Casa (Bosque)

-Pues a mí me da vergüenza- Soltó alzando suavemente los hombros. Había tenido poca cosa que rescatar de los mellizos porque todo estaba hecho un poco…. Ains, que había fregado y re fregado muchas piezas de ropa pero algunos enteritos estaban tan usados que no quería dárselos a Erika. En principio, esto era lo que usaría su bebé cuando estuviera en casa. Más adelante iba a ir a comprarle una montaña de cositas monas, de las mismas que compraría para el suyo, así irían conjuntados. ¿No sería monísimo? -Pero le voy a comprar cosas bellísimas, ya verás… Aunque tenga que enviárselos por lechuza- Le dijo a Lyran, colgada de su brazo. Los mellizos se habían quedado en la guardería y aparentemente Aedan ya había despertado y se encontraba mejor.

Sabía que en cualquier momento iban a llamarla del hospital, bien fuese por Kiana, por cualquiera de las embarazadas o por Sofía pero robarse una horita para visitar a Erika no estaba mal. Además la había visto irse muy afectada, esperaba que Thalos hubiese podido hacer algo -Thalos me preguntó si le ponía cabezas de pájaro al té… ¿Hola? ¿No quedan mejor en las galletas?- Le preguntó a Lyran su sincera opinión. No obstante, pronto vio una columna de humo negro en la dirección a la que iban lo que la hizo fruncir el ceño.

¿Sexto sentido?
Quizás.
Pero Erika tenía ahora el poder del fuego

-Lyran…- Murmuró señalando la columna de humo y movió las manos para acelerar su nube yendo hacia aquella dirección. Lo que encontró fue devastador y Anteia obligó a la nube a bajar para poder aterrizar -¿ERIKA? ¡¡¡¡¿ERIKA?!!!!- Gritó empezando a moverse alrededor de la casa pero sin poder atreverse a pasar, miró hacia Lyran con un gesto desolador, buscando en él lo de siempre: Soluciones -¿Está ahí?- Preguntó con un hilo de voz, esperando que comprendiera que se refería a sus poderes mentales…En saber si la ubicaba dentro.

- Pero por qué te va a dar vergüenza? Es reutilizar ropa que está en perfecto estado. - le llevaba la contraria en aquello, porque donde había, por qué no usarlo? Esa era la norma numero uno de los Knox, y se me habia quedado demasiado bien grabada de pequeño, supongo.

- Pobre lechuza. Víctima de nuestro consumismo. - dije de broma, riendome despues un poco por su comentario. - Por Merlin, ya lo estuviste asustando? No le dijiste que eran cabezas de azucar glass?

La conversacion quedó nublada (nunca mejor dicho) por el olor a humo y aquella densa nube de humo negra que ascendia....si, kjustamente entre los arboles, del lugar al que nos dirigiamos y donde supuestamente debia haber una cabaña.

- Mierda. - fui lo mas rapido que pude junto con Anteia, divisando el incendio que devoraba la cabaña. - No te acerques tanto Anteia, podria derrumbarse! - por el aspecto, llevaba varios minutos ardiendo...

Negué con la cabeza y fui hacia un arbol, convirtiendolo en agua con mi contacto. Controlé la enorme masa de agua para que fuese cayendo en modo de una pesada lluvia sobre la cabaña, y luego hice lo mismo con otro, pero este lo dirigí hacia la base de la casa para que inundase la base de las llamas. En breves instantes, el fuego estuvo extinguido practicamente en su totalidad, salvo algun que otro rescoldo.

Miré a Anteia y sin decir nada, le lancé un escudo protector que brilló unos instantes a su alrededor, como una cupula personal. Hice lo mismo conmigo, iba a entrar a las humeantes ruinas de la casa, pero antes me detuve y la miré, estirando mi mano hacia ella.
- Quieres...entrar... o prefieres esperar fuera?

-Porque no le puedo dar más- Le respondió a Anteia -¿Sabías que las manchas de chocolate son muy difíciles de quitar?...¿Cuándo los mellizos comieron chocolate? ¿O era barro?- Se masajeó un poco el puente de la nariz mientras iban hacia allí escuchando su risa y acurrucándose contra él, porque le encantaba oírlo así -No… ¿Para qué? Me gustan las sorpresas- Le respondió guiñándole un ojo e inclinándose para dejarle un beso en la mejilla.

Pero todo quedó atrás cuando llegaron a la casa. Anteia se quedó quieta intentando percibir si había algo de miedo en el ambiente, algo que le dijera que Erika estaba allí…Así fuera ira, locura, lo que sea. Pero no había percibido nada y mientras Lyran obraba su magia para apagar todas las llamas, Anteia se esperaba lo peor…Lo peor.  Empezó a dar pasos hacia atrás por su advertencia.

Mientras Lyran se encargaba, Anteia buscó su moneda y le envió un mensaje a Johan y a Thalos, a Erika también por si acaso. También envió un patronus a cada uno.  Alzó la mirada y vio el escudo, antes de ir hacia donde estaba él cogiendo su mano y entrelazando sus dedos con los de él -Seguro…seguro se dejaron la tetera en el fuego- Dijo con algo de esperanza mientras avanzaban poco a poco a través de la casa, teniendo cuidado de no tocar nada que fuera muy débil -Me he comunicado con Thalos y a Johan…y a Erika…Quizás no estén aquí- Insitió, humedeciéndose los labios y tapándose la nariz para no dejar que el olor la molestara. Vieron las ruinas del salón pero no había ningún cuerpo, nadie calcinado…

Que es lo que había podido pasar? Una cabaña tan apartada...un ataque no tenía sentido, no ahora, no aquí, verdad? Y ademas Erika controlaba el fuego, en caso de estar se habria podido defender.

"a no ser que lo haya causado ella"

"la otra opcion es que no estuviese aqui directamente cuando pasó, y haya sido simplemente un accidente"

- Bien, lo primero es localizarlos. No nos precipitemos. Erika controla el fuego, en caso de que el incendio le hubiese pillado a ella dentro, no le habría supuesto ningun tipo de amenaza.  

Inspeccionamos bien la casa, habitacion por habitación, parte por parte....no, no había indicios de que hubiese nadie alli, no encontramos restos de nada.

- No había nadie cuando esto se quemó. - atraje a Anteia hacia mi abrazandola para tranquilizarla, pegandola contra mi pecho. - Erika está bien pero tenemos que localizarla.  Pero por si no responde rapido...deberíamos empezar a encaminarnos al hospìtal. Quizá haya ido allí. Es una posibilidad. Y si no aparece ni con esas...ponemos un aviso en el cuartel.

"espero que Johan o Thalos respondan pronto"

Tiré de su mano levemente, sacándola de la casa para comenzar a caminar lejos de las casa, momento en el que sacamos la nube voladora para marcharnos de alli lo más rápidamente posible