Urgencias Hospital La Paz

La forma en la que ponía distancia entre ellos le mataba porque siendo desconocidos habían acabando besándose en una misión. Y ahora… Las palabras que dijo tenían toda la razón del mundo. Lo sabía, vaya que lo sabía. Aric había acabado consumido por el Sanguis Ligno, Thoren atacado por su hermano, Ixion en coma…A saber qué sería de Kafele. Sus “ligues” más concurrentes siempre acababan…destrozados y Thoren tenía toda la pinta de que iba a ser uno de sus favoritos. Bajó la mirada con el ceño fruncido y asintió -Tienes razón- Por eso la gente no se acercaba a ella, era al revés siempre la cosa. Era ella quien los buscaba.

-Siento mucho lo que te pasó en Roma…De haber sabido que estabas allí habría extendido mi estadía en la misión para ayudarte- Le dijo con sinceridad, aunque ella nunca se habría enterado ya que aquello había sucedido previo a la intromisión de los Pendragon. Joder, qué día más duro estaba teniendo.

-¿Así que es así como me ves?- Alzó la mirada asintiendo como entendiendo por dónde venía todo - ¿Como una persona que disfrutaría de tu dolor? ¿Te has dejado manipular por todo lo que dicen de mi?- Negó con la cabeza -Creéme o no, pero no hice ni habría hecho nada de lo que te has imaginado. Para mí hubieses sido uno de mis ligues preferidos…Porque éramos simples juntos. Si tanta maquinación ni todo lo demás-

Subió la mano hasta coger el codo del otro brazo dejando que su cuerpo curara la herida que había absorbido de Thoren mientras decía que “quizás” le creía. ¿Y entonces qué? Sintió una enorme decepción al saber que no quería nada con nadie. Darren lo había roto. Y eso le llenaba de rabia y más dolor. Shyvanna percibió algo en ella que no había notado hasta ahora. Era un raro sentimiento de pérdida por algo que no había tenido, no…Lo tuvo, apenas lo había arañado pero al final se le había escapado de los dedos -Está bien, lo entiendo…- ¿Qué era un rechazo más ese día? Por eso se había metido el sodoma en el bolsillo, porque no iba a aceptar una negativa de Oscurus pero… Ya no le apetecía nada. Pagaría Kafele las consecuencias.

Iba a preguntarle de qué animales estaba hablando cuando llegaron dos tipos con uniforme. Al silencioso lo fichó en seguida al recordarlo del baile de Ouroboros y luego desvió la mirada al otro. Misión. Ese estaba con Johas. Después se fijó en sus uniformes y tensó el gesto a lo de las preguntas -No tenías que llamarlos Thoren…No iba a acercarme más- Dijo algo irritada y, a la vez, decepcionada. Aquel día tenía todas las cartas para ser uno de los peores -No hice nada- Le espetó a Thalos -¿Por qué tengo que responderte? ¿De qué se me acusa exactamente?- Preguntó a la defensiva.

Al llegar a la zona de urgencias del hospital la cosa no parecía tan descontrolada y dramática como la Doctora Royden les había hecho pensar. Cruzó la sala con las manos en los bolsillos junto a su hermano que había tomado la palabra dedicándole una mirada más que extraña al tipo peliblanco inspeccionando de arriba a abajo al hombre. ¿Se puto parecía al loco que le había encerrado? Arrugó el ceño antes de apartar la mirada, incómodo.

Thalos había decidido entrar duro a pesar de las advertencias de Arleen. Continuó acercándose a la rubia.-No lo ha hecho, ha sido el personal del hospital.-Soltó bastante pasota pasando de largo para ir hasta una silla dejándose caer.-Los gritos no están muy bien vistos por aquí.-Añadió a lo de no hacer nada y miró a todos encogiendo los hombros.

Pasó la vista de Thalos a la rubia en su breve conversación y se incorporó aún sentado en la silla recuperando una postura menos tirada. Suspiró soltando aire por la boca y negó a la chica.-De nada en realidad pero los de Ouroboros dicen que sois peligrosos, antimuggles, ya sabes...-Explicó gesticulando algo con las manos.-Y en Londres hemos tenido ciertos ataques de magos de capa roja contra muggles así que pretendemos aprovechar este supuesto ataque que ...-Hizo una mueca mirando al peliblanco y luego a la rubia.-Parece más un asunto personal que podéis resolver en cualquier otro lado sin gritar, para preguntar si puedes tener idea de quiénes son esos Magos rojos malos que matan muggles.-Soltó todo del tirón y sí, estaba definitivamente en plan me la suda todo bastante.

Alzó una ceja mirando a Thalos.-¿No es así?

Seguía dolido con ella, sin duda, pero el hecho de escucharla decir que hubiese querido ayudarle en Roma suponía un ligero cambio en su percepción hacia ella. Vale, no había sido algo acordado entre ellos, sino del loco de su hermano. Aún así todo lo que sucedió le había vuelto más paranoico y le había acarreado grandes problemas.  - Nadie me ha dicho nada de ti, es lo que he deducido yo. Y sí, puede que sea una lástima porque tal vez podríamos haberlo pasado bien juntos, pero el entorno que tienes alrededor lo pudre todo. Aunque no fuese un montaje vuestro...no te vi enfrentarte a él, y seguro que vuestra relación siguió como si nada después de eso. - pero claro, eran hermanos y seguramente algo más. Nunca iba a ir contra su rubísimo hermano. Soltó un bah por lo bajo mientras se levantaba de la silla, sobresaltándose después un poco por la aparición de Thalos. Eso de que le diera la razón con los animales le gustó, si se presentaba a elecciones lo votaría  a él por el partido animalista.

- Yo no los he llamado. - replicó rápidamente Thoren a la acusación de Shyvanna, aunque al parecer eran los del hospital los que se estaban quejando de jaleo. Todo por cuatro gritos. - Ya me iba. - no quería saber nada de interrogatorios, que al parecer iban para ella. Historias de Londres. Seguro que Yaroslav sabía más. - Ah, tú eres el de los calambrazos. - comentó al acordarse de Gelion, al que su hermano había tenido un tiempo atrapado. Le iría con el chisme después.  - Ya no tengo nada que hablar con ella, ni sé nada de los magos que habláis. Así que me largo.- se detuvo un momento al lado de Shyvanna, dedicándole una última mirada como si se pensase el decirle algo más o no. Al final optó por el silencio, abandonando la entrada del hospital.

¿Que por qué tenía que responderme?

- Porque te lo estoy pidiendo amablemente.

"no te jode"

Dije con mi mejor y más sarcástica sonrisa, al igual que mi tono. Desvié la mirda a Gelion que...si, a grandes rasgos, resumió a la perfección todo lo que yo tenía que decir.

- Seh. Basicamente.

La analicé de arriba a abajo, con los brazos cruzados. Miré a Thoren cuando dijo que él se iba ya. Mejor. Dramas de ex-parejas....no los queríamos aqui. Que se fueran al puto campo. Levanté una ceja por lo de "el de los calambrazos" pensando a qué se podia referir y...cai unos segundos despues, lo cual provocó que se me escapara una breve carcajada nasal. Thoren hizo su salida y aquello nos dejó a solas con Shyvanna. No había mucho más que decir, salvo esperar que colaborase...pacíficamente.

¿Usa sodoma? Éxito sí, fallo no.

El miembro 'Shyvanna Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

-¿Qué?- Le dolió aún más que le dijera que lo había deducido él del poco tiempo que habían pasado juntos. Fue casi un golpe físico. Shyvanna sabía que no era buena, tampoco se daba golpes de pecho diciendo que era la mujer más digna y valerosa pero no disfrutaba de torturas físicas, de hacer daño porque sí…Que lo dijera Sofía. La había secuestrado y le había prendido fuego a sus pies…pero a ella nunca le había hecho nada. Cada palabra que salía de su boca dolía más  y cuando le acusó de no enfrentarte a él explotó -No tienes ni puta idea… ¡Estaba enfocada en ayudarte porque lo que te hizo no podía absorberlo porque no tengo un MALDITO PENE ENTRE LAS PIERNAS! ¡NO PODÍA CURARTE, THOREN! ¡Estaba histérica!- Le gritó un poco fuera de sus cabales. Había hecho lo posible por ayudarle y al final ella era la mala…

Porque ellos siempre eran los malos.
Le dieron unas terribles ganas de llorar  y de quemarlos a todos.

La llegada de Thalos y Gelion sirvió para neutralizar un poco el ambiente y el relato de Gelion hizo que lo mirara mal. Miró alrededor mirando a algunas personas observando lo que sucedía y los dedos de la mano le temblaron un instante mientras contenía el deseo de explotar un par de corazones.

“No conocéis el puto miedo,  imbéciles. Sensibles ineptos que se quejan de un par de gritos. Tendrían que verme en forma draconiana, se cagaran en los putos pantalones”

Thoren se incorporó y Shyvanna volvió su atención a él con sentimientos confusos pero no pudo decirle nada porque Gelion se puso con historias -Y ellos son unos putos racistas que no perdonan el pasado ¿Me veis hablando maldita peste de ellos?- Preguntó alzando la barbilla con un gesto molesto -Oh, usan rojo ¿En serio? ¡Qué maravilla! ¿Y los de Ouroboros vincularon esas capas rojas como capas Pendragon? Increíble…- Puso los ojos en blanco con un gesto de hastío -No queremos una mierda con Inglaterra de momento, tenemos cosas más importantes como por ejemplo: SALVAROS EL CULO DEL VELO DE LA MUERTE QUE SE VA A COMER TODA ESTA PUTA MIERDA- Espetó en voz alta mientras agitaba las manos violentamente -Nuestros ejércitos están lejos de aquí, lejos de Ouroboros y Ávalon y su monstruosidad para preservar sus vidas. He estado incluso moviendo a mis dragones de Irlanda. ¿Crees que tenemos tiempo de prestarle atención a vuestra puta ciudad cuando en nada estará en el ojo del huracán? Prf. Que creído os lo tenéis-

Tomó una pausa cuando Thoren se puso a su lado y volvió la mirada hacia él con un gesto enigmático y guardó silencio después que se fue, volviéndose para mirarlo irse con una horrible sensación en el cuerpo. Esperó a que desapareciera para hablar -¿Sabéis esa sensación de que estás perdiendo una oportunidad de algo increíble? Y es…como que lo alcanzaste pero no logras engancharlo, como que se te escapa como arena entre los dedos?- Se cruzó de brazos mientras cerraba los ojos  y respiraba profundo.

¿Y si lo perseguía? ¿Y si lo acosaba? Se mordió el labio con fuerza mientras se clavaba las uñas en los brazos. No, no podía ser rechazada de nuevo. No le apetecía ser rechazada de nuevo.

No tenía porqué ser rechazada.

Relajó los brazos  y el cuerpo lentamente mientras canalizaba su magia hacia el rubí de sodoma que estaba engarzado en un brazalete que llevaba puesto y se giraba hacia los Draven. Por un momento iba a elegir pero ¿Por qué? ¿El sodoma serviría para dos? Hmm, sería cuestión de probar.

Caminó hasta sentarse en la silla de Gelion que parecía el más pasota y, además, al que le había echado el ojo en aquella fiesta de Ouroboros. Que nadie le preguntara qué llevaba puesto…no lo recordaba. ¿Pero posibles líos? Por supuesto, podía enumerarlos. Empezando por el insufrible de Johas. Tenía toda la pinta de buen follador igual que el castaño. Pero con el castaño había historia de aquella misión… Un intercambio de palabras al final de esta sobre el farol de SAM ¿Verdad? Era algo así -¿Quieren que les muestre cuán tolerante soy con los humanos?- Le preguntó a Gelion con una sonrisa ladina -Puedes mirar o participar, como veas- Dijo hacia Thalos mirándolo por encima del hombro.

Sodoma 1/8

Al escuchar las quejas y explicaciones de la rubia volvió a encoger los hombros con una media sonrisa.-Bueno todos tenemos mierda para pensar de los demás ¿Qué quieres que te diga? Nosotros solo respondemos la llamada.-Luego se puso irónica. Gelion miró a Thalos alzando ambas cejas y volvió a posar la vista en la rubia que parecía cabrearse más y más.-A ver, no te voy a engañar, en realidad hemos sido nosotros. Pero tenemos una puta mierda de grupos que se odian entre sí.-Se llevó una mano al pecho.-Ni siquiera os conozco, solo hemos venido a preguntar porque no tenemos ni puta idea de quienes son y tampoco conocemos a vuestros aliados.-Comentó con total sinceridad.

El "de momento" se quedó apuntado en su mente pero lo otro de un velo de la muerte hizo que Gelion arrugase el gesto mirando a su hermano primero para después hacer un movimiento con las manos interrogativo.-¿Que velo?¿Que hablas de la muerte?-Los putos magos otra vez estaban rompiendo el mundo. ¿De qué iba la cosa?¿Cada turno se encargaba una raza de matar al mundo? Luego siguió explicándose y Gelion agitó la mano como indicando que le importaba una mierda.-Explica lo del velo ese.

Pero la rubia pareció irse a otro tema completamente distinto cuando interino el peliblanco. Al que además Gelion dedicó una mirada bastante sombría cuando le reconoció como el de los calambres. Estaba claro que ese no era el tipo que le había tenido encerrado y sin embargo su parecido le hizo pensar en lo borroso y traumático de aquellos recuerdos sumiéndose por unos minutos en los mismos, como ido.

Tantos que para cuando volvió en sí tenía a la rubia encima. Primero la miró extrañado y separó las manos mirando a Thalos raramente. ¿Qué coño hacía la rubia? Aunque de pronto algo hizo clic en su cabeza y las manos se acercaron de tal manera que una agarró el muslo de la mujer por la cara interna mientras le daba un repaso con la mirada y gruñía por lo bajo. Estaba putísimamente tremenda ¿no?-Podría interesarme, sí.-Afirmó ignorando por completo todo lo demás, agitando la otra mano en dirección a Thalos sin mirarle.-El tiene otros asuntos.

El teléfono de Thalos comienza a sonar...

Intercambié el mismo tipo de mirada escéptica con Gelion cuando ella acusó a los de Ouroboros de darnos esa información sobre los capas rojas. Él le respondió sencillo y directo, muy pasota. Bien, me gustaba ese estilo. Mi ceño se frunció al igual que el de él por ese "de momento"...

- Ni de momento ni nunca, rubia. - gritó. Velo de la muerte? Eso me preocupó pero no perdí el maldito temple. Hice un gesto molesto metiendo mi dedo en el oido como si me hubiese perforado el timpano con sus gritos. - Así que salvarnos el culo del puto velo de la muerte. Genial, gracias. Porque la ultima vez que recuerdo verte, era yo quien arrastraba tu patético culo y el de tu enorme hermano Pendragon fuera del núcleo de antimagia despues de que Sam os redujese a nada.

Sí, sabía lo que era el velo de la muerte, una cosa muy chunga que daba mucho miedo pero que en realidad, no deberia estar aqui cerca, ni... ser una amenza.... segun tenia entendido era un arco que tenian los magos custodiado porque al cruzarlo, te ibas al otro barrio.

- Luego te explico lo que es el velo de la muerte, Gelion. - dije, mientras saque mi movil porque el cabron hijoputa no habia parado de vibrar desde hacia un rato. El primer mensaje era uno de Rena con una lista demasiado larga sobre cosas que debia hacer para relajarme. Ignoré la lista y respondí a lo importante. Luego mandé otro mensaje a Yvonne y lei el mensaje de Johan... entendiendo que para lo importante, seguiriamos comunicandonos. Y en parte me alegré, y me confirmó lo que decia Shyvanna.

- A Johan le ha llegado información similar por otro cauce, Gelion. Me acaba de informar. Debe ser algo veraz. - respondí a Johan mientras Shyvanna divagaba, fijandome en que Gelion parecía ausente y cansado de pronto. Dejé el movil en mi mano y observé a Shyvanna que se habia ido a sentar con mi hermano.
- Cuéntanos mas de ese "velo", anda.... - pero cambió de tema rapidisimamente, sentandose en la silla de Gelion que me miró puto extrañado, al igual que yo a él. Iba a reirme y a decirle que había ligado con la rubia Pendragon, cuando ella insinuó eso y de pronto la actitud de él hacia ella cambió drásticamente, y empezó a meterle mano. Entrecerré la mirada muy extrañado, reconociendo como sospechoso ese repentino cambio de actitud en él. Como por arte de magia. Además noté que incluso yo me excitaba levemente por aquella proposición de ella... Di un par de pasos hacia atrás, funcionaba en rango de distancia? Daba igual, algo que solía funcionarme muy bien era el dolor. Saqué de mi cinturon un pequeño cuchillo y lo abrí, agarrando el filo dentro del puño cerrado, hasta cortarme en la palma de la mano y hacerme daño. Asi dejaría de pensar con la polla.

El movil, el puto movil otra vez. Con la mano que no estaba apretando el cuchillo lo descolgué al ver que era Arleen porque era raro que llamase y.... sin querer la camara de videollamada no me apuntaba a mi, si no al frente.

- Te llamo luego, Arleen. Ahora mismo estoy liado. - le colgué y guardé el telefono, yendo hacia Gelion para cogerlo con la mano libre del brazo y apartarlo de Shyvanna. - No, tú tienes una reunión con los del Culto, no te vas a quedar a follar y tú...tú para lo que sea que estás haciendo. - eso ultimo lo dije mirando a Shyvanna mientras trataba de apartar a Gelion de ahí.

“Aliados… Querrás decir vasallos. ¿Quien tiene aliados cuando puede tener súbditos?” -Shyvanna- Le corrigió a Thalos cuando la llamó rubia, bajó la vista al uniforme -Draven- Espetó con molestia y al escuchar aquello de la misión arqueó la ceja mientras sonreía -¿Y te acuerdas por qué acabé así? Porque nadie tuvo los huevos de proteger al androide. Ah… ¿Y sabes qué? Una mierda teníamos que ver con la cagada que os habíais mandado.

“Si es que estábamos mejor en Ávalon, a la mierda todos estos tipos”

-¿Qué quieres que te explique? Lo tocas, te mueres. Y avanza hacia aquí… Venía a buscar a Oscurus para salvarle la vida. Obviamente- Soltó un “duh” después. Y el puto Thalos siguió con lo de que “debe ser veraz”. Shyvanna le miró irritada ya, por qué iba a mentirles? -Por Arturo…Si es que ni puta idea tenéis de mí y vais directo a juzgarme - Y encima quería más información. Alzó la barbilla mirando a Thalos con seriedad -¿Para qué? ¿Para que la cotejes con la de Johan? Da igual lo que te diga, no vas a creerme nada-

“Igual que Ben… Ah, coño, Ben. Ben y Lykaios…y su gente”, hizo una mueca como que se acordó de algo y se centró en crear un patronus que envió inmediatamente al capitán de la Brigada y al pelirrojo para que no se pusiera celoso. Esperaba que su encuentro con el capitán … Draven también. ¿Eran hermanos? Interesante. No le resultara tampoco en un ataque de celos por parte de los otros

-Excelente- Le respondió a Gelion subiendo una mano por su pecho para colocarla en su nuca y… ser interrumpida por Thalos, de quien había percibido la sangre. ¿Sería imbécil? -¡Estás empezando a joderme la paciencia!- Le espetó a Thalos girando la cabeza hacia él bruscamente. Sus ojos azules mutaron rápidamente y sus pupilas se extendieron creando una línea vertical, alargó la mano y le cogió de los cojones con fuerza sobrehumana -No sigas interrumpiendo. Si no vas a participar, lárgate por donde has venido. Te lo devolveré en una pieza e irá a su reunión del culto- Sonrió abiertamente pero después…después notó la sangre y miró hacia su mano libre, al cuchillo y luego a él.

“Dolor… estás centradito…Míralo qué mono”, empezó por detener el sangrado y luego absorbió lentamente la herida -Eso no te va a funcionar conmigo-.

- Claro que me acuerdo. Porque en los nucleos de antimagia, lo mejor que podiais hacer unos magos trasnochados como vosotros, era servir de escudo humano. - respuesta con sonrisilla maligna incluida, la diplomacia no era lo mio, pero me daba igual. Llevaba el caos en la sangre y la mala baba por bandera.

"ademas, la cagada se la mandaron los de la Alianza, los renegados estuvimos ahi para limpiar el puto desastre....y Ouroboros y vuestros dragoniles culos tambien porque os caisteis al suelo como moscas, no por otra cosa"

Pero me callé, porque una vez sacada la mala hostia dar vueltas sobre lo mismo era como rascar en vacío.

- Es que no sé por qué debería creerte sin más. - evidentemente, por supuesto que iba a cotejar informaciones con gente de confianza. Rodé la mirada porque el baboso de mi hermano pues...eso, y yo estaba cortandome la mano a saco pero como que eso no iba a ser suficiente dentro de poco, lo podía notar en mi entrepierna. Tiré de Gelion al tiempo que ella se indignaba, me miró con esos ojos de bicho raro reptiliano porque...sí, sin duda ese cambio de actitud en Gelion debía deberse a...magia.

"no en mi turno perra"

Ah, mis huevos. Casi los oi romperse cuando los estrujó. Me recorrió un dolor sobrehumano de arriba a abajo del cuerpo y me quejé, vaya si me quejé! hasta caí hacia delante.

- hijadeputa... - eso habia sido un golpe bajo. Mientras me recomponía o lo intentaba, de ese dolor, ni consciente fui de lo que le hizo a mi herida de la mano, eso ya habia pasado a un segundo plano porque el dolor excruciante e inmediato de unos huevos chafados es mucho peor.

Pero hubo algo más, algo que me cruzó los cables, una idea, quizá. Asi que lancé mi siguiente y ultimo movimiento, casi arrodillado sobre una de las sillas de la sala de espera... mientras Shyvanna se prometia un festin a si misma con Gelion.

"no, es mi hermano, y ningun mago más se va a llevar a un hermano mio"

- Te lo he dicho...

Saqué del cinturon un "cargador" muy especial que llevaba a mano, parecía una pluma de adrenalina o insulina pero en realidad contenía horror mágico, y se lo inyecté todito a Shyvanna en su hermoso muslo.

- Te lo he dicho. Te lo he advertido. Te dije que parases.

Sería instantáneo, si seguia usando su magia empezaría a retorcerse de dolor y en el momento que se detuviera podría simplemente esposarla y escoltarla fuera de alli en un discreto vehículo que saldría de las mismas tripas del hospital.

-Estás muy equivocado- Porque ella podría ser todo lo sanadora que fuera, podía ser una diestra bruja cuando quería pero no era una inútil físicamente como otras brujas que había conocido. Catherine sin ir muy lejos. Shyvanna sabía dónde y cuándo golpear. Había entrenado con armas y también domesticado dragones así que Thalos no podía usar esa carta para herir su orgullo. Sí, quizás no tanto como un humano que carecía de herramientas mágicas…pero algo sabía.

-¿Por qué debería mentirte sin más?- Le respondió de vuelta con una mueca de hastío. Puta gente y putos juicios. Debería mentir más a menudo, a veces ni siquiera sus hermanos le creían. ¿Qué más daba entonces? Si ya era indigna. Aquello la hizo parpadear un segundo, como si algo hiciera clic. ¿A quién le estaba rindiendo cuentas exactamente? Sus padres. No. El Sanguis Ligno. BIG NO. ¿La Dama? YA era indigna. A tomar por culo todo el mundo, se acabaron las cargas morales. Ya no le importaba nada.

Quizás por ello disfrutó más de lo que debería la forma en la que Thalos se retorció por su maniobra -No, la puta soy yo- Le dijo con total sinceridad y una rara sensación: NADA de culpa. Nunca se había arrepentido de sus encuentros pero una parte muy muy muy muy muy íntima de ella no dejaba de pensar en el “canon” de dama Pendragon, ese que Gwen mantenía tan bien. ¿Ahora? Le importaba una mierda.

Dejó de mirar al moreno -grave error- para centrarse en Gelion e inclinarse hacia él con la pura intención de tomar sus labios y explorar libremente; cuando el maldito de Thalos le clavó algo en la pierna recitándole cosas. Shyvanna frunció el ceño y giró la vista hacia él -¿Que…- La pregunta se quedó en el aire cuando sintió el primer ramalazo de dolor, luego el segundo… Su mirada se intensificó mientras observaba a Thalos un instante antes de soltar una risita oscura -Pervertido- El dolor empezó a intensificarse y Shyvanna no sabía bien a qué se debía. ¿Por qué le recorría todo el cuerpo? Cogió la mano de Thalos y la separó de sí misma igual que la cosa que le había inyectado. ¿Sería veneno? Eso no podía purgarlo rápidamente… Ixión le había enseñado cosas, había probado sus límites pero aquel dolor…

Sus ojos volvieron a la normalidad y notó algo de mejoría pero luego otro ramalazo de dolor la recorrió. Emitió un gruñido bajo mientras se incorporaba y alejaba de ambos -¿Que parara de estar cañón? ¿De ponerte caliente porque hace rato que no mojas? Imbécil, se os nota en la cara y en el cuerpo lo mal foll…- Soltó otro gruñido y tiró hacia un lado la mierda que le había inyectado mientras temblaba, tratando de soportar el dolor y fallando catastróficamente. Se supone que podía hacerlo… Su cuerpo sabía hacerlo, después de grandes curaciones tenía que soportar días recluida mientras se recuperaba y su piel ardía ante el contacto de las cosas más suaves.

Las rodillas empezaron a fallarle y de sus labios salió un gemido que lejos estaba de los que quería soltar. Cayó al piso hacia delante y puso las manos para no estampar su precioso rostro. Miró hacia el brazalete un momento y pareció comprender las palabras de Thalos. Detuvo la magia que estaba emitiendo hacia el rubí de sodoma y notó una mejoría casi instantánea. Alzó la vista hacia el capitán Draven con un gesto vengativo que no distaba del que tendría cualquier psicópata en un mundo como el que vivían -Esto te dolerá- Alzó la mano con los dedos extendidos antes de cerrarla en un puño y, sabiendo bien que estaba por jugarse la consciencia, se concentró en la sangre de Thalos para hacer explotar su corazón… pero no llegó a tanto, el flujo de magia fue tan brusco como la reacción del horror mágico y acabó desmayada en el piso antes de conseguir su objetivo.

Tras eso, los Draven se llevaron a la señorita Pendragon a la base militar.

El miembro 'Shyvanna Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (10)' :

Con el área despejada y el autómata a su lado con las herramientas, Arleen creyó que aquello sería pan comido aunque seguramente le llevará horas. Ilusa muchacha.  Las instrucciones eran claras y aunque Arleen las estaba siguiendo había algo que no terminaba de funcionar.

En un punto, se incorporó y soltó un exagerado suspiro mientras tiraba las herramientas al piso y se alejaba un par de pasos para observar el aparato. Lo recorrió con la mirada mientras sacaba un pañuelo de su bolsillo y se limpiaba el sudor. Miró al autómata con una mueca en los labios -¿Alguna idea?- Inquirió pensando que sería muy raro escuchar sus pensamientos o ideas reales.

El autómata por el momento de limitó a volver a leer las instrucciones lo que desanimó a la morena. Pensó que podría probar su nueva magia aunque no entendía muy bien cómo ejecutarla. Extendió una mano hacia el generador y simplemente le preguntó qué le pasaba.

No recibió respuesta alguna.

Volvió a respirar profundo mientras se guardaba el pañuelo y chequeaba el generador y las instrucciones. Estaba todo en sitio -…que… dime qué te pasa- susurró sentándose frente a él con las manos en las rodillas y acumulando parte de su falda entre sus piernas. Se quedó en silencio, pensando y luego puso una mano de forma tentativa sobre el aparato y volvió a hacer la pregunta. Al hacerlo pareció que la respuesta llegó a su cabeza casi de inmediato pero supo que no era ella si no la máquina y sonrió para sí misma.

"Ok…me pongo en ello"

Evidentemente, ponerse con ello no significaba lograrlo a la primera y aunque tuvo que lidiar de nuevo con esos horribles sentimientos que le dejaba el fracaso logró salir adelante y tras una larga jornada de trabajo acabó arreglando todo lo que Gio había dañado. Después de eso se fue a su nueva casa.



Dificultad? 10 mucha

El miembro 'Arleen Royden' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (10)' :

El portal se abrió directamente en las urgencias del hospital londinense, el único sitio en el que pensó que podrían atenderla en condiciones si algo se torcía. No se la iba a jugar quedándose en Italia, incluso si la amenaza del velo estaba avanzando. Confiaba en que todo fuese rápido y en unas pocas horas pudiesen regresar a lugar seguro. Fue a cerrar el portal cuando se dio cuenta de que las hadas le habían seguido y ya comenzaban a materializarse de nuevo a partir de las brumas. Aquello le pareció de lo más extraño, pero no tenía tiempo para preguntarles por qué demonios les seguían. Al menos se quedaron allí silenciosas y quietas en la zona de la entrada.

"¿no se fían del pacto o qué? ¿van a quedarse ahí todo el rato?"

Ayudó a Catherine a sentarse en una silla de ruedas que le sacaron en cuanto los vieron aparecer, dirigiéndoles hacia la zona de boxes mientras les hacían bastantes preguntas al respecto como cuánto tiempo llevaba con contracciones y de cuánto estaba. Para colmo la niña se había puesto a llorar con el ajetreo, y todo empezaba a ser caótico. - No, no se ha adelantado, es algo...peculiar. - ¿cómo se llamaba la doctora que la había visto, aquella peliazul? que le preguntasen a esa. Cambió a Aelin de posición para ver si así se calmaba, consiguiéndolo a medias. Escuchó a los médicos cuchichear datos que no entendía muy bien mientras le quitaban la ropa normal y la ponían en la camilla para colocarle los aparatos de monitorización . El corazón le sonó bastante acelerado, pero tal vez sólo era su impresión. Con la mano libre buscó la de Catherine para apretarla, esperando que les dijeran algo.

Estaba escuchando todo pero la situación le parecía de lo más surrealista. Cuando se sentó en la silla de ruedas y vio que las hadas le seguían, Catherine miró a Wthyr y empezó a reírse. Le duró poco… Muy poco, la risa empezó a convertirse en llanto cuando se dio cuenta de que iba a pasar otra vez por un parto complicado, con un embarazo raro, rodeada de gente extraña otra vez…No quería vivir ese momento, no quería ser ella ahora mismo.

Aelin había empeza a llorar por el ajetreo y Catherine deseó poder tenerla en brazos  y calmarla, protegerla pero era imposible. Estaban empezando a cambiarla y hacerle preguntas que no tardó demasiado en contestar. Aparentemente aún le quedaba algo de tiempo para empezar con el trabajo de parto en sí y le ofrecieron algo “nuevo” que nunca le habían ofrecido en los otros partos. Aparentemente era una poción que apaciguaba el dolor de las contracciones y Catherine asintió. No tardaron en darle la poción  y al beberla, la bruja empezó a notar cierta tolerancia al dolor.

Al recibir la mano de Wthyr le miró a los ojos con un puchero -No sé si puedo hacer esto- Expresó con inseguridad. Tenía cansancio acumulado y se sentía débil, tal vez demasiado. Aelin parecía haberse calmado un poco y Catherine aprovechó para acariciarle un poco el pelo mientras las hadas le rodeaban. Aparentemente, el personal estaba intentando quitárselas de encima sin ningún tipo de éxito. Ellas sólo vocalizaban algo, una melodía que le quería sonar pero no acababa de ubicarla. Cerró los ojos un momento y se llevó la mano de Wthyr a la mejilla, apretándole contra ella -Prométeme que tendremos tiempo…Necesito tiempo. Nuestros hijos necesitan tiempo con nosotros- Quizás con tiempo y paz realmente podía lidiar con cuatro hijos. Cuatro. Negó con la cabeza lentamente -Es mucho…es demasiado- Pensó que le había dado algo de contexto a Wthyr para entonces, pero no.

Los medimagos empezaron a ponerle más goteros, discutiendo algunos temas con algo de nerviosismo tras recibir las analíticas. Habían accedido al informe y sabían de la situación especial de aquel embarazo pero les preocupaba más el estado actual de la madre.  

La música, era hermosa. ¿Podía dormirse? Quizás si podía. Se dio cuenta poco después que no, pero si se estaba relajando. Aún podía percibir las contracciones pero no dolían era…Hizo un leve puchero. Era el parto más tranquilo que había tenido. Quizás su hijo sabía lo mucho que le había sufrido durante el embarazo e intentaba compensarlo. Catherine soltó a Wthyr para llevar las manos a su vientre sin ser ni mínimamente consciente de cómo las luces se atenuaban una a una hasta apagarse completamente debido al aura de oscuridad que estaba desplegando.

Catherine respiraba con suavidad, conectándose con la energía que fluía a través de ella y del vínculo que compartía con su hijo por nacer. Sus manos acariciaban su vientre con ternura mientras las sombras danzaban al ritmo de su respiración, formando patrones intrincados en el aire. El sonido suave de una melodía antigua, susurrada en un idioma olvidado, continuaba llenando la habitación, tejiendo un hilo invisible de magia en el aire. Las sombras comenzaron a converger alrededor de Catherine, formando un círculo protector y amoroso mientras lentamente una serie de luces plateadas iluminaron la habitación, cada una de aquellas esferas era sostenida por una de las hadas.

No sabía lo que estaba haciendo ni lo que estaba sucediendo, sólo lo que sentía y eso era paz, una calma que hace meses le había sido robada. Oyó la voz preocupada de Why y cogió su mano para atraerla a su vientre y que de alguna manera fuera parte de lo que sea que estaba haciendo, que sintiera que no había peligro.

De las crípticas luces que las hadas sostenía se iluminaron runas que poco a poco hicieron visible el hilo de magia que convergía en las sombras de Catherine. El cántico, para horror de los medimagos que no tenían ni idea de lo que estaba pasando e intentaban arreglar las máquinas que se encendían y apagaban constantemente, aumentó su volumen progresivamente mientras las sombras envolvían enteramente a Catherine.

El clímax de la canción llegó con la mención de una palabra de la que Catherine desconocía el significado  y las runas se encendieron un momento más antes de desaparecer en pequeñas explosiones de luz que empezaron a reunirse en un punto de aquel capullo de sombras. Con cada toque de aquellas brillantes estelas, las sombras se disipaban para mostrar a la bruja con un bebé, envuelto en una manta oscura tejida con hilos de magia ancestral,  en sus brazos. El bebé dormía plácidamente, su respiración tranquila y serena para sorpresa de todos.

Catherine sonrió con gratitud mientras acunaba a su hijo. El ritual, que no conocía de nada pero para el que había sido guiada, había traído a su hijo al mundo en un ambiente de paz y conexión profunda. La magia había tejido un vínculo entre ellos que trascendería el tiempo y el espacio. La bruja alzó la vista hacia Wthyr con sorpresa, sí, pero también con una extraña felicidad y paz.

El momento apenas duró un instante y fue roto la aguda voz de una de las hadas que rompió el círculo para acercarse a ellos.

-La oscuridad abrazará al recién nacido con su velo.
Desde su cuna, su mirada será como un abismo.

El fuego del dragón arderá en sus venas,
Un legado antiguo que ningún ser humano ostenta.

Con escamas de ébano y ojos de fuego, serán su séquito.
La tierra temblará bajo el poder de sus alas,
Y en sus rugidos, se forjarán leyendas aclamadas.

La sangre real y mágica que fluye en su ser,
Puede ser su salvación o su caída en la oscuridad cruel-

Catherine abrazó al bebé con más fuerza mientras los patitiesos de los medimagos presenciaban todo sin dar un ápice de crédito a nada. Lentamente, la bruja disipó las sombras que les rodeaban y las luces volvieron a encenderse para iluminar a los allí presentes -Gracias- Fue lo único que dijo, tanto por el ritual como por la horrible profecía que acababan de darle a su hijo -Necesitamos… un momento de privacidad, por favor…- Susurró esperando que las hadas se retiraran pero…No lo hicieron. O no realmente, simplemente volvieron a la bruma que se mantuvo un poco más alejada de ellos pero a la que podían seguir contemplando.

D1: ¿Pierde la conciencia? Éxito no.
D2: Nivel de chunguez.

El miembro 'Catherine Le Fay' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Probabilidad' :


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#2 'Dado (20)' :

No podía estar más de los nervios en ese momento, aunque tratase de disimularlo para darle confianza. Al menos con aquello de la poción pareció amainar el dolor, no parecía sufrir tanto. - Puedes, si lo conseguiste la vez anterior con todo en contra, esta vez no será menos. - lo que sucedió en el templo con el estanque de sangre sí que había sido casi situación de vida o muerte, así que tenía que recordarse aquello para saber que había superado momentos peores. Una de las enfermeras le ofreció coger a la niña que tenía en brazos para dejarle más libre, pero quedándose allí en el mismo espacio para que la madre no se preocupase por ella.

A partir de ese instante todo comenzó a ser desconcertante, a convertirse en una especie de ritual mágico en el que Catherine parecía estar controlando sus sombras con bastante calma. Los médicos parecían estar tan confusos como él. El sonido envolvente de la melodía y la participación de las hadas con aquellas esferas luminosas le hizo ponerse alerta. - Deberíamos echarlas ¿Esto es cosa de ellas? - preguntó, pero Catherine parecía demasiado concentrada en lo que estaba haciendo. Dejó que guiase su mano hacia el vientre, asombrándose de la tranquilidad con la que estaba transcurriendo todo. Lo que terminó por dejarlo alucinado fue cuando el capullo de sombras la envolvió para hacer que pocos segundos después el bebé apareciese en sus brazos como por arte de magia. Tardó unos segundos en reaccionar sin poder creerse lo que estaba viendo. ¿Así de fácil? Se acercó más para contemplar al pequeño, para ver que era real y estaba bien. - ¿Está bien? ¿Cómo lo has...? - todo había sido perfecto finalmente. La interrupción de las hadas le estropeó el momento, le pareció hasta una amenaza y no tardó en rodear a Catherine por los hombros para protegerlos. Aquellas palabras tenían algún punto de similitud con lo que habían dicho a Zephyr, pero sonaba casi peor.

La nariz comenzó a sangrarle de manera repentina y sin ninguna explicación, cosa que le hizo fruncir el ceño extrañado al menos hasta que vio lo que sucedía con las gotas que habían caído al suelo. Era un modo de comunicarse que usaba Cedric en casos de emergencia. La sangre se movió de tal manera que formó las palabras "Lake" y "Stonehenge", indicando claramente que algo grave estaba pasando allí con su hermana. - Algo va mal con mis hermanos... - murmuró mientras se limpiaba un poco con el dorso de la mano. Odiaba tener que marcharse justo en ese momento en el que acababa de nacer su hijo, tener que irse sin ni siquiera poder disfrutar del momento como se merecía. No iba a dejarla allí de todos modos, cerca de las hadas y en el peligroso Londres, debía llevarla a casa y avisar a la elfa. - Tengo que ir a ver qué sucede. Cedric no usaría esta forma de comunicación si no fuese imprescindible. Te prometo que volveré pronto y tendremos ese tiempo que queremos. - hizo uso de nuevo de la piedra de los portales, saliendo de allí de nuevo con Catherine, el recién nacido, y Aelin.