Página 1 de 2. • 1, 2
Las tierras nórdicas han perdido el esplendor y riqueza que una vez tuvieron, tras años de guerra. No se vieron tan afectadas por el período de aniquilación y trascendencia provocado por S.A.M-9917, por lo que la población se ha mantenido relativamente estable.
Situación inicial para la apertura de misión RESTAURANDO EL IMPERIO MÁGICO
Dado 1 (10 opciones)
1- Bestias dominan el país
2- Atmósfera tóxica
3- Líderes mágicos solicitan casamiento
4- Emboscada
5- Los reciben líderes bando mágico
6- Los reciben líderes bando humano
7- Dispuestos a negociar y escuchar
8- No dispuestos a negociar y escuchar
9- Combinación de 5 y 7
10- Combinación de 6 y 8
Dado 1 (10 opciones)
1- Bestias dominan el país
2- Atmósfera tóxica
3- Líderes mágicos solicitan casamiento
4- Emboscada
5- Los reciben líderes bando mágico
6- Los reciben líderes bando humano
7- Dispuestos a negociar y escuchar
8- No dispuestos a negociar y escuchar
9- Combinación de 5 y 7
10- Combinación de 6 y 8
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Admin' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado (10)' :
'Dado (10)' :
-- Inicio misión--
Las continuas nevadas teñían el paisaje de un inusual blanco para ser primavera, provocando que el ya de por sí escaso movimiento de la ciudad resultase casi nulo. Casi, ya que en los últimos días les habían obligado a salir de sus refugios. Los lugareños no hablaban de otra cosa que no fuese el ejército de soldados y dragones que había acampado en la periferia de la ciudad. Algunos decían que se trataba de un asedio. Otros decían que podían ser líderes mágicos que venían a ayudar. Aquello no gustó nada a los cabecillas de la milicia humana que trataba de volver a asentar los cimientos de una civilización con gobierno organizado, pero sí que interesó a los líderes del grupo de magos y brujas de la zona que habían sobrevivido a S.A.M-9917.
Por eso decidieron enviar emisarios al campamento de los intrusos, acordando con ellos una reunión que tendría lugar en terreno neutral, a cinco kilómetros de la ciudad y a 3 kilómetros del campamento desplegado. Los líderes de Norsfire, como se hacía llamar aquella organización, iban a la cabeza de la comitiva. Vestían pesadas pieles y montaban en sus lobos huargos.
032042
BJÖRN Haraldson
Líder Norsfire
El viejo avanzó hasta la línea de encuentro, alzando su mano para indicar al resto de su tropa que se detuviese. Detrás de él avanzaban sus hijos, aquellos que habían de sucederle. Allí apenas quedaban unos 100 de su raza, de sangre mágica. El resto de supervivientes en la ciudad eran sucios e infectos seres sin magia, pero los superaban en número y se estaban reorganizando. Por eso le interesaba lo que pudiesen ofrecerle los desconocidos que venían a lomos de dragones.
- Hablad ahora. - ordenó con voz ronca pero potente, a pesar de los años. Era parco en palabras, no le agradaba enredarse con discursos inútiles.
Líder Norsfire
El viejo avanzó hasta la línea de encuentro, alzando su mano para indicar al resto de su tropa que se detuviese. Detrás de él avanzaban sus hijos, aquellos que habían de sucederle. Allí apenas quedaban unos 100 de su raza, de sangre mágica. El resto de supervivientes en la ciudad eran sucios e infectos seres sin magia, pero los superaban en número y se estaban reorganizando. Por eso le interesaba lo que pudiesen ofrecerle los desconocidos que venían a lomos de dragones.
- Hablad ahora. - ordenó con voz ronca pero potente, a pesar de los años. Era parco en palabras, no le agradaba enredarse con discursos inútiles.
032042
Gunnhild Haraldson
Líder Norsfire
La hija menor no se fiaba en absoluto de aquellos que habían invadido su región trayendo consigo semejante ejército con la intención de intimidar. Sabía que no podían hacerles frente, pero eso no tenían por qué saberlo los otros. Se mantuvo silenciosa mientras los observaba, juzgando a los extraños mientras intentaba adivinar posibles puntos débiles o cualquier información que pudiese serle útil.
Líder Norsfire
La hija menor no se fiaba en absoluto de aquellos que habían invadido su región trayendo consigo semejante ejército con la intención de intimidar. Sabía que no podían hacerles frente, pero eso no tenían por qué saberlo los otros. Se mantuvo silenciosa mientras los observaba, juzgando a los extraños mientras intentaba adivinar posibles puntos débiles o cualquier información que pudiese serle útil.
032042
Erik Haraldson
Líder Norsfire
El primogénito no era partidario de escuchar ni de entablar negociaciones, por mucho que su anciano padre quisiese dar la oportunidad de parlamento. Ese viejo idiota no tenía ni idea, o la edad le había reblandecido el cerebro. No habían sobrevivido a la máquina para ahora entregarse a los primeros que asediasen su lugar. Lanzó una mirada hostil a la comitiva, y, al contrario que su hermana, no pudo estarse callado.
- Esto es una declaración de guerra. ¿Cómo os atrevéis a rodear de este modo nuestra ciudad? ¿A quién queréis engañar con este circo? La familia Haraldson no necesita que ningún extranjero venga a decirle qué hacer en su tierra. Abandonad el norte. Primer aviso.
Líder Norsfire
El primogénito no era partidario de escuchar ni de entablar negociaciones, por mucho que su anciano padre quisiese dar la oportunidad de parlamento. Ese viejo idiota no tenía ni idea, o la edad le había reblandecido el cerebro. No habían sobrevivido a la máquina para ahora entregarse a los primeros que asediasen su lugar. Lanzó una mirada hostil a la comitiva, y, al contrario que su hermana, no pudo estarse callado.
- Esto es una declaración de guerra. ¿Cómo os atrevéis a rodear de este modo nuestra ciudad? ¿A quién queréis engañar con este circo? La familia Haraldson no necesita que ningún extranjero venga a decirle qué hacer en su tierra. Abandonad el norte. Primer aviso.
Asiaín Pendragon
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Finalmente había empezado el juego...
Este juego que Asiaín tanto adora que tanto le divierte.
Había conseguido suficiente información como para que todo esto fuera relativamente sencillo, entre dicha información el hecho de que los líderes que los recibirían no estaban en condiciones de enfrentarlos, no por nada lo dijo en la reunión que tuvieron, aunque claro, esto no significaba que fuera mejor ser barbaricos y atacar a discreción, lo mejor sería ingresar suavemente y tomar todo aquello que pudieran llevarse gastando la menor cantidad de recursos que sea posible.
Estaba francamente ansioso, pues hace poco estuvo hablando con los emisarios y acordaron una reunión en terreno neutral algo que viene muy bien aunque no lo parezca, debido a su superioridad.
Hasta que llegó el momento la nieve los rodeaba, y algún otro se quejaría, pero Asiaín estaba demasiado emocionado como para pensar en el inclemente clima.
Vestía una gabardina más afelpada de lo normal, pero de resto se sigue viendo prácticamente como siempre, aunque también había otra cosa, su lindo dragón blanco, Algos, estaba ahí a su lado, se le notaba especialmente cómodo por el clima, incluso estando más animado de lo que suele estar.
Iba caminando junto con el rey, y con Freyja, tal como el primero les ordenó que hicieran.
Lo primero que hizo Asiaín fue observar detenidamente a los líderes de magos y brujas del lugar, manteniéndose tranquilo, al menos hasta que estos hablaron, o como mínimo, dos de ellos lo hicieron, el mayor de todos, claro y estricto, que parecía el tipo de hombre que conocía bien la situación en que estaba y con quien podrían llegar a un acuerdo como se debe.
Pero luego el siguiente que habló, le hizo sentirse hastiado sólo de oírlo, no entendía como el orgullo podía volver a algunos tan imbéciles.
Pero de nuevo, no se supone que sean ningunos bárbaros, por lo tanto, Asiaín no pierde su sonrisa ni por un segundo y decide simplemente decir las líneas que en este momento le corresponden...
Les agradecemos que nos otorguen su presencia en estos tiempos tan crudos para todos los que poseemos sangre mágica...
Luego realizó un elegante gesto para continuar con sus palabras.
Y por esto puedo asegurarles que nuestra intención no es ni de lejos perjudicial para ustedes... Y para prueba de ello...
Mientras dice esto último haría diversos gestos histrionicos.
Se encuentra presente nuestro ilustre rey, nada más y nada menos que su altísima majestad, Wthyr Pendragon.
Con esto último haría una reverencia mientras que se aparta, dejando paso a su rey, porque por supuesto, ¿Quién es él para hablar por encima del monarca? Así que se dedica a presentarlo primero que nada.
Ya intercederá en algún momento que crea necesario o cuando se le llame expresamente, pero por el momento es poco más que un escucha y un informante, lo que ha sido desde siempre, hasta que toque ir a algo más importante, lo que siempre quiso ser.
Este juego que Asiaín tanto adora que tanto le divierte.
Había conseguido suficiente información como para que todo esto fuera relativamente sencillo, entre dicha información el hecho de que los líderes que los recibirían no estaban en condiciones de enfrentarlos, no por nada lo dijo en la reunión que tuvieron, aunque claro, esto no significaba que fuera mejor ser barbaricos y atacar a discreción, lo mejor sería ingresar suavemente y tomar todo aquello que pudieran llevarse gastando la menor cantidad de recursos que sea posible.
Estaba francamente ansioso, pues hace poco estuvo hablando con los emisarios y acordaron una reunión en terreno neutral algo que viene muy bien aunque no lo parezca, debido a su superioridad.
Hasta que llegó el momento la nieve los rodeaba, y algún otro se quejaría, pero Asiaín estaba demasiado emocionado como para pensar en el inclemente clima.
Vestía una gabardina más afelpada de lo normal, pero de resto se sigue viendo prácticamente como siempre, aunque también había otra cosa, su lindo dragón blanco, Algos, estaba ahí a su lado, se le notaba especialmente cómodo por el clima, incluso estando más animado de lo que suele estar.
Iba caminando junto con el rey, y con Freyja, tal como el primero les ordenó que hicieran.
Lo primero que hizo Asiaín fue observar detenidamente a los líderes de magos y brujas del lugar, manteniéndose tranquilo, al menos hasta que estos hablaron, o como mínimo, dos de ellos lo hicieron, el mayor de todos, claro y estricto, que parecía el tipo de hombre que conocía bien la situación en que estaba y con quien podrían llegar a un acuerdo como se debe.
Pero luego el siguiente que habló, le hizo sentirse hastiado sólo de oírlo, no entendía como el orgullo podía volver a algunos tan imbéciles.
Pero de nuevo, no se supone que sean ningunos bárbaros, por lo tanto, Asiaín no pierde su sonrisa ni por un segundo y decide simplemente decir las líneas que en este momento le corresponden...
Les agradecemos que nos otorguen su presencia en estos tiempos tan crudos para todos los que poseemos sangre mágica...
Luego realizó un elegante gesto para continuar con sus palabras.
Y por esto puedo asegurarles que nuestra intención no es ni de lejos perjudicial para ustedes... Y para prueba de ello...
Mientras dice esto último haría diversos gestos histrionicos.
Se encuentra presente nuestro ilustre rey, nada más y nada menos que su altísima majestad, Wthyr Pendragon.
Con esto último haría una reverencia mientras que se aparta, dejando paso a su rey, porque por supuesto, ¿Quién es él para hablar por encima del monarca? Así que se dedica a presentarlo primero que nada.
Ya intercederá en algún momento que crea necesario o cuando se le llame expresamente, pero por el momento es poco más que un escucha y un informante, lo que ha sido desde siempre, hasta que toque ir a algo más importante, lo que siempre quiso ser.
El viaje hasta tierras nórdicas había sido bastante rápido, sobre todo teniendo en cuenta que habían movilizado a numerosos soldados de la Guardia Pendragon y soldados del ejército de los Lothbrok. Algunos, como Wthyr, llegaron volando a lomos de dragones. Otros emplearon otras monturas o artefactos mágicos como trasladores para poder transportarse. El clima del lugar no les impidió establecer un perímetro alrededor de la ciudad para asentar el campamento, enviando emisarios a la ciudad para recabar información y buscar una reunión con los líderes mágicos.
Wthyr abandonó el campamento esa mañana junto con Asiaín, Freyja, y una pequeña guarnición de soldados. Era un parlamento, por el momento no iban a atacar, o eso se suponía. Aún así movilizó al resto del ejército para que estuviesen atentos, y se llevó consigo a dos de los dragones para flanquear al grupo. Preparó también su armadura con piedras de sangre, la espada de Catherine y el resto de canalizadores, cubriéndose finalmente con una gruesa capa de pieles que le protegiese del frío de aquella tierra inhóspita.
- ¿Seguro que quieres tomar este lugar y quedarte aquí, Lothbrok? - cuestionó a Freyja mientras avanzaban hacia el lugar en el que habían acordado realizar el parlamento. Estaba claro que no se fiaban, porque las afueras de la ciudad no parecía el mejor lugar para negociar. Confiaría en las artes de Asiaín para usar la palabra, así que le echó una mirada como queriendo decir que se preparase. Enseguida divisaron a los que parecían los líderes, montados en lobos huargos. Eran tres, seguidos de lo que parecía ser todo su ejército. El Pendragon sonrió torvamente al darse cuenta de que no eran muchos, aunque hubiesen querido hacer alarde de fuerza.
Terminaron de recorrer la distancia que les quedaba, tardando un poco más de la cuenta porque la gruesa capa de nieve impedía un avance rápido. Se detuvo al llegar, con gesto altivo y apoyando la mano en el pomo de la empuñadura de la espada. Los otros no parecían demasiado educados, puesto que el más viejo comenzó a hablar sin ni siquiera presentarse. Dos únicas palabras, sin ninguna cortesía. Wthyr fulminó con la mirada al que se atrevió a hablarles de aquella forma, aunque le dio la información del linaje al que pertenecían: Haraldson. Tal vez Freyja supiese algo de ellos. Dejó que fuese Asiaín quien hiciese la primera toma de contacto, hablando justo como se esperaba de él. Esperó hasta que hizo la presentación oficial, que supiesen con quién hablaban. Ignoró deliberadamente al hombre más joven, dirigiéndose al viejo que al menos no había soltado ninguna bravuconada.
- Venimos en busca de acuerdos que sean beneficiosos para todos aquellos que posean sangre mágica. No podemos permitir que los gobiernos de la Alianza Humana o peores vuelvan a resurgir tal y como era antes. Para ello necesitamos unirnos y crear alianzas entre los pueblos mágicos. El linaje Pendragon y sus casas vasallas son lo suficientemente poderosos como para ello. Freyja Lothbrok regresa al hogar de sus antepasados. - dirigió la mirada a la vikinga, y después volvió a mirar a Asiaín, por si quería presentarse él también.
Wthyr abandonó el campamento esa mañana junto con Asiaín, Freyja, y una pequeña guarnición de soldados. Era un parlamento, por el momento no iban a atacar, o eso se suponía. Aún así movilizó al resto del ejército para que estuviesen atentos, y se llevó consigo a dos de los dragones para flanquear al grupo. Preparó también su armadura con piedras de sangre, la espada de Catherine y el resto de canalizadores, cubriéndose finalmente con una gruesa capa de pieles que le protegiese del frío de aquella tierra inhóspita.
- ¿Seguro que quieres tomar este lugar y quedarte aquí, Lothbrok? - cuestionó a Freyja mientras avanzaban hacia el lugar en el que habían acordado realizar el parlamento. Estaba claro que no se fiaban, porque las afueras de la ciudad no parecía el mejor lugar para negociar. Confiaría en las artes de Asiaín para usar la palabra, así que le echó una mirada como queriendo decir que se preparase. Enseguida divisaron a los que parecían los líderes, montados en lobos huargos. Eran tres, seguidos de lo que parecía ser todo su ejército. El Pendragon sonrió torvamente al darse cuenta de que no eran muchos, aunque hubiesen querido hacer alarde de fuerza.
Terminaron de recorrer la distancia que les quedaba, tardando un poco más de la cuenta porque la gruesa capa de nieve impedía un avance rápido. Se detuvo al llegar, con gesto altivo y apoyando la mano en el pomo de la empuñadura de la espada. Los otros no parecían demasiado educados, puesto que el más viejo comenzó a hablar sin ni siquiera presentarse. Dos únicas palabras, sin ninguna cortesía. Wthyr fulminó con la mirada al que se atrevió a hablarles de aquella forma, aunque le dio la información del linaje al que pertenecían: Haraldson. Tal vez Freyja supiese algo de ellos. Dejó que fuese Asiaín quien hiciese la primera toma de contacto, hablando justo como se esperaba de él. Esperó hasta que hizo la presentación oficial, que supiesen con quién hablaban. Ignoró deliberadamente al hombre más joven, dirigiéndose al viejo que al menos no había soltado ninguna bravuconada.
- Venimos en busca de acuerdos que sean beneficiosos para todos aquellos que posean sangre mágica. No podemos permitir que los gobiernos de la Alianza Humana o peores vuelvan a resurgir tal y como era antes. Para ello necesitamos unirnos y crear alianzas entre los pueblos mágicos. El linaje Pendragon y sus casas vasallas son lo suficientemente poderosos como para ello. Freyja Lothbrok regresa al hogar de sus antepasados. - dirigió la mirada a la vikinga, y después volvió a mirar a Asiaín, por si quería presentarse él también.
Freyja Lothbrock
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
-Lo de quedarse…- Alzó suavemente los ojos -He estado demasiado tiempo en el mismo lugar, Wthyr. Quizás me apetece más mantener el asentamiento e ir a conquistar el resto de las tierras del Imperio- Una sonrisa ladeada adornó su rostro, cubierto por el maquillaje de guerra que era su firma característica y cuando volvió sus ojos dispares hacia él, la chispa de la emoción se podía apreciar claramente.
Las tierras nórdicas eran, en principio, como las recordaba. No tanto en cuanto a construcciones y se notaba que la guerra había pasado factura, pero la belleza y el espíritu de sus antepasados latía con fuerza en aquellas zonas y podía sentirlo con cada paso que daba. Observó con curiosidad el despliegue de personas que acompañaban a aquellos de sangre mágica. Pocos. Una legión de bersekers se quedaría con ganas de sangre si aquello llegaba a reducirse a una batalla. Una que ganarían en un parpadeó. No dejó de evaluar a cada uno de ellos, dándose cuenta de que el apellido le sonaba de algo pero decidió mantenerlo en silencio.
Tanto Asiaín como Wthyr cumplían su papel pero ella sería la líder de aquellas tierras. Desvió la mirada de Wthyr hacia el líder, el anciano de pocas palabras. Le dedicó una frase vikinga -Los hombres generosos y valientes viven mejor y rara vez sufren; pero el cobarde lo teme todo- La última parte iba con una intención directa y por si no le quedó claro, Freyja movió la cabeza hacia el líder de cabello rubio que había tomado su visita como una declaración de guerra. Quizás estaba forjado igual que la Reina Le Fay, a fin de cuentas, parecía que cualquier movimiento se traducía en una ofensa que requería guerra. Le dio un repaso silencioso a la rubia que mantenía el silencio pero que por su posición entre las filas, y parecido con el otro imbécil, debía ser otra líder.
-Si quieres una excusa para derramar sangre, puedo dártela. Pero la última vez que un Conde Haraldson cruzó espadas con un Lothbrock…- Guardó silencio un momento -Estoy bastante segura de que conoces la historia…- Soltó el aire brevemente y volvió la vista hacia el líder -Me sorprende vuestra hospitalidad. Esperaba poder compartir vuestra cerveza y pan- La hospitalidad era un deber sagrado para los vikingos, incluso para los enemigos, y si recibían esa recepción por parte de ellos ambas partes se comprometían a un pacto de no agresión -Que Frigg perdone…esta ofensa- Soltó derivando la mirada al idiota y luego volvió los ojos a Wthyr para que continuara con las propuestas.
Las tierras nórdicas eran, en principio, como las recordaba. No tanto en cuanto a construcciones y se notaba que la guerra había pasado factura, pero la belleza y el espíritu de sus antepasados latía con fuerza en aquellas zonas y podía sentirlo con cada paso que daba. Observó con curiosidad el despliegue de personas que acompañaban a aquellos de sangre mágica. Pocos. Una legión de bersekers se quedaría con ganas de sangre si aquello llegaba a reducirse a una batalla. Una que ganarían en un parpadeó. No dejó de evaluar a cada uno de ellos, dándose cuenta de que el apellido le sonaba de algo pero decidió mantenerlo en silencio.
Tanto Asiaín como Wthyr cumplían su papel pero ella sería la líder de aquellas tierras. Desvió la mirada de Wthyr hacia el líder, el anciano de pocas palabras. Le dedicó una frase vikinga -Los hombres generosos y valientes viven mejor y rara vez sufren; pero el cobarde lo teme todo- La última parte iba con una intención directa y por si no le quedó claro, Freyja movió la cabeza hacia el líder de cabello rubio que había tomado su visita como una declaración de guerra. Quizás estaba forjado igual que la Reina Le Fay, a fin de cuentas, parecía que cualquier movimiento se traducía en una ofensa que requería guerra. Le dio un repaso silencioso a la rubia que mantenía el silencio pero que por su posición entre las filas, y parecido con el otro imbécil, debía ser otra líder.
-Si quieres una excusa para derramar sangre, puedo dártela. Pero la última vez que un Conde Haraldson cruzó espadas con un Lothbrock…- Guardó silencio un momento -Estoy bastante segura de que conoces la historia…- Soltó el aire brevemente y volvió la vista hacia el líder -Me sorprende vuestra hospitalidad. Esperaba poder compartir vuestra cerveza y pan- La hospitalidad era un deber sagrado para los vikingos, incluso para los enemigos, y si recibían esa recepción por parte de ellos ambas partes se comprometían a un pacto de no agresión -Que Frigg perdone…esta ofensa- Soltó derivando la mirada al idiota y luego volvió los ojos a Wthyr para que continuara con las propuestas.
032042
BJÖRN Haraldson
Líder Norsfire
El rostro arrugado del anciano hizo una mueca de sorpresa en el momento en que Asiaín presentó a Wthyr como rey, algo que le hizo actuar con más cautela si cabía. - ¿Rey de dónde? no he oído hablar de ti. - No estaban en posición de enfrentarse a un gran ejército, eso lo sabía. Les superaban por mucho en número, por mucho que su impulsivo hijo quisiera dárselas de amenazante. Lo fulminó con la mirada para que se callase, y después escuchó lo que venían a decirles. Entornó los ojos al escuchar el apellido Lothbrok, pues pensaba que ese linaje había desaparecido.
- No tememos nada, Freyja Lothbrok, pero no somos estúpidos. Sabemos que queréis algo a cambio de esa alianza con la gente de sangre mágica de esta tierra. Y nosotros también queremos algo a cambio si nos planteamos dicha alianza... ¿Qué ofrecéis? - Björn bajó de su lobo huargo, con más agilidad de la que cabría esperar por su aspecto avejentado. Luego se aproximó algo más a los intrusos, mirando a Asiaín de arriba a abajo. Luego hizo lo mismo con Wthyr, y finalmente con Freyja. Parecía fuerte y poderosa, justo lo que necesitaba.
- No nos interesa meternos en otra guerra, y también deseamos aplastar a los humanos insurectos. Podemos hablar de hospitalidad si hacemos una alianza matrimonial para unir linajes. - después señaló a su hijo con un gesto de la cabeza, pues él era más apropiado para tener descendencia. - Mi hijo Erik o mi hija Gunnhild deben casarse con el linaje Lothbrok y el Pendragon.
Líder Norsfire
El rostro arrugado del anciano hizo una mueca de sorpresa en el momento en que Asiaín presentó a Wthyr como rey, algo que le hizo actuar con más cautela si cabía. - ¿Rey de dónde? no he oído hablar de ti. - No estaban en posición de enfrentarse a un gran ejército, eso lo sabía. Les superaban por mucho en número, por mucho que su impulsivo hijo quisiera dárselas de amenazante. Lo fulminó con la mirada para que se callase, y después escuchó lo que venían a decirles. Entornó los ojos al escuchar el apellido Lothbrok, pues pensaba que ese linaje había desaparecido.
- No tememos nada, Freyja Lothbrok, pero no somos estúpidos. Sabemos que queréis algo a cambio de esa alianza con la gente de sangre mágica de esta tierra. Y nosotros también queremos algo a cambio si nos planteamos dicha alianza... ¿Qué ofrecéis? - Björn bajó de su lobo huargo, con más agilidad de la que cabría esperar por su aspecto avejentado. Luego se aproximó algo más a los intrusos, mirando a Asiaín de arriba a abajo. Luego hizo lo mismo con Wthyr, y finalmente con Freyja. Parecía fuerte y poderosa, justo lo que necesitaba.
- No nos interesa meternos en otra guerra, y también deseamos aplastar a los humanos insurectos. Podemos hablar de hospitalidad si hacemos una alianza matrimonial para unir linajes. - después señaló a su hijo con un gesto de la cabeza, pues él era más apropiado para tener descendencia. - Mi hijo Erik o mi hija Gunnhild deben casarse con el linaje Lothbrok y el Pendragon.
032042
Gunnhild Haraldson
Líder Norsfire
Los ojos claros de Gunnhild siguieron escrutando en silencio los intercambios verbales de unos y otros, fijándose especialmente en Asiaín. Los otros dos parecían más dados a tratar de imponerse por la fuerza, a juzgar por el modo en que se expresaban y las palabras elegidas. Se tensó levemente al escuchar a su hermano actuar con soberbia, pero no dijo nada ni le miró del mismo modo en que hizo su padre. Sabía que lo que decía Freyja era cierto, las cosas no habían acabado muy bien para sus antepasados cuando se batieron con los Lothbrok, pero eso no tenía por qué suceder de nuevo. Desmontó también de su lobo huargo, tratando de disimular su disgusto cuando su padre se ofreció tan a la ligera para alianzas matrimoniales.
- Tal vez deberíamos saber un poco más los unos de los otros antes de plantear alianzas. Propongo un intercambio durante unos días. Uno de nosotros podrá ir al campamento Pendragon, y uno de vosotros vendrá a la ciudad. Me gustaría dialogar contigo. - esta vez habló directamente a Asiaín, ya que le parecía el tipo de persona con el que se podía mantener una conversación. - ¿Aceptas la propuesta?
Líder Norsfire
Los ojos claros de Gunnhild siguieron escrutando en silencio los intercambios verbales de unos y otros, fijándose especialmente en Asiaín. Los otros dos parecían más dados a tratar de imponerse por la fuerza, a juzgar por el modo en que se expresaban y las palabras elegidas. Se tensó levemente al escuchar a su hermano actuar con soberbia, pero no dijo nada ni le miró del mismo modo en que hizo su padre. Sabía que lo que decía Freyja era cierto, las cosas no habían acabado muy bien para sus antepasados cuando se batieron con los Lothbrok, pero eso no tenía por qué suceder de nuevo. Desmontó también de su lobo huargo, tratando de disimular su disgusto cuando su padre se ofreció tan a la ligera para alianzas matrimoniales.
- Tal vez deberíamos saber un poco más los unos de los otros antes de plantear alianzas. Propongo un intercambio durante unos días. Uno de nosotros podrá ir al campamento Pendragon, y uno de vosotros vendrá a la ciudad. Me gustaría dialogar contigo. - esta vez habló directamente a Asiaín, ya que le parecía el tipo de persona con el que se podía mantener una conversación. - ¿Aceptas la propuesta?
032042
Erik Haraldson
Líder Norsfire
La expresión de Erik fue de desprecio absoluto cuando escuchó aquello de rey, haciendo caso omiso a la mirada de su padre. Ese viejo estaba decrépito e iba a venderlos, a rendirse a la primera dificultad. Encima la aburrida de su hermana no movía un dedo, como una estatua de hielo. Las palabras de Wthyr le sonaron a que los querían como carne de cañón, para seguir engrosando su ejército. No le veía ventaja alguna. No los necesitaban para combatir a los humanos. Su rostro fue enrojeciendo por la ira cuando Freyja se atrevió a insinuar su superioridad por ser Lothbrok, así que descolgó el hacha de su cinturón casi a la vez que su padre proponía aquello de los matrimonios.
- ¡Han venido a nuestras tierras a ofendernos para que seamos sus esclavos! ¡Jamás nos convertiremos en consortes inferiores! ¡Los norteños de Norsfire no se doblegan! Por última vez...marchaos de aquí.-
Líder Norsfire
La expresión de Erik fue de desprecio absoluto cuando escuchó aquello de rey, haciendo caso omiso a la mirada de su padre. Ese viejo estaba decrépito e iba a venderlos, a rendirse a la primera dificultad. Encima la aburrida de su hermana no movía un dedo, como una estatua de hielo. Las palabras de Wthyr le sonaron a que los querían como carne de cañón, para seguir engrosando su ejército. No le veía ventaja alguna. No los necesitaban para combatir a los humanos. Su rostro fue enrojeciendo por la ira cuando Freyja se atrevió a insinuar su superioridad por ser Lothbrok, así que descolgó el hacha de su cinturón casi a la vez que su padre proponía aquello de los matrimonios.
- ¡Han venido a nuestras tierras a ofendernos para que seamos sus esclavos! ¡Jamás nos convertiremos en consortes inferiores! ¡Los norteños de Norsfire no se doblegan! Por última vez...marchaos de aquí.-
- OFF ROL:
Decisiones a tomar:
1. ¿Asiaín acepta la oferta de Gunnhild?
2. ¿Se quedan en el sitio con el ultimátum de Erik o se van?
3. ¿Aceptan la propuesta de matrimonios con Pendragon y Lothbrok?
El siguiente (Asiaín) que tire un dado de 10. Si sale par, padre. Si sale impar, Erik (ya os explicaré lo que es)
Asiaín Pendragon
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Y tan pronto como empezó todo, fueron rápidos en llegar a la quid de la cuestión.
Como podría esperarse del rey, fue más que eficaz en imponer el ambiente con su presencia y dar una declaración de intensiones concisa y que al menos a la parte más razonable de los líderes parecía haberles quedado de lo más clara.
Cuando le miró, Asiaín miró de regreso, comprendiendo que pronto llegaría su turno para presentarse e integrarse, cosa para la que estaba listo, así que simplemente esperó para ver el desarrollo de los acontecimientos...
De buenas a primeras, no tenía un gran augurio.
Si bien Freyja también estaba haciendo lo suyo, dando esa imagen que impone respeto y que de hecho parece hacer que todo vaya en la dirección correcta...
También sabe que a ella no es que le sobre paciencia, y ese sujeto que está mostrando su agresividad parece estar drenandosela tan rápido como agua que se cuela entre los dedos...
Sin embargo, por suerte el patriarca de la familia parece más que dispuesto a poner un inicio rápido y una unión fuerte a esa alianza tan necesitada, en caso de los nórdicos, por supervivencia, y en caso de ellos, por eficiencia, el asunto es que mejor era consolidar todo tan pronto como sea posible, y con una alianza matrimonial que garantizaría un anexo orgánico de las tierras e inclusive una casi asegurada permanencia en la zona a futuro, ¿Qué mejor resultado?
Luego de eso llegó la hija, con quien terminó cruzando miradas mientras revisaba todo atentamente, la notaba mucho más analítica que su padre y hermano, ante lo cual le sonrió con serenidad, como dándole cierto reconocimiento de forma tácita.
Y por supuesto no dudó en integrarse cuando se le habló directamente.
Puedo afirmar que el interés es mutuo.
Declaró primero que nada.
Pero antes que nada, me presento, mi nombre es Asiaín Pendragon...
Y seguido comentó, observando a quienes le acompañaba.
Y si se considera admisible me parece una gran oportunidad para dar a conocer nuestra palabra de la mejor forma...
Ergo, quiere decirle a tanto Wthyr como Freyja que así será mucho más fácil para él esparcir la idea de que sólo los pendragon son la salvación de los últimos vestigios del pueblo de sangre mágica.
Aunque luego... El sujeto de antes seguía insistiendo en arruinar todo... Parecía ser demasiado estúpido como para percatarse, o demasiado orgulloso como para reconocerlo, pero los nórdicos estaban francamente en una situación de morir u obedecer, ellos son quienes quieren hacerlo más fácil para ambos.
Por lo cual su primer impulso fue voltear la mirada hacia Freyja.
¿Qué porqué? Bueno, se temía lo peor, así que la observó con cierto pendiente, como pidiéndole, "por favor no lo mates, no sabe lo que hace."
Porque se supone que la idea de esa reunión es que no hayan muertos, no quiere que las cosas se acaben por torcer desde el mismísimo inicio, eso sería mala señal.
Como podría esperarse del rey, fue más que eficaz en imponer el ambiente con su presencia y dar una declaración de intensiones concisa y que al menos a la parte más razonable de los líderes parecía haberles quedado de lo más clara.
Cuando le miró, Asiaín miró de regreso, comprendiendo que pronto llegaría su turno para presentarse e integrarse, cosa para la que estaba listo, así que simplemente esperó para ver el desarrollo de los acontecimientos...
De buenas a primeras, no tenía un gran augurio.
Si bien Freyja también estaba haciendo lo suyo, dando esa imagen que impone respeto y que de hecho parece hacer que todo vaya en la dirección correcta...
También sabe que a ella no es que le sobre paciencia, y ese sujeto que está mostrando su agresividad parece estar drenandosela tan rápido como agua que se cuela entre los dedos...
Sin embargo, por suerte el patriarca de la familia parece más que dispuesto a poner un inicio rápido y una unión fuerte a esa alianza tan necesitada, en caso de los nórdicos, por supervivencia, y en caso de ellos, por eficiencia, el asunto es que mejor era consolidar todo tan pronto como sea posible, y con una alianza matrimonial que garantizaría un anexo orgánico de las tierras e inclusive una casi asegurada permanencia en la zona a futuro, ¿Qué mejor resultado?
Luego de eso llegó la hija, con quien terminó cruzando miradas mientras revisaba todo atentamente, la notaba mucho más analítica que su padre y hermano, ante lo cual le sonrió con serenidad, como dándole cierto reconocimiento de forma tácita.
Y por supuesto no dudó en integrarse cuando se le habló directamente.
Puedo afirmar que el interés es mutuo.
Declaró primero que nada.
Pero antes que nada, me presento, mi nombre es Asiaín Pendragon...
Y seguido comentó, observando a quienes le acompañaba.
Y si se considera admisible me parece una gran oportunidad para dar a conocer nuestra palabra de la mejor forma...
Ergo, quiere decirle a tanto Wthyr como Freyja que así será mucho más fácil para él esparcir la idea de que sólo los pendragon son la salvación de los últimos vestigios del pueblo de sangre mágica.
Aunque luego... El sujeto de antes seguía insistiendo en arruinar todo... Parecía ser demasiado estúpido como para percatarse, o demasiado orgulloso como para reconocerlo, pero los nórdicos estaban francamente en una situación de morir u obedecer, ellos son quienes quieren hacerlo más fácil para ambos.
Por lo cual su primer impulso fue voltear la mirada hacia Freyja.
¿Qué porqué? Bueno, se temía lo peor, así que la observó con cierto pendiente, como pidiéndole, "por favor no lo mates, no sabe lo que hace."
Porque se supone que la idea de esa reunión es que no hayan muertos, no quiere que las cosas se acaben por torcer desde el mismísimo inicio, eso sería mala señal.
Asiaín Pendragon
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Asiaín Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado (10)' :
'Dado (10)' :
Wthyr procuró no inmutarse ante la insolencia del anciano al preguntar de dónde era rey, o tal vez era simple desconocimiento por no asociar Pendragon con Ávalon. Respondería eso, y se callaría que pronto sería rey de muchos más sitios. Que se confiasen, ya oirían hablar de ellos. Habían arriesgado sus vidas en el combate con la máquina, y muchos ni siquiera lo sabían. Ahora entendía lo que debían sentir los de Ouroboros o los otros magos de la Resistencia después de llevar años luchando. - El linaje Pendragon ha reinado en Ávalon durante siglos. - informó de manera escueta, mirando de reojo a Freyja con un imperceptible gesto de "no la líes ahora".
- Es el momento para que las grandes familias de sangre mágica muestren su voluntad de trabajar en la misma dirección. - prefirió hablar con el viejo antes que con los otros dos, especialmente con el tipo obstinado. - Por supuesto, toda alianza tiene una parte de pacto. Lo que ofrecemos es bastante claro. Protección, territorios de gobierno enteramente para gente de sangre mágica, poder...algo que no podéis lograr por vosotros mismos. Eso por no mencionar que, de no unirnos, todo volverá a ser como antes. Debemos adelantarnos. - añadió con seriedad, esperando que el otro fuese lo suficientemente listo como para saber que la decisión más acertada era la de aceptar. Claro que no podían enfrentar otra guerra, al menos hasta ahí se entendían. El Pendragon arqueó levemente al escuchar aquello de unir linajes mediante matrimonio, pues eso no se lo esperaba. - Ninguno de los presentes podemos, a excepción de Asiaín. Freyja está prometida con mi hermano, y yo estoy ya casado. - no llevaba el anillo en el dedo, puesto que los de la boda tenían el puñetero rubí de Sodoma y ese se lo habían quitado. - Pero podemos estudiar la oferta para quien pueda. - zanjó para no cerrar del todo la posibilidad, para mantener la comunicación abierta mientras pudiera convenirle. El ofrecimiento de la muchacha no le pareció mal del todo, tenía sentido siempre y cuando aquello no se demorase mucho y no fuese una estratagema. Asiaín aceptó, y Wthyr le dio el visto bueno con un gesto afirmativo.
- Ella puede venir al campamento para hablar con Asiaín y Freyja. Y yo iré a la ciudad para hablar con el líder. Ninguno será hostil con el otro durante los dos días que dure el intercambio antes de tomar la decisión. - dejó pasar algunos segundos para observar reacciones en el bando contrario, que en general parecía asentir a las palabras del viejo. No murmuraban en contra de la propuesta de la tal Gunnhild, como si estuviesen de acuerdo en eso de conocer más a los intrusos que eran ellos. El problema vino de parte del hijo maleducado, que insistió con aquello de que se marchasen. Wthyr se guardó un sonido de hastío para sí mismo, dedicándole después una mirada altiva a Erik.
- No he venido hasta aquí para darme media vuelta ante las primeras palabras necias y sin sentido que me encuentre, ni para dar argumentos a quien no quiere escuchar. Muestra más respeto por tu padre y sus decisiones, aprende de él antes de quedar en ridículo.
- Es el momento para que las grandes familias de sangre mágica muestren su voluntad de trabajar en la misma dirección. - prefirió hablar con el viejo antes que con los otros dos, especialmente con el tipo obstinado. - Por supuesto, toda alianza tiene una parte de pacto. Lo que ofrecemos es bastante claro. Protección, territorios de gobierno enteramente para gente de sangre mágica, poder...algo que no podéis lograr por vosotros mismos. Eso por no mencionar que, de no unirnos, todo volverá a ser como antes. Debemos adelantarnos. - añadió con seriedad, esperando que el otro fuese lo suficientemente listo como para saber que la decisión más acertada era la de aceptar. Claro que no podían enfrentar otra guerra, al menos hasta ahí se entendían. El Pendragon arqueó levemente al escuchar aquello de unir linajes mediante matrimonio, pues eso no se lo esperaba. - Ninguno de los presentes podemos, a excepción de Asiaín. Freyja está prometida con mi hermano, y yo estoy ya casado. - no llevaba el anillo en el dedo, puesto que los de la boda tenían el puñetero rubí de Sodoma y ese se lo habían quitado. - Pero podemos estudiar la oferta para quien pueda. - zanjó para no cerrar del todo la posibilidad, para mantener la comunicación abierta mientras pudiera convenirle. El ofrecimiento de la muchacha no le pareció mal del todo, tenía sentido siempre y cuando aquello no se demorase mucho y no fuese una estratagema. Asiaín aceptó, y Wthyr le dio el visto bueno con un gesto afirmativo.
- Ella puede venir al campamento para hablar con Asiaín y Freyja. Y yo iré a la ciudad para hablar con el líder. Ninguno será hostil con el otro durante los dos días que dure el intercambio antes de tomar la decisión. - dejó pasar algunos segundos para observar reacciones en el bando contrario, que en general parecía asentir a las palabras del viejo. No murmuraban en contra de la propuesta de la tal Gunnhild, como si estuviesen de acuerdo en eso de conocer más a los intrusos que eran ellos. El problema vino de parte del hijo maleducado, que insistió con aquello de que se marchasen. Wthyr se guardó un sonido de hastío para sí mismo, dedicándole después una mirada altiva a Erik.
- No he venido hasta aquí para darme media vuelta ante las primeras palabras necias y sin sentido que me encuentre, ni para dar argumentos a quien no quiere escuchar. Muestra más respeto por tu padre y sus decisiones, aprende de él antes de quedar en ridículo.
Freyja Lothbrock
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Observó al hombre que siguió hablando y se dio cuenta de que aún no había dicho su nombre, por ende, asumió que prefería que le llamarán Líder. Se pasó la lengua por los dientes lentamente, aunque mantenía la boca cerrada por la miradita que le había lanzado la víbora blanca. Tenía que enfocarse en escuchar para poder lidiar con esos nórdicos cuanto antes.
Las alianzas matrimoniales y la propuesta de la muchacha daban a entender que, en efecto, había más cerebro de ese lado que del otro. Sin embargo, tal como aclaraba Wthyr ella estaba prometida y él casado. Sin embargo, Asiain podía ser un buen partido y la rubia parecía interesada en él. Perfecto.
Aún así, al escuchar a Wthyr proponer irse directamente al campamento chasqueó la lengua -Björ y Asiain pueden hacer de anfitriones, Su Majestad, propongo mi compañía en este intercambio - Sus ojos dispares se posaron en Wthyr con el mismo brillo que solían tener en Avalon, un claro rintintin al protocolo y sus palabras pero sabía que él Rey entendería el porqué de su actitud. Las tradiciones vikingas eran el fuerte de Shyvanna, no de él y aunque confiaba plenamente en su poder, también le había jurado lealtad y su deber era protegerle.
Volvió la vista hacia Erik con una sonrisa ladina -Y estoy segura de que puedo satisfacer las ganas de pelea que tiene el muchacho- Le guiñó un ojo -Un entrenamiento vendrá bien para drenar energía- Reconoció y se reacomodó en su posición esperando el fin del acuerdo y su partida.
Las alianzas matrimoniales y la propuesta de la muchacha daban a entender que, en efecto, había más cerebro de ese lado que del otro. Sin embargo, tal como aclaraba Wthyr ella estaba prometida y él casado. Sin embargo, Asiain podía ser un buen partido y la rubia parecía interesada en él. Perfecto.
Aún así, al escuchar a Wthyr proponer irse directamente al campamento chasqueó la lengua -Björ y Asiain pueden hacer de anfitriones, Su Majestad, propongo mi compañía en este intercambio - Sus ojos dispares se posaron en Wthyr con el mismo brillo que solían tener en Avalon, un claro rintintin al protocolo y sus palabras pero sabía que él Rey entendería el porqué de su actitud. Las tradiciones vikingas eran el fuerte de Shyvanna, no de él y aunque confiaba plenamente en su poder, también le había jurado lealtad y su deber era protegerle.
Volvió la vista hacia Erik con una sonrisa ladina -Y estoy segura de que puedo satisfacer las ganas de pelea que tiene el muchacho- Le guiñó un ojo -Un entrenamiento vendrá bien para drenar energía- Reconoció y se reacomodó en su posición esperando el fin del acuerdo y su partida.
PNJ
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
032042
BJÖRN Haraldson
Líder Norsfire
Enseguida asoció el nombre de los Pendragon con Ávalon. Claro que sabía lo que era, conocía la historia de la guerra civil de siglos atrás con los Descendientes. No les había ido tan mal a los Pendragon, si tenían aquel ejército y sus dragones. El líder Haraldson pensó que quizás les convenía más estar de parte de aquellos que venían a sus tierras, que podía beneficiarles tal y como decía Wthyr. Tampoco es que tuviesen muchas más opciones. Reflexionó sobre aquello, sopesando los pros y los contras. Si aceptaban ahora podrían ganar poder, y tal vez superarlos en algún momento. - Sospecho que las otras opciones no son muy halagüeñas para nosotros, ¿no es así? - les sostuvo la mirada con cierta frialdad, pero sin la hostilidad de su hijo.
Chasqueó la lengua disgustado ante la negativa inicial de matrimonio, aunque al menos no negaban del todo esa posibilidad. Observó con más interés a Asiaín al escucharlo presentarse como Pendragon, con ese apellido también le valía. - Iniciaremos negociaciones de matrimonio contigo, en ese caso. Y mi hija irá escoltada a vuestro campamento, para que compruebe con sus propios ojos si sois dignos o sois simplemente unos charlatanes. Las costumbres vikingas impiden ser hostil con el huésped que ha bebido y comido en tu mesa, y no queremos desatar ninguna maldición sobre nosotros. - concluyó, dispuesto a dar ese primer paso para hacer un pacto que beneficiase a todos. Aquello habría que firmarlo, claro, pero decidiendo condiciones y con un contrato mágico de por medio. Echó una nueva mirada de advertencia a su hijo, para que dejase de replicar y quejarse por todo. Intuía que querría responder a la "regañina" del Pendragon intruso. El mismo Björn le haría callar como le siguiese faltando al respeto por no acatar sus decisiones. Incluso no le parecía tan mal que la vikinga intrusa le diera una lección.
Líder Norsfire
Enseguida asoció el nombre de los Pendragon con Ávalon. Claro que sabía lo que era, conocía la historia de la guerra civil de siglos atrás con los Descendientes. No les había ido tan mal a los Pendragon, si tenían aquel ejército y sus dragones. El líder Haraldson pensó que quizás les convenía más estar de parte de aquellos que venían a sus tierras, que podía beneficiarles tal y como decía Wthyr. Tampoco es que tuviesen muchas más opciones. Reflexionó sobre aquello, sopesando los pros y los contras. Si aceptaban ahora podrían ganar poder, y tal vez superarlos en algún momento. - Sospecho que las otras opciones no son muy halagüeñas para nosotros, ¿no es así? - les sostuvo la mirada con cierta frialdad, pero sin la hostilidad de su hijo.
Chasqueó la lengua disgustado ante la negativa inicial de matrimonio, aunque al menos no negaban del todo esa posibilidad. Observó con más interés a Asiaín al escucharlo presentarse como Pendragon, con ese apellido también le valía. - Iniciaremos negociaciones de matrimonio contigo, en ese caso. Y mi hija irá escoltada a vuestro campamento, para que compruebe con sus propios ojos si sois dignos o sois simplemente unos charlatanes. Las costumbres vikingas impiden ser hostil con el huésped que ha bebido y comido en tu mesa, y no queremos desatar ninguna maldición sobre nosotros. - concluyó, dispuesto a dar ese primer paso para hacer un pacto que beneficiase a todos. Aquello habría que firmarlo, claro, pero decidiendo condiciones y con un contrato mágico de por medio. Echó una nueva mirada de advertencia a su hijo, para que dejase de replicar y quejarse por todo. Intuía que querría responder a la "regañina" del Pendragon intruso. El mismo Björn le haría callar como le siguiese faltando al respeto por no acatar sus decisiones. Incluso no le parecía tan mal que la vikinga intrusa le diera una lección.
032042
Gunnhild Haraldson
Líder Norsfire
Aquella aparente calma que presidía el rostro de Gunnhild en todo momento apenas se vio alterada por los gritos del hermano. Tenía que admitir que era un tanto estúpido, a pesar de que le quisiese. Su padre parecía comprender la situación mucho mejor que él, tenían más que ganar si aceptaban. La renuncia o pelea directa no les proporcionaba ningín beneficio. Asintió sin apartar la mirada de Asiaín cuando habló del interés mutuo. Por el aspecto no parecía familiar del otro Pendragon, lo cual despertó más curiosidad en ella.
- Es precisamente lo que quiero. Descubrir por mí misma lo que podéis ofrecernos. No aceptaremos nada que nos haga esclavos, eso tenedlo en cuenta. - aclaró antes de que su padre diese su visto bueno al intercambio. Hizo un gesto a dos de sus soldados, que abandonaron la formación para ir con ella. Serían sus escoltas.
- Tienes dos días para convencerme, Asiaín Pendragon. Más te vale que la propuesta de matrimonio no sea lo único para ofrecer. - no le ilusionaba especialmente, pero si tenía que hacerlo, lo haría. Volvió a montar su lobo huargo, haciendo un gesto a su padre para indicarle que se marchaba en dirección al campamento.
Líder Norsfire
Aquella aparente calma que presidía el rostro de Gunnhild en todo momento apenas se vio alterada por los gritos del hermano. Tenía que admitir que era un tanto estúpido, a pesar de que le quisiese. Su padre parecía comprender la situación mucho mejor que él, tenían más que ganar si aceptaban. La renuncia o pelea directa no les proporcionaba ningín beneficio. Asintió sin apartar la mirada de Asiaín cuando habló del interés mutuo. Por el aspecto no parecía familiar del otro Pendragon, lo cual despertó más curiosidad en ella.
- Es precisamente lo que quiero. Descubrir por mí misma lo que podéis ofrecernos. No aceptaremos nada que nos haga esclavos, eso tenedlo en cuenta. - aclaró antes de que su padre diese su visto bueno al intercambio. Hizo un gesto a dos de sus soldados, que abandonaron la formación para ir con ella. Serían sus escoltas.
- Tienes dos días para convencerme, Asiaín Pendragon. Más te vale que la propuesta de matrimonio no sea lo único para ofrecer. - no le ilusionaba especialmente, pero si tenía que hacerlo, lo haría. Volvió a montar su lobo huargo, haciendo un gesto a su padre para indicarle que se marchaba en dirección al campamento.
032042
Erik Haraldson
Líder Norsfire
Se sentía realmente frustrado ante el cariz que estaba tomando aquella reunión. Su padre y su hermana no parecían comprender el peligro que suponía aquella gente. No los necesitaban, a pesar de que se presentasen como salvadores. Ellos mismos creaban la amenaza con su presencia, hasta el momento habían estado bien a pesar de ser pocos. - Sólo queréis es engrosar vuestras filas. Esto es una invasión en toda regla, vestida de buenos modales y parafernalia. - gruñó, señalando con el dedo índice a todos los soldados que habían traído. Su mano se cerró en torno al mango del hacha en cuanto escuchó a Wthyr llamándole necio y dándole lecciones sobre cómo hablarle a su padre. - El único necio que veo aquí eres tú, rey de una tierra que a nadie le importa. - Estuvo a punto de lanzarse contra él, pero las palabras de Freyja y la advertencia no verbal de su padre lo retuvieron.
- Métete tu pelea por donde te quepa, Lothbrok. No me interesas. - dicho eso tiró de las correas de su lobo huargo para darse la vuelta, dispuesto a abandonar aquel lugar. No ganaría la batalla ahí. No ese día. Le quedaban dos para darle la vuelta a aquello fuese como fuese, con los aliados que todavía tuviesen dos dedos de frente. Regresó de vuelta a la ciudad, dejando atrás al grupo.
Líder Norsfire
Se sentía realmente frustrado ante el cariz que estaba tomando aquella reunión. Su padre y su hermana no parecían comprender el peligro que suponía aquella gente. No los necesitaban, a pesar de que se presentasen como salvadores. Ellos mismos creaban la amenaza con su presencia, hasta el momento habían estado bien a pesar de ser pocos. - Sólo queréis es engrosar vuestras filas. Esto es una invasión en toda regla, vestida de buenos modales y parafernalia. - gruñó, señalando con el dedo índice a todos los soldados que habían traído. Su mano se cerró en torno al mango del hacha en cuanto escuchó a Wthyr llamándole necio y dándole lecciones sobre cómo hablarle a su padre. - El único necio que veo aquí eres tú, rey de una tierra que a nadie le importa. - Estuvo a punto de lanzarse contra él, pero las palabras de Freyja y la advertencia no verbal de su padre lo retuvieron.
- Métete tu pelea por donde te quepa, Lothbrok. No me interesas. - dicho eso tiró de las correas de su lobo huargo para darse la vuelta, dispuesto a abandonar aquel lugar. No ganaría la batalla ahí. No ese día. Le quedaban dos para darle la vuelta a aquello fuese como fuese, con los aliados que todavía tuviesen dos dedos de frente. Regresó de vuelta a la ciudad, dejando atrás al grupo.
OFF: Podéis sacar a los personajes de este momento para hacer salto temporal de dos días. En el siguiente post podéis situarlos ya dentro de la ciudad, resumiendo o finalizando las conversaciones que hayan estado manteniendo y lo que hayan estado haciendo.
Asiaín, tira dado de 10 para ver la decisión que ha tomado Erik.
Plan de Erik:
1-2. Combinación de 3-4 y 5-6
3-4. Ataca a los intrusos en el banquete con un pequeño grupo de insurrectos.
5-6. Envenenar la comida del banquete.
7-8. Finge aceptar y asiste al banquete, pero ataca a su familia antes de que firmen.
9-10. Desaparece, prendiendo fuego al campamento antes de marcharse a buscar más aliados en otras tierras para difundir el rumor de la invasión.
Asiaín Pendragon
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
En ese momento...
Bueno, todo estaba resultando innecesariamente complicado.
Por este mismo motivo es que estaba profundamente agradecido con Freyja por no provocar una muerte en ese mismo momento, por mucho que sinceramente parecía que el sujeto se la estaba buscando a propósito, pocas veces había visto semejante grado de idiotez.
Pero en cualquier caso.
Todo parecía estar llendo a mejor, con las propuestas avanzando, y todos parecía que iban del lado de él con respecto a lo del matrimonio.
Cosa que honestamente le traía sin cuidado, una alianza matrimonial era poco más que un mero trámite para él.
Si acaso su maldición podría traerle algún problema, pero eso es algo que él sinceramente no sabe, y que por ahora no es relevante.
La cosa es que mientras quienes lo acompañaban se enfocaban un poco en seguir sembrando el terreno, él estaba cerca de poder darle un cierre a todo.
Y en honor a esto, respondió al patriarca con toda tranquilidad.
Cómo usted mande.
Usando esas palabras exactas para poder manterle de forma ilusoria ese papel de líder que ya estaba condenado a perder en el gran esquema de las cosas.
Porque si en algo tenía razón el idiota, es en que los querían como consortes de segunda... Aunque no tanto para engrosar sus filas como sí para convertirse en sus gobernados, parece tener una visión muy reduccionista de la vida, pero con el escaso intelecto que ha demostrado hasta ahora, eso es de esperar.
No se preocupe, pues el final de estos tiempos crudos es lo que ofrecemos y eso solo para comenzar...~
No querían convertirlos en esclavos en realidad... Los esclavos no tienen derechos y ellos tendrían algunas concesiones, así que no cabría esa descripción...
Estoy seguro de que serán dos días muy beneficiosos para todos.~
Lo estaba subestimando... Donde radica la verdadera fuerza de Asiaín es en este tipo de cosas, estaba llendo directo a donde él la quería sin siquiera enterarse, y ni se enteraría...
Entonces ellos dos se perderían en la distancia de regreso al campamento ella llendo sobre su huargo, y Asiaín llendo al lado de su querido dragón blanco Algos quien estaba ahí siendo un observador silencioso, alguien que conoce a Asiaín se verdad y por lo tanto parece no querer perderse de nada de todo esto.
...
Y así pasaron los dos días donde estuvo ocupado con la hija, mayormente han sido él y ella si somos honestos, nadie más tiene realmente lo que se necesita para lidiar con una situación como esta con la eficacia que él puede hacerlo y sus métodos siguen siendo los más efectivos.
Es aquí donde se hace notar el poder de mantener su fachada siempre.
No se limitaría a hacerle notar los recursos que tienen, explicarle como todo cambio en sus tierras sería simplemente para mejor y para prevenirse cuando la alianza humana decidiera hacer alguna de las monstruosidades de las que se ha probado que son capaces, que en el fondo lo que realmente quieren es un mejor futuro para el pueblo mágico, sin mencionar que lejos de querer usarlos para engrosar sus filas, de hecho su idea fuera venir a traer más población mágica para que la zona pudiera estar mejor protegida y toda la ciudad pudiera tener esplendor otra vez...
Si no que además también trabajó grandemente el ambiente.
Teniendo gestos que parecen de genuina buena voluntad no sólo con ella, si no con gente al azar en el campamento, incluso aquellos que no tienen un rango y no pueden ofrecerle nada a cambio...
O al menos eso podría pensarse.
Porque él ve más allá, sabe que le dan una imagen, un nombre, que lo hacen hacerse notar como alguien bueno.
La idea es que no tenga ninguna razón ni remotamente lógica para creer que él podría no ser una buena persona, y así, todo lo que diga, inevitablemente suene más honesto, y más positivo, pues las acciones pesan tanto como las palabras.
Y por supuesto como cereza en el pastel, se aseguraría de estar siempre de buen ver, de mostrarse ingenioso, dedicado, de sacar la fuerza de personalidad que posee, para lucir implícitamente como un buen partido.
Todo esto sería lo ocurrido en este tiempo, mientras que se gesta lo que podría ser una magnífica alianza y el humilde inicio imperio más grande que la población mágica haya conocido jamás en toda la historia, o de la perdición última de los pendragon... Cuál de la dos sea, sinceramente le importa poco, se está divirtiendo.
Bueno, todo estaba resultando innecesariamente complicado.
Por este mismo motivo es que estaba profundamente agradecido con Freyja por no provocar una muerte en ese mismo momento, por mucho que sinceramente parecía que el sujeto se la estaba buscando a propósito, pocas veces había visto semejante grado de idiotez.
Pero en cualquier caso.
Todo parecía estar llendo a mejor, con las propuestas avanzando, y todos parecía que iban del lado de él con respecto a lo del matrimonio.
Cosa que honestamente le traía sin cuidado, una alianza matrimonial era poco más que un mero trámite para él.
Si acaso su maldición podría traerle algún problema, pero eso es algo que él sinceramente no sabe, y que por ahora no es relevante.
La cosa es que mientras quienes lo acompañaban se enfocaban un poco en seguir sembrando el terreno, él estaba cerca de poder darle un cierre a todo.
Y en honor a esto, respondió al patriarca con toda tranquilidad.
Cómo usted mande.
Usando esas palabras exactas para poder manterle de forma ilusoria ese papel de líder que ya estaba condenado a perder en el gran esquema de las cosas.
Porque si en algo tenía razón el idiota, es en que los querían como consortes de segunda... Aunque no tanto para engrosar sus filas como sí para convertirse en sus gobernados, parece tener una visión muy reduccionista de la vida, pero con el escaso intelecto que ha demostrado hasta ahora, eso es de esperar.
No se preocupe, pues el final de estos tiempos crudos es lo que ofrecemos y eso solo para comenzar...~
No querían convertirlos en esclavos en realidad... Los esclavos no tienen derechos y ellos tendrían algunas concesiones, así que no cabría esa descripción...
Estoy seguro de que serán dos días muy beneficiosos para todos.~
Lo estaba subestimando... Donde radica la verdadera fuerza de Asiaín es en este tipo de cosas, estaba llendo directo a donde él la quería sin siquiera enterarse, y ni se enteraría...
Entonces ellos dos se perderían en la distancia de regreso al campamento ella llendo sobre su huargo, y Asiaín llendo al lado de su querido dragón blanco Algos quien estaba ahí siendo un observador silencioso, alguien que conoce a Asiaín se verdad y por lo tanto parece no querer perderse de nada de todo esto.
...
Y así pasaron los dos días donde estuvo ocupado con la hija, mayormente han sido él y ella si somos honestos, nadie más tiene realmente lo que se necesita para lidiar con una situación como esta con la eficacia que él puede hacerlo y sus métodos siguen siendo los más efectivos.
Es aquí donde se hace notar el poder de mantener su fachada siempre.
No se limitaría a hacerle notar los recursos que tienen, explicarle como todo cambio en sus tierras sería simplemente para mejor y para prevenirse cuando la alianza humana decidiera hacer alguna de las monstruosidades de las que se ha probado que son capaces, que en el fondo lo que realmente quieren es un mejor futuro para el pueblo mágico, sin mencionar que lejos de querer usarlos para engrosar sus filas, de hecho su idea fuera venir a traer más población mágica para que la zona pudiera estar mejor protegida y toda la ciudad pudiera tener esplendor otra vez...
Si no que además también trabajó grandemente el ambiente.
Teniendo gestos que parecen de genuina buena voluntad no sólo con ella, si no con gente al azar en el campamento, incluso aquellos que no tienen un rango y no pueden ofrecerle nada a cambio...
O al menos eso podría pensarse.
Porque él ve más allá, sabe que le dan una imagen, un nombre, que lo hacen hacerse notar como alguien bueno.
La idea es que no tenga ninguna razón ni remotamente lógica para creer que él podría no ser una buena persona, y así, todo lo que diga, inevitablemente suene más honesto, y más positivo, pues las acciones pesan tanto como las palabras.
Y por supuesto como cereza en el pastel, se aseguraría de estar siempre de buen ver, de mostrarse ingenioso, dedicado, de sacar la fuerza de personalidad que posee, para lucir implícitamente como un buen partido.
Todo esto sería lo ocurrido en este tiempo, mientras que se gesta lo que podría ser una magnífica alianza y el humilde inicio imperio más grande que la población mágica haya conocido jamás en toda la historia, o de la perdición última de los pendragon... Cuál de la dos sea, sinceramente le importa poco, se está divirtiendo.
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Asiaín Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado (10)' :
'Dado (10)' :
Sostuvo la mirada al veterano líder cuando se aventuró a decir que no tenían muchas más opciones, que negarse no sería bueno para ellos. No era ingenuo, había visto el ejército que los Pendragon traían y conocía su posición en esa historia. Wthyr tenía claro que los otros estarían amenazados de no aceptar, pero esa era su última opción porque prefería ganar aliados a tener que destruirlos y tener que batallar así con los que se animasen a resistirse. El primer golpe de efecto era importante. - La enemistad entre la raza mágica sería una pérdida de tiempo, y ninguno queremos eso, ¿verdad? - respondió así a medias, sin dejar demasiado claro lo que sucedería si los Haraldson se levantasen en armas contra el ejército Pendragon.
La tensión pareció rebajarse ligeramente cuando Björn aceptó que la hija fuese al campamento, y que los Pendragon fuesen a la ciudad. Casi se le escapa un sonido irónico al escuchar lo de las maldiciones, él sabía de eso más de lo que quisiera. - Por supuesto. Las traiciones tras un pacto pueden acarrear terribles consecuencias a muchos niveles. Asiaín y su hija podrán conocerse mejor. - su primo no parecía emocionado por la idea de la boda, y aunque lo hubiese estado no era algo que fuese a demostrar con gestos. Aún así sabía cumplir perfectamente con su papel, al igual que Freyja. El Pendragon valoró aquel gesto de lealtad, o así interpretó él que no fuese a dejarle solo en la visita a la ciudad.
- Sea pues. Lothbrok vendrá también a la ciudad. - parecía todo atado y listo para la visita, pero el insolente Erik no se callaba ni debajo del agua. Era bastante idiota, supo que a Freyja tuvo que costarle mucho contenerse para no partirle en dos de un golpe. Lo mismo debía hacer él, porque le estaban empezando a dar ganas de reventarlo como hizo con el vikingo que se atrevió a tocar a su hermana Shyvanna. - Créeme, si fuese una invasión te habrías enterado. No estarías aquí de pie, hablando, soltando estupideces. - replicó Wthyr con una media sonrisa desdeñosa. El imbécil de Erik estaría humeando en una pira tras haber arrasado la ciudad. Era un atrevido ignorante para decir aquello de Ávalon. Si lo atacaba todo se iría al traste, así que simplemente lo ignoró, como si fuese un niño con berrinche. Lo que le gustó menos fue su marcha, intuyendo que podía tratar de jugársela de algún modo. Por eso se fue intranquilo al intercambio. Esperaba verlo el día del acuerdo, pero...
Erik no apareció. Aquello le daba mala espina. No había ni rastro de él en la ceremonia del acuerdo, celebrada en el monolito del parque de Vigeland .
Los dos días anteriores habían resultado bastante fructíferos en cuanto a conversaciones, con Freyja y sin Erik de por medio todo había resultado más fácil con el viejo Haraldson. Comieron a su mesa para convertirse en sus huéspedes y así estar protegidos, hablando de lo que proponían para crear un imperio mágico que beneficiase a todos. Le contaron la amenaza creciente de los humanos de la Alianza tratando de reorganizase, de la pasividad de los Descendientes. Atendieron a las peticiones para mejorar las tierras nórdicas, incluso planteándose retomar algunas zonas como santuario de dragones, tal y como había sido en la antigüedad.
Con todo eso hablado se reunieron en lo alto de la escalinata del monolito, junto a Asiaín y Gunnhild, que habían retornado de sus negociaciones en el campamento. Wthyr intuía que, por la expresión de la chica, todo había ido bien. Parecía encajar con él en forma de ser, tranquila y discreta. Probablemente le hubiese convencido.
Ante ellos se congregaba una gran multitud de ciudadanos, además de parte del ejército Haraldson. En las filas posteriores había algo de tumulto, pero no sabía si tenía que ver con Erik o con la población no mágica de la ciudad, empezando a darse cuenta de lo que sucedía.
La tensión pareció rebajarse ligeramente cuando Björn aceptó que la hija fuese al campamento, y que los Pendragon fuesen a la ciudad. Casi se le escapa un sonido irónico al escuchar lo de las maldiciones, él sabía de eso más de lo que quisiera. - Por supuesto. Las traiciones tras un pacto pueden acarrear terribles consecuencias a muchos niveles. Asiaín y su hija podrán conocerse mejor. - su primo no parecía emocionado por la idea de la boda, y aunque lo hubiese estado no era algo que fuese a demostrar con gestos. Aún así sabía cumplir perfectamente con su papel, al igual que Freyja. El Pendragon valoró aquel gesto de lealtad, o así interpretó él que no fuese a dejarle solo en la visita a la ciudad.
- Sea pues. Lothbrok vendrá también a la ciudad. - parecía todo atado y listo para la visita, pero el insolente Erik no se callaba ni debajo del agua. Era bastante idiota, supo que a Freyja tuvo que costarle mucho contenerse para no partirle en dos de un golpe. Lo mismo debía hacer él, porque le estaban empezando a dar ganas de reventarlo como hizo con el vikingo que se atrevió a tocar a su hermana Shyvanna. - Créeme, si fuese una invasión te habrías enterado. No estarías aquí de pie, hablando, soltando estupideces. - replicó Wthyr con una media sonrisa desdeñosa. El imbécil de Erik estaría humeando en una pira tras haber arrasado la ciudad. Era un atrevido ignorante para decir aquello de Ávalon. Si lo atacaba todo se iría al traste, así que simplemente lo ignoró, como si fuese un niño con berrinche. Lo que le gustó menos fue su marcha, intuyendo que podía tratar de jugársela de algún modo. Por eso se fue intranquilo al intercambio. Esperaba verlo el día del acuerdo, pero...
Erik no apareció. Aquello le daba mala espina. No había ni rastro de él en la ceremonia del acuerdo, celebrada en el monolito del parque de Vigeland .
Los dos días anteriores habían resultado bastante fructíferos en cuanto a conversaciones, con Freyja y sin Erik de por medio todo había resultado más fácil con el viejo Haraldson. Comieron a su mesa para convertirse en sus huéspedes y así estar protegidos, hablando de lo que proponían para crear un imperio mágico que beneficiase a todos. Le contaron la amenaza creciente de los humanos de la Alianza tratando de reorganizase, de la pasividad de los Descendientes. Atendieron a las peticiones para mejorar las tierras nórdicas, incluso planteándose retomar algunas zonas como santuario de dragones, tal y como había sido en la antigüedad.
Con todo eso hablado se reunieron en lo alto de la escalinata del monolito, junto a Asiaín y Gunnhild, que habían retornado de sus negociaciones en el campamento. Wthyr intuía que, por la expresión de la chica, todo había ido bien. Parecía encajar con él en forma de ser, tranquila y discreta. Probablemente le hubiese convencido.
Ante ellos se congregaba una gran multitud de ciudadanos, además de parte del ejército Haraldson. En las filas posteriores había algo de tumulto, pero no sabía si tenía que ver con Erik o con la población no mágica de la ciudad, empezando a darse cuenta de lo que sucedía.
PNJ
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
¡BJÖRN SE UNIÓ AL GRUPO!
A.M/D.M 50
A.F/D.F 20%
Sanación 0%
A.T/D.T0%
PS 150100%
Emme A.M/D.M 50
A.F/D.F 20%
Sanación 0%
A.T/D.T0%
PS 150100%
¡GUNNHILD SE UNIÓ AL GRUPO!
A.M/D.M 60%
A.F/D.F 25%
Sanación 0%
A.T/D.T0%
PS 150100%
EmmeA.M/D.M 60%
A.F/D.F 25%
Sanación 0%
A.T/D.T0%
PS 150100%
032042
BJÖRN Haraldson
Líder Norsfire
Los dos días transcurrieron con aparente normalidad para los Haraldson, a excepción del hijo mayor. Erik se había marchado tras el parlamento, llevándose consigo a algunos de sus soldados más fieles. No eran demasiados, puesto que el grueso del ejército respondía ante las órdenes de Björn. Aún así corrían habladurías sobre las desavenencias entre el padre y el hijo.
El líder quedó conforme con los temas tratados durante la visita de Freyja y Wthyr, y con eso llegaron a un acuerdo que harían público ante la población mágica. Se reunieron ante el monolito del parque de Vingeland, llevando un pergamino para el pacto mágico. En él se recogían los principales puntos del acuerdo, como el tema de la ayuda de los Pendragon, el matrimonio con gente de relevancia en Ávalon y lo de aprovechar territorios para los dragones. Se comprometían a no agredirse ni traicionarse.
- Los Haraldson, Pendragon y Lothbrok hemos llegado a un acuerdo. A partir de hoy nuestros linajes se unirán por el bien común de la raza mágica. - extendió el pergamino en el aire, tomando una pluma para firmar. Después la tendió a su hija, y también a Wthyr, Freyja y Asiaín, los partícipes en el acuerdo.
Líder Norsfire
Los dos días transcurrieron con aparente normalidad para los Haraldson, a excepción del hijo mayor. Erik se había marchado tras el parlamento, llevándose consigo a algunos de sus soldados más fieles. No eran demasiados, puesto que el grueso del ejército respondía ante las órdenes de Björn. Aún así corrían habladurías sobre las desavenencias entre el padre y el hijo.
El líder quedó conforme con los temas tratados durante la visita de Freyja y Wthyr, y con eso llegaron a un acuerdo que harían público ante la población mágica. Se reunieron ante el monolito del parque de Vingeland, llevando un pergamino para el pacto mágico. En él se recogían los principales puntos del acuerdo, como el tema de la ayuda de los Pendragon, el matrimonio con gente de relevancia en Ávalon y lo de aprovechar territorios para los dragones. Se comprometían a no agredirse ni traicionarse.
- Los Haraldson, Pendragon y Lothbrok hemos llegado a un acuerdo. A partir de hoy nuestros linajes se unirán por el bien común de la raza mágica. - extendió el pergamino en el aire, tomando una pluma para firmar. Después la tendió a su hija, y también a Wthyr, Freyja y Asiaín, los partícipes en el acuerdo.
032042
Gunnhild Haraldson
Líder Norsfire
La visita al campamento con Asiaín había resultado de lo más interesante para Gunnhild, que observó cada gesto y palabra del Pendragon para determinar si les convenía o no aliarse con esa gente. Estaba claro que eran poderosos, y además él le parecía de lo más ingenioso. Ella misma se mostró más abierta pasado el primer día, contándole lo mucho que habían perdido en la guerra y los pocos que eran tras lo de la IA. Le pidió que no les defraudase, puesto que eso sólo supondría perder a otros aliados potenciales.
El día del acuerdo se vio enturbiado por la falta de Erik, que no acudió tras su desaparición. El pueblo permanecía expectante ante ellos, la mayoría parecía estar de acuerdo. La joven firmó su parte del acuerdo después que su padre, aunque justo en ese momento se aproximaron algunos guardias de los Pendragon. Estaban agitados por las noticias que traían. Alguien había prendido fuego a parte de su campamento, y era bastante evidente quién podría haber sido...
Líder Norsfire
La visita al campamento con Asiaín había resultado de lo más interesante para Gunnhild, que observó cada gesto y palabra del Pendragon para determinar si les convenía o no aliarse con esa gente. Estaba claro que eran poderosos, y además él le parecía de lo más ingenioso. Ella misma se mostró más abierta pasado el primer día, contándole lo mucho que habían perdido en la guerra y los pocos que eran tras lo de la IA. Le pidió que no les defraudase, puesto que eso sólo supondría perder a otros aliados potenciales.
El día del acuerdo se vio enturbiado por la falta de Erik, que no acudió tras su desaparición. El pueblo permanecía expectante ante ellos, la mayoría parecía estar de acuerdo. La joven firmó su parte del acuerdo después que su padre, aunque justo en ese momento se aproximaron algunos guardias de los Pendragon. Estaban agitados por las noticias que traían. Alguien había prendido fuego a parte de su campamento, y era bastante evidente quién podría haber sido...
Asiaín Pendragon
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Toda la experiencia podría describirla con dos palabras muy concretas.
Fue difícil y divertido.
Puesto que debe admitir que adora todo esto de las intrigas y enrevesados asuntos de política es simplemente lo suyo, pareciera que le viene en la sangre, cosa que en cierto modo podría decirse que es cierta.
Pero también... Han habido complicaciones, como por supuesto el tal Erik que parecía haberse consagrado a la idea de hacer las cosas difíciles por el gusto de hacerlas difíciles, ya que no existe ninguna razón para ello... O cuando menos, ninguna razón mínimamente lógica o comprensible.
Y además, pasar tanto tiempo seguido en reunión, le estaba pasando factura, su cuerpo no es muy bueno con las jornadas largas de ninguna cosa, es frágil, y además tenía que esforzarse por encubrir cuando la maldición le ganaba, provocando vómitos de sangre negra, y dolores de cabeza realmente fuertes.
Al menos lleva ya años con esto y no es ni por asomo tan horrible como solía ser en su infancia, así que puede sobrellevarlo pues no solo se trata de Gunnhild, no quiere que nadie vea su constante calvario, los días de súplicas vanas por un poco de piedad y comprensión a su estado ya pasaron.
En su lugar se enfocó en ella, en escucharla y racionalizar su situación, mientras que por fuera se mostraba cálido y comprensivo, asegurándole que no los iban a defraudar, sin ningún reparo, por mucho que él mejor que nadie sabe que esto no puede tener una buena conclusión...
Pero tampoco la tendría si no hicieran nada, así que ¿Porqué perdérselo? Al menos él piensa eso, y también, aunque se ha entrenado a sí mismo para no sufrir por nadie, no deja de sentir... Algo de pena, porque una cosa es comprender de forma pragmática la necesidad de un grupo...
Y otra muy distinta es escuchar y presenciar su dolor, a tal grado de que ella decidiera incluso abrirse y hablarle de esas historias que se escribieron en lágrimas y sangre tras el apocalipsis tecnológico, hace que le pique un poco hablar de esperanza, pues no es un monstruo, sólo alguien a quien de eso no le queda nada.
Pero incluso siguió dándole aliento de camino al monolito por si fuera poco, ofreciéndole promesas de que las cosas cambiarían, de que todo sería mucho mejor, a pesar de lo incierto de esto, para luego firmar sin problema alguno el contrato mágico.
Y luego...
...Y lo peor es que parece que esto aún no ha comenzado de verdad.
Y con estas palabras, razonó lo que dijeron los guardias, sabiendo de sobras que demonios había pasado, y pudiendo olerse de lejos que iría a peor.
Fue difícil y divertido.
Puesto que debe admitir que adora todo esto de las intrigas y enrevesados asuntos de política es simplemente lo suyo, pareciera que le viene en la sangre, cosa que en cierto modo podría decirse que es cierta.
Pero también... Han habido complicaciones, como por supuesto el tal Erik que parecía haberse consagrado a la idea de hacer las cosas difíciles por el gusto de hacerlas difíciles, ya que no existe ninguna razón para ello... O cuando menos, ninguna razón mínimamente lógica o comprensible.
Y además, pasar tanto tiempo seguido en reunión, le estaba pasando factura, su cuerpo no es muy bueno con las jornadas largas de ninguna cosa, es frágil, y además tenía que esforzarse por encubrir cuando la maldición le ganaba, provocando vómitos de sangre negra, y dolores de cabeza realmente fuertes.
Al menos lleva ya años con esto y no es ni por asomo tan horrible como solía ser en su infancia, así que puede sobrellevarlo pues no solo se trata de Gunnhild, no quiere que nadie vea su constante calvario, los días de súplicas vanas por un poco de piedad y comprensión a su estado ya pasaron.
En su lugar se enfocó en ella, en escucharla y racionalizar su situación, mientras que por fuera se mostraba cálido y comprensivo, asegurándole que no los iban a defraudar, sin ningún reparo, por mucho que él mejor que nadie sabe que esto no puede tener una buena conclusión...
Pero tampoco la tendría si no hicieran nada, así que ¿Porqué perdérselo? Al menos él piensa eso, y también, aunque se ha entrenado a sí mismo para no sufrir por nadie, no deja de sentir... Algo de pena, porque una cosa es comprender de forma pragmática la necesidad de un grupo...
Y otra muy distinta es escuchar y presenciar su dolor, a tal grado de que ella decidiera incluso abrirse y hablarle de esas historias que se escribieron en lágrimas y sangre tras el apocalipsis tecnológico, hace que le pique un poco hablar de esperanza, pues no es un monstruo, sólo alguien a quien de eso no le queda nada.
Pero incluso siguió dándole aliento de camino al monolito por si fuera poco, ofreciéndole promesas de que las cosas cambiarían, de que todo sería mucho mejor, a pesar de lo incierto de esto, para luego firmar sin problema alguno el contrato mágico.
Y luego...
...Y lo peor es que parece que esto aún no ha comenzado de verdad.
Y con estas palabras, razonó lo que dijeron los guardias, sabiendo de sobras que demonios había pasado, y pudiendo olerse de lejos que iría a peor.
Freyja Lothbrock
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Las tradiciones fueron respetadas y eso le dio algo de tranquilidad mientras estuvieron en el campamento ajeno pero Erik se parecía demasiado Viggo para dejarlo todo tan al aire y su ausencia no hacía más que instalar un mal presentimiento en Freyja que buscaba su rostro en todos los vikingos que le rodeaban. Hasta tuvo las narices de empezar a hablar de la cobardía de Erik a ver si daba la cara pero nada sirvió.
Una vez que le fue tendida la pluma no dudó demasiado en firmar. Era importante que supieran que de esa alianza ellos seguían teniendo la mano dominante y así lo había dejado claro en sus conversaciones para evitar problemas. Cuentas claras mantenían amistades. Aún así… Aún así cuando devolvió el pergamino y las noticias volaron sobre el incendio del campamento, Freyja intercambió una mirada con Wthyr y luego con Gunnhild -Erik ha firmado su sentencia de muerte- Avisó para que lo tuvieran bien en cuenta y esperó un gesto de Wthyr para desaparecerse, con ella, tres de los legendarios bersekers mientras los otros 8 se quedaron con los Pendragon sólo en caso de que vinieran a romperle las pelotas.
¿Quién ataca a un dragón con fuego en un ambiente nevado? Es que Erik era idiota y Freyja iba a bañarse en su sangre.
Una vez que le fue tendida la pluma no dudó demasiado en firmar. Era importante que supieran que de esa alianza ellos seguían teniendo la mano dominante y así lo había dejado claro en sus conversaciones para evitar problemas. Cuentas claras mantenían amistades. Aún así… Aún así cuando devolvió el pergamino y las noticias volaron sobre el incendio del campamento, Freyja intercambió una mirada con Wthyr y luego con Gunnhild -Erik ha firmado su sentencia de muerte- Avisó para que lo tuvieran bien en cuenta y esperó un gesto de Wthyr para desaparecerse, con ella, tres de los legendarios bersekers mientras los otros 8 se quedaron con los Pendragon sólo en caso de que vinieran a romperle las pelotas.
¿Quién ataca a un dragón con fuego en un ambiente nevado? Es que Erik era idiota y Freyja iba a bañarse en su sangre.
Contenido patrocinado
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Página 1 de 2. • 1, 2
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.