Recuerdo del primer mensaje :
Los casos más críticos reciben una supervisión más profunda
Al final no había ido a dormir a casa de Josephine. Con lo de la transfusión para Reiv ya se me había hecho bastante tarde, y ya no pude regresar a la planta de cuidados intensivos para ver cómo estaban. Tuve que preguntar a una de las enfermeras por el pasillo, justo cuando salían de esa zona. Fue así como me enteré que lo de mi hermano era grave, y que Victorya no estaba equivocada con lo del embarazo. Intenté disimular la cara que se me quedó, marchándome rápido de allí. No eran horas para entrar en casa de Jo, seguramente ella y la niña ya estarían durmiendo. Además, no estaba preparado para tener una conversación esa misma noche. Al final fui al edificio de viviendas en el que tenía una habitación con aseo, pudiendo ducharme al fin para quitarme de encima toda la suciedad y la sangre de la misión. Después me volví a tomar las medicinas que me habían mandado, tirándome en la cama después con intenciones de dormir. Estaba reventado, pero teniendo el cerebro tan activo por tantas cosas me costó un buen rato dormirme.
Desperté más tarde de la cuenta, cuando abrí el ojo ya estaba bien entrada la mañana. Al menos me encontraba bastante mejor con la cura de Jo y con las pociones. Me quedé un rato sentado en la cama mirando al infinito antes de reaccionar, comenzando después a vestirme para ir al hospital. Cuando llegué ya volvía a ser horario para visitas, así que me dirigí a la planta en la que había estado la noche anterior. La buena noticia era que Yaroslav ya había sido trasladado a la planta de ingresos normales, según me dijeron en recepción al llegar. Después iría a visitarle para ver si había despertado. Me detuve un instante nada más entrar en la zona de cuidados intensivos, localizando a Anteia con Vyka al fondo de la sala. Por un momento me dieron ganas de dar media vuelta, así no podría hablar con ella. Inspiré profundamente antes de seguir avanzando, saludando a Anteia y a Victorya de la manera más normal posible, como si no pasase nada.
- Buenos días. ¿Cómo te encuentras, Victorya? - saludo normal, pregunta normal en esas circunstancias. Me situé un momento a los pies de su cama, fijándome en que tenían cerca la máquina de ecografías, y que acababa de darle la imagen impresa. Definitivamente era cierto, no era un error de la enfermera. Fue difícil, pero intenté no poner ningún gesto en concreto porque no quería darle pista alguna a Anteia, quería hablar en privado cuando ella se fuese.
"Siento la tardanza. Vine anoche, pero estabas aún con la anestesia. Cuando se marche Anteia hablamos."
Transmití el mensaje mental telepáticamente para Victorya, buscando su mirada justo en ese instante. - Te dejo trabajar, Anteia. Voy a ver cómo está mi hermano. - Me giré después para ir hacia Reiv, que estaba a un par de metros en la cama contigua. En cierto modo era afortunado por estar vivo, con todo lo que me contaron que le había pasado. Ni siquiera me había dicho que venía a la misión, y ahora estaba ahí, hecho mierda. Puse una mano sobre su frente, notando que le había dado fiebre después de la operación. No sabía si eso era normal, o si tal vez había sido culpa de mi transfusión, por no avisar de que aún estaba curándome de una infección.
Desperté más tarde de la cuenta, cuando abrí el ojo ya estaba bien entrada la mañana. Al menos me encontraba bastante mejor con la cura de Jo y con las pociones. Me quedé un rato sentado en la cama mirando al infinito antes de reaccionar, comenzando después a vestirme para ir al hospital. Cuando llegué ya volvía a ser horario para visitas, así que me dirigí a la planta en la que había estado la noche anterior. La buena noticia era que Yaroslav ya había sido trasladado a la planta de ingresos normales, según me dijeron en recepción al llegar. Después iría a visitarle para ver si había despertado. Me detuve un instante nada más entrar en la zona de cuidados intensivos, localizando a Anteia con Vyka al fondo de la sala. Por un momento me dieron ganas de dar media vuelta, así no podría hablar con ella. Inspiré profundamente antes de seguir avanzando, saludando a Anteia y a Victorya de la manera más normal posible, como si no pasase nada.
- Buenos días. ¿Cómo te encuentras, Victorya? - saludo normal, pregunta normal en esas circunstancias. Me situé un momento a los pies de su cama, fijándome en que tenían cerca la máquina de ecografías, y que acababa de darle la imagen impresa. Definitivamente era cierto, no era un error de la enfermera. Fue difícil, pero intenté no poner ningún gesto en concreto porque no quería darle pista alguna a Anteia, quería hablar en privado cuando ella se fuese.
"Siento la tardanza. Vine anoche, pero estabas aún con la anestesia. Cuando se marche Anteia hablamos."
Transmití el mensaje mental telepáticamente para Victorya, buscando su mirada justo en ese instante. - Te dejo trabajar, Anteia. Voy a ver cómo está mi hermano. - Me giré después para ir hacia Reiv, que estaba a un par de metros en la cama contigua. En cierto modo era afortunado por estar vivo, con todo lo que me contaron que le había pasado. Ni siquiera me había dicho que venía a la misión, y ahora estaba ahí, hecho mierda. Puse una mano sobre su frente, notando que le había dado fiebre después de la operación. No sabía si eso era normal, o si tal vez había sido culpa de mi transfusión, por no avisar de que aún estaba curándome de una infección.
Prefería el Anteia y asintió a lo de las confianzas entre ellas. De alguna manera, se sentía mejor de tenerla cerca. Quizás porque ella tenía más idea de lo que le iba a pasar. No sabía si tenía hijos, pero sí que estaba casada con un profesor de la Academia. Agradeció su intervención ante la interrupción de Aldaron, pues realmente el elfo había sido invasivo con su espacio. Por no decir que ella siempre se alejaba de la gente. Le sonrió de nuevo, permitiéndole trabajar, cuando Aldaron se fue del espacio.- Eso estará bien, gracias.
Cuando la ecografía inició, se dedicó a mirar el techo, tratando que lo frío del gel no le hiciera botar sobre la cama. No sabía a qué Dios le estaba rezando y tampoco sabía por qué rezaba. Solo sabía que la situación no le era favorable y estaba tensa. Se mantuvo así mientras esperaba a que le "encontrara" si es que estaba ahí, justo como ella decía. Fueron instantes eternos hasta que escuchó el latido de lo que fuera que crecía dentro de ella. Se pasó la mano libre por la cara, dejándola unos instantes hasta que respiró profundamente. Recibió con esa misma mano lo que la rubia había impreso y soltó otro suspiro. Nunca se había imaginado como madre, bajo ningún escenario. No era maternal y no lo habían sido con ella... Mucho menos esperaba que fuera soltera. Y descansar, con aquella amenaza inminente abajo, descansar era un lujo.
Las "opciones" no la tranquilizaron para nada. En antaño había sido miembro de una familia adinerada, pero en aquel momento no estaba precisamente solvente. Hizo las cuentas rápido, le quedaban poco más de dos meses si contaba desde el inicio, desde la primera vez. Escuchó los detalles, que la verdad hubiera preferido que los dejara para cuando hubiera tomado la decisión, cualquiera que fuera. Y luego ella tomó su mano, de aquella manera tan maternal y tan amorosa. De no ser una insensible se habría quebrado como galleta frente a ella. Aún así, se sentía en un borde del que sería difícil volver. Le miró intranquila, soltando de nueva cuenta un suspiro y respirando profundamente. Asintió, soltando un "gracias" de nueva manera. Aceptó que mencionara lo de cambiarla de piso, pues al menos así sentía que no escucharía el pitido de tantas máquinas a la vez.
Para lo que siguió, nadie la había preparado. Pensó un momento en esconder la ecografía, pero no tenía caso, así que se quedó quieta, tranquila, mirando al moreno que había movido la boca pero que no sabía qué había dicho.- Estoy bien.- Supuso que eso habría preguntado. Es lo que se le pregunta a la gente en el hospital. Escuchó las palabras de Johan y se cubrió el rostro con la ecografía, para hacerle buen uso. No respondió al mensaje mental. No quería hablar, él era demasiado recto para hablar. Seguro se había comido la cabeza toda la noche pensando en cómo decirle a Josephine, cuando ella hubiera preferido el secreto.
Tomó la mano de Anteia con un poco más de fuerza, sonriéndole con tranquilidad tras descubrirse la cara.- Anteia, por favor, me gustaría que esto... que fueramos discretas. Aún no decido nada.- Le recordó, aunque el elfo de seguro ya había mandado imprimirlo en el periódico de la academia, que la última vez que estuvo en el hospital no la bajó de infiel. Al menos de ella no se tendría que cuidar. Sonrió a Anteia antes de que se fuera y tratando de mantenerse entera hasta que salió de rango. Ahora le quedaba esperar a que el moreno volviera, porque trataba de estirar el tiempo lo más que podía antes de la conversación. Dios la escuchó, porque un camillero vino a llevarla al piso superior. Al menos tendría lo del trayecto para distraerse. Le ocultó la ecografía, aunque tenía la sensación de que era inútil ocultar las cosas en un hospital, y se dejó llevar, saliendo de la unidad de cuidados intensivos.
Cuando la ecografía inició, se dedicó a mirar el techo, tratando que lo frío del gel no le hiciera botar sobre la cama. No sabía a qué Dios le estaba rezando y tampoco sabía por qué rezaba. Solo sabía que la situación no le era favorable y estaba tensa. Se mantuvo así mientras esperaba a que le "encontrara" si es que estaba ahí, justo como ella decía. Fueron instantes eternos hasta que escuchó el latido de lo que fuera que crecía dentro de ella. Se pasó la mano libre por la cara, dejándola unos instantes hasta que respiró profundamente. Recibió con esa misma mano lo que la rubia había impreso y soltó otro suspiro. Nunca se había imaginado como madre, bajo ningún escenario. No era maternal y no lo habían sido con ella... Mucho menos esperaba que fuera soltera. Y descansar, con aquella amenaza inminente abajo, descansar era un lujo.
Las "opciones" no la tranquilizaron para nada. En antaño había sido miembro de una familia adinerada, pero en aquel momento no estaba precisamente solvente. Hizo las cuentas rápido, le quedaban poco más de dos meses si contaba desde el inicio, desde la primera vez. Escuchó los detalles, que la verdad hubiera preferido que los dejara para cuando hubiera tomado la decisión, cualquiera que fuera. Y luego ella tomó su mano, de aquella manera tan maternal y tan amorosa. De no ser una insensible se habría quebrado como galleta frente a ella. Aún así, se sentía en un borde del que sería difícil volver. Le miró intranquila, soltando de nueva cuenta un suspiro y respirando profundamente. Asintió, soltando un "gracias" de nueva manera. Aceptó que mencionara lo de cambiarla de piso, pues al menos así sentía que no escucharía el pitido de tantas máquinas a la vez.
Para lo que siguió, nadie la había preparado. Pensó un momento en esconder la ecografía, pero no tenía caso, así que se quedó quieta, tranquila, mirando al moreno que había movido la boca pero que no sabía qué había dicho.- Estoy bien.- Supuso que eso habría preguntado. Es lo que se le pregunta a la gente en el hospital. Escuchó las palabras de Johan y se cubrió el rostro con la ecografía, para hacerle buen uso. No respondió al mensaje mental. No quería hablar, él era demasiado recto para hablar. Seguro se había comido la cabeza toda la noche pensando en cómo decirle a Josephine, cuando ella hubiera preferido el secreto.
Tomó la mano de Anteia con un poco más de fuerza, sonriéndole con tranquilidad tras descubrirse la cara.- Anteia, por favor, me gustaría que esto... que fueramos discretas. Aún no decido nada.- Le recordó, aunque el elfo de seguro ya había mandado imprimirlo en el periódico de la academia, que la última vez que estuvo en el hospital no la bajó de infiel. Al menos de ella no se tendría que cuidar. Sonrió a Anteia antes de que se fuera y tratando de mantenerse entera hasta que salió de rango. Ahora le quedaba esperar a que el moreno volviera, porque trataba de estirar el tiempo lo más que podía antes de la conversación. Dios la escuchó, porque un camillero vino a llevarla al piso superior. Al menos tendría lo del trayecto para distraerse. Le ocultó la ecografía, aunque tenía la sensación de que era inútil ocultar las cosas en un hospital, y se dejó llevar, saliendo de la unidad de cuidados intensivos.
La escueta respuesta de Victorya y su negativa a responderme mentalmente me dio la pista de que la conversación no iba a ser fácil. Disimulé permaneciendo de espaldas a ellas, junto a la cama de Reiv. Aún así tenía la oreja puesta en todo lo que decían. Discreción, claro. No era algo que pudiese saberse de buenas a primeras. Y también el tema de decidir...era todo demasiado complejo. Las miré de reojo mientras Anteia la trasladaba para sacarla de la habitación, así que tendría que seguirlas a planta. No podía salir al instante o se notaría mucho, así que me esperé unos cinco minutos más.
"¿Y ahora qué?"
Permanecí con la mirada puesta en mi maltrecho hermano, pensando en qué hubiese hecho nuestro padre de haber sabido de su existencia. Ya no podía opinar sobre las aventuras de mi padre con Sarah o con Audrey, ni de los dos hijos que habían salido de esas relaciones. Ni mi madre ni mi padre habían sido siempre fieles el uno al otro, pero al final siempre volvían. Tal vez todo hubiese cambiado si Maharet hubiese sabido de la existencia de Reiv o de Siria. Tal vez no habrían nacido Daniel y las mellizas. Todo era demasiado hipotético, y no sabía que habrían pensado ellos del tema.
- Ojalá estuvieses despierto...podrías darme tu punto de vista. - murmuré antes de separarme de su cama, aunque me daba algo de cosa dejarlo solo. - Volveré luego. -me di media vuelta, saliendo de allí en dirección a la otra planta.
"¿Y ahora qué?"
Permanecí con la mirada puesta en mi maltrecho hermano, pensando en qué hubiese hecho nuestro padre de haber sabido de su existencia. Ya no podía opinar sobre las aventuras de mi padre con Sarah o con Audrey, ni de los dos hijos que habían salido de esas relaciones. Ni mi madre ni mi padre habían sido siempre fieles el uno al otro, pero al final siempre volvían. Tal vez todo hubiese cambiado si Maharet hubiese sabido de la existencia de Reiv o de Siria. Tal vez no habrían nacido Daniel y las mellizas. Todo era demasiado hipotético, y no sabía que habrían pensado ellos del tema.
- Ojalá estuvieses despierto...podrías darme tu punto de vista. - murmuré antes de separarme de su cama, aunque me daba algo de cosa dejarlo solo. - Volveré luego. -me di media vuelta, saliendo de allí en dirección a la otra planta.
Llegué al trabajo como media hora tarde, y en recepción me informaron de que Aldaron estaba ya buscándome. Al final me iba a montar un motín por tener que cubrirme más tiempo de la cuenta, pero enseguida me puse manos a la obra para compensar. Pedí reporte de novedades de los ingresos de la noche anterior, observando que habían bajado varios a planta normal, y que permanecían en cuidados intensivos los dos que habían llegado más graves por los nanobots. Subí hacia esa planta en primer lugar, y después pasaría a la otra para revisar a los demás.
Me dirigí hacia Lyosha en primer lugar, respirando aliviado al ver que por ahora sobrevivía. Comencé a revisar sus constantes vitales, que eran bastante débiles. Su estado general era también malo, como si estuviese más aletargada aún de lo que debía estar. Tardaría en despertar, sin duda. Sus familiares todavía no habían venido a visitarla, y si no recordaba mal eran Khaled y Adramelech. Esperaría por allí por si querían preguntar. Pedí a una enfermera que fuera a buscar al muchacho por si quería subir, y también que avisase a Aldaron por si tenía que ponerme al día de más cosas. Yo también debía ponerle al día de otras, y no precisamente profesionales.
- Decidle que tenemos que hacer la ronda y que traiga los informes para echarles un vistazo.- Me dediqué durante los siguientes minutos a incrementar la cantidad de oxígeno para Lyosha, y a revisar las zonas operadas. Los ojos no quise tocarlos demasiado, ya estaba convencido que sin lágrimas de fénix iba a ser complicado que recuperase la visión. Terminé de acomodar a la mujer, yendo después hacia Reiv. Repetí el procedimiento para revisar las constantes vitales, subiendo también el oxígeno. En la exploración percibí una temperatura corporal muy elevada, aunque desconocía la causa exacta.
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dado opciones para Lyosha (tiempo en semanas que tarda en despertar)
Me dirigí hacia Lyosha en primer lugar, respirando aliviado al ver que por ahora sobrevivía. Comencé a revisar sus constantes vitales, que eran bastante débiles. Su estado general era también malo, como si estuviese más aletargada aún de lo que debía estar. Tardaría en despertar, sin duda. Sus familiares todavía no habían venido a visitarla, y si no recordaba mal eran Khaled y Adramelech. Esperaría por allí por si querían preguntar. Pedí a una enfermera que fuera a buscar al muchacho por si quería subir, y también que avisase a Aldaron por si tenía que ponerme al día de más cosas. Yo también debía ponerle al día de otras, y no precisamente profesionales.
- Decidle que tenemos que hacer la ronda y que traiga los informes para echarles un vistazo.- Me dediqué durante los siguientes minutos a incrementar la cantidad de oxígeno para Lyosha, y a revisar las zonas operadas. Los ojos no quise tocarlos demasiado, ya estaba convencido que sin lágrimas de fénix iba a ser complicado que recuperase la visión. Terminé de acomodar a la mujer, yendo después hacia Reiv. Repetí el procedimiento para revisar las constantes vitales, subiendo también el oxígeno. En la exploración percibí una temperatura corporal muy elevada, aunque desconocía la causa exacta.
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En otro momento habría llegado enfadado y reclamando a Lucio por las horas de llegar pero acababa de recargar las baterías y en cuanto lo vi le enganché la camisa y empecé a sacudirlo modo compulsivo - LE HE DADO UN ABRAZO AL RUSO GUAPO!!! AY QUE LOS DIOSES DEL BOSQUE ME LLEVEN PRONTO PORQUE ESTOY QUE ME MUERO!!! - al final al que le iban a dar con la cerbatana era a mi. Solté a Lucio con mi sonrisa de oreja a oreja y buen rollo pasando a informarle sobre los asuntos del día -por hoy te perdono la tardanza, estoy de buen humor y tenemos muchos pacientes que ya han pasado a planta, menos estos dos que me da a mi que se van a quedar pochos un par de días más- o meses pero mejor no decirlo en alto y llamar a la desgracia.
Saqué mi libreta y empecé a contarle al descendiente todo lo que debería saber -vamos por partes, durante la noche no hubo nada raro, todos dormiditos y tranquilos, yo creo que es el poder de la cerbatana- empecé a caminar y le fui contando como evolucionaron los pacientes y los tratamientos para todos, el trabajo de hoy sería mucho más tranquilo y yo confiaba en que saldríamos pronto de trabajar.
Pasé las fichas y pronto llegué hasta dos de mis pacientes, me llevé a mi amigo hasta un lugar sin mucha gente y entonces empecé a soltar lastre porque la información me quemaba por dentro - madre mía la de cosas que te has perdido!! Te pasa por no venir pero deja que te cuento, el otro día me enteré de que Arleen y Gio se han acostado juntos!! Que fuerte, es decir, yo pensaba que Gio era especialito pero nos salió listo y a que no sabes qué!? Esta mañana cuando fui a verla estaba Gio con ella y le dio un beso en la frente!! Ay ay ay! Yo creo que esos dos tienen algo más que encuentros casuales- le hice un movimiento de cejas al médico y entonces seguí porque la cosa no paraba allí.
Un par de enfermeras pasaron y me hice el loco con los informes pero cuando se fueron pude seguir -uf, ahora la noticia chunga, te acuerdas cuando hubo todos esos poseídos por no sé que cosa de un portal al infierno? Pues ese día que me dejaste el turno más puñeteramente largo de toda mi vida como elfo, vino catherine y se acercó a Victoria, dejó a toda la sala callada y le hizo no sé que cosa chunga en la cabeza y antes de irse la llamó pecadora y claro, yo pensaba que a lo mejor mataba conejitos en sus ratos libres o vete tu a saber qué, entonces me acerque a la pelirroja esa que siempre va con el amigo de Johan y solté "las mas calladitas son las que tienen más delito" y no te lo pierdas!! Van y me sueltan "la culpa es de johan que es el que está casado" - ahí hice una pausa para pillar aire y darle un golpecito con el dorso de la mano a Lucio -mira, los pelos de punta de este maricon! Me quedé muerto!!! Porque claro, es el marido de Josephine y aquí la gente la quiere mucho, el caso es que me quedé con la intriga y ya me olvidé del tema pero victoria está embarazada! Ya la vio Anteia ayer y hace un rato que he ido a hacer la ronda me los he encontrado abrazados! - uf... Ya, lo había soltado y estaba tranquilo y en paz con el cosmos pero el asunto era bastante malo para la rubia -mira, yo solo espero que por esta vez me equivoque porque Jo es muy buena persona -
Saqué mi libreta y empecé a contarle al descendiente todo lo que debería saber -vamos por partes, durante la noche no hubo nada raro, todos dormiditos y tranquilos, yo creo que es el poder de la cerbatana- empecé a caminar y le fui contando como evolucionaron los pacientes y los tratamientos para todos, el trabajo de hoy sería mucho más tranquilo y yo confiaba en que saldríamos pronto de trabajar.
Pasé las fichas y pronto llegué hasta dos de mis pacientes, me llevé a mi amigo hasta un lugar sin mucha gente y entonces empecé a soltar lastre porque la información me quemaba por dentro - madre mía la de cosas que te has perdido!! Te pasa por no venir pero deja que te cuento, el otro día me enteré de que Arleen y Gio se han acostado juntos!! Que fuerte, es decir, yo pensaba que Gio era especialito pero nos salió listo y a que no sabes qué!? Esta mañana cuando fui a verla estaba Gio con ella y le dio un beso en la frente!! Ay ay ay! Yo creo que esos dos tienen algo más que encuentros casuales- le hice un movimiento de cejas al médico y entonces seguí porque la cosa no paraba allí.
Un par de enfermeras pasaron y me hice el loco con los informes pero cuando se fueron pude seguir -uf, ahora la noticia chunga, te acuerdas cuando hubo todos esos poseídos por no sé que cosa de un portal al infierno? Pues ese día que me dejaste el turno más puñeteramente largo de toda mi vida como elfo, vino catherine y se acercó a Victoria, dejó a toda la sala callada y le hizo no sé que cosa chunga en la cabeza y antes de irse la llamó pecadora y claro, yo pensaba que a lo mejor mataba conejitos en sus ratos libres o vete tu a saber qué, entonces me acerque a la pelirroja esa que siempre va con el amigo de Johan y solté "las mas calladitas son las que tienen más delito" y no te lo pierdas!! Van y me sueltan "la culpa es de johan que es el que está casado" - ahí hice una pausa para pillar aire y darle un golpecito con el dorso de la mano a Lucio -mira, los pelos de punta de este maricon! Me quedé muerto!!! Porque claro, es el marido de Josephine y aquí la gente la quiere mucho, el caso es que me quedé con la intriga y ya me olvidé del tema pero victoria está embarazada! Ya la vio Anteia ayer y hace un rato que he ido a hacer la ronda me los he encontrado abrazados! - uf... Ya, lo había soltado y estaba tranquilo y en paz con el cosmos pero el asunto era bastante malo para la rubia -mira, yo solo espero que por esta vez me equivoque porque Jo es muy buena persona -
Se pasó por la oficina administrativa antes de fijar rumbo al área de terapia intensiva. Había llenado un formulario para que le permitieran ser voluntaria en el hospital, al menos unas horas a la semana. Sentía mucho que sus habilidades no fueran suficientes para muchos de los casos, y apenas estarse dando cuenta, pero seguro podría ocuparse de cosas pequeñitas y quitarles algo de trabajo a los doctores. Y, sobre todo, podría estar al pendiente de Reiv sin que la echaran de la sala, al menos unos minutos más de lo que le hubieran permitido de no ser nada. Al menos así estaría enterada en tiempo real de todo lo que sucedía. Estaría al pendiente.
Después de aquello, se dirigió a terapia intensiva. Tuvo que esperar un buen rato antes de que le dejaran pasar. Las enfermeras estaban haciendo su pase de turno, o algo así, y tenían que tener todo controlado antes de que pudiera haber cualquier tipo de visitas. Al llegar, Reiv parecía haber pasado una buena noche, pero seguía dormido. No sabía si sedado o grave. Le besó la frente, le tomó de la mano, le habló despacio, haciéndole saber que estaría con él todo el tiempo. Le explicó su situación, cómo era tan diferente de la vez del castillo Le Fay. Allá se atrincheró justo a su lado por dos meses, pero ahí la sacaban después de unos minutos. Le explicó que ya había hecho un escándalo en urgencias y por qué no quería hacer otro tratando de quedarse a la fuerza en terapia intensiva con él; al final, si la vetaban del hospital no podría verle. Le habló otra vez de las ventajas que tendría que ella pudiera aparecerse y desaparecerse. Le habría gustado aprender antes de que todo pasara, pero ahora en batalla parecía inútil y carecía de la motivación. Le advirtieron que le quedaban solo unos minutos más, por lo que masajeó con cuidado las manos del contrario. Era fuerte, era joven, estaba segura de que todo iría bien. Le habló de cómo le habría gustado tener algo de valor para sobornar a las enfermeras y que le cuidaran con especial atención. Cuando no tuvo más tiempo, le besó de nuevo en la frente, le dijo todo lo que le quería, lo mucho que lo amaba y lo fuerte que debía de ponerse para que todo pasara rápido. Todo el tiempo que estuvo con él puso una sonrisa en el rostro, pero en cuanto salió por las puertas la soledad le volvió a embargar. Su rostro reflejaba preocupación, incertidumbre... miedo.
Salió de terapia intensiva sin complicaciones, dirigiéndose a otra área del hospital. Una parada obligatoria.
Después de aquello, se dirigió a terapia intensiva. Tuvo que esperar un buen rato antes de que le dejaran pasar. Las enfermeras estaban haciendo su pase de turno, o algo así, y tenían que tener todo controlado antes de que pudiera haber cualquier tipo de visitas. Al llegar, Reiv parecía haber pasado una buena noche, pero seguía dormido. No sabía si sedado o grave. Le besó la frente, le tomó de la mano, le habló despacio, haciéndole saber que estaría con él todo el tiempo. Le explicó su situación, cómo era tan diferente de la vez del castillo Le Fay. Allá se atrincheró justo a su lado por dos meses, pero ahí la sacaban después de unos minutos. Le explicó que ya había hecho un escándalo en urgencias y por qué no quería hacer otro tratando de quedarse a la fuerza en terapia intensiva con él; al final, si la vetaban del hospital no podría verle. Le habló otra vez de las ventajas que tendría que ella pudiera aparecerse y desaparecerse. Le habría gustado aprender antes de que todo pasara, pero ahora en batalla parecía inútil y carecía de la motivación. Le advirtieron que le quedaban solo unos minutos más, por lo que masajeó con cuidado las manos del contrario. Era fuerte, era joven, estaba segura de que todo iría bien. Le habló de cómo le habría gustado tener algo de valor para sobornar a las enfermeras y que le cuidaran con especial atención. Cuando no tuvo más tiempo, le besó de nuevo en la frente, le dijo todo lo que le quería, lo mucho que lo amaba y lo fuerte que debía de ponerse para que todo pasara rápido. Todo el tiempo que estuvo con él puso una sonrisa en el rostro, pero en cuanto salió por las puertas la soledad le volvió a embargar. Su rostro reflejaba preocupación, incertidumbre... miedo.
Salió de terapia intensiva sin complicaciones, dirigiéndose a otra área del hospital. Una parada obligatoria.
Terminé de revisar las medicaciones, pidiendo a las enfermeras que pusiesen más poción antibiótica en el gotero de Reiv. Estaba tan concentrado en prescribir las cantidades que me llevé un susto con la aparición repentina de Aldaron. Su zarandeo inesperado me dejó muy loco, aunque enseguida entendí por qué venía tan contento. Había tenido su momento fangirl con uno de los rusos, ese del que tenía una copia hecha por Gio. - ¡Pero bueno! eso es venir motivado a trabajar y lo demás son tonterías. - acabé riéndome por su efusividad con el tema, aunque luego le indiqué que bajase un poco la voz. No creía que se fueran a despertar por eso, pero...la costumbre. - Ya, siento la tardanza. Me sonó el despertador y no me desperté. Estaba agotado de anoche. Sean me dijo que le echara la culpa a él por no avisarme. Es tan bueno...- ahora fui yo el que suspiró y todo, sin poder evitar una sonrisa. Asentí a lo que dijo de los pacientes, ya lo había leído en los informes eso de que varios bajaron a planta. Los otros dos eran un asunto diferente. Tampoco habíamos visto más casos, pero por la referencia de Sean podíamos hacernos una idea.
Seguí de cerca su informe, hasta que me llevó a una zona más apartada para empezar con la parte de los cotilleos. Tenía una habilidad especial para enterarse de todo, como lo de la mazmorra sexual de Gio que no había tenido tiempo de contar a Sean en detalle. - ¿Arleen? ¿Nuestra Arleen? pero si a Gio no le gusta el contacto humano... a mi todo eso de la mazmorra sexual y lo de Arleen no me cuadra, creo que es un bulo. - aluciné con lo del beso en la frente que vio Aldaron, porque así al menos había alguna prueba. - Mira, no sé...mejor que nos lo cuenten ellos. A ver si estamos inventado cosas que no son. - me costaba eso de marujear sobre compañeros de trabajo, y más sobre Arleen, con lo discreta que era. Intenté no perderme con el salto a otra trama de salseo diferente a la de Arleen, esta vez la de la pecadora Victorya, Catherine, y Johan. Era difícil seguir el hilo, aunque recuperé la atención cuando me dio un golpecito en la mano. Abrí mucho los ojos cuando entendí que Josephine también estaba en el asunto, asociando lo de la embarazada pecadora, Johan abrazador , y nuestra Josephine. - Espero que te equivoques, no debe ser fácil afrontar algo así. Porque siguen casados, ¿no? De todos modos no sé qué pasa últimamente, hay muchos embarazos. Anteia, Mérida, Victorya, Erika, Kiana...- bajé la voz al darme cuenta de que Juliet había entrado y estaba al fondo de la zona de camas, junto a Reiv. Le hice un gesto a Aldaron, como queriendo decir que bajase la voz. La chica no tardó mucho en irse, y nosotros teníamos que seguir con la ronda.
- Yo también tengo que contarte algo. - lo miré con una sonrisa de oreja a oreja, pero no dije nada para seguir aumentando la intriga. - Aquí creo que ya hemos terminado por hoy, aunque deberíamos informar mejor a los familiares de Lyosha y de Reiv, creo que aún no les hemos dado el informe. Vamos a bajar a otra planta y te sigo contando. - lo cogí por el brazo para sacarle de allí, manteniendo el misterio. Le haría esperar todavía un poco más.
Seguí de cerca su informe, hasta que me llevó a una zona más apartada para empezar con la parte de los cotilleos. Tenía una habilidad especial para enterarse de todo, como lo de la mazmorra sexual de Gio que no había tenido tiempo de contar a Sean en detalle. - ¿Arleen? ¿Nuestra Arleen? pero si a Gio no le gusta el contacto humano... a mi todo eso de la mazmorra sexual y lo de Arleen no me cuadra, creo que es un bulo. - aluciné con lo del beso en la frente que vio Aldaron, porque así al menos había alguna prueba. - Mira, no sé...mejor que nos lo cuenten ellos. A ver si estamos inventado cosas que no son. - me costaba eso de marujear sobre compañeros de trabajo, y más sobre Arleen, con lo discreta que era. Intenté no perderme con el salto a otra trama de salseo diferente a la de Arleen, esta vez la de la pecadora Victorya, Catherine, y Johan. Era difícil seguir el hilo, aunque recuperé la atención cuando me dio un golpecito en la mano. Abrí mucho los ojos cuando entendí que Josephine también estaba en el asunto, asociando lo de la embarazada pecadora, Johan abrazador , y nuestra Josephine. - Espero que te equivoques, no debe ser fácil afrontar algo así. Porque siguen casados, ¿no? De todos modos no sé qué pasa últimamente, hay muchos embarazos. Anteia, Mérida, Victorya, Erika, Kiana...- bajé la voz al darme cuenta de que Juliet había entrado y estaba al fondo de la zona de camas, junto a Reiv. Le hice un gesto a Aldaron, como queriendo decir que bajase la voz. La chica no tardó mucho en irse, y nosotros teníamos que seguir con la ronda.
- Yo también tengo que contarte algo. - lo miré con una sonrisa de oreja a oreja, pero no dije nada para seguir aumentando la intriga. - Aquí creo que ya hemos terminado por hoy, aunque deberíamos informar mejor a los familiares de Lyosha y de Reiv, creo que aún no les hemos dado el informe. Vamos a bajar a otra planta y te sigo contando. - lo cogí por el brazo para sacarle de allí, manteniendo el misterio. Le haría esperar todavía un poco más.
Fuimos ahi en el estupido horario de visitas ese, a ver como estaba Lyosha. Segun los medicos el pronostico no era nada bueno y no se habia despertado, y por lo visto no lo iba a hacer de aquí a pocos dias. Así no podía echarle la bronca.
Generalmente era a ella a la que le tocaba cuidar de mi, sobre todo con mis excesos con la magia oscura y la nigromancia, pero ahora las cosas eran distintas. Esos estúpidos sanadores no entendían que el cuerpo de Lyosha funcionaba de modo diferente, no exactamente como el de una bruja, ni tampoco exactamente como el de una persona viva. Por más herborrevitalizantes que le administrasen le iba a faltar un alimento básico para su vínculo, esa energía vital que debía obtener de otros.
Adramelech también debía de saberlo. Habían tratado alguna vez a un revenant? Estaba bastante seguro de que no.
Me aproximé a ella, tenía los ojos vendados y estaba conectada a un montón de cables.
"Si la pierdo esta vez, será definitivo. No puedes traer de vuelta dos veces una misma alma"
En teoría. En teoría, no podía hacer muchas cosas. Pero no lo había intentado. Los efectos eran desconocidos, pero la locura era uno de los que había leído. Un alma no soportaba dos veces aquello.
"En teoría...."
Sujeté su mano, estaba helada. Pensé en abrirme hueco en su mente, no sabía que clase de pesadillas estaría teniendo, pero no serían buenas. Pero algo me detuve y miré a Adramelech.
-Te dijo si continuaba enfadada conmigo? O con Belialt. Sospecho que da lo mismo quien de los dos sea. - apreté su mano. Si facil fuera, le pediria que me drenase toda la energía vital que necesitase.
Generalmente era a ella a la que le tocaba cuidar de mi, sobre todo con mis excesos con la magia oscura y la nigromancia, pero ahora las cosas eran distintas. Esos estúpidos sanadores no entendían que el cuerpo de Lyosha funcionaba de modo diferente, no exactamente como el de una bruja, ni tampoco exactamente como el de una persona viva. Por más herborrevitalizantes que le administrasen le iba a faltar un alimento básico para su vínculo, esa energía vital que debía obtener de otros.
Adramelech también debía de saberlo. Habían tratado alguna vez a un revenant? Estaba bastante seguro de que no.
Me aproximé a ella, tenía los ojos vendados y estaba conectada a un montón de cables.
"Si la pierdo esta vez, será definitivo. No puedes traer de vuelta dos veces una misma alma"
En teoría. En teoría, no podía hacer muchas cosas. Pero no lo había intentado. Los efectos eran desconocidos, pero la locura era uno de los que había leído. Un alma no soportaba dos veces aquello.
"En teoría...."
Sujeté su mano, estaba helada. Pensé en abrirme hueco en su mente, no sabía que clase de pesadillas estaría teniendo, pero no serían buenas. Pero algo me detuve y miré a Adramelech.
-Te dijo si continuaba enfadada conmigo? O con Belialt. Sospecho que da lo mismo quien de los dos sea. - apreté su mano. Si facil fuera, le pediria que me drenase toda la energía vital que necesitase.
Seguí a Khaled hasta la planta en la que estaba ingresada Lyosha, aunque caminando un par de pasos por detrás de él por ir con la muleta aquella que me habían dejado. Esperaba poder dejarla a un lado en un par de días. Lyosha no tendría tanta suerte, al parecer. Cuando llegamos me di cuenta de lo grave que había sido. Además, le habían vendado los ojos, algo que no le habían hecho a nadie más. Me quedé bastante impresionado por la imagen, avanzando en silencio hasta su cama. Lyosha era intocable, parecía que nada podía dañarla, y ahora...no sabíamos ni cuándo despertaría.
Mantuve cierta distancia con Khaled para darle espacio, pudiendo percibir el dolor por su hermana, aunque no fuese muy notorio a simple vista. - Sabes que ella no es de muchas palabras, al igual que tú... - de algo me había dado cuenta, pero ni sabía por qué estaba Lyosha enfadada. Al menos no con certeza. - Pero no creo que estuviese ya enfadada por nada. No sientas pesar por ello. - desvié la mirada un momento hacia las máquinas, pensando en si serviría de algo darle una descarga para que despertase. Mejor no hacer probaturas.
- ¿Crees que hay algún modo de poder ayudarla a recuperarse antes? aquí no habrán tratado nunca a un revenant. - y aún así teníamos suerte de contar con un sitio con tantos medios, pues los sanadores de la torre seguían siendo algo novatos en cuanto a casos graves. - Puedo buscar a la joven Hacksaw. Ella nos ha ayudado en otras ocasiones. - cuando perdí el brazo me curó como pudo, y también cuando Khaled se debilitó por la falta de magia. Tal vez pudiera hacerlo una tercera ocasión.
Mantuve cierta distancia con Khaled para darle espacio, pudiendo percibir el dolor por su hermana, aunque no fuese muy notorio a simple vista. - Sabes que ella no es de muchas palabras, al igual que tú... - de algo me había dado cuenta, pero ni sabía por qué estaba Lyosha enfadada. Al menos no con certeza. - Pero no creo que estuviese ya enfadada por nada. No sientas pesar por ello. - desvié la mirada un momento hacia las máquinas, pensando en si serviría de algo darle una descarga para que despertase. Mejor no hacer probaturas.
- ¿Crees que hay algún modo de poder ayudarla a recuperarse antes? aquí no habrán tratado nunca a un revenant. - y aún así teníamos suerte de contar con un sitio con tantos medios, pues los sanadores de la torre seguían siendo algo novatos en cuanto a casos graves. - Puedo buscar a la joven Hacksaw. Ella nos ha ayudado en otras ocasiones. - cuando perdí el brazo me curó como pudo, y también cuando Khaled se debilitó por la falta de magia. Tal vez pudiera hacerlo una tercera ocasión.
Remoloneé un poco antes de ir a la guardería a por Ivanov, siguiendo las indicaciones que me habían dado para obtener muestras de sangre. Uno de los esbirros de los Pendragon ya lo había hecho antes, así que sólo tuve que imitar su procedimiento y buscar por donde él lo hizo. Por mi parte fui más discreta, usando la capa de invisibilidad para moverme por allí con más calma. Algunas fueron fáciles, extracciones bien etiquetadas en la sección de urgencias, y de consultas y en la zona de laboratorios. Otras fueron más...por coger algo. Restos de vendas y gasas con sangre. Que se apañasen ellos con sus asuntos de restos biológicos. Era un tanto asqueroso, más les valía que sirviese como méritos. Subí después a otra de las plantas, la de los malitos, pasando de ponerme patucos porque seguía con mi capa de invisibilidad y nadie me decía a mí que me pusiese esas cosas feas en los pies.
Fui silenciosa al ver en el otro extremo de la sala a un par de personas junto a una cama, aunque no llegué a adentrarme demasiado porque me encontré en las primeras camas al ex auror Black. Se merecía acabar así, por traidor. Sería una buena oportunidad para quitar a uno del medio, aunque tal vez no hacía falta ni rematarlo. Me acerqué a él para arrancarle un pelo de la cabeza, cosa que me vendría muy bien para mi pequeño muñeco de voodoo. Había que cultivar los hobbies. Después le retiré un momento la mascarilla de oxígeno que llevaba puesta, utilizando mi habilidad de bruma venenosa sobre él para que la respirase directamente durante varios segundos.
"Dulces sueños, traidor"
No me entretuve mucho, tras eso le dejé la mascarilla de nuevo, dándome media vuelta para salir de allí. Tenía que recoger a mi hijo de la guardería para llevarlo a casa, como toda buena madre regente.
------------------------------------------------------------
Dado de 20. Coge 10 muestras de sangre de pjs que hayan pasado por el hospital últimamente. Me copio de Reed xD (no pongo en la lista los pjs de los que ya tienen muestra de antes .
1- Arleen
2- Lyosha
3- Adramelech
4- Sayid
5- Victorya
6- Juliet
7- Reiv
8- Bellatrix
9- Kyllian
10- Aedan
11- Yaroslav
12- Erika
13- Arleen
14- Lyosha
15- Adramelech
16- Sayid
17- Victorya
18- Juliet
19- Reiv
20- Bellatrix
(repito, no había para completar 20)
Muestras: Bellatrix, Victorya, Adramelech, Juliet, Juliet, Sayid, Aedan, Reiv, Adramelech, Lyosha.
Fui silenciosa al ver en el otro extremo de la sala a un par de personas junto a una cama, aunque no llegué a adentrarme demasiado porque me encontré en las primeras camas al ex auror Black. Se merecía acabar así, por traidor. Sería una buena oportunidad para quitar a uno del medio, aunque tal vez no hacía falta ni rematarlo. Me acerqué a él para arrancarle un pelo de la cabeza, cosa que me vendría muy bien para mi pequeño muñeco de voodoo. Había que cultivar los hobbies. Después le retiré un momento la mascarilla de oxígeno que llevaba puesta, utilizando mi habilidad de bruma venenosa sobre él para que la respirase directamente durante varios segundos.
"Dulces sueños, traidor"
No me entretuve mucho, tras eso le dejé la mascarilla de nuevo, dándome media vuelta para salir de allí. Tenía que recoger a mi hijo de la guardería para llevarlo a casa, como toda buena madre regente.
- habilidad bruma venenosa:
- --> Mejora 3: Capacidad de emitir esas toxinas venenosas en forma de bruma (el daño/efecto se divide si va dirigido a más de un objetivo , siempre que ataque supere a defensa. Si el ataque va para un único objetivo, no se divide). Las toxinas pueden elegirse según la ocasión, causando daños por veneno (efectos similares a veneno de tienda "raíz del traidor". Sigue el sistema de combate oficial, apartado venenos, restando +10 PS por turno
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Dado de 20. Coge 10 muestras de sangre de pjs que hayan pasado por el hospital últimamente. Me copio de Reed xD (no pongo en la lista los pjs de los que ya tienen muestra de antes .
- robo reed:
- Muestras de sangre robadas:2 muestras de Ian, 1 de lasaña, 1 de Azahar, 1 de Johan, 2de Anteia, 1 de Mérida ,1 de Emily y 1 de Kiana
1- Arleen
2- Lyosha
3- Adramelech
4- Sayid
5- Victorya
6- Juliet
7- Reiv
8- Bellatrix
9- Kyllian
10- Aedan
11- Yaroslav
12- Erika
13- Arleen
14- Lyosha
15- Adramelech
16- Sayid
17- Victorya
18- Juliet
19- Reiv
20- Bellatrix
(repito, no había para completar 20)
Muestras: Bellatrix, Victorya, Adramelech, Juliet, Juliet, Sayid, Aedan, Reiv, Adramelech, Lyosha.
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El miembro 'Adele Gaultier' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado de 20 caras' : 20, 5, 15, 18, 18, 4, 10, 7, 3, 14
'Dado de 20 caras' : 20, 5, 15, 18, 18, 4, 10, 7, 3, 14
Todo desapareció tras aquella batalla desigual en China Town. Lo último que había quedado en mi memoria era la incertidumbre de si había conseguido o no proteger a Juliet del último ataque. Después no hubo nada. Oscuridad, y sombras...sombras que me hablaban. La voz de mi padre me había acompañado durante aquel trance, haciéndome saber que no estaba solo. De algún modo conseguí aferrarme a la vida, resistiendo. También me había llegado la voz de Juliet, aunque en aquel estado no sabía si era real o sólo parte del sueño en el que estaba.
A las secuelas de la operación por los nanobots y la infección se unieron el veneno de Adele y sus prácticas de voodoo en la distancia. A los pocos minutos de su marcha comenzaron los efectos. Fue una intensa y dolorosa punzada en el abdomen la que me hizo despertar súbitamente y de manera definitiva, como si me hubiesen clavado una afilada y enorme aguja. Un quejido escapó de mi garganta mientras me retorcía de dolor al sentir más de esas punzadas por todo el cuerpo, una tortura que se extendía por el pecho, el abdomen y la cabeza. Aquello me nublaba la vista y, sumado a la fiebre, me hacía sentir la cabeza a punto de estallar. Jadeé intentando incorporarme al sentir náuseas, pero estaba demasiado débil para eso. Lo único que pude hacer fue girar hacia un lado, quitándome la mascarilla de oxígeno justo antes de vomitar algo de sangre desde el borde de la cama.
A las secuelas de la operación por los nanobots y la infección se unieron el veneno de Adele y sus prácticas de voodoo en la distancia. A los pocos minutos de su marcha comenzaron los efectos. Fue una intensa y dolorosa punzada en el abdomen la que me hizo despertar súbitamente y de manera definitiva, como si me hubiesen clavado una afilada y enorme aguja. Un quejido escapó de mi garganta mientras me retorcía de dolor al sentir más de esas punzadas por todo el cuerpo, una tortura que se extendía por el pecho, el abdomen y la cabeza. Aquello me nublaba la vista y, sumado a la fiebre, me hacía sentir la cabeza a punto de estallar. Jadeé intentando incorporarme al sentir náuseas, pero estaba demasiado débil para eso. Lo único que pude hacer fue girar hacia un lado, quitándome la mascarilla de oxígeno justo antes de vomitar algo de sangre desde el borde de la cama.
Aldaron Failon
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Sentaba maravillosamente bien hacer un turno normal y poder volver a casa a descansar, aunque había dormido poco pues ahora tenía dos misiones, la despedida de soltera de Arleen y la boda de Lucio pero la boda me hacia más ilusión considerando que lo de la pobre Arleen era arreglado. llegué a recepción con el ánimo regulero pero saludé a Doris como siempre -Doris hija, haces más horas que yo! te voy a dar vacaciones forzadas, ya verás- mierda ¡cómo se llamaba la rubia!? ni idea, pero para ella también había saludo, con menos confianza por supuesto.
Fui a la sala de personal para empezar con la rutina, dejé las revistas de boda y todo el percal que llevaba encima para ponerme el pijama de médico y encima la bata pues mi primera parada sería cuidados intensivos. caminé de forma tranquila por los pasillos mientras me tomaba el café de la mañana y revisaba las visitas que tenía por hacer, había un par a los que podía darles el alta si todo marchaba bien, entre ellos Mérida, Llegué al mostrador de cuidados intensivos y tiré el vaso de cartón a la papelera -¿Que tal se hadado todo? - todos contestaron que sin problemas y eso era bueno por lo que podría pillar a un residente para que me hiciera de minion todo el día y así aprendían un par de cosas, miré la lista y Chloe estaba entre los internos así que pedí que la llamaran.
iba a ponerme en marcha cuando una de las máquinas empezó a pitar, me apresuré a ver lo que pasaba justo a tiempo para ver a Reiv moverse para vomitar sangre -No! no te muevas! se te pueden abrir las heridas!- corrí de inmediato a hacerle una sanación mientras pedía a gritos ayuda y un tranquilizante. Parecía ido, con vómito que no era para nada normal y no sabía si tendría otros síntomas por lo que lo sujeté de los hombros para que me mirara -estás muy débil, pero intenta permanecer calmado- de inmediato noté su temperatura corporal y era muy alta, más de lo que decía en los registros, parecían síntomas de envenenamiento por raíz del traidor pero también podría ser una infección -Sacadle sangre y haced un análisis de tóxicos, Traed un antídoto para raíz del traidor y suministradla de inmediato, ponedle el tranquilizante y preparad el quirófano por si hiciera falta-
Fui a la sala de personal para empezar con la rutina, dejé las revistas de boda y todo el percal que llevaba encima para ponerme el pijama de médico y encima la bata pues mi primera parada sería cuidados intensivos. caminé de forma tranquila por los pasillos mientras me tomaba el café de la mañana y revisaba las visitas que tenía por hacer, había un par a los que podía darles el alta si todo marchaba bien, entre ellos Mérida, Llegué al mostrador de cuidados intensivos y tiré el vaso de cartón a la papelera -¿Que tal se hadado todo? - todos contestaron que sin problemas y eso era bueno por lo que podría pillar a un residente para que me hiciera de minion todo el día y así aprendían un par de cosas, miré la lista y Chloe estaba entre los internos así que pedí que la llamaran.
iba a ponerme en marcha cuando una de las máquinas empezó a pitar, me apresuré a ver lo que pasaba justo a tiempo para ver a Reiv moverse para vomitar sangre -No! no te muevas! se te pueden abrir las heridas!- corrí de inmediato a hacerle una sanación mientras pedía a gritos ayuda y un tranquilizante. Parecía ido, con vómito que no era para nada normal y no sabía si tendría otros síntomas por lo que lo sujeté de los hombros para que me mirara -estás muy débil, pero intenta permanecer calmado- de inmediato noté su temperatura corporal y era muy alta, más de lo que decía en los registros, parecían síntomas de envenenamiento por raíz del traidor pero también podría ser una infección -Sacadle sangre y haced un análisis de tóxicos, Traed un antídoto para raíz del traidor y suministradla de inmediato, ponedle el tranquilizante y preparad el quirófano por si hiciera falta-
Subí a la planta en la que me habían dicho que estaba Aldaron, pidiendo allí un breve informe sobre la situación de los pacientes que teníamos ingresados. Leí también el de la Svensson, pensando en ir a echarle un vistazo para informar a sus familiares, que según ponía estaban allí de visita. Los localicé al fondo de la zona de camas, pero no pude acercarme a ellos porque al parecer había una emergencia con otro paciente. Avancé rápidamente hacia Aldaron, a tiempo de escuchar las últimas órdenes que daba. Muchas cosas a la vez, tenía que ponerme rápido al día con lo que sucedía.
- ¿Qué le pasa? ¿cómo va a ser raíz del traidor si no venía envenenado de fuera?- pregunté un tanto estresada por la situación mientras acercaba el carrito con todo tipo de materiales, preparando una jeringuilla para extraer sangre. Aldaron tenía muy buen ojo clínico con los diagnósticos, algo que me interesaba aprender de él, además de ser el máster del universo en cotilleos.
Cogí el brazo de Reiv, extendiéndolo para poder pincharle y sacarle un tubo de sangre. Después se lo di a un compañero para que lo llevasen a analizar. Después coloqué al paciente de lado, dejando un cubo de metal en el suelo por si necesitaba usarlo de nuevo. Por el modo entrecortado en que respiraba y cómo intentaba removerse parecía que debía estar sintiendo bastante dolor. También murmuraba alguna cosa sin sentido o algún nombre, como si delirase. - Antes de entrar leí los informes y lo de la operación con los nanobots, aunque no termina de cuadrarme del todo...eh...un momento. - pedí una pausa al escuchar que le daba una arcada, apresurándome a sostenerle la frente con mi mano mientras él volvía a vomitar más que antes, aunque esta vez en el cubo que había dejado en el suelo. - Más sangre...- murmuré pensativa, entornando los ojos un momento. - El veneno explicaría los vómitos, la fiebre y la debilidad, pero no la sangre. ¿Pudo haber quedado oculto algún pequeño grupo de nanobots en algún recoveco del intestino y haber subido después al estómago provocando ahí una hemorragia interna de la que nos hemos dado cuenta por el veneno? ¿Sería buena idea dejarlo que siga un poco más y expulse así lo que pueda tener dentro? - puse cara de alumna impaciente esperando a que el profesor le dijese que podía llevar razón, aunque con temor a llevarme un zasca de que no tenía ni idea del asunto. Esperé a que Reiv terminase, dejando después su cabeza reposando sobre la almohada.
- ¿Qué le pasa? ¿cómo va a ser raíz del traidor si no venía envenenado de fuera?- pregunté un tanto estresada por la situación mientras acercaba el carrito con todo tipo de materiales, preparando una jeringuilla para extraer sangre. Aldaron tenía muy buen ojo clínico con los diagnósticos, algo que me interesaba aprender de él, además de ser el máster del universo en cotilleos.
Cogí el brazo de Reiv, extendiéndolo para poder pincharle y sacarle un tubo de sangre. Después se lo di a un compañero para que lo llevasen a analizar. Después coloqué al paciente de lado, dejando un cubo de metal en el suelo por si necesitaba usarlo de nuevo. Por el modo entrecortado en que respiraba y cómo intentaba removerse parecía que debía estar sintiendo bastante dolor. También murmuraba alguna cosa sin sentido o algún nombre, como si delirase. - Antes de entrar leí los informes y lo de la operación con los nanobots, aunque no termina de cuadrarme del todo...eh...un momento. - pedí una pausa al escuchar que le daba una arcada, apresurándome a sostenerle la frente con mi mano mientras él volvía a vomitar más que antes, aunque esta vez en el cubo que había dejado en el suelo. - Más sangre...- murmuré pensativa, entornando los ojos un momento. - El veneno explicaría los vómitos, la fiebre y la debilidad, pero no la sangre. ¿Pudo haber quedado oculto algún pequeño grupo de nanobots en algún recoveco del intestino y haber subido después al estómago provocando ahí una hemorragia interna de la que nos hemos dado cuenta por el veneno? ¿Sería buena idea dejarlo que siga un poco más y expulse así lo que pueda tener dentro? - puse cara de alumna impaciente esperando a que el profesor le dijese que podía llevar razón, aunque con temor a llevarme un zasca de que no tenía ni idea del asunto. Esperé a que Reiv terminase, dejando después su cabeza reposando sobre la almohada.
Aldaron Failon
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Chloe llegó en el momento oportuno para sacarle la sangre que había pedido del chico de los black -Tiene síntomas de Raíz del traidor, fíjate en la coloración de sus ojos, la fiebre le ha subido de golpe y aunque ya tenía unas décimas no es del todo normal, el problema con ese veneno es que hay que tratarlo de inmediato, el antídoto no le hará ningún daño y en caso de estar en lo cierto le salvará la vida, mejor prevenir que lamentar!- le expliqué mi diagnóstico a la pelirroja mientras alguien se acercaba con el antídoto que suministré rápidamente, tardaría unos minutos en hacer efecto pero con suerte el chico se estabilizaría.
negué con la cabeza a lo de los nanobots, si se hubiera quedado alguno dentro y fueran los causantes de semejante reacción se habría despertado antes pero no descartaba esa opción por lo que había pedido el quirófano, Reiv tuvo una arcada y ayudé a Chloe para ponerlo de forma correcta y que vomitara... pero toda esa sangre me dama mal rollo -Nos aseguramos de sacar todos los nanobots y las zonas en las que estaban no explican este sangrado, las cosas del intestino suelen bajar, no subir- negué de nuevo a eso de dejarlo para que siguiera vomitando, era totalmente contraproducente -hace mucha fuerza al vomitar, se le abrirán las heridas, rápido, ponedle el sedante y algo para el dolor!- le di un par de palmaditas a Reiv en la mejilla para que me mirara -eh! respira, tranquilízate un momento y dime que es lo que sientes y dónde-
En aquel momento el antídoto ya tendría que estar haciendo efecto y el quirófano estaba listo para intervención, solo nos quedaba saber los síntomas si es que él podía decirnos algo, si dejaba de vomitar y empezaba a mover sus extremidades lo habían envenenado, ¿pero quien en todo el maldito hospital haría una cosa así? como odiaba la seguridad de ese maldito lugar pero si era así encontraría al culpable -Si te mueres en mi guardia te mato!-
negué con la cabeza a lo de los nanobots, si se hubiera quedado alguno dentro y fueran los causantes de semejante reacción se habría despertado antes pero no descartaba esa opción por lo que había pedido el quirófano, Reiv tuvo una arcada y ayudé a Chloe para ponerlo de forma correcta y que vomitara... pero toda esa sangre me dama mal rollo -Nos aseguramos de sacar todos los nanobots y las zonas en las que estaban no explican este sangrado, las cosas del intestino suelen bajar, no subir- negué de nuevo a eso de dejarlo para que siguiera vomitando, era totalmente contraproducente -hace mucha fuerza al vomitar, se le abrirán las heridas, rápido, ponedle el sedante y algo para el dolor!- le di un par de palmaditas a Reiv en la mejilla para que me mirara -eh! respira, tranquilízate un momento y dime que es lo que sientes y dónde-
En aquel momento el antídoto ya tendría que estar haciendo efecto y el quirófano estaba listo para intervención, solo nos quedaba saber los síntomas si es que él podía decirnos algo, si dejaba de vomitar y empezaba a mover sus extremidades lo habían envenenado, ¿pero quien en todo el maldito hospital haría una cosa así? como odiaba la seguridad de ese maldito lugar pero si era así encontraría al culpable -Si te mueres en mi guardia te mato!-
Enseguida sentí revuelo a mi alrededor, ruidos de máquinas y gente hablando, pero era incapaz de atender a lo que decían o de ubicarme. Ni siquiera me enteré de cuando me sacaron la muestra. Murmuré alguna palabra casi inaudible, y el nombre de Juliet al confundir la figura borrosa pelirroja que se acercaba. Me sentía tan débil que apenas podía moverme por mí mismo, el esfuerzo al vomitar me había dejado todavía más flojo. La segunda vez noté que alguien me sujetaba por la frente mientras duraba el momento jodido, hasta que terminé y pude descansar unos segundos. Hablaban de sangre...la mía.
Hice un esfuerzo por abrir los ojos cuando noté que me daban un par de palmadas en las mejillas, consiguiendo enfocar un poco a la persona que tenía delante. El médico, eso era. Intenté respirar algo más despacio, tratando de responder a lo que me decía. - Punzadas...se clavan...dolor por todo el cuerpo...- me llevé una mano al ojo en ese momento al sentir otro de esos malditos pinchazos, deseando que aquello acabara pronto. Otra aguijonazo en el pecho me hizo llevar la mano ahí con un gesto de dolor. El médico dijo algo de morir o de que me iba a matar, lo mismo daba en esa situación. - No me siento bien...- murmuré con un hilo de voz, aunque el antídoto contra el veneno estaba comenzando a hacer efecto, evitando que siguiese vomitando como antes.
Hice un esfuerzo por abrir los ojos cuando noté que me daban un par de palmadas en las mejillas, consiguiendo enfocar un poco a la persona que tenía delante. El médico, eso era. Intenté respirar algo más despacio, tratando de responder a lo que me decía. - Punzadas...se clavan...dolor por todo el cuerpo...- me llevé una mano al ojo en ese momento al sentir otro de esos malditos pinchazos, deseando que aquello acabara pronto. Otra aguijonazo en el pecho me hizo llevar la mano ahí con un gesto de dolor. El médico dijo algo de morir o de que me iba a matar, lo mismo daba en esa situación. - No me siento bien...- murmuré con un hilo de voz, aunque el antídoto contra el veneno estaba comenzando a hacer efecto, evitando que siguiese vomitando como antes.
Presté atención a las indicaciones del elfo sobre los síntomas, pensando que debía haber prestado atención a ese tipo de detalles. Asentí a que era mejor prevenir con el antídoto, quedándome algo cortada cuando desestimó mi idea. - Lo siento...no quería decir que hubiese ningún error vuestro en quirófano, sólo que...podría ser con cosas tan pequeñas y difíciles de ver. Intentaba encontrar alguna justificación. - pensé en que eso me iba a bajar la nota para el examen de residentes, mirándole algo azorada. También me había equivocado sobre eso de dejarle que vomitase. La verdad es que dejarlo ahí padeciendo tampoco parecía buena idea.
- Ya...llevas razón. Podría ir a peor, espero que no se le haya abierto nada de la operación. - puse una mano en el hombro de Reiv intentando que no se moviese y que se quedase tranquilo, mientras el elfo intentaba que espabilase un poco para preguntarle lo que sentía. Yo cada vez entendía menos, y esta vez no me atreví a dar diagnóstico. - Entonces ya no sé qué puede significar todo esto mezclado. - me di la vuelta para buscar el sedante que había dicho el elfo. Saqué una jeringa del carrito de materiales, inyectándole eso en el brazo. - En unos minutos debería empezar a hacer efecto. Esto le dormirá. ¿Hay que preguntarle algo más? - pregunté a la espera de más instrucciones, atenta a cualquier cosa.
- Ya...llevas razón. Podría ir a peor, espero que no se le haya abierto nada de la operación. - puse una mano en el hombro de Reiv intentando que no se moviese y que se quedase tranquilo, mientras el elfo intentaba que espabilase un poco para preguntarle lo que sentía. Yo cada vez entendía menos, y esta vez no me atreví a dar diagnóstico. - Entonces ya no sé qué puede significar todo esto mezclado. - me di la vuelta para buscar el sedante que había dicho el elfo. Saqué una jeringa del carrito de materiales, inyectándole eso en el brazo. - En unos minutos debería empezar a hacer efecto. Esto le dormirá. ¿Hay que preguntarle algo más? - pregunté a la espera de más instrucciones, atenta a cualquier cosa.
Aldaron Failon
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Le di una palmadita a Chloe para que se dejara de perdones y esas cosas -No seas tonta! tu pregunta y lánzate a la aventura, estoy aquí para ayudarte y si te quedas callada ¿cómo se supone que te voy a enseñar ?- mientras atendiamos a Reiv le fui explicando porqué los nanobots estaban más o menos descartados - Los nanobots una vez en el cuerpo tienen un corto periodo de letargo, solo unos minutos porque pierden la señal- o eso me habían explicado a mi porque no tenía ni zorra de esas cosas tan modernas -empiezan a moverse por el cuerpo de forma continua rompiendo tejidos y transportándose por el torrente sanguíneo, por eso lo primero es hacer una diálisis a los que llegan con esas cosas, después usamos el escaner para encontrar los grupos y los extraemos todos, si nos hubiéramos dejado alguno a lo mejor este ni lo cuenta-
El chico parecía reaccionar y asentí a la pelirroja cuando dijo que esperaba no se le hubiera roto ninguna tripa... la verdad es que yo también lo esperaba, le di aquellas palmaditas y pareció reaccionar medio enfocando, eso es que la poción podría estar haciendo efecto así que la idea del veneno ya no parecía tan loca, el moreno describió punzadas por todo el cuerpo y mucho dolor, lo ve llevarse una mano al ojo y después otra al pecho , como si alguien estuviera jugando a los dardos con él y entonces creí comprender lo que pasaba -Me cago en la... ¡TRAEDME A ALGUIEN CON MAGIA BLANCA, YA! ¿ESTÁ JOSEPHINE DE GUARDIA? SI NO LO ESTÁ LLAMADLA!- dejé que Chloe le pusiera el calmante y todo lo demás para empezar a hacerle sanaciones de asistencia hasta que llegara la rubia
-Escúchame bien guapi, esto es una putada, lo difícil de ser sanador es que no solo tienes que lidiar con las heridas físicas sinó también con magias chungas! fíjate bien, el chico escupe sangre, eso nos indica una posible hemorragia interna pero estaba bien hasta que hemos llegado, se queja de un dolor punzante, no es continuo y es aleatorio, primero el ojo, ahora el pecho y después será en otro sitio, si no lo podemos explicar médicamente ¿qué crees que pueda ser?-
El chico parecía reaccionar y asentí a la pelirroja cuando dijo que esperaba no se le hubiera roto ninguna tripa... la verdad es que yo también lo esperaba, le di aquellas palmaditas y pareció reaccionar medio enfocando, eso es que la poción podría estar haciendo efecto así que la idea del veneno ya no parecía tan loca, el moreno describió punzadas por todo el cuerpo y mucho dolor, lo ve llevarse una mano al ojo y después otra al pecho , como si alguien estuviera jugando a los dardos con él y entonces creí comprender lo que pasaba -Me cago en la... ¡TRAEDME A ALGUIEN CON MAGIA BLANCA, YA! ¿ESTÁ JOSEPHINE DE GUARDIA? SI NO LO ESTÁ LLAMADLA!- dejé que Chloe le pusiera el calmante y todo lo demás para empezar a hacerle sanaciones de asistencia hasta que llegara la rubia
-Escúchame bien guapi, esto es una putada, lo difícil de ser sanador es que no solo tienes que lidiar con las heridas físicas sinó también con magias chungas! fíjate bien, el chico escupe sangre, eso nos indica una posible hemorragia interna pero estaba bien hasta que hemos llegado, se queja de un dolor punzante, no es continuo y es aleatorio, primero el ojo, ahora el pecho y después será en otro sitio, si no lo podemos explicar médicamente ¿qué crees que pueda ser?-
Sonreí cuando me animó a seguir preguntando, aunque a partir de ahora me lo pensaría más antes de sugerir diagnósticos. Aldaron era buen profesor, animando y sin necesidad de humillar al estudiante como sí hacía algún otro médico del hospital. - Vale...es que no me gusta equivocarme. Es peligroso. Imagina que hubiese estado yo sola. Le habría puesto en peligro al seguir mi plan. - a veces no pasaba nada por un pequeño error, pero en casos graves me daba más miedo equivocarme. Atendí a sus explicaciones sobre los nanobots, interesada en ello porque sabía poco del tema. Sólo lo que había leído en el informe.
- Esa cosa cada vez da más miedo...es capaz de hacer mucho daño. - susurré al conocer detalles de los nanobots, desviando después la mirada hacia Reiv cuando al fin respondió a las preguntas de Aldaron. Era muy raro que le doliese en la cabeza, si ahí no le habían tenido que hacer nada. - ¿Magia blanca? - la lección se complicaba por momentos, pero al menos aprendería más que atendiendo un simple resfriado o una torcedura. Comprendí finalmente a lo que se refería Aldaron, aunque seguía pareciéndome muy extraño. - Entonces...debe ser alguna maldición. Magia negra. Lyran era profesor de DCAO, nos explicó algunas de estas cosas, pero hasta ahora no había encontrado ningún caso. - desvié la mirada hacia el nigromante que había en la zona de camas, pero descarté enseguida que hubiese sido él, no tendría sentido que atacase a alguien así sin más. - No sé qué se hace en estos casos. Por ahora no podemos hacer más, ¿no? Tendría que empezar a pensar ya en especializarme más en algo. - miré dubitativa al jefe, y después al paciente, que ahora se encogía sobre sí mismo mientras se llevaba una mano al abdomen. El sedante haría pronto efecto, y al menos dejaría de dolerle un rato.
- ¿Por qué elegiste tu especialidad? y no me digas para poder disparar con tu cerbatana. - alcé el dedo advirtiéndole a modo de broma, aunque quería una respuesta para pensar en qué hacer podría elegir yo.
- Esa cosa cada vez da más miedo...es capaz de hacer mucho daño. - susurré al conocer detalles de los nanobots, desviando después la mirada hacia Reiv cuando al fin respondió a las preguntas de Aldaron. Era muy raro que le doliese en la cabeza, si ahí no le habían tenido que hacer nada. - ¿Magia blanca? - la lección se complicaba por momentos, pero al menos aprendería más que atendiendo un simple resfriado o una torcedura. Comprendí finalmente a lo que se refería Aldaron, aunque seguía pareciéndome muy extraño. - Entonces...debe ser alguna maldición. Magia negra. Lyran era profesor de DCAO, nos explicó algunas de estas cosas, pero hasta ahora no había encontrado ningún caso. - desvié la mirada hacia el nigromante que había en la zona de camas, pero descarté enseguida que hubiese sido él, no tendría sentido que atacase a alguien así sin más. - No sé qué se hace en estos casos. Por ahora no podemos hacer más, ¿no? Tendría que empezar a pensar ya en especializarme más en algo. - miré dubitativa al jefe, y después al paciente, que ahora se encogía sobre sí mismo mientras se llevaba una mano al abdomen. El sedante haría pronto efecto, y al menos dejaría de dolerle un rato.
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