Despacho del Capitán Tuerto Draven

-Era, exacto-Afirmé a lo que había dicho la castaña. Cuando Thalos dijo que me habría usado él también asentí y chasqué la lengua.-Obviamente.-Comenté porque yo a él lo hubiese tirado a los leones también. La doctora frunció el ceño y encogí mis hombros.-No es algo que pueda reprochar, pero desconocía que fuese necesario informar de mi estado.

Aclaré antes de que continuasen con el tema de los guardias, el hospital. Miré a unos y otros mientras hablaban y hablaban sin aportar mucho a la conversación por mi parte.-La rubia tiene razón. Si no queréis que les vean la cara a vuestros jefes perfecto, pero aquí somos notros los que estamos dando la cara ante los que se quejan de vuestro hospital.-Di un par de golpecitos suaves en la mesa porque la Doctora parecía empanada.-Que dé la cara el que ha montado el lío.

Volví a recostarme en la silla apretando la mandíbula y entrecerrando mis ojos.-¿Alianza? Tal vez deberíamos cambiarle el nombre.-Comenté a mi hermano antes de que la mujer rubia ofreciese la ayuda de los magos con los trols. -hmm...tal vez no os vendría mal algo de buena publicidad con los humanos-Señalé a la mujer mientras miraba a mi hermano.-¿Cómo ha engañado Black a esta chica para que acabe con él? Es mucho más inteligente que ese memo.

Insultar a Johan era otro de mis entretenimientos para ver el nivel de tolerancia que tenía Thalos respecto a mi presencia. Por su parte Arleen se había apagado, otra vez el piloto automático de dama correcta que no podía explotar, ni quejarse, ni hacer nada por su autoestima. La dediqué una mirada de reproche por ello negando. Era exasperante esa actitud.

No respondió a lo que dijo Gelion más que con una mirada vacía y asentimiento igual de frío.

-Entiendo- Le dijo Arleen a Thalos con respecto a la fortaleza  que debía presentar el ejército. Supuso que podía entenderlo.  Se mantuvo acariciándose los antebrazos mientras analizaba lo del trol. No tanto como “soltar” ahí, quizás había tratado de buscar algo de comida y podría haber terminado allí. Habría formas de solucionarlo sin mayor problema, al menos para magos pero… No, no podía tomarse ninguna libertad con los guardias que traía porque si se equivocaba…

-De acuerdo, Jo- Mencionó pensando que ella debía preguntar a Sayid si podía hacerlo. O Giordano tal vez.  No sabía…si había un protocolo para esposas. Si Sayid no estaba quizás su cuñada podía aclararle un poco la situación.  Mantuvo la mirada en el piso un momento pensando para luego sonreírle a Jo de manera dulce -Un poco más, sí. Le informaré a mi hermano y que él tome las decisiones correspondientes- Pensó que debía informar a las obras de que se detuvieran pero aún no encontraba la manera de hacer un patronus. O no quería. Era una especie de bloqueo interno que sabía que tenía que arreglar pero no le había prestado atención.

Fue en dirección a su abrigo y observó la mirada de Gelion un momento y, en ese instante, decidió algo. Se incorporó en toda su magnánima altura y volvió los ojos hacia Thalos mientras se colocaba el abrigo -Gracias por esta oportunidad. Por gente como tú es que realmente el mundo tiene una posibilidad de vivir en paz, tolerancia y misericordia- Hizo una leve reverencia  y se dio la vuelta tras sentir el empujón de Jo. Se unió a sus guardias y les escoltaron fuera de la base hasta el mismo punto que antes y se desaparecieron inmediatamente.

Me crucé de brazos cuando Jo rechazó ser ella portavoz y cara pública del asunto, e hice una mueca.
- Necesito a alguien conmigo para dar la noticia. O tú, o Arleen. - Jo parecía pensar que debía ser la morena.

"contacto con mas magos?"

- Claro. Johan está intentando montar algo, una especie de patrulla según hablamos. Puedo avisarlos y quizá acudan junto con la patrulla que ha enviado Gelion. - ya que tenía el galeón en la mano, le mandé el mensaje a Johan. Si recibía respuesta positiva por su parte, alertaría a nuestro escuadrón de que se iban a aproximar grupos aliados...mágicos.

- Tú también, Jo. Andaos con ojo...  Arleen, avísadme en cuanto podamos tener esa segunda reunión. Hasta pronto. Y piénsate lo de aparecer conmigo en la gran pantalla, hay que dar la cara.  - asentí a su agradecimeinto final, me resultó...extraño ese cumplido, pero lo acepté. Iba con segundas para Gelion, o era impresion mia?

Cuando ellas se fueron, dejé el enorme dossier que me habia dado Arleen sobre la mesa, que hizo un ruido de mamotreto considerable.

- Cambiarle el nombre? Somos una Alianza, al fin y al cabo. Qué otro nombre propones? - le dije mirandolo de lado, él consideraba mas esos detalles de lo que yo lo hacía.  Chasqueé la lengua cuando insultó gratuitamente a Johan y negué levemente con la cabeza.  - ¿cómo has engañado tú a la médica para que se preocupe tanto por ti? Es mucho mas inteligente que tú.

Ahora solos, encendí por fin aquel cigarro, no quería tardar demasiado en arreglar lo del anuncio del hospital. Pero habia mas trabajo antes. También había algo que quería comentarle a Gelion.... sin embargo...

Lo miré fijamente, sujetando el cigarro a la altura de mis labios pero sin inhalar. No.
- Has hecho algun avance con los androides o los chipeados?

Mientras se despedían estiré mi cuello mirando al techo y entornando los ojos por la rimbombante y formal despedida. No tiene ni puta idea de en que mundo se estaba metiendo.

-Ajam.-Presté atención a Thalos reincorporándome en la silla porque al final había acabado muy tirado sobre la misma.-¿Quieres ser la Alianza? Te recuerdo que la Alianza es ese grupo militar que masacra, captura, e investiga con magos y seres mágicos. Lo es para todo el mundo, humanos y magos.-Hice un gesto encogiendo los hombros por su pregunta. No tenía ni puta idea del nombre que ponernos pero desde luego todo el mundo asociaría Alianza con lo anterior y se suponía que no éramos eso.

Solté una risa por lo bajo por ese golpe que había recibido de vuelta por su parte.-Yo que sé, tendrá síndrome de Estocolmo. Puedo ser un secuestrador majo.-Me levanté costosamente por la pierna haciendo ruido de viejo cascado y entonces le miré chasqueando la lengua.-Cuando quiero.-Sí, porque con él no lo había sido. Le señalé.-Te puse un ojo. ¿Ves? Majo.

Concluí antes de moverme un poco por la sala.-Bueno... dentro de la base todo está más o menos controlado. La mayoría de los soldados chipeados y los que no se conocían de antes y no hemos tenido mayor problema con eso. Con los androides no es tan fácil.-Crují mi espalda.-En las calles hemos recogido a unos cuantos nuevos, muchos chipeados con partes robóticas y hay zonas donde sólo hemos encontrado cadáveres y cascarones. -Así llamaba a los robots insalvables.-Y los seguidores de Klaus han acogido a varios más, parece que ellos no tienen problemas con nadie a menos que les quiten sus terrenos para huertos y mierdas de esas que hacen.

"vale, quizá no es buena idea mantener el mismo nombre"

- Está bien, lo capto. - había definido a la prefección al grupo anterior al que él había pertenecido y acatado ordenes fielmente hasta hacia mas bien poco. Incluso si esas ordenes habian pasado por ejecutarme a mi. Pero, como ya sabía, Gelion era pragmático. - Pues ya estamos pensando un nombre. Algo militar....humano alianzoso.... - tenía el ceño fruncido y la mirada clavada en la puerta, aspirando aquel tabaco con un nerviosismo contenido.

"sindrome de Estocolmo? mira que lo dudo.... "

-Secuestrador majo, tú? Será que la bruja te ha hechizado...? Ah no...eso es lo que dijiste de mi.
Lo observé levantarse de modo ortopédico, ese no estaba para pelear ahora mismo. Entorné la mirada por su observación, aquello del ojo no se me habia olvidado.
- En palabras textuales tuyas, para no avergonzarte en mi ejecución y no pareciese un pirata, antes de tirarme a los androides de la Ciudadela Alpha. - respondí con sarcasmo. - Claro que esa jugada te salió bastante mal. Mira que te lo avisé. - concluí algo más burlon, oh, el regocijo de esas palabras....

Y aunque me tentaba seguir metiendo el dedo en la herida, sabía que no era práctico.
- Los androides son los recién llegados, es normal que se compliquen las cosas con ellos, aun no sabemos de que van.... Pero no atacan a ningun humano a no ser que estos ataquen primero. De momento. Evolucionan rápido, ya lo sabes. - me quedé pensativo por los de la secta de Klaus. - Habrá que pagarles una visita, porque todo depende de cuanto consideren "sus" terrenos. Porque si siguen acogiendo gente, necesitarán mas terrenos, y querrán expandirse más.... y eso no es bueno si queremos hacer un gobierno civilizado. Han dado señales de hostilidad?

Alcé ambas cejas lanzándole una mirada escéptica por su sugerencia. ¿Alianzoso? Cogí aire soltándolo del tirón, no sé que estaba esperando de Draven cuando estaba claro que de cultura andaba escaso. Llevé una mano a mi sien encogiendo mis hombros.-¿Fuerzas de coalición humana?

Le sostuve la mirada por aquellas preguntas. La misma mirada que denotaba que creía que mi hermano era rematadamente tonto.-Obviamente no iba a matar o dejar a su suerte a alguien que me ha salvado la vida. Se llaman principios y aunque no los creas, tengo de esos.-Comenté con calma pues era la verdad, eso y que si la encontraban muerta en algún lado irían a por mi y no tenía ningún aliado de mi parte.

Asentí a cada una de sus palabras, aquellas que había dicho yo.-De nada.-Solté con aire condescendiente aún así. Chasqué la lengua negando después con la mano.-Te recuerdo que intenté cancelar todo aquello. Si alguien dejó tirado a otro ese fuiste tú o... ¿Acaso tu tienes un cacharro incrustado en tu nuca?-No lo dije intentando echarle nada en cara, es más el tono era bastante cómico por mi parte.

Crucé mis brazos mientras exponía sus preocupaciones.-Por eso tenemos que intentar sacarles de las calles, ponerles a salvo hasta que puedan salir sin peligro de que líen una batalla campal. Además, tenerlos de nuestro lado es una ventaja que no podemos desperdiciar.-Estiré mi espalda y negué respecto a la hostilidad de los seguidores de Klaus.-Para nada, son una panda de hippies naturalistas. No me preocuparía demasiado por ellos.

-Me preocupan más los Reales, de alguna forma se han hecho con bastante armamento y una buena cantidad de seguidores que les apoyan, incluyendo a los de la Misericordia.-Le hice una señal para que fuésemos largándonos.-Y los magos de la isla, que no tienen ni puta idea de que va esto al parecer.

- Fuerzas de coalición humana? - lo valoré, tenia una sugerencia mejor yo? No. - No suena tan mal. Le damos un par de vueltas...

"que hay cosas mas urgentes y no me apetece ponerme creativo"

Entorné la mirada cuando Gelion dijo que tenía principios....mirándolo con curiosidad. Sí, más me valía creer que Gelion tenía, al menos, ALGUNOS principios.

"idiota. De no ser porque pensase que tienes aunque sea un ápice de principios no habría accedido a aliarme contigo, por mas falta que hagas"

- Oh, y a cuánto vendes esos principios? - fue lo que le respondí, no obstante. Me reí de medio lado cuando dijo que quien lo dejó tirado fui yo y que él había terminado con la pila en la nuca y yo no. Así que repetí mis palabras. - Te lo iba avisando conforme entrábamos y me mandaste a pastar.

Gruñí algo respecto a los de la secta, poco convencido.
- No me gustan los hippis. Ni los reales.

Empecé a caminar con él, saliendo del despacho y concordando en que, efectivamente, los de Ouroboros no sabía muy bien como iban las cosas por aqui. Me tocaría explicarselo al tal Fred.....


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off: Gelion y Thalos out

-No creo que..-La desaparición me había pillado por sorpresa mientras trataba de decirle que no la veía en condiciones todavía. Odiaba esa sensación, era como si el cuerpo se succionara a su mismo para luego volver a recuperar su forma en el lugar de aparición.

-¡Condiciones!-Solté al aparecer, gritando. No tenía mucho sentido pero mi cerebro había continuado la frase tal y como tocaba. Perdí el pie, como casi siempre que me hacían eso. Hacia delante, agarré la cintura de Arleen tirando de ella evitando empujarla por completo hacia la mesa que ella tenía a su espalda, ayudándome del apoyo de la otra mano sobre la madera del escritorio de Thalos.

Intenté fijar la vista en cualquier sitio, inspirando para controlar la leve pero intensa sensación de mareo.-No sé como podéis hacer esto.-Murmuré evidentemente indispuesto por un segundo antes de suspirar, tomar de nuevo aire y crujir mi cuello, tenso. Apreté la mandíbula y fijé la vista en sus ojos con el ceño fruncido, como siempre.

Arleen achinó los ojos cuando escuchó el grito y empezó a reírse. ¡No había dolor! Había logrado hacerlo perfectamente…Bueno… Tuvo que agarrarse a Gelion cuando perdió el equilibrio y se aferró a ella para no caer, o al menos eso creía al sentir brevemente la presión del escritorio contra sus muslos.

-Práctica y permiso de desaparición. Te acostumbras- O eso creía ella. Tuvo que contener la risa ante su suspiro -La que no está en condiciones soy yo- Bromeó como para quitarle peso al asunto y cuando lo vio crujirse el cuello soltó un sonido de indignación.  Subió las manos desde sus hombros hacia su nuca empezando a extender su magia hacia sus músculos y huesos, sonriendo de lado al encontrar aquella pila en más o menos el mismo estado en el que la había dejado. Se fijó en sus ojos cuando finalmente la miró y se mantuvo así mientras su magia seguía funcionando, bajando vértebra por vértebra, músculo tras músculo, relajándolos en una cascada de calidez y siendo muy consciente de que a medida que lo hacía, también lo atraía hacia ella. No era la primera vez que le pasaba algo así con él.  En su habitación, tras la curación, habían sido segundos pero había percibido de nuevo ese tirón en el estómago, esa forma de ponerle la piel de gallina.  ¿A qué sabrían sus labios? ¿Al licor que le había servido? Movió los pulgares hacia ambos lados de su cara y lo atrajo hasta ella para besarlo con el único propósito de descubrir la respuesta a su pregunta.

Ante su contestación suspiré cansado y entorné los ojos. No, no te acostumbras. Aquello era una sensación asquerosa. Gruñí por lo bajo escuchando sus palabras y apreté mis labios antes de hablar, comenzando a empujar con mi mano para separarnos del escritorio.

No tenía nada que ver una borrachera con aquello. -¿Qué?-Pregunté con tono de queja por ese sonidillo suyo pero empezó a hacer aquello de la magia en el cuello. Seguía detestando la magia, lo hacía pero no iba a negar que la sensación era agradable y aliviaba la presión. Cerré los ojos, aflojando la presión de la mano sobre el escritorio y también sobre su cintura, que iba a soltar.

No era muy consciente de que me estaba acercando hacia ella, concentrado en aquella relajación cervical y para cuando lo fui ella ya había acortado toda distancia. Fruncí el ceño, de nuevo pero el gruñido sonó sordo desde mi garganta mientras volví a apretar mi mano contra su espalda esta vez.

De modo repentino me vi respondiendo a aquel beso, que se convirtió en algo para nada delicado pues había dejado de lado el punto de apoyo de la mesa y esa mano se dedicaba a atraer su rostro hacia mi. La aparté por un momento, dedicando una mirada cargada de deseo a la doctora antes de bajar mis manos hasta un punto en el que pudiese cargarla y levantarla hasta que quedase sentada en el escritorio, en unos movimientos algo rudos. No había tiempo para ser delicado, no lo tenía porque tenía demasiadas ganas de aquello. La tomé del cuello volviendo a besar sus labios a la par que apartaba con la otra mano sus rodillas para hacerme hueco entre sus piernas y después rebuscar entre la maldita tela de la falda del vestido su piel para...

Y toda esa escena pasó por mi cabeza en cuestión de segundos. Unos segundos en los que no solo no la había despegado de mi sino que instintivamente había acortado toda la distancia posible entre nuestros cuerpos mientras la besaba con ganas.

No era imbécil y nunca había descartado un buen polvo por la esencia mágica de alguien y hacía demasiado tiempo desde mi último acercamiento en ese sentido a nadie. Además, era bastante evidente que la doctora no era una bruja verde con verrugas Y aquello se podía notar, no solo en la manera de besarla sino en las reacciones de mi cuerpo, el calor, la respiración, la agitación y la evidente presión que sentía en la entrepierna y que seguramente ella también estaba sintiendo porque...joder no paraba de atraerla hacia mi.

Cuando subí la mano hacia su rostro me di cuenta de que pretendía recrear aquellos pensamientos así que simplemente corté el beso con un gruñido, desviando la mirada mientras apretaba mis labios. Era imbécil. Volví a gruñir mirando a la doctora y luego alcé la vista al techo.-Estás borrachísima Doc.-Murmuré. Era imbécil porque podría aprovecharme de la situación perfectamente. Pero se suponía que intentaba hacer las cosas mejor. Mas decente, le había dicho a mi hermano. Volví a mirarla, sintiendo el deseo de nuevo, aquel hormigueo en mi estómago y sentí también la respuesta corporal que me decía que debía liberar mis pantalones de aquella tortura. Desvié de nuevo la mirada, tratando de calmar aquello mientras apretaba los labios de nuevo. Contención.

Podría haberle respondido al qué pero no le apetecía. Era curiosamente placentero hacer lo que le daba la gana, aunque fueran pequeños momentos de rebeldía en cosas tan nimias como no responder un cuestionamiento. No esperaba… Una reacción tan ¿positiva?  A su beso pero era refrescante  y hasta excitante que alguien que no la pensara estúpida la considerara atractiva. Subió una de sus manos a su cabello, enredando los dedos allí sin dejar de hacer fluir su magia por esos agarrotados músculos. Mientras otro tipo de calor se concentraba en ella. La respuesta del cuerpo de Gelion había sido automática y… Aquello sólo había hecho que se le erizara la piel y otras partes del cuerpo.

Cuando se separó de ella parpadeó varias veces y luego se relamió los labios pensativa ante sus palabras -Y tus labios saben a whisky y... mmm algo más- Respondió arqueando levemente las cejas mientras lo miraba ver el techo -¿Estamos diciendo cosas evidentes, no?- Preguntó y por si acaso miró hacia el techo a ver si es que había algo interesante allí pero no había nada y cuando él bajó la mirada, ella también, encontrándose con ese oscuro deseo que sabía también se percibía en los suyos. Pero apartó la mirada como… ¿conteniéndose?  Frunció el ceño, sin llegar a comprenderlo hasta que vio de refilón sus manos y la luz cálida que aún salía de ellas.

Magia.
Claro.

Cortó el torrente de magia y separó las manos lentamente con una sonrisa de disculpa -Lo siento- Quizás acababa potando por haber besado a una bruja. Ufff, qué complicado todo. Para ser una persona que defendía eso de “haz lo que quieras” tenía bastantes prejuicios para sí mismo. Fue entonces cuando, estando tan caliente como estaba, notó que sus pies tenían demasiado frío, bajó la vista hacia allí percatándose que estaba sin tacones y le dio la risa floja -Mejor me voy…Vaya a ser que me quieras encasquetar un par de botas- Le dio un par de palmaditas para que la soltara, así no lo secuestraba de nuevo.

Al parecer no había captado lo que quería decir. Gruñí por lo bajo como respuesta a su pregunta, incómodo porque no quería responder que no iba a continuar con aquello. No quería preguntas sobre las razones, porque debería darle respuesta y solo se me ocurría decirle que es que estaba teniendo una revelación moral bastante de gilipollas por mi parte.

Al cruzar con su mirada, vi que ella también quería seguir. Fruto del alcohol y la jornada tan confusa que llevaba encima, supuse. Se disculpó apartando sus manos de mi. Negué, sin mirarla aún así. No tenía que disculparse por aquello, no conmigo al menos y también me importaba bien poco si le debía una disculpa a alguien a menos que fuese a ella misma por haber hecho algo que realmente no quería hacer.

Estaba tratando de pensar en cualquier otra cosa para calmar mis ánimos y aún así la mantenía pegada a mi y eso tampoco ayudaba. Volví a mirarla cuando empezó a reírse, sin comprender. Decía algo pero ni siquiera la estaba escuchando. En ese momento no paraba de pensar que podría tomarla sobre la mesa abarrotada de papeles de mi hermano aún con el vestido puesto.

Volví a la realidad cuando me dio aquel par de palmaditas y solté instantáneamente, apartándome para carraspear. Incómodo. No. Frustrado. Asentí, no sabía que había dicho pero asentí mirando al techo de nuevo distraídamente.-Tengo que avisar para que pongan dispositivos antidesaparición en los despachos.-Hablar de otra cosa, sí. La verdad es que no era muy seguro que pudiesen aparecerse en ellos. No todos los magos eran aliados.

Crucé mis brazos mientras seguía asintiendo pensando en ello. Volví a mirar a Arleen entonces.-¿Puedes regresar de una pieza Doc?-Realmente lo dudaba, tal vez había sido cuestión de suerte que esta vez hubiese salido bien. La miré de arriba a abajo con rapidez. Una vez más mi mente voló, recordó el maldito cajón de la cocina y aspiré aire profundamente comenzando a andar hasta el lado contrario del escritorio. Mejor tomar distancias.-Mandaremos informes de la situación en el hospital.-Comenté cogiendo cualquier papel para leerlo, o hacer que lo leía más bien.


Par ea impar nein

El miembro 'Gelion Draven' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (10)' :

Ladeó la cabeza notando que Gelion no le estaba prestando atención y que, muy por el contrario, la seguía apretando. Ella había dejado las manos sobre su pecho, aunque la punta de sus dedos seguía tocando su cuello. Estaba claro que su respuesta física le decía una cosa y su rostro otra. ¿Estaba pensando tan fuerte que ni siquiera iba a responderle lo de las botas? Eso hizo que se riera un poco más y cuando reaccionó alejándose de ella, Arleen le recorrió con la mirada entrecerrando brevemente los ojos.

Lo primero que salió de su boca le sorprendió y, por supuesto, se lo tomó un poco a mal. Puso los ojos en blanco -Si no quieres que te visite, sólo tienes que pedírmelo-  Le sostuvo la mirada y decidió que ya había tenido mucho de Gelion por el día y que iba a ir a acomodar el piso de Vishous, bajarse alguna botella más y echarse a dormir hasta el día siguiente. Sonrió ante su pregunta -Nos traje de una pieza-

Trató, de verdad trató, de ignorar la mirada que le echó pero teniendo los sentidos hiper mega alertas...Le fue imposible. Apoyó las manos en la cadera para evitar tocar cualquier otra zona que... quisiera ser tocada.  Sin embargo, el "sutil" gesto de poner el escritorio en medio de ambos hizo que comprendiera alto y claro la intención de no liarse con una bruja.... ¿Hospital? Del hospital no quería hablar, soltó un sonido de agobio e indignación y frustración y todo eso que le recorría el cuerpo y que era poco educado y protocolar -Adiós, capitán- Miró el papel un instante para luego cerrar los ojos y concentrarse ene piso de V, un segundo más tarde ya no estaba allí.

¿Se desaparece bien? XD
Éxitoooo

El miembro 'Arleen Royden' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Lo único que me salió fue arquear una ceja. Las suposiciones que se hacía esta mujer en su cabeza eran muy raras. -¿Te pasa algo en los pies para no poder caminar?-No era mi intención ser grosero, aunque no solía ser amable tampoco, simplemente era obvio que NO era seguro que cualquier mago pudiese hacer acto de presencia en el despacho de manera tan repentina. Ni en toda la base diría yo.

La miré con duda cuando pareció tan segura de si misma como para volver. Gruñí y desvié la mirada procediendo a "leer" el informe. Alcé la vista de nuevo por ese sonido pero volví a prestar atención al papel. Esta vez si lo hice, estaba al revés. Carraspeé.-Adiós Doctora.-Respondí a su despedida sin mirar hasta que escuché ese "POP" tan característico.

Fue entonces cuando dejé caer el papel sobre el escritorio y me dejé caer en la silla soltando aire de manera exagerada entre mis labios. Llevé ambas palmas de mis manos a mis ojos y estiré mi piel en un gesto de estrés.-Eres imbécil.-Murmuré hablándome a mi mismo. Podría haber sido una buena noche, podría haber sido divertido y de paso llevarme una alegría con la que no contaba y que hacía mucho tiempo que no disfrutaba. Negué. No, no me gustaba eso de intentar hacer las cosas mejor. Esto no era mejor.

Gruñí tardando unos minutos en incorporarme para salir del despacho e ir en busca de alguno de los soldados para que me informase de novedades, entre otras cosas el estado del coche que seguramente ya habían despiezado y también para poner medidas de seguridad frente a las apariciones indeseadas.

Tras todos los eventos recientes... R.E.N.A. tenía muy poco tiempo de vida, y todas las cosas que tenía que procesar en tan poco tiempo empezaban a resultar problemáticas incluso para ella.

Por lo tanto, decidió seguir el consejo del último androide que a conocido...

Estaba ahora en la base principal de la alianza humana, no había estado ahí desde... Desde que era una red neuronal que ni siquiera tenía planes de tener un cuerpo en ningún momento.

Eran tiempos más simples, no había un armagedón ni nada por el estilo, pero esto no es más que una mera retrospectiva.

¿O lo es?

Quién sabe.

Al final, Rena no tiene idea de lo que es sentir nostalgia, no posee tal cosa como emociones... O por lo menos, no la concepción de ellas que tienen los seres humanos, desde sus ojos, todo se ve de otra manera.

Pero dejando procesos lógicos de segundo plano, en segundo plano, iba buscando a las personas que tanto estaba necesitando... A Sigrid y a Thalos Draven...

Necesitaba recibir respuestas, y también necesitaba dar respuestas, puesto que era el momento de informar sus encuentros con los androides de la ciudadela alpha, pues su lealtad a pesar de todo seguía siendo incuestionable, por mucho que buscase respuestas y persiguiese sus propios objetivos su lugar seguía estando con los humanos.

Pensaba esto mientras esperaba su turno, había acudido al despacho donde según había investigado se encontraría alguna de las personas que quiere conocer, aunque claro, desde su posición...

Una de básicamente completa esclavitud, como si fuera otro de los muchos aparatos del sitio, incluso su vestimenta no dejaba lugar a dudas de que era una androide por muy humana que luciera, una bata de laboratorio con un número de serie visible en la parte de la espalda.

Y con este aspecto y un rostro impávido, se limitó a esperar, al final es una androide, no se agota, no se aburre, no se desespera, todo lo demás es una mera cuestión de tiempo teniendo esas características, es algo que eventualmente pasará, terminará encontrándose con quien solicita para darle la información.

Frotaba mi rostro con ambas manos mientras iba de camino al despacho de Thalos. A nuestro despacho al fin de cuentas porque todavía no teníamos uno propio pero parecía más suyo que mío, aunque últimamente yo pasaba más tiempo por allí que él.

Estaba teniendo paciencia por su situación pero ya había escuchado algunos comentarios en la base sobre las prioridades del otro Capitán Draven, que me hacían preguntarme si debía dar un toque a Thalos o no. Podría dejarlo pasar, así la gente confiaría menos en él ¿Eso me beneficiaba en ese momento? Tendría que sopesarlo.

En resumen estaba bastante cansado, salir a patrullar, supervisar la construcción de ese límite físico entre nuestra zona de la ciudad y la de los putos Reales, intentar recabar información sobre la fiestecita de las narices, estar atento al hospital que no parecía avanzar en su construcción y sospechaba que los magos habían abandonado el proyecto o algo así, tal vez porque la mayor interesada seguía borracha como una cuba, y en general supervisar y coordinar a los humanos y androides de la base...estaban pasándome factura.

Estiré la espalda poco antes de llegar al despacho, dejando que crujiese liberando cierta tensión. Poca, la verdad, comparada con la que liberaba con un poco de magia. Gruñí recordando esa puta magia y la última vez que la había sentido hacer efecto. Suspiré cansado nuevamente y cuando llegué a la puerta me topé ahí con una persona. Miré sorprendido al no esperar a nadie en el lugar y luego entrecerré los ojos. Tenía pinta de androide.-¿Puedo ayudarte en algo?-Pregunté antes de acercarme a la puerta y abrir mirando aún extrañado hacia aquella persona...androide?Lo que fuese.

Yo solo quería comprobar unos informes para intentar hacérselos llegar al Teniente de algún modo, porque esa era otra...sin Thalos no tenía modo de contactar con ese tipo. Y con suerte después ir a dormir un rato antes de salir de nuevo a las calles.

Rena había estando esperando en todo momento... Sin intentar parecer humana en este momento, ya que estando en la base de la alianza humana no hay necesidad de eso, irónicamente.

Ahí todos saben quien es, o ya sin necesidad de suavizar las palabras, lo que es.

Tanto es así que incluso se acabaría llevando un par de miradas inevitables, las cuales ella comprendía, al final, los androides habían sido los principales protagonistas del reciente apocalipsis y la mayoría se habían ido a la ciudadela alpha con la confederación droide, así que es razonable que no confíen del todo en ella.

Pero todo eso estaba pasando a segundo plano muy rápidamente cuando vió a un humano que estaba llendo en dirección al despacho según calculaba por su trayectoria así que posó su mirada mecánica sobre este mismo, analizando cómo suele hacer con todas la cosas, hasta que le habló y ella dijo lo siguiente.

Se solicita permiso para informar sobre determinados acontecimientos de relevancia.

Fue su respuesta en la misma voz mecánica que siempre utiliza cuando no emula una personalidad, en parte para no dejar lugar a dudas de que es una androide y en parte para dar a entender lo que desea hacer en pocas palabras.

Tanto es así que incluso se pondría de pie de forma mecánica y eficiente, con sus sensores visuales enfocados completamente sobre el hermano Draven que podría llevarla al otro que era al que más estaba buscando...

Eso y cumplir con lo que el otro androide le indicó también iba a decirle que la ciudadela alpha era un sitio seguro, de las intenciones del nuevo S.A.M. que el mismo androide en algún punto le reveló, en realidad tenía muchas cosas de las que hablar antes de volver a su puesto desarrollando tecnologías.

Habían sido unos días de mierda. O una semana de mierda. Ya no tenía ni idea. No había manera de arreglar las cosas y el mundo seguía girando a toda velocidad a mi alrededor, no podía pararlo, ni bajarme, porque cuando lo hacía volver a subir era difilcil.

Llevaba el uniforme, pero a parte de los galones, nada diferente del uniforme de los soldados que patrullaban Londres. El otro, ese del día del discurso por el hospital...no me gustaba.

Sabía que tenía trabajo pendiente asi que con toda mi cara de mala hostia fui hacia el despacho con las esperanzas de leer informes o lo que fuera y ponerme al dia antes de empezar con las supervisiones y el entrenamiento. Quizá entre todo aquello encontrase alguna pista sobre Reed y su maestro. Si están operando cerca de Londres....

Al acercarme al despacho vi a Gelion hablando con una mujer peliblanca en bata de laboratorio. De desarrollo tecnológico?

Saludé a mi medio hermano con un gesto militar muy desganado, y luego miré a la mujer, haciendo un rápido análisis visual. Sí. Quizá no tan "mujer" como había pensado al principio?

- Supongo que si estás aquí es porque tienes un asunto a tratar con nosotros.