Templos del dragón

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'Probabilidad' :

Había pasado algunos dias en el hospital de campaña con Ivanov hasta recuperarme del todo. Quizá, habia remoloneado un poco de más, solo por...pasar mas tiempo con mi hijo. Porque empezaba a pensar, empezaba a darme cuenta, de que no iba a tener muchos más dias para ello.

Tras salir del hospital y enterarme de lo de aquella fiesta por parte de los Pendragon yo habia empezado con mis propios preparativos. Habia preparado una carta para Lyosha, que no había enviado aun, y estaba sopesando qué sería mas seguro para Ivanov. Las Highlands tampoco me parecian un lugar segurisimo.

Al recibir una nota de Leroy citándome en los templos, no pude evitar la inmensa curiosidad que me provocó. Y total, tenía que ir a Ouroboros a recoger cosas del sótano asi que....

Aparecí alli directamente, en la zona de la entrada. Fruncí el ceño al oir explosiones en su interior y apresuré el paso preocupado porque hubiese habido otra incursión Pendragon, o fuera una trampa. De hecho, ya estaba preparando una invocación cuando al llegar al interior, solo encontré a Leroy. Miré alerta alrededor, sin entender el destrozo.

- Qué está pasando aqui? Te han atacado?

Siguió disparando aquellos proyectiles contra columnas y huesos de dragón, tratando de destrozar todo el legado Pendragon en Ouroboros. Hubiese seguido con ello, de no ser porque la voz de Matvey le sorprendió. Había acudido a su llamada con bastante presteza. - ¿Atacarme a mí? JA. Yo les ataco a ellos. - respondió de manera petulante, apoyando su báculo en la nieve a la par que se giraba haciael nigromante.

- He venido a destruir eso que tanto anhelan. Se lo merecen. - no se molestó en esconder el rencor en su voz, lo de Lake le había molestado. - He intentado manipular a una de las hermanas Pendragon más desapegadas, pero no ha funcionado. Le hice una oferta de matrimonio a cambio de permitirle reinar en Ávalon y hacer las paces en Ouroboros, eliminando a sus hermanos. Está más loca de lo que creía, solo quieren esclavos. - se acercó a Matvey mientras se repeinaba un poco el flequillo, que se le había desordenado con tanto movimiento.

- Por eso acabo con los templos. Los quieren por algo. Así que vamos a por ellos ya. Está claro que no hay negociación posible con ellos. Si los matamos, su árbol se morirá de hambre. ¿No le ves sentido?

- Ya...lo que tu digas... - dije con evidente incredulidad alzando mi ceja mientras me acercaba más a él, aun sin tenerlo todo claro. Que alli no hubiesen enemigos. Estaba alerta, eso desde luego. Observé los destrozos causados por él y fruncí mi ceño.

- No discuto que no lo merezcan. Yo mismo he querido destrozar estos templos muchas veces. Me decía...antes que en sus manos, destruidos. Así que una parte de mi no quiere detenerte, pero la otra.... - lo miré, sabía que era algo necio, pero, tanto? - Hemos hecho un trato con Gwen Pendragon para dejarla ver los templos a cambio de su sangre. Si ve esto destrozado, se acabó. Sin sangre Pendragon, el Sanguis consumirá la isla hasta hacerla caer. - estabamos derrotados. - Aunque con sangre Pendragon, el Sanguis alterará el rumbo de la isla hasta unirla con Avalon. Asi que qué mas da? Ya hemos perdido.

Dije, sin llegar a intervenir del todo para frenar a Leroy. Qué mas daba? Se había acabado. De un modo u otro.
- No, claro que no le ha funcionado, se nota que eres nuevo en esto...te refieres a Lake, verdad? La mas desapegada. Ella solo quiere venganza. Ellos en general, ya no quieren la paz con Ouroboros. Solo venganza. Nuestra isla. Nos lo han dejado claro.

Hice una mueca porque lo que decía no era del todo cierto.
- No....si los matamos, sus almas se unirán a las del Sanguis. El de aquí seguirá su rumbo hacia el de Avalon, se unirán y... - encogí mis hombros. - No sé que pasará entonces. Ninguna de sus muertes será definitiva mientras esos arboles los sigan absorbiendo. ¿Me has llamado para que te ratifique en tus acciones? No digo que esté de acuerdo.

"oferta de matrimonio a Lake..para que ella reinase Avalon....junto contigo? Qué ambicioso eres, Leroy..."

- Deberias andarte con cuidado con tus ambiciones, tú tambien.

Ver a Matvey tan de bajón le produjo sensación de desesperanza porque era de los que siempre estaban buscando soluciones y de los más beligerantes, así que simplemente no supone qué decir al ver que decía que ya habían perdido. Se negaba a perder contra ese linaje.  - Entonces...¿qué hacemos? menudo agobio, Raspu, menudo agobio...- casi le dieron ganas de darle un abrazo al acercarse a él, pero se contuvo. Bufó un poco enfadado cuando le advirtió que cuidado con sus ambiciones.

- No me escondo, me parecía un buen trato. Evitábamos guerrear con ellos a cambio de casarme con ella y que entrase a la isla, pero dejando fuera de juego al resto de hermanos. Pensé que los odiaba, o algo así. Me equivoqué. - se le habían quitado las ganas de seguir destruyendo aquel templo, así que dejó caer los hombros y no hizo nada más con el báculo.

- Matarlos nos quitaría de encima algunos problemas, aunque se unan al árbol. Vamos, no puede ser invencible. Todo tiene su punto débil. Son almas. Están atadas a algo, o eso parece. ¿Se parece al infierno al que van tus amigos demonios? ¿Cómo se destruye definitivamente un alma?- se mesó la barba pensativo, buscando una solución. La verdad es que el asunto ya le estaba dando dolor de cabeza. -

Oye, ¿serviría llenar el árbol de demonios controlados por ti?

- No me llames Raspu.... - sonaba horrible dicho asi por él, en ese diminutivo tan "cariñoso", o lo que fuera.... me había despertado escalofríos. - Matvey o Rasputín, Leroy. - tuve que recordarle. Paseé entre los cascotes, observándolo de reojo, decepcionado porque no hubiera seguido destruyendo pese a que le habia dicho que no estaba de acuerdo. - Por qué paras? Puedes seguir.

"qué hacemos..."

- ...no te habrian aceptado como rey de Avalon. Te habrían comido vivo, Merlín. Ya les ofrecimos un puesto y lo rechazaron.... ¿Quieres un consejo? No te metas en sus asuntos familiares. Y desde luego...no se te ocurra secuestrar a ningun primogénito...si valoras tu vida... - dije sin sonar eso a amenaza, sonaba mas bien cansado, pero certero, mientras mi vista se desviaba hacia los altos techos. Hacia frio, pero era agradable, en comparación a Roma o a la humedad de las Highlands.

En lo ultimo que dijo si que tenía cierto punto de acierto.
- Sí...atadas al árbol. Claro que debe tener un punto débil. Pero parece que no lo encontramos. Ni si quiera sucumbió cuando SAM anuló la magia del mundo entero. ¿Cual será su talón de Aquiles?

Habían varios modos de "destruir" un alma completamente, varios procedimientos, ninguno de ellos sencillo o agradable. Consumirlas era uno de esos modos.
- Con una muerte por destrucción de alma, como....el beso de un dementor. Pero eso no funcionará contra el árbol, están protegidas ahi dentro. Quizá puedas probar a un dementor contra Lake Pendragon, a ver quien se disputa más su alma si el Sanguis, o el estómago del dementor.... - sonreí de lado, de modo algo oscuro. La pelirroja sería un buen sujeto de experimentos. - O tal vez con Shyvanna.

"no son mis amigos"

Y sin embargo, cargaba con uno dentro de mi. Luchaba con él casi constantemente.
- Creo que es posible que se parezca a ese infierno, sí. Preferiría liberar esas almas acabando con el árbol antes que condenarlas a ser pasto de los dementores. Que vayan a donde corresponden, cada una de ellas. - todo tenía su lugar en este mundo, y ese no era el Sanguis. Observé a Leroy en silencio varios pesados segundos tras lo último que propuso.

"eso pretendo"

- mis invocaciones simultáneas son algo...limitadas. Dos por vez. Pero... - volví a encoger mis hombros, porque ya, qué mas daba todo?- Jugaré esa carta...con todos fuera de la isla claro...da igual si el arbol se enfurece.

- Vale, vale, nada de Raspu. - hizo un mohín de disgusto por lo que dijo después, que nunca le habrían aceptado como rey. Pues nada, se quedaría la espada Excalibur para siempre. Que se aguantasen esos envidiosos. Lo miró confundido por lo de que podía seguir destruyendo los templos, a ver si se aclaraba. - Ya se me han quitado las ganas. Además, son varios, muchas piedras...me llevaría tiempo. - hizo un gesto de desinterés, le había contagiado ese desánimo que traía. - Y no, no voy a secuestrar un bebé. Ugh, quita quita, dan mucho trabajo. Lo único que quería hacer era impedir que ese niño se convierta en un destructor. Es lo que decía el pergamino que le mostré a Wthyr. - con un tutor en condiciones que era alguien del linaje de Merlín, era el modo de impedirlo.


- No sé, siempre hay que atacar a la abeja reina. Tiene que haber alguna abeja reina en ese árbol. - respondió alzando los hombros a eso del talón de Aquiles, aunque era una simple teoría. Le dio repelús la mención de los dementores, podían necesitar miles para eso y podían descontrolarse. - Ya no quiero ver más a esa Lake. - se cruzó de brazos, renegando de ella y de su encuentro. Tampoco quería saber nada de Shyvanna. Si lograba colarse en Ávalon de incógnito alguna vez ya haría algo contra ellas. - ¿Crees que es buena idea colarme en la isla con tu ghoul en modo invisibilidad y envenenarlos a todos? nadie sospecharía. - se arrebujó en la capa cuando una corriente de viento de montaña corrió entre ellos, aunque tal vez contribuyese a esa sensación de frío la mención de los demonios.

- Ten cuidado. No podemos permitirnos perder al nigromante. La guerra puede estallar en cualquier momento. ¿Cuál es tu plan exactamente?

"bien"

Asentí con gesto severo cuando prometió que nada mas de motes ridiculos. Yo no iba por ahi llamandolo Lero o Merli, por los nueve infiernos.
- Y qué es un poco de tiempo para el gran Merlin? Tanto te llevaría echar abajo unas cuantas piedras más...? - sí, como habia dicho, mis ganas de destruirlos siempre habian estado ahi, asi que...encontraba algo de satisfaccion en ese plan contraproducente pero que, como venia repitiendome a mi mismo, daba igual porque de un modo u otro, estabamos condenados, con sangre o sin sangre de por medio.

- Un destructor? eso es lo que dejaron vaticinado tus ancestros...? - lo miré ahora por fin con algo mas de atención. Empezaba a pensar que no era tan retorcido y que era, mas bien y unicamente, ingenuo y engreído. - no vi el pergamino. Pero lo dijiste de manera que sonó a amenaza. Todos lo interpretamos asi... deberías aclararlo con Catherine.

volviendo al tema del arbol y las abejas reinas...ahi tenia algo mas que decir.
- Charles, probablemente, sea su abeja reina. - ahora Leroy parecia hasta traumatizado porque Lake lo hubiese rechazado y aquello me hizo incluso gracia. No concebía que una mujer pudiera rechazarlo? Quiza Lake no era tan estupida como habia creido.
- Hablas en serio? - dije tras un incómodo silencio cuando propuso aquel plan de colarse en Avalon. No podía hablar en serio. - Tú...encárgate de reforzar los escudos mágicos de la isla, protegela contra los dragones y los linajes que siguen a los Pendragon. Recargad la magia de la isla mediante rituales para que no caiga ni se despedace cuando el sanguis demande de más poder mágico a causa de carecer de sangre. Los escudos...sospecho que flaquearán cada poco por el consumo de magia.

"mi plan...no había pensado contárselo a éste pero...."

- Encontrar el plano donde residen las almas del Sanguis Ligno de Ouroboros, acceder a él fisicamente y controlarlas. Descubrir si se puede destruir desde dentro. O controlarlo. Apartarnos del rumbo a Avalon. Buscar la esencia de los Fundadores en la Isla de Ouroboros...y pedirles ayuda. - era la ultima carta que me quedaba por jugar. - A estas alturas...no sé qué mas hacer que no suponga rendirnos a una de esas dos opciones a las que nos han relegado los Pendragon. Alguna otra idea? La de los demonios de escolta...no ha estado mal.

- Hmm...podría terminar de tirarlo, sí. Pero no sé si reducirlo a ruinas bastará. No sabemos para qué los quieren. Ahí dentro había escenas de un dragón devorando gente, así que seguro que bueno no es. -
por él seguiría destrozándolos, ya que Matvey insistía en que acabase. Se apoyó en el báculo con ambas manos, afirmando la teoría del destructor y lo que habían acordado. Repitió sin más lo que le había explicado a Lake, aunque no hubiese servido de mucho.

- Lo que ponía era que uno de mis antepasados, de antes de la época de Charles, pidió que el primer hijo que surgiese de una posible unión Pendragon-Le Fay sería para él, pues con ese potencial debía ser entregado a la mejor estirpe mágica del mundo, la de Merlín. De lo contrario el fruto de esos dos linajes podría desatar el caos. Es lo que profetizó Godwin II Merlín El Sabio. Y lo que acordó con el abuelo de Charles Pendragon.- hizo un gesto de indignación máxima cuando dijo que a todos les sonó a amenaza, como si fuesen todos unos exagerados. Esa Catherine se había pasado con él. - Que me pida disculpas primero, fue muy descortés. - aprovechó su mosqueo al recordarlo para disparar otro rayo luminoso a una de las columnas, echándola abajo tras reventarla.

Soltó varios "ajá" cuando dijo que la abeja reina esa era Charles, cosa que cuadraba con la historia que conocían. - Pues entonces es el objetivo principal, ¿no es así? sabemos más cosas que antes. Vamos por buen camino. Mis escudos aguantarán, pero necesitaré que más gente aporte energía mágica para mantenerlos el tiempo suficiente. No queremos otra de sus invasiones. Y claro que hablaba en serio. Tal vez no sea yo quien intente colarse allí, pero podría enviar a alguien...no sé, ganaríamos tiempo eliminando a alguno. - soltó una exclamación ahogada al conocer su plan de buscar el plano de la almas del Sanguis, pensando que era o muy valiente o muy estúpido y temerario para intentarlo.

- Desde luego que necesitarás escoltas de demonios. A ver, deja que te haga un hechizo de protección de aura para cuando entres allí. - carraspeó y se arremangó un poco antes de pronunciar una letanía en latín mientras su báculo se posaba sobre diferentes puntos de la cabeza y el pecho de Matvey, dibujando en el aire una brillante estrella de seis puntas. Al final se desvaneció en humo en los lugares que lo había tocado, dejando a Merlín con cara de circunstancia. No le había salido demasiado bien.

- Bueno mira...será mejor que hagas el anclaje con algo del mundo terrenal para poder volver. Dejar algo de ti aquí para poder traerte de vuelta a este plano. ¿Alguien en quien confies? ¿Tu hijo tal vez?

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Efectividad hechizo protector a matvey: 2, cutre

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'Dado (10)' :

- un dragon devorando gente? - eso no podía ser bueno. Menos si estaba en un templo Pendragon. Aunque ellos se jactaban constantemente de que gracias a ellos, los dragones permanecían tranquilos....bajo control, y no causando daños- Qué mas has visto? - pensé que alli ya no iba a poder verse mucho mas, al menos en esa cámara del templo, desconocia su extension total. - Mi teoría es que los quieren para descubrir algo...algun conocimiento del pasado que han perdido o....para extraer poder de ellos. Algun poder al que nosotros no podemos acceder.

Porque "poder", era todo lo que movia siempre a los Pendragon. Escuché con curiosidad lo de aquel pacto entre el linaje de Merlin, Le Fay y Pendragon.
- Pero cuando dices entregar, en lugar de "ser su mentor"...deberias comprender que en estos dias suena mal. Quizá cuando se firmó el tratado esas cosas se hacian pero ya no. Puedes ser un mentor y no arrebatarlo, que es a lo que sonó en esa reunión. - se airó, claramente, por mis palabras, y emití un quedo sonido ronco de impaciencia. -Fue descortés porque parecía que la ibas a robar al hijo. Solo acláralo, Leroy. - parecia un chiquillo cabreado cuando desquitó su frustaracion rompiendo más cosas. Y yo que lo decía por su bien.....

- Pues solicita ayuda a tus aprendices y al resto del Consejo. - respondí para el caso de que necesitaría mas gente para abastecer de magia a la isla. No, claro que no queríamos mas invasiones.... respecto a su plan de colarse en Avalon de estrangis, en fin...yo habia estado alguna vez y podía volver. Pero el problema de cargarme a Wthyr era Catherine. Ella le protegía. O mas bien, le protegían los estupidos sentimientos que le profesaba. Pero podíamos quitarnos de encima a Darren, a Lake, Shyvanna....a la sacerdotisa y al mudo se les podía perdonar. Finalmente, negué con la cabeza. - No. No vamos a caer tan bajo. Hasta ahora, ellos no han hecho tal cosa. No iniciaremos nosotros esas tácticas. Lo que pasó con Shyvanna fue un arrebato de locura, ni si quiera tenía un plan detrás. Si Ouroboros tiene que recurrir al asesinato encubierto es que para empezar, no nos merecemos existir.

Aclaré mi mente con aquellas palabras. Se notaba que hoy estaba....extrañamente sereno. Tenía la tranquilidad del que habia tomado una decisión, quizá. Aunque en un momento de rabia, sabia que era posible que de pronto dejara de importarme si nos mereciamos existir o no, y que decidiese que debiamos existir....A TODA COSTA.

- Si se llega a lo inevitable, entonces, se abre la veda. No se si me entiendes. - esperaba que si. Entonces procedió a echarme un tipo de hechizo protector, algo de magia blanca que...pareció no resultarle como quería. Quizá tenía que ver la presencia de Valqar junto con mi aura? Él no podría saberlo.
- Gracias. - no era cuestión de tirarle por tierra las buenas intenciones. Quizá habia juzgado demasiado rapido al descendiente de Merlin en algunos aspectos.... en otros no, seguia pareciendome un tipo con mucho ego y muy pijo.
- Sí...dejaré instrucciones por si no resulta tan facil volver. - habia pensado que si alguien invocaba a Valqar, quizá eso serviría. Un demonio no podía ignorar cuando era invocado....aquello les sacaba hasta del propio infierno, como no iba a sacarnos de alli? Pero no iba a contarle ese detalle a Leroy, no habia tal nivel de confianza. De todos modos, eran todo suposiciones, quizás, probabilidades.... hasta que no estuviera alli y probase no se podia confirmar, ni descartar nada. - Mi hijo es muy pequeño aun....gracias por tu preocupación, Leroy. Regresemos, no vaya a ser que lo que queda de este templo se nos caiga encima a los dos.

Además, yo tenía que ultimar detalles y él seguro que tenía que...hacer algo tambien. Salimos ambos del templo, tomando despues caminos separados.

Los templos pueden estar derruídos pero el Sanguis detecta una gran aura mágica en ellos... y no respeta para nada el interés que puedan tener los Pendragón sobre ellos.

No solo ese templo, sino los restantes de las montañas, incluso ocultos, aparecen cubiertos de raíces.

Habéis avanzado hasta salir del bosque sin mayor problema y tras trepar unas cuantas rocas que forman una colina, que parecen haberse formado recientemente, podéis observar las ruinas de los templos de dragón.



La entrada a los templos se encuentra colapsada bajo lo que antaño hubiese sido el dintel que la soportaba. A medida que os acercáis, el aire se vuelve más fresco y una ligera neblina comienza a envolver la zona. La nieve cubre parcialmente las estructuras antiguas, creando un paisaje desolado pero majestuoso a la vez.

El espacio no es muy grande, la superficie de tierra en la que se sostienen acaba ahí, dejando paso al abismo.



Si miráis por él, veréis bastante más abajo la nueva formación de la isla que ha resultado de la convergencia. Varias estructuras de edificios se entrelazan con lagos, ríos y montañas, todo bañado por un manto de nieve que brilla bajo la luz del sol.


Los árboles en su mayoría se han tornado rojizos, como si estuvieran teñidos por la atmósfera de misterio y peligro que rodea esta tierra. Los manantiales y lagos también reflejan este tono carmesí, añadiendo un toque inquietante a la escena. Además, la presencia de dragones que sobrevuelan el cielo de la nueva isla crea una sensación de intriga y temor.



No parece un buen camino que seguir, así que os quedan dos opciones: regresar al bosque y buscar otra ruta, o intentar encontrar la manera de entrar al templo a pesar de los obstáculos que se interponen en vuestro camino.

Podéis tirar percepción para observar cosas tanto de la entrada a los templos como de la isla que observáis más abajo.
Si decidís entrar a los templos, tendréis que buscar la entrada o hacer una. Sed creativos.
Si volvéis al bosque podéis regresar al tema desde el que habéis venido y buscar otra ruta.
Lanzad dados de 20 para tiradas de percepción o pruebas de vuestras aptitudes o habilidades.

Avancé por aquella ruta sin mayores problemas. Como habian dicho V y Sofía, los templos del dragon estaban por alli. Fueron varios minutos a pie caminando, pero dado que la orografía habia cambiado mucho, no podiamos arriesgarnos a usar la desaparicion...porque ademas...como funcionaria alli en ese plano? En el mejor de los casos, causaría una escisión.

La espesura quedó atrás conforme trepaba por unas rocas, manteniendome alerta en todo momento. Parecía que la pendiente que estaba trepando terminaría pronto, y cuando lo hice por fin pude pararme a recuperar el aire.

"todo...normal por aqui"

Pensé al divisar las cumbres nevadas y percibir aquella frescura. Los templos seguian mas o menos igual, derruidos, cubiertos de nieve, pero más cubiertos de raices que antes. La visión transmitía una extraña paz, dado el silencio y la neblina que envolvía ese sitio.

Al mirar al suelo para dar un par de pasos mas, me di cuenta que mi camino había terminado ahí.

Al menos el camino a pie, porque... el vacio se abría más allá. La isla se habia partido y los templos del dragon flotaban más alla, algo que no se habia apreciado al trepar la pendiente de rocas. AL observar hacia abajo pude identificar pedazos de isla...metamorfoseada en algo que no conocía. Dragones más abajo.

"aqui empieza el peligro. No será buena idea alertarlos tan pronto"

Había que encontrar un modo de llegar hasta los templos pero entre mis habilidades, la de volar no se contaba entre ellas. A no ser que invocara la forma demoniaca de Valqar, algo que...no me apetecía hacer tan pronto. Medidas desesperadas.

"esperaré a que lleguen los demás para cruzar"

Decidí no obstante, invocar a los espíritus de Altair, de Snagov, de Paracelso...aquellos que me habían ayudado en la otra ocasión. Aliados potenciales. Incluso estando a cientos de metros, deberían oír mi llamada y acudir.

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1d20 invocación aliados potenciales

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'Dado (20)' :

Catherine miró a Wthyr separarse y vigiló sus pasos mientras monitoreaba también la entrada del portal, observando constantemente si Giordano, Lucio y Gwen entraban, pero ninguno de ellos lo hizo antes de que el portal se cerrara. Sofía y el teniente Royden estaban investigando y Sofía parecía sufrir, Catherine se mordió la mejilla por la parte interna.

Sentía una rara presión en la nuca, que se extendía hasta sus hombros. Se sentía…observada. Giró la cabeza hacia Wthyr cuando las ramas se movieron hacia él para atacarlo y corrió hacia él, pero llegó tarde. Sin embargo, su marido era sumamente capaz de protegerse a sí mismo y Catherine haría bien en recordarlo.


“Prf. Parece como si el maldito laberinto hubiese cobrado una tétrica y roja vida”

Aquel pensamiento hizo que frunciera suavemente el ceño. No, era imposible. Se humedeció los labios y vio a Freyja empezar a moverse hacia el norte. La advertencia de Matvey tenía sentido y quizás era eso lo que percibía. De pronto se sintió particularmente pequeña -Vamos con Freyja- Aquellas palabras fueron impulsadas por un pensamiento profundamente egoísta y Catherine…No se sintió demasiado mal por él. Sabía que, al menos por vasallaje, Freyja haría lo que fuera por defenderlos. Y Catherine pensaba sacarle todo el provecho que pudiera en aquella misión.

Se dirigieron al norte. Freyja liderando  mientras mantenían sus sentidos en alerta. Wthyr era diestro con varias armas, pero Catherine solo tenía su báculo así que lo desplegó y activó su piel de ébano por seguridad para luego invocar a sus lobos y enviarlos como scouts, robándose la idea de Rosse. Se detuvieron cerca de Matvey y Catherine no supo porqué hasta que, al llegar sin mucho aliento, se dio cuenta de lo que sucedía. La escena era, cuento menos, extraña. Pero su padre había sido muy creativo y retorcido en vida. Observó la ciudad con algo de aprehensión, pensando en cómo se vería el mundo si no triunfaban allí. Luego levantó brevemente la mirada al cielo para ver a los dragone -¿Crees que podrías controlarlos?- Preguntó  a Wthyr.

-Hmm… - Envió a los elementales a investigar la “puerta” colapsada mientras ella se acercaba un poco para ver detalles -¿Todos los templos tenían la misma estructura?- Preguntó a Wthyr pero… Bueno, creyó que Gwen sería mejor para responder aquellas preguntas o…

“¿Cedric? ¿Todos los templos del dragón tenían la misma estructura? La entrada está colapsada. Necesitamos ingresar. ¿Había alguna ruta oculta? ¿De sacerdotisas? ¿Entrada de servicio o…”, alzó la vista hacia el cielo con el ceño levemente fruncido “¿Allí entraban los dragones? ¿Cómo?”, que luego se quejara con Wthyr de su verborrea.

Convocó una luz que envió hacia dentro del templo mirando alrededor con algo de atención, pero antes de poner más de un pie dentro envió a los elementales para ver qué podían encontrar. No se fiaba de nada.

D20 Elementales chusmeando. Percepción

El miembro 'Catherine Le Fay' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (20)' :

Al final se acabaron separando, justo lo que había dicho que era mejor no hacer. Por supuesto que cubrirían terreno más rápido, pero corrían más peligro al dividir fuerzas. Hubiese preferido seguir con Cedric que con el nigromante, pero ya era tarde para eso. Además, todavía faltaban por entrar Gio y Gwen. ¿A qué esperaban ese par? regruñó por ese pensamiento al mirar atrás de nuevo, pero después se centró en lo que tenían delante. El lugar estaba claramente distinto, aunque era reconocible. Allí habían pasado algunos meses cuando llegaron a Ouroboros, en los templos de dragón de las montañas. Era curioso que acabaran donde empezó todo el asunto del enfrentamiento con Ouroboros. Por algún motivo, que nada tenía que ver con el gélido viento, se le erizó la piel al ver aquellos dragones que claramente eran espectrales. No los reconocía. No debían haber muerto recientemente porque si así fuese los recordaría.

- En esencia ya no son dragones. Son...sus espíritus. - respondió quedamente a Catherine, como si eso evitase que se percatasen de su presencia. Seguramente ya sabían todos que estaban allí. - Tampoco me son conocidos, pero podría intentar alguna comunicación. Hay que saber el tipo de información que queremos- negó con la cabeza a lo de las estructuras de los templos, tenían algunas diferencias. - No eran iguales, cada uno tenía su función. ¿Por qué quieres saber eso? - tal vez ella había visto algo que se le escapaba. Se separó para aproximarse al borde del abismo, lo más lejos que podían llegar al final de la caminata por la nieve. Tenían la opción de volver, pero ya que estaban allí lo más útil sería echar un vistazo a los templos. - Tenemos que cruzar. Puede que encontremos alguna pista.- En ese preciso momento agradecía su herencia draconiana, recurriendo a ese poder para hacer que apareciesen las alas de dragón a su espalda. Volvió a girarse hacia ellos, haciendo un gesto a Catherine para que se acercase a él para llevarla.

- A no ser que él prefiera que lo lleve primero. - comentó con sorna refiriéndose a Matvery. - ¿Prefieres que te agarre de la barba o hago como tú en forma de demonio? - le lanzó la pulla por cómo le agarró él cuando le sacó de los laberintos de Roma, de una manera bastante brusca.



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Obtiene información de los espíritus dragones?

El miembro 'Wthyr Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (20)' :

En el borde del acantilado, los héroes observan con asombro cómo varios espíritus de dragones se acercan, respondiendo a la llamada de Wthyr. Con un batir de alas etéreas, los majestuosos seres alados se posan con gracia sobre la roca, sus ojos centelleantes reflejando la sabiduría de siglos pasados.

En lugar de hablar, los dragones realizan un gesto de profundo respeto, inclinando sus cabezas imponentes hacia los héroes. Es un gesto que trasciende las palabras, una demostración de humildad y honor que llena el corazón de los aventureros de reverencia y gratitud.

Con un movimiento fluido y elegante, los dragones extienden sus poderosas alas, ofreciendo sus lomos como medio de transporte.

Sin embargo, antes de que puedan aceptar, un espíritu antiguo emerge de entre las sombras, envuelto en ropajes que destellan con los colores de la realeza Pendragón antigua: rojo, dorado y negro.

Wthyr apenas puede reconocer al espíritu por su apariencia, tal vez por sus ropajes o por textos que haya podido leer, pero sin duda el respeto y la reverencia que emana son inconfundibles. El espíritu parece confundido por la invocación de Matvey, al que mira con cierto desprecio, pero al reconocer a su descendiente, se dirige directamente a Wthyr con una advertencia solemne.

"No debéis fiaros de las palabras de los dragones", declara el espíritu con una voz que lleva el peso de la autoridad y la experiencia. "Aunque su oferta sea tentadora, ya no responden ante nuestra presencia" Murmura con gravedad entre los rugidos de los dragones que claramente se quejan por la presencia del espíritu, que por cierto... empieza a desvanecerse.

Mientras tanto, los lobos de Catherine, fieles compañeros que han estado explorando los alrededores, regresan a su lado con un descubrimiento intrigante. Han encontrado un diminuto agujero en la base de los templos, lo suficientemente pequeño como para ser pasado por alto por la mayoría, pero lo bastante grande para ofrecer una entrada secreta (al menos para ellos).