Barracón militar

Cuando Gelion salió, puso el marcador y guardó el libro para luego seguirlo en lo que sería un tour mucho más intenso de lo que esperaba -Sí, en efecto- Le dijo asintiendo con suavidad cuando mencionó lo del taller. Era bastante distinto al de Gio y al taller I+D pero aún así tampoco tenía mucho que envidiarle. Sin duda, los humanos habían avanzado mucho con su tecnología. Lo de los calabozos hizo que hiciera una leve mueca pero acabó asintiendo.

Siguió avanzando y vio las puertas, escuchando las voces, y preguntándose qué sería hasta que Gelion le aclaró -Ah…pensé que había cocinas  y te encargabas de lo tuyo- Murmuró pero más tarde se daría cuenta de que allí eran más de…compartir que otra cosa. Se paró a su lado para ver los otros edificios asintiendo, quizás en algún momento tenía que atender algún desgarre o algo por el estilo. Aún así cuando le soltó lo de entrenar se giró a mirarlo con la boca abierta -¿Qué? ¿Yo? ¿Para qué? No- La negativa le salió tan rápidamente que ni la había pensado. Vishous alguna vez lo había intentado pero Arleen tenía muy poca resistencia o fuerza y acababa dándose por vencida antes de tiempo, siendo lo suficientemente pesada para que V la dejara en paz -Yo no entreno- Y eso no estaba en ningún lugar en el contrato.

Pero siguieron avanzando como si no le hubiese tirado una bomba en la cara, Arleen le siguió el paso y anotó mentalmente el lugar pero como dijo que había que evitarlo, desechó la información casi de inmediato. Vio el pasillo y pensó que el análisis de Jo de que necesitaban una plantita en algún sitio cobraba mucha vida. Tragó en seco y siguió hasta las duchas que entonces…-¿Qué?- Soltó estupefacta. ¿Cómo que comunes? -¿Comunes como que pueden ser…- Se dio cuenta de que su pregunta era estúpida porque podía ver perfectamente la distribución de los aseos y duchas. Parpadeó con sorpresa mientras el corazón empezaba a acelerarse ante la sola idea de desnudarse frente a extraños.

Se había quedado parada y tuvo que apresurar el paso para alcanzar a Gelion cuando soltó lo de las taquillas y le dio una llave. Vio el pequeño ¿Armario?  y frunció el ceño. ¿Eso para qué era exactamente? Miró alrededor para ver si pillaba a alguien haciendo algo pero no había ni un alma -Gelion- Dijo entre dientes para no alzar la voz al darse cuenta de que había otra persona allí que no esperó mucho antes de irse. ¡No esperó ni que le dijera la talla! Iba a tener que medírselo y quejarse apropiadamente si no le quedaban bien. Con la nueva carga y mirando las botas con un gesto que dejaba entrever que sobre su cadáver iba a ponerse semejantes zapatos, avanzó con él.

Miró la puerta, H. De acuerdo, pasó dentro para observar la austera habitación y se sintió profundamente fuera de lugar. Era un sentimiento tan brusco de… “no pertenecer” que amenazaba con hacerla volver a Ouroboros con el rabo entre las piernas. Excepto que…había firmado. Y dar la media vuelta sería faltar a su palabra de forma muy brusca…y también sería un acto cobarde. Aunque se quedó un par de segundos paralizada, poco después se movió para dejar los uniformes  y la cartera sobre la cama. Todo metódicamente hecho para luego girarse hacia él -Algunas- Confesó mientras miraba alrededor con cierto agobio.

Se llevó las manos a la cara para despejarse un poco, un movimiento rápido pero eficaz. Luego bajó las manos y unió las palmas delante de ella para tratar de expresarse con claridad -Primero que nada, gracias. Segundo, la habitación está... bien y comprendí que debo compartir pero…- Miró hacia la puerta y movió la mano con suavidad para cerrarla, así no le escucharía nadie que pasara -¿Los servicios?- Negó con la cabeza mirándole -Eso es demasiado, Gelion- Le tuteó -Yo…Yo no estoy acostumbrada- Confesó y volvió a mirar hacia la puerta con los labios tensos y el ceño fruncido -¿Puedo poner algún hechizo? O…¿Hay horarios? ¿Puedo usarlos en el horario que me apetezca...como cuando todos estén dormidos?- Quizás podría madrugar. No le importaba. Sino… vería de subir a la isla  y usar el aseo del loft. Se estaba agobiando un poco pero buscaba soluciones en vez de optar por la vía cobarde -¿Y qué decías de entrenar? ¿Por qué?...- Se sentó en la cama confundida y empezó a separar el uniforme, poniendo las botas en el piso y escondiéndolas debajo de la cama. Ni siquiera iba a probárselas. Lo demás…bueno, ya vería. En su rostro se dejaba entrever que el uniforme no le convencía demasiado.

-No, hay gente que se encarga de hacer la comida y de limpiar-Ignoré su negativa al entrenamiento, manteniendo la actitud seria mientras continuábamos todo el tour por la base. Quisiera o no, iba a entrenar.

No puedo negar que disfruté cada una de sus muecas, pequeños gestos y comentarios de estupefacción, que continué ignorando hasta llegar a la habitación H. Crucé mis brazos cuando comentó, pareciendo en un principio tranquila aunque capté alguna mirada que indicaba lo contrario, que sí tenía algunas dudas.

Esperé con atención que se expresase, analizando sus gestos, esas manos a la cara...había acojonado a la doctora ¿tanto?. Su primera frase me pareció un agradecimiento antes de rechazar una propuesta. Incliné un poco la cabeza alzando las cejas cuando el "pero" asomó en sus labios. Desvié la mirada a la puerta que se cerraba y apreté mis labios por un segundo antes de volver a enfocar la vista en Arleen.

-¿Qué pasa con los servicios?-Arqueé una ceja cuando lo calificó de demasiado.-Tampoco estás acostumbrada a trabajar con androides y has solicitado prácticas con ellos.-Respondí acompañado de un gesto de que aquello no era excusa. -Quieres poner un hechizo...-Fruncí el ceño, preguntándome el por qué y me incliné un poco bajando la voz.-¿No quieres que te oigan cuando vayas al baño o...-Hice un gesto con la mano como de que no entendía para qué quería un hechizo si no era para eso.-No hay horarios pero ¿quieres ser la rarita que usa el baño sola?Además...no puedes asegurarte de que no vaya a pasar nadie ¿Sabes cuánta gente vive aquí?

Carraspeé aclarándome la garganta y me acerqué un poco.-Mira...no puedo hacer excepciones contigo, no puedo darte una habitación y un servicio para ti. ¿Quieres que te ofrezca el mío y ser la bruja nueva especial que no puede compartir baño con humanos?-Añadí, ya que además no pensaba ofrecérselo.

-Todo el mundo entrena, incluso los médicos y los técnicos. Necesitamos que todos estén en forma en caso de que se compliquen las cosas. No puedes no hacerlo.-Toda la energía que traía al llegar a la base se había esfumado, lo pude ver en el momento en el que se sentó, mirando el uniforme como si fuese uno de presidiario. Gruñí por lo bajo antes de tomar asiento en la cama.-Sé que no es tu entorno y son muchos cambios pero no voy a decirte que no pasa nada si cambias de opinión y quieres volver arriba.-Negué mirando a la pared mientras fruncía el ceño.-No voy a ponérselo fácil a tus miedos.

Llevé la mano a mis labios, pasando la uña de mi pulgar por el labio inferior con cierta fuerza. Pensativo.-Sería injusto. No puedes perder tu año en un lugar en el que no puedes ser tú.-Bajé la mano mirándola con cierta seriedad y el ceño fruncido.

-Son comunes-   Le explicó con un tono algo forzado en el que hacía énfasis en la palabra "comunes", a ver si comprendía a lo que se estaba refiriendo. Aquello de que le saliera con las prácticas de los androides hizo que le dedicará una mirada mosqueada -No es lo mismo, para nada-     aclaró llevándose las manos a la cadera y negando con la cabeza. Los androides… bueno, quería creer que no eran tan distintos de los autómatas que habían creado Gio y ella, aunque sabía que desde que derrocaron a SAM podían desarrollar su propia personalidad. Eso sí que los hacía únicos.

La pregunta que le soltó fue como si le diera un cachetazo en la cara -¿Qué? ¡NO!- le soltó rozando el histerismo. Ni siquiera había pensado en eso. Suponía que el aseo tenía una puerta y no eran tan…liberales. Negó varias veces con la cabeza y decidió decirle el porqué, aparentemente, no lo ubicaba solo   -No tengo por costumbre desnudarme y bañarme frente a desconocidos - Le explicó y guardó silencio para oír su pregunta. El término "rarita" no me gustó nada y le dedicó otra mirada molesta, antes de reutilizar un argumento anterior -No sería rarita. Es.. eso es tener pudor -  Frunció el ceño porque pese a que confiaba plenamente en su argumento, en el fondo no quería ser señalada por otra cosa que no fuese su raza. Apretó los dedos en su cadera con cierta fuerza para tratar de frenar un poco el estrés que había acumulado en solo minutos. Le escuchó las razones por las que no podía darle una habitación y servicio propio… lo que generó otra mirada de molestia -Te detesto cuando tienes razón-   Le dijo con toda la sinceridad que podía reunir.

-Pero si no tengo que correr, puedo aparecerme perfectamente. Puedo trabajar a distancia, mi magia de sanación también es eficaz así. Contigo es un tema aparte porque es mi especialización… - Le dieron ganas de tirarle una de las botas a la cara cuando le soltó que no podía "no hacerlo" y entonces recordó algo que la hizo alzar la vista hacia él -Eso no estaba en el contrato - Tampoco le apetecía reconocer su escasa capacidad física así que buscaría cada excusa que pudiera. Apretó los labios sabiendo que a Gelion aquello, seguramente, iba a importarle tres pepinos.

Organizó los uniformes y contuvo un suspiro mientras le oía en silencio. Odiaba… que se diera cuenta de que estaba aterrada. Pensó que había logrado hablar sin que le temblará la voz y ocultar alguno de los signos, pero o no lo había logrado o Gelion era muy perspicaz. Lo que no se esperó fue su siguiente comentario, Arleen se tensó visiblemente y dejó de mover las manos que alisaban impacientemente los uniformes.

Un año ya no era lo que le quedaba -358 días - le corrigió al girarse a mirarlo y se acomodó en la cama, corrigiendo un poco su postura y cruzando las piernas para luego arreglarse la falda del vestido y que no se le subiera -V me dijo que están discutiendo algo de un tratado de paz y no paro de preguntarme ¿Con qué razón? Si dentro de unos meses se volverán los unos contra los otros- Analizó y luego negó con la cabeza. No quería pensar en eso porque los problemas de Ouroboros ya no eran los protagonistas de su vida y aún así  le pesaban horrorosamente.

Miró hacia la puerta un momento, de forma pensativa y luego lo observó a él, le sonrió de forma graciosa al caer en una cosa -Soy pija- Se llevó una mano a la cara, tapándose los ojos con cierta vergüenza para luego dejar escapar un largo suspiro -Pero mis hermanos también y si ellos pudieron estar en la guardia supongo que yo también podría - Mencionó, bajando la mano lentamente y colocándola sobre su regazo -El uniforme es obligatorio ¿Verdad? Por eso dijiste lo de la bata. Que puedo usar mi ropa debajo de la bata…- Cayó en cuenta de eso en ese instante lo que la hizo sentir un poco estúpida, pero no lo iba a reconocer -¿Qué pasa si no me queda bien? No me preguntaste mi talla. Y Foster tampoco. ¿Tenéis un sastre que ajuste los uniformes?- Porque pija hasta la médula, evidentemente. Sí había servicio para comidas y limpieza, seguro que había para adecuar la ropa.

Se incorporó y tomó el que parecía el uniforme de entrenamiento, cogiendo la camiseta y poniéndosela sobre el vestido, se giró sobre sus pies buscando un espejo y se dio cuenta de que no había… soltó otro suspiro y volvió su cuerpo y mirada hacia Gelion mientras se ponía la camisa por encima del vestido para ver si le quedaba, como el vestido era ajustado le serviría para tener referencia de la talla de la camisa y como le quedaba -V dice que soy una llorica- Mencionó -Intentó entrenarme para el torneo… para su sorpresa acabé en segundo lugar si necesidad de entrenamiento. Es mi tema de debate favorito porque llevo la razón y él no- Tuvo sumo cuidado de pasar el cuello de la camisa por su rostro para no ensuciarlo con maquillaje -Verás cómo se convierte en el nuestro- Le sonrió una vez que la camisa estuvo en su sitio, la alisó con cuidado y asintió para luego mirar los pantalones. Nada que ver con sus palazzos o pantalones de vestir. Hizo una leve mueca. Eso iba a ser más complicado probárselo así que ya lo haría después -¿Puedo maquillarme, no?- es cierto que Arleen no solía llevar maquillaje en exceso, ni siquiera en las fiestas u ocasiones especiales pero aún así no podía dar la cara al público sin, como mínimo, un poco de colorete y máscara de pestañas.

-¿Y?-No entendía, para él era muy normal ese tipo de servicios y duchas. Encogí los hombros.-Son experiencias a las que no estás acostumbrada. -En serio, no entendía el problema.

Casi se me escapa una risotada por su reacción a mi pregunta. Definitivamente aquella visita rápida a la base tenía los nervios de la doctora a flor de piel. Explicó sus razones y sonreí de medio lado.-Aquí no hay pudor que valga. No es como si fueses a desnudarte y te vayan a comer con la mirada...están hartos de ver cuerpos desnudos y cansados del trabajo. Te acostumbrarás.-Comenté entrecerrando los ojos mientras sonreía por su comentario.-Me detestas siempre entonces, Doc.

Una vez más trató de sacar fuera el entrenamiento. Escuché sus razones, más bien excusas, para librarse del mismo.-¿mmhmmm? Ya...¿Y que haces exactamente cuando hay dispositivos anti magia?-Pregunté justo antes de que me echase en cara que no estaba en el contrato respondiendo con una ceja alzada.-Mañana a las 6 te espero en el campo de entrenamiento.-No iba a dar mi brazo a torcer.

Su respuesta me dio a entender que no iba a abandonar, además de darme cierta información sobre los putos magos que no paraban de intentar acabar con el mundo por sus peleas mutuas. Debía informar a Thalos, si es que se dignaba a aparecer por la base.

Mi pensamiento se había desviado hasta que admitió que era pija. Sonreí de medio lado por aquel descubrimiento por su parte o más bien porque estaba absorto en cada pequeño gesto que hacía. Negué.-Es obligatorio en las misiones y recomendable en general, crea un vínculo de pertenencia, unidad y visiblemente se es reconocible por parte de los tuyos. Pero por aquí puedes simplemente ponerte la bata de servicio médico que te darán.-Solté todo eso aún mirándola hasta que me di cuenta de que lo mismo era un poco extraño y desvié la mirada.-Hay tres tallas, nada de sastre, Foster se encarga de arreglarlos y de la lavandería pero si quieres ajustarlo a tus gustos tendrás que apañarte sola.

La seguí con la mirada cuando se levantó, permaneciendo yo sentado. Otra vez mi cerebro hizo clic y simplemente la observaba, girar, buscar... mientras la escuchaba. "Verás como se convierte en el nuestro" , aquello me hizo reconectar de nuevo. Gruñí por lo bajo antes de incorporarme.-Em...sí, como veas.-Solté refunfuñante, molesto conmigo mismo.-Recuerda pasa por administración y enfermería, también te darán una radio para comunicación.-Solté serio. Me iba a ir sin más y sin embargo me quedé ahí, pensando cómo despedirme. Dudando repentinamente hasta que opté por un saludo militar.-Soldado Royden-Me despedí raramente antes de salir de los barracones.

La verdad es que la perspectiva de que iban a estar enfocados en otra cosa le daba tranquilidad. Pero aún así analizaría la mejor hora para ir… Porque no dejaba de darle algo de reticencia. Lo de los dispositivos anti magia hizo que dibujara una mueca, porque en ese caso si le tocaba correr y atender con lo que sabía de medicina normal y humana. A las 6… A las 6… Madre mía. No le respondió nada.

Le agradeció que le respondiera su reconocimiento con una sonrisa y no con un “te lo dije”, era mucho más amable que lo otro y mejor recibido. Atendió a la información del uniforme, asintiendo suavemente aunque no pudo evitar emitir un suspiro quedo. A ella le gustaba su estilo para ir a misión. Se quedó mirándolo con atención dándose cuenta de que estaba concentrado en hablarle, más que de costumbre, lo que también le agradecía. Debía saber que aquello era un gran paso para ella.

-Lo haré- Asintió -Mi madre es diseñadora y costurera, me enseñó algunas cosas útiles- Había otras que no tanto. Pero decidió no pensar demasiado en ella y se ocupó de medirse por encima el uniforme.  No supo en qué momento Gelion se puso de malhumor, así que le miró un poco sorprendida cuando pareció refunfuñar.  Lo siguiente lo dijo de la misma forma y Arleen se miró a sí misma. ¿Era lo del maquillaje? ¿O se había dado cuenta de que una bruja estaba usando el uniforme de su ejército? -Sí…- Lo siguió con la mirada sin entender cómo de pronto todo se había vuelto un poco incómodo -Gelion…Gracias- Murmuró cuando lo vio allí paradote en silencio y al oírlo despedirse de ella sin el “Doc” sintió un tirón en el estómago -Capitán- Respondió antes de verlo irse, frunciendo el ceño. ¿Y lo de no tutear? Se preguntó confundida.

Tras eso se quedó sola y contempló los uniformes, decidió que iba a aprovechar su soledad para medírselos y después de hacerlo los ajustó a sí misma para que le quedaran bien. Después sacó sus maletas  y acomodó un par de cosas en la mesita y otras en el armario. Sacó la jaula de Smiley y se anotó mentalmente ir a buscarlo. Después de eso se llevó la bata en un brazo antes de ir a administración y a la revisión de enfermería, donde les informó su condición sobre la coagulación porque era de importancia allí donde no usaban díctamo.

Después fue a Ouroboros a buscar a su mascota al loft, pero aprovechó para bañarse también, y volvió a la base para pasar la noche. Metió a Smiley en su jaula y se fue al aseo a dejar en la taquilla lo que correspondía, tomando lo que necesitaba para desmaquillarse y su rutina de noche. Saludó con una sonrisa cortés a todos los que se cruzaba y, Gelion podía decir MISA, pero Arleen notaba que la miraban. Lo achacaría  a que era la nueva. Terminó su rutina facial nocturna y se fue a la habitación de nuevo encontrándola vacía aún, supuso que sus compañeros…o compañeras, estarían de guardia así que configuró la alarma y se acostó a dormir. Al día siguiente se preparó con el uniforme y las botas, aunque imposible de dejar su lado pijo aparte aunque acabaría sudando como cerda, se maquilló y se perfumó para luego irse al entrenamiento.

Se había machacado en la rutina de ejercicios, había cumplido con cada una de sus tareas y cuando llegó a su habitación, Smiley estaba acurrucado en su cama e Yvonne no se veía por ninguna parte. Quería dormir, si, pero quería llorar y empezó a contarle mil cosas a su mascota mientras el vino de una de las botellas de su equipaje bajaba por su garganta.

Se había quedado despierta porque pese a que probablemente toda la base hubiese visto los vídeos de Collins, aún le daba algo de vergüenza que la viera en las duchas. No porque llevará cicatrices, no... Se las habían quitado todas. Tenía la piel pulcra, como si nunca le hubiese sucedido nada. Sino simplemente por no cruzarse con la mirada de nadie. Además, últimamente le costaba dormir. Y cuando lo hacía tenía pesadillas.

Cuando llegó a los baños en la madrugada no había mucha gente y Arleen fue lenta, y torpe por supuesto, a la hora de buscar todos sus implementos de belleza. Muchos de ellos ya no le servían porque no tenía sus rizos. Ver aquello le hizo sentirse desgraciada y mucho antes de entrar a la ducha ya estaba llorando.

Intento hacerlo en silencio, o eso creía ella, pero la realidad es que el alcohol había distorsionado sus sentidos. Lo positivo de hacerlo ahí es que las lágrimas de iban con el agua así que eso que se ahorraba, como si nada hubiese pasado. Igual que su piel. Las cicatrices las seguiría llevando solo por dentro.

Mensaje por Radio:
Emergencia médica preséntense en la entrada de la base.

La ducha calidad le había ayudado a relajarse igual que el alcohol. Generalmente usaba esa mezcla para poder descansar aunque fuesen un par de horas. Sabía bien que no era bueno pasar mucho tiempo sin dormir. Había cerrado el agua y estaba secándose cuando escuchó la radio.

Cerró los ojos soltando un suspiro. Por supuesto… claro que sí. Hoy. HOY iban a necesitarla. Cogió el pijama que habia traído consigo, poniendoselo con movimientos apresurados y torpes. Acabando por ponerse la camiseta al revés pero… tenía apuro. No iba a perder mucho más tiempo.

No sería la primera vez que ejercía borracha. Se había salido con la suya varias veces en Ouroboros, aunque se había cuidado las espaldas y no solía trabajar con varias personas sino con tratamientos más individuales.

Ofú. Salió del baño para ir a coger su bata a la habitación y dejar algunas cosas personales, cogiendo unos chicles de camino, antes de echar a andar hacia la entrada con cuidado porque el mundo se le iba un poco de lado… y el cuerpo le dolía entero del entrenamiento. Y por dentro estaba más o menos igual. Se perdió por el pasillo en dirección al sitio.

Después de colgar con Johan apresuró los pasos hasta su habitación, al entrar se dio cuenta de que Yvonne no estaba y dio gracias al universo por eso. En el instante en el que cerró la puerta, dejó escapar un suspiro y, con ello, cayó toda la máscara y las barreras que había alzado estando fuera.

Las emociones que había presionado en una cajita y lanzado a algún sitio de su armario sentimental empezaron a salir provocando que temblara incontrolablemente. Sentía... Miedo de lo que iba a pasar ahora, molestia por toda la situación, rabia por ser obligada a hacer algo que no quería, determinación por lo que iba a pedirle a Black y muchas otras cosas que no quería nombrar . Se dejó caer al piso, bloqueando la puerta con la espalda,  y subió las rodillas al pecho, abrazandolas y luego apoyando la cabeza entre ellas tratando de conseguir algo de control sobre su cuerpo.

Le tomó su tiempo mientras analizaba qué era exactamente lo que le pediría a Johan. No podía pedirle que los suprimiera porque era parte importante de quien era ahora y, además, si los borraba no entendería de donde venía su pie o cuál sería su reacción si por casualidad se encontraba con aquel maldito video. Necesitaba modificarlos, necesitaba arrancarse ese miedo constante a ser atacada, necesitaba entrenar…

Aquel pensamiento la llenó de tristeza porque, en el fondo, creyó que estaba haciendo avances. Había acudido a los entrenamientos, había seguido los vídeos que le había dado, incluso podía hacer algunas vueltas sin sentir que quería morirse. De nada servía porque para él nunca era suficiente. Un profundo sentimiento de dolor y decepción se centró en su pecho y supuso que a eso le llamaban un corazón roto. No lloró, no iba a regalarle sus lágrimas cuando ahora la iba a encerrar en una jaula.

Inspiró profundo y se incorporó, ese dolor que sentía en el pecho no la inhabilitaba como lo había hecho la herida que le propinó SAM o la carencia de un pie. Podía vivir con ello. Tenía que recoger sus cosas así que empezó por lo propio, sus libros y efectos personales que empezó a meter sin ton ni son en la bolsa mágica mientras esperaba a Johan.

La llamada de Arleen le había pillado un poco por sorpresa, más teniendo en cuenta toda la pelea sucedida en el bar el día anterior con Thalos. Apenas había dormido, pues antes de llegar a casa deambuló un poco hasta que se le pasó algo el mal humor. Ya no tenía claro cómo iban a reaccionar la próxima vez que se vieran, ni si esa pelea sería y lo que la había provocado serían un punto de inflexión definitivo. Por el momento no lo había hablado con nadie, ni le apetecía. Tardó unos pocos minutos en vestirse y prepararse para acudir a la base, apareciéndose en la zona exterior para informar a los guardias de que tenía una reunión allí. Todavía se le hacía raro eso de entrar a la base sin tener que organizar un ataque o un plan de rescate, como en los no tan viejos tiempos, pero debía reconocer que tener a Thalos Draven mandando en la base era todo un avance.

Una vez en la base preguntó si alguien había visto a Arleen, a lo que le respondieron vagamente que la habían visto salir a los barracones. En cuanto se dio la vuelta escuchó algunos murmullos que sonaban a cotilleos, aunque no alcanzó a oír bien. Por fin la encontró en la zona de dormitorios, avanzando hacia ella mientras se fijaba en lo que hacía. - ¿Recogiendo tus cosas? ¿Te vas a algún sitio? - echó un vistazo alrededor para asegurarse de que no había nadie más por allí, y después se aproximó un poco más.

- Me ha extrañado mucho tu llamada, sobre todo después de lo de ayer. ¿Ha pasado algo? ¿Thalos se enfadó contigo al ir a buscarlo? O tal vez Gelion...

A medida que guardaba sus cosas empezó a recrear la discusión en su cabeza, tal como había hecho con Markus, y empezó a sentir desasosiego y culpabilidad de haber gritado y perdido su entereza de forma tan brusca. Siempre se había sentido alguien comedida y pocas veces en la vida había tenido exabruptos… Muchos de ellos, por no decir la mayoría, habían sido con Gelion. Y podía recordar… que muchos los había pedido él, forzándola a decir lo que realmente pensaba…

Empezó a guardar las cosas con más calma, aún con ese sentimiento de aprehensión en el pecho recordando sus palabras:  Espero que el arresto te aclare la mente porque estás muy perdida. Sí… se sentía perdida, pero era demasiado orgullosa para pedir ayuda porque…¿A quién iba a pedírsela en realidad? Mejor pecaba de autosuficiente porque, aunque en el fondo sabía que no estaba tratando el problema real, sentía que hacía avances por otro sitio. Evidentemente, no eran suficientes ni para Gelion ni para nadie. Tenía que esforzarse más  y mejor. Más rápido. Necesitaba ser eficiente, productiva, un activo sin daño alguno que pusiera en peligro a nadie más.

Se agachó para recoger algunos  juguetes de Smiley cuando escuchó a Johan, se incorporó sobresaltada dejando la jaula y las maletas a un lado. Dudaba de que tuviera mucho tiempo antes de que vinieran los guardias. Acortó también los pasos hacia él, desviando su mirada brevemente a las maletas y la bolsa. No tenía ni idea. No sabía a dónde había ordenado Gelion que la enviaran.  Se llevó ambas manos a la sien como si de repente le hubiese dado una puntada en la cabeza -No sé- Le confesó intentando forzar una sonrisa y bajando las manos. Tenía que intentar aparentar normalidad así que trató de hacer un gran esfuerzo por controlar su corazón y sus pensamientos y centrarse en lo que quería decirle. Irguió un poco su postura y entrelazó sus manos sobre su abdomen.

Negó a lo de Thalos pero, cuando siguió, Arleen bajó la mirada con un suspiro agotado y culpable-Por favor…- Negó sintiendo que se le llenaban los ojos de lágrimas -Realmente no quiero que lo menciones. No puede ser que cada una de nuestras conversaciones gire en torno a él- Procuró que su tono saliera más o menos estable y tomó un par de respiraciones, cuando se consideró calmada y no al borde del llanto, lo miró -Necesito que manipules mis recuerdos, necesito que hagas algo para arrancarme este miedo paralizador- Dijo llevándose una mano al pecho -No puedo borrarlos pero necesito hacer algo…Algo que me ayude a sobrellevarlo mejor. Necesito volver a ser la de antes- Le confesó con un poco de desespero.

Aquello de observar a la gente y sus gestos no se le daba mal, y en ese momento le resultó más que evidente lo perdida que parecía encontrarse Arleen. Él mismo se había sentido así una vez y pudo reconocer hasta aquel gesto de forzar una sonrisa para quitar importancia a la situación. Guardó silencio sin apartar la mirada de ella cuando el nombre "Gelion" provocó aquella reacción, así que en cierto modo podía saber por dónde iba el asunto. - Ya veo...Como quieras. Yo también creo que tenemos que ampliar nuestro repertorio de conversación a partir de ahora. No puede ser el ombligo del mundo. - alzó los hombros como pasando del tema, no quería hurgar más en la herida porque parecía a punto de explotar a llorar. ¿Qué cojones le habría dicho?

La siguiente petición de Arleen hizo que su semblante se tornase más serio. No le había llamado para quejarse de Gelion o pedir consejo, sino para que hiciese algo con su mente. Lo de manipular mentes no le había salido muy bien, y prueba de ello era la pelea con Thalos el día anterior. - Arleen...- murmuró mientras sopesaba las posibilidades, planteándose que si le pedía tal cosa es que había llegado a su límite y no podía lidiar más con el trauma de lo que le sucedió. - Lo que me pides es complejo, pero hay posibilidad de hacerlo. Has confiado en mí para pedírmelo, así que no creo que esté mal que lo haga, por mucho que digan otros. - que interpretase lo que quisiera. Le hizo un gesto para que se sentase en la cama a la par que lo hacía él, apartando un poco donde estaba guardando el equipaje.

- Veamos...algo que no lo borre pero que de algún modo sea menos horrible. Podría modificar el relato para que el secuestro y parte del ataque siguiera existiendo, pero haciendo que parase antes porque tú consiguieses enfrentarte a ellos y derrotarlos. Sabrías que eres capaz de enfrentarte a algo así si volviese a suceder. - sugirió tras darle un par de vueltas, esperando que aportase alguna otra cosa que se le ocurriese.

Le miró con un gesto de profundo agradecimiento y su sonrisa se volvió más sincera cuando menciono que su repertorio de temas para hablar podía ampliarse. Sin duda, Johan tenía muchas historias que podía contarle y que saciarán parte de su curiosidad sobre lo sucedido durante la guerra. Solo debía encontrar el momento para poder hablar sin problemas…

Sin embargo, al vociferar su petición notó el cambio en su rostro y cuando mencionó su nombre, la morena sintió una horrible devastación y se abrazó a sí misma creyendo que Johan no se prestaría para semejante labor. ¿Y si la magia no le ayudaba, qué? ¿Tendría que revivir sus memorias palabra por palabra con el psicólogo? Aquel pensamiento hizo que su estómago se revolviera. No obstante, no fue necesario. Johan "accedió" pero su forma de hacerlo fue extraña y Arleen frunció el ceño -¿Qué otros? Nadie sabe lo que te estoy pidiendo. Es algo entre tú y yo… y estoy harta de que los demás me digan qué puedo o no hacer- Miró hacia la puerta con cierta irritación -Se supone que deje Ouroboros para tener libertad…- Y ahora iba de cabeza a un arresto. Le recorrió un escalofrío. ¿Qué le tendrían preparado?

Se sentó siguiendo la indicación de Johan y miró al frente mientras hablaba. Fue imposible contener los recuerdos y Arleen se quedó en silencio un rato mientras se restregaba las manos contra los muslos, contra el pantalón para secarse el sudor nervioso de estas -Odio… la soledad- Soltó de una forma casi incoherente, físicamente allí pero mentalmente en otro sitio-Odio mi hospital…porque le falta vida, ruido. No los sentí - Siguió con el ceño fruncido -En un momento estaba caminando hacia Chloe y Ben y al siguiente estaba despertándome frente a un montón de desconocidos que me miraban con… con tanto odio- Murmuró aún sorprendida de recordar la forma en la que le miraban. Ella, que nunca los había visto, no entendía cómo podían guardar tanto odio en su interior. Siguió moviendo las manos, en el fondo solo deseaba el movimiento para saber qué no estaba atada, pese a que los recuerdos eran tan vividos -Asi que cada vez que voy a girar hacia un pasillo sola, tengo miedo. Cada vez que debería dormir estoy aterrada porque no sé dónde voy a despertarme. Así que lloro, tomo o bebo alguna poción… hasta que el cansancio o las sustancias me puede- Confesó con el ceño fruncido algo que era muy íntimo. Sabía que Johan no era psicólogo pero... Le tenía confianza, algo de confianza y se sentía más cómoda diciéndoselo a él que a otra persona. Ya se lo había dicho a Gelion, que no le hiciera hablar con un desconocido pero... Negó con la cabeza apartando el pensamiento.

Empezó a parpadear, volviendo un poco la cabeza hacia Johan -No me siento segura en ningún sitio porque creo que hay algo en mi que no percibe el peligro o que lo anula… porque espera lo bueno de la gente- Cerró los ojos un momento y negó con la cabeza -Lo otro… es naturaleza humana, misoginia y racismo. Una ofensa básica, una tortura que engrandecía su orgullo masculino. Y, claro, todo el odio que han cosechado desde la guerra. Es horrible, sí pero... En cierto modo… puedo entenderlo. Fuimos las personas en quienes lo descargaron. No era personal, no realmente.  Simplemente estábamos en el lugar y el momento equivocado. Nos tocó a nosotras porque…- Pensó en Chloe y soltó un breve suspiro -Porque siempre esperamos lo mejor de los demás… porque es lo que nosotras haríamos... Chloe y Ben ni siquiera nacieron en Ouroboros, no se merecían algo así por lo que hizo Lucio- Susurró contrariada. No estaba diciendo que ella lo mereciera pero... Se sentía más culpable de lo que quería reconocer porque, moralmente hablando, no estaba de acuerdo con lo que había hecho el Descendiente. No del todo al menos.

Se llevó las manos a la cara y se restregó el rostro con suavidad -Por eso te pedí que me entrenaras y me he tomado en serio mis entrenamientos aquí… no puedo seguir siendo tan obtusa a la hora de reconocer peligros- Ladeó la cabeza hacia él mientras bajaba las manos -Y si modificas eso? Como que… no lo sé, pude verlos e intenté defenderme sin éxito. Quizás eso me impulsa a entrenar más y mejor... A tener las herramientas para no volver a pasar por eso

Asintió más conforme cuando Arleen dijo que aquello era algo entre ellos dos, que no se lo contaría a nadie. Sólo le faltaba que encima viniesen a acusarle de manipularla. - Cualquier otro. No todo el mundo ve con buenos ojos este tipo de magia mental. Has tomado tu decisión y nadie tiene que venir a rebatirte. - hizo un gesto de que la entendía muy bien, que debía seguir buscando su propia libertad. Se mantuvo en silencio escuchando esas confesiones que ella necesitaba sacarse de dentro, intentando encontrar el modo de ser de ayuda. Había pasado por situaciones de encierros y torturas, pero no habían llegado vejarle del mismo modo que a ella. Quiso decirle que no estaba sola, aunque de poco iba a servir porque era lo que Arleen sentía en ese momento. Nadie podía comprender realmente lo que estaba pasando. Tampoco podía decirle que las pesadillas desaparecerían por completo algún día, sólo se harían menos recurrentes.

- Ya has dado el paso de contar todo lo que te atormenta, de dejar de guardar todo eso para ti sola. No hay nada malo contigo con eso que dices de no percibir el peligro o anularlo. Simplemente hay demasiada gente cruel que no merece ni el aire que respira. - se removió un poco en el sitio, pensando en que el Johan de años atrás tal vez daba
oportunidades de más. Fue asintiendo a eso de estar en el lugar equivocado y momento equivocado, porque si no hubiesen sido ellas, podría haberle tocado a cualquier otra persona que trabajase en el hospital. Aunque también estaba el tema de Lucio...se había enterado de parte de la historia, de que Éamon les hizo pagar porque el antiguo miembro del Consejo se había llevado a su hija. - Pagó con vosotras lo que no pudo pagar con él. Ni siquiera creo que sea porque esperas lo mejor de los demás. Podrían haber cogido por sorpresa a alguien igual de retorcido que ellos. Ahora están muertos, ya no pueden vivir su vida, pero tú sí. Lo harás. Puedes ir pensando en cosas que te apetecería hacer e ir cumpliendo uns cuantas. - algo que no fuese salir a beber, que el intento que habían hecho por animarla había salido fatal. Se preguntó si Thalos estaría por la base en ese preciso momento, y cómo actuaría con él cuando se encontrasen de nuevo.

- Vale. Entonces prefieres que en el recuerdo aparezca que intentaste hacer todo lo que podías, que llegaste a verlos. Creo que entiendo el punto. Permíteme...- alzó su mano hacia su sien para mejorar la conexión mental con ella, respirando profundamente mientras hacía contacto visual. - Tal vez te duela un poco la cabeza después de esto. - Cerró los ojos concentrándose, abriéndose paso poco a poco a través de su mente. Pudo ver a los desgraciados de los agresores en el lugar del secuestro, pero retrocedió más aún. No le costó demasiado encontrar el momento que debía buscar porque estaba muy presente, era un miedo que resaltaba de manera muy evidente.

"Aquí estás...te has dado cuenta de que algo no va bien. Sabes percibir el peligro y actuar."

Se puso a modificar el recuerdo en el que ella veía a Chloe y Ben pero nada más, recreando al grupo de agresores yendo a por ellos, reaccionando enseguida. Hizo que Arleen tratase de protegerlos a todos usando escudos de magia defensiva, pero los otros eran más numerosos y usaron cadenas antimagia.

"Hiciste todo lo que pudiste, fuiste rápida. Demasiados enemigos. Podrás acabar con gente como esa si se vuelven a presentar."

La escena se fundió a negro, llegando a la parte que más pesadillas podría despertarle. Tuvo que hacer de tripas corazón para no borrarlo. Hizo lo que le pidió sin eliminar lo sucedido, pero procuró que fuese menos detallado y más nebuloso, menos largo hasta que llegaron los refuerzos.

Ladeó suavemente la cabeza hacia él cuando mencionó que no todos verían bien aquello, Arleen entrecerró los ojos luego sintiendo que algo se le escapaba. Apartó la mirada un instante después pensando en el momento en el que le había dicho a Gelion que en su mundo todo era posible. Quizás eran los humanos los que no estaban acostumbrados a tener a mano la magia mental para ayudarlos…Si no terapia -Es fácil juzgar a los demás...Incluso cuando no quieres- Murmuró sintiendo que se le retorcía un poco el estómago. Pero sí, había tomado su decisión así que asintió con un poco más de determinación.

-Aún cuando lo he vivido… Creo que las personas son capaces de cambiar. O al menos eso me digo…Ya no sé si lo creo ciegamente o no- Suspiró, agotada, llevándose una mano a la sien de nuevo en un gesto inequívoco de que su cabeza no paraba de darle vueltas a todo.  Se sorprendió de las siguientes palabras de Johan y levantó un poco la cabeza ante aquella perspectiva, le recorrió el rostro con la mirada y soltó una risa leve y aireada -Me gustaría conocer más a fondo Escocia, visitar el Neist Point en la Isla de Skye… Me gustaría desayunar en París y pasear por la torre Eiffel- Y también colocar un candado en el  Pont des Arts, pero eso lo calló - Me gustaría conocer Venecia y pasear en una de sus góndolas. Y conocer el mundo antes de SAM, sólo tengo las historias que he leído-  Lo de cumplir unas cuantas iba a ser más complicado por lo que no se atrevió a soñar mucho, no en ese momento, así que dejó de enumerar sitios.

En resumidas cuentas, Johan entendió qué tenía que hacer y Arleen asintió cuando le pidió permiso, cerrando los ojos y realmente esperando que aquello le ayudara. Trató de relajarse y paró de mover las manos para posicionarla en sus muslos. Durante un rato los recuerdos fueron sucediéndose entre sí y cuando Johan se apartó, Arleen tardó un poco más en abrir los ojos. Se sentía distinta, por supuesto, y parpadeó varias veces intentando enfocarse mientras hacía una mueca. Tenía un severo dolor de cabeza que sólo tendría que deberse a su pelea con Gelion pero se sentía… relajada, como si se hubiese sacado un peso de encima gracias a Johan. Quizás le había subido la tensión de toda la rabia que había sentido…y ese dolor perenne en su pecho. Agitó la cabeza como tratando e hacer desaparecer esos pensamientos.

-Sé que no nos conocemos mucho… pero gracias, por venir- Su mente, o Johan de camino, había modificado el porqué Johan estaba allí; de lo contrario Arleen siempre sabría que sus recuerdos eran una mentira y no le ayudaría en nada - Dudo que V o Fred estuviesen muy contentos de saber de mi arresto. Probablemente se pondrían del lado de Gelion- Susurró bajando la mirada hacia sus maletas y luego alzó la vista hacia él -No sé si me permitirán ver a alguien y no puedo estar en ninguna actividad de la base, pero eso no quita que pueda entrenar por mi cuenta… ¿Cuándo podemos empezar?- Inquirió alzando la mano para quitarse un par de mechones de la cara y ponerlos tras las orejas sin mucho éxito. Tenía que hablar con Sofía...

No se atrevió a decir que él nunca había juzgado, porque no era así. Claro que lo había hecho, incluso con los que habían sido sus aliados, como los Descendientes. - Sólo cambia quien quiere..e incluso queriendo es difícil cambiar nuestra forma de ser y de actuar. - así que no, no había redención posible para todo el mundo. Estaba seguro de que ni siquiera Arleen pensaba que alguien como Éamon podría cambiar, porque para empezar nunca le había dado la gana. Supuso que ya se habría dado cuenta de ello. No tardó en esbozar una leve sonrisa al escucharla hablar de las cosas que le hacían ilusión. Eso era lo que necesitaba, tener oportunidades de disfrutar. - Pues organiza el viaje y hacemos una excursión en grupo con acampada y todo. - ¿por qué no? podían hacer una pausa puesto que el mundo no se iría a la mierda más rápido por eso. No iba a cambiar nada.

Después de aquello vino todo el proceso de meterse en su mente, de buscar el recuerdo, de hacer los cambios pertinentes...era más complejo que simplemente borrar una parte dejando una laguna. Estuvo más de cinco minutos en ello, terminando por cortar la conexión cuando lo dejó todo atado. Bajó la mano de su sien y abrió los ojos para encontrarse con los de Arleen, que demostraban cierta confusión. Claro...ahora el motivo de la visita le parecería uno distinto. A saber para qué pensaba que había ido hasta allí. - No hay de qué. - trató de disimular el gesto de sorpresa cuando le dijo lo de Gelion y el arresto, sin entender muy bien a qué venía eso. Ella no había hecho nada malo por salir a beber, y ni siquiera bebió tanto porque enseguida empezaron con la bronca.

- No tiene sentido lo del arresto. ¿De verdad te compensa formar parte de la base como soldado, teniendo que acatar órdenes y todo lo demás? ¿seguro que no estás aquí para estar cerca de cierto capitán? querías ser libre, pero aquí no lo eres. Esto no es lo tuyo, no tienes por qué intentar encajar en este sitio si no te gusta. Podrías vivir con amigos como Gio, o Jo. - se levantó de la cama para quedar frente a ella, echando un vistazo a todo lo que había ido guardando Arleen antes de su llegada. Sí que parecía que tenía intenciones de irse. - Aquí no, desde luego. Pero podemos quedar en otro sitio para entrenar. Si quieres en el jardín de mi casa, cuando te quiten la chorrada esa del arresto. - ladeó la cabeza mirando hacia la puerta, haciéndole un gesto como para que le acompañase a la salida. - Por cierto...¿me puedes hacer un favor si te topas estos días con Thalos? ¿podrías sacarle si sigue mosqueado?

Organizar el viaje. Hacer una excursión. Arleen miró a Johan con una sorpresa muy evidente, le costó mucho digerir sus palabras y por primera vez en algo de tiempo soltó una risa real -¿En serio? ¿Vendrías?- No se lo podía creer. Simplemente, todo el mundo estaba tan centrado en las cosas que estaban mal a su alrededor -incluido Johan- que el hecho de que impulsara un plan espontáneo  y, quizás, impulsivo; era tan nuevo y… Le recorrió el rostro, aún con una sonrisa -Vale…lo haré- Porque antes habría dicho que necesitaba aprovechar cada día de su año maldito, solo que ahora no había maldición y había dejado en stand by muchas cosas…Un stand by que siguió por lo que le sucedió.

¿A dónde podrían ir? Sabía que Italia había mejorado. Tenía que hablar con Gio.

La respuesta de Johan sobre el arresto hizo que Arleen tensara un poco los labios -Algo tiene- Susurró incómoda mientras se abrazaba a mi misma -Le he cruzado la cara, le he insultado…Le he dicho que no voy a seguir sus órdenes- Joder, es que no había podido detener la ira que había sentido en ese momento y ahora le pasaba lo mismo que le pasó con Markus. Se arrepentía. Pero no sabía cómo arreglarlo. La pregunta sobre si estaba allí para estar cerca de Gelion la hizo suspirar-No comenzó así, comenzó con la idea del hospital y tener un sitio donde estar fuera de Ouroboros. Después del divorcio… no te mentiré, algo pensé… pero luego pasó todo y él tampoco… - Negó con la cabeza y luego arrugó la nariz brevemente -No me quedo por él, ya no, me quedo porque no tengo otro sitio… ¿Jo?- Reconocerlo hizo que sintiera una presión molesta en el pecho. En cuanto a Gio, probablemente vivía en el sótano de su hospital. Ella podría hacerlo…no en el sótano, pero ahí, sólo que le parecía algo un poco deprimente -Pensé que Jo se había mudado a la isla o estaba en el campamento- Susurró confundida.

“La cosa es que antes de que sucediera todo…si me sentía bien. Aprendí mucho con Yvonne y mis compañeros…Ayudé con el tema de los licántropos. Sentía que estaba haciendo algo…ahora…”

-El concepto con el que vine aquí no quedó tan bien redactado en el contrato y tengo una responsabilidad legal con cumplirlo, sólo que he confundido mi situación laboral con la personal y he cometido muchos errores- Miró a Johan con una mueca -Y eso sí tiene que ver con cierto capitán- Le confesó soltando un suspiro luego, de agotamiento y cansancio de tantas tonterías. Debería conocer a otras personas y olvidarse de él como había hecho con Gio, era lo más sano. Caminó con él hacia la puerta y asintió a lo de entrenar, le vendría bien.

Asintió a lo del favor antes de saber lo que era porque tenía que encontrar la forma de agradecerle la rápida atención a su llamada -Lo intentaré- Aunque no tuviera mucha suerte con los Draven -Y tú… busca entre tus amigos alguien que…- Movió suavemente las manos como para señalarse pero fueron interrumpidos por los guardias que venían a buscarla. Arleen se tensó rápidamente y miró sus manos en busca de esposas pero…No había. Intentó controlar su repentino ataque de nervios mientras se despedía de Johan que se retiraba y acabó de recoger sus cosas, una vez hecho la llevaron a otra parte de la base que no conocía…A un cuchitril que le hacía pensar que el sofá de su despacho era mil veces mejor que eso.

[EN LA AZOTEA DEL EDIFICIO]

Los informes de la mañana no habían sido nada buenos. Parecía que últimamente la tensión de la ciudad había ido a más. Y Gelion con un trastorno de ansiedad de mierda tampoco había sido de lo más productivo desde hacía unas semanas.

Es más, estaba en la azotea fumandose un puto cigarro. Él. Que no fumaba. Ya no. Hacía años. ¿Pero qué perdía por fumarse unos cuantos? Pasó de canción porque la que sonaba era demasiado alegre y volvió a apoyarse en la barandilla observando el horizonte. Uno que tampoco presagiaba nada bueno. Hacía días que venía observando una mancha turbia en el cielo, a lo lejos, casi imperceptible. Podrían ser tormentas tal vez aunque demasiado mantenidas en el tiempo.

Chascó la lengua antes de dar una calada y soltar el humo lentamente. Tenía que ponerse las pilas, dejarse de mierdas y que las pastillas hicieran su magia para poder seguir con el ritmo que llevaba antes. Demasiados frentes abiertos y poco personal y recursos.

Música:

Tras dejar a Rena, me dirigí hacia donde se suponía que estaba Gelion y tras no encontrarlo en su despacho y preguntarle a su secretaria que donde coño estaba (por qué necesitaba Gelion una secretaria?) y que esta me respondiera muy malamente, me dirigí a la azotea de los barracones. Habia revisado los informes yo también, de madrugada. Ataques rapidos y clandestinos en diferentes puntos de londres, de diferentes bandos.

"se están portando tan mal como cuando yo estaba en la Resistencia"

Resoplé. Normal que Johan estuviera hasta la polla, yo tambien lo estaba.

"pero es que lo que ha hecho se podría considerar un acto de guerra....si no fuera él....a otro lo habrían colgado"

Al subir arriba escuché algo de musica lo cual me extrañó, estaba escuchando musica? Sería para el estrés? Por qué no mejor se iba a pegar tiros?

- Hola creep, que coño haces? - dije en referencia a la deprimente canción que estaba escuchando. - Dame uno. - le dije señalando con la cabeza el cigarro que tenía. A mi se me habia gastado el mio. - Has leido los informes? No son buenos. Nos crecen los enanos. A este paso la ciudad se va a destrozar a si misma.

Seguía mirando la puta nube borrosa esa como si pudiese penetrarla con la mirada cuando la voz de Thalos hizo que automáticamente pulsase el botón de stop del reproductor. Unos cascos, debía conseguir unos cascos. Lo metió en el bolsillo y gruñó por lo bajo como saludo antes de girar para quedar de frente a su hermano.-Solo pensaba.

Llevó la mano al interior de la chaqueta rebuscando.-¿No lo habías dejado?-Sacó el paquete de tabaco prácticamente lleno ofreciéndoselo.-Sí, claro. -Volvió a girar apoyándose en la barandilla.-Tal vez deberíamos meternos todos en un puto bunker y dejar que lo haga.-Dio una calada.-¿Has visto lo del puto discurso de los "Reyes" ¿Cómo coño son tres de pronto?-Se quejó sin mirar a su hermano volviendo a fumar de nuevo.

-Luego tengo reunión con El culto del éxtasis a ver si ceden con la comida. ¿Tu que agenda tienes?-Porque la mía era una puta mierda. Me habían recomendado limitarme a misiones diplomáticas porque podía ser un elemento de riesgo para los demás. Volvió a clavar la mirada en la puta mancha esa.