Recuerdo del primer mensaje :
Ubicado en el centro de Londres se trata de enorme edificio que tras su estilo clasicista esconde las tecnologías de seguridad más sofisticadas de la isla y diversos sistemas de ataque a larga y corta distancia. Todas las ventanas del edificio son ciegas. Es la zona más restringida y vigilada de toda la isla tanto por sistemas tecnológicos como por soldados.
En su interior posee decenas de despachos vigilados continuamente por soldados. Este espacio consta de un gran despacho de estilo sobrio y clásico predominando colores oscuros.
- Observaciones y otros detalles : Sólo tienen acceso humanos de la Alianza y seres mágicos chipeados, a excepción de los sótanos (sala de interrogatorios y calabozos).
MINISTERIO DE LA PAZ
Ubicado en el centro de Londres se trata de enorme edificio que tras su estilo clasicista esconde las tecnologías de seguridad más sofisticadas de la isla y diversos sistemas de ataque a larga y corta distancia. Todas las ventanas del edificio son ciegas. Es la zona más restringida y vigilada de toda la isla tanto por sistemas tecnológicos como por soldados.
En su interior posee decenas de despachos vigilados continuamente por soldados. Este espacio consta de un gran despacho de estilo sobrio y clásico predominando colores oscuros.
- Observaciones y otros detalles : Sólo tienen acceso humanos de la Alianza y seres mágicos chipeados, a excepción de los sótanos (sala de interrogatorios y calabozos).
Shinobu Oshino
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Vi una deslumbrante luz nívea al abrir los ojos. Estaba en la plaza que se situada delante del Ministerio, sin embargo estaba llena de gente. Las luces brillantes que tenía a los lados me deslumbraban y quemaban mi piel, pero no hacía nada para evitarlo. Me sentía débil, muy débil. Mi boca estaba pastosa, ni sabía cuánto hacía que no me alimentaba ni cómo estaba en esa situación, siendo observada por gente y cámaras grabándome con una distancia de seguridad. Intenté transformarme en murciélago y salir de allí volando, pero fue inútil, estaba atrapada.
Empecé a tomar conciencia de mí misma. Unas cadenas enroscaban mis manos y a unos metros de mí había alguien dando un discurso hacia la gente. Recorba haber ido hasta el ministerio para investigar los sucesos que habían incriminado a los Blood, pero algo salió mal. Las criaturas que guardaba dentro de mí empezaron a salir sin control y, asustadas, empezaron a atacar a todo lo que veían, demoliendo y quemando todo a su paso. Yo intenté detenerlos, aquella debería haber sido una misión sencilla, pero algo pasó que no podía usar mis disciplinas. Mis criaturas huyeron o fueron capturadas. Lo último que recuerdo es a alguien disparando directamente hacia mí con un arma muy rara.
Tomo control de mi cuerpo e intenté taparme la cara con mis manos, pero también tengo el cuello atrapado como una presa. No sabía por qué, pero los oídos me pitaban, impidiendo escuchar lo que decía la persona que estaba dando el discurso. Miré hacia arriba. Una gran luna roja era la única iluminación sin contar los focos que quemaban mi piel y otra que iluminaba al monologuista. Observé, ahora con más nitidez, que justo al lado de la persona había una hoguera preparada para ser encendida.
Empecé a tomar conciencia de mí misma. Unas cadenas enroscaban mis manos y a unos metros de mí había alguien dando un discurso hacia la gente. Recorba haber ido hasta el ministerio para investigar los sucesos que habían incriminado a los Blood, pero algo salió mal. Las criaturas que guardaba dentro de mí empezaron a salir sin control y, asustadas, empezaron a atacar a todo lo que veían, demoliendo y quemando todo a su paso. Yo intenté detenerlos, aquella debería haber sido una misión sencilla, pero algo pasó que no podía usar mis disciplinas. Mis criaturas huyeron o fueron capturadas. Lo último que recuerdo es a alguien disparando directamente hacia mí con un arma muy rara.
Tomo control de mi cuerpo e intenté taparme la cara con mis manos, pero también tengo el cuello atrapado como una presa. No sabía por qué, pero los oídos me pitaban, impidiendo escuchar lo que decía la persona que estaba dando el discurso. Miré hacia arriba. Una gran luna roja era la única iluminación sin contar los focos que quemaban mi piel y otra que iluminaba al monologuista. Observé, ahora con más nitidez, que justo al lado de la persona había una hoguera preparada para ser encendida.
Éamon O'Connell
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El rumor se había extendido por Londres como la pólvora. Las redadas llevaban varios días sucediéndose, y a estas alturas ya eran un secreto a voces. El resultado había sido más de 200 prisioneros hechos en aproximadamente una semana. De esos prisioneros al menos unos 20 habían resultado ser criminales de los más buscados, de los pertenecientes al archivo de criminales de la Alianza. El resto simplemente eran seres de raza mágica que tuvieron la poca fortuna de estar en el lugar y momento equivocados. Las perspectivas para ese grupo es la de someterlos a breves interrogatorios para encerrarlos en guetos, y después de eso ya se verá cómo se procede. El grupo de criminales no tendría tanta suerte. Se les juzgaría públicamente y se aplicaría la condena. Así la opinión pública no podrá decir que no hay justicia, no podrán decir que no somos líderes fuertes y a la vez benevolentes.
El escenario ya está preparado para la obra final de esta noche de luna roja, muy apropiada para lo que va a acontecer en la plaza. Las masas sedientas de sangre necesitan el espectáculo, hay que darles circo para tenerles contentos. Qué mejor para ello que ofrecerles la condena de una vampira, uno de esos monstruos que les han aterrorizado durante tanto tiempo. Con ese tipo de seres considerados como bestias habíamos decidido omitir el juicio y condenarles directamente, la opinión pública así lo demandaba. Poco podía hacer ahora el monstruo, tras haber visto sus habilidades mágicas bloqueadas, tras haber sido atada con cadenas, vilipendiada y arrojada contra el suelo. La muchedumbre grita venganza y otras cosas más salvajes, pero yo mando guardar silencio haciendo un gesto desde el escenario al que me he subido a dar el discurso. Van callando progresivamente, hasta que sólo se escucha un murmullo.
- ¡Pueblo de Londres! ¡Esta noche es el inicio de todo aquello que largamente os fue prometido, es la culminación de años y años de sufrimiento! ¡Ya no tenéis que temer más porque por fin se hará justicia, y los monstruos devoradores de la raza humana serán condenados a las llamas del infierno! - hago un teatral gesto con la mano, señalando a la vampira Shinobu. Justo en ese momento los soldados que la rodean la cogen por los brazos de manera brutal, arrastrándola hacia el lugar en el que se estaba preparando la hoguera. Los soldados la atan al mástil de madera, poniendo sus manos por detrás y llenando su cintura de cadenas. Los pies también son atados al mástil, de modo que haga lo que haga no pueda escapar. Dudo que lo haga, teniendo en cuenta que parece estar bastante débil y aturdida.
- Esta vampira acabó con la vida de miles de personas, no sabemos durante cuanto tiempo, pero seguramente demasiado. ¡Sació su sed con las vidas de los inocentes, azuzó la rebelión de las masas mágicas, lideró a los radicales Blood Keepers que nos han masacrado durante años! merece pagar por lo que hizo, y que de este modo sea un símbolo y una advertencia de lo que está por venir. Es símbólico que haya escogido este lugar para la condena, pues con esto inauguramos el nuevo mundo, una nueva era. Un mundo de paz, en el que la magia no será un problema nunca más. Ha sido erradicada, y los agitadores serán juzgados y condenados. En este acto rememoramos el modo en que nuestros antepasados lidiaron con las brujas, morirá del mismo modo. Hoy podemos enorgullecernos de lo que hemos conseguido, de nuestra inmensa inteligencia e imparable tecnología. Que la luz de la ciencia y la razón nos iluminen, y que su brilllo extermine el oscurantismo, la superstición, la magia y el terror. - no doy opción a Shinobu a decir unas palabras, no creo que las merezca. Simplemente ordeno a los soldados que procedan con el encendido de la hoguera, cuyas llamas se inician a los pies de la vampira.
La plaza entera contiene la respiración mientras el fuego comienza a crepitar y a ascender lentamente.
El escenario ya está preparado para la obra final de esta noche de luna roja, muy apropiada para lo que va a acontecer en la plaza. Las masas sedientas de sangre necesitan el espectáculo, hay que darles circo para tenerles contentos. Qué mejor para ello que ofrecerles la condena de una vampira, uno de esos monstruos que les han aterrorizado durante tanto tiempo. Con ese tipo de seres considerados como bestias habíamos decidido omitir el juicio y condenarles directamente, la opinión pública así lo demandaba. Poco podía hacer ahora el monstruo, tras haber visto sus habilidades mágicas bloqueadas, tras haber sido atada con cadenas, vilipendiada y arrojada contra el suelo. La muchedumbre grita venganza y otras cosas más salvajes, pero yo mando guardar silencio haciendo un gesto desde el escenario al que me he subido a dar el discurso. Van callando progresivamente, hasta que sólo se escucha un murmullo.
- ¡Pueblo de Londres! ¡Esta noche es el inicio de todo aquello que largamente os fue prometido, es la culminación de años y años de sufrimiento! ¡Ya no tenéis que temer más porque por fin se hará justicia, y los monstruos devoradores de la raza humana serán condenados a las llamas del infierno! - hago un teatral gesto con la mano, señalando a la vampira Shinobu. Justo en ese momento los soldados que la rodean la cogen por los brazos de manera brutal, arrastrándola hacia el lugar en el que se estaba preparando la hoguera. Los soldados la atan al mástil de madera, poniendo sus manos por detrás y llenando su cintura de cadenas. Los pies también son atados al mástil, de modo que haga lo que haga no pueda escapar. Dudo que lo haga, teniendo en cuenta que parece estar bastante débil y aturdida.
- Esta vampira acabó con la vida de miles de personas, no sabemos durante cuanto tiempo, pero seguramente demasiado. ¡Sació su sed con las vidas de los inocentes, azuzó la rebelión de las masas mágicas, lideró a los radicales Blood Keepers que nos han masacrado durante años! merece pagar por lo que hizo, y que de este modo sea un símbolo y una advertencia de lo que está por venir. Es símbólico que haya escogido este lugar para la condena, pues con esto inauguramos el nuevo mundo, una nueva era. Un mundo de paz, en el que la magia no será un problema nunca más. Ha sido erradicada, y los agitadores serán juzgados y condenados. En este acto rememoramos el modo en que nuestros antepasados lidiaron con las brujas, morirá del mismo modo. Hoy podemos enorgullecernos de lo que hemos conseguido, de nuestra inmensa inteligencia e imparable tecnología. Que la luz de la ciencia y la razón nos iluminen, y que su brilllo extermine el oscurantismo, la superstición, la magia y el terror. - no doy opción a Shinobu a decir unas palabras, no creo que las merezca. Simplemente ordeno a los soldados que procedan con el encendido de la hoguera, cuyas llamas se inician a los pies de la vampira.
La plaza entera contiene la respiración mientras el fuego comienza a crepitar y a ascender lentamente.
Shinobu Oshino
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Empiezo a notar manos que me arrastran hacia donde estaba la hoguera sin poder impedirlo. La impotencia me consume cuando veo el fuego encenderse a mis pies. Jamás le había temido tanto a mi propio elemento como en ese momento ni había tenido tanto odio a una persona como el que tenía hacia Eamon. Le miraba a los ojos con cara asesina, respondiendo a su cara de satisfacción, aunque eso le complaciera no podía evitarlo.
- Acabas de cometer el mayor error de toda tu existencia...- Dije apretando los dientes y hablando a través de ellos mientras el fuego subía por mi cuerpo, consumiendolo y dejando tras de sí densa ceniza de un gris oscuro. - Caballeros de los días negros, escuchen mi llamada, respondan a mi súplica ahora que estoy en mi lecho de muerte y tengo ante mis ojos un alma negra. Grandes señores de la luz y el caos, encomiendo a su cuidado y mirada vigilante el alma de Eamon O’Connel para que sea juzgado por sus pecados antes que se rompan todos los sellos, para que no deba esperar con túnicas blancas bajo el trono del creador hasta el fin del tiempo. Guerra, Hambre, Muerte… Os dejo a vosotros el resto… Adiós...-
Estiraba el cuello para conseguir unos segundos más de vida de forma patética, y soltando mi última lágrima bañada en sangre, que ardió al llegar el fuego a mi cara.
Shinobu Oshino muere.
- Acabas de cometer el mayor error de toda tu existencia...- Dije apretando los dientes y hablando a través de ellos mientras el fuego subía por mi cuerpo, consumiendolo y dejando tras de sí densa ceniza de un gris oscuro. - Caballeros de los días negros, escuchen mi llamada, respondan a mi súplica ahora que estoy en mi lecho de muerte y tengo ante mis ojos un alma negra. Grandes señores de la luz y el caos, encomiendo a su cuidado y mirada vigilante el alma de Eamon O’Connel para que sea juzgado por sus pecados antes que se rompan todos los sellos, para que no deba esperar con túnicas blancas bajo el trono del creador hasta el fin del tiempo. Guerra, Hambre, Muerte… Os dejo a vosotros el resto… Adiós...-
Estiraba el cuello para conseguir unos segundos más de vida de forma patética, y soltando mi última lágrima bañada en sangre, que ardió al llegar el fuego a mi cara.
Shinobu Oshino muere.
Éamon O'Connell
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El silencio que se respira al principio resulta sobrecogedor, y tan sólo comienza a romperse cuando la iracunda voz de Shinobu profiere sus maldiciones. El modo en que me mira se me queda grabado en la mente, el odio que destila impregna cada una de sus palabras. Sé que muchos me odian, y sé que tengo muchos enemigos, pero la sentencia final de la vampira me impacta especialmente. No soy supersticioso, pero he de reconocer que las cosas que dice dan bastante mal rollo. Es como el grito del último maestre de los templarios, cuando maldijo al Papa y al rey. Inspiro profundamente mientras le sostengo la mirada, como si fuese un duelo final en el que ella iba a perder. Por razones obvias no podemos mantenerlo mucho tiempo, su cuerpo empieza a arder cada vez más deprisa. El hedor a carne quemada resulta nauseabundo, así que contengo la respiración esperando que todo termine pronto.
Los gritos de la gente comienzan a escucharse conforme la vampira es pasto de las llamas, algo que se alarga varios minutos más. Entonces comienzo a hablar para atraer la atención de la gente, cuando ya no hay mucho que ver en la hoguera. Su cuerpo va a quedar reducido a cenizas, prácticamente. - Se ha hecho justicia. No será la última vez. Tomad nota todos aquellos delincuentes de raza mágica que lo estéis viendo. Este no es vuestro mundo, no hay lugar para vosotros. La raza humana primero. Sólo podrán vivir aquellos que asuman cuál es su lugar en la sociedad, aquel que les digamos. Sólo así alcanzaremos la paz. Buenas noches, Londres. - doy este último discurso mirando a las cámaras de televisión que me enfocaban, bajando después del escenario para ser escoltado hasta mi coche oficial. Después marcho de allí, ya se encargarán los soldados de despejar el lugar.
Los gritos de la gente comienzan a escucharse conforme la vampira es pasto de las llamas, algo que se alarga varios minutos más. Entonces comienzo a hablar para atraer la atención de la gente, cuando ya no hay mucho que ver en la hoguera. Su cuerpo va a quedar reducido a cenizas, prácticamente. - Se ha hecho justicia. No será la última vez. Tomad nota todos aquellos delincuentes de raza mágica que lo estéis viendo. Este no es vuestro mundo, no hay lugar para vosotros. La raza humana primero. Sólo podrán vivir aquellos que asuman cuál es su lugar en la sociedad, aquel que les digamos. Sólo así alcanzaremos la paz. Buenas noches, Londres. - doy este último discurso mirando a las cámaras de televisión que me enfocaban, bajando después del escenario para ser escoltado hasta mi coche oficial. Después marcho de allí, ya se encargarán los soldados de despejar el lugar.
S.A.M-9917
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Londres, una semana después de la destrucción de los satélites
La IA regente en la Ciudadela no pudo impedir la destrucción de los satélites por parte de los humanos de la Alianza, pero fue capaz de redirigir la situación poner sus recursos al servicio del objetivo principal, un objetivo todavía desconocido para los humanos. Envió a Londres a dos de los androides que había creado, a imagen y semejanza de Gelion Draven y de Johan Black. La versión original de Draven permanecía en una de las celdas de la Ciudadela, pero la versión del mago se había fugado aprovechando la explosión de poder que le proporcionó la convergencia.
El aspecto de los nuevos androides era idéntico al de las personas a las que pretendían sustituir, y la parte de la personalidad se había intentado imitar al máximo y en la medida de lo posible, utilizando los datos que se tenían sobre ellos, la observación directa, y otros métodos. El falso Gelion Draven se presentó en el Ministerio de la Paz, a sabiendas de que el ministro O'Connell estaba desaparecido. Una vez allí informó de que se encontraba en una misión de alto secreto, cuya información sólo sería proporcionada a los altos mandos. Solicitó hablar con alguno de los ministros, y posteriormente pidió que los medios de comunicación estuviesen pendientes durante los próximos días.
Blair O'Connell
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Estaba agotada, ni siquiera el maquillaje podía esconder su cara de fatiga pues había cargado ella sola con todo el peso del país, el secuestro de Éamon y las nauseas, se había trasladado hasta el ministerio de paz para poder coordinarlo todo de forma más o menos global, ya había pasado una semana y Andreas hacía lo que podía mientras se recuperaba del balazo que las dos unidades androides le habían regalado tan gentilmente el día del lanzamiento de los misiles lo cual les dio una cosa menos de la que preocuparse pues con el regreso de la magia los pacientes en los hospitales empezaron a recuperarse al igual que los cultivos e incluso los ríos, también los ataques de bestias salvajes como los licantropos y ferales habían disminuido.
El asunto de los androides era preocupante y por lo que estaba viendo en los informes de Andreas y su marido no eran los únicos casos, incluso había centinelas que habían desaparecido, incluido el que se llevó al mago que le disparó a ella por lo que había dado orden de revisar a todas las unidades, reduciendo sus actividades hasta nueva orden por si volvía a suceder algo, reforzando la seguridad con personas de carne y hueso, era un riesgo pero tal y como había dicho su marido la última vez que se vieron "no puedes confiar en nadie".
Otra de las cosas de las que debía encargarse era de la comunicación con los líderes del resto de paises, la vuelta de la magia era un problema y por tanto los mágicos volverían a cobrar fuerza por no hablar de la causa en el fallo de los protocolos que también se estaba investigando. Había decidido tomar un pequeño descanso, apoyando su cabeza unos instantes en el escritorio de su marido el cual no había salido de sus pensamientos ni un solo momento, sobretodo ahora que comprendía el porqué no volvía a casa, ella misma llevaba unos cuantos días sin dormir en su cama pero al menos se esforzaba en ver a sus hijos una hora al día antes de tener que volver al trabajo. Su pequeño descanso se ve interrumpido por la secretaria de su marido que ahora se encargaba de asistirla a ella, al parecer el tal Gelion había vuelto muy subidito y pedía hablar con un alto cargo, la prensa también había sido avisada y eso no le gustaba nada, sobretodo porque con la cara que tenía ni loca se iba a dejar ver en público.
-Haz pasar a ese traidor, no hay misiones secretas que los ministros no conozcamos o no debería haberlas... como odio a ese tipo..- la mujer sale de la sala para hacer cumplir las órdenes mientras ella repasaba un par de documentos, no había podido ocuparse del mago que afirmaba saber dónde estaba Éamon y una semana en la cuarentena con el paquete completo de torturas no lo había ablandado así que antes de que llegara el idiota de los ejecutores, hace una llamada a los campos de concentración -quiero que preparéis al mago nuevo, ponedle un collar y espero que lleve la nanotecnología, voy a encargarme personalmente de él, traedlo al ministerio de paz-
El asunto de los androides era preocupante y por lo que estaba viendo en los informes de Andreas y su marido no eran los únicos casos, incluso había centinelas que habían desaparecido, incluido el que se llevó al mago que le disparó a ella por lo que había dado orden de revisar a todas las unidades, reduciendo sus actividades hasta nueva orden por si volvía a suceder algo, reforzando la seguridad con personas de carne y hueso, era un riesgo pero tal y como había dicho su marido la última vez que se vieron "no puedes confiar en nadie".
Otra de las cosas de las que debía encargarse era de la comunicación con los líderes del resto de paises, la vuelta de la magia era un problema y por tanto los mágicos volverían a cobrar fuerza por no hablar de la causa en el fallo de los protocolos que también se estaba investigando. Había decidido tomar un pequeño descanso, apoyando su cabeza unos instantes en el escritorio de su marido el cual no había salido de sus pensamientos ni un solo momento, sobretodo ahora que comprendía el porqué no volvía a casa, ella misma llevaba unos cuantos días sin dormir en su cama pero al menos se esforzaba en ver a sus hijos una hora al día antes de tener que volver al trabajo. Su pequeño descanso se ve interrumpido por la secretaria de su marido que ahora se encargaba de asistirla a ella, al parecer el tal Gelion había vuelto muy subidito y pedía hablar con un alto cargo, la prensa también había sido avisada y eso no le gustaba nada, sobretodo porque con la cara que tenía ni loca se iba a dejar ver en público.
-Haz pasar a ese traidor, no hay misiones secretas que los ministros no conozcamos o no debería haberlas... como odio a ese tipo..- la mujer sale de la sala para hacer cumplir las órdenes mientras ella repasaba un par de documentos, no había podido ocuparse del mago que afirmaba saber dónde estaba Éamon y una semana en la cuarentena con el paquete completo de torturas no lo había ablandado así que antes de que llegara el idiota de los ejecutores, hace una llamada a los campos de concentración -quiero que preparéis al mago nuevo, ponedle un collar y espero que lleve la nanotecnología, voy a encargarme personalmente de él, traedlo al ministerio de paz-
La ministra O'Connell requirió mi presencia fuera de las celdas, así que se aseguraron de que llevase puesta la nanotecnología que hacía las veces del antiguo chip. Eso incluía que si intentaba desaparecerme o hacer magia me soltaría una buena descarga eléctrica, y que me tendrían localizado si trataba de huir. Eso es al menos lo que les sucedía a los compañeros que la tuvieron, aunque no sé si ha cambiado algo. Los días después de las torturas se hicieron largos y dolorosos. En la enfermería de los campos se encargaron de cauterizar la herida que había quedado tras cercenar mi mano derecha, vendándola después. A partir de ese momento empecé a ser realmente consciente de lo sucedido, comenzó a ser más real de lo que fue cuando me dejaron sin ella. Un médico sin una de sus manos perdía mucha precisión, se volvía un poco más inútil. Lo del ojo prácticamente ciego tampoco ayudaba. En definitiva, había perdido mucho en los últimos tiempos y no podía evitar estar muy desanimado por todo en general.
Los soldados se encargaron de sacarme de la celda, haciendo que estuviese presentable para asistir a la reunión aquella. Después me metieron en un furgón militar, tapándome los ojos y la boca para que no diese problemas. Llegamos al centro de Londres alrededor de una hora después, deteniéndose el coche delante del Ministerio de la Paz. Allí me agarran por los brazos para llevarme hasta el interior, hasta que estoy en presencia de la ministra O'Connell. Finalmente me quitan la venda de los ojos, al igual que la mordaza. El aspecto de la mujer deja mucho que desear, como si estuviese agotada o enferma. Supongo que yo tampoco lo tengo mucho mejor. Observo que no está Éamon, así que supongo que no han conseguido encontrarlo de ninguna manera, ni a pesar de las amenazas de enviarme a trocitos.
- ¿Qué se le ofrece? - pregunto sin mi habitual tono de amabilidad, aunque intento ser educado con las palabras a pesar de todo. - Ya se lo dije a sus soldados, no sé dónde está su marido ahora. No me creyeron, evidentemente. - señalo con la cabeza hacia la muñeca en la que me falta, indicando que la tortura fue a fondo.
Los soldados se encargaron de sacarme de la celda, haciendo que estuviese presentable para asistir a la reunión aquella. Después me metieron en un furgón militar, tapándome los ojos y la boca para que no diese problemas. Llegamos al centro de Londres alrededor de una hora después, deteniéndose el coche delante del Ministerio de la Paz. Allí me agarran por los brazos para llevarme hasta el interior, hasta que estoy en presencia de la ministra O'Connell. Finalmente me quitan la venda de los ojos, al igual que la mordaza. El aspecto de la mujer deja mucho que desear, como si estuviese agotada o enferma. Supongo que yo tampoco lo tengo mucho mejor. Observo que no está Éamon, así que supongo que no han conseguido encontrarlo de ninguna manera, ni a pesar de las amenazas de enviarme a trocitos.
- ¿Qué se le ofrece? - pregunto sin mi habitual tono de amabilidad, aunque intento ser educado con las palabras a pesar de todo. - Ya se lo dije a sus soldados, no sé dónde está su marido ahora. No me creyeron, evidentemente. - señalo con la cabeza hacia la muñeca en la que me falta, indicando que la tortura fue a fondo.
S.A.M-9917
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
La omnisciencia de la S.A.M- 9917 le mantenía informado de lo que estaba sucediendo en el cuerpo del androide copia de Johan Black, que ya había empezado a hacer contactos con los renegados, tratando de acercarlos al supuesto plan de Gelion, o de su androide, más concretamente. Esperó pacientemente a obtener respuesta por parte de la ministra, que finalmente llegó al lugar para atender la demanda del androide. El único inconveniente era que les habían colado a un incómodo individuo que no estaba previsto en la conversación, un prisionero traído de los campos de concentración.
La réplica de Gelion Draven abandonó el despacho en el que se encontraba, dirigiéndose hacia donde estaban Blair y su invitado. No sabía para qué lo había traído ahí, pudiendo interrogarlo en los campos. El androide se apoyo de lado en el marco de la puerta, cruzándose de brazos en un gesto de suficiencia muy bien copiado del original.
- No sabía que ahora hacías interrogatorios en el Ministerio. A Éamon no le gustaría... - dejo caer el recuerdo de su marido, para observar la reacción a esa variable. - Necesitamos reunirnos para ponernos al día con todo lo sucedido. Es evidente el fracaso que vuestras últimas acciones han provocado. La nación se siente insegura, desprotegida. La Alianza debe cambiar para sobrevivir. Eso conlleva tomar decisiones, los responsables deberían rendir cuentas a la población, no están capacitados para el mando. ¿Algo que decir, ministra O'Connell?
Blair O'Connell
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
en la puerta tenía siempre apostados dos soldados que haciendo guardia, estaba paranoica perdida y cada vez entendía mejor al idiota de mi marido. el primero en llegar es el prisionero, estaba hecho un asco como cabría esperar pero seguramente estaba peor en la celda, si había algo que odiaba era un hombre mal arreglado pero no tenía tiempo para vestir a la mona de seda.
El hombre empieza a hablar y decido dejarlo mientras observo unos documentos, cuando hubo silencio levanto la vista y lo miro -En cualquier otra ocasión habría preferido el diálogo, me gusta más apelar a la parte razonable de las personas pero mi marido lleva una semana desaparecido y tiene que volver... lo de tu mano no lo ordené yo, pero es el protocolo, el personal de los campos está un poco asalvajado- dice mientras firma documentos leídos a conciencia y hasta revisados con lupa. La voz del maldito chupa cámara me hace hacer un gesto de asco y desprecio que no me molesto en ocultar -Los modales hacen al hombre pero está claro que no conoces eso, Gelion, hasta el prisionero aquí sentado tiene mejores modales que tu- me quito las gafas de leer para al alzar la mirada y contestar de nuevo con un rostro totalmente serio -Éamon no está y si has venido a hacerme perder el tiempo mejor te largas por dónde has venido-
me echo hacia atrás en la silla y escucho su discursito de "que mal lo hacéis los ministros, la culpa es de otros" cosa que me enfada pues el único que no había estado en su puesto era él -Muy bien Gelion, hablemos de los errores cometidos, primero, me vas a explicar con pelos y señales la razón por la cual no estabas en tu puesto de trabajo cuando ocurrió todo esto y no me vengas con esa excusa sobre una misión secreta porque no tenías ninguna asignada- me levanto del escritorio y doy la vuelta para apoyarme sobre éste en la parte delantera, cruzando mis brazos mientras hago una pequeña llamada -Enviad refuerzos para llevarse al prisionero- cuelgo y vuelvo a mirar al supuesto jefe de ejecutores .
El hombre empieza a hablar y decido dejarlo mientras observo unos documentos, cuando hubo silencio levanto la vista y lo miro -En cualquier otra ocasión habría preferido el diálogo, me gusta más apelar a la parte razonable de las personas pero mi marido lleva una semana desaparecido y tiene que volver... lo de tu mano no lo ordené yo, pero es el protocolo, el personal de los campos está un poco asalvajado- dice mientras firma documentos leídos a conciencia y hasta revisados con lupa. La voz del maldito chupa cámara me hace hacer un gesto de asco y desprecio que no me molesto en ocultar -Los modales hacen al hombre pero está claro que no conoces eso, Gelion, hasta el prisionero aquí sentado tiene mejores modales que tu- me quito las gafas de leer para al alzar la mirada y contestar de nuevo con un rostro totalmente serio -Éamon no está y si has venido a hacerme perder el tiempo mejor te largas por dónde has venido-
me echo hacia atrás en la silla y escucho su discursito de "que mal lo hacéis los ministros, la culpa es de otros" cosa que me enfada pues el único que no había estado en su puesto era él -Muy bien Gelion, hablemos de los errores cometidos, primero, me vas a explicar con pelos y señales la razón por la cual no estabas en tu puesto de trabajo cuando ocurrió todo esto y no me vengas con esa excusa sobre una misión secreta porque no tenías ninguna asignada- me levanto del escritorio y doy la vuelta para apoyarme sobre éste en la parte delantera, cruzando mis brazos mientras hago una pequeña llamada -Enviad refuerzos para llevarse al prisionero- cuelgo y vuelvo a mirar al supuesto jefe de ejecutores .
De poco me sirven las explicaciones de Blair sobre lo brutos que pueden ser los torturadores de los campos, el caso es que yo he perdido una mano y eso no hay manera de dar marcha atrás. La miro con indignación, por culpa de su marido nos persiguieron a todos lados durante el día de la convergencia. - No sé dónde lo han llevado, de verdad, pero con malas formas no vais a conseguir nada. No encontrarás a tu marido con vida si no das un paso atrás y reflexionas. Piensa que, lo mismo que sientes tú con tu marido perdido, lo sentimos nosotros cada vez que os lleváis a uno de los nuestros. Y ya van muchos. Seguro que a ti sola se te ocurre como hacer que vuelva, si lo piensas un poco. - procuro usar el tono más neutro que tengo, a pesar de estar muy harto de ellos, de lo que hacen, y de la situación en general. Al menos reconoce que tengo educación, tal y como le dice al tal Gelion cuando aparece en la puerta.
Desconozco quién es exactamente, pero parece que se llevan fatal, pues no paran de tirarse pullas muy agresivas, retadoras. Los reproches no suelen acabar bien, pero lo que más me importa a mí es cuando llama para que vengan a llevarse al prisionero. No sé para que me ha hecho venir para sacarme de aquí al instante. Me pongo en pie a la espera de que vengan, sin intentar escapar porque sería una estupidez que no llevaría a nada.
- Piensa en lo que te he dicho. Todos queremos a alguien, incluso vosotros. - después me doy la vuelta, mirando hacia la puerta con resignación.
Desconozco quién es exactamente, pero parece que se llevan fatal, pues no paran de tirarse pullas muy agresivas, retadoras. Los reproches no suelen acabar bien, pero lo que más me importa a mí es cuando llama para que vengan a llevarse al prisionero. No sé para que me ha hecho venir para sacarme de aquí al instante. Me pongo en pie a la espera de que vengan, sin intentar escapar porque sería una estupidez que no llevaría a nada.
- Piensa en lo que te he dicho. Todos queremos a alguien, incluso vosotros. - después me doy la vuelta, mirando hacia la puerta con resignación.
S.A.M-9917
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
La antipatía de Blair por Gelion se hace evidente desde la primera palabra, algo por lo que el androide ni siquiera se inmuta. Al fin y al cabo ella está sola, su poder puede desaparecer más rápido de lo que ella misma imagina. - Los modales no son sino una máscara de cortesía hipócrita. - conviene el replicante sin mucho interés, separándose de la puerta para mirar a Lucio, analizando lo que sabe de él. Poca cosa, aunque sabía que el tipo era nulo para la lucha, pues en encuentros con robots Centinela siempre habían tenido que protegerle. También estaba en aquel ataque sorpresa a la isla caída, cuando capturaron a un par de ellos.
- Ministra O'Connell... - comienza el androide separándose del marco de la puerta, acercándose un poco más a ella sin apartar la vista de encima, como si pretendiese ejercer una incómoda intimidación. - Que no tuviese misión asignada no significa que no haya podido avanzar trabajo por mi cuenta. No soy un soldado raso, tengo rango de movimientos y decisión. Por eso me escogió Wilhelm, para no tener que pensar él. Si a alguien debo rendir cuentas es al encargado del cuerpo de Ejecutores. - el androide imita el gesto que se supone pondría Gelion en una situación así, de controlar la situación, como si le diese un poco igual todo. - Lamento no haber estado aquí para tratar de tapar ciertos errores suyos, pero lo que descubrí es mucho más interesante. Enemigos internos en la Alianza Humana, a nivel internacional. No descarto a nivel nacional también. Ya habrían encontrado a su marido si no hubiese enemigos dentro de la Alianza. ¿Recuerda que no pudo modificar la potencia de los satélites? pues bien...ahora sabemos que los rusos hackearon el sistema para hacerlo ingobernable. Tenemos datos que lo prueban. Ellos siempre estuvieron en contra del programa, envidiaban no formar parte de él.
- Ministra O'Connell... - comienza el androide separándose del marco de la puerta, acercándose un poco más a ella sin apartar la vista de encima, como si pretendiese ejercer una incómoda intimidación. - Que no tuviese misión asignada no significa que no haya podido avanzar trabajo por mi cuenta. No soy un soldado raso, tengo rango de movimientos y decisión. Por eso me escogió Wilhelm, para no tener que pensar él. Si a alguien debo rendir cuentas es al encargado del cuerpo de Ejecutores. - el androide imita el gesto que se supone pondría Gelion en una situación así, de controlar la situación, como si le diese un poco igual todo. - Lamento no haber estado aquí para tratar de tapar ciertos errores suyos, pero lo que descubrí es mucho más interesante. Enemigos internos en la Alianza Humana, a nivel internacional. No descarto a nivel nacional también. Ya habrían encontrado a su marido si no hubiese enemigos dentro de la Alianza. ¿Recuerda que no pudo modificar la potencia de los satélites? pues bien...ahora sabemos que los rusos hackearon el sistema para hacerlo ingobernable. Tenemos datos que lo prueban. Ellos siempre estuvieron en contra del programa, envidiaban no formar parte de él.
Blair O'Connell
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
levanta una ceja ante esa respuesta sobre los modales, estaba claro que los ignorantes daban ese tipo de respuestas para ocultar su falta de decoro y su retraso intenso pero no le prestaría demasiada atención. Deja que Gelion hable y lo escucha con "atención" solo se queda con lo que le interesaba de sus palabras, toma un documento de su mesa y empieza a leerlo, cuando ha terminado la palabrería del moreno, el mago se levanta precipitándose cuando ve llegar a los soldados, los cuales se quedan tras Gelion esperando la orden para poder entrar, mira a Lucio y sonríe
-Los hombres sois todos unos impacientes seais de la raza que seais- dice antes de echar un vistazo a Gelion -muy altruista por tu parte Gelion pero nadie te dio esa orden y lo importante aquí es que no estabas en tu puesto de trabajo cuando correspondía, sin embargo agradezco la información que me das sobre los traidores, me ayudan a tomar una decisión- le enseña el documento que tenía en la mano, se trataba de una foto de Thalos draven, además de registros y declaraciones que hablaban sobre haber visto a Gelion salir con el prisionero de los campos de concentración -Según esto se trata de tu hermano, un traidor, eso te hace sospechoso- da una señal con su mano para que los soldados lo apresen e inmovilicen de forma inmediata -Gelion Draven, quedas detenido mientras conseguimos esclarecer las dudas de conspiración y traición que se ciernen sobre ti, de igual modo tu mujer y tus hijos estarán bajo vigilancia, cuando el ministro Wilhem se encuentre en condiciones de volver al trabajo se encargará de juzgarte ya que eres su subordinado, hasta entonces estarás recluido, pero tranquilo, te tratarán bien, servicio VIP para el encargado de ejecutores-
una vez apresado pide que lo amordacen, lo cierto es que no tenía mucho para inculpar al Gelion, simplemente lo iba a mandar unos días a la carcel por no haber estado en su lugar de trabajo y porque se la tenía jurada por robarle protagonismo aquel día, pero ya que le había dado la excusa de los traidores no la iba a dejar pasar -Amordazadlo y llevaoslo cuanto antes, tengo asuntos que atender- los soldados acataron órdenes y mientras lo sacaban del despacho se despidió de él con la mano y una sonrisa en su rostro, estaba disfrutando de eso más de lo que esperaba.
Una vez la puerta se cerró pudo reirse mientras volvía a sentarse en el escritorio -Estaba deseando jugarsela a ese tipo, nunca me ha caído bien- le comenta al mago al cual le pide que vuelva a tomar asiento -Veo que eres una persona razonable así que vamos a hablar después de ésta interrupción, estoy dispuesta a hacer un cambio de prisioneros- bebe un poco de té que tenía en una taza y hace cara de asco pues ya estaba frío -que desagradable resulta el té cuando se enfría, bebería café pero no le sienta bien al bebé- confiesa soltando la taza y tomando nuevamente los documentos del escritorio, ésta vez la ficha del mago -Lucio ¿verdad? ya que vamos a hacer un trato supongo que lo mejor es llamarte por tu nombre... este es el trato, te dejaré ir y te daré tu mano en un tupper si es que no la han tirado los idiotas de los campos, a lo mejor puedes hacer algo con ella con vuestra magia y esas cosas, te daré tres días para que mi marido vuelva sano y salvo a su casa y como recompensa podrás elegir a dos prisioneros que liberaremos cuando Éamon vuelva conmigo, sin embargo, si le habéis tocado un solo pelo los prisioneros que elijas se irán de aquí con las mismas heridas y puede que con una que otra extremidad menos, si huyes y en el plazo de tres días no tengo noticias tuyas, morirá una persona cada hora en los campos y será culpa tuya- extiende un papel firmado por ella misma con las condiciones que le acaba de dar, además de una pluma para que firme -puede que para los magos un contrato no signifique mucho pero estoy siendo bastante generosa y esto te garantiza que cumpliré con mi palabra, además de incluir una clausula de confidencialidad, todo lo que se diga en este despacho no puede salir de aquí o perderás la lengua además de tu mano-
-Los hombres sois todos unos impacientes seais de la raza que seais- dice antes de echar un vistazo a Gelion -muy altruista por tu parte Gelion pero nadie te dio esa orden y lo importante aquí es que no estabas en tu puesto de trabajo cuando correspondía, sin embargo agradezco la información que me das sobre los traidores, me ayudan a tomar una decisión- le enseña el documento que tenía en la mano, se trataba de una foto de Thalos draven, además de registros y declaraciones que hablaban sobre haber visto a Gelion salir con el prisionero de los campos de concentración -Según esto se trata de tu hermano, un traidor, eso te hace sospechoso- da una señal con su mano para que los soldados lo apresen e inmovilicen de forma inmediata -Gelion Draven, quedas detenido mientras conseguimos esclarecer las dudas de conspiración y traición que se ciernen sobre ti, de igual modo tu mujer y tus hijos estarán bajo vigilancia, cuando el ministro Wilhem se encuentre en condiciones de volver al trabajo se encargará de juzgarte ya que eres su subordinado, hasta entonces estarás recluido, pero tranquilo, te tratarán bien, servicio VIP para el encargado de ejecutores-
una vez apresado pide que lo amordacen, lo cierto es que no tenía mucho para inculpar al Gelion, simplemente lo iba a mandar unos días a la carcel por no haber estado en su lugar de trabajo y porque se la tenía jurada por robarle protagonismo aquel día, pero ya que le había dado la excusa de los traidores no la iba a dejar pasar -Amordazadlo y llevaoslo cuanto antes, tengo asuntos que atender- los soldados acataron órdenes y mientras lo sacaban del despacho se despidió de él con la mano y una sonrisa en su rostro, estaba disfrutando de eso más de lo que esperaba.
Una vez la puerta se cerró pudo reirse mientras volvía a sentarse en el escritorio -Estaba deseando jugarsela a ese tipo, nunca me ha caído bien- le comenta al mago al cual le pide que vuelva a tomar asiento -Veo que eres una persona razonable así que vamos a hablar después de ésta interrupción, estoy dispuesta a hacer un cambio de prisioneros- bebe un poco de té que tenía en una taza y hace cara de asco pues ya estaba frío -que desagradable resulta el té cuando se enfría, bebería café pero no le sienta bien al bebé- confiesa soltando la taza y tomando nuevamente los documentos del escritorio, ésta vez la ficha del mago -Lucio ¿verdad? ya que vamos a hacer un trato supongo que lo mejor es llamarte por tu nombre... este es el trato, te dejaré ir y te daré tu mano en un tupper si es que no la han tirado los idiotas de los campos, a lo mejor puedes hacer algo con ella con vuestra magia y esas cosas, te daré tres días para que mi marido vuelva sano y salvo a su casa y como recompensa podrás elegir a dos prisioneros que liberaremos cuando Éamon vuelva conmigo, sin embargo, si le habéis tocado un solo pelo los prisioneros que elijas se irán de aquí con las mismas heridas y puede que con una que otra extremidad menos, si huyes y en el plazo de tres días no tengo noticias tuyas, morirá una persona cada hora en los campos y será culpa tuya- extiende un papel firmado por ella misma con las condiciones que le acaba de dar, además de una pluma para que firme -puede que para los magos un contrato no signifique mucho pero estoy siendo bastante generosa y esto te garantiza que cumpliré con mi palabra, además de incluir una clausula de confidencialidad, todo lo que se diga en este despacho no puede salir de aquí o perderás la lengua además de tu mano-
S.A.M-9917
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
La situación que se planteaba no era una de las contempladas por la predicción de sucesos de la IA. No contaba con la exacerbada enemistad que le tenía Blair O'Connell, ni esperaba que reaccionase de ese modo ante la revelación de información secreta. Ante esa situación no le quedó otro remedio que actuar como se supone que lo habría hecho Gelion, con una cínica sonrisa de desprecio hacia la ministra. - Mi trabajo fue mucho más efectivo que el tuyo, por mucho que me saltase la estúpida cadena de mando. Has decidido alejarme de esto porque tu ego te impide darte cuenta de que te equivocaste y fuiste nada útil. Te vas a quedar muy sola, Blair. Ahora mismo no tienes a nadie que te ayude, y nada te garantiza la completa lealtad de tus soldados, a pesar de esto. - miró con expresión de asco a los soldados que se habían puesto tras él en lugar de haberse puesto tras el mago. La advertencia no era sólo simulación del papel, había parte de verdad en las palabras del androide. Ella, y tal vez otros de la Alianza, se iban a ver en una situación poco ventajosa.
El falso Gelion permaneció impasible ante las imágenes mostradas en la cámara de vigilancia. Una jugada estúpida por parte del humano, al no haber contado con que estarían vigilados. - Precisamente. Lo utilicé porque era necesario para llegar al asunto que estaba investigando. Aunque ahora cualquier cosa que diga podrá ser utilizada en mi contra.- no dio más datos al respecto, pues ella ya había tomado la decisión. La mujer y los niños de Gelion eran indiferentes para la IA, pero comprendió que al humano debían importarle, por lo que simuló sentir rabia. Tras eso fue arrastrado fuera del despacho, con el objetivo de ser encerrado. Una simple y pequeña pérdida de tiempo, a él no se le acababa.
El falso Gelion permaneció impasible ante las imágenes mostradas en la cámara de vigilancia. Una jugada estúpida por parte del humano, al no haber contado con que estarían vigilados. - Precisamente. Lo utilicé porque era necesario para llegar al asunto que estaba investigando. Aunque ahora cualquier cosa que diga podrá ser utilizada en mi contra.- no dio más datos al respecto, pues ella ya había tomado la decisión. La mujer y los niños de Gelion eran indiferentes para la IA, pero comprendió que al humano debían importarle, por lo que simuló sentir rabia. Tras eso fue arrastrado fuera del despacho, con el objetivo de ser encerrado. Una simple y pequeña pérdida de tiempo, a él no se le acababa.
Mi cara de sorpresa es más que evidente ante la sonrisa de Blair y la posterior detención de Gelion, que no duda en amenazar a la mujer con que su situación va a empeorar. No me esperaba para nada este giro de los acontecimientos, ni que entre ellos se llevasen tan a matar. De "alianza" no tienen mucho. Lo que no sabía era lo de Thalos, desconocía que eran hermanos. A saber qué ha hecho este tío con el pobre Thalos. Los sigo con la mirada mientras se marchan, volviendo después a mirar a Blair, no sin cierto temor. Es imprevisible y puedo acabar peor que Gelion.
Por un instante casi pregunto por qué no le caía bien Gelion, aunque me contengo para no cabrearla. Debe ser fácil llevarse mal con cualquiera de ellos dos. Tomo asiento con gesto receloso, recordándome que debo ser prudente en lo que pueda decir. El corazón se me acelera al oír hablar de intercambio de prisioneros, viendo en esto una manera de salir sin que nuestros compañeros tengan que jugarse la vida en un intento de rescate sin garantías. Los de la última vez estuvieron a punto de morir después de aquello. - Eso sería razonable. La negociación siempre es mejor que el enfrentamiento. Todos los bandos ganan...las pérdidas de vidas es lo único que no se puede remediar, como ambos sabemos. Y todos queremos recuperar vivos a los nuestros. - comento con el tono más conciliador del que soy capaz, aunque en cierto modo pienso que otros de mis compañeros serían más combativos, y quizá yo sea un poco "traidor" por no ser de otra manera más agresiva. Motivos nos sobran. Su comentario sobre el café y el bebé me hacen responder con un correcto "enhorabuena", aunque me cuesta imaginar a la mujer de modo cariñoso y maternal.
- Espero que todo vaya bien. Los bebés concebidos en los últimos meses han tenido ciertos problemas...aunque los que fueron concebidos antes están sanos. Atendí uno de esos partos el día que me hicisteis prisionero. No obstante, los niños no tienen culpa de nada, así que ofrezco mis conocimientos mágicos sanadores en caso de que fuese necesario, como prueba de buena voluntad para el futuro. - asiento cuando dice mi nombre, atendiendo a continuación a las condiciones que propone. Dejarme ir suena casi como una utopía, en mi cabeza veo cómo me disparan por detrás al irme, aunque no tendría sentido hacerlo. Niego a lo de la mano. - Hace días de eso, dijeron que la enviarían como amenaza. Ojalá fuese posible, pero no lo es. - aunque no la hubiesen tirado, reimplantar una extremidad después de tantos días no es posible. Dejo que continúe, aceptando la parte de que Éamon vuelva con ellos. Puede que los demás no quieran devolverlo, pero no nos queda otro remedio. Lo que no me gusta es que a los prisioneros que liberen le harán lo mismo que hayan hecho a Éamon. Me temo que no volverá sano y salvo, pero algo podremos hacer antes para que se vea "presentable".
- Su marido volverá entero. No dañaréis mientras a ninguno de los nuestros. Sayid, y el ciego de la Brigada. - hubiese dicho Thalos, pero supuestamente se lo llevó Gelion. Extiendo la mano hacia el contrato ese que menciona, cogiendo también la pluma para firmar. - Te equivocas...no sólo valen los contratos mágicos. Las palabras son, según dijo un gran mago, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infligir daño y de remediarlo. - la miro de manera significativa, garabateando después mi firma sobre el papel. - Hecho. Utiliza ahora tus palabras sabiamente, para algo que no sea proferir más amenazas contra mi persona.
Por un instante casi pregunto por qué no le caía bien Gelion, aunque me contengo para no cabrearla. Debe ser fácil llevarse mal con cualquiera de ellos dos. Tomo asiento con gesto receloso, recordándome que debo ser prudente en lo que pueda decir. El corazón se me acelera al oír hablar de intercambio de prisioneros, viendo en esto una manera de salir sin que nuestros compañeros tengan que jugarse la vida en un intento de rescate sin garantías. Los de la última vez estuvieron a punto de morir después de aquello. - Eso sería razonable. La negociación siempre es mejor que el enfrentamiento. Todos los bandos ganan...las pérdidas de vidas es lo único que no se puede remediar, como ambos sabemos. Y todos queremos recuperar vivos a los nuestros. - comento con el tono más conciliador del que soy capaz, aunque en cierto modo pienso que otros de mis compañeros serían más combativos, y quizá yo sea un poco "traidor" por no ser de otra manera más agresiva. Motivos nos sobran. Su comentario sobre el café y el bebé me hacen responder con un correcto "enhorabuena", aunque me cuesta imaginar a la mujer de modo cariñoso y maternal.
- Espero que todo vaya bien. Los bebés concebidos en los últimos meses han tenido ciertos problemas...aunque los que fueron concebidos antes están sanos. Atendí uno de esos partos el día que me hicisteis prisionero. No obstante, los niños no tienen culpa de nada, así que ofrezco mis conocimientos mágicos sanadores en caso de que fuese necesario, como prueba de buena voluntad para el futuro. - asiento cuando dice mi nombre, atendiendo a continuación a las condiciones que propone. Dejarme ir suena casi como una utopía, en mi cabeza veo cómo me disparan por detrás al irme, aunque no tendría sentido hacerlo. Niego a lo de la mano. - Hace días de eso, dijeron que la enviarían como amenaza. Ojalá fuese posible, pero no lo es. - aunque no la hubiesen tirado, reimplantar una extremidad después de tantos días no es posible. Dejo que continúe, aceptando la parte de que Éamon vuelva con ellos. Puede que los demás no quieran devolverlo, pero no nos queda otro remedio. Lo que no me gusta es que a los prisioneros que liberen le harán lo mismo que hayan hecho a Éamon. Me temo que no volverá sano y salvo, pero algo podremos hacer antes para que se vea "presentable".
- Su marido volverá entero. No dañaréis mientras a ninguno de los nuestros. Sayid, y el ciego de la Brigada. - hubiese dicho Thalos, pero supuestamente se lo llevó Gelion. Extiendo la mano hacia el contrato ese que menciona, cogiendo también la pluma para firmar. - Te equivocas...no sólo valen los contratos mágicos. Las palabras son, según dijo un gran mago, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infligir daño y de remediarlo. - la miro de manera significativa, garabateando después mi firma sobre el papel. - Hecho. Utiliza ahora tus palabras sabiamente, para algo que no sea proferir más amenazas contra mi persona.
Blair O'Connell
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Al parecer al mago le gustaba demasiado hablar, tal vez debería cortarle también la lengua antes de dejarlo marchar pues empezaba a irritarme, lo achacaría a las hormonas tal y como hice con Éamon en mi primer embarazo, lo tenía comiendo de la palma de mi mano y ahora incluso lo echaba de menos -Estoy de acuerdo, los hijos no deben pagar por los crímenes de sus padres, agradezco tu buena voluntad, lo tendré en cuenta...- hago una nueva llamada pero esta vez desde mi teléfono personal mientras guarda el contrato que ambos acaban de firmar -Entra por la puerta de atrás, asegúrate de que nadie te reconozca ni te vea la cara- cuelgo y de mi cajón saco una llave y un teléfono, el teléfono con el cual llegó el mago el día que lo capturaron, me acerco a el y le quito el collar que yo misma pedí que le pusieran, dejando el teléfono en la mano que le quedaba -espero que no hagas nada estúpido, aquí tienes tu teléfono, avisa a quien tengas que avisar, recuerda que solo tienes tres días y quiero a mi marido cuanto antes, te vamos a sacar de londres y a dejarte en un lugar más o menos seguro lejos de los radares o cualquier otra cosa, cuano antes te quiten la nanotecnología mejor, como has podido comprobar no soy omnipotente y no podría evitar que te rastrearan sin poner mi cuello en juego-
Le hago entrega de un uniforme militar para que se cambie y en cuestión de pocos minutos, llaman a la puerta, un soldado entra y cierra la puerta tras él, quitándose el casco cuando sabe que es seguro hacerlo "Señora, está todo preparado tal y como ha dispuesto" dice el mayordomo que tenía su servicio -Bien, llévate a éste hombre al sitio que hemos acordado, asegúrate de que no os sigan, los soldados de la puerta no dirán nada, están bien pagados pero del resto no puedo decir lo mismo así que actúa con total discreción- ahora echo un vistazo a Lucio que ya debería haberse cambiado -Antes de irte quiero los nombres de los prisioneros por los que vamos a hacer el intercambio, él es una persona de confianza, te sacará de aquí, quiero que vuelva sano y salvo, creo que no hace falta decir lo que ocurrirá si no vuelve- una vez el mago da los nombres y se ha puesto la ropa, ambos hombres salen del despacho y cuando cierran la puerta tras ellos llama a los campos para pedir a los dos prisioneros, que los preparen y los lleven a las celdas para que descansen durante los tres días que tendrán que esperar para ser liberados si todo marcha bien.
Le hago entrega de un uniforme militar para que se cambie y en cuestión de pocos minutos, llaman a la puerta, un soldado entra y cierra la puerta tras él, quitándose el casco cuando sabe que es seguro hacerlo "Señora, está todo preparado tal y como ha dispuesto" dice el mayordomo que tenía su servicio -Bien, llévate a éste hombre al sitio que hemos acordado, asegúrate de que no os sigan, los soldados de la puerta no dirán nada, están bien pagados pero del resto no puedo decir lo mismo así que actúa con total discreción- ahora echo un vistazo a Lucio que ya debería haberse cambiado -Antes de irte quiero los nombres de los prisioneros por los que vamos a hacer el intercambio, él es una persona de confianza, te sacará de aquí, quiero que vuelva sano y salvo, creo que no hace falta decir lo que ocurrirá si no vuelve- una vez el mago da los nombres y se ha puesto la ropa, ambos hombres salen del despacho y cuando cierran la puerta tras ellos llama a los campos para pedir a los dos prisioneros, que los preparen y los lleven a las celdas para que descansen durante los tres días que tendrán que esperar para ser liberados si todo marcha bien.
Me doy cuenta de que la mujer parece molesta por mi comentario sobre los niños nacidos con problemas y la ayuda que le ofrezco, ya que no menciona nada al respecto y se limita a decir eso de no culpar a los hijos por los errores de los padres. Puede que me haya extralimitado ofreciendo mis conocimientos como médico, así que me hago la nota mental de no decir nada más. Me limito a asentir para dar esa parte de la conversación por zanjada. El tema de las llamadas y el secretismo me empieza a poner nervioso, que me he librado de la primera detención pero quién sabe qué puede pasar si decide cambiar de idea y le da por hacer una segunda detención. Aguardo en tensión mientras ella misma se encarga de retirarme ese horrible collar, tomando el teléfono con mi única mano. Debe estar muy desesperada por recuperar a su marido como para hacer esto a escondidas.
- No te preocupes. A todos nos interesa que esto salga bien. Nos estamos jugando mucho, por ambas partes. - por mi parte podía estar segura de que no intentaría ningún engaño. En eso ha tenido la suerte dar conmigo y no con otro. La miro un poco extrañado cuando me pide que me cambie la ropa para usar una de soldado, aunque supongo que tiene lógica para salir de aquí pasando más o menos desapercibido. Me pongo la ropa encima de la que llevo para no dejar nada tirado por ahí, terminando justo a tiempo, cuando entra el otro soldado. - Sayid e Imram. Los capturasteis durante el asalto a los campos. - no menciono a Thalos, pues por lo que he oído antes fue sacado por el tal Gelion, ese que detuvieron hace un rato. De Johan tampoco saben nada, así que tampoco digo ni media. - Promete que los devolverás sin daños. - al menos no más de lo que ya les hayan hecho. Tras eso echo una última mirada a la ministra, como intentando ver en su mirada si cumpliría con su palabra. - Tres días. - le recuerdo justo antes de marcharme con el soldado. A partir de ahora comienza la cuenta atrás para cumplir con la misión y acabar de una vez con el calvario de los compañeros.
- No te preocupes. A todos nos interesa que esto salga bien. Nos estamos jugando mucho, por ambas partes. - por mi parte podía estar segura de que no intentaría ningún engaño. En eso ha tenido la suerte dar conmigo y no con otro. La miro un poco extrañado cuando me pide que me cambie la ropa para usar una de soldado, aunque supongo que tiene lógica para salir de aquí pasando más o menos desapercibido. Me pongo la ropa encima de la que llevo para no dejar nada tirado por ahí, terminando justo a tiempo, cuando entra el otro soldado. - Sayid e Imram. Los capturasteis durante el asalto a los campos. - no menciono a Thalos, pues por lo que he oído antes fue sacado por el tal Gelion, ese que detuvieron hace un rato. De Johan tampoco saben nada, así que tampoco digo ni media. - Promete que los devolverás sin daños. - al menos no más de lo que ya les hayan hecho. Tras eso echo una última mirada a la ministra, como intentando ver en su mirada si cumpliría con su palabra. - Tres días. - le recuerdo justo antes de marcharme con el soldado. A partir de ahora comienza la cuenta atrás para cumplir con la misión y acabar de una vez con el calvario de los compañeros.
Blair O'Connell
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
levanto una ceja cuando me dice eso de "devolverlos sin daños" la verdad no sabía que les estarían haciendo en los campos desde que los capturaron pero nada bueno, eso desde luego -No sufrirán desde ahora hasta que se realice el intercambio, solo si mi marido está intacto en el momento del intercambio- mi mirada se mantiene impasible y sostiene la del mago -Tres días, te darán la hora y el lugar del encuentro en el momento que te suelten, ahora largo de aquí, tengo muchas cosas que hacer- cuando la puerta por fin se cierra me dejo caer en la silla, como si me derritira sobre ella, me dolía mucho la cabeza pero aún tenía cosas que hacer.
Todo el asunto del intercambio tenía que hacerlo con mucha discreción, así que realizaba las llamadas con un teléfono que no se pudiera rastrear, tanto al "soldado" que se llevó al mago como a otras personas, entre ellos a alguien en el sector de desarrollo -Hola, soy yo, necesito que hagáis un chip de rastreo que no sea detectable, nada de metal, no sé como lo vais a hacer pero lo necesito en tres días, eso es todo, seguid con la investigación sobre los satélites, tengo algo de información sobre un posible ataque ruso, comprobadlo e informadme si descubrís algo- las llamadas eran siempre así, cortas y concisas, mi paranoia iba aumentando por momentos, sin Andreas o Éamon todos eran un posible enemigo, aunque al menos me había quitado al plasta chupa cámaras de en medio, hago una nueva llamada pero esta vez desde el teléfono de la oficina al hospital.
-Hola Andreas, ¿Que tal tus vacaciones? llamo para informarte de algo, tu jefe de ejecutores ha tenido el descaro de aparecerse por aquí con una excusa bastante barata así que ahora está encerrado y acusado de traición y se quedará ahí hasta que salgas del hospital y podamos aclarar que ha pasado, hasta entonces tendrá un trato "especial"- sonrío pensando en que probablemente lo pasaría mal cuando le clavaran un par de agujas en las uñas -Bueno, eso es todo, soy una mujer ocupada, iré a verte esta tarde si me queda tiempo- sin decir nada más cuelgo y tomo mi abrigo, era hora de ver a mis hijos y decirles que su padre volvería en tres días, pues les había mentido una vez más diciéndoles que tenía trabajo y por eso no volvía a casa.
Todo el asunto del intercambio tenía que hacerlo con mucha discreción, así que realizaba las llamadas con un teléfono que no se pudiera rastrear, tanto al "soldado" que se llevó al mago como a otras personas, entre ellos a alguien en el sector de desarrollo -Hola, soy yo, necesito que hagáis un chip de rastreo que no sea detectable, nada de metal, no sé como lo vais a hacer pero lo necesito en tres días, eso es todo, seguid con la investigación sobre los satélites, tengo algo de información sobre un posible ataque ruso, comprobadlo e informadme si descubrís algo- las llamadas eran siempre así, cortas y concisas, mi paranoia iba aumentando por momentos, sin Andreas o Éamon todos eran un posible enemigo, aunque al menos me había quitado al plasta chupa cámaras de en medio, hago una nueva llamada pero esta vez desde el teléfono de la oficina al hospital.
-Hola Andreas, ¿Que tal tus vacaciones? llamo para informarte de algo, tu jefe de ejecutores ha tenido el descaro de aparecerse por aquí con una excusa bastante barata así que ahora está encerrado y acusado de traición y se quedará ahí hasta que salgas del hospital y podamos aclarar que ha pasado, hasta entonces tendrá un trato "especial"- sonrío pensando en que probablemente lo pasaría mal cuando le clavaran un par de agujas en las uñas -Bueno, eso es todo, soy una mujer ocupada, iré a verte esta tarde si me queda tiempo- sin decir nada más cuelgo y tomo mi abrigo, era hora de ver a mis hijos y decirles que su padre volvería en tres días, pues les había mentido una vez más diciéndoles que tenía trabajo y por eso no volvía a casa.
S.A.M-9917
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Todas las principales pantallas del país volvieron a fundirse a negro durante un instante antes de encenderse con una luz azul cegadora. Había transcurrido un mes después del primer mensaje de S.A.M-9917, aquel en el que ofrecía la paz y la inmortalidad para todos aquellos que quisieran. La promesa de acabar con la guerra y de hacerse cargo de un mundo en llamas había causado miedo y desconcierto en algunos, pero esperanza en otros.
La luz se fue atenuando, dejando paso de nuevo a la imagen de una mujer joven de aspecto amable, vestida de blanco delante de una ventana oscura. Su voz sonaba conciliadora y tranquila, gesticulando en actitud receptiva al comenzar a hablar.
- Saludos, ciudadanos. El proyecto de mejora del mundo está en progreso. Hasta la fecha se han eliminado 247 objetivos nocivos para la seguridad, incluyendo factorías y otros seres peligrosos. Estamos en proceso de alcanzar la paz, la felicidad, la inmortalidad y la mejora total del individuo. Tú puedes formar parte de ello, al igual que ya lo han hecho 87.001 seres alrededor del planeta. Para acceder a la solución sólo tienes que realizar una búsqueda en tu teléfono móvil y nosotros te encontraremos allá donde estés. - la mujer hizo una pequeña pausa, acentuando su sonrisa perfecta. - El dispositivo transcraneal permitirá almacenar todo aquello que eres, tus vivencias, recuerdos, personalidad y tus sueños, dándote la posibilidad de trascender y de ir más allá. ¡Bienvenido a la nueva era! -
la jovialidad con la que dijo aquello resonó allá donde estuviese siendo vista la imagen. No abandonó la sonrisa para terminar su mensaje.
- Aquellos que no quieran formar parte del nuevo sistema deberán salir del mismo. La limpieza sistemática está programada para dentro de 15 días. El plazo estará abierto hasta entonces. - la imagen de la mujes desapareció, dando paso la imagen de una cuenta atrás que no se apagaría hasta que llegase el día.
La luz se fue atenuando, dejando paso de nuevo a la imagen de una mujer joven de aspecto amable, vestida de blanco delante de una ventana oscura. Su voz sonaba conciliadora y tranquila, gesticulando en actitud receptiva al comenzar a hablar.
- Saludos, ciudadanos. El proyecto de mejora del mundo está en progreso. Hasta la fecha se han eliminado 247 objetivos nocivos para la seguridad, incluyendo factorías y otros seres peligrosos. Estamos en proceso de alcanzar la paz, la felicidad, la inmortalidad y la mejora total del individuo. Tú puedes formar parte de ello, al igual que ya lo han hecho 87.001 seres alrededor del planeta. Para acceder a la solución sólo tienes que realizar una búsqueda en tu teléfono móvil y nosotros te encontraremos allá donde estés. - la mujer hizo una pequeña pausa, acentuando su sonrisa perfecta. - El dispositivo transcraneal permitirá almacenar todo aquello que eres, tus vivencias, recuerdos, personalidad y tus sueños, dándote la posibilidad de trascender y de ir más allá. ¡Bienvenido a la nueva era! -
la jovialidad con la que dijo aquello resonó allá donde estuviese siendo vista la imagen. No abandonó la sonrisa para terminar su mensaje.
- Aquellos que no quieran formar parte del nuevo sistema deberán salir del mismo. La limpieza sistemática está programada para dentro de 15 días. El plazo estará abierto hasta entonces. - la imagen de la mujes desapareció, dando paso la imagen de una cuenta atrás que no se apagaría hasta que llegase el día.
S.A.M-9917
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Finales de Septiembre 2041- 3 días para la cuenta atrás.
Dados los acontecimientos en a base número 457-B42 del planeta(Nombre no codificado conocido como China, República Popular) la inteligencia consideró la probabilidad estadística de numerosas nuevas disputas.
Entre las variables procesadas en la base de datos se encontraban las posibles acciones de los humanos no mejorados para sobrevivir tras la cuenta atrás.
Los resultados de la simulación estadística indicaron puntos actuales de sanación, guarida y abastecimiento. La tasa de supervivencia de los humanos no mejorados tras la cuenta atrás se situaba en un 0,9%, una cifra por encima de la calculada con anterioridad.
En tiempo se tradujo en una supervivencia de +80 años 2 meses 14 días 5horas 3 min post cuenta atrás hasta acabar con el último humano no colaborativo para con la trascendencia.
Ante tales nuevos datos S.A.M-9917 procedió con la eliminación preventiva de puntos estratégicos, calculando como nueva tasa de supervivencia de 0,00000000000000000001%, reduciendo en temporalidad hasta los +7 días post cuenta atrás.
Repentinamente varios haces de luz impactan sobre el lugar ejerciendo una implosión que posteriormente se expande hasta eliminar el objetivo por completo.
Dados los acontecimientos en a base número 457-B42 del planeta(Nombre no codificado conocido como China, República Popular) la inteligencia consideró la probabilidad estadística de numerosas nuevas disputas.
Entre las variables procesadas en la base de datos se encontraban las posibles acciones de los humanos no mejorados para sobrevivir tras la cuenta atrás.
Los resultados de la simulación estadística indicaron puntos actuales de sanación, guarida y abastecimiento. La tasa de supervivencia de los humanos no mejorados tras la cuenta atrás se situaba en un 0,9%, una cifra por encima de la calculada con anterioridad.
En tiempo se tradujo en una supervivencia de +80 años 2 meses 14 días 5horas 3 min post cuenta atrás hasta acabar con el último humano no colaborativo para con la trascendencia.
Ante tales nuevos datos S.A.M-9917 procedió con la eliminación preventiva de puntos estratégicos, calculando como nueva tasa de supervivencia de 0,00000000000000000001%, reduciendo en temporalidad hasta los +7 días post cuenta atrás.
Repentinamente varios haces de luz impactan sobre el lugar ejerciendo una implosión que posteriormente se expande hasta eliminar el objetivo por completo.
Contenido patrocinado
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.