Urgencias

Conseguimos trasladar a bastantes heridos desde el destruido hospital de Sherwood hasta el de Ouroboros, contando con la la ayuda del resto del equipo de médicos y más gente de Ouroboros que vino a ayudar. Me desaparecí hasta aquí junto con Victorya, Thranduil y sus sobrinos, era el primer sitio que se me ocurrió. Todos ellos ya han pasado por el hospital de Ouroboros en otras ocasiones, aunque creo que conocen poco de lo que hacemos aquí o quiénes somos. Al poco de llegar me despido de ellos, tras darles una breve explicación y pedirles que tengan cuidado a partir de ahora. También les aseguro que contactaré con ellos en cuanto tenga una solución con lo del hospital destruido por las bombas. Si hay cualquier emergencia siempre pueden acudir aquí, que ya conocen la ubicación. Después se marchan todos, cada uno por su lado, a sus cosas.

Por mi parte me dedico a intentar poner algo de orden en el ahora saturado y caótico hospital de la isla, que no tiene capacidad para acoger a tanta gente que ha llegado, y que acabará llegando. Organizo y atiendo lo mejor que puedo, esperando hasta el final de la jornada para poder dar parte de la situación al resto del Consejo, mediante pequeñas reuniones en mi despacho. La mayoría, salvo honrosas excepciones, no parecen muy colaborativos. Su dejadez puede ser por miedo a la situación, por comodidad, o por falta de ganas. Sea lo que sea no me vale, lo que sucede también depende de nosotros. Finalmente, muchas horas después de haber llegado, abandono el hospital, marchándome a mi casa para descansar.

Por fin transcurre el tiempo necesario para terminar de curarnos los tres, siendo este el único momento que hemos tenido para descansar de verdad en mucho tiempo. Entre unas cosas y otras fuimos encadenando peleas, huidas, batallas, secuestros, torturas y demás, sin apenas tener tiempo para recuperarnos decentemente o poder pararnos a pensar en lo sucedido. Ahora necesitamos saber qué van a hacer los de la Alianza y cómo ha reaccionado la gente después de lo que sucedió en la plaza. No sé en qué punto estamos, ni si nuestro mensaje ha conseguido calar a pesar de la jugada sucia que hicieron. Aprovecho el tiempo el el hospital para leer algunos de los periódicos que han traído a la isla y que fueron saliendo tras aquello. Uno de ellos es de la Alianza, y suelta la sarta de mentiras que esperábamos. Otro recoge nuestra versión, y el momento en el que mostramos el chip a uno de los reporteros. Veremos a quién deciden creer.

Al final tenemos tiempo para hablar un poco de todos estos asuntos, y además les cuento a Thalos y a Erika por encima lo del retorno de Josephine y la sorpresa que traía consigo, motivo por el cual quiero regresar a casa cuanto antes. Ellos también tienen asuntos personales que resolver, aunque no parecen tener muchas ganas de explicarlo, cosa que me intriga. Cuando nos dan el alta (y ropas nuevas y en condiciones) me desaparezco de allí con ellos dos, despidiéndome de ellos una vez que estamos en tierra para que puedan ir a atender sus cosas.

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PS de Johan, Erika y Thalos completo

La isla Ouroboros se elevó nuevamente a los cielos, tras la destrucción de los satélites antimagia que bloqueaban el flujo de energía mágica en todo el planeta. Antiguos rituales fueron necesarios para volver a levantar Ouroboros, acudiendo a la información de los fundadores, aquellos que la pusieron en el aire por primera vez, hace cientos de años.
Una mitad de la isla sigue siendo la antigua Ouroboros, que se salvó parcialmente de la caída y ha sido reconstruida por Adael Cohen, sus elementaristas y otros colaboradores. La otra mitad de la isla es completamente nueva, formada  desde cero con nuevas rocas, puesto que la mitad que existía antes quedó totalmente destruida. Sus ruinas permanecerán en en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] , lugar donde se realizó el ritual.

AL salir de aquel acantilado y justo después de encontrar a Johan, nos desaparecí a Ouroboros, directamente a la sala de diagnóstico y sin pasar por la entrada pues en ese lugar era dónde podía encontrar más fácilmente a Galeno y ambos renegados necesitaban atención médica urgente, yo también estaba herido pero por suerte lo mío no parecía tan grave, el Genio llevaba a Johan y lo dejó en una cama antes de desaparecer, yo ayudé a Thalos a recostarse en la continua mientras miraba a mi alrededor, la sala parecía vacía pero pude escuchar unas risitas detrás de unas cortinas -¿Hola? Galeno, necesitamos ayuda! hay dos heridos!- dije de forma apurada yendo a las cortinas para correrlas de forma apresurada quedándome de piedra al ver la escenita.

No sabía que hacer, si cerrar, gritar o qué, miré en dirección a Thalos que era el que parecía consciente para ver si sabía algo de eso pues ahí estaba uno de sus compañeros, el hermano del ruso sobre el elfo comiendole la oreja -Pero que dem..! Thoren!? - de forma inmediata los otros dos se levantaron aunque al ruso no parecía importarle en absoluto,el elfo parecía disgustado pero ese no era lugar para semejantes cosas -Luego hablaremos de esto, ¿Dónde está Galeno? hay dos heridos, nos han atacado-

"me cago en la puta, otra vez aquí"

Pensé al aparecer en aquel hospital de olor raro, mareado por el dolor  y la pérdida de sangre, pero mas aun que por eso creo yo, por la desaparición a la que no terminaba de acostumbrarme...al menos no cuando se producía en mitad de un vuelo ingrávido proporcionado por un Genio invocado.

Miré a Johan de reojo, preocupado por su estado. No habiamos tenido tiempo de ver el alcance de las heridas pero se le veia un golpe en la cabeza bastante feo....

- Vale, no volveré a meterme contigo ni con tus alfombras mágicas, promesa. - le dije a Sayid mientras me apoyaba en la camilla, manteniendo un tono de voz que pretendia ser sarcastico o bromista pero que se notaba que estaba dicho con los dientes apretados por las molestias. - Que demonios acabamos de ver? Esos Centinelas .... ya no estan bajo el control de la Alianza. - dije mientras me apretaba la herida del brazo para que no sangrase tanto. Creo que debia de haber pillado alguna arteria importante por la rapidez con la que me habia empapado la ropa. - El tablero ha dado un vuelco de 180 grados...

Sayid en su intento por buscar un medico movio una cortina tras la cual se oia gente, pero descubrimos al elfo rubiales y al ruso dandose el lote salvajemente. Sayid me miró perplejo, yo le devolví la mirada de igual modo. Puto ruso. Le habia tomado mania desde que se la lió a Johan por nada. Cabezahueca.  
- Ya ves a lo que se dedican algunos

Ahora que todo el jaleo había pasado, ya nadie se pasaba por el hospital fuera de los horarios de clase que era cuando los alumnos de Galeno venían a hacer sus practicas o a preguntar dudas, hoy no había ni un alma, el propio Lucio no se había acercado, según tenía entendido era época de exámenes y estaría hasta arriba de papeles y cosas de esas, por mi parte pasaba los días vagueando o divirtiéndome con mi nuevo amigo, un invento nacido de una noche de juerga con Giordano, ni yo mismo sé en qué momento la cosa acabó así pero no me iba a quejar, Mi macho ruso fabricado a imagen de Thoren me tenía muy bien atendido, disfrutaba de los placeres de la vida a diario y hasta mi piel estaba radiante y tersa, como la de un bebé -no tenía este aspecto desde que viví en Chueca, me pregunto que habrá sido de Madrid- dije para mi mismo pues el robot hablaba más bien poquito.

entre unas y otras empezamos a tontear, total, no había nadie en la sala pero si antes nos ponemos, antes aparecen os pacientes, en este caso era Sayid que nos había pillado de pleno -Eh... esto no es lo que parece, lo juro- miré al robot y después a los otros, miembros de los renegados como el Thoren de verdad -Ve por el kit de primeros auxilios y llama a dos enfermeros- el robot obedeció sin chistar y de inmediato me puse a ver a los heridos -Lucio está ocupado con los exámenes, llámalo con la moneda o con lo que tengas por ahí, vendrá en seguida.. toma esto que tu no tienes gran cosa- le extendí a Sayid una poción para pasar a Thalos, primero le inyecté una poción para detener el sangrado y después una para que se recuperara mientras llegaban las enfermeras, el reto estaba en Johan, a ese si le habían dado pero bien -este me lo llevo a quirofano- las enfermeras entraron yendo directamente con sayid y Thalos a los cuales solo debían poner vendas y coser alguna que otra herida, detrás de ellas mi macho cabrio con lo que le había pedido -deja eso dónde estaba y ve a recargarte- un ruido algo mecánico salió del Thoren falso, como si procesara y algo se moviera dentro de él, sin más que decir pusimos a johan en una camilla más apropiada para sacarlo de allí con un hechizo de levitación.

Pasó un buen rato desde que entramos para intervenir a Johan, tenía varios huesos rotos, entre ellos costillas, el golpe en la cabeza era lo que más me preocupaba, hicimos una resonancia para asegurarnos de que no fuera nada muy grave y lo cierto es que había tenido mucha suerte pero tardaría un buen rato en despertar -llevadlo a cuidados intensivos, cuando venga Lucio consultaré con él los resultados- dije cansado mientras me estiraba con la bata azul llena de sangre y mi gorro feo, de esos de hospital para el cabello. Thalos parecía el más interesado en el estado de su amigo así que le di un informe -Está vivo, eso es bueno! pero se ha dado un buen golpe en la cabeza así que no sé muy bien cuando despertará, puede que en unas horas o en unos días, también tenía varios huesos rotos, sobretodo costillas, más las quemaduras de lo que sea con lo que os dieron a los tres, ahora está en cuidados intensivos, tiene que descansar al igual que vosotros, cuando venga Lucio que os diga cosas bonitas que a mi se me da fatal-

Aparecimos Sean, Gio y yo en el hospital de Ouroboros, trayendo con nosotros a la niña de Blair y al fénix de Sean. La verdad es que el grupo al completo dábamos una imagen curiosa, y alguno de los médicos no tardó en acercarse a ver la niña que traíamos. - Estaba abandonada, y necesita revisión. - mentí para no dar explicaciones, siendo guiado por un compañero a la zona de atención primaria. Por el camino me crucé con un Thoren muy a su bola, ni me saludó ni nada el muy desagradecido. Me encogí de hombros y miré a Sean, mientras el compañero me explicaba que habían llegado heridos y que me requerían. - Sujétala tú, Sean, voy a necesitar las manos. - alcé un brazo de Sean con una de mis manos, dejándole después con cuidado a la niña, asegurándome de que la sostuviese. - Cuidado con la cabeza. - sonreí de manera inconsciente al ayudarlo a colocarla, me hacia gracia porque me daba la impresión de que nunca había cogido en brazos a un niño tan pequeño. Yo ya tenía práctica por mi trabajo.

Por fin me encontré con Aldaron y los pupas de Thalos y Sayid. Johan no estaba allí porque al parecer lo habían llevado a cuidados intensivos.  - Así que yo soy el que dice cosas bonitas... y también os voy a regañar por venir así. Siempre en líos. Esta gente es mala influencia par Sayid. O Sayid para ellos, no sabría decir. - saludé tanto a Aldaron como a Sayid,  esperando que me contasen un poco.  - Eso, descansad por lo menos un día. No salgáis corriendo otra vez y contadme qué ha pasado. - me acerqué para examinarlos un poco, señalando mientras a Sean y a Gio, que se habían quedado un poco más atrás con la niña.  - Por cierto, Aldaron...hemos encontrado esa niña abandonada. Quiero hacerle un chequeo, por si puedes ayudarme ahora después. - mi mentira era creíble, él no tenía que sospechar, o eso pensaba yo.

El día había pasado de manera muy rápida desde que inició hasta el momento en que la joven llegó al hospital mágico. Aún no conocía muy bien el camino a Ouroboros, así que se despidió rápidamente de Reiv mientras se adentraba al lugar, convencida de que podría encontrar algo en lo que podría entretenerse mientras Reiv hacía sus cosas. Preguntó por Lucio en la recepción. Como ya había colaborado por ahí en alguna ocasión el staff fue amable y apuntó en la dirección. Aparentemente, según lo que decían, había mucha gente herida al momento, pero parecía que ya estaban estabilizando esa situación. No sabía si llegaba tarde o justo a tiempo. Quizás si encontraba a Lucio, o a Aldaron, podrían darle algo que hacer. Aún no sentaba las pases con el elfo, pero esperaba que no le guardara rencor y poder trabajar sin miramientos, que eso de pedir disculpas nunca se le había dado.

Giraba en uno de los pasillos cuando comenzó a sentirse extraña. Había algo en el aire. Era una angustia, casi como un miedo que le atravesaba el estómago. Sentía que estaba reaccionando a algo. A un presentimiento. ¿Un olor? Sí, olía a algo. Olía a sangre, pero no lograba identificar el aroma. Sus sentidos estaban limitados en esa forma física, pero no quitaba que su mente reconocía el aroma. Un par de giros más y de pronto estuvo ante gente que por fin reconocía. Encontró a Lucio, rodeado de un par de descendientes, y de gente conocida. Su grado de incomodidad se había disparado en cuanto entró a la habitación. Quedó un par de pasos detrás de Sean y de Giordano, que parecían también esperar a Lucio. No quiso llamar la atención, así que en silencio su angustia creció mientras veía por la espalda al par de descendientes. A medida que los segundos pasaban, su mente caía en la pesada realidad de lo que se cocía en el lugar. Si bien se había alejado de los niños desde cierto accidente, su cuerpo captaba algo irregular en lo que parecía sostener Sean. Aún no se atrevía a llamarlo por su nombre. Pero es que aquel mounstruoso ser mostró sus garras en el instante en que sus ojos captaron sus pequeñas manos, su dulce cara, sus sonrosadas mejillas y pequeños gestos... Ese olor. ¡Ese olor! Ahí de pie, observando a esa criatura con toda la tranquilidad del mundo se dio cuenta de que el horror había encontrado la manera de agregar otra generación al árbol familiar. No le cabía ninguna duda. Incluso no era solo ella lo que expedía el olor. También era él.- No.- Murmuró en una voz tranquila mientras su mirada se fijaba en aquella criatura. No podía


¿Dónde está su madre? - Preguntó en voz baja a los presentes, en un estado de falsa tranquilidad mientras seguía con la mirada fija a la niña a la que mecía como se mece a los bebes, y la cuidaban como se cuida a los bebés, y la querían como se quiere a los bebés. Deseados o no, era imposible no querer a un bebé. Pero era posible odiar con toda el alma a quien engendró tan angelical criatura. Se giró a Lucio. Su rostro estaba lleno de seriedad. El rompecabezas coincidía, pues lo que le había revuelto el estómago no había sido ver a esa niña, sino el olor que expedía. Uno que no podría olvidar mientras estuviera viva.- Lucio, ¿dónde está su madre? - Dirigió a él su pregunta pues él también tenía impregnado su aroma. Sintió que verían la insistencia como que querría quedársela o algo, pero la cosa no iba más alejada. Su tranquilidad era muy relativa, y aunque se sentía estallar, tenía un solo objetivo en la cabeza. Encontrar a esa mujer. Y el plan terminaba allí. Después de encontrarla no podía realmente visualizar cual de todos los escenarios en su cabeza sería el ganador. Cada segundo que pasaba, se sentía como un depredador perdiendo un segundo de ventaja con su presa. La necesidad, el frenético deseo de encontrarle eran cada vez más y más grandes.

Aparecimos en el hospital después de haber aclarado algunas cosas, con la cría en brazos y yo con cara de asco mirando al bebé. Observé cómo Lucio le ponía el alien a Sean en brazos y sonreía como hechizado
- Por el amor de Dios y esa cara? Si el bebé es mas feo que un cuadro de Dalí! Mira que cara más barroca tiene...

Por el camino vimos al Thoren mecánico al que mire con ojos entornados
- mi hijo es más guapo... Un poco tonto eso sí, debe tener menos inteligencia que un Golem. Y 0% de alma. - suspiré. No tener alma te hace menos bello.

Lucio se adelantó viendo a Sayid, cubierto de pupas para variar. Me quedé mirando a mi amigo, recordando cómo me había salvado el pellejo en aquella ocasión. Entrelace los dedos tras mi espalda, balanceándome sobre los tablones ligeramente, pasando después a mirar a Thalos y al elfo.

"Ese si que es una mala influencia. Las drogas....'

Llegó Julieth también. Comenzaba a haber mucha gente allí.
Me habría escabullido de no ser por lo que dijo de modo tan ansioso. Se la veía tranquila pero a todas vistas está una capa externa para ocultar algo interno.

"Lo sabe. La dragona lo sabe"

"....un descendiente no debe mentir....."

Mire a Sean y a Lucio alternativamente, varias veces.

"No podemos mentir..."

- muerta. Esta muerta. - solté con aplastante naturalidad. Aunque me sorprendí de mi reacción, me di cuenta de que con aquella mentira no quería proteger ni a Blair ni a su fea descendencia, si no a otro cierto hechicero demasiado honesto. - y esta fea aberración debería estarlo también.

Nuestra conversación en la cabaña había dad paso a las mismas dudas que yo tuve en su momento "ella habría hecho lo mismo por nosotros?" tal vez no pero el punto débil de la mujer parecía su familia, primero accedió al intercambio por su marido y ahora se arriesgaba a estar con sus enemigos por sus hijos, además de acceder a hablar que era más de lo que habíamos conseguido en muchísimos años. El gesto de Lucio de llevarse a la pequeña sin decirle nada a la mujer no me gustaba demasiado, como se despertara no la viera tenía la extraña sensación de que mi casa iba a arder como troya -No me habría importado quedarme...- dije a Lucio antes de aparecernos en el hospital de Ouroboros.

Al llegar pude escuchar a la pequeña llorar, lo cual me pareció normal pues aparecerse a esa edad no era fácil, ni siquiera lo era para los adultos imagina para una recién nacida, la voz del elfo y de Sayid nos dieron la bienvenida aunque pude percibir más gente en la sala, Lucio me dejó a la pequeña pero no estaba seguro de que fuera una buena idea -Lucio... nunca he tomado a un bebé... y si se me cae?- pregunté bastante asustado pues sumado a que no podía ver me iba a dar un ataque, pero Lucio me hizo tomar a la pequeña de forma correcta, la tenía tan cerca y su aura era tan pura que aunque no pudiera ver su rostro era enternecedor.

Empecé a mecerla y dirigí mi mirada a ella hasta que Giordano saltó con su comentario del cual no sabía si enfadarme o echarme a reír, al final elegí la segunda opción -Gio! que malo eres, ¿como estarías tu después de pasar nueve meses en una bolsa de agua? seguro estarías más feo que ella- me acerqué al mago y esta vez tomé su camisa para que no pudiera escapar -toca su manita, ella no te dirá que eres feo- insté al mago aunque sabía perfectamente que no lo iba a hacer. El comentario sobre su hijo me dejó un poco más perplejo pero solo hasta que dio lo del golem, entonces entendí que ya había hecho otra cosa de las suyas.

Detrás de nosotros la voz de alguien preguntaba por la bebé, no sabía quien era pero me sonaba su voz la cual tenía un tono algo extraño.... instintivamente pegué a la niña a mi regazo a la vez que me acercaba más a Giordano, yo no podía ver pero él si, la chica siguió insistiendo y no sabía que hacer, decirle la verdad sería muy peligroso, no me importaba lo que me pasara a mi pero ya había arrastrado a Lucio y a Giordano conmigo y ellos no podían pagar por mis errores, abría la boca para confesar dispuesto a asumir la culpa pero el italiano se me adelantó "¿Acaba de Mentir?" pensé y no solo eso, nos acababa de encubrir a todos con aquello, estaba realmente sorprendido y agradecido con él y no podía evitar pensar que había sido una mala idea llevar a la niña, aún así le sonreí a Giordano y le dije un "Gracias" solo articulando la palabra -Aldaron, lleva a la pequeña por favor, tenemos más cosas que hacer- dije entregándole a la niña al elfo para después dirigirme a Juliet -La pequeña tendrá quién la cuide, solo hemos venido a hacerle un chequeo, se irá en seguida-

Me aparecí en Ouroboros jodidamente borracho, de hecho no sé ni cómo fui capaz de usar la aparición sin dejarme algún trozo de mí en otro lado. De normal no tenía mucho conocimiento, lo justo para pasar el día, pero yendo ciego menos todavía. Aún así la ocasión lo requería, tenía que informar de lo que había visto en Londres. El hospital de Ouroboros fue el primer sitio que me vino a la mente, y allí que me planté botella de vodka en mano. Incluso se la dí a mi doble cuando me lo crucé, porque me motivaba la idea de seguir bebiendo en una experiencia extracorpórea.  - Esto va a ser cosa de las setas...- murmuré entornando los ojos mientras lo vi alejarse, encaminándome hacia la zona de atención primaria. Encontré un buen puñado de gente ahí, unos me caían mejor y otros peor, eran un grupo extraño.

- ¡TRRRRRRRROOOOOOOOOOOOOLL! ¡¡HAY UN TRRRRRRRRRRROOOOLL EN LAS MAZMORRAS!! - grité a pleno pulmón sólo porque me dio el venazo, sin importarme que allí hubiese un bebé, o que hubiese heridos y enfermos que necesitaban descansar. Saludé a Sayid con una fuerte palmada en el hombro, a Sean, Juliet, Aldaron y a Lucio con una inclinación de cabeza, y a Thalos activando mi mirada "Guerra Fría". Miré un momento al elfo, acordándome que debía pedirle un favor. - Después quierro que eches un vistazo a mi torrtuga, la veo trriste y no se mueve, crreo que necesita atención. - el pobre animal llevaba días sin comer, y tenía que traerla al doctor. Dicho esto carraspeé y me volví al resto.

- Hay prroblemas como para que estéis aquí tumbados. Mi grrupo de renegados y yo hemos avistado algo que os sorprrenderrá.  - dejé caer al más puro estilo clickbait, tirándome un potente eructo antes de proseguir.   -  Acaba de salir un mensaje en las pantallas de tooda la capital, los Centinela están atacando a la Alianza Humana, en muchos sitios. Una cara rara con pinta de Corrtana quiere que trascendamos con ella, y un mensaje siniestrro muyy larrgo.  - les mostré el vídeo de mi teléfono móvil, para que se hicieran una idea y no tener que repetirles todo.

El elfo se puso manos a la obra, a Johan se lo pasó para adentro mientras los enfermeros se encargaban de nosotros. No puse pegas y aguantamos los remiendos con entereza, me preocupaba mas el Black que acumular otra cicatriz en el brazo. Al que seguia mirando mal era a Thoren, que iba como un estupido automata tras las ordenes del elfo. No parecia él. No es que me desagradase.... Alcé una ceja por la ultima frase, definitivamente parecia que no era Thoren, algun tipo de truco magico?

Aldaron volvio al rato, trayendome un reporte. Vale, iba a salir de esta. Resoplé y asentí, quedandome mas tranquilo y sintiendo de golpe todo el peso del cansancio.

Luego llegó el doctor con otros dos magos del Consejo, y un bebé en brazos. Los dejé a su bola, no tenia animos de meterme en mas asuntos y menos si habian criaturas de por medio. Aunque si que escuchaba su conversacion no intervenia, y seguia dando vueltas a aquello de los Centinelas y de James. Habian destruido sin dudarlo tambien a los ejecutores.

Entonces empezaron a oirse unos putos gritacos por la sala, y cuando vi aparecer a Thoren me di cuenta que no era el mismo Thoren lacayo del elfo. Cosas mas raras.

-Quieres hacer el puto favor de callarte? Estás en un hospital- le dije con visible mala hostia, pero en voz baja. Igual ni me oyó.

Luego soltó aquello de que habia problemas como para estar aqui sentados, obviando que algunos estabamos heridos y otro lo habian metido a un quirofano...eso me tocó los huevos. Pero lo siguiente casi más. Se puso con su video, y yo le dejé reproducirlo y enseñarlo, el tiempo que tardé en ponerme en pie, ir hacia él, y alargar violentamente mi mano hacia su cuello para agarrarlo y estamparlo contra una pared.
- No me digas, ruso de los cojones! Enhorabuena grandisimo gilipollas, es como si acabases de descubrir la penicilina. Siempre un paso por detrás. - no era buena idea, pero igualmente le solté un derechazo con el brazo que no traía vendado, para poder soltarlo del cuello.

"que a gusto me he quedado...."

- Son réplicas. Como esa de Johan por la que causaste tanto revuelo. Seguro que no te interesa su puesto? Porque ahora esta medio moribundo en una de esas salas, asi que venga, yo te animo, tienes mi puto voto.

-Vaya, gracias- dije en respuesta al comentario de Thalos sobre mis "alfombras" aunque una de esas no me vendría nada mal. La imagen del elfo con Thoren nos había dejado a todos descolocados pero al menos era eficiente y en un momento todos se pusieron manos a la obra, me bebí la poción que me dieron y me senté al lado de Thoren mientras me ponían un ungüento y algo para cubrir mi herida, desgraciadamente Johan no había corrido la misma suerte siendo necesaria una intervención -Estará bien, ese tipo está loco pero sigue siendo uno de los médicos de este hospital, lleva más años aquí que yo- dije al renegado que no parecía muy contento con ver a su amigo -No sabía que Thoren tenía tan buena relación con el elfo...- comenté intentando sacar un tema de conversación pues algo teníamos que hacer mientras operaban a Johan.

Pasaron un par de horas hasta que por fin tuvimos noticias de nuesro compañero, estaba bien según el elfo pero no sabíamos cuando despertaría, al instante Lucio apareció en la sala junto con Sean y Giordano, desde praga esos tres habían estado muy juntos algo que no me preocuparía si no fuera por las acusaciones de Bellatrix en la fiesta, algo que yo sabía era cierto pues ya los había visto una vez en el castillo durante el ataque -por fin apareces Lucio- dije mirando a los otros dos también, los habría interrogado pero la excusa que traían parecía creíble con la criatura que tenían en brazos algo que a la recién llegada no pareció gustarle -¿qué pasa en este hospital? cualquiera entra cuando quiere... - la chica parecía muy tensa e interesada por la niña y su madre, Sean parecía a punto de escupir algo pero Giordano abrió la boca antes de poder decir nada, una enfermera se llevó a la pequeña por orden del elfo y de nuevo otra intromisión, esta vez el ruso que se acababa de marchar unos momentos antes pero parecía borracho -¿Veis lo que digo!? hay que poner seguridad en este lugar!- dije señalando a la puerta dónde se encontraba el de cabello blanco diciendo cosas de su tortuga y lo malinterpreté totalmente teniendo en cuenta su escenita de antes -Hablad de vuestras intimidades en privado, suficiente he tenido con veros-.

Thalos parecía muy enfadado y se levantó para agredir a Thoren, intenté detenerlo pero una voz se cruzó en mi mente -JOHAN! por Alah! estás despierto amigo, tienes más vidas que un gato- el otro renegado también debería haberlo escuchado pero estaba en medio de su discusión con el ruso así que los separé -no es momento de luchar entre nosotros, unidos somos más fuertes y si ese video que trae Thoren, el cual no sé como se ha embriagado tan rápido, es cierto, algo está pasando con los humanos y nos puede afectar, debemos estar preparados-

Me llevé una mano a la frente en pose de "madre mía la que he liado en un momento" mientras me iba a operar a Johan, el escaner en su cabeza revelaba algo que no parecía malo pero igualmente quería una segunda opinión de Lucio por lo que decidí esperarlo y justo cuando estaba dando el diagnóstico, apareció en la sala con Sean y Giordano "joder que envidia" pensé al verlos pues si pasaban tanto tiempo juntos no era para tomarse de la manita y darse besitos y al ver al otro italiano la idea del trío no me pareció tan rara así que miré a lucio con una sonrisa malévola y entornando los ojos mientras levantaba las cejas y justo después vi a la pequeña, se movía tan poco que pensé que traían un boniato o una patata caliente -Si, tu eres el de las palabras bonitas, a mi eso de decir frases motivadoras se me dan fatal, nunca entendí al mister wonderful ese- dejé que Lucio les echara la bronca y me acerqué a Sean y Giordano sobretodo para hablar con el segundo -A tu hijo le hace falta algo de chispa, lo de las frases pregrabadas mola pero podriamos hacer algo más ¿que tal si tenemos una nueva lluvia de ideas? tengo cosas nuevas para hacernos pensar- dije con un Guiño y un codazo.

La cosa se puso extremadamente tensa cuando apareció Juliet por detrás, yo pensé que era una especie de Shock por ver a un bebé después de lo que le había pasado a ella y por eso tomé a la criaturita listo para llevármela dentro escuchando las quejas de Sayid de fondo y de repente un portazo -JODER! pero que tuerca se te ha rot.... - estaba tan acostumbrado a mi automata que por un momento pensé que era él, pero el auténtico Thoren hizo acto de presencia con un pestazo a Alcohol que tiraba para atrás y como siempre hablaba de su tortuga -¿Quieres que te acaricie otro huevo o esta vez solo la tortuga? ya iré a ver que le pasa- y de nuevo, otro  comentario de Sayid, no dije nada más, solo me giré listo para llevarme a la niña pues no quería saber nada de ese percal.

A mi lado pasó Thalos bastante disgustado -Oye ! no te puedes mover! no me hagas sacar la cerbatana!- nada, como si le hablara a la pared, pasó hecho un basilisco dispuesto a darle una buena zurra a mi adonis con cerebro de pistacho, le iba a decir algo pero el de la lampara maravillosa dijo algo raro, Johan se había despertado así que salí de allí rumbo a cuidados intensivos con la bebé para hacerle el chequeo pertinente justo después de asegurarme que el otro cabezón no se hubiera levantado de la cama.

Tranquilicé a Sean al verlo tan  nervioso por coger al bebé, sabiendo que no lo dejaría caer ni nada por el estilo. - No se te caerá, es fácil cuando coges la práctica. - después miré de reojo a Giordano, seguro de que él si lo habría dejado caer. Me hizo gracia lo de la cara barroca, porque en cierto modo era verdad, pero le reprendí como cuando no puedes reírle todas las gracias a un niño pequeño.  - Gio...tú también fuiste un bebé feo y arrugado. Todos lo fuimos. Además, esta niña no es fea, comparada con  todos los recién nacidos que he visto. - lo del hijo gollem me hizo suponer que había estado de trapicheos con Aldaron, al que le eché otra mirada de regaño por estar haciendo ese tipo de cosas en horas de trabajo. - Me costó tiempo aprenderme todas las frases de las tazas de Mr Wonderful, no te creas. - bromeé con él suavizando un poco la expresión. Su levantamiento sugerente de cejas me hizo entornar los ojos, el orejas picudas tenía un sexto sentido para esas cosas, algo se olía. - Frases como que la discreción es una virtud, por ejemplo. - apostillé para ver si se daba por aludido, sin darme cuenta de que así tal vez alimentaba sus fantasías locas.

- Siento la tardanza, Sayid, estábamos con asuntos del trabajo...te contaré en otro momento. También cuando descanses y estés mejor. - murmuré como queriendo decir que había  gente ajena al Consejo en ese preciso instante, poniendo cara de circunstancia a su comentario de que entraba cualquiera en el hospital. Me lo tomé como un ataque a mi gestión del hospital. Ya se colaron una vez un par de Soul Reapers engañándome, así que estaba sensible con el tema.  - Ya, pues en ese caso tendrán que encargarse más de vigilar aquellos que dominan el combate, no es mi terreno. - respondí en tono menos amable del que hubiese querido, aunque me arrepentí enseguida.

No me había percatado de la llegada de Juliet hasta que escuché su voz, momento en el que me giré quedándome un tanto helado por el modo en que hizo la pregunta.

"Lo sabe...los dragones tienen mayor capacidad para detectar esas cosas..."

Sean y yo íbamos a hablar, pero Gio se apresuró diciendo que estaba muerta. Mi cara no fue demasiado convincente, no se me daba bien mentir.  - Eso es, es sólo una niña inocente, la atenderemos y nos la llevaremos. - dije escuetamente sin afirmar ni desmentir lo que había dicho Giordano.  - Si quieres luego hablamos en privado sobre la oferta de trabajo que te hice hace un tiempo... - añadí para cambiar un poco de tema, aunque no hizo falta porque apareció un borracho Thoren gritando y hablando más de la cuenta.  Sayid tenía razón, no podíamos permitir que la gente entrase de ese modo. - Aquí no os pongáis a discutir. - le advertí tanto a Thoren como a Thalos cuando empezaron a calentarse, por lo que no pude prestar mucha atención al vídeo. Les dejaba el análisis de eso a los renegados. Agradecí que Aldaron se marchase a encargarse de la niña y de ir a ver si Johan había despertado, porque así podía marcharme de nuevo.  - Volveré a por la pequeña. Ahora tenemos que irnos. Sayid, que no se maten. - le encargué a mi compañero, que ya se había metido en medio. Después me marché de allí usando la desaparición, llevando conmigo a Sean y a Gio.

Les preguntas salieron de su boca como el aire que salía de sus pulmones. Tan naturales, casi etéreas mientras apenas escuchaba el sonido.

Las reacciones fueron variadas, empezando por la de Giordano. Da Vinci. Había leído de sus familiares en algún libro de la biblioteca en sus tiempos libres, aunque no se enteraba bien de nada. Fue el primero en decir las palabras mágicas. Muerta. Muerta debía estar, pero...- Necesito verla.- Aseveró rapidamente, casi sin darse tiempo a sentir el dolor agudo en el pecho. Muerta. ¿Había sido pacífico y horrible? ¿Murió dando a luz, después, antes? ¿Había al final pagado por sus maldades o tuvo el cielo compasión por esa bruja? ¿Su rostro estaba desfigurado? ¿Su cuerpo estaba en una zanja siendo comida por los lobos? ¿La habían dejado a que muriera en soledad o, por el contrario, estuvo rodeada hasta el final? Soltó un sonido de frustración de solo pensar que pudo haber tenido un buen final o cualquier cosa que no fuera dolor y sufrimiento.

Cuando Sean trató de desviar la conversación, la devolvió en seguida.- No quiero saber de ella sino de su madre.- Murmuró, ocultando aún, y cada vez más difícilmente, todo lo mucho que se había guardado para desquitarse con ella. Pronto el lugar se llenó de gente, a medida que llegaban o que parecían aparecer en el lugar. Sus reclamos pronto fueron tomados por banalidades y Lucio desapareció con los otros dos antes de que pudiera hacer nada.- ¡Lucio! - Le llamó al verse frustrada y herida. Desestimada, venida a menos, salió detrás de Aldaron con paso firme. Aunque quería mantener la cordura, no podía evitar la ráfaga de sensaciones que aquel olor, ahora menos intenso, había traído a ella. Quería evitar una locura, pero la falta de respuestas solo hacían más grandes sus dudas.

Negué a Aldaron porque no hacia falta que me acariciase ningún otro huevo, con la tortuga que tenía ya era suficiente. - No, sólo dale drrogas. Drrogas durras. - con eso lo dejé zanjado, echando una mirada de confusión a Sayid cuando dijo que hablásemos en privado de las intimidades. El tipo me caía más o menos bien, pero decía cosas raras. Thalos ya había empezado modo borde nada más verme, pero no le hice mucho caso. Ni siquiera me dejaron enseñar mi vídeo con calma, el loco de Draven se abalanzó contra mí echando mano a mi cuello y golpeándome violentamente contra la pared.

- ¡Chertovski neschastnyy! - insulté en mi idioma, más cabreado que dolorido. El alcohol me anestesiaba lo suficiente por el momento. - ¡La prróxima vez no os aviso de nada y que os jodan! ¡ya ni sé por qué decidimos colaborrar con vosotrros, sois idiotas! - el puñetazo que me pegó me dejó la cara vuelta y la nariz sangrando, así que me pasé el dorso de la mano por ahí sin dejar de mirar a Draven con cara de ir a pegarle muy fuerte. Sayid se metió en medio para separarnos, pero la cosa no ib a quedar ahí. - ¡YA razrushayu tvoyu zhizn' !- me soltó todo aquello mientras me recomponía un poco, queriendo decirme que yo estaba equivocado sobre la traición de Johan. En el fondo me había ido dando cuenta poco después, pero eso no quitaba para que quisiera actuar por libre como cuando estaba en la Resistencia rusa. Tampoco es que me alegrase de que el otro estuviese hecho mierda, habíamos sido aliados en el pasado.

- Sólo dije que yo lo harría mejor, tampoco le deseé ningún mal. - me contuve un momento por lo que había dicho, y porque Sayid se puso a hablar del vídeo, y de mi borrachez. - Llevo bebiendo vodka desde el desayuno, asaltamos un almacén. - expliqué como si fuese lo más normal del mundo, agarrando después a Thalos para sacudirlo por los hombros. - ¡Pero no compartís la información que tenéis, no querréis colaborrar! -

Saayid nos separó pero yo no estaba dispuesto a quedarme ahi, el imbecil de Thoren se puso a hablarme (insultarme, estaba seguro) en ruso. Iba a soltarle otra pero el pensamiento de Johan se interpuso en esa accion haciendome perder un poco el ímpetu, porque tambien me tranquilizó saber que seguía vivo. Pero no pensé una respuesta. Se me hacia raro. Era como hablar conmigo mismo. La telepatia era extraña

- No me jodas ruso de mierda, a mi me insultas en mi idioma. - lo señalé amenazadoramente respondiendole a su pregunta. - Porque tu hermano tiene más cerebro que tú y sabe lo que os conviene. Y si tú sabes lo que te conviene, dejarás de intentar poner a la gente de tu lado, dejarás de intentar crear un segundo bando dentro de los Renegados y dejarás de creer que tú lo harías mejor, porque lo unico que harías mejor, como bien has dicho... - parada estratégica para lanzar mirada despectiva de arriba abajo acompañada de hiriente sonrisa de lado . - es asaltar almacenes de vodka.

La verdad, me sorprendí a mi mismo al defender el liderazgo de Johan y a los renegados como unidad de modo tan firme. Yo era el primero que no solia dar un duro por la organizacion, un individualista descreído que tenía mas criticas que halagos hacia el grupo. En que momento habia cambiado la cosa para ahora defenderlos asi? Era genuino, o solo era que el ruso me tocaba los cojones?

Me agarró por los hombros y me sacudió. Eché mi mano sobre la suya, retorcí pulgar y muñeca hacia atrás. Encontré algo de resistencia, el tio estaba tan fuerte como aparentaba, pero con la adecuada técnica te puedes librar hasta del tio mas bestia (siempre y cuando...no use magia) le retorcí el brazo y lo aparté de mi bruscamente.
- Que no compartimos? Has preguntado, acaso? Verás, iba a esperarme a dejar de desangrarme por el brazo para ir a contaroslo y compartir la informacion....que fallo el mio! Debería haber ido directo a tí....Disculpame, rusky.

Mi intención en ningún momento fue la de ofender a Lucio pero lo hice en algún momento -Te enviaré gente si es lo que quieres- dije sin querer continuar con la discusión, el médico advirtió a los otros dos de la brigada pero no parecían atender a razones a pesar de que los había separado, preferí centrarme en Johan pero se había cortado la comunicación, así que me quedé mirando a los otros dos sin saber muy bien que hacer para acabar con esa discusión, parecía que tenían cosas guardadas y tenían que salir.

La respuesta de Thoren sobre cuanto llevaba bebiendo me sorprendió -Pues cuando estabas aquí hace un momento con el elfo parecías bastante sobrio... y sumiso- algo no me encajaba en todo eso pero ambos hombres siguieron enzarzados hasta que thalos le hizo aquella llave al albino -Ya basta los dos, somos aliados pero no me obliguéis a comportarme como un miembro del consejo, aquí sois invitados y estar discutiendo de esta forma no va a solucionar nada- miré a ambos y me detuve en Thoren -si has visto el vídeo sabrás que nos han atacado, no solo a nosotros, sinó también a los ejecutores, necesitamos saber que está pasando en la alianza y rápido, antes de que se nos escape de las manos- Ahora mi mirada pasó a Thalos -Tienes que descansar o ese elfo vendrá con una cerbatana, yo lo he visto usarla, no era un farol- puse los brazos en jarras como una señora, no me podía creer que se trataran así entre ellos.

Miré a mi alrededor y no había nadie que nos vigilara así que propuse algo mejor -¿y si vamos a otro lugar para estar más relajados? vamos a hablar fuera de aquí, el olor a antiséptico me da cosa, prefiero hablar entre cojines y cachimbas, ¿que os parece?-