Arleen y también a Khan cuando me dijeron que necesitaban una muestra de mi sangre, dejándoles hacer. Aunque gracias a lo que estaba haciendo Mei, el nivel de dolor era soportable, no podía evitar sentirme absolutamente debilitado, me costaba mover los musculos, y hasta respirar. No dolía demasiado, eso era bueno.

- Te has pasado con la cafeína, Arleen. - le comenté con media sonrisilla que contrastaba con el aspecto en general cansado de mi cara, al apreciar el temblor de sus manos al tomar la muestra.

Levanté la mirada hacia donde estaban trabajando, pareciendo que les estaba costando avanzar.
- ...desvía la energía del autómata hacia la grabadora láser. Tardarás menos. - le indiqué, simplemente tendría que activarlo y enchufarle algunos cables si no podía hacerlo directamente.

Iba a intentar levantarme para ir a ayudarlos, pero el cuerpo no me respondía bien. Mei se paró frente a mi y la miré con una mueca incómoda cuando me tocó la cara. Era en plan, que haces? No toques. Además tenía las manos heladas.

Entonces empecé a escuchar voces y susurros en mi cabeza. Conversaciones, murmullos que no entendía...miré a la mentalista como preguntandole si era ella la causante. Antes habia oido gritar a Gwen y ahora esto, dudaba que fuera cosa de Mei. Estaba perdiendo la chaveta definitivamente?

- Si muero no dejéis que Tesla herede mi taller. - le pedí muy seriamente a Xian, lo mismo parecía coña pero no lo era. Eso fue lo ultimo "coherente" que pronuncié antes de oir aquello en mi cabeza, sobre el fin de Ouroboros, una voz mucho mas clara que todas las demas. Y mentiría si dijese que no me causó cierto miedo.

No podía concebir tantos deseos de venganza, pero más que eso, fue la cercanía con la que escuhé la voz lo que me hizo temblar brevemente. Me estremecí, primero por la impresión pero luego por el súbito dolor que me invadió de nuevo, arrasando desde las entrañas. Apreté los dientes intentando no gritar y cerré los ojos, todos los musculos contraidos. Pero es que era imposible no gritar sintiendo que la carne se te quemaba por dentro. Apreté los puños y eché la cabeza bruscamente hacia atrás, golpeandome a posta la nuca contra la pared al tiempo que me dejaba los pulmones, a ver si con suerte me dejaba inconsciente. Si no me volvían loco las voces múltiples y desconocidas de mi cabeza, lo iba a acabar haciendo ese dolor.

-No os preocupéis. Podemos ir a buscarla en cuanto uno de los medallones este a punto de terminarse- Le dijo con una leve sonrisa antes el gesto del joven Tepes sobre olvidarse la sangre de Rasputin, pero en cuanto apareció el Ghoul dejó escapar un gritito y lo cogió de escudo humano porque… bueno, les tenía terror.

Sin embargo, duró poco y miró con un gesto de total vergüenza y excusa al descendiente Tepes -Perdón- Murmuró roja como un tomate antes de ir hacia el taller donde estaban todos. Los nervios seguían allí y saber que Giordano no se encontraba bien era aún peor. Alzó la vista hacia él cuando mencionó el tema de la cafeína y sonrió de lado, aunque tampoco le llegaba a los ojos -Es el primero que me tomo desde hace un tiempo ya- Confesó porque… no había necesitado desvelarse con motivo profesional. Y para el personal siempre tenía su cabeza.

Aún así siguió su consejo y con la ayuda del Descendiente Tepes fueron avanzando. Llegó un punto en el que Arleen terminó sacándose los zapatos de tacón y quitandolos del medio, así como cogió un lápiz y se hizo un moño alto para quitarse el pelo de la cara y que no le molestará…y se arremangó un poco la falda midi del vestido. Vamos, se olvidó de cualquier tipo de protocolo que su madre le hubiese enseñado y se centró en lo que tenía que hacer.

Al terminar los medallones se alejó un poco para verlos y comparar. Era perfeccionista por naturaleza pero… el gritó de Giordano la alarmó y lo observó golpearse la cabeza. -Os dejó el tema de la sangre- Murmuró antes de ir corriendo hacia donde había dejado su cartera buscando alguna de sus pociones. Menos mal que siempre bajaba a tierra con algo… pero no sabía si iba a ayudarle en nada.

Necesitaba algo para…adormecer. Leche de amapola. Pero ¿Tenía? No, porque uno no quería dormirse en plena misión. Tensó los labios y vio los botes que tenía. Optó por sanarlo ella y fue hasta su lado, agachándose con cuidado y acercando sus manos temblorosas hacia él para emitir su magia de sanación tratando de calmarlo -¿Quieres que busque leche de amapola?- mejor preguntarle.

La sonrisa de Mei y sus palabras amables para tranquilizarlo ante la batalla provocaron que Khan se sonrojase muy levemente, aunque enseguida apartó la mirada de ella porque le dio vergüenza. Era de agradecer que una compañera del Consejo se portase bien con él y tuviese en cuenta que era el nuevo, pero no quería parecer demasiado novato como para que los demás tuviesen que preocuparse en defenderle a él también. Le murmuró un gracias bastante rápido y después se fue con Arleen, a trabajar con ella en la fabricación de los medallones y las runas, con las muestras de sangre incluida.

- Vale, pues una vez grabadas las runas tenemos que introducir la sangre en el orbe de cristal del centro...- sólo esperaba que lo hubiesen hecho correctamente, y poder comprobarlo cuanto antes. Miró de reojo un momento a la Royden, que parecía bastante concentrada. La verdad es que no sabía que fuese tan experta en esos temas, aunque algo había escuchado de su relación con Da Vinci. Cotilleos.. - Ve con él, ya está casi terminado. - le dijo al escuchar los gritos de dolor de Giordano, que parecía estar ya al límite de sus fuerzas. Era difícil centrarse al escuchar aquello, y las manos le temblaban un poco por los nervios mientras terminaba de poner las gotas de sangre en su lugar correspondiente. Miró y repasó el libro de nuevo, releyendo las líneas de manera frenética para ver los pasos restantes. Finalmente leyó las palabras de activación para que aquello funcionase.

- sanguinem et os meum salvate et ab omni malo custodite eum.- un leve fulgor rojo recorrió las runas, dejando un brillo en la sangre que se extinguió enseguida. Khan esbozó una leve sonrisa, satisfecho porque parecía haber funcionado. Luego le hizo un gesto a Mei, indicando que iba a llevarlo a Giordano. Se agachó junto a él, pidiéndole espacio a Arleen para poder ponerle en la muñeca el brazalete a su compañero de Consejo.

En el punto en el que estaba Mei no logró volver a engañar a mi mente para aliviarme el mal trago, y menos despues de haber cortado la conexion bruscamente por culpa de las palabras de aquella voz masculina. Iba a desatar el desastre sobre Ouroboros? A quien iba a vengar? A Gwen? A los Pendragon? No, no tenía nada que ver conmigo. La poca cordura que me quedaba en ese momento me fue suficiente para entender que esa voz no tenía que haberla oido yo, al igual que los otros susurros....había sido un fallo, un fallo....

La cosa es que no me quedaban fuerzas para resistirme o controlar los gritos, y prefería que me matasen a seguir asi mas tiempo, pero ese momento parecía no querer llegar. La fiebre alcanzaba un punto peligroso, no obstante. Ni si quiera me di cuenta cuando Arleen se volvió a mi lado para curarme, y ofrecerme leche de amapola. Volvía a sangrar profusamente por la nariz y se me escurrían lágrimas de dolor a raudales por la cara. No podía pensar en nada, en nada que no fuera desear que todo acabase.

No le pude ni contestar a su ofrecimiento, sabia que me estaban hablando pero....que mierdas, no estaba como para entender. Solo farfullaba algunas frases entre gruñidos y gritos de dolor, pidiendoles por favor que pararan de una vez, que lo hicieran terminar, pero en italiano.

Y aunque se me hizo eterno, al poco tiempo de que Khan me colocara el brazalete con el amuleto, el dolor pareció comenzar a ceder. Primero, pude contener los gritos, hasta que poco a poco se extinguieron. Luego por fin pude abrir los ojos y dejar de llorar. El dolor iba remitiendo, convirtiéndose en....algo leve, algo molesto...algo inapreciable en comparación. La respiración se me reguló y pude volver a enfocar a mis compañeros. Me sabía la boca a sangre y problablemente era de dejarme la garganta gritando y de tragarme la mia propia. La fiebre aun tardaría un poco en bajar. Tenía la cabeza algo ida, extenuado fisica y mentalmente. Desvié la mirada al brazalete y levanté un poco el brazo, observando el trabajo que habían realizado.

Abrí la boca, intentando encontrar el aire y la fuerza suficiente para volver a hablar, aunque la voz me salió rota.

- Le...le doy un.... notable... bajo... - califiqué la obra que acababan de realizar, mirando las runas grabadas en ese burdo trozo de oro. Y luego me quedé inconsciente.

Sin duda, funcionaba correctamente.

Mei se quedó apartada esperando que la medimaga pudiera hacer algo, pensando en que quizá podría intentar mandar a dormir a Giordano para que dejara de sufrir pero...sabía que en ese estado, volvería a despertarse al instante. No había mas que pudiera hacer en esos momentos, y seguia algo perturbada por lo que acababa de pasar.

Por fortuna, Tepes hizo lo que debía con la ayuda indicada de Arleen lograron terminar el amuleto a tiempo y colocarselo al tecnomago, que por fin descansó.

Mei suspiró trantando de regular sus propias emociones, antes de sondear la mente de Da Vinci.

- Está inconsciente. Se ha agotado. - luego inspiró lentamente. - Voy a reunirme con los demás. Si me vuelves a necesitar avísame, pero creo que ya te he ayudado con tu proyecto y que va por buen camino. No podemos posponerlo mucho. Khan, haz preparativos...quizá conviene que elabores más discos como ese. - indicó Mei con tranquilidad, si iban a ir a ese sitio, no podían permitirse acabar como Giordano. - Siento la tardanza, compañero. - dijo dedicandole una oriental reverencia con la cabeza y las manos frente al pecho a su compañero, antes de girarse a los otros dos para despedirse del mismo modo y desaparecerse de alli, dirección a la plaza.

Una vez que Khan se acercó le dejó espacio, observando con cuidado la colocación y activación del medallón y mirando a Giordano con grave preocupación. Estaba… Tenía una pinta horrorosa y sabía que debía sentirse aún peor. Pero poco a poco todo fue cediendo y su corazón dejó de latir con tanta fuerza al ver que había funcionado…Había colaborado, había creado algo que le había ayudado.

Al escuchar su calificación sonrió de forma temblorosa pero cuando cayó inconsciente, confirmándolo la descendiente Xian, Arleen asintió. De acuerdo, ahora sólo debía llevarlo a su cama, asearlo, cambiarlo y meterlo a descansar cómodamente -Antes de iros…¿Puedo quitarle las esposas?- Alzó la vista hacia ella, esperando que comprendiera por dónde venía la pregunta al hacer un gesto hacia su sien.

En efecto, tenían que hacer más medallones si iban a ir a Italia pero los materiales eran insuficientes. Aún así, Arleen tenía una inmensa colección de tiaras que hoy iban a encontrar su verdadero significado. Pidió ayuda a Khan para llevar a Giordano hacia la cama y hacer aquello de asearlo, comentándole que fuese a llevarle el medallón a Rasputín y cuando él volviera, ella iría a buscar sus tiaras para tener más materiales y hacer los medallones. También pasó por el laboratorio para los materiales del casco.

Después de que se fuera, se encargó de Gio, y terminó acurrucándolo bien en la cama tras una revisión médica y un par de curaciones. Cuando Tepes volvió, fue a por sus tiaras para hacer el resto de medallones. Una vez terminados, Khan se retiró para llevarlos con el Consejo y Arleen se quedó trabajando en el casco.

El primer rato lo había pasado libre de pesadillas, simplemente, en blanco. Con la mente demasiado extenuada para soñar, y el cuerpo en iguales condiciones. Pero despues de ese periodo, mi mente volvió a activarse y, mientras dormía, retornaron las malas pesadillas. Sin embargo al parecer, había empezado a acostumbrarme o estaba demasiado agotado como para que me despertasen de golpe, tal como las noches anteriores.

Abrí los ojos despacio, con una extraña mezcla entre estar descansado y agotado al mismo tiempo. Probablemente, las cadenas que drenaban magia tenían mucho que ver. Ahi seguían....

Me incorporé despacio, sorprendido de encontrarme en mi cama y sin manchurrones de sangre.

"me habré muerto ya?"

No, seguro que no. Me froté los ojos y me puse en pie, recordando los sucesos vagamente. Antes de perder la consciencia, todo estaba borroso, como en una nube. Recordaba mucho, mucho dolor, eso si. Pero ahora estaba bien...entero...no tenía heridas. Estaba todo en su sitio? Aja, lo estaba. Dejé las comprobaciones y me adecenté un poco, aseándome y cambiandome de ropa, por lo menos la parte de abajo que esa no me daba tantos problemas, por lo demás me quedé descamisado porque no me apetecía hacer malabares con mangas y cadenas.

"se han ido todos....?"

No se oían voces y no sabía cuanto tiempo había pasado. Empecé a caminar por las diferentes estancias del taller hasta que oi cacharreo y fui a la zona en la que se encontraba Arleen, trabajando sobre unos planos.

- Qué hora es? - dije acercandome a ella para ver lo que estaba haciendo. - Vas a tener que refrescarme la memoria...

Después de que el Descendiente Tepes se fuera finalmente, Arleen se había tomado un momento para despejar su mente de los amuletos y centrarse en el casco. Con eso también corría prisa si debían irse tan rápido a Italia así que tras buscar los materiales en el laboratorio se les había quedado mirando.

¿Cómo se pasaba la teoría a la práctica? De la primera parte estaba absolutamente segura, la segunda…

Sonó la puerta cuando trajeron la comida que había encargado y Arleen saludó amablemente a todos, organizó todo de forma casi mecánica y al sentir hambre se preparó un sándwich de poca elaboración. Tenía la mente en otro sitio. ¿Esos metales serían suficientes? ¿Y si los imbuía con algo? Sí, pero con qué? Magia estaba claro…pero…¿Cómo? Runas. Esa podía ser una solución, como lo que había hecho con los amuletos.

Y quizás…

Se fue hacia la biblioteca de Giordano buscando un libro sobre criaturas que había visto. No tardó mucho en conseguirlo, buscando entre sus páginas una criatura en particular. Tuvo cuidado de no manchar nada y, ya que estaba sola, acabó el sandwich de un mordisco exasperado para poder trabajar con ambas manos. Se limpió en una servilleta y empezó a buscar hasta conseguir lo que quería: Runespoor. Leyó y leyó hasta dar con lo que había recordado.

“Sus huevos son muy apreciados en la producción de Pociones Estimulantes de agilidad mental”

¿Sofía tendría de eso? ¿Podría servir para impulsar el trabajo en el casco? Arleen volvió con el libro y las anotaciones hacia donde tenían que darle forma al casco. Creía tenerlo todo pero… ¿Y ahora qué? Tenía que manejar el metal supuso…Pero una cosa era un amuleto y otra muy diferente querer dárselas de herrera.

Estaba contrariada, y cansada, aunque no lo admitiera así que cuando Gio le dirigió la palabra alzó la cara con el ceño fruncido -¿Qué?- No le había oído lo que le había dicho pero lo segundo sí -Eh… Acabamos los medallones para el Descendiente Rasputin y para ti, luego hicimos más, se han ido a la Plaza Central. Llegó la orden de comida. Creo que necesitamos huevos de Runespoor… y … - Miró hacia sus planos con cierta frustración -No tengo ni idea de cómo aplicar la teoría a la práctica- Suspiró -¿Tienes hambre?- Eso podía hacerlo. Se sabía la teoría y la práctica no era difícil -¿Cómo te sientes?-

Observé el amuleto que estaba en mi muñeca junto con las cadenas e hice una mueca asintiendo. El malestar era más que leve. Incluso dudaba que estuviera ahí, y las molestias que sentía eran secuelas de antes.

- funciona muy bien.

Me terminé de acercar a ella buscando el veracero con la mirada.

- A la Plaza Central? A qué? - pregunté separando los ojos de aquella pieza de oro grabada en runas

"huevos de Runespoor...será por lo de las pociones"

- Me parece que no tenemos Runespoor en Ouroboros...si alguien lo sabe, esa es Sarah Darwin. - al ser venenosas no solían rondar por ahi libremente. O si? El bosque era raro.

Mi aprendiz dijo no saber como aplicar la teoria a la práctica y alcé ambas cejas, aproximandome a un perchero donde tenía colgado el equipo de trabajo. Me cogí los guantes y el delantal de cuero, poniendomelo por encima del torso, que ya solo me faltaba eso, quemarme los pelillos del pechote.

- Ese paso es el fácil. Es seguir lo que escribiste antes sabiendo que ha llegado el momento de ensuciarse. - negué con la cabeza, mi apetito seguía siendo nulo. Respecto a su última pregunta, directamente la ignoré. - Voy a empezar a dibujar los patrones del yelmo. Luego, cortaremos las placas de veracero que has traido siguiendo esos patrones. Calentar, martillar...templar. En el momento del temple es cuando se podría aplicar una mezcla de aceite con la idea que se te ha ocurrido de los huevos de Runespoor, pero...no se si podremos tener eso.

Mientras hablaba habia extendido unos pliegues grandes de papel sobre la mesa y con los apuntes de Arleen del diseño, comencé a dibujar las plantillas.
- ¿Puedes encender la fragua? - me quedé mirando sus diseños, frunciendo un momento el ceño. Iba a ser complicado elaborar todas aquellas particularidades del casco para que conectaran bien con la magia del portador y sirvieran a ese propósito. - Al fin y al cabo, se trata de modificar flujos energéticos....

__
1/7

Miró hacia el amuleto cuando Gio hizo referencia a él, se esforzó en mostrar una leve sonrisa - ¿Incluso para un notable bajo?- Inquirió con cierto rintintin y se alejó un poco para dejarle espacio y que viera en lo que estaba trabajando -Sé están reuniendo para ir a Italia. Tenemos que apresurarnos… intenté adelantar todo lo que pude pero…-

Asintió con suavidad a lo del runespoor y en seguida fue a buscar pergamino y pluma, escribiendo una nota rápida a la descendiente Darwin y otra a Sofía explicando brevemente para qué necesitaban los huevos. Tras hacerlo las envió y volvió con Gio que se estaba poniendo el delantal.

Tensó los labios y fue a por otro delantal. Le habría gustado tener alguno de sus vestidos de día/trabajo, de alguna temporada pasada, o simplemente más viejo pero… era lo que tenía -Perdona por andar descalza- Mencionó mientras se acomodaba el delantal -Es que me corría y esos no son mis tacones de trabajo- Se dio cuenta que no quería comer y lo dejo estar. Las preocupación solía tener ese tipo de efectos.

Asintió con suavidad a lo de la fragua pensando con qué podrían suplantar aquella poción o sustancia. Quizás a Sofía se le ocurría alguna idea. Se dirigió hacia allí y empezó a encenderla, cuidando de que el carbón fuera el de hulla y aplicando los procedimientos hasta que quedó encendida generando el calor necesario para trabajar el veracero. Volvió con Gio, al oírlo se quedó mirando sus anotaciones y cogió de nuevo el libro de las runas para buscar las que mejor pudieran servirles para activar la magia en los cascos.


D10: +4 (tiene 4 X xD) o Sarah o Sofía o ALGUIEN en la isla tiene.

El miembro 'Arleen Royden' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Dado (10)' :

"un notable bajo? En qué estaria pensando. La manufactura es de suficiente raspado...."

Apreté los labios haciendo como que reevaluaba mi nota pero no dije nada, porque, evidentemente, mientras las runas estuvieran bien hechas y la ampolla conservara dentro la sangre, todo bien. Y ya no quería morirme, era un gran avance.

- Van a Italia?

"por qué te sorprendes?"

- Has dicho "apresurarnos"? En plural? Tú también vienes? - por qué? - No es necesario que hagas esto por mi, Arleen, has hecho más que suficiente ya. - le aclaré, no quería que sintiera que tenía mas responsabilidades para conmigo.

Mientras ella fue a enviar aquella carta yo terminé de acotar las plantillas, pero dandole vueltas a lo que habia dicho. Cuando volvío dijo que se corría y ahogué una risa que sonó en mi nariz nada mas al obligarla a no salir.

"puedes correrte en tacones perfectamente"

Suspiré y miré al techo negando. Con razón me había llamado pecador tantas veces.... Me froté los ojos nuevamente, tratando de librarme de aquella desagradable sensación de desnudez que me entraba cuando me acordaba de lo que habia pasado en Roma, nada que ver con el hecho de ir ahora sin camiseta.

- yo también voy descalzo. - apunté comenzando a recortar las plantillas para ir a colocarlas sobre las planchas de veracero, pillando uno de mis rotuladores para sacar dos de cada plantilla, haciendolo por duplicado. Lo siguiente bien podría haberlo hecho sin magia, pero me tuve que ir a la cortadora láser para ir cortando las placas de veracero. Me bajé las gafas y puse los guantes, aquel era un material bastante duro pero frágil antes de ser templado,y por tanto quebradizo. No quería cargarme la placa. En total tenía que recortar cuarto figuras atendiendo a los diseños de Arleen. El cacharro metía ruido y saltaban chispas en el proceso.

- tengo....tengo polvo de caparazón de escreguto de cola explosiva en el armario de los materiales repugnanticos! Añádele unos cuantos gramos al carbón. El carbón se impregnará con el polvo, será más vivo y al tiempo se mezclará con el acero. Será mas resistente a hechizos y dará protección extra.

Apagué la máquina cuando terminé, subiendome las gafas. Resoplé por el esfuerzo fisico y me acerqué a la fragua, yendo con las placas en la mano para dejarlas alli y buscar mis pinzas y el martillo, caminando luego hacia Arleen.
- Que tienes planeado para las runas? Mira esto también. Puede que te inspire. - Cogí un pequeño libro de alquimia y se lo abrí por la pagina que salían todos los elementos mágicos representados con sus simbolos. Se consideraban canalizadores eficaces.

- Has echado ya el polvo a la fragua? Voy a empezar a darles forma. Eso no me requiere magia. Lo que si la requiere es la elaboración de estos transformadores que has diseñado ahi. - señalé en un lado de sus bocetos, parecían pequeños discos situados al lado de ambas sienes, eran para colocarlos en el interior del yelmo. - Ponte tú con eso.

__
2/7

-Pensé que habías oído el patronus- Mencionó Arleen pensativa -Lo dijo el Descendiente Newton- Añadió pero cuando mencionó el plural, o la conjugación del verbo, noto que Gio se mostró algo reticente y se le revolvieron las entrañas -Sí- Dijo sin mucho rodeo pese a que… ¿Qué había de diferente está vez? ¿Cuál era el cambio respecto a China Town donde la había reclutado él? ¿Pensaría que era una idea "estúpida"? Apartó la mirada cuando mencionó que había hecho suficiente. Ella no lo sentía así… es más si hubiese prestado atención en la boda, o en sus cartas quizás se habría dado cuenta antes - Iré- Añadió sin titubear. Ni Sayid, ni V, ni él…ni ningún hombre o mujer podía prohibirle ir. Bueno, en realidad Oscurus y él en calidad de Descendientes sí pero… no lo harían. ¿Verdad? No quería hacer esas preguntas en voz alta porque no quería saber la respuesta así que simplemente se concentró en su trabajo.

No entendió, al volver, el sonido qué salió de Gio pero parecía divertido y cuando miró el techo soltó un pequeño suspiro exasperado -Ya… lo sé, no es el tipo de ropa para estar liada con cosas pero no pensé demasiado cuando recibí tu mensaje, solo quería ver si era cierto que estabas aquí… tengo los vestidos seleccionados para cuando vengo a trabajar contigo- Soltó mientras se miraba a sí misma negando con la cabeza, asumiendo totalmente que se estaba riendo porque estaba muy emperifollada para estar trabajando -Es tu casa y no usas tacones- Dijo restándole importancia a eso de que estaba descalzo él también.

Pero la explicación quedó en segundo plano al ponerse a trabajar. El ruido de fondo la ayudó a concentrarse, curiosamente, mientras estudiaba las runas. Volvió la vista hacia Giordano cuando mencionó lo del polvo y asintió, sonriendo de lado por eso de "repugnanticos" porque fijo que todo lo que estaba allí le resultaba así: repugnante. Consiguió el polvo tras rebuscar un poco y se fue a echarlo sobre el carbón mientras anotaba mentalmente aquel conocimiento. Quizás si que iba a tener que tomar algunas clases con un herrero para aprender lo básico. Se quedó mirando el carbón un momento, ida. Imaginándose a si misma trabajando un metal como lo hacía V, sería gracioso supuso… porque tacones iba a usar.

Volvió a su sitio tras guardar el frasco en el armario y cerrarlo, pensando que lo siguiente a catalogar sería eso … recibió entonces un patronus de Sarah mencionandole que no tenía los huevos. Quedaba Sofía. Se giró hacia Gio cuando preguntó por las runas, alzando suavemente las cejas -Son raras las que están vinculadas directamente con poderes de telepatía porque… no las necesitan realmente. Pero he encontrado algunas del campo que creo que nos servirán - Las señaló, las había dibujado con el nombre y luego a su lado una posible combinación que le volviera más directa a lo que necesitaban -A ver…- Vio con interés el papel que le dio antes de tenderle un pañuelo para que se secara un poco la cara sin apartar la vista del pergamino. Era la primera vez que lo veía y le pareció interesante, empezó a estudiarlo … hasta que le dijo en lo que tenía que trabajar.

Se le paró el corazón un poquito y los hombros se le tensaron.

Alzó la vista del pergamino y miró hacia los transformadores, sabía perfectamente de lo que estaba hablando. Y aún así le daba terror empezar a hacerlo sola… pero de alguna forma debía aprender así que asintió en silencio y se levantó para dirigirse a hacia el boceto que señalaba -Tendremos que acolcharlos. Los de la Guardia están acolchados y… y ahora que lo pienso, estan todos conectados por telepatía también. ¿No tienes ese boceto aquí? ¿Quizás de tu ascendente?- Murmuró Arleen a Gio antes de ir a por unas orejeras para ambos aunque sospechaba que el descendiente no iba a usarlas. Ella sí.

Los transformadores eran "sencillos" pero requerían trabajo y magia aunado a seguir los pasos que ella misma había indicado con la mezcla de runas que, ahora, eran perfeccionados por esos símbolos que le había pasado Giordano. Así que mientras el martilleo iba en proceso, ella cuidadosamente iba preparando los discos con una runas tras de otra imbuyendo su magia en cada uno de ellos para que respondieran a lo que ella quería. A la dirección que ella les daba. Llegado un punto consiguió un ritmo estable, a fin de cuentas, no era tan difícil tomando como guía lo que hacía ella con los nervios dañados…solo los redireccionaba y reactivaba. Aquello era parecido. Debían transformar la energía de las ondas según lo que había aprendido con la descendiente Xian.

3/7
_

- No lo oí o si lo hice no me acuerdo.

Su respuesta acerca de venir fue tan corta y seca que me dio por pensar que se habia enfadado. No lo tenía claro. Tampoco se me daba bien saber cuando la gente se ofendia o no por mi culpa.

- te preocupa el acolchado? Eso es lo más sencillo. - levanté una ceja, eso solo era rellenar con algodon y lino. Y coser un poco. Parpadeé cuando me preguntó por el boceto del casco de la guardia de Ouroboros. ¿Quizás? - de Paulo?

No, no tenía por qué ser de mi padre. Quiza uno anterior. Acaso de los Da Vinci? Si quiera lo sabía? Debía de empezar a firmar y registrar todas mis creaciones. Me puse nervioso, de pronto y aparentemente sin saber por qué.

Me aparté de Arleen yendo hacia la fragua.

- Lo miraré en los archivos que guardo aqui. Si no, quiza pueda encontrarse en la biblioteca. -

El Coliseo. Esa gente muriendo alli, torturada o asesinada. Ese había sido mi padre. Ese podría haber sido yo también. Aun podíamos serlo.

Sabía que yo tenía que volver, y aun asi me daba pánico pensar en ello. Tenía que hacerlo ella tambien? Si la apresaban, no tenia ni idea de a que se enfrentaría, y yo me sentía demasiado cobarde como para confesarselo. Me mordí los labios mientras agarraba la primera placa de veracero con las pinzas y la calentaba hasta que, por la tonalidad del metal, supe que habia adquirido la temperatura necesaria para empezar a moldearlo. Avivaba las llamas con el ventilador de abajo, era una buena fragua y además el aditivo mágico que llevaba provocaba unas curiosas chispas rojas y unos sonidos de pequeñas explosiones. Lo saqué en el momento oportuno y lo puse contra el yunque, comenzando a martillear.

Esta vez iba a ser diferente, no tenía por que caer ninguno. A mi me habian pillado desprevenido. Digamos que habia acabado de prisionero alli por....por poco cauto. Poco prevenido. Por creer que sus intenciones eran si no buenas, al menos neutras. Y además, me habian pillado solo. Ahora habian refuerzos y sabíamos de que iba la cosa.

"Sí. No tiene por qué correr ningún peligro similar. No más allá del que...."

Y vuelta al fuego a calentar.

"De verdad no ha pillado lo de no correrse en tacones?"

Afortunadamente, la labor física tenía la facultad de centrarme nuevamente.

- Mmm... simbolos para mente, magia, transformación. Metal, aleación, carbón. Cerebro, electricidad...

Empezaba a hacer calor por culpa de la fragua pero la verdad, era agradable que el calor viniese de fuera y no de uno mismo y... mientras calentaba la pieza de metal y miraba el carbon quemándose me entró un extraño escalofrío, al imaginarme mis venas ardiendo como ese carbón. Un recuerdo del dolor y una imaginación demasiado volátil, que en esencia, no eran buena combinación. Y aunque empecé a agobiarme sabía que no podía dejar la pieza ahi o se derretiria, asi que vuelta al yunque y mas martillazos. Iba sacando a la par las piezas de los dos cascos, con golpes precisos, metódicos, concentrado o al menos, en apariencia concentrado.

- Arleen, hay noticias de los huevos de runespoor? No tardaré en terminar esto. - me giré y la vi con las orejeras puestas. Buena decisión...

__
éxito- tiene los bocetos antiguos de esos cascos
fallo- nein, no están

El miembro 'Giordano Da Vinci' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Probabilidad' :

-No…No me preocupa, sólo es algo que pensé en voz alta- Mencionó distraída porque era eso lo que había pensado al recordar el casco de Vishous. Alzó la mirada hacia él cuando preguntó si de Paulo pero realmente no tenía ni idea si lo había creado él o si era antiguo -Sinceramente, no sé quién lo diseñó- Confesó.

Asintió con suavidad cuando dijo que quizás podía estar en la biblioteca. Ella se tomó el tiempo de buscar un poco entre sus archivos pero no encontró nada sobre el casco de los guardias de Ouroboros así que le pidió a su padre vía carta que buscara en la biblioteca a ver si había algún boceto. Podría ser… Y si lo había, su padre lo conseguiría.

Volvió entonces a la mesa con los transformadores, el primero ya estaba acabado así que lo levitó delante de ella haciendo un pequeño repaso de las runas que había elegido. Lo colocó en uno de lo dispositivos que iba puliendo los detalles y cargándolo de energía mientras ella se ocupaba del otro -Sí…Protección- Añadió a lo que había dicho Giordano porque la idea era construir una especie de escudo.

Poco a poco, runa tras runa acabó el par y los vio levitando en la máquina con cierta aprehensión. Había seguido cada runa y las había comprobado varias veces pero eso no quitaba que se sintiera insegura al respecto. Pero no había tiempo que perder así que siguió, no oyendo a Gio cuando le habló porque tenía las orejeras pero llegó el patronus de Sofía y al ver el halo azul se bajó las orejeras y escuchó que no tenía los huevos. Alzó la cara hacia Gio, luego la bajó a su trabajo -No hay huevos. Así que las runas y los símbolos de alquimia tendrán que funcionar- Mencionó soltándose el pelo y volviendo a recogérselo en un moño con el lápiz porque el calor arreciaba

-¿Y si probamos con algo tan simple como adrenalina? Se supone que es un neurotransmisor que desencadena mecanismos de supervivencia- Alzó las cejas con curiosidad -A fin de cuentas, compartimos ese tipo de biología con los humanos. Sólo que nos centramos más en los medicamentos mágicos, pero he estado estudiando un poco de medicina muggle y androide para el hospital. ¿Qué te parece? Sé que puedo pedir que me la envíen del hospital-

4/7
__

La respuesta resultó algo decepcionante: no teniamos runespoor ni huevos ni nada parecido. Encogí mis hombros y volvi a darle al fuelle, calentando otra vez las piezas que metí a la fragua sujetandolas con las pinzas. Sacarlas, y a martillazos, darle la forma que quería. La parte frontal era una pieza mas delicada que exigía de un cincelado mas fino.

Paré unos instantes, aprovechando para descansar y buscar algo de agua para beber, mientras ella sugería otra cosa.
- No servirá para el pavonado y no tiene interacción mágica. - me apoyé un momento, exhausto, contra el escritorio, quitándome le sudor de la cara con el antebrazo del guante de piel, dejandome lleno de churriatos de carbón y suciedad. - ¿Como propones incorporarlo?

Quiza si me lo explicaba lo entendía mejor.

- Por probar....

Preparé el aceite para templar el veracero, vigilando los avances de Arleen mientras tanto. Asentí conforme y volví a mi fragua. Una media hora más tarde, el primer yelmo estaba terminado....ensamblado, templado, pulido y preparado. Lo alcé observando sus formas.

"no está mal"

- Uno preparado, colocale los transformadores. Voy a terminar el siguiente. - Trastabillé de vuelta a la fragua y el yunque y me tuve que sujetar de nuevo en la mesa. Me sentía agotado pero con la mente absolutamente centrada. Y...había algo más que debia preparar. Una réplica de la llave, la tenía en mi cabeza, no seria dificil, pero para eso necesitaba sí o sí de mi magia.

La respuesta de Gio sobre la adrenalina la puso a pensar, era cierto que no tenía los conocimientos de alquimia suficiente para poder incorporar ese tipo de sustancia a una composición alquímica. Pero no se decepcionó por ello, simplemente pensó y pensó una forma de hacerlo mientras lo miraba.

Pero como Arleen no era Shyvanna o Mérida, la sexyness de Gio en ese momento, le pasó bastante desapercibida. Estaba bien metida en su mente. Dejó de observarlo para mirar de nuevo la tabla que le había dado, recordando vagamente la fórmula de la adrenalina -¿Y si no la imbuimos pero escribimos su fórmula y la activamos con una runa de esencia?- Preguntó señalando la runa de esencia con una de sus bien manicuradas uñas.

Cuando tuvo el primero de los yelmos ella ya había terminado los transformadores y había buscado lo que iban a necesitar para luego forrarlos por dentro, de esa forma lo tenían todo a mano para ir avanzando con rapidez. Lo vio trasbillar y tensó los labios, si ella estaba cansada…Él más -¿Hago café?- Preguntó por costumbre.

Se sentó de nuevo atrayendo el casco y colocó con cuidado los transformadores en cada rendija del diseño, presionándolos con suavidad y luego soldándolos para que se quedaran en su sitio. Hizo una prueba al agitarlos para ver si se caían pero no, por si acaso aprovechó y lo tiró al piso con algo de fuerza pero no, tampoco se salió así que lo recogió con una leve sonrisa.

5/7
__

La escuché y apreté los labios, asintiendo varias veces y mirando hacia un lado. Chasqueé los dedos y la señalé sin dejar de asentir.

- Sí. Sí...eso...la fórmula, la runa esencia y.... las otras, las de abajo. Las de los procesos. Filtrar, purificar, tomar y componer. Agregando las mismas a donde guardes la adrenalina. Y grabando esos simbolos tambien en el frasco. Asi es como hago funcionar las conexiones entre mis brazaletes y los autómatas. Estableces unas conexiones entre dos cosas que pueden funcionar, hayas la formula adecuada y lo atas. Hazlo en el frontal, he dejado hueco para pruebas. Podemos arriesgarnos a experimentar con eso.

Su ofrecimiento me recordó la cafetera desaparecida. Que sinvergüenzas.

- Tendrás que usar la cafetera normal. - y volví al trabajo, oyendo el estruendo que produjo al tirar mi obra de herrería al suelo. La miré indignado, negué con la cabeza y segui a lo mio. Como las planchas estaban cortadas, era de nuevo...fuelle, calentar, golpear. Y repetir. Mirar, medir....templar.

Era un trabajo lento y un tanto agotador, pero mecánico. Como me había aconsejado, las tareas mecánicas me venían bien ahora mismo. Trabajaría en silencio por un buen rato más.

Cuando habia logrado curvar el metal en lo que conformaría la forma superior, la semiesfera, me detuve, dejando reposar el martillo y flexionando los dedos, que me crujieron . Estiré un poco la espalda, logrando el mismo sonido. Estaba haciendo el segundo casco, si, pero seguia con la incertidumbre aquella.

- Por qué quieres venir? Porque crees que es tu deber? Ya te lo digo yo: no lo es. No quiero imponerte ese deber ni como Descendiente, y ni mucho menos como...como.... - iba a decir amigo pero me trabé.

"fue mi error por irme queriendo huir de lo que tenía aqui, por no andarme con mas cuidado. No quiero que salpique a nadie mas"

Cuando Giordano chasqueó los dedos y empezó a darle guías sobre cómo establecer la fórmula correctamente, Arleen sonrió ampliamente con una chispa de orgullo propio. Había… adivinado. Había encontrado la manera de poner en marcha su propia idea y eso la hacía sentir…Otra vez como ella misma. Asintió rápidamente antes de ponerse a diseñar la fórmula aparte con todos los símbolos que necesitaba. -De acuerdo- Murmuró mientras seguía concentrada en la fórmula, por un lado, por el otro…Los detalles eran los más importantes.

Recogió el yelmo y miró a Gio aún con una leve sonrisa -Como si no fueran a recibir golpes más fuertes. No me mires así- Estaba demasiado feliz por su propia idea, así que acabó sacándole la lengua en un gesto infantil pero que no dejaba de hacerle gracia. Tras eso se incorporó y fue a preparar el café, aprovechando para hacer una pequeña bandeja de queso y fruta mientras esperaba.

En eso llegó el mensajero de su padre, un halcón también, como el de Vishous con los pergaminos solicitados. Eran una copia, según decía la nota, porque no le dejaban sacarlos de la biblioteca. Arleen se puso a mirarlos y cuando acabó el café sirvió dos tazas y preparó la bandeja, levitando todo de nuevo hacia el taller -Los planos si estaban en la biblioteca, me los ha enviado mi padre…- Le dijo a Gio mientras entraba y despejaba una mesa para poner la bandeja de comida y el café.

-¿Crees que podamos agregarle el canal telepático?- Preguntó cogiendo un pedazo de queso con un tenedor y llevándoselo a la boca mientras se acercaba a él para mostrarle el conjunto de runas y viera el sistema de funcionamiento -Quizás es mucho para ahora…- Escuchó su espalda al estirarse y tensó los labios -Tú también deberías ver al fisio- Mencionó mirándole la espalda con el ceño fruncido y gesto médico… Hasta que le habló.

Guardó silencio un momento a ver si acababa la frase porque… Quería saber cómo la veía. Pero no lo hizo así que Arleen simplemente inspiró y tensó suavemente los labios -Es una decisión propia. No me estás imponiendo nada pero…- Se quedó en silencio un momento mirándolo y luego apartó los hacia el lugar donde estaba trabajando, repasando sus anotaciones, lo que estaba haciendo -Sé que no puedo comparar lo que te ha pasado con esto. Pero hace mucho tiempo que no me siento como yo misma y hoy… Hoy sí, hoy sí siento que he hecho algo que vale la pena- Frunció el ceño contrariada -No algo estúpido y… temerario o que termine con gente muerta por mi culpa- Inspiró profundamente recordando la apertura del hospital y luego volvió a mirarlo.

-El Descendiente Newton pidió la ayuda de todos los aprendices, soy tu aprendiz. Iré. Además, emplean tecnomagia. Lo oí del patronus de la descendiente Xian. A diferencia de mucha gente yo tengo conocimiento sobre ello. Quizás…Quizás no soy Amaya, Gio…O no tengo el entrenamiento de mis hermanos o de Sayid, pero soy válida para muchas cosas en las misiones aunque la gente no lo vea- Terminó por decir y se giró, dejando el pergamino en suspensión delante de él y se volvió hacia su mesa en silencio para revisar de nuevo las fórmulas y ponerse a trabajar en el casco que ya tenía.


OFF: ¿Están los planos en la biblioteca de Ouroboros?