Gelion Draven
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A Johan le había respondido a base de miradas chungas y gruñidos. ¿Qué mierda hacía en la base y por qué iba dando órdenes y campando a sus anchas? No quería abandonar la base militar y sin embargo me vi arrastrado hasta el puto hospital.-No...-Murmuré mientras me desplazaban.
Sin embargo el golpe en la cabeza o la pérdida de sangre o a saber qué me habían dejado lento de reflejos. Simplemente escuchaba y hacía gestos extraños, sobre todo por la forma de hablar de Arleen pensando que o era cosa de mi golpe o estaba pedo y también porque quería ir a controlar la situación en la base.
-Hay que asegurar ...la zona del...-Hice un gesto con las manos como queriendo decir ataque dirigiéndome a Yvonne mientras me trasladaba a una camilla.-Y mandar ..médicos.-Para cuando regresó Arleen volví a captar esa forma de hablar y entrecerré los ojos. Continué gruñendo cosas de camino al laboratorio. Entre ellas un "no hay nadie""vino""otra cosa""Thalos""Androides"
Para cuando llegamos simplemente pasé de ella, que aún no me había dicho nada pero suponía que no quería que me incorporase. Lo hice gruñendo y llevando una mano al hierro que tenía clavado.-Luego...-Eso continuaba de un hablamos pero no lo dije y entorné los ojos tirando del hierro después un poco a lo bruto.-¿Vino?-Pregunté señalándola y negué gruñendo llevando los ojos al techo. Puto golpe.
Sin embargo el golpe en la cabeza o la pérdida de sangre o a saber qué me habían dejado lento de reflejos. Simplemente escuchaba y hacía gestos extraños, sobre todo por la forma de hablar de Arleen pensando que o era cosa de mi golpe o estaba pedo y también porque quería ir a controlar la situación en la base.
-Hay que asegurar ...la zona del...-Hice un gesto con las manos como queriendo decir ataque dirigiéndome a Yvonne mientras me trasladaba a una camilla.-Y mandar ..médicos.-Para cuando regresó Arleen volví a captar esa forma de hablar y entrecerré los ojos. Continué gruñendo cosas de camino al laboratorio. Entre ellas un "no hay nadie""vino""otra cosa""Thalos""Androides"
Para cuando llegamos simplemente pasé de ella, que aún no me había dicho nada pero suponía que no quería que me incorporase. Lo hice gruñendo y llevando una mano al hierro que tenía clavado.-Luego...-Eso continuaba de un hablamos pero no lo dije y entorné los ojos tirando del hierro después un poco a lo bruto.-¿Vino?-Pregunté señalándola y negué gruñendo llevando los ojos al techo. Puto golpe.
Sí, había estado escuchando a Gelion mientras hablaba y una parte de ella iba anotando cosas. Médicos, eso quería decir que aún había gente allí mal. Debía trabajar rápido pero…se sentía tan torpe y no era sólo por el alcohol. Era…el terror de recorrer aquellos pasillo solitarios, viendo gente en las sombras y escuchando sonidos que no existían.
-Trabajaré lo más rápido que pueda- Le dijo a Gelion con el ceño fruncido pensando que estaba perdiendo el control de sus nervios con cada segundo que pasaba allí. Se alejó de la camilla para encender las luces y esperó un momento, parada y congelada, mientras veía todo el sitio iluminarse …y esperaba. Esperaba por si alguien venía a atacarla y llevársela, lo hacía con las palmas abiertas tratando de… defenderse, de preparar sus escudos y sus dedos chisporrotearon luz violeta durante un momento hasta que…
El gruñido de Gelion la trajo a tierra -¡No!- Dijo acercándose a él y deteniendo sus manos para luego observarlo cuando mencionó lo del vino. Lo miró de forma culpable pero no respondió -Acostado- Ordenó empujándolo un poco y ahora, con mejor luz se dio cuenta de que el golpe en la cabeza necesitaba mucha más atención. Subió las manos hacia allí concentrándose en la herida y cerró los ojos tratando de dejar de lado la vergüenza que sentía en ese momento por la forma en la que estaba enfrentando su primer día como directora.
Respiró hondo, tratando de enfocarse sólo en su magia y en lo positivo que aún podía hacer con ella pero entonces se dio cuenta de que… no veía nada y abrió los ojos con desespero, girando la cabeza un momento por encima de su hombro sólo para comprobar que seguían solos. Estuvo un rato más concentrada en curarlo pero mirando constantemente la puerta de entrada.
-Bien…Quédate,quedaros quieto…- Dijo mientras se alejaba un poco y pasaba a la parte del panel mirandolo con el ceño fruncido. Conocía ese panel, no era estúpida. Se movió un poco y puso la mano sobre el detector provocando que el panel le saludara con la voz de Giordano y empezara a encenderse. Arleen pidió lo que necesitaba con el comando de voz, recibiendo la confirmación y sonrió brevemente. Necesitaba agradecerle a Giordano, todo. Incluso su voz le relajaba un poco. Podía con eso…Luego…
“Ya veremos”
Se acomodó la bata -Quedaros quieto- Insistió y dejó que la máquina hiciera el procedimiento correspondiente observando entonces la imagen del capitán y reconociendo… muchas más partes robóticas de las que esperaba ver (léase, su rodilla). Arleen frunció el ceño y se acercó a las imágenes para ver si no se lo estaba inventando, incluso le preguntó a la máquina pero en cuanto un pitido apareció para avisarle de los resultados y el nivel de gravedad, la Royden espabiló. Miró el hierro y se le escapó una maldición. No podía curar eso ahí, el costado sí, la cabeza también pero… pero eso…
Se incorporó mientras Gelion salía, mirándolo con cierta gravedad -Tengo que operar- Murmuró -Quieto- Susurró con un gesto preocupado, corriendo la camiseta y el uniforme hacia arriba para ver lo del costado y enfocarse en curar eso -El hierro ha comprometido la arrticulación- Se dio cuenta de cómo arrastró la palabra y se maldijo a sí misma. ¿Estaba preparada para eso? ¿Estaba preparado el hospital? Volvía a entrarle el pánico de sólo pensar en caminar hacia el quirófano ¿Podría operarlo en la base? Pero eso implicaba moverse y ya no tenía portales, tampoco patronus. Por tener no tenía ni su móvil porque…Estaba en una maldita pijama de satén al revés y pantuflas. Miró hacia el techo empezando a decirse mil y una cosas en su cabeza. Ninguna muy positiva.
¿Qué tal la curación de la cabeza?
-Trabajaré lo más rápido que pueda- Le dijo a Gelion con el ceño fruncido pensando que estaba perdiendo el control de sus nervios con cada segundo que pasaba allí. Se alejó de la camilla para encender las luces y esperó un momento, parada y congelada, mientras veía todo el sitio iluminarse …y esperaba. Esperaba por si alguien venía a atacarla y llevársela, lo hacía con las palmas abiertas tratando de… defenderse, de preparar sus escudos y sus dedos chisporrotearon luz violeta durante un momento hasta que…
El gruñido de Gelion la trajo a tierra -¡No!- Dijo acercándose a él y deteniendo sus manos para luego observarlo cuando mencionó lo del vino. Lo miró de forma culpable pero no respondió -Acostado- Ordenó empujándolo un poco y ahora, con mejor luz se dio cuenta de que el golpe en la cabeza necesitaba mucha más atención. Subió las manos hacia allí concentrándose en la herida y cerró los ojos tratando de dejar de lado la vergüenza que sentía en ese momento por la forma en la que estaba enfrentando su primer día como directora.
Respiró hondo, tratando de enfocarse sólo en su magia y en lo positivo que aún podía hacer con ella pero entonces se dio cuenta de que… no veía nada y abrió los ojos con desespero, girando la cabeza un momento por encima de su hombro sólo para comprobar que seguían solos. Estuvo un rato más concentrada en curarlo pero mirando constantemente la puerta de entrada.
-Bien…Quédate,quedaros quieto…- Dijo mientras se alejaba un poco y pasaba a la parte del panel mirandolo con el ceño fruncido. Conocía ese panel, no era estúpida. Se movió un poco y puso la mano sobre el detector provocando que el panel le saludara con la voz de Giordano y empezara a encenderse. Arleen pidió lo que necesitaba con el comando de voz, recibiendo la confirmación y sonrió brevemente. Necesitaba agradecerle a Giordano, todo. Incluso su voz le relajaba un poco. Podía con eso…Luego…
“Ya veremos”
Se acomodó la bata -Quedaros quieto- Insistió y dejó que la máquina hiciera el procedimiento correspondiente observando entonces la imagen del capitán y reconociendo… muchas más partes robóticas de las que esperaba ver (léase, su rodilla). Arleen frunció el ceño y se acercó a las imágenes para ver si no se lo estaba inventando, incluso le preguntó a la máquina pero en cuanto un pitido apareció para avisarle de los resultados y el nivel de gravedad, la Royden espabiló. Miró el hierro y se le escapó una maldición. No podía curar eso ahí, el costado sí, la cabeza también pero… pero eso…
Se incorporó mientras Gelion salía, mirándolo con cierta gravedad -Tengo que operar- Murmuró -Quieto- Susurró con un gesto preocupado, corriendo la camiseta y el uniforme hacia arriba para ver lo del costado y enfocarse en curar eso -El hierro ha comprometido la arrticulación- Se dio cuenta de cómo arrastró la palabra y se maldijo a sí misma. ¿Estaba preparada para eso? ¿Estaba preparado el hospital? Volvía a entrarle el pánico de sólo pensar en caminar hacia el quirófano ¿Podría operarlo en la base? Pero eso implicaba moverse y ya no tenía portales, tampoco patronus. Por tener no tenía ni su móvil porque…Estaba en una maldita pijama de satén al revés y pantuflas. Miró hacia el techo empezando a decirse mil y una cosas en su cabeza. Ninguna muy positiva.
¿Qué tal la curación de la cabeza?
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Gelion Draven
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Hice o más bien traté de hacer un gesto elevando el pulgar en señal de aprobación por eso de trabajar rápido. Sin embargo la mano se quedó a medias y seguramente no se entendió muy bien. Gruñí por su grito, volviendo a hacerlo cuando me empujó a la camilla entornando los ojos.
Me estaba poniendo de los nervios no ser capaz de comunicarme bien, la cabeza continuaba dándome vueltas y era incapaz de coordinar. Así que cuando empezó la curación comencé a sentir alivio y mayor claridad de ideas. La suficiente para captar las miradas paranoicas de la doctora y su pestazo a alcohol mezclado con jabón y perfume. Sin embargo no dije nada.
Llevé una mano a mi cabeza, el aturdimiento había dado paso a dolor, soportable al menos. Gruñí nuevamente cuando repitió que me quedase quieto.-¿Aún?-Estaba tardando mucho en hacer lo que fuese que estaba haciendo. Tras un rato la máquina pitó y me sacó de su interior así que me incorporé hasta los huevos de estar quieto.
Mi mirada hacia Arleen por aquellas noticias sobre la operación fue de desconfianza y aún así la dejé hacer para que observase la herida mientras con la otra mano palpaba en busca de mi radio en el pantalón. Al alcanzarla marqué la frecuencia de mi hermano.-Thalos, me han evacuado al hospital. Hay que mandar refuerzos y unidades médicas a la zona del ataque. ¿Novedades?-Solté el botón de la radio y miré con el ceño fruncido a Arleen.-Llama a los androides técnicos. Necesito algo efectivo y rápido.-Contesté a lo de que me iba a operar, por no decirle que no me fiaba de su estado para hacerlo.
Me estaba poniendo de los nervios no ser capaz de comunicarme bien, la cabeza continuaba dándome vueltas y era incapaz de coordinar. Así que cuando empezó la curación comencé a sentir alivio y mayor claridad de ideas. La suficiente para captar las miradas paranoicas de la doctora y su pestazo a alcohol mezclado con jabón y perfume. Sin embargo no dije nada.
Llevé una mano a mi cabeza, el aturdimiento había dado paso a dolor, soportable al menos. Gruñí nuevamente cuando repitió que me quedase quieto.-¿Aún?-Estaba tardando mucho en hacer lo que fuese que estaba haciendo. Tras un rato la máquina pitó y me sacó de su interior así que me incorporé hasta los huevos de estar quieto.
Mi mirada hacia Arleen por aquellas noticias sobre la operación fue de desconfianza y aún así la dejé hacer para que observase la herida mientras con la otra mano palpaba en busca de mi radio en el pantalón. Al alcanzarla marqué la frecuencia de mi hermano.-Thalos, me han evacuado al hospital. Hay que mandar refuerzos y unidades médicas a la zona del ataque. ¿Novedades?-Solté el botón de la radio y miré con el ceño fruncido a Arleen.-Llama a los androides técnicos. Necesito algo efectivo y rápido.-Contesté a lo de que me iba a operar, por no decirle que no me fiaba de su estado para hacerlo.
Sinceramente, no estaba para lidiar con Gelion malhumorado. Quizás si lo anestesiaba entero podría trabajar en paz. Ese “¿aún?” hizo que lo mirara con seriedad pero luego apartó la mirada para centrarse en otras cosas: Un listado mental de las pociones que iba a necesitar.
Levantó la mirada para observarlo cuando mencionó lo de la operación y aquella mirada… La atravesó de largo a largo de una manera que le sorprendió. Hizo una mueca y se apartó de la camilla, sintiendo una horrible desazón en el cuerpo. Si aquel día podía ir peor, lo haría. La siguiente orden de Gelion hizo que asintiera sin siquiera pensarlo demasiado, se movió fuera donde estaba el panel entero y cogió el teléfono, un aparato muggle con el que ya se había familiarizado y llamó a la base, específicamente al laboratorio.
Explicó la situación mientras enviaba vía email los resultados del examen para que supieran qué traer. Le aseguraron que pronto estarían allí así que a ella poco más le quedaba por hacer.
“Las pociones o moverlo de estación”, se recordó a sí misma, lo que la puso en marcha centrándose en lo profesional y olvidándose de lo sentimental. Volvió donde estaba Gelion para empujar la camilla hacia el lugar desde el cual podrían trabajar los técnicos -Ya vienen- Le dijo mientras detenía la camilla en la habitación contigua. Le echó una mirada de reojo pensando en que debía hacerle otra curación para que los androides se centraran exclusivamente en el brazo, pero primero, pociones.
Abrió una puerta que conectaba la estación de los técnicos con el laboratorio de pociones y fue hasta el armario que no tardó mucho en reconocerla. Cogió una hervolizante, una reabastecedora y un díctamo para terminar de trabajar todo. Volvió sobre sus pasos y las puso frente a él en la camilla para que las tomara mientras se centraba de nuevo en su cabeza, en silencio, para curarle. Cerró los ojos por inercia, pero al hacerlo volvió a sentir que todo le daba vueltas y los horribles flashes al despertar frente a Eámon. Pálida, tragó en seco y abrió los ojos centrándose en el pelo de Gelion.
¿Curación? 9/10 (vamos que le queda nada de nada, curao de la cabeza.. Lo físico (?)
Levantó la mirada para observarlo cuando mencionó lo de la operación y aquella mirada… La atravesó de largo a largo de una manera que le sorprendió. Hizo una mueca y se apartó de la camilla, sintiendo una horrible desazón en el cuerpo. Si aquel día podía ir peor, lo haría. La siguiente orden de Gelion hizo que asintiera sin siquiera pensarlo demasiado, se movió fuera donde estaba el panel entero y cogió el teléfono, un aparato muggle con el que ya se había familiarizado y llamó a la base, específicamente al laboratorio.
Explicó la situación mientras enviaba vía email los resultados del examen para que supieran qué traer. Le aseguraron que pronto estarían allí así que a ella poco más le quedaba por hacer.
“Las pociones o moverlo de estación”, se recordó a sí misma, lo que la puso en marcha centrándose en lo profesional y olvidándose de lo sentimental. Volvió donde estaba Gelion para empujar la camilla hacia el lugar desde el cual podrían trabajar los técnicos -Ya vienen- Le dijo mientras detenía la camilla en la habitación contigua. Le echó una mirada de reojo pensando en que debía hacerle otra curación para que los androides se centraran exclusivamente en el brazo, pero primero, pociones.
Abrió una puerta que conectaba la estación de los técnicos con el laboratorio de pociones y fue hasta el armario que no tardó mucho en reconocerla. Cogió una hervolizante, una reabastecedora y un díctamo para terminar de trabajar todo. Volvió sobre sus pasos y las puso frente a él en la camilla para que las tomara mientras se centraba de nuevo en su cabeza, en silencio, para curarle. Cerró los ojos por inercia, pero al hacerlo volvió a sentir que todo le daba vueltas y los horribles flashes al despertar frente a Eámon. Pálida, tragó en seco y abrió los ojos centrándose en el pelo de Gelion.
¿Curación? 9/10 (vamos que le queda nada de nada, curao de la cabeza.. Lo físico (?)
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Al entrar en el laboratorio de pociones vio a Arleen pasar a la otra habitación y cerrar la puerta. Le preocupaba la muchacha… Chloe no había logrado salir de aquella especie de mutismo y Arleen…Estaba claro que lo llevaba igual de mal. Fue hasta el armario metiendo la clave que le había dado y sacando las pociones. Tenía que centrarse en los demás pero…
Dejó las pociones en una mesita y abrió la puerta con cuidado para luego asomar la cabeza, observándola curar al paciente -¿Arleen?- Inquirió con dulzura mientras empezaba a caminar hacia ellos, mirando al paciente con curiosidad, antes de llegar hacia ella y percibir el nudo de sentimientos que estaba bajo aquella superficie pálida.
“Sé profesional, sé profesional”, porque no podía darle ningún tipo de charlita de superación en ese momento. Anteia se movió al otro lado de la camilla observando la herida del abdomen -Voy a ayudarte aquí, Arleen- Le dijo a la morena y luego miró al caballero con una leve sonrisa -Soy Anteia Malfoy, encantada.- Le saludó cordialmente antes de poner sus manos en la herida del abdomen y centrar su curación allí.
-Arleen… ¿Es complicado lo del hombro? ¿Quieres ayuda?- Preguntó buscando su mirada pero al darse cuenta que no se la respondía, Anteia guardó silencio pensando en cómo proceder. -Menos mal que estaba tu hospital aquí. No sé si Ian y Savannah lo hubiesen logrado sin él. Gracias- Murmuró notando enseguida una fluctuación en su campo sentimental, pero seguía siendo un embrollo. Entrecerró los ojos y miró un momento a Gelion antes de verla a ella -¿Estás herida, Arleen?- Sí, le había repetido su nombre una cantidad insana de veces para que recordara quien era…
Dejó las pociones en una mesita y abrió la puerta con cuidado para luego asomar la cabeza, observándola curar al paciente -¿Arleen?- Inquirió con dulzura mientras empezaba a caminar hacia ellos, mirando al paciente con curiosidad, antes de llegar hacia ella y percibir el nudo de sentimientos que estaba bajo aquella superficie pálida.
“Sé profesional, sé profesional”, porque no podía darle ningún tipo de charlita de superación en ese momento. Anteia se movió al otro lado de la camilla observando la herida del abdomen -Voy a ayudarte aquí, Arleen- Le dijo a la morena y luego miró al caballero con una leve sonrisa -Soy Anteia Malfoy, encantada.- Le saludó cordialmente antes de poner sus manos en la herida del abdomen y centrar su curación allí.
-Arleen… ¿Es complicado lo del hombro? ¿Quieres ayuda?- Preguntó buscando su mirada pero al darse cuenta que no se la respondía, Anteia guardó silencio pensando en cómo proceder. -Menos mal que estaba tu hospital aquí. No sé si Ian y Savannah lo hubiesen logrado sin él. Gracias- Murmuró notando enseguida una fluctuación en su campo sentimental, pero seguía siendo un embrollo. Entrecerró los ojos y miró un momento a Gelion antes de verla a ella -¿Estás herida, Arleen?- Sí, le había repetido su nombre una cantidad insana de veces para que recordara quien era…
Yvonne Euclides
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Había cumplido con todos los propósitos que le había mandado a hacer a Arleen, sobre todo porque era una persona muy entre comillas confiable… Entre muchas comillas y realmente si era confiable, salvo cuando se le volaba la cabeza en el buen sentido de la palabra.
Y también su seño se había fruncido y su confusión se acrecentó mucho porque… Estaban en la entrada y luego no estaban en la entrada porque un pelinegro extraño había salido de quien sabe dónde, el que prácticamente los había corrido como ganado hacia el hospital donde había demasiada gente herida histérica y con mucha fatalidad. Por un momento sus pensamientos se habían trabado. Su capitán estaba herido, y eso era lo más importante de atender ahora. Lo único que pudo hacer ante esa locura fue bufar poco elegantemente.
Otra cuestión que había trabado su mente era lo que dijera el tal pelinegro sobre lios parejiles si no estaba mal, lo que le sonaba mucho a una especie de verdura, por lo que se encontraba ahora ante esos dos mirando del uno al otro sin tacto y vergüenza, entendiendo que lios parejiles era perfectamente eso, líos de pareja. ¿Ellos dos? Hizo una mueca como de no poder creerlo porque el capitán era todo muy duro y ella era muy blanda, no necesariamente refiriéndose al aspecto físico.
-No se preocupe capitán, estará bien. - Alzo la ceja escuchando con atención lo que decía sobre reforzar la seguridad… y enviar médicos, todo entrecortado y a medias, pero si había entendido bien o esperaba haberlo hecho y no confundir las cosas. Ante estas eventualidades podría pasar.
Parecía que Arleen lo tenía todo bajo control, ¿verdad?, salvo por su pijama al revés y su extraño asentó, ¿habría tomado algo?, se relamió los labios antes de abrir la boca y pronunciar lo más obvio que podía ocurrir. - ¿Estas borracha? - Observo con atención que cosas hacia y asistiéndola cuando la necesitaba, ¿Operar? Era bueno y que tal un reajuste, dada la condición de su pierna, se giró para mirar a su alrededor, a la otra mujer de la sala.
Y también su seño se había fruncido y su confusión se acrecentó mucho porque… Estaban en la entrada y luego no estaban en la entrada porque un pelinegro extraño había salido de quien sabe dónde, el que prácticamente los había corrido como ganado hacia el hospital donde había demasiada gente herida histérica y con mucha fatalidad. Por un momento sus pensamientos se habían trabado. Su capitán estaba herido, y eso era lo más importante de atender ahora. Lo único que pudo hacer ante esa locura fue bufar poco elegantemente.
Otra cuestión que había trabado su mente era lo que dijera el tal pelinegro sobre lios parejiles si no estaba mal, lo que le sonaba mucho a una especie de verdura, por lo que se encontraba ahora ante esos dos mirando del uno al otro sin tacto y vergüenza, entendiendo que lios parejiles era perfectamente eso, líos de pareja. ¿Ellos dos? Hizo una mueca como de no poder creerlo porque el capitán era todo muy duro y ella era muy blanda, no necesariamente refiriéndose al aspecto físico.
-No se preocupe capitán, estará bien. - Alzo la ceja escuchando con atención lo que decía sobre reforzar la seguridad… y enviar médicos, todo entrecortado y a medias, pero si había entendido bien o esperaba haberlo hecho y no confundir las cosas. Ante estas eventualidades podría pasar.
Parecía que Arleen lo tenía todo bajo control, ¿verdad?, salvo por su pijama al revés y su extraño asentó, ¿habría tomado algo?, se relamió los labios antes de abrir la boca y pronunciar lo más obvio que podía ocurrir. - ¿Estas borracha? - Observo con atención que cosas hacia y asistiéndola cuando la necesitaba, ¿Operar? Era bueno y que tal un reajuste, dada la condición de su pierna, se giró para mirar a su alrededor, a la otra mujer de la sala.
Gelion Draven
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Para mi sorpresa Arleen no rechistó a mi rechazo sobre su operación. En cualquier otro momento me hubiese esperado una lista de razones por las cuales debía operar, pero no. Se apartó y miré con insistencia la radio que tenía en la mano, esperando noticias de Thalos.-Bien.- Murmuré sin mirarla mientras movía mi camilla.
Alcé la vista cuando se marchó de nuevo estudiando sus movimientos, no parecían demasiado torpes. Cuando volvió dejé la radio a un lado para coger alguna de las pociones.-Deberíamos buscar una manera rápida de evacuar desde la base hacia aquí.-Comenté casualmente bebiendo el líquido mientras ella continuaba curándome, mirándola de reojo. Aguanté el líquido en la boca, con el gesto fruncido cuando perdió el color y abrió los ojos. Gruñí por lo bajo mirando al frente de nuevo mientras tragaba. ¿Era solo por la bebida? No¿verdad?.
Inspiré hondo para hablar de nuevo pero alguien más apareció allí, clavé la mirada en la mujer rubia que se dirigía a nosotros y bajé la vista a la radio a la par que cogía otra poción para tomármela. -Capitán Gelion Draven.-Respondí a la mujer con tono cortés. Sin embargo cuando comenzó a curarme mi cuerpo se tensó. Su magia era diferente de la de la doctora. No es que fuese desagradable pero no estaba acostumbrado.
La mujer entabló conversación con la doctora, agarré la radio mientras las dos me sanaban y mantenía silencio. YVonne también llegó a la sala donde nos encontrábamos. Y entonces las dos le hicieron preguntas. Primero la de si estaba herida, y si me preguntasen a mi...creía que estaba algo rota por dentro¿pero quién no lo estaba? y luego la de si estaba borracha. -¿Podéis centraros en curarme?¿Creéis que estaría aquí si estuviese herida o borracha?-Pregunté con tono molesto, simplemente por desviar la atención. En ese momento sonó la radio.
Thalos Draven escribió:Recibido. Es seguro? Ahora mismo estoy en la zona del ata...no, tú te refieres a Londres, verdad? Acaba de estallar la puerta de la entrada de la base militar, un ataque terrorista con bombas. Hay nueve heridos graves. He pillado a uno de los responsables, lo haré hablar. Dos cazas han salido volando, los has autorizado tú? Porque yo no.
La alcé para escuchar mejor y responder.-Es seguro. ¿Cómo que la puerta ha estallado?-Fruncí el ceño más sin entender nada.-Traslada a los heridos aquí. No... yo no he autorizado nada ¿Qué cazas?-Sin pensarlo me incorporé bajando de la camilla y miré alrededor.-Voy a tratar de conseguir visual de la ciudad. ¿Puedes conseguir la frecuencia de los cazas?-Comuniqué a mi hermano y miré a Arleen.-¿Podéis sacarme el hierro y ponerme un cabestrillo?Ya nos ocuparemos más tarde del brazo. Necesito que me lleves a la azotea.
Lo de la evacuación hizo que su mente divagara un poco -Portales. Trasladores. Mochilas evanescentes- Sugirió pensando en las cosas “rápidas” -Red flú- Añadió de forma automática pero entonces fue consciente de algo -Pero es una brecha de seguridad- Advirtió, porque para ella el hospital era el epítome de la inseguridad y, por ende, podía afectar a la base si se enteraban del medio de evacuación.
La morena movió la cabeza hacia la voz de Anteia -¿Te ha dado error el código?- Preguntó con el ceño fruncido porque recordaba bien el código, la niebla del alcohol que cada vez era menos densa no había bloqueado ese conocimiento. Al verla negar siguió a lo suyo esperando que hablara, pensando que quizás necesitaba ayuda. Sin embargo, el tono condescendiente hizo que Arleen se tensara con evidencia al escucharla ofrecerle ayuda. No pudo contener su lengua -No. El capitán Draven no es un bebé, estoy plenamente capacitada para encargarme de él- Espetó sin mirarla, concentrada en un pegoste de sangre que tenía el susodicho en el pelo.
Herida. Borracha. Estuvo a punto de girarse hacia Yvonne y gritarle que sí…que estaba BORRACHÍSIMA porque le dolía todo el cuerpo, tuvo un día de mierda, en una semana de mierda, en un mes de mierda cuando Gelion habló. Miró a Yvonne un instante más con un gesto irritado por su poca sutileza y se centró de nuevo en el capitán, pero la herida de la cabeza ya estaba.
Escuchó el mensaje de Thalos a través de la radio pensando que… Si iba a venir más gente, tendría que -por lo menos- ponerse la camiseta bien. Menos mal que Johan los había sacado. Resulta que ni la base era segura ya. Aquella noche en Londres había corrido demasiada sangre. Se alejó un poco cuando Gelion se incorporó y recogió varias cosas para ponerlas en la basura desechable.
Le miró el hombro con un gesto tenso pensando que… podría hacer un apaño -Siéntese- Ordenó y fue a buscar otra poción -Yvonne, en recepción llegarán los técnicos androides y seguramente el resto de heridos. Llevaré al capitán a la azotea y luego bajaré a recibirlos ¿Podrías estar allí por si necesitan ayuda, por favor?- Necesitaba ayuda… ¿Nueve heridos graves? … Joder… tenía que haber elegido HOY para romper su abstinencia. Cuando volvió le mostró la poción -Funciona un poco como anestesia local- Le advirtió -Intentaré…algo- Murmuró y la aplicó, activándola luego con magia para dormir la zona y no a él entero, esperó un poco y movió el hierro al verlo hacer un gesto de “ok”, lo retiró con cuidado hacia la parte de adelante mientras su mano estaba en la zona de atrás y se concentró en usar su magia focalizada en cada parte de composición de su hombro mientras lo retiraba de forma que curaba a medida que el hierro se iba. Centímetro a centímetro fue avanzando hasta que el hierro acabó fuera del cuerpo del capitán pero sabía que, como iba haciéndolo rápido, el resultado no sería del todo bueno. Soltó un suspiro y luego se pasó el dorso de la mano por la frente para limpiarse un poco el sudor y el mareo que finalmente le estaba dando.
Terminó de sacar el hierro, sabiendo que estaba pálida como la leche, pero continuó con movimientos un poco más lentos y medidos. Le aplicó un ungüento más y lo vendó para luego ponerle el cabestrillo -Nos vemos ahora, Yvonne- Le dijo a la castaña sin mirarla y salió de ahí rumbo a la terraza/helipuerto del hospital.
¿Como va lo del hombro? Mal xD
La morena movió la cabeza hacia la voz de Anteia -¿Te ha dado error el código?- Preguntó con el ceño fruncido porque recordaba bien el código, la niebla del alcohol que cada vez era menos densa no había bloqueado ese conocimiento. Al verla negar siguió a lo suyo esperando que hablara, pensando que quizás necesitaba ayuda. Sin embargo, el tono condescendiente hizo que Arleen se tensara con evidencia al escucharla ofrecerle ayuda. No pudo contener su lengua -No. El capitán Draven no es un bebé, estoy plenamente capacitada para encargarme de él- Espetó sin mirarla, concentrada en un pegoste de sangre que tenía el susodicho en el pelo.
Herida. Borracha. Estuvo a punto de girarse hacia Yvonne y gritarle que sí…que estaba BORRACHÍSIMA porque le dolía todo el cuerpo, tuvo un día de mierda, en una semana de mierda, en un mes de mierda cuando Gelion habló. Miró a Yvonne un instante más con un gesto irritado por su poca sutileza y se centró de nuevo en el capitán, pero la herida de la cabeza ya estaba.
Escuchó el mensaje de Thalos a través de la radio pensando que… Si iba a venir más gente, tendría que -por lo menos- ponerse la camiseta bien. Menos mal que Johan los había sacado. Resulta que ni la base era segura ya. Aquella noche en Londres había corrido demasiada sangre. Se alejó un poco cuando Gelion se incorporó y recogió varias cosas para ponerlas en la basura desechable.
Le miró el hombro con un gesto tenso pensando que… podría hacer un apaño -Siéntese- Ordenó y fue a buscar otra poción -Yvonne, en recepción llegarán los técnicos androides y seguramente el resto de heridos. Llevaré al capitán a la azotea y luego bajaré a recibirlos ¿Podrías estar allí por si necesitan ayuda, por favor?- Necesitaba ayuda… ¿Nueve heridos graves? … Joder… tenía que haber elegido HOY para romper su abstinencia. Cuando volvió le mostró la poción -Funciona un poco como anestesia local- Le advirtió -Intentaré…algo- Murmuró y la aplicó, activándola luego con magia para dormir la zona y no a él entero, esperó un poco y movió el hierro al verlo hacer un gesto de “ok”, lo retiró con cuidado hacia la parte de adelante mientras su mano estaba en la zona de atrás y se concentró en usar su magia focalizada en cada parte de composición de su hombro mientras lo retiraba de forma que curaba a medida que el hierro se iba. Centímetro a centímetro fue avanzando hasta que el hierro acabó fuera del cuerpo del capitán pero sabía que, como iba haciéndolo rápido, el resultado no sería del todo bueno. Soltó un suspiro y luego se pasó el dorso de la mano por la frente para limpiarse un poco el sudor y el mareo que finalmente le estaba dando.
Terminó de sacar el hierro, sabiendo que estaba pálida como la leche, pero continuó con movimientos un poco más lentos y medidos. Le aplicó un ungüento más y lo vendó para luego ponerle el cabestrillo -Nos vemos ahora, Yvonne- Le dijo a la castaña sin mirarla y salió de ahí rumbo a la terraza/helipuerto del hospital.
¿Como va lo del hombro? Mal xD
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'Dado (10)' :
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-¿Draven? ¿Como Thalos?- Preguntó con inocencia porque realmente no lo sabía. Y lo que tampoco se esperaba era la respuesta tan…pasivo agresiva de Arleen, notó que algo turbio sucedía con ella al sentir su campo empático revolverse con un millón de sentimientos mezclados que empeoraron cuando la muchacha le preguntó si estaba borracha. Anteia notó el cambio en el campo empático del capitán también y frunció el ceño sin comprender lo que sucedía allí, o comprendiéndolo demasiado.
“Mejor vuelvo con mis chicos” -Tengo que volver con Ian y Savannah- Se excusó y miró a la muchacha de pelo castaño con una leve sonrisa mientras la seguía, aunque oyó parte del mensaje de radio. Reconoció la voz de Thalos y al menos supo que estaba bien, tras ello se retiró de allí pero se mantuvo en el hospital no sólo por los chicos si no para echar una mano con esos nuevos heridos que llegarían allí junto a Yvonne.
“Mejor vuelvo con mis chicos” -Tengo que volver con Ian y Savannah- Se excusó y miró a la muchacha de pelo castaño con una leve sonrisa mientras la seguía, aunque oyó parte del mensaje de radio. Reconoció la voz de Thalos y al menos supo que estaba bien, tras ello se retiró de allí pero se mantuvo en el hospital no sólo por los chicos si no para echar una mano con esos nuevos heridos que llegarían allí junto a Yvonne.
Elizabeth Knox
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Estaba a punto de irse, salir del hospital rumbo a tomar un buen descanso, obviamente luego de aportar toda la ayuda que había prometido realizar, cuando recibió esa llamada con la petición de la autopsia a aquel licántropo del que se hablaba fuera capturado por la alianza. Nunca quiso ni en lo más mínimo poner mala cara ante la petición, porque por algo tomo la decisión de estar allí, pero con mucho sentimiento su cara fue de total aberración mientras Yvonne le informaba de aquello, luego soltó un suspiro y pensándola, termino por aceptar.
Así que ahora estaba en ese punto dirigiendo sus pasos hacia el laboratorio donde se llevaría a cabo aquella tarea. Si se ponía a pensar era un poco fuerte, podría incluso darle asco, repelús y recursividad, pero con el tiempo y después de ver tantas muertes y cuerpos del tipo mutilados se terminaba por acostumbrar, costumbre que siempre daba cierto terror.
Entro a lo que en esos momentos a lo que se podía considerar una Unidad de Anatomía Patológica, con su indumentaria correspondiente mientras a su alrededor observaba pulular al escaso cuerpo médico que también había sido “seleccionado” para prestarle ayuda. No eran muchos, solo los necesarios y luego de unos momentos de observación en el preparativo de última hora, se pusieron manos a la obra. No había mucho que decir, nada más que ciertas anotaciones rutinarias del examen anatómico del cadáver derivado en un examen teratológico, juzgando los signos que presentaba a primera vista este paciente. Datos externos y comunes; tiempo de muerte, rigidez, temperatura, dando paso también al examen traumatológico que le hizo alzar una azulada ceja. ¿Qué le hicieron a aquella creatura? No sabía mucho de los detalles, pero, se compadeció un poco. Por más licántropo que fuera, no había ser que soportara todo aquello. Se mordió un poco el extremo del labio por debajo de la mascarilla que, prácticamente, le cubría parcialmente la cara
Una muerte violenta, pudo notar entre otras muchas cosas. La perforación en uno de los pulmones, laceraciones e impactos de múltiples proyectiles y luego de que los segundos se convirtieran en minutos y tal vez en horas, rescato toda la información que pudo reunir para presentarlas, saliendo de la sala luego de cerciorarse de que el equipo médico que quedara se encargara de lo que hiciera falta.
Así que ahora estaba en ese punto dirigiendo sus pasos hacia el laboratorio donde se llevaría a cabo aquella tarea. Si se ponía a pensar era un poco fuerte, podría incluso darle asco, repelús y recursividad, pero con el tiempo y después de ver tantas muertes y cuerpos del tipo mutilados se terminaba por acostumbrar, costumbre que siempre daba cierto terror.
Entro a lo que en esos momentos a lo que se podía considerar una Unidad de Anatomía Patológica, con su indumentaria correspondiente mientras a su alrededor observaba pulular al escaso cuerpo médico que también había sido “seleccionado” para prestarle ayuda. No eran muchos, solo los necesarios y luego de unos momentos de observación en el preparativo de última hora, se pusieron manos a la obra. No había mucho que decir, nada más que ciertas anotaciones rutinarias del examen anatómico del cadáver derivado en un examen teratológico, juzgando los signos que presentaba a primera vista este paciente. Datos externos y comunes; tiempo de muerte, rigidez, temperatura, dando paso también al examen traumatológico que le hizo alzar una azulada ceja. ¿Qué le hicieron a aquella creatura? No sabía mucho de los detalles, pero, se compadeció un poco. Por más licántropo que fuera, no había ser que soportara todo aquello. Se mordió un poco el extremo del labio por debajo de la mascarilla que, prácticamente, le cubría parcialmente la cara
Una muerte violenta, pudo notar entre otras muchas cosas. La perforación en uno de los pulmones, laceraciones e impactos de múltiples proyectiles y luego de que los segundos se convirtieran en minutos y tal vez en horas, rescato toda la información que pudo reunir para presentarlas, saliendo de la sala luego de cerciorarse de que el equipo médico que quedara se encargara de lo que hiciera falta.
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