Unidad de Cuidados Intensivos - UCI

Recuerdo del primer mensaje :


~ Aún en obras.
Zona para hospitalización de cuidados intensivos.

Me había recorrido el mercado negro de China Town de cabo a rabo, me había llenado los bolsillos de piedras de cuarzo y otras cosas. Sabía que tenía que volver al hospital a ver como iban Belle e Iroh con el desarrollo de lo que quedaba de la máquina, pero el patronus de Cath con aquella info me habia hecho ir a verla a ella antes.

"es el material que nos faltaba"

Asi que tras aparecerme en el hospital e identificarme, fui rapidamente al lugar en el que la tenían ingresada. Si habia podido mandar un patronus es que estaba bien, no?

- Cath! Estás entera? Dime que no te falta nada. Estas despierta? - llegué a su lado casi corriendo, esperando recibir señales de consciencia por su parte antes de seguir hablando. Lo mismo estaba drogada a anestesia y tenía mas quimicos circulando en sangre que yo ahora mismo. Sabía que Wthyr habia ido a verla asi que al día, estaba. Lo que no sabía era si acudiría a la reunion de mañana que se había propuesto. - Tienes la obsidiana? Vendrás mañana?

Estaba con los ojos cerrados, descansando y pensando en lo que serían sus próximos pasos o lo que le propondría Matvey cuando la voz de Gio irrumpió sus pensamientos. Inspiró profundo, dándose cuenta de que se había quedado medio dormida.
- Me falta paciencia - Sonrió de lado, un poco aturdida por su presencia que parecía... - ¿Cuánto café has tomado? - Inquirió mientras movía La mano creando un lazo de oscuridad que atrajo una bolsa, al tenerla en su regazo empezó a buscar la piedra que debía darle a Gio.

-No... Yo...- Tensó los labios y sacó la piedra para entregársela -Te diré algo de lo que no me apetece hablar así que... Por mucho que quieras, por favor, no me hagas preguntas- Dejó escapar el aire lentamente -Estoy embarazada de nuevo y... Está muy adelantado. Es... Extraño, es raro- Se llevó la mano a la sien como si le doliera la cabeza - Así que no sé bien cuánto puedo colaborar con todo. Por eso quería darte la obsidiana

Un portal se abrió directamente en el lugar donde Cath me dijo que estaba. Habia parado un momento por el campamento de Ouroboros a coger el cuarzo rosa, la sal, y elaborar y realizar las modificaciones sobre el sigilo que me habia dicho Lyosha, en base al espiritu maligno en cuestión y los individuos a recibir la proteccion. Fue entonces cuando me llegó su patronus. Perfecto, porque necesitaba su ayuda. Crucé el portal encontrándome alli a Da Vinci tambien, mientras intercambiaban lo que identifiqué como una obsidiana de Troya.

- No sabes bien cuánto colaborar? Yo si. Necesito una tatuadora experta. - avancé hacia ellos, con las manos manchadas visiblemente de sangre reseca, de Lyosha....y mía. Miré alrededor, alli habia poca seguridad. Pero cómo estaba ella? - Puedo sacarte de aquí y llevarte con los demás? - devié la mirada a Da Vinci. - Resulta que no ibas desencaminado. He hurgado un poco, hablado con gente, y he obtenido un medio de protección para evitar la posesión de Charles. Tendrás que grabarte esto tú tambien, Catherine, he creado uno para ti. No hay mucho tiempo, hay que mezclar la tinta, tatuarlos y activarlos... - la idea del tatuaje era perfecta, pues al hacerlo se mezclaría con la sangre del protegido, y se quedaría ahi como escudo. Me detuve, no obstante, en mis explicaciones...

Ella había dicho que quería hablar conmigo, pero hasta ahora, solo había hablado yo.
- ¿Qué tenías que decirme? - supuse que tendría preguntas...

- La paciencia es la madre de la ciencia. Pero claro, a ti también te falta ciencia....

"asi que no me extraña"

- Café? Mucho, mucho! - el subidón era por otra cosa, pero no era cuestion. Le habria ofrecido un poco al verla tan apagada, de no ser porque me conocía los efectos secundarios y eran una puta mierda enorme y apestosa. De hecho, estaba tan a tope que podía sentir toda la maldita maquinaria del hospital funcionando, y era maravilloso.

Abrí la boca cuando me soltó aquello, sorprendido, incrédulo, iba a preguntarle mil cosas pero entonces...ah si, su primera frase. No preguntas.

- Oh. - qué bonito dia hace, no?

"no parece como una buena noticia"

- Lo importante es que sigues viva, Cath... - le dije mientras recibía la obsidiana de Troya, a la que sin duda daríamos buen uso. Justo entonces apareció Rasputin sin avisar a traves de un portal, y a mi pobre corazón del susto le entró una micro taquicardia de la que me costó un rato recuperarme.

- Joder. - despues de eso me entró un insistente ataque de hipo, que disimulaba mientras escuchaba al barbudo. - VES COMO ERA BUENA IDEA. - dije con énfasis. Observé a Catherine, esperando a ver qué respondía.

- Si puedo ayudar o hacer algo más decidmelo, si no me voy adelantando que tengo trabajo con mis estudiantes. Te puedo preparar rapido una.... una maquina de tatuar. Que pueda usar una tinta mas densa como la que tendréis que preparar. - eran maquinas sencillas y ya tenía en mi mente el plano. Con solo pensarlo un poco más, uno de mis autómatas del sótano se pondría a crearla....como si de mis propias manos se tratara. - En diez minutos la tendrás lista. Mandaré a que te la suban. Ciao!!

Debía aprovechar que estaba bien y que me duraban los efectos del amplificador para terminar los trabajos. Con mi ataque de hipo incluido, sí. Me despedí de ellos y me llevé la obsidiana, dirigiendome al sótano para reencontrarme con mi aprendiza y continuar el trabajo.

Arqueó una ceja cuando le soltó que le faltaba ciencia. No que no tuviera razón pero… Oye, en fin, era Gio. Lo miró de arriba a abajo con los ojos entrecerrados cuando le soltó aquello de “Mucho, mucho” pensando que se iba a poner a saltar en un pie en cualquier momento cosa que le ponía de mal humor porque ella apenas si podía respirar con normalidad sin sentir un tirón en el abdomen.

-Uhum… Oh- Le soltó poniendo los ojos en blanco con un gesto hastiado antes de escuchar su siguiente frase, desviando la mirada hacia la puerta  y recordando el gesto contrario de Wthyr al irse -Sí, bueno… Estaría genial dejar de estar a punto de morirme por un tiempo… Estaría genial que todo el mundo dejara de atravesarme de un lado a otro con armas-

Cuando el portal se abrió, Catherine frunció el ceño y convocó a sus elementales para que la custodiaran. Wthyr no tenía la piedra pero…Ya no sabía qué pensar. Sin embargo, cuando vio a Matvey sonrió brevemente y se relajó en la cama escuchando aquello de que necesitaba una tatuadora experta. Bien, eso podía hacerlo sentada -Supongo… No ha venido nadie a revisarme pero…- Él siguió hablando y a Catherine la noticia se le estaba atravesando un poco en la garganta.

El hipo de Gio la estaba desconcentrando y le miró cuando de pronto, otra vez, explotó de energía hablando de la máquina. Ella asintió, ni siquiera sabía dónde estaba la suya. Cuando se quedaron solos, la morena desvió la mirada hacia Matvey y se le quedó mirando en silencio durante un largo rato mientras intentaba por todos los medios no derrumbarse de nuevo. Así que hizo lo  mejor que pudo para domar sus emociones y habló en frases cortas -Pensé que…- Inspiró profundamente -... te había perdido- Movió los dedos para apartar la bolsa y ponerla en el sofá que estaba más allá, acomodándose en la cama para sentarse mejor y luego apartarse el cabello de la cara. No eran dados a demostrar demasiado las emociones, ellos se entendían de otra manera así que fue a por la otra noticia.

-Hay algo que debes saber… Y de lo que no sé ni la mitad- Dijo nerviosa y apartó la mirada. A diferencia de la noticia que había dado a mucha gente sobre el embarazo de Aedan, esta le provocaba la reacción contraria sobre todo respecto a Matvey que odiaba a Wthyr -Estoy embarazada- Murmuró -Otra vez- Esa parte la soltó con algo más de rabia de lo que debería mientras ponía los ojos en blanco -Y no es normal…No es…para nada…- Arrugó la nariz tratando de aguantar las lágrima -Para nada…- Repitió, en un bucle -Para nada…normal- Se llevó las manos a los ojos, limpiándose las lágrimas con brusquedad -Wthyr…- Sorbió por la nariz -Quería que me quedara contigo porque sabe que Charles no puede poseerte y parece bastante obsesionado con convertirme en un cadáver como le sucedió a su hija. Quiere repetir la historia-Se agarró a las sábanas y las usó para limpiarse las lágrimas porque ya tenía las manos húmedas.

Suspiró quedamente y entonces lo miró -¿Cuándo nos vamos?-

Al ver tan tensa a Cath decidí percibir a mis alrededores y....en fin, habían espíritus de difuntos, oía sus palabras, pero ninguno amenazante, o ninguno que tuviera que preocuparnos.

- Este lugar no está aislado frente a espiritus pero... por el momento aqui no hay ninguno que pueda hacerte daño. Por lo general, los espiritus comunes no poseen esa capacidad para poseer a la gente tan facilmente. Si no, estarían todo el rato haciéndolo, no crees? - lo de los mediums era harina de otro costal, eran canales abiertos de un lado a otro. Faciles para ellos, cuando se abrían. Giordano se fue, solucionando en parte uno de los requerimientos que iba a hacerles a ambos. Noté que ella estaba a punto de llorar cuando habló a frases tan cortas y bajas.

"A punto de perderme?"

- No te voy a engañar...me perdí ahí dentro. Pero he vuelto, eso es lo importante. - frunci algo el ceño cuando me dijo que tenia que contarme algo. Pero no habría esperado que fuera "eso". La miré serio...porque....no me salían las cuentas. En realidad no es que yo tuviese mucha idea de como funcionaban esos ciclos pero me parecía tremendamente pronto, teniendo en cuenta que acababa de dar a luz como quien dice. - Cath.... - empecé, pero no seguí. No necesitaba que la reprendiera. Ya lo hacía ella sola consigo misma. Sabía que no era el mejor momento. Hice como había hecho con Ivanov en la torre, puse mi mano sobre su hombro y despues la subí a su cuello, acariciando un poco su mejilla con el pulgar de modo paternal.

- Por qué no es normal, qué le ocurre? - podía haber perdido a la criatura con aquel ataque que habia recibido en las ruinas. Me quedé a su lado, asintiendo. - Por eso debes hacerte el tatuaje y hacerselo a Wthyr lo antes posible. Mira.

Me senté a su lado, enseñándole el pergamino con los textos en alado, pasando despues a lo que habia dibujado y anotado en otro papel gracias a la traducción de Lyosha.
- Sal marina, polvo de cuarzo rosa, y sangre del protegido. Este sigilo debe modificarse según el espiritu del que quiera protegerse uno, y de la persona a recibirlo. Pensé en los tatuajes por lo que dijo Giordano, y porque yo mismo llevo... un montón para retener a Valqar. - bueno, esos no eran "tatuajes". Eran arañazos de Lyosha, muy bien hechos. - He trazado la modificación del sigilo para Charles Pendragon y el tuyo, quedaría asi... - le pasé el fragmento de papel. - Pero queda hacer el del resto de los Pendragon y...quizá descendientes, con lo de Bellatrix, pienso que quizá tampoco estén a salvo. Aedan...incluso.... los bebés....sí, lo sé, pero... si quiere hacer daño, hará lo que sea. Aelin no, ella se libra, ella...está a salvo. Ya sabes por qué.

Le pasé varios papeles en blanco para que me ayudara, pues eran muchos.
- Sabes trazar sigilos, verdad? Para cada una de esas personas. Empieza, y los revisaré. Tenemos que llevarlos hechos a la reunion en el circulo de los druidas y tendras que comenzar a hacerselos. Necesitarás esto, es el polvo de cuarzo y la sal, tendrás que mezclarlo con la tinta que uses. - alcé una ceja, pensando algo. - sospecho que dolerán bastante. - miré hacia la puerta, esperando que no viniera nadie a recriminarme que le pusiera trabajo a una embarazada convaleciente. Por eso cuando entró el autómata con aquel trasto en las manos, alcé una ceja con cierta satisfacción.

-Creo que se refería más a estar con alguien al que Charles no pudiera poseer- Le explicó a Matvey con el ceño ligeramente fruncido y la mirada descendiendo por él, fijándose entonces en la sangre y arqueando una ceja. Desvió la mirada de nuevo, esta vez buscando heridas en él pero no parecía que tuviese ninguna. Aún así, su respuesta la centró y buscó su mirada de nuevo -Me lo dijo Altaïr- Expresó en voz baja para luego darle la razón, su presencia allí calmaba el desasosiego que venía sintiendo desde su desaparición -Estoy… feliz de que estés aquí- Le dijo con la boca pequeña pensando en lo último que le había hecho a su padre, quizás debería decirselo.

Quizás no.

-Lo sé…- Le dijo asintiendo varias veces cuando le llamó por su nombre y luego negó con la cabeza mirándose los dedos como si en ellos fuese a conseguir una respuesta, pero no. Simplemente habían sido descuidados y…allí estaban las consecuencias. Cerró los ojos ante la leve caricia y dejó escapar el aire con cierta calma al no escuchar su voz tan decepcionada como creía que iba a estar - No se coordinan bien los tiempos. Estoy de cuatro meses pero no ha pasado tanto tiempo… Dicen que ha influido algún impulsor mágico o algo así. Hice un ritual con Wthyr...suponemos que viene de allí. No sé si lo conoces, se llama Beltane- Negó con la cabeza otra vez, alzando los hombros -Debería tener un mes como mucho…-  Desvió la mirada a lo que le mostró, asintiendo. Era una buena solución  y Wthyr también la había pensado.

-Lo haré…- ¿Qué más daba un pedazo de tinta más en el cuerpo? Si era para proteger a los suyos se tatuaría de pies a cabeza. Empezó a leer, con el esfuerzo pertinente, lo que estaba en los pergaminos entendiendo más bien poco de aquella lengua -Es algo permanente, lo entiendo- Dijo asintiendo con suavidad. Miró el que le tocaba a ella y asintió, reconociendo su diseño…Después de todo había aprendido a hacer sigilos recientemente y le era más fácil comprender diseños y dibujos que un texto.

Alzó el rostro -¿Aedan?- Parpadeó sorprendida pareciendo absurdo que pudiera poseerlo pero la mención de Aelin le recordó que cuando alguien ansiaba el poder  o la venganza eran capaces de todo. Tenía que diseñarlos y hacerlos.

Asintió ante su pregunta -Aprendí para diseñar el de Altaïr… y el tuyo- Reconoció lo último en voz baja mientras apoyaba un poco su cuerpo del de él y empezaba a trazar el de Wthyr, pensando que en efecto iban a ser muchos pero eso sólo le tranquilizó, saber que podía colaborar en lo que fuese, por muy poco que fuera, la hacía sentir útil y aquello la emocionó de nuevo. Se secó un poco las lágrimas de nuevo con la sábana para  luego continuar dibujando cuando el autómata entró -Gio… está muy activo. No sé qué café toma pero creo que le pediré un poco- Bromeó con una muy leve sonrisa, pasandole el de Wthyr y siguiendo con el de Gwen, recordando que no se llamaba Gwen, si no Guinevere y adelantando rápido porque ya tenía la parte “Pendragon” en la cabeza.

Estuvo en silencio mientras trabajaba, con tranquilidad, porque no era la primera vez que estudiaba cerca de Matvey, acabando el de Gwen, Shyvanna y Darren y siguiendo con el de Lake y Cedric -Me sorprendí de ver a Ivanov con Lyosha Svensson, pensé que estaría con Anteia- Mencionó distraída, enfocándose más en los trazos, pero aquel pensamiento simplemente vino a su cabeza  y debía comentárselo.

Entendí su referencia y lo demostré con un leve asentimiento, evidentemente Charles no podía poseerme. Miré mas allá de las paredes, aparentemente concentrado.
- Su prisión se debilita... Excalibur no lo retendrá por siempre. Fue una suerte que Leroy la dejase alli clavada. - por cierto, Leroy...seguía vivo?

- Altaïr pudo hablar contigo? - volví mis ojos a ella. - Lo perdí en aquella vorágine de almas. Traté de hacerlo volver pero sospecho que otros muertos lo retienen. Hay que liberarlo.

Volviendo al asunto de su embarazo, me habló de Beltane. Aquello no era un ritual gaelico...tipico de irlanda y escocia? Qué tenia que ver con su embarazo? Si fue hace un mes...quiere decir que fue durante el ritual que....

Me quedé mirando a la nada de nuevo, pensativo. Era probable que antes me hubiese cabreado, afectado, ofuscado. Ahora no. El Velo me había cambiado en algunos aspectos. O por lo menos, me había dado perspectiva. Porque ahora sabia que a todos nos esperaba lo mismo y no pensaba perder el tiempo con cosas mundanas como enfadarme por las decisiones (malas) que tomase mi ahijada con respecto a aquel hombre.

- Si es así....deberías cuidarte el triple. Abastecerte de pociones de magia y catalizadores. El bebé saca la fuerza de la madre, y si está creciendo tan rapido... - le lancé una evaluadora y evidente mirada. Me dispuse a preparar los sigilos para los descendientes, en caso de considerarse que fuera necesario tambien, y para asistir a Catherine. - Ya sé, pero es mejor prevenir Cath. Aedan no se queda fuera de la ecuación.

"Si yo fuese Charles....destruiría todo lo que amas"

Me quedé en silencio, me era demasiado fácil pensar como un espiritu corrupto, vengativo. Lo que me pesaba era no haberme percatado antes de en qué momento atacaría. Fui guardando los sigilos que me pasaba, implementandolos con el símbolo de anti posesion y a su alrededor la plegaria o hechizo escrito.

- Lo mismo digo. Ayer estaba que se moría. - respondí de modo casual respecto a su apreciación, analizando la recien llegada maquina y despidiendo al automata, levantandome un momento para sellar la puerta tras su salida.

Pasamos algunos minutos mas trabajando en silencio en los simbolos de cada uno, hasta que Cath dijo aquello como si tal cosa. Me quedé en silencio levantando la vista del pergamino a ella.

"Lyosha es una persona muy especial"

- Con Anteia, por qué? - ella no sabia nada de aquello, verdad? El recuerdo de Anteia... me agradó descubrir que no me despertaba nada ya. Estaba en paz con esa fase, en la que habia cometido el error de idealizar lo que pensé era perfección. Que lo que necesitaba era lo opuesto a lo que representaba. Qué gran mentira.

Catherine movió la cabeza para ver hacia donde lo hacía Matvey por si había algo en particular pero tarde comprendió que simplemente estaba “viendo más allá” y sus palabras confirmaron sus sospechas -¿Una suerte? Era nuestra protección contra el velo… ¿Ahora qué? ¿Quién es digno para sacarla de ahí? ¿Qué es ser digno?- Negó con la cabeza ofuscada al recordar la tontería del dramático de Leroy.

Asintió con suavidad cuando preguntó por Altaïr -Nos dijo lo que estaba pasando, Lémoni intentó dar un mensaje a los espíritus de Ouroboros. No sé si marcó la diferencia- Así que su hermano estaba siendo contenido por aquellos espíritus a manos de Charles Pendragon, en el peor de los escenarios estaba torturándolo. No quería pensar tampoco en Desmond o Rhaegar así que desvió la mirada contrariada y con el estómago en un nudo -Stavron no sabía que Altaïr estaba contigo ¿Verdad?-

No ayudó a mejorar su semblante lo que le dijo Matvey -Ya… Lo confundí con el drenaje de la isla- Murmuró mirándolo, agradeciendo que no había una abierta desaprobación y decepción en su rostro -Ahora sólo estoy tan…cansada- Alzó suavemente un hombro. El sigilo de Aedan también le fue fácil porque se basó en algunas cosas del propio ya que para él sólo le quedaba la D y N. Zephyr también debía incluirlo así que lo incorporó a sus diseños.

Cath estaba enfocada en sus diseños así que no le devolvió la mirada a Matvey -Porque cuando iba a la casa Hacksaw estaba ahí…Y ella es como… la súper mamá, la mamá…perfecta- “O la madre que hubiese querido tener”, aquel pensamiento hizo que torciera la boca en una mueca porque en su escasa experiencia no sabía bien cómo Anteia manejaba tan bien la maternidad mientras Catherine sentía que, pese a todo lo que hacía, era un maldito desastre. Dejó de dibujar un momento, moviendo suavemente el utensilio entre los dedos -Es difícil ser padre o madre… Supongo que he juzgado a los míos con mucha dureza-  Volvió la mirada hacia él -Ella dijo que te había dado su palabra… ¿Tienes algún trueque o acuerdo con ella?- Preguntó antes de bajar la cabeza y seguir con lo suyo -Yo le debo algo-  Mencionó acabando los sigilos y pasándoselos para que los evaluara -¿Cuál falta?-

- Supongo que habrá que comprobar si algun Pendragon lo es. Ahí tienen su oportunidad de legitimar su posesión sobre la espada. Digno...qué es ser digno. Eso mismo nos plantearon los Fundadores de Ouroboros, Cath. Quieren que demostremos que somos dignos de merecer el legado de Ouroboros, para prestarnos su apoyo. No llegué a decirlo en la reunión porque no hubo tiempo, pero la esencia de los fundadores seguía alli y....

"no sé si podremos demostrarles que somos dignos"

- Le he prometido a Snagov que se lo demostraríamos. - negué con la cabeza porque no me habia llegado ningun mensaje de su parte. Sobre Stavron.... - Él y Altair salieron a la vez del mundo de los muertos. Stavron sabia que guardaba el alma de Altair conmigo asi que...puede que lo intuyese. - no sabia si estaba diciendo una verdad que quizá Le Fay habia pretendido ocultarle. Me daba igual.

El cansancio que achacaba era normal, dadas las circunstancias.
- Esta tarea y te dejo descansar. Le pediremos pociones a algun aprendiz de Sofia, si no quieres decirselo a ella directamente. Aunque no veo por qué deberias ocultarlo.

Entedí por qué me habia preguntado por Anteia. Vale. Asi que no sabía nada. Tampoco es que tuviera motivos para saber. A parte de la propia Anteia, que lo habia descubierto por su poder, y de Lyosha que algo intuyó en aquel encuentro....nadie. Sonreí un poco, de lado, de modo breve, cuando mencionó la palabra "perfecta".

- Pues caíste en el mismo error que yo. Pensar que lo que parece perfecto es lo que necesitamos. No...Anteia es una mujer cariñosa, sin duda. Pero Ivanov... necesitaba alguien que pudiera combatirme. Esa es Lyosha. Es capaz de plantarme cara y sabe como enfrentar a un demonio si es necesario. Por eso confío en ella... ha tenido mi vida en sus manos en mas de una ocasión, y la ha preservado. Y no juzga el tipo de magia que practico. - desvié la mirada hacia ella levantando un poco mis cejas. - ni mi caótico estilo de vida, porque...ella es peor.

"y eso me gusta"

Tomé los sigilos que me pasó, evaluandolos y comprobando que estuvieran bien, estableciendo algunas comparativas. En una primera revisón todo parecia correcto. Un trato entre Lyosha y yo? Quizá...
- Al principio, sí. Pero esto se ha convertido en una cadena de favores. Y tú, qué le debes? - pregunté haciendo recuento final. Estaban todos los Pendragon cercanos.... yo habia preparado para los descendientes.... - Creo que están todos. ¿De donde sacamos la tinta para mezclarla?

Hizo un conteo sobre los Pendragon, analizando la relación que tenían entre ellos con toda la información que contaba y miró a Matvey -Todos señalarán a Cedric, empezando por Wthyr-  Tras ello escuchó lo que pedían los Descendientes y su gesto se volvió algo tenso. No había probado ser digna para nadie a nivel mágico excepto para Wthyr y ni siquiera sabía cómo lo había logrado. ¿Cómo iba a probarse? -¿Cómo vamos a hacerlo? Querrán… ¿Querrán otro puto torneo? ¿Pruebas? - Ella pasaba… de hacer…No, no podía pasar. Inspiró profundamente apuntando otro nuevo reto en su agenda mental.

Lo de Altaïr no le sorprendió, Stavron era el fan número 1 de su primogénito y Cath sabía por qué, no sólo eso, ella también le adoraba… Lo poco que recordaba de él al menos.  El tema del embarazo no dio para mucho más pero la hizo pensar. “Dudo que Sofía me juzgue por mi estupidez”, se reacomodó en la camilla -Hablaré con ella-

Catherine paró un poco de dibujar y se fue concentrando en las palabras de Matvey, escuchando aquella descripción como algo muy…familiar. Desvió la mirada hacia él al mismo tiempo que él, observando su gesto y Catherine dibujó una sonrisa pequeña antes de extenderla cuando mencionó el “caos” que reinaba en sus vidas -Sé perfectamente de lo que hablas- Bajó la mirada un momento sintiendo que se le sonrojaban las mejillas, intentando controlar la sonrisa para ser más neutral pero el hecho de que Matvey, aunque no lo supiera, comprendiera en cierto punto su relación con Wthyr, aunque no lo aprobara, la llenaba de una extraña felicidad. Alzó la vista hacia él contenta e incapaz de poder controlarlo -Vaya si lo sé… Es hasta un chiste interno- Acabó riéndose mientras ponía los ojos en blanco pensando en las veces que Wthyr y ella habían hablado de “volver al caos” tras sus “pausas”.

Suspiró y le regaló una última sonrisa antes de centrarse en lo suyo, revisando también los sigilos -Un huevo de dragón  o la piedra de los tres mundos- Le respondió pensando que ahora se sentía un poco “mal” de engañarla con lo del huevo tras conocer su relación con Matvey -Que algún Descendiente la lleve del campamento a la reunión, allí la mezclo. Es lo más rápido…Pídesela a Ling, la que usaban para mis tatuajes es buena-

- Cedric? Según Charles....él ni si quiera debería ser un Pendragon. Llegaste a oir esa parte? - reflexioné ante el recuerdo, en sus palabras siempre podían encontrarse pistas. - No....un torneo no.

"será mas que eso"

Me quedé en silencio, de nuevo con la mirada ida, de nuevo viendo a otra parte, esta vez a los recuerdos de aquel lugar, recuerdos que temía que con el paso de los días aqui se volvieran difusos como los de una pesadilla. No, debía mantenerlos vivos. No habian sido una pesadilla, eran una realidad.

- Ouroboros tiene la capacidad de renacer, pero solo si los que llevan su legado...Pendragon incluidos... demuestran que merece la pena. Es nuestro mayor reto. El dragón que se muerde la cola tiene al tiempo la capacidad para un inmenso bien.... y un gran mal. Está en nuestras manos decidir qué queremos hacer de él.

Me levanté, guardando todos los sigilos, buscando de paso algo en aquella estancia que sirviera para cerrarme el corte de la mano y vendarlo. Ya no sangraba, pero resultaba incómodo.
- Buena decisión. - afirmé cuando accedió a hablar con Sofía, debía mantener sus energías y niveles de magia a punto optimo. Luego vi su rostro encenderse cuando hice aquel intento por explicarle mi relacion con Lyosha. Se estaba sonrojando. Espera. Lo estaba comparando con....su relacion con Wthyr?
- Perfecta, perfectamente? Entonces estoy en un problema.

Puse cara de que ella se habia pasado al prometer eso, haciendo una mueca.
- Qué obsesión tiene con los dragones...? - no debí dejarle usar al lich. - Espero que puedas conseguirle esa piedra.

Pasamos un rato más hablando, luego la dejé descansar y al dia siguiente cuando amaneció y tras algunas revisiones que vinieron a hacerle, la saqué de alli llevándola conmigo y todos los trastos que necesitaríamos, rumbo al círculo de los druidas.

Los guardias habían llevado a la directora hasta una de las camillas en la zona exterior y los médicos habían actuado enseguida llevándola hacia la unidad de cuidados intensivos para evaluar su estado. Tenía el ritmo cardíaco muy bajo y usando las máquinas avanzadas que poseían gracias a la alianza con la guardia se dieron cuenta de que las hemorragias se habían detenido pero el daño seguía siendo grave.

Lo primero que hicieron fue enchufarle reabastecedoras y encargarse de estabilizar su ritmo cardíaco, pero al hacerlo, las hemorragias iniciaron nuevamente y los médicos escucharon los pitidos de las máquinas que amenazaban con un destino poco favorable -Traedme su historial- Gritó una de las sanadoras a uno de los médicos que estaban ingresando a la UCI para ayudar. Se dio media vuelta, saliendo de allí con prisas y topándose con el encargado de la seguridad en el hospital -¿Cuál es el estado?- El tipo solo negó con la cabeza mientras salía corriendo a la máquina para buscar el historias de la Royden.

El soldado no dudó en ingresar a UCI con el ceño fruncido mientras miraba a los medimagos atender a la directora. Mil manos, mil pitidos, mil pociones. Los mil demonios se lo iban a llevar. Alguien le gritó que saliera, que no estaba permitido estar allí así que abandonó la UCI para dar el reporte a la base.

Unos segundos más tarde entró el otro medimagos gritando la clara razón por la que les estaba costando tanto contener todo mientras curaban: Hemofilia. La condición hacía más difícil poder trabajar con el daño particular que le habían hecho, aunque lo hubiese hecho con cualquiera. Por eso cambiaron un poco de estrategia a la hora de curar así como las pociones que estaban dándole para reponer el factor de coagulación que falta.

Unos 20 minutos más tarde, Arleen seguía rodeada de personas curándola pero se encontraba estable y fuera de peligro aunque profundamente inconsciente. Y sería un ciclo que continuaría por las próximas horas para intentar restaurarla en lo máximo posible a sabiendas de que tendrían que evacuar pronto.

Tic, tac.

Dado de riesgo: 20 (lo peor)
Modificador de +5 puntos por Hemofilia.

El miembro 'Arleen Royden' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (20)' :

Había llegado hacía escasos minutos y me había seguido por todo el puto hospital un puto guardia mágico contándome la situación. Efectivamente había sido la rubia. No había escuchado más mientras avanzábamos por los pasillos.

Ordené a un soldado de los nuestros que doblasen el número de seguridad.-¿Ha llegado su hermano?-Corté al guardia a mitad de explicación sintiendo como el corazón latía rápido. La pastilla, supuse. La pastilla y no dormir. Pasé la mano por mi nuca, sudaba, estaba asado de calor. El tipo me dijo que no sabía.-Avisadle de nuevo.-Solté llegando hasta la zona de la UCI.

Entré sin pedir permiso y un par de médicos se acercaron para decirme que me pirase. Ni puto caso. Paré cuando vi la cama rodeada de varias personas trabajando. Un leve mareo. Mierda. Me mantuve en pie aunque el rostro, estaba desencajado. Y de pronto uno de esos médicos dijo que estaba estable. Le clavé la mirada. Y fuera de peligro, añadió.

Apreté la mandíbula más y gruñí pillándole de la pechera para estamparle contra una pared.-¡¿Entonces por qué mierda decís que pronóstico desfavorable hijos de puta?!-Chillé antes de apretarle contra la pared de nuevo y soltarle. El calor de nuevo, llevé una mano a mi frente y la otra buscó apoyo en la pared.-Buscadme una mierda para mantenerme despierto.-Susurré mientras se apartaban de mi lado.

Puto calor, puto...corazón. Seguía acelerado y a veces demasiado lento. Cerré los ojos. Los putos papeles cruzaron mi mente.

El médico le agarró los brazos al capitán con el ceño fruncido. Todos estaban estresados por la situación pero no iba a permitir que por muy capitán que fuera le tratara así -PORQUE HEMOS HECHO NUESTRO TRABAJO- Forcejeó para quitárselo de encima justo cuando él le soltó. Se acomodó la ropa a tirones con un gesto de hastío total  y se dio la vuelta para salir de ahí tirando la puerta, harto de los malditos humanos y sus ínfulas de poder.

El resto de los medimagos había tomado un inteligente paso atrás pero al oír lo que le había dicho el hombre, una de ellas fue a llevarle una silla porque parecía que se iba a caer en cualquier momento. Le dio la orden a un compañero para que buscara una poción y se atrevió a hacer una revisión rápida -Necesitáis parar un momento…- Le indicó y cuando llegó el compañero le hizo un gesto de pausa. Le parecía que tenía un ataque de pánico  y en vista de que no sabía mucho sobre medicina muggle preguntó -¿Estáis con algún tratamiento?

Escasos minutos después las máquinas de Arleen empezaron a pitar con lo que demostraba un ritmo acelerado del corazón. Uno de los medimagos que estaba a su lado curándola informó que estaba volviendo en sí antes de recibir un manotazo para que le quitara la mano de encima -No…me toquéis- Gelion quizás nunca lo había visto en vivo, pero ahora se iba a enterar CUÁN mala paciente era Arleen -Pero tenemos que segu…- La máquina de Arleen pitaba desesperada mientras la Royden intentaba enfocar la vista e ignorar el dolor… intentando sentarse -Doctora…- Arleen gruñó molesta -No …No…no os acerquéis- Odiaba estar en una camilla. Se sentía…como al despertar en el campamento de Ouroboros. Presa. Tenía que hacer cosas...tenía que idear una forma de anular la magia de los Pendragon en su hospital para poner a todos a salvo.

Los malos recuerdos empezaron a aturdirla y se quedó a medias, sin sentarse pero sin estar acostada, en sus codos. El mareo la hizo llevarse una mano a la cabeza apartándose el pelo corto -¿Estáis bien…? ¿Todos? ¿Os ha hecho…daño?- Preguntó mientras recordaba cómo iba todo y…lo que había sucedido. Su orden. Se sintió mal y puso los labios en un puchero -Los hermanos…tenemos que atenderlos- Murmuró y el medimago anterior se acercó un  paso -Pero habéis vetad…- Arleen abrió los ojos y le miró con mala hostia -YA SÉ LO QUE DIJE- Aquello le robó un gruñido y se llevó una mano al abdomen. El dolor hizo que se le humedecieran los ojos y cayó en cuenta del grito -Lo siento…perdón- Murmuró apesadumbrada por aquel arranque y respiró profundo sintiendo la debilidad posterior al ataque. Tardó un momento pero alzó la vista y paneó la sala para ver si estaban allí, si habían hecho caso del juramento hipocrático. Pero no.

Maldijo…y fue entonces cuando vio a Gelion, se le quedó mirando un momento sin entender muy bien qué hacía ahí hasta un par de segundos después en los que se sintió una decepción, para variar, apartó la mirada con vergüenza -Reaccioné…Lo intenté- Seguramente venía a llamarle la atención, a regañarle por algo, no lo sabía. Quizás sólo venía a pedirle un reporte de todo lo que había sucedido. -Pero mi escudo no es arma contra su magia… Evacué a todos, les veté la entrada…No sé qué más sucedió- Empezó a enumerar y a entrar en modo eficiencia para controlar las lágrimas que estaban amenazando con caer porque Gelion  y ella ya no hacía eso. ¿Verdad?

Le hice un gesto muy desagradable e inapropiado al puto médico de los cojones mientras se marchaba, justo antes de que me diese el chungo definitivo. Otra se acercó, ofreciéndome una silla mientras yo aflojaba de cualquier modo la puta chaqueta que llevaba puesta, tirando de la tela básicamente.

Negué con la mano al ofrecimiento y a aquello de parar haciendo una mueca cuando obviamente empezó a usar magia sobre mí. No fue una mueca de asco ni nada parecido, era de fastidio por encontrarme como la puta mierda. Me incliné un poco hacia delante poniendo la mano libre en mi pecho mientras la otra seguía apoyada en la pared y las gafas se deslizaron hasta caer al suelo. ¿Ni siquiera me había quitado las putas gafas de mierda? Respiraba tratando de llenar los pulmones y al escuchar la pregunta la miré por un segundo e hice un gesto. Dame un puto minuto.

Gruñí por lo bajo deslizando la mano al interior de la chaqueta para sacar unos cuantos blísteres de pastillas ofreciéndoselos sin mirar a la medimaga. Puta...mierda. Estaba cabreado, joder. Al escuchar los pitidos no tardé medio segundo en mirar a la camilla, traté de incorporarme lo suficiente para ver mejor lo que pasaba, frunciendo el ceño por ese despertar tan...tan parecido a cuando se le iba la situación de control, pero después volvió a ser ella. Controlando que todo fuese perfecto.

No sabía si la medimaga le estaba hablando o algo, en tal caso la ignoró. Y cuando Arleen me vio...joder, ¿eso era lo que le hacía sentir? Fruncí más el ceño. La hacía sentir...una mierda. Hice un gesto con la mano negando, como restando importancia a aquello.-Da ...igual.-Solté separadamente, con bocanada de aire de por medio. Me incorporé un poco más girando para encaminar el pasillo que iba hacia la salida.-Eso da igual.-Susurré por lo bajo antes de buscar apoyo nuevamente en la pared, que no alcancé porque caí redondo al suelo, una vez más.

Sintió un nudo en la garganta al escuchar su primer "da igual". ¿Por qué? ¿es porque había acabado en una camilla igualmente? Su corazón se aceleró de nuevo y la máquina lo puso en clara evidencia. Sabía que no era la mejor soldado pero después de su secuestro había entrenado… incluso había seguido en su reclusión cuando no tenía a nadie para guiarla.

¿De qué había servido? De nada.
Da igual.

Tragó a ver si con eso el nudo en la garganta se iba, no lo hizo. Mucho menos al ver su espalda de nuevo. Estaba enferma. Realmente estaba enferma. ¿Por qué tenía que importarle tanto lo que él pensará de ella? -Si da igual, qué haces aquí? ¿Qué es lo que quieres de mi?- espetó molesta porque a fin de cuentas… dudaba que fuera tan cruel como para venir simplemente a mostrarle que era un fracaso.

Poco después de su pregunta cayó al piso y Arleen parpadeó de sorpresa mientras el monitor realmente se volvía loco -¡GELION!- Intentó moverse para llegar hasta él pero el dolor empezó irradiar de una manera insoportable que segundos después le robó el conocimiento.

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Cuando Arleen recuperó el conocimiento ya no estaba rodeada de médicos pero Fred estaba durmiendo en una silla al lado de ella y estaba claro que V estaba por ahí porque había otra silla al lado con una chaqueta de cuero.

Se sentía mejor, sin duda. Se llevó una mano a la sien mientras recordaba todo lo ocurrido ayer y la última imagen de Gelion en el piso. Se incorporó de forma más fluida. Se sentía un poco débil y algunos movimientos le daban alguna puntada de dolor pero nada grave. Se quitó los cables con cuidado, usando su tecnopatía para apagar las máquinas.

Joder, una paciente fatal.

Se incorporó y empezó a caminar por la UCI buscando a Gelion aunque tenía la esperanza de que no fuera así… de que estuviera bien. Pero lo encontró a dos camas de la de ella. Durmiendo, en paz. Se quedó mirándolo un momento y contuvo el suspiro que pugnaba por salir de sus labios. Era tan extraño verlo relajado.

Tomó la historia y leyó los detalles con los labios tensos en una línea. Ella no podía tratar ni la ansiedad ni los ataques de pánico. Pero si podía intentar ayudarle de nuevo con la pila. Esta vez… tenía su tecnopatía y si estaba dormido no podía ponerle nerviosa… ni negarse.

Se acercó despacio tratando de hacer el mínimo ruido posible e inspiró profundo de nuevo, observando y apreciando lo guapo que era. Tensó los labios regañándose por perder el tiempo. Colocó ambas manos sobre la parte alta de su pecho, cerca pero sin tocarlo y se concentró en dejar fluir su magia e intentar comunicarse con el chip.

Fue… fácil. Tras un minuto había hecho conexión y Arleen finalmente entabló conversación con el chip, pidiéndole que le explicará qué sucedía. Tal como había sospechado tenía algunos daños por las descargas eléctricas. Aparentemente, tenía que ver con su comunicación con SAM y la comunidad. Arleen preguntó si podía repararlo sola o era necesario que lo hiciera ella.

Si era la segunda opción… podía ser complicado desde el exterior.
Aunque siempre podía cortar la conexión con la mente colmena.


Logra conectar ok con el chip?

Sip

El miembro 'Arleen Royden' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Había dormido tranquilamente. Desde hacía un rato estaba más o menos consciente pero había decidido aprovechar la sensación de paz. Si había soñado no lo recordaba y eso era acojonantemente satisfactorio, así que traté de alargarlo un poco más, cosa a la que también ayudaban las drogas que me hubiesen puesto, aunque no era consciente de ello.

El pitido, constante y ritmico de la sala, los susurros y pasos que escuchaba de cuando en cuando tampoco me habían molestado. Y si se hubiese tratado de una amenaza me la sudaba completamente.

Comencé a sentir una agradable sensación de calor en el pecho. La respiración no se alteró, aquello se sentía bien. Tardé un par de minutos en tomar aire algo más intensamente por la nariz, como un suspiro de alivio y estiré un poco los músculos, tirando de los hombros hacia abajo. Acomodándome.

Después fruncí el ceño. Había vuelto a desmayarme ¿verdad?. Gruñí un poco por lo bajo. Y teníamos la coordinación de la evacuación y... Otra inspiración, algo molesta. A la mierda el descanso.

Abrí los ojos, observando un monitor alejado. Eso eran los pitidos. Hice una mueca breve con los labios antes de girar la cabeza para ponerme de cara al techo y entonces me encontré a Arleen allí. Alcé ambas cejas, confuso y miré de reojo hacia donde estaban sus manos. Oh...eso era el calor, claro. Suspiré de nuevo enfocándola.-No es algo que puedas curar con magia, Doc.-Gruñí antes de ayudarme con los brazos para incorporarme mirando alrededor. ¿Qué hora era? Traté de buscar un reloj mientras me preguntaba ¿Qué demonios hacía fuera de la cama? Pero no, no era mi problema. No iba a decirle lo que tenía que hacer.

Froté mi cara con la palma de la mano. Joder que sobada. -¿Qué hora es?