Piso 7 | Pareja Evans-Pyro

Intento respirar más tranquilamente cuando el estres inicial empieza a ceder pero no me separo de Des, notandome cada vez más cansada. Suspiro brevemente.
"Pedir perdón. Lo dice como si fuera fácil. Minutos antes le dije que no era partidaria de la venganza y qué hice? Una vendetta. Así, sin más"
Cierro los ojos nuevamente soltando su camisa y abrazandolo yo también. En el fondo agradecía que se hubiese mostrado tan amable conmigo. Sonrío un poco cuando me dice que él se encargará porque puedo confiar en que lo hará. Pero me pide una cosa a cambio que hace que deje escapar el aire en un suspiro
-Está bien-
"Pero no dijo tiempo así que puedo hacerme la idiota por años"
Me río internamente y después lo miro dandole un beso en la mejilla
-Gracias por todo, Des-

Al aparecer en la casa de Desmond se me hace más evidente que la otra vez el contraste del modo en que viven ellos al modo en que vivimos nosotros. Son como la élite de los magos y tienes aquí un lugar seguro en el que vivir más o menos tranquilos, donde poder hacer sus vidas sin sobresaltos. Pero también me da por pensar en la poca capacidad que tiene esta isla para acoger a más gente de otros lugares, otros sitios que no sean Inglaterra. Tampoco me he preguntado dónde está exactamente la isla, y supongo que eso será uno de sus secretos mejor guardados. Asiento cuando dice que nos va a hacer el tour, aunque no puedo evitar estar algo tenso por si aparece Cate. Mientras le muestra a Chloe el sitio donde se va a quedar yo me dedico a lanzar miradas furtivas por el pasillo, aunque después de unos segundos decido acercarme a Chloe. - Tú quédate aquí descansando en el cuarto, has tenido un día complicado ...-

"como me entere de quién ha sido...ojalá me lo cruce en luna llena"

Voy al baño de la habitación para sacar unas cuantas cosas de un botiquín muy básico, volviendo junto a Chloe para curar los cortes que tenía en manos y antebrazos por culpa de lo del bar. La tarea es bastante sencilla porque sólo es limpiar, desinfectar y liar con unas gasas, así que en pocos minutos he terminado. Después salgo del cuarto, dejando ahí a Chloe para irme con Desmond, alejándome del cuarto en el que se ha quedado mi hermana. Comprendo perfectamente que no quiera meter a un extraño en la que fue la habitación de su hermano, aunque cederme la suya debe de costarle un poco también.

- No te preocupes por eso, sólo estar aquí es como...una diferencia abismal respecto a lo de ahí abajo.

"je...al final va a ser cierta lo chorrada esa del cielo arriba y el infierno abajo"

- A mi no me hace falta mucho, con saber que el sitio es seguro y que mi familia está a salvo me sobra. Una cosa...- la duda me había estado rondando la cabeza desde que llegamos, pero no tengo claro si lo han hablado ya o no. - Podemos salir de aquí con normalidad, ¿no? quiero decir, la gente sabe que estamos aquí, no se nos van a echar encima como intrusos, ¿cierto? además, podemos marcharnos a tierra cuando queramos, supongo. No podemos quedarnos aquí aislados sin mover un dedo con lo que sucede.

- ¿Dragones? entonces esto no es seguro si puede venir un bicho así a rostizarlo todo! -

Me alarmo un poco por lo de los dragones, aunque él no parece preocupado en absoluto, así que por algo será. Eso o que nunca han sufrido un ataque de uno como los que había por Bastion Hollow. Lo de las miradas que nos lanzarán otros no me preocupa demasiado, básicamente porque me da igual lo que pienses, mientras estemos a salvo en este lugar da lo mismo.

Cuando me menciona a Cate de nuevo me pongo algo tenso, recordando el motivo por el que estoy aquí, la insistencia, y por qué no decirlo, chantaje emocional de su hermano. Y también que tenía que hablar con ella, pero tal vez no ahora, puede que dentro de unas horas, cuando me mentalice para ellos.Me fijo en la marca que menciona Des en la puerta, como un prohibido el paso. Realmente parece que no es momento de entrar. Suspiro pesadamente, tratando de retrasar ese momento.

"pero por otro lado...debo hablar con ella"

- Déjala...puede que necesite su tiempo. Yo iré a hablar con ella cuando sea conveniente, todavía no. Primero esperaré a que se instale el resto, y a que llegue Azahar, tal y como has dicho. Mientras vas a por ella puedo quedarme ayudando a Chloe a instalarse y dejando mis cuatro cosas también en la habitación. Ve tranquilo, yo me quedo aquí al cargo.

Me despido de Desmond cuando al pobre le toca bajar por enésima vez a eso de buscar a gente, quedando a solas en la puerta de mi cuarto. Ahora me siento algo mal por haberlo tratado así en la entrada de la base, es un buen tío y sólo quiere ayudar. Eso sí, sigo pensando que ha usado las palabras justas para conseguir manipularme emocionalmente para venir aquí, aunque haya sido decisión mía venir. Paso a la habitación, dejando un pequeño macuto sobre la cama. Apenas tenía cuatro cosas en ella, una poca ropa de la que aún conservo sin romper, la cámara de fotos heredada de mi padre, un par de libros y algunas fotos de tiempos mejores. Las cimitarras solía llevarlas siempre al cinturón, así que también me las quito para descansar un poco y quedarme más cómodo. Después salgo del cuarto para ir a ver a Chloe, aunque a abrir la puerta veo que se ha quedado ya dormida sobre la cama, aunque sin tapar ni nada. Paso a la habitación para recolocarla y dejarla tapada, saliendo después de nuevo.

Ahora que no tenngo nada que hacer y puedo bajar la guardia de manera temporal me siento extraño, como con un extra de alerta y nerviosismo en el cuerpo, no creo que pueda dormir demasiado bien esta primera noche. Puede que estos descendientes se crean muy fuertes, pero también es cierto que nunca han tenido que enfrentarse directamente con los que viven ahí abajo, con lo que antes he comparado con el infierno. Ellos viven aquí, en una especie de burbuja feliz, aislados. Me gustaría saber cuánto aguantaría fuera y solo uno de ellos. Saber cómo se las apañaría. No dudo de sus habilidades, seguro que me superan, me dan mil vueltas y a su lado soy una mierda de mago, pero la cuestión es la actitud. Puede que sea bueno o malo, pero ahí abajo nos hemos asalvajado, nos hemos vuelto algo diferente a lo que éramos hace unos años. Y eso ellos no lo saben. Tampoco quiero que corramos el riesgo de acomodarnos si nos quedamos aquí, como le he dicho a Desmond, tendremos que bajar a tierra para seguir luchando y para no volvernos demasiado relajados.

En medio de estas reflexiones me doy cuenta de que he acabado en mitad del pasillo, casi al fondo, donde la puerta de Cate marcada con un símbolo de 'fuera', según Desmond. Avanzo unos cuantos pasos más, bastante dudoso al llegar frente a su puerta. Paso allí por lo menos cerca de 5 minutos sin moverme o atreverme a abrir, eso estaría mal sin avisar. También me paro a pensar si entrar ahora o no, o lo que voy a decir. Finalmente me digo a mi mismo que debo parecer gilipollas plantado frente a una puerta cerrada, así que me atrevo a tocar con los nudillos un par de veces.

- ¿Cate? me han dicho que estás en tu cuarto...soy...soy Ian.

"si, ese que el otro día te pego un zarpazo en forma de licántropo y que pudo haberte arrancado cualquier cosas de un mordisco"

- ¿Puedo pasar?

Estoy a punto de marcharme porque pienso que no va abrirme la puerta o contestarme, aunque cuando estoy dándome la vuelta la puerta se abre un instante. No me da tiempo a responder a su 'hey' porque enseguida vuelve a cerrar, así que casi tampoco tengo tiempo de fijarme en que va en con pijama. Me quedo con un 'hola' que no llega a salir, y por un momento casi pienso que lo más sencillo será volver por donde he venido.

Por suerte esa idea queda descartada cuando me deja paso libre, mientras ella va a cambiarse. Al entrar puedo ver el jaleo de habitación que tiene, con papeles por la mesa y desorden general, como si llevase metida ahí muchos días. Cuando regresa intento fijarme en su estado general, debido a la herida que tuve que hacerle. Afortunadamente parece estar en buen estado, aunque no recuerdo exactamente en qué brazo la herí, con todo eso de la huida y lo que pasó esa noche. Al igual que ella estoy bastante nervioso, y tengo también dificultades a la hora de arrancar la conversación. Menos mal que ella rompe el hielo, empezando por preguntarme por Chloe.

- Ella está bien, gracias a Yaroslav y otro chaval que la protegieron de un tipo que quiso atacarla, en el Moulin Noir. Y pude encontrarla rápido gracias también a que tú le mandaste un mensaje telepático a tu hermano.

"si no habríamos tardado más en encontrarla, y estaba muy asustada"

- Ahora está en el cuarto que le ha mostrado...durmierndo.- una vez que me quedo sin nada más que decir sobre lo de mi hermana se suceden unos cuantos segundos de tenso silencio. Permanezco ahí en medio de la habitación, como el invitado ajeno que soy, tratando de hacer todo lo posible por romper ese silencio incómodo. -..¿y tú, cómo estás? ya sabes...-  Decido no dar más rodeos e ir directo al grano, sin pensar demasiado en las palabras que suelto, a pesar de haberles dado vueltas antes.

"no debería decirle lo que me contó su hermano. Puede sentarle mal"

- No sé que se te estará pasando por la cabeza ahora o estos días de atrás, pero sea lo que sea no le des más vueltas. Puede que los dos nos equivocásemos con eso del experimento de controlarme...siento lo que sucedió la otra noche en la playa. Por mi parte entiendo que tuvieses que usar tu control mental como modo de supervivencia, no estoy enfadado.

No me pasan desapercibidas sus ganas de hacerme callar, aunque llega demasiado tarde y he empezado a hablar antes de que pueda hacer nada. Y realmente es mejor así, he podido decir todo lo que quería del tirón, sin cortarme a medias. Supongo que no me va a decir las molestias que le ocasiona lo del zarpazo, y que tampoco va a dejarme ver cómo esta eso, así que asumo que es preferible dejar el tema de lado, limitándome a hacer una mueca de disgusto por el asunto de la herida.

- Bueno, pues en ese caso los dos lo sentimos, vamos a dejar de torturarnos por eso...lo que pasó, pasó. Lo único que podemos hacer es impedir que vuelva a suceder, dejar las cosas como están.

"no es algo que quiera que vuelva a suceder, ni la culpa o el miedo de herir a alguien, ni tener que soportar ese dolor triplicado de la transformación"

Niego con la cabeza al ver como empieza a hablar de lo que hizo, a decir lo horrible que fue. No porque no quiera que me hable del tema, si es que necesita sacarlo, sino porque no creo que sea tan terrible como dice. Es justo lo que me contó su hermano, se sentía mal por haber descubierto esa parte de ella. - Tch...no digas eso. - replico con cierto fastidio, acercándome un poco más a ella para que me preste atención y deje de mirar los papeles. - Tú no eres Morgana en persona, ni tienes por qué cometer sus mismos errores, ni ser cruel. No somos lo mismo que nuestros antepasados, ni estamos predeterminados, ¿comprendes?

"yo me lo repito a menudo, no voy a repetir esos errores de mi padre"

- Además...no te asustes por descubrir una pequeña parte oscura de ti misma. Todos la tenemos. Y la necesitamos de hecho. Sólo debes saber domarla. -cvoy a ponerle la mano en el hombro para animarla, pero me contengo porque no sé cuál de los dos brazos es el herido y no quiero hacerle daño, así que disimulo ese gesto fallido pasando una mano por mi nuca. - Bueeno...- ahora soy yo el que deja de mirarla a la cara, justo cuando me menciona lo de la próxima vez y la idea que quiere llevar a cabo. - Puede que no haya próxima vez.-

"ahora mismo no quiero volver a intentarlo"

- Tal vez sea buena idea que busque a uno de esos clanes de licántropos de los que he oído hablar. No creo que sea muy seguro quedarme aquí, aunque me han dicho que estaría el licántropo del Consejo para controlarme.

Mis explicaciones sobre no sentirse mal por haber conocido su parte negativa o más oscura no parecen convencerla mucho, creo que no le he pedido que niegue esa parte de su naturaleza, sólo que no le de tanta importancia. Voy a tratar de responderle algo más al respecto, pero al final no llego a hacerlo por la tormenta que se avecina, la cual no tarda en estallar, de manera abrupta e inesperada, por lo menos para mí. Simplemente con la mirada feroz que me lanza cuando termino de hablar ya preveo lo que vendrá después, esto no es más que el principio de la discusión. Sin embargo no es la mirada furiosa lo que más me molesta, sino la decepción que creo entrever en ella justo antes de que estalle por completo, rotura de lápiz incluida. A pesar del cabreo que demuestra no retrocedo, me quedo en el sitio frunciendo el ceño de manera progresiva conforme la escucho hablar. No, no hablar, gritar, gritarme a mí. Ni que yo hubiese hecho algo malo o mereciese ser reprendido.

En cuestión de segundos yo también voy encendiéndome, notando como el calor del cabreo que me está entrando por sus gritos comienza a subirme por la cara, provocando también que no pueda contenerme y que tenga que ponerme a contestarle. Y puede que lo haga de la manera menos apropiada, pero en estos momentos no pienso con claridad. - ¡Que te haya pedido que nos echéis una mano no te da derecho a hablarme de ese modo! - sí, tenía razón en eso, era cierto que yo le había pedido que su grupito de magos superpoderosos nos ayudasen, que interviniesen y ayudasen a los nuestros, porque si no no quedaría nadie para salvar. Pero de ahí a estar pidiendo explicaciones de lo que hago o dejo de hacer o exigirme cosas a las que no me comprometí no estoy de acuerdo.

- Además...habernos ayudado no te convierte en mi dueña ni puedes mandar en mis acciones, ni aún habiendo tratado de domar al chucho en que me convierto una vez al mes...- añado moderadamente más calmado, cruzándome de brazos en actitud poco receptiva, incluso dejando de mirarla de frente para quedar de lado frente a ella. No puedo pasar por alto el que me llame manipulador, en ningún momento actué de manera manipuladora y no voy a permitir que lo diga, aunque probablemente no pueda impedir que lo piense. Descruzo los brazos, lanzando una mirada furiosa a la vez que me dirijo a la puerta de la habitación, como sigamos discutiendo podemos decirnos cosas que no queremos, peor aún. Me detengo en la puerta, girándome levemente, con la mano sobre el pomo.

- Sí...soy un manipulador...por querer que mi familia tuviese un sitio aquí, por pedirte de manera sincera que intervinieseis...Claro...soy un manipulador por no quedarme ahora, porque he decidido que quiero hacer las cosas de otro modo y a ti no te cuadra...Esa es tu definición de manipulador. Perfecto entonces.

El prolongado silencio de Catherine ante mis palabras comienza a extrañarme, incluso alarmarme en previsión de una explosión de rabia mucho mayor. Pero nada de eso sucede, simplemente parece desinflarse con lo que le he ido diciendo, como si aparentemente no le afectase o no le importase lo que acaba de escuchar. Eso es algo que me cuesta creer, y que puede significar algo todavía peor a un cabreo serio. ¿Decepción? puede que esa sea la palabra. De cualquier modo su silencio y aparente indiferencia me hace sentir peor, más inquieto, más descolocado. Hubiese preferido que siguiese enfadada o gritándome, de hecho casi estoy a punto de pedirle que diga algo, que si no tiene nada más de lo que quejarse. Pero no lo hago, porque sé que diga lo que diga ahora no va a ser bien recibido.

"yo no he dicho que sea una dictadora... no me refería a eso"

Guardo silencio unos segundos hasta que por fin habla, dejando escapar por mi parte una especie de suspiro como de cansancio, o de derrota tal vez. - Está bien...te dejaré la lista antes de marcharme. - observo todavía desde la puerta cómo Catherine vuelve a lo suyo, tirándose al suelo para seguir con sus mapas y demás dibujos.

Por un lado no quiero marcharme de ahí, pensando en que no sé cuándo será la próxima vez que vuelva a verla, o si ella va a querer saber de mí después de haberla decepcionado. Por otro lado quiero marcharme y terminar con esta situación incómoda, aún sigo algo molesto respecto a su enfado por mi decisión. En el fondo todo es confuso y tampoco sé si me estoy equivocando o no. Probablemente sea lo primero, pero me tocaráverlo por mi mismo. Por hoy esto ha terminado y no parece que haya más que hablar, así que me doy la vuelta para marcharme.

- Cuídate, Cate. Ya...ya nos veremos. Espero. - tras una última mirada de reojo salgo de la habitación, regresando a la que se supone que es la mía. Allí cojo un papel que hay en el escritorio, además de una pluma. Sin demasiadas dudas comienzo a escribir los nombres de los que yo conozco y de los que considero que puede traer aquí sin problema, aunque sigue sin parecerme justo del todo el que yo elija. Cuando termino dejo la nota pegada con celo en la puerta, para que la vea cuando ella salga. Después recojo mis cosas, cargando la mochila mientras voy a la habitación de Chloe. Le dejo otra nota a ella, diciendo que ya volveré, que tenía que salir a resolver unos asuntos. En parte es verdad y mentira al mismo tiempo, pero pronto estaría acompañada por el resto y estaría bien. Cuando dejo todo listo y en orden me concentro para fijar un destino en mi mente, desapareciendo de allí rumbo a otro lugar conocido.

A Rhaegar y a Desmond no les había caído nada bien nada de lo que había hecho, ni el descenso, ni los gritos, ni la escapada del hospital pero yo estaba ajena a todos. No los quería escuchar y tampoco me importaba. Ya había sido suficiente con Helena y tener la cara de contarle a Yaroslav que Ian había muerto. Rhaegar me había dado el anillo con una de sus miradas penetrantes y frías en las cuales sobraban palabras. Ya tendría que discutir con él pero no hoy. Hoy estaba guardando luto. Desde que había llegado al piso se había mantenido en su cuarto haciendo intervalos entre lloros, dibujos y bocetos hasta que finalmente había obtenido el dibujo que quería. Lo que más recordaba. Después había contactado a Adael.

No sabía cuál iba a ser su reacción al verla. Tal vez tendría palabras de aliento o tal vez la conocía demasiado para decirle nada. Siempre optaba por él cuando el dolor era mucho para canalizarlo y sus tatuajes la ayudaban a sanar. O eso creía ella. Le mando un mensaje diciendole que apareciera directamente en su habitación, no quería lidiar con el rostro de sus hermanos, ni el de Chloe, ni el de Azahar ni el de Lyran y Anteia.

-Hey…- Saludo con una sonrisa tensa antes de apartarme el cabello de la cara. No era buena con eso de las conversaciones aún. Le extiendo el pedazo de papel donde había hecho el [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] que quería. Era la última imagen que tenía de él sin meter la de la pelea que seguía erizandome la piel.

Había estado de viaje las ultimas semanas. Tras el Cónclave que reunió a todos los Descendientes, Adael se había marchado en un viaje, como solía hacer. Con intenciones de recopilar información sobre el mundo exterior, aprender de más lugares, comprobar como estaba la situación fuera de su pequeña isla (no solo Ouroboros, si no también Inglaterra) y por supuesto, ir afinando en sus artes como elemtentarista. Esta vez habia tocado China, y habia ido con Mei Xian. El retorno se habia visto adelantado y precipitado por las noticias que les habian llegado desde Londres. No esperaba que el comienzo de la batalla fuese a comenzar tan pronto.... todo habia ocurrido demasiado deprisa para su gusto. Apareció en el cuarto de su amiga, con las ropas de viaje aun puestas (tenía otras?) y un saco de tela fina y marrón a la espalda, donde llevaba algunas cosas necesarias para su recien hecho encargo. No le dijo nada, simplemente cogió el papel que me tiende. Este es mas complejo...o eso pudo apreciar.

-¿Dónde?

Dejó su saco de viaje sobre la cama de la chica. Aun con el boceto en la diestra, mirandolo. Su siniestra se introdujo en el saco y extrajo una caja de madera muy bien cuidada. Dentro llevaba lo necesario para hacer aquello. Sin embargo....la técnica artesanal que empleaba él era muy lenta. Y bastante dolorosa.

-¿No prefieres que te lo haga Gio? Él tardaría menos. Y tiene mejor mano que yo.