Recuerdo del primer mensaje :
Zona de consultas rutinarias y atención primaria.
Zona de consultas rutinarias y atención primaria.
Salí de la sala de autopsias con el característico olor de desinfectante. Me había despedido de Justin y terminé por darle la tarde libre, para que reposara todo. Y para que fuera a ver al hijo de Tepes, qué demonios. Por mi parte, todavía tenía cientos de cosas que hacer. Subí las escaleras con profundo cansancio, como si cada escalón fuera un abismo que subir. Todavía tenía que archivar la renuncia de Arleen y darle da baja en los archivos. Sinceramente, de todo, aquello era lo peor. En el brazalete había algo sobre un tablón del PIS y bastantes mapas. Parecían que DaVinci y Tesla le habían hecho caso y estaban mapeando las raíces. Videollamada perdida. El nombre del panel era estúpidamente elocuente, muy propio de Markus, a decir verdad.
-General- Saludé a Amaya cuando la vi al llegar al rellano. Sí, otro tema que tratar -Siento la demora, pero me viene estupendo que esté aquí me ahorra el viaje de tener que ir a buscarla. ¿Café?- No esperé a que se levantara y seguí mi trayectoria hasta el despacho que le había usurpado a Lucio, dejó caer la carpeta de la autopsia y de otros informes de fiebre de licantropía sobre la mesa. De todo aquello, lo mejor era la silla. Necesitaba tanto sentarse que cuando lo hizo suspiró profundamente -Siéntese por favor- Ah… aquellos malditos crocks me destrozaban los pies. Me descalcé y estiré los dedos y las plantas de los mismos por debajo de la mesa, ocultos de Amaya. Placer…….. Estaba tan cansado de aquella jornada que ya ni ganas tenía de discutir.
-General- Saludé a Amaya cuando la vi al llegar al rellano. Sí, otro tema que tratar -Siento la demora, pero me viene estupendo que esté aquí me ahorra el viaje de tener que ir a buscarla. ¿Café?- No esperé a que se levantara y seguí mi trayectoria hasta el despacho que le había usurpado a Lucio, dejó caer la carpeta de la autopsia y de otros informes de fiebre de licantropía sobre la mesa. De todo aquello, lo mejor era la silla. Necesitaba tanto sentarse que cuando lo hizo suspiró profundamente -Siéntese por favor- Ah… aquellos malditos crocks me destrozaban los pies. Me descalcé y estiré los dedos y las plantas de los mismos por debajo de la mesa, ocultos de Amaya. Placer…….. Estaba tan cansado de aquella jornada que ya ni ganas tenía de discutir.
Amaya giró la cabeza hacia Oscurus e hizo una leve inclinación a modo de saludo -Descendiente- Se veía agotado pero así estaban ultimamente todos los Descendientes, normal que estuvieran tan ineficientes. Le siguió hasta el despacho negando con la cabeza a su ofrecimiento de café, además de que prefería té o agua, no le apetecía nada en el momento y venía por un asunto profesional.
Tomó asiento y le mostró la carpeta a Oscurus antes de deslizarla hasta él -El capitán asignado al hospital ha estado observando un leve incremento en la aplicación de la matalobos, lo que ha despertado las sospechas de que hay gente saltándose la orden de no transformación. Corregirme si me equivoco, pero la licantropía sólo se adquiere a través de la mordida de un licántropo transformado ¿No?- Inquirió.
-Por lo que sé, aunque tendría que hacer más indagaciones, Lorcan es el alfa del clan Fenrir y es miembro de la Guardia, dudo que se juegue el pescuezo y su carrera por un par de adeptos. Aún así creo que debería cuestionarlo- Luego le miró con un poco más de intensidad -La otra opción es más peliaguda. Kiana Wolfrun, esposa de Altair, líder del clan Luna Roja, que se conoce por su agresividad. Con ella he tenido menos trato ¿La conocéis?-
Tomó asiento y le mostró la carpeta a Oscurus antes de deslizarla hasta él -El capitán asignado al hospital ha estado observando un leve incremento en la aplicación de la matalobos, lo que ha despertado las sospechas de que hay gente saltándose la orden de no transformación. Corregirme si me equivoco, pero la licantropía sólo se adquiere a través de la mordida de un licántropo transformado ¿No?- Inquirió.
-Por lo que sé, aunque tendría que hacer más indagaciones, Lorcan es el alfa del clan Fenrir y es miembro de la Guardia, dudo que se juegue el pescuezo y su carrera por un par de adeptos. Aún así creo que debería cuestionarlo- Luego le miró con un poco más de intensidad -La otra opción es más peliaguda. Kiana Wolfrun, esposa de Altair, líder del clan Luna Roja, que se conoce por su agresividad. Con ella he tenido menos trato ¿La conocéis?-
Me encogí de hombros cuando la mujer rechazó el café, allá ella. Ya me tomaría su ración gustoso. La cafetera empezó a obrar su magia mientras me dirigía al lado de la mesa bajando la mirada a los informes que me deslizaba sobre la mesa. Para mi tuvo gracia y le repetí el gesto para darle yo los míos en los que habían el aumento de los índices estadísticos de fiebres de la licantropia de unos meses a hoy en personas atendidas en urgencias. Al lado, la carpeta de la autopsia y todo lo relacionado con el otro chico, el fallecido. Yo también sabía jugar a los cromitos, sile, nole -Es curioso que me pregunte eso, porque yo tengo exactamente la misma reclamación que hacerle- Me calcé y me dirigí a por el café -Podría haber venido a mi última clase, sabría que la transmisión de la licantropia es también en la vertical, de padres a hijos- Di un sorbo al café y me senté. Negro, como mi alma -Porque acabo de atender al primer fallecido en, lo que creo que son años, de fiebre de licantropía- Me senté de nuevo para ojear los informes que Amaya me había tendido. En efecto, muchas salidas de esta poción. -¿Quién firma el registro de salida de las pociones?- Porque empezaba a tener ciertas sospechas
-Por favor- Sugerí a que Lorcan y la guardia hiciera sus correspondientes pesquisas. Para eso ellos eran los que investigaban. -No conozco bien la dentellada de un licántropo, pero, ¿usted diría que esta mordida es de hembra o de macho?- Enseñé la foto del pecho de Edmure. Bebí café y cerré la carpeta, un poco mosca por el hecho de que sus guardias anduvieran metiendo las narices en mi farmacia. Negué a lo de Kiana, solo sabía que estaba embarazada de chopocientos mil bichos y que, de normal, debían de haber muerto la mitad. Ladeé la mandíbula -Empiezo a creer que tenemos una rata del tamaño de un lobo entre nosotros trabajando a dos bandas. Una rata que me anda robando pociones, amañando mis informes y tratando las fiebres a escondidas- Alcé la mirada a Amaya y entrecerré los ojos. Quería escuchar su idea también -Puedo revisar el historial y evitar la información clasificada-
-Por favor- Sugerí a que Lorcan y la guardia hiciera sus correspondientes pesquisas. Para eso ellos eran los que investigaban. -No conozco bien la dentellada de un licántropo, pero, ¿usted diría que esta mordida es de hembra o de macho?- Enseñé la foto del pecho de Edmure. Bebí café y cerré la carpeta, un poco mosca por el hecho de que sus guardias anduvieran metiendo las narices en mi farmacia. Negué a lo de Kiana, solo sabía que estaba embarazada de chopocientos mil bichos y que, de normal, debían de haber muerto la mitad. Ladeé la mandíbula -Empiezo a creer que tenemos una rata del tamaño de un lobo entre nosotros trabajando a dos bandas. Una rata que me anda robando pociones, amañando mis informes y tratando las fiebres a escondidas- Alcé la mirada a Amaya y entrecerré los ojos. Quería escuchar su idea también -Puedo revisar el historial y evitar la información clasificada-
Sonrió de forma amable por lo de la clase -Ya completé mi ciclo formativo, pero le agradezco- Lo de heredar el gen del lobo no era novedad pero habría que investigar si esos nuevos lobos eran aquellos que, descontrolados por la ausencia de Altair, habían hecho de las suyas.
-Han estado trabajando en silencio. No hemos tenido reportes de ataques en la isla desde que emitimos la orden - Expresó entrelazando los dedos y apoyando las manos con tranquilidad sobre su regazo. Alzó las cejas al escuchar que había un fallecido. Nunca lo había oído realmente en sus años de servicio. Aunque el índice de licántropil en la isla estaba bastante controlado al ser un clan pequeño.
Es que, como decía siempre, todo estaba bien hasta que vinieron los refugiados. Desestructuraran su isla. Al escuchar su pregunta, alzó un hombro -Dígamelo usted - Ahí no tenía potestad alguna la guardia, simplemente lo miraban de vez en cuando a raíz de la orden que habían emitido para verificar que todos recibían sus pociones.
Abrió entonces la carpeta que le dio para leer el informe y asintió, en cuanto saliera de ahí enviaría una citación a Lorcan -No tengo ni idea. Pero el nuevo Descendiente Kirgyakos podría ayudarnos- Mencionó recordando de la llegada del moreno gigantesco. -Por la zona y pecando de retrógrada diría que una dama - Expresó haciendo una leve mueca entonces cerró la carpeta y le miró escuchando aquella referencia -Es lo que me temo, Descendiente -
La sospecha de Oscurus hizo que el gesto de Amaya se endureciera porque eso era traición y no era algo que la General perdonara -Han actuado por libre debajo de nuestras narices por mucho tiempo. Tenemos que tener un argumento más para dárselo al Descendiente Kirgyakos y tomar las riendas del asunto. Hágalo- Dijo moviendo una mano para que buscara la información que necesitaban.
-Han estado trabajando en silencio. No hemos tenido reportes de ataques en la isla desde que emitimos la orden - Expresó entrelazando los dedos y apoyando las manos con tranquilidad sobre su regazo. Alzó las cejas al escuchar que había un fallecido. Nunca lo había oído realmente en sus años de servicio. Aunque el índice de licántropil en la isla estaba bastante controlado al ser un clan pequeño.
Es que, como decía siempre, todo estaba bien hasta que vinieron los refugiados. Desestructuraran su isla. Al escuchar su pregunta, alzó un hombro -Dígamelo usted - Ahí no tenía potestad alguna la guardia, simplemente lo miraban de vez en cuando a raíz de la orden que habían emitido para verificar que todos recibían sus pociones.
Abrió entonces la carpeta que le dio para leer el informe y asintió, en cuanto saliera de ahí enviaría una citación a Lorcan -No tengo ni idea. Pero el nuevo Descendiente Kirgyakos podría ayudarnos- Mencionó recordando de la llegada del moreno gigantesco. -Por la zona y pecando de retrógrada diría que una dama - Expresó haciendo una leve mueca entonces cerró la carpeta y le miró escuchando aquella referencia -Es lo que me temo, Descendiente -
La sospecha de Oscurus hizo que el gesto de Amaya se endureciera porque eso era traición y no era algo que la General perdonara -Han actuado por libre debajo de nuestras narices por mucho tiempo. Tenemos que tener un argumento más para dárselo al Descendiente Kirgyakos y tomar las riendas del asunto. Hágalo- Dijo moviendo una mano para que buscara la información que necesitaban.
Al llegar al hospital se dio cuenta de que había más jaleo de la cuenta, pero eso no le interesaba. Necesitaba hablar con el jefe de Chloe por si sabía algo de ella, porque le resultaba muy extraño que no le hubiese respondido a un mensaje tan importante como lo que le había dicho sobre Aelin. Su hija solía estar ocupada y pasaba bastante tiempo en la isla, pero no se desentendería de algo que afectaba a su sobrina. Por eso necesitaba corroborar que no estuviese trabajando, o preguntar a sus compañeros. Se presentó en la consulta de Oscurus, entrando sin llamar porque pasaba de esas mierdas cuando tenía prisa por saber sobre su hija. Al entrar se encontró con el ahora jefe del hospital hablando con Amaya, la de la guardia. Bien, dos pájaros de un tiro.
- Estoy buscando a mi hija Chloe. No me responde a un mensaje importante y eso es raro en ella. No la he visto tampoco trabajando por aquí. ¿Sabes algo de ella? ¿Cuándo salió de su turno? - preguntó de manera imperiosa mientras se acercaba a la mesa, quedándose de pie para mirar alternativamente a uno y otro.
- La última vez que desapareció le pasó algo, y no voy a esperar a que esta vez suceda. - le daba igual parecer paranoico, era mejor pensar mal y acertar.
- Estoy buscando a mi hija Chloe. No me responde a un mensaje importante y eso es raro en ella. No la he visto tampoco trabajando por aquí. ¿Sabes algo de ella? ¿Cuándo salió de su turno? - preguntó de manera imperiosa mientras se acercaba a la mesa, quedándose de pie para mirar alternativamente a uno y otro.
- La última vez que desapareció le pasó algo, y no voy a esperar a que esta vez suceda. - le daba igual parecer paranoico, era mejor pensar mal y acertar.
El comentario sobre la formación me despertó una sonrisa sin especial interés -En cualquier caso. La única embarazada de licantropia, de la que tenemos conocimiento en la isla, es la hembra de Altair- También le recordé a la sabedora Amaya. Pero aquella línea de trabajo no llevaría a ningún sitio. -Aunque el número de casos han ido en aumento desde que desapareciera Altair hasta ahora. Alguien se está pasando el control lupino por... Ahí- Asentí a lo de trabajar a la sombra, creyendo exactamente lo mismo, pero en verdad sin tener pruebas de nada ni de nadie en concreto. -En verdad no creo que hayan sido ataques indiscriminados. De hecho, creo que son mordidas dirigidas. Seleccionadas entre la población. Este chico era habitante de Ouroboros, han estado jugando a ser el doctor Moreau- El resto tenía un patrón similar, habitantes, refugiados o no. Dirigí el registro a Amaya, señalando la columna donde, por lo general, se apunta quién saca qué y cuándo. De las pociones no había nada, simplemente desaparecían o no cuadraban las cuentas. Por tanto no respondí a la pregunta y que se diera Amaya por autocontestada.
Al final Justin iba a tener razón y aquello iba a ser un capítulo de CSI perfectamente guinozado. Armado a la espaldas de toda la isla. Veamos los registros digitalizados -Veamos la doctora que ha llevado es Phan. Es una elfa contagiada de licantropia - Puntualicé para que Amaya entendiera por dónde iba. -El chico antes de morir preguntaba por su doctora. Pero, después del parto de Kiana, ha pedido días libres. Seguramente para seguir con el cuidado de los monstruos que ha parido. No quiera ver las imágenes, porque parecen salidos del mismo infierno- Fue revisando algunas de las fechas de los informes de urgencias, las de los recuentos donde las pociones no cuadraban y al cotejarlos, se asemejaban bastante -Es un inicio para desatar la madeja, aunque no sea concluyente, porque hay más de un medimago con cuadrantes similares- Arleen, Anteia y Justin estaban de baja o en superficie en la mayoría de esos días. Aldaron ... Iba a comerle las orejas en cuanto le viera, y no en el sentido sexual. Por cuadrante yo mismo me coincidía, salvo por el día de hoy. Quedaban Chloe y Phan, entre otros. Por la pelirroja tenía un aprecio especial, pero hoy justo tampoco la había visto -Como supongo que se imaginará no voy a permitir una caza de brujas en mi hospital. No me voy a interponer en su investigación, pero mi personal tiene derecho a un abogado presente en su declaración- Sostuve la mirada de Amaya, entrelazando los dedos y apoyando las manos sobre la mesa.
Entonces, justo en ese momento, interrumpieron la conversación. Reconocí al hombre al instante y sabía que no eran de los que se iban por las ramas. Me recoloqué en la silla, apoyando la espalda en el respaldo y mirando a Amaya en aquel momento. -Yo hoy no la he visto- Indiqué al moreno arrugando el ceño por su puntualización -¿Cree que puede estar relacionado?- Pensé que era algo aislado, pero y si el Guardia tenía razón y Tobías y los ministros no eran trigo limpio. Ideaciones infundadas, no había nada que necesariamente uniera una cosa con la otra -Sé quién sabrá algo- Llamada y altavoz -¿Doris? Confío por supuesto en sus dotes inestimables de ubicuidad, omnipresente. Estoy con el padre de Chloe que dice que no ha tenido noticias de su hija ni forma de comunicarse con ella. ¿Sabe si ha venido al hospital?
-Doctor es usted un adulador. Calle calle, que me va a sacar usted los colores. Pues es la segunda persona que pregunta por ella hoy. Vino antes el guardia ese joven y guapo con el que está medio saliendo. ¡A ver si hace que esta chica siente la cabeza!- Carraspeo al darse cuenta de que estaba Adam ahí - Bajó a la superficie, al hospital de la señorita Arleen a llevar material y pociones, de acuerdo al convenio de colaboración- Silencio -Por cierto, Doctor, hay lío en urgencias. Él árbol ha vuelto a hacer de las suyas-
-Gracias Doris- Colgué con un muy mal sabor de boca, empezando por la mierda del árbol, siguiendo por el tema de la licantropia, y acabando con lo de Chloe. Observé el registro de salida de material, no solo de las pociones, y en efecto, allí estaba el nombre de la medimaga pelirroja. -¿Usted sabe algo del muchacho?- Pregunté a Amaya -Pueden estar simplemente juntos-
Me removí incómodo en la silla sospechando que lo que acababa de decir no me lo creía ni yo, y no justificaría la ausencia de total respuesta. ¿Joder es que aquel hospital estaba maldito? Permanecí en profundo silencio tratando de decir algo ocurrente, pero no. Toda la acidez la tenía en el estómago -Hay que ponerse en el movimiento- O vomitaria. No podía quedarme de brazos cruzados.
Al final Justin iba a tener razón y aquello iba a ser un capítulo de CSI perfectamente guinozado. Armado a la espaldas de toda la isla. Veamos los registros digitalizados -Veamos la doctora que ha llevado es Phan. Es una elfa contagiada de licantropia - Puntualicé para que Amaya entendiera por dónde iba. -El chico antes de morir preguntaba por su doctora. Pero, después del parto de Kiana, ha pedido días libres. Seguramente para seguir con el cuidado de los monstruos que ha parido. No quiera ver las imágenes, porque parecen salidos del mismo infierno- Fue revisando algunas de las fechas de los informes de urgencias, las de los recuentos donde las pociones no cuadraban y al cotejarlos, se asemejaban bastante -Es un inicio para desatar la madeja, aunque no sea concluyente, porque hay más de un medimago con cuadrantes similares- Arleen, Anteia y Justin estaban de baja o en superficie en la mayoría de esos días. Aldaron ... Iba a comerle las orejas en cuanto le viera, y no en el sentido sexual. Por cuadrante yo mismo me coincidía, salvo por el día de hoy. Quedaban Chloe y Phan, entre otros. Por la pelirroja tenía un aprecio especial, pero hoy justo tampoco la había visto -Como supongo que se imaginará no voy a permitir una caza de brujas en mi hospital. No me voy a interponer en su investigación, pero mi personal tiene derecho a un abogado presente en su declaración- Sostuve la mirada de Amaya, entrelazando los dedos y apoyando las manos sobre la mesa.
Entonces, justo en ese momento, interrumpieron la conversación. Reconocí al hombre al instante y sabía que no eran de los que se iban por las ramas. Me recoloqué en la silla, apoyando la espalda en el respaldo y mirando a Amaya en aquel momento. -Yo hoy no la he visto- Indiqué al moreno arrugando el ceño por su puntualización -¿Cree que puede estar relacionado?- Pensé que era algo aislado, pero y si el Guardia tenía razón y Tobías y los ministros no eran trigo limpio. Ideaciones infundadas, no había nada que necesariamente uniera una cosa con la otra -Sé quién sabrá algo- Llamada y altavoz -¿Doris? Confío por supuesto en sus dotes inestimables de ubicuidad, omnipresente. Estoy con el padre de Chloe que dice que no ha tenido noticias de su hija ni forma de comunicarse con ella. ¿Sabe si ha venido al hospital?
-Doctor es usted un adulador. Calle calle, que me va a sacar usted los colores. Pues es la segunda persona que pregunta por ella hoy. Vino antes el guardia ese joven y guapo con el que está medio saliendo. ¡A ver si hace que esta chica siente la cabeza!- Carraspeo al darse cuenta de que estaba Adam ahí - Bajó a la superficie, al hospital de la señorita Arleen a llevar material y pociones, de acuerdo al convenio de colaboración- Silencio -Por cierto, Doctor, hay lío en urgencias. Él árbol ha vuelto a hacer de las suyas-
-Gracias Doris- Colgué con un muy mal sabor de boca, empezando por la mierda del árbol, siguiendo por el tema de la licantropia, y acabando con lo de Chloe. Observé el registro de salida de material, no solo de las pociones, y en efecto, allí estaba el nombre de la medimaga pelirroja. -¿Usted sabe algo del muchacho?- Pregunté a Amaya -Pueden estar simplemente juntos-
Me removí incómodo en la silla sospechando que lo que acababa de decir no me lo creía ni yo, y no justificaría la ausencia de total respuesta. ¿Joder es que aquel hospital estaba maldito? Permanecí en profundo silencio tratando de decir algo ocurrente, pero no. Toda la acidez la tenía en el estómago -Hay que ponerse en el movimiento- O vomitaria. No podía quedarme de brazos cruzados.
-Dudo que un par de bebes estén transformando a nuestra gente- Le respondió a Oscurus con un gesto de :srly: muy potente. Asintió, estaba claro que la ausencia de Altaïr había generado un vacío de poder y algunos licántropos estaban haciendo de las suyas. Ya hablaría con Lorcan -Encima son selectivos- Amaya puso los ojos en blanco.
En cuanto le dijo que era una elfa, Amaya arqueó una ceja. Más rara que un perro verde. Y el comentario posterior levantó sospechas aunque la especificación tan cruda sobre los hijos de la loba le hizo fruncir el ceño -¿Cómo que salidos del infierno?- Eso…era muy fuerte.
Asintió a aquello del abogado -De todas formas, creo que necesitamos incorporar al descendiente Kirgyakos, a fin de cuentas, es el nuevo alfa. Creo que esta noche se reúne con los clanes. Intentaré hablar con él previo a ello-
Estaban en plena conversación cuando otro de los Hacksaw metio las narices. Amaya tuvo que controlar su expresión para no decirle que se fuera a la puta mierda que aquí no tenía derecho de venir a reclamar cuando su expediente estaba bastante jodido. Cómo le mosqueaba que la descendiente Le Fay le sacara de la cárcel. Guardó silencio porque no sabía nada de Chloe, pero aún así envió un mensaje a los calabozos para que estuvieran atentos. Nunca sabía cuando iba a darse con la piedra dos veces.
Negó con la cabeza a la pregunta de Oscurus pero miró de forma vaga porque estaban llegándole reportes de un disturbio en la plaza, poniéndose con la espalda aún más recta. Después escuchó a Doris-¿Benjamín?- ¿Y Arleen? ¿Y si las sospechas de Adam no eran infundadas y le estaba pasando algo a su gente? Puta Arleen y sus obras de caridad.
Se incorporó enviando un mensaje al lobo -Tiene el día libre. Pero iré al hospital con Lorcan- Luego miró a Oscurus con severidad -Juntos puede ser, Descendiente, pero eso no significa a salvo. La última vez que se reunió gente allí hubo un atentado y no hay guardias de Ouroboros en el recinto, sólo humanos- Lo dijo con rintintin y se pasó la lengua por los dientes, odiando lo siguiente -¿Me acompaña?- Inquirió mirando a Adam y cuando asintió lo cogió del antebrazo y se desaparecieron de ahí.
En cuanto le dijo que era una elfa, Amaya arqueó una ceja. Más rara que un perro verde. Y el comentario posterior levantó sospechas aunque la especificación tan cruda sobre los hijos de la loba le hizo fruncir el ceño -¿Cómo que salidos del infierno?- Eso…era muy fuerte.
Asintió a aquello del abogado -De todas formas, creo que necesitamos incorporar al descendiente Kirgyakos, a fin de cuentas, es el nuevo alfa. Creo que esta noche se reúne con los clanes. Intentaré hablar con él previo a ello-
Estaban en plena conversación cuando otro de los Hacksaw metio las narices. Amaya tuvo que controlar su expresión para no decirle que se fuera a la puta mierda que aquí no tenía derecho de venir a reclamar cuando su expediente estaba bastante jodido. Cómo le mosqueaba que la descendiente Le Fay le sacara de la cárcel. Guardó silencio porque no sabía nada de Chloe, pero aún así envió un mensaje a los calabozos para que estuvieran atentos. Nunca sabía cuando iba a darse con la piedra dos veces.
Negó con la cabeza a la pregunta de Oscurus pero miró de forma vaga porque estaban llegándole reportes de un disturbio en la plaza, poniéndose con la espalda aún más recta. Después escuchó a Doris-¿Benjamín?- ¿Y Arleen? ¿Y si las sospechas de Adam no eran infundadas y le estaba pasando algo a su gente? Puta Arleen y sus obras de caridad.
Se incorporó enviando un mensaje al lobo -Tiene el día libre. Pero iré al hospital con Lorcan- Luego miró a Oscurus con severidad -Juntos puede ser, Descendiente, pero eso no significa a salvo. La última vez que se reunió gente allí hubo un atentado y no hay guardias de Ouroboros en el recinto, sólo humanos- Lo dijo con rintintin y se pasó la lengua por los dientes, odiando lo siguiente -¿Me acompaña?- Inquirió mirando a Adam y cuando asintió lo cogió del antebrazo y se desaparecieron de ahí.
-Los bebés no, pero quizá sí la madre para aumentar la horda y proteger la camada- Respondí de una forma bastante cortante al tonito que estaba usando Amaya, porque, aunque había llegado de buen humor, ya empezaban a tocarle un poco lo que son las dos pelotas. Suspiré por la nariz, asintiendo a lo de ser selectivos. Era obvio. Las fiebres también eran parte de esa selección. Ahora fui yo el que repitió el gesto de los ojos en blanco, prefiriendo no ampliar más la información del ser tricéfalo o el del agujero en la espalda. Esos seres estaban muertos según se estaban gestando. -No le conozco, aún, pero creo que es una decisión muy inteligente- Tras aquello fue Doris la que terminó de ampliar la información del paradero de la sanadora y del noviecito que tenía. Más allá de sus opiniones. Por supuesto el tema del árbol era una jodida puta mierda. No iba a esperar a que se cebara con sus pacientes y si tenía que cerrar el hospital de Ouroboros para protegerlos a todos lo haría sin que le temblara el pulso. Pero para eso necesitaba el hospital de Arleen… y a Arleen, claro. Todo se estaba precipitando. Masculló un mierda muy grande.
Pero si ellos iban, él también. No iba a dejar en la estocada a la muchacha. Necesitarían sanadores si las sospechas, por ahora infundadas se cumplían. Aprovecharía para tratar de contactar con Arleen, aunque dudaba mucho que siquiera le hiciera caso. Se bebió el café de un golpe, ya estando solo. Para cambiarse de ropa y, todavía con el olor del desinfectante, bajó a urgencias para atender todo el lío y ponerlo todo en orden. Tras aquello desaparecería de este hospital para ir al siguiente.
Pero si ellos iban, él también. No iba a dejar en la estocada a la muchacha. Necesitarían sanadores si las sospechas, por ahora infundadas se cumplían. Aprovecharía para tratar de contactar con Arleen, aunque dudaba mucho que siquiera le hiciera caso. Se bebió el café de un golpe, ya estando solo. Para cambiarse de ropa y, todavía con el olor del desinfectante, bajó a urgencias para atender todo el lío y ponerlo todo en orden. Tras aquello desaparecería de este hospital para ir al siguiente.
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