Pisito de Jo Patterson

Miré a Aldaron de reojo, porque todos le preguntaban sobre el revolucionario francés. Después negué a la afirmación de Johan sobre mi ex-novia.

- Sí, la relacion se acabo por esos motivos, nunca sacaba tiempo parra ella porrque estaba metido de cabeza en mis planos, diseñarr radios, arreglar cosas y hacerr planes. Esos son mis hobbies. - remojé un poco de pavo en su salsa y me lo comí. Oi la historia de Johan, y entorné la mirada, preguntandome como era posible que hubiese terminado con Jo de esa manera. Me mordí la lengua porque si no iba a abrir la compuerta de amigo dolido y no iba a haber quien me parase.

Jo dijo que su primer amor fue un profe de DCAO, a lo que me quedé mirandola sorprendido, pues creia que habia sido Johan.
- Perro lo del prrofesorr serria platatonico, no? - como que ser nosotros nuestro primer amor? - No entiendo eso ultimo.

" suena a pasar demasiado tiempo con tu mano...."

Vyka dijo que ningun amor, asi, de golpe, reconocio que no quería a Johan tampoco. Era todo super raro y no entendia nada. Casi me atraganto con el vodka al ver llegar al padre de Johan, joder, que mal rollito, asi tan lleno de sangre. Pero bueno, igual le daba un toque interesante a la cena. Nya, toda inocente ella, se creyó que eran pinturas, y Thoren se partió el culo. Estaba menos locuaz que de costumbre. Le tiré una zanahoria hervida a la cabezota, usando una cuchara de catapulta.
- Empanado.

La cena comenzó a discurrir por cauces más o menos normales pasada la tensión inicial, así que me pensaría lo de ir quitando el control a Thoren pronto. Seguí atento a lo que decían unos y otros, alucinando un poco con la edad del elfo cuando dijo los años que tenía, le habría echado como 100 menos. Lo que dijo después Yaroslav me hizo sentirme identificado, su relación había acabado mal porque él estaba más centrado en sus cosas que en su novia. Bebí un largo trago de manera algo tensa, esperando que no se notase. Era algo similar a lo que me había pasado con Jo, aunque entre nosotros habían sido bastantes cosas más que eso. Noté que ella me echó una mirada rara cuando conté cómo nos conocimos, aunque con el tema de la cerbatana se acabó relajando. - ¿Ves? Ya sospechaba yo algo...- la señalé un momento con la copa, sonriendo un poco antes de volver a dejarla sobre la mesa. Lo del profesor de DCAO no me sorprendió, se sabía que Lyran levantaba pasiones entre las alumnas por aquella época.  - Él y tu padre eran los profesores preferidos de la mayoría. - comenté a Justin cuando quiso saber más sobre su padre. Daba pena su estado mental actual.  - Sus clases eran muy divertidas, se notaba que les gustaba lo que hacían. Además, aprendías bastante.- no me costó mucho entender la frase que dijo Jo sobre el amor propio, aunque tuve que explicársela a Yaros.

- Se refiere a que en primer lugar tienes que quererte a ti mismo...no ser dependiente de que te quiera otra persona. O algo así. - me encogí de hombros, a mi me parecía que se entendía bien.

A Victorya le pilló desprevenida mi pregunta  sobre los amores, hasta el punto de que casi se atraganta. No la hacía yo muy enamoradiza, pero suponía que al menos un amor loco de juventud habría tenido. Tal vez no consideraba a nadie digno. Al menos estaba participando un poco en la conversación.  - Triunfan los profesores por lo que parece. ¿Entonces te gustan los temas de Historia y revoluciones? ¿Qué escribirías del momento en el que estamos?  - no sabía que le gustasen esos temas. Sería porque tampoco habíamos tenido conversaciones muy largas. Desconocíamos mucho el uno del otro.

Aldaron seguía empeñado en dirigirse al mudo Thoren, que por ahora sólo comía y gruñía. Josephine pilló que eso tenía que ver conmigo, soltándome una patada por debajo de la mesa. Tuve que disimular para no hacer ruido, moviéndome un poco como si me recolocase. La miré un momento con los ojos entornados, dándole a entender que había captado su mensaje. Yaroslav también se estaba mosqueando, hasta el punto de tirarle zanahorias a la cara. Finalmente dejé ir el control de la mente de Thoren, dejándole libre. Más le valía no abrir la boca para decir estupideces.

No me esperaba para nada al último invitado en llegar a la cena, mi padre cubierto de sangre y saludando de un modo un tanto borrachil. Me levanté despacio de la mesa, avanzando un par de pasos para dirigirme hacia él. - Pero...¿qué te ha pasado? ¿estás bien? - había estado dándose un banquete, eso fijo. Lo bueno es que estaba fuera del hospital. Lo malo es que igual se había comido a alguien de la isla y eso no les iba a hacer mucha gracia a los dueños del lugar.  - Espera...¿estás borracho? ¿eso es posible para un vampiro? - pregunté con extrañeza al escucharlo hablar así. La niña se tomó todo bastante bien, y más con lo que le dijo Jo. Se fue por ahí a buscar colores, tan contenta. Hice un sonido de resignación, asintiendo al comentario de Aldaron sobre Blacks escapándose.  - Es una mala costumbre. Pero sí, deberías cambiarte. Necesitarás ropa sin sangre y...¿tienes algo en la habitación,  Jo?

Aparecimos frente a la puerta de Josephine tras visitar a Kyllian y Mérida, atravesando el portal hecho con la piedra que me regaló Juliet. La noche estaba siendo bastante buena entre lo del mercado y la reunión con nuestro amigo, así que esperaba que siguiese todo así de bien. Esperé a que el portal se cerrase a nuestras espaldas antes de soltar la mano de Juliet y ponerme a rebuscar en los bolsillos la invitación para la casa de Jo. - Vamos a socializar esta noche más que en todo un año. - bromeé con Juliet antes de encontrar por fin la carta doblada en el bolsillo del pantalón. - Tú tranquila, que ya has estado con ellos muchas veces. Sólo es una cena. - le recordé por si acaso le imponía eso de una invitación a cenar con mi familia. Saqué el papel para mostrarlo a la puerta y que así se abriese de manera automática por el permiso que la invitación otorgaba.

Pasamos directamente al salón en cuanto se abrió la puerta, encontrándonos con todo el mundo ya reunido a la mesa. Sabía que llegábamos tarde, pero no que fuese tanto. Lo primero que me llamó la atención fue que Sirius estaba ahí de pie, en medio de la sala con toda la ropa ensangrentada. Johan estaba a su lado, con la misma cara que yo de no entender nada. - Ya está, ya se ha comido a alguien. Le van a deportar. - susurré a Juliet antes de avanzar un poco hacia ellos. - Espero que al menos hayas tirado el cuerpo por el borde de la isla para que no lo vean. - comenté con cautela al situarme a su lado, evaluando un poco la situación. Él no parecía estar mal. Luego miré hacia la mesa, saludando en general a todos. Demasiada gente para mi gusto, pero era la cena de Jo. Lo de sus amigos los rusos o su compañero el elfo tenía sentido, pero ...¿lo de Victorya? ¿qué pintaba ella allí? - Buenas noches, nos hemos liado y se nos ha hecho un poco tarde. Gracias por la invitación, Josephine. ¿Qué tal, habéis empezado hace mucho? - era evidente que ya llevaban un rato comiendo, aunque nosotros habíamos hecho trampa y llevábamos zampando desde el mercado. Ahora teníamos que hacer hueco para lo demás. Me dirigí hacia los dos últimos asientos libres para sentarme con Juliet, pasando de presentaciones porque ya sabíamos todos cómo nos llamábamos.

Miré a la niña, luego a Jo y luego a mi mismo. Pintura? De que demonios estaba hablando? La pequeña saltó del regazo de su madre diciendo que iba a buscarme pinturas de mas colores...

- Tiene que asumir que su abuelo es un vampiro que... - me quedé a medias, me dio la bajona repentina al imaginarme a Nyara de vieja, ay, todos viejos, y muriendo, y yo que? No, Lyosha tenía razon. Quedaríamos para pelearnos y matarnos, sería lo mejor....

El elfo ayudó con la triquiñuela.
- Iré a limpiarme ahora mismo... - me apoyé en una silla, pasandome el antebrazo por los ojos para limpiarme los restregones de sangre de la cara. - donde está el baño?

Miré al chavalin peliblanco que me saludó levantando la mano. El hijo de Scrat? habia crecido...mucho...
- es que todos os hacéis más viejos.... - dije entre deprimido y cabreado, demasiado emocional por culpa del vodka en sangre de Lyosha. Johan se puso a mi lado preguntandome cosas y asentí. - Hemos estado en Londres Lyosha y yo después de hablar un rato, tenemos algunas cosas en común. Rompiendo cosas. En Londres, digo.

Que estaba borracho? Si..puede ser. Explicaria muchas cosas.
- Lyosha estaba borracha. Su sangre...sabía a vodka. Que? Era el peaje por devolverla a su Torre. - llegaron Reiv y Juliet, el hijo que se pasaba mas tiempo en el hospital que de pie. - No me he comido a nadie de la isla!

"espera"

- bueno si, pero no se acuerda. Y está bien. Todo esto es de Londres. - dije refiriendome a las manchas de sangre. Con una atmosfera muy sombria, comencé a alejarme de la mesa para ir en busqueda de un baño donde poder limpiarme.

Cuando finalmente salieron de la casa de Kyllian, debía admitir que iba un poco más satisfecha de lo que creía que estaría. Quizás su pedazo de tarta había sido demasiado grande, y le estaba entrando un sueño repentino, pero sabía que en cualquier momento la volvería a levantar tanta azúcar en la sangre. Rio por la ocurrencia de Reiv mientras buscaba la invitación.- Bueno, al menos podemos negar ser ermitaños y decir que vimos a todos en Navidad.- Apreció el intento de Reiv por mantenerla tranquila a pesar de estar visitando a tanta gente. Él sabía bien lo nerviosa que se ponía en aquellas situaciones y le abrazó con cariño por un instante. Se puso moñas porque, de repente, se había acordado de lo nerviosa y ansiosa que había estado todo el tiempo que estuvo él en la UCI. Cada día parecía más difícil que el anterior y solo quería quedarse bajo las mantas, pero verle recuperado había valido cada día de incomodidad en ese hospital.

No tardaron mucho afuera. Entraron con la invitación, y la escena era de lo más pintoresca. Al menos el vampiro parecía que había tenido una buena cena de Navidad. No pudo evitar soltar una risita con lo de deportar a su padre, pero pronto se puso seria de nuevo para no hacer demasiado escándalo.- Creí que ya no podías tirar a nadie por el borde de la isla.- Le susurró a Reiv por lo que había oído, siguiendo un poco con la broma-no-broma del almuerzo de Sirius. Aprovechó el saludo de Reiv para saludar ella también, pero solo con la mano y de lejitos. Terminó por sentarse junto a Reiv, sin hacer demasiados aspavientos para pasar un poco desapercibida mientras el chocolate de la tarta comenzaba a hacer efecto y la ponía hiperactiva de nuevo.

Escuchar a Victorya me dejó mas tranquila, y a pesar de que no le pillaba mucho el punto a la muchacha trataba de empatizar con ella.  No debá resultar fácil estar rodeada de gente que apenas conocía más teniendo en cuenta la delicada situación en la que nos encontrábamos. Devolví con una sonrisa lo que pareció ser una suya y asentí.
Continué comiendo escuchando las historias de todos. Yaroslav insistió en lo de los gustos a pesar de las palabras de Aldaron y señalé al peliblanco con la mano en la que sujetaba el tenedor, mirando al elfo.
-Seguro que hay alguna pero te aseguro que Yaros no se daría cuenta aunque se le pusiese en bandeja.- Miré a mi amigo el ruso ahora alzando ambas cejas-Al final acabarás caso con tu chivatoscopio.
Solté a modo de broma y le saqué la lengua. En ese momento Aldaron soltó su edad y no pude evitar mirarle.
"maldita perfecta piel de elfo"
Se me escapó una muy sincera risa ante las sospechas de Johan sobre mis trucos para que no abandonase la enfermería en aquellos tiempos.-Vamos Johan...era la única manera de que te quedases quieto unas horas. No me juzgues. -Bebí de la copa. Al final la cena no estaba saliendo tan mal después de todo. Casi se me escapa el líquido de la boca por la pregunta de Yaros.
-¡Pues claro que era platónico Yaros!Tendría 13 años!-Exclamé sorprendida por que se hubiese planteado que no lo fuese. Mi sobrino preguntó por el resto de profesores, me asaltó la melancolía mientras Johan hablaba de Scrat y suspiré aunque se me escapó una sonrisa.-Scrat no paraba de hablar... y se iba por las ramas y... era un profesor esplendido. - Le extrañaba. A él y a mi hermana. Tal y como solían ser. Apreté un poco mis labios antes de recomponerme.- Pero no tenía nada que hacer contra el pelazo de Lyran. A tu padre le queríamos como profesor pero cuando Knox se quitaba la coleta en la clase solo se escuchaban suspiros.
si, estaba hablando de más. Tal vez por el vino, que volví a probar o tal vez por estar disfrutando relajadamente de la velada. Señalé a la morena cuando dijo que también tenía un profesor así-¿Veís? no es cosa mía solo!
Thoren seguía gruñendo y comiendo y tras la patada sutil miré a Johan con disimulo. Entornó los ojos y yo por mi parte ladeé la cabeza abriendo por un momento los ojos. Era una conversación no verbal bastante razonable. O lo solucionas o te delato Bean. Sonreí nuevamente hasta que apareció Sirius.
Tras levantarse Nya yo también lo hice escuchando las palabras del mayor de los Black.-Y lo hará, es lista. No te creas que no sabe que no eres como los demás. -Dije amablemente -Pero podrías venir ...¿menos cubierto de sangre la próxima vez? No sé...por ir poco a poco Sirius.-Planté mis manos en las caderas. No estaba enfada pero pocas veces le había visto llegar así de desastrosamente pringado. Alcé una ceja por la pregunta de Johan que Sirius a su vez confirmó.
"No sabía que podían emborracharse con la sangre de un borracho...curioso"
Las palabras del vampiro no dejaban lugar a dudas. Parecía que la había dado la bajona después del pico de alcohol. De pronto llegaron mas invitados.
-OH!Hola!Creía que al final no vendríais. No pasa nada, pasad pasad. Casi acabamos de empezar. Os pongo un plato.-Me dediqué a conjurar un par de servicios más mientras se sentaban.-Está arriba, tercerapuerta.-Contesté a Sirius y después miré a Johan algo confundida por su pregunta, como si me hubiese pillado desprevenida.
"¿Por qué iba a tener yo ropa de hombre en casa?Si no quisite quedarte cuando estabas ..."
Decidí no sacar ese tema y miré a Yaros.-¿Tu tienes algo que dejarle a Sirius?-Yo que sé, lo mismo se había dejado algo al quedarse a cuidar a Nya. Una vez los platos estuvieron convocados , volví a sentarme a la mesa mirando a los recién llegados.-Feliz navidad chicos.¿Ya estáis recuperados o vosotros también habéis escapado del hospital como media isla?

Quedé impasible ante la zanahoria que Yaros me arrojó con la cuchara, siguiendo con mi tarea engullidora y bebedora como si no hubiese un mañana. Únicamente reaccioné cuando por fin levantaron el control mental que estaban ejerciendo sobre mí. No me había dado cuenta de lo que sucedía, pero fruncí el ceño extrañado al darme cuenta de que ya quería hacer más cosas que no fuesen solo comer, beber y guardar silencio.  - Uff, me he puesto como un cerrdo. - me di un golpe en mis abdominales de dios griego, que se mantenían en su sitio a pesar del zampamiento. Luego alcé la cabeza para mirar al resto, se había unido más gente a la escena además del ensangrentando. Señale a la pelirroja, cuyo nombre me sonaba que era Juliet.

- De ti me acuerrdo. Hicimos cosas de hielo y viste mi tirrtuga,  ¿verdad? pero creo que no llegaste a acariciarla como hizo Aldaron. - le pegué un codazo al elfo, que seguía al lado.  Luego miré a Yaroslav y a Jo con impaciencia, ignorando a Johan para no discutir más.  

- ¿Y ahorra qué se hace? ¿seguimos comiendo? ¿nos emborrachamos? ¿cantamos? ¿jugamos a algo? - me removí en la silla inquieto, ya había comido de todo y tal vez solo faltasen los postres. Los que llegaban tarde que se aguantasen.

Me dio un poco de lástima el otro ruso que hablaba y al menos no se dedicaba a ignorarme solo comiendo, ni se había inmutado con la zanahoria que le habían tirado a la cabeza, solo me quedaba resignarme y pensar que, en efecto, solo se dedicaba a comer. -Oye, pero ¿estarías dispuesto a tener una relación? o bueno, al menos una amiga con derechos, que una alegría para el cuerpo de vez en cuando es buena para liberar estrés- pregunté a Yaros para ir después con el chisme a Chloe que seguro le interesaba y tenía que recompensarla por comerse la guardia y el estufido de Newton.

Me dediqué a comer un poco más cuando empezaron a hablar de los profesores, conocía a Lyran de vista y algo del hospital cuando se pasaba, por no decir que era el marido de Anteia... si era guapo, mucho, pero a ese ya lo habíamos perdido. Con el tema del amor propio yo iba sobrado, mi problema era que no encontraba nadie que me diera a mor a mi y el idiota al que le dedicaba mis esfuerzos estaba ahí sentado casi sin respirar entre bocado y bocado. Suspiré apartando mi plato porque ya estaba satisfecho y me estaba poniendo malo de ver a Thoren comer de esa forma.

La guinda del pastel fue la llegada de Sirius cubierto de sangre hasta arriba y todo lleno de... lo que fuese que llevara encima, la niña por suerte no se escandalizó y se lo llevaron al baño para limpiarlo justo después de que llegara el tercero de los Black con Juliet -Mira, el prófugo... todos los Black juntos, no me lo creo ¿a que hora os vais a escapar?- Josephine también les hizo un comentario similar y yo miré a Reiv con los ojos entornados antes de señalarlo para que supiera que lo staba vigilando -la próxima que sepas que te voy a meter la anestesia en supositorios- en ese momento la voz de Thoren se dejó oír por fin, lo miré un momento porque no había reaccionado con nada mientras comía pero claro, llegaba la pelirroja y le daba por decir cosas, cuando me dio el codazo fruncí el ceño molesto y le devolví aquello con un pellizco en una lorcilla diminuta que pude pillarle porque estaba sentado -¿Ahora si hablas!? ¡llevas todo el rato ignorándonos y cuando llega la pelirroja hablas! pues hoy duermes con tu tortuga!- me levanté de la mesa yendo a dejar el plato a la cocina antes de volver a por la anfitriona -estaba todo delicioso Josephine, pero me tengo que marchar que mañana tengo turno, estoy cansado y tengo que ver a Lucio- miré a todos en la mesa y me despedí -Pasad una buena noche, Feliz navidad a todos!- pillé mi abrigo y mis cosas antes de echar un último vistazo a todos y sonreír, pero a Thoren le saqué la lengua antes de salir de allí, pensaba cerrarle la puerta de casa.

El tema con Josephine se arregló en el momento en que colocó algo de carne y más cosas en su plato. Había querido empezar de a poco, pero no le costaba nada tratar de hacer sentir mejor a la anfitriona. O al menos que pensara que no estaba incómoda con ella. Aceptó el comentario de Aldaron asintiendo levemente. Quizás no todos podrían vivir en bosques, pero a Thoren parecía irle bien con las plantas... al menos con las alucinógenas. Imaginó que él no tendría ningun problema adaptándose. Finalmente, casi se atragantó mientras bebía agua al escuchar la edad de Aldaron. Bien conservado estaba. Incluso se veía mejor que muchos de la mesa, el muy desgraciado. Mientras el grupo contaba sus historias de desamor, se dedicó a comer. En bocados pequeños, así no se le acabaría pronto el plato y no tratarían de sacarle de esas platicas educadas.

Aún con su aversión temporal a hablar durante la cena, pensó durante un largo momento en la pregunta de Johan, pues tenía la sensación de que ella no sería una buena historiadora, solo le gustaban las liadas en el poder y las revoluciones. Las catástrofes presentaban siempre las mejores oportunidades.- Fue un gusto adquirido. Mi profesor estaba bastante apasionado del tema. Y del momento actual... Solo sé una cosa. Es el ganador quien escribe la historia y si el mundo mágico no comienza por abrirse y escribir la historia, todo va a volver a repetirse. Encontrarán una manera de justificar todo y satanizarnos de nuevo. Quizás no de inmediato... pero la memoria de los humanos es corta y moldeable.- Soltó un suspiro. Ahora entendía por qué no hablaba mucho, porque tendía a hacer comentarios que otra gente calificaría de depresivos... sobre todo en una cena en navidad. Cuando los presentes se enfocaron en el vampiro, tomó su bebida y tomó un poco, riendo a la paradoja del vampiro ebrio. Debía ser de familia.

Las historias de noviazgos tenían sus intríngulis, de modo que estuve pegando la oreja en todas y cada una de ellas. La chica morena tenía poco que mostrar, más entretenidos eran los hobbies de Yaroslav, seguro que se lo podría pasar bien jugando con Giordano o con Markus haciendo cosas de científicos…. Científicos locos. Mientras hablaban le estuve dando a la ensaladilla rusa, no estaba mal, había que reconocerlo. Quizás un poco menos de mayonesa. Gracias a la explicación de Johan entendí mucho mejor a que se refería Jo con lo de quererse a sí mismo. Bueno, supongo que debe ser algo que tenemos que practicar todos, aunque es verdad que ya hay gente que se quiere mucho a sí misma. Me alegró que dijeran que las clases de Lyran y las de Scrat fueran las más animadas. Me hubiera gustado haber podido asistir a alguna de ellas, si tan entretenidas eran. Las de Lyran no estaban mal, la verdad es que aprendías bastantes cosas. Sus historias me arrancaron una sonrisa, era una época que me hubiera gustado poder vivir, pero estaba claro que no iba a ser posible. ¿Cómo sería todo si no hubiera habido guerra? ¿Cómo sería todo de aquí a unos años? ¿Se olvidaría todo el mundo de todo tal y como decía la morena? Seguro que Nichollas diría algo así que todos podríamos vivir juntos si quisiéramos. ¿Pensaría lo mismo ahora, después de lo que pasó en la biblioteca?

La irrupción de Sirius puso la conversación patas arriba, y derivó a que él tenía la ropa manchada y que, oh por Merlín, que se había comido a alguien, y que lo había tirado por el borde de la isla… pero no, había estado en Londres. Había arrugado la nariz con cierta preocupación y asquete. Aquella ciudad me traía recuerdos vagos, una mezcla entre morriña y pereza por volver. -¿Y cómo está? ¿Sigue siendo igual de lúgubre?- Pregunté para saciar mi curiosidad. También llegó el chico que asistió en el hospital, el que casi se muere. Le devolví el saludo de buenas noches, dudando si debía decírselo o no. Venía con la chica que le trajo al hospital, parecían muy agarraditos, qué propio para el tema del que estábamos hablando hacía nada. Se conocía que también era un Black… el día del incidente estaba tan ocupado pensando en otras cosas que no leí siquiera el apellido del informe de después. El día del ataque había sido un caos horrible. Intenté buscar parecidos entre los tres Black, por si fueran primos, o cuñados o… cualquier cosa. Aldaron se fue de allí, y era el primero que huía. Me despedí de él, vaya, ya no podía comentarle lo de dejar el hospital.

Giré para mirar a mi tía, el tema de las clases todavía rondaba en mi mente. Y era verdad que no le había contado nada de lo que pensaba hacer, porque tampoco había encontrado el momento, con tanta gente, y prefería hablar con ella a solas. -¿Sabes tía? He pensado que me voy a apuntar como alumno del descendiente de Eire. Y Johan me va a enseñar algún truco ... para saber qué hacer si vuelven a atacar la isla- Me pregunté cómo serían las clases que se me vendrían el año que viene, después de que acabaran las Navidades -Quizás puedas darme alguna recomendación, porque me sé de un profesor que no me va a dejar respirar- Me refería claramente a Johan….

- O sea que no se referría a ya sabes, tocarrse y ya? - le respondí a Johan cuando trató de explicarme lo de quererse a uno mismo que habia dicho Josephine. Alli no habian niños, bueno si, Nya, pero no se enteraba de nada. Sorbí mas vodka mirando alternativamente a unos y otros. El Black se encargó de su recién llegado padre.

-Un hombre sabio que sabe emborracharse hasta en la muerte. Muy bien. - aprobé aquello y seguí bebiendo. Habia llegado tambien Reiv con Juliet, Reiv tenia buenas ideas de asesinillo, como podia esperarse de alguien como él. Sacudí la cabeza volviendo al tema de las muijeres cuando Jo dijo que seguro que habia alguna, pero que yo no me daria cuenta ni aunque se me pusiera en bandeja y que acabaria con mi chivatoscopio. Aunque a juzgar por su gesto, iba en broma, asi que le sonreí malignamente y ya.

- Al menos yo no me enamorré locamente de mi prrofesorr. - normal, era un ruso barrigon y barbudo con cara de poder partirte el cráneo como no hicieses bien la tarea. Escuché el resto de relatos sobre profesores de Hogwarts y me reí de buen gusto, anda que se lo habian pasado poco bien. - Deberríamos haberr hecho algun interrcambio académico cuando podíamos....habrría sido currioso conoceros entonces.

Observé a Aldaron que a sazón del tema me preguntó que si estaría dispuesto a tener algo, una relacion o algo así. Miré hacia un lado pensando.
- Ha pasado ya mucho tiempo desde Idrrial asi que....sí, no me cierro.

Me preguntaron por la ropa y eché otro vistazo al vampiro. Sí, tenia algo pero...
- Sí, tengo algo de ropa aqui. - alcé una ceja examinando al vampiro, y se se quedaba con mi olor y luego queria comerme porque tambein le iba a saber a vodka? Debia de ser adictivo. - Voy a...enseñarrle. - me puse en pie, pues tendria que cogerla. Al tiempo, Thoren reaccionó. - Ya erra horra, maldita sea Thoren!!! Ahorra borrachos y cantarr. Jugarr a las carrtas.

Aldaron dijo que se tenia que marchar, cosas del curro y de no ser un parado. Me despedí del elfo dandole una palmada en la espalda. Luego le hice un gesto con la cabeza a Sirius, para que me acompañase...y me lo llevé al piso de arriba a ver si podiamos dejar al abuelo de Nya un poco menos halloweenesco y mas navideño. Pero a él no pensaba hacerle trenzas ni de coña.

Conforme avanzaba la cena me sentía menos tenso que al principio, incluso estaba disfrutando de la reunión. Me hizo gracia la interpretación de Yaroslav sobre lo que había dicho Jo, que evidentemente no se refería a "tocarse y ya". Luego asentí a que habría estado bien poder haber hecho intercambios académicos durante nuestros tiempos de estudiantes, aunque aquello acabase de manera abrupta. Qué distinto podría haber sido todo. Aquel pensamiento me produjo una nostalgia extraña por algo que nunca había conocido, si es que aquello podía llamarse nostalgia. También me daba algo parecido el recordatorio de Jo de los viejos tiempos en que me tenía que retener para que no me levantase a medio de curar. Terminé de intercambiar unas miradas con ella en las que me quedó muy claro que me iba a delatar si no dejaba en paz a Thoren, así que me tocó soltarle. No hizo falta mensaje mental para darle a entender que  le había hecho caso.

La llegada de Sirius hizo que me levantase de la mesa para pedir explicaciones de lo que había pasado, casi lo mismo que hizo Reiv cuando llegó con Juliet más tarde de la cuenta. Eso de que nos hacíamos más viejos me dio algo de bajona, porque él siempre sería igual. Por ahora no había casi diferencia, pero dentro de unos 100 años sí. Ya había pensado en un modo de solucionarlo.  Arqueé una ceja cuando me explicó el modo en que había acabado borracho, bebiendo sangre con vodka.  - Ya me explicarás ahora después de qué os conocéis Lyosha y tú exactamente, me interesa. Lo de ir a Londres sólo para romper cosas me parece una imprudencia. - ahora parecía que era yo el padre dando sermones, así que traté de contenerme porque en realidad no tenía sentido advertir a un vampiro. ¿Qué iban a hacer? ¿matarle otra vez? negué con la cabeza, como disculpándome.  - Bueno, no me hagas caso. Me alegro de que hayas logrado emborracharte, y de que estés aquí. - también de que pudiese conocer más a Nyara, y de que no se hubiese comido a nadie de la isla para no tener problemas.  Tras dejar todo aclarado me fijé por fin en Reiv y en Juliet, saludando a ambos. Él parecía estar bastante mejor que la última vez que fui a verle en el hospital, así que no le atosigué a preguntas y dejé que contestase a Jo que ya le había hecho una pregunta similar.  - Llegáis justo a tiempo. - Sería la primera vez que cenábamos en Navidad mi padre, mi hermano y yo. Era inevitable pensar en qué habría sido de mi madre y mis otros hermanos.

Regresé a la mesa un poco más serio que antes, dándole vueltas a todo eso. Alcé la cabeza un momento para despedirme de Aldaron cuando se retiró de la cena para marcharse, esperando a que Sirius regresase con Yaroslav  después de que éste le diese la ropa limpia. Rellené mi copa para beber un par de tragos, prestando atención a las palabras de Victorya sobre la Historia.  - Qué pesimista...no creo que la Historia sea exactamente cíclica y que no se avance nada. ¿Qué escribirías para cambiarlo? siempre va a haber sesgo, nunca va a ser completamente objetiva. - dejé la copa sobre la mesa al escuchar a Justin tan decidido con lo que habíamos hablado antes de venir. Por fin estaba hablando con su tía de lo que tenía en mente. - Sí, le he dicho  que en cuanto pasen las fiestas empezamos en serio. Y también vamos a hacer unas prácticas esta noche. Tú eliges si magia o espada, Justin.- hice un gesto de "lo siento pero en realidad no" al darme por aludido como el profesor que no le iba a dejar respirar.

- ¿No se puede? no tenía ni idea. - susurré a Juliet en respuesta a eso de que ya no se podía tirar gente por el borde de la isla. Parecía una manera muy fácil y limpia para quitarse a gente del medio. Normal que hubiesen pensado en corregirlo. Quedé más tranquilo al saber que Sirius no se había merendado a nadie de la isla, aunque luego reculó y dijo que sí, pero que no se acordaba. Al menos no había matado a nadie. Lo demás daba igual. - Vale, cuando acabes de cambiarte nos cuentas tu aventura. Te esperamos. - Enseguida fuimos hacia la mesa mientras que Sirius se marchaba un momento con Yaroslav para cambiarse de ropa. Lo cierto es que eso de la cena familiar me hacía ilusión y me ponía nervioso a partes iguales. Era raro estar en una así, y ni Juliet ni yo estábamos acostumbrados a ese tipo de reuniones.

- Esta vez no nos hemos escapado, aunque no me han faltado ganas. No pienso probar la anestesia esa nueva. - respondí medio bromeando al comentario de Josephine y Aldaron, que se ve que nos habíamos ganado la fama de prófugos. - Sí, ya mejor, aunque no como para volver a la batalla mañana mismo. - eso me fastidiaba, me costaría bastante volver a coger el ritmo después de esa mala racha. Recordé que teníamos que entregar nada más llegar lo que habíamos comprado en el mercado, así que dejé sobre la mesa la caja de dulces que habíamos traído y la botella de vino. - Hemos pasado por el mercado antes de venir, y de paso hemos aprovechado para traer el postre. También hay algo para Nyara. - eso de mi sobrina se me hacia casi tan raro como lo de la cena familiar, sobre todo porque no sabía muy bien qué se le decía a los niños para hablarles. Le puse cara rara al otro ruso cuando se dirigió a Juliet para hablarle de hielo y tortugas, todo muy extraño.

- Pues yo no me acuerdo, no sé dónde estaría. - me encogí de hombros, pero tampoco le di más importancia. El ruso hermano me era un poco indiferente. Con Yaroslav ya había resuelto mis asuntos pendientes con el otro ruso a puñetazos el día de la pelea en la taberna, así que ahora me caía mejor. Me despedí de Aldaron antes de que se marchase, echando luego un vistazo a los platos que teníamos sobre la mesa. Ya veníamos comidos del otro lado, pero había que probarlo todo. Empecé a comer del plato que tenía más cerca mientras escuchaba al peliblanco hablar con Johan sobre entrenamientos, sintiendo algo parecido a absurdos celos del crío porque conmigo nunca había hecho de hermano mayor enseñándome. - Pues date prisa en aprender con Eire, que luego los matan y te toca aprender por tu cuenta. Es lo que me pasó a mi con Snagov. - comenté con resignación antes de echar mano a la botella de vodka para servirme un vaso. - Ahora me tocará aprender por libre, o con los Pendragon. El caso es que no estamos muy convencidos con ellos. Juliet tampoco lo tiene claro. - menos ahora, que le habían gritado por lo de las cápsulas en la misión. Supuse que los que estaban a la mesa tampoco podrían darnos mucha información sobre esa gente, pero tal vez sí sobre lo de la misión. - También me acabo de enterar de al final de la misión hubo un ataque a la isla, así que si me podéis poner al día...- le eché un vistazo de reojo a Juliet, esperando que ella fuese la que empezase a decir algo. Entendía que me lo hubiese ocultado, pero ya estaba impaciente por enterarme.

No se debería, así tiraron a Paracelso, ¿no? - Se sorprendió a sí misma conociendo un chisme rumoroso de la isla. Parecía que los días de hospital habían dado algún tipo de fruto. Al menos Sirius no se había comido a nadie por completo. Pero bueno, uno más que ya iba rellenito para la cena. Se sentaron a la par que Sirius se alejaba del lugar. Tuvo que reírse bajito por el comentario de Josephine, porque iba muy atinado en general y aplicaba para casi todos en la mesa.- Mejor que no lo intentes. Ya te pondremos al día más adelante.- Susurró sonriéndole al moreno por lo de volver de inmediato a la batalla. Así era mejor. Con el shot de azúcar que llevaba encima, se dedicó a juguetear con el cabello de Reiv mientras dejaba que hablara con el resto de la mesa. Al menos hasta que comenzó a sacar los regalos. Se controló como pudo para no guardarse el postre para ella sola; ya era hora de compartir. Hizo un puchero antes de escuchar a Thoren hablarle.

Alzó el rostro hacia él. Ya no se sonrojaba como antes, pero con tanta droga encima aún lograba ponerla tímida.Se le atoraron un poco las palabras cuando Thoren le habló, asintiendo rápidamente a lo de ver su tortuga y negando después a lo de tocarla.- Hiciste el... emmm... la... muralla de hielo. Fue en el Castillo de Le Fay.- La frase coherente fue lo que le explicó a Reiv, el resto fueron balbuceos, sobre todo cuando Aldaron comenzó a acusarlos de... cosas. Lo que fuera.- P-Pero...- No alcanzó a justificarse para cuando el elfo se levantó y salió de escena. Aldaron era muy simpático, sobre todo cuando le robaba tarta. Aquel pensamiento hizo que se le subieran los colores al rostro de recordar aquella mortificante escena donde terminó por comprar algunas de sus cosas. En algún momento entre todo, los platos aparecieron frente a ellos y... tenía que admitir que todo se veía delicioso, calientito y olía a hogar, así que no tardó en comenzar ignorando que tenían todo el día comiendo.- Tienes una manera muy macabra de decir las cosas.- Le dijo a Reiv sin mal rollo cuando habló de Snagov. A ella le habría gustado conocerlo pero ya no se había podido. Cruzó una mirada con Reiv cuando lo vio cogiendo el vodka. Normalmente no era de esas NOVIAS que iba por ahí restringiéndole la bebida, pero acababa de salir del hospital y seguía tomando medicina. No sabía si era lo más correcto. Cuando terminó de servirse, tomó el vaso y le dio un trago para dejarle la mitad. Casi escupió un pulmón del asco que le dio, pero se las arregló para que no se notara tanto y quitarse el ardor en el alma con algo que sabía a manzana pero tenía burbujas adentro. Mientras danzaba con la muerte por beber el vodka, no alcanzó a escuchar lo de los pendragón.

Su boca se puso un poco más amarga cuando comenzó a preguntar por cosas de la misión.- ¿Por qué no hablamos de eso luego? - Le preguntó en voz baja, mortificada, a sabiendas de que le había ocultado muchísimo ¡muchísimo! y que ahora que estaban fuera no podía tenerlo en una burbuja. Le hubiera gustado decirle todo poco a poco. Entre sus opciones estaba decirle a Reiv lo que había ocurrido, quedarse callada o desviar el tema... y el último le parecía la mejor opción. Se giró hacia Josephine, que era la que veía con menos ganas de pasar una noche hablando de guerra.- ¿Ya visitaron el Mercado? Estoy segura de que a Nyara le gustaría el árbol de navidad que está ahí. Muéstrales las fotos, Reiv, anda, anda.

Puse cara de no entender nada cuando Aldaron se me indignó de ese modo por hablarle a la pelirroja. Me encogí de hombros, no era para tanto. Además, primero era comer y beber, luego hablar. - ¿Por qué enfadar por eso? serrá que no me interresaba lo que hablabais y que la comida de Jo está muy buena.  ¡Pues vale! ¡Dormirré con la tortuga, mañana te quedas sin desayuno hipercalórico!  ¡Y feliz Navidad!- grité al elfo antes de que se fuese, volviendo al turrón de la mesa porque todavía me quedaba hueco para más. Señalé a la pelirroja con el turrón en la mano, asintiendo a lo del castillo Le Fay. - Sí, te enseñe mi grran murro de hielo cuando tu novio estaba muerrto. Al menos ahorra está vivo. - me eché el turrón a la boca para devorarlo en un bocado, a lo pavo.

Luego  recordé que Yaros había dicho algo de Idrial, que era casi tan trágico como lo de Irina. Bueno, lo mío era peor porque yo la había abandonado. - No novias que empiecen por I. Es trrágico. Pasan cosas malas. - suspiré dando otro trago de vodka, gruñendo cuando dijo eso de que por fin reaccionaba. Otro igual que el elfo - Pues sí. Empezarré con la serrenata a cantar mientras tú vistes al señor Black. - me levanté de la mesa quitándole la botella de vodka a Reiv porque la quería para mí, pegando un buen trago antes de ir hacia el centro del salón. - Quiero dedicar esta canción a nuestra anfitrriona Josephine, que nos ha hecho una grran cena navideña y es muy perrsona bien. - alcé la botella para brindar por ella, comenzando a cantar en ruso.

- Расцветали яблони и груши
Поплыли туманы над рекой
Выходила на берег Катюша
На высокий берег на крутой
Выходила на берег Катюша
На высокий берег на крутой
Выходила, песню заводила
Про степного сизого орла
Про того, которого любила
Про того, чьи письма берегла
Про того, которого любила
Про того, чьи письма берегла
Ой, ты, песня, песенка девичья
Ты лети за ясным солнцем вслед
И бойцу на дальнем пограничье
От Катюши передай привет
И бойцу на дальнем пограничье
От Катюши передай привет.
Пусть он вспомнит девушку простую
Пусть услышит, как она поет
Пусть он землю…

Como Yaros se llevó a Sirius a cambiarse de ropa, la conversación volvió entorno a la mesa. Como el vampiro había estado en Londres me preguntaba si ellos también pueden ser atacados y ser poseídos por la IA. Aquello me pareció terriblemente incómodo, ¿acaso habría algún ser o bestia que pudiera escaparse de las mortíferas garras de la máquina? Sinceramente, era algo que no esperaba comprobar. Escuché a Johan hablando de la historia, pensando que no estaba del todo de acuerdo con él…. No es cíclica… hace loopings pero siempre avanza, al menos por el momento, porque los giratiempos ya no existen, pero aún con todo el viajero no puede afectar al pasado o sí… era todo muy confuso. Como la conversación tampoco iba mucho conmigo no quise meterme en ella, sencillamente, pegué la oreja. Terminé de cenar comiéndome un trozo del pollo/pavo/ave.

-Oh, pues me pondré en contacto con él lo antes posible….- Le respondí al recién llegado, agradeciendo su aviso. No esperaba que matasen al descendiente de Eire tan pronto, pero tampoco esperábamos el ataque de la isla y mira…. Allí estaba, como siguiente punto del día, de modo que dejé que se lo explicara otra persona, a mí no me apetecía mucho hablar del tema. De lo que no estaba seguro era de si a la pelirroja no le había gustado la bebida o el tema de conversación. -No creo que sea buen momento para hacer prácticas de pelea, Johan. Ya lo dejamos para unos días- Traté de rechazar muy educadamente el tema de andar entrenando ahora porque no me apetecía un carajo con tanta gente. Era una forma muy poco agradable de fastidiar una fiesta -Arruinaríamos la cena que ha preparado la tía. Otro día, otro día-

Cuando la cosa empezó a degenerar fue con la canción del ruso borracho loco. Arrugué la nariz por aquel despropósito y pensé que aquel momento era el adecuado para salir por patas. Me acerqué a mi tía y me excusé, le dije que había quedado con Belle en ir a visitarles después de cenar, porque al parecer Nichollas estaba bastante taciturno. Me levanté con cuidado de la silla -Yo con vuestro permiso me voy a retirar ya. He traído unos regalitos para las anfitrionas- Me acerqué al ropero donde estaba enganchado el abrigo y las cosas de invierno y, según me iba preparando para salir comenté a mi padrino -Johan, ¡hablamos para entrenar! ¡Adiós Nyara, hoy a la cama pronto que viene papá Noel!- Me despedí de ellos con la mano, les deseé las buenas noches y feliz navidad, maldiciendo el hecho de tener que ir con tanto frío de una casa a otra…. A ver si me enseñaban a desaparecerme ya, ¡maldita sea!

Apartado del barullo del resto de la reunión, fui eliminando las manchas de sangre fresca y seca, de aceite de androide o lo que fuera que echaban aquellos seres al estrujarlos, polvo y demás. El hombre peliblanco tuvo a bien ofrecerme algo de ropa mas acorde a la situacion civilizada que se traian entre manos. Lo despaché con un gesto de mi cabeza y una sonrisa un poco perturbadora.

Me vestí con la ropa limpia, evitando mirarme al espejo. Era dificil saber si habia logrado eliminar todo rastro de sangre de mi cara si no podía ver mi reflejo. Al final en un arrebato de arrojo quizá conducido por la concentracion de alcohol en sangre, agarré el lavabo con ambas manos y enfrenté mi mirada al espejo. Pero no, nada en absoluto. Gruñí quedamente como un perro contrariado, y le di un puñetazo a la estupida superficie reflectante. No lo hice fuerte, pero al espejo le bastó para quebrarse.

Sacudí la cabeza. Le habia roto el espejo a Jospehine. Me froté los ojos y salí del baño, ya cambiado. Me topé con Nyara que salía de su cuarto con las manos llenas de ceras de colores, se quedó parada al encontrarse conmigo de modo algo inesperado, justo enfrente de las escaleras que llevaban a la planta de abajo donde seguia la gente.
- Tú...te gusta dibujar? - la cria asintió con ganas. - Mmm... - la miré desde mi altura, sintiendo curiosidad por una cosa. - Sabrias dibujar un retrato de mi? - asintió aún mas deprisa y se sentó en el suelo comenzando a garabatear circulos y palos.

Arqueé una ceja a Thoren al escucharle decir que le enseñó su muro a Juliet cuando yo estaba muerto. Supuse que se refería a cuando estaba recuperándome en el castillo Le Fay, no habíamos estado con ellos en otro momento. Tenía una forma muy rara de expresarse, y preferí no darle conversación. Después me encogí de hombros por la advertencia de Juliet sobre mi modo macabro de decir las cosas. - Es lo que pasó. Murió defendiendo la isla. - capté la miradita que me echó al coger el vodka, haciéndome gracia que me cogiese el vaso para beberse más de la mitad sin gustarle aquello. Más divertida fue la cara de asco que puso por el sabor de la bebida, así que acabé riendo por eso. - Oye, te agradezco que te preocupes por mí, pero no hace falta que mueras en el intento. - le di un par de palmaditas en la espalda por si se ahogaba con el vodka. Tras eso le di yo un trago al vaso, haciendo una mueca porque lo recordaba mejor. No seguí bebiendo porque también era consciente de que era mejor no pasarse y porque no parecía que me fuese a caer muy bien. - Meh, estoy mayor. - me quejé apartando el vaso, haciendo después un sonido de resignación porque seguía sin querer hablarme de lo que pasaba. Pues nada, otro día.

Dirigí mi atención a Josephine cuando Juliet lo hizo, valorando bastante que fuese ella la que diese el primer paso en lo de hablar. Estaba seguro de que podrían llevarse bien, al fin y al cabo éramos algo así como familia. - Sí, hay también atracciones para que suban los críos. - lo de mostrar la foto me dio algo de corte, pero a la vez me hizo sentir orgulloso de poder mostrar el primer recuerdo que teníamos juntos. Saqué una de las dos fotos que llevaba guardadas en el bolsillo interior de la chaqueta, enseñándolas a Jo desde mi posición en la mesa. Iba a decirle que se hiciese una con Johan, pero me callé porque estaba casi seguro de que que seguían sin estar juntos. Esperé unos segundos para que pudiese mirarla, guardándola de nuevo en mi bolsillo como si fuese oro. Luego miré de reojo a Justin, satisfecho de que rechazara la pelea con Johan. Me despedí del chaval, que ahora me caía un poco mejor.

Rodé los ojos cuando Thoren empezó a cantar, pensando que la cosa iba degenerando. - Ahora vengo, te dejo con Jo. Voy un momento arriba a ver si hablo con mi padre. No tardaremos mucho en irnos a dormir, que ha sido un día largo. - me levanté tras darle un beso rápido en la mejilla a Juliet, haciendo también un gesto a Johan como indicando a dónde iba. Subí las escaleras, localizando rápidamente a Sirius ya cambiado de ropa. Nyara estaba con él, haciendo una especie de dibujo raro. - Eh...¿Qué hacéis? ¿qué es eso? - Nyara me miró indignada, diciendo que era un dibujo del abuelo. El caso es que me pareció graciosa y todo.

Asintió a Thoren cuando habló de nuevo de su gran muro de hielo, y se disculpó con Reiv con una miradilla tras escuchar eso del novio muerto. Ella nunca le había considerado así. Después pasaron al tema de Snagov y volvió a asentir. Si él a veces le fascinaba con su conocimiento de los dragones, se imaginaba que alguien que había dedicado su vida a ello sería todo un espectáculo. Pasando al vodka, se habría reído del comentario de Reiv de haber podido.- Quizás quieras tenerme compasión y no beber alcohol puro. Algo más diluido, con refresco o así...- Murmuró, recordando que la última vez que ella había bebido de más había terminado embarazada. Eso y el amargo alcohol le hicieron que le diera un escalofrío. Terminó por recargar la cabeza en su hombro pasada la crisis del alcohol una vez decidió no beber más.

Pasando a la interacción con la mesa, la noche fue a mejor mientras hablaban de la aventura en el mercado y Reiv mostraba la foto. Ella lo que quería era que vieran el árbol bonito y decorado, por lo que terminó sonrojándose un momento cuando recordó que en la foto estaban ellos. La gente comenzaba a irse y terminó por despedirse con la mano de Justin y también de Thoren, aunque este más que irse de la casa, se fue de la mesa a cantar a todo pulmón. Le alegró que Reiv subiera con su padre, pues los alaridos incomprensibles terminarían por hacerle daño en el corazón. Para el final de la noche, el moreno ya se veía cansado, así que le dejó ir mientras se enfocaba en terminarse su bebida, que era más dulce y menos amarga que el trago que Reiv había optado. Y con menos alcohol. Fue el beso de Reiv el que terminó por ponerla en modo tímido, pues él nunca había hecho eso cuando estaban en compañía. Sin duda era un día diferente y especial

- Es un dibujo de mi cara, mira, está clarisimo. - le respondí a Reiv señalando el dibujo de Nya, que era un amasijo informe pero en el que habian manchurrones rojos, y una sonrisa muy amplia y ...eso eran pelos? Debian de ser pelos. Cuando me lo dio lo evalué como si se tratara de un cuadro de Monet o algo asi. No se quien es Monet, en realidad, pero me suena a pintor famoso. - Aun necesitas mejorar, no obstante.  Poco a poco.- aun así, era el reflejo más fiel que veía de mi mismo en mucho tiempo, y por eso mismo, me guardé el dibujo.

Dejé a la mocosa con el ruso que estaba por ahi modo madre satélite o qué se yo, y aparté a Reiv hacia las escaleras.
- No voy a tardar en irme. De hecho creo que me voy ya. Solo quería veros. Tú...deberias tomarte un descanso. Casi mueres dos veces en pocos meses.  

Me quedé mirando hacia abajo, hacia donde estaban todos los demás reunidos.
- Despidete de ellos de mi parte. - no me apetecía hacerlo a mi. Dicho esto, me desvanecí en sombras, huyendo de alli con ningun rumbo en concreto.