Villa Black

Escruté en silencio la cara de mi padrino primero, luego la de Vyka mientras leían la carta que me había hecho llegar Leroy. -Es posible que se enfrenten sí. Los Pendragon quieren tomar la isla como propia- Expliqué a Vyctoria lo poco de lo que me había podido enterar antes de que saliésemos de Ouroboros por la puerta de atrás. Pero, aquello de reclutar sonaba a palabras mayores, como a conflicto bélico, a batalla… de haberla, de haber un pequeño atisbo de confrontación yo… simplemente esperaba quedarme en la retaguardia, curando, ayudando, pero no formando parte activa de la lucha. Yo no valía para eso, no valía para casi nada, en verdad, y las patéticas habilidades con la espada eran testigo de ello. -Quizás… sea alguna cláusula por ser estudiante en Ouroboros, igual, simplemente, tienes que cumplir con ellos. Sean Eire, Lucio Galenus eran mis profesores en Ouroboros, pero los dos se han ido…- Una punzada de sensación de abandono me hirió en la mente y en el corazón. Suspiré, bajando la mirada, casi sintiéndome culpable por haber compartido ese pequeño miedo con Johan. No añadí mucho más a su regañina, simplemente asentí a todo, incluso lo de hablar con Jo. Tampoco respondí a la despedida, solo… me quedé ahí, como un pasmarote, esperando que la aquello se solucionara solo. Obvio no.

Al final recogí la carta, toda arrugada por culpa de Johan, que me había tendido la morena. Alcé la mirada, con pena y cansancio hacia ella, sin saber muy bien cómo responder a aquello. No sabía si era correcto o no, simplemente, había pasado. De la misma manera que antiguamente lo hacían con cualquier persona cuando había una batalla -Eso espero- Tampoco quería conversar mucho más. Cogí mis cosas con cuidado, la carta incluida, y me dirigí a mi habitación. A mitad de camino, en las escaleras, me detuve para agradecerle a Vyka las palabras, al menos no me había regañado de aquella forma tan … tan de Johan. No esperé respuesta de ella, pues no hacía falta, y cada uno siguió su camino en la cabañita. Por mi parte, seguí subiendo para enfilarse a su habitación a recoger, hacer cosas, garabatear apuntes de anatomía, cualquier cosa para tratar de mantener la cabeza ocupada…

El ambiente había sido tensó y no entendía la actitud de Gelion con su "¿Qué?" Como si no hubiese entendido que ella iba a ir, con todas sus preguntas sobre los dispositivo y teniendo en cuenta que estaba suplantando a su hermano mientras él descansaba tras la batalla con los Pendragon.

Cuando Johan le sacó de allí, Arleen apartó su brazo con suavidad porque sus hermanos apenas si la cogían así y ella no tenía la confianza con Johan para semejante trato así que cuando tocó desaparecer solo apoyó la mano en su hombro. Además se había quedado pensativa sobre aquella advertencia sobre lo que podía sucederle…

Al llegar a la casa se quedó un momento parada y luego lo miró -¿Es cierto que a Jo intentaron quemarla? ¿Como hacían en las antiguas cazas de brujas?- Volvió la vista a la casa y le miró con una leve sonrisa. El apartamento de Jo era precioso pero empezaba a entender porqué se quedaba allí. El espacio sería muy apetecible para Nyara y no sería lo mismo jugar allí que en los cuidados jardines de Ouroboros.

-¿Fue muy difícil conseguir esta casa? ¿Te costó mucho? - Inquirió pensando que en realidad sus fondos se habían ido hacia el hospital y ahora que Amaya la había hecho sentir una abusadora empezaba a pensar que quizás si estaba aprovechándose del laboratorio de Giordano. Parpadeó un instante. Giordano. Debería escribirle a la descendiente Le Fay para saber si todo había ido bien -¿Tienes una lechuza?- preguntó mientras empezaba a caminar sintiendo que sus tacones se hundían un poco en el camino de tierra pero se mordió la lengua para no sugerir que pavimentara la entrada.

La reunión con los Draven no había ido muy allá, así que por el momento no tomaría parte en el interrogatorio ese. Si tenía que hablar más del tema lo haría sólo con Thalos, no con el insufrible hermano. Se alejó un par de pasos de Arleen nada más aparecer en el jardín de la casa, dándose cuenta enseguida que sus palabras sobre lo que podía suceder en la fiesta podían haberle afectado. A veces se le daba mal eso de tener tacto diciendo las cosas, pero es que no había podido quedarse callado.  - Sí. A Jo la ataron a una pira para quemarla...en un baile de máscaras organizado por el Ministerio. No era caza de brujas. Era porque íbamos en contra del gobierno. La secuestraron, y fuimos allí sin saber que era el espectáculo de la fiesta.  Por eso he tenido que advertirle de lo que puede suceder en ese tipo de fiestas. No era mi intención asustarte, es sólo que desconfío y no creo que valga la pena que te juegues la vida en un sitio con detectores de magos sólo para sacar información, porque para eso tienen suficiente ellos dos con sus entradas. - me quedé más tranquilo explicándole un poco mejor el motivo de mi reacción antes, alzando después una ceja.  

- Además, a Gelion le falta calle. Ese no ha estado casi en misiones ni ha tragado sus consecuencias. - seguimos andando por el pequeño sendero del jardín que conducía a la casa, encogiéndome de hombros cuando preguntó por el modo en que la había conseguido. - Estaba medio abandonada. Estuve un tiempo reformándola hasta que quedó como quería. - además, era más sencillo reformar eso que el lúgubre y húmedo castillo de los Black, medio destrozado por la guerra y por S.A.M. Negué a lo de la lechuza, sacando el móvil que tenía en el bolsillo de la cazadora.  - No, pero tengo esto. Aunque supongo que no te sirve si quieres comunicarte con alguien de Ouroboros. - finalmente entramos a la casa, abriendo la puerta para darle después paso.

- Bienvenida. Voy a avisar a Jo de que has venido. - fui hacia las escaleras, encontrándome con Nyara que vino corriendo a contarme no sé qué cosa de sopa de gusanos en el jardín. Le dije que me la enseñase, pero que antes fuese a avisar a su madre de que había venido Arleen ha visitarla.

Le sorprendió más que lo de Jo lo hubiese hecho su propia raza, caminó con él con el gesto pensativo y bastante ensimismada -No estoy segura de que lo que siento es miedo, Johan. Simplemente me sorprende la forma tan cruel en la que nos volteamos los unos a los otros. Supongo que siempre espero más de las personas. Además, me ha sorprendido que me digas que el ejecutor no era un humano…Sé que tenemos muchas historias de magos oscuros y su crueldad pero…No pensé que todo había sido tan radical- Acomodó la postura, llevándose una mano a los rizos oscuros y poniéndolos por encima de su hombro. Vishous iba a estar decepcionado.

-No, está claro. En eso tienes razón pero quizás podamos apoyarlos de otra manera-  La forma en la que hablaba de Gelion hizo que ladeara un poco la cabeza -Percibo cierta hostilidad respecto al capitán- Lo que no le sorprendía porque, bueno, cada  persona que conocía quería pegarle. Ella a veces también un poquito.

-Ah…vale…¿Y se puede tomar cualquier casa, así nada más? ¿O te pertenecía de antes?- Preguntó frunciendo el ceño porque le parecía un poco…ilegal coger la casa de otra persona y hacerla tuya.  Miró el móvil  y arqueó las cejas recordando que había olvidado las guías -No me sirve porque dudo que la Descendiente Le Fay tenga uno, pero si sabes manejarlo me gustaria aprender. Tengo uno y  hay cosas que aún no descifro-

Le agradeció con un gesto de cabeza y avanzó hasta la casa, saludando a Nyara con la mano y mirándola por dentro. Era acogedora.

Me estaba limpiando la camiseta en el lavabo, después de haber limpiado la cara, las manos y los brazos a Nya. Definitivamente me había quedado claro que la niña extrañaba jugar en el jardín. Tanto, que la había pillado in fraganti haciendo lo que ella había descrito como "sopa de gusanos".

De pronto volvió al baño gritando algo parecido a "a venido Alín, voy a enseñarle a papá la sopa de gusanos". Abrí los ojos mirando hacia ella que corría fuera del baño.-¿Qué? No..Nya!-Cerré el grifo saliendo del servicio para ir tras ella.-Acabo de limpiarte entera, deja ya la sopa de gusanos y juega con papá a otra cosa.-Solté casi en un ruego llegando a la escalera por la que ella bajó apresuradamente agarrando de la mano a Johan tirando de él.

Suspiré cansada y después negué bajando con total tranquilidad. Total, era cabezota así que iba a enseñársela igual.-Si se mancha otra vez te toca a ti bañarla.-Solté al pasar al lado de Johan dándole unas palmaditas en el pecho sonriendo y por fin me fijé en Arleen.-¡Ey!¿qué tal con el crío de Thalos?-Sí, porque básicamente era el crío de Thalos, Erika seguía siendo un fantasma que vivía en el ático.-¿Quieres un té?-Pregunté señalando hacia la cocina.

Tampoco me extrañó que Arleen se sorprendiese tanto de lo cruel que había sido la guerra entre magos durante la época del Ministerio. Después de todo había estado viviendo en Ouroboros y allí apenas se habían enterado de la mitad de la historia. Casi le dio ternura el modo en que hablaba de esperar lo mejor de las personas y que le sorprendiera el modo en que se luchaba unos contra otros. Era un poco como Jo en ese aspecto, pero el mundo le acabaría arrancando esa inocencia. - Pues lo eran. Durante muchos años fue una guerra a tres bandas...los magos defensores de la pureza de sangre contra la Alianza y contra la Resistencia. Y al revés...nos vimos en medio durante mucho tiempo. - me quedé pensativo unos segundos, inmerso en aquellos recuerdos. Tampoco quise extenderme más, no era cuestión de ponerse modo viejo contando batallitas a alguien que apenas conocía.

Asentí al ver que con ella se podía dialogar y que aceptaba que era más sensato no ir a lo que podía acabar como una encerrona.  - Por supuesto. Se nos ocurrirá algo. - hice un sonido de cierta indiferencia hacia lo que dijo de Gelion, era evidente que no nos caíamos bien. - Es cierto, tengo varios motivos...y digamos que el más suave es que no se puede dialogar con él. El resto me los reservo. Pero tú parece que estás acostumbrada a estar por la base, supongo que te llevarás mejor con él. - dejé caer, pues me había llamado la atención que Arleen Royden estuviese en la base como si no tuviese otro sitio a donde ir. Por algo sería.

Me hizo gracia que se sorprendiera de lo de coger una casa sin más, seguro que estaba muy hecha a la propiedad privada comprada. - Pues claro. Si está abandonada y deshabitada ¿por qué no? no es de nadie y...ha desaparecido como la mitad de la población mundial, así que hay muchos sitios vacíos. - cuando dijo lo de la Descendiente Le Fay supe que podría comunciarme de modo telepático con ella, así que podía hacerle el favor.

- Vale, puedo comunicarme mentalmente con ella, si me dices lo que quieres que le transmita. Y del móvil también te puedo explicar. - que me buscase cuando acabase la visita. Después de eso fui con Nya a buscar a Josephine, que parecía un poco cansada del tema de la sopa de gusanos y el jardín.  - Descuida, ya me encargo yo de bañarla. O...podemos dejar que crezca asalvajada y rebozada en tierra cual croqueta. - propuse un poco de broma antes de largarme con Nyara al jardín, quedándonos allí fuera jugando.

Escuchó en silencio pensando que quizás debía hablar más con Jo y con Oscurus de sus experiencias en tierra -¿Tenéis algún libro sobre aquellos tiempos? Me gustaría leerlos, enterarme bien del tema. A veces me siento un poco perdida con algunas referencias y si voy a…- Se quedó en silencio porque se dio cuenta de que aunque pareciera que iba a hablar con Jo para que la ayudara a tomar una decisión…ya había decidido. - ...estar más tiempo aquí abajo me gustaría conocer su historia-

Asintió a aquello de que se les ocurriría algo. Seguro que sí, pero quizás debería priorizar la tecnología en vez de la magia.  Finalmente, Johan habló con sinceridad sobre su relación con Gelion y escuchó en silencio. Difícil de dialogar…Bueno, había formas y formas -¿Yo?- Le pilló un poco desprevenido eso -Es… complicado- Dijo apartando la mirada y observando la casa como si fuera mucho más interesante que esa situación. ¡QUE LO ERA!

-Ah… Sí, claro…- Dijo pensando en el estado en el que habían encontrado la casa de Gelion, tensando un poco los labios -¿Esta es una zona de magos?- Preguntó con curiosidad porque quizás…podía echar un vistazo alrededor y…ver…posibilidades.  Estaba en ello cuando se escuchó a Jo de fondo y la buscó con la mirada sonriendo brevemente -Oh…Sí, te lo agradecería. Sólo quiero saber si ha logrado… algún contacto con Italia- Resumió mientras veía a Jo hablarle con tanta naturalidad a Johan que le pareció bonito su relación. No sabía que habían vuelto pero seguro que para Nyara era lo mejor y ellos también parecían bien.

-Fue…bien- Dijo asintiendo y luego vio a Johan irse, una vez que se fue se acercó a Jo  asintió a lo del té y empezaron a caminar hacia la cocina -Tuve que lidiar con muchos sentimientos encontrados- Le confesó y observó la cocina con cuidado, acogedora igualmente. La cuestión es que, a diferencia de Johan, ella no tenía la capacidad para rehabilitar toda una casa. Miró por la ventana hacia el jardín -¿Cómo estás?- Preguntó y luego inspiró profundo antes de girarse -¿Dónde están las tazas?- Inquirió, así le echaba una mano.

Arrugé mi nariz por el comentario de que creciese asalvajada.-No necesitamos más salvajismo ya es una Black!.-Respondí a la broma alzando un poco la voz para que me escuchase porque estaban ya saliendo por la puerta.

Miré a Arleen entornando los ojos.-Va acabar con barro de pies a cabeza de nuevo.-Suspiré, resignada cruzando mis brazos pero sonriendo antes de ir con ella hacia la cocina. Me acerqué a un armario sacando la tetera y la miré alzando ambas cejas.-Lo sé, me pasó con Reed.-Planté la tetera en la encimera y apoyé la mano en la misma.-Irás llevándolo mejor poco a poco.-

Hice un gesto con la mano y la tetera se elevó para ir hasta el fregadero, empezó a llenarse de agua mientras yo plantaba mis manos en las caderas y resoplaba ante su pregunta, acercándome a ella.-Deseando volver a Ouroboros.-Negué, arrugando mi nariz y haciendo un gesto con la mano como de que no se preocupase por las tazas.-Sentémonos.

Mientras lo hacíamos el té, se estaba preparando ya en la cocina y las tazas comenzaron a salir de los armarios. -Johan ha sido padre.-Alcé ambas cejas esbozando una sonrisa incómoda.-De nuevo. Y están viviendo aquí, pero yo no sé como decirle a Nyara después de todos estos días que nos tenemos que ir a casa...ni a Johan...que está empeñado en que vivamos todos juntos y viva el amor libre.-Solté aún con esa sonrisa incómoda.

Suspiré y dejé las manos sobre la mesa.-Pero cuéntame tu ¿De qué querías hablar?¿Estás bien?

Lo del salvajismo hizo que sonriera un poco de lado. Comprendía por qué Nyara quería jugar con su padre y de donde venían algunas reacciones -Eso creo…- Mencionó con una leve sonrisa pero aún así sabía, en el fondo, que Jo no estaba molesta por esa situación y supuso que Johan cumpliría con su deber -Una vez leí un estudio que decía que las experiencias en la naturaleza ayudaban a reforzar el sistema inmune. Por si te deja más tranquila…-

-¿Quién es Reed?- Preguntó con cordialidad antes de asentir con cuidado recordando que Jo le había compartido su experiencia también. Sabía que los abortos eran más comunes de lo que la gente pensaba pero a Arleen lo que le preocupaba más era su futuro. Se mordió suavemente la mejilla por dentro.  

Se sorprendió de aquella determinación de volver a la isla y miró la puerta por la que se había ido Johan -Pero…- No dijo nada más, tomó asiento y esperó a que la rubia le contara lo que había sucedido. Arleen no tenía experiencia en caras de póker, en lo absoluto, así que su expresión fue mutando de sorpresa a sorpresa indignada -¿Estás viviendo con la… Estás…- Esperó un momento mientras se reacomodaba en el asiento. El tema de Nyara era sin duda lo que realmente la mantenía aquí -Pensé que estabais juntos de nuevo. Se os ve tan…naturales- Dijo contrariada -No entiendo ¿Vivir todos juntos y amor libre? ¿Es un nuevo concepto?- Preguntó por si acaso es que allí abajo las cosas eran distintas.

Apartó la vista cuando las preguntas giraron en torno a ella -Pues… No lo sé- Se llevó una mano a la sien -Creo que he decidido que quiero mudarme aquí…Abajo- Explicó y volvió la vista hacia ella asintiendo -Creo, sí, creo…No estoy muy segura aún. He bajado con Amaya por un tema con Tobías y Chloe, hemos ido a la base y la verdad todo ha sido un despropósito. Gelion y ella se han puesto de dimes y diretes…Y ha querido llevárselo arriba para juzgarlo, así que yo me he entregado a las autoridades de aquí. Luego… - Soltó un suspiro largo -Le he dicho que aquí abajo no tiene autorización ni jurisdicción… Terminó echandole en cara a Gelion lo del aborto, luego mi divorcio y me dijo que cuidara mi lengua respecto a los Descendientes. Aún estoy…  procesándolo. Pero me dijo que quizás Ouroboros ya no es mi lugar-

Alzó las cejas con cara de “Así que esas me traigo” -Y creo que podría tener razón. Ella cree que nuestro hospital es una especie de misión humanitaria, no un proyecto de futuro-

-Oh, claro...Reed es el primer hijo de Thalos y Erika...tal vez no lo has visto por ahí porque aparentemente ahora tiene pinta de tener veintitantos años y está aliado con un mago bastante creepy.-Resumí, a lo rápido como si fuese una de las típicas cosas que pasan, porque yo había visto cosas muy locas en este tiempo.-Cuando nació yo acababa de perder a mi garbanci...mi primer embarazo.-Corregí rascando mi párpado un momento.

La tetera chirrió y se elevó para comenzar a servirse. -Con Victorya, sí, claro...acaba de dar a luz y antes de tiempo...comprendo que no quiera perderles de vista.-Solté muy tranquila cazando la taza que venía volando mientras la suya, junto a la leche y los azucarillos se posaba en la mesa. Comencé a agitar el té con la cucharilla y solté aire entre mis labios.-Prff...Que va...nos conocemos desde...-Me quedé pensativa mirando a cualquier otro lado y encogí mis hombros.-Siempre...Supongo que por eso parece muy normal.

Llevé la taza a mis labios tomando un sorbo y asentí.-Me dijo que...dejase de pensar en convenciones monógamas y prejuicios...y que podíamos vivir todos juntos y compartir nuestro tiempo.-Encogí un hombro como preguntando si ella lo tomaba por el mismo sentido que yo.

Volví a remover el té, que seguía caliente mientras llegaban unas galletitas a la mesa y ella me contaba toda su mañana. Fui dedicando algún gesto que otro a su narrativa.-Vaya....-Estábamos las dos apañadas al parecer.-¿Te has entregado a las autoridades?-No entendía.- ¿por qué? Bueno...en mi opinión, deberían juzgarle. No es como si te hubiese llevado de paseo a un jardín.-Comenté estando de acuerdo con Amaya en eso. Después dijo que ella creía que tenía razón en lo de no ser su lugar.

-Hummm-Bebí ahora un poco.-¿Y crees que este es tu lugar? Quiero decir...para vivir.-Arleen no sabía lo que era vivir en tierra.-Porque...puedes seguir encargándote del hospital desde Ouroboros, no es incompatible.

En cuanto explicó que Thalos tenía otro hijo, entrecerró los ojos pensando que quizás ese sí que se convertía en dragón o quemaba cosas y por eso su pregunta había sido tan extraña al darle al bebito Draven -¿Creepy?- No es que fuera ajena a la palabra pero la idea de otro mago oscuro le hizo estremecerse. Miró a Jo un momento -Johan me contó que en un baile estuviste a punto de ser quemada en una hoguera… y que su padre falleció. Y…  lo hicieron magos- Mencionó en un tono neutral pero vagamente triste -Habéis tenido una vida complicada-

Ladeó la cabeza para ver bien la reacción de Jo, lo que más le agradaba de ella es que tenía cierta empatía para poder comprender algunos puntos de vista -Espero que el bebé esté bien- Reconoció, porque a fin de cuentas el niño no tenía la culpa de nada. Lo de conocerse de siempre hizo que sonriera -¿Erais amigos y luego os enamorasteis? Debe ser bonito…Más allá de todo lo que ha pasado, que tu pareja sea tu mejor amigo- Alguien en quien confiar plenamente. Supuso que ella no pensó mucho en eso cuando se casó pero tampoco tenía mucha experiencia en relaciones porque aparte de Giordano nadie le había atraído lo suficiente.

En cuanto a las “convenciones monógamas”, Arleen tuvo que alzar las cejas y luego analizó un poco -¿Quiere tener…Quiere teneros a las dos y estar con las dos?- Esa era solo una puerta abierta para… -Por un tiempo temí que Sayid hiciera eso. Nunca me lo comentó pero me parece un poco…impensable. Habrá gente que lo acepte pero…-  Finalmente se centró en el té y lo preparó como a ella le gustaba, aprovechando para darle un sorbo -¿Cómo…lo manejas? ¿Cómo evitas que una persona se sienta más querida que la otra? ¿O alguien se sienta desplazado? Me parece que no es la solución… Pero quizás es que, como dice, no quiere perderles de vista…Pero tampoco a ti, Jo- No sabía bien cómo plantearlo -Creo que es una medida desesperada en una situación complicada para aliviar tensiones-

Lo de las autoridades la hizo asentir y luego sonrió quedamente -En…Después de la explosión del hospital, Gelion me sacó de mis casillas y lo secuestré de vuelta- Aquello de juzgarle hizo que tensara un poco los labios y tomara un largo sorbo de té -Él tampoco podía saber que esa zona estaba llena de anti magos y…- Se dio cuenta que estaba creando excusas y entonces decidió callarse la boca y esquivar el tema -En fin…-

-No tengo idea. El detalle es que en Ouroboros ya no siento que me vean como Arleen, siento que me ven como la esposa fracasada de un Descendiente- Rodó la vista -Como si no tuviera suficientes méritos propios- Asintió con respecto al hospital, de eso estaba segura -Sí, sí…Eso lo sé. Sólo es una sensación extraña que tengo, pero la situación aquí abajo no es muy segura y, sinceramente, sé que no estoy preparada para lo que pueda suceder aquí abajo. Por eso quería hablar contigo-

Asentí porque a pesar de no haberlo visto me lo habían descrito así. Al recordar lo de la hoguera me extrañé ¿Por qué Johan hablaría de aquello?-Sí, ese mago despreciable...marcaba a licántropos y squibs para usarlos como esclavos y quemaba brujas y magos que no eran afines a sus ideas.-Expliqué con cierta rabia.

Volví a asentir.-Sano y creciendo...o eso creo. Apenas les he visto, no quiero incomodar a Vyctoria.-Murmuré agitando la cucharilla mirando el remolino que se formaba en el té. Volví a alzar la vista cuando preguntó aquello y desvié la mirada sonriendo un poco.-Supongo que fue algo así, sí. Pero no, mi mejor amigo es Yaroslav.-Tensé la sonrisa borrándola al recordar lo que había dicho Johan sobre nosotros.-Y Johan cree que tenemos algo, es más incluso me dijo que estaría bien. No..no le entiendo!-Solté la taza en su platillo haciendo que sonase.

-Prff-Volví a resoplar pegando el respaldo a la silla a la vez que cruzaba mis brazos.-No tengo ni idea.-Encogí mis hombros y permanecí atenta a lo que decía entornando mis ojos finalmente.-Una medida...-Arqueé una ceja y cogí aire suspirando sonoramente.

Cuando comenzó a explicar lo que había pasado para tener que entregarse alcé una ceja y seguidamente la otra.-Te secuestró a punta de bisturí.-Dije por si no lo recordaba y luego me despegué del respaldo inclinándome sobre la mesa mirándola como inspeccionando algo.-¿Te gusta ese pirado?-Tenía que ser eso, ¿no?.

-Anda ya!Nadie te ve como la esposa de quién sea o una fracasada. En el hospital eres un maldito genio!Y todos lo saben!-Solté con ciertos aspavientos de mis manos acompañando a aquello. Apreté mis labios ante lo último y encogí mis hombros.-Siempre puedes quedarte aquí en la casa del amor libre sin convenciones monógamas y abierta de miras.-Dije burlonamente cruzando mis brazos nuevamente pegándome al respaldo.

-Eso es… terrorífico- Mencionó frunciendo el ceño pensando que la gente realmente podía ser cruel si se lo permitían. Menos mal que ese hombre ya no existía pero eso no implicaba que la maldad en el mundo desaparecería.

Asintió, bebiendo un poco de té, cuando dijo lo del bebé. Ella también se sentiría un poco incómoda alrededor de la mujer con la que su esposo le montó los cuernos y tuvo un bastardo. Pero no añadió nada más porque era echarle leña al fuego y no le interesaba. Aún así cuando mencionó a Yaros, Arleen sonrió -¿También está aquí?- Pero luego le soltó lo que pensaba Johan y la cara se le quedó a cuadros -¿Cómo no lo vas a entender? Es sencillo- Dijo Arleen de una forma bastante objetiva -Lo hará sentir mejor con lo que él hizo…Si sabe que tú también eres capaz de desarrollar sentimientos por otra persona. Aliviará su sensación de traición, si es eso realmente lo que siente- Interpretó.

Bebió otro largo sorbo de té cuando le recordó el bisturí y Arleen por un momento apartó la vista, recordando ese instante. Estaba tan negada a recordar lo que había pasado que quizás se había olvidado de un par de cosas. Sin embargo, cuando Jo se acercó a ella así no entendió su gesto hasta que preguntó aquello de forma tan directa. Arleen parpadeó un instante y luego apartó la vista de forma pensativa  y confundida. Recordó el beso y también cómo le había dejado… acceder a su cuerpo -No estoy segura- Respondió con sinceridad -Siempre me he sentido atraída hacia Giordano. Es oírlo hablar de sus ideas y…- Movió  una mano como haciéndole entender que se le iba la cabeza -Con Gelion eso solo me pasa cuando no está siendo  un imbécil que es la mayor parte del tiempo. Es una persona inteligente y culta, Jo…Sólo que ocupa su vocabulario de insultos y palabras duras- Entrecerró los ojos -¿Te puede gustar alguien cuando sólo te gusta una parte de él?- Después negó con la cabeza, como saliendo de la zona teórica -Da igual si me gusta o no, primero que nada, porque no haré nada al respecto y segundo porque él tampoco. Odia a las brujas. Así que… Da igual-  Movió la mano como restándole importancia.

-Ya…- Tal vez era sólo que lo sentía así cuando hablaba con sus padres y, ahora, Amaya. -Iroh está avanzando muy bien- Le dijo a Jo, era el chico que había quedado paralítico tras la última misión con SAM. Lo que dijo después hizo que soltara una risa - No, gracias… No creo que pudiera acostumbrarme a una situación así. Soy un poco… más convencional- Se centró en ella finalmente y ladeó la cabeza -¿Qué piensas hacer entonces? Extender la situación puede ser negativo para Nyara… Si quieres una idea desquiciada. Siempre podemos vivir juntas aquí abajo… Nyara estaría cerca de Johan pero tú tendrías tu propio sitio- Era lo que había pensado cuando preguntó si había casas cercas -Johan dijo que había varias casas vacías… y aunque carezco de habilidades de restauración, la tecnología puede ayudar y tú puedes pedirle a Johan y a Yaros que hagan reparaciones ¿No?- Cuestionó cogiendo unas galletitas para mordisquearlas.

Asentí a su descripción de los días en auge del Glorioso Mago.-Imagina lo que hacía con los humanos,-Murmuré, pensativa, recordando aquella época.

Negué a la presencia de Yaros y luego asentí para finalmente encoger mis hombros.-Yaros es un espíritu libre...viene..va...-Encogí los hombros de nuevo y luego pasé la mano por mi nuca.-Él es quién me ha arreglado el pelo, si todo fuese más normal apuesto a que se ganaría la vida con esto.-Comenté riendo después, pensando todo el palique que le daría a sus clientes y como fliparían. Escuché su explicación arrugando el ceño negando.-No creo que sienta que me ha traicionado, según él tiene justificación y en cierto modo lo comprendo.

Escuché atenta sus explicaciones de Gelion haciendo algún gesto que otro de sorpresa al mentar a DaVinci, alzando ambas cejas cuando relató sus virtudes...-Puede atraerte aunque creas que e un gilipollas, lo importante es que sepas que lo es y no esperes nada de él.-Concluí para después escuchar lo demás. -Entonces no le des vueltas.-Hice un gesto con la mano como diciendo que se olvidase, total tampoco iba a conseguir nada si ella no lo pretendía y si él era un puto racista.

Asentí sonriente al ver que parecía entender que no era todo eso que se pensaba que era y que en realidad era una persona con mucho valor que aportar. Solté después una risita cuando rechazó mi ofrecimiento y suspiré tomando de nuevo la taza entre mis manos al escuchar la suya.-Arleen, de veras que me encantaría pero no me he sentido tan segura en mi vida como lo hago en esa isla. -Rechacé también con amabilidad.-Pero si te decides a vivir aquí te ayudaré encantada. No necesitamos a Johan ni a Yaros para eso.

Pensar en eso de lo que le hacían a los humanos hizo que se removerá incómoda, acordándose de los vídeos que le había mostrado Gelion y la destrucción de la que era capaz la raza mágica.

Asintió a aquello de Yaros, observando su cabello con una sonrisa amplia -Te queda bien… creo que yo nunca podría cortarme el cabello… - Dijo cogiendo sus rizos y mirándolos. Se cortaba las puntas exclusivamente para mantenerlo sano y para que no le pasará más allá de las caderas pero fuera de eso nunca se atrevería a ser tan radical. Se quedó un momento pensativa sobre lo que un corte de pelo podría afectarle.

Alzó la vista hacia ella frunciendo el ceño -Siempre habrá excusas- ¿No acababa ella de ponerle un par sobre Gelion? El resumen le había servido para poner las cosas en perspectiva. Gilipollas seguía pareciéndole una palabra fuerte y era cierto que a veces se comportaba… como un imbécil pero tenía sus momentos. El detalle es que no podía simplemente esperar siempre por esos momentos -Si, no perderé el tiempo ello. Tengo demasiadas cosas de las qué ocuparme- como para estar pensando en cualquier tipo de relación.

Siguió comiendo de la galleta y escuchó aquello de que se sentía segura en Ouroboros pensando en el ataque de los Pendragon y lo que iba a suceder, o no, la verdad es que ya no sabía que pensar -Sí, supongo que tienes un punto. Quizás podáis turnaros para cuidarla… o volver a Ouroboros paulatinamente para que Nyara de acostumbre- Se humedeció los labios antes de dejar la galleta en el plato y beber. Tras ello arqueó la ceja cuando dijo que no se necesitaban -¿Como que no? ¿Y quién haría las reparaciones? ¿Nosotras? - Preguntó alzando las cejas con sorpresa para luego negar -No tengo ropa para eso-

Volví a acariciar mi nuca y puse un gesto un tanto incrédulo por su afirmación de que nunca podría hacer algo así. -¿Por qué? es...solo pelo.-Comenté como si no fuese gran cosa y encogí los hombros.-Crece. Además, la palabra nunca es demasiado...tajante.-Las situaciones cambiaban, la mente cambiaba...

-Ah...no, no...no es una excusa, el lo cree firmemente así. -Aclaré pues sabía que Johan no andaba inventándose cualquier cosa para justificar lo que había pasado, simplemente era lo que sentía igual que yo no podía perdonarle sin más. Asentí conforme por su determinación ante dejar a un lado lo que fuese que sentía por el hermano de Thalos.-Además...seguro que hay muchos tipos con los que puedes tener un calentón sin que sean unos gilipollas. Giordano has dicho ¿no?-Alcé ambas cejas dando vueltas con la cucharilla al té.-Es rarito pero no tiene pinta de imbécil.

Suspiré nuevamente.-Sí, eso es lo que habíamos hecho hasta ahora pero con todo el tema de los Pendragón he acabado aquí, supongo que tendré que hablar con Johan para decirle que ya es hora de marcharnos.-Tomé un buen trago de la taza y mantuve el líquido ahí frunciendo el ceño por el tono con el que preguntó lo siguiente. Tragué riendo después.-Pues claro, tienes dos manos y tienes magia...usa ropa vieja.-A veces me sorprendía lo lista que era Arleen y lo atrasada que estaba en cuanto a algunas ideas.

-Es tan…moderno. No sé, creo que no tengo la personalidad para hacerme algo así y que se vea bien, como se te ve a ti- Le dijo y ladeó la cabeza pensando que Yaroslav había hecho un trabajo increíble porque el corte le quedaba muy bien con sus rasgos -Además, seguro se me encogen los tirabuzones y me veo rarísima-

La cuestión de que Johan realmente pensara de esa forma y no fuese una excusa hizo que frunciera el ceño. La verdad es que no lo veía así pero tampoco lo conocía demasiado.  Sorbió un poco de té antes de dejar la taza y volver a tope a por la galleta, empezando a sentir un poco más de hambre -Gio y yo ya somos amigos, Jo… Es como que…Lo que sucedió, sucedió una vez y fue gracias al vino. Creo… Y…es complicado. Ya estuve con un Descendiente y aunque sé que Gio nunca se comportaría así no estoy segura de que él esté buscando calentones por ahí. O por lo menos, no conmigo…Han pasado años y nunca me ha hecho un comentario al respecto y…yo, por respeto, tampoco- Alzó suavemente los hombros antes de tensar los labios y desviar la mirada hacia fuera -Estoy preocupada por él. Está en Italia y la Descendiente Le Fay dijo que iba a encargarse pero no sé… Esa mujer es un problema andante- Sonrió de lado al escuchar su siguiente frase -No, Gio no es imbécil…Ni rarito, es excéntrico y tiene una mente brillante- Sonrió un poco más al recordar sus palabras de confort en aquella carta. Lo extrañaba…bastante. Quería darle un fuerte abrazo y construir alguna cosa juntos.

Volvió la atención a Jo cuando mencionó a los Pendragon e hizo una leve mueca -Eso no ha acabado aún- O eso le había comentado Fred pero tampoco había demasiada información -No sé si atacarían inocentes. Es decir… Si no fuera por Darren, mi hermano nunca me hubiese encontrado, Lucio habría muerto…Y Gwen es cercana a Giordano y yo hablé con ella y no me atacó, es más, conversamos brevemente y no me dio la impresión de ser la asesina que dicen que es- Se apartó un mechón de la cara antes de finalizar la galleta -No creo que muchas de sus acciones estén justificadas pero…- Le recordó su posición sobre Gelion -No todo es blanco y negro-

La sola idea de que Jo creyera que tenía ropa vieja era… extraña. Arleen solía donar la ropa que tenía más de dos o tres años de antigüedad porque solía comprar demasiada y necesitaba hacer espacio en el armario pero le pareció que aquello podía sonar un poco superficial y presumido así que se llevó la taza a la boca -Lo pensaré- Quizás si Gio volvía podían tener ese proyecto en conjunto. No…No “Quizás sí”... CUANDO Gio volviera entonces podría pedirle ayuda con ello. Si decidía realmente vivir fuera de Ouroboros. La idea seguía dándole algo de nerviosismo -¿Esta zona tiene patrullas de las fuerzas de coalición de Londres?-

-Arleen… tía Jo- Pillado con las manos en la masa. Estaba tan centrado en mis propios pensamientos, autoengañándome de que aquello estaba bien que no había escuchado las voces de las chicas. Sí había oído en algún momento a Johan pero pensaba que se había vuelto a ir a sus cosas de juegos de guerra. -Cuánto tiempo sin verte- Comenté a Arleen con una sonrisa abierta, pero sin soltar las asas de la mochila que recorrían el pecho en su vertical. Colgada de la mochila, la alfombra mágica. -¿Todo bien en la isla? ¿Iroh ya tiene el alta definitiva?-

Después del intento patético de luchar contra el elemental de fuego había vuelto a mi habitación a seguir dándole vueltas al tema de Leroy, releyendo la nota de arriba abajo, buscando cualquier cosa que pudiera ser un error, pues él, como había demostrado en incontables ocasiones, no sabía luchar. Y, aunque Johan le había dicho que era una estupidez, tenía que volver y clarificar ese malentendido. Seguro que era un mensaje de Oscurus, aunque el mensajero fuera el otro. No lo sabía, y tenía que cerciorarse de que todos arriba estaban bien, sus viejos padres incluidos.

-Había escuchado a Johan, pero pensaba que se había ido y que estaba solo en la casa- Le expliqué. Necesitaba saber si Johan estaba por ahí, porque si se enteraba de que iba a subir, se enfadaría… y no sabía si con razón o no. De ahí que hubiera elegido largarse “a escondidas”… pero le pillaron in fraganti. Ni aquello sabía hacerlo bien, ojalá supiera desaparecerse, ¡maldita sea!

-Ay Arleen...¿de donde has sacado esa idea?-Comenté de forma divertida ante sus palabras. Sin personalidad decía y aparentemente también antigua...-A veces hay que cambiar, amiga.-Solté, tampoco es que quisiese que se rapase el pelo o empezase a llevar ropa menos...ñoña pero en ese momento me pregunté si durante toda su vida había llevado el mismo pelo.

Alcé la mano agitándola mientras negaba.-No, no, no me refiero a que te acuestes con DaVinci -No me había entendido.-Lo que quiero decir es que elijas a alguien que...no sé, no haya encerrado y torturado gente. No sé, alguien...¿normal? Johan es normal por ejemplo, aunque tenga sus cosas y de pronto me vea en una casa junto con su...amiga a la que no quiere pero con la que se acuesta y su hijo...sé que no es mala persona. No sé si me explico.-Terminé por decir tamborileando en la mesa y poniendo cara de que lo mismo me había liado bastante.

-¿Catherine?-Pregunté con dudas e hice un gesto con el rostro como indicando que no pensaba para nada eso de problema andante.-Es una mujer con carácter, sólo eso. Manda un mensaje para ver que tal.-Tomé del té y arrugué la nariz.-No he dicho imbécil, es obvio que es inteligente...pero es raro ¿has escuchado los rumores de una cabaña y no sé que más de una sala sexual?, excéntrico es Tesla.-Puntualicé.

Puse cara de fastidio cuando dijo que lo de los Pendragon no había terminado todavía.-No les conozco y sinceramente me da igual todo el rollo político que se traigan entre manos Ouroboros, El Consejo, los Pendragón o quien sea. Yo solo quiero un lugar en el que vivir en paz.-Aclaré, porque estaba bastante harta.-Siempre es culpa de los listos que se creen gobernantes y pagamos el resto.

Estudié sus gestos ante mi propuesta de arreglar una casa para ella y asentí sonriente al escuchar que lo pensaría. Hice un gesto con la mano y la tetera se elevó sirviendo más té.-¿Las fuerzas de qué?¿Que es eso?-Pregunté mientras alzaba la taza.

En ese momento apareció Justin y sonreí abiertamente.-Justin! Ven, acércate ¿Quieres té?-Le hice un gesto para que se uniese y luego alcé ambas cejas por eso que decía de estar sólo en casa.-Cariño pero si solo Johan ha salido de casa, el resto hemos estado aquí.-¿Es que no había escuchado a Nya gritar en el jardín?¿Los llantos de bebé?¿Los portazos de Erika cuando se escabullía al baño y volvía al desván?.-¿Estás bien?