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Recuerdo del primer mensaje :
Sanguis Ligno es el árbol de sangre de los Pendragon. Proviene de una semillas mágicas que se encontraban en Tintagel, y fue plantado aquí siglos atrás por los supervivientes de la guerra civil contra los Descendientes. En él moran los espíritus de aquellos patriarcas y matriarcas que les precedieron desde la época de Charles Pendragon. Permite que se comuniquen con sus antepasados, y proporciona señales mágicas que atañen a cambios que suceden en el mundo, especialmente aquellos que se relacionan con los dragones. Las espadas de los caídos se encuentran clavadas a lo largo de todo el terreno que rodea al árbol.
El patrón que dibujan sirve para activar un gran área de teletransporte al exterior, con salida en las ruinas del castillo de Tintagel. También se puede acceder a la inversa desde allí, con el pago de sangre de un Pendragon o uno de los linajes que juraron vasallaje.
Sanguis Ligno es el árbol de sangre de los Pendragon. Proviene de una semillas mágicas que se encontraban en Tintagel, y fue plantado aquí siglos atrás por los supervivientes de la guerra civil contra los Descendientes. En él moran los espíritus de aquellos patriarcas y matriarcas que les precedieron desde la época de Charles Pendragon. Permite que se comuniquen con sus antepasados, y proporciona señales mágicas que atañen a cambios que suceden en el mundo, especialmente aquellos que se relacionan con los dragones. Las espadas de los caídos se encuentran clavadas a lo largo de todo el terreno que rodea al árbol.
El patrón que dibujan sirve para activar un gran área de teletransporte al exterior, con salida en las ruinas del castillo de Tintagel. También se puede acceder a la inversa desde allí, con el pago de sangre de un Pendragon o uno de los linajes que juraron vasallaje.
Gwen Pendragón
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Ya entrada la noche de Beltane mientras disfrutaba animosamente en la oscuridad del templo junto a algún anónimo que no puedo confirmar ni desmentir que elegí porque olía levemente a café, ya había notado algunos comportamientos extraños por parte del Sanguis Ligno. Los brillos de sus hojas iluminaron brevemente el templo y la sensación entre las sacerdotisas había sido unánime. Aquel Beltane había sido diferente por alguna circunstancia.
Tanto fue así que tras unas horas decidí visitar al linaje innombrable encontrando algo que no esperaba. Sus rostros, deformes desde que tenía conocimiento habían recuperado su juventud más sin embargo continuaban siendo espeluznantes en su trato hacia mi. Tras recordarme que seguía oliendo a sangre y muerte, como de costumbre, pasé un desagradable rato junto a ellas en los que clamaban que su "querida hermana" iba a regresar , que las había bendecido con su belleza nuevamente y a las raíces del sanguis que se veían más sanas que nunca.
A la mañana siguiente había preparado todo para marchar a Ouroboros, dispuesta a cumplir mi parte del trato. Sin embargo fui incapaz de localizar la isla para viajar o aparecerme hasta ella. Envié un mensaje a DaVinci, informando de aquello. Quería aprovechar la recarga de energía mágica para verter mi sangre sin consecuencias. Tal vez se habían arrepentido de aquello. En cualquier caso mientras esperaba respuesta decidí regresar a mis tareas.
Vestida como los rituales mandaban y con el cofre de mi daga marché hasta el Sanguis Ligno, encontrando frente a mis ojos una escena que no podía creer. Wthyr y Catherine estaban...estaban hablando con él, con ellos, vestidos inapropiadamente, sin respeto y seguramente sin seguir los rituales apropiados. Iba a parar aquello cuando las hadas aparecieron a mi espalda. Susurraron, como las voces del Sanguis, sobre aquella traición (según ellas) que estaba presenciando. Catherine y mi hermano se creían tan poderosos que no nos necesitaban. Ni a las sacerdotisas ni al pueblo que reinaban, les daba absolutamente igual las consecuencias que podría acarrear aquello.
Alcé la vista cuando el Sanguis se removió inquieto, molesto. Sabía que lo estaba. Varias sacerdotisas murmuraron molestas al percatarse de la presencia de los reyes. Desaparecieron. -¿No lo oléis? Todo el Avalon apesta a muerte ¿no te parece?-Preguntó una de las hadas antes de desaparecer junto a sus hermanas.
E instantáneamente las pequeñas lagunas y charcos de sangre que las sacerdotisas habíamos colmado durante años se secaron y junto a ellos la tierra de la que brotaba vida pocos metros más allá de la base del árbol también...las flores, la hierba fresca...comenzó a marchitarse. Las sacerdotisas se pusieron manos a la obra tras la primera sorpresa, comentando que había sido culpa de los reyes.
Una de ellas me empujó para que me uniese y aún con la cabeza descolocada me aproximé descalzándome para perderme entre las raíces y ofrecer mi sangre al Árbol Sagrado. Al menos Beltane debía contrinuír a aquello. Las voces y murmullos parecían molestos, algunos sufrían, gritos de dolor, gritos de enfado...el Sanguis Ligno estaba castigando a Avalon, sin duda.
Tras dar todo lo que podía de mi no dudé en desaparecerme.
Tanto fue así que tras unas horas decidí visitar al linaje innombrable encontrando algo que no esperaba. Sus rostros, deformes desde que tenía conocimiento habían recuperado su juventud más sin embargo continuaban siendo espeluznantes en su trato hacia mi. Tras recordarme que seguía oliendo a sangre y muerte, como de costumbre, pasé un desagradable rato junto a ellas en los que clamaban que su "querida hermana" iba a regresar , que las había bendecido con su belleza nuevamente y a las raíces del sanguis que se veían más sanas que nunca.
A la mañana siguiente había preparado todo para marchar a Ouroboros, dispuesta a cumplir mi parte del trato. Sin embargo fui incapaz de localizar la isla para viajar o aparecerme hasta ella. Envié un mensaje a DaVinci, informando de aquello. Quería aprovechar la recarga de energía mágica para verter mi sangre sin consecuencias. Tal vez se habían arrepentido de aquello. En cualquier caso mientras esperaba respuesta decidí regresar a mis tareas.
Vestida como los rituales mandaban y con el cofre de mi daga marché hasta el Sanguis Ligno, encontrando frente a mis ojos una escena que no podía creer. Wthyr y Catherine estaban...estaban hablando con él, con ellos, vestidos inapropiadamente, sin respeto y seguramente sin seguir los rituales apropiados. Iba a parar aquello cuando las hadas aparecieron a mi espalda. Susurraron, como las voces del Sanguis, sobre aquella traición (según ellas) que estaba presenciando. Catherine y mi hermano se creían tan poderosos que no nos necesitaban. Ni a las sacerdotisas ni al pueblo que reinaban, les daba absolutamente igual las consecuencias que podría acarrear aquello.
Alcé la vista cuando el Sanguis se removió inquieto, molesto. Sabía que lo estaba. Varias sacerdotisas murmuraron molestas al percatarse de la presencia de los reyes. Desaparecieron. -¿No lo oléis? Todo el Avalon apesta a muerte ¿no te parece?-Preguntó una de las hadas antes de desaparecer junto a sus hermanas.
E instantáneamente las pequeñas lagunas y charcos de sangre que las sacerdotisas habíamos colmado durante años se secaron y junto a ellos la tierra de la que brotaba vida pocos metros más allá de la base del árbol también...las flores, la hierba fresca...comenzó a marchitarse. Las sacerdotisas se pusieron manos a la obra tras la primera sorpresa, comentando que había sido culpa de los reyes.
Una de ellas me empujó para que me uniese y aún con la cabeza descolocada me aproximé descalzándome para perderme entre las raíces y ofrecer mi sangre al Árbol Sagrado. Al menos Beltane debía contrinuír a aquello. Las voces y murmullos parecían molestos, algunos sufrían, gritos de dolor, gritos de enfado...el Sanguis Ligno estaba castigando a Avalon, sin duda.
Tras dar todo lo que podía de mi no dudé en desaparecerme.
Wthyr Pendragon
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Había acudido de nuevo al Sanguis tras alejar a Catherine y a Zephyr de Ouroboros, aunque sólo fuese por precaución. Quiso ir a comprobar por sí mismo si lo que decía Gwen era tan grave, así que acudió al Sanguis para verlo con sus propios ojos. Lo que había ante él le hizo soltar un sonido irónico de incredulidad, seguido de una blasfemia entre dientes. A pesar de todo lo que habían dado y de lo bien que había ido Beltane...ahora hacia eso, absorbía magia de la isla. Y su hermana seguía sin querer darse cuenta de que no podían seguir en ese ciclo eterno para siempre.
Le jodía tener que seguir el juego por el momento, pero hasta que supiesen cómo actuar no quedaba otro remedio. Se subió la manga de la camisa y se acercó al árbol con una daga en la mano, pero esta vez no se cortó en la palma, sino en el antebrazo para que fluyese más cantidad de sangre. Dejó que cayese sobre la tierra y las raíces durante un buen rato, hasta que su cuerpo empezó a lanzarle señales para que se detuviese. Paró cuando empezó a marearse y los bordes de la visión se le oscurecieron. Frenó la hemorragia con un gesto de su mano, aunque la herida permaneció allí. Había vertido bastante sangre, pero a pesar de eso no parecía contentar al Sanguis lo suficiente. Los murmullos seguían siendo molestos, reproches. Ni siquiera se recuperó al mismo nivel la zona que se había secado. Empezó a preocuparse por si nada era suficiente y no había tiempo para actuar con un plan en condiciones. Guardó la daga de nuevo para comenzar a alejarse del árbol, con la idea de convocar a los hermanos. Un mensaje de Catherine lo interrumpió a medio camino, informando del lugar en el que había conseguido quedarse.
"Estoy en Italia, en la isla de Cerdeña. En una casa... Avísame cuando pueda abrir un portal para buscarte. Necesito hablar contigo para explicarte...Dile a Eretria que se prepare y también cosas de Zephyr"
Resulta que ahora eran exiliados. Para él era intolerable que tuviesen que irse de Ávalon, pero Charles había dicho claramente que tarde o temprano acabaría con ella. Nadie querría quedarse después de eso. Le envió mensaje de vuelta, diciéndole que le esperara allí dentro cuatro o cinco días, cuando hubiese reunido a los Pendragon. Tras eso salió de allí, a seguir con todo lo que tenía que hacer.
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dado 1 ¿Cuánta sangre le da?
dado 2 : Nivel de satisfacción arbórea
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El miembro 'Wthyr Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Dado (10)' :
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#2 'Dado (10)' :
#1 'Dado (10)' :
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#2 'Dado (10)' :
Gwen Pendragón
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La situación a los pies del Sanguis Ligno no era esperanzadora. El suelo rebosaba muerte más allá del espacio que ocupaba el Árbol Sagrado y las sacerdotisas habían perdido el ánimo y el color. Algunas descansaban a sus pies y otras trataban de darse ánimos para continuar la tarea de ofrecer su sangre y otras ofrendas a cambio de recuperar su favor.
A mi llegada pude sentir las miradas clavadas en mi. Seguramente los rumores de la reunión con mis hermanos habían llegado hasta el lugar. Las ignoré, descanzando mis pies y abriéndome paso hacia el interior de las raíces buscando un lugar tranquilo para comunicarme con él.
Como siempre pronuncié las palabras precisas, rasgué mi piel como era debido y posé las manos en la tierra transmitiendo la primera pregunta de mi hermano. ¿Aquello tendría un final? Esperé y los murmullos no se aclararon. No era capaz de escuchar respuesta.
1- Le da respuestas sinceras.
2.-No sinceras.
3-Sin respuesta.
4.-Posesión.
5.Ataque.
6 Respuesta sincera
7.Mata
8.No sinceras
9.Posesión.
10.Sin respuesta
A mi llegada pude sentir las miradas clavadas en mi. Seguramente los rumores de la reunión con mis hermanos habían llegado hasta el lugar. Las ignoré, descanzando mis pies y abriéndome paso hacia el interior de las raíces buscando un lugar tranquilo para comunicarme con él.
Como siempre pronuncié las palabras precisas, rasgué mi piel como era debido y posé las manos en la tierra transmitiendo la primera pregunta de mi hermano. ¿Aquello tendría un final? Esperé y los murmullos no se aclararon. No era capaz de escuchar respuesta.
1- Le da respuestas sinceras.
2.-No sinceras.
3-Sin respuesta.
4.-Posesión.
5.Ataque.
6 Respuesta sincera
7.Mata
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10.Sin respuesta
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El miembro 'Gwen Pendragón' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado (10)' :
'Dado (10)' :
Gwen Pendragón
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Al parecer no quería hablar conmigo o tal vez ahora solamente hablaba con Catherine. Aquel pensamiento hizo que frunciese mi ceño antes de realizar un nuevo corte más profundo y largo en mi brazo.
Lo estrujé dejando caer una mayor cantidad de sangre y pregunté nuevamente. Si temía a Morgana. Esperé , esperé más concentrada que antes, empeñada en obtener respuesta por su parte. Escuché los murmullos, parecía una pelea inconexa que no entendía en absoluto y luego...silencio.
Me incorporé frustrada pensando que había perdido mi habilidad, mi conexión y su favor todo por culpa de mis hermanos.
1- Le da respuestas sinceras.
2.-No sinceras.
3-Sin respuesta.
4.-Mata.
5.Ataque.
6 Respuesta sincera
7.Mata
8.No sinceras
9.Posesión.
10.Sin respuesta
Lo estrujé dejando caer una mayor cantidad de sangre y pregunté nuevamente. Si temía a Morgana. Esperé , esperé más concentrada que antes, empeñada en obtener respuesta por su parte. Escuché los murmullos, parecía una pelea inconexa que no entendía en absoluto y luego...silencio.
Me incorporé frustrada pensando que había perdido mi habilidad, mi conexión y su favor todo por culpa de mis hermanos.
1- Le da respuestas sinceras.
2.-No sinceras.
3-Sin respuesta.
4.-Mata.
5.Ataque.
6 Respuesta sincera
7.Mata
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9.Posesión.
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El miembro 'Gwen Pendragón' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado (10)' :
'Dado (10)' :
Gwen Pendragón
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Apreté los puños molesta y sentí una gran tensión en la mandíbula antes de soltar aire. Tomé una vez más la daga ritual, cortando mi otro antebrazo en múltiples puntos.
No solo no podía quedar sin respuesta, tampoco podía volver junto a mis hermanos sin una. Me acerqué al tronco plantando ambas manos y apoyando mi frente para formular mi última pregunta. ¿Estaba dispuesto a salir y tomar otro cuerpo?
Los murmullos continuaron y esperé, deseando escuchar aunque fuese una débil voz clara. Sin embargo aquello no llegó y lo que obtuve a cambio no fue lo deseado.
Una raíz se enredó en mi pierna tirando de ella hacia abajo, hundiéndola en la tierra sin mayor dificultad. El grito de sorpresa resonó entre las ramas y las sacerdotisas acudieron. Sin embargo no intervinieron. Cuando el Sanguis aplicaba algún castigo era merecido.
Me aferré a alguna de las raíces que había por el suelo mientras sentía el tirón en la pierna, tan fuerte que parecía que quisiese arrancarla de cuajo cosa que hizo que gritase de nuevo de dolor y se me saltasen las lágrimas mientras trataba de mantener el amarre en el propio árbol y que no arrastrase mi cuerpo por completo.
1- Le da respuestas sinceras.
2.-No sinceras.
3-Sin respuesta.
4.-Mata.
5.Ataque.
6 Respuesta sincera
7.Mata
8.No sinceras
9.Posesión.
10.Sin respuesta
No solo no podía quedar sin respuesta, tampoco podía volver junto a mis hermanos sin una. Me acerqué al tronco plantando ambas manos y apoyando mi frente para formular mi última pregunta. ¿Estaba dispuesto a salir y tomar otro cuerpo?
Los murmullos continuaron y esperé, deseando escuchar aunque fuese una débil voz clara. Sin embargo aquello no llegó y lo que obtuve a cambio no fue lo deseado.
Una raíz se enredó en mi pierna tirando de ella hacia abajo, hundiéndola en la tierra sin mayor dificultad. El grito de sorpresa resonó entre las ramas y las sacerdotisas acudieron. Sin embargo no intervinieron. Cuando el Sanguis aplicaba algún castigo era merecido.
Me aferré a alguna de las raíces que había por el suelo mientras sentía el tirón en la pierna, tan fuerte que parecía que quisiese arrancarla de cuajo cosa que hizo que gritase de nuevo de dolor y se me saltasen las lágrimas mientras trataba de mantener el amarre en el propio árbol y que no arrastrase mi cuerpo por completo.
1- Le da respuestas sinceras.
2.-No sinceras.
3-Sin respuesta.
4.-Mata.
5.Ataque.
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El miembro 'Gwen Pendragón' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado (10)' :
'Dado (10)' :
Shyvanna Pendragon
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Se había aparecido en las inmediaciones del Sanguis Ligno pero manteniendo la distancia. No solía prestarle demasiada atención porque como bien había dicho Gwen, su papel era ser domadora de dragones…Ni estratega, ni estudiosa, ni sacerdotisa ni nada parecido. Contempló el árbol recordando las palabras de Wthyr sobre Aric y preguntándose si era cierto que era un traidor…y que si ella sangraba…¿Podría hablar con él? ¿Querría hablar con ella? Habían pasado más de 10 años prometidos y a veces Shyvanna se sentía más cómoda entre vikingos que entre la corte Pendragon.
Se quedó dilucidando eso cuando escuchó un grito que reconoció de inmediato porque… Era su hermana pequeña. Shyvanna salió corriendo al mismo tiempo que las sacerdotisas pero empezó a apartarlas bruscamente cuando se quedaron quietas, mirando a su hermana con los brazos sangrantes y heridos tratando de aferrarse a las raíces.
-¡Y UNA MIERDA QUE TE LA LLEVAS!- Explotó porque…Ahí estaba, uno de sus momentos más temidos. Gwen podría tenerlo asumido, eso no implicaba que los demás lo tuvieran. Shyvanna sacó dos dagas de sus muslos y se cortó las piernas sacando sangre y convocando la que regaba todo el Sanguis Ligno para hacer filosas armas que iban directitas a esa raíz que pretendía cargarse la pierna de Gwen, desvió otra parte de su sangre para poner un escudo sobre el resto del cuerpo de Gwen para que las raíces no se pusieran creativas (que somos pocas y nos conocemos mucho). Con las dagas buscó cortar aquella raíz que insistía en castigar…como si su hermana se mereciera algo de eso -Eres un puto estúpido… La única…- Puñalada- puta… - puñalada- Pendragon… -puñalada- que te tiene… -puñalada- paciencia… y vas a castigarla- Espetó y clavó aquella daga con un odio bastante…irracional al pensar en lo que ese puto árbol le había quitado, desde sus padres hasta su prometido generando traumas profundos en su vida…Y se sentía bien descargarlo - Y vosotros, malditos... despertad - Puñalada - De una puta vez- Puñalada -Y rebelaros- Puñalada -Menudos pardillos de dragones los descendientes de Arturo- puñalada -Que os dejáis- Puñalada -Joder- Puñalada -Sin defender a vuestra sangre-
Se quedó dilucidando eso cuando escuchó un grito que reconoció de inmediato porque… Era su hermana pequeña. Shyvanna salió corriendo al mismo tiempo que las sacerdotisas pero empezó a apartarlas bruscamente cuando se quedaron quietas, mirando a su hermana con los brazos sangrantes y heridos tratando de aferrarse a las raíces.
-¡Y UNA MIERDA QUE TE LA LLEVAS!- Explotó porque…Ahí estaba, uno de sus momentos más temidos. Gwen podría tenerlo asumido, eso no implicaba que los demás lo tuvieran. Shyvanna sacó dos dagas de sus muslos y se cortó las piernas sacando sangre y convocando la que regaba todo el Sanguis Ligno para hacer filosas armas que iban directitas a esa raíz que pretendía cargarse la pierna de Gwen, desvió otra parte de su sangre para poner un escudo sobre el resto del cuerpo de Gwen para que las raíces no se pusieran creativas (que somos pocas y nos conocemos mucho). Con las dagas buscó cortar aquella raíz que insistía en castigar…como si su hermana se mereciera algo de eso -Eres un puto estúpido… La única…- Puñalada- puta… - puñalada- Pendragon… -puñalada- que te tiene… -puñalada- paciencia… y vas a castigarla- Espetó y clavó aquella daga con un odio bastante…irracional al pensar en lo que ese puto árbol le había quitado, desde sus padres hasta su prometido generando traumas profundos en su vida…Y se sentía bien descargarlo - Y vosotros, malditos... despertad - Puñalada - De una puta vez- Puñalada -Y rebelaros- Puñalada -Menudos pardillos de dragones los descendientes de Arturo- puñalada -Que os dejáis- Puñalada -Joder- Puñalada -Sin defender a vuestra sangre-
Kafele Keops
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Como todos los días, ha tenido un día muy largo, eso de administrar constante el sustento de todos en Ávalon es un trabajo realmente duro, sin mencionar qué debe mantener el comercio interno bien vigilado, y en sus ratos libres, debe predicar sus propios valores con el ejemplo.
No podemos permitirnoslo, los confictos recientes y la expansión del imperio requieren los recursos, debemos manejarnos inteligentemente para que la economía no decaiga.
Estaba discutiendo cosas sobre economía de guerra y como el expansionismo siempre desestabiliza la economía ya sea para bien o para mal, pero se omite en su mayoría porque no es importante.
Lo importante es que estaba dando una caminata con una de sus primas mientras discutía pasando cerca del sanguis ligno, y entonces es que los escucha, gritos... Por un momento le da una mirada significativa a su prima.
Busca ayuda.
Kafele no es tonto, sabe que si alguien está gritando en el sanguis ligno y no es alguna clase de ritual de sacrificio... Algo va horriblemente mal.
Entonces se desaparece con esa orden dejada, y aparece justo frente al sanguis ligno, percatandose de la surrealista escena qué está sucediendo... ¿El sanguis ligno, atacando a la familia real?
Definitivamente no hay tiempo de dudar, procede a invocar arena y tratar de ayudarle a Shyvanna a cortar la raíz qué apresa a su hermana, pensando que tiempos oscuros se avecinan, ya que está observando el núcleo de la sociedad romperse frente a sus ojos.
No podemos permitirnoslo, los confictos recientes y la expansión del imperio requieren los recursos, debemos manejarnos inteligentemente para que la economía no decaiga.
Estaba discutiendo cosas sobre economía de guerra y como el expansionismo siempre desestabiliza la economía ya sea para bien o para mal, pero se omite en su mayoría porque no es importante.
Lo importante es que estaba dando una caminata con una de sus primas mientras discutía pasando cerca del sanguis ligno, y entonces es que los escucha, gritos... Por un momento le da una mirada significativa a su prima.
Busca ayuda.
Kafele no es tonto, sabe que si alguien está gritando en el sanguis ligno y no es alguna clase de ritual de sacrificio... Algo va horriblemente mal.
Entonces se desaparece con esa orden dejada, y aparece justo frente al sanguis ligno, percatandose de la surrealista escena qué está sucediendo... ¿El sanguis ligno, atacando a la familia real?
Definitivamente no hay tiempo de dudar, procede a invocar arena y tratar de ayudarle a Shyvanna a cortar la raíz qué apresa a su hermana, pensando que tiempos oscuros se avecinan, ya que está observando el núcleo de la sociedad romperse frente a sus ojos.
Gwen Pendragón
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Notaba la presión de las raíces en torno a mi pierna, enterrada en la tierra, mientras me asía a las mismas raíces para mantenerme en la superficie. Sabía perfectamente que ninguna de las sacerdotisas iba a ayudarme y tendría que mantener el tipo y aguantar. Porque aquello era un simple castigo o ya me hubiese matado.
Así que estaba tratando de controlar el dolor, ahogando gritos a veces sin éxito cuando llegó Shyvanna. Abrí los ojos al escuchar su grito y la miré con terror, del mismo modo que el resto de las sacerdotisas que ahogaron unos cuantos gritos y empezaron a recriminar a la rubia. [¿Cómo se atreve?][Sacrilegio][Van a matarnos a todos]Se podía escuchar entre varias cosas más. Alguna de ellas se desapareció en busca de su clan y otras tantas comenzaron a atacar a Shyvanna tratando de pararla.-¿Pero qué haces? ¿Quieres...¿Quieres parar?-La empujé con una mano, con poca fuerza porque trataba de mantenerme agarrada de la maldita raíz.-¡Shyvanna para!
Para colmo alguien más se unió en el ataque al Sanguis Ligno, la arena de los de Cleopatra apareció en escena cortando raíces.-¡No os metáis en esto!-Grité, tratando de advertir de que tomaría represalias.
Y así lo hizo. La tierra tembló, no solo en la zona en la que nos encontrábamos, en la mayor parte de la isla. La copa del Sanguis Ligno se movió alterada y sus ramas comenzaron a moverse de forma peligrosa, golpeando a algunas sacerdotisas en su camino. Las raíces buscaron los pies de Shyvanna y de cualquier atacante.-¡Sal de aquí!-Le advertí a mi hermana antes de escuchar el ruido y sentir el temblor.
Desde el Sanguis Ligno se podía ver la mayor parte de la ciudad, en la que ahora mismo algunos edificios estaban derrumbándose. Aquello me dejó sin palabras. Las sacerdotisas se lamentaron señalando a Shyvanna como culpable. [Los Pendragon han traído la desgracia de nuevo] Un par de explosiones alejadas. Mi mirada hacia mi hermana fue de pánico segundos antes de que varias raíces se levantasen en el camino que se dirigía al pueblo y al castillo, así como a la cúpula de dragones, de la cual llegó el sonido de sus cristales haciéndose pedazos.
No me atreví a mirar pero si lo hubiese hecho podría ver como grandes raíces se elevaban entre las casas y seguían su camino entrelazándose en el cielo. Además de parte del castillo desmoronándose. -Salid de aquí.-Repetí a mi hermana con la mirada cargada de lágrimas. Estaba claro que el Árbol Sagrado no iba a perdonarnos. Y dudaba que alguno de los habitantes de Avalon lo hiciese.
Un nuevo tirón sacudió mi cuerpo hacia abajo, hundiéndolo más en la tierra.-No va a soltarme. Salid de aquí.-Repetí nuevamente apartando la mirada de mi hermana.
¿La suelta?nope
Daño pierna20%
Así que estaba tratando de controlar el dolor, ahogando gritos a veces sin éxito cuando llegó Shyvanna. Abrí los ojos al escuchar su grito y la miré con terror, del mismo modo que el resto de las sacerdotisas que ahogaron unos cuantos gritos y empezaron a recriminar a la rubia. [¿Cómo se atreve?][Sacrilegio][Van a matarnos a todos]Se podía escuchar entre varias cosas más. Alguna de ellas se desapareció en busca de su clan y otras tantas comenzaron a atacar a Shyvanna tratando de pararla.-¿Pero qué haces? ¿Quieres...¿Quieres parar?-La empujé con una mano, con poca fuerza porque trataba de mantenerme agarrada de la maldita raíz.-¡Shyvanna para!
Para colmo alguien más se unió en el ataque al Sanguis Ligno, la arena de los de Cleopatra apareció en escena cortando raíces.-¡No os metáis en esto!-Grité, tratando de advertir de que tomaría represalias.
Y así lo hizo. La tierra tembló, no solo en la zona en la que nos encontrábamos, en la mayor parte de la isla. La copa del Sanguis Ligno se movió alterada y sus ramas comenzaron a moverse de forma peligrosa, golpeando a algunas sacerdotisas en su camino. Las raíces buscaron los pies de Shyvanna y de cualquier atacante.-¡Sal de aquí!-Le advertí a mi hermana antes de escuchar el ruido y sentir el temblor.
Desde el Sanguis Ligno se podía ver la mayor parte de la ciudad, en la que ahora mismo algunos edificios estaban derrumbándose. Aquello me dejó sin palabras. Las sacerdotisas se lamentaron señalando a Shyvanna como culpable. [Los Pendragon han traído la desgracia de nuevo] Un par de explosiones alejadas. Mi mirada hacia mi hermana fue de pánico segundos antes de que varias raíces se levantasen en el camino que se dirigía al pueblo y al castillo, así como a la cúpula de dragones, de la cual llegó el sonido de sus cristales haciéndose pedazos.
No me atreví a mirar pero si lo hubiese hecho podría ver como grandes raíces se elevaban entre las casas y seguían su camino entrelazándose en el cielo. Además de parte del castillo desmoronándose. -Salid de aquí.-Repetí a mi hermana con la mirada cargada de lágrimas. Estaba claro que el Árbol Sagrado no iba a perdonarnos. Y dudaba que alguno de los habitantes de Avalon lo hiciese.
Un nuevo tirón sacudió mi cuerpo hacia abajo, hundiéndolo más en la tierra.-No va a soltarme. Salid de aquí.-Repetí nuevamente apartando la mirada de mi hermana.
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Shyvanna Pendragon
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-¿Cómo que qué hago?- Recibió un ataque por la espalda de una de las sacerdotisas y eso…la enervó. La rubia las miró por encima del hombro con una ira tan profunda por aquellas ovejas preparadas para el sacrificio y su sangre empezó a arremolinarse a sus pies para, finalmente, convertirse en su elemental (debilitado a falta de Darren) para mandarlo tras las mujeres que tenían la osadía de atacarla.
-¡No!- Porque mientras Gwen sabía que aquello era un castigo, Shyvanna estaba segura de que iba a comérsela y no podía permitirlo. En cuanto empezó a echarla de allí, notando el cambio de humor del Sanguis Ligno, Shyvanna se giró hacia ella con las pupilas rasgadas -¿QUÉ ES LO QUE NO ENTIENDES GWEN? ¡TÚ PUEDES ESTAR LISTA PARA IRTE PERO NOSOTROS NO ESTAMOS PREPARADOS PARA DEJARTE IR! ¡TIENES MUCHO POR LO QUÉ VIVIR!- Le gritó a todo pulmón, alzó una mano para protegerse de la arena y esquivó una de las raíces que venía hacia ella. Miró a Kafele y le sonrió brevemente porque gracias a él tenía un poco más de tiempo para defenderse.
Transformó las dagas en espadas para tener un mayor alcance y se empezó a mover hacia Gwen para cogerla de los brazos. En ese instante, percibió el temblor que recorrió toda la isla…Shyvanna se sentó detrás de Gwen, acomodándose para pasarle los brazos por debajo de las axilas e impedir que siguiera llevándosela pero… La imagen de destrucción de Ávalon le estremeció de pies a cabeza y más aún las palabras de las sacerdotisas por lo que se detuvo un instante.
El sonido de la cúpula hizo que Shyvanna perdiera un poco su agarre y pensara en sus dragones, lo que le ocasionó un caos mental y sentimental al pensar en ir a por ellos pero…
“Cuida de tu hermana pequeña…Protege a tu hermano mayor”, frases repetidas hasta la saciedad por su madre a los gemelos. “Guerrero, sí,… Domadora de dragones, también, pero ante todo, hermanos”
Volvió a coger a Gwen con fuerza mientras miraba cómo se unían las ramas arriba en el cielo sin comprender de qué iba aquello. Con dedos temblorosos y en una posición complicada usó su sangre para dibujarse algunas runas en los antebrazos y empezar a absorber el dolor y heridas de Gwen que seguía insistiendo que la dejara ir, pero Shyvanna no estaba por la labor -No- Murmuró -Mamá quería que te protegiera y eso es lo que voy hacer, nos trague el Sanguis Ligno a las dos o no. Quizás con las dos… Se tranquiliza y deja de cubrir el cielo de Ávalon- Dijo mordiéndose la mejilla por dentro con fuerza porque no se decidía entre pelear y seguir tratando de sacar a Gwen…o simplemente relajarse y que se las llevara a las dos.
Miró de nuevo hacia la cúpula y tensó los labios…No, aún tenía cosas por hacer. No podían seguir consintiendo mierdas a aquel árbol. En ese momento, tomó el lado de Lake. Aferró aún más a Gwen y se concentró en evitar que sintiera dolor alguno -Brakka du vanyalí sem huildar Guinevere un eka! (¡Reduce la magia que nos encierra a Guineverey a mí!) – En ese momento sintió que gran parte de la presión que tenía sobre Gwen se aligeró y Shyvanna no tardó un parpadeo en tirar de ella para liberarla -¡Kafele!- Le gritó al vasallo para que le ayudara a liberar a su hermana de las garras del Sanguis, porque una de sus piernas (la que técnicamente absorbió el daño de Gwen) aún no estaba del todo curada y no podía asentarse en ella.
¿Logra esquivar raíces? Éxito sí, fallo no.
¿Funciona hechizo? 15/20 (va bien)
-¡No!- Porque mientras Gwen sabía que aquello era un castigo, Shyvanna estaba segura de que iba a comérsela y no podía permitirlo. En cuanto empezó a echarla de allí, notando el cambio de humor del Sanguis Ligno, Shyvanna se giró hacia ella con las pupilas rasgadas -¿QUÉ ES LO QUE NO ENTIENDES GWEN? ¡TÚ PUEDES ESTAR LISTA PARA IRTE PERO NOSOTROS NO ESTAMOS PREPARADOS PARA DEJARTE IR! ¡TIENES MUCHO POR LO QUÉ VIVIR!- Le gritó a todo pulmón, alzó una mano para protegerse de la arena y esquivó una de las raíces que venía hacia ella. Miró a Kafele y le sonrió brevemente porque gracias a él tenía un poco más de tiempo para defenderse.
Transformó las dagas en espadas para tener un mayor alcance y se empezó a mover hacia Gwen para cogerla de los brazos. En ese instante, percibió el temblor que recorrió toda la isla…Shyvanna se sentó detrás de Gwen, acomodándose para pasarle los brazos por debajo de las axilas e impedir que siguiera llevándosela pero… La imagen de destrucción de Ávalon le estremeció de pies a cabeza y más aún las palabras de las sacerdotisas por lo que se detuvo un instante.
El sonido de la cúpula hizo que Shyvanna perdiera un poco su agarre y pensara en sus dragones, lo que le ocasionó un caos mental y sentimental al pensar en ir a por ellos pero…
“Cuida de tu hermana pequeña…Protege a tu hermano mayor”, frases repetidas hasta la saciedad por su madre a los gemelos. “Guerrero, sí,… Domadora de dragones, también, pero ante todo, hermanos”
Volvió a coger a Gwen con fuerza mientras miraba cómo se unían las ramas arriba en el cielo sin comprender de qué iba aquello. Con dedos temblorosos y en una posición complicada usó su sangre para dibujarse algunas runas en los antebrazos y empezar a absorber el dolor y heridas de Gwen que seguía insistiendo que la dejara ir, pero Shyvanna no estaba por la labor -No- Murmuró -Mamá quería que te protegiera y eso es lo que voy hacer, nos trague el Sanguis Ligno a las dos o no. Quizás con las dos… Se tranquiliza y deja de cubrir el cielo de Ávalon- Dijo mordiéndose la mejilla por dentro con fuerza porque no se decidía entre pelear y seguir tratando de sacar a Gwen…o simplemente relajarse y que se las llevara a las dos.
Miró de nuevo hacia la cúpula y tensó los labios…No, aún tenía cosas por hacer. No podían seguir consintiendo mierdas a aquel árbol. En ese momento, tomó el lado de Lake. Aferró aún más a Gwen y se concentró en evitar que sintiera dolor alguno -Brakka du vanyalí sem huildar Guinevere un eka! (¡Reduce la magia que nos encierra a Guineverey a mí!) – En ese momento sintió que gran parte de la presión que tenía sobre Gwen se aligeró y Shyvanna no tardó un parpadeo en tirar de ella para liberarla -¡Kafele!- Le gritó al vasallo para que le ayudara a liberar a su hermana de las garras del Sanguis, porque una de sus piernas (la que técnicamente absorbió el daño de Gwen) aún no estaba del todo curada y no podía asentarse en ella.
¿Logra esquivar raíces? Éxito sí, fallo no.
¿Funciona hechizo? 15/20 (va bien)
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El miembro 'Shyvanna Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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¿Logra esquivar raíces? Éxito sí, fallo no.
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El miembro 'Shyvanna Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Kafele Keops
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Kafele en ese momento llegó a su resolución...
Mientras escuchaba a la señorita pendragon qué estaba siendo atacada por el Sanguis Ligno, que decía que parasen, y las sacerdotisas también, aunque esas más bien iban por Shyvanna, supo que esta situación se había acabado, y por su propia parte se sintió tranquilo.
Sí, tranquilo, ¿De verdad piensan que alguien como él alguna vez le guardó respeto al Sanguis Ligno? No, no necesita conocerlo más de lo que ya lo hace para saber que es un monstruo, y no necesitaba más que una mera excusa para ponerse en su contra.
De hecho, siempre tuvo el presentimiento de que tenía la culpa de muchas de las cosas que no le gustan de esta sociedad, pero que toleraba por el bien de su familia, y por lo menos con los sacrificios humanos, eso no es un presentimiento si no una verdad objetiva.
Y hablando de su familia, varios de ellos, muchos más de los que él creería, Habían venido a auxiliarlos.
¡Rápido! ¡Protejan a las damas pendragon!
No sé demoró en ordenar, y una variedad de paredes de arena se formarían a su alrededor, con intención de evitar que tanto las raíces como las sacerdotisas lleguen a ellas...
¿Y él qué haría?... Lo que hace siempre, protegerlos a ellos, veía que las raíces iban por los pies... Así que tenía claro que iba a hacer.
Con su magia levantó pilares de arena, con intención de alzarlos, pero no fue todo lo que hizo, directamente se lanzó en dirección a las raíces, mientras que entre temblores, derrumbes, y todo caos, gritaba.
¡Tomen todos esta oportunidad!, ¡Sí no regreso, sigan sin mí, salvense y sigan viviendo! Pueden volver a Egipto o cualquier lug--
Sí no mal recordaba, una de las tierras qué se lograron conquistar estaba en Egipto justamente, quizás ahí... Podrían volver a encontrar un futuro, y podrían tener un mejor líder, cualquiera de sus primas tiene más carisma y podría ser mejor líder qué él, espera qué sí dejan de quedar varones en la generación... Puedan entender eso.
Pensó eso mientras las raíces se clavaban y apretaban su cuerpo, él gritaba, pero no se detuvo a pesar del horrible dolor, pues al final, lo que buscaba no era defenderse, si no ganar tiempo, ser él en lugar el que termine mal, porque tratar de detener al sanguis por siempre, no es realista, pero distraerlo suficiente, aunque cueste todo, es posible.
L-Lo siento Lady Shyvanna Pendragon... Me he... Quedado sin manos...
Afirmó mientras escupía sangre, y la veía con una disculpa en su mirada, con apenas un brazo lo bastante bien para seguir haciendo magia...
Pues al final no le molestaba lo que pasase, aunque el árbol destroce su cuerpo, incluso si devora su alma, a él no le da miedo, no si esto le permite el derecho de creer una última vez, pues al final, para realizar un acto de bondad... No hay de otra que creer que funcionará.
Mientras escuchaba a la señorita pendragon qué estaba siendo atacada por el Sanguis Ligno, que decía que parasen, y las sacerdotisas también, aunque esas más bien iban por Shyvanna, supo que esta situación se había acabado, y por su propia parte se sintió tranquilo.
Sí, tranquilo, ¿De verdad piensan que alguien como él alguna vez le guardó respeto al Sanguis Ligno? No, no necesita conocerlo más de lo que ya lo hace para saber que es un monstruo, y no necesitaba más que una mera excusa para ponerse en su contra.
De hecho, siempre tuvo el presentimiento de que tenía la culpa de muchas de las cosas que no le gustan de esta sociedad, pero que toleraba por el bien de su familia, y por lo menos con los sacrificios humanos, eso no es un presentimiento si no una verdad objetiva.
Y hablando de su familia, varios de ellos, muchos más de los que él creería, Habían venido a auxiliarlos.
¡Rápido! ¡Protejan a las damas pendragon!
No sé demoró en ordenar, y una variedad de paredes de arena se formarían a su alrededor, con intención de evitar que tanto las raíces como las sacerdotisas lleguen a ellas...
¿Y él qué haría?... Lo que hace siempre, protegerlos a ellos, veía que las raíces iban por los pies... Así que tenía claro que iba a hacer.
Con su magia levantó pilares de arena, con intención de alzarlos, pero no fue todo lo que hizo, directamente se lanzó en dirección a las raíces, mientras que entre temblores, derrumbes, y todo caos, gritaba.
¡Tomen todos esta oportunidad!, ¡Sí no regreso, sigan sin mí, salvense y sigan viviendo! Pueden volver a Egipto o cualquier lug--
Sí no mal recordaba, una de las tierras qué se lograron conquistar estaba en Egipto justamente, quizás ahí... Podrían volver a encontrar un futuro, y podrían tener un mejor líder, cualquiera de sus primas tiene más carisma y podría ser mejor líder qué él, espera qué sí dejan de quedar varones en la generación... Puedan entender eso.
Pensó eso mientras las raíces se clavaban y apretaban su cuerpo, él gritaba, pero no se detuvo a pesar del horrible dolor, pues al final, lo que buscaba no era defenderse, si no ganar tiempo, ser él en lugar el que termine mal, porque tratar de detener al sanguis por siempre, no es realista, pero distraerlo suficiente, aunque cueste todo, es posible.
L-Lo siento Lady Shyvanna Pendragon... Me he... Quedado sin manos...
Afirmó mientras escupía sangre, y la veía con una disculpa en su mirada, con apenas un brazo lo bastante bien para seguir haciendo magia...
Pues al final no le molestaba lo que pasase, aunque el árbol destroce su cuerpo, incluso si devora su alma, a él no le da miedo, no si esto le permite el derecho de creer una última vez, pues al final, para realizar un acto de bondad... No hay de otra que creer que funcionará.
- Dados de dolor y sacrificio:
- D10: Cuantos de los que pidió antes vienen a ayudarles 10 WOW
D10: como de mal termina Kafele después de lo que hará 70% eso es malo
Éxito/Fallo: ¿alcanza a ayudar a Shyvanna a sacar a Gwen? nope
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El miembro 'Kafele Keops' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Dado (10)' :
--------------------------------
#2 'Probabilidad' :
#1 'Dado (10)' :
--------------------------------
#2 'Probabilidad' :
Wthyr Pendragon
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Habían transcurrido ya algunos días desde la reunión con los hermanos para debatir qué postura seguirían a partir de ese momento con el Sanguis, y algún día más desde que se había separado de Catherine y de su hijo. Desde entonces se había mantenido ocupado en sus tareas de dirigir el mantenimiento y ampliación del imperio, además de seguir estudiando posibles soluciones al problema del Sanguis y su enfrentamiento con Ouroboros. Estaban constantemente a contrarreloj.
A pesar de estar tan ocupado pasaba bastantes ratos con la mente en otro sitio, pensando en cuándo podría reunirse por fin con ellos, empezar a tener tiempo de verdad como la familia que aspiraban a ser, aunque fuese a su manera. Se habían mantenido más o menos en contacto, y hasta le había llegado un mensaje mental suyo diciendo que había tenido que ir a Londres por un ataque al licántropo. No se metió mucho más porque sabía que ella podía manejar aquello de sobra. El tipo tenía suerte de seguir contando con ella, aunque probablemente ni se diese cuenta. La respuesta que le había dado es que por el momento no podía ir, pero que la sorprendería allí cuanto menos lo esperase.
O cuando pudiese, porque entre unas cosas y otras siempre se le torcían los planes. Un mensaje mental de Catherine le dijo que se había ido a Ouroboros para hacer algo con el Sanguis de allí, a lo que le respondió al instante diciéndole que se largase de allí inmediatamente, o que al menos abriesen las puñeteras barreras para que pudiese ir él. El revuelo y caos proveniente de la zona del Sanguis de Ávalon le hizo acudir al lugar todo lo rápido que pudo, encontrándose con el monstruo leñoso enfurecido, sus hermanas y Kafele herido.
- ¡Sacadle de aquí! - ordenó a su gente, que habían acudido allí probablemente para ayudar a las hermanas. En ese estado poco iba a hacer. - ¡Convocad al resto de linajes urgentemente para desplegarse por la isla!
"¿¿Qué quieres ahora, maldita cosa??"
Echó a correr hacia donde estaba Shyvanna tratando de sacar a Gwen, sujetándolas a las dos cada una con un brazo para alejarlas de las raíces todo lo posible. La pierna de Shyvanna estaba mal, pero por lo demás no parecían heridas de gravedad. Conjuró a su alrededor un escudo mágico para cubrirlos, intentando ganar algunos segundos de tiempo mientras decidían qué hacer. Aquello no tenía ningún sentido. ¿Sólo por haber hecho preguntas al Sanguis se desataba todo aquello?
- ¿Qué ha pasado? ¿se ha vuelto a enfurecer por unas putas preguntas o qué?
A pesar de estar tan ocupado pasaba bastantes ratos con la mente en otro sitio, pensando en cuándo podría reunirse por fin con ellos, empezar a tener tiempo de verdad como la familia que aspiraban a ser, aunque fuese a su manera. Se habían mantenido más o menos en contacto, y hasta le había llegado un mensaje mental suyo diciendo que había tenido que ir a Londres por un ataque al licántropo. No se metió mucho más porque sabía que ella podía manejar aquello de sobra. El tipo tenía suerte de seguir contando con ella, aunque probablemente ni se diese cuenta. La respuesta que le había dado es que por el momento no podía ir, pero que la sorprendería allí cuanto menos lo esperase.
O cuando pudiese, porque entre unas cosas y otras siempre se le torcían los planes. Un mensaje mental de Catherine le dijo que se había ido a Ouroboros para hacer algo con el Sanguis de allí, a lo que le respondió al instante diciéndole que se largase de allí inmediatamente, o que al menos abriesen las puñeteras barreras para que pudiese ir él. El revuelo y caos proveniente de la zona del Sanguis de Ávalon le hizo acudir al lugar todo lo rápido que pudo, encontrándose con el monstruo leñoso enfurecido, sus hermanas y Kafele herido.
- ¡Sacadle de aquí! - ordenó a su gente, que habían acudido allí probablemente para ayudar a las hermanas. En ese estado poco iba a hacer. - ¡Convocad al resto de linajes urgentemente para desplegarse por la isla!
"¿¿Qué quieres ahora, maldita cosa??"
Echó a correr hacia donde estaba Shyvanna tratando de sacar a Gwen, sujetándolas a las dos cada una con un brazo para alejarlas de las raíces todo lo posible. La pierna de Shyvanna estaba mal, pero por lo demás no parecían heridas de gravedad. Conjuró a su alrededor un escudo mágico para cubrirlos, intentando ganar algunos segundos de tiempo mientras decidían qué hacer. Aquello no tenía ningún sentido. ¿Sólo por haber hecho preguntas al Sanguis se desataba todo aquello?
- ¿Qué ha pasado? ¿se ha vuelto a enfurecer por unas putas preguntas o qué?
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