Cuartel general del ejército del Concilio Libre

Al final se habían ido de paseo no sólo con Victorya, sino con toda la tropa infantil a su cargo, en la que se incluía Nyara, su nuevo hijo y el de Thalos. Llegaron al edificio usando la piedra de los portales, para así ir directamente y evitar los posibles peligros que hubiesen en las calles. Estaban aún lejos de ser seguras,  no era lugar para ir con críos. El cuartel general que se estaban montando era otra cosa. Allí tenían patrullas de los miembros que se estaban uniendo al ejército del Concilio Libre, seres mágicos de cualquier raza. Era la primera vez que llevaba allí a nadie que no fuese Yaroslav, así que no tenía la sala de reuniones muy ordenada. Se parecía más a su antigua base de la Resistencia, un tanto caótica.  

Nyara se fue hacia la mesa a buscar papeles en los que pintar en cuanto llegaron. A los pequeños los llevaba juntos en un mismo carrito, uno bastante rudimentario que había hecho con unas ruedas que encontró en el sótano de la casa. Aprovechó que dormían y los aparcó junto a la mesa. Luego dejó paso a Victorya, para que le echase un vistazo al lugar. Así al menos podría cambiar de aires, que no había salido de la casa desde que se fueron de la isla después del nacimiento de Ryder. -  Bienvenida al cuartel de nuestro nuevo ejército.- hizo un gesto con la mano abarcando el lugar, con una leve sonrisa.  -  Todavía queda mucho por hacer, pero al menos tenemos un lugar en el que organizarnos. - después fue hacia la mesa, en la que tenía varios planos de la ciudad con las zonas que habían recorrido hasta el momento.  

- La ciudad está dividida en varias zonas...con el vacío de poder que hubo tras el apagón han quedado zonas vacías, y las que están ocupadas son un tanto caóticas. Hay grupos que controlan ciertos lugares. Supongo que es lógico que sea así, al menos hasta que logremos normalizar la situación. Los más problemáticos parecen los reales, que son unos flipaos que dicen ser de la realeza...están haciendo un muro en esta zona de la ciudad. - señaló en el plano el lugar en el que había visto la valla junto a Gelion y Thalos, acordándose del idiota al que le prometió hacer un artículo. No parecía nada listo, así que pasando. Después de soltarle el rollo se sentó en una silla, indicándole que se sentase en la de al lado.  - Tampoco te he traído aquí para aburrirte con todo esto. La verdad es que últimamente hablamos bastante poco...¿cómo estás? ¿es lo que esperabas? - cuestionó, haciendo un gesto en dirección al carrito como refiriéndose a lo de tener un bebé. Suponía que le seguía costando adaptarse a tal cambio.

El "paseo" que le habían prometido no la había convencido hasta que habían hablado de ir a la nueva base de la Alianza... O más bien, al Cuartel General del Ejército del Concilio Libre. A final de cuentas, parecía que la guerra no había servido mas que para hacer más miserables las diferencias entre unos y otros, tanto así que necesitaban organizar a lo que restaba de la humanidad por medio de un ejército. De su parte, solo esperaba lograr alinear el mundo antes de que Ryder comenzara a formar memorias a largo plazo, porque para la temprana infancia ya no le daba tiempo.

Cuando entró a la sala, no le vio aire ni de familiar ni de ordenada. Ella nunca había estado en la antigua base de la Alianza, pero sí tenía pinta del Castillo donde se había quedado buena parte del tiempo en los últimos años. Había desorden por doquier, y ese parecía ser el sello personal de Johan. Tuvo que sonreír cuando presentó el edificio, cruzándose de brazos mientras veía lo desordenado que estaba todo para ser del ejército. Necesitaban más precisión militar ahí. Caminó suavemente hasta la mesa de los planos y echó un vistazo.- Al menos el edificio se ve entero. No quedan muchos así después de todo.- Susurró mientras recorría con la mirada las calles que veía impresas en el papel. Reconocía algunas, pues era buena con los planos, así que sabía bien donde se ubicaban a pesar de que no habían caminado hasta allí.- ¿Y el muro para qué? ¿No leyeron lo que le pasó al de Berlín? Va a ser así hasta que todos sepan que se puede volver a vivir en sociedad. Cada quien está tratando de recuperar su seguridad como puede.

Tomó asiento al lado de Johan tras el gesto que le hizo para que se sentara. Afuera, en cualquier otro lado que encerrada en aquella habitación con Ryder, volvía a sentirse ella, pero luego alguien le preguntaba por la maternidad y recordaba que ya no era más ver por Victorya Blanc. Ahora su vida se esperaba que estuviera dedicada en cuerpo y alma a Ryder Black.- ¿Y crees que me aburres menos hablándome de maternidad? - Preguntó girando el rostro hasta ver a Nyara al otro lado de la mesa. Al menos ella ya podía correr en caso de que fuera necesario.- Cuando creces no te venden esto como un trabajo post-apocalíptico de 24 horas, además que suelen pintarlo como que va después del matrimonio, de la mano de un esposo y niñeras que hacen todo por ti.- O por lo menos así lo habían pintado para ella al crecer en una familia adinerada. Quizás eso hacía que ella solo lograra conectar con Ryder cuando estaba a solar con él. Por eso salía poco de su habitación. De cara a otras personas no podía evitar parecer la madre más fría del mundo, y tenía la sensación de que había gente que no comprendería nunca el nivel de devoción que sentía por aquella criatura. Así que fijó sus ojos en el contrario y suspiró.- No, Johan, no es lo que esperaba. Es mucho mejor y mucho peor, en todos los sentidos.

Alzó la vista de los planos cuando ella preguntó para que iba a ser el muro, mirándola con cara de 'es obvio'. - ¿Para qué va a ser? quieren separar la ciudad en zonas. Van en contra de cualquiera de sangre mágica...y ahora han añadido a los androides. La solución no es esa, tarde o temprano volverán los enfrentamientos.- y si no les paraban los pies a tiempo...sería como cometer los mismos errores que hubo en el pasado. No quería que todo se repitiese de nuevo, por mucho que ese idiota de Gelion fuese con sus planes de sigilo calmado y a esperar a ver qué pasa. Encima Thalos no estaba en condiciones como para decirle cuatro cosas a su hermano.

- Es desesperante lo despacio que avanza todo. Reconstruir una sociedad e intentar que no sea la mierda de siempre es bastante difícil.

Se arrepintió un poco de haberle hecho esa pregunta más personal, dándose cuenta de que no era un tema del que ella tuviese ganas de hablar. - No es hablar de maternidad...es hablar de ti, saber qué te pasa por la cabeza desde que nació. - alzó las cejas por aquello del trabajo post-apocalíptico, mirando un momento hacia el carro en el que dormía el pequeño. Vale, que daba trabajo y no les dejaba dormir mucho, pero tampoco lo calificaría de apocalíptico. - Parece que has tenido un señor oscuro destructor en lugar de un bebé. - lo del matrimonio perfecto y las niñeras le hizo rodar los ojos, no sabía de dónde había sacado esa visión tan cursi de lo que debía ser una familia, una rica, desde luego.

- Suenas a niña pija...¿quién te dijo que eso era así? ni siquiera tiene por qué ser bueno. Hay muchos tipos de familia, así que el modelo correcto es algo que simplemente no existe. - incluso cuando era un matrimonio aparentemente tradicional como el que tuvo, nada era inamovible. Giró la silla para quedar sentado de lado a la mesa, apoyando un codo sobre el tablero mientras la escuchaba expresarse por fin. Su mirada y sus palabras le parecieron sinceras, y creyó entender a qué se refería. Se inclinó un poco hacia delante para coger una de sus manos entre las suyas, asintiendo. - Puedo comprenderte. Lo de mucho peor es por la responsabilidad, ¿verdad? temes que le pase algo. Y lo de mejor...porque es nuestra cosa y ya le has cogido cariño.

Sonrió ampliamente ante la explicación de Johan y su cara de obviedad. Claro que el plan era bastante transparente, de eso no tenía ninguna duda, pero la ironía se le había escapado. Al menos había perdido el humor como buen militar. Al menos él también parecía tener la misma prisa por que todo estuviera bien que ella. Sobre todo porque quería ya que Ryder tuviera un buen lugar para vivir.- Pero tampoco podemos hacerlo de la noche a la mañana. Y quizás un ejército para instaurar una sociedad no sea la cosa más democrática del mundo. Lo que sí es que la monarquía ha demostrado ser el método menos eficiente.- O quizás no, pero dependía del monarca.

Johan podía decir que no era maternidad todo lo que quisiera, pero si implicaba a Ryder... bueno, no podía dejar la faceta de mamá de lado.- Hablar de mi...- Cruzó una pierna sobre la otra, poniéndose cómoda en la silla mientras veía hacia afuera por la ventana. Afuera no había gran cosa, y adentro quizás tampoco.- No hay un "yo", Johan, nunca lo hubo. Bien te puedo decir que viví toda mi vida escondiéndome, tratando de ser la mujer más... invisible del planeta para sobrevivir. De ser un lienzo en blanco, de ser complaciente hasta el cansancio. Crecí siendo un camaleón, mostrando lo que el resto quería ver en mí. Y un día he despertado con una de esas criaturas en manos a las que le tienes que enseñar a descubrir sus pasiones, sus gustos, y saber que no tengo experiencia en ser una persona individual pues... asusta. Qué me pasa por la cabeza, bueno... Me pasa todo lo malo, las ideas de todo lo que puede pasar, de lo inseguro que está. Mi vida pasó de manos, Johan. Ya no hay un yo. O al menos no encuentro un yo que no pertenezca a esa criatura.- Esa, quizás era la parte mala.- Pero luego lo veo sonreír, escucho su risa, veo mis ojos en su cara y no me importa no ser mía.- Quizás se había rayado mucho con la respuesta, incluso había fijado la mirada en la ventana, viendo al vacío, perdiéndose en recuerdos de justo lo que hablaba. Volvió la mirada a Johan, riendo a lo del señor oscuro destructor.- Eso no lo sabremos hasta que empiece a caminar.

A lo de pija, tuvo que poner una cara de asombro, porque de eso sí que nadie la había acusado antes. Sí, vale, que a la moda le tenía una cierta pasión, pero también iba normal.- Bueno, no recuerdo habértelo dicho, pero mi familia tenía dinero.- Hasta que descubrieron que tenían una maga y cayeron en desgracia, mataron a su padre e hicieron huir a la madre. Permitió entonces que el contrario tomara su mano, asintiendo completamente a sus palabras, riendo incluso cuando le llamó "nuestra cosa".- ¿Nuestra cosa? - Tuvo que seguir riendo por un momento, apretando ligeramente la mano del contrario.- Es nuestra cosa. Es... una nueva oportunidad cada día.- Susurró, girando de nuevo el rostro hacia él con cierta nostalgia.

Voy a preguntarte algo y quiero... respuestas.- Susurró, ahora que hablaba del matrimonio, que hablaban de ella, que hablaban de la cosa hermosa que tenían en común... Después de algún tiempo recomponiéndose, recuperándose a sí misma, había algo que no entendía.- Siento que nada ha cambiado, Johan. Y eso no es del todo bueno... ¿Por qué no haz vuelto con Josephine? - Tenía sombras en todas partes en esa casa. Cada rincón oscuro era un informante.

Sonaba bastante sensato lo que decía Victorya sobre los cambios y el tiempo que requerían, y en el fondo sabía que llevaba razón. - Ya, sé que hay que tener paciencia, aunque me cueste. El cambio que queremos no será rápido. Lo del ejército será temporal, al fin y al cabo lo que debería formarse es un gobierno que pueda incluir a representantes de varios bandos y razas, aunque cada uno tenga cierta independencia. - ese era un plan a largo plazo, había que ser realista, y más teniendo en cuenta que aún no había transcurrido ni medio año desde que se libraron de la puñetera IA. En lo de la monarquía también coincidió, le parecía retrógrada y tenía muchas ganas de librarse de los reales. Poco más había que añadir al respecto, así que se fueron metiendo en una conversación más personal.

La escuchó en silencio mientras se expresaba y explicaba los motivos por los que era de esa manera, siempre queriendo pasar desapercibida o sin encontrar su propia voz porque se adaptaba a lo que se esperaba de ella. Le dio la impresión de que debía haber sido una existencia muy gris. Aún así estaba empezando a notar algunos cambios positivos en Victorya, como el modo en que demostraba ahora lo que le importaba su hijo, o la manera en que le estaba contado todo lo que sentía sin escatimar en palabras.  - Pero ahora tienes la oportunidad de buscar quién quieres ser. Todo lo que has enfrentado y el camino que has recorrido desde que te uniste a los renegados debe haber escrito unas cuantas páginas nuevas de tu 'lienzo en blanco'. Que seas madre no quiere decir que debas olvidarte de ti. - desvió la mirada hacia el carrito en el que dormían los enanos, sonriendo a eso de que tendrían que esperar a que empezase a caminar. Con un poco de suerte sería amigo del mini Draven, como habría sido Nyara de Reed si no hubiese crecido abruptamente.

Lo cierto es que le encajaba que Victorya viniese de una familia 'bien', no se la imaginaba saliendo de ningún suburbio. - Mi familia también tenía dinero. Los Black eran poderosos...mi padre y mi abuelo trabajaban para el Ministerio. Con la guerra la familia se dividió. Nosotros éramos las ovejas negras que iban en contra. - al menos él había tenido a Sirius, no le habían repudiado como a ella. Sonrió un poco al ver que le hizo gracia lo de llamar nuestra cosa al niño, aunque la sonrisa se fue esfumando poco a poco de su cara por lo de querer respuestas. Sonaba a que iba a decir algo serio, tal y como le confirmó al decir lo de Josephine. En ese momento Nyara levantó la cabeza de su dibujo, desde el extremo de la mesa en el que estaba. - Claro que hemos vuelto, estamos todos en casa. - dijo en tono lo suficientemente alto para que la niña lo escuchase y volviese a lo suyo, haciéndole después un gesto a Victorya señalándose la sien mientras le dirigía un mensaje mental.  

"Vamos a la puerta, no quiero hablar de esto con Nyara delante. Ya se entera de todo"

Tiró de su mano para levantarse con ella de las sillas, dirigiéndose a la puerta de la sala para salir a hablar al pasillo. Aún así dejaron la puerta abierta, para vigilar a los niños que seguían dentro. Bajó el tono de voz, aunque tampoco mucho para que no pareciese sospechoso.

- Ni siquiera sé a qué te refieres con lo de que no es del todo bueno que nada haya cambiado. - no terminaba de comprender el punto. Frunció levemente el ceño, pasándose una mano por la nuca un tanto incómodo. No se esperaba que le preguntase algo así, pero era lícito que quisiese saber. - ¿Esperabas que volviésemos? - negó con la cabeza, recordando lo que Josephine le había dicho cuando le preguntó si había alguna oportunidad.  - Nos han pasado demasiadas cosas como para poder volver...al menos no a lo que debería ser.

No será rápido porque tiene que venir de la gente. No de las acciones que hagamos aquí, en este edificio.- Al final, la gente tenía que despertar de nuevo y decidir hacia un camino que no les llevara de nuevo a acabar con todo.- Lo de la independencia será interesante. Tiene que haber magos para que no nos maniaten de manera injusta, pero también humanos para que no se propasen con los poderes. Un equilibrio entre razas tan diferentes va a ser complicado de alcanzar, y más de mantener.

Aún así, el giro de la conversación la mantuvo atrapada. Ya no hablaba con dobles sentidos, ocultando cosas, o al menos con Johan no tenía la necesidad. Era mejor, por el bien de su criatura que tuvieran una relación cordial. Al menos en tiempos tan tormentosos había que tener cierta estructura.- Pues el lienzo lo voy pintando con sangre, entonces. Yo solo no quiero ser una mujer que lo único que hacen es hablar de la criatura. Tengo que esforzarme un poco más por ser algo más.- Suspiró, pensando en que su lienzo en blanco ya llevaba bastante sangre en él. Sonrió, asintiendo a lo del dinero de la familia Black. No pintaba bien para Ryder que sus dos padres fueran de familias con las arcas drenadas. Al menos uno debió conservar el dinero.- ¿El Ministerio de Magia? Va a ser que tenemos más en común de lo que pensábamos. Mi padre era político, pero del gobierno humano.

Pasando a temas más serios, vio claramente cuando las alarmas se le activaron a Nyara y tuvo que sonreír por lo perspicaz que estaba haciéndose la niña. Se iba a comer vivo a Johan en cuanto entrara a la adolescencia si esa era su manera de evitarle respuestas. Ya estaba mostrando mucha inteligencia para alguien de tan corta edad. Aceptó hablar afuera, dejándose guiar por Johan hasta recargarse en el marco de la puerta por fuera de la habitación. Iba a tocar hablar en susurros, o al menos un poco más bajo.- Pues... ¿por qué iba a ser bueno? Sigue todo igual.- Susurró, que aunque el contexto general sí que era muy diferente, dentro de lo personal, realmente nada había cambiado. Lo vio frustrado y levantó las manos, tratando de hacer que se calmara, aunque después lo dejó hablar.- Hombre, pues tanto como esperar o desear que volvieran, no sé yo.- Asintió suavemente a lo que decía, sí, había pasado demasiado entre ellos como para que pudieran olvidarlo todo así nomás, pero...- Realmente no importa si vuelven o no, ese no debería ser mi asunto. No te preguntaba por eso. Siempre me haz gustado, Johan, no es ningún secreto. Antes era un deseo bastante más egoísta, si lo puedo poner así. Lo que me raya es que algo se alineó el día que ella volvió a Londres y nos vio besándonos en el Castillo. Desde ese día yo estoy metida en medio de ustedes dos lo quiera cualquiera de los tres o no. Cuando he tratado de salirme, tu me metes de nuevo y para siempre con Ryder, y ella me invita a la cena de navidad como si fuéramos familia y estuviera dándome la bienvenida. Yo solo quiero enderezar lo que aún se pueda enderezar.- Ahora la frustrada era ella porque no sabía qué palabras estaba buscando para expresarse, y aún así se le veía bastante tranquila, incluso calmada con el tema. Lo que quería eran respuestas, tal como lo había dicho, para poder poner en orden su vida y sus ideas.- Mira, yo no lo he dicho antes, pero eso de que estemos todos bajo el mismo techo... ¿no te raya? No me causaría conflicto si al menos supiera mi posición en esa casa. Si estás con ella, o conmigo o con ninguna. Si nuestra relación va a ser de padres para con Ryder o si hay algo más. Hacemos buena pareja en batalla, haciendo estrategia, en Ryder, esos aspectos me quedan claros que pueden seguir igual. Solo dime si te estoy estorbando en otros.

En asuntos de política solían tener una opinión similar, una visión parecida del mundo que los rodeaba. Lo difícil ahí, como ella decía, era alcanzar un equilibrio y mantenerlo. Por el momento no hablaron más de eso, los temas personales fueron ganando terreno y relevancia conforme pasaban los minutos. - No creo que sólo sepas hablar de ese tema. Hemos sido capaces de hablar de muchas cosas desde que nos conocemos, y por eso ahora no te reduces a hablar solo de cosas del crío. - en cualquier caso lo mejor sería que fuese ella quien decidiese lo que quería ser a partir de ahora, porque estaba claro que necesitaba tiempo. Le pareció curioso eso de que su padre también hubiese sido político, aunque fuese del otro gobierno. En cualquier caso no le había servido de mucho porque la habían repudiado. - Mira si podrían haber hecho que las cosas fuesen diferentes. Todo lo que nos habríamos ahorrado en sufrimiento. - soltó un "en fin" por lo bajo, y poco después fue cuando salieron a la puerta a hablar para que Nyara no estuviese atenta.

- Supongo que no te gusta que siga todo igual porque esperabas algún cambio en alguna dirección. - no bajó demasiado la voz, porque si lo hacían tal vez sería más sospechoso para la niña. Simplemente tenían que evitar ser muy explícitos. - Ya sé que no es ningún secreto...si no nos hubiésemos gustado no habríamos hecho nada de lo que hicimos. Pero gustar y amar son cosas diferentes. - era evidente que ninguno de los dos estaba en ese punto. No había surgido algo a ese nivel. No quiso recordar demasiado el momento en el que Josephine llegó y los vio besándose, en lo incómodo que había sido todo. - Ella te invitó porque es así...es buena con todo el mundo. Supongo que ni siquiera pensó que invitar a una cena sea algo como meter a la familia. No querría que estuvieses sola esa noche. Y querrá que Nyara y su hermano se lleven bien. - suspiró largamente cuando dijo lo de enderezar lo que aún se pudiese, como si fuese posible. Le daba la impresión de que era la primera vez que Victorya tomaba la iniciativa en ese sentido, y lo cierto es que le gustaba ese cambio aunque fuese para buscar respuestas a cuestiones que habían dejado un poco en el limbo.

- ¿Por qué iba a rayarme estar bajo el mismo techo? Ya se lo dije a Josephine cuando hablamos de eso...me gusta rodearme de gente a la que quiero, de amigos, de familia...y creo que nos lo merecemos después de todo lo que hemos pasado y lo cerca que hemos estado de morir tantas veces. - frunció el ceño levemente molesto porque nadie parecía comprender que no era malo lo que estaban haciendo. Vivir en comunidad no le parecía una mala opción. - No sé a qué te refieres exactamente con estar con una o con ninguna, pero si te refieres a lo que se entiende por pareja tradicional...no. No estoy con ninguna. A ella la quiero de una manera, y a ti de otra. - fue completamente sincero en ese sentido, porque era lo que le estaba pidiendo. Le cogió de las manos para acercarla un poco a él, asintiendo en los puntos que seguirían igual...su hijo, como pareja de batalla... - No me estorbas. Supongo que ni aunque te fueses a la otra punta del mundo se arreglaría lo mío con Jo, ni sería todo como antes. Pero me da la impresión de que no puedo darte lo que quieres. Hasta ahora no sabía que querías que optase por una o por otra, ni que querías uno de esos matrimonios con hijo como de los que te hablaron.

Al final, terminó por encogerse de hombros respecto al tipo de mujer en la que tenía que convertirse de ahora en adelante. Una que no viera la maternidad como primera circunstancia sería su mejor opción.- Ya, pero es que hay muchas cosas que arreglar en el mundo antes de poder preocuparme de Ryder. Tengo la mala sensación de que va a tener que irse forjando a sí mismo a base de ejemplo mientras tratamos de poner todo en orden. Va a ser duro, pero quizás sea lo mejor.- Susurró mirando hacia donde estaba. No era que no fueran a tener una relación con él y lo fueran a dejar con la nana por siempre, como habían hecho con ella. Si una generación antes hubieran enderezado el camino, tal y como decía Johan, esto no estaría tan destruido.- Las decisiones que tomemos de ahora en adelante impactarán directamente en su futuro. En sus futuros.- Miró entonces a Nyara y al otro bebé de Thalos, pensando en lo poco que habían visto del mundo. Sobre todo Nyara, que era la más grande, poco había visto de la guerra y esperaba que siguiera así.

Una vez afuera, soltó todo lo que tenía por decir y esperó pacientemente a que Johan hiciera sus observaciones. La primera le sonó muy acusatoria, pero la dejaría pasar. Solo alzó una ceja y dejó que la charla fluyera. Asintió a las diferencias entre gustar y amar, realmente ninguno estaba en ese segundo estado y quizás les costaría mucho de alcanzar si realmente lo quisieran. Así que tocaba hablar de Josephine. Casi preferiría que no fuera tan considerada con ella para poder pasar de ella sin más, pero no podía.- Sí, ya lo sé, y eso es algo que yo también deseo. Mientras más aliados y relaciones tenga Ryder será mejor para él, ahora y en el futuro. Por eso necesito saber en dónde estamos los tres, para poderle dar la cara a ella. También con ella me debo una conversación.- Eso implicaba que formara una buena relación con Nyara, y para eso tenía que llevarla en paz con Josephine.

Levantó un poco las manos en señal de no saber la respuesta a la pregunta retórica que hizo. En realidad no sería tan extraño si supiera la situación general de la casa y eso era fácilmente arreglable.- Vale, entonces no nos raya la casa compartida. Si todos lo aceptan yo no tengo objeción.- Eso implicaba también no estar con ninguna.- Bueno, avísame si algo cambia en eso de tu situación marital/sentimental.- Que al menos le dijera si volvía a estar con ella para no cagarla en alguna cena. No estaba con ella, pero sí le iba tomando de las manos para decirle que no podía darle lo que ella quería. Tuvo que sonreír y poner los ojos en blanco porque fue bastante gracioso que Johan creyera que tales cosas eran lo que ella deseaba. Al menos parecía que no le estorbaba en sus intentos de recuperar a la rubia, así que podía vivir con eso en la consciencia. Era un poco cruel pensar que eso ya no tenía arreglo, pero se había roto mucho antes de aquel primer beso.- Mira, Sirius me caerá muy bien, es un alivio tenerlo cerca, pero que vayas siguiendo su ejemplo de dejar un hijo con cada chica que te encuentras la verdad no me hace gracia. Ya estás grande, no quiero eso para Ryder, así que deja de dar ese ejemplo. No soy tu madre, al final de cuentas puedes hacer lo que quieras, pero prefiero que la herencia que le dejes sea en dinero y no en malos hábitos.- Aunque lo decía con voz ligera, era verdad que no quería ese tipo de ejemplos para su hijo. Aún cuando lo harían funcionar para los hijos existentes. Esperaba que a pesar del tono de broma captara un poco.- Y en segunda... ¿De verdad te crees que quiero eso? El matrimonio solo sirve para romper relaciones, en mi experiencia. Todo es miel sobre hojuelas hasta que los atan hasta que la muerte los separe. Cuando estás con alguien por contrato y por obligación dejas de estar ahí por cariño. Yo estoy aquí porque quiero. Porque te quiero.

Se le encogió el corazón de pensar que sus hijos tendrían que crecer en un mundo que aún no habían conseguido arreglar, y que tendrían que endurecerse a base de golpes. No quería eso para ellos, así que bien podía darse prisa en arreglar las cosas. - Para eso nos tienen, para protegerles de lo que sea. - tenía la certeza de que tanto Jo como Victorya lo harían. Asintió porque le parecía bien que ambas hablasen, y hasta la animó a hacerlo. Era un paso importante. - Sí, supongo que eso es más normal que evitaros en la casa. Da la impresión de que estas últimas semanas has estado esquivándola. - luego ladeó un poco la cabeza con cara de no estar de acuerdo a lo de no rayarse por compartir casa. A él no le sucedía, desde luego, pero tal vez podía estar equivocado porque era el único que pensaba así.

- A mí no, a Josephine...también le parece raro lo de compartir casa. En eso pensáis igual las dos. - esbozó media sonrisa con eso de los cambios en la situación sentimental, principalmente porque dudaba que se produjesen. Parecía como si estuviese estancado en ese sentido, y no estaba seguro de si eso era bueno o no. Ella le dio a entender con su gesto que para nada, que un tipo de matrimonio típico no era lo que esperaba. Mejor, porque él tampoco encajaba ahí. La soltó de las manos un momento y alzó ambas cejas sorprendido por la mención de Sirius, sin entender por qué lo mencionaba hasta que dijo lo de los muchos hijos.

- ¿Qué tiene que ver mi padre en esto? no es como que me haya propuesto seguir sus pasos, ni tampoco creo que él hiciese nada mal. - era cierto que en su día le molestó que ellos no estuviesen juntos, pero lo cierto era que su madre tampoco había sido precisamente fiel. Se querían y de un modo u otro siempre volvían, pero por el camino estuvieron con más personas. - Lo único que no quería que se repitiese fue lo que pasó con Reiv, que creció sin padre. Y ni siquiera fue culpa del nuestro, sino de la madre que lo ocultó. - podía entenderse por qué lo había hecho, pero a la larga fue peor. Había que que aprender de los errores. Por eso sus hijos aprenderían a ser hermanos desde pequeños.

Se apoyó de espaldas en el marco de la puerta y negó con la cabeza porque no estaba del todo de acuerdo con lo de que el matrimonio lo estropease todo, no tenía nada que ver en su opinión. - Si algo se tiene que romper...se romperá igual haya o no contrato de por medio. No creo que una ceremonia o un papel cambie nada. - lo que dijo después sí que no se lo esperaba para nada, cosa que se dejó ver en su cara. Le costó dos o tres segundos reaccionar, pero cuando lo hizo se separó del marco de la puerta y se acercó más a ella. Inspiró hondo antes de empezar a hablar, pensando en si era él que no se había dado cuenta, o ella que al ser más bien fría no había expresado nada . - ¿Y por qué no me lo dijiste antes? ¿Por qué no diste señales? daba la impresión de que siempre tenía que buscarte yo. Cuando me preguntaron si me querías...dije que no, porque era lo que pensaba. -


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éxito: No les interrumpe nada
fallo: les interrumpe algo

El miembro 'Johan Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Al menos estuvo de acuerdo con Johan. Los niños, a pesar de que tendrían que sortear y crecer en un mundo roto, les tenían a ellos. Asintió suavemente, confiada de que harían un mejor papel ahora que había algo que cuidar. Parecía que ese día estaban en la misma página, pues incluso él pensó que la conversación con Josephine sería un acierto.- No la evitaba. No me sentía con los ánimos de salir de la cama y ver a nadie. Solo a Ryder.- Susurró, a sabiendas de que todo lo que la había mantenido dentro de aquella habitación eran la devoción por ese chiquillo y la incertidumbre de lo que realmente pasaría afuera si llegaba a salir. Asintió de nueva cuenta, pensando que a Josephine también se le haría raro todo aquello. Que su presencia y la de su hijo no hacían más que aumentar la incertidumbre. Quizás después de una conversación lograrían disipar un poco el humo que había en todo el asunto.

Quizás el reclamo con el ejemplo de Sirius había estado un poco de más, porque realmente no comprendía la totalidad de la historia, solo sabía que tenía muchos hijos repartidos. Se encogió de hombros cuando comenzó a reclamarle de vuelta, pensando en que si él no veía nada de malo pues no había sentido en decir cosas como esas.- Bueno, pero Nyara y Ryder van a estar bien juntos. Se quieren, se buscan.- Si mal no recordaba, más de una vez había encontrado a Nyara tratando de robárselo para llevarlo a jugar y la había dejado salirse con la suya, aunque cuidando que no se le cayera en el camino.

En temas de matrimonio, parecía que sí tenían distintas opiniones. Era él quien no quería un matrimonio atado, a pesar de estar en uno que aparentemente no había funcionado. Si aún creía que un papel podía atar por siempre y con amor el destino de dos personas, pues lo veía difícil. Lo que no se esperaba fue el gesto de sorpresa que dejó escapar, incluso quedándose sin habla por un instante. Llegó incluso a volver atrás rápidamente, pensando que había visto algo, pero en realidad parecía no ser eso. Escuchó con atención el... ¿reclamo? Mientras tanto, ella sí se recargó en el marco de la puerta, observándolo avanzar y mirándole a los ojos. ¿Por qué era tanta su sorpresa? - Tú tenías tus líos, Johan. Incluso en este momento me parece que mostrarte cualquier tipo de sentimiento va a ser un estorbo. No debí decirlo. El día que me decidí a hacer algo, a besarte, el karma me llegó instantáneo con tu esposa y Sirius en la puerta, y tu corriste a ellos. Supuse que habías tomado tu decisión. No creo que nada hubiera cambiado. Hice bien en mantenerme al margen, y aún así me metí a la boca del lobo más de una vez por.. ti. ¿Quién te preguntó tal cosa?

Se dio cuenta de que tal vez había tenido poco tacto con ella al creer que no había salido de la habitación por evitar a Jo, cuando en realidad había sido por falta de ánimos. Depresión post parto, tal vez. Hizo un breve gesto de disculpa, por la falta de comprensión. Le animó un poco el que ella también estuviese a favor de que tanto Nyara como Ryder creciesen como hermanos, que fuese a poner de su parte para que se quisiesen y compartiesen momentos juntos. El haber tenido un medio hermano que le envidiaba era suficiente como para estar un poco obsesionado con el tema de no dejar que sucediese nada similar.  

- Lo importante es que sigan así cuando ambos tengan conciencia de la situación familiar, cuando sean lo suficientemente mayores para entenderlo. - la deriva de la conversación hacia los embrollos de las parejas los llevó a un lugar favorable para las confesiones. La de Victorya le había sorprendido, y de ahí el reclamo de por qué no había sido más clara. Por su lenguaje corporal parecía casi arrepentida de haber confesado, o tal vez se esperaba una respuesta más inmediata por parte de él.

- Al contrario. Has hecho bien al decirlo porque llevo demasiados meses pensando que no me mostrabas signos de aprecio porque no éramos más que dos "compañeros de trabajo" que andan liados. - hizo una pausa negando cuando dijo lo de su esposa, porque a él le parecía lógica la reacción. - Llevaba más de dos años sin verla, sin que me contestase a las cartas, suponiendo que el momento en que me marché fue cuando la relación se acabó del todo...y de repente llega de la mano con una niña que resulta ser mi hija. ¿Cómo no iba a ir hacia ellas? y encima el modo en que fue el reencuentro... - conocer a Nyara había sido un momento muy bonito, pero no las circunstancias en las que se produjo.

Dudó unos segundos en si decirle quién se lo había preguntado, pero lo hizo finalmente porque parecía bastante obvio.  - Fue Josephine. Le dije que no, y entonces entendió todo mucho menos. - echó un rápido vistazo de reojo a la sala, comprobando que todo siguiese en orden y que los críos estuviesen dormidos. Se movió un poco para quitarse del campo de visión de la puerta, saliendo un poco más al pasillo. - Lo que quiero decirte es que...no tienes que apartarte ni hacerte a un lado. - por si le quedaban dudas, ya le había dicho en alguna ocasión que no tenía culpa de nada.  - ¿Y qué es lo que esperas a partir de ahora?

La situación familiar no tiene por qué parecerles difícil si nosotros logramos hacerla funcionar. Lo verán como algo normal, como lo que siempre ha sido su vida. Solo hay que hacerlo funcionar.- Susurró, mirando a lo lejos a Nyara que, en realidad, no parecía incómoda con ella ni tampoco con nadie de los que iban y venían a casa. Era curioso como se adaptaba tan fácilmente a situaciones tan diversas que no eran tan comunes de los niños en años anteriores.- Se van a adaptar, como todos nosotros.

Se dedicó entonces a escuchar a Johan. A tratar de entenderlo, porque lo que le decía no tenía sentido del todo. No para ella. Al menos no por la reacción que veía en él. La sorpresa no la esperaba, aunque quizás sí habría esperado indiferencia de su parte. Levantó la mano, extrañada. Él había reclamado y, sin embargo, él también llevaba meses confundido por la situación.- Pues déjame decirte que no eres exactamente el hombre más claro. No he podido dejar de pensar que aquella primera vez te ganó la necesidad o las ganas y fue más fácil continuar durante la misión que detenerlo.- Después de aquello, se había instalado la confusión entre ellos y por eso estaban ahora en esa situación. Que fácil era liar las cosas.

Respecto a su reacción cuando volvió Josephine... pues no sabía qué pensar. Ella seguía pensando que había tomado una decisión en ese momento. Claro, ambos se habrían quitado para tratar de disimular, o quizás ella no pero habría sido lo correcto.- Creo que nunca tuvieron un cierre de ciclos, Johan. No lo digo por mí, sino porque estuviste años en la incertidumbre de si seguía viva o no.- Le sorprendió que fuera Josephine quien preguntara por sus sentimientos, aunque no debería. Ella debía estar tan confundida como todos, y más. Soltó un suspiro, reacomodándose para darle la espalda al marco de la puerta, mirando el techo por un instante. Hacía falta luz en ese lugar. Se mordió el labio pensando en lo que podía pensar la rubia de ella, pues por supuesto que sus acciones no habrían tenido sentido si no hubiera sentimientos de por medio. Se giró de nuevo cuando Johan comenzó a hablar, confundiéndose aún más, y se tuvo que tomar un momento. Un momento muy largo para poder pensar en lo que quería decir. Y tuvo que ponerlo con las justas palabras que él había dicho un momento atrás, volteándole la situación para ver si así lo entendía y se aclaraba de una vez todo.- ¿No tengo que hacerme a un lado?... Si a mi me preguntara Josephine si tú me quieres... diría que no, porque es lo que pienso. En realidad, le diría que nunca haz tenido interés en mí. Le diría que en algún momento fuimos "compañeros de trabajo" que andaban liados, pero que de tu parte no hay nada más. ¿Te das cuenta cómo los dos damos la misma respuesta? La diferencia es que yo ya aclaré tu duda, por eso tu sorpresa supongo, y la mía sigue intacta.- Agachó la mirada, cada vez más confundida. Quizás él no estaba entendiendo que pedirle que no se hiciera a un lado la seguía dejando justo en el medio de todo.- Es difícil saber qué esperar cuando todo sigue siendo tan confuso. Hasta hace una hora mi idea era estar para Ryder y dejar mis sentimientos por ti de lado para dejar de estorbarte. Porque esto que siento es unilateral, ¿cierto?

- La adaptación parece ser la constante más común en nuestras vidas. - comentó con tranquilidad a lo que dijo Victorya, esperando que sus hijos sólo tuviesen que adaptarse a cosas más o menos cotidianas y no a situaciones como las que él había tenido que vivir. A partir de ahí la conversación derivó exclusivamente a lo que había entre ellos y lo que había sucedido a lo largo del tiempo. No le pareció justo que le dijese que no había sido claro, cuando ella tampoco lo había sido en ningún momento. - Es a lo que hemos jugado. A movernos en la ambigüedad, a no poner etiquetas. Hasta no hace tanto parecías estar de acuerdo. - le vinieron recuerdos interesantes cuando le mencionó lo que pasó aquella primera vez en los baños, y lo que vino después por las noches durante el tiempo que estuvieron de misión.

- Hmm...no voy a negar que tenía ganas de resolver la tensión, y evidentemente no paré porque no quise. - aunque después siempre le daba por pensar en qué demonios estaba haciendo, a dónde iba con todo eso. Algo de remordimiento había en las mañanas siguientes. - No era nada romántico, ninguno estaba buscando eso. - y luego sin buscarlo...llegó Ryder. Volvió a echar un vistazo a la sala, donde el niño seguía durmiendo. - Pero salió algo bueno de todo aquello. - sonrío brevemente antes de devolverle la mirada, suspirando por lo bajo ante la mención del cierre con Josephine. Era cierto...cuando se fue de Estados Unidos la relación no estaba en buen momento, y lo de hacer a Nyara...fue más bien una despedida.

- Ya lo sé. No lo hice bien. Pero no sé cómo sería un cierre de ciclo. Ella va a seguir en mi vida de un modo u otro, y así quiero que sea, aunque ya no seamos pareja. - esperaba que entendiera a qué se refería con eso. Josephine era la madre de su hija, la iba a seguir queriendo y protegiendo aunque la situación entre ellos hubiese cambiado. La verdad es que se estaba quedando muy sorprendido por el modo en que Victorya estaba llevando la conversación, cuando solía ser él quien tenía que hacerle las preguntas, hacerle hablar y "forzarla" a expresarse. No le molestó no tener el papel habitual, era casi liberador aunque le estuviese haciendo sentir confuso y obligándole a hacerse preguntas que había ido dejando aparcadas porque eran complejas.

- Eso es una verdad a medias. Sí que hemos sido "compañeros" de trabajo liados. Pero no es verdad que no haya tenido interés en ti. Sé ver cuando alguien me es leal, y tú te preocupaste de buscarme cuando desaparecí en China Town, o cuando me atraparon los militares y organizaste un rescate. - eso entre algunas de las cosas más relevantes, porque a lo largo de los últimos años habían compartido momentos de manera intermitente. Negó con la cabeza a lo de que era unilateral, pero quiso aclararlo mejor. No era justo dejarla con dudas porque ella se estaba esforzando. - Y yo hasta hace un rato pensaba que no querías ni muestras de afecto y por eso me mantenía más distante. - Acortó la distancia y subió una mano a su cara para posarla en su mejilla, acariciándola con el pulgar. - Escucha...puede que no estemos en el mismo punto ahora mismo, pero me importas, eso está claro. - después se inclinó lo suficiente para enfatizar el mensaje dejando un beso en sus labios, algo que no había hecho desde hacía meses.

Asintió suavemente con la cabeza a su afirmación. En un mundo como en el que vivían, no podían volver a permitirse tener una rutina. Debían adaptarse a cualquier cosa que viniera, más aún si se trataba de un asunto con el que tendrían que lidiar toda la vida.- Al menos no se aburrirán.- Bromeó, esbozando una suave sonrisa antes de pasar a los temas complicados que vinieron después.

Se encogió de hombros ante eso de las etiquetas. La verdad no sabía cuando había hecho ese cambio de pensamiento, pero era muy cierto que se habían movido entre las sombras tanto como habían podido. Pero aquello no había pasado de ser un estira y afloja que se volvía ligeramente insostenible.- Pues no sabía que te molestaran las etiquetas. Estás casado.- ¿Seguía usando el anillo? Un pequeño peso le cayó encima porque aquello, aunque era un detalle que habían pasado por alto todos, seguía estando en tiempo presente. Seguía estando casado. Quizás separado, pero no divorciado. Ver las etiquetas en ese instante le volvía a hacer sentir que la situación era demasiado para ellos. Soltó un suspiro cuando comenzaron a hablar de las noches que pasaron juntos, sintiendo un poco de angustia por la forma en que ponía las cosas. Ya nada estaba claro. En un momento le hacía sentido que todo hubiese sido carnal y pasional solamente, y en el siguiente parecía que hubiera preferido que se involucraran también a otro nivel. ¿Por qué le reclamaba no haber dicho nada antes si solo el deseo era mutuo entre ellos? No era nada romántico... Tuvo que pasarse la mano por la nuca al escuchar eso, un poco incómoda, porque era cierto, pero algo le indicaba que no era toda la verdad, al menos de su lado.- No era nada romántico porque así lo querías...mos.- Sonó a reproche, y lo era, pero no para él sino para ambos a pesar de las palabras que salieron. Se separó del marco y le dio la espalda al contrario, procurando mantener la compostura. No era el momento. No era el lugar de salir con tonterías porque él podía decir lo mismo sobre ella, porque nunca se lo había dicho pero no significaba que no lo hubiera sentido. Tenía que pensar un poco más en Ryder, dejar de pensar tanto en sí misma si aquello realmente no iba a acabar en nada. Volvió a girarse hacia él, más tranquila. Más entera.

Tampoco hace falta cerrar nada. El tiempo se encarga de poner todo en su lugar.- ¿Ahora era consejera matrimonial? Las sombras la estaban volviendo loca entre las que le decían idiota por empujarlo hacia Josephine y las que le gritaban que lo asesinara por dejarles una responsabilidad tan grande con Ryder. Algunas, al final del día, no eran Team Johan.

Cuando Johan habló sobre verdades a medias... el mundo se detuvo. Clavó los ojos en él, en aquellos ojos tan profundamente azules que le hablaban de la manera menos clara posible.- Si es por lealtad me debes tener el mismo cariño que a Thalos, Johan. Eso no es a lo que me refiero. Todos estuvieron en China Town, en el edificio de la Alianza, en todos esos lugares. Lo hice por ti, Johan, no por ti Johan, líder del Concilio libre.- ¿Este idiota sabía algo de sentimientos? - Está bien si no estás disponible, Johan. Si no quieres estarlo. Solo hace falta decir eso. No hace falta que me correspondas, ¿sabes? - Tuvo que callar cuando acortó la distancia entre ellos. El corazón se saltó un latido y hubiera deseado que no se hubiera acercado para besarla porque en el momento en que sus labios se unieron las dudas estallaron dentro de ella. Dejó que sus labios se separaran solo para unirlos de nuevo, alargando aquello unos segundos más antes de tomar aire por un instante. Había sido muy buena con su máscara por tanto tiempo que perderla en ese preciso momento la hacía sentir pavor y una desprotección insólita.- Johan, solo di que no, solo dime que me quite de en medio. Hazme las cosas sencillas, por favor. Esto solo me deja más confundida que nunca.- Suspiró profundamente, tratando de recobrar la calma que perdió por un instante mientras le suplicaba clemencia o al menos claridad. Tomó la mano del contrario y la entrelazó con la de ella antes de ponerla sobre su pecho. Se podía sentir que aquel contacto no la había dejado indiferente, pues su corazón bombeaba con deseos de estallar. Cerró los ojos, apoyando la frente en la de él, soltando un suspiro de nuevo mientras trataba de que el corazón volviera a su curso, hablando para sí misma con dolor en el pecho.- Tal vez en otra vida.

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¿¿¿Siguen sin interrupción???
Éxito: Si
Fallo: No

El miembro 'Victorya Blanc' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

El comentario sobre las etiquetas no le cayó muy bien, porque parecía que le estaba acusando de decir una cosa y de hacer otra. No era así. - ¿Y eso de estar casado qué tiene que ver con las etiquetas? en su día lo hice porque los dos queríamos, y también por celebrarlo, no por quedar "clasificados" en ninguna categoría. - tal vez se estaba explicando mal, pero lo que quería decir es que no le daba excesiva importancia a cómo se denominase una relación. En su opinión no era necesario centrarse tanto en eso. Pudo percibir la incomodidad de Victorya en el momento en que se pasó la mano por la nuca, recordando que sus encuentros no eran precisamente románticos. Entornó levemente los ojos al darse cuenta de cómo usó el plural en el queríamos cuando en realidad se estaba refiriendo en exclusiva a él.

- Porque así estaba bien. Nunca había estado con nadie de ese modo... - porque hasta ese momento la única mujer con la que había estado era Josephine. Con ella había ido creciendo a lo largo de los años, fue completamente distinto. Suspiró con cierto pesar al escuchar eso de que el tiempo lo ponía todo en su lugar. Tal vez era lo que le había pasado con su esposa, que todo habría acabado igualmente tarde o temprano, incluso sin otras personas de por medio. - Puede ser. - se le vino a la mente alguna de las últimas conversaciones relevantes que había tenido con Jo, la pregunta que le había hecho él sobre si aún tenían posibilidades. Probablemente fuese mejor no remover. Se había quedado pensativo con aquello, hasta que Victorya le mencionó el asunto de la lealtad. Le hizo gracia que le mencionase a Thalos, porque era cierto que podía confiar en él y sabía que no le iba a dejar tirado cuando lo necesitase.

- La diferencia es que con Thalos no me he liado ni tenido un hijo.- apuntó de manera breve y algo irónica, aunque se tuvo que quedar callado porque tampoco se esperaba que su interés en él no tuviese que ver un poco con su "cargo". Le estaba cambiando bastante la visión que tenía de lo suyo, y en cierto modo le estaba dando algo de vértigo todo eso.

Esa sensación no desapareció con el beso tras aquel acercamiento final, pero al menos le distrajo unos segundos de sus propios pensamientos. Dejó que ella lo alargase un poco más, aunque le dio la impresión de haberla dejado mucho más confusa que antes. Las palabras no tardaron en confirmarle lo que había notado. - Es que no quiero pedirte eso. ¿Acaso quieres pedirme tú que salga de tu vida? ¿sólo porque sería lo más fácil? - y qué mierdas...ya había vivido complicaciones reales como para considerar los asuntos de relaciones una complicación. ¿Por qué iban a comerse la cabeza por un problema que no era tal? Dejó que llevase la mano a su pecho, notando que el corazón de ella latía rápido como si de verdad estuviese alterada con lo que estaba sucediendo. La miró a los ojos sorprendido, no quería ser el causante de ese desasosiego. Cerró los ojos cuando ella lo hizo al apoyar su frente sobre la de él, escuchando aquel susurro que le sonaba a despedida. - No hay otra vida. Sólo tenemos esta. - respondió rozando sus labios, en voz baja pero con convicción. Bajó las manos hasta sus caderas antes de moverla contra la pared, besándola de manera más impetuosa esta vez. - Convénceme de que de verdad quieres terminar con esto...- susurró al separarse mínimamente. - Dame motivos...
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¿La sigue confundiendo?
éxito: sí
fallo: no

El miembro 'Johan Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Se encogió de hombros cuando comenzaron a hablar de etiquetas. Casado era una etiqueta que no se había quitado después de todo, pero en el fin del mundo no existen los registros civiles como para ir por esas tonterías. Quizás en eso tenía razón, pero ella tampoco tenía muy claro si creía en el matrimonio o no. Después, cuando comenzó a hablar de cómo nunca había estado con nadie de ese modo, entendió bastantes cosas sobre la manera en la que estaba llevando la situación. Tuvo un pequeño momento de iluminación, pensando que la confundida no solo era ella, sino también él. Y que quizás Josephine había sido su primera persona especial. El silencio hizo mella en ella, pues de repente se había quedado sin cosas que responderle. De repente tenía que volver a replantearse la situación y eso, lo único que iba a lograr, era que le diera más vueltas a un asunto que quería solucionar. Tenía mucho más que considerar que todo lo que ya había pensado al respecto.

Sin más, tuvo que sonreír, porque a pesar de que se quedó con la duda de si le hubiera gustado liarse con Thalos, al menos sabía que no era la misma historia.- Porque no pueden...- Mencionó a lo de tener un crío con él, pero lo hizo por lo bajo porque la conversación daba para más seriedad. Aquel primer beso terminó por interrumpirlos, echando por la borda todo intento de autocontrol. Ella de verdad no quería parar, pero tenía que ser la sensata de los dos, ¿no era así? Con el corazón a mil, tenía que dejarle claras un par de cosas, por si acaso eso era lo que lo estaba deteniendo de tomar una decisión. - No voy salir de tu vida solo porque no me correspondas. Pero no tienes idea de lo difícil que es estar contigo y no tocarte.- Susurró, tratando de aguantarse los nervios de tenerlo tan cerca, intentando calmarse y deteniendo sus impulsos. No quería que lo que los uniera fuera el miedo de que se llevara a Ryder de su lado. Pero tampoco podía imponérsele como si nada le importara.

La sorpresa llegó a su rostro cuando lo sintió tan firme en la intención de besarle, tomando las riendas de la situación con decisión, sin tonterías de por medio. Aceptó el beso igualando aquella necesidad que los unía, subiendo rápidamente las manos a su nuca y acercándolo más a su cuerpo. Temía siquiera pensarlo, pero aquel era el Johan decidido e impulsivo que tenía en mente cada noche. Cuando por fin escuchó su voz, negó sus palabras, aquellas órdenes impetuosas que le obligaban a respirar el mismo aire que él exhalaba.- No tengo motivos, Johan. Solo los que tú me das. No estás seguro, no quieres estar conmigo, no estamos en la misma sintonía, no quieres complicar las cosas...- Mencionó lo que le llegó a la mente, mezclando lo que él decía con lo que ella pensaba.- Yo lo único que siempre he querido es... estar contigo.