Cantina de Chalmun

El tour por Francia improvisado no había ido nada mal. Ahora que había seguridad en las calles todo era más sencillo. No tenía nada que ver con lo que recordaba. Algunos monumentos estaban reconstruidos, más o menos similares pero con otro toque. Aún así Arleen pareció conforme con el paseo, y además se había puesto particularmente bella para la ocasión. Al cabo de un rato pusieron rumbo al bar, donde empezaría a congregarse la gente.

- No sé cuántos podrán asistir al final, pero estemos los que estemos montaremos la fiesta. - lo de Thalos le había fastidiado, para qué mentir, pero bueno. Al llegar al bar se encontraron carteles y globos de decoración por cortesía de SAM, que se había encargado de organizar a varios de sus androides para que montasen cosas de fiesta humana.

- Yaros tiene razón, puedes beber lo que quieras que nosotros nos encargamos. Él aguanta mucho bebiendo, como buen ruso.

Al entrar localizó a Lya como primera invitada, uniéndose a ella cuando el ruso pidió las copas.

- ¿Cómo estás, Lya? Hacia días que no te veía. En ese torre enorme apenas nos cruzamos. - echó un ojo al libro que le había regalado, acordándose entonces de lo que descubrieron en su casa, esos libros erótico festivos que le gustaban a Arleen. - Eso, lee una pagina al azar en voz alta q ver si te gusta

La sorprendió rotundamente aquel anuncio que había resonado en su habitación y solo porque tenía la nariz enterrada en uno de los libros que había hallado de lo más interesante en una de las estanterías.

¿El cumpleaños de Arleen? Miro hacia un lado como intentando encontrar un calendario que le dijera que si era el cumpleaños de ella porque se le había olvidado completamente en un lamento preguntándose en donde encontraría un regalo en un par de horas.

Y luego de haberse arreglado medianamente un poco con ropas simples, salió en dirección a la cantina, no sin antes pedir directrices y coordenadas porque la verdad es que no tenía mucha idea de donde podría quedar el lugar.

La cantina tenía sus cosas, ejemplos de grupos de “gente” desperdigados por aquí y por allá “enfrascadas” en sus cosas, observo todo a su alrededor y las decoraciones fueron lo que llamaran más su atención. Se acercó a un poco más y arranco un globo de una de esas decoraciones dándole el visto bueno. La verdad es que se había sentido culpable el llegar al lugar sin alguna cosa conmemorativa para dársela después de todo lo que había sufrido.

-Fe… Feliz cumpleaños ¿Arleen?- Se aclaró la garganta mientras examinaba a los presentes Yaroslav, Johan, Lya y luego se concentraba en amarrar con la pitilla el globo a su muñeca.

La forma tan segura en la que Yaroslav y Johan le advertían que cuidarían de ella la hacía sentir bastante segura. Dudaba que pudiera hacer alguna tontería, aunque teniendo a Yaroslav alrededor quizás sí podía hacer una. Por ella. Frunció el ceño con un gesto contrariado, muy breve, por ese pensamiento.

-¿Alexas?- Preguntó a Yaroslav sonriendo de lado por su forma tan… clara de decir las cosas. Sin embargo, se volvió hacia una chica que se acercó a ellos. Tardó un poco en reconocerla -Lya…- Repitió al igual que los otros y recordó rápidamente sus escasos encuentros. Había sido amable y…había probado sus vestidos. Arleen sonrió de lado ligeramente complacida por su halago mientras se paseaba las manos por las piernas, uniendo un poco las telas -Es un poco más revelador de lo que suelo usar- Reconoció, minimizando un poco el halago como acto reflejo -Tú también estás estupenda.

“Oh…eso…”

-No había esperado ningún regalo- Mencionó para luego mirar un poco el sitio con las decoraciones y la música de fondo, sintiéndose de pronto como si aquello no fuera la realidad. Se sintió… extracorpórea momentáneamente. ¿Era esta una forma nueva de hacer que las cosas giraran sobre ella? ¿Era realmente histriónica? La preocupación la atrajo de nuevo a su cuerpo y tardó un momento en concentrarse en lo que decía Lya, pillando lo último. Lo de “rechupete”

Cogió el libro con curiosidad y ante la sugerencia de Johan abrió el libro por donde pudo y empezó a leer

“You need to tell me if I’m too rough.”
“I’m okay.”
With our eyes locked, he pulls out and slides back in. I stretch wide.
Oh god . . . so, so good.
I’ve never been fuck…

Arleen se calló de pronto al darse cuenta de lo que estaba leyendo, pues la primera pista la pasó por alto ya que era lo que solía consumir; y cerró el libro de golpe mientras se sonrojaba de forma violenta y le entraba la risa tonta mientras miraba a Lya -Eh… jajaja…- Ladeó la cabeza tratando de aparentar normalidad y fallando estrepitosamente -No sabía… No… Necesito…- Empezó a darse aire con el libro buscando con la mirada a Yaroslav a ver si la llamaba o traía los tragos pero fue Yvonne quien llamó su atención.

-¡Yvonne!- Gritó de modo un tanto alto, o quizás era por estar con el ruso, o por la música, o por los nervios pero necesitaba algo. Sí.. sí… iba a beber, qué vergüenza por favor -Gracias…- Sonrió de forma nerviosa y asintió con suavidad dejándola atarle el globo -¿S-sabes? Bebidas…- Dijo atropelladamente y pasó entre Johan y Lya para ir al bar con Yaroslav y buscarle algo de beber a Yvonne.


Nivel recuerdos Lya e Yvonne

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'Dado (10)' :

De pronto las luces de la cantina se apagaron, todas sin excepcion alguna. La música incluida. Sonó un ruido como de disco rayado mientras se cambiaba de pista.



Y así empezó la cancion, los primeros segundos a oscuras pero luego se encendieron luces de discoteca y bajó una piñata del techo, que estalló sin más sin que nadie la rompiera, soltando confeti, ibuprofenos y chucherias. Porque Arleen cumplía ya una edad, a esa edad, se necesita ibuprofeno.

Salí de las cocinas llevando una tarta de de cumpleaños de tres pisos, de nata y fresas, rodeada de sandwiches de nocilla.

¡Era el primer cumpleaños de un humano que se celebraba en la Cantina de Chalmun! Un evento unico para todos los androides curiosos!

- DEJAD PASO! FELIZ CUMPLEAÑOS!!! - la fiesta siguió o se vino más arriba porque ahora todos los presentes alli sabian de la fiesta y estaban bailando con Parchis. Bueno, no todos, obviamente. Llevé la tarta hasta la humana que estaba en la barra y se la dejé, la saludé alegremente. - Enhorabuena por seguir viva! todo un reto para los humanos!

Alzó un poco el mentón a modo de saludo a Yaroslav -Hola- No eran los mejores amigos, ni amigos, apenas conocidos pero eran renegados y eso contaba para algo. Ante la pregunta de Johan alzó los hombros -Mejor que otros. Ahora parezco una luciérnaga cuando hago magia pero…estoy entera-

“Lo dice como si nos hubiésemos visto antes”

No sabía si era por quedar bien o no, sinceramente, tampoco le importaba. Al ser el líder seguro tenía sus cosas que hacer con Thalos y el resto de la élite, del inner circle. Su padre funcionaba igual. Por ende… sabía cómo funcionaban los hombres en el poder y no esperaba nada de él, ni de los Draven, ni de nadie.

Se concentró en Arleen cuando la halagó -Ya… la próxima vez avísame y nos arreglamos juntas- Le guiñó un ojo con picardía, pero notó que se fue…a otro lado. Miró a Johan cuando Arleen le robó el libro y sonrió de lado ante la sugerencia de Johan y cómo la otra fue a por ello sin problemas.

“Joder”

-Hey…- Le entró la risa al verla tan nerviosa -Parece que se lo pasaba bien. ¿Por qué has parado? Tienes buena voz- Pero Arleen se había puesto roja y pasó entre Johan y ella queriendo escapar. Volvió los ojos divertida a Johan -Yo quiero ver cómo acaba…- Se le veía la maldad a leguas, se giró para ir hacia Arleen cuando todo se apagó

-Mierda- Sus sentidos se activaron de pronto y alargó una mano al hombro de Johan mientras convocaba un escudo sencillo que hizo que toda su piel resplandeciera a través de los “cortes”, pero aquello quedó en segundo plano cuando las luces de la discoteca empezaron a brillar. La tarta era gigante, había confetti y pastillas por todos lados y…

“Yo quiero tarta”

Soltó a Johan dejándolo atrás y caminó hacia Arleen aplaudiendo y uniéndose al cumpleaños -¡Pide un deseo!... ¡O varios!-

Estaba esperando las cervezas con tequila cuando vi aparecer a una rubia con un globo que habló con Arleen.

- Que sean cinco cerrvezas con tequila! - escuché desde donde estaba aquello del libro, se puso a leerlo y casi me atraganto con mi cerveza porque era muy, muy subido de tono. Mentiría si dijera que no me interesaba que siguera leyendo.

"madre mia"

Me ahogué un poco y volví a beber, mucho, para ocultar mi vergüenza y sonrojo. Estaba pensando cosas poco decorosas pero que sin duda serian muy satisfactorias de hacer...

"le gustan esas cosas?"

Ya tenía la bandeja con las bebidas de todos y les hice un gesto para que se acercaran, dandole a Arleen dos de las jarras con una sonrisa pero sin mirarla a la cara.

En ese preciso instante las luces se apagaron y evidentemente, me temí lo peor, igual que Lya. Sujeté a Arleen por la cintura para no "perderla" ya que no podia verla y la pegué a mi, convocando un escudo magico alrededor nuestra pero... en seguida empezó a sonar musica fiestera, las luces y demas. La atmosfera se relajó pero yo seguia confuso. Aflojé despacito mi agarre sobre ella mientras intentaba aterrizar de nuevo.

"no estamos bajo ataque?"

Lya vino, tranquilisima, y una mujer...androide...tarta? Fijo que estaba envenenada!

- Alto! Podrria tenerr veneno! Como sabemos que no quierres matarrnos?

Saludó a Yvonne cuando se acercó con el globo para atarlo en la muñeca, pareciéndole un gesto bastante gracioso. A decir verdad la conocía poco, pero para eso estaban las fiestas, para conocerse mejor. - ¿Qué tal? ¿sabes si va a venir alguien más de los tuyos? ¿Has visto a Thalos últimamente? - a ver si podía cotillearle algo, si estaba de mal humor o lo que fuese. Seguramente no era sólo porque no quisiera verle, sino más bien por todo lo de Reed y Erika. Entornó los ojos con cara de no entender mucho eso que dijo Lya de parecer una luciérnaga, como efecto secundario de la batalla le parecía raro. Otra a la que no conocía lo suficiente. Dejó pasar la pregunta por el momento, acercándose más a Arleen cuando se puso a leer el pasaje subidito del libro. - Uuhhh...eso está interesante. Sigue, sigue. - se rio al ver que se abochornaba, esperando que Lya lo continuase. Al menos hasta que se apagaron las luces...

El momento sorpresa con la tarta hizo que se diera cuenta del modo en que Yaros había agarrado por la cintura a Arleen al irse las luces, muy protector él. Lo miró de reojo de manera más o menos disimulada con una sonrisilla, dirigiéndole un pensamiento sólo a él.

"¿te gusta, eh? y mira qué guapa viene hoy"

El caso es que se puso algo tenso al ver a la androide Alice, aunque supiese que ya no era enemiga. No se olvidaba de que había sido una asesina implacable cuando estaba dominada por SAM. Era raro verla allí ahora con la canción de cumpleaños feliz y trayendo un pastel. El comentario paranoico de Yaroslav le hizo relajarse un poco, dándose cuenta de que no podían ser tan exagerados ahora que - Naah, ¿qué va a tener veneno? nadie quiere matarnos aquí. - cogió la bebida que había pedido Yaroslav, pegándole un buen trago. Hizo una pequeña mueca, eso estaba fuerte y llevaba tiempo sin beber.

- Felicidades retrasadas, Arleen. Que seas muy feliz este año que empiezas y que todo mejore de aquí en adelante.- esperó a que pidiese su deseo y soplase las velas, haciendo un gesto después a la androide para que le escuchase. - ¿Puedes preparar un karaoke y juegos de varios tipos? A no ser que ya tengáis pensados algunos...- se encogió de hombros mirando a los presentes, aunque lo mismo llevaban tanto tiempo sin festejar que ya ni se acordaban de cómo se hacía.

Fue en el momento que estuvo a la altura de los demás para entregarle el pseudo regalo de cumpleaños a la castaña, que se dio cuenta de que había cierta espectatiba en el ambiente que ella no alcanzo a entender.

Estúpidamente se le quedó mirando a Arleen por sus inconexas palabras, y otra vez hacia que se perdiera en lo que estaba diciendo o es que se había vuelto tonta hasta cierto punto. Algo debió de haber pasado hace tres meses con ella que no sabía. Farfullo un "¿porque tartamudeas?" cuando comenzó a alejarse dejándola sola. ¿Debería seguirla? Miro las caras a su alrededor pareciendo enfuruñada antes de moverse hasta Arleen y su extraño acompañante qué la hizo enerbarse un poco.

-¿Y quien eres tu?- Pregunto en un tono brusco al moreno que parecía querer jugar a las mil preguntas con ella. Sus facciones le hicieron recordar a aquella persona de la base, pero ahora tenía que ponerle un nombre a esa cara, aunque si lograba captar en esencia que era uno de los amigos de Arleen, pero ella a veces le hablaba de las mil cosas y medio mundo que hacía que se confundiera. - Lo siento por eso. - Continuó con la conversación pidiendo disculpas por si le había ofendido el que no supiera su nombre. - Supongo que el capitán esta bien. - Se encogió de hombros porque no sabía que más responder, tampoco era como si lo viera por los pasillos.- Si quieres saber algo de el, deberias preguntarle directamente. - La verdad era que ella no quería meterse en cosas más allá de las que debería.

Todo el mundo se había puesto tenso cuando se apagaron las luces e incluso ella quedó perpleja. Pero no por mucho tiempo. El pastel el canto y las felicitaciones hicieron que ella aplaudiera en un gesto tipico de despues de que se pidieran los deseos y se apagaran las velitas.

Aún roja como un tomate, cogió la cerveza de Yaroslav, tiró el chupito dentro y empezó a bebérsela a grandes tragos procurando respirar y controlar el nerviosismo. ¡Cómo que siga! Eso se leía en la cama, con un buen té, acurrucada y…sola. Joder…Miró a Lya de reojo y le abrió los ojos en plan “Me has vendido” y luego a Yvonne -Nervios-

Si antes había estado nerviosa, en el momento en el que se apagaron las luces su terror a la oscuridad hizo que se quedara fría en el sitio esperando la llegada de los demonios y sus garras. Esperó ruidos…Esperó gruñidos -y no de los calientes- pero no llegaron. Yaroslav la cogió y Arleen le apretó el brazo clavándole las uñas con fuerza mientras intentaba tranquilizarse.

“No es el torneo, no es el torneo”

Pero la piñata, las luces, los gritos, la música, la gente…Empezó a ser demasiado y la morena empezó a temblar como un papel mientras sus sentidos le decían que estaba de nuevo allí, siendo pisoteada y ahogada por la gente. Una parte de ella sabía que no estaba allí pero no parecía lograr salir del trance y aunque su mirada estaba en la tarta parecía no estar allí

"No puedo respirar" -No…- Le dijo a Yaroslav cuando la soltó un poco y le clavó las uñas con más fuerza mientras escuchaba sus gritos. “Tarta…es…es mi cumpleaños. Es mi cumpleaños…Tengo que…moverme…y…” -Yo…- Miró a Lya cuando le dijo que pidiera un deseo, o varios, y luego a Johan felicitándola.

“Mejorar… sí…mejorar”, quería moverse. Quería unirse. Quería inclinarse y soplar las velas pero tenía el cuerpo bloqueado. El mensaje de la androide era…había dado en el punto y Arleen asintió con suavidad. No estaba en una turba, había sobrevivido a eso.

“¡Muévete!”, pero su cuerpo seguía tan parado y tenso como lo había estado cuando se apagaron las luces. Tragó en seco y miró a Yaroslav un segundo, a su mano que fijo le estaba haciendo daño y se obligó a aflojar el agarre lentamente -[i]Lo siento[/i]- Dijo inclinándose brevemente para darle un beso en la mejilla como disculpa. Aún un poco agobiada y con el cuerpo tenso avanzó hasta la tarta y sopló las velas pidiendo que los deseos de Johan se hicieran realidad y todo mejorara para ella.

Se incorporó mirando la tarta con el ceño fruncido -Tienen prohibido herir a los humanos- Explicó Arleen mirando por encima del hombro a Yaroslav, luego metió un dedo en la tarta y se robó un poco de nata para ponérsela en la nariz al ruso. Sonrió de lado sintiéndose un poco mejor antes de repetir el gesto pero, esta vez, para comerla. El dulce la hizo cerrar los ojos y suspirar. Le gustaban los dulces…¿Cuándo había sido la última vez que había comido algo así? Cogió una fresa y la hundió en la nata para luego comérsela disfrutando de ese pequeño momento mientras el estrés abandonaba un poco su cuerpo y podía moverse con más facilidad.



¿Qué tanto le afecta la oscuridad, luz, música y el estruendo general?

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'Dado (10)' :

Notó que Arleen parecía tensa y entrecerró los ojos, pero la verdad… había ibuprofeno en el piso y la droga era buena así que se puso a recoger varias para metérselas en los bolsillos -¡Deja de gritaaaar!- le soltó Lya a Yaroslav mientras cogía la cerveza que le tocaba y preparaba su propio submarino, bebiéndose la mitad mientras la morena parecía salir de su trance e ir a por la torta. Le apetecía hundirle la cara en la tarta pero fijo que le daba algo si ensuciaba su vestido.

Miró a Johan arqueando las cejas cuando se tomó confianza con el ruso y le ensució la cara,o intentó, pero decidió no seguir por ahí. De pronto Arleen parecía en su mundo con la fresa y Lya pensó que había carta libre -Ale- Se cogió un sanwich de nocilla al que le pegó un mordisco y soltó un gruñido de gusto -Qué bueno está-

Se acercó a Johan cuando habló de juegos, oyendo de fondo a la borde de la otra, humana seguro. La miró de arriba abajo -¿Y tú de qué conoces a Arleen?- Le preguntó con interés mientras mordía de nuevo el sándwich. Si le preguntaba por Thalos quizá era de la base.

“Para variar…”

Alzó la mano pensando en un juego que podía poner la cosa más interesante -Podemos jugar al Nunca jamás. Todos saben las reglas. El que sí lo ha hecho, bebe- Dijo y arqueó las cejas varias veces sonriendo de forma maliciosa -Yo nunca jamás me he masturbado después de leer un libro erótico- Se llevó de nuevo el sándwich a la boca mientras veía a los demás esperando que bebiera alguno.

Estaba en una reunión con SAM, debatiendo sobre nuestra situación allí, nuestras necesidades y su idea de nuestras necesidades, cosas que parecían ser completamente diferentes, cuando dijo que teníamos que ir a una reunión importante.

Ni siquiera me dio tiempo a preguntar de qué iba la reunión, ni a vestirme con mi atuendo que indicaba que era capitán ni nada parecido. Simplemente me arrastró de la habitación la mar de emocionado y nos metió en un ascensor- tubo, de los que usaban ellos. Al llegar al sitio directamente al interior , en una esquina del lugar, salí con la cara pálida. Demasiado rápido. Demasiado intenso.

SAM gritó con la voz de otra persona o de muchas personas diferentes algo que no escuché bien mientras mis oídos volvían a su ser. (Gritaba felicidades repetidas veces, muy contento, con serpentina holográfica y matasuegras incluido) . Pude echar un vistazo al lugar, encontrando una...fiesta? Fruncí el ceño, cruzando mis brazos al ver a la panda que había allí y simplemente me acerqué a la barra apartado de ellos y pedí una copa mientras tomaba asiento en un taburete.

Esperaba que SAM tardase poco.

Escuché algo de masturbarse y lancé una mirada dudosa y extrañada hacia el grupito antes de volver a mi copa.

- No tiene veneno. Salvo que consideres las altas cantidades de azucar que tiene, un veneno. Este es un alimento que por su contenido en ingredientes y bajo valor nutricional podria considerarse un ultrapocesado. Entonces, si es veneno. Para vosotros. A largo plazo. En grandes dosis, o pequeñas dosis, durante mucho tiempo.

Qué dificil era ser humano. Pero eso no contaba como querer hacerles daño, pues ellos eran dueños, con la verdad, y el conocimiento, de lo que querian comer y lo que no. El alcohol tambien era un veneno y lo serviamos alegremente, pero ellos ya lo sabian.

- Eso es veneno. - le dije al hombre de pelo blanco señalando su cerveza enorme con tequila. Luego volví la mirada bionica a la mujer y maticé. - Prohibido herir humanos a no ser que ellos nos ataquen primero. Podemos defendernos. - observé a Johan porque me acordaba perfectamente de él. - Nosotros nos hemos pegado ya. Estás en mi base de datos. Tú tambien. - señalé a Arleen, a Yaroslav y Lya, incluso Yvonne, porque aunque a ellas no de modo directo, sí a través de la mente colmena.

- Claro! Prepararemos un karaoke. Es sencillo. - miré a uno de mis compañeros y fue directo a prepararlo. Mientras tanto procesé la propuesta de una de las mujeres. - Puedo jugar?! Por favor?

Entre que Arleen me estaba clavando las uñas más asustada que un gato cerca de una bañera, y Johan lanzando pensamientos insidiosos a mi cabeza...no, sinceramente, no sabía que era peor.

MIré a Johan a través de las lucecillas discotequeras con los labios fruncidos y asentí un poco. Pues si! Me gustaba! Culpa suya por presentarmela para una cita a ciegas. Ahora si quería clavarme las uñas no me quedaba mas remedio que aguantarme y dejarla. Se habia quedado un poco congelada, seguramente teniendo recuerdos del vietnam.

- Ehhh?! - le dije a Arleen para que repitiera, porque no entendí su lo siento con tanto jaleo, pero fue desclavando sus uñas de mi brazo y lo tomé como gesto de que ya podía soltarle, que se sentía mas segura. Pero me dio el besito aquel en la mejilla y el corazon se me saltó tres o cuatro latidos. Miré a Johan y me señale la cara.

"has visto eso?! Yo creo que tambien le gusto!"

Ah, pero la androide asesina....

-VES! ACABA DE DECIR QUE ES VENENO! - agité mi jarra indignado. No me fiaba un pelo. Seguro que si queria matarnos y solo deseaba que nos confiaramos. Pues aqui habia un ruso al que no iban a pillar desprevenido, no. Ademas, debia cuidar de Arleen. Asi que solo me bebería diez cervezas, para seguir sobrio. Y un vaso de vodka.

- Yo no grrrito!!! - le grité a Lya cuando me dijo que no gritase. Obvio no pensaba comer nada de eso, aunque a ellos los vi disfrutar con las sanwiches. Cuando estuvieran muriendose darian gracias de que alguien siguiera en pie para salvarles el culo. Lya siguió hablando de masturbarse pero yo bebí sin mas, no porque lo hiciese jugando a lo del yo nunca, si no porque tenía sed, y me tocaba beber. Bebía mucho. Lo unico es que podria malinterpretarse, aunque yo no me di ni cuenta. Bufé y luego miré al amor de mi vida.

- Estass mejorr? - La androide se puso a ficharnos y decir que nos hbia pegado a todos. - No me caes bien. - entrecerré la mirada y entonces llegó un escandalosisismo Sam, haciendose el fiestero. Mi ceño se frunció y miré al capitan Draven que habia venido con él. Los recuerdos de los oscuros tuneles del metro de Londres en los que permanecí con uno, ocultándome del otro, durante taaaaaaantos meses....provocaron una mueca nada amistosa en mi cara.[color=#000000] - Yo nunca....me he teñido el pelo de rosa.... - [/b]dije sin quitarle ojo al androide pegando un trago tras eso.

No tenía claro si alguna vez había interactuado con Yvonne con su nombre o si sólo le sonaba de escucharlo por Arleen, así que se presentó en condiciones.  - Soy Johan Black, del grupo de los renegados, llamado después Concilio Libre. - cosa que por cierto ahora había quedado en pausa, diluida o a saber qué. Como el ejército. Torció un poco el gesto por la sugerencia de Yvonne de preguntar directamente a Thalos, dándole la sensación de que ocultaba algo. Supuso que no iba a sacar mucha información de ella.  - Ya, eso haré luego. No quiso venir a la fiesta. - dejó de conversar con Yvonne con todo el jaleo de la parafernalia de la tarta y las luces, esperando que los nervios de Arleen por tanta hiperestimulación no fuesen a más. Parecía que estaba medio paralizada y le costó reaccionar hasta soplar las velas. A saber qué pasaba por su cabeza. Por suerte superó el bloqueó y siguió, llevándose los consiguientes aplausos que seguían al soplado de velas. Luego miró a Yaros  de nuevo con la sonrisilla de "ya he visto, ya" cuando la chica le dio el beso en la mejilla.

"Puede ser, pero ve despacio, no la asustes."

Ya les echaría un ojo a los dos para ver por dónde iban saliendo. Tampoco quería que el ruso lo malinterpretase y acabase con su corazón bolchevique destrozado. Rodó los ojos cuando ALice se puso en plan nutricionista pesada, aunque tuviese razón en parte en los venenos del azúcar y el alcohol. - Ya, todo mata. Hasta respirar. Es lo que tiene tener cuerpos mortales. - se quedó mirándola fijamente como si recordase las hostias que pegaba y lo letal que resultada.  Joder, era muy muy raro celebrar con ellos.  - Me acuerdo, no sé quién perdió. Mmm...si nos pegamos para entrenar...¿sabrías hacerlo? quiero decir, no interpretar que te estoy atacando con malas intenciones. Como "amigos"- tampoco quería jugársela y que se le fuese la pinza robótica. Le dio un puñetazo en el hombro a Yaros no muy fuerte a modo de ejemplo, para que la otra lo pillase.  

- ¿Ves? algo así, de juego, un poco como el karaoke.. - mientras la androide se lo pensaba le siguió el juego a Lya, uniéndose a su propuesta de los juegos esos de beber.  - Ya sólo nos falta el juego de la botella para hacer de viejóvenes jugando a la adolescencia. - comentó con sarcasmo, no bebiendo en esa ronda porque simplemente no leía libros de ese tipo. Tampoco se había teñido el pelo de rosa, o no recordaba al menos haber usado su magia de transformación para ese color.  Echó un vistazo de reojo al ruidoso SAM cuando entró al cumpleaños, sorprendiéndose por la presencia de Gelion. Ah, las llamadas "aleatorias". Se removió algo incómodo en el taburete antes de proponer algo más para el juego. A ver...

- Yo nunca...he mentido a alguien que me importe o mantenido una mentira hasta el día de hoy. - obviamente bebió un buen trago, fijándose después en quién más lo hacía.

-Soy Yvonne Euclides, científica de la base militar... Mucho gusto. - Aunque ya no había base militar a la que regresar para ser científica. Se presentó reaccionando ante el salud de Johan para no ser descortés. Se quedo sentada en un lugar ni tan cerca del grupo, pero tampoco tan lejos examinandolos a todos en el proceso, aunque su concentración se vio mermada por las palabras de Johan haciendo que asintira con la cabeza. - Supongo, el capitán es raro. - A veces tenía ese sentido del humor que le hacía contar chistes raros y otras veces parecía un perro rabioso, aun así, lo había visto más veces como un perro rabioso. Podría haber dicho que los dos hermanos eran extraños justo cuando apareció Gelion, hechado una corta mirada en su dirección. - Pero, puede que este ocupado por eso no quiso venir, han pasado muchas cosas. -

Tanta algarabía la hacía sentir contrita he hizo un ademan de responder a la pregunta de la peli rosa por el desde cuando conocía a Arleen pero para esos momentos, su nerviosismo se sentía a flor de piel y solo se quedó sentada dando vueltas a ese vaso qué le habían pasado con un líquido extraño, y lo decía porque eso era lo que le parecía el contenido, a demás de que ya se lo había llevado a la nariz para poder saber que era realmente, haciendo que hiciera una mueca ante el fuerte olor.

A lo único que reaccionó fue a las respuesta que le daba aquella androide al tipo ese que gritaba a cada rato, si era su forma de comunicarse con los demás era muy extraña, pero se consoló pensando que de donde venía sería algo común. No lo identifico como un inglés por sus marcadas palabras ni inclusive con un Irlandés ¿Escoses? Lo dudaba.

Sinceramente no se unió a ese juego de beber ni confesarse porque no llamo su atención, lo que si tuvo fue la agradable necesidad de escaparse hacia su cuarto en la torre. Volvió a inspeccionar el contenido de su basó y tras agitar en varias vueltas el líquido, decidió llevárselo a los labios con la curiosidad de probar su contenido solo dando un pequeño sorbo.

Arleen estaba disfrutando la nata cuando escuchó una voz,o muchas, y más serpentinas y cosas. Desvió su mirada hacia SAM mientras masticaba la fresa y tuvo una sensación un poco extraña. Era bizarro tener a SAM deseandole feliz cumpleaños cuando, por su culpa, podría no haber estado ahí. Ya hablaría con él… Movió la vista a la figura que se apartaba de él y puso cara de sorpresa y luego de confusión.

“¿Se acordará?”

No lo sabía pero… Pero tampoco podía depender de él para ser feliz. Desvió la mirada hacia Alice cuando la corrigió -Exacto- Reconoció asintiendo aunque luego soltó aquello de que se habían pegado -Estás equivocada. Yo no te he pegado, no soy violenta- Cogió otra fresa y la embadurnó de nata para seguir comiendo mientras el ambiente se relajaba un poco y muchos iban a su bola.

Miró a Yarik cuando le preguntó si estaba bien y le sonrió agradecida -Sí, algo. Aunque me parece surreal todo esto- Confesó inclinándose hacia él para decir la última rase en voz baja. Pero luego ya siguieron a lo suyo, Arleen cogió un sandwich de nocilla y se acercó a Yvonne para dárselo antes de escuchar a Lya con su propuesta de juego.

Mientras ella iba hablando se pidió una copa de vino blanco pero al oír lo que dijo Arleen sintió que se le encendían las mejillas de nuevo, se giró sobre sus talones para observarla con el ceño fruncido y la boca abierta…

"Quizás porque es para gente culta y con mente creativa"

Y ahí se dio cuenta de lo rota que estaba.

“Nunca antes habría pensado en decir algo tan…hiriente”, inspiró profundo y cerró la boca. Miró de nuevo a SAM y luego a Lya. Aún así, era su cumpleaños y podía poner límites de forma asertiva. Alzó suavemente el mentón -Para ser completamente sincera necesito una bañera llena de vino blanco- Reconoció aunque el sonrojo iba subiendo hacia su frente y bajando hacia su escote -Lo único Lya, es que no voy a permitir que arruines mi hobbie. Soy mujer, una mujer muy física a decir verdad, y tengo necesidades. Pero soy muy mala en las relaciones y no puedo llevarme a la cama un hombre cada noche. Hago lo que puedo con lo que tengo- tragó un poco mientras reorganizaba su cerebro  y lo que quería decir porque le estaba entrando calor de hablar tan valientemente -Si consideras el sexo como algo bochornoso, aunque es natural, es tu asunto -¿Por qué estaba temblando tanto? Puso la mano en la barra para que no se notara -Pero no lo uses como arma para avergonzarme- Miró  un segundo hacia Yaroslav porque lo había pillado bebiendo -¿Verdad, Yarik?- Preguntó de forma orgullosa mientras cogía la copa de vino que le daban y pegaba un buen sorbo -Además, no siempre es después. A veces es durante -

-Puedes jugar, cuál es tu nombre?- Terminó de hablar y sintió que se había sacado un peso de encima, leer no era malo y satisfacerse tampoco. No iba a permitir que la avergonzara más. Volvió la mirada a Yaroslav cuando dijo lo del pelo rosa, luego a Johan y la confesión de Johan hizo que su gesto se ablandara. Pensó un poco sobre lo suyo y al ver el vino supuso que sí… que había mentido, así que bebió otro trago -Yo nunca jamás he…Oh, ya, yo nunca jamás he visitado Rusia- Sonrió a Yaroslav como si le hubiese pillado. Después de eso miró a Johan -Jaja la botella... No sé. Es muy juvenil ese juego ¿no? Pero podemos ir a bailar o cantar...¿Quién lo hace primero?

La llegada de SAM acompañado por un tipo hizo que mirara con recelo al bicho. No pensaba que los fueran a matar con veneno pero de allí a sentirse totalmente cómoda con los androides a su alrededor, bueno eso era un gran paso. Bebió de su cerveza mientras escuchaba a Yvonne - Encantada, yo soy Lya. Bruja de los Rene… concilio libre- con los cambios de nombres se liaba. Sonrió de lado y bebió otro trago justo antes de pedir unas ronda de chupitos.

Vendrían bien para el juego.

No obstante, Arleen se…¿Ofendió? Lya la miró interesada para luego sonreír abiertamente. Así que física y con necesidades. Si quería ella podía ayudarle. Recorrió lentamente su rostro sonrojado y el camino del rubor hacia su escote con interés renovado y, ojo, la escena de la bañera…no tan mal-Vale, vale… luego me lees un poco y me enseñas como disfrutarlo- le guiñó un ojo con claro flirteo, aunque por su exposición le parecía que era heterosexual.

Volvió las mirada a Yaroslav y le sacó las lengua por si reto antes de beberse un chupito… y dos (porque había hecho las dos cosas) por el reto de Johan… y otro por el de Arleen. Le entró la risa porque parecía las única que bebía -Yvonne, no juegas?- inquirió acercándole un chupito al ver que no decía nada.

-Yo me apunto… te vendrá bien para esas necesidades tuyas… bueno nuestras- Le golpeó suavemente con el codo para que supieras que era broma y fue a por otro sándwich para seguir comiendo, que la vida era muy corta -El que propone, dispone… empieza tú…Porque si empieza Yaroslav fijo que nos echan- dijo a Arleen alzando las cejas varias veces al ruso.

- Claro. Es posible usar la violencia a modo de entrenamiento. Será un placer entrenar en una franja de no letalidad, Johan Black. - le dije al mago, estrechando su mano, aceptando asi un posible futuro intercambio de técnicas de combate. Los procesos siempre resultaban mas complejos, aleatorios e inesperados cuando se trataba con humanos.

Mis ojos captaban cada gesto, entonacion y mueca pronunciada mientras hablaban de masturbarse, de cosas intimas o no tan intimas, el nivel de temperatura corporal de algunos subía delatando ciertas cosas biologicas. No bebí en ningun momento porque a pesar de poder hacerlo, no me identificaba con ninguno de esos enunciados.

"una cientifica de la base militar, Yvonne, Gelion el capitan de la base militar, Arleen Royden, bruja de Londres, Johan Black, lider de la resistencia, Lya y Yaroslav, miembros de la Resistencia.... y Sam. Uno de ellos"

La mirada se quedó clavada por un tiempo indeterminado en aquel amorfo androide, que seguía presente, de modo individual, en cada aspecto de la ciudadela. Pasé a segundo plano, dejando a los humanos conversar, quedando en aquella posicion vigilante un tanto extraña.