Bosque de Sherwood

Volvimos al bosque, al lago para ser exactos. Estaba algo mareada pero aun así levante la mirada un le sonreí desenredando las piernas de la cintura del chico para empujarlo recostándolo en el suelo para sentarme sobre él mirándolo a los ojos.

Era la primera vez que hacia algo como eso, la primera vez que estaba con alguien mas y que sentía eso. Él en tan poco tiempo se convirtió en mi primera vez en muchas cosas y en verdad me gustaba. Me quite la capa dejándola a un lado para agacharme y besarle el cuello llevando mis manos a su cintura intentando desabrochar los cinturones que el chico poseía sobre la suave piel.

''No se que estoy haciendo''

Recorrí su cuello con mis labios para darle una pequeña mordida en su cuello para levantar la cabeza y mirarlo a los ojos con los labios ligeramente entreabiertos. Me quite la falda de la armadura casi sentándome sobre su endurecida entrepierna, moviendo mis caderas lentamente sobre el bulto en los pantalones del castaño, mordiéndome el labio inferior y sintiendo mi rostro arder.

Habia aparecido cerca del lago, era el ultimo sitio en el que habia estado con ella en este bosque.  La miré totalmente encandilado cuando tomó ella algo de iniciativa y me empujó un poco para recostarme en el suelo y sentarse encima de mi. Supuse que lo que habia sentido antes le habia gustado,  y yo disfrutaba de sobremanera de aquel contacto....

Librada de su capa,  pude volver a admirar la redondez de sus hombros, y de su escote. El fuego que estaba despertando en mi crecía y crecía, hasta el punto que parecia abrasarme por dentro. Atacó a mi cuello con un beso y solté un breve gruñido de placer, sintiendo sus manos en las correas de mis cinturones. Sus  movimientos me indicaban que ella estaba dispuesta y que quería lo que estaba pasando. Una parte de mi no se lo creia, no terminaba de procesar aquella escena que por otra parte, me encantaba. Las sensaciones que ella provocaba en mi cuerpo, tan vívidas y placenteras, y la sensacion ademas de poder entregarme a mi compañera sin reservas....

No sabía si era amor o pasión. No me atrevía a decirlo, y en esos momentos tampoco queria distinguirlos. Su mordisco me excitó aun mas (si aquello era posible) y miré a sus encendidos ojos, sus labios, entreabiertos....me incliné hacia delante y los besé. Aquellos movimientos de sus caderas terminaron de hacerme perder la cabeza, y coloqué mis manos sobre sus muslos.   La entrepierna me apretaba contra el pantalón, pero queria intentar ir despacio, queria disfrutarlo... le sonreí y le hablé con la voz entrecortada por mi ajetreada respiracion.

-No me lo estas poniendo nada facil....

Llevé mis manos a sus senos, delineandolos y tomándolos entre ellas. Segui con aquello que dejase en la noria, desabrochar su corsé.  Fui poco a poco, y cuando se lo desabroché, me tomé mis segundos para admirar la belleza que acababa de desplegar ante mi, liberandola del corsé. Acaricié la piel de su busto, estimulando aquella zona, bajé lentamente por su vientre con mis dedos. Me incliné hacia delante para quedar sentado con ella aun encima, y besarla en los labios mientras mis dedos jugaban en su ombligo, describiendo circulos. La otra mano estaba entretenida con su pecho. No tardé en bajar mis labios también ahi. Segui besándola ahí, y tomé sus caderas con mis manos. La alcé, era muy ligera. En una jugada rapida, fue cuando cambié las tornas y la dejé de nuevo debajo de mi, sobre su capa. La miré a los ojos y volví a besarla, bajando de nuevo...labios, cuello, pecho, estimulando las zonas mas erógenas, vientre....me detuve cuando llegué a su cicatriz. La miré, y alcé los ojos hacia ella.  

No hice preguntas, si ella queria contármelo...lo  haría. Pero besé su cicatriz con extremo cuidado.

Aquel gruñido me había dado más ánimos de seguir, había logrado deshacerme del enganche de sus cinturones quitandoselos al igual que la piel que tenia debajo. Mi deseo de entregarme a él eran mucho mayores que mis inseguridades a lo que estaba haciendo.

Correspondí aquel beso de forma un tanto apasionada parando mis brazos por su cuello, pegándome un poco a él al sentir sus manos en mis muslos. Sonreí abiertamente al escucharlo, en verdad me encantaba como se veía así. Me senté en su regazo bajando mi mirada a mis pechos aun cubiertos por el corsé. Recogí mi cabello para que se le hiciera mas fácil el desatar aquellas cintas, desviando un poco la mirada al quedar con el trozo desnudo frente a el castaño. Me sobresalte un poco al sentir el tacto en mis pechos, tragando saliva, para gemir ligeramente.

Lo bese de igual forma para bajar mis manos por su pecho, vientre, hasta llegar al borde de su camiseta para meter mis manos bajo esta, acariciando suavemente la piel de su vientre, con la yema de mis dedos. Aunque no pude evitar reír al sentir sus dedos jugando en su ombligo, haciéndome algo de cosquillas. Aunque no sabia muy bien si reír o gemir ya que el estimulo en mi pecho hacia que todo mi cuerpo sintiera una leve corriente eléctrica. Aunque su siguiente acción fue completamente inesperada. Arquee la espalda gimiendo, al sentir la calidez y humedad de su boca en mi seno quitando mis manos de dentro de su camiseta llevando una mano al cabello del chico y mi otra mano a uno de los hombros de él.

Lo mire a los ojos cuando realizo ese rápido cambio de lugares quedando recostada cobre la oscura tela que me cubría de la luz solar. Devolví el beso que me dio en los labios, cerrando los ojos para sentir aquel suave tacto de sus labios y mordiendo los míos, arqueando la espalda nuevamente al sentirlo sobre mis senos, dejando salir un jadeo de placer de mi boca.

Abrí los ojos rápidamente al sentir que llegaba a donde tenia aquella gran cicatriz, tragando saliva nuevamente para mirarlo, con una pequeña sonrisa y encogiéndome levemente de hombros.

-E...Ese es el recuerdo que me dejo mi madre al abandonar a mi tribu...

Pensé en alejarme de él para cubrirme, pensando que le había causado rechazo o algo pero mi sorpresa fue grande al sentir el delicado beso que dejaba sobre esta. Lo mire son los ojos un poco mas abiertos que de costumbre, aun no cabía en mi asombro.

Sus caricias me volvian loco, el tacto de sus dedos sobre la piel de mis costados, los suaves ruidos que ella producía cuando yo hallaba algun punto de su cuerpo particularmente sensible a mis besos o caricias....

Pude notar como se tensó al llegar a su vientre. Me explicó el origen de la cicatriz y yo me senti agradecido de que hubiese compartido eso conmigo. Nada le habia contado yo aun de mis propias heridas. Envidiaba su naturalidad para aceptar el pasado.  Volví a besar aquella cicatriz casi con devoción, y subi de nuevo hacia arriba, acariciandole el vientre.

-Eres increible, Azazel. -le dije antes de besarla. La cicatriz parecia sanada del todo. Pero no pude evitar preocuparme por su estado... - te sigue doliendo...? O....?

Seguia encima de ella, me separaba de sus labios un poco para poder hablar, pero mi mano seguia acariciandole el vientre. Mi cadera seguia pegada a la suya, mi deseo no disminuía ni un poco pese a nuestras breves conversaciones. Seguia deseoso de entrar en ella. Apoyé mi frente contra la suya, sujetando su cara con la mano que me quedaba libre. - ¿Quieres que sigamos?

Mi cuerpo y mi cabeza me decian que si. La mano que habia estado dedicando a acariciar su vientre, se aventuró un poco mas allá, un tanto mas abajo...colándose bajo su ropa, a acariciar timidamente aquella zona, con lentitud. Se me escapó un quedo suspiro al notar cómo estaba ahi, y acorté de nuevo las distancias entre nuestros labios, besandola al ritmo de mis caricias.

-No lo soy, solo hice lo que creí correcto para mi.-Dije riendo un poco para corresponder aquel beso, el verlo preocupado por mi me enterneció demasiado. Eso me hice sentir muy querida y que mis sentimientos hacia él crecían- Sano hace ya mucho tiempo...No duele, ni molesta, para nada.

Las caricias en mi vientre me encantaban, ya no sentía las inseguridades de antes, ya que la mayoría eran relacionadas a aquella vieja herida que ahora era una marca y una historia que nunca había contado. Sentí cuando pego su frente con la mía teniendo a aquellos brillantes ópalos de fuego mirándome fijamente.- Si, quiero que sigamos. -Dije con una gran sonrisa en el rostro y segura de mi decisión.

Pude notar cuando metió su mano bajo mis pantalones, sentí algo de vergüenza en ese momento pero a la vez me gustaba. Se sentía extrañamente placentero, todos los sonidos que estuvieran por salir de mi boca terminaron acallados por la boca del castaño, asique no dude en seguirla el beso inmediatamente. Las caricias recibidas hacían que in extraño escalofrió recorriera mi cuerpo.

Quería tocarlo pero los malditos guantes no me dejarían hacerlo como quería, por lo que le mis quite tirándolos cerca de su cinturón y su piel. Lleve una de mis manos nuevamente a su cabello enredándolos en este y mi otra mano la metí bajo su camiseta levantándola un poco y acariciando su espalda lentamente. Ya quería sentirlo, que me hiciera suya por primera vez, y que hubiera más después de esa. No podía describir concretamente lo que sentía, lo que mas se aproximaba era que no quería irme de se lado.