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Guarida de El Maestro. El interior recuerda a una catedral abandonada. Está envuelta en hechizos protectores y que evitan la desaparición. huele a hierbas e inciensos, fruto de hechizos antiguos que se encuentran en todo el edificio.
Reed Draven
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El portal nos escupió con fuerza contra el suelo de piedra del Refugio del Maestro e instantáneamente se cerró con un característico sonido. Gruñí empujando con las manos contra el suelo para incorporarme y no tardé en buscar con la mirada al viejo por el lugar. No, no estaba.
-Será mejor que te vayas.-Si es que podía desaparecerse, cosa que dudaba. Salir de ahí era más complicado que entrar si no tenías permiso por su parte o alguna misión encomendada. Terminé de levantarme y continué mirando alrededor. El silencio imperaba en la sala y poco se escuchaba más que agua goteando cada cierto tiempo y alguna ráfaga de viento que se colaba por una ventana a lo lejos.
Fruncí el ceño. No era habitual que llamase de vuelta y no tenerle esperando. Miré ahora a la peliazul.-¿Puedes hacerlo?-Pregunté con tono seco justo en el momento en el que se prendió la chimenea. Entorné los ojos. No estaba él porque había mandado a otro.
Gideon chascó la lengua negando. Estaba apoyado en una de las mesas del comedor en una postura relajada.-Hermano... ¿Cuántas veces vas a hacerlo?-La llama en su mano se extinguió y apartó su cuerpo de la mesa acercándose a nosotros con las manos en los bolsillos y su estúpida sonrisa de superioridad. -¿Sabes cuántos han caído esta vez? Nos has dado mucho trabajo.-No dije nada, simplemente apreté los labios soltando aire poco a poco por la nariz. Gideon miró por encima de mi hombro y ladeó la cabeza, se alejó de mi y fue hacia Azahar.-¡Pero si has traído visita!- Me miró sonriendo de medio lado.-¿Un repuesto o uno de tus entretenimientos?
-Ella ya se iba.-Contesté cortante mirando a la peliazul como indicando que se largase de una maldita vez.
-Ya...no, no lo creo.-Respondió quedándome claro entonces que no podría. No por sus propios medios. Volvió a fijarse en ella sonriendo.-Dime ¿Cuál es tu nombre y con qué te ha engañado este imbécil para arrastrarte hasta aquí?
-Será mejor que te vayas.-Si es que podía desaparecerse, cosa que dudaba. Salir de ahí era más complicado que entrar si no tenías permiso por su parte o alguna misión encomendada. Terminé de levantarme y continué mirando alrededor. El silencio imperaba en la sala y poco se escuchaba más que agua goteando cada cierto tiempo y alguna ráfaga de viento que se colaba por una ventana a lo lejos.
Fruncí el ceño. No era habitual que llamase de vuelta y no tenerle esperando. Miré ahora a la peliazul.-¿Puedes hacerlo?-Pregunté con tono seco justo en el momento en el que se prendió la chimenea. Entorné los ojos. No estaba él porque había mandado a otro.
Gideon chascó la lengua negando. Estaba apoyado en una de las mesas del comedor en una postura relajada.-Hermano... ¿Cuántas veces vas a hacerlo?-La llama en su mano se extinguió y apartó su cuerpo de la mesa acercándose a nosotros con las manos en los bolsillos y su estúpida sonrisa de superioridad. -¿Sabes cuántos han caído esta vez? Nos has dado mucho trabajo.-No dije nada, simplemente apreté los labios soltando aire poco a poco por la nariz. Gideon miró por encima de mi hombro y ladeó la cabeza, se alejó de mi y fue hacia Azahar.-¡Pero si has traído visita!- Me miró sonriendo de medio lado.-¿Un repuesto o uno de tus entretenimientos?
-Ella ya se iba.-Contesté cortante mirando a la peliazul como indicando que se largase de una maldita vez.
-Ya...no, no lo creo.-Respondió quedándome claro entonces que no podría. No por sus propios medios. Volvió a fijarse en ella sonriendo.-Dime ¿Cuál es tu nombre y con qué te ha engañado este imbécil para arrastrarte hasta aquí?
Pegué un primer rebote contra el suelo cuando éste nos escupió, y pronto adopté posicion de rodar para no hacerme mas daño y absorber la inercia. Cuando paré, me levanté casi tan rapidamente como Reed.
- Estás bien? - le pregunté al tiempo que terminaba de alzarme, sacudiendome la ropa y mirando alrededor. - Creo que esto no es Benidorm. - que me fuera? - Que ha pasado? No has sido tú quien nos ha traido?
"Era como un portal de los de Bellatrix...."
Negué con la cabeza, me había dicho mi madre que no lo dejara solo bajo ningun concepto, y no se por qué, pero sabía que tenía un motivo firme y solido para ello. Barrí el lugar con la mirada, memorizando los detalles, buscando pistas.
- Que lugar es este?
Dije en voz baja, por inercia. Viento....humedad....incienso...plantas....
"como que si puedo?"
Miré tras él, tratando de desaparecerme para ir a ese punto de la sala. Mi ceño se frunció cuando mi Determinación en la Desaparición se chocó con una especie de pared invisible.
- No. Hay bloqueadores.
Oi un chasquido y me percaté de que alli habia alguien en quien no me habia fijado. Elementarista de fuego? Entorné el ojo siguiendo sus pasos, parecía mayor que Reed.... hermano? Era su hermano? Vaya. Alcé una ceja. Asuntos familiares. Reed siempre se quejaba de eso. Sin duda no le haría gracia haberme traido por error aqui... con lo celoso que era con las cosas de su familia. Seria este el capullo que le habia dado la paliza?
"está bueno pero parece un abusón"
Di un paso al frente mirando al hermano de Reed cuando insinuó si era reemplazo o entretenimiento, cada musculo de mi cara era una advertencia al nuevo de que tuviera cuidado con cómo se refería a mi.
- Qué bien, le ganas a tu hermano en ser un insufrible - lancé una mirada poco amistosa a Reed cuando dijo que me iba ya. Reemplazo o entretenimiento? En serio....?
"que no me voy sin ti"
- Soy Zeta. Y tú? - lo señalé con el mentón. - Con Benidorm. Te lo puedes creer? - me hice la indignada, una actuacion visible. - Por dónde está la puerta? Me puedo ir andando, ya que parecéis esmeraros en que no se pueda desaparecer de aqui la gente.
- Estás bien? - le pregunté al tiempo que terminaba de alzarme, sacudiendome la ropa y mirando alrededor. - Creo que esto no es Benidorm. - que me fuera? - Que ha pasado? No has sido tú quien nos ha traido?
"Era como un portal de los de Bellatrix...."
Negué con la cabeza, me había dicho mi madre que no lo dejara solo bajo ningun concepto, y no se por qué, pero sabía que tenía un motivo firme y solido para ello. Barrí el lugar con la mirada, memorizando los detalles, buscando pistas.
- Que lugar es este?
Dije en voz baja, por inercia. Viento....humedad....incienso...plantas....
"como que si puedo?"
Miré tras él, tratando de desaparecerme para ir a ese punto de la sala. Mi ceño se frunció cuando mi Determinación en la Desaparición se chocó con una especie de pared invisible.
- No. Hay bloqueadores.
Oi un chasquido y me percaté de que alli habia alguien en quien no me habia fijado. Elementarista de fuego? Entorné el ojo siguiendo sus pasos, parecía mayor que Reed.... hermano? Era su hermano? Vaya. Alcé una ceja. Asuntos familiares. Reed siempre se quejaba de eso. Sin duda no le haría gracia haberme traido por error aqui... con lo celoso que era con las cosas de su familia. Seria este el capullo que le habia dado la paliza?
"está bueno pero parece un abusón"
Di un paso al frente mirando al hermano de Reed cuando insinuó si era reemplazo o entretenimiento, cada musculo de mi cara era una advertencia al nuevo de que tuviera cuidado con cómo se refería a mi.
- Qué bien, le ganas a tu hermano en ser un insufrible - lancé una mirada poco amistosa a Reed cuando dijo que me iba ya. Reemplazo o entretenimiento? En serio....?
"que no me voy sin ti"
- Soy Zeta. Y tú? - lo señalé con el mentón. - Con Benidorm. Te lo puedes creer? - me hice la indignada, una actuacion visible. - Por dónde está la puerta? Me puedo ir andando, ya que parecéis esmeraros en que no se pueda desaparecer de aqui la gente.
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No contesté a sus preguntas, me froté la frente con una mano mientras cerraba fuertemente los ojos. Joder, muchas preguntas. Solté aire profundamente, cansado.- Mi casa.-Contesté finalmente antes de la aparición de Gideon.
Apreté los labios molesto por eso de los bloqueadores y miré hacia una de las puertas. Para entonces el de los juegos de fuego ya estaba jodiendonos la vida. -No seas gilipollas Gideon-Repliqué cuando insinuó que había traído aquí a la peliazul para sustituir a uno de los muertos o simplemente para mi mero entretenimiento. Pero la peliazul se defendía bien solita mantener la boca cerrada hubiese sido más prudente, así que intenté calmar el ambiente con una especie de risa jactante a su insulto.-Eso le gustaría a él pero sólo está haciéndose el interesante.-Repliqué a la peliazul cruzando mis brazos.
Arqueé una ceja cuando se presentó con ese nombre y entorné los ojos por lo de Benidorm.-Ya sí, no hace falta que le des bola Zeta.-Agarré la mano de Azahar comenzando a andar. No sabía muy bien a dónde porque aquel sitio lo que se dice una puerta como tal no tenía.
Apreté los labios molesto por eso de los bloqueadores y miré hacia una de las puertas. Para entonces el de los juegos de fuego ya estaba jodiendonos la vida. -No seas gilipollas Gideon-Repliqué cuando insinuó que había traído aquí a la peliazul para sustituir a uno de los muertos o simplemente para mi mero entretenimiento. Pero la peliazul se defendía bien solita mantener la boca cerrada hubiese sido más prudente, así que intenté calmar el ambiente con una especie de risa jactante a su insulto.-Eso le gustaría a él pero sólo está haciéndose el interesante.-Repliqué a la peliazul cruzando mis brazos.
Arqueé una ceja cuando se presentó con ese nombre y entorné los ojos por lo de Benidorm.-Ya sí, no hace falta que le des bola Zeta.-Agarré la mano de Azahar comenzando a andar. No sabía muy bien a dónde porque aquel sitio lo que se dice una puerta como tal no tenía.
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-Uhhhh- Gideon soltó profundamente alzando ambas manos mostrando sus palmas en señal de que no iba a hacer nada. Sonrió de medio lado mirando a Reed.-Siguen gustándote las que tienen carácter ¿eh?
El pobre Reed lo intentaba pero a Gideon no había quién le pusiese nervioso o le sacase de quicio. De todos tal vez era el más cuerdo y estable.-¿Qué? Tendrás que compensarle de algún modo, no es un plan tan descabellado. -Soltó con cierta gracia antes de mirar a la muchacha.
-Zeta, ajá.-Asintió un par de veces con cara de que no la creía una mierda.-Dime Zeta...¿tienes alguna habilidad interesante?-La observó con atención, repasándola con la mirada como si pudiese descubrir así sus dotes. Pero ellos tenían otro plan.
Carraspeó. Antes de alzar un muro frente a su camino, bloqueando la puerta.-¿Eres imbécil o qué?¿Crees que te ha convocado para que te largues? Me ha mandado a recibirte.-Señalé hacia donde iban a marchar.- Además ¿Dónde vas a llevarla atontao? Sabes de sobra que no puede salir.
Hizo un gesto alzando la mirada al techo y murmuró algo en otro idioma. Como si no pudiese con tanta inutilidad.
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Una mujer traspasó las llamas del otro muchacho. Su palidez relucía de forma inquietante al contacto con la luz que se colaba desde los ventanales. -No seas tan duro con él.-Parecía mayor y sin embargo, sus expresiones faciales y el tono de voz (que además se escuchaba como si hablasen dos personas a la vez)no concordaban con su aspecto.
Rodeó a Azahar observándola con curiosidad y volvió al frente de Reed que la saludó con un serio y cansado[Karinah].Ella se rio risueñamente y tiró de la mano que sujetaba a Azahar para liberarla. Se abrazó a la espalda de Reed y se asomó por su hombro.
-Puedo acompañarle yo mientras tú entretienes a su amiga. -Miró a Azahar sonriendo.-Seguro que no tardamos nada. - Ahora alzó la mirada a Reed.-Aunque Reed se ha portado muuuy maaal y seguramente se lleve un buen castigo.-Hizo una mueca arrugando sus labios al fruncirlos y luego al ver la expresión del muchacho, que se había llevado la mano al rostro y ahora lo despejaba pasando el pelo hacia atrás, volvió a reírse sonoramente mirando a la peliazul y a Reed alternativamente.-¿Que? ¿Te habías inventado un nombre otra vez?
Mordió su labio inferior, parecía que le divertía. Le apretó un poco más antes de apoyar su mejilla contra su hombro.-Vamos, ya sabes que Gideon cuida muy bien a las visitas.-Entonces se apartó y tiró de él cruzando el muro de fuego.
- Bonita casa. - dije a Reed en un farfullo, rodando la mirada. Era una mierda de casa. Encogí los hombros cuando me miró asi al decir mi nombre, como diciéndole "qué? nunca me preguntaste si tenía un mote"
Era como me llamaba Ian y era lo primero que se me habia ocurrido decirle a ese. Aunque Reed me tomó por el brazo para dirigirnos fuera de la estancia hacia una de las puertas, el otro pensó que sería divertido cortarnos el paso con un muro de fuego. Había ignorado al tipo atractivo de corte de pelo raro cuando dijo a Reed que le seguian gustando con carácter, a ese le gustaba joder, estaba claro.
"Compensarle? Compensarle a quien?"
Podía parecer que ignoraba parte de sus conversaciones pero no me perdia una sola palabra.
- Sí, tengo la habilidad de mandarte a tomar por culo, Gigi, que queda genial si juntas Gideon con Gilipollas. - le dije con mal genio, sobre todo por su repasito con la mirada. No pensaba ser la compensación para nadie y cada vez tenía mas claro que ahi no estaba a salvo...pero ni yo, ni Reed. Porque a eso no se le podía llamar "casa". Eso no era una "casa".
El muro de fuego se supone que cortaba el paso pero no me preocupaba mucho...el no saber donde estaba , geograficamente hablando, o no poder usar la desaparicion, si. Como que no podia salir? A que se referia?
- Por qué no puedo? Esque acaso estamos en alguna clase de dimension mágica rara secreta? - hice comillas con los dedos. Tampoco pegaban mucho las comillas pero...yo me entendía.
Estaba a punto de usar la magia de agua para librarnos de la pared de fuego cuando de entre las llamas, salio una mujer mazo sinietra. Con un escotazo nada siniestro. Pero es que toda la familia tenía que tener estilo...?
"mierda, no"
Cambio de idea al oirla hablar. Esta lo que es es inquietante, con esa doble voz. La miré seria, joder, ahora entendía un poco mejor las cosas que él me decía. O...las cosas que no me decía, en realidad. Suspiré, con evidente pesar.
- Creo que Reed ya es mayorcito para que le andéis decidiendo castig.... - me detuve. Reed? Había dicho Reed? Y yo lo había repetido por inercia. Desvié la mirada rapido hacia él, con mi ceño fruncido. No era Dean?
Su cara lo confirmó.
- Vale...ya veo que la sinceridad no es tu fuerte.... - me sentí un tanto estúpida, para que engañarse. Un tanto decepcionada tambien. Fruncí el ceño con cabreo evidente cuando la mujer decidió que podía llevarselo. El viento sopló bruscamente colándose por los ventanales, al tiempo que me agaché convirtiendo en agua la seccion de la superficie del suelo que estaba frente las llamas, elevándola en una pequeña ola para tratar de extinguir ese muro de fuego, aunque el fuego era intenso.... - Dean! Si me dejas aquí tirada te juro que te mato!!! - sonaba a amenaza pero lo que quería decirle en realidad era....que no se rindiese.
- Vosotros sois los que le estáis haciendo la vida imposible? Sois quienes le habéis dado esa paliza? - solté mientras me giraba hacia el tal Gideon, al tiempo que me levantaba del suelo el elemental de agua se alzaba a mi lado, para encararse al hombre de manera amenazante. Aunque el elemental no tenía cara pero amenazante se notaba que era, si...
Era como me llamaba Ian y era lo primero que se me habia ocurrido decirle a ese. Aunque Reed me tomó por el brazo para dirigirnos fuera de la estancia hacia una de las puertas, el otro pensó que sería divertido cortarnos el paso con un muro de fuego. Había ignorado al tipo atractivo de corte de pelo raro cuando dijo a Reed que le seguian gustando con carácter, a ese le gustaba joder, estaba claro.
"Compensarle? Compensarle a quien?"
Podía parecer que ignoraba parte de sus conversaciones pero no me perdia una sola palabra.
- Sí, tengo la habilidad de mandarte a tomar por culo, Gigi, que queda genial si juntas Gideon con Gilipollas. - le dije con mal genio, sobre todo por su repasito con la mirada. No pensaba ser la compensación para nadie y cada vez tenía mas claro que ahi no estaba a salvo...pero ni yo, ni Reed. Porque a eso no se le podía llamar "casa". Eso no era una "casa".
El muro de fuego se supone que cortaba el paso pero no me preocupaba mucho...el no saber donde estaba , geograficamente hablando, o no poder usar la desaparicion, si. Como que no podia salir? A que se referia?
- Por qué no puedo? Esque acaso estamos en alguna clase de dimension mágica rara secreta? - hice comillas con los dedos. Tampoco pegaban mucho las comillas pero...yo me entendía.
Estaba a punto de usar la magia de agua para librarnos de la pared de fuego cuando de entre las llamas, salio una mujer mazo sinietra. Con un escotazo nada siniestro. Pero es que toda la familia tenía que tener estilo...?
"mierda, no"
Cambio de idea al oirla hablar. Esta lo que es es inquietante, con esa doble voz. La miré seria, joder, ahora entendía un poco mejor las cosas que él me decía. O...las cosas que no me decía, en realidad. Suspiré, con evidente pesar.
- Creo que Reed ya es mayorcito para que le andéis decidiendo castig.... - me detuve. Reed? Había dicho Reed? Y yo lo había repetido por inercia. Desvié la mirada rapido hacia él, con mi ceño fruncido. No era Dean?
Su cara lo confirmó.
- Vale...ya veo que la sinceridad no es tu fuerte.... - me sentí un tanto estúpida, para que engañarse. Un tanto decepcionada tambien. Fruncí el ceño con cabreo evidente cuando la mujer decidió que podía llevarselo. El viento sopló bruscamente colándose por los ventanales, al tiempo que me agaché convirtiendo en agua la seccion de la superficie del suelo que estaba frente las llamas, elevándola en una pequeña ola para tratar de extinguir ese muro de fuego, aunque el fuego era intenso.... - Dean! Si me dejas aquí tirada te juro que te mato!!! - sonaba a amenaza pero lo que quería decirle en realidad era....que no se rindiese.
- Vosotros sois los que le estáis haciendo la vida imposible? Sois quienes le habéis dado esa paliza? - solté mientras me giraba hacia el tal Gideon, al tiempo que me levantaba del suelo el elemental de agua se alzaba a mi lado, para encararse al hombre de manera amenazante. Aunque el elemental no tenía cara pero amenazante se notaba que era, si...
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El chico apretó sus dientes entre sí aspirando entre ellos cuando la peliazul soltó aquel apodo. Rascó entonces su cabeza y miró a Reed asintiendo. Sí, definitivamente con carácter. Suspiró hastiado ante la pregunta aparentemente burlona de la muchacha y encogió sus hombros.-Puede.
Tampoco iba a pararse a explicarle las características del edificio, ni él las conocía en su totalidad. Al llegar Karinah sus ojos se entornaron y se giró durante un instante, caminando por la sala aún con las manos en sus bolsillos.-Siempre igual-Murmuró por lo bajo mirando de reojo hacia ellos mientras hablaban.
Escuchó su propuesta y paró su caminata.-No...no...se supone que debo llevarle yo.-Comentó con cierto tono de reproche, como si eso hubiese pasado con anterioridad. Frunció el ceño. Sí, eso, castigo. Debía tener un castigo y sin embargo con la mujer de por medio seguro que no se cumpliría a rajatabla. Ellos hablaban de su nombre, cosa que a él le daba absolutamente igual. Estaba harto de las salidas de Reed y los desastres que formaba en aquel lugar.
La peliblanca volvió a sugerir que se encargase de la visita en vez de su cometido y Gideon adelantó unos cuantos pasos hacia ellos.-Karinahh...-soltó con enfado en un claro tono de advertencia pero ella se marchó y Gideon gruñó a la par que volvía a entornar los ojos maldiciendo, apretando su mandíbula.-Maldito demonio.-Suspiró intentando soltar la rabia.
La peliazul por su parte empezó a hacer truquitos de magia. Gideon la miró arqueando una ceja desde su posición. Sacó una mano de su bolsillo y eliminó el muro de fuego. Total...si quería podía ir detrás de ellos...no iba a encontrarlos. Chascó la lengua.-Seguramente tarden un rato.-Se acercó a la mesa donde con anterioridad había aparecido sentado y volvió a tomarla como asiento.
La muchacha continuó mostrando sus habilidades pero el rostro de Gideon no mostró impresión por aquel elemental. Su comentario hizo que soltase aire entre sus labios, jactante , desviando la mirada a cualquier lado. -¿Paliza?-Volvió a mirarla y alzó la vista al elemental antes de retornarla a ella. Extendió una mano mostrando la palma.-Wow wow...escucha...ZETA-sonó a que obviamente no se creía su apodo. Carraspeó y volvió a abandonar la mesa.-Estás en un lugar que no conoces, del que no puedes salir por el momento y estás intentando enfrentarte a un...-Se autoseñaló y entrecerró los ojos como pensando que decir.-A una persona de la cual desconoces sus habilidades y...que además no ha mostrado signos de ataque hacia ti.
Alzó ambas cejas mirándola como diciendo lo obvio de la absurdez.-¿O lo haces por "lo malos" que somos con Reed?-Ahora fue él quien usó esas comillas burlonas y chascó la lengua negando. La miró con atención y entonces ladeó la cabeza con una sonrisa socarrona.-Joder...de verdad no tienes ni idea ¿no?-Soltó una risa mirando al techo antes de palmearse la pierna.-Puto Reed...¿Va diciendo por ahí que le metemos paliza? Puto enfermo.-Gruñó alterado apartándose del todo del elemental, comenzando a andar nervioso por la sala. La miraba de cuando en cuando mientras farfullaba por lo bajo palabrotas en irlandés. Después se acercó apretando sus labios y cerró sus puños antes de gruñir.-¡Joder!-Parecía debatirse internamente por algo. Volvió a alejarse. Buscó algo en su bolsillo que tomó en la mano, girándolo entre sus dedos , parecía una moneda.
-¿Quieres ver la causa de las "palizas" -El tono era irónico- que le metemos a tu amorcito?-Le hizo un gesto con la cabeza para que le siguiese, traspasando un arco justo en dirección contraria a la que se habían marchado los otros dos. Daba a un pasillo, lleno de ventanales por los que entraba una extraña luz. Fuera...fuera no se veía absolutamente nada más que niebla y sombras que pasaban de vez en cuando tras ellas.
Esos tres "hermanos" o lo que fueran, porque no se parecían una mierda y la mujer parecía mas vampiro que otra cosa, se traian una dinamica dificil de entender. Y me quejaba yo de los mellizos...madre mia.
De nada sirvió lo que hice, la mujer se piró con Reed, y a Gideon pareció joderle igual. Parpadeé cuando la llamó "demonio".
- No se por qué, me parece que lo de demonio no es una forma de hablar. - eso explicaría...algunas cosas. Como la voz doble. Me masajeé la sien. De ser cierto...
Miré hacia atras cuando apagó el fuego, dudosa. Iba tras ellos? Pero giré la mirada hacia el otro con curiosidad.
- Que ha hecho para que tengáis que castigarlo?
"por qué lo están buscando mis padres, y Thalos?"
Hasta el momento, Thalos no me había encajado para nada en toda esa ecuacion. Pero ahora, con el nombre auténtico de Dean al descubierto....entrecerré la mirada, no miraba a Gideon, si no al vacío. Mi cara era una expresión extraña de duda e incertidumbre.
No, no podía ser, verdad? No tenia ningun sentido.
Apreté los labios y dejé de perderme en mis elucubraciones, tenía a un desconocido delante a quien no podia perder de vista. Se atrevió a hacerse el inocente, con que no habia mostrado signos de hostilidad? Bueno, en algo tenía razon, mi plan no tenia ni pies ni cabeza.
- Oh, claro que no, porque insinuar que soy un reemplazo para algo que Reed ha roto, probablemente gente, es muy amable. Porque insinuar que soy un pasatiempo tambien es suuper amable.
Seguro que aquello era un puto laberinto, no iba a discutirlo. Ni convirtiendo todos los muros en agua podria salir de alli rapidamente. Quizá...por el ventanal, invocando al grifo. Si, esa podria ser buena opcion.
"no, pero no puedo dejar a Dean...Reed. Mierda"
- Quienes sois, en serio? Tú....Karinah? No sois magos normales. Eres un dragon o algo? - no me habia pasado desapercibida su pausa de antes. Y yo no desconvoqué al elemental. Me daba cierta seguridad. Se burló por mis motivos, aunque yo le habia expuesto mis dudas. - Bueno, pues puto no tengo ninguna idea, si la tuviera estaría haciendo tantas preguntas?
"dios, que parezco idiota,....."
En eso se parecia mucho a Reed, a decir verdad.
- Bueno, no me dijo eso exactamente.... Más bien...que eran asuntos de familia. Y le has llamado hermano, asi que... - hice un gesto vago con la mano. No hacía si no sacar conjeturas.
"que le pasa ahora? por qué esta tan nervioso?"
La actitud del hombre me descolocaba cada vez más y mas y mi cara lo reflejó. Aunque cuando lo oi hablar en irlandes....
- scíth a ligean, lass - o lo que es lo mismo, relájate, chico. Di un paso atras, apartandome un poco de el, no hacia mas que ir y venir y sacó algo de su bolsillo. - Eh, de amorcito nada. Como mucho llega al nivel de ligue. - le quise dejar claro. No vaya a ser que se confundieran terminos. Y menos después de que el muy capullo me andase mintiendo con su nombre. Y mas despues de....ugh. No. Ya habia descartado esa idea. Menuda tontería.
El hombre me ofreció una explicación, o algo asi. Pero debia reconocer que sentí algo de miedo en seguirlo. Me quedé en mi sitio y miré hacia atras. El viento seguia silbando de modo cansino en aquel lugar. Miré al elemental y le hice un gesto, empezamos a andar tras el otro, varios metros por detrás. Noté vibrar la moneda y la saqué, leyendo el mensaje de mi madre...otra vez Thalos?
"mierda, si le digo a mi madre que estoy en un sitio raro, le va a dar un parraque.... y con el embarazo..."
Intenté responderle rapido, con la mano casi en el boslillo, para que el otro no me viera. Mi mejor baza era tratar de contactar con....Thalos o...mi padre....Tanteé otro par de mensajes antes de dejar la moneda de vuelta en el boslillo, suspirando algo nerviosa.
Me detuve frente a una ventana. Esa niebla y esas sombras. Si antes habia pensado en huir por la ventana con el grifo, ahora lo descartaba. El corazón empezó a irme rapido cuando la sensación de realmente no tener un plan de escape rapido se hizo real. Reconocí las señales del miedo en el cuerpo. Huida, lucha, parálisis.... Pero no, ninguna de las tres.
Trataría de controlarlo. Me despegué de la ventana y segui a Gideon, no iba a quedarme atrás... Lo unico que me reconfortaba era la presencia del elemental de agua.
De nada sirvió lo que hice, la mujer se piró con Reed, y a Gideon pareció joderle igual. Parpadeé cuando la llamó "demonio".
- No se por qué, me parece que lo de demonio no es una forma de hablar. - eso explicaría...algunas cosas. Como la voz doble. Me masajeé la sien. De ser cierto...
Miré hacia atras cuando apagó el fuego, dudosa. Iba tras ellos? Pero giré la mirada hacia el otro con curiosidad.
- Que ha hecho para que tengáis que castigarlo?
"por qué lo están buscando mis padres, y Thalos?"
Hasta el momento, Thalos no me había encajado para nada en toda esa ecuacion. Pero ahora, con el nombre auténtico de Dean al descubierto....entrecerré la mirada, no miraba a Gideon, si no al vacío. Mi cara era una expresión extraña de duda e incertidumbre.
No, no podía ser, verdad? No tenia ningun sentido.
Apreté los labios y dejé de perderme en mis elucubraciones, tenía a un desconocido delante a quien no podia perder de vista. Se atrevió a hacerse el inocente, con que no habia mostrado signos de hostilidad? Bueno, en algo tenía razon, mi plan no tenia ni pies ni cabeza.
- Oh, claro que no, porque insinuar que soy un reemplazo para algo que Reed ha roto, probablemente gente, es muy amable. Porque insinuar que soy un pasatiempo tambien es suuper amable.
Seguro que aquello era un puto laberinto, no iba a discutirlo. Ni convirtiendo todos los muros en agua podria salir de alli rapidamente. Quizá...por el ventanal, invocando al grifo. Si, esa podria ser buena opcion.
"no, pero no puedo dejar a Dean...Reed. Mierda"
- Quienes sois, en serio? Tú....Karinah? No sois magos normales. Eres un dragon o algo? - no me habia pasado desapercibida su pausa de antes. Y yo no desconvoqué al elemental. Me daba cierta seguridad. Se burló por mis motivos, aunque yo le habia expuesto mis dudas. - Bueno, pues puto no tengo ninguna idea, si la tuviera estaría haciendo tantas preguntas?
"dios, que parezco idiota,....."
En eso se parecia mucho a Reed, a decir verdad.
- Bueno, no me dijo eso exactamente.... Más bien...que eran asuntos de familia. Y le has llamado hermano, asi que... - hice un gesto vago con la mano. No hacía si no sacar conjeturas.
"que le pasa ahora? por qué esta tan nervioso?"
La actitud del hombre me descolocaba cada vez más y mas y mi cara lo reflejó. Aunque cuando lo oi hablar en irlandes....
- scíth a ligean, lass - o lo que es lo mismo, relájate, chico. Di un paso atras, apartandome un poco de el, no hacia mas que ir y venir y sacó algo de su bolsillo. - Eh, de amorcito nada. Como mucho llega al nivel de ligue. - le quise dejar claro. No vaya a ser que se confundieran terminos. Y menos después de que el muy capullo me andase mintiendo con su nombre. Y mas despues de....ugh. No. Ya habia descartado esa idea. Menuda tontería.
El hombre me ofreció una explicación, o algo asi. Pero debia reconocer que sentí algo de miedo en seguirlo. Me quedé en mi sitio y miré hacia atras. El viento seguia silbando de modo cansino en aquel lugar. Miré al elemental y le hice un gesto, empezamos a andar tras el otro, varios metros por detrás. Noté vibrar la moneda y la saqué, leyendo el mensaje de mi madre...otra vez Thalos?
"mierda, si le digo a mi madre que estoy en un sitio raro, le va a dar un parraque.... y con el embarazo..."
Intenté responderle rapido, con la mano casi en el boslillo, para que el otro no me viera. Mi mejor baza era tratar de contactar con....Thalos o...mi padre....Tanteé otro par de mensajes antes de dejar la moneda de vuelta en el boslillo, suspirando algo nerviosa.
Me detuve frente a una ventana. Esa niebla y esas sombras. Si antes habia pensado en huir por la ventana con el grifo, ahora lo descartaba. El corazón empezó a irme rapido cuando la sensación de realmente no tener un plan de escape rapido se hizo real. Reconocí las señales del miedo en el cuerpo. Huida, lucha, parálisis.... Pero no, ninguna de las tres.
Trataría de controlarlo. Me despegué de la ventana y segui a Gideon, no iba a quedarme atrás... Lo unico que me reconfortaba era la presencia del elemental de agua.
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Gideon se señaló un ojo al escuchar a la peliazul-Muy avispada señorita.-Sí, era tono de obviedad. ¿Qué tipo de seres tenían esa voz?. El irlandés continuó jugando con la moneda entre sus manos con cierto nerviosismo. Soltó aire entre sus dientes en una especie de chasquido por aquella pregunta.
¿Qué no había hecho el tonto de las narices de Reed? Luego pareció indignarse por su forma de decir verdades. Extendió sus manos en un notable falso gesto de disculpa mientras la moneda parecía flotar jugueteando entre sus dedos.-Puedo ser poco amable pero eso no quiere decir que te vaya a meter una bola de fuego por la garganta.- Ladeó la cabeza a la par que alzaba ambas cejas. En realidad podría haberlo hecho, solo que no era prudente hasta tener órdenes sobre qué hacer con ella.
Volvió a mirarla de arriba a abajo. Tampoco es que le pudiese servir de mucho al Maestro si solamente era una bruja. -Algo es una buena forma de describirlo.-Contestó escuetamente para después reírse de las ocurrencias de Reed. Alzó la vista al techo a la par que se peinaba o se despeinaba mas bien mientras negaba.-Puto Reed.-Asuntos familiares decía. -Asuntos familiares.-Chascó la lengua.
Paró en su momento de inestabilidad por un segundo al escuchar su parloteo irlandés. La verdad que no se lo esperaba. -Ahhh eres una de esas.-Soltó cuando dijo que solo era un ligue. Asintió apretando los labios antes de alzar sus cejas y salir hacia el pasillo.
Continuó andando pero algo le hizo mirar atrás un segundo. Entornó los ojos al ver que se detenía junto a la ventana.-Yo que tú no lo pensaría.-Si salía al exterior iba a ser todo un espectáculo. Empujó una puerta, pasando ahora a un oscuro pasillo curiosamente franqueado por lo que parecían dos enormes tanques llenos de agua que recorrían toda la pared y el techo. Seguía girando la moneda entre sus dedos cuando algo se movió en el agua fugazmente cruzando para perderse en el infinito y poco después le siguió otra forma que podía apreciarse mejor a pesar de su rapidez, una sirena que miró directamente a la peliazul antes de proseguir su camino.
Empujó la siguiente puerta dejando atrás aquel pasillo para volver a una estancia parecida a las anteriores y se dirigió a una gran puerta en la que paró sus pasos. Gruñó algo y se giró de nuevo hacia ella. Desvió la mirada a su elemental. Tras la puerta se escuchaban voces, varias, y algún sonido que podría parecerse a lamentos o quejidos.-Tengo que pedirte que apagues a tu colega de agua.-Miró a la muchacha.-No puedes pasar con él. Si no quieres puedes dar vueltas y vueltas por las salas.
Empujó la puerta y pasó cerrándose a su paso, pero lo que se pudo ver a través de la apertura parecían camas, muchas camas, con gente.
ve la moneda?
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"Así que si, es un puto demonio"
Estiré los labios en una mueca. Que me habia dicho mi padre de los demonios? Ajam. Eso mismo.
Volví a concentrarme en él, tratando de olvidarme de las siniestras ventanas, y miré la monedita con la que no dejaba de jugar de modo nervioso. Curioso.
- Oh. Gracias supongo. Por lo de la bola de fuego. - luego lo observé despeinarse a lo loco, estaba estresado? Por qué? Si quien tenia un problema gordo era yo.
"Toda esta gente está muy mal de la cabeza..."
- Oye estás...estás bien? - necesitas ir al baño o algo? Abrí la boca como diciendo un "aaaaahm..." mudo cuando soltó que "era una de esas". Decidí no ofenderme, era mejor que pensara eso, e hice un gesto con mi mano a la vez que alzaba un hombro, como un "mas o menos". Vale, ahora sabía que Dean...Reed, tenía muchos ligues. En fin...que si me decepcionaba? Sí. Que lo intuía y me habia dado lo mismo? También.
Aquello me hizo rascarme la sien porque volvi a pensar en lo de antes. Reed. Erika. Thalos. Pero no. Mi primo era un niño pequeño. Pero....cuanto tiempo llevaba sin verlo con Erika y con Thalos? Casi el mismo que llevaba conociendo a Dean. Y ahi me habia quedado, junto a la ventana....cuando la voz de Gideon me sacó de mi ensimismamiento.
Lo seguí por aquel pasillo....era un lugar subacuático? Me quedé mirando aquellas paredes, sin duda era impresionante, antes habria jurado que estabamos en las alturas y ahora nada. No tuve duda en cuanto mi mirada se cruzó con la de una sirena. Mis pasos se volvieron mas lentos, sin dejar de observar el elemento que nos rodeaba, y se me escapó un pequeño wow de admiracion.
Oi su requerimiento y aunque no tenia ningun tipo de ganas de apagar a mi elemental, lo hice. Con un gesto de mi mano su forma corpórea se desvaneció y fue reabsorbido por el mismo suelo. Lo vi abrir para entrar y cerrar, por la rendija claramente vi que aquello parecia una enfermería.
"que coño...?"
Noté la moneda vibrar y como Gideon habia entrado, aproveché para leer. Era mi madre. Me quedé petrificada al principio y luego deje de ver la moneda, vi rojo, y notaba arder mi cuerpo entero. Pero de rabia.
-SERA HIJOPUTA...!! - habia guardado la moneda, y entré tras Gideon empujando la puerta, practicamente. - Me estás diciendo que esto lo ha hecho Reed?!
"ESE REED?!"
El mismo con el que me habia enrollado? El mismo que era hijo de Erika y de pronto estaba grande y como un queso? Que era mi primo segundo o algo asi? Que le habia cuidado cuando era pequeño....cuando se convertia en minidragon y volaba por...? De pronto puse cara de comprender muchas cosas, aunque por lo demas, mi gesto era un poema. Señalé a Gideon con ambos indices...
- Oooooooooooooooohhh....ya lo entiendo todo....dragones....si.....dragones.....
En realidad tampoco es que hubiese descubierto nada, solo recordaba que alguna vez él de adulto se habia transformado. Lo cierto es que estaba flipando, y estaba un poco en shock al enterarme de toda la movida.
Estiré los labios en una mueca. Que me habia dicho mi padre de los demonios? Ajam. Eso mismo.
Volví a concentrarme en él, tratando de olvidarme de las siniestras ventanas, y miré la monedita con la que no dejaba de jugar de modo nervioso. Curioso.
- Oh. Gracias supongo. Por lo de la bola de fuego. - luego lo observé despeinarse a lo loco, estaba estresado? Por qué? Si quien tenia un problema gordo era yo.
"Toda esta gente está muy mal de la cabeza..."
- Oye estás...estás bien? - necesitas ir al baño o algo? Abrí la boca como diciendo un "aaaaahm..." mudo cuando soltó que "era una de esas". Decidí no ofenderme, era mejor que pensara eso, e hice un gesto con mi mano a la vez que alzaba un hombro, como un "mas o menos". Vale, ahora sabía que Dean...Reed, tenía muchos ligues. En fin...que si me decepcionaba? Sí. Que lo intuía y me habia dado lo mismo? También.
Aquello me hizo rascarme la sien porque volvi a pensar en lo de antes. Reed. Erika. Thalos. Pero no. Mi primo era un niño pequeño. Pero....cuanto tiempo llevaba sin verlo con Erika y con Thalos? Casi el mismo que llevaba conociendo a Dean. Y ahi me habia quedado, junto a la ventana....cuando la voz de Gideon me sacó de mi ensimismamiento.
Lo seguí por aquel pasillo....era un lugar subacuático? Me quedé mirando aquellas paredes, sin duda era impresionante, antes habria jurado que estabamos en las alturas y ahora nada. No tuve duda en cuanto mi mirada se cruzó con la de una sirena. Mis pasos se volvieron mas lentos, sin dejar de observar el elemento que nos rodeaba, y se me escapó un pequeño wow de admiracion.
Oi su requerimiento y aunque no tenia ningun tipo de ganas de apagar a mi elemental, lo hice. Con un gesto de mi mano su forma corpórea se desvaneció y fue reabsorbido por el mismo suelo. Lo vi abrir para entrar y cerrar, por la rendija claramente vi que aquello parecia una enfermería.
"que coño...?"
Noté la moneda vibrar y como Gideon habia entrado, aproveché para leer. Era mi madre. Me quedé petrificada al principio y luego deje de ver la moneda, vi rojo, y notaba arder mi cuerpo entero. Pero de rabia.
-SERA HIJOPUTA...!! - habia guardado la moneda, y entré tras Gideon empujando la puerta, practicamente. - Me estás diciendo que esto lo ha hecho Reed?!
"ESE REED?!"
El mismo con el que me habia enrollado? El mismo que era hijo de Erika y de pronto estaba grande y como un queso? Que era mi primo segundo o algo asi? Que le habia cuidado cuando era pequeño....cuando se convertia en minidragon y volaba por...? De pronto puse cara de comprender muchas cosas, aunque por lo demas, mi gesto era un poema. Señalé a Gideon con ambos indices...
- Oooooooooooooooohhh....ya lo entiendo todo....dragones....si.....dragones.....
En realidad tampoco es que hubiese descubierto nada, solo recordaba que alguna vez él de adulto se habia transformado. Lo cierto es que estaba flipando, y estaba un poco en shock al enterarme de toda la movida.
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Acercó su cuerpo mínimamente a ella cuando me dio las gracias en un tono que tomó como irónico, alzó la mano extendiendo poco a poco mis dedos en un gesto que se podría haber interpretado como galante chapado a la antigua pero que realmente era el culmen de la ironía así como su voz.-De nada.-y se apartó para seguir con su pequeña crisis mental.
-¡JA!¡Pues claro que estoy bien!¡Como todo el mundo en este sitio!¡Perfectamente bien!-Iba soltando mientras se alejaba de ella, añadiendo frase tras frase, ironía tras ironía. Era obvio que todos estaban mal. Era malditamente obvio.
Y para cuando entró en la enfermería, que era muy extensa y en la que había gente caminando de un lado para otro pero reinaba un silencio bastante acogedor ya estaba algo más centrado. Aquellos momentos siempre eran leves en Gideon, por suerte. Tras dar varios pasos y no escuchar la puerta giró mirando con sospechas hacia ella. ¿La muy boba se había aventurado sola por aquel lugar? Pero no, un grito al que respondieron muchos quejidos de las camas y bastante gente alzándose para mirar con desaprobación a la muchacha que ya estaba entrando al lugar.
Volvió a mirar al techo entornando los ojos. Un ser con el aspecto parecido a un toro y con la mitad de su rostro cubierto con unas gasas pringosas se incorporó en su cama. -¡Dejad de gritar!-Su voz, al contrario que su aspecto era dulce y casi rogaba aquello mientras volvía a tumbarse.
Gideon simplemente suspiró y miró a su alrededor haciendo un gesto como pidiendo tranquilidad a sus compañeros. Algunos hicieron caso y otros tantos también pero mascullando algo sobre la desagradable muchacha gritona. Otros simplemente se quedaron mirando mientras él se acercaba a la peliazul cruzando sus brazos.-¿Puedes dejar de llamar la atención?-Murmuró -No todos son tan amables por aquí y pretendo que sigas viva.-Soltó casi con los labios pegados entre si mientras sonreía a los pobres enfermos de un modo un tanto incómodo antes de mirar a la peliazul de nuevo, bajar su mirada por un segundo y volverla a alzar con su ceño fruncido. Había sentido algo. ¿Cómo se le podía haber escapado?
Le hizo un gesto para que continuaran caminando a lo largo de la enfermería.-Ajá, el puto Reed. Precisamente. -Paró sus pasos para mirarla alzando una ceja.-No exactamente ZETA.-Volvió a emplear ese tono en el que le decía con claridad que no se tragaba lo de su nombre. Volvió a sacar la moneda para pasarla entre sus dedos cuando comenzó a caminar nuevamente. -¿Qué te parece tu polvete,eh? Un poco...-Llevó la mano a su sien y giró el dedo silbando, la moneda se mantuvo girando sola entre los dedos de esa mano.-¿No crees?-Pero lo dijo casi riendo, como si fuese lo normal.
El pasillo de la enfermería era largo, demasiado, como si alguien hubiese realizado un hechizo de expansión en aquella sala. En ella podía ver diferentes seres y gente con aspecto humano...mas o menos. Gente con rasgos de diferentes razas y ninguno parecía pasar de una edad joven. Al llegar al otro lado de la sala, había otra puerta pero antes de salir Gideon se paró para ponerse frente a ella con sus brazos cruzados.-¡Ah!...tsk-Chascó la lengua.-Sí, voy a tener que quitarte esto.-Se acercó pasando la mano tras su oreja y de pronto en ella no estaba sólo su moneda también el galeón de la muchacha. Lo observó alzando ambas cejas.-Curioso.
Sonó la puerta a su espalda. Una muchacha algo más bajita, en general pequeña con aspecto serio y mirada penetrante la cruzó quedando cerca de Gideon con la vista clavada en la peliazul. Gideon miró por encima de su hombro.-¿Nin?-La muchacha continuó observando a la peliazul sin moverse un ápice. Su pelo y su piel estaban mojados. Gideon apretó los labios mirando a Azahar y carraspeó volviendo a mirar a la chiquilla.-Nin... -Ella pareció reaccionar, miró a Gideon y se acercó a su oído, para eso el tuvo que agachase y ella auparse sobre las puntas de sus pies. Tapó sus labios con una de sus manos y le dijo algo al oído para después apartarse volviendo a clavar la mirada en la muchacha.
Gideon frunció el ceño extrañado y recuperó su posición normal. Señaló a la chica rara con el pulgar.-Dice que le gusta tu pelo.- Nin sonrió un segundo, sus dientes no eran normales, eran afilados y volvió a acercarse a Gideon tirando de la ropa de su hombro para que se agachase nuevamente. Repitió la operación y tras mirar a Azahar nuevamente, salió por la puerta por la que había entrado.
Gideon suspiró antes de negar.-Parece que tengo que llevarte a que te adecentes para la cena.-Soltó haciendo ver que a él lo de la cena le parecía una idea muy estúpida y que todo se iba a complicar y que básicamente Karinah la había liado como siempre porque le había salido de su coño demoniaco. Giró para empujar la puerta y salir de aquella sala.-Puto Reed.-Volvió a soltar al avanzar por los pasillos.
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"no, definitivamente, está teniendo una crisis nerviosa"
- Si tú lo dices.... Gideon. - le di la razon como a los locos en eso de estar bien. Yo misma tenía mis propios demonios con los que lidiar ahora mismo.
Y saber que Reed habia dejado a toda esa gente asi de mal, no ayudaba. Miré a todos, heridos, postrados en sus camas. No parecían malos. Verdad?
"espera, por qué deberias creer a este tipo? Por qué creerle a él antes que a Reed?"
"pues porque Reed ya te ha mentido antes"
Puse cara de disculpas cuanto aquella especie de minotauro o lo que fuera de voz adorable pidió silencio, y decidí comportarme. En la enfermería, no se grita.
- Lo siento. -caminé tras él, observante. Y si....?
Pretender que siguiese viva, eso decía. - Déjame ayudarles, soy sanadora.
Rodé los ojos, seguía sin creer que me llamase Zeta. Peor para él. Es que nadie usa motes hoy dia? Ian se habría reído.
- Me parece que Reed está un poco ido de la cabeza, pero tú también lo estás....y la verdad....creo que tenéis motivos para estarlo. - aquello ultimo lo dije en un murmullo. Uno evidente. Ese lugar era raro, pasaban cosas raras. - No pienso culpar a nadie.
Maldito truquito de la moneda. Lo miré con rabia cuando hizo eso y estuve a punto de agarrarlo por la muñeca para disolver el galeón, y a él mismo, si hubiese podido. Cerré los dedos en un puño.
- Es de los Renegados. Más te vale no trastearle. - si iba a hacer algo, la llegada de la chica lo interrumpió. Miré a la tal Nin con sospecha, alli ya era dificil esperar algo que no me fuese una sorpresa.
Pero observé su interacción con curiosidad. Era...peculiar. Incluso sus dientes. Alli nadie tenía un aspecto humano. Quimera? Mezclas con dragones? Híbridos? Claro, algo de eso...suspiré y sonreí escasamente, de lado, a la muchacha.
- A mi me gustan tus pecas. - le devolví el cumplido, con sinceridad. Luego se marchó y Gideon soltó aquello. Adecentarme? Cena? Que planeaba la loca de la demonia que se habia ido con Reed? Adecentarme!!! Ya iba decente!
- No. Ni de puta coña. Soy solo un polvete, quien invita a cenar a un polvete?- señalé a la gente que estaba en las camas, y no me moví de mi sitio. - Déjame que intente ayudar aquí. Y deuda saldada, si es que hay algo por saldar.
- Si tú lo dices.... Gideon. - le di la razon como a los locos en eso de estar bien. Yo misma tenía mis propios demonios con los que lidiar ahora mismo.
Y saber que Reed habia dejado a toda esa gente asi de mal, no ayudaba. Miré a todos, heridos, postrados en sus camas. No parecían malos. Verdad?
"espera, por qué deberias creer a este tipo? Por qué creerle a él antes que a Reed?"
"pues porque Reed ya te ha mentido antes"
Puse cara de disculpas cuanto aquella especie de minotauro o lo que fuera de voz adorable pidió silencio, y decidí comportarme. En la enfermería, no se grita.
- Lo siento. -caminé tras él, observante. Y si....?
Pretender que siguiese viva, eso decía. - Déjame ayudarles, soy sanadora.
Rodé los ojos, seguía sin creer que me llamase Zeta. Peor para él. Es que nadie usa motes hoy dia? Ian se habría reído.
- Me parece que Reed está un poco ido de la cabeza, pero tú también lo estás....y la verdad....creo que tenéis motivos para estarlo. - aquello ultimo lo dije en un murmullo. Uno evidente. Ese lugar era raro, pasaban cosas raras. - No pienso culpar a nadie.
Maldito truquito de la moneda. Lo miré con rabia cuando hizo eso y estuve a punto de agarrarlo por la muñeca para disolver el galeón, y a él mismo, si hubiese podido. Cerré los dedos en un puño.
- Es de los Renegados. Más te vale no trastearle. - si iba a hacer algo, la llegada de la chica lo interrumpió. Miré a la tal Nin con sospecha, alli ya era dificil esperar algo que no me fuese una sorpresa.
Pero observé su interacción con curiosidad. Era...peculiar. Incluso sus dientes. Alli nadie tenía un aspecto humano. Quimera? Mezclas con dragones? Híbridos? Claro, algo de eso...suspiré y sonreí escasamente, de lado, a la muchacha.
- A mi me gustan tus pecas. - le devolví el cumplido, con sinceridad. Luego se marchó y Gideon soltó aquello. Adecentarme? Cena? Que planeaba la loca de la demonia que se habia ido con Reed? Adecentarme!!! Ya iba decente!
- No. Ni de puta coña. Soy solo un polvete, quien invita a cenar a un polvete?- señalé a la gente que estaba en las camas, y no me moví de mi sitio. - Déjame que intente ayudar aquí. Y deuda saldada, si es que hay algo por saldar.
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-Nos apañamos solos señora sanadora.-Comentó el muchacho mientras avanzaba antes del inoportuno comentario sobre la aparente locura de todos los habitantes de aquel lugar.
Miró a Azahar arqueando una ceja cuando dijo que no pensaba culpar a nadie. Después simplemente esbozó una sonrisa y se aguantó las ganas de reír. -Los culpables son los mismos de siempre.-Alzó una mano en un tic repentino, haciendo aspavientos.-¡Pero te equivocas de pregunta!-La señaló-Lo importante no es quién provoca la locura, sino el por qué.
Su advertencia sobre los "Renegados" no significaba nada para él, simplemente sabía que era una moneda especial.-Tch....no te preocupes. Se me dan bien.-La llegada de Nin cortó aquella conversación.
Volvió a sonreír, no porque le hiciese gracia la situación pero aquella muchacha si que le hacía gracia. Alzó la vista al techo al ver que la peliazul no le seguía y empujó la puerta de nuevo para abrirla y mirarla desde el pasillo.-La hermana del polvete que está putoloca y tendrá algún tipo de interés en ti o habrá hecho algún tipo de trato para que su hermano no muera. ¿Te es suficiente bonita?-Alzó ambas cejas e hizo un gesto con la cabeza para que saliese de la enfermería.
-Ya te he dicho que nos apañamos solos, tenemos sanadores y ha venido un mago de sangre para los casos perdidos. ¿Quieres ver a los casos perdidos antes de la cena? Seguro que te sienta de maravilla después de verlos.-Borró la sonrisa y volvió a hacer aquel gesto para que abandonase la enfermería.
-No quieres hacer esperar a un demonio que responde ante alguien peor que él. ¿verdad?-Soltó ahora más amenazante. Como si se le hubiese acabado la paciencia.
Miró a Azahar arqueando una ceja cuando dijo que no pensaba culpar a nadie. Después simplemente esbozó una sonrisa y se aguantó las ganas de reír. -Los culpables son los mismos de siempre.-Alzó una mano en un tic repentino, haciendo aspavientos.-¡Pero te equivocas de pregunta!-La señaló-Lo importante no es quién provoca la locura, sino el por qué.
Su advertencia sobre los "Renegados" no significaba nada para él, simplemente sabía que era una moneda especial.-Tch....no te preocupes. Se me dan bien.-La llegada de Nin cortó aquella conversación.
Volvió a sonreír, no porque le hiciese gracia la situación pero aquella muchacha si que le hacía gracia. Alzó la vista al techo al ver que la peliazul no le seguía y empujó la puerta de nuevo para abrirla y mirarla desde el pasillo.-La hermana del polvete que está putoloca y tendrá algún tipo de interés en ti o habrá hecho algún tipo de trato para que su hermano no muera. ¿Te es suficiente bonita?-Alzó ambas cejas e hizo un gesto con la cabeza para que saliese de la enfermería.
-Ya te he dicho que nos apañamos solos, tenemos sanadores y ha venido un mago de sangre para los casos perdidos. ¿Quieres ver a los casos perdidos antes de la cena? Seguro que te sienta de maravilla después de verlos.-Borró la sonrisa y volvió a hacer aquel gesto para que abandonase la enfermería.
-No quieres hacer esperar a un demonio que responde ante alguien peor que él. ¿verdad?-Soltó ahora más amenazante. Como si se le hubiese acabado la paciencia.
La conversación se había visto cortada con la aparición de Nin, aquella extraña y a la par curiosa muchacha. Yo no podía dejar de darle vueltas a todos los datos que estaba obteniendo. La aparente juventud de todos los heridos por....sí, por Reed. Supuestamente. Había decidido dejarlo en un "presunto" culpable. Aunque algo me decía que era cierto.
Ah, si, por donde iba? Eso y su variedad racial. Rasgos que no había visto en mi vida, a decir verdad, acompañados de otros determinados rasgos.
"los culpables son los mismos de siempre"
Eso era dificil de determinar, para cada uno, sus "demonios" eran diferentes.
- Hablas como Reed. - dije de pronto, tras la partida de Nin, al darme cuenta de ello.
A Gideon parecía irsele las maneras de tanto en cuanto, sobre todo cuando nos acercabamos a ciertos temas....al tema de quién manejaba el cotarro. La pregunta no era quién, si no por qué? Por qué alguien juntaría a un monton de gente y las mantendría ahi en esas condiciones?
Solté un resoplido por la nariz.
"me recuerda a la base de los renegados"
- Peleáis contra alguien o algo? - empecé a seguirlo por el pasillo porque evidentemente, no me iba a dejar ayudar a los heridos, ni era buena idea echar a correr, no ahora. - En fin, haré la pregunta adecuada. ¿Por qué provoca la locura? - eché la vista atrás, a la enfermería, conforme la dejabamos atrás.
- No sois hermanos de verdad. - murmuré. Reed no tenía hermanos. Bueno, sí. El pequeño de Erika. Esperaba que estuviesen bien.
Volví a mirarlo a él con un nudo en el estómago cuando me habló de los casos perdidos.
- Crees que no he lidiado ya con eso? - esa frase fue más afilada. Y dadas las circunstancias, no pude evitar pensar en Rhaegar. Entrelacé las manos en mi espalda, nerviosa ahora que no tenía la moneda. Incomunicada totalmente. Al menos había podido transmitir algo de información. - Dragones y magos de sangre. A qué me suena eso?
Ah, si, por donde iba? Eso y su variedad racial. Rasgos que no había visto en mi vida, a decir verdad, acompañados de otros determinados rasgos.
"los culpables son los mismos de siempre"
Eso era dificil de determinar, para cada uno, sus "demonios" eran diferentes.
- Hablas como Reed. - dije de pronto, tras la partida de Nin, al darme cuenta de ello.
A Gideon parecía irsele las maneras de tanto en cuanto, sobre todo cuando nos acercabamos a ciertos temas....al tema de quién manejaba el cotarro. La pregunta no era quién, si no por qué? Por qué alguien juntaría a un monton de gente y las mantendría ahi en esas condiciones?
Solté un resoplido por la nariz.
"me recuerda a la base de los renegados"
- Peleáis contra alguien o algo? - empecé a seguirlo por el pasillo porque evidentemente, no me iba a dejar ayudar a los heridos, ni era buena idea echar a correr, no ahora. - En fin, haré la pregunta adecuada. ¿Por qué provoca la locura? - eché la vista atrás, a la enfermería, conforme la dejabamos atrás.
- No sois hermanos de verdad. - murmuré. Reed no tenía hermanos. Bueno, sí. El pequeño de Erika. Esperaba que estuviesen bien.
Volví a mirarlo a él con un nudo en el estómago cuando me habló de los casos perdidos.
- Crees que no he lidiado ya con eso? - esa frase fue más afilada. Y dadas las circunstancias, no pude evitar pensar en Rhaegar. Entrelacé las manos en mi espalda, nerviosa ahora que no tenía la moneda. Incomunicada totalmente. Al menos había podido transmitir algo de información. - Dragones y magos de sangre. A qué me suena eso?
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-Pcheee-Soltó Guideon ante el comentario de la peliazul con cierto tono de desacuerdo. No hablaba como Reed, Reed era un puto degenerado y él por su parte sabía mantener la calma y ser persona cuando era necesario.
Arrugó el ceño por su pregunta. No con enfado , más bien la observó como si no tuviese ni puta idea de nada, estaba perdidísima. No contestó, o no lo hizo con palabras. Simplemente entornó los ojos y siguió caminando. Al menos le estaba haciendo caso y no tendría que arrastrarla de los pelos para sacarla de la enfermería.
Ahogó una risa corta. -Miedo.-Después sonrió de medio lado y alzó la mano para ir alzando dedo por dedo contabilizando razones.-Incomprensión, abandono, rechazo, desprecio, exilio....-La miró de reojo para ver si lo pillaba pero volvió a mirar al frente dudando que lo hiciese. El pasillo era largo y tenía una gran cantidad de puertas a ambos lados, unas más grandes que otras, dispares, con carteles y nombres en ellas.
-No me digas listilla.-Contestó aburrido por tal obviedad.-Creía que yo no tenía la cornamenta de Tawr porque había salido a mi padre-Continuó irónicamente refiriéndose al chico con aspecto de toro que habían visto en la enfermería. Arqueó una ceja mirándola nuevamente y se paró en una de las puertas.-Ahhh...así que...¿ya has visto los restos desmembrados que deja tu polvete a su paso cuando pierde el control?-La miró de arriba abajo e hizo un gesto algo de admiración.
Empujó la puerta con la mano y sonrió de medio lado.-Vamos...deja las sutilezas y pregúntame directamente si tiene que ver con los Pendragon. -Esbozó una sonrisa radiante antes de darle paso.-Es la habitación de Reed. Vendrá a buscarte. Yo que tú no saldría de ella hasta entonces.-Se acercó a Azahar, hasta su oreja. Parecía que iba a decirle algo pero no, se apartó sosteniendo una moneda. No su galeón comunicador, otra de oro que lanzó al aire con un ligero golpe de pulgar.-Mientras tenga confiscada la tuya, para que no te quejes .También es especial.
Guiñó un ojo y continuó por el pasillo abandonando así a Azahar.
Arrugó el ceño por su pregunta. No con enfado , más bien la observó como si no tuviese ni puta idea de nada, estaba perdidísima. No contestó, o no lo hizo con palabras. Simplemente entornó los ojos y siguió caminando. Al menos le estaba haciendo caso y no tendría que arrastrarla de los pelos para sacarla de la enfermería.
Ahogó una risa corta. -Miedo.-Después sonrió de medio lado y alzó la mano para ir alzando dedo por dedo contabilizando razones.-Incomprensión, abandono, rechazo, desprecio, exilio....-La miró de reojo para ver si lo pillaba pero volvió a mirar al frente dudando que lo hiciese. El pasillo era largo y tenía una gran cantidad de puertas a ambos lados, unas más grandes que otras, dispares, con carteles y nombres en ellas.
-No me digas listilla.-Contestó aburrido por tal obviedad.-Creía que yo no tenía la cornamenta de Tawr porque había salido a mi padre-Continuó irónicamente refiriéndose al chico con aspecto de toro que habían visto en la enfermería. Arqueó una ceja mirándola nuevamente y se paró en una de las puertas.-Ahhh...así que...¿ya has visto los restos desmembrados que deja tu polvete a su paso cuando pierde el control?-La miró de arriba abajo e hizo un gesto algo de admiración.
Empujó la puerta con la mano y sonrió de medio lado.-Vamos...deja las sutilezas y pregúntame directamente si tiene que ver con los Pendragon. -Esbozó una sonrisa radiante antes de darle paso.-Es la habitación de Reed. Vendrá a buscarte. Yo que tú no saldría de ella hasta entonces.-Se acercó a Azahar, hasta su oreja. Parecía que iba a decirle algo pero no, se apartó sosteniendo una moneda. No su galeón comunicador, otra de oro que lanzó al aire con un ligero golpe de pulgar.-Mientras tenga confiscada la tuya, para que no te quejes .También es especial.
Guiñó un ojo y continuó por el pasillo abandonando así a Azahar.
Rodé los ojos (bueno, el ojo solo) con algo de exasperacion por su ausencia de respuestas. Sí, estaba perdida, muy perdida, tenía mil datos desencajados sobre un enorme tablero....era como un puzzle de un millón de piezas, y la adrenalina que aun me recorría no me ayudaba a pensar del modo más analítico posible.
-Ah, bien, acabas de describir los problemas de la sociedad entera. - le dije poco impresionada cuando habló del miedo, del exilio y la incomprensión. Sí, todo eso era lo que nos había traido a este punto de mierda en el mundo. Bueno, y el poder, no olvidemos el poder.
Aun así, no terminaba de cuadrarme del todo. Nada lo hacía. Eran refugiados por ser....diferentes? Pero Reed no había tenido nunca nada de particular, salvo aquellos incidentes de transformaciones, y en mi opinión tampoco era raro.
"Eso o he visto ya demasiadas cosas como para extrañarme por aquello"
- Esto es un puto laberinto, joder. - dije mientras caminaba tras él, harta de tanta humedad. Por qué Nin estaba mojada? Venía de afuera?
"será un kelpie en forma humana?"
"Y este.... este es un leprechaun?"
Entorné los ojos mirando sus espaldas con curiosidad, pensando en eso porque bueno, era irlandés y hacía mierdas con las monedas y....eh, por qué no? Había una especie de tauren y una demonio.
Carraspeé cuando soltó eso.
-Ehem....los que ha dejado Reed no, otros. Él no me ha invitado a esa clase de fiestas privadas....que parece ser que hacéis aquí....
Entré y extendí los brazos a mis lados, sutilezas?
- Te he preguntado directamente! No vas a responder tampoco a eso? No estoy para resolver acertijos, Gideon. - afirmé con los dientes apretados. - Ni si quiera te ha extrañado mi insinuación. Lo tomaré por un "probablemente"
Hice un gesto de que pasaba de deambular sola por ese maldito laberinto e instintivamente, cuando se me acercó tanto , me puse a la defensiva y retrocedí un paso, pero aquello duró poco: se apartó en seguida con aquella moneda entre sus dedos.
La agarré al vuelo cerrando la mano en un puño cuando la lanzó. Y le clavé la mirada, con el ceño fruncido pero una clara expresión de estar totalmente confundida por su actitud. Y si era un leprechaun de verdad? Se fue y examiné bien la moneda. Era de oro, sí, y decía que era especial. El oro leprechaun tenía fama de serlo en nuestra mitología. Y ahora donde la guardaba? Estiré los labios en una mueca y....me la guardé debajo del parche. Oh, era un lugar desagradable, sin duda. Pero por algun extraño motivo, me dio cierta seguridad. Si me iba de visita a Caronte, tendría algo que darle.
"no pienses eso"
No se había molestado en cerrar la puerta...daba por hecho que no me iría? Volví a probar la desaparición. Por si acaso, pero nada, imposible.
- Asi que la habitación de Reed.... - no tardé mucho en empezar a curiosear. Estaba hecha un asco. Un puñetero caos. Así era como vivía? Que diablos le había ocurrido?
Dibujos y más dibujos. Lo hacía bien. Les daba su toque. Algunas caras me sonaban. Encontré a Erika dibujada...aquello era como la confirmación a todo aquello que necesitaba. Me acerqué a su retrato, estaba tachado por los ojos y la boca principalmente, pero era ella sin duda. Porque además, cerca había otro de Thalos que había sufrido el mismo trato. Cogí el de Erika y lo arranqué de su sitio, echandole una mirada de preocupación. Suspiré, agobiada, tratando de poner en orden lo que pensaba, y lo que sentía. Sobre todo si iba a tener que verlo de nuevo.
-Ah, bien, acabas de describir los problemas de la sociedad entera. - le dije poco impresionada cuando habló del miedo, del exilio y la incomprensión. Sí, todo eso era lo que nos había traido a este punto de mierda en el mundo. Bueno, y el poder, no olvidemos el poder.
Aun así, no terminaba de cuadrarme del todo. Nada lo hacía. Eran refugiados por ser....diferentes? Pero Reed no había tenido nunca nada de particular, salvo aquellos incidentes de transformaciones, y en mi opinión tampoco era raro.
"Eso o he visto ya demasiadas cosas como para extrañarme por aquello"
- Esto es un puto laberinto, joder. - dije mientras caminaba tras él, harta de tanta humedad. Por qué Nin estaba mojada? Venía de afuera?
"será un kelpie en forma humana?"
"Y este.... este es un leprechaun?"
Entorné los ojos mirando sus espaldas con curiosidad, pensando en eso porque bueno, era irlandés y hacía mierdas con las monedas y....eh, por qué no? Había una especie de tauren y una demonio.
Carraspeé cuando soltó eso.
-Ehem....los que ha dejado Reed no, otros. Él no me ha invitado a esa clase de fiestas privadas....que parece ser que hacéis aquí....
Entré y extendí los brazos a mis lados, sutilezas?
- Te he preguntado directamente! No vas a responder tampoco a eso? No estoy para resolver acertijos, Gideon. - afirmé con los dientes apretados. - Ni si quiera te ha extrañado mi insinuación. Lo tomaré por un "probablemente"
Hice un gesto de que pasaba de deambular sola por ese maldito laberinto e instintivamente, cuando se me acercó tanto , me puse a la defensiva y retrocedí un paso, pero aquello duró poco: se apartó en seguida con aquella moneda entre sus dedos.
La agarré al vuelo cerrando la mano en un puño cuando la lanzó. Y le clavé la mirada, con el ceño fruncido pero una clara expresión de estar totalmente confundida por su actitud. Y si era un leprechaun de verdad? Se fue y examiné bien la moneda. Era de oro, sí, y decía que era especial. El oro leprechaun tenía fama de serlo en nuestra mitología. Y ahora donde la guardaba? Estiré los labios en una mueca y....me la guardé debajo del parche. Oh, era un lugar desagradable, sin duda. Pero por algun extraño motivo, me dio cierta seguridad. Si me iba de visita a Caronte, tendría algo que darle.
"no pienses eso"
No se había molestado en cerrar la puerta...daba por hecho que no me iría? Volví a probar la desaparición. Por si acaso, pero nada, imposible.
- Asi que la habitación de Reed.... - no tardé mucho en empezar a curiosear. Estaba hecha un asco. Un puñetero caos. Así era como vivía? Que diablos le había ocurrido?
Dibujos y más dibujos. Lo hacía bien. Les daba su toque. Algunas caras me sonaban. Encontré a Erika dibujada...aquello era como la confirmación a todo aquello que necesitaba. Me acerqué a su retrato, estaba tachado por los ojos y la boca principalmente, pero era ella sin duda. Porque además, cerca había otro de Thalos que había sufrido el mismo trato. Cogí el de Erika y lo arranqué de su sitio, echandole una mirada de preocupación. Suspiré, agobiada, tratando de poner en orden lo que pensaba, y lo que sentía. Sobre todo si iba a tener que verlo de nuevo.
Reed Draven
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Se escuchó un sonido extraño antes de que se abriese el portal que Karinah y Reed atravesaron para llegar hasta el pasillo. El tenía las manos en los bolsillos de la chaqueta y miraba a la mujer con cara escéptica.
-Solo es una cena Reed.-Soltó ella con sus muchas voces pero cada una de ellas le parecía más burlona si cabe. El chico resopló y desvió la mirada negando hastiado a lo que ella respondió echándole el brazo por encima de los hombros para atraerlo y menearlo un poco.-Una cena, familiaaar, hogareña e inocente para conocer a tu amiguita. No tiene nada de malo.
Él entornó los ojos y volvió a mirar a Karinah con cara de pocos amigos y escepticismo.-No hacía falta que la mencionases. Podrías haberla sacado tú sin que se enterase.-Ella soltó una risa, que en realidad fueron varias.-¿Por el infierno?¿Quieres matarla tan rápido?-Agarró su mentón apretando sus labios mientras hacía un gesto de lástima.-No seas muermo Reed. Seguro que lo pasamos estupendamente.-Sonrió acompañado de una diminuta y múltiple risilla que resonó en todo el pasillo.
Reed gruñó sin estar conforme con toda aquella estupidez, tenso porque...coño, la última vez que había entrado ahí alguien de su familia habían pasado cosas. Cosas que no podía controlar. Pero Karinah era así y por más que él hubiese insistido en que Azahar no les servía para nada, él tenía que comprobarlo. Ella se acercó y depositó un pequeño beso mientras él se apartaba.-Ahora ve a cambiarte, estás hecho un asco.-La demonia dio un paso atrás, atravesando el portal que después se cerró.
Crujió su cuello antes de dar un paso al frente para entrar en su cuarto mientras se quitaba la chaqueta de mierda. Al verla paró, desvió la mirada un segundo y después de tirar la prenda por cualquier lado avanzó hacia la peliazul arrancando los papeles de sus manos.-¿Te ha traído el capullo de Guideon?-arrugó los dibujos y los tiró a cualquier sitio antes de separarse de ella y comenzar a quitarse la camiseta.-¿Te ha hecho algo?-Preguntó de nuevo sin mirarla desabrochando su cinturón. Apretó la mandíbula mientras lo hacía.-Karinah ha pactado que te saquen de aquí después de cenar.
-Solo es una cena Reed.-Soltó ella con sus muchas voces pero cada una de ellas le parecía más burlona si cabe. El chico resopló y desvió la mirada negando hastiado a lo que ella respondió echándole el brazo por encima de los hombros para atraerlo y menearlo un poco.-Una cena, familiaaar, hogareña e inocente para conocer a tu amiguita. No tiene nada de malo.
Él entornó los ojos y volvió a mirar a Karinah con cara de pocos amigos y escepticismo.-No hacía falta que la mencionases. Podrías haberla sacado tú sin que se enterase.-Ella soltó una risa, que en realidad fueron varias.-¿Por el infierno?¿Quieres matarla tan rápido?-Agarró su mentón apretando sus labios mientras hacía un gesto de lástima.-No seas muermo Reed. Seguro que lo pasamos estupendamente.-Sonrió acompañado de una diminuta y múltiple risilla que resonó en todo el pasillo.
Reed gruñó sin estar conforme con toda aquella estupidez, tenso porque...coño, la última vez que había entrado ahí alguien de su familia habían pasado cosas. Cosas que no podía controlar. Pero Karinah era así y por más que él hubiese insistido en que Azahar no les servía para nada, él tenía que comprobarlo. Ella se acercó y depositó un pequeño beso mientras él se apartaba.-Ahora ve a cambiarte, estás hecho un asco.-La demonia dio un paso atrás, atravesando el portal que después se cerró.
Crujió su cuello antes de dar un paso al frente para entrar en su cuarto mientras se quitaba la chaqueta de mierda. Al verla paró, desvió la mirada un segundo y después de tirar la prenda por cualquier lado avanzó hacia la peliazul arrancando los papeles de sus manos.-¿Te ha traído el capullo de Guideon?-arrugó los dibujos y los tiró a cualquier sitio antes de separarse de ella y comenzar a quitarse la camiseta.-¿Te ha hecho algo?-Preguntó de nuevo sin mirarla desabrochando su cinturón. Apretó la mandíbula mientras lo hacía.-Karinah ha pactado que te saquen de aquí después de cenar.
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