Sótano//Residencia Rasputín

El miembro 'Benjamin Lytta' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa' :

La situación se estaba tornando bastante complicada y aun ni siquiera se veía a la vista algún resultado de daño hacia esa criatura, demonios, ni siquiera parecían haberle afectado los ataques que habían lanzado tanto la general Amaya como la chica peliverde, que, por cierto, ahora brillaba por su ausencia. –Adolecentes. - Rodo los ojos y rodo los ojos al escuchar a su compañero de escuadrón hablándole acerca de su gran plan que, si era un gran plan, pero ahora que lo había dicho en voz alta, no estaba seguro de cómo serían las cosas más sobre todo porque aquello tenía tanta o más comprensión que un ser humano. Ahora la pregunta era ¿Cómo mantener entretenido aquello sin sufrir algún daño? Porque si o si sufrirían algún tipo de daño.

–¡General! - Cuando tomo a la general como su juguete personal mandándola prácticamente de un lugar a otro, lo primero que hizo cuando la soltó fue ponerse a su lado a parte para comprobar si estaba bien, fue para hacerle de escudo para cualquier eventualidad que pasara, pero nunca dejo de mirar hacia el Yinn porque si algo era verdad, nunca había que darle la espalda al enemigo.

Escucho atentamente el deseo que estaba pidiendo el otro, haciendo que su cabeza girara bruscamente para mirarle con el entrecejo fruncido sin saber si echarse a reír o llorar. Aquello parecía un testamento, una tesis o le estaba rezando al encantador Dios… [color=CadetBlue]–¿Porque no pides el puto deseo que todo vuelva a la normalidad a como antes de que rompieras el ánfora y apareciera ese? - Podía ser que eso funcionara mejor. Observó a la peliverde que había regresado de su viaje esperando que esta vez funcionara lo que sea que estaban tramando. –Y tú, muérete de una vez. -Sus ojos brillaron y desde su cuerpo, comenzó a arremolinarse energía esperando que el impacto del choque energético pudiera ser de ayuda.
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Defensa: 0 + 10 + 10 + 5 = 15 - 20 = 5
AM: 10 + 10 + 10 = 30 ataque a Djinn
150 PS -5 PS (de antes) -25 PS (de antes) = 120/150 PS
120 Ps – 20 = 100 Ps

El miembro 'Lorcan' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Defensa' :


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#2 'Ataque' :

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ataque de Lorca de 30 vs defensa de 100. No entra el ataque.

RONDA 6/7. Enhorabuena, misión completada en tiempo.

Tres deseos de tres cumplidos: PS de todos restaurados.

RECOMPENSAS PARA LORCAN, AMAYA, LEMONI, BENJAMIN:
+2 PUNTOS DE STAT A REPARTIR COMO QUERÁIS
+200 DINEROS


Lemoni
sanación: 1+2= 3
99 dineros+200= 299

Ben
19 +2 a DM = 21
839 dineros+200= 1.039


Amaya
Ataque Mágico: 28 +2 = 30
217 dineros+200= 417


Lorcan
10 + 2 = 12 a ataque mágico
175 dineros+200= 375

Y fue Así...

Luego de un segundo, todo había terminado, pareció que en cosa de instantes, todo lo que fuera qué había pasado en mitad de esa voragine de locura había pasado a segundo plano, puesto que luego del extenso deseo del chico ligado al Djinn, todo volvió a ser como debía.

Parecía que su plan había funcionado hasta cierto punto, puesto que primero había logrado aprisionar temporalmente al djinn, y luego de eso se había logrado mantener lejos, supone ella qué gracias a su peto de Piel de orco recién comprado, o también podría haber sido lorcan, a saber.

Muchas gracias, lindo.~

Ella le agradece lo mismo, por si acaso.

Y bueno, pues... El djinn se escapó, así que Lemóni se puso una mano en el mentón, y comentó.

Pueh hice lo mejor que pude, pero el bicho se esfumó igual, al menos yo no causé el problema, ¡Punto para mí!~

Luego de echarse unas risas por esa tontería como buena ebria, procedería a recoger con magia sus preciosos cristales de cuarzo nuevos, que por suerte estaban muy intactos, y luego de eso, procedió a desaparecer como quien no quiere la cosa, al final, todo está bien, y la fiesta ya debe haberse acabado, se va a dormir.

Ladeé la mirada con bastante malhumor ante la recriminación de Lorcan sobre cómo de complejo estaba elaborando el deseo. Qué sabría él que no tiene una polla de plata, me hubiese encantado gritarle aquello, pero estaba centrado en otra cosa, y que era que el dolor no eclipsara mi poca razón -Yo qué sé. Hay que ser muy exacto con el deseo- Que luego pasan cosas. -Pues toma exactitud- Chasqué la lengua, con la espalda pegada a la pared cuando el ente me reclamó el número de deseos ”Lo que te dé la gana, pero hazlo” Gruñí en mis pensamientos al djinn. En aquel punto me daba ya hasta igual que aquella cosa no supiera contar, solo quería quitárselo de encima o al menos entretenerlo. Dolía, y la molestia de la entrepierna plateada cada vez hacía que le costase más respirar. Notaba sudores fríos recorriendo cada centímetro de la piel, sumado a la herida.

Seguí con la mirada cómo el sótano se restablecía de la misma manera que mi herida se cerraba y empezaba a sentirme mucho mejor, al menos no tenía la respiración acelerada ni estaba a punto de vomitar. La molestia desapareció también junto con el djinn. Busqué con la mirada a Lorcan y apoyé la cabeza con cansancio, con una risotada cansada necesitando dos segundos para recomponerme. -Lo conseguimos- Les dije a los dos que quedaban conscientes a modo de agradecimiento.

Me incorporé y recogí mis cosas antes de acercarme a la General. Volvía a estar de una pieza, no debería tardar en despertarse. Al menos respiraba. -General… nos deshicimos del Djinn. Podemos volver al cuartel- Esperé para poder ayudarla a levantarse, en caso de que lo hiciera. Busqué la luz a través de la puerta del sótano del nigromante, calculando que habían estado allí demasiado tarde. Maldije apretando los dientes, pues ya no llegaría a la cita con Chloe. Ni tortellinis, ni raviolis, ni mierdas. Tensé los labios, todavía regulando mi respiración ayudando a la General a ponerse en pie. Al menos el maldito deseo había conseguido que todo y todos volviéramos a la normalidad, miembro incluido que, a ser francos, era lo que más me preocupaba. Fijé la mirada azulada en la adolescente verde, borracha y fresca como una lechuga. Entrecerré los ojos y la estudié después de aquel comentario suyo y su risita, porque claro, como ella no estaba a punto de morir…. -¿Y tu nombre es?- Pregunté antes de que se desapareciera, porque se negaba a llamarle aprendiz lo que durase la misión en la zona inexplorada.

Porque sí. A la misión llevaría nigromantes. Y plata, mucha plata.


STATS: 19 +2 a DM = 21

Con ayuda de Benjamín se levantó después de haber recobrado el conocimiento. Estaba...Bien... Miró alrededor con curiosidad por saber qué había sucedido y miró que todos los que estaban a su mando estaban completos. Benjamín, Lorcan y la aprendiz de Matvey que les había ayudado estando borracha. Inspiró profundo -Tú nos acompañas. Tengo que hablar contigo por tu tutor- Quizás ella sabía qué carajo estaba haciendo Matvey y cómo podían encontrarlo.

Revisó visualmente la zona y tensó los labios -Quiero leer el reporte total, Benjamín. Hablaremos después- Tras dar esa sencilla orden y terminar de revisar el sótano por ver si encontraban alguna nota o pista sobre Matvey. Después de eso se retiraron hacia la base.

Off:

Ataque Mágico: 28 +2 = 30

En un momento estaban todos temblando y al otro todo había terminado, sus labios se hicieron una trompa cuando todo empezó a reorganizarse y se palpo el pecho a la espera de que hubiera alguna cosa fuera de lugar, pero ya no había nada. Dio unos pasos hacia atrás y se quedó sentado en el piso por unos mementos mirando a los demás que aun pululaban por el recinto. Lorcan solo asintió con la cabeza ante las palabras de su compañero quien estaba en lo cierto.
La chica que los había ayudado desapareció tan repentinamente como cuando apareciera por primera vez y casi tan repentinamente como el Djinn que les dio dolores de cabeza, así que, aparentemente todo volvía a la normalidad. Levanto una mano en señal de saludo. -Me alegro de que este bien general. -Porque hace algunos instantes estaba tan mal que casi los dejaba y luego de revisar los alrededores por alguna cosa faltante, se retiró del lugar junto con el resto como lo indicara Amaya.
-
10 + 2 = 12 a ataque mágico

Tras la entrevista con Leroy, volví a mi cochambroso sótano, donde... donde las cosas seguian como las habia dejado con Lyosha, salvo porque ahora me faltaba la vasija de un djinn. Una pena...me habia venido genial para extraer aquellas ingentes cantidades de magia que habia necesitado para crear un dragón no-muerto.  Quizá, algun dia, cazaría otro.

Pero por donde empezar. Alli olía a muerto y....si, en el sentido literal. En la pelea de Valqar y Lyosha, Valqar habia reanimado el cuerpo que habia dejado reservado para Altair Le Fay, y luego lo habia dejado en el sotano pudriéndose. Lo primero que hice fue encargarme de ello, quemándolo. No fue una tarea agradable pero, que tarea de nigromatne lo es? Estaba acostumbrado.

Tuve que pasarme un rato limpiando y quemando restos aqui y alla. El circulo hecho de sangre y las cadenas, decidí dejarlas en su sitio. Volví al sótano, sacando de alli el cofre en cuyo interior se oía aquel latido, el de mi propio corazón. Qué podia hacer con él? Era demasiado peligroso dejarlo en una isla en la que un arbol estaba devorando toda la magia. En su afan de sangre y magia, podia encontrarlo y....

Tenia dos opciones, enviarlo lejos, o guardarlo en otro plano de existencia. Enviarlo lejos suponia confiar en alguien a un nivel...extremo. Pensé en Lyosha, pero...cómo podía expresarle lo importante que era que lo custodiara, sin revelarle el secreto? Hasta que punto confiaba en ella? Los Le Fay quedaban descartadisimos. Y sin embargo, enviar y guardar el cofre en otro plano de existencia suponía que estaría muy bien protegido de cualquier mortal pero a veces habia otro tipo de criaturas traicioneras que podían acceder y.... no, no era sencillo. El talón de aquiles, como le habia dicho a Merlin, y lo tenía delante de mi. Solo que era el mio, y no el del maldito Sanguis.

Mientras decidía, recogí otras cosas que me eran de interés y que no podían quedarse ahi simplemente a merced de la nada. Libros, escritos, insumos, artefactos...lamentablemente, el brasero mágico debería de quedarse alli.

Puse la daga en la que residía el alma de Altair en mi escritorio, al lado, mientras comenzaba a redactar una serie de cartas, y me comuniqué con él.

- Altair...escúchame. - allí emezó a hacer frío, mas del habitual. Lo noté por el vapor de mi respiración. Pero Valqar estaba bajo control... no en vano me aseguré que asi fuera - Voy a internarme en el Sanguis y deseo tu compañía, un alma, como tú, podrá cruzar. No puedo hacerlo solo. Pero quiero saber si accedes.

Quedé en silencio con la cabeza medio ladeada hacia la daga, oyendo una voz silenciosa, una que solo podia escuchar yo. Sonreí de lado por aquella respuesta tan suya y asentí tenuemente.

"Altair y...un par de demonios bien atados. Comencemos los preparativos"

Escribir las cartas me llevó bastante tiempo, porque eran para varias personas, y en algunas iban adjuntos varios pergaminos con rituales, procedimientos e instrucciones. Otras, eran simples explicaciones o "despedidas". Se las entregué a mi ghoul, que seguia por ahi entre las sombras.

- Repartelas un día despues de que me haya ido. Y luego vete de aqui, y no vuelvas. Protege a Ivanov... como si fuera tu maestro a partir de ahora. - tomó todas las cartas entre sus huesudas manos y desapareció de alli tras un breve gorgoteo que casi pareció un titubeo.

Una carta para Lyosha. Otras mas cortas para los nigromantes Svensson.

Otra para Catherine, y otra para Lemoni.

Una, bastante más burocrática, para la medium aquella, Savannah.

Una general, para el Consejo en pleno.

De vuelta al "silencio". Esperaba no haber olvidado nada en aquellas cartas. Ya era bien entrada la noche cuando habia terminado. Que cómo lo sabía...? bueno, por la hora, más que nada. Encendí algun fuego más y pasé al lado del cofre, sin querer mirarlo  como quien ignora un problema a resolver luego, preparando unos pergaminos para elegir a los demonios que invocaría, y sus invocaciones, asi como los sellos para mantenerlos bajo control el todo momento. Tenía que diseñarlos bien...una posesión no me preocupaba a estas alturas, pero si se ponían rebeldes perdería aliados en el lugar más inconveniente, asi que debia asegurarme los metodos para mantenerlos bajo mi control. Sus nombres astrales, sobre todo. Porque en aquel otro mundo, no sabia si el cuarzo funcionaría. Lo harían las pociones? Otra cosa a experimentar. Busqué en los libros cuales serían los más indicados y después preparé sus invocaciones a consciencia, preparando unos sigilos correspondientes. No las haría hasta estar frente al árbol. Decidí tambien que llevaría la espada que me habia regalado Lyosha, conmigo. Amén de otras cosas, como la piedra de los tres mundos. Embutí en un saco de viaje todo aquello, ademas de pociones, y unas copias de aquella parte del libro de los Fundadores, donde hablaban del ritual de levantamiento de la isla, y los simbolos y runas que procedían para el caso.

Habia casi terminado asi que me senté de nuevo, frente al cofre, mirándolo ominosamente, ahora si. Agarré otro papel y escribí en un lenguaje que solo Lyosha podría entender, debido a que era enochiano, el lenguaje de los alados. Las llaves me las había quedado yo, por supuesto, asi que el cofre era imposible de abrir sin eso y sin mi propia magia. Até la nota al cofre y lo tomé, abriendo un portal y marchándome por él, dejando atrás el sótano.

SEgundos mas tarde, otro portal se abrio, y lo crucé precipitadamente. Fui a la cocina y me preparé un sandwich, me eché un trozo de queso y el sandwich al morral y varias botellas de vodka. Ahora que ya tenia mi merienda, volvi a marcharme por el portal.

uhhhh magia chunga demoniaca. Esto es DE-LI-CIO-SO.
La cámara de Rasputín ha generado interés en pequeñas raíces que empiezan a envolver sus cachivaches y libros particulares.