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Recuerdo del primer mensaje :
Guarida de El Maestro. El interior recuerda a una catedral abandonada. Está envuelta en hechizos protectores y que evitan la desaparición. huele a hierbas e inciensos, fruto de hechizos antiguos que se encuentran en todo el edificio.
Guarida de El Maestro. El interior recuerda a una catedral abandonada. Está envuelta en hechizos protectores y que evitan la desaparición. huele a hierbas e inciensos, fruto de hechizos antiguos que se encuentran en todo el edificio.
Oí risas y voces. Ya venían.
Qué pena, porque no me había dado tiempo a decidirme sobre nada.
Reed entró sin más y quizá yo esperé una disculpa por su burda mentira, una que no vino. Eso me cabreó. Y más que me quitara sus dibujos de aquellas formas.
Pero entendía por qué lo hacía. O creía ... Quería creer el por qué.
Que no nos relacionaran más de lo necesario, quizá, sería buena idea. Qué gran excusa...
- sí - respondí a lo de Gideon y dejé escapar una medida carcajada irónica por eso de que si me había hecho algo.
La verdad lo del pacto y la cena me importaba una mierda. Me acerqué a él, y ahora sabía por qué me había resultado tan fácil y agradable perderme en sus ojos.
Le empujé con todas las fuerzas que tenía y le solté un derechazo al ojo, con intenciones de dejárselo morado.
- así será más creíble que soy sólo un polvete indignado, porque eso es lo que soy, verdad Reed? - le dije al oído antes de separarme de él.
Bufé, sintiéndome agobiada y culpable al instante de haber hecho eso.
- mierda - masculle al instante, como había podido pegarle? - no me importa lo que me ha enseñado en la enfermería. Sé quién eres.
Qué pena, porque no me había dado tiempo a decidirme sobre nada.
Reed entró sin más y quizá yo esperé una disculpa por su burda mentira, una que no vino. Eso me cabreó. Y más que me quitara sus dibujos de aquellas formas.
Pero entendía por qué lo hacía. O creía ... Quería creer el por qué.
Que no nos relacionaran más de lo necesario, quizá, sería buena idea. Qué gran excusa...
- sí - respondí a lo de Gideon y dejé escapar una medida carcajada irónica por eso de que si me había hecho algo.
La verdad lo del pacto y la cena me importaba una mierda. Me acerqué a él, y ahora sabía por qué me había resultado tan fácil y agradable perderme en sus ojos.
Le empujé con todas las fuerzas que tenía y le solté un derechazo al ojo, con intenciones de dejárselo morado.
- así será más creíble que soy sólo un polvete indignado, porque eso es lo que soy, verdad Reed? - le dije al oído antes de separarme de él.
Bufé, sintiéndome agobiada y culpable al instante de haber hecho eso.
- mierda - masculle al instante, como había podido pegarle? - no me importa lo que me ha enseñado en la enfermería. Sé quién eres.
Reed Draven
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¿Había visto los dibujos? La miró de reojo por unos segundos y pudo saber, por su expresión, que efectivamente era más que probable que se hubiese dado cuenta de todo. Mierda, los ha visto] Pensó apartando la mirada disimuladamente.
El ceño de Reed se frunció por aquella carcajada y volvió a mirarla con preocupación aunque parecía enfadado en realidad. ¿De qué se reía?¿Creía que Gideon no podía hacerle daño? ¿Le resultaba gracioso que llegase a pensar que podía haberlo pasado mal con él?
Chascó la lengua desabrochando por fin su cinturón.-No sé de que te ríes Gid...-Su empujón hizo que lanzase una mirada de advertencia a Azahar, que duró poco ya que la peliazul encajó un buen golpe en su ojo. Gruñó llevando una de sus manos al lugar e inclinó la cabeza hacia el techo mientras se quejaba con pequeños gruñidos.-¿Qué mierda?! El dolor intenso apenas duró unos segundos y quedó apaciguado por la presión que ejercía su mano sobre el ojo.
Apretó la mandíbula mirando con su ojo sano de reojo a la muchacha. Reed. Le había llamado por su nombre. ¿De qué se extrañaba el moreno si allí todo el mundo le llamaba por su nombre? Y los dibujos... Y por su tono...Azahar no era tan estúpida como para no haber atado cabos. Chascó la lengua de nuevo apartando por fin la mano de su ojo pestañeando para comprobar el daño.-Bastante convincente para ni siquiera tener el título de polvete.
Soltó refiriéndose a que no habían llegado a ese punto. La miró desde su lugar una vez ella se apartó. Parecía bastante estresada. Alzó una ceja y suspiró mirando al techo. El maldito desgraciado había llevado a Azahar a la enfermería a ver su desastre. -Tse!-Soltó irónico cuando aseguró que sabía quién era. Negó volviendo a su tarea, se sentó en su desbaratada cama y tiró de los cordones de sus botas manteniendo la tensión en la mandíbula.-Ya...¿Y quién soy? ¿El niño del que sus padres tenían miedo?¿El tío loco que asalta gente en baños y da palizas a sus amigos?-Alzó el pie tirando de la bota aún con cara de mala hostia.-¿El crío al que le dabas papillas y sonabas los mocos?¿tal vez?-Alzó ambas cejas dejando la bota caer.-Dime...¿Quién soy?
El ceño de Reed se frunció por aquella carcajada y volvió a mirarla con preocupación aunque parecía enfadado en realidad. ¿De qué se reía?¿Creía que Gideon no podía hacerle daño? ¿Le resultaba gracioso que llegase a pensar que podía haberlo pasado mal con él?
Chascó la lengua desabrochando por fin su cinturón.-No sé de que te ríes Gid...-Su empujón hizo que lanzase una mirada de advertencia a Azahar, que duró poco ya que la peliazul encajó un buen golpe en su ojo. Gruñó llevando una de sus manos al lugar e inclinó la cabeza hacia el techo mientras se quejaba con pequeños gruñidos.-¿Qué mierda?! El dolor intenso apenas duró unos segundos y quedó apaciguado por la presión que ejercía su mano sobre el ojo.
Apretó la mandíbula mirando con su ojo sano de reojo a la muchacha. Reed. Le había llamado por su nombre. ¿De qué se extrañaba el moreno si allí todo el mundo le llamaba por su nombre? Y los dibujos... Y por su tono...Azahar no era tan estúpida como para no haber atado cabos. Chascó la lengua de nuevo apartando por fin la mano de su ojo pestañeando para comprobar el daño.-Bastante convincente para ni siquiera tener el título de polvete.
Soltó refiriéndose a que no habían llegado a ese punto. La miró desde su lugar una vez ella se apartó. Parecía bastante estresada. Alzó una ceja y suspiró mirando al techo. El maldito desgraciado había llevado a Azahar a la enfermería a ver su desastre. -Tse!-Soltó irónico cuando aseguró que sabía quién era. Negó volviendo a su tarea, se sentó en su desbaratada cama y tiró de los cordones de sus botas manteniendo la tensión en la mandíbula.-Ya...¿Y quién soy? ¿El niño del que sus padres tenían miedo?¿El tío loco que asalta gente en baños y da palizas a sus amigos?-Alzó el pie tirando de la bota aún con cara de mala hostia.-¿El crío al que le dabas papillas y sonabas los mocos?¿tal vez?-Alzó ambas cejas dejando la bota caer.-Dime...¿Quién soy?
Solté un gruñido cuando dijo que bastante convincente para no tener si quiera el titulo de polvete, y aparté el pelo de mi cara de un golpe de cabeza.
Él seguía a lo suyo, "adecentarse" para esa patraña, farsa, encerrona de cena o lo que fuera. Ya tenía ganas de conocer a su "familia" al completo.
Me acerqué a él con los brazos cruzados, plantandome frente a él con una pose que seguía demostrando, a base de lenguaje corporal, que seguía cabreada.
- Quieres que sea yo quien te lo diga?! - mascullé apretando los dientes. Bajando el tono de voz, conteniendolo. - No eres ese crío, eso lo tengo claro, tú....tú ya no haces cosas de crío. - no, eso lo sabiamos muy bien los dos. Me pasé una mano por los ojos echando la cabeza hacia atrás. - Lo fuiste, hace un tiempo. ¿Cuánto ha pasado para ti? Lo mismo que para mi? O fue diferente?
"joder, es dificil de asimilar eso..."
Me agaché, cogí su bota y me acerqué a el poniendo mi otra mano en su hombro. Lo amenacé con su propia bota mientras me acercaba a su oido para hablarle.
- Eres alguien que me importa. Te vale eso? - me separé y le tiré la bota contra el pecho.
- No debiste mentirme.
Él seguía a lo suyo, "adecentarse" para esa patraña, farsa, encerrona de cena o lo que fuera. Ya tenía ganas de conocer a su "familia" al completo.
Me acerqué a él con los brazos cruzados, plantandome frente a él con una pose que seguía demostrando, a base de lenguaje corporal, que seguía cabreada.
- Quieres que sea yo quien te lo diga?! - mascullé apretando los dientes. Bajando el tono de voz, conteniendolo. - No eres ese crío, eso lo tengo claro, tú....tú ya no haces cosas de crío. - no, eso lo sabiamos muy bien los dos. Me pasé una mano por los ojos echando la cabeza hacia atrás. - Lo fuiste, hace un tiempo. ¿Cuánto ha pasado para ti? Lo mismo que para mi? O fue diferente?
"joder, es dificil de asimilar eso..."
Me agaché, cogí su bota y me acerqué a el poniendo mi otra mano en su hombro. Lo amenacé con su propia bota mientras me acercaba a su oido para hablarle.
- Eres alguien que me importa. Te vale eso? - me separé y le tiré la bota contra el pecho.
- No debiste mentirme.
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Levantó ambas cejas por su gruñido, observando aquel gesto. Parecía indignada por el comentario. ¿Lo estaba? Entornó los ojos aunque se arrepintió al instante por el dolor del ojo lastimado, el cual volvió a abrir y cerrar de forma exagerada tratando de calmarlo.
Continuó con la otra bota mientras esperaba su respuesta, alzando la vista de cuando en cuando a la par que tiraba de los cordones. -Por favor...-Instó a que le deleitase con su profundo conocimiento sobre su persona con un tono bastante burlón. Tiró de la bota mientras sostenía su mirada cuando dudó en como debía continuar aquella frase y para cuando Azahar lo hizo Reed chistó con sorna dejando caer la bota.
Apretó los labios, ahora que empezó a hacer preguntas y desvió la mirada mientras apretaba su lengua contra el colmillo, asomando un gesto molesto en su rostro antes de bajar la mirada y proceder a quitarse los calcetines.-Eso no importa ahora.-No tenía intenciones de contarle su proceso para intentar mantener su cordura una vez creció. Si es que a eso se le podía considerar crecer.
Cuando la peliazul se agachó, apoyando la mano en su hombro buscó su ojo. Una muestra de aprecio ¿Consuelo tal vez? O simplemente era como el resto y pensaba que se le iba a ir la pinza y quería salvar el culo calmándole de algún modo. Frunció el ceño al escuchar aquello, mirándola como si no estuviese en sus cabales. ¿Cómo iba a apreciarle si apenas le conocía?
Cuando le tiró la bota Reed hizo un gesto con las manos como preguntando. ¿A que venía eso? Entonces soltó lo de la mentira y mordió su labio inferior a la par que miraba al techo. Asintiendo.-Ya...claro...-Volvió a buscar a Azahar con la mirada y curvó su espalda hacia delante buscando apoyo con los antebrazos cerca de las rodillas.-Porque es mucho mejor presentarme con un "Hola, soy Reed, tu primo o algo así. Oh...claro el que hace un par de meses te vomitó encima la papilla"-Dijo con ironía. Inclinándose hacia ella-"Por cierto, me pones muy burro y quiero empotrarte contra ese lavabo ahora mismo"-Terminó de simular la conversación, esta vez con un tono mucho más serio y profundo, que supuestamente había debido tener en ese puto bar, cuando se dio cuenta de quién era ella.
Se mantuvo así unos segundos, en silencio y después gruñó desviando la mirada. Porque joder, ahora la tiraría contra la puta cama. -Voy a ducharme.-Murmuró con molestia y algo de cansancio. Era verdad que seguía hecho un asco desde el ataque.
Continuó con la otra bota mientras esperaba su respuesta, alzando la vista de cuando en cuando a la par que tiraba de los cordones. -Por favor...-Instó a que le deleitase con su profundo conocimiento sobre su persona con un tono bastante burlón. Tiró de la bota mientras sostenía su mirada cuando dudó en como debía continuar aquella frase y para cuando Azahar lo hizo Reed chistó con sorna dejando caer la bota.
Apretó los labios, ahora que empezó a hacer preguntas y desvió la mirada mientras apretaba su lengua contra el colmillo, asomando un gesto molesto en su rostro antes de bajar la mirada y proceder a quitarse los calcetines.-Eso no importa ahora.-No tenía intenciones de contarle su proceso para intentar mantener su cordura una vez creció. Si es que a eso se le podía considerar crecer.
Cuando la peliazul se agachó, apoyando la mano en su hombro buscó su ojo. Una muestra de aprecio ¿Consuelo tal vez? O simplemente era como el resto y pensaba que se le iba a ir la pinza y quería salvar el culo calmándole de algún modo. Frunció el ceño al escuchar aquello, mirándola como si no estuviese en sus cabales. ¿Cómo iba a apreciarle si apenas le conocía?
Cuando le tiró la bota Reed hizo un gesto con las manos como preguntando. ¿A que venía eso? Entonces soltó lo de la mentira y mordió su labio inferior a la par que miraba al techo. Asintiendo.-Ya...claro...-Volvió a buscar a Azahar con la mirada y curvó su espalda hacia delante buscando apoyo con los antebrazos cerca de las rodillas.-Porque es mucho mejor presentarme con un "Hola, soy Reed, tu primo o algo así. Oh...claro el que hace un par de meses te vomitó encima la papilla"-Dijo con ironía. Inclinándose hacia ella-"Por cierto, me pones muy burro y quiero empotrarte contra ese lavabo ahora mismo"-Terminó de simular la conversación, esta vez con un tono mucho más serio y profundo, que supuestamente había debido tener en ese puto bar, cuando se dio cuenta de quién era ella.
Se mantuvo así unos segundos, en silencio y después gruñó desviando la mirada. Porque joder, ahora la tiraría contra la puta cama. -Voy a ducharme.-Murmuró con molestia y algo de cansancio. Era verdad que seguía hecho un asco desde el ataque.
-Oh, buena manera de esquivarla. Dí que no te apetece contarmelo, no que no importe, porque a mí si me importa. - seguía indignada, cabreada, o...lo que fuera. En perspectiva, no era que nos hubiesemos enrollado lo que mas me preocupaba. Vale, me confundía bastante, pero habian cosas peores.
Me había mirado como si no me creyera cuando le dije aquello.
- Te callas, si no me quieres contar como creciste, para mi sigues llevando en este mundo menos que yo, asi que te callas y me haces caso, y si te he dicho eso, te lo crees. Te he mentido alguna vez? No, yo no. Al contrario que tú...he sido sincera contigo.
Vale. Su siguiente manera de concluir la frase me descolocó bastante. Lo miré muda unos segundos y decidí ignorarlo, hacer como si no hubiese oido eso de empotrar contra lavabos. Aunque era algo demasiado intenso como para ignorarlo...
- Guarro. - le solté de modo cortante. Me pasé las dos manos por la cara, gruñendo algo por lo bajo. En retrospectiva....
"soy gilipollas. Toda su palabrería sobre egoísmo y mirar por uno mismo... y a mi? me ha estado utilizando?"
- Reed, espera. - me senté en la cama a su lado dejando de frotarme la cara para mirarlo de lado. - Tu...hermano no me lo ha dejado claro. Qué tienes que ver con los Pendragon? Qué es esto?
Me debía algun tipo de respuesta. Él al menos si.
Me había mirado como si no me creyera cuando le dije aquello.
- Te callas, si no me quieres contar como creciste, para mi sigues llevando en este mundo menos que yo, asi que te callas y me haces caso, y si te he dicho eso, te lo crees. Te he mentido alguna vez? No, yo no. Al contrario que tú...he sido sincera contigo.
Vale. Su siguiente manera de concluir la frase me descolocó bastante. Lo miré muda unos segundos y decidí ignorarlo, hacer como si no hubiese oido eso de empotrar contra lavabos. Aunque era algo demasiado intenso como para ignorarlo...
- Guarro. - le solté de modo cortante. Me pasé las dos manos por la cara, gruñendo algo por lo bajo. En retrospectiva....
"soy gilipollas. Toda su palabrería sobre egoísmo y mirar por uno mismo... y a mi? me ha estado utilizando?"
- Reed, espera. - me senté en la cama a su lado dejando de frotarme la cara para mirarlo de lado. - Tu...hermano no me lo ha dejado claro. Qué tienes que ver con los Pendragon? Qué es esto?
Me debía algun tipo de respuesta. Él al menos si.
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Reed entornó los ojos. Si aquello era una forma de intentar que se pusiese a contarle su vida no iba a funcionar.-Bien. No quiero contártelo. -Soltó con cansancio y un ligero tono de mosqueo para ver si la peliazul se daba por vencida de una puta vez.
Y luego...luego vino ese sermón. Le mantuvo la mirada durante toda su palabrería y después sonrió sin mostrar sus dientes, negando.-A ver si me aclaro...así que soy lo suficientemente adulto como para comerte el coño pero a la vez soy un crío y tengo que hacer caso de todo lo que dices porque eres "mayor" que yo.-Soltó con ironía entrecomillando con sus dedos. Dejó escapar un aspiración jactante. Así que sí, realmente le tomaba por un crío.
-Ajá.-Asintió cuando le llamó guarro y se tapó la cara-Querías sinceridad ¿no es así?-Iba a levantarse para ir a la puta ducha de una vez pero la peliazul cortó aquella acción. Una especia de gruñido se escapó de su garganta al sentir el peso de la muchacha en la cama. Estaba molesto, cansado y solamente quería que pasase la puta cena y devolverla a casa. Al escuchar su pregunta fruncí el ceño mirando a Azahar. Así que eso es lo que quería con la comprensión y el rollo de tu me importas. Información. Se le escapó una risa breve antes de incorporarse, abandonando la cama.
-No sé, sólo soy un puto crío que hace lo que le dicen.-Soltó irónicamente antes de ir al puto baño, que a diferencia de la habitación estaba en una situación bastante decente a pesar de ser pequeño. Tiró de sus pantalones hasta que se desvistió completamente, dejándolos tirados por ahí y se metió en la ducha frotándose los restos de sangre y barro. No se esmeró mucho porque tardó poco a decir verdad, salió y cogiendo la toalla para secarse aún con una evidente cara de mala hostia.
Y luego...luego vino ese sermón. Le mantuvo la mirada durante toda su palabrería y después sonrió sin mostrar sus dientes, negando.-A ver si me aclaro...así que soy lo suficientemente adulto como para comerte el coño pero a la vez soy un crío y tengo que hacer caso de todo lo que dices porque eres "mayor" que yo.-Soltó con ironía entrecomillando con sus dedos. Dejó escapar un aspiración jactante. Así que sí, realmente le tomaba por un crío.
-Ajá.-Asintió cuando le llamó guarro y se tapó la cara-Querías sinceridad ¿no es así?-Iba a levantarse para ir a la puta ducha de una vez pero la peliazul cortó aquella acción. Una especia de gruñido se escapó de su garganta al sentir el peso de la muchacha en la cama. Estaba molesto, cansado y solamente quería que pasase la puta cena y devolverla a casa. Al escuchar su pregunta fruncí el ceño mirando a Azahar. Así que eso es lo que quería con la comprensión y el rollo de tu me importas. Información. Se le escapó una risa breve antes de incorporarse, abandonando la cama.
-No sé, sólo soy un puto crío que hace lo que le dicen.-Soltó irónicamente antes de ir al puto baño, que a diferencia de la habitación estaba en una situación bastante decente a pesar de ser pequeño. Tiró de sus pantalones hasta que se desvistió completamente, dejándolos tirados por ahí y se metió en la ducha frotándose los restos de sangre y barro. No se esmeró mucho porque tardó poco a decir verdad, salió y cogiendo la toalla para secarse aún con una evidente cara de mala hostia.
"pues no me lo cuentes"
Empezaba a estar seriamente harta de él. De sus formas y sus respuestas. No podía ser ni un poco serio en una situacion como esta?
- Quizá para tí todo esto es muy normal - hice un aspaviento abarcando con los brazos el lugar, el extraño edificio y sus compañías. - ...pero para mi no lo es.
"estoy intentando esforzarme..."
Me mordí el labio mirando para abajo. Esa era su sinceridad? Sólo aquella atracción física de la primera vez? Sí, evidentemente, yo también la habia sentido. La sentía ahora mismo al verlo quitarse la ropa para meterse a la ducha. Bueno...en fin. No iba a juzgarlo por eso. Tampoco podía negar que me decepcionaba. Quizá yo había esperado algo más.
"eso es algo nimio en comparación a lo que está pasando. Céntrate"
Lo vi levantarse y lo seguí con la mirada un momento, hasta que se metió al baño y volví a agacharla. Me quedé alli en silencio, esperando, con los codos apoyados sobre las rodillas, pensando que debía recuperar el galeón aquel. Podría ser peligroso si se lo quedaban ellos. En cualquier caso al menos debería pedir a Johan que anulase el hechizo de conexión. Luego, luego. Estaba convencida de que habría un luego. Aunque con los demonios nunca se sabe.
De tanto mirarme las manos, me di cuenta que yo tambien tenía mierda y manchurrones de cuando habia estado curándolo. Cuando lo vi salir levanté la vista nuevamente hacia él, sin moverme del sitio. Me había tragado las ganas de llorar y me había servido para centrarme de nuevo.
- Reed, lo siento. Sé que no me quieres contar nada. Pero me va a ser difícil ayudarte si no sé de que va todo esto. Puede que intente ayudarte y la cague al hacerlo. Puede que ni si quiera quieras mi ayuda y estés....bien aquí. - encogí mis hombros, era eso posible? - Dime algo... - me levanté, le daría tiempo a pensarselo. Le pregunté con un gesto de la cabeza si podía pasar yo al aseo.
Empezaba a estar seriamente harta de él. De sus formas y sus respuestas. No podía ser ni un poco serio en una situacion como esta?
- Quizá para tí todo esto es muy normal - hice un aspaviento abarcando con los brazos el lugar, el extraño edificio y sus compañías. - ...pero para mi no lo es.
"estoy intentando esforzarme..."
Me mordí el labio mirando para abajo. Esa era su sinceridad? Sólo aquella atracción física de la primera vez? Sí, evidentemente, yo también la habia sentido. La sentía ahora mismo al verlo quitarse la ropa para meterse a la ducha. Bueno...en fin. No iba a juzgarlo por eso. Tampoco podía negar que me decepcionaba. Quizá yo había esperado algo más.
"eso es algo nimio en comparación a lo que está pasando. Céntrate"
Lo vi levantarse y lo seguí con la mirada un momento, hasta que se metió al baño y volví a agacharla. Me quedé alli en silencio, esperando, con los codos apoyados sobre las rodillas, pensando que debía recuperar el galeón aquel. Podría ser peligroso si se lo quedaban ellos. En cualquier caso al menos debería pedir a Johan que anulase el hechizo de conexión. Luego, luego. Estaba convencida de que habría un luego. Aunque con los demonios nunca se sabe.
De tanto mirarme las manos, me di cuenta que yo tambien tenía mierda y manchurrones de cuando habia estado curándolo. Cuando lo vi salir levanté la vista nuevamente hacia él, sin moverme del sitio. Me había tragado las ganas de llorar y me había servido para centrarme de nuevo.
- Reed, lo siento. Sé que no me quieres contar nada. Pero me va a ser difícil ayudarte si no sé de que va todo esto. Puede que intente ayudarte y la cague al hacerlo. Puede que ni si quiera quieras mi ayuda y estés....bien aquí. - encogí mis hombros, era eso posible? - Dime algo... - me levanté, le daría tiempo a pensarselo. Le pregunté con un gesto de la cabeza si podía pasar yo al aseo.
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Reed estaba perdiendo la paciencia y cuando lo hacía podía llegar a ser más desagradable de lo normal. Era frustrante sentirse incomprendido y tampoco tenía la capacidad de expresar lo que pasaba por su mente ni los sentimientos que se mezclaban en su ser.
Necesitaba centrarse en una tarea y Azahar, con sus preguntas y esa maldita manía de querer ayudar y salvar a todo el mundo, ahora mismo a él en particular, no lo ponía fácil. Precisamente su propósito ahora era lograr que la peliazul saliese con vida y cuerda de aquel lugar y ella simplemente parecía ajena al peligro que suponía no lograrlo. Si la cosa se descontrolaba podía acabar como la última vez y no quería perder el control de nuevo.
Gruñó pensando que responder y finalmente tras desviar la mirada y torcer el gesto habló de manera ruda y borde.-¿Sabes que me ayudaría? Que te arreglases para la estúpida cena y tuvieses el pico cerrado hasta que salgas de aquí.-Soltó haciendo un gesto para que pasase al baño y se dirigió a otro lugar para vestirse.
El tiempo pasó hasta que sonó una especie de señal sonora parecida a un cuerno de guerra. Se dirigieron al salón. No le importó si Azahar decía algo o no, simplemente trató de centrarse en lo que debía. Con suerte aquello pasaría rápido.
Al traspasar unas puertas más grandes de lo normal llegaron a una sala muy oscura, iluminada por velas y candelabros que tenía una mesa enorme formando una U. Era enorme, tomaron un puesto mientras el resto de asientos se llenaba con gente de aspecto diverso, mezcla de criaturas extrañas, todos y cada uno de ellos de aspecto joven.
Azahar pudo ver rostros conocidos gracias a su pequeño paseo. Gideon tomaba uno de los lugares importantes en la mesa. En general todos hablaban con cierta alegría y a pesar de que varios estaban heridos algunos se acercaron hasta Reed para saludarle, un chaval bastante más joven incluso le dio un abrazo comentando que le había extrañado y que le perdonaba.
Aquel ambiente más bien jovial se terminó al llegar a través de un portal Karinah junto al Maestro, que se sentó junto a Gideon. Comieron en silencio, un silencio extraño que de tanto en tanto se rompía por una extraña vibración que inundaba toda la sala. Todos parecían estar acostumbrados a aquello.
Karinah hizo varias preguntas a la peliazul, preguntas que previamente el Maestro había formulado al oído de la demonio. Trataban de conocer si la muchacha podría serles útil de algún modo. Reed se encargó de responder a ellas, limitando la información sobre la peliazul. Aunque el moreno sabía por la expresión del maestro que no le estaba convenciendo del todo.
Al finalizar la cena todos se levantaron mientras el maestro abandonaba la sala. Antes de hacerlo se acercó a Karinah y le susurró nuevamente al oído. Ella asintió y mientras todos abandonaban el lugar poco a poco , de nuevo la sala se llenó de conversaciones distendidas.
La demonio se acercó a Reed de forma maliciosa, como siempre tocando de más y haciendo comentarios que pretendían incomodar tanto al muchacho como a Azahar pero les informó que era momento de sacar a la chica de allí, porque...en fin, no servía para nada. Gideon hizo un comentario al respecto y Reed le miró arqueando una ceja porque estaba cargado de una tirada de trastos hacia la chica que no podía creérselo.
Pero había algo más. Karinah convocó algo y un par de brazaletes se formaron en sus manos, se los ofreció a Reed junto a un [Ya sabes que hacer. Es el trato.] que sonó en múltiples voces. El moreno los tomó y se los puso con reticencia y apresuró a la demonia a sacar de allí a Azahar. Convocó un portal, a Reed no le hacía ninguna gracia que la peliazul tuviese que pasar por el infierno para salir de allí pero el trato era que iba a ser un abrir y cerrar de ojos.
Karinah tomó a Azahar del brazo dándole algunas instrucciones, no debía separarse de ella, ni abrir los ojos en ningún momento. Reed esperó junto a Gideon a que cruzaran y éste último soltó algo como [Y yo que pensaba que no eras tan gilipollas...es un trato de mierda por un polvete Reed]. Y mientras Karinah tiraba de Azahar hacia el portal algo pasó en la sala.
Repentinamente se iluminó mientras la vibración que les acompañaba en la cena se repetía de forma más intensa haciendo vibrar los platos que quedaban en la mesa. Lo que parecían paredes en su totalidad en realidad se trataba de un enorme ventanal. Algo se había movido en el exterior, ese exterior donde se veían sombras en movimiento con anterioridad. Algo tremendamente grande que ocupaba toda la "pared" y más se había movido y la tenue luz de la bruma entraba por la ventana.
Y tal vez antes de cruzar ese portal pudo ver lo que parecía un enorme ojo rodeado de escamas que ocupaba gran parte de aquel ventanal abrirse. Tal vez lo consiguió antes de abrirse camino junto a Karinah que se encargó de que Azahar no llegase a casa directamente. Porque le pareció muy divertido dejarla abandonada en mitad de una china destruida por SAM.
Necesitaba centrarse en una tarea y Azahar, con sus preguntas y esa maldita manía de querer ayudar y salvar a todo el mundo, ahora mismo a él en particular, no lo ponía fácil. Precisamente su propósito ahora era lograr que la peliazul saliese con vida y cuerda de aquel lugar y ella simplemente parecía ajena al peligro que suponía no lograrlo. Si la cosa se descontrolaba podía acabar como la última vez y no quería perder el control de nuevo.
Gruñó pensando que responder y finalmente tras desviar la mirada y torcer el gesto habló de manera ruda y borde.-¿Sabes que me ayudaría? Que te arreglases para la estúpida cena y tuvieses el pico cerrado hasta que salgas de aquí.-Soltó haciendo un gesto para que pasase al baño y se dirigió a otro lugar para vestirse.
El tiempo pasó hasta que sonó una especie de señal sonora parecida a un cuerno de guerra. Se dirigieron al salón. No le importó si Azahar decía algo o no, simplemente trató de centrarse en lo que debía. Con suerte aquello pasaría rápido.
Al traspasar unas puertas más grandes de lo normal llegaron a una sala muy oscura, iluminada por velas y candelabros que tenía una mesa enorme formando una U. Era enorme, tomaron un puesto mientras el resto de asientos se llenaba con gente de aspecto diverso, mezcla de criaturas extrañas, todos y cada uno de ellos de aspecto joven.
Azahar pudo ver rostros conocidos gracias a su pequeño paseo. Gideon tomaba uno de los lugares importantes en la mesa. En general todos hablaban con cierta alegría y a pesar de que varios estaban heridos algunos se acercaron hasta Reed para saludarle, un chaval bastante más joven incluso le dio un abrazo comentando que le había extrañado y que le perdonaba.
Aquel ambiente más bien jovial se terminó al llegar a través de un portal Karinah junto al Maestro, que se sentó junto a Gideon. Comieron en silencio, un silencio extraño que de tanto en tanto se rompía por una extraña vibración que inundaba toda la sala. Todos parecían estar acostumbrados a aquello.
Karinah hizo varias preguntas a la peliazul, preguntas que previamente el Maestro había formulado al oído de la demonio. Trataban de conocer si la muchacha podría serles útil de algún modo. Reed se encargó de responder a ellas, limitando la información sobre la peliazul. Aunque el moreno sabía por la expresión del maestro que no le estaba convenciendo del todo.
Al finalizar la cena todos se levantaron mientras el maestro abandonaba la sala. Antes de hacerlo se acercó a Karinah y le susurró nuevamente al oído. Ella asintió y mientras todos abandonaban el lugar poco a poco , de nuevo la sala se llenó de conversaciones distendidas.
La demonio se acercó a Reed de forma maliciosa, como siempre tocando de más y haciendo comentarios que pretendían incomodar tanto al muchacho como a Azahar pero les informó que era momento de sacar a la chica de allí, porque...en fin, no servía para nada. Gideon hizo un comentario al respecto y Reed le miró arqueando una ceja porque estaba cargado de una tirada de trastos hacia la chica que no podía creérselo.
Pero había algo más. Karinah convocó algo y un par de brazaletes se formaron en sus manos, se los ofreció a Reed junto a un [Ya sabes que hacer. Es el trato.] que sonó en múltiples voces. El moreno los tomó y se los puso con reticencia y apresuró a la demonia a sacar de allí a Azahar. Convocó un portal, a Reed no le hacía ninguna gracia que la peliazul tuviese que pasar por el infierno para salir de allí pero el trato era que iba a ser un abrir y cerrar de ojos.
Karinah tomó a Azahar del brazo dándole algunas instrucciones, no debía separarse de ella, ni abrir los ojos en ningún momento. Reed esperó junto a Gideon a que cruzaran y éste último soltó algo como [Y yo que pensaba que no eras tan gilipollas...es un trato de mierda por un polvete Reed]. Y mientras Karinah tiraba de Azahar hacia el portal algo pasó en la sala.
Repentinamente se iluminó mientras la vibración que les acompañaba en la cena se repetía de forma más intensa haciendo vibrar los platos que quedaban en la mesa. Lo que parecían paredes en su totalidad en realidad se trataba de un enorme ventanal. Algo se había movido en el exterior, ese exterior donde se veían sombras en movimiento con anterioridad. Algo tremendamente grande que ocupaba toda la "pared" y más se había movido y la tenue luz de la bruma entraba por la ventana.
Y tal vez antes de cruzar ese portal pudo ver lo que parecía un enorme ojo rodeado de escamas que ocupaba gran parte de aquel ventanal abrirse. Tal vez lo consiguió antes de abrirse camino junto a Karinah que se encargó de que Azahar no llegase a casa directamente. Porque le pareció muy divertido dejarla abandonada en mitad de una china destruida por SAM.
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