London Eye

-Yo no te vi haciendo tu trabajo...Yo te vi hablando con los traidores como una quinceañera hablando de maquillajes, o te tomas esto enserio o te quitaran el cargo Erebo.

Mire algo curioso a nuestro alrededor cuando el suelo comenzó a temblar y las piedras a levitar y recordé la descripción del dragón suspirando un poco. Vi que lentamente todo se calmaba sabiendo que se había calmado, tome aire llenando por completo mis pulmones para largar el aire lentamente lo mire al escuchar que había entendido por lo que asentí y le quite el collar volviéndolo a guardar en mi sobretodo.

-Es demasiado tarde como para que personas normales estén dando vueltas por la calle, sera mejor que esperemos hasta mañana...O y para la próxima... -Coloque una de mis manos en su hombro para darle una pequeña descarga eléctrica-...Háblame con más respeto

Aunque en ningún momento quise parecer superior a nadie no podía negar que lo era, después de todo debía cuidar a ese tipo como si de un niño se tratara, y si era cierto lo que me habían dicho, con un berrinche podría destruir todo a su alrededor.

-Si intentas irte sin permiso te colocare la correa... Si haces o dices algo que no sea de mi agrado, te daré una descarga... ¿Alguna oposición? -Digo tranquilamente como si estuviera hablando del clima o de lugar.

- Ya me deshice de los petardos que atacaban el Big Ben y ahora buscaba gente para llevarla a la Alianza, para tu informacion, consegui sonsacarle a esos que hablaba como una "colegiala" que eran de la Brigada y habia dos chipeados y podria haber intentado adivinar donde se iban a reunir en secreto para quitarse el chip hasta que tu apareciste.

Esperar? Esperar a que y donde? Que tengo que esperar a que sea de noche? Todas esas dudas asaltaban mi cabeza mientras me sacaba la correa y me llevaba las manos al cuello para masajearmelo. Luego me solto una correa por haberle "faltado al respeto" y haberle contestado mal. Gruño al recibir la descarga mientras me recita las normas, No escapar o hacer cosas o decir cosas que no le agraden, sino correa y descarga. Ugh no me queda mas remedio que por el momento obedecer, no entiendo porque coño ahora Eamon me manda vigilar de esa manera, no se que coño de mosca le ha picado. Me cruzo de brazos y miro al suelo.

- No hay objecciones... Amo... - dije obedientemente - pero que vamos a hacer? a donde me llevas?

-Ay por favor...Eso no importa, no podemos enfrentarlos si no tenemos con que hacerlo...Tu misión era encontrar mas ejecutores y en su lugar tu te la pasas hablando tan amistosamente con los de la brigada... ¿Si tanto te interesaba detenerlos porque demonios no los asesinaste a todos en ese momento?

Prendí un cigarrillo esperando alguna respuesta del contrario hasta que la obtuvo. Lo mire algo extrañado al escucharlo llamarme de esa forma por lo que me acerque a él lanzando el humo para colocar un dedo en su barbilla para subir su rostro y que me mirara y yo poder mirarlo a los ojos, sin notar lo cerca que estábamos.

-¿En verdad me ves como tu amo? -Suspira soltándole la barbilla y negando levemente con la cabeza- Yo pensaba en que me dijeras ''señor'' o algo así, como los demás soldados... ''Amo'' suena muy a Eamon -Se aleja un poco de él pero aun estando bastante cerca.

-Pensaba en quedarnos aquí un rato y esperar, no tengo muchas ganas de volver a la base y dudo que tu las tengas...

Suspire algo cansado, las reparaciones o revisiones rutinarias eran algo molestas y si el mismo día salia en una misión no me apetecía volver a las pocas horas para volver a ver a los tipos que me vieron y me manosearon durante tres horas seguidas.

- Me tope con ellos de casualidad, ademas mi mision no es matar a todo lo que veo, solo a los del Big Ben, si levanto ruido y sospechas sobre mi se jode el camuflaje.

Empieza a fumar y lanza humo por la boca, abanico con una mano para apartar el humo de mi cara. Se acerca, me toma de la barbilla y mueve mi cabeza para que nos podamos ver a los ojos. Me extraña de que le haya llamado amo como suelo hacer con Eamon, de hecho dice que eso suena mucho a el. Me sonrojo al darme cuenta del desliz que tengo al haberle llamado amo.

- F-fue un desliz, es cierto que a Eamon se lo llamo y como no tengo costumbre de dirgirme a nadie salvo a el se me escapo!

Bram parece que esta cansado y no le apetece nada volver ya a la base, normal, nadie en su sano juicio vuelve ahi contento y cantando el DoReMi mientras salta como en la pradera lleno de flores y arco iris... Bueno si... hay gilipollas que vuelven contentos a la base, estupidos soldados con el coco comido... Suspiro yo tambien, no me apetece que me vuelvan a meter en la celda, me dejen ahi hasta que Eamon se acuerde que existo y me pida informes.

- Suena aburrido esperar sin mas, aunque tampoco me apetezca mucho que me devuelvas ya a mi celda amo... digoo señor... - ugh aquello no acababa de sonar bien en mi cabeza y mi cabeza seguia teniendo deslices

-Entonces no te interesa lo que ellos tengan que decirte, podías simplemente quedarte ahí callado y escuchando la conversación.

Lo miro escuchando lo de Eamon, sabia que ese tipo era egocéntrico, pero no sabia que llegara a tanto. Sonreí de lado levemente al verlo sonrojado, en verdad se veía bien. Lo escuche también suspirar en lo que le daba otra calada a mi cigarro pero no pude evitar fruncir el ceño al escuchar lo de la celda.

-¿Te meten en una maldita celda?

Aunque yo no podía decir que vivía de lo mejor, solo daba los informes y lo conectaban a una gran cantidad de cables que aun no sabia para que eran. Suspiro mirándolo de reojo al escuchar que nuevamente me llamaba así.

-¿Sabes que? Llámame como quieras... Oh por cierto, que maleducado fui, mi nombre es Bram, mucho gusto...

Hice una pequeñísima reverencia frente a él para alejarme un poco caminando y tirarme sobre la hierba poniendo sus manos bajo su cabeza para mirarlo de reojo, mirándolo de arriba a abajo.

-¿Que harías para divertirte en estos momentos? y no te devolveré a tu celda... Luego hablare con Andreas y Eamon sobre eso, no es justo que te mantengan en una celda.

Mas y mas reproches por lo que habia hecho en el Moulin, joder odio que me digan como debo hacer mi puñetero trabajo, hasta ahora no habia tenido problemas, salvo que algun que otro castigo y reprimenda por irseme la mano demasiado en terminos de destruccion solicitada. El se tiro en la hierba y se puso mas charlatan.

- Claro que me tienen en una celda, soy un bicharraco que si se le cruzan los cables te rompe una ciudad en cuestion de segundos, por no mencionar que soy el "arma secreta" de Eamon, no puedo estar a la vista de todos. Ademas no es una celda cualquiera, por dentro no esta mal aunque no pueda ver nada del exterior y ahorrate el intentar decir nada, creeme, cuando lleguemos debo volver, lo dictamina el protocolo, primero revisiones y luego a la caja. Si se enteran te van al cuello y no merece la pena, el ultimo que puso alguna pega sobre mi fue degradado por desobedecer ordenes superiores.

Me sente en la hierba y luego me recoste sobre la hierba, estaba algo humeda del rocio de la noche y fria, pero a mi como que me la pelaba, soy un dragon, he visto peores climas. Puse los brazos en cruz debajo de la cabeza a modo de almohada y cruce las piernas mirando hacia el vacio del cielo. Iba tomando ya los colores vivos de la mañana mientras las nubes paseaban por el, libres y sin tener que dar explicaciones a nadie, una parte de mi añoraba eso, por otro lado pensaba que me habia buscado eso. Demasiado tiempo encerrado, demasiado tiempo para pensar y darte que tu vida es una puta mierda y solo encuentras satisfaccion en los deseos mas bajos como la destruccion.

- Entretenerme? Pues me pillaria la madre de todas las cogorzas y luego me tiraria al primer hombre macizo que vea, despues me pondria a pelear contra alguien para acabar de gastar la adrenalina y luego volver a mi cuchitril, o al menos es lo que hice un par de veces cuando tuve libertad para salir. Eamon es un capullo que no mira mas alla del espejo, pero cuando haces cosas que le gustan puedes permitirte el lujo de utilizar algunos "vacios" legales a tu favor.

-No sabia que eras el ''arma secreta'' de Eamon, al menos no que recuerde que me lo hayan dicho, pero no perderé nada con solo preguntar, ademas me mandaron a que te vigilara, y el saber donde y como duermes también debería importarme, un buen ejecutor no puede hacer bien su trabajo si duerme mal.

Vi como se sentaba y recostaba a mi lado, para quedar mirando al cielo que lentamente comenzaba a aclara, parecia algo pensativo, ve tu a saber. Cada uno con sus mierdas, le di otra calada al cigarrillo al escucharlo hablar, soltando el humo hacia el lado contradio de donde estaba el dragon.

-Pero debemos pasar desapercibidos... Y solo podría ayudarte en una de tus cosas, aunque dudo ser de tu tipo... -Le di una larga calada a mi cigarro para luego apagarlo y largar el humo en lo que hablaba- Tu al menos tienes una habitación tranquila donde puedes relajarte, aunque sea una celda... Yo debo encontrar mis propios lugares de tranquilidad para que los científicos no me molesten con sus cosas, si fuera por ellos creo que me revisarían todos los días. -Negué con la cabeza mirando al cielo, diciendo eso ultimo mas para mi.

Me senté para estirarme un poco, y masajear uno de mis hombros con mi mano contraria en lo que me dedicaba a mirar a nuestro alrededor para ver si había alguna visita indeseable pero los resultados fueron negativos, solo estábamos nosotros solos en el destruido lugar. Mire de reojo a Erebo, ahora parecía estar mas tranquilo que antes y parecía haber aceptado un poco mi presencia ahí.

- Seh, cuando Eamon se cabrea y se le cruzan los cables da permiso para que me saquen de la celda y me envien a destruir cosas que le han cabreado. Boum, vuelvo, Eamon contento, regreso a mi celda y todos felices.

Sigo a su lado escuchando que hay que pasar desapercibidos y que quiza solo me pueda ayudar con una, que quiza no sea de mi tipo. Me rei, me lo aprecia a mi o estaba tirando Bram la caña? Me giro hacia a el y le levanto un poco la camiseta y con mi mano exploro su torso, no esta mal, en algunos sitios se nota que hay remates de haber implantado biotecnologia pero bueno, eran discretos. Nada mal, nada mal, le eche una sonrisa.

- Bueno, podemos probar a hacer las dos cosas, cogemos un ciego y luego vamos rapido a apagar fuego en nuestros pantalones, mas bien lo raro seria que yo fuera tu tipo, soy un dragon negro de 1500 años.

Le volvi a bajar la camiseta y saque mi mano de su pecho, no fuera a ser que se cabreara por manosearle demasiado y volvi a mi postura de antes, haciendo crujir mi cuello y poniendome un poco mas comodo sobre aquella hierba en un terreno un poco incomodo como para estar mucho tiempo mirando a la nada. Preferia estar en un lugar mas calido llenando la panza y bebiendo algo... o comiendo algo encima del torso de alguien y luego bebiendo en su cuerpo, como en aquel bar donde los camareros son tu bandeja y tu vaso. No pienses ya en cosas sucias Erebo, que es temprano por la mañana...

-No todos son felices, tu no...

Dije en un susurro mirando a la nada con el ceño un poco fruncido. Lo mire un tanto sorprendido al ver que me levantaba la camiseta y sintiendo el toqueteo en mi pecho a lo que sonreí de lado mirándolo. Reí un poco al ver como volvía a bajar mi camisa para quitar su mano.

-O podemos no emborracharnos tanto para recordarlo todo luego... Al menos no eres mitad maquina como yo por eso es que dudaba que fuera de tu tipo, y con esa edad sigues estando bueno...

Dije luego de ver como se acomodaba acercándome a él y colocando mis manos a cada lado de su cabeza y acercando mi rostro al del ejecutor sonriendo de lado para alejarme luego de unos minutos y levantarme del suelo para estirar mi mano hacia él para ayudarlo a levantarse.

-Si queremos hacerlo sera mejor que lo hagamos ahora...Se me hace que conoces algunos buenos lugares.- Tenia todas las intenciones de seguirlo a donde sea que me guiara.

Puede ser que parezca asi, no me importa, hace tiempo que mi corazon no siente nada, frio y duro como una piedra. Las emociones habian escapado hace muchisimo tiempo de su interior para no sentir nada mas que deseos pasionales y de destruccion. No se cuantos años de mi vida habian pasado asi, demasiados, mi propia felicidad solo era satisfacer mis deseos.

- Bueno, que seas mitad chatarra significa que eres un soldado que ha dado demasiada guerra, y ese tipo de hombres me ponen demasiado, no pasa nada si tienes un poco de tuercas, mientras se te levante y funcione, por mi perfecto - dije riendome mientras me relamia descaradamente mientras me observaba.

Por un momento o dos se acerco a mi cara y estuvimos pegados asi un par de minutos hasta que se levanto y me dio la mano para ayudarme a levantar. Tome ferreamente su mano y con un gran impulso me levante. Queria que lo guiase a algun buen sitio donde pasarlo juntos bebiendo y entregandonos a nuestras pasiones. Me transforme en dragon y lo recogi para llevarmelo volando por los cielos de Londres aprovechando que aun era muy temprano para que andie nos viera, excepto algun que otro trabajador de las Administraciones y otros que tambien madrugan, y me lo lleve hasta la entrada del Burdel.

Había logrado recuperar mi preciada moto y pude reparar algunas cosas antes de que tuviera volver a reunirme con Adramelech y Alpha. A la vez que me dio tiempo de ir al burdel para hablar con las chicas sobre el moreno y luego dirigirme al ojo de Londres.

Me encontraba en el lugar sentada en mi motocicleta con pack de latas de cerveza a mis pies y un cigarro recién encendido en mi otra mano. Tomaba algunos tragos de cerveza para luego fijar mi vista en las notorias cicatrices de mi muñeca recordando como me las había hecho. Aun seguía con la mullida campera que me había robado del hospital la ultima vez que vi a los dos hombres.

-Que aburrido...

Llevaba toda la noche esperando mientras que tomaba, una, dos, tres cervezas seguidas y ya iba por la cuarta de la noche, estando ya algo mareada pero eso no me impidió nada. me baje de mi amado vehículo para sentarme en el suelo junto a este bufando para darle una larga calada al cigarrillo.

Me iría en 30 minutos si nadie aparecía en el lugar pactado, aunque sea para pelear.

La travesía desde Irlanda hasta Inglaterra se me ha hecho más larga de lo previsto, pues me costó encontrar un transporte marítimo en el que colarme. Finalmente pude meterme en un barco de mercancías, oculto entre los containers de manera muy poco cómoda. Calculo que con todo esto llevaré varias horas de retraso respecto a la hora indicada, así que desde el momento en que pongo un pie en esta isla me apresuro por llegar a tiempo al encuentro en el London Eye. Todavía me hace falta robar una cutre motocicleta para llegar a tiempo al lugar acordado, y ni siquiera consigue llevarme hasta allí porque deja de funcionar a mitad de camino.

Me toca hacer el resto del camino a pie, tardando tanto que comienzo a pensar que Rosse se habrá hartado de esperar. Por eso me llevo una sorpresa cuando por fin llego y la veo allí esperando, justo donde habíamos quedado la última vez. Probablemente quiera mandarme a la mierda por la tardanza, pues debe llevar un buen rato allí esperando, a juzgar por la cara de aburrimiento y las múltiples latas de cerveza que hay en el suelo. Camino hacia ella mientras alzo la voz para llamar su atención, haciéndole saber que ya estoy aquí. - ¡Rosse! - acorto la distancia hasta plantarme frente a ella, tentado de sentarme en el suelo por lo cansado que estoy de tanta caminata y viaje. Ojalá pudiese desaparecerme como hacen los magos, me ahorraría un montón de tiempo. - Siento la tardanza, tuve problemas para venir hasta aquí desde Irlanda. - tras disculparme guardo silencio unos segundos, pensando en cómo seguir la conversación. No la conozco mucho, aunque nuestro primer encuentro fue bastante intenso.

- No me he olvidado de que teníamos cosas pendientes, y me alegra saber que tú tampoco. Llevé a Alpha al lugar en el que están ahora algunos de mi grupo, planeando el modo de recobrar el poder que perdimos. Los he dejado allí preparándose, pero tendré que volver pronto, y tú conmigo. S-si quieres, claro. - no quería que lo anterior sonase como orden, así que matizo rápidamente para que no lo tome así. - También me gustaría llevarte a nuestra guarida en Inglaterra, para que puedas iniciarte en una de las hermandades.

Ya me había terminado el cigarro y aun me quedaba un poco de cerveza, bufe al sentir como una de mis piernas había comenzado a dormirse. La golpee algunas veces contra el suelo. Estaba tan metida en mirar a la nada que me sobresalte al escuchar a alguien gritar mi nombre con una voz familiar. Levante la cabeza para sonreirle de lado al moreno.

-Adramelech... Creí que me habías dejado plantada -Dije algo burlona como si eso se tratara de una cita o algo así. Me levante del suelo para darle un pequeño beso en la mejilla a modo de saludo- No te preocupes, lo entiendo, ademas no llevo esperando tanto.

''3 o 4 horas... En las que podría estar bebiendo y divirtiéndome en el burdel... Pff no es tanto...''

-Jamas lo olvidaría cariño, y mas si esta involucrado alguien como tu... -Me apoye en mi moto sonriendo de lado. Me puso al tanto de lo que había estado pasando estos últimos días. Al parecer ya se habían logrado juntar con mas de los Souls. Mi sonrisa se agrando al escuchar que me llevaría con él- Claro que iré...

Asentí con la cabeza a lo de unirme a una de sus hermandades, aunque por alguna extraña razón me ponía un poco nerviosa.

-Solo tengo una pregunta... ¿Podre dejar mi motocicleta ahí? Porque por lo que entendí me quieres llevar a Irlanda y si llega a pasarle algo a mi bebe matare a alguien...-Dije cruzándome de brazos mirándolo a los ojos bajo la capucha en todo momento, no bromeaba con eso.

Normal que piense que la estaba dejando plantada, a mi también se me habría pasado por la cabeza. Me llevo una mano al pecho y alzo la otra solemnemente, como si hiciese una promesa. - Juro que un Soul Reaper siempre cumple su palabra, aunque tarde más de lo esperado. - después sonrío levemente, con cierta timidez. Esto se acentúa cuando me saluda con un beso en la mejilla, debido a lo poco acostumbrado que estoy a eso del contacto físico. - No es plato de buen gusto esperar en un lugar como este. Es peligroso quedarse solo y quieto en el mismo sitio durante mucho rato. - nunca se sabe donde puede haber un francotirador de la Alianza, y ella no está a salvo por ser humana, pues también cazan a sus traidores.

No sé qué decir a lo de 'alguien como tú', pensando que me conoce poco como para tener buen concepto de mí, o a saber lo que piensa exactamente. Me siento algo inseguro ante sus palabras, cosa que me da bastante rabia porque me gustaría tener más seguridad en mi mismo. - No hace falta que dejes la motocicleta. Primero vamos a un sitio que está en esta isla. Se llama Gorgoroth Throat, y fue la guarida de los Souls en Inglaterra durante mucho tiempo. Allí se encuentra la sala de las reliquias, donde están las calaveras custodiadas. Ahora lo mejor será llevarlas a la torre de Irlanda, estarán más seguras. Podemos llevarnos tu moto también. Yo vine en un barco de mercancías, es un buen lugar para colarla. - me subo en la moto justo detrás de ella, satisfecho por fin de tener un modo de transporte que no vaya a romperse ni del que me vayan a echar, aunque nunca se sabe. - Vamos en tu moto hasta la guarida, yo te iré dando instrucciones para llegar. Lo primero es salir de la ciudad. Cuando quieras- subo las manos un poco hasta su cintura para agarrarme, aunque tampoco mucho porque no sé si será demasiado o si le molestará.

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off: puedes sacarlos de aquí , luego los posteo yo en la guarida

-Puedo asegurarte que este lu far es un campo de rosas comparado a los lugares en los que ya eh estado -sonriendole, nunca me importó mi seguridad, a propósito de eso note que la manga de mi único brazo estaba subida por haber estado viendo mis intentos de suicidio, acomode mi manga bajandola. Tome dos latas de cerveza del pack que tenia, guardandolas en los bolsillos de mi campera.

Sonreí abiertamente al escuchar que podíamos llevar a mi bebe hasta Irlanda, lo abrace a modo de agradecimiento antes de que se subiera a la moto y asentí con la cabeza al saber que también llevaríamos las calaveras con nosotros. Acomode mejor el rifle en mi espalda cuando el moreno se subió. Encendí la motocicleta.

-Me parece una estupenda idea

"Sobretodo la parte en llevar a mi bebé"

-Agárrate fuerte -dije cuando me tomo por la cintura para emprender la marcha a alta velocidad para dirigirnos fuera de la ciudad siendo guiada por el Soul.

Aparecieron en una de las explanadas cercanas al London Eye, donde solían aparecer sus hermanos cuando los Royden bajaban a tierra a disfrutar de aquel lugar. Llovía, copiosamente, y Arleen fue consciente de que no tenía abrigo, ni protección, ni nada más que su propia determinación y palabras. Soltó un quejido, sintiendo que el agua en pleno invierno, parecía más pequeños pedazos de hielo incrustándose en su piel. El viento hacía que se le clavaran aquellas dagas en las mejillas y subió las dos manos para protegerse la cara.

-Aléjate de mí- Le soltó en un siseo enojado -Vete de aquí, vete. Tienes tu maldita libertad, vete- Le espetó, porque ella también se sabía palabras feas, antes de subir las manos y pasárselas por el pelo. Aurora…Por favor, esperaba que su cuñada se diera cuenta del detalle que le había hecho. Miró alrededor, a sabiendas de que quizás no… Por Merlín…Todo estaba tan cambiado, observó las luces estridentes. Todo era distinto a lo que ella recordaba. Había algunos de los coches volando y luces…Hologramas, apenas podía ver destellos gracias a la lluvia pero aún así…SAM había hecho tantos cambios.

Aurora tenía que verlo. Aurora sabría…Estaba segura. Sería cuestión de tiempo antes de que sus hermanos y la Guardia de Ouroboros bajara a por ella y la custodiaran a la isla. Deslizó las manos hacia su abdomen, entre la tijera y su bebé para darle algo de calor, dispuesta a esperar bajo la lluvia aunque eso le ganara una neumonía.

Había entornado los ojos por el patético intento de mi hermano "el Draven bueno" de hacerme entrar en razón. Era de esperar, a él seguro que no le juzgarían en aquella estúpida isla de magos.

Por suerte la doctora captó a la perfección que debía hacer caso de lo que decía y con un sonoro plop de pronto la lluvia apareció, y las luces y los hologramas y... ¿Qué cojones era todo aquello? Fruncí el ceño mirando alrededor mientras Arleen hablaba, tratando de saber donde cojones estaba. No fue tan dificil al localizar el río y la enorme noria que ahora, décadas después del inicio de la guerra volvía a alzarse renovada y luminosa.

-Shhh-Mandé callar mientras movía la cabeza a un lado y a otro, pensando. Cesé en su agarre, a pesar de que sabía que podría desaparecerse de nuevo y después atraer a los guardias. Tensé el brazo hacia atrás cogiendo impulso y lancé las tijeras al río, mirando ahora a la doctora.-¿Sabías que si se te llega a escurrir la mano hubiesen acabado incrustadas en tu tripa?-Solté con molestia mirando a la castaña.

Gruñí pasando una mano por mi cara, intentando despejarla así del agua de lluvia que corría por ella y apreté la mandíbula. Ahora parecía mucho más calmado que antes, obviamente el momento maníaco no había sido más que un papelón del momento. Suspiré, tenía que pensar rápido, tal como había dicho el imbécil de Thalos estaba jodido. Bien jodido.-Puedo ser un monstruo Doc pero cuando digo que no voy a hacerle daño a alguien, no lo hago.

Puse ambas manos en jarras girando para mirar alrededor, tratando de decidir. Si la dejaba los atraía hacia mi. Si me la llevaba quizás la situación se volviese mucho peor a la larga y sin embargo... Chasqué la lengua. -Necesito tiempo.- Murmuré antes de negar y acercarme a ella para subirla a mi espalda otra vez como si fuese un saco de patatas, comenzando a andar con rapidez. Me dolía, la puta herida me dolía y aquel lugar estaba...jodidamente cambiado.-Antes de que te pongas a gritar, voy a dejarte ir...-Seguía buscando dónde cojones ir-Solamente necesito...-El ruido del metro llegó y lo divisé al otro lado del río, aunque reformado, ahora los trenes viajaban varios metros por encima de las carreteras-un poco de ventaja.

Seguí la vera del río hasta subir unas escaleras, las que daban al Puente de Westminster para dirigirme a la estación. Solamente tendría que cruzar el río, meterla en un tren en dirección contraria y luego seguir mi camino hacia cualquier lugar.

¿Shhh? ¿SHHHHH? Giró el rostro para verle de una manera profundamente indignada mientras se llevaba una mano al pecho. ¿Por qué demonios le callaba? Entonces lo vio lanzar las tijeras y algo en su pecho se desenredó, el nudo que había tenido atado desde el momento en el que la había atraído hacia sí mismo.   Y encima…Encima le miraba con molestia -Te voy a cachetear- Le advirtió…Como siguiera viéndola así…Como siguiera tocándole las narices iba a cruzarle la cara de un cachetazo.

Dio un par de pasos, alejándose de él porque aunque parecía que su tono era mucho más calmado no confiaba en nada de él. Volvió a mirar alrededor pensando que…Que ya deberían haber aparecido los guardias. No podría haber sido más directa. Ojo…Ojo. El ojo de Londres, Aurora. Tenía la respiración algo agitada y cuando le volvió a hablar, dirigió su mirada amatista hacia él con una ceja alzada -A mi no me has dicho nada- Ella se había creído su amenaza en el instante en el que le había dicho que podía ser malo cuando se lo proponía.

-¡Vete de una vez!- Le soltó, un poco histérica de que siquiera allí parado viendo a los lados. La distancia era prudente pero quizás debía hacer un par de pasos más. -Lo que necesitas es un cerebro nuevo- Le espetó con bastante molestia y cuando vio que empezó a acercarse a ella, le miró ceñuda y empezó a retroceder pero aunque peleó la superaba en ámbitos de fuerza  y brutalidad así que sólo armó sus puños para pegarle en la espalda pero entonces escuchó eso de que iba a dejarla ir -¿A dónde? ¿A dónde se supone que me voy a ir? ¡Tengo que esperar a que vengan por mí! ¡A través de un portal o algo! ¡IMBÉCIL! ¡BÁJAME DE UNA VEZ!- Empezó a sentir miedo, pero miedo de verdad al ver que estaban alejándose de la explanada y caminando a través de un puente hacia un sitio que no conocía.

Se llevó una mano al rostro para quitarse el exceso de agua pero no logró leer bien. Gruñó y pataleó, perdiendo un tacón por el camino. Escuchó ruidos que le congelaron el corazón. ¿Qué era ese sitio? -¿A dónde me estás llevando? ¡Dímelo! ¡Déjame volver a la explanada! ¡No voy a decir a dónde te has ido! ¡Déjame bajar, Gelion Draven!- Espetó, sintiendo que el desconocimiento y el desinterés que realmente había mostrado por la distribución geográfica de Londres podía empezar a pasarle factura.

Y sí, claro que la bajó para meterla en un vagón de una cosa que no conocía. Tuvo que ajustarse bien ante la diferencia de altura de un pie a otro y cuando las puertas se cerraron y el metro arrancó, Arleen se sintió físicamente, como venía sintiéndose psicológicamente desde hace un par de meses: Perdida.  Intentó mirar los letreros o entender algo del mapa electrónico que aparecía ahí y de comprender hacia donde se estaba yendo. Alguien en la esquina del vagón murmuró algo, viendo hacia la pared, y la medimaga lo observó con terror. ¿Y si era agresivo? ¿Y si era un androide que aún odiaba a los magos y brujas? El frío corporal se metió más dentro y esperó que…Que en aquella zona hubiese magia porque sus escudos sería lo único que tenía.

Su amenaza, aunque parecía seria, dudaba que la cumpliese. Palabras, siempre las utilizaba y después no pasaba a la acción. Entorné los ojos por ello pero no pronuncié palabra, tampoco es que me preocuparse llevarme un par de golpes, es más cualquier otra persona ya se hubiese encargado de hacerlo.

Mientras tomaba decisiones ella intentaba alejarme. De nuevo con palabras. ¿Por qué no usaba su magia y se largaba? ¿o me petrificaba o... era obvio que tenía ventaja y podía librarse de aquella situación ahora que no amenazaba a su criatura.

No hablé mientras la cargaba y aguantaba los golpes que me propinaba. La aferraba con fuerza tratando de que no acabase en el suelo por tanto meneo que daba al intentar zafarse. Mientras cruzaba el puente seguía inspeccionando el lugar, entre sus gritos. Definitivamente estaba cambiado, el Big Ben volvía a estar de una pieza y las luces que se reflejaban a lo largo del río me hacían pensar que tenía que haber algo de vida en la ciudad.

Al llegar al metro no había puertas de entrada, ni taquilla, ni nada remotamente parecido. Subí las escaleras aún con las incesantes quejas de Arleen. Gruñí por lo bajo molesto antes de soltarla en el vagón y después me largué pegado al tren, dispuesto a irme a cualquier otro lado.

Paré a los pocos pasos al ver aparecer al fondo del andén a unos 4 tipos, vestidos estridentemente. Parecían de otra época, incluso llevaban ¿pelucas?. Fruncí el ceño confuso, la pomposidad de sus trajes me distrajo unos segundos pero entonces vi como alzaban un arma. Abrí mucho los ojos y ante el pitido que marcaba la puesta en marcha del tren me subí al vagón segundos antes de que cerrasen las puertas y se pusiese en marcha.

Aparecieron allí y buscaron por la explanada durante un rato poniendo un pequeño escudo por encima de ellos para no mojarse con la lluvia. Pese a que gritaron y rebuscaron no la encontraron en ese sitio. Fred los desapareció y apareció en otro de los puntos que solían usar al bajar pero aunque siguieron buscando no encontraron absolutamente nada. La ciudad parecía haber cambiado mucho y eso incluso a ellos los confundía, pero aún así durante horas estuvieron rebuscando.

-Se la ha llevado a otro sitio- Mencionó Fred tras varias horas de búsqueda por los alrededores y Vishous asintió, dándole la razón. Si la hubiese matado habrían encontrado el cuerpo por allí tirado, total, al estar en su zona podría haberla desechado inmediatamente. No estaban muy seguros de preguntar a alguna que otra persona que se encontraban por allí porque no tenían cara de ser amables y la concuñada sugirió que volvieran -Es nuestra mejor oportunidad. El hermano, ver que información tiene- Le dijo Fred y Vishous asintió, aún así, sintiendo un pesar profundo en el pecho al recordar su estado. Dudaba que el hombre ese supiera que estaba embarazada y lo que podría acarrear ese tipo de magia para Arleen. Pero ella sí lo sabía.

-Es inteligente. Buscará la manera de escapar. Ya nos dio una pista - Mencionó Vishous -Pero no sabrá cómo volver. Tenemos que buscar una manera de volver sin que ponga en riesgo al bebé…Si es que aún…- No completó la frase ante la cruda mirada de su mellizo -Tenemos que dejar a un guardia aquí, constantemente. Este será su punto de referencia- Inspiró profundamente pensando en que si había un solo mechón de pelo de su hermana que estuviera dañado iba a partirle la cara al tipo ese. Es decir, iba a partírsela igualmente pero si estaba siquiera resfriada lo iba a hacer con más saña.

De acuerdo, a buscar al hermano. Fred, Vishous y la hermana de Sayid desaparecieron de ahí para ir a buscar más información y formas de ubicarla. Un par de horas después, uno de los guardias apareció en el London Eye manteniendo vigilia.