Recuerdo del primer mensaje :
En este lugar se encontraba la Antigua Torre de hechicería que desapareció misteriosamente absorbiéndose a si misma durante una batalla contra las tropas androides de SAM.
La cosa se estaba poniendo fea, literalmente, aparece un viejo que por lo visto Adra conoce (se pudre todo ._.) y apareció un Drow que aparentemente también puede manejar a las sombras pero.... las tiene como marionetas y eso me ponía furiosa. Pero de la nada (justo cuando Vor me dijo algo muy importante), algo me arrastra hacia las escaleras y me empieza a forcejear, pero apenas podía ver bien quien o que era hasta que al fijar bien mis ojos observo que la figura se va moldeando y aparece ante mis ojos aquella persona amo, hacía 5 años que no lo veía y ahora aparecía acá no les voy a mentir la verdad sonreí al verlo enfrente mio -¿C-como... has...?- mi voz se puso temblorosa al verlo hay a la persona que amo desde los 25 años. Era uno de los pocos que realmente fue bueno con migo, me había brindado protección una vez cuando me quisieron matar por mis alas (trafico de alas ) y desde ese entonces se convirtió en mi mejor amigo y casi se convirtió en mi pareja, pero por la locura que tenía por los demonios y las ansias de poder jamas pudimos estar juntos, el mismo me dijo que me alejara antes de que me lastimara y eso lo tuve que respetar y entender.
"Te extrañaba tanto...." fue uno de mis primeros pensamientos al verlo frente mio. Pero algo no estaba bien, se que Adra me estaba gritando algo pero no se el que, esta persona (o cosa) de la nada comienza a estrangularme de lastimarme de.... matarme (tras que no me han lastimado) y para mi desgracia me estaba lastimando contra la pared (no piensen mal ¬¬) a la vez que mi saco comenzaba a romperse cada vez más y más, osea mis alas obviamente estarán al descubierto. -E-el jamas..... me lastimaría....¡ÉL JAMAS ME HARÍA ESTO!- al darme cuenta de que era una ilusión mi voz paso de ser suave y dulce, cambio a gritos de dolor e ira, desapareciendo como pude y apareciendo en la entrada de la escalera y entonces al lado mio esta el Drow manejando a mis sombras y diciéndoles que soy una traidora de la luz y todas esas tonterías, por desgracia no estaba tranquila ya que al verlo y creerme la ilusión por unos minutos me altero mucho, no pude recuperar la conciencia de mi sombra y menos poder liberar la de Adra.
-Todos dicen las mismas tonterías- comencé a sacarme los pocos trozos que quedaban del saco y extender las alas -Nunca pude manejar bien la luz y gracias a la paz conocí a mi sombra, no se si lo sabes ignorante... pero ellos tienen libertad cuando muestran su conciencia- trate de mantener un tamaño bastante chico por el pasillo y me abalance sobre Izt dándole una patada en la cara -Ella siempre fue libre. Ella puede ir y venir cuando quiere, puede irse y dejarme si lo desea, siempre respete su decisión- me tome una pausa para tratar de calmarme pero no puedo -Ademas, ¿traidora de la luz? que estupidez- sonreí al tratar de verlo a los ojos pero la poca luz que entraba apenas me dejaba divisar una pequeña silueta que cuando estaba al lado mio era un poco mas fácil de ver, como no puedo trato de ver a mi sombra que me escucho por eso sentía como se ponía más loca por tratar de salir de su control pero no podía es más fuerte que yo y tiene mucho más conocimiento de seguro.
Como desearía estar tranquila para que las sombras me ayudaran...-Moriremos...- escuchaba los susurro de todas las sombras eso me ponía triste y furiosa a la vez, así que seguí peleando con Izt. -Lo siento- murmure por mi debilidad ante la situación, se que les estaba fallando a todos y más a mi compañera. Pero luego recordé que tengo cosas con migo, una piedra (Aguamarina Minoica, gracias papá) que cuando pude canalizar un poco de magia, cuando me aleje de Izt, me ayudo a estar un poco mas tranquila y un revolver que, gracias a Freiya, tengo para aturdir, pero hay gente con oídos sensibles y una niña la verdad que sería muy maldita al usarlo, así que lo dejo para después.
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Haber veamos....
Podré recuperar las sombras?
"Te extrañaba tanto...." fue uno de mis primeros pensamientos al verlo frente mio. Pero algo no estaba bien, se que Adra me estaba gritando algo pero no se el que, esta persona (o cosa) de la nada comienza a estrangularme de lastimarme de.... matarme (tras que no me han lastimado) y para mi desgracia me estaba lastimando contra la pared (no piensen mal ¬¬) a la vez que mi saco comenzaba a romperse cada vez más y más, osea mis alas obviamente estarán al descubierto. -E-el jamas..... me lastimaría....¡ÉL JAMAS ME HARÍA ESTO!- al darme cuenta de que era una ilusión mi voz paso de ser suave y dulce, cambio a gritos de dolor e ira, desapareciendo como pude y apareciendo en la entrada de la escalera y entonces al lado mio esta el Drow manejando a mis sombras y diciéndoles que soy una traidora de la luz y todas esas tonterías, por desgracia no estaba tranquila ya que al verlo y creerme la ilusión por unos minutos me altero mucho, no pude recuperar la conciencia de mi sombra y menos poder liberar la de Adra.
-Todos dicen las mismas tonterías- comencé a sacarme los pocos trozos que quedaban del saco y extender las alas -Nunca pude manejar bien la luz y gracias a la paz conocí a mi sombra, no se si lo sabes ignorante... pero ellos tienen libertad cuando muestran su conciencia- trate de mantener un tamaño bastante chico por el pasillo y me abalance sobre Izt dándole una patada en la cara -Ella siempre fue libre. Ella puede ir y venir cuando quiere, puede irse y dejarme si lo desea, siempre respete su decisión- me tome una pausa para tratar de calmarme pero no puedo -Ademas, ¿traidora de la luz? que estupidez- sonreí al tratar de verlo a los ojos pero la poca luz que entraba apenas me dejaba divisar una pequeña silueta que cuando estaba al lado mio era un poco mas fácil de ver, como no puedo trato de ver a mi sombra que me escucho por eso sentía como se ponía más loca por tratar de salir de su control pero no podía es más fuerte que yo y tiene mucho más conocimiento de seguro.
Como desearía estar tranquila para que las sombras me ayudaran...-Moriremos...- escuchaba los susurro de todas las sombras eso me ponía triste y furiosa a la vez, así que seguí peleando con Izt. -Lo siento- murmure por mi debilidad ante la situación, se que les estaba fallando a todos y más a mi compañera. Pero luego recordé que tengo cosas con migo, una piedra (Aguamarina Minoica, gracias papá) que cuando pude canalizar un poco de magia, cuando me aleje de Izt, me ayudo a estar un poco mas tranquila y un revolver que, gracias a Freiya, tengo para aturdir, pero hay gente con oídos sensibles y una niña la verdad que sería muy maldita al usarlo, así que lo dejo para después.
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Haber veamos....
Podré recuperar las sombras?
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El demonio con toda la soberbia que pudiese tener me comunica que hay demonios y nigromantes más poderosos que él en los pisos inferiores -... No me importa -murmuré en respuesta, si todos habéis seguido mis historias, notareis que ahora mismo no soy el mismo comediante chorra de antes, este no es el momento de soltar chorradas, chistes malos... solo soy una parodia pésima del típico vengador cliché que hay en toda historia que se precie... ¿y por qué no? éste siempre fue el mejor papel que sé interpretar chaval.
-Arder... ¿dices? -me reí... ¿tal vez sea la locura causada por mi ira y el demonio? -Idiota... tú siempre fuiste mi "presa" -fueron mis palabras al lograr con éxito mi ataque, no le había dado tiempo de reacción al demonio que se transformó en la peor persona que pudo escoger de entre los que conocí durante la vida que he llevado hasta ahora. A mi olfato llega un hedor proveniente de la herida que le acabo de hacer, de su sangre de color ébano pues es así la sangre demoníaca... oscura y maloliente.
Cuanto más observo al demonio transformado en Terumi, más aumenta mi ira y mi rabia, lo cual genera un handicap curioso en mi, el usar mi magia de manera más bruta hace que consuma más de lo normal mis reservas mágicas lo cual... no es bueno si ésto se convierte en un combate por desgaste pero... joder... quiero matarlo, destrozarlo, incinerarlo, desmembrarlo... noto en mi una obsesión insana, más que de costumbre. ¿Es así como realmente reaccionaría si me encontrase al verdadero ahora mismo? Da igual, no es momento de distraerse porque para cuando me doy cuenta, el "doble" del nigromante transforma uno de sus brazos en una cuchilla cuya trayectoria va hacia mi pecho, mi reacción es lenta pero sí que actúo a tiempo echándome hacia un lado y desviando su ataque con mi hoja, aunque las consecuencias de haberme distraido es el de tener mi costado izquierdo herido con un corte.
Escucho como me vacila, que como llevo el tema de asesinar nigromantes, que si no entiendo sus tareas y que tal le va a Kumatori... sigue enfureciéndome, desde luego he caído por completo en cada una de sus trampas y provocaciones, debo tratar de calmarme pero hay algo en ese demonio que no permite hacerlo... -¡DESAPARECE DE UNA VEZ! -le grité con furia, apartándome de él y lanzándole con mi mano libre cuchillas arrojadizas al rojo vivo y en llamas hacia el pecho, debo descubrir que poderes más tiene a parte de la transfiguración, lectura de mente y conversión en agua, aun lleno de rabia quedan pequeños resquicios de razonamiento.
-Arder... ¿dices? -me reí... ¿tal vez sea la locura causada por mi ira y el demonio? -Idiota... tú siempre fuiste mi "presa" -fueron mis palabras al lograr con éxito mi ataque, no le había dado tiempo de reacción al demonio que se transformó en la peor persona que pudo escoger de entre los que conocí durante la vida que he llevado hasta ahora. A mi olfato llega un hedor proveniente de la herida que le acabo de hacer, de su sangre de color ébano pues es así la sangre demoníaca... oscura y maloliente.
Cuanto más observo al demonio transformado en Terumi, más aumenta mi ira y mi rabia, lo cual genera un handicap curioso en mi, el usar mi magia de manera más bruta hace que consuma más de lo normal mis reservas mágicas lo cual... no es bueno si ésto se convierte en un combate por desgaste pero... joder... quiero matarlo, destrozarlo, incinerarlo, desmembrarlo... noto en mi una obsesión insana, más que de costumbre. ¿Es así como realmente reaccionaría si me encontrase al verdadero ahora mismo? Da igual, no es momento de distraerse porque para cuando me doy cuenta, el "doble" del nigromante transforma uno de sus brazos en una cuchilla cuya trayectoria va hacia mi pecho, mi reacción es lenta pero sí que actúo a tiempo echándome hacia un lado y desviando su ataque con mi hoja, aunque las consecuencias de haberme distraido es el de tener mi costado izquierdo herido con un corte.
Escucho como me vacila, que como llevo el tema de asesinar nigromantes, que si no entiendo sus tareas y que tal le va a Kumatori... sigue enfureciéndome, desde luego he caído por completo en cada una de sus trampas y provocaciones, debo tratar de calmarme pero hay algo en ese demonio que no permite hacerlo... -¡DESAPARECE DE UNA VEZ! -le grité con furia, apartándome de él y lanzándole con mi mano libre cuchillas arrojadizas al rojo vivo y en llamas hacia el pecho, debo descubrir que poderes más tiene a parte de la transfiguración, lectura de mente y conversión en agua, aun lleno de rabia quedan pequeños resquicios de razonamiento.
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-Pues por tu bien o el de tus amiguitos, debería.- No es que el demonio tuviera ganas de cobrar actitud maternal. Sencillamente, este estaba muy convencido de que la mejor estrategia era ir metiendo miedo, terror, que en todo momento pudieran estar expuestos a temibles peligros. Pero, de nuevo: Es necesario recordar que Veobahr no era el más inteligente de los demonios.
Y se reía de lo que él le había dicho: Que ardiera. No parecía lo más combinado para alguien que trabajaba con fuego, pero era lo que uno esperaba hacer en el infierno. Sin embargo la ira volvió a sí al decir que “él” era la presa. -¿Yo, la presa? ¿¡YO!?- La bestia sentía sus entrañas revolverse. No podía permitir que semejante cambio de papeles se diera. -No, vas muy errado. ¡VAS MUY ERRADO!
Esas palabras acompañaron al violento intento de atravesarlo de lado a lado. El golpe no acertó y no abrió sus tripas hasta desparramarlas por el suelo. Pero eso suponía un segundo corte para Kosuke y un paso más hacia la victoria. Dejó ir un grito de victoria mientras seguía concentrándose en que el asiático no pudiera pensar con coherencia, buscando provocar en él un descontrol absoluto, someter su mente a la más pura venganza.
Sonrió de oreja a oreja al escuchar su grito. Que lo dejara en paz. Había dado en el clavo. -¿Qué se siente, inútil? ¿Qué se siente al tener tan cerca a tu enemigo? ¡VENGANZA! Deja que crezca en tí, ¡DEJA QUE TE DOMINE!- Si se iba de aquel mundo habiendo sumido a alguien en la locura se daría también muy por satisfecho: Sabía largamente que el dolor que tal hecho provocaría sería largo, profundo y temible. Entre sus conocidos y sus amigos, y a sí mismo.
Dentro de su casa, modificar las personalidades de unos y otros era algo que les venía de natural. En el fondo, incluso al bestial monstruo, le agradaba la idea de corromper a unos u otros. Sin embargo las cuchillas le resultaron algo ineludibles: Pudo usar su arma para separar un par, pero otras quedaron profundamente clavadas en su carne. Momentáneamnente pasó de nuevo a su forma de agua, para evitar mayores quemaduras y quitarse las clavadas de encima. Para cuando regresó a la forma de Akira las heridas estaban ahí, aunque el propio calor las había sellado.
Se acercó a Kosuke a base de zancadas y sacó de su cuerpo los tentáculos que tenía con su forma natural, de la espalda. Estos fueron aumentando en tamaño constantemente, hasta poder lanzarlos contra el mago con la intención de agarrarlo, cogerlo y ahogarlo. Y mientras trataba de llevar a cabo esa arriesgada maniobra, algo más débil por sus heridas, iba concentrando otra magia, que dentro de poco iba a ser realidad...
Y se reía de lo que él le había dicho: Que ardiera. No parecía lo más combinado para alguien que trabajaba con fuego, pero era lo que uno esperaba hacer en el infierno. Sin embargo la ira volvió a sí al decir que “él” era la presa. -¿Yo, la presa? ¿¡YO!?- La bestia sentía sus entrañas revolverse. No podía permitir que semejante cambio de papeles se diera. -No, vas muy errado. ¡VAS MUY ERRADO!
Esas palabras acompañaron al violento intento de atravesarlo de lado a lado. El golpe no acertó y no abrió sus tripas hasta desparramarlas por el suelo. Pero eso suponía un segundo corte para Kosuke y un paso más hacia la victoria. Dejó ir un grito de victoria mientras seguía concentrándose en que el asiático no pudiera pensar con coherencia, buscando provocar en él un descontrol absoluto, someter su mente a la más pura venganza.
Sonrió de oreja a oreja al escuchar su grito. Que lo dejara en paz. Había dado en el clavo. -¿Qué se siente, inútil? ¿Qué se siente al tener tan cerca a tu enemigo? ¡VENGANZA! Deja que crezca en tí, ¡DEJA QUE TE DOMINE!- Si se iba de aquel mundo habiendo sumido a alguien en la locura se daría también muy por satisfecho: Sabía largamente que el dolor que tal hecho provocaría sería largo, profundo y temible. Entre sus conocidos y sus amigos, y a sí mismo.
Dentro de su casa, modificar las personalidades de unos y otros era algo que les venía de natural. En el fondo, incluso al bestial monstruo, le agradaba la idea de corromper a unos u otros. Sin embargo las cuchillas le resultaron algo ineludibles: Pudo usar su arma para separar un par, pero otras quedaron profundamente clavadas en su carne. Momentáneamnente pasó de nuevo a su forma de agua, para evitar mayores quemaduras y quitarse las clavadas de encima. Para cuando regresó a la forma de Akira las heridas estaban ahí, aunque el propio calor las había sellado.
Se acercó a Kosuke a base de zancadas y sacó de su cuerpo los tentáculos que tenía con su forma natural, de la espalda. Estos fueron aumentando en tamaño constantemente, hasta poder lanzarlos contra el mago con la intención de agarrarlo, cogerlo y ahogarlo. Y mientras trataba de llevar a cabo esa arriesgada maniobra, algo más débil por sus heridas, iba concentrando otra magia, que dentro de poco iba a ser realidad...
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Invocado por AkiraVaya vaya vaya... pues sí que le ha mosqueado eso de decirle que él es mi presa, como si tratase de corregirme, como si fuese un error, una blasfemia lo que dije -La jodiste en el momento en el que decidiste cabrearme.
El corte en el costado que recibí... el demonio lo celebra con un grito entusiasta... ¿tal vez por que poco a poco está logrando lo que busca? No lo sé... la ira cada vez es mayor a cada segundo que pasa, no logro pensar con total claridad, está corrompiéndome.
Observo la sonrisa que se dibuja en el rostro del "nigromante" cuando le grité que desapareciese de una vez, sigue hablando, insistiendo en el deseo de venganza, en que me deje llevar, en que deje que me domine. Venganza, odio, ira, son los únicos sentimientos que puedo sentir ahora mismo, ni si quiera ese instinto analítico puede aflorar en el estado en el que me encuentro ahora.
Las cuchillas que lancé... algunas no lograron llegar a su trayectoria al ser desviadas con el arma, pero otras sí lograron clavarse en su pecho profundamente, aunque se las quita de un modo peculiar, transformándose en agua para que cayeran al suelo y recuperando el aspecto de Terumi, mostrando las heridas provocadas aunque selladas por el alto calor a las que sometí las armas arrojadizas.
Mi mente seguía llena de pensamientos y sentimientos negativos, esto me está sobrepasando pues mis ganas de matarlo son intensas, si no logro calmarme inmediatamente para poder trazar un plan rápido me temo que éste podría ser el último día que viva en éste mundo, demostrando una vez más que la venganza solo te conduce a tu propia muerte, pero bueno... vamos a dejarnos de chorradas morales y concentrémonos en la pelea que estoy viviendo y que tal vez pueda ser la última si sigo iracundo.
El demonio avanza pegando zancadas hacia mi para atacarme, esperaba un ataque directo con su espada pero logra sorprenderme sacando unos... tentáculos malrolleros (vale, prometí que dejaría las cosas chorras porque estamos metidos en peleas un tanto serias, pero joder... ¿ÉSTE BICHO QUÉ QUIERE? ¿PROTAGONIZAR UN HENTAI DE TENTÁCULOS CON MI CULO? OH NO!).
Intento defenderme de los tentáculos cortándolos con mi hoja pero son demasiados para cortarlos todos -Mierd- -el demonio ha logrado atraparme, ahora no puedo moverme con toda la libertad que quisiera. Si quiero liberarme... deberé de recurrir a mi segundo elemento, característico de quienes nacimos con el elemento de fuego: electricidad, desgraciadamente, mi mente ahora mismo es incapaz de canalizar con totalidad dicha naturaleza debido a la ira.
El corte en el costado que recibí... el demonio lo celebra con un grito entusiasta... ¿tal vez por que poco a poco está logrando lo que busca? No lo sé... la ira cada vez es mayor a cada segundo que pasa, no logro pensar con total claridad, está corrompiéndome.
Observo la sonrisa que se dibuja en el rostro del "nigromante" cuando le grité que desapareciese de una vez, sigue hablando, insistiendo en el deseo de venganza, en que me deje llevar, en que deje que me domine. Venganza, odio, ira, son los únicos sentimientos que puedo sentir ahora mismo, ni si quiera ese instinto analítico puede aflorar en el estado en el que me encuentro ahora.
Las cuchillas que lancé... algunas no lograron llegar a su trayectoria al ser desviadas con el arma, pero otras sí lograron clavarse en su pecho profundamente, aunque se las quita de un modo peculiar, transformándose en agua para que cayeran al suelo y recuperando el aspecto de Terumi, mostrando las heridas provocadas aunque selladas por el alto calor a las que sometí las armas arrojadizas.
Mi mente seguía llena de pensamientos y sentimientos negativos, esto me está sobrepasando pues mis ganas de matarlo son intensas, si no logro calmarme inmediatamente para poder trazar un plan rápido me temo que éste podría ser el último día que viva en éste mundo, demostrando una vez más que la venganza solo te conduce a tu propia muerte, pero bueno... vamos a dejarnos de chorradas morales y concentrémonos en la pelea que estoy viviendo y que tal vez pueda ser la última si sigo iracundo.
El demonio avanza pegando zancadas hacia mi para atacarme, esperaba un ataque directo con su espada pero logra sorprenderme sacando unos... tentáculos malrolleros (vale, prometí que dejaría las cosas chorras porque estamos metidos en peleas un tanto serias, pero joder... ¿ÉSTE BICHO QUÉ QUIERE? ¿PROTAGONIZAR UN HENTAI DE TENTÁCULOS CON MI CULO? OH NO!).
- Pausa para pensamiento chorra:
Intento defenderme de los tentáculos cortándolos con mi hoja pero son demasiados para cortarlos todos -Mierd- -el demonio ha logrado atraparme, ahora no puedo moverme con toda la libertad que quisiera. Si quiero liberarme... deberé de recurrir a mi segundo elemento, característico de quienes nacimos con el elemento de fuego: electricidad, desgraciadamente, mi mente ahora mismo es incapaz de canalizar con totalidad dicha naturaleza debido a la ira.
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-Triunfé en el momento que logré enfadarte.- Solemne, simple, una sola frase, y mucha furia que provocar. Eso era todo lo que era aquella frase: Su orígen, lo que buscaba provocar. Y se concentraba en seguir manteniendo la furia de Kosuke por todo lo alto. Sabía que los golpes que recibiera serían mayores. Pero también sabía que no le importaba. Se retiraría, probablemente, si las cosas no salían bien.
A no ser que su propia rabia también lo cegara y le impidiera llevar a cabo el cometido de enloquecer al joven mago. Aunque por ahora tenía las de poder vencer en su cometido, el odio que destilaba la mirada del mago lo llenaba de seguridad. Quedó el demonio muy agusto con todo ello incluso con dos heridas sangrando y unas cuantas más provocadas por las cuchillas. En aquel cuerpo era débil, patético, pero los resultados que obtenía eran largamente interesantes.
Más se alegró al ver que cayó bajo su prisión. -¿Quién caza a quién?- Preguntó de forma retórica. Iba cortando algunos. Y eso dolía al demonio, pues eran parte de su cuerpo aún cuando pudiera modificar su apariencia. Eso provocó que los otros empezaran a apretar con más fuerza, no con intención de ahogarlo, si no aplastarlo hasta reventar algún órgano. Pero por supuesto tampoco iba a ser capaz de eso. No optó, sin embargo, por un asalto como el que pudiera pensar el japonés. Aunque tal vez, de ser el demonio cierto personaje, sí que hubiera recurrido a ello…
Sonrió sádicamente al escuchar la maldición escatológica de Kosuke. Con este ya bastante sometido a su fuerza, decidió atraerlo hacia así de una forma salvaje, rompiendo por completo con el intento de avivar las llamas y mantener la imagen. Solo en ese instante empezó a flojear su fuera para intensificar el deseo de venganza de Kosuke, a cambio de atraerlo brutalmente hacia mí. La imagen de Akira se tornó monstruosa: Sus manos se convirtieron en garras, su rostro se deformó en una terrible mandíbula, cuernos y un solo ojo floreció entre sus rasgos, dando a la imagen un aire grotesco, asqueroso…
Lanzó sus mandíbulas a dar una poderosa dentellada hacia la parte superior del brazo derecho, el mecánico, buscando arrancárselo de cuajo. Y con los tentáculos, junto con las ahora temibles garras, trataba de desgarrar su carne, en un intento salvaje y desde luego mucho menos frío que la inteligente actuación que había ido protagonizando.
A no ser que su propia rabia también lo cegara y le impidiera llevar a cabo el cometido de enloquecer al joven mago. Aunque por ahora tenía las de poder vencer en su cometido, el odio que destilaba la mirada del mago lo llenaba de seguridad. Quedó el demonio muy agusto con todo ello incluso con dos heridas sangrando y unas cuantas más provocadas por las cuchillas. En aquel cuerpo era débil, patético, pero los resultados que obtenía eran largamente interesantes.
Más se alegró al ver que cayó bajo su prisión. -¿Quién caza a quién?- Preguntó de forma retórica. Iba cortando algunos. Y eso dolía al demonio, pues eran parte de su cuerpo aún cuando pudiera modificar su apariencia. Eso provocó que los otros empezaran a apretar con más fuerza, no con intención de ahogarlo, si no aplastarlo hasta reventar algún órgano. Pero por supuesto tampoco iba a ser capaz de eso. No optó, sin embargo, por un asalto como el que pudiera pensar el japonés.
Sonrió sádicamente al escuchar la maldición escatológica de Kosuke. Con este ya bastante sometido a su fuerza, decidió atraerlo hacia así de una forma salvaje, rompiendo por completo con el intento de avivar las llamas y mantener la imagen. Solo en ese instante empezó a flojear su fuera para intensificar el deseo de venganza de Kosuke, a cambio de atraerlo brutalmente hacia mí. La imagen de Akira se tornó monstruosa: Sus manos se convirtieron en garras, su rostro se deformó en una terrible mandíbula, cuernos y un solo ojo floreció entre sus rasgos, dando a la imagen un aire grotesco, asqueroso…
Lanzó sus mandíbulas a dar una poderosa dentellada hacia la parte superior del brazo derecho, el mecánico, buscando arrancárselo de cuajo. Y con los tentáculos, junto con las ahora temibles garras, trataba de desgarrar su carne, en un intento salvaje y desde luego mucho menos frío que la inteligente actuación que había ido protagonizando.
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Invocado por AkiraY con eso... lo dijo todo, su plan consistía en enfadarme en hacer aflorar mi odio, en sacar a relucir mi ira mediante mis recuerdos, y lo consiguió, acabé en su terreno.
El tipo se alegra de haber logrado atraparme, incluso hace una pequeña pregunta en plan "lo siento pero te he cazado yo", el dolor comenzó a surgir no solo de mis heridas nuevamente, sino porque al haberle cortado algunos tentáculos comenzó a apretar, el cabrón podría haberme destrozado cualquier órgano y matarme ahora mismo, pero no... no lo hizo... aun quiere jugar conmigo, con mi cabeza, hijo de perra... no va a quedarse satisfecho.
Sonríe con malicia, como si hubiese logrado su objetivo de amedrentarme, de poder tener la oportunidad de despedazarme, ese es su siguiente movimiento al atraerme hacia él con fuerza. Durante ese tirón, noto que mi mente ya no está tan enfocada en la venganza, no noto el fervor y la ira tan intensas de antes, ésta... ésta es mi oportunidad.
El demonio poco a poco va deformando la imagen de Terumi, volviéndolo algo más espantoso, algo más a parecido a la forma original del bichejo éste tentaculoso y violador. Al momento de pegarme un bonito "chupetón" en mi lado derecho y de querer destriparme con sus garras, decido usar mi segundo elemento, le pego una poderosa descarga eléctrica con todo mi cuerpo, debí haber transmitido al menos 1337 voltios a su cuerpo demoníaco, potencia tal vez suficiente como para dejarlo aturdido un rato. Me libero de sus ataduras pues éste es el momento de contraatacar ahora que mi mente está despejada.
-Ya te lo dije... la cagaste en el momento en el que decidiste ponerme de mala hostia, ahora ya lo sé... "todo" de ti -con todo me refería a los poderes mostrados hasta ahora: transfiguración, agua, fuerza bruta, tentáculos, cuchillas, lectura de mente y... control de emociones. -Creo que también te dije que tú eres mi presa -ahora voy a provocarlo yo, veamos como se comporta, aun me duelen los cortes y el estrujamiento que me ha hecho antes, pero para vacilarle un poco más, me llevo la mano izquierda al cuello y lo muevo de lateral a lateral, escuchándose el crujido y los iris de mis ojos se encienden de rojo nuevamente -Veamos... en todo lo que llevamos de hostias... ¿todo lo que has sabido hacerme es darme un abrazo de buenos amigos y un par de rasguños? Creía que los demonios os lo sabíais montar... -llevo la katana hacia mi mano izquierda y procedo a propinar un puño explosivo al pecho, con el objetivo de apartarlo de mi unos metros -¡MEJOR! -pero buenamente se... que los demonios son más resistentes respecto a todas las criaturas que existen, dudo mucho que una explosión lo mate, la próxima hostia va a ir en la jeta, a ver si lo dejo guapo.
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Probabilidad de aturdimiento: Éxito
El tipo se alegra de haber logrado atraparme, incluso hace una pequeña pregunta en plan "lo siento pero te he cazado yo", el dolor comenzó a surgir no solo de mis heridas nuevamente, sino porque al haberle cortado algunos tentáculos comenzó a apretar, el cabrón podría haberme destrozado cualquier órgano y matarme ahora mismo, pero no... no lo hizo... aun quiere jugar conmigo, con mi cabeza, hijo de perra... no va a quedarse satisfecho.
Sonríe con malicia, como si hubiese logrado su objetivo de amedrentarme, de poder tener la oportunidad de despedazarme, ese es su siguiente movimiento al atraerme hacia él con fuerza. Durante ese tirón, noto que mi mente ya no está tan enfocada en la venganza, no noto el fervor y la ira tan intensas de antes, ésta... ésta es mi oportunidad.
El demonio poco a poco va deformando la imagen de Terumi, volviéndolo algo más espantoso, algo más a parecido a la forma original del bichejo éste tentaculoso y violador. Al momento de pegarme un bonito "chupetón" en mi lado derecho y de querer destriparme con sus garras, decido usar mi segundo elemento, le pego una poderosa descarga eléctrica con todo mi cuerpo, debí haber transmitido al menos 1337 voltios a su cuerpo demoníaco, potencia tal vez suficiente como para dejarlo aturdido un rato. Me libero de sus ataduras pues éste es el momento de contraatacar ahora que mi mente está despejada.
- Ahora es mi momento:
-Ya te lo dije... la cagaste en el momento en el que decidiste ponerme de mala hostia, ahora ya lo sé... "todo" de ti -con todo me refería a los poderes mostrados hasta ahora: transfiguración, agua, fuerza bruta, tentáculos, cuchillas, lectura de mente y... control de emociones. -Creo que también te dije que tú eres mi presa -ahora voy a provocarlo yo, veamos como se comporta, aun me duelen los cortes y el estrujamiento que me ha hecho antes, pero para vacilarle un poco más, me llevo la mano izquierda al cuello y lo muevo de lateral a lateral, escuchándose el crujido y los iris de mis ojos se encienden de rojo nuevamente -Veamos... en todo lo que llevamos de hostias... ¿todo lo que has sabido hacerme es darme un abrazo de buenos amigos y un par de rasguños? Creía que los demonios os lo sabíais montar... -llevo la katana hacia mi mano izquierda y procedo a propinar un puño explosivo al pecho, con el objetivo de apartarlo de mi unos metros -¡MEJOR! -pero buenamente se... que los demonios son más resistentes respecto a todas las criaturas que existen, dudo mucho que una explosión lo mate, la próxima hostia va a ir en la jeta, a ver si lo dejo guapo.
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Probabilidad de aturdimiento: Éxito
- YES!:
- YES! 2:
- SIIIIIIIIIIIIIUUUUUUUUUUU:
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El miembro 'Kosuke Zekerasu' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Consigo liberar al manco número 2 del agarre del demonio pero sirve de poco cuando una extraña masa oscura, muy oscura, lo rodea por completo intentando asfixiarlo nuevamente. "Menuda manía con dejar a la gente sin aire, ¿no tenéis mejores ideas?" Al parecer no, y la cosa se pone fea cuando aparece un viejo como una pasa conocido del Soul, y se lanza directo a por mí. Yo estoy un poco distraída entre él y el otro drow que por fin se deja ver, controlando esa negrura y, ¡anda! las sombras de la peliazul. "¿Pero qué mierda de nigromante lucha con sombrillas robadas? Vaya pajo, y mira que tiene una buena guadaña. ¿Es que no te han enseñado a usarla? Pff, vaya nigromante más chusto".
Puede que me pase un poco con él pero por favor, hasta el viejo sabía hacer las cosas mejor, como compruebo cuando de repente siento su mano clavada en mi brazo y sus ojos buscando por mi nombre.
-¿Qué haces…?
Tarde, es fuerte, no tanto como aquel que me aprisionó pero suficiente para someter mi voluntad un tiempo, mi cuerpo humano que se debilita, mientras Pam y yo gritamos en nuestra mente por liberarnos.
Moth se interpone atacando al nigromante con sus garritas, lo que me pone más nerviosa aún porque está demasiado cerca. Entonces nuestro drow, el bueno vaya, acude al rescate intentando controlar la mente del viejo para que libere la mía. Por eso y por lo que ha hecho por nosotras me duele terriblemente cuando mi cuerpo se mueve hasta él y lo golpea de una patada en el costado intentando romper su contacto con el nigromante. Probablemente sea el único al que le tengo algo de aprecio en este grupito curioso, pero no puedo ayudarlo ahora, solo miro al viejo con los ojos rojos llenos de ira y el cuerpo en tensión por el esfuerzo de revolverme contra su control.
Puede que me pase un poco con él pero por favor, hasta el viejo sabía hacer las cosas mejor, como compruebo cuando de repente siento su mano clavada en mi brazo y sus ojos buscando por mi nombre.
-¿Qué haces…?
Tarde, es fuerte, no tanto como aquel que me aprisionó pero suficiente para someter mi voluntad un tiempo, mi cuerpo humano que se debilita, mientras Pam y yo gritamos en nuestra mente por liberarnos.
Moth se interpone atacando al nigromante con sus garritas, lo que me pone más nerviosa aún porque está demasiado cerca. Entonces nuestro drow, el bueno vaya, acude al rescate intentando controlar la mente del viejo para que libere la mía. Por eso y por lo que ha hecho por nosotras me duele terriblemente cuando mi cuerpo se mueve hasta él y lo golpea de una patada en el costado intentando romper su contacto con el nigromante. Probablemente sea el único al que le tengo algo de aprecio en este grupito curioso, pero no puedo ayudarlo ahora, solo miro al viejo con los ojos rojos llenos de ira y el cuerpo en tensión por el esfuerzo de revolverme contra su control.
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Seguía apretando con toda la fuerza que era posible para su ya varias veces herido cuerpo. Pero cometió un gravísimo error al dejar a Kosuke pensar por si mismo, y muy probablemente, esto fue su condena. Que el asiático pudiera pensar con libertad se pudo traducir en una descarga eléctrica justo antes de poder realizar su mordisco y desgarrar su cuerpo. Aún luchó con toda su fuerza para al menos completar una de las dos acciones, con la esperanza de poder bañarse en sangre.
Y su mandíbula pronto pudo saborear aquel metálico sabor: Se bañó en ella, empezó a descender de su rostro en carmesíes riachuelos, y saboreó cada instante como el mayor de los placeres, abandonado a su furia. Pero el calambrazo dejaba su cuerpo demasiado incapacitado. Quedó con la miel en los labios: Incapaz de poder acabar su sangrienta tarea.
Los siguientes comentarios de Kosuke lograron provocar aún más furia en la bestia, que se manifestaba ya en el aterrador aspecto que había adquirido, en un horror del más primitivo. -¡TE DAREMOS CAZA!- ¿Se había rendido el demonio al admitir que no podría vencerle por si mismo? Se regodeaba Kosuke de lo poco que le había hecho. Y el demonio se abandonaba a la furia, a la ansia asesina, a su ser primordial.
-¡Pienso comer de tus entrañas, inútil! ¡Haré un festín con tu cuerpo!- Insistía la bestia. La explosión, desde luego, le sentó mal. Salió disparado hacia atrás y aún demasiado adormecido su cuerpo como para poder responder. Pero algo se revolvía en el aire, como si la magia que antes hubiera planeado, ahora siguiera su curso. Se concentraba en algo desde su miserable posición. Con un cuerpo que dejaba ya de ser humano.
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Invocado por AkiraQue me darían caza... eso fue lo que respondió el demonio con mi sangre en sus fauces, ya no posee la forma de Terumi, sino la suya, la original, maldiciéndome y furioso -Pues dadme caza, aquí os esperaré para mandaros de vuelta a casa, pero el viaje de vuelta... jeh... no os puedo prometer que el viaje sea agradable -ahora te voy a devolver la jugada, sí, ésta vez serás tú el que esté muy cabreado y veo que lo he conseguido y en menos tiempo que él, patético.
Aun noto el dolor en mi hombro derecho causada por el mordisco que recibí antes de soltarme, un poco más y me abre como una lata de conservas, debo intentar que no me dañe mucho más o lo pasaré realmente mal si me meto de golpe en más peleas, no será para nada bueno para mí, desde luego.
El bicho está paralizada y lo observo detenidamente, aquella aberrante forma... aunque empiezo a ver algo raro en él por un momento, como... magia fluir por él... bah, deben ser alucinaciones... ¿tal vez el causadas por el sangrado? ¿O bien por un posible veneno que pudiese haberme puesto? Voy a aprovechar el momento en el que está aturdido para planear mi próxima ofensiva, canalizando un poco más de magia en mi brazo, ésta vez para cambiar la naturaleza de algunas de mis balas, escucho como suena el girar del mecanismo del tambor de mi brazo para escoger las balas adecuadas, eligiendo nuevamente el elemento eléctrico para mi próximo ataque.
Me acerco, pero procurando no entrar demasiado en el rango que posiblemente pudiese tener el demonio y para aumentar el rango de ataque de mis balas, en su día le dije a Aikawa-sensei que aumentase la potencia de disparo del MK-Magnum, pero que por ahora como estaba en testeo, se quedaría en unos 35 metros apróximadamente. Mientras disparo un par de balas eléctricas perforantes, preparo magia de teletransporte, solo por si las moscas -Mejor tragas plomo, creo que mi carne te va a pegar un apretón tan curioso que no saldrás del cuarto de baño infernal en por lo menos 50 siglos.
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Par = Fuego
Impar = Electricidad
Aun noto el dolor en mi hombro derecho causada por el mordisco que recibí antes de soltarme, un poco más y me abre como una lata de conservas, debo intentar que no me dañe mucho más o lo pasaré realmente mal si me meto de golpe en más peleas, no será para nada bueno para mí, desde luego.
El bicho está paralizada y lo observo detenidamente, aquella aberrante forma... aunque empiezo a ver algo raro en él por un momento, como... magia fluir por él... bah, deben ser alucinaciones... ¿tal vez el causadas por el sangrado? ¿O bien por un posible veneno que pudiese haberme puesto? Voy a aprovechar el momento en el que está aturdido para planear mi próxima ofensiva, canalizando un poco más de magia en mi brazo, ésta vez para cambiar la naturaleza de algunas de mis balas, escucho como suena el girar del mecanismo del tambor de mi brazo para escoger las balas adecuadas, eligiendo nuevamente el elemento eléctrico para mi próximo ataque.
Me acerco, pero procurando no entrar demasiado en el rango que posiblemente pudiese tener el demonio y para aumentar el rango de ataque de mis balas, en su día le dije a Aikawa-sensei que aumentase la potencia de disparo del MK-Magnum, pero que por ahora como estaba en testeo, se quedaría en unos 35 metros apróximadamente. Mientras disparo un par de balas eléctricas perforantes, preparo magia de teletransporte, solo por si las moscas -Mejor tragas plomo, creo que mi carne te va a pegar un apretón tan curioso que no saldrás del cuarto de baño infernal en por lo menos 50 siglos.
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El miembro 'Kosuke Zekerasu' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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-¿Nunca te han dicho que te repites más que un disco rallado?- Al demonio se le habían ido todas las ganas de responder chulerías diversas. Aparentemente ya no iba a dar abundante dialogo al nigromante. Hablaba ya con su voz monstruosa, medianamente atragantada por la sangre. Su forma era algo distinta a la original: No había acabado de abandonar aún la de Terumi y las facciones del rostro, poco a poco, se iban deformando para adaptarse a las originales. Pero aún tenía cierto punto humano, lo cual hacía la visión de lo más terrible.
Aún paralizado escuchó las balas que iba preparando el insolente mago. Y sabiendo a qué se enfrentaría empezó a luchar contra la parálisis, que poco a poco, le permitía moverse. Se fue acercando a él. La bestia no estaba dispuesta a quedarse inmóvil ante aquello. Y fueron dos disparos. Nuevamente intentó utilizar el truco de transformarse en agua para evitar el daño: Pero solo consiguió evadir una así, y la otra, le dio de pleno en uno de los brazos. No había sido lo suficientemente veloz aún habiendo sentido el sonido de cómo Kosuke preparaba los disparos.
Otra provocación por parte del humano. Poco le importaba ya seguir respondiendo aquellas tonterías. Golpeó el suelo con un pie y entonces algo empezó a caer del techo. Pequeñas gotas de agua. Y cada vez más, todas, formando una esfera de considerable tamaño del líquido. El demonio había pasado mucho tiempo tratando de concentrar toda la humedad a su alcance y conseguir una buena cantidad de agua. Pero sabía demasiado bien que esta no le resultaría excesivamente util si no…
Se transformó en otra figura familiar para Kosuke: La elfa a la cual este había compartido alguna que otra palabra de amor. La figura, pero, tenía heridas visibles. Al demonio le asqueaba usar una técnica digna de un súcubo, pero como corruptor, aún podía recurrir a ello. Más tranquilo, volvió a usar la magia. Esta vez quería aumentar su añoranza, pero no de venganza: Si no la de amor. -¡Onii-chan!- La parodia que hacía la bestia de la elfa era palpable. -¡Estoy malherida! ¡Por favor, haz algo…!- Y lo cierto es que las heridas del demonio eran aún visibles en esa nueva forma. Tan concentrado como estaba en provocar obsesión a Kosuke, la esfera de agua cayó al suelo y bañó todo el suelo, perdiendo de repente toda su importancia.
Aún paralizado escuchó las balas que iba preparando el insolente mago. Y sabiendo a qué se enfrentaría empezó a luchar contra la parálisis, que poco a poco, le permitía moverse. Se fue acercando a él. La bestia no estaba dispuesta a quedarse inmóvil ante aquello. Y fueron dos disparos. Nuevamente intentó utilizar el truco de transformarse en agua para evitar el daño: Pero solo consiguió evadir una así, y la otra, le dio de pleno en uno de los brazos. No había sido lo suficientemente veloz aún habiendo sentido el sonido de cómo Kosuke preparaba los disparos.
Otra provocación por parte del humano. Poco le importaba ya seguir respondiendo aquellas tonterías. Golpeó el suelo con un pie y entonces algo empezó a caer del techo. Pequeñas gotas de agua. Y cada vez más, todas, formando una esfera de considerable tamaño del líquido. El demonio había pasado mucho tiempo tratando de concentrar toda la humedad a su alcance y conseguir una buena cantidad de agua. Pero sabía demasiado bien que esta no le resultaría excesivamente util si no…
Se transformó en otra figura familiar para Kosuke: La elfa a la cual este había compartido alguna que otra palabra de amor. La figura, pero, tenía heridas visibles. Al demonio le asqueaba usar una técnica digna de un súcubo, pero como corruptor, aún podía recurrir a ello. Más tranquilo, volvió a usar la magia. Esta vez quería aumentar su añoranza, pero no de venganza: Si no la de amor. -¡Onii-chan!- La parodia que hacía la bestia de la elfa era palpable. -¡Estoy malherida! ¡Por favor, haz algo…!- Y lo cierto es que las heridas del demonio eran aún visibles en esa nueva forma. Tan concentrado como estaba en provocar obsesión a Kosuke, la esfera de agua cayó al suelo y bañó todo el suelo, perdiendo de repente toda su importancia.
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Invocado por AkiraFistandantilus
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No soy el único que ha decidido usar a una de las intrusas contra sus compañeros, ya que el drow trata de hacer lo propio con las sombras que maneja la mujer peliazul. Si tiene éxito seremos 4 contra el resto, en lugar de ser dos, como somos ahora. Los perezosos nigromantes que dejamos abajo no han hecho acto de presencia, tampoco Khaled y su extraña acompañante. Y de lo que menos ganas tengo ahora es de atender las estupideces de un grupo que ha decidido colarse donde no le llaman, atrasando nuestros planes, haciendo que perdamos el tiempo.
- Llévalos abajo, Iltz - ordeno al cojo para que no se deje liar por la pelea, no hay que darles opción a seguir importunando. - Arrástralos si es necesario...Y que se muevan los otros, no han venido aquí quedarse como pasmarotes. - mientras le digo esto no aparto la mirada de Pamela, asegurándome de completar mi invocación demoníaca sobre ella. Podría decirse que está prácticamente completada puesto que he captado su esencia de demonio, conozco su nombre, pero no el que pronunciamos con nuestras vulgares palabras, sino el de verdad. Una mocosa impertinente me interrumpe de repente, usando una extraña habilidad para herirme en el brazo que no está sujetando a la mujer. El ataque no tiene defensa posible ni me da mucha opción, al no haber reparado lo más mínimo en las posibilidades de ataque de esa pequeña alimañana. Dirijo un golpe hacia la cabeza de la niña con mi pesada vara de mago, en una rápida reacción de ira y desprecio ante el ataque de la criatura. Ojalá se la reviente, es el primer pensamiento que se me cruza tras ver que me ha hecho sangrar. Tengo que soltar a Pamela para agarrar ahora el bastón con mi brazo no herido, que se resiente tras la descarga de energía con la que golpeo a la cría.
Poco más puedo hacer a partir de ese momento, puesto que otro mocoso, drow en este caso, decide intervenir utilizando su poder mental. Supongo que debe ser bastante poderoso y habrá entrenado durante mucho tiempo para poder entrar en la mente de un experimentado nigromante así sin demasiada complicación, dando órdenes de liberar a Pamela y obedecerle.
"Al infierno con tus órdenes, me voy a asegurar de que todos sufran lo que no está escrito"
Pienso con un inmenso sentimiento de repugnancia hacia el ser que ha osado venir aquí a imponer órdenes mentales a otros, como si tuviese el más mínimo derecho a pedirme cosas en mi casa. No es la voluntad fuerte del demonio lo que me hace liberarla, sino la interrupción del maldito entrometido. Trato de resistirme un poco, pero finalmente acabo pronunciando las palabras adecuadas para liberar al demonio, que tan escasa actuación ha tenido. A partir de ahí me quedo quieto como un si estuviese fosilizado, a la espera de las órdenes del susodicho.
- Llévalos abajo, Iltz - ordeno al cojo para que no se deje liar por la pelea, no hay que darles opción a seguir importunando. - Arrástralos si es necesario...Y que se muevan los otros, no han venido aquí quedarse como pasmarotes. - mientras le digo esto no aparto la mirada de Pamela, asegurándome de completar mi invocación demoníaca sobre ella. Podría decirse que está prácticamente completada puesto que he captado su esencia de demonio, conozco su nombre, pero no el que pronunciamos con nuestras vulgares palabras, sino el de verdad. Una mocosa impertinente me interrumpe de repente, usando una extraña habilidad para herirme en el brazo que no está sujetando a la mujer. El ataque no tiene defensa posible ni me da mucha opción, al no haber reparado lo más mínimo en las posibilidades de ataque de esa pequeña alimañana. Dirijo un golpe hacia la cabeza de la niña con mi pesada vara de mago, en una rápida reacción de ira y desprecio ante el ataque de la criatura. Ojalá se la reviente, es el primer pensamiento que se me cruza tras ver que me ha hecho sangrar. Tengo que soltar a Pamela para agarrar ahora el bastón con mi brazo no herido, que se resiente tras la descarga de energía con la que golpeo a la cría.
Poco más puedo hacer a partir de ese momento, puesto que otro mocoso, drow en este caso, decide intervenir utilizando su poder mental. Supongo que debe ser bastante poderoso y habrá entrenado durante mucho tiempo para poder entrar en la mente de un experimentado nigromante así sin demasiada complicación, dando órdenes de liberar a Pamela y obedecerle.
"Al infierno con tus órdenes, me voy a asegurar de que todos sufran lo que no está escrito"
Pienso con un inmenso sentimiento de repugnancia hacia el ser que ha osado venir aquí a imponer órdenes mentales a otros, como si tuviese el más mínimo derecho a pedirme cosas en mi casa. No es la voluntad fuerte del demonio lo que me hace liberarla, sino la interrupción del maldito entrometido. Trato de resistirme un poco, pero finalmente acabo pronunciando las palabras adecuadas para liberar al demonio, que tan escasa actuación ha tenido. A partir de ahí me quedo quieto como un si estuviese fosilizado, a la espera de las órdenes del susodicho.
-Haces que suene más fácil de lo que es, Fistán. Excepto por el nombre. Es I-L-Z-T. - Contundente pero claro. Más nervioso que antes, sabía que estaba expuesto y en peligro. -Ya sabía yo que aquel demonio era poco más que un perro con demasiado ego.- Eso me lo guardé para mi. Pues era larga la pérdida de tiempo que podría ocasionar soltar más sapos por la boca, más en aquella situación.
Resumenes, Anzus. Resumenes. Contextos. Siempre que contaba historias me decías que no sabía dar contexto, que siempre me comía aquello. Y me preguntabas “¿No será que tienes hambre?”, y me metías pan de seta en la boca antes de poder protestar. Pues demos contextos, ¡Todo el mundo quiere contextos! La habíamos liado entre un poco y demasiado. Por una parte el dúo dinámico niña y rubia habían quedado divididos por el control de Fistandantilus. Y este se había comido una buena ostia por las manitas de cristal de la joven niñata. Ouch.
Por otra parte los otros seguían ahí cada uno con sus demonios personales. No pienso disculparme por ese chiste. El… el elfo rosa había crucificado una de las sombras a la pared. Y hacía algo. No me preguntes el qué. Y teníamos la niña peliazul gritando algo porque mi querido Magistelo estaba, desde luego, acosandola sin tregua. Lo habría confundido con algún pendejo de cualquier naturaleza que le hubiera hecho de rollo veraniego. Lo típico. Yo lo único que veía en su lugar, Anzus, era tu imagen. Y prefería no verla. La otra sombra, inútil ella, tuvo la gracia de empujarme al lado un manco. ¿Que cómo sabía que era manco? No tardó en demostrármelo. -A ver, todo esto es un malentendido, no tenemos que matarnos, ¿Sabes? No…
Vaya que no. Poco simpático el chaval. No tuvo encima la suerte de aterrizar a mi lado y encontrarme así, si no que siquiera agradeció nada y me estampó de buenas a primeras un puñetazo. Y duele, y duele… El dolor me devolvió de pleno a la realidad. Aunque a la vez empezaba a pensar en el pasado. Frases breves que se iban cruzando… No, ¡No me mates, joder! ¡No, aún no! ¡Tengo mucho que hacer! ¡Tengo muerte que matar! ¡Tengo…! Puñetazo. Un puñetazo en la cara que me empujó algún que otro escalón hacia arriba. Y entonces, por segunda vez en mi vida, supe que me había metido en un buen lío.
La otra vez fue similar. Un matón cualquiera. Escaleras. Muchos menos años. Y me golpeó en la cara con un puñetazo, una y otra vez y dolió y dolió y llamé a mi hermano por piedad, y ahora, la única palabra que salió de mi boca fue -Anzus, no, no dejes que me mate, no…- quizás porque fuiste lo más similar a mi hermano mayor que se me pasó por la cabeza. Si me escucharas… Pero por supuesto, tu no estabas allí. Estábamos aquel impertinente y yo en unas escaleras de una torre retorcida y oscura. No iba a dejar que me volvieran a humillar. No de nuevo.
Zarzas y tentáculos salieron como una presa liberada del brazo derecho: Furiosos, desencadenados, libres. Con formas puntiagudas y firmes se dirigieron Adramelech, buscando atravesarlo, desangrarlo allí mismo. Y lo atraje hacia mí, cuerpo con cuerpo. Con sangre saliendo de cualquier lado de mi rostro lo miré, el rostro desfigurado por el dolor y los recuerdos de un pasado no zanjado. -¿CREES QUE TENÍA OTRA OPCIÓN? ¡NO QUERÍA HACER ESTO! Y mírate, ¡MÍRAME!- Como una bestia descontrolada busqué su carne. Haciendo fuerza con la oscuridad que venía de mi propio cuerpo traté de inmovilizarlo para poder buscar su cuello y morderle. Dientes en carne, a la forma de los vampiros. Buscando más sangre y más desangre.
Mis mordisquitos se vieron interrumpidos por otra patada en la cara. La inútil y chillona y niñata alada. Y dolió, Anzus. Dolió como duelen todas las cosas. Y tan poco físico yo empezaba a ver mal, marearme, todo dolía, todo agonizaba, todo moría. Entonces a cuento de pocas cosas la alada empezó a contarme su vida. Inútil sin luz, que había tocado las sombras por su manquez. Me alejé poco a poco mientras perdía tiempo hablando como si estuviéramos en un anime de poca monta. No iba a ser el villano que se quedara a escuchar todo el discurso. Tengo algo más de clase. -Las sombras nacen de la oscuridad y yo he nacido EN la oscuridad, todo negro, ¿Sabes? El elfo oscuro nace y muere en la negrura, pocos son los que se exponen a vuestra sucia luz. Todo es negro allí abajo. ¿Qué me ha de enseñar una que ha pasado la gestación en un asqueroso útero-huevo lumínico?
Y por alguna maldita razón Fistandantilus estaba liberando la demonio. Y el otro elfo se había comido una patada. O algo así. -Perfecto. Yo contra el mundo.- Mascullé mentalmente. No era un hombre de burdas peleas en pasillos negruzcos. No era mi estilo. -¡MAGISTELO! ¡Al manco!- Había probado de primer plato mano mecánica. Y me sangraba la boca. ¿Había perdido algún diente? -¡Sombras! ¡Desgarrad a vuestra puta dueña!- Y mi pequeño ejército de sirvientes vino. No sé si la sombra crucificada se pudo liberar. La otra sí. Se arrojó contra Bastet y yo disfruté el espectáculo como un niño en la feria. El demonio también acudió, aunque ahora su ilusión ya no funcionaba. Perdía sangre por una herida pasada. Y ahora proyectaba a todos la imagen que yo veía: Un elfo oscuro bien potente, azulado, escaso de ropa y con unos ojitos del color de las violetas.
Magistelo se estaba riendo en mi cara. Prácticamente no podía quitarle los ojos de encima. ¿Quería ligue conmigo? Casi iba a conseguirlo. Aprovechando que debían estar entretenidos con sus sombritas y sus demonios di media vuelta y, levitando como todo buen elfo oscuro, descendí rápidamente las escaleras, refugiándome en la más absoluta oscuridad y siendo abrazado por las sombras. Esperaba ganar suficiente tiempo como para poder recomponerme. El destino del viejo me importaba más bien poco, más cuando sentí una voz distante decirme algo como -Recuerda, Arken’rret, que ni la victoria, ni la derrota, ni el poder ni la gloria han de sobreponerse al bien más preciado que tienes: Tu vida.- Era Vlosinssrigg. Hablando por primera vez en su vida. Entré por una puerta cualquiera y me escondí en la más absoluta negrura, esperando que se ciñeran con el viejo y me dejaran en paz, al menos, hasta que llegaran refuerzos. Necesitaba encontrar a mi ruso.
Resumenes, Anzus. Resumenes. Contextos. Siempre que contaba historias me decías que no sabía dar contexto, que siempre me comía aquello. Y me preguntabas “¿No será que tienes hambre?”, y me metías pan de seta en la boca antes de poder protestar. Pues demos contextos, ¡Todo el mundo quiere contextos! La habíamos liado entre un poco y demasiado. Por una parte el dúo dinámico niña y rubia habían quedado divididos por el control de Fistandantilus. Y este se había comido una buena ostia por las manitas de cristal de la joven niñata. Ouch.
Por otra parte los otros seguían ahí cada uno con sus demonios personales. No pienso disculparme por ese chiste. El… el elfo rosa había crucificado una de las sombras a la pared. Y hacía algo. No me preguntes el qué. Y teníamos la niña peliazul gritando algo porque mi querido Magistelo estaba, desde luego, acosandola sin tregua. Lo habría confundido con algún pendejo de cualquier naturaleza que le hubiera hecho de rollo veraniego. Lo típico. Yo lo único que veía en su lugar, Anzus, era tu imagen. Y prefería no verla. La otra sombra, inútil ella, tuvo la gracia de empujarme al lado un manco. ¿Que cómo sabía que era manco? No tardó en demostrármelo. -A ver, todo esto es un malentendido, no tenemos que matarnos, ¿Sabes? No…
Vaya que no. Poco simpático el chaval. No tuvo encima la suerte de aterrizar a mi lado y encontrarme así, si no que siquiera agradeció nada y me estampó de buenas a primeras un puñetazo. Y duele, y duele… El dolor me devolvió de pleno a la realidad. Aunque a la vez empezaba a pensar en el pasado. Frases breves que se iban cruzando… No, ¡No me mates, joder! ¡No, aún no! ¡Tengo mucho que hacer! ¡Tengo muerte que matar! ¡Tengo…! Puñetazo. Un puñetazo en la cara que me empujó algún que otro escalón hacia arriba. Y entonces, por segunda vez en mi vida, supe que me había metido en un buen lío.
La otra vez fue similar. Un matón cualquiera. Escaleras. Muchos menos años. Y me golpeó en la cara con un puñetazo, una y otra vez y dolió y dolió y llamé a mi hermano por piedad, y ahora, la única palabra que salió de mi boca fue -Anzus, no, no dejes que me mate, no…- quizás porque fuiste lo más similar a mi hermano mayor que se me pasó por la cabeza. Si me escucharas… Pero por supuesto, tu no estabas allí. Estábamos aquel impertinente y yo en unas escaleras de una torre retorcida y oscura. No iba a dejar que me volvieran a humillar. No de nuevo.
Zarzas y tentáculos salieron como una presa liberada del brazo derecho: Furiosos, desencadenados, libres. Con formas puntiagudas y firmes se dirigieron Adramelech, buscando atravesarlo, desangrarlo allí mismo. Y lo atraje hacia mí, cuerpo con cuerpo. Con sangre saliendo de cualquier lado de mi rostro lo miré, el rostro desfigurado por el dolor y los recuerdos de un pasado no zanjado. -¿CREES QUE TENÍA OTRA OPCIÓN? ¡NO QUERÍA HACER ESTO! Y mírate, ¡MÍRAME!- Como una bestia descontrolada busqué su carne. Haciendo fuerza con la oscuridad que venía de mi propio cuerpo traté de inmovilizarlo para poder buscar su cuello y morderle. Dientes en carne, a la forma de los vampiros. Buscando más sangre y más desangre.
Mis mordisquitos se vieron interrumpidos por otra patada en la cara. La inútil y chillona y niñata alada. Y dolió, Anzus. Dolió como duelen todas las cosas. Y tan poco físico yo empezaba a ver mal, marearme, todo dolía, todo agonizaba, todo moría. Entonces a cuento de pocas cosas la alada empezó a contarme su vida. Inútil sin luz, que había tocado las sombras por su manquez. Me alejé poco a poco mientras perdía tiempo hablando como si estuviéramos en un anime de poca monta. No iba a ser el villano que se quedara a escuchar todo el discurso. Tengo algo más de clase. -Las sombras nacen de la oscuridad y yo he nacido EN la oscuridad, todo negro, ¿Sabes? El elfo oscuro nace y muere en la negrura, pocos son los que se exponen a vuestra sucia luz. Todo es negro allí abajo. ¿Qué me ha de enseñar una que ha pasado la gestación en un asqueroso útero-huevo lumínico?
Y por alguna maldita razón Fistandantilus estaba liberando la demonio. Y el otro elfo se había comido una patada. O algo así. -Perfecto. Yo contra el mundo.- Mascullé mentalmente. No era un hombre de burdas peleas en pasillos negruzcos. No era mi estilo. -¡MAGISTELO! ¡Al manco!- Había probado de primer plato mano mecánica. Y me sangraba la boca. ¿Había perdido algún diente? -¡Sombras! ¡Desgarrad a vuestra puta dueña!- Y mi pequeño ejército de sirvientes vino. No sé si la sombra crucificada se pudo liberar. La otra sí. Se arrojó contra Bastet y yo disfruté el espectáculo como un niño en la feria. El demonio también acudió, aunque ahora su ilusión ya no funcionaba. Perdía sangre por una herida pasada. Y ahora proyectaba a todos la imagen que yo veía: Un elfo oscuro bien potente, azulado, escaso de ropa y con unos ojitos del color de las violetas.
Magistelo se estaba riendo en mi cara. Prácticamente no podía quitarle los ojos de encima. ¿Quería ligue conmigo? Casi iba a conseguirlo. Aprovechando que debían estar entretenidos con sus sombritas y sus demonios di media vuelta y, levitando como todo buen elfo oscuro, descendí rápidamente las escaleras, refugiándome en la más absoluta oscuridad y siendo abrazado por las sombras. Esperaba ganar suficiente tiempo como para poder recomponerme. El destino del viejo me importaba más bien poco, más cuando sentí una voz distante decirme algo como -Recuerda, Arken’rret, que ni la victoria, ni la derrota, ni el poder ni la gloria han de sobreponerse al bien más preciado que tienes: Tu vida.- Era Vlosinssrigg. Hablando por primera vez en su vida. Entré por una puerta cualquiera y me escondí en la más absoluta negrura, esperando que se ciñeran con el viejo y me dejaran en paz, al menos, hasta que llegaran refuerzos. Necesitaba encontrar a mi ruso.
y acá estaba yo, dándole una patada a Ilzt, mientras que por lo visto salve a Adra (hoy es el día internacional de intentar matar a Adra ) y toda la cosa de que este Drow comenzó hablar, hasta que pregunta salvaje aparece para hacerme enojar "¿Qué me ha de enseñar una que ha pasado la gestación en un asqueroso útero-huevo lumínico?", cosa que me han dicho muchas peores y para ser honesta ese intento de insulto me pareció blando y hasta me dio un poco de risa, pero cuando iba a responderle este me manda la sombra de Adra para atacarme mientras dijo "Puta dueña".
-Menos mal que estoy calmada sino iría otra patada en la cara- murmure antes de que la sombra pudiera agarrarme, obviamente tratando de esquivar e intentar que no me agarrara, pero para la mala suerte las sombras son el doble de rápidas y fuertes, es decir, me agarro del cuello para tratar de estrangularme junto con otras (menos la mía) y el demonio que esta vez su ilusión ya se mostraba muy herida (más golpes imposible, No al Bullying de demonios!), pero ese intento nuevamente de atacarme me estaba cansando un poco. Así que, estando un poco más tranquila, intente recuperar la conciencia de las sombras para ver si esta vez podía no usarlas para atacar sino para que se fueran y tuvieran tranquilidad, ya que si se ponen como locas al extremo estamos perdidos, pero para mi suerte no puede hacer que recuperen su libertad, ñeeeeeeeeeeeeee, mejor las vuelvo a poner como sombras normales hasta ver como hago para que se calmen y gracias a los dioses eso si me funciono, pero como unos 20 minutos después, tuve que alejarme para concentrarme y tener la mente lo más calmada posible y llevar a las sombras a su descanso, por ahora y no se por cuanto tiempo.
-Me faltas vos, pero ya estas muy herido- dije observando al demonio intentando de hacer algo, el que ni idea ya que estaba en una pésima condición para atacar. Hasta que recordar mis habilidades básicas de maga me hacían pensar en un plan, de forma rápida, para debilitarlo lo más que pudiera, así que.... comencé realizando explosiones (obviamente de pequeña magnitud, eso habrá que entrenarlo) y por lo menos comenzaba a dar resultados, el demonio no podía escapar más (ademas de tratar de no matar a nadie que no estaba sola ._.) y poco a poco sus ataques fueron disminuyendo, hasta que pude alejarme hasta llegar a las escaleras y poder tomar un respiro mientras observaba el panorama.
-Gracias...- fue lo único que pude escuchar de las sombras, mía y de Adra, solo pude apoyarme contra la pared y comenzar a pensar en todo hasta ahora.... y para ser honesta, sep, esto es solo el principio de la cosa del diablo. Pero algo me puso a observar el lugar, ya que no encontraba al Drow oscuro, y eso me ponía en mi modo alada de si estaba bien, ademas me hubiera gustado tener alguna especie de "Charla" con este. -Espero que este bien...- si lo se, el muy divino drow manipulo a las sombras contra su voluntad, culpa de la ilusión de aquel demonio pude ver a mi "Amado" y ahora a lo último, con insultos y de mas, me mando a medio mundo para atacarme y yo como tarada preocupándome por Él.
Eso significaba que ya volví a estar tranquila y podía pensar con más claridad, es decir volví a mi estado de paz.
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Veamos, nuevamente, recuperare las sombras???
-Menos mal que estoy calmada sino iría otra patada en la cara- murmure antes de que la sombra pudiera agarrarme, obviamente tratando de esquivar e intentar que no me agarrara, pero para la mala suerte las sombras son el doble de rápidas y fuertes, es decir, me agarro del cuello para tratar de estrangularme junto con otras (menos la mía) y el demonio que esta vez su ilusión ya se mostraba muy herida (más golpes imposible, No al Bullying de demonios!), pero ese intento nuevamente de atacarme me estaba cansando un poco. Así que, estando un poco más tranquila, intente recuperar la conciencia de las sombras para ver si esta vez podía no usarlas para atacar sino para que se fueran y tuvieran tranquilidad, ya que si se ponen como locas al extremo estamos perdidos, pero para mi suerte no puede hacer que recuperen su libertad, ñeeeeeeeeeeeeee, mejor las vuelvo a poner como sombras normales hasta ver como hago para que se calmen y gracias a los dioses eso si me funciono, pero como unos 20 minutos después, tuve que alejarme para concentrarme y tener la mente lo más calmada posible y llevar a las sombras a su descanso, por ahora y no se por cuanto tiempo.
-Me faltas vos, pero ya estas muy herido- dije observando al demonio intentando de hacer algo, el que ni idea ya que estaba en una pésima condición para atacar. Hasta que recordar mis habilidades básicas de maga me hacían pensar en un plan, de forma rápida, para debilitarlo lo más que pudiera, así que.... comencé realizando explosiones (obviamente de pequeña magnitud, eso habrá que entrenarlo) y por lo menos comenzaba a dar resultados, el demonio no podía escapar más (ademas de tratar de no matar a nadie que no estaba sola ._.) y poco a poco sus ataques fueron disminuyendo, hasta que pude alejarme hasta llegar a las escaleras y poder tomar un respiro mientras observaba el panorama.
-Gracias...- fue lo único que pude escuchar de las sombras, mía y de Adra, solo pude apoyarme contra la pared y comenzar a pensar en todo hasta ahora.... y para ser honesta, sep, esto es solo el principio de la cosa del diablo. Pero algo me puso a observar el lugar, ya que no encontraba al Drow oscuro, y eso me ponía en mi modo alada de si estaba bien, ademas me hubiera gustado tener alguna especie de "Charla" con este. -Espero que este bien...- si lo se, el muy divino drow manipulo a las sombras contra su voluntad, culpa de la ilusión de aquel demonio pude ver a mi "Amado" y ahora a lo último, con insultos y de mas, me mando a medio mundo para atacarme y yo como tarada preocupándome por Él.
Eso significaba que ya volví a estar tranquila y podía pensar con más claridad, es decir volví a mi estado de paz.
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Veamos, nuevamente, recuperare las sombras???
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El miembro 'Bastet Abad' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Mi contundente puñetazo impactó en el drow nigromante sin demasiado impedimento por su parte, más allá de unas cuantas y típicas palabras en medio de una pelea, como que había sido todo un malentendido. Ya, claro. Malentendido los cojones. Como si ellos no tuvieran también la intención de venir a atacarnos. - Será mejor que te ahorres la diplomacia. - ya había aprendido antes que con los nigromantes no se puede dialogar ni negociar, porque nunca son tratos justos, siempre acaban haciendo trampa y jugándotela. No voy a escuchar a otro más. Subo los escalones que me separan de mi actual contrincante, acercándome a donde ha caído tras el golpe. Hago una mueca de extrañeza mirando alrededor cuando dice eso de Anzus, por si acaso hay otro demonio o nigromante por ahí escondido, uno que todavía no hemos visto. No creo que se refiera a Fistandantilus, a no ser que tenga otro nombre en clave o alguna mierda de esas. Ese rápido vistazo de reconocimiento me sirve para darme cuenta de que el viejo se ha quedado como paralizado, como si le faltasen energías o algo.
Puede ser un buen momento para ir a por él, aunque no puedo bajar la guardia con el que tengo delante ni subestimarlo, seguro que me da mil vueltas en poder. Y menos mal que no lo hago, porque de repente el tipo en cuestión parece enloquecer, chillando y dándome unas explicaciones que me da la impresión de que no son para mí. Trato de retroceder cuando me ataca a toda velocidad con esa especie de masa oscura, aunque no consigo evitar que me alcance. Las afiladas formas oscuras se hunden en mi carne, alcanzándome en el abdomen y en un costado. No llego a gritar porque por unos instantes tengo la sensación de quedarme sin aire, como si el impacto me hubiese cortado la respiración. Antes de poder alejarme tengo la cara del drow apenas a un palmo de distancia, mientras grita todas esas cosas antes de dedicarse a actuar cual vampiro. Lo mismo me he confundido y no es un elfo oscuro, sino un vampiro negro. O un vampiro drow, ¿existe eso? Sea como sea empiezo a hartarme, es la segunda vez en un día que me muerden, después de los malditos inferis del bosque. Trato de zafarme de él en cuanto siento la desagradable sensación del calor de mi propia sangre cayendo por el cuello, aunque antes de que yo consiga nada alguien acude en mi ayuda, alejando a mi atacante de una buena patada. Me quedo tirado de lado en los escalones, un tanto encogido y agarrándome al escalón superior con una mano para intentar incorporarme un poco. La otra mano la llevo a la herida sangrante del abdomen, presionando con fuerza. La peliazul y el drow andan intercambiando unas palabras poco amables, de las cuales interpreto que ha sido ella la que se ha metido en medio para ayudar. Ilzt manda a las sombras de Bastet a atacarla, por lo que trato de impedir que esas sombras sigan siendo útiles, separando la mano del escalón y dirigiendo hacia éstas una descarga eléctrica para frenarlas. Seguiría intentando ayudarla, pero no tengo apenas tiempo, manda al tal Magistelo al manco. Incremento un poco la potencia de la descarga dirigida al demonio para que no se acerque y vuelva a estrangularme como antes, si puedo mantener la pelea en las distancias largas mejor. Bastet colabora con alguna que otra explosión para el bicho, pero entre tanto cebo el otro drow escurridizo desaparece. - Atentos todos, puede volver en cualquier momento.- aviso al resto alzando un poco más la voz, apoyándome ahora en la pared para intentar ponerme en pie con cierto esfuerzo. No puedo dar crédito a lo que dice Bastet, que espera que esté bien. No es lógico.
- ¿En serio? Acaba de decir "desgarrad a su puta dueña" ¿Y tú te preocupas por él?... Tanta compasión puede matarte. Puede matarnos a todos. - sí, estoy de mal humor, ando jodido y no quiero ver que mis compañeros de grupo se ablandan con el enemigo. Pero eso no quita para que no agradezca la ayuda. - Gracias por lo de antes, pero no me gustaría tener que perder a alguien porque se confió y fue compasivo. - Todavía queda Fistandantilus entre nosotros. En ese momento no sé si quiero mantenerlo con vida para obligarlo a cumplir con lo que dijo o si prefiero matarlo. Después de tanto tiempo sin hacer nada para ayudar a mi hermano no creo que vaya a hacerlo ahora. Si en aquel momento dijo algo así fue porque su hermano mellizo lo presionó y amenazó. Sólo quería que nos largásemos de su torre. No va a engañarme por segunda vez. Pongo todo el esfuerzo posible en realizar una tercera descarga eléctrica con apenas unos minutos de descanso entre ellas, concentrando la energía para lanzarla hacia la espalda de Fistandantilus, como un rayo dirigido al corazón. En condiciones óptimas tal vez podría hacer que entrase en parada cardíaca, pero entre heridas y cansancio no estoy en mi mejor momento, así que no creo que sea suficiente para eso.
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dado opciones lugar heridas por sombras Ilzt
1,2- Hombro
3,4- Abdomen/costados
5,6- Brazos, piernas
7,8- Pecho
9,10- Cuello (?)
Puede ser un buen momento para ir a por él, aunque no puedo bajar la guardia con el que tengo delante ni subestimarlo, seguro que me da mil vueltas en poder. Y menos mal que no lo hago, porque de repente el tipo en cuestión parece enloquecer, chillando y dándome unas explicaciones que me da la impresión de que no son para mí. Trato de retroceder cuando me ataca a toda velocidad con esa especie de masa oscura, aunque no consigo evitar que me alcance. Las afiladas formas oscuras se hunden en mi carne, alcanzándome en el abdomen y en un costado. No llego a gritar porque por unos instantes tengo la sensación de quedarme sin aire, como si el impacto me hubiese cortado la respiración. Antes de poder alejarme tengo la cara del drow apenas a un palmo de distancia, mientras grita todas esas cosas antes de dedicarse a actuar cual vampiro. Lo mismo me he confundido y no es un elfo oscuro, sino un vampiro negro. O un vampiro drow, ¿existe eso? Sea como sea empiezo a hartarme, es la segunda vez en un día que me muerden, después de los malditos inferis del bosque. Trato de zafarme de él en cuanto siento la desagradable sensación del calor de mi propia sangre cayendo por el cuello, aunque antes de que yo consiga nada alguien acude en mi ayuda, alejando a mi atacante de una buena patada. Me quedo tirado de lado en los escalones, un tanto encogido y agarrándome al escalón superior con una mano para intentar incorporarme un poco. La otra mano la llevo a la herida sangrante del abdomen, presionando con fuerza. La peliazul y el drow andan intercambiando unas palabras poco amables, de las cuales interpreto que ha sido ella la que se ha metido en medio para ayudar. Ilzt manda a las sombras de Bastet a atacarla, por lo que trato de impedir que esas sombras sigan siendo útiles, separando la mano del escalón y dirigiendo hacia éstas una descarga eléctrica para frenarlas. Seguiría intentando ayudarla, pero no tengo apenas tiempo, manda al tal Magistelo al manco. Incremento un poco la potencia de la descarga dirigida al demonio para que no se acerque y vuelva a estrangularme como antes, si puedo mantener la pelea en las distancias largas mejor. Bastet colabora con alguna que otra explosión para el bicho, pero entre tanto cebo el otro drow escurridizo desaparece. - Atentos todos, puede volver en cualquier momento.- aviso al resto alzando un poco más la voz, apoyándome ahora en la pared para intentar ponerme en pie con cierto esfuerzo. No puedo dar crédito a lo que dice Bastet, que espera que esté bien. No es lógico.
- ¿En serio? Acaba de decir "desgarrad a su puta dueña" ¿Y tú te preocupas por él?... Tanta compasión puede matarte. Puede matarnos a todos. - sí, estoy de mal humor, ando jodido y no quiero ver que mis compañeros de grupo se ablandan con el enemigo. Pero eso no quita para que no agradezca la ayuda. - Gracias por lo de antes, pero no me gustaría tener que perder a alguien porque se confió y fue compasivo. - Todavía queda Fistandantilus entre nosotros. En ese momento no sé si quiero mantenerlo con vida para obligarlo a cumplir con lo que dijo o si prefiero matarlo. Después de tanto tiempo sin hacer nada para ayudar a mi hermano no creo que vaya a hacerlo ahora. Si en aquel momento dijo algo así fue porque su hermano mellizo lo presionó y amenazó. Sólo quería que nos largásemos de su torre. No va a engañarme por segunda vez. Pongo todo el esfuerzo posible en realizar una tercera descarga eléctrica con apenas unos minutos de descanso entre ellas, concentrando la energía para lanzarla hacia la espalda de Fistandantilus, como un rayo dirigido al corazón. En condiciones óptimas tal vez podría hacer que entrase en parada cardíaca, pero entre heridas y cansancio no estoy en mi mejor momento, así que no creo que sea suficiente para eso.
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dado opciones lugar heridas por sombras Ilzt
1,2- Hombro
3,4- Abdomen/costados
5,6- Brazos, piernas
7,8- Pecho
9,10- Cuello (?)
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El miembro 'Adramelech Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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