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Es un amplio taller, pero debido a la cantidad de instrumentos y experimentos que hay en su interior, el espacio se antoja reducido y agobiante. El taller consta de diversas salas, conectadas entre si por puertas macizas de metal en algunos casos, o en livianas cortinas en otras.
Está siempre desordenado y caotico pero el dueño sabe donde se encuentra todo.
Las paredes están repletas de dibujos, cuadros, planos, bocetos e ideas.
Hay algunos libros robados de la biblioteca.
Cada cámara del taller sirve a un propósito: una la utiliza para los experimentos de tecnomagia, suele tener marcas de quemaduras por las paredes debido a diversos accidentes. Allí se encuentras los artilugios mas extraños, y tambien elabora sus materiales. Es la más aislada de todas, su interior esta recubierto de malla metalica. Otra sala la emplea como taller, alli crea estatuas diversas con diferentes materiales, dibuja o pinta. En una sala mas amplia prueba sus autómatas y demas creaciones. Otra más pequeña, la unica con luz natural, es donde se mete a descansar o a tocar música sin que nadie lo moleste.
Suele cambiar la distribucion y uso de las salas, segun lo necesite o crea conveniente.
Está siempre desordenado y caotico pero el dueño sabe donde se encuentra todo.
Las paredes están repletas de dibujos, cuadros, planos, bocetos e ideas.
Hay algunos libros robados de la biblioteca.
Cada cámara del taller sirve a un propósito: una la utiliza para los experimentos de tecnomagia, suele tener marcas de quemaduras por las paredes debido a diversos accidentes. Allí se encuentras los artilugios mas extraños, y tambien elabora sus materiales. Es la más aislada de todas, su interior esta recubierto de malla metalica. Otra sala la emplea como taller, alli crea estatuas diversas con diferentes materiales, dibuja o pinta. En una sala mas amplia prueba sus autómatas y demas creaciones. Otra más pequeña, la unica con luz natural, es donde se mete a descansar o a tocar música sin que nadie lo moleste.
Suele cambiar la distribucion y uso de las salas, segun lo necesite o crea conveniente.
Arleen Royden
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-¿Y los valores? ¿También son leyes humanas o es algo que se inculca en casa?- Preguntó arqueando levemente una ceja, a ella le habían dado una educación exquisita pero los valores los había aprendido de la mano de su familia. No bajo ninguna ley, no bajo ninguna academia.
-Para su mundo. No el nuestro. Lo compartimos, queráis o no- Agregó pero no siguió mucho más. Le ponía nerviosa discutir con él porque sí, para Arleen, aquello era discutir. Se llevó las manos a los bolsillos de la bata en un intento por esconder el pequeño temblor que había en ellos tras las horas sin dormir, las operaciones -exitosas y no - y la falta de descanso.
Al escuchar su decisión sobre sólo vivir en la matriz Arleen bajó la mirada. No tenía ganas de seguir allí, su parte había acabado ¿No? No podía sacarla, no podía desconectarla. Tal vez debería irse a casa. Alzó el rostro cuando escuchó a la resolución del cónclave concluyendo que ella tampoco destruiría a la IA si implicaba sacrificar vidas. Aunque si era como Andreas... No, tampoco se lo pensaba. No lo mataría.
No obstante, el efímero momento en el que Giordano la miró tan agobiado, con tanto temor; le afectó. Le afectó en el pecho. Le generó intranquilidad. Le generó temor. Y sus palabras siguientes confirmaron la sensación. Agradeció que tenía las manos escondidas para que no notaran que se estaba clavando las uñas en las palmas ¿Acaso esto no era suficiente? ¿Cómo que más problemas? ¿Qué tipo de problema era agobiante para un Descendiente? ¿Los había descubierto SAM? Tenía muchas preguntas pero si él no había dicho nada más... La piel de Arleen palideció a medida que pensaba en todo aquello e ignoró totalmente a Markus y su intercambio con Gio. Pensó en sus hermanos. Ellos lo sabrían pero ella no era telépata. Estaba insegura, se sentía insegura. Era una sensación horrorosa.
-N-Necesitaremos café...- Dijo y miró a Giordano como pidiéndole que le acompañara arriba para que le explicara todo porque el desconocimiento era lo que peor le sentaba. Caminó de manera rígida y poco elegante hacia la puerta de salida del quirófano y luego subió las escaleras para salir del maletín, yendo a la jarra de café que había traído antes y encontrándose a Belle por el camino -Tiene nanotecnología- Acertó a decirle en un tono muy neutro mientras seguía su camino hacia la otra parte del taller.
-Para su mundo. No el nuestro. Lo compartimos, queráis o no- Agregó pero no siguió mucho más. Le ponía nerviosa discutir con él porque sí, para Arleen, aquello era discutir. Se llevó las manos a los bolsillos de la bata en un intento por esconder el pequeño temblor que había en ellos tras las horas sin dormir, las operaciones -exitosas y no - y la falta de descanso.
Al escuchar su decisión sobre sólo vivir en la matriz Arleen bajó la mirada. No tenía ganas de seguir allí, su parte había acabado ¿No? No podía sacarla, no podía desconectarla. Tal vez debería irse a casa. Alzó el rostro cuando escuchó a la resolución del cónclave concluyendo que ella tampoco destruiría a la IA si implicaba sacrificar vidas. Aunque si era como Andreas... No, tampoco se lo pensaba. No lo mataría.
No obstante, el efímero momento en el que Giordano la miró tan agobiado, con tanto temor; le afectó. Le afectó en el pecho. Le generó intranquilidad. Le generó temor. Y sus palabras siguientes confirmaron la sensación. Agradeció que tenía las manos escondidas para que no notaran que se estaba clavando las uñas en las palmas ¿Acaso esto no era suficiente? ¿Cómo que más problemas? ¿Qué tipo de problema era agobiante para un Descendiente? ¿Los había descubierto SAM? Tenía muchas preguntas pero si él no había dicho nada más... La piel de Arleen palideció a medida que pensaba en todo aquello e ignoró totalmente a Markus y su intercambio con Gio. Pensó en sus hermanos. Ellos lo sabrían pero ella no era telépata. Estaba insegura, se sentía insegura. Era una sensación horrorosa.
-N-Necesitaremos café...- Dijo y miró a Giordano como pidiéndole que le acompañara arriba para que le explicara todo porque el desconocimiento era lo que peor le sentaba. Caminó de manera rígida y poco elegante hacia la puerta de salida del quirófano y luego subió las escaleras para salir del maletín, yendo a la jarra de café que había traído antes y encontrándose a Belle por el camino -Tiene nanotecnología- Acertó a decirle en un tono muy neutro mientras seguía su camino hacia la otra parte del taller.
Markus Tesla
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-¿Dio? Markus sí que te va a “dio” una colleja por atreverte a darle plantón por allí, inventorucho ¬¬ - Markus prácticamente arranca de las manos del italiano el papel que resume… bueno en verdad no resume nada, sino que más bien lo apunta todo. Solo le faltaba apuntar cuántas veces se había rascado cada uno de los personajes la nariz. Pero para eso Markus podía mover la barrita lateral de la web y subir a cotillear los posts previos de Belle, Arleen y Andreas. Leo buscando las palabras clave que a Markus le interesan, como el sistema de funcionamiento del famoso chip, los planes de la IA (que parece llamarse SAM, quizás por un tal Samuel Wolf, bonito juego de palabras) -De un mecha-dragón llamado SAM- Soltó al italiano sin casi pensarlo mucho, pisándole la frase antes incluso de acabar.
Uhm…
Markus se rasca por detrás de la orejilla. Mientras sigue revisando el papel por si se había dejado algo de interés -Markus había pensado algo del tamaño de una isla- Dice el científico mientras mira a su compañero y le alza las cejas, de una forma muy poco sugerente, pero dejando ver entre líneas que ya había concebido parte de la idea de cómo podrían hacerlo. -Qué pena que Mandela esté ya reunida con Merlín, pero su control de la climatología le hubiera venido de perlas a Markus en estos momentos…- Markus giró el pergamino del vuelapluma y dibujó la forma de la isla, ¿con qué? Markus no sabe, seguro que es de los típicos que siempre andan con plumas en los bolsillos. Click. Y la pluma dejó de pintar en color negro para hacerlo en color rojo, con el que dibujó un círculo alrededor del anterior. Click y cambia nuevamente de color, empezando a garabatear símbolos, fórmulas y alguna carita bigotuda feliz alrededor. Murmura alguna cosa mientras piensa en voz alta, a veces añade lo mucho que odia a Edison y que Faraday se las vería con él, pero es la forma un tanto especial que tiene Markus de pensar, hablando porque él NUNCA se calla, es una especie de acto reflejo, hablar.
-Como no creo que a Markus le permitan construir un muro gigante alrededor de la isla… Como el del señor Trump. Markus piensa que él mismo podría hacer volar trocitos de metal alrededor de la isla muy pequeños, minúsculos. Pero que en conjunto se comporten como una jaula gigante de Faraday. Si Mandela estuviese aquí le pediría que desatara una borrasca eterna alrededor de la isla. ¿Por qué crees que alrededor de Hogwarts siempre hacía de mierda? Pues porque le copiaron la idea a Markus, ni más ni menos, si Markus llega a saberlo registra la idea antes de que nazca JK Rowling y luego a vivir de las rentas de los derechos de ideas. Si todo sale bien, ni SAM ni sus satélites podrán volver a molestar a Ouroboros nunca más- Markus suspira. Tanto dinero tirado a la basura….
Después de la tormenta de ideas los dos tórtolos suben al piso principal, algo que le parece extraño al científico del bigote, pero le dejaron solo con el ministro. Andreas, parece ser que se llama. Markus se preguntó si le lanzaba un rayo mortal se acabaría el problema, pero quizás eso traiga más problemas al descendiente. El muggle preguntó si queríamos destruir a la IA “Evidentemente” Pensó Markus, pero no respondió. El fin actual de Markus y de la isla es protegerla de esa maldita IA. De modo que no contestó, simplemente se limitó a quedarse sentado en su sitio, con un brazo sobre las piernas y el otro con el codo apoyado en el brazo correspondiente de la silla y la mano debajo de su barbilla. Permaneció en silencio un largo largo rato, estudiando al sujeto. Finalmente decidió pronunciarse. -Markus se pregunta por qué a los muggles les encanta meter siempre cosas en los cerebros de los demás. Será por chips. Si al final ninguno funciona. Markus no entiende la razón inútil de seguir intentándolo, por vuestra parte, claro-
Uhm…
Markus se rasca por detrás de la orejilla. Mientras sigue revisando el papel por si se había dejado algo de interés -Markus había pensado algo del tamaño de una isla- Dice el científico mientras mira a su compañero y le alza las cejas, de una forma muy poco sugerente, pero dejando ver entre líneas que ya había concebido parte de la idea de cómo podrían hacerlo. -Qué pena que Mandela esté ya reunida con Merlín, pero su control de la climatología le hubiera venido de perlas a Markus en estos momentos…- Markus giró el pergamino del vuelapluma y dibujó la forma de la isla, ¿con qué? Markus no sabe, seguro que es de los típicos que siempre andan con plumas en los bolsillos. Click. Y la pluma dejó de pintar en color negro para hacerlo en color rojo, con el que dibujó un círculo alrededor del anterior. Click y cambia nuevamente de color, empezando a garabatear símbolos, fórmulas y alguna carita bigotuda feliz alrededor. Murmura alguna cosa mientras piensa en voz alta, a veces añade lo mucho que odia a Edison y que Faraday se las vería con él, pero es la forma un tanto especial que tiene Markus de pensar, hablando porque él NUNCA se calla, es una especie de acto reflejo, hablar.
| ∇² V = 0 ; ∀ r ∈ R V|s = V0 V = V0 ; ∀ r ∈ R E= -∇ V = 0 |
-Como no creo que a Markus le permitan construir un muro gigante alrededor de la isla… Como el del señor Trump. Markus piensa que él mismo podría hacer volar trocitos de metal alrededor de la isla muy pequeños, minúsculos. Pero que en conjunto se comporten como una jaula gigante de Faraday. Si Mandela estuviese aquí le pediría que desatara una borrasca eterna alrededor de la isla. ¿Por qué crees que alrededor de Hogwarts siempre hacía de mierda? Pues porque le copiaron la idea a Markus, ni más ni menos, si Markus llega a saberlo registra la idea antes de que nazca JK Rowling y luego a vivir de las rentas de los derechos de ideas. Si todo sale bien, ni SAM ni sus satélites podrán volver a molestar a Ouroboros nunca más- Markus suspira. Tanto dinero tirado a la basura….
Después de la tormenta de ideas los dos tórtolos suben al piso principal, algo que le parece extraño al científico del bigote, pero le dejaron solo con el ministro. Andreas, parece ser que se llama. Markus se preguntó si le lanzaba un rayo mortal se acabaría el problema, pero quizás eso traiga más problemas al descendiente. El muggle preguntó si queríamos destruir a la IA “Evidentemente” Pensó Markus, pero no respondió. El fin actual de Markus y de la isla es protegerla de esa maldita IA. De modo que no contestó, simplemente se limitó a quedarse sentado en su sitio, con un brazo sobre las piernas y el otro con el codo apoyado en el brazo correspondiente de la silla y la mano debajo de su barbilla. Permaneció en silencio un largo largo rato, estudiando al sujeto. Finalmente decidió pronunciarse. -Markus se pregunta por qué a los muggles les encanta meter siempre cosas en los cerebros de los demás. Será por chips. Si al final ninguno funciona. Markus no entiende la razón inútil de seguir intentándolo, por vuestra parte, claro-
Belle Simon
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Le explico a Lyka un poco por encima que a Gen le hemos operado, pero sin llegar a entrar en detalles. Que sea ella la que le cuente todo lo que quiera. -Estaba dormida cuando me fui, pero voy a preguntar si se la puede visitar o…- Concluyo a Lykaios cuando aparece la medimaga y Gen. Tras unas indicaciones la chica se acerca a nosotros. -Bienvenida, ¿cómo te encuentras? Bueno, me hubiera gustado hacer algo más, pero creo que eso te permitirá tener libertad de movimiento-
Vaaale. ¿Sabes cuando se crea esa sensación en la que das cuenta como que sobras mogollón y que bueno, deberías hacer chas y desaparecer? Vale. Ese es el momento. -Espero que te recuperes pronto. Y bueno, si sientes la sensación de volverte a conectar … Aparécete en cuanto antes aquí dentro. Voy a por… un café… encantada- “Situación incómoda, incómoda…” Señalo incómoda con el pulgar la dirección en la que me voy a ir, que resulta ser una pared blanca, pero cualquier punto de la sala es bueno para dejarles espacio.
Y sí, quedo como una idiota, porque cuando me doy la vuelta veo la pared vacía y en el último momento me toca recular para ir a otro lado del taller, buscar una silla y sentarme. Me encontraba agotaba, física y mentalmente. Me apoyo las manos en los puños, y los codos sobre la mesa, sintiendo cómo el sueño me vence… lentamente… NO. CAFÉ. “¿Vigilarla?” Es lo último que pillo sin entender mucho, intentando que las neuronas se reconecten. Miro el teléfono apagado, ¿qué hora sería ya?. Les vi salir a la parejita del taller y me llevé la mano al hombro donde me había mostrado su agradecimiento Lykaios. Sonreí estúpidamente. Era reconfortante sentirte útil. Me pregunté qué se estaría cociendo en el quirófano cuando Arleen apareció con la idea del café. Muy buena idea. Aunque creo que la mejor era echarse una buena siesta... -¿Nanotecnología? ¿Como quien tiene implantes?- Me froté los ojos, caminando hacia la doctora. -¿Por qué todo esto no puede ser más fácil? ¿Qué han concluído en el cónclave?-
Vaaale. ¿Sabes cuando se crea esa sensación en la que das cuenta como que sobras mogollón y que bueno, deberías hacer chas y desaparecer? Vale. Ese es el momento. -Espero que te recuperes pronto. Y bueno, si sientes la sensación de volverte a conectar … Aparécete en cuanto antes aquí dentro. Voy a por… un café… encantada- “Situación incómoda, incómoda…” Señalo incómoda con el pulgar la dirección en la que me voy a ir, que resulta ser una pared blanca, pero cualquier punto de la sala es bueno para dejarles espacio.
Y sí, quedo como una idiota, porque cuando me doy la vuelta veo la pared vacía y en el último momento me toca recular para ir a otro lado del taller, buscar una silla y sentarme. Me encontraba agotaba, física y mentalmente. Me apoyo las manos en los puños, y los codos sobre la mesa, sintiendo cómo el sueño me vence… lentamente… NO. CAFÉ. “¿Vigilarla?” Es lo último que pillo sin entender mucho, intentando que las neuronas se reconecten. Miro el teléfono apagado, ¿qué hora sería ya?. Les vi salir a la parejita del taller y me llevé la mano al hombro donde me había mostrado su agradecimiento Lykaios. Sonreí estúpidamente. Era reconfortante sentirte útil. Me pregunté qué se estaría cociendo en el quirófano cuando Arleen apareció con la idea del café. Muy buena idea. Aunque creo que la mejor era echarse una buena siesta... -¿Nanotecnología? ¿Como quien tiene implantes?- Me froté los ojos, caminando hacia la doctora. -¿Por qué todo esto no puede ser más fácil? ¿Qué han concluído en el cónclave?-
Andreas Wilhelm
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Puse una cara de "pues vaya" cuando mencionaron que querían desturirla. Yo sin duda quería verme liberado de aquello, de su control, pero tanto como pensar en destruir una cosa tan util.....
- Creo que personas tan ilustradas como vosotros seréis capaces de pensar en otra cosa. Por cierto....me resultó fascinante cómo lograsteis derribar uno de aquellos satélites. Admirable.
Había que reconocer lo que habia de ser reconocido. Arleen me habia respondido a aquello de los valores, obviamente....
- Es sin duda algo que se aprende en el seno del hogar. - podía notar como mi sola conversacion agotaba y estresaba a la mujer. Qué inocente.
Los dejé hablar, fijandome en el nuevo recien llegado, que parecia pilotar bastante en el tema de la ciencia, el tal Markus, segun lo llamo el otro. La medica habia salido de escena.
- Uhm... isla? Estamos en una isla? - indagué a Markus, pues en su conversacion, habia mencionado eso.
"Mandela? De lo que se entera uno! Qué pintorescos son los magos.... y el otro lo ha llamado..."
- Antes de que digáis nada...vuestros apellidos, Mandela, Tesla.... en conjunto, me resultan llamativos. Te ha llamado Tesla? Estas a caso relacionado con el gran Nikola Tesla? - su bigote parecia haber sido hecho a posta como el de aquel gran cientifico, y pareci aun cerebrito. Y si los magos lo habian criogenizado? pero no, este lo habia llamado Markus....
Su largo estudio de mi persona terminó, yo lo habia llevado con mucha gracia y curiosidad.
- Lo que mas me gusta meter en los cerebros de otras personas son ideas, no chips. Por eso me metí a político. Pero sí, tienes razon, empezamos a meter chips porque no podiamos controlar sus ideas, a ver si así podiamos. Y tampoco pudimos. Algo fascinante, las ideas....
Suspiré, fingiendo cansancio. Aunque realmente, estaba cansado.
- Os ayudaré a neutralizar a Sam. No quiero que siga controlándome, metiendome ideas que no son mias. Pero sinceramente? Destruirlo. No, eso no. Cambiar sus ideas de exterminio estaría bien y tal.....
- Creo que personas tan ilustradas como vosotros seréis capaces de pensar en otra cosa. Por cierto....me resultó fascinante cómo lograsteis derribar uno de aquellos satélites. Admirable.
Había que reconocer lo que habia de ser reconocido. Arleen me habia respondido a aquello de los valores, obviamente....
- Es sin duda algo que se aprende en el seno del hogar. - podía notar como mi sola conversacion agotaba y estresaba a la mujer. Qué inocente.
Los dejé hablar, fijandome en el nuevo recien llegado, que parecia pilotar bastante en el tema de la ciencia, el tal Markus, segun lo llamo el otro. La medica habia salido de escena.
- Uhm... isla? Estamos en una isla? - indagué a Markus, pues en su conversacion, habia mencionado eso.
"Mandela? De lo que se entera uno! Qué pintorescos son los magos.... y el otro lo ha llamado..."
- Antes de que digáis nada...vuestros apellidos, Mandela, Tesla.... en conjunto, me resultan llamativos. Te ha llamado Tesla? Estas a caso relacionado con el gran Nikola Tesla? - su bigote parecia haber sido hecho a posta como el de aquel gran cientifico, y pareci aun cerebrito. Y si los magos lo habian criogenizado? pero no, este lo habia llamado Markus....
Su largo estudio de mi persona terminó, yo lo habia llevado con mucha gracia y curiosidad.
- Lo que mas me gusta meter en los cerebros de otras personas son ideas, no chips. Por eso me metí a político. Pero sí, tienes razon, empezamos a meter chips porque no podiamos controlar sus ideas, a ver si así podiamos. Y tampoco pudimos. Algo fascinante, las ideas....
Suspiré, fingiendo cansancio. Aunque realmente, estaba cansado.
- Os ayudaré a neutralizar a Sam. No quiero que siga controlándome, metiendome ideas que no son mias. Pero sinceramente? Destruirlo. No, eso no. Cambiar sus ideas de exterminio estaría bien y tal.....
Giordano Da Vinci
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"café, si, mucho"
- O vino. - le dije a Arleen antes de que se subiese para arriba, luego se lo explicaría en detalle.
Carraspeé mirando a Tesla, alzando mi barbilla cuando me llamí "inventorucho"
[color:3203=cadetblue#FF0000]- Tecnomago para tí, palomalover. - nos metiamos el uno con el otro, pero en el fondo nos teniamos aprecio. No? No?
Observé lo que trazó Markus y asentí, sin duda una jaula Faraday a nivel Isla nos ahorraria los disgustos de posibles fugas de ....trascendidos.
- Bueno, y cuando nos ponemos manos a la obra?
"espero que sea ya"
Me di cuenta de que nos habiamos ido de la lengua (bueno, Markus se habia ido de la lengua) cuando Andreas indagó sobre lo del apellido y eso de "isla".
- Cazzo. - farfullé entornando la mirada, dirigiendome al "político" como él se habia hecho llamar. - Nunca controlarás las ideas de la gente libre, ni con chip ni sin él. - le golpeé con mi indice en todo el centro de la frente. - En su juicio crítico para no creer vuestras patrañas, perdiste a tus seguidores, y un lider o un politico sin seguidores, ya no es nada.
Lanzó aquella ultima frase sobre, como lo dijo?Cambiarle las ideas a la I.A.
- Y supongo que tú sabes como hacerlo.
Me separé de él, no iba a contestarle a lo de la Isla ni los apellidos porque no me daba la gana. Antes quemaba la Mona Lisa.
- Estamos dispuestos a colaborar. Pero tendrás que quedarte aquí recluido para que la IA no te encuentre, o pondrás en peligro la unica esperanza que hay de lograrlo.
No me habia apartado de él, asi que le coloqué una bonita pulsera dorada y a mi me coloqué otra. Al cerrarlas ambas brillaron levemente y luego se quedaron normales.
- No hagas travesuras o me enteraré. - le dije con una sonrisilla, habia estado deseando probar aquellas pulseras. Luego creí conveniente ponerlo a dormir y le enchufé una descarga con el MagiTaser de mis brazaletes especiales diseñados por mi, dejandolo tirado sobre su camilla. Me giré a Tesla, haciendome sonar los dedos. - Entonces, me concedes este baile?
Por baile me refería a rave de inventores para hacer lo que habiamos dicho antes. Y claro, me olvidé por completo de que me había dejado a medias de contarle aquello a Arleen.
- O vino. - le dije a Arleen antes de que se subiese para arriba, luego se lo explicaría en detalle.
Carraspeé mirando a Tesla, alzando mi barbilla cuando me llamí "inventorucho"
[color:3203=cadetblue#FF0000]- Tecnomago para tí, palomalover. - nos metiamos el uno con el otro, pero en el fondo nos teniamos aprecio. No? No?
Observé lo que trazó Markus y asentí, sin duda una jaula Faraday a nivel Isla nos ahorraria los disgustos de posibles fugas de ....trascendidos.
- Bueno, y cuando nos ponemos manos a la obra?
"espero que sea ya"
Me di cuenta de que nos habiamos ido de la lengua (bueno, Markus se habia ido de la lengua) cuando Andreas indagó sobre lo del apellido y eso de "isla".
- Cazzo. - farfullé entornando la mirada, dirigiendome al "político" como él se habia hecho llamar. - Nunca controlarás las ideas de la gente libre, ni con chip ni sin él. - le golpeé con mi indice en todo el centro de la frente. - En su juicio crítico para no creer vuestras patrañas, perdiste a tus seguidores, y un lider o un politico sin seguidores, ya no es nada.
Lanzó aquella ultima frase sobre, como lo dijo?Cambiarle las ideas a la I.A.
- Y supongo que tú sabes como hacerlo.
Me separé de él, no iba a contestarle a lo de la Isla ni los apellidos porque no me daba la gana. Antes quemaba la Mona Lisa.
- Estamos dispuestos a colaborar. Pero tendrás que quedarte aquí recluido para que la IA no te encuentre, o pondrás en peligro la unica esperanza que hay de lograrlo.
No me habia apartado de él, asi que le coloqué una bonita pulsera dorada y a mi me coloqué otra. Al cerrarlas ambas brillaron levemente y luego se quedaron normales.
- No hagas travesuras o me enteraré. - le dije con una sonrisilla, habia estado deseando probar aquellas pulseras. Luego creí conveniente ponerlo a dormir y le enchufé una descarga con el MagiTaser de mis brazaletes especiales diseñados por mi, dejandolo tirado sobre su camilla. Me giré a Tesla, haciendome sonar los dedos. - Entonces, me concedes este baile?
Por baile me refería a rave de inventores para hacer lo que habiamos dicho antes. Y claro, me olvidé por completo de que me había dejado a medias de contarle aquello a Arleen.
Markus Tesla
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-Oh, a Markus le has dado en la patata pocha que tiene por pomodoro. Palomalover… <3 - A Markus le encantó el apodo que le dedicó su compañero y se le iluminó su mirada cuando pensó en su querida Entropía. -Si algún día consigo que la boda entre humanos y palomas sea legal, pediré que mi padrino de boda no seas tú, pero quizás te invite… quizás… o quizás no-
“Eso, eso, usar la psicología ‘invertida’ ”
Seguimos en nuestra tormenta de ideas científico locas, entre Gio (que no había subido a la planta de arriba, solo por joderme el post) y yo, Markus, cuando la voz del ministro nos molesta desde atrás. -Estamos en muchos sitios. Una isla… una montaña. Una vez Markus estuvo en una tortuga gigante. Resulta que la Brigaa decidió evacuar la isla, de modo que decidieron llevarlos allí. ¿Por qué? Pues Markus lo desconoce, pregunte a Lykaios, pero Markus reconoce que fue una experiencia húmeda. Mucho.-A Markus le entraron ganas de decirle que se esperase un par de líneas, que enseguida iba a dedicarle toda mi atención, pero al parecer el ministro no sabía callarse
Alzo la ceja cuando NUEVAMENTE el muggle nos molesta y nos interrumpe. Definitivamente, el ministro no sabe callarse. Markus pensó que como todo político que se precie solo sabe hablar. -Del mismísimo genio- No se dio cuenta en ese momento que su compañero inventorucho había pasado de contestarle. Pero a Markus en verdad es que le gusta fardar un poco y sentirse importante y grande. Aunque le ignoren en las canciones o no le mencionen siquiera en el discord. Y pensará vengarse por ello, lo tenía muy claro.
A su compañero se le daba mejor eso de las ideas y la filosofía. Yo soy más de ciencias y aunque eso de las estaba muy bien, a Markus le interesaba de verdad el tema de los chips. En serio, ¿no hay otra cosa? ¿qué se creen que están en Matrix? -Markus cree que la evolución lógica de los chips es que se pongan puertos USB en los traseros… por eso preguntaba, por saber si estaba en lo cierto o no- Se encogió de hombros, compartiendo la duda con los señores que estaban en la sala -A Markus le parece una duda razonable… Igual que hay gente que le encanta introducir ideas a los demás, de la forma que sea…, Markus no entiende porqué no le van a meter un pendrive por el ojal de atrás a un descerebrado, y así los políticos sin ideas podrían resetearlas: “estas son mis ideas y si no te gustan, puedo instalarme unas nuevas”, ¿no?- Lo que Markus se refería es que no entendía hasta qué punto una IA como SAM no era capaz de borrar unas ideas de alguien que estuviera conectado a él y ponerles unas nuevas creadas a la imagen y semejanza de la propia IA -Uhm… Instalar ideas nuevas a la IA SAM… - Markus pensó que podría funcionar. Quizás de esta forma podría liberar a los que estaban bajo su mando, pero seguían sin poder liberar a los transcendidos del problema del chip.
Markus se alejó del ministro y de Gio mientras el segundo dejaba KO al primero. Iba pensando en el tema de instalar unas nuevas ideas a la IA, él de esas cosas no entendía. Markus inventa, enchufa cables, pero no programa nada. Alguien debería aprender lenguaje informático, si se puede aprender latín y otras lenguas muertas, eso debería no ser un impedimento. Quizás, en la planta superior, alguien pueda tener los conocimientos que se necesitan -Presto- Contestó a su compañero, al que le tendió una mano como si fueran a bailar y Markus les hizo desaparecer.
“Eso, eso, usar la psicología ‘invertida’ ”
Seguimos en nuestra tormenta de ideas científico locas, entre Gio (que no había subido a la planta de arriba, solo por joderme el post) y yo, Markus, cuando la voz del ministro nos molesta desde atrás. -Estamos en muchos sitios. Una isla… una montaña. Una vez Markus estuvo en una tortuga gigante. Resulta que la Brigaa decidió evacuar la isla, de modo que decidieron llevarlos allí. ¿Por qué? Pues Markus lo desconoce, pregunte a Lykaios, pero Markus reconoce que fue una experiencia húmeda. Mucho.-A Markus le entraron ganas de decirle que se esperase un par de líneas, que enseguida iba a dedicarle toda mi atención, pero al parecer el ministro no sabía callarse
Alzo la ceja cuando NUEVAMENTE el muggle nos molesta y nos interrumpe. Definitivamente, el ministro no sabe callarse. Markus pensó que como todo político que se precie solo sabe hablar. -Del mismísimo genio- No se dio cuenta en ese momento que su compañero inventorucho había pasado de contestarle. Pero a Markus en verdad es que le gusta fardar un poco y sentirse importante y grande. Aunque le ignoren en las canciones o no le mencionen siquiera en el discord. Y pensará vengarse por ello, lo tenía muy claro.
A su compañero se le daba mejor eso de las ideas y la filosofía. Yo soy más de ciencias y aunque eso de las estaba muy bien, a Markus le interesaba de verdad el tema de los chips. En serio, ¿no hay otra cosa? ¿qué se creen que están en Matrix? -Markus cree que la evolución lógica de los chips es que se pongan puertos USB en los traseros… por eso preguntaba, por saber si estaba en lo cierto o no- Se encogió de hombros, compartiendo la duda con los señores que estaban en la sala -A Markus le parece una duda razonable… Igual que hay gente que le encanta introducir ideas a los demás, de la forma que sea…, Markus no entiende porqué no le van a meter un pendrive por el ojal de atrás a un descerebrado, y así los políticos sin ideas podrían resetearlas: “estas son mis ideas y si no te gustan, puedo instalarme unas nuevas”, ¿no?- Lo que Markus se refería es que no entendía hasta qué punto una IA como SAM no era capaz de borrar unas ideas de alguien que estuviera conectado a él y ponerles unas nuevas creadas a la imagen y semejanza de la propia IA -Uhm… Instalar ideas nuevas a la IA SAM… - Markus pensó que podría funcionar. Quizás de esta forma podría liberar a los que estaban bajo su mando, pero seguían sin poder liberar a los transcendidos del problema del chip.
Markus se alejó del ministro y de Gio mientras el segundo dejaba KO al primero. Iba pensando en el tema de instalar unas nuevas ideas a la IA, él de esas cosas no entendía. Markus inventa, enchufa cables, pero no programa nada. Alguien debería aprender lenguaje informático, si se puede aprender latín y otras lenguas muertas, eso debería no ser un impedimento. Quizás, en la planta superior, alguien pueda tener los conocimientos que se necesitan -Presto- Contestó a su compañero, al que le tendió una mano como si fueran a bailar y Markus les hizo desaparecer.
Belle Simon
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La verdad es que entre Arleen y yo poca información pudimos sacar sobre qué podría o no podría ser la nanotecnología o cómo podría haber afectado al chip. Pero estaba claro que allí algo había. Y esa nanotecnología cómo se conectaba con SAM o no, era también un misterio. Pero estaba claro que Andreas no iba a poder salir de esa sala en un largo, largo periodo de tiempo, al menos hasta que consigamos solucionar o desactivar el chip y/o la nanotecnología. Me llevé la mano a la cara y me froté los ojos, estaba agotada. Por debajo del resquicio de la puerta empezaban a entrar los primeros rayos del sol. Estaba amaneciendo, claramente. ¿Habían pasado toda la noche en vela?
Estuvimos esperando tomando un café a que los dos descendientes que estaban en el quirófano aparecieran, pero no lo hicieron en un largo, largo periodo del tiempo. Y el no escuchar ninguna voz desde el interior nos hizo sospechar que se habían ido, los cabroncetes, sin decirnos nada. No sabríamos que habría pasado en el cónclave, pero según se sinceró Arleen conmigo, problemas.
De modo que la medimaga decidió quedarse en el taller, para vigilar al ministro. Me invitó a quedarme allí, al menos para descansar. Pero tuve que rechazar la invitación. -En casa todos los canijos estarán a punto de despertarse y alguien tiene que alimentar a 4 fieras. Hasta que no vuelva Setelah del torneo mi hermano y yo tenemos que ayudar a mi tía Mónica. Pero mantenemos el contacto. Si se me ocurre algo nuevo os escribo un mensa… un patronus- Arleen asintió y se dirigió a cerrar los ojos y descansar la mente. Recojo todas mis cosas, móvil apagado, y me desaparezco de allí hasta la casa que nos habían otorgado por ser refugiados en Ouroboros.
Estuvimos esperando tomando un café a que los dos descendientes que estaban en el quirófano aparecieran, pero no lo hicieron en un largo, largo periodo del tiempo. Y el no escuchar ninguna voz desde el interior nos hizo sospechar que se habían ido, los cabroncetes, sin decirnos nada. No sabríamos que habría pasado en el cónclave, pero según se sinceró Arleen conmigo, problemas.
De modo que la medimaga decidió quedarse en el taller, para vigilar al ministro. Me invitó a quedarme allí, al menos para descansar. Pero tuve que rechazar la invitación. -En casa todos los canijos estarán a punto de despertarse y alguien tiene que alimentar a 4 fieras. Hasta que no vuelva Setelah del torneo mi hermano y yo tenemos que ayudar a mi tía Mónica. Pero mantenemos el contacto. Si se me ocurre algo nuevo os escribo un mensa… un patronus- Arleen asintió y se dirigió a cerrar los ojos y descansar la mente. Recojo todas mis cosas, móvil apagado, y me desaparezco de allí hasta la casa que nos habían otorgado por ser refugiados en Ouroboros.
Arleen Royden
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Después de asearse y guardar la nanotecnología en un envase hermético se desapareció hacia el taller de Giordano. Apareció directamente detrás de la puerta, ni un par de pasos más, por si al Da Vinci le había dado por reformar su taller. Tras ello ingresó y empezó a buscar en silencio por el taller. Sabía que si interrumpía con ruido podría ser un problema, pero también notó que le hacía falta el café para contentarlo…Pero no iba a ir ahora a por el café, había cosas más importantes.
Estuvo aproximadamente 30 minutos buscando en el taller sin encontrarlo así que optó por ir a la habitación pues probablemente estaba descansando después del parlamento donde tampoco encontró nada. Aquello le pareció muy extraño así que decidió ir al laboratorio de investigación por ver si estaba trabajando en algo con Tesla y Newton.
Estuvo aproximadamente 30 minutos buscando en el taller sin encontrarlo así que optó por ir a la habitación pues probablemente estaba descansando después del parlamento donde tampoco encontró nada. Aquello le pareció muy extraño así que decidió ir al laboratorio de investigación por ver si estaba trabajando en algo con Tesla y Newton.
Giordano Da Vinci
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Aparecí directo en mi taller, tras irme del hospital. Lo mejor sería distraerse y no pensar en ello.
"bueno, vamos a...sí, eso"
- Los autómatas no van a seguir construyendose solos
Me quité la chaqueta quedando solo con la camisa y me apresuré en ir a la sala donde creaba a mis autómatas, donde me había dejado a uno de ellos construyendo más autómatas, fruto de un proyecto desarrollado este mes. Resoplé.
- Bueno, de hecho, sí, ahora se construyen a si mismos. - dije con fastidio, lo estaba haciendo muy bien, a decir verdad, para algo llevaba mis órdenes. Lo detuve un rato, no convenía sobrecargarlos o dejarlos mucho tiempo actuando solos.
Pinté otro pene mas al poster del hombre de Vitruvio al pasar por ahi, ya llevaba 26 en total dibujados en una perfecta simetría, y me fui a hacerme un café. Por lo menos había dejado lograr de lloriquear y ahora solo me sorbía el moco para que no se cayese, conforme llenaba de café la cafetera.
- Intenso, por favor.
- Capicci. - me respondió la cafetera con mi voz, y se fue a preparar el café. Me di la vuelta y volví a mirar alrededor, como buscando algo. Cualquier cosa con tal de no mirar hacia adentro. Me troné los dedos y fui a por unos planos en los que había estado trabajando también, del autómata medicalizado. Habia pensado en ello tras crear los Faraday, y queria terminar de diseñarlo. Yo me iba a encargar de la estructura, y luego Arleen haría el resto, cuando se lo sugiriese.
Cuando tuve el café y los planos me fui a la sala de desarrollo, afanado en mantener la mente ocupada. Tiré al suelo un monton de libros que me ocupaban el espacio de la mesa, sonaron los cachivache y algún frasco se rompió. No hice caso y me senté a la mesa. Al dejar el café junto a los planos e ir a coger la pluma, lo volqué todo encima, manchándolo absolutamente. Era el ...tercer café que tiraba en diez minutos? No es que los planos se hubiesen echado a perder, cualquier mago podria limpiar eso. Pero fue como la gota que colmó el vaso. A quien pretendía engañar? No estaba concentrado para nada!
Me frustré, grité en italiano varios tacos muy desestresantes y mandé la mesa a tomar por culo, y todo a tomar por culo, la silla tambien, a la mierda!
Después de mi rabieta me senté en el suelo junto a la pared (casi un rincon de llorar pero sin ser rincón) y me volvió a pasar lo de antes, putos ojos.
"que absurdo es el corazón humano a veces, no? No puedo encontrarle sentido"
Estiré las piernas y las crucé una sobre otra, al igual que mis manos que dejé reposando sobre el estomago ahi sentado en aquella posicion tan poco decorosa, mirando a la pared de enfrente. Tratando de discurrir que hacer con el vacío que se me habia instalado dentro....si ignorarlo, hacerle caso, tratar de conversar con él....
"bueno, vamos a...sí, eso"
- Los autómatas no van a seguir construyendose solos
Me quité la chaqueta quedando solo con la camisa y me apresuré en ir a la sala donde creaba a mis autómatas, donde me había dejado a uno de ellos construyendo más autómatas, fruto de un proyecto desarrollado este mes. Resoplé.
- Bueno, de hecho, sí, ahora se construyen a si mismos. - dije con fastidio, lo estaba haciendo muy bien, a decir verdad, para algo llevaba mis órdenes. Lo detuve un rato, no convenía sobrecargarlos o dejarlos mucho tiempo actuando solos.
Pinté otro pene mas al poster del hombre de Vitruvio al pasar por ahi, ya llevaba 26 en total dibujados en una perfecta simetría, y me fui a hacerme un café. Por lo menos había dejado lograr de lloriquear y ahora solo me sorbía el moco para que no se cayese, conforme llenaba de café la cafetera.
- Intenso, por favor.
- Capicci. - me respondió la cafetera con mi voz, y se fue a preparar el café. Me di la vuelta y volví a mirar alrededor, como buscando algo. Cualquier cosa con tal de no mirar hacia adentro. Me troné los dedos y fui a por unos planos en los que había estado trabajando también, del autómata medicalizado. Habia pensado en ello tras crear los Faraday, y queria terminar de diseñarlo. Yo me iba a encargar de la estructura, y luego Arleen haría el resto, cuando se lo sugiriese.
Cuando tuve el café y los planos me fui a la sala de desarrollo, afanado en mantener la mente ocupada. Tiré al suelo un monton de libros que me ocupaban el espacio de la mesa, sonaron los cachivache y algún frasco se rompió. No hice caso y me senté a la mesa. Al dejar el café junto a los planos e ir a coger la pluma, lo volqué todo encima, manchándolo absolutamente. Era el ...tercer café que tiraba en diez minutos? No es que los planos se hubiesen echado a perder, cualquier mago podria limpiar eso. Pero fue como la gota que colmó el vaso. A quien pretendía engañar? No estaba concentrado para nada!
Me frustré, grité en italiano varios tacos muy desestresantes y mandé la mesa a tomar por culo, y todo a tomar por culo, la silla tambien, a la mierda!
Después de mi rabieta me senté en el suelo junto a la pared (casi un rincon de llorar pero sin ser rincón) y me volvió a pasar lo de antes, putos ojos.
"que absurdo es el corazón humano a veces, no? No puedo encontrarle sentido"
Estiré las piernas y las crucé una sobre otra, al igual que mis manos que dejé reposando sobre el estomago ahi sentado en aquella posicion tan poco decorosa, mirando a la pared de enfrente. Tratando de discurrir que hacer con el vacío que se me habia instalado dentro....si ignorarlo, hacerle caso, tratar de conversar con él....
Gwen Pendragón
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Alud me acompañó en la bajada desde las montañas. Durante el camino, como en las semanas anteriores, pude observar que había más presencia de guardias, que nos observaban tratando de parecer disimulados muchas veces sin conseguirlo.
Al llegar a las puertas del taller de DaVinci miré por un segundo a Alud que permanecía a mi lado antes de golpear la puerta con suavidad. Esperé pacientemente a que abriese pero no parecía haber nadie en aquel lugar.
-Iremos a buscar a otro.
Tal vez el sanador, parecía el más proclive a desarrollar nuestra alianza. Sin embargo, volví a prestar atención a la puerta al escuchar todo aquel ruido de golpes y chismes metálicos. Volví a mirar a la dragona como preguntando y simplemente encogió un hombro.
Entorné los ojos abriendo la puerta. El Descendiente de DaVinci parecía tener cierta predilección por las caídas y los accidentes al parecer. Me abrí paso por aquel taller lleno de trastos, en la primera sala no había rastro de Giordano así que avancé hasta encontrarle.
Permanecí en la puerta observando al hombre en el suelo. Primero desvié la mirada buscando lo que observaba con la suya, una pared sin más. Fruncí mis labios volviendo a sus ojos que derramaban lágrimas y volví a mirar a Alud.
"Se supone que es uno de esos momentos en los que tengo que hacer algo"
Me aparté de la puerta volviendo a la estancia anterior y agarré las manos de Alud.
-Trae café.
En los pocos momentos que había coincidido con él, que eran más de los que había pasado con cualquier otro descendiente, casi siempre sostenía aquella bebida o por el contrario un vino, tal vez no fuese momento de vino por el momento. No sé si era por mantenerse centrado o despierto, o una mera adicción, sin embargo lo asociaba a un buen estado anímico por su parte. La dragona se marchó a pelear con la máquina de café y yo volví a entrar en la sala en la que estaba Giordano para quedar frente a él.
-¿Giordano?
Tomé entre mis manos parte de mis ropajes para agacharme frente a él manteniendo la distancia estrechando levemente mis ojos. No era quién para preguntar, aunque tal vez fuese conveniente que nos enterásemos de algún modo, así que simplemente me senté del todo mirando el desastre que había montado en aquel sitio.
-¿Cuántos proyectos haces al año?
Pregunté primero por cambiar de tema, segundo por mera curiosidad. De fondo Alud trataba de dialogar con la cafetera del descendiente en el idioma de los dragones, así que la conversación era cuanto menos graciosa.
Al llegar a las puertas del taller de DaVinci miré por un segundo a Alud que permanecía a mi lado antes de golpear la puerta con suavidad. Esperé pacientemente a que abriese pero no parecía haber nadie en aquel lugar.
-Iremos a buscar a otro.
Tal vez el sanador, parecía el más proclive a desarrollar nuestra alianza. Sin embargo, volví a prestar atención a la puerta al escuchar todo aquel ruido de golpes y chismes metálicos. Volví a mirar a la dragona como preguntando y simplemente encogió un hombro.
Entorné los ojos abriendo la puerta. El Descendiente de DaVinci parecía tener cierta predilección por las caídas y los accidentes al parecer. Me abrí paso por aquel taller lleno de trastos, en la primera sala no había rastro de Giordano así que avancé hasta encontrarle.
Permanecí en la puerta observando al hombre en el suelo. Primero desvié la mirada buscando lo que observaba con la suya, una pared sin más. Fruncí mis labios volviendo a sus ojos que derramaban lágrimas y volví a mirar a Alud.
"Se supone que es uno de esos momentos en los que tengo que hacer algo"
Me aparté de la puerta volviendo a la estancia anterior y agarré las manos de Alud.
-Trae café.
En los pocos momentos que había coincidido con él, que eran más de los que había pasado con cualquier otro descendiente, casi siempre sostenía aquella bebida o por el contrario un vino, tal vez no fuese momento de vino por el momento. No sé si era por mantenerse centrado o despierto, o una mera adicción, sin embargo lo asociaba a un buen estado anímico por su parte. La dragona se marchó a pelear con la máquina de café y yo volví a entrar en la sala en la que estaba Giordano para quedar frente a él.
-¿Giordano?
Tomé entre mis manos parte de mis ropajes para agacharme frente a él manteniendo la distancia estrechando levemente mis ojos. No era quién para preguntar, aunque tal vez fuese conveniente que nos enterásemos de algún modo, así que simplemente me senté del todo mirando el desastre que había montado en aquel sitio.
-¿Cuántos proyectos haces al año?
Pregunté primero por cambiar de tema, segundo por mera curiosidad. De fondo Alud trataba de dialogar con la cafetera del descendiente en el idioma de los dragones, así que la conversación era cuanto menos graciosa.
Catherine Le Fay
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Mensaje mental para Giordano.
"La misión en tierra tiene problemas. Tienen a uno de los que perdimos después de Francia con pila y necesitan una jaula faraday. Necesitan provisiones, pociones y sanadores. Te necesitan, lleva a algún sanador Contigo. Aún no tengo ubicación, en cuanto la tenga te aviso"
"La misión en tierra tiene problemas. Tienen a uno de los que perdimos después de Francia con pila y necesitan una jaula faraday. Necesitan provisiones, pociones y sanadores. Te necesitan, lleva a algún sanador Contigo. Aún no tengo ubicación, en cuanto la tenga te aviso"
Arleen Royden
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Apareció en la entrada del taller con los dos pedazos de pastel y una sonrisa grande en el rostro, la ilusión que tenía estaba haciendo que su adrenalina se elevara e incluso temblara. ¿Esa era la respuesta biológica correcta, no? ¡Lo debería saber! Pero su mente no lograba ponerse a pensar en ello, simplemente en esperar que Giordano o Markus le dijeran que sí. Aunque al último iba, definitivamente, a expropiarle la silla.
Fue avanzando por el taller como lo conocía, la realidad es que poco había cambiado de la última vez que había venido y había notado su ausencia pero gastaría sus cartas allí. Tal vez si olía el pastel venía, como un cachorrito. Se rió por esa idea, al menos hasta que 10 minutos después, lo encontró en un rincón en el piso…Pero no dibujando, no creando y encima acompañado. Tuvo un mal presentimiento. No sabía quién era la chica pero todo alrededor le daba muy mala espina. Y cuando se acercó a ambos se dio cuenta de que el rostro de Giordano le expresaba el mismo agobio que cuando volvió de aquel cónclave.
Se sentó frente a él y al lado de la morena, sonriéndole a la segunda, y después volvió sus ojos al primero. Se quedó mirándolo en silencio, recorriendo su rostro con los ojos durante un tiempo. No parecía que un autómata hubiese explotado, sino él también estaría sucio. Tampoco parecía en medio de un proceso creativo, que ella misma lo había presenciado. Se llevó la mano al mentón con curiosidad. Era algo que le afectaba directamente a él. Pero no conocía a la chica, no quería hablarlo delante de ella o preguntar -He traído pastel ¿Tenéis hambre?- Tal vez no era el momento de pedirle nada al Descendiente. Contuvo el suspiro de decepción en una sonrisa leve.
Fue avanzando por el taller como lo conocía, la realidad es que poco había cambiado de la última vez que había venido y había notado su ausencia pero gastaría sus cartas allí. Tal vez si olía el pastel venía, como un cachorrito. Se rió por esa idea, al menos hasta que 10 minutos después, lo encontró en un rincón en el piso…Pero no dibujando, no creando y encima acompañado. Tuvo un mal presentimiento. No sabía quién era la chica pero todo alrededor le daba muy mala espina. Y cuando se acercó a ambos se dio cuenta de que el rostro de Giordano le expresaba el mismo agobio que cuando volvió de aquel cónclave.
Se sentó frente a él y al lado de la morena, sonriéndole a la segunda, y después volvió sus ojos al primero. Se quedó mirándolo en silencio, recorriendo su rostro con los ojos durante un tiempo. No parecía que un autómata hubiese explotado, sino él también estaría sucio. Tampoco parecía en medio de un proceso creativo, que ella misma lo había presenciado. Se llevó la mano al mentón con curiosidad. Era algo que le afectaba directamente a él. Pero no conocía a la chica, no quería hablarlo delante de ella o preguntar -He traído pastel ¿Tenéis hambre?- Tal vez no era el momento de pedirle nada al Descendiente. Contuvo el suspiro de decepción en una sonrisa leve.
Giordano Da Vinci
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Una planta era más interactiva que yo con el medio en esos momentos, porque una planta realiza la respiracion y la fotosíntesis, y yo solo estaba realizando la respiracion.
La verdad no me di cuenta cuando entraron invitadas a mi taller, estaba demasiado ensimismado dentro de mis propios pensamientos, hasta que la mujer se cruzó directamente dentro de mi campo de visión. Alcé la mirada dandome cuenta de que se trataba de Gwen, y rapidamente recogí mis piernas y me limpié la cara, visiblemente avergonzado.
"oh mierda, me ha visto?!"
- Y eso de llamar antes de entrar? - por suerte, no preguntó que me pasaba, ni que había pasado en aquella sala. - ¿Cuántos hago, o cuántos ideo? Porque las cifras entre lo que empiezo y lo que finalizo son, he de decir, sumamente diferentes.....
Levanté un poco la cabeza al oir a mi cafetera discutir algo sin sentido con Alud, que hablaba en aquella lengua rara de dragones. - Solo habla italiano y chapurrea un poco de inglés... - advertí, justo despues me entró el mensaje mental de Cath. Me llevé una mano a la sien haciendo una mueca, escuchando aquello dentro de mi cabeza.
"pociones, provisiones, sanador y autómata de Faraday....dame ubicación e iré en un abrir y cerrar de ojos"
Establecí con Cat antes de que cortase el nexo. Acción! Eso quizá me vendría bien para despejarme, pero antes....
Volví la mirada a Gwen, ese modo de entornar los ojos era demasiado para mi. Para mayor mal de mis males, llegó Arleen, con...tarta? Que rica. Pero no. Por favor! Por qué tenia que recibir tantas visitas justo cuando mas inoportuno resultaba? Que patético! El gesto de depresión infinita que tenía previamente se esfumó poco a poco, y sin quererlo se me puso un obvio gesto de indignacion mientras miraba a una y luego a otra de modo alternativo, señalandolas.
- No estoy llorando! Que sepáis que me he golpeado los dedos del pie contra la esquina de la mesa y luego se me ha caido ese bote de lápices encima! - acusé a mis inmuebles y me puse de pie, ofuscado, dando explicaciones cuando ninguna de las dos me lo había pedido. Miré hacia donde estaba Alud en la cocinilla y levanté la voz. -Prepara un caffè per tre, per favore. Rendilo forte!! Il drago beve? Quindi fallo per quattro.
La cafetera se puso a ello y yo al pasar al lado de Arleen metí el dedo en la crema de un trozo de tarta para luego llevarmelo a la boca y probarlo, soltando un "mmmmmmmm" bastante exagerado. Había pasado de 0 a 100 bastante rapido. - Ya que has traido comida, Arleen, lo acompañaremos con café. Conocías ya a la...señora...señorita...? Pendragon?- yo solté la bomba, ya que se presentasen entre ellas. - Estás libre, Royden? Hay una misión de refuerzo abajo, necesito a un sanador. - después le lancé una significativa mirada a G., que basicamente, era otra...invitación.
La verdad no me di cuenta cuando entraron invitadas a mi taller, estaba demasiado ensimismado dentro de mis propios pensamientos, hasta que la mujer se cruzó directamente dentro de mi campo de visión. Alcé la mirada dandome cuenta de que se trataba de Gwen, y rapidamente recogí mis piernas y me limpié la cara, visiblemente avergonzado.
"oh mierda, me ha visto?!"
- Y eso de llamar antes de entrar? - por suerte, no preguntó que me pasaba, ni que había pasado en aquella sala. - ¿Cuántos hago, o cuántos ideo? Porque las cifras entre lo que empiezo y lo que finalizo son, he de decir, sumamente diferentes.....
Levanté un poco la cabeza al oir a mi cafetera discutir algo sin sentido con Alud, que hablaba en aquella lengua rara de dragones. - Solo habla italiano y chapurrea un poco de inglés... - advertí, justo despues me entró el mensaje mental de Cath. Me llevé una mano a la sien haciendo una mueca, escuchando aquello dentro de mi cabeza.
"pociones, provisiones, sanador y autómata de Faraday....dame ubicación e iré en un abrir y cerrar de ojos"
Establecí con Cat antes de que cortase el nexo. Acción! Eso quizá me vendría bien para despejarme, pero antes....
Volví la mirada a Gwen, ese modo de entornar los ojos era demasiado para mi. Para mayor mal de mis males, llegó Arleen, con...tarta? Que rica. Pero no. Por favor! Por qué tenia que recibir tantas visitas justo cuando mas inoportuno resultaba? Que patético! El gesto de depresión infinita que tenía previamente se esfumó poco a poco, y sin quererlo se me puso un obvio gesto de indignacion mientras miraba a una y luego a otra de modo alternativo, señalandolas.
- No estoy llorando! Que sepáis que me he golpeado los dedos del pie contra la esquina de la mesa y luego se me ha caido ese bote de lápices encima! - acusé a mis inmuebles y me puse de pie, ofuscado, dando explicaciones cuando ninguna de las dos me lo había pedido. Miré hacia donde estaba Alud en la cocinilla y levanté la voz. -Prepara un caffè per tre, per favore. Rendilo forte!! Il drago beve? Quindi fallo per quattro.
La cafetera se puso a ello y yo al pasar al lado de Arleen metí el dedo en la crema de un trozo de tarta para luego llevarmelo a la boca y probarlo, soltando un "mmmmmmmm" bastante exagerado. Había pasado de 0 a 100 bastante rapido. - Ya que has traido comida, Arleen, lo acompañaremos con café. Conocías ya a la...señora...señorita...? Pendragon?- yo solté la bomba, ya que se presentasen entre ellas. - Estás libre, Royden? Hay una misión de refuerzo abajo, necesito a un sanador. - después le lancé una significativa mirada a G., que basicamente, era otra...invitación.
Gwen Pendragón
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Traté de no mirar de reojo mientras se adecentaba ya que obviamente por su reacción parecía querer obviar que lo había visto. Era lógico, por mi parte tampoco hubiese dejado que me vieran así, sin embargo para evitarlo habría bloqueado la estancia con algún hechizo. Por el contrario me dediqué a mirar aquellos dibujos de la pared de proyectos,cachivates y únicamente una persona.
-La puerta estaba abierta y sonaba como si hubieses vuelto a caer de lo alto de la montaña.
Murmuré con tranquilidad antes de volver a mirarle de reojo sonriendo por un segundo, por el simple hecho de recordar aquello que tan humillante le resultaba pero también para aparentar cierta cortesía hacia él.
-La próxima vez esperaré en la puerta.
Contesté como todo modo de disculpa por mi parte al haber invadido así su espacio. Tomé un cacharro de los que había tirados por el suelo parecía doblado por la caída y no ocupaba mucho más que mi mano, observando aquello mientras el descendiente hablaba.
-¿Cuántos eres capaz de tener en esa cabeza tuya?
Acerqué el chisme a mi cara por un momento hasta que le oí hablar de idiomas y alcé la vista a él mirando ahora hacia donde había mandado a Alud.
-Oh...blöthr Alud...[dentente ]
Se escuchó a la dragona bufar algo en nuestro idioma, indignada con aquella máquina y simplemente sonreí porque me hacía gracia cuando ella se enfadaba ya que no era muy común. Dejé aquel trasto abollado en el suelo y le vi llevarse una mano a la cabeza, dudé en si usar mi poder para aliviar aquel supuesto dolor pero no lo hice.
-¿Qué?
Pregunté al mirarme y justo entonces entró una mujer bastante elegante portando un postre. La seguí con la mirada mientras avanzaba y se sentaba, mirando de cuando en cuando a Giordano por si tenía la decencia de presentarnos pero no. Abrí la boca para hacerlo justo el descendiente saltó con aquellos gritos lo que hizo que volviese a apretar mis labios conteniendo la risa. Después asentí mientras él se incorporaba mirando a la mujer de forma seria.
-Cierto.Yo pasaba por aquí cuando escuché todo el jaleo, un buen golpe.
Confirmé su coartada incorporándome por fin del suelo y sacudí mis ropas para deshacerme del polvo del suelo que se habría quedado en ellos. Alud por su parte soltó un improperio draconiano cuando la cafetera se puso a funcionar tras la orden de Giordano.
Por fin me enteré del nombre de la mujer y DaVinci tuvo a bien presentarme. Ignoré su pregunta. Sonreí a la mujer amablemente.
-Gwen.
Comenté a modo de presentación poco formal. El hombre parecía bastante alterado ahora para lo abatido que se encontraba minutos antes. Entre ellos comenzaron a hablar de una misión en tierra, la mujer era sanadora al parecer y capté aquella invitación por parte del descendiente.
-Me temo que no puedo acompañar a nadie a tierra, tengo asuntos que tratar en Ávalon.
Aunque de no ser por la orden de Wthyr hubiese aceptado bajar tenía que seguir su voluntad. Acerqué mis pasos al Descendiente.
-Os informaré de la decisión de mi hermano a vuestra vuelta.No hay prisa.
Desvié la mirada hacia Alud que sostenía un par de vasos en alto y encogía los hombros ya que de allí no paraba de salir líquido y al parecer no entendía nada.
-Maela nen ono solus un vara fëon [Tranquila, puedes dejarlos sobre la mesa]
-La puerta estaba abierta y sonaba como si hubieses vuelto a caer de lo alto de la montaña.
Murmuré con tranquilidad antes de volver a mirarle de reojo sonriendo por un segundo, por el simple hecho de recordar aquello que tan humillante le resultaba pero también para aparentar cierta cortesía hacia él.
-La próxima vez esperaré en la puerta.
Contesté como todo modo de disculpa por mi parte al haber invadido así su espacio. Tomé un cacharro de los que había tirados por el suelo parecía doblado por la caída y no ocupaba mucho más que mi mano, observando aquello mientras el descendiente hablaba.
-¿Cuántos eres capaz de tener en esa cabeza tuya?
Acerqué el chisme a mi cara por un momento hasta que le oí hablar de idiomas y alcé la vista a él mirando ahora hacia donde había mandado a Alud.
-Oh...blöthr Alud...[dentente ]
Se escuchó a la dragona bufar algo en nuestro idioma, indignada con aquella máquina y simplemente sonreí porque me hacía gracia cuando ella se enfadaba ya que no era muy común. Dejé aquel trasto abollado en el suelo y le vi llevarse una mano a la cabeza, dudé en si usar mi poder para aliviar aquel supuesto dolor pero no lo hice.
-¿Qué?
Pregunté al mirarme y justo entonces entró una mujer bastante elegante portando un postre. La seguí con la mirada mientras avanzaba y se sentaba, mirando de cuando en cuando a Giordano por si tenía la decencia de presentarnos pero no. Abrí la boca para hacerlo justo el descendiente saltó con aquellos gritos lo que hizo que volviese a apretar mis labios conteniendo la risa. Después asentí mientras él se incorporaba mirando a la mujer de forma seria.
-Cierto.Yo pasaba por aquí cuando escuché todo el jaleo, un buen golpe.
Confirmé su coartada incorporándome por fin del suelo y sacudí mis ropas para deshacerme del polvo del suelo que se habría quedado en ellos. Alud por su parte soltó un improperio draconiano cuando la cafetera se puso a funcionar tras la orden de Giordano.
Por fin me enteré del nombre de la mujer y DaVinci tuvo a bien presentarme. Ignoré su pregunta. Sonreí a la mujer amablemente.
-Gwen.
Comenté a modo de presentación poco formal. El hombre parecía bastante alterado ahora para lo abatido que se encontraba minutos antes. Entre ellos comenzaron a hablar de una misión en tierra, la mujer era sanadora al parecer y capté aquella invitación por parte del descendiente.
-Me temo que no puedo acompañar a nadie a tierra, tengo asuntos que tratar en Ávalon.
Aunque de no ser por la orden de Wthyr hubiese aceptado bajar tenía que seguir su voluntad. Acerqué mis pasos al Descendiente.
-Os informaré de la decisión de mi hermano a vuestra vuelta.No hay prisa.
Desvié la mirada hacia Alud que sostenía un par de vasos en alto y encogía los hombros ya que de allí no paraba de salir líquido y al parecer no entendía nada.
-Maela nen ono solus un vara fëon [Tranquila, puedes dejarlos sobre la mesa]
Arleen Royden
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La verdad es que la morena no se había dado cuenta de que había otra persona en la sala: Alud. Se había inclinado hacia Giordano al verlo tan ido porque se había preocupado por su estado de salud, como lo haría con cualquier persona que se le atravesara en el camino. De pronto, aquel gesto de profunda indignación que sorprendió a la sanadora -Giordano…- Advirtió frunciendo el ceño ante aquel arranque sin sentido, dando explicaciones un tanto innecesarias.
Al ponerse de pie, ella también lo hizo, acomodándose la falda mientras ella misma se indignaba al ver cómo metía el dedo en el pastel. Desvió la mirada y con un simple hechizo hizo que todo, poco a poco, volviera al lugar que ella recordaba -De acuerdo, pero este pedazo es para ti. Lo has tocado- Le dijo mientras buscaba un plato. Algunas cosas de aquella cocina sabía donde estaban de alguna vez que se había quedado a comer. Sacó tres platos y luego buscó las cucharillas, sirvió un pedazo para Giordano y dividió el otro para la invitada y ella.
Cuando la presentó Arleen alzó sus ojos violetas hacia ella y sonrió amablemente aunque su mente se había desviado a lo que le había mencionado su hermano Vishous sobre el ataque en los jardines de Dioscórides. Morena, Pendragon. Estaba ante la asesina de los miembros de la guardia pero aquello no se le notó en la cara porque Arleen era una persona que prefería juzgar por su propia opinión, no por lo que le decían los demás. Hizo un leve gesto de cabeza, a forma de asentimiento -Soy Arleen Royden, encantada, Gwen- Le deslizó el plato con pastel hacia ella y la cucharilla limpia, luego otro a Giordano y el que quedó se lo dio a Alud a quien no conocía pero le parecía una persona extraña ¿Un dragón tal vez? Al oír hablar a la mujer se sorprendió sonriendo con curiosidad -Encantada también- Le dijo a ella antes de oír al Descendiente.
-Si tengo día libre…Justo venía para preguntarte algo pero no parece el momento- Le dijo después que indicara lo de la misión -Tendré que equiparme. ¿Conoces más o menos la situación? ¿Debería llevarme el maletin? - Le preguntó al Descendiente ya que ahora entendía el agobio de Da Vinci, su hermano le había dicho alguna cosa de la misión en tierra y también había oído algo mientras había trabajado en I+D, sabía que de una u otra manera era sumamente importante.
Al ponerse de pie, ella también lo hizo, acomodándose la falda mientras ella misma se indignaba al ver cómo metía el dedo en el pastel. Desvió la mirada y con un simple hechizo hizo que todo, poco a poco, volviera al lugar que ella recordaba -De acuerdo, pero este pedazo es para ti. Lo has tocado- Le dijo mientras buscaba un plato. Algunas cosas de aquella cocina sabía donde estaban de alguna vez que se había quedado a comer. Sacó tres platos y luego buscó las cucharillas, sirvió un pedazo para Giordano y dividió el otro para la invitada y ella.
Cuando la presentó Arleen alzó sus ojos violetas hacia ella y sonrió amablemente aunque su mente se había desviado a lo que le había mencionado su hermano Vishous sobre el ataque en los jardines de Dioscórides. Morena, Pendragon. Estaba ante la asesina de los miembros de la guardia pero aquello no se le notó en la cara porque Arleen era una persona que prefería juzgar por su propia opinión, no por lo que le decían los demás. Hizo un leve gesto de cabeza, a forma de asentimiento -Soy Arleen Royden, encantada, Gwen- Le deslizó el plato con pastel hacia ella y la cucharilla limpia, luego otro a Giordano y el que quedó se lo dio a Alud a quien no conocía pero le parecía una persona extraña ¿Un dragón tal vez? Al oír hablar a la mujer se sorprendió sonriendo con curiosidad -Encantada también- Le dijo a ella antes de oír al Descendiente.
-Si tengo día libre…Justo venía para preguntarte algo pero no parece el momento- Le dijo después que indicara lo de la misión -Tendré que equiparme. ¿Conoces más o menos la situación? ¿Debería llevarme el maletin? - Le preguntó al Descendiente ya que ahora entendía el agobio de Da Vinci, su hermano le había dicho alguna cosa de la misión en tierra y también había oído algo mientras había trabajado en I+D, sabía que de una u otra manera era sumamente importante.
Giordano Da Vinci
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- Mientras tu y yo hablamos, ahora mismo, estoy pensando en diez, y....en un año....depende, si es uno bueno igual se me ocurren mas de mil.
"pero de los que pienso a los que hago..."
Pasé cerca de Alud para comprobar que aquellos improperios no estuviesen maldiciendo a mi amada cafetera, la dragona se estaba portando bien pero no parecia entenderse con la tecnomagia. Gwen rechazó mi oferta y desvié la mirada hacia ella, alzando un hombro.
"Asuntos que tratar, normas a las que atender...."
- Una pena. Va a ser algo importante.
Acepté que a mi me tocaba comerme el trozo en el cual ya habia metido el dedo. Arleen repartió comida y las dejé hacerse las presentaciones necesarias mientras le echaba una mano a la dragona y le explicaba que tenia que decirle a la cafetera cuando parar. Le gustaba mucho hacer café y a veces no quería parar.
La ayudé con las tazas y de pronto ahi estaba. Hacia unos minutos llorando por un corazon roto y ahora comiendo tarta y café con una Pendragon, la dragona rara, y Arleen, esperando un mensaje mental en mi cabeza de Catherine de cual era la ubicacion de la mision.
- Que rara es la vida, verdad? - sonreí con un suspiro, las miré a ambas y ataqué al pastel. - En fin Arleen, puede que sea el último momento para preguntar, no el mejor, pero si el ultimo...., me han dicho que la situacion es peliaguda. No hay más detalles. El maletín? Llévalo por si acaso.
Me bebí el café bastante rapido. Después me interesé por el lenguaje que usaban entre Gwen y Alud, aprender lenguas me daba un subidón muy chungo, asi que indagué. No indagué mucho acerca de por qué Gwen habia venido a pasearse por la puerta de mi taller, seguro que a preguntarme por la cantidad de proyectos que hacia, no. Ya lo descubriría después. Hablamos un poco sobre proyectos y cosas superficiales, durante un rato. Entonces recibí el siguiente mensaje mental de Cath y escribí las coordenadas en una servilleta, pasándosela a Arleen
- Ahí.
Busqué el globo terráqueo que estaba abandonado detrás del baul de los pergaminos, un viejo trasto. Lo desempolvé y le dije las coordenadas despues de encenderlo dandole un botón.
- La verdad había estado esperando algo menos técnico, un....estan en el London Eye. Sé como es el London Eye! Puedo desaparecerme alli directamente! Pero como visualizo el destino de unas coordenadas?
El globo giró hasta que un punto en Londres se iluminó. Ya, vale, habia supuesto que era en Londres.
- Visualiza. - el punto iluminado proyectó frente a mi en tamaño cuartilla una imagen de una calle en concreto de chinatown. La imagen era del pasado, claro, de antes de todo lo de la IA....nada en directo, almacen de archivo. Mi google maps personal. - Lo tengo, Arleen, prepara lo que necesites, dos minutos!
Solté el globo y me fui a la sala de los autómatas, preparando dos de ellos, uno Faraday. Busqué mi baston, comprobando que la accion evanescente funcionase, y despues recargué mis brazaletes comprobando que fuesemos bien equipados.
Emití un quedo ruidillo al ver que Gwen y Alud seguían ahi.... obviamente en mi ausencia no las iba a dejar dentro de mi taller. Hice un resuelto gesto para guiarlas muy educadamente a la salida, acompañado por mis dos autómatas.
- Nos veremos a la vuelta, si sobrevivimos. - un poco de drama no venía mal añadir. Drama, realismo, podían ser ambas cosas en realidad. Iba a irme pero en un ventusque que me dio, volví a donde tenía la cafetera y me terminé lo que habia sobrado. Ahora si esaba listo. Despues de que las Pendragon salieran, cerré el Taller. Esperé a Arleen y tras eso, nos desaparecimos de alli.
"pero de los que pienso a los que hago..."
Pasé cerca de Alud para comprobar que aquellos improperios no estuviesen maldiciendo a mi amada cafetera, la dragona se estaba portando bien pero no parecia entenderse con la tecnomagia. Gwen rechazó mi oferta y desvié la mirada hacia ella, alzando un hombro.
"Asuntos que tratar, normas a las que atender...."
- Una pena. Va a ser algo importante.
Acepté que a mi me tocaba comerme el trozo en el cual ya habia metido el dedo. Arleen repartió comida y las dejé hacerse las presentaciones necesarias mientras le echaba una mano a la dragona y le explicaba que tenia que decirle a la cafetera cuando parar. Le gustaba mucho hacer café y a veces no quería parar.
La ayudé con las tazas y de pronto ahi estaba. Hacia unos minutos llorando por un corazon roto y ahora comiendo tarta y café con una Pendragon, la dragona rara, y Arleen, esperando un mensaje mental en mi cabeza de Catherine de cual era la ubicacion de la mision.
- Que rara es la vida, verdad? - sonreí con un suspiro, las miré a ambas y ataqué al pastel. - En fin Arleen, puede que sea el último momento para preguntar, no el mejor, pero si el ultimo...., me han dicho que la situacion es peliaguda. No hay más detalles. El maletín? Llévalo por si acaso.
Me bebí el café bastante rapido. Después me interesé por el lenguaje que usaban entre Gwen y Alud, aprender lenguas me daba un subidón muy chungo, asi que indagué. No indagué mucho acerca de por qué Gwen habia venido a pasearse por la puerta de mi taller, seguro que a preguntarme por la cantidad de proyectos que hacia, no. Ya lo descubriría después. Hablamos un poco sobre proyectos y cosas superficiales, durante un rato. Entonces recibí el siguiente mensaje mental de Cath y escribí las coordenadas en una servilleta, pasándosela a Arleen
- Ahí.
Busqué el globo terráqueo que estaba abandonado detrás del baul de los pergaminos, un viejo trasto. Lo desempolvé y le dije las coordenadas despues de encenderlo dandole un botón.
- La verdad había estado esperando algo menos técnico, un....estan en el London Eye. Sé como es el London Eye! Puedo desaparecerme alli directamente! Pero como visualizo el destino de unas coordenadas?
El globo giró hasta que un punto en Londres se iluminó. Ya, vale, habia supuesto que era en Londres.
- Visualiza. - el punto iluminado proyectó frente a mi en tamaño cuartilla una imagen de una calle en concreto de chinatown. La imagen era del pasado, claro, de antes de todo lo de la IA....nada en directo, almacen de archivo. Mi google maps personal. - Lo tengo, Arleen, prepara lo que necesites, dos minutos!
Solté el globo y me fui a la sala de los autómatas, preparando dos de ellos, uno Faraday. Busqué mi baston, comprobando que la accion evanescente funcionase, y despues recargué mis brazaletes comprobando que fuesemos bien equipados.
Emití un quedo ruidillo al ver que Gwen y Alud seguían ahi.... obviamente en mi ausencia no las iba a dejar dentro de mi taller. Hice un resuelto gesto para guiarlas muy educadamente a la salida, acompañado por mis dos autómatas.
- Nos veremos a la vuelta, si sobrevivimos. - un poco de drama no venía mal añadir. Drama, realismo, podían ser ambas cosas en realidad. Iba a irme pero en un ventusque que me dio, volví a donde tenía la cafetera y me terminé lo que habia sobrado. Ahora si esaba listo. Despues de que las Pendragon salieran, cerré el Taller. Esperé a Arleen y tras eso, nos desaparecimos de alli.
Giordano Da Vinci
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Después de haber deambulado mucho rato por el hospital y haber estado metido en los aseos hasta que se me pasó un poco la crisis de ansiedad, me había vuelto a mi lugar seguro, mi taller.
Entré arrastrando los pies, ya iba algo mas seco pero seguia mojado. Fui hasta donde tenía mi cuarto para descansar, quitandome la ropa por el camino y dejándola por el suelo. Dejé la piedra de proteccion lunar sobre el escritorio, tendría que devolverla luego al dueño. Luego me metí al baño y le di al agua caliente.
Me quedé mirando al malentin recordando lo que le habia dicho a mi recien adquirida aprendiz. Nos veremos a la vuelta si sobrevivimos, habia dicho. Me abracé al maletín, deseando que Arleen se recuperase lo mas rapidamente posible. Despues de parecer un maniaco medio desnudo que le hablaba y se abrazaba al maletin manchado de sangre, abri los ojos y me sequé unas rebeldes lagrimillas, ultimamente estaba demasiado sensible e inestable.
- Me cago en todo! - me puse a limpiar el maletín hasta que no quedó rastro de sangre, maldiciendo. Debería ser yo quien hubiese acabado así, y no ella! Incluso Lucio tenia mas experiencia en la batalla! Habian destruido a mi autómata tan facilmente....no pude curarla, ni retener los nanobots. Se había vuelto....nuestro Leviatán? Tras un rato mas, me duché y cambié yo.
Cuando ya hube entrado en calor y volvía a parecer una persona normal comprobé que habia recibido un mensaje de Gwen. Que quería ahora? Algo importante? Me había costado leerlo con ese inglés tan enrevesado que usó.
Tenía mis reservas pero le respondí que la vería en la plaza central. No deseaba ir a aquellos templos y queria estar cerca del centro para volver al hospital sin problemas. Salí nuevamente de mi taller.
Entré arrastrando los pies, ya iba algo mas seco pero seguia mojado. Fui hasta donde tenía mi cuarto para descansar, quitandome la ropa por el camino y dejándola por el suelo. Dejé la piedra de proteccion lunar sobre el escritorio, tendría que devolverla luego al dueño. Luego me metí al baño y le di al agua caliente.
Me quedé mirando al malentin recordando lo que le habia dicho a mi recien adquirida aprendiz. Nos veremos a la vuelta si sobrevivimos, habia dicho. Me abracé al maletín, deseando que Arleen se recuperase lo mas rapidamente posible. Despues de parecer un maniaco medio desnudo que le hablaba y se abrazaba al maletin manchado de sangre, abri los ojos y me sequé unas rebeldes lagrimillas, ultimamente estaba demasiado sensible e inestable.
- Me cago en todo! - me puse a limpiar el maletín hasta que no quedó rastro de sangre, maldiciendo. Debería ser yo quien hubiese acabado así, y no ella! Incluso Lucio tenia mas experiencia en la batalla! Habian destruido a mi autómata tan facilmente....no pude curarla, ni retener los nanobots. Se había vuelto....nuestro Leviatán? Tras un rato mas, me duché y cambié yo.
Cuando ya hube entrado en calor y volvía a parecer una persona normal comprobé que habia recibido un mensaje de Gwen. Que quería ahora? Algo importante? Me había costado leerlo con ese inglés tan enrevesado que usó.
Tenía mis reservas pero le respondí que la vería en la plaza central. No deseaba ir a aquellos templos y queria estar cerca del centro para volver al hospital sin problemas. Salí nuevamente de mi taller.
Giordano Da Vinci
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Llevaba un par de días metido en mi taller tras el asunto de la boda, dedicándome a trabajar en los planos de diferentes armas y artefactos que pudieran ser utiles de cara a la batalla contra la IA. No había pedido ayuda a Tesla, ni a Newton, ni a Arleen... trabajar solo en ocasiones era mejor.
Mas lento, pero mejor.
Los planos del automata medicalizado estaban hechos, faltaban las aportaciones de la recién casada. Había pegado los planos en la pared. De donde también había descolgado los otros planos en los que me había dedicado a dibujar, distraidamente, todos aquellos retratos de Sean. Habia sido incapaz de deshacerme de ellos pero ahora estaban guardados.
"ya pensaremos en eso mas tarde"
Había fabricado una buena cantidad de bombas extintoras de entorno inmediato, y ahora estaba con el asunto de de los campos de antidesaparicion, estrujándome los sesos. Para eso si que iba a necesitar a expertos en campos de fuerza, o a los muggles.
Eché una minisiesta sobre la mesa encima de los dibujos y al despertarme mandé el mensaje mediante el brazalete, y me quedé un rato mirando y esperando la respuesta.
"Tengo amnesia, que más debia de inventar?"
"Un dragon robotico volador"
Tenía el dibujo por ahi, y un intento de bomba de fuego. La llevé al taller de pruebas, activándola. Era una mezcla de piel de salamandra de fuego, pólvora blanca y un hechizo intermitente de ignición. Se ve que me pasé con la polvora blanca o que no la habia refinado bien porque se produjo una explosión de importantes dimensiones en el taller. No me quedé sin cejas esta vez porque me tapé la cara pero el impacto me estampó contra la pared y me quedé aturdido en el suelo medio inconsciente.
Se notaba que no era la primera vez que pasaba porque un par de autómatas preparados para ello vinieron a sofocar los pequeños focos de fuego que se habian generado aquí y allá.
Mas lento, pero mejor.
Los planos del automata medicalizado estaban hechos, faltaban las aportaciones de la recién casada. Había pegado los planos en la pared. De donde también había descolgado los otros planos en los que me había dedicado a dibujar, distraidamente, todos aquellos retratos de Sean. Habia sido incapaz de deshacerme de ellos pero ahora estaban guardados.
"ya pensaremos en eso mas tarde"
Había fabricado una buena cantidad de bombas extintoras de entorno inmediato, y ahora estaba con el asunto de de los campos de antidesaparicion, estrujándome los sesos. Para eso si que iba a necesitar a expertos en campos de fuerza, o a los muggles.
Eché una minisiesta sobre la mesa encima de los dibujos y al despertarme mandé el mensaje mediante el brazalete, y me quedé un rato mirando y esperando la respuesta.
"Tengo amnesia, que más debia de inventar?"
"Un dragon robotico volador"
Tenía el dibujo por ahi, y un intento de bomba de fuego. La llevé al taller de pruebas, activándola. Era una mezcla de piel de salamandra de fuego, pólvora blanca y un hechizo intermitente de ignición. Se ve que me pasé con la polvora blanca o que no la habia refinado bien porque se produjo una explosión de importantes dimensiones en el taller. No me quedé sin cejas esta vez porque me tapé la cara pero el impacto me estampó contra la pared y me quedé aturdido en el suelo medio inconsciente.
Se notaba que no era la primera vez que pasaba porque un par de autómatas preparados para ello vinieron a sofocar los pequeños focos de fuego que se habian generado aquí y allá.
Arleen Royden
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Habían pasado algunos días después de la boda, Arleen había organizado los regalos y había acomodado algunas cosas de la casa. Aún le quedaba mucho por conocer de Sayid y le entraba la curiosidad cada vez que hablaba de temas relacionados a la tecnología y sus propias sugerencias. También había invertido tiempo en los parámetros que le había pedido Giordano, aunque él no se había comunicado para empezar las tutorías. No obstante, y conociéndolo, estaba inmerso en algún proyecto y se había olvidado así que Arleen decidió tomar la iniciativa.
Volver a tener cierto control sobre su vida le gustaba, hacer lo que quería le encantaba y aunque tenía turno al día siguiente en el hospital; quería involucrarse más en la tarea contra la IA. Iba a desaparecerse pero prefirió ir caminando para estirar un poco las piernas y ver la ciudad. No era muy mala idea hasta que se dio cuenta de que llevaba unos tacones demasiado altos para la ocasión así que finalmente se desapareció hasta el taller, como siempre, lo más pegada a la puerta posible porque no sabía si Giordano había reacomodado no quería quedar partida en dos por un pedazo de metal puesto en mal sitio.
Llegó después de la explosión así que no oyó más que silencio e hizo una mueca. Taconeo lentamente, caminando mientras miraba por un lado y otro sosteniendo su libreta de apuntes-¿Giordano? Soy Arleen- Dijo en voz alta, esperando que le respondiera para saber donde estaba. Pensó que fue una mala idea no traerse una bata de protección para su vestido ejecutivo pero trató de no pensar en que algo le explotaría encima ese día de “inauguración” de clases.
Volver a tener cierto control sobre su vida le gustaba, hacer lo que quería le encantaba y aunque tenía turno al día siguiente en el hospital; quería involucrarse más en la tarea contra la IA. Iba a desaparecerse pero prefirió ir caminando para estirar un poco las piernas y ver la ciudad. No era muy mala idea hasta que se dio cuenta de que llevaba unos tacones demasiado altos para la ocasión así que finalmente se desapareció hasta el taller, como siempre, lo más pegada a la puerta posible porque no sabía si Giordano había reacomodado no quería quedar partida en dos por un pedazo de metal puesto en mal sitio.
Llegó después de la explosión así que no oyó más que silencio e hizo una mueca. Taconeo lentamente, caminando mientras miraba por un lado y otro sosteniendo su libreta de apuntes-¿Giordano? Soy Arleen- Dijo en voz alta, esperando que le respondiera para saber donde estaba. Pensó que fue una mala idea no traerse una bata de protección para su vestido ejecutivo pero trató de no pensar en que algo le explotaría encima ese día de “inauguración” de clases.
Giordano Da Vinci
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Me incorpore del suelo con un gruñido, me pitaban los oidos por la explosión, pero sobre todo, me dolía el orgullo. La piel de salamandra, demasiado seca? La cantidad errónea? Compresión excesiva? Enfoqué el taller mientras lo automatas apagaban el fuego, olía a chamusquina. Me pasé una mano por la cabeza que me daba vueltas como si estuviera de resaca.
Me puse en pie, sacudiendome algo de polvo negro de la ropa, aunque estaba totalmente cubierto por eso. Tosí y me pareció escuchar a Arleen. Me di un par de golpes en la sien extrañado y salí a comprobar si estaba en mi cabeza o en mi taller de verdad.
Efectivamente estaba en mi taller de verdad.
Me la quedé mirando un momento, hasta que noté que el olor a chamusquina me seguia, y me di cuenta de que venía de un mechon de mi pelo.
- Merda! - lo apagué estrujándolo con la mano, por suerte no me habia quemado lo suficiente como para dejarme calvo. Luego carraspeé y me dirigí a Arleen. - Buona sera! que tal? Como estás? que tal con Sayid? Que día es hoy? Tienes tareas! Pero antes hay que hacer algo con tu uniforme...asi no puedes trabajar....- yo mismo llevaba un delantal de trabajo que había evitado que se me quemase la ropa...sin duda tenia que buscarle otra cosa asi a ella.
Me puse en pie, sacudiendome algo de polvo negro de la ropa, aunque estaba totalmente cubierto por eso. Tosí y me pareció escuchar a Arleen. Me di un par de golpes en la sien extrañado y salí a comprobar si estaba en mi cabeza o en mi taller de verdad.
Efectivamente estaba en mi taller de verdad.
Me la quedé mirando un momento, hasta que noté que el olor a chamusquina me seguia, y me di cuenta de que venía de un mechon de mi pelo.
- Merda! - lo apagué estrujándolo con la mano, por suerte no me habia quemado lo suficiente como para dejarme calvo. Luego carraspeé y me dirigí a Arleen. - Buona sera! que tal? Como estás? que tal con Sayid? Que día es hoy? Tienes tareas! Pero antes hay que hacer algo con tu uniforme...asi no puedes trabajar....- yo mismo llevaba un delantal de trabajo que había evitado que se me quemase la ropa...sin duda tenia que buscarle otra cosa asi a ella.
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