Torre ACNBH V 1.01

Recuerdo del primer mensaje :

Está torre creada por SAM es el sitio donde los sobrevivientes del éxodo de Londres han encontrado un hogar.
Cada persona cuenta con un espacio habitable, con aseo propio, y algunas comodidades básicas. Luego hay áreas para.compartir exquisitamente decoradas entre las que destacan la cafetería, gimnasio, áreas verdes, etc.

Más detalles en el futuro

Respiró profundo cuando Reiv comenzó a responder a su pregunta, sosteniendo el aire y exhalando despacio cuando terminó. Había pensado en ello el día anterior, y durante la noche. No estaba molesta con él, solo quería entenderlo, si es que podía.- Sí, me dijiste ayer, solo quería... no sé, oírlo de nuevo.- Se encogió de hombros por un momento, era un tema difícil de tratar, sobre todo cuando ninguno de los dos tenía claros sus pensamientos. Escuchando como le confesaba lo de las drogas, tampoco entendía bien eso, pero no podía decir que nunca había usado nada. Algún tiempo estuvo muy enganchada al tabaco.- ¿Por qué no querías dormir? - ¿Sería para que tener más tiempo para hacer sus cosas? ¿Por paranoia?- ¿Crees que querrás dormir de nuevo después de recordar lo bien que se siente? Nadie te atará esta vez.- Bromeó con una suave sonrisa, aunque la pregunta era legítima y la duda también.

Cuando dejó las palabras en el aire, las llenó ella pues sabía bien lo que seguía.- Creo que fue antes de que Sirius recuperara la consciencia.- Le mencionó a lo del brazo roto de su hermano, y luego pensó por un momento lo que preguntaba sobre lo de los androides mientras entraban al elevador y salían en el piso adecuado unos momentos después.- No sé muy bien cómo funcionan. No escuchan y no preguntan, pero ayer Johan les dijo que estabas bajo su cuidado y ellos lo aceptaron como si nada. La verdad es que los evito lo más que puedo y dejé de ayudar en la enfermería porque me ponían muy nerviosa.- Eran muy raros, a decir verdad.

Unos minutos más tarde, estaban frente a la puerta de Johan, y ella tocaba la puerta. Las "casas" de Johan siempre estaban abiertas, pero eso a ella siempre le había parecido confuso. Todos estaban invitados y eso le hacía pensar que ninguno lo estaba realmente.

Ya que había empezado a hablar decidió que iba a ser sincero con ella ahora que estaba lúcido, prefería no mentirle ni darle esquinazo con las respuestas. - Porque al principio me obsesioné con arreglar lo que había pasado con mi padre en la misión, no tenía tiempo. Y además, cuando intentaba hacerlo...demasiadas pesadillas.- inspiró y soltó el aire lentamente, un poco incómodo al hablar de ese tema. A lo mejor pensaba que eso no era motivo suficiente para ponerse por ahí a tomar cosas que no le convenían.

- Svart salía en ellas, y tú...y otras cosas del pasado o que podrían pasar. - la imagen de su dragón muerto sobre la nieve no se le iba a borrar nunca, sobre todo la culpabilidad de no haber estado ahí ni siquiera con él. No reaccionó mucho a la broma de que si dormía no le atarían esta vez, pero sí escuchó lo que hizo Sirius antes de recobrar la cordura.

- Bueno, en ese caso mejor no haberme cruzado con él. Tampoco me habría reconocido. - en ese sentido se quedó algo más conforme. - ¿Y alguien más dijo algo, además de los androides? creo que me perdí demasiadas cosas anoche. - llegaron por fin a la puerta de la casa de Johan, pero no parecían estar muy rápidos para abrir. Tal vez no estaban. - Podría aparecerme dentro. A lo mejor se han ido. -

Después de un suspiro profundo, asintió al entender lo que Reiv le contaba. Sí, sonaba a que iba frenético y que necesitaba las 24 horas de cada día para arreglar todo lo que tenía encima. Asintió también a las pesadillas de Svart, porque ella también había tenido sueños de esos. Pero no esperaba que ella misma fuera parte. Lo miró con tristeza por un instante. Sobre el pequeño dragón... su cuerpo se estremeció de pies a cabeza de solo escuchar su nombre.- Svart… nos dolerá siempre. Yo estoy muy agradecida de haberle conocido, pero aún tengo ese peso sobre el corazón.- Susurró. Luego respondió de nuevo, pensando en que quizás sus pesadillas eran sobre ella odiándolo, o molesta y asqueada por lo que había hecho por Sirius. Mientras hablaba, le sostuvo la mano un momento para llamar su atención.- No quiero ser una pesadilla. Sé que aún debes estar algo... confundido. Pero estoy segura de que nada de lo que soñaste es verdad, lo prometo.

Se quedó pensando por un rato sobre Sirius, y después sobre si alguien más había dicho algo. Comenzó a traer a la mente a quienes estaban en la enfermería para tratar de recordar, pero parecía que no.- Le enviaré un mensaje.- Dijo tras tocar la puerta un par de veces. Y luego envió ese mensaje, esperando alguna respuesta por parte de Johan, cuando algo le vino a la mente. Soltó el aire mientras buscaba la mirada de Reiv, no muy segura de cómo reaccionaría lo que tenía que decirle. Después de todo, Pallas lo había solicitado.- No sé... Sí... fue un día de muchas cosas. Sirius, Pallas, los Descendientes... - Ya vería según su reacción si tenía que seguir contándole o no.

Se despidió de Yaroslav hasta dentro de un rato, cayendo en la cuenta entonces de que no había colgado aún la llamada con Thalos por puro despiste. - Sí, sí...sigo aquí, perdona. Teníamos una pequeña crisis. - sabia que en cierto modo tenía razón, y que meterse dentro de aquella misión tan extraña careciendo de magia no era una buena idea. -Ni siquiera nosotros sabemos qué cojones vamos a hacer ahí, la verdad. Tendrán que explicarnos mejor cuando lleguemos. Tal vez puedas quedar en la retaguardia por si acaso...pero fuera del asunto. - guardó silencio cuando le dijo que para esa cosa confiaría en él. Sabía lo que implicaba en el fondo, sobre todo teniendo en cuenta que había Thalos perdido la confianza en él cuando le ocultó lo que hizo en Londres.

- Gracias, Thalos. Haré lo posible por no defraudaros. - colgó definitivamente la llamada con él, yendo a abrir la puerta. Allí estaba Reiv con pinta de estar menos transtornado que la noche anterior, acompañado por Juliet. Lo miró con gesto serio, no iba a decirle que lo sentía por no haberle creído porque menuda había liado con lo de no contar nada. Otro que ocultaba cosas. - Imagino que vienes para saber dónde está nuestro padre. Ni yo mismo lo sé. Se esfumó en sombras después de despedirse, no dijo dónde iba ni creo que quiera ser encontrado. Recobró la cordura, y al darse cuenta de lo que había hecho pues...ya te puedes imaginar. - no le invitó a entrar porque tenía algo de prisa y mucho que hacer, además ya le había dicho lo importante. - No sé si venís a la misión, pero si es así salimos en una hora. Nos reunimos en la entrada del edificio. - dudaba que fuesen a ir, pero bueno. Se despidió de ambos antes de regresar donde estaba Jo, marchándose con ella para poner en orden sus asuntos y organizar todo lo que quedase pendiente.

Tuvo que hacer un esfuerzo para impedir que el recuerdo de Svart le impidiese seguir hablando sin que se le quebrase la voz. - Es que no dejo de pensar que podríamos haberlo evitado de algún modo. No sé cómo, pero...- ya no había remedio, y eso lo hacía aún más desesperante. Captó su atención al cogerle la mano, aunque no estaba seguro de que hubiese entendido a qué se refería. - Ya sé que no es verdad, pero son posibilidades. Cosas que podrían pasar, como ya han pasado otras veces. - desvió la mirada hacia la puerta, a la espera de que alguien les abriese de una vez. Abrió la boca para preguntarle a su hermano cuando salió, pero él fue más rápido. Parecía tener prisa.

Las explicaciones de Johan sirvieron en parte para aplacar sus ganas de saber lo que había pasado con Sirius, pero le sentó algo mal el modo tan rápido en que los despachó, sin ni siquiera decirles si querían pasar. La misión, eso era todo lo que le interesaba. Siempre estaba más a otras cosas. Lo miró con expresión de contrariedad pero no dijo nada, tampoco sabía de qué iba esa misión exactamente. - Sí, ya veremos. - se despidió también de manera escueta, dándose la vuelta cuando prácticamente les cerró la puerta en las narices.

- ¿Tú lo has visto? Brr...pasando de todo. - se dio la vuelta algo indignado, comenzando a alejarse de allí con Juliet. - ¿Sabes de qué va lo que ha estado diciendo? - no es que tuviese muchas ganas de meterse en algo serio en ese momento, sobre todo porque estaba desentrenado y con poco autocontrol.

Lo de Svart también le había calado hondo, pero contrario a Reiv, había buscado consuelo en ayudar en la enfermería para distraerse. Cuando eso no funcionó, siguió leyendo de dragones en los libros que había sacado de Ouroboros y en gente que parecía saber de lo que hablaba.- Quizás... esto no te sirva para nada. Pero creo... que no morimos.- Dijo refiriéndose a su propia raza, de la que Svart había sido parte. Su voz era baja, porque le costaba hablar de cosas que no podía ver.- N-No se cómo. No realmente, al menos. Yo nunca me he sentido muy... especial, pero Svart era demasiado mágico para ser normal. Lo sentía. Y el primer verso de los poemas de despedida dice: "el dragón no es un cuerpo". Creo que hay más.- Quizás si evitaban su muerte, lo estaban deteniendo en vez de ayudarlo; pero ese pensamiento se lo guardó, porque no creyó que Reiv fuera a tomar a bien su comentario después de todo.

Pasando de tema... contempló a Reiv con la confusión más grande en la mirada. Posibilidades que podían pasar y que ya habían pasado... no entenderle era peor que cualquier cosa que aquello significara. O eso creía. Se quedó en silencio, repitiendo sus palabras una y otra vez en la cabeza, pero era difícil.- No entiendo... Quisiera poder darte certezas.- Pero así, no podía. En eso estaba cuando Johan abrió. La cosa fue tan rápida que no hubo tiempo de nada, solo soltó un suspiro cuando Johan se fue. Al final, iba a ser que Reiv tenía razón también en eso. No podía justificar a Johan cuando había evadido su responsabilidad tantas veces en 24 horas, después de decir que él se haría cargo.- Sí...- Comenzó a caminar junto a Reiv, asintiendo a su pregunta.- Parece que hay un problema. El velo extraño que nos sacó de Londres está fuera de control, y necesitan refuerzos. Vamos tarde ya, dijeron que el portal se abriría al amanecer. No sé a dónde va el portal, a Praga creo. Rasputín envió una criatura a solicitarnos. También te señaló a ti. A la Brigada, a los licántropos, a los Draven. A... todos. Parece que es un problema enorme. De esos que... de esos que tienen que solucionarse sí o sí.- Se dio cuenta de que había contado todo revuelto, pero Palas no había sido muy claro y el tema le resultaba complicado de transmitir sin comprenderlo del todo. Pero sabía que era un problema que no podía dejar de lado.

Realmente no creía en lo que decía Juliet, aunque sabía que lo decía por animarlo. Lo único que sabía es que Svart ya no estaba con ellos, y que nunca iban a volver a tenerlo de vuelta. Aun así intentó agradecérselo con la mirada, asintiendo levemente. No se atrevió a decir nada más ni le apetecía discutir el motivo por el que no estaba de acuerdo en lo que había dicho ella. Prefirió guardarlo, tal vez para luego, o para ningún momento.

El cambiar de tema fue algo que necesitaba, aunque fuese para hablar de peligros mayores. - Entonces quieren reclutarnos a todos...porque aunque no vayamos no saldremos vivos si los demás fracasan. Es como que no tenemos elección realmente. - aunque hubiesen huido lejos de Londres, eso no serviría si el velo seguía extendiéndose. - Estamos desentrenados en lo de las misiones. - comentó algo disgustado, sobre todo recordando lo que había pasado en la evacuación de Londres, y cómo había tenido que salvarlo Sirius...con todo lo que vino después.

- Yo sobre todo. - ella aún solía salir mejor parada. - Y tampoco somos muy estables mentalmente que digamos, pero...- resopló por lo bajo, apartándose un poco el pelo de la cara con la mano. - Voy a ir. Pero no quiero obligarte. Tú decides si me acompañas