Torre ACNBH V 1.01

Está torre creada por SAM es el sitio donde los sobrevivientes del éxodo de Londres han encontrado un hogar.
Cada persona cuenta con un espacio habitable, con aseo propio, y algunas comodidades básicas. Luego hay áreas para.compartir exquisitamente decoradas entre las que destacan la cafetería, gimnasio, áreas verdes, etc.

Más detalles en el futuro

La cantidad de heridos en la zona hospitalaria había hecho que a Arleen, después de despertar del coma inducido, le dieran de alta con supervisión. Tenía que estar de reposo en su habitación en la torre, pero la morena… No quería estar en un sitio cerrado, por eso estaba sentada en los jardines invernales.

Se había vestido como había podido con las piezas de ropa de su equipaje que, aparentemente, había llegado a salvo. Había caminado por la torre con pies algo inestables, pero había llegado a su destino. El aire frío le había despejado un poco la mente, pero aun así se sentía en una realidad paralela.

Habían fracasado. Ella no recordaba mucho, sólo dolor, caos y una sensación de asfixia que incluso despierta le presionaba el pecho. No tenía ni idea de si alguien de sus conocidos había sobrevivido…Y tampoco los había buscado, sencillamente no quería enfrentarse aún a la pérdida de seres queridos. No todavía.

Con el fantasma de la mano izquierda intentó cerrarse más el abrigo, pero no pudo y, al recordar una de las tantas consecuencias que aquella misión había tenido, Arleen frunció el ceño. Debería estar feliz por estar viva, debería agradecer que había salido de Londres antes de perder la vida a manos de aquellos que la odiaban o por la cercanía del Sanguis Ligno pero… Simplemente no podía.

Creía reconocer el estado de shock en sí misma. O quizás es que físicamente estaba despierta, pero psicológicamente no estaba preparada.  Otra opción podía ser que había quedado con algún problema, su cerebro podría no haberse recuperado del todo. Estaba embotada y, de momento, prefería seguir así un rato más aunque el frío empezar a calarle los huesos y los dientes a castañearle.

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'Dado (10)' :

Y ella pensaba que solo recibiria un par de raspones tal vez en las rodillas cuando aquel androide la empujó para salvarla de un ataque del que ella no fue consciente ni antes ni después, que tonto de su parte pensar así. Y aun sentía las consecuencias de todo ese jaleo. Se suponía que todo debía salir bien, con dos o tres heridos de gravedad y no con medio mundo moribundo o con sus miembros amputado, porque incluso ella misma había resivido esa dosis.

No sabía nada y tampoco quería saber porque demonios había ido a parar allí, a si, lo sabía. Por su (inserte palabra grosera). Pisoteo un poco en su camino, pensando en la inmortalidad del cangrejo y que se suponía que lo de la barrera anti ataque que le había propuesto al capitán, debía haber funcionado correctamente, pero no lo había hecho y se gruñia así misma por eso, pensando que debería ser más inteligente para la próxima y dejar el mundo atras y que horrible e irónicamente irrefleccino... Últimamente se sentía trastornada, pasando tres meses luego de esa traumatico momento.

¿Hacia frío? ¿Desde cuando? Sus ojos parpadearon al notar a Arleen unos pasos más allá y también al notar que ese no era el lugar al que quería llegar, inclusive no sabía al lugar al que quería llegar, no aún, o no nunca...

La punta de su lengua salió de entre sus labios y decidio ir a saludar, porque... ¿Por que no? Se suponía que la castaña era su amiga. Se sentía un poco aturdida por sus procesos mentales locos.

-Me alegro de que te encuentres bien... Digo sana... Digo bien, ¿Estas bien? - Soltó toda llena de inseguridad analizándola.

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'Dado (10)' :

Tenía la mirada perdida entre las flores, le hacían sentir bien de una extraña manera. De pronto le dieron unas ganas irremediables de acostarse en uno de esos cultivos de tulipanes en Holanda con un libro entre las manos y disfrutar de una buena lectura. Algo romántico. Algo bonito. Algo que la ayudara a escapar de la realidad que tenía que vivir.

Arleen no había ido al psicólogo oficialmente, demasiado que reconocer, pero había leído algunos libros de autoayuda y ahora recordaba la esencia de un capítulo en el que explicaban que no podía ponerse ansiosa por el futuro, que tenía que confiar en su yo futuro, pues la persona que enfrentaría ese obstáculo con las habilidades necesarias nacería en ese momento. Se preguntó qué habilidades estaba desarrollando ahora que se sentía una ameba.

La voz de alguien la sacó de sus pensamientos y se giró a mirar a la mujer castaña. Su nombre vino rápido a su cabeza: Yvonne. Sí, ese era su nombre pero… ¿De dónde la conocía? ¿Quién era? Arleen se le quedó mirando un momento haciendo un esfuerzo por ubicarla entre sus recuerdos pero no podía. Se irguió un poco y acomodó su postura. Como mínimo tenía que ser amable, parecía amable… Y bajo NINGUNA CIRCUNSTANCIA podía perder los estribos porque NO SABÍA QUIÉN ERA.

“Traumatismo…Es lo que tiene que te pisen y pateen la cabeza. Ahora sí soy estúpida”

-Gracias- Dijo e hizo una revisión visual, parecía bien también -No realmente- Expresó con sinceridad, cansada de fingir. Desvió la mirada de nuevo hacia las flores -Creo que estoy en shock, con aires de depresión y derrotismo- Mencionó con total claridad para luego añadir … -Y lagunas mentales- Volvió la vista hacia ella -¿Quién eres? ¿Te llamas Yvonne?


¿La recuerda? Nop
¿Recuerda su nombre? Sí

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'Probabilidad' :

Se quedo quieta esperando una respuesta, demasiado lenta a su parecer, y en aquel tiempo pudo observar como se manejaba Arleen y tuvo la sensación de que buscaba algo. Demasiado planteamiento por un día.

Entre abrió sus labios con suspenso, porque eso le estaba probócando Arleen, suspenso y ansiedad... Entre abrió sus labios también como una instacion. ¿Empujarla a hablar estaría bien? Negó con la cabeza.

Se mordió el labio cuando finalmente le hablo, solo asintiendo con la cabeza ante su gratitud. Lo primero que paso por su cabeza ante sus respuestas de estar en shock, depresiva y todo lo demás fue... Simplemente abrir más los ojos en forma de comprensión. No era algo nuevo en Arleen, de hecho, esos estados ya se los sabía, los había visto antes con lo que había pasado. Así que, solo se encogió de hombros en una contestación para si misma y luego agitó la mano delante de Arleen como desestimandola un poco. -Eso es algo usual, quiero decir que... Pasará.- Estuvo apunto de decirle unas palabras que en solo unos milisegundos proceso qué sonaría mal, como un "Es tu estado natural" pero solo hizo un amago de sonrisa, pero luego, el otro asunto, la hizo sentir que solo se acordaba a medias de su existencia e incluso no sabía si era un insulto o algo parecido, pero no fue así, recordando lo de las lagunas mentales que le menciono y suspirando se presentó nuevamente ante ella. -Si, Yvonne Euclides, cientifica. Estuvimos juntas en la base militar en Londres. Compartíamos habitación. Tienes hermanos... Grandes. - Y con grandes se refería a tamaño, porque así los recordaba. -Dos... O creo que son dos. Realmente no lo se. - Hizo un mohín mirándola a los ojos.

Algo usual…Después de lo que le habían dicho que había vivido y lo que recordaba. Sí. Era algo usual. Pasará. ¿Pero cuánto tiempo pasaría antes de que realmente volviera a ser ella misma? ¿Lo sería alguna vez? Inspiró profundo y empezó a morderse el labio con nerviosismo. ¿Qué importaba si pasaba o no? Estaba en Francia, rodeada de robots y de gente sin hogar, de huérfanos y con un panorama muy desolador. Su estado no haría ninguna diferencia, ni para bien, ni para mal.

“Base militar”

Tenía un leve recuerdo de un uniforme, al que sentía cierto rechazo por los…¿Colores. Frunció el ceño y trató de concentrarse en recordar algo…Lo que fuese y lo primero que vino a su mente fue…un gimnasio. Y alguien haciendola sentir…mal. No recordaba quién pero daba igual porque la punzada que sintió en la cabeza le hizo escapar de los recuerdos.

-Científica- Murmuró y giró la cara hacia ella de nuevo, pensativa. Tras eso, sonrió -Sí, lo sé, Fred y V. Mis lagunas no son tan grandes…- Tenía su vida calcada en la cabeza, no era algo que se olvidara con facilidad pero las cosas más recientes eran difíciles de recordar. Pero tenía más de 30 años conociendo a sus hermanos, familia y amigos en Ouroboros. No era fácil olvidarse de ellos.

-Yo…- Giró suavemente la cabeza a sus manos y al pensar en sus hermanos, en Giordano y en Aldaron, en Lucio… Decidió que era el momento de simplemente hacerles saber que estaba…viva. No bien, pero viva. Era un inicio. No dudó mucho en pensar en un recuerdo que siempre le llenaba el corazón de alegría: Una noche de karaoke en familia, Pensar en sus hermanos y ella cantando encendió su corazón y el cálido sentimiento se extendió pronto por su cuerpo mientras de sus manos se formaba una golondrina y luego otra, y otra, y otra.

“En algún momento tengo que enfrentar la realidad”

-¿Sabes si alguien de Ouroboros está aquí?- Preguntó tras mirar sus golondrinas partiendo. Un sentimiento extraño se alojó en su corazón después de que el efecto del antiguo recuerdo mermara. Hace mucho no veía golondrinas… En realidad… Un flash de memoria oscureció su rostro. Hace…meses que no hacía un patronus. Se comunicaba con…algo volador…pero… Soltó un leve gruñido cuando otra punzada en la cabeza le advirtió que dejara de esforzarse.





¿Cuánto recuerda Arleen de los últimos dos años?

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'Dado (10)' :

No perdió detalle de los gestos de ella, a pesar de que debes en cuando observaba los alrededores, como la vegetación de los jardines en los que se encontraban. Había un aire helado circulando por lo que se arrebujo un poco en su sweater color claro y asintió ante el nombramiento de científica de Arleen.

-Oh, debí haberte preguntado cuan grandes eran tus lagunas antes de contestar. – Se sintió un poco tonta, pero, luego tomo la iniciativa de sentarse al lado de la morena para sentirse más relajada y grata. Si lo necesitaba podía ayudarla a recordar. - ¿Qué es lo que no recuerdas? Puedo ayudarte, aunque no soy muy especialista en terapias. –

¿Yo? No tenía ni idea de lo que le iba a decir y nuevamente la vio metida en sus pensamientos, luego ella comenzando a hacer esas cosas mágicas, la saco de la realidad, eran como esas cosas, bolitas mágicas que había visto emanar una vez de su hermano, así que solo se quedó absorta ¿Los denominados humanos como ella podrían hacer aquello algún día? No estaba segura. No tenía muchos estudios de aquello, pero sería divertido de explorar o por lo menos cuando las cosas se calmarán.

Negó con la cabeza contestando a la inexistente pregunta de ¿Hay alguien de Ouroboros aquí? Pero luego asintió con la cabeza ante la inexistente pregunta de ¿Sabes dónde están los de Ouroboros? –Quiero decir, no hay nadie de Ouroboros aquí, pero puede que sepa dónde están. – El gruñido le advirtió que algo andaba mal. La cara de Arleen le dio un poco de susto, seria mejor que la acompañara a la enfermería lo antes posible. A lo mejor necesitaba alguna medicación. Su cara reflejo ansiedad mientras la miraba.

La pregunta de Yvonne hizo que Arleen torciera el gesto y suspirara tratando de ubicar que era realmente lo último que recordaba de forma muy nítida. Se mordió el labio inferior con algo de fuerza y entonces la cara de Aldaron se dibujó en su mente, en la sala del hospital…Bebiendo té, sí. Habían hablado de cosas…íntimas. El recuerdo hizo que se le colorearan las mejillas brevemente.

-Depende, supongo. Estamos en 2043? ¿No?- No recordaba la fecha con exactitud pero podría hacerse una idea -Quizás año y medio o así… Recuerdo estar en Ouroboros con mi compañero de enfermería, un elfo llamado Aldaron. Hablábamos de temas personales tras un break- ¿Por qué había perdido el contacto con Aldaron? ¿Dónde estaba?

Inspiró profunda pero lentamente -Se me mezlan los recuerdos y a veces sólo es algo abstracto pero que me hace sentir…- No sabía cómo explicarlo y se llevó una mano al pecho masajeándose la zona donde estaría el corazón. Volvió la vista hacia ella -De todo menos bien- Explicó finalmente.

Escuchar que no había nadie de Ouroboros la entristeció. ¿Por qué estaba tan lejos de casa? ¿Dónde estaban sus hermanos? Miró hacia el cielo un momento como esperando la llegada de algún patronus, algún mensaje pero de momento no había nada y por alguna razón eso hizo que se le humedeciera la mirada. Se quedó en silencio durante unos largos segundos mientras trataba de digerir aquellos sentimientos -¿Dónde están?- Preguntó cuando creyó que su voz saldría lo suficientemente firme.

Si bien Yvonne la hacía sentir en confianza, no recordaba claramente una relación con ella y le daría una vergüenza enorme ponerse a llorar frente a ella. Quizás lo mejor sería ir a descansar -¿Puedo aprovecharme un poco más de tu amabilidad para que me ayudes a ir a mi habitación?-


¿Cuánto recuerda en general desde su creación como pj? 4/10 uff

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'Dado (10)' :

Ella asintió con la cabeza ante el año que le estaba dando, para ser exactos: Enero del 3043, pero pensó que decirle el mes era exederce un poco o incluso poner presión, así que mejor lo dejaba a su libertad.

¿Año y medio? No sabía a que se refería con año y medio, y su calma se transformó en un ceño  fruncido de no saber exactamente lo que estaba hablando.

-¿Ouro... boros?- Creía recordar que ese lugar era la decadencia pura y ella... -¿Que hacías en ese lugar? - Volvió a preguntar a pesar de que la morena se explicara. Negó con la cabeza. Ahora ella era la confundida. - No se quien es Aldaron el elfo, y tampoco se le que has estado haciendo, pero si se que tomar un descanso allí no debe estar permitido. Es por lo menos peligroso. - Era entendible aquello de tener lagunas mentales ahora que lo pensaba, la mente era una cosa complicada. - ¿Recuerdas a Belle? Estuvimos trabajando con ella en la base por un encargo del capitán Daven. - Y luego vino todo un desastre, el secuestro y el ataque, pero eso no se lo iba a recordar. -Descuida, como te dije, te ayudaré con todo lo que pueda. - Sentenció cuando la miro un poco afligida. A lo mejor ver otras caras conocidas le haría bien, aunque bueno... Con todo el tiempo que paso en la base más de alguna cara conocida se debió haber cruzado.

-Escuche que se estaban refugiado en Italia. - Luego parpadeo y espero un momento. - Pero no querrás ir allí. - Se apresuró a decir del mismo modo que comenzó a ayudarla con su petición de ir a su habitación. En su estado no sería bueno tomar esa decisión.

-Mi isla- Explicó lentamente mirando a Yvonne un momento como si no llegar a comprender sus palabras. ¿Peligroso? Su isla no era peligrosa…No…

Sí, sí es. Dijo una voz en su cabeza que sonaba como la suya.

De pronto una sucesión enredada y complicada de acontecimientos pasaron por su cabeza, Arleen cerró los ojos con el ceño fruncido tratando de pillar alguno, de quedarse con algo.

No pudo.

Sólo le quedó el mal sabor de boca y un corazón pesado.

-¿Belle?- Decir su nombre en voz alta hizo que la imagen de la pelimorada apareciera en su cabeza de forma nítida y definida. Empezó a asentir lentamente -Belle es mi amiga y es…- Hablaba con las máquinas. Aquello pareció desencadenar algo en su cabeza también. Arleen se miró las manos. La mano. Y abrió y cerró los dedos. ¿Podía ella hacer eso?

-¿Capitán Draven?- Intentó hacer lo mismo pero nada. No hubo nada en su mente vinculado con un capitán Draven. ¿Sería de la base? Empezaba a creer que era buena idea llevar un diario que le ayudara con la memoria. Quizás un par de personas que sonaran importantes -¿Lo conozco? ¿Quién es?-

Ya se habían levantado e iban caminando hacia la habitación. Arleen estuvo en silencio un momento antes de extender la mano con suavidad y apoyarla en el hombro de Yvonne -Tengo poca estabilidad en las piernas…La falta de ejercicio- Explicó mientras mantenía la mirada en el piso, analizando sus pies que tan diferentes eran.

-Quizás puedes ayudarme al mencionarme gente que podría conocer. A veces es fácil, como Belle…Otras más complicadas, como tú. Sabía tu nombre pero no quién eras- Dijo antes de que mencionara lo de Italia. Su mente voló a Gio inmediatamente. ¿Estaría también él ahí donde… Frunció el ceño. ¿Por qué Italia era mala para Gio? Tensó los labios en una fina línea al no poder recordar el porqué, pero la zozobra la tenía instalada en el cuerpo. No ayudó la siguiente frase de Yvonne -¿Por qué dices eso?-


¿Cuánto recuerda de Belle? Maso
¿A cuál capitán recuerda? Par Thalos, impar Gelion. Thalos
¿Cuánto recuerda? Nanai

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'Dado (10)' :

Tenía trabajo atrasado. Muchos informes. Muchas listas de bajas, de desaparecidos, de heridos... Solté aire de manera profunda por la boca apartando la vista del ordenador que me había traído SAM, a pesar de su insistencia en que usase pantallas de holograma. Me gustaba el tacto de las teclas.

Aún tenía las paredes acristaladas que la mayoría había pedido cambiar. No me molestaban, tampoco es que pudiese verme mucha gente porque estaba en un piso bastante alto del complejo que habían hecho los androides para nosotros. Me levanté para ir a la cocina y nada más poner un pie en ella la cafetera se puso a funcionar. La verdad es que me jodía bastante no hacerme mi propia comida, ¿Para qué se había molestado en fabricar una cocina en cada apartamento si se hacía todo automático?

Apoyé el trasero en la isla de la cocina y froté mi rostro pasando después a mi... mi cabeza rapada. Me había abierto el puto cráneo en algún momento y lo habían reemplazado por algún material recubierto de aquello con lo que hacían a los androides. Casi humano. La mitad de mi cabeza al menos. Si me viese mi madre con este corte de pelo pondría el grito en el cielo.

Cogí el café y volví al escritorio para ponerme al día. Había pasado menos de una semana desde que me sacaron de su "Unidad de rehabilitación funcional humana" .Comencé a teclear buscando más nombres de soldados en la base de datos. Muerto. Muerto. Herido. Había demasiada gente, más de la que habíamos quedado que íbamos a evacuar y de pronto todo se volvió una locura con los ataques.

Apreté varias veces el puño. Aún sentía el brazo entumecido. Las quemaduras habían curado bien gracias a su tecnología, incluso me habían sugerido cambiar los tejidos por los sintéticos. Sin embargo había insistido en que dejasen aquello así. Las quemaduras llegaban del cuello a la muñeca cubriendo parte del pecho. Eso había ocurrido antes de lo de la cabeza, mientras trataba de acercarme al muelle y a la marabunta de gente que intentaba pasar al barco. Una explosión de fuego que no supe de donde había salido, estaba concentrado en alcanzar el puto muelle.

Muerto. Desaparecido. Muerto. -Tendríamos que haberlos metido de una patada en portales mágicos.-Murmuré antes de continuar leyendo cada vez más cabreado.

Llevaba una semana fuera de la torre que habian habilitado para nosotros alli en aquella zona. Lady fortuna había sido más compasiva conmigo que con el resto, aun me preguntaba por qué, y a parte de algunas magulladuras, cortes o heridas leves, había salido ileso de aquel infierno, caminando por mi propio pie. Probablemente mi posición como sniper en lo alto de aquel edificio me habia librado de lo peor. Habia podido ayudar a los menos afortunados, ver la gravedad de su estado... y ver como luchaban en cuidados intensivos por sus vidas.

Al final la incertidumbre y la claustrofobia me habian movido a salir de alli, solo esperar era insufrible y habia cosas que tenía que hacer fuera de aquella torre, personas a las que buscar y con las que hablar.

Regresé cuando tuve noticia que empezaban a recuperarse. Los pronósticos no parecían tan buenos, por lo que sabía.

Habia decidido visitar a Gelion primero asi que fui a la planta en la que estaba ubicado, en las alturas, como siempre. Cuanto mas alto, mejor.

Al llegar a su departamento llamé a la puerta, varias veces, con el puño cerrado.

Parpadeé varias veces antes de frotar mis ojos. Unas gafas, tenía que pedir unas putas gafas. El sonido de la puerta me hizo mirar a la misma.

Y de pronto estaba frente a la puerta. -Hmmm...- Gruñí mirando a mi espalda. Sí, eso también me pasaba. Periodos de tiempo en los que no recordaba que había hecho a corto plazo. Chasqué la lengua mientras abría la puerta. Thalos estaba bien. Fue uno de los primeros nombres que busqué en la base de datos. Le hice un gesto con la cabeza para que pasase y abandoné la puerta.

De camino al escritorio de nuevo mis pies chocaron con algo. Vale, había tirado el puto café. Gruñí en una especie de suspiro y me agaché para recoger la taza. -Una cagada. Ha sido una puta cagada.-Me incorporé dejando la taza en la isla de la cocina y las cosas tecnológicas de SAM empezaron a trabajar en ello. Fue entonces cuando le observé con más detenimiento intentando comprobar si estaba tan bien como decía el informe. ¿Lo estaba? Tenía esa mirada extraña, una que yo mismo me veía a veces en el espejo.-¿Y ahora qué?

Una bienvenida silenciosa fue todo lo que obtuve de él.

"No tiene buen aspecto"

Fue inevitable pensar aquello al ver las cicatrices de la operación y de las quemaduras asomarse por debajo de su ropa. De hecho, era sorprendente que hubiera sobrevivido a aquella explosión.

Entré detrás de él para verlo chocarse con la pata de la mesa y tirar la taza de café. Cerré la puerta tras de mi y me acerqué a la isla mirando cómo los robotos de cocina arreglaban y limpiaban solos el estropicio, iba a ponerme a preparar otra taza de café pero aquello se inició solo. Sí, uno de los motivos por los que tampoco soportaba ese sitio.

- Aquí como se distrae uno?

Farfullé negando con la cabeza, sabiendo que Gelion por cagada no se refería a la taza rota.

- Sí, lo ha sido.

Me acerqué a él y le puse una mano en el hombro. No podía decir que estuviera de una pieza, solo....que estaba vivo. Solo que me alegraba de que no me hubiera dejado solo.

"ni puta idea..."

- Ahora te toca recuperarte del todo. Tomártelo con calma.