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INVIERNO

Enero 2.043

Trama XI: After the Blackout (trama de transición y exploración)
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AÑO 2.042
Durante siglos sus mundos permanecieron separados, pero eso terminó. El mundo mágico y el humano se encontraron y se desató la guerra, extendiéndose alrededor del mundo sin control. Miedo, odio, ambición...todas ellas armas poderosas. El choque entre la raza humana y la mágica resulta ya imparable. Uno por uno van cayendo, ¿quién será el primero en morder el polvo?
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Johan Black
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Diferencias de base [pasado alternativo] Empty Diferencias de base [pasado alternativo] {06.11.15 0:32}

Diferencias de base [pasado alternativo], 2030

Érase que se era una historia allá por 2030 en la que nada de lo que conocemos ocurrió, y por tanto todo lo que ocurrió desconocemos... tal vez entre todos podamos saber ¿qué hubiese ocurrido si....



Sarah Beltway


Siempre había estado orgullosa de haberme mudado a aquella casa, no era precisamente una maravilla, pero era el sitio indicado sin duda alguna. Al menos lejos de mis anticuados padres estaba segura de no tener que aguantarles mas que cuando viniesen a visitarnos. Además, a Reiv le gustaba, o eso creía, mezcla lo mágico con lo muggle, en un barrio muggle pero mágico.

Si, la casa estaba bien, excepto cuando no recordaba donde estaba. Y allí andaba yo, en mitad de la calle con la guitarra colgada al hombro, de vuelta de dar clases a ese crío que vivía pocas calles abajo, sin recordar en absoluto entre cuales de aquellas identicas casas adosadas victorianas se encontraba la mia.

No pude evitar reirme por lo absurdo que resultaba, mas aun teniendo conocimiento de que siempre ocurría lo mismo.

-Debería apuntar el número-Murmuré para mi misma sacando el movil para llamar a alguien que me sacase del apuro, una vez mas. Además, debía preparar algo de cena, por mucho que esos elfos se empeñasen en hacerla ellos.


Johan Black


Atravesaba las calles de aquel tranquilo barrio sin demasiada prisa, puesto que no tenía intención alguna de llegar pronto a mi destino, arrastrando detrás mio uno de esos estúpidos trolleys muggles que se usan para llevar el equipaje, pensando en la incomodidad de mantener las apariencias en esta zona cuando lo fácil hubiese sido llevarlas levitando, por ejemplo.

Me detuve a mitad de la calle para observar los cambios ocurridos en aquel lugar que no habia vuelto a pisar desde que tenía unos 12 años, pensando que tampoco me había perdido nada por eso, ya que según me habia dicho a mi mismo muchas veces, en aquel colegio sólo había gentuza que no sabía hacer bien las cosas, y según lo que me habían inculcado era mucho mejor hacerlo todo tu mismo, porque estaría bien hecho.

Consulté uno de los relojes especiales mezcla de magia y tecnología que había hecho en la Factoría de la Universad en Estados Unidos en la que trabajaba actualmente. Este reloj me  mostraba las presencias de gente mágica que hay en la zona, así como su posición, incluido el nombre. Uno de esos nombres me hizo fruncir el ceño, murmurando por lo bajo algo así como vaya una zorra.

Según indicaba mi aparato no estaba demasiado lejos, por lo que al alzar la vista y después de haber caminado unos cuantos pasos me la encontré alli de nuevo, tal y como la recordaba de la última vez que la ví. En un principio no tenía pensado decirle nada, pero después el rencor acumulado durante tanto tiempo y los largos años de haber escuchado cosas de ella, a la que culpaba de lo que pasó con mis padres, me lleva a estar frente a la mujer, con gesto pretencioso y altivo, hablandole como si de una simple mendiga se tratase.

- No sé que vio mi padre en ti,pero desde luego cometió el error de su vida.



Sarah Beltway


Con la mano en mi cadera esperé y esperé después de incesantes tonos a que alguien cogiese el teléfono. Tal vez no lo oiría o puede que estuviese de camino, quien sabe. Despegué el aparato de mi oreja volviendo a marcar, pensando que la insistencia serviría de algo.

Automáticamente mis dedos dejaron de moverse al oír una voz, para mi prácticamente desconocida, pero que por lo que decía podía imaginar de quien se trataba. Alcé la vista encontrando a ese muchacho, tan distinto de su padre, con ese pelo tan... y esa ropa tan... tal y como en las pocas fotos que había visto. Arrugué mi ceño durante unos breves segundos, sonriendo después decidiendo ignorar su falta de educación.

-Johan, no... ¿llegabas hoy?

Miré mi reloj total y absolutamente muggle y posiblemente una baratija cualquiera, comprobando la fecha, mirando al muchacho de nuevo. Me preguntaba la razón por la cual nadie había ido a buscarle.

-Llamaré a tu padre

Murmuré, pensando ahora que me resultaba incapaz guiarle hasta la casa y ya había bastado con ese saludo tan agradable de su parte como para darle mas razones para algo mas. Apreté el botón de llamada, aproximando el movil a mi oreja mientras miraba al chaval sonriendo con nerviosismo.



Johan Black

Mantuve mi mirada en Sarah, de manera altiva y ciertamente despectiva, como cuando se mira a alguien por encima del hombro, sacudiendome del traje una mota imaginaria de polvo en esa actitud de superioridad. Esgrimí mi mejor sonrisa condescendiente, respondiendole de manera irónica:

- Ah, si resulta que te acuerdas de mi y  todo. Yo que pensaba que tendías a olvidar detalles, como los de no meterse en familias y esas cosas.

Hice una mueca al oir eso de que llamaría a mi padre, al cual habia visto en muy escasas ocasiones en las visitas que me habia hecho a los EEUU, especialmente en navidades, llevándome absurdos regalos, entre ellos muchos absurdos regalos de Scrat que siempre habia acabado tirando a la basura. Pero en esta ocasión y a pesar de que no me apeteciese, habia tenido que viajar de vuelta a Londres, no para ver a mi padre, el cual me venía importando más bien poco, sino para hacer trámites de la herencia de uno de mis abuelos y ver que parte me correspondía. Chasqueé la lengua volviendo a mirar al reloj, observando como llamaba por el móvil pareciéndo algo nerviosa, pero no por ello dejé de hablarle, por el mero hecho de incordiar

- Sigue mi padre haciendo lo mismo? Y ese hijo tuyo...cómo se llamaba...Rift? Jeik? lo que sea...



Reiv Black

*regresé a casa desde el colegio para pasar el fin de semana con mi madre, y de paso para estudiar los TIMO o intentarlo, porque siempre acababa paseando los libros cuando me los llevaba a casa*
"también podría pasarme a ver mi padre, antes de que se vaya de fiesta por toda la noche"
*comencé a aproximarme a la zona en la que vivimos, donde estaba mi madre hablando con alguien que resulta familiar. Terminé de acercarme, saludando a mi madre en primer lugar*
- Espero que no te importe que venga a quedarme este fin de semana sin avisar, pero tengo que hacer algunas cosas por aquí...
*miré después al que antes me había resultado familiar, reconociéndolo como mi medio hermano, al que hacia mucho tiempo que no veía, saludándolo también de manera educada*
- Hola Johan....Has llegado hace mucho?
"es raro que haya venido hace siglos que no venía por aquí"



Johan Black


*Mi mueca de disgusto se acrecentó al comprobar como el vástago de la susodicha Sarah Beltway se acercaba a nosotros, sin dignarme en mirarle directamente en ningún momento*
- Lo siento, no hablo con bastardos
*respondí a su pregunta de manera altiva apenas mirando por el rabillo del ojo un instante antes de que una gigante planta cayese del balcón que estaba encima nuestro. Tuve que apartarme rápidamente para evitar que me diese en la cabeza, por lo que alcé la cabeza con indignación, profiriendo palabras despectivas contra quien quiera que hubiese sido*
- Puedes darte por muerto como eso me hubiese llegado a dar
"cuanta gente repelente. Me temo que las únicas visitas que haré aquí serán a la casa Black y a la Malfoy si acaso"
- En fin, no pierdo más el tiempo aquí
*sin esperar respuesta ni despedirme, me di media vuelta con el mismo aire de superioridad que traía, marchándome de allí y desapareciendo al doblar la calle*


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