Torre ACNBH V 1.01

Recuerdo del primer mensaje :

Está torre creada por SAM es el sitio donde los sobrevivientes del éxodo de Londres han encontrado un hogar.
Cada persona cuenta con un espacio habitable, con aseo propio, y algunas comodidades básicas. Luego hay áreas para.compartir exquisitamente decoradas entre las que destacan la cafetería, gimnasio, áreas verdes, etc.

Más detalles en el futuro

Negué encogiendo un poco el hombro e hice un aspaviento con la mano, cansado, mientras entornaba los ojos.-Entretenimiento.-Solté al aire y no solo aparecieron un montón de pantallas holográficas en el aire con distintas series, películas, deportes... además empezó a sonar música y bajó una estantería circular oculta en el techo que ofrecía juegos, lectura y otros tipos de distracciones.

Planté ambas manos en las caderas suspirando mientras miraba con odio aquel despliegue tan abrumador.-¡¿Cómo puede haberlo sido?!-Sonaba molesto. No con él, con la puta situación. Gruñí por aquello de tomármelo con calma mirándole de reojo. Un pequeño gesto molesto y froté de nuevo mi cara.-¡Silenciar!-Todo se puso en mute y suspiré.

-No hay tiempo para tomarse nada con calma. -Me senté en el escritorio pulsando una tecla para mostrar la cantidad de personas de las que teníamos que hacernos cargo. Eran menos de las que debían ser pero aún así teníamos responsabilidades.-¿Tú quieres tomártelo con calma?-La pregunta sonaba más bien a un "Necesitas".

Apoyé el codo en la mesa y planté la mano en mi rapado masajeándolo mientras miraba la pantalla.-¿Qué se hace cuando uno la caga de esta manera? A parte de tratar de que toda esa gente esté lo mejor que se pueda...¿Dimitir?-En un mundo normal pero de mierda era lo que se hacía ¿no? Miré a Thalos como interrogándolo con cierta duda.-¡¿Por qué había tanta gente?!¿Por qué no les empujamos por un portal aunque les saliese un sarpullido por la magia?!

Ante aquel comando suyo, diversos cachivaches y cosas de entretenimiento no tardaron en hacer aparición. Arqueé una ceja algo asqueado porque sin duda ese no era mi concepto de entretenimiento si no mas bien…no sé, tenía concepto de entretenimiento, ahora que lo pensaba friamente?

Vale, por su cara, parecía que a él tampoco le gustaba demasiado.

- Porque las cosas a veces se van a la mierda, da igual como de bien se prepare uno. O cuantos planes hagas, o cuantas rutas, horarios y escenarios calcules.

Hice una mueca de descanso cuando mandó a callar totda la parafernalia aquella. Sam tenia buenas intenciones pero su estudio de la psique humana aun dejaba mucho que desear. Reflexioné un momento aquella devolución de pregunta.

- No.

De calma nada.

- Pero a mi no me han volado casi media cabeza en una explosión, asi que…yo puedo seguir estresado perdido. Pero si dices que fisicamente te encuentras recuperado, cerraré la boca y no diré nada mas al respecto.

Dimitir…ganas daban. Sí, había mucha gente de la que debiamos hacernos cargo, aqui exiliados. Este no era nuestro lugar.

- No me jodas, Gelion. Para una vez que no ha sido enteramente nuestra culpa. Y mira el lado bueno. Por los registros que tenemos, ni uno solo de los atacantes salvó el culo ese día. Los Reales ya no serán un problema. - lo miré cruzandome de brazos mientras me sentaba en el brazo del sillón. - Sabes que los portales mágicos no son desfiladeros por los que puedes arrojar a cientos de personas de golpe, verdad? Siguen teniendo que pasar poco a poco.

Arleen Royden escribió: -Mi isla- Explicó lentamente mirando a Yvonne un momento como si no llegar a comprender sus palabras. ¿Peligroso? Su isla no era peligrosa…No…

Sí, sí es. Dijo una voz en su cabeza que sonaba como la suya.

De pronto una sucesión enredada y complicada de acontecimientos pasaron por su cabeza, Arleen cerró los ojos con el ceño fruncido tratando de pillar alguno, de quedarse con algo.

No pudo.

Sólo le quedó el mal sabor de boca y un corazón pesado.

-¿Belle?- Decir su nombre en voz alta hizo que la imagen de la pelimorada apareciera en su cabeza de forma nítida y definida. Empezó a asentir lentamente -Belle es mi amiga y es…- Hablaba con las máquinas. Aquello pareció desencadenar algo en su cabeza también. Arleen se miró las manos. La mano. Y abrió y cerró los dedos. ¿Podía ella hacer eso?

-¿Capitán Draven?- Intentó hacer lo mismo pero nada. No hubo nada en su mente vinculado con un capitán Draven. ¿Sería de la base? Empezaba a creer que era buena idea llevar un diario que le ayudara con la memoria. Quizás un par de personas que sonaran importantes -¿Lo conozco? ¿Quién es?-

Ya se habían levantado e iban caminando hacia la habitación. Arleen estuvo en silencio un momento antes de extender la mano con suavidad y apoyarla en el hombro de Yvonne -Tengo poca estabilidad en las piernas…La falta de ejercicio- Explicó mientras mantenía la mirada en el piso, analizando sus pies que tan diferentes eran.

-Quizás puedes ayudarme al mencionarme gente que podría conocer. A veces es fácil, como Belle…Otras más complicadas, como tú. Sabía tu nombre pero no quién eras- Dijo antes de que mencionara lo de Italia. Su mente voló a Gio inmediatamente. ¿Estaría también él ahí donde… Frunció el ceño. ¿Por qué Italia era mala para Gio? Tensó los labios en una fina línea al no poder recordar el porqué, pero la zozobra la tenía instalada en el cuerpo. No ayudó la siguiente frase de Yvonne -¿Por qué dices eso?-

¿Su isla? Si claro su isla. Después de todo era su hogar. En ese punto Arleen volvía a verse confundida y al parecer, lo que le decía hasta el momento no le hacía ningún sentido.

-Si, Belle, la chica de pelo morado que tu llevaste a la base para que nos ayudara con la investigación. - Solo esperaba que la recordara ya que parecía ser que la chica era muy amiga suya… Y parecía que, si la recordaba, pero siempre con un cierto trastabillar. ¿Qué tan nublada debía tener la mente para no poder organizar sus ideas? Ella no entendía mucho de esos temas y no sabía si podía entenderla, aunque de momento fuera todo bien.

Cuando le pregunto sobre el capitán Draven se quedó pensativa. Ya estaban yendo de camino a la habitación que le correspondía a la morena. -Tienes razón.- Comenzó hablando. A lo mejor esa parte de que se haya olvidado de ella solo fuera porque comenzó a formar parte de su vida recientemente. Ante eso, solo se encogió de hombros mentalmente. -En la base hay dos capitanes y los dos se apellidan así… Sus nombres son Thalos y Gelion.- Titubeo y luego soltó un suspiro antes de proseguir. En esos momentos intentaría ser más específica. -El capitán Thalos tiene el pelo castaño y es alto. El capitán Gelion tiene sus ojos oscuros al igual que el cabello. Tiene una cicatriz en su rostro y es más alto que el otro capitán. - Ajusto su paso a uno más lento por solidaridad a su compañera, mirándola de reojo para ver si acaso estaba bien en cuanto a su caminar y a sus recuerdos. -Y lo de Italia solo te lo mencionaba por si querías ir. Desde el tiempo que te conozco, he notado que eres muy dada a eso. Ir y venir. Una persona muy decidida, pero debido a tu condición, me pareció que no podías ir. Solo por eso. -

-¿Yo la llevé?- Preguntó alzando las cejas con suavidad y curiosidad. No dudaba de las habilidades de Belle. Luego ladeó con la cabeza -¿Qué investigación era?- Estaba claro que era algo tecnológico. ¿O tecnomágico?. Estaba profundamente confundida y decidió tomarse un respiro y dejar de intentar buscar recuerdos. Se concentró en sus pasos y en no caerse.

¿Dos capitanes Draven? Eso seguro…sería confuso. Su mente no ayudó, pero tampoco la estaba presionando. Sin embargo, al escuchar los nombres algo hizo que la mirara de reojo -¿Gelion Draven?- ¿Por qué le sonaba ese nombre? Thalos no le sonaba de nada y la descripción tampoco ayudó. Sin embargo, en cuando empezó a describir a Gelion una imagen de un hombre se formó en su mente y al comentar la altura, Arleen se detuvo.

El aluvión de recuerdos hizo que aspirara aire bruscamente entre los dientes. La sucesión fue rápida y confusa. Recordó… Sus dedos recorriendo una cicatriz en su pecho y Arleen se llevó la mano allí. Pero su mente la llevó a otro recuerdo, rodeada de telas blancas y su madre tomando medidas y diseñando numerosos vestidos de boda en su honor.  Ese recuerdo se transformó en otro, en el que le sostenía la mano cuando alguien le examinaba el vientre. Estaba preocupado. La morena se llevó las manos allí mirándose confusa para luego escuchar su voz, en otro recuerdo, gritándole que “su doctora” podría sobreponerse.

“¿Perdimos un bebé?”

Aquello hizo que se le humedecieran los ojos mientras numerosas emociones la envolvían con tanta fuerza que acabó echando un par de pasos hacia un lado para apoyar el hombro de la pared.  Pelearon… pelearon tanto que ella se fue, a otro sitio. ¿A dónde? ¿Un hospital? Ese no era el hospital de Ouroboros. Era..

“¿Tengo un hospital?”

Las inmaculadas paredes de los pasillos se convirtieron en un despacho y una obscena escena se instaló en sus recuerdos de tal forma que la hizo hiperventilar y sonrojarse hasta las orejas. Ella no se comportaba así. ¿Qué tipo de confianzas er… El recuerdo de aquel vestido blanco hizo clic.

“Es mi esposo…Olvidé a mi esposo”

Bajó la vista hacia su mano izquierda, esperando ver su anillo de bodas. Pero no había. Ni anillo, ni mano. Una horrible sensación de nostalgia se instaló en su pecho. ¿Cómo podía olvidarse de él?

-… muy decidida, pero debido a tu condición, me pareció que no podías ir. Solo por eso. –

Arleen miró a Yvonne sin entender a que se refería, sin querer había desconectado totalmente de la conversación -¿Dónde está Gelion? Necesito… - Después se preguntó. ¿Por qué no había estado a su lado en la cama al despertar? ¿Por qué no la había buscado? Y un horrible terror apresó su estómago, miró con desasociego a Yvonne -¿Está…vivo?

-Sobre unos artefactos que fueron rescatados. ¿Recuerdas a Rena, la androide de la base? Todo eso tenía que ver con ella. - No sabía hasta cuanto decir, ni mucho menos como explicarle puesto que parecía más confusa de lo que estaba antes. -Buscábamos información sobre Charles, el creador de Rena.-

La impresiono escuchar el nombre de sus labios, fue como si inmediatamente lo reconociera. Lo pudo ver en su rostro y pudo percibir algo de lucha interna. Pensaba que solo había reconocido su nombre como pasara con ella, pero se dio cuenta de que no era tan así. Parecía recordarlo más en profundidad.

Dejo que se adaptara a aquel nuevo evento así que solo se quedó a su lado a la espera de alguna otra reacción por parte de ella, mirando a su alrededor y lo que ella identifico fue que ya se encontraban en el pasillo, que no reconoció mucho porque a pesar de que habían pasado tres meses aun no podía reconocer ciertos lugares puesto que la torre residencial era enorme y ella solo había encontrado el óptimo camino de su residencia a la cafetería.

-Arleen ¿Recuerdas algo? - La llamo viendo como observaba el fantasma de una mano y ya que sus emociones se reflejaban en su cara, comenzó a preocuparse. - ¿Quieres que llame por ayuda? - Un médico no estaría mal, un psicólogo seria aun mejor.    

No la sorprendió que nombrara al capitán por su nombre, porque ella siempre lo hacía, pero se quedó confusa con lo que necesitaba. ¿Dónde estaba el capitán? Suponía que en el centro médico o en su habitación, no era como que le siguiera el rastro. - ¿Qué necesitas?, puedo comunicarme con él si es que quieres verlo. - La pregunta de si estaba vivo podía contestársela, así que, solo un conciliador si, salio de ella.

El relato de Rena hizo que entrecerrara los ojos y el nombre simplemente disparó otra oleada de recuerdos. Muy nítida. Demasiado. No le gustaba esa androide. No le gustaba ese proyecto. Se lo advirtió a alguien. ¿A un superior? ¿A un Draven? Tragó en seco cuando el rechazo hacia aquella robot por su falta de empatía le dio un escalofrío. Pocas veces en la vida se había mostrado tan arisca hacia un objeto.

“¿Por qué?”

Recordó haber dicho algo de SAM. SAM… ¿Le temía a SAM? Pero SAM. Por favor… SAM los había visto desnudos. La reacción de su cuerpo al torrente de recuerdos de Gelion había hecho que su pulso se acelerara, pero ahora lo que le recorría era una enorme vergüenza que había apaciguado aquella calentura como un cubo de agua un pequeño incendio.

-Sí…- Dijo en un hilo de voz e intentó hacer que su mente se concentrara en algo pero la memoria de una explosión horrorosa y el terror en su cuerpo hizo que empezar a temblar brevemente. V…V la estaba alejando de él. ¿Por qué? En la cacofonía de aquellos recuerdos se perdió la pregunta de Yvonne.

Le pitaban los oídos.

¿O era sólo el recuerdo?

-Sí…- Le dijo alzando finalmente la mirada hacia ella. Sí, estaba vivo. Eso…estaba bien. ¿Verdad? -Sí, quiero verlo… ¿Cuál… ¿Sabes cuál es su habitación? ¿Está junto a la mía?- Preguntó con el ceño fruncido ¿Por qué nadie le había dicho nada? ¿No deberían los médicos haber informado a sus seres queridos de su estado?

Se incorporó un poco, aún confundida y con la respiración agitada. Miró hacia un lado y hacia el otro del pasillo y contuvo el aliento. “¿Dónde estás Gelion?”. Pensó que quizás la opción lógica era la habitación contigua así que se separó de la pared y retomó el camino antes de que algo invadiera su cabeza de forma…extraña.

“Capitán Gelion Draven. Habitación 767”

Arleen trasbilló de tal forma que acabó con una rodilla en el piso y una mano sosteniendo la mitad de su cuerpo. Miró hacia Yvonne parpadeando estupefacta -¿Qué dijiste?-

“Capitán Gelion Draven. Habitación 767”

Yvonne, evidentemente, no movió los labios y Arleen perdió el color del rostro. ¿Qué era esa voz en su cabeza? ¿Por qué sonaba tan…robótica? ¿Era Rena? ¿Yvonne la había invocado? Igualmente, si lo fuera, Rena no tenía telepatía.  Tragó en seco y miró el pasillo de nuevo. Estaban solas…

Con cuidado y cogiéndose de la pared fue incorporándose lentamente. Si Gelion estaba en la habitación 767, estaba claro que NO estaba a su lado. Ni siquiera en la misma planta. No tenía sentido.

Decidió seguir la voz y al subir al ascensor esperó a Yvonne y marcó la planta 7, que los llevó directamente 4 plantas más arriba de la suya. Arleen se quedó mirando los botones con nerviosismo por... muchas razones.

-La base…- Dijo en el silencio del ascensor cayendo en cuenta de algo, cayendo en cuenta de que V la había intentado alejar de Gelion -Sólo hay humanos ¿verdad?- Preguntó cuando el ascensor se abrió en la planta 7 y comenzó a caminar.

“Como Romeo y Julieta…”

Gritaba un hombre de pelo castaño a Amaya y su prima la miraba con…. Desprecio. Cualquier tipo de emoción positiva que hubiese sentido antes acabó desintegrándose a causa del dolor que Amaya le había ocasionado. Le había dicho cosas…duras. Pero no recordaba cuáles, sólo el dolor.

Se detuvo un momento y se miró a sí misma. Había un bebé. Ella cuidó de un bebé. Pero realmente no pudo pensar nada más alrededor del tema porque mientras más intentaba hacerlo menos lograba concretarse el recuerdo. Antes de percatarse ya estaba frente a la habitación y sin pensarlo dos veces tocó la puerta.

-Usa gafas para leer- Dijo de la nada., aunque su mente no hubiese evocado ningún recuerdo.

¿Cuánto recuerda de Rena?

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'Dado (10)' :

-Pues es una puta mierda y no es a veces, es todo el puto rato.-Me quejé bastante cabreado. Desde hacía demasiado tiempo no salía nada bien. Absolutamente nada.

Le dediqué una mirada de mala hostia.-Eso está solucionado. -Me incorporé mirándole ahora con una mueca parecida a una sonrisa acercándome para inspeccionarle notoriamente. Luego me aparté alzando ambas cejas y encogiendo un hombro.-Me ha parecido ver que estás preocupado por si tu medio hermano mayor se ha quedado tonto o algo así.-Solté con burla acercándome a la estantería colgante esa.

-Aun estoy revisando los registros, recuerda que ya "nos" los cargamos una vez y seguían vivitos y coleando.-Comenté mientras rebuscaba en la puta estantería. Cogí algo que trasteé entre las manos y le miré con cierta incredulidad.-¿En serio? -Saqué un cigarro del paquete que había cogido y aunque me sonaba algo de que lo había dejado se lo tiré para que lo pillase mientras buscaba en la estantería un mechero o algo parecido. Me lo encendí cuando llamaron a la puerta. Era raro porque había pedido que no me molestasen pero bueno.-Abrir puerta.-Solté antes de tirarle el mechero e ir hacia la ventana, observando la azotea contraria.-Tu bruja lleva dos días entrenando como si le fuese la vida en ello.-Solté, dejando escapar el humo viendo a la pelirroja golpear cosas en el improvisado "campo de entrenamiento" que habían plantado allí.

El caso era que el cabron tenía razón y por lo tanto, era complicado llevarle la contraria. Ademas, que a mi no se me daba bien jugar en el papel del tio optimista. Al contrario. Solo podía intentar ser lo mas realista posible, en el mejor de los casos. O en el peor?

Con su frase de “eso está solucionado” y su mirada de mala hostia tras decirle que no era a mi a quien habian abierto la cabeza, casi interpreté que estaba por abrirmela él mismo aquí y ahora. A ratos seguia desprendiendo ese aura de cabron incurable capaz de venderte al diablo, a decir verdad. Luego reprimí una especie de gruñido-bufido cuando insinuó que le había parecido verme preocupado por él.

“Tan extraño te resulta?”

- No digas tonterías. Eso implicaría admitir que tenías algo de inteligencia, para empezar. - repliqué igualmente sarcástico. Encogí mis hombros, siguiendo sus erráticos pasos por la estancia. - Sigue revisando archivos, si eso te va a dejar más tranquilo. Pero por lo que vi, era muy dificil sobrevivir a eso.

Yo mismo habia mirado ya esos archivos varias veces, pero no buscando a los Reales, si no buscando alguna pista de Reed. Nada. Como siempre. Era bueno o malo? En estas circunstancias, parecía malo.

En eso andaba pensando cuando me tiró el paquete de tabaco. Saqué un cigarrillo sin pensármelo mucho, colocandolo en mis labios.

- En serio. A cuantos magos has visto embutir de una por un portal? Ni si quiera Johan puede abrir uno tan grande. - llamaron a la puerta en ese instante. Otra visita para Gelion. Miré un momento antes de que se abriera, hasta que el comentario de él llamó mi atención hacia la ventana. Me arrojó también el mechero, que pillé por los pelos porque la vista de Carrie entrenando a través de la ventana me distrajo un tanto.

- O como si no quisiera pensar en nada más.

“Mi bruja….sonaría bien de no ser porque….”

- Odiaba que la llamase bruja. Menudos cabreos se pillaba - comenté encendiendo el cigarrillo, girándome hacia la puerta ya abierta para divisar alli a Arleen, acompañada (o eso creo). Otra que casi ni lo contaba. - como te encuentras, Royden?

Cuadro los hombros con esa respuesta.- Solo espero no estarte presionando. - Escucho una vez que tanta presión para una persona que perdía la memoria no era bueno y puesto que la escucho medio desvalida con el temblor en su voz, no le cupo la menor duda que algo no estaba bien. La sujeto del hombro con preocupación cuando la sintió temblar queriendo comprobar que todo fuera bien. - Arleen. - Llamo por ella apretujandole el hombro donde la tenía agarrada. Asistencia, necesitaban asistencia... -¿Si? - ¿Si que? Acaso había pensado en voz alta y ella le había contestado y luego vino lo de querer verlo... Dio una respiración como si se le hubiese escapado el aire y la soltó del hombro porque se había perdido de algo más que seguro.

Y en una recapitulacion rápida, fue guiada al tema de los capitanes, le había estado comentando de ellos, así que a eso se refería.

-No dije nada. - ¿Y ahora que le pasaba?, miro por el pasillo también cuando ella lo hizo. Al parecer algo la había molestado, pero en el pasillo no había nada, y el siguiente movimiento de la castaña, la llevo a moverse con miedo de que fuese a cometer alguna locura.

-Claro que no, también hay maquinas, los androides y los centinelas. - La siguio de cerca con curiosa ansiedad y confusión. ¿Y quien se suponía que usaba gafas para leer? Aceptaba que por lo menos era intrigante todo lo que le estaba ocurriendo. ¿Las perdidas de memoria siempre fueron así? Recordo la puerta. En su trayecto habían llegado a una puerta, mientras la otra marchaba y ella la seguía. A eso se refería con lo de ser una persona decidida y todo lo que eso implicaba, y luego la voz del capitán que la hizo saltar de la sorpresa aunque no visiblemente. -Arleen solo quería ver al capitán Gelion. - Los miro a todos posando los ojos en unos y otros.

Androides. Máquinas. Sí, por supuesto. Pero no brujas. ¿Qué hacía ella en la base militar? ¿Era por su matrimonio? Sentía su corazón acelerado y le había empezado a sudar la mano. El estómago también lo tenía un poco revuelto y el frío que antes le había calado a través del fino abrigo que llevaba se había disipado y tenía un agobiante calor.

“Abriendo puerta”

-¿Qué?- Preguntó hacia Yvonne cuando habló, sin saber por qué había dicho eso. Pero la puerta se abrió poco después lentamente y la morena observó el aparato con una ligera confusión. -¿Por qué…- Iba a preguntarle a Yvonne lo de la puerta cuando un hombre de cabello castaño le llamó pro su apellido. Se le quedó mirando con una leve mueca de confusión y la mirada absolutamente perdida. Lo recorrió, de pies a cabeza, tratando de ubicar algo de aquel hombre en su mente, pero no encontró nada. Ningún recuerdo se disparó.

“Pero me conoce”

Volvió la mirada violácea a sus ojos nuevamente. Postura. Forma de hablar. Ligero parecido. Estaba en su piso. Volvió la cabeza hacia Yvonne mientras contestaba -¿Él es Thalos?- Inquirió con suavidad, pero no en un tono bajo. No le avergonzaba dar a conocer su pérdida de memoria.

“Claro que lo es”

“¿Y por qué no lo recuerdo, pero a otros sí?”

Entrecerró los ojos tratando comprender ese pequeño detalle -Lo siento- Dijo adentrándose lentamente y caminando en dirección a Gelion con total confianza -No te reconozco…Pero agradezco tu preocupación. Estoy…- Se quedó en silencio cuando volvió la mirada hacia el capitán Draven que estaba buscando. Tensó suavemente los labios y se acercó a él, alargando la mano con la intención de acariciarle la mejilla y acunarle el rostro. Estaban vivos. Eso era lo que importaba. No era la primera vez que…

Se quedó con la mano a medio camino cuando una horrible certeza se alojó en su corazón. No era la primera vez que estaban en una situación así. Ella… ya había creído que había muerto una vez. Y se había culpado por ello porque… Su mirada se perdió en la distancia, aunque estaba observando a Gelion. V… y Benjamín -V y Ben...te dejaron- Parpadeó confusa mientras se le emborronaba la vista -Por mí- Ella lo había sugerido…¿Por qué?

Cerró los dedos en un puño mientras fruncía el ceño, otro recuerdo vino a ella cuando la defendió frente a un grupo extraño. Llovía. Y no tenía botas. Bajó la vista hacia sus pies con desconcierto. ¿Por qué caminaba descalza de noche? Recordó el miedo, pero no sólo por ella… Se llevó la mano al vientre sin comprender el siguiente recuerdo. Alzó la vista hacia él perpleja -¿Por qué? – Cuestionó sintiendo otra vez una leve puntada en la cabeza -¿Por qué lo pusiste en riesgo de esa forma?- Preguntó con una mueca de dolor, por lo que se llevó la mano a la cabeza, presionando suavemente la sien para aliviarla pero sin éxito alguno -¿Dónde está? Nuestro bebé.... ¿Dónde está, Gelion?- Preguntó con un hilo de voz mientras miraba la habitación donde no había ni una pista del bebé. ¿Y el bebé que había cuidado en la base? ¿Era él? Volvió la mirada hacia él temiendo la respuesta.

No habían podido ponerlo a salvo....¿Verdad?



¿Nivel de lío de recuerdos? 1 mucho caos.
¿Recuerda algo de Thalos?

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'Dado (10)' :

-Y yo que sé Thalos!Pues menuda mierda de magia entonces¿No tienen algo para hacerlo en grupo?-Parecía un debate casual y bastante absurdo en realidad. Apoyé el brazo en el cristal de la ventana y mi frente en él. La pelirroja parecía estar practicando con una espada, asestando golpes a unos maniquíes de entrenamiento.-¿Crees que le funciona?-Si era así tendría que probar yo con eso. En un momento dado tiró la espada al suelo y empezó a hacer aspavientos. Aspiré el humo del cigarro alzando ambas cejas.-Pues nop...no le funciona en absoluto.

Aparté la cabeza de aquella posición cuando Thalos saludó a Royden¿Qué Royden? Miré hacia la puerta y mi gesto se endureció. -Euclides.-Saludé a la científica pasando la vista a la doctora de nuevo que se dirigía a Thalos contándole que no le reconocía. No me sorprendió, había leído su ficha y digamos que SAM tampoco tenía muy en cuenta la confidencialidad de los pacientes ingresados -Puede solicitar una cita...-Fruncí el ceño cuando se acercó con esa mano.-En la recepción... -Mi mirada se cruzó con la de Thalos. ¿Qué estaba haciendo?

Volví a clavar los ojos en la doctora cuando empezó a hablar de otras cosas.-Emmm Doctora Royden...-Pero continuó. Parecía estar mezclando recuerdos o cosas. Arrugué completamente el gesto sin saber a qué se refería con lo de poner en riesgo hasta que lo siguiente hizo que levantara la mano en un gesto claro de que parase.-Wow...wow..vale...-Negué y rasqué con cierta insistencia mi rapado.-Tienes la cabeza frita. Tu y yo...-Nos señalé.-Nunca hemos tenido un bebé ni lo hemos creado.-Aclaré.-Estás mezclando recuerdos de tu exmarido y...ya te lo dije, no quise ponerte en riesgo, simplemente te pusiste por medio cuando yo intentaba fugarme.-Repetí una vez más e hice una mueca mirando a mi hermano y a Euclides.-Demasiada información tal vez¿no?

Negué de nuevo, esta vez con la mano.-Ya lo irás aclarando todo en tu cabeza. Ahora es mejor que Euclides te lleve a tu cuarto a descansar.

Había encogido mis hombros cuando preguntó si no tenían nada para hacerlo más rápido, acordandome entonces de la evacuación de la ciudadela Alpha, cuando...todos los androides estaban contra nosotros.

- Ah, sí. A través del infierno. Habrían muerto o enloquecido tres cuartas partes.

"mejor así"

- Los viajes entre planos no es algo que se quiera experimentar mas de una vez en la vida.

Miré a Carrie, teniendo visiblemente una crisis de....de lo que fuera.

-No, no le funciona.

"quizá debería ir a hablar con ella"

"o quizá debería dejarla en paz"

LA conversacion habia quedado ahi tras el ingreso de las dos mujeres a la habitacion. Arleen reconoció abiertamente no recordarme. Sabia que habia tenido un traumatismo severo pero la verdad no conocía el alcance de las secuelas, que al parecer eran notorias. Miré a Yvonne y por un momento alcé una ceja como queriendo confirmar algo. No, Arleen no era de bromas. Menuda putada. A la mierda el hospital, a la mierda todo Londres...la base militar y todo.

-Eso que te llevas, Arleen. .-le admití como una ventaja eso de no recordarme, me reí brevemente y pegué otra calada. Me aparté extrañado cuando Arleen avanzo tan familiarmente hacia Gelion y hasta le tocó la cara muy amorosamente.

"su bebé? wtf"

Por un momento pensé que habia algo que Gelion no me habia contado. Pero no, lo aclaró todo rapidamente. Sí, quiza muy rapidamente. Estiré los labios en una mueca, dándoselo a entender. Pero para que engañarnos, yo habria hecho lo mismo.

"esta muchacha está hecha polvo"

- Coincido. Por si te aclara algo, Arleen, tu cuidaste de mi hijo un par de veces en la base militar de Londres. Un bebé, Shelley. Ahora está con Anteia y su familia, está a salvo.

Arleen estaba confusa, ella estaba confusa ¿Qué querría hablar con ellos si había perdido la cabeza? Carraspeo ligeramente. –Sí, es el. - Y el único que había logrado reconocer había sido al otro capitán, ya se lo había dicho antes y la intrigo un poco ese hecho. ¿Qué hacía que ella recordara a unas personas más que otras?

La escena se sucedió un poco… Controvertida a su forma de ver, podría haberle detenido si no fuera porque estaba un poco ida, sobre todo el comportamiento extraño de su compañera que le hubiese dejado con la boca abierta, ahora solo parecía un pez salido del agua boqueando y tomando aire.

Por un momento también creyó que Arleen estaba confundiendo ciertos recuerdos. Podría creerse perfectamente todo lo que ella estaba contando, pero entendió que no era así… Carraspeo incómodamente moviéndose inquieta, obviamente porque no estaba en su elemento.

-Yo también pienso que estas confundiendo tus recuerdos. - Le dijo mientras avanzaba los pasos que las distanciaban para rodearle los hombros en un semi abrazo. -Y también concuerdo con que debes descansar y tal vez ver a un doctor. - O mejor un psicólogo, porque con un doctor no sabría hasta cuanto podría ayudarla con algo no físico. -Se supone que estábamos yendo a tu habitación ¿recuerdas? -

No entendió el comentario de Thalos así que lo dejó estar, estaba más preocupada por Gelion y necesitaba saber cómo estaba aunque dudaba que dijera nada en ese momento con tan poca privacidad. Su ceño se frunció con suavidad cuando escuchó el “Doctora Royden” -Arleen- Corrigió.

“Soy Arleen, Gelion”

Aquella frase le vino como un recuerdo, un…¿Grito desesperado? ¿En otra pelea? Un sentimiento de aprehensión empezó a apretar su corazón, más aún cuando la expresión de Gelion era de confusión. No hubo delicadeza y su frase sobre su “cerebro frito” hizo que le diera un vuelco el estómago. Era la realidad, sí, pero ella siempre había estado orgullosa de su cerebro… Muy orgullosa.

“¿Mi ex marido?”

La palabra de pronto hizo que un torrente de recuerdos viniera a ella y cualquier sonrojo fruto de la vergüenza de tener el cerebro “frito” dejó paso a una palidez palpable. Había estado casada, sí, pero no con él. Con un Descendiente. Con el Descendiente de Saladino.

“Me divorcié…. Y … perdí su hijo. Fui…un desastre de esposa”

La cabeza la dio un par de vueltas pensando en las implicaciones que aquello tendría para ella, para su familia y el impacto en su imagen y la del Descendiente. En el centro del pecho le comenzó un pequeño dolor que ignoró por el momento.

“¿Cómo pude hacer eso?”

"Eres una payasa"

La culpa estaba arrastrándola por el camino de la tristeza y sus hombros cayeron ligeramente. Ladeó el rostro hacia Thalos cuando habló del bebé que creía recordar pero el nombre del niño no hizo que sonara ninguna campana en la cabeza. Es como si su cerebro hubiese decidido borrar todo vinculación con Thalos, excepto por Gelion. No obstante, en cuanto mencionó a Anteia, el gesto consternado de su rostro mutó brevemente. Conocía a esa bruja, trabajó con ella, sabía que era buena y aunque no recordara al niño las palabras de Thalos le infundían cierta tranquilidad. -Está bien- Dijo en un hilo de voz asintiendo con suavidad, aún asumiendo cómo su vida había estado mucho más rota de lo que esperaba… ¿Qué había sucedido? ¿Dónde había perdido el camino?

" -no vas a tener que esperar tanto, recibí una carta de Anteia y está claro que no estás preparada para esto, interrumpe el embarazo si es una carga para ti y si quieres el divorcio no voy a detenerte"

Parpadeó lentamente tratando de controlar esa sensación desasosiego que tenía en el pecho y le alteraba de pies a cabeza. Tragó en seco y volvió la vista hacia Gelion aún con una clara confusión -Pero tú… y yo…- Frunció el ceño de nuevo con ligereza, recordando de forma muy nítida momentos en los que…podrían haber creado un bebé -¿No somos…nada?...Yo dejé… Intimamos- Le costó un poco encontrar las palabras en aquella vorágine de pensamientos que iban y venían. Algo de aquella frase, de la formulación, hizo que frunciera el ceño. El sentimiento que despertaba en su pecho era….No tenía nada que ver con aquel que sus citas despertaban. “Le dejé”… ¿Por qué? ¿Por qué ese uso de palabras? ¿Por qué esa presión en el pecho?

Ladeó la cabeza hacia donde estaba Yvonne acercándose a ella con confianza y rodeándola en un semi abrazo. Arleen recorrió su rostro con lentitud, viendo sus labios moverse, pero no escuchándola. Les permitía tocarla….

Porque hubo un momento en el que no pudo impedir que le pusieran un dedo encima.

El rostro de Arleen perdió todo el color de sopetón y de no ser porque estaba apoyándose cada vez más en Yvonne, su cuerpo habría caído al suelo cuando las rodillas le flaquearon. Su respiración empezó a ser corta y rápida mientras escenas cada vez más grotescas y dolorosas llenaban su cabeza. Bajó la vista hacia su única mano, que debía tener una M marcada pero en la que no había nada. ¿Se lo estaba imaginando? ¿Era una mala pasada de su mente?

En el fondo, sabía que no. En esos momentos le había dolido ver la parte más oscura de la humanidad y había afectado su forma de ser y de ver el mundo. Desde Andreas haciendo nada por ayudarles, después de atenderlo y hasta entretenerlo con charlas y ajedrez; hasta Collins con su grabación.

“Hay un vídeo. Tengo que …encontrar ese vídeo. Debo buscar el vídeo y…y confirmarlo. Ben…Chloe… Necesito…Necesito”

Se apartó de Yvonne, sintiendo que estaba demasiado sucia y dañada como para que nadie la tocara justo antes de que el ordenador de Gelion empezara a responder al pensamiento de Arleen

-Saluda a la cámara- La voz de Collins hizo que un escalofrío le recorriera al cuerpo a Arleen y el terror inundara cada ápice de su ser. Era ella. Por supuesto que era ella…Y odiando como nunca había odiado en su vida. Se acercó al ordenador y empezó a buscar la combinación de teclas que le había enseñado Belle para pararlo y apagarlo pero no la recordaba con exactitud y empezó a golpear el teclado con brusquedad -¡APÁGATE YA!- El ordenador se apagó inmediatamente y Arleen se alejó un par de pasos con la respiración acelerada y la mirada empañada.

No tenía tiempo ni cabeza para entender lo que había ocurrido, sólo quería retirarse de allí así que sin decir palabra alguna ni mirar a nadie, abandonó la habitación para ir hacia el ascensor. Quería… Quería estar lejos de su cabeza, quería música…Quería mucha música. De pronto se empezó a escuchar una melodía por el pasillo, como si todos los elementos tecnológicos de aquel piso se hubiesen puesto de acuerdo para poner Carol of the bells de Lindsey Stirling en el apogeo de la canción a máximo volumen. Arleen se tapó el rostro como si eso podría ayudarla a escuchar mejor la música y ahogar no sólo los pensamientos turbios en su cabeza si no sus propios sollozos.

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¿Cuánto recuerda de Anteia, Shelley y Sayid?

El miembro 'Arleen Royden' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (10)' :

Miré a Thalos con el ceño fruncido y expresión de decepción a la par. ¿El infierno?¿En serio?-¡¿No pueden hacer una cosa relativamente medio normal o qué?!-Solté molesto. Me cabreaba que aparentemente teniéndolo todo bastante más fácil que nosotros fueran tan rematadamente inútiles o complicados con cosas que podían hacer seguro de una forma mucho más simple.

Negué aún mirando por la ventana, antes de que hubiesen irrumpido en la habitación. -¿Has leído su ficha?-Pregunté por no preguntar si había ido a hablar con ella. Yo si lo había hecho y bueno...se había llevado una buena rodilla nueva cortesía de SAM pero también habían tenido que extirparle algo...más complejo. La mujer recogió la espada y anduvo evidentemente molesta hacia la puerta de la terraza, se cruzó por el camino con un tipo al que empujó con el brazo varias veces mientras gritaba algo, le amenazó con la espada y continuó su camino hasta abandonar aquella azotea. Encogí la cara por aquella interacción mientras el hombre se frotaba el brazo.

Despúes entraron Arleen y Euclides y bueno...se armó todo el lío. Todos parecíamos coincidir en que debía descansar. Capté el gesto de Thalos y apreté los labios resoplando por lo bajo. Volví a mirar a la doctora que parecía preocupantemente pálida. Ella accedió.-Seguramente tu cabeza se aclare con descanso y tranquilidad. Será cuestión de días-Traté de que entendiese pero ella volvió a hablar. Alcé una ceja por ese "tu y yo" que dejó en el aire y después desvié la mirada por su pregunta.-No creo que sea momento para... -Pero no llegué a terminar la frase al escuchar como decía lo siguiente. Miré alternativamente a Thalos e Ivonne y después carraspeé incómodo. -No es momento para hablar de nada, insisto. ¿Euclides puedes llevarla a su habitación?-Solté bastante sereno y serio.

Tendría que hablar con SAM sobre la salud mental y cómo NO debía dar el alta a pacientes y dejarlos a su libre albedrío sin tenerlo en cuenta. Le di la espalda y froté mi rostro con ambas manos hasta que escuché la voz del puto niño de mierda. Aparté las manos y giré rápidamente la vista hacia el ordenador. -¿Qué mierda...-Miré a Thalos confuso y tardé un poco más de lo normal en reaccionar acercándome cuando Arleen empezó a volverse loca con el cacharro.-Arleen...-Traté de frenarla repitiendo varias veces su nombre pero no paró hasta que se apagó el ordenador.

La miré mientras se apartaba y alcé una mano como pidiendo tranquilidad de ese modo pero se marchó corriendo. Inspiré fuertemente entornando los ojos al techo. Gruñí molesto y miré a los otros dos que quedaban en la habitación.-Ni una puta palabra.-Solté antes de correr tras Arleen cuando todos los aparatos de la panta empezaron a sonar y alcancé el ascensor poco antes de que se cerrase. La miré ahí oculta entre sus manos y apreté los labios. "mierda" Y sin más la abracé pegándola contra mi pecho acercando su cabeza al mismo con ayuda de mi mano. Sin decir nada más.

La sucesión de recuerdos era aún vertiginiosa, lo que sea que su mente había destapado era un pozo sin fin de dolor, de miedo y de profunda desesperación. La música no estaba ayudando demasiado y aunque intentó concentrarse en buscar el nombre de la melodía, no pudo.

Cuando el ascensor se abrió de pronto, Arleen levantó la cabeza con el ceño fruncido y estuvo a punto de gritar y de empujarle, simplemente por el nivel de adrenalina que tenía en ese momento, pero al reconocer a Gelion, Arleen sólo se giró brevemente bajando la mirada. No quería que la viera así, era vergonzoso que cualquier persona pudiera observarla tan descompuesta.

“Tienes que parar…para ya”

El ascensor se detuvo entre pisos, aunque ella no se dio cuenta pues aún intentaba controlar sus lágrimas y limpiarse con la mano que le quedaba. Necesitaba recobrar la compostura y llegar a su apartamento, no obstante, cuando Gelion la abrazó y acercó a ella, la morena perdió cualquier ápice de control que hubiese tenido y empezó a llorar otra vez. Esta vez…con todo lo que tenía. Quizás incluso aquello que había guardado previo a su traumatismo. Pese a que podía sentir la firmeza del abrazo de Gelion, los sollozos le agitaban todo el cuerpo y más pronto que tarde la camisa de él había quedado empapada por el llanto.

No supo cuánto tiempo pasó así, tampoco en qué momento la música había parado, pero llegado un punto sintió que el nudo en su garganta empezaba a desenredarse y encontró su voz, aunque fuese un hilo -¿Por qué?- Susurró sin moverse de donde estaba. Negó brevemente con la cabeza -Nos humillaron… Nos violentaron…- Le recorrió un escalofrío cuando las imágenes, tan vívidas y reales, volvieron a su cabeza -Me quemaron…Orinaron encima de mí- El asco hacía que el estómago se le revolviera y las náuseas hicieran su aparición. Apretó la cabeza contra el pecho de Gelion como si con eso pudiera controlarlas -Me mutilaron…Y yo no tenía respuestas. Ni siquiera sé dónde está Lucio… Y Collins… ¿Cómo…- Sorbió por la nariz mientras organizaba su mente -¿Cómo puede ser tan retorcido? Echó sal…en mis heridas y las vendó…Y además…- Pero por sobre todas las cosas, la había grabado para regodearse en el archivo y darle acceso a todo el mundo. No lo dijo, no tenía corazón para hacerlo. Tampoco para reconocer la profundidad de su desprecio por aquel chiquillo. ¿Cómo Gelion podía tolerar tocarla? ¿Con lo sucia que estaba? Una parte de ella quería ahorrarle el asco y apartarse, pero la parte egoísta quería quedarse allí con la esperanza de que si la abrazaba lo suficientemente fuerte podría volver a ser ella misma.

Como ella había abrazado a Gio cuando volvió de Italia. El pensamiento fue fugaz pero no pudo recordar porqué había hecho eso ni qué le había pasado a Gio.

-¿Por qué cada vez que intento algo pierdo más de mí misma?- Tensó los labios. Había fallado como concursante, apenas un segundo lugar, había fallado como esposa de un Descendiente, había fallado como madre, había fallado en todo lo que había intentado. Pero no sólo eso… El mundo había cobrado su parte y ahora se sentía una muñeca rota unida sólo por retazos electrónicos y una aparente voluntad por vivir. Era tozuda.

"LO SABÍA"

Pensé para mi mismo cuando Arleen, pese a todo, dijo delante de Yvonne y mio que habia intimado con Gelion. Miré a Gelion con la ceja alzada, él se veía claramente incómodo.

"vaya vaya. Así que tanto sacar huevos por quién se había colado por una bruja, y al final resulta que los tiros te han salido rebotados"

Chasqueé la lengua, sonriendo de modo lacónico y mirando para otro lado.

"no me interesa formar parte de este circo por más tiempo"

Y aunque todos ahi pareciamos decididos a que se marchara e Yvonne puso de su parte, los aparatitos parecieron volverse locos. No entendí para nada por qué se encendio el ordenador y reprodujo ese video en concreto, pero me pareció muy sospechoso.

"nos espian?"

- Que demonios significa esto? - no el video, ya lo habia visto. Si no el hecho de que apareciera ahi convocado sin mas. Eso no...no era magia, no? No podia serlo. Por lo demás, observé como simple espectador los intentos de ella por apagarlo y a Gelion por detenerla. Tan pronto como lo apagó, salió huyendo. Encogí mis hombros cuando Gelion dijo que ni una puta palabra de esto. - Tsss, qué lastima! Ya no podré llamar a mis amiguitas y contarles el cotilleo en la hora del té porque mi hermano mayor no me deja.


Se fué tras ella y quedé a solas con Yvonne, a la que miré.
- No, en serio. Ni una palabra. - en seguida empezó a sonar a todo trapo esa musica de violines y encogí los hombros algo sobresaltado, alcanzando la pistola de mi cinturón incluso. Por si acaso. Salí del cuarto viendo a los otros meterse en el ascensor. La musica lejos de parar seguía.
- Como coño se para esto? - la hostia. Me fui directo a seguridad, para comprobar qué demonios estaba pasando con el hilo de musica y con el ordenador del cuarto de Gelion. Y porque ademas, no habia leido ese maldito informe e iba a leerlo. No sabia que podía andar leyendolo. A tomar por culo.