Azotea - Helipuerto

Había sido un momento incómodo el de la consulta y después había pasado a ser un momento doloroso. Por mucho que tuviese anestesia y la doctora hubiese tratado de ser cuidadosa, cosa que agradecía dada las circunstancias, la "operación" de hombro había sido dolorosa.

Para cuando llegamos a la azotea ya era prácticamente de noche. Había sido un día de mierda y aún no había acabado. Al menos el viento no era terriblemente molesto pero se sentía. El hombro dolía así que esperaba que la anestesia durase lo suficiente hasta la llegada de los androides técnicos.

Apreté los labios acercándome a uno de los bordes del edificio. Era difícil tratar de localizar cazas, más aún de noche, en un Londres sin luz y con nubes de por medio. Chasqué la lengua dirigiéndome a otro sector del edificio inspeccionando el cielo nuevamente.-No los localizo.-Informé por radio sujetando después mi brazo en un quejido.

Gruñí cambiando de posición de nuevo, cruzándome con Arleen.-Ya hablaremos de lo de beber.-Murmuré parando y mirando al horizonte. A lo lejos se observaban unas de las únicas luces de la ciudad. Buckingham Palace. -Red flu.-Solté mirándola ahora.-El hospital es seguro.-Aseguré, con intención de que se lo metiese en la cabeza.

No había podido visitar el hospital en su totalidad porque estaba aterrada de él así que cuando pasó al helipuerto y observó la construcción sonrió levemente al ver su diseño hecho realidad. Gio tenía manos estupendas. Pero bueno, eso ya lo sabía. Se abrazó a sí misma porque a esa altura el viento estaba presente y refrescaba.

Dirigió la mirada a Gelion cuando dijo que no los localizaba, cosa que no entendía hasta que vio a su alrededor. El corazón se le encogió y la sensación de mareo se hizo un poco más fuerte. No por vértigo, Arleen no tenía de eso. Pero lo que si tenía era terror a la oscuridad y Londres… era un pozo negro sin fondo. Ok, quizás si era un poco de vértigo. Sintió que se le aflojaban un poco las rodillas.

-¿Qué?- Preguntó cuando soltó aquello de beber, tardó un poco en hacer la conexión -No- Negó con la cabeza, no le interesaba hablar de nada de eso con él -Lo que haga en mi tiempo libre es problema mío- Bastante que se lo había hecho entender. “Libertad” y esas cosas que le vendió bajo el mismo concepto de seguridad.

Volvían al trabajo, bien. Zona segura -Las chimeneas, ya las ha usado. Para entrar a mi despacho. Es una buena idea… Todos tienen chimeneas y no hay nada que identifique que están conectadas- Añadió destensando un poco los hombros, la charla profesional le aligeraba la tensión y empezó a retroceder a sabiendas de que debía bajar pero le soltó aquella frase que hizo que le mirara con seriedad y el rostro un poco desencajado -Dile eso a alguien que se lo crea- Le espetó.

Alcé la radio escuchando con atención la información que me daba Thalos, entremezclada con órdenes.-Cuando nos hemos ido la entrada era segura. Quedamos en que necesitábamos autorización de ambos ¿No?-Bajé la radio frunciendo el ceño mirando a la doctora que se negaba a hablar.-Tus problemas son mis problemas.-Solté serio antes de volver a abrir la radio y andar algunos pasos hacia otro lado.-Bien.-Corté de nuevo la radio.

Resoplé mirando a un lado y otro del cielo cuando caí en lo que había dicho a la doctora. La señalé con la radio.-No puedes ponerte a atender a la gente si estás borracha.-Fue mi forma de aclarar aquello y bajé la mano apretando los labios buscando en el cielo nuevamente. -Pondremos chimeneas entonces, y doblaremos la seguridad de esa sala, con escáneres y controles.

Murmuré volviendo a cruzarme con ella camino a otro lado dirigiéndole una mirada seria cuando dijo que aquello no era seguro. Me acerqué a grandes pasos.-Es todo lo seguro que puede ser en una ciudad en guerra. La base es segura y pasan cosas, tu isla es segura y han pasado cosas, el hospital es seguro y han pasado...cosas.-Solté comenzando a escuchar el sonido de los cazas. Desviando poco a poco la mirada en su busca.-No existe la seguridad completa Doc, aprende a vivir con ello.-Alcé la radio.-Tengo visual.-Informé a Thalos viendo después los cazas que les seguían.-No vais a llegar a tiempo.¿Habéis contactado por radio?-Gruñí observando la escena.

Primero explotó una de las bombas y la zona se apagó, después la otra.-Mierda.-Aunque al menos habrían muerto bastantes de ellos ahora estábamos jodidos. Observé como los cazas de Thalos se ponían en posición de escolta y volví hacia la doctora mientras cambiaba el dial de radio.-Doblad la seguridad del hospital.-Ordené a los guardias para finalmente cortar comunicación.-¿Puedes hacerlo o vas a intentar operar a alguien más borracha y emparanoiada?

-Mis problemas son míos- El corazón le latía con fuerza, empecinado en ver cosas que no estaba segura de interpretar bien. Le habría venido bien la ayuda de Johan pero no la tenía. Apretó las manos en un puño y no sabía si era el alcohol o esa nueva resolución de decir lo que quería nada más sentirlo -Te ofrecí ser parte de mi tiempo libre y me dijiste que no tenías, así que hazle frente a las consecuencias y no te metas en mi vida personal- Soltó un poco más aireada de lo que debería y quizás siendo muy clara en que eso de “encajar un no” no lo llevaba tan bien como creía.

Pero entonces…soltó aquello de la atención médica y Arleen sintió de nuevo que estaba fuera de lugar… Como siempre, como siempre. Negó con la cabeza, hastiada de ella misma y de aquella situación entre ellos -De momento, nadie ha muerto ¿Verdad?- Inquirió y luego señaló su radio para decirle que convocara a su puta legión de médicos si quería pero le dijo lo de las chimeneas y ya perdió el hilo de la conversación.

Lo enfrentó en cuanto se acercó a ella, ya no se iba a amilanar y escuchó sus palabras -¿Cosas?- ¿Lo que le había pasado quedaba reducido a eso? “Cosas” -No… ¡NO!- Le espetó -¡NO PASARON COSAS! ¡LLÁMALOS POR SU NOMBRE! ¡ME VIOLARON CINCO DESGRACIADOS, ME TORTURARON Y ME GRABARON, ME CORTARON UN PIE SÓLO POR SER BRUJA! ¡NO FUERON COSAS, GELION, NO LO MINIMICES PARA PODER DORMIR DE NOCHE PORQUE A MI ME TIENEN DESPIERTA DESDE EL MOMENTO EN EL QUE COBRÉ CONCIENCIA EN ESE MALDITO SÓTANO!-

La explosión en Buckingham Palace la hizo encogerse en sí misma, un momento que le tomó respirar y calmarse para limpiarse las lágrimas del rostro. Nadie había minimizado su dolor de esa manera y que le dijera que aprendiera a vivir con ello… ¿Cómo se atrevía? Al verlo acercarse a ella lo observó con rabia y su pregunta fue la gota que derramó el vaso. -¡VETE A LA MISMÍSIMA MIERDA! - Le gritó mientras le daba un empujón con las dos manos, aunque su fuerza no fuera mucha, necesitaba desquitarse de alguna manera.

Seguía buscando los putos cazas en el aire y a la vez me comunicaba por radio y el puto brazo me dolía. Para colmo me echó en cara que había rechazado aquella propuesta de vernos después del trabajo.-¡Estoy intentando trabajar aquí Arleen!-Solté sin tiempo para pensar en otra respuesta, molesto y cabreado.

-¡Pensabas operarme!-Reclamé ante aquello de que no había muerto nadie. Porque sabía que lo hubiese hecho, o al menos tenía intención de hacerlo de no haber rechazado la operación.

Mientras veía como los cazas se aproximaban al palacio ella empezó a gritar y decir aquellas cosas mientras yo simplemente hablaba por radio, con tono molesto. Mantuve silencio el resto del tiempo, tensando la mandíbula y desviando la mirada, evitando mirar a la doctora. Aguanté esa explosión de ira porque la merecía y ella merecía explotar.

Su empujón apenas me movió aunque si me quejé por el dolor en el brazo. Apreté los labios y sentí la tensión en la mandíbula antes de atreverme a mirarla.-¿Y qué quieres que te diga?-Extendí el brazo señalando alrededor.-ES EL PUTO MUNDO REAL.¡ES CRUEL, ES UNA PUTA MIERDA!¿Qué quieres que te diga?!Eh?¿Qué siento no haberle metido una bala entre ceja y ceja a ese cabrón antes de que pasase? Pues LO SIENTO!-Solté sintiendo un pequeño pero muy presente nudo en la garganta.-Pero si lo hubiese hecho me hubieses dicho que soy un monstruo porque no CREES EN LA PUTA VIOLENCIA!¿NO?!-Alcé la voz aún más.

-¡Todos tenemos mierda que no nos hace dormir por la noche Arleen! ¡TODOS! ¡DEJA DE HACERTE LA DÉBIL PORQUE MI PUTA DOCTORA NO LO ES!-Sonó algo por radio respecto a la seguridad del hospital y algo de los androides técnicos. Miré la radio tratando de calmarme algo más.-No vuelvas a atender a nadie en estas condiciones.-Solté más calmado aspirando algo de mucosidad por la nariz. Negué con la cabeza y fui camino a la entrada del edificio para ver si me apañaban el puto hombro rápidamente

Se calló la boca cuando le dijo que estaba trabajando. Claro…la misma excusa de siempre. Porque ahora se daba cuenta de que era una excusa que usaba para no hablar con ella, para no responderle -¡Por supuesto que pensaba operarte! ¡Pero no iba a poner tu vida en riesgo, estúpido!- No se aguantó el insulto. Estaba borracha, si, pero ni de lejos había perdido todas sus facultades. Es más, había estado trabajando bastante bien hasta que le metió premura con el hombro (bravo, dados!) quizás es que ya una botella no era suficiente para realmente emborracharla.

Odió que no se moviera ni un ápice, odiaba ser tan débil. La pregunta que le hizo a continuación la pilló desprevenida, pero sólo por un par de segundos porque entonces una extensa lista de cosas que quería que le dijera empezó a aparecer en su mente. De las que había…ninguna era igual a lo que decía Gelion, pero en algunos aspectos era parecida. Sintió que las lágrimas volvían a derramarse por su rostro porque podía percibir en su tono de voz algo que antes nunca había visto, o no había querido ver -¿Cómo puedes decirme eso?- Preguntó con el ceño fruncido al oír aquello de que le llamaría monstruo -¿Crees que no sé quién eres? ¿Me viste desmayarme cuando abriste tu cuarto de armas en tu casa?- Arqueó las cejas -¿Crees que no sé que existe la violencia? ¡Que yo no la practique no quiere decir que espere que los demás no lo hagan! ¡Mis hermanos son guardias!-

Quería decirle más…quería decirle más cosas pero no sabía por dónde comenzar y uno de sus últimos gritos hizo que tensara los labios tratando de contener las lágrimas… Pero no. No tenía porqué hacerlo -No me estoy haciendo la débil…- No era eso, aunque no se le pasó por alto que había dicho "Mi doctora" No se lo había inventado, verdad? -Pero no puedes esperar que me sobreponga a TODO así nada más. ¡Lo estoy intentando! JODER… ¡LO ESTOY INTENTANDO! Pero cada vez que cierro los ojos tengo miedo de abrirlos y encontrarme allí. Cada vez que doy un paso en este hospital desolado estoy esperando que alguien venga y me golpee la cabeza… ¿Es tan difícil de entender? ¡Este se supone que era MI lugar seguro! ¡Y ahora no puedo poner un pie aquí sin que me tiemblen las rodillas!-

La última orden y la forma en la que pasó por su lado era claramente un “la conversación ha acabado” pero Arleen no estaba por la labor, se dio la vuelta y le cogió del hombro sano para detenerlo y ponerse al frente -¿Sabes qué es lo que quiero que me digas? Que lo que viví no es fácil pero que me repondré, que vas a estar ahí para ayudarme a volver a la normalidad…No que me lances a la rutina como si nada hubiese pasado…No me hagas lo que hicieron en Ouroboros - Inspiró profundo pensando en el momento en el que había despertado sin una cicatriz, como si de pronto aquel episodio nunca hubiese sucedido- Quiero que me digas que desearías haber sido tú el que me rescató porque cuando estaba allí no dejaba de pensar en ti…y quería que atravesaras esa puerta y me cogieras en brazos alejándome de ahí para destrozar todos esos pensamientos que Eámon y Collins alimentaron haciéndome creer que me detestaras, que estabas esperando el momento justo para traicionarme… Porque me dolía pensar en que me odiaras de la misma forma que ellos-

Le soltó el hombro, bastante…satisfecha con haberse sacado eso del pecho. ¿Era eso a lo que se refería Johan? -¿Y sabes qué? Este es MI hospital y no tienes autoridad para decirme qué hacer. Es MI tiempo libre- Agregó se alejó un par de pasos mirándolo -Ahora puedes volver a escudarte en el trabajo- Movió la mano con un gesto aireado antes de ser ella la que enfilara hacia la salida.

-SÉ que no sabes quién soy. No tienes ni puta idea.-Le espeté porque era la pura realidad. Si supieras...-Fruncí el ceño cortando mi frase cuando dijo que esperaba que los demás sí que se cargasen gente. Negando después mientras miraba al cielo por no decirle que tenía que aprender a hacer ella solita las cosas y no dejarle la responsabilidad a los demás.

-¡No te he pedido que te recuperes en un día! Deja de hacer lo que siempre haces inventándote cosas que no he dicho.-Solté con molestia dándome golpecitos con el dedo en la sien repetidas veces.-Que te sobrepongas no significa que lo hagas en un puto día, significa que no busques las respuestas en ¡una puta botella!.

Me iba a largar cuando sentí que me cogía del hombro, gruñí por lo bajo parando al verla delante. Me sujetaba el codo del cabestrillo mientras la miraba en silencio, con el ceño fruncido. Tal vez no era justo haberlo ignorado, había sido egoísta por ni siquiera preguntarle. -Lo harás.-Dije convencido de que se repondría, volviendo a dar un paso para abandonar la azotea cuando continuó hablando y paré.

Escuché de nuevo en silencio apartando la mirada en un gesto molesto al decirme todo aquello de que tendría que haber sido yo y que le habían comido la cabeza con que yo iba a traicionarla. En cierto modo lo hice. -No soy un puto príncipe azul, Arleen. Olvida la fantasía que tienes en la cabeza.-Fue todo lo que dije, cansado de todo aquello comenzando a andar mientras ella decía que no tenía autoridad allí y blablabla. Abandonando la azotea también.

La azotea era un buen lugar para comerme los snacks que la máquina me habia dado, para reflexionar, tomar el aire y acabar con algunos trabajitos pendientes.

Alli no habia mucha gente, por no decir ninguna, solo un helicóptero parado sin trabajo ahora mismo, asi que era tranquilo. Estaba sentado en el suelo junto al borde, pero bien parapetado por la baranda. Me estaba comiendo unas barritas de chocolate y un café, a ver si me ayudaban con el mono, porque la verdad es que estaba hambriento. Al menos tenía mi magia de vuelta. Me habia echado una siestecilla de mierda en el taller antes de leer los mensajes del brazalete, donde confirmé que otros estaban superando sus pruebas. Aun faltaban bastantes por dar noticias y me preguntaba que estarían haciendo.

Ah, si, los trabajos. Como habia decidido que me iba para Italia, porque seguro que los catetos de los otros no sabian usar el radar sin mi ayuda, estaba poniendo a punto las alas. Unos ajustes de seguridad, meterle una ruta de navegación fija en caso de que el piloto se durmiera a medio trayecto... y un casco en condiciones, con gafas antimosquitos. Habia que protegerse el melón.

También me estaba haciendo un anillo de pega como los que habia visto que habia pasado Rosse, al parecer lo del anillo era testigo de la prueba. Y si a Shyvanna le habia dicho que la habia pasado, tendría que ir con todo el equipo, no?

Ademas que me estaba quedando un anillo precioso. Las barritas de chocolate debían de llevar caramelo, porque se me estaban pegando en exceso a los dientes. Debería haberle pedido una manzana pero no, muy newtoniana. Tenía que responderle algun menasje a Arleen? Me habia comido las bandejas que me habia enviado? Fruncí el ceño porque no me acordaba, mientras terminaba de engarzar un pequeño cristal en el anillo que estaba fabricando. Como canalizador iría perfecto, pero estaría bien añadirle algunas funciones más... pero no, habia prisa. Tenía que largarme de alli cuanto antes. Un rato mas y estaría listo.

El mundo había cambiado TANTO. Había zonas con un increíble desarrollo que evidenciaba el avance de humanos el descubrimiento de la tecnología. Exquisito.  Pero había otras zonas que se notaban abandonadas y destruidas, como si lo que había creado maravillas en un sitio había ignorado otros.

¿Qué había pasado? Necesitaba saberlo. ¿Quién había creado todo eso? ¿Y esas torres cerca de Buckingham? Estaban llenas de cosas asombrosas que se moría por abrir y descubrir.

También habían máquinas que parecían humanos y humanos que eran parte máquina. ¿qué tipo de magia era esa? ¿realmente era magia? ¿O los humanos finalmente habían descubierto su potencial?

Había seguido a un pájaro volador que…no era un pájaro volador sino una máquina tripulada que ayudaba a surcar los cielos con rapidez. ¿era la forma de los humanos para emular portales? ¿O la aparición?

Haciendo eso llegó a otro lugar que rebozaba gran cantidad de tecnomagia pero especializada. No general. O ¿Si? Había algo más abajo… y allí estaba su Descendiente.

CAZZOOOO. GIORDANO!

Cuando arribó a la presencia de su Descendiente estaba en pleno planeamiento, acabando algo que parecía retener espíritus. Inteligente. Necesitarían algo así para combatir las almas que ahora ocupaban Ouroboros. Pero… ¿Que más? Se había quedado mirando a los autómatas e investigándolos cuando se abrió un portal y Giordano desapareció.

Solo se enteró… porque volvieron con algo de jaleo.

Fue entonces cuando decidió que debía hacerle la prueba… pero estaba haciendo cosas tan interesantes. ¿Cómo podía interrumpir el proceso? Él conocía lo frustrante de recibir una molesta persona cuando estaba creando. Aunque las personas que le molestaba fueran preciosas.

¿Tecnopatía?

Oh, podía hablar con las máquinas y le había puesto nombre. Interesante. Le gustaba.

Ragazzo intelligente

Lo que no le gustó fue verlo usar un… algo que no parecía ser aprobado. Ah, el sabía mucho de sustancias especiales pero no le ocasionaban aquel daño posterior. ¿Qué era esa nueva cosa? ¿Por qué arriesgaba su vida de esa manera?

Siguió oyendo, siguió observando la interacción y la construcción de una nueva máquina. Fue para él un placer ver el proceso de creación tras el ritual rarito de sangre y comprendió tan bien sus pensamientos sobre la morena como el autómata. Ah, es que eran seres de sangue caldo.

Las siguientes horas pasaron bajo su atenta mirada, en la que no sólo observó la creación si no lo que vino después. Y después. Y después.

Miralo como agarraba el radar. Cómo su hijo.

¿No eran hijos todos nuestros inventos?

La verdad es que… las almas que estaban en Ouroboros no eran TAN ajenas a lo que le sucedía a sus Descendientes y él estaba un poco… reticente a invadir la mente de Giordano después de lo que había vivido.

Su mente era sagrada.
No le habría gustado tener nadie adentro.

Pero al verlo construirse su propio anillo considero necesario hacer corpórea su forma. En un instante las luces del helipuerto empezaron a parpadear para luego intensificar su luz y seguir haciéndolo hasta explotar reuniendo en el centro un haz de luz que parecía más un holograma de Leonardo DaVinci que otra cosa.

- La gatta fretrolosa fa i figli ciechu- Le dijo con una sonrisa mientras le cogía de la muñeca y alzaba su nueva creación. Le dio unos golpecitos al cristal como esperando que chispeara o algo, se decepcionó un poco cuando no lo hizo y le soltó la mano -Non ti serve, Giordano.-

"qué tal algo de almacenaje extra? Hay un límite a los compartimentos de ampliación que pueden llevar el baston y los brazaletes... comunicación de holograma...mmm...no sé, es poco original..."

De todos modos ahi arriba en el helipuerto no tenía para hacer mucho mas por el momento a parte de un canalizador, pero la idea de meterme en orfebrería empezó a resultarme llamativa. Cosas pequeñas y utiles. Me embutí otra chocolatina con un poco de ansia de más, no por hambre ya en realidad, era mas ansiedad que otra cosa. Y un calmante? Nadie le decía que no a un calmante.

De la nada, las luces del helipuerto comenzaron a parpadear. Alcé la mirada y la entorné, preocupado al pensar que era yo de nuevo.

"cazzo, tengo que relajarme y..."

Intenté hablar con ellas para bajar el subidon de tensión pero entonces me di cuenta de que no respondían a mi. No, para nada! Segundos antes de que estallaran, me cubrí la cabeza con los brazos, habiendo algo asi como percibido lo que les iba a ocurrir. No hizo mucha falta porque no es que fuera un estallido muy bestia...

Y yo que esperé oscuridad tras el reventón vi la luz concentrarse frente a mi en un ...ah si, un holograma.

"ya han empezado las alucinaciones?"

Miré al hombre que tenía delante version holograma, imposible no reconocer a Leonardo pero... estaba ocurriendo de verdad, o solo era una alucinación como la del otro día? Miré a mi alrededor por si hubiera alguien mas que me pudiera confirmar. Sin embargo alli no habia nadie y me tocó tirar de ingenio. Era tremendamente sólido, pese al aspecto noté como me agarró. Pasé la vista de mi muñeca a los ojos del genio y lo escuché pero me permití a mi mismo quedar mudo en el escrutinio de esa mirada que solo había visto en dibujos. Que el gato apresurado hacía hijos ciegos?
- Bene, allora gli farò degli occhiali così potrà vedere. - respondí encogiendo un hombro y sustituyendo el gesto consternado de antes por media sonrisilla. Aunque dicha sonrisa durase poco porque sentí en seguida que no habia necesidad de fingir. Sujeté mi mano cuando la soltó, con la otra, girando el anillo del dedo. Bajé la mirada observando los cristalillos del suelo, como los que habia dejado en el sótano cuando causé la sobrecarga

-non va bene, vero? - terminé por preguntar, abatido, sintiendo lo decepcionado que debía estar por lo que había visto de mi. Lo admiraba tanto, que me era imposible no compararme con él y...

Soltó una risa que sono más como estática cuando Giordano respondió con aquella frase. Tras ello asintió suavemente mientras caminaba hasta ponerse frente a él mirando la maravillosa ciudad que se extendía a sus pies.

-Sei testato ogni giorno- Se cruzó de brazos mientras pensaba en lo que él estaría haciendo en ese momento. Cierto era que estando en la isla, en sus momentos creativos, era mucho más fácil enfocar su energía y atención pero con todo aquello alrededor. Se agachó un momento para mirar las líneas del helipuerto que ahora estaban apagadas como queriendo descifrar algún código secreto.

-Ogni cosa che vedo... mi porta a pensare a come posso migliorarlo, come funziona, come influisce sulla vita degli altri- Soltó un suspiro corto, se incorporó y de pronto soltó algo que había estado conteniendo desde que había estado en el sótano de aquel hospital. Una palmada fue el único aviso de aquel pensamiento fugaz -Mi manca il caffè. È stato bello?- Le preguntó a Giordano volteándose a mirarlo, descubriendo en su rostro algo que había visto muchas veces en el espejo.

¿Decepción? ¿Frustración? Quizás un poco de todo, no recordaba bien.

-È molto facile per gli altri dirci su cosa lavorare. Nessuno capisce gli artisti. Ma sembra che le tue ragazze lo facciano... Continua a circondarti di loro. La bellezza è una grande ispirazione- Abrió los brazos y señaló el hospital, luego a la ciudad y luego miró hacia la distancia hacia la dirección en la que suponía venía el velo - La tua sensazione di connessione con Ouroboros ti ha portato a dimenticare le tentazioni intorno a te per concentrarti sul tuo lavoro... Anche sacrificando la tua salute lungo la strada.-

- Sei un degno Discendente, anche se non ne hai voglia- Exclamó y le dio un par de palmadas en el rostro con una sonrisa orgullosa. Luego se inclinó hacia él como para contarle un secreto -Ci sono sostanze migliori di quelle che hai provato- Soltó una risa cabrona antes de enderezarse y seguir mirando hacia la ciudad.

-Ma se dovessi scegliere una cosa... sarebbero i tuoi automi…anche se la nave era uno spettacolo- Le cogió ambas manos y las puso a la altura de sus ojos -Mani di un artista geniale…ma manca…- La figura de Leonardo empezó a parpadear mientras la energía a su alrededor parecía sobrecargarse de nuevo. Le guiñó un ojo antes de que su imagen se convirtiera en un halo de luz que lo rodeó momentáneamente antes de envolver su mano y convertirse finalmente en el anillo del descendiente.

En la oscuridad se escuchó la voz del antiguo artista -Trova un buon uso per l'altro anello

Anillo:

Escuché aquella risa que parecía estática pero afiné el oído y pude escuchar la suya de verdad. Sonreí de felicidad cerrando los ojos para intentar grabar ese momento en mi cabeza. A la mierda la prueba, esto era un maldito regalo!!! Aunque me tenía hecho un revuelto de emociones a la vez no podía dejar de apreciar cada gesto, sonido o...

"por favor, que no sea una alucinación..."

Me puse en pie por fin al verlo curiosear las lineas del helipuerto.
- hai cercato la via per attraversare i cieli

Me situé a su lado cuando se incorporó, y sin previo aviso me soltó aquello sobre el café. - Non sapevo dovessi provarlo. Dov'era? - qué mas secretos escondía? No lo descubriría, me temo. Para cuando había preguntado aquello mi gesto volvía a ser grave y pareció darse cuenta porque me siguió con otro tema. Mis "amigas". La "inspiración". Rodearse de gente. Suspiré entrelazando mis manos a la espalda y mirando hacia arriba, el cielo sin estrellas de Londres.

- hai ragione su questo- porque lo cierto es que esas dos me inspiraban para dar lo mejor de mi mismo, en cierto modo. Independientemente de lo que pudiera subyacer ahi.

Desvié la mirada hacia él porque parecía saber, evidentemente, los tejemanejes que me había traido con la droga de amplificación al principio por aguantar en pie...luego por ...vicio o...necesidad o todo junto... aun ahora mismo pensandolo sentía muchisimas ganas por doblegarme a ello de nuevo. Por suerte me habia desecho de la ultima dosis.

- Come non voglio? Sì, voglio essere degno!! - le repliqué cuando me dijo aquello pero sinceramente emocionado por dentro o no tan por dentro- Ay, que me estaba sonriendo!! Me dio unas palmadas en la cara que aparte de dejarme patidifuso, lograron hacer junto con sus palabras que se me llenaran los ojos de lagrimas, aunque su frasecita sobre las sustancias me arrancó una risilla a medias.

- il vino, senza dubbio. Il vino, il divino licore dell'uva- como se le atribuía el dicho a él. Recibí aquellos halagos por su parte, o su reconocimiento mejor dicho, con una humildad nunca vista en mi, pero que me salió del alma sin más. Le sonreí pese a que empezaba a ver borroso por culpa de las estupidas lagrimas...que probablemente fueran de alivio o...alegría o...no, no, tristeza no era... me sentía perdonado? era eso? o reconfortado o...comprendido o...todo un poco. Yo que sé. Pero estaba bien, después de mucho tiempo, con la verdad de mi mismo y con las palabras de Da Vinci. No quería que se fuera, pero era necesario que lo hiciera.
- Grazie Leonardo. E continua a cercare, perché ti assicuro... che non ho finito di rivoluzionare questo mondo per meglio.

Observé lo que ocurrió sin desear perderme detalle del momento, en ningun instante hubo un cambio entre la realidad aparente y la realidad realidad fue todo...muy continuo. Muy REAL. Constante. Sin cambios salvo la luz extinguiendose, y Leonardo desapareciendo con ese mensaje. Su voz llevada por el viento...si hubiese alguien más, la habría escuchado tambien? Habia pasado solo en mi cabeza? Las cámaras de seguridad, lo habrían captado? Observé el precioso anillo que me había otorgado, que de ningun modo se parecía al que estaba haciendo yo. Darle un buen uso eh? Alguno le encontraría.

Me quedé un rato más alli, repasando sus palabras, asimilandolas y analizándolas, hasta sentir que ya estaba más calmado. No era consciente de lo mucho que habia necesitado aquello hasta que había sucedido.

"en serio, se deberían hacer terapias de estas semestralmente. Lo voy a proponer en la proxima reunion"

Pero para eso, antes teniamos que sobrevivir. Y sobrevivir implicaba hacerlo mejor de lo que lo habíamos hecho hasta ahora. Por eso, con las ideas más claras, regresé a las alas. Coloqué el otro anillo artesano en mi mano también, me puse las gafas de vuelo y me acoplé las alas. Era momento de probar una de las rutas mas largas hechas hasta el momento. Hice algunas comprobaciones de vuelo en el navegador del brazalete, al tiempo que las desplegaba y me subía al borde de la barandilla...Me ajusté bien la bufanda verde y salté, planeando al cabo de unos segundos, remontando después y poniendo los propulsores a trabajar para alejarme de allí.

A ver hasta dónde lograba llegar y si conseguía terminar la ruta mas o menos entero.