London Eye

Habían pasado dos días desde que habíamos ido a la posada. Al llegar al bosque nos habíamos despedido, él se fue con su clan y yo me dirigí a mi cueva para poder descansar, la luz ya me estaba molestando demasiado, a la noche siguiente escuche muchos aullidos por lo que recordé lo que me había dicho Jarkko y solo salí para buscar algo de comer y volví a meterme a mi cueva cubriendo la entrada con una gran roca. También recordé que para esas fechas era normal para los humanos festejar y entregarse obsequios, por lo que decidí hacerle un regalo a Jarkko con aquellas piedras que él decía que eran valiosas. Al menos podría venderlo si lo necesitaba.

Nos habíamos juntado en la tarde cuando el sol se ocultaba para seguir recorriendo los alrededores de Londres, aunque creo que esta vez nos habíamos metido mas dentro de la ciudad, bajo mi capa llevaba una bolsa algo improvisada hecha en cuero para poder transportar el regalo que le daría al castaño por estar en esas fechas.

Habíamos aparecido, en lo que me había dicho que era el ojo de londres, en donde en verdad quede impresionada con aquella noria. Era una estructura enorme y, aunque estaba algo destruida, seguía siendo hermosa.

Caminaba intraquilo junto a ella, hasta que nos aparecimos en esta zona mucho mas despoblada de Londres. El sol estaba marchándose ya por el oeste dandole un tinte mas cálido a la fantasmagórica estructura que habia dejado la noria. Yo lucía unas evidentes ojeras puesto que durante el dia no habia dormido porque habia estado colaborando con el clan, y la noche anterior a ésta, habia sido luna llena.

-Aprovechemos antes de que se vaya el sol. Quiero que lo veas desde lo alto. ¿Se te da bien trepar?

Podria habernos aparecido directamente en lo alto, pero asi podria ser mas divertido, y la recompensa de llegar hasta lo alto y ver el atardecer, mas satisfactoria. Me aproximé a la base de ésta y me encaramé a ella, subiendome sin demasiadas dificultades. Habian por ahi bastantes trastos abandonados, signo de que quiza por ahi de vez en cuando paraban los sin techo a hacer vida....

-Está bastante rota, pero da igual. Asi hay menos gente que pueda molestarnos. Se supone que era una noria...como una atraccion de feria.

Empecé a trepar por una de las patas de la noria, en esta fase era bastante facil ascender. Estas nos llevarían hasta el centro de la noria, y no más lejos. Paré a la mitad para esperarla.... mirandola con una media sonrisa.

-Vamos, he oido que los elfos son muy ágiles. Tambien se aplica a los drow? -aunque de cara lucía cansado, las habilidades que el clan de los hijos de Fenrir otorgaban, entre otras varias, eran las de sufrir menos los agotadores efectos tras la luna llena, con lo cual mi condicion fisica no se resentía tanto y me encontraba en condiciones de trepar.

-Vivo en el bosque... Claro que se me da bien.

Digo con mi característica sonrisa, aunque estaba segura que trepar arboles es mas fácil que trepar la enorme noria, se veía cansado pero aun así su animo era mucho mejor. Camine tras de él para acercarme a la vieja estructura viendo todos los lados por los que podría comenzar a trepar.

-Noria..

Dije en un susurro para recordarlo en lo que veía aquella enorme rueda de hierros desde abajo, para ver como comenzó a trepar. Me encantaba aquella sonrisa, me acomode la capucha para comenzar a trepar.

-Claro que también aplica en los Drow... Es mas...Somos mejores.

Sonriendo divertida, no sabia como eran los Elfos pero el bromear con el supuesto orgullo de las razas se me hacia divertido. Llegamos a trepar hasta el centro de la estructura, donde volví a acomodar nuevamente mi capucha para que mis ojos quedaran en la oscuridad de la capucha y así pudiera ver el brillante cielo sin que me molestara demasiado. Lleve una mano al pequeño bolso que llevaba bajo la capa con el obsequio que le entregaría a Jarkko y notando que seguía intacto, aunque era casi imposible que aquellas piedras se rompieran, y menos con unos simples y pequeños golpes.

Parecía muy segura de que podia hacerlo, y eso en cierto modo me gustaba, y mucho. Asi que sin miedo a que se quedase atrás, segui subiendo.

-¿Mejores? Seguro? Tendrás que demostrarmelo. Nunca vi a un elfo trepar pero seguro lo hacen muy bien. Y tambien escuché que son muy buenos con la musica...que hay de eso? Tambien de manejas en esa area?

Al fin y al cabo, no nos conociamos desde hacia tanto, y queria recopilar mas informacion sobre mi compañera. Ya estabamos en el centro de la estructura, a partir de aqui no era tan facil, porque teniamos que ascender por los ejes de la noria, no era como trepar por escaleras empinadas, se pareceria mas bien a ese otro deporte de escalar paredes verticales.

-Ahora se complica un poco, creo...

Y miré a mi alrededor eligiendo el mejor camino. Primero me engaché al eje mas cercano que ascendia hacia la izquierda. Cuando éste se alejó lo suficiente del centro, decidí qu eestaba lo suficientemente despejado del otro eje de arriba como para poder ponerme yo en pie y hacer de equilibrista para andar sobre él y avanzar más rapido. Aunque en cierto punto resultó demasiado empinado como para seguir así y tuve que saltar al eje de abajo, hasta llegar a una de las cabinas de la noria que estaba a media altura de la circunferencia. Ésta tembló cuando me subi a su techo.... Luego miré a la cabina de arriba y salté hacia ella, enganchandome y aupándome. Seria mas facil ir subiendo asi. Lo repetí tantas veces hizo falta hasta llegar a la cabina que estaba en el punto mas alto de la noria, y miré hacia atrás, esperando a Azazel, observando como se desenvolvía.

-Vas bien? -para cuando yo llegué arriba, tenia la respiracion un tanto agitada. Pero mereció la pena, como supuse, pues desde aqui se veia el precioso atardecer sobre la ciudad. Esperé con ganas a que llegase ella y pudiese observarlo tambien.

-Claro que somos mejores...Al menos yo soy mejor -Digo en un exagerado tono egocéntrico para terminar riendo por aquella tontería- Me gusta escucharla...¿Eso cuenta?

Le conteste una vez habíamos llegado al centro, mirándolo algo preocupada ya que había creído que nos quedaríamos ahí, aunque habría sido muy fácil si solo tendríamos que haber llegado hasta ahí.

-¿A...Aun falta?

Respire hondo para comenzar a escalar por los ejes de la noria, yendo hacia el lado contrario que Jarkko, imitando un poco sus movimientos en modo espejo, solo que en lugar de caminar sobre los ejes, me colgué de mis manos y piernas del cable dejando mi cuerpo colgando, para comenzar a escalar de aquella forma y con los ojos entrecerrados ya que mi capucha se había salido, hasta que ya se me dificultaba más seguir trepando, asique baje al eje que había justo debajo, hasta llegar al borde de la noria. Pude sentir como la estructura tembló, mínimamente, al momento en que el castaño había saltado de una cabina a otra, girándome para ver si estaba todo bien. Vi los oxidados caños del borde que se veían lo suficientemente resistentes como para soportar mi peso, asique fui trepando lentamente por ahí, midiendo lo mejor que podía mis saltos y agarres para evitar cortarme o caer.

-De...Maravilla...

Logre llegar al punto mas alto algunos minutos después que mi compañero para trepar al techo de la cabina donde se encontraba el chico, me encontraba algo cansada y con los brazos adoloridos por la subida, lancé un suspiro al haber logrado llegar junto al chico, acomode mi capucha volviendo a acomodarla para lograr ver el cielo, casi, sin ninguna molestia observando asombrada el hermoso paisaje del atardecer tras las siluetas de las ''modernas'' edificaciones.

-Es hermoso...

La esperé ahi en lo alto, escuchando su voz entrecortada por el cansancio diciendo que iba de maravilla.

"no se yo"

Me ahorré cualquier frase que fuese a decir para no desconcentrarla. Le ofrecí mi mano para ayudarla a llegar a la cabina mas alta pero ella sola lo consiguió sin problemas, aunque lanzando un suspiro de agotamiento. Se volvio a poner la capucha y yo tras mirarla unos instantes mas dirigí mi mirada tambien hacia el anaranjado atardecer.

-A su manera lo es. Aunque la ciudad en realidad sea un desastre y esté rota.

Me quedé sentado ahi a lo indio y le eché un brazo por encima de los hombros para acercarla a mi, ademas, ahi arriba del todo corría una suave brisa algo fría, mas cada vez a medida que el sol se ocultaba. Le señalé hacia el rio que desde nuestra posicion dominante podiamos ver.

-Aquello es el río Támesis, atraviesa la ciudad entera. Hay varios puentes por ahi que sirven para cruzarlos.... es un rio muy grande, pero muy contaminado, no creo que te guste demasiado.

Las luces de la ciudad se iban encendiendo a medida que el sol se ocultaba mas y mas entre los edificios y el horizonte. Hoy parecía tranquila. Poco sabia que tendria quizá que ver con aquella tregua que otros habian pactado, para mi se debia a que esta zona estaba mas bien deshabitada.

-Algo no deja de ser hermoso porque sea un desastre...Tan solo mírate tu, hoy eres un desastre pero sigues siendo lindo...

''¡¿Que acabo de decir?!''

Sentía mi rostro arder, me regañe internamente por haber dicho tal estupidez por estar distraída. Me senté con las piernas hacia un lado colocando mi cabeza en su hombro al momento en que me acerco a él con su brazo en mis hombros. Baje mi vista al río que me señalaba, sintiendo un poco de enojo al escuchar que estaba contaminado.

-Es lindo...Pero me enfada que lo hayan dejado que se contaminara o que hayan dejado que la ciudad se destruyera en parte...El poder que creen tener no les sirve de nada si dejan morir al mundo de esa manera tan cruel...

Debí cerrar un poco los ojos cuando el sol termino de ocultarse, para volver a abrirlos viendo el cielo, casi, totalmente anaranjado. Tome el pequeño bolso que llevaba algo oculto bajo mi capa para colocarlo hacia adelante.

-Se que en estas fechas los humanos festejan algo... Al menos antes lo hacían y no quería perder la oportunidad de hacerte un presente por estas fechas.

Metí la mano dentro de el improvisado morral para sacar de adentro un pequeño obsequio, que ocupaba completamente la palma de mi mano, entregándoselo. Dentro de aquel envoltorio de hojas había logrado crear el rostro de un lobo con zafiro estrella negro y en los ojos tenia dos ópalos de fuego amarillo. Desconocía si la transformación de Jarkko era negra pero estaba segura que sus hermosos ojos dorados no cambiarían.

-Puedes venderlo si lo necesitas...

Obsequio:

Coincidí con ella en eso. Que algo fuese un desastre, no le quitaba belleza...sonreí para mi mismo analizando aquella idea cuando ella la coronó con ese "eres un desastre pero sigues  siendo lindo". Al principio no supe como tomarme eso de ser un desastre, pero lo otro si que consiguió que tragase saliva y me quedase mirando hacia la linea de rascacielos sonrojandome por instantes. Cuando fui capaz de superar aquello, desvié mis ojos hacia ella para mirarla.

- Creo que lo tomaré como un cumplido

Se quedó a mi lado, recostando su cabeza en mi hombro. Me encontraba más que a gusto en aquella posicion. En esos instantes me dieron ganas de abrazarla con mas fuerza y acariciar su cuerpo entero, cada centímetro de piel. Estaba en esa fase en la que la distancia estorbaba. Dejé de mirar al frente para mirarla unos instantes a ella y su indignacion por el rio.

-La civilizacion no avanza a costa de nada. Este es el precio que se paga por el crecimiento y los avances. No hay otro modo.

"y si lo hay no lo conozco"

-Ah... la navidad. Llevo tiempo sin celebrar eso. Casi no lo recordaba. Quiza por ese hecho estén todos mas tranquilos...parece hasta que hubiese paz.

"que? Un regalo?"

-Pero...no tenías por qué....

La miré un poco preocupado aunque valorase sus buenas intenciones, y cogí en mis manos aquello que me dio aunque sin dejar de mirarla a la cara. -Yo es que no... -bajé la vista y quité las hojas que hacian de paquete, descubriendo la hermosa cabeza de un lobo hecha en una piedra brillante, y unos ojos dorados que parecian brillar con luz propia, y que reflejaban mil veces los ultimos rayos naranjas del atardecer. Me quedé fascinado mirando la pieza.

-Soy yo.... - alcé los ojos nuevamente a ella . -Lo has hecho tu? Con las piedras preciosas que tenias? No digas tonterias, no pienso venderlo.... -tendria que estar loco para hacer tal cosa

Puesto que tenia un cordel para ser colgado, decidí ponermelo al cuello. Luego la observé como esperando su visto bueno. Y por ultimo la acusé agarrándola por el cuello de la capa con ambas manos y acércandola a mi. -Esto no vale. Me has pillado desprevenido. Yo no he hecho nada para ti. Pero haré que eso cambie

Reí un poco ante sus palabras para asentir un poco con la cabeza, había sido un cumplido, aunque algo extraño, pero no podía ser distinto viniendo de mi.

Me sentía tranquila con él, como si nos conociéramos desde hacia mucho tiempo, como si supiéramos todo el uno del otro. Lo escuche atentamente sus palabras y suspire, el castaño tenia razón, los humanos no se fijaban en el daño que hacían al avanzar su modernización.Lo mire sonriendo abiertamente cuando tomo el regalo.

-Eso...Navidad...Pero quise hacerlo...

Asentí con la cabeza al escucharlo decir que era él, en verdad estaba muy feliz de haber atinado con el color del lobo.

-Son de unas piedras que tenia en la cueva...Fueron las únicas que encontré, las tengo de hace mucho tiempo... Son mis favoritas...Y, si, yo lo hice ayer en la noche mientras escuchaba los aullidos...Espero que te haya gustado.

Sonrío algo emocionada al ver como se lo colocaba el collar y a su vez algo sonrojada. Mis ojos se abrieron con sorpresa al notar como me había agarrado del cuello de la capucha y me acercaba a él, pero sonreí nuevamente y arquee una ceja para colocar mis manos en la cintura del chico, sintiendo los cinturones y la piel que llevaba debajo de estos, se sentía muy suave.

-Era una sorpresa, no hubiera tenido gracia si te lo decía... No debías hacer nada...Aunque me interesa saber como piensas cambiarlo.

-Las unicas? Son perfectas.... llevan algun hechizo? Parece que los ojos brillan de verdad. Cómo se llaman?

La Navidad era una fecha que me decia poca cosa. Mas que nada porque apenas recordaba haber vivido unas Navidades de verdad. A veces, durante algunas meditaciones con los del clan, cuando enfocaba mis pensamientos a mi hogar, a cualqiuer fecha familiar como pudieran serlo estas fechas, en mi mente solo veía nieve y mas nieve caer. Mi nombre y esos recuerdos me decian que habia nacido en un pais muy frío, mas que Inglaterra. Noruega...Finlandia...uno de esos.

-Me ha encantado. - como la tenía agarrada por el cuello de la capa, solo tuve que tirar un poco de ella hacia mi para unir nuestros labios y darle un beso de agradecimiento. Sonreí por aquello que le inspiró estar escuchando los aullidos . -Siempre mejor de lejos que de cerca....

Sus manos por la zona de mi cintura hacia que me produjesen escalofrios, pero de los agradables. Ella decia que no tenia por que saberlo ni yo tenia que hacer nada, pero queria en cierto modo devolverle el favor. Pensaría en algo que poder regalarle. Se me daba bien hacer arcos, aunque...a ella no le gustaba cazar. Pero por si algun dia debia de defenderse a distancia...por el momento se me ocurrian pocas maneras y la mas inmediata era aquella que acababa de hacer antes. El entorno era perfecto en su destruccion circundante, las alturas, el ruido amortiguado de la ciudad despertando en la noche. O quizá lo que lo hacia perfecto era estar con ella. No queria moverme mucho, no obstante, porque...eso podria caerse. Pero decidí ir un poco mas lejos esta vez y me subí encima de ella a horcajadas, no sentandome para no aplastarla claro. Quité las manos de su capucha y las pasé a sus muñecas, sujetandoselas y besándola una sola vez.

-Con un juego, para que te diviertas un poco. - le di otro beso, suave e intenso. Pero pronto bajé por su cuello, entre besos y pequeños mordiscos, con todas las intenciones del mundo de encontrarle las cosquillas. Era vital saber si la chica tenia cosquillas y donde.

-No tienen ningún hechizo, brillan así por cualquier luz que les de... -Tome el colgante que el castaño se había puesto y señale la piedra negra- Esta es zafiro estrella negro...y esta es ópalo de fuego amarillo -Dije señalando la piedra que tenia en los ojos-... Hasta ahora, nunca encontré más piedras como esas.

Nunca había festejado la navidad, pero las historias que había escuchado hacían que me hiciera mucha ilusión participar de alguna forma. Y gracias a Jarkko pude hacerlo, aunque debí sacrificar mis atesoradas piedras, pero no importaba con tal de ver esa bella sonrisa en su rostro. Correspondí aquel beso, cerrando los ojos, sintiendo nuevamente el sabor de sus labios.

-Algún día, cuando logres controlarlo y transformarte a tu gusto quiero que me muestres como eres en tu forma lobuna...Quiero saber si eres tan lindo como cuando eres humano.

Me sorprendí un poco al ver como él se colocaba sobre mi de esa forma, por lo que me recosté lentamente sobre el techo de la cabina al momento de corresponder aquel beso mirando de reojo como hacia tomado mis muñecas. Sentía mi cara arder pero aun así tenia una gran sonrisa en el rostro, le devolví aquel suave beso. Entrecerré los ojos al sentir aquellos besos, en la sensible piel de mi cuello, se sentía bien. Ladee un poco la cabeza para darle mas espacio, pero no pude evitar reír al sentir las mordidas, las cuales me habían dado cosquillas.

-E...Espera.. -Dije entrecortada por la risa, moviendo mis manos un poco.

- Tienen nombres intensos. Muy...apropiados a lo que parecen. Lo guardaré con todo el cuidado del mundo. Pero en las lunas llenas me lo tendrás que guardar tu.

Me gustó aquello que dijo. De algun modo, la confianza que ella tenia en que algun dia fuese capaz de controlar la transformacion y al animal salvaje, me llenaba tambien a mi de confianza. Si ella creia que era capaz entonces es que era posible. Solo tendria que esforzarme más junto a mi clan.

-¿Otro cumplido....? Pues supongo que seré como...un enorme lobo horroroso de color negro con los ojos como los del colgante....

En mi cabeza muchas veces veía al lobo. Pero lo sentía como una amenaza, no como otra parte de mi, ni como una sintonía. Era una bestia horrible. De momento, nada de aquello importaba, no ahora que la tenia cerca. No ahora que estaba entretenido en buscarle las cosquillas por el cuello con mis labios, mientras haciamos equilibrios en una de las casetas del London Eye. Noté que habia dado con algo cuando se rió un poco e intentó mover sus manos, pero las mias eran firmes. Me reí un poco en su cuello soplando, dispuesto a seguir.

-Asi que tienes cosquillas. - dije contra su cuello. -¿pero cuantas? - e insistí otro poco más bajando hasta su clavícula, aunque claro, su ropa no me permitía hacer mucho mas. Mis manos subieron de sus muñecas por sus antebrazos y luego a sus hombros, desprendiendo el broche de su capa.

En verdad me gustaba la idea de guardar aquel collar en las noches de luna llena, aunque en verdad creía que el castaño lograría controlarse y transformarse a su gusto.

-Dudo que seas un lobo horroroso... Yo me imagino a un grande y esponjoso lobo negro con bonitos ojos dorados, y un pelo muy suave...

Aunque quisiera, jamas podría imaginarse a aquel chico convirtiéndose en una bestia horrorosa como él lo decía, en verdad era completamente sincera al decirle de la forma en que me lo imaginaba.

Reía al sentir sus labios recorriendo mi cuello, mis manos seguían firmemente atrapadas por la suyas, riendo un poco al sentir aquel soplido, aunque no solo me daba cosquillas, sino que también producía algo mas en mi, que aun no lograba descifrar.

-S...Si las tengo... Y muchas...

Al terminar de decirlo ya me estaba arrepintiendo de haberlo confesado. Al sentir sus labios en mi clavícula la extraña sensación de antes se incremento un poco más y un suave suspiro se escapo de mis labios. Note cuando soltó mis manos, subiendo las suyas hasta desprender mi capa. Aproveche llevando una de mis manos a su mejilla acariciándola suavemente, levantando un poco su rostro para darle una pequeña mordida en su labio inferior devolviéndole la que me había dado en la posada, para sonreír y juntar nuestros labios delicadamente, cerrando los ojos al hacerlo. Llevando mi mano libre a su espalda acariciándolo lentamente.

-Algún día

Respondí con un susurro en su cuello a sus palabras sobre como imaginaba que seria mi forma de lobo. Algun dia lo conseguiria, y podria utilizar la fuerza del lobo no para destruir ni dañar, si no para proteger. Su piel oscura olía maravillosamente bien. En ocasiones como estas, notaba mis instintos aflorar. Mi parte salvaje no era algo que pudiese ignorar los otros 30 o 29 dias del mes....

Me coloqué mejor encima de ella, pegandome algo mas pero apoyando mis codos en el techo de la cabina sobre la que estabamos para no aplastarla. Recibí su mordisco en el labio inferior, sus besos y sus caricias. Me volvian completamente loco. Hasta se me habia olvidado que estabamos a no se cuantos metros de altura....

- Entonces...tendré que descubrir en que otras partes de tu cuerpo sientes cosquillas. - ya estaba bastante a oscuras. Le retiré la capucha de la frente, y mis labios recorrieron sus puntiagudas y delicadas orejas. Eran geniales. Altamente besables. Dejé de besarlas y de recorrerlas con mis labios para preguntarle. -¿Cuantas cosquillas tienes ahi?

Una de mis manos bajó por su garganta, acariciando con el indice levemente para llegar hasta el inicio de su corsé y de su escote. Paré ahí, habiendo rozado apenas el valle que creaba su pecho apretado dentro de aquel corsé. Desanudé el primer lazo y volvi a besarla brevemente y luego a preguntarle. -¿Y aquí?

Me perdía en sus ojos, sus caricias, sus besos, poco me interesaba donde nos encontrábamos ni la luz que hubiera, aunque era poca, lo único que me importaba era que quería estar con él. Un gemido suavecito se escapo de mis labios al sentir sus labios en mis orejas.

-N...No son muchas...

Clave mis ojos en aquellos dorados que tanto me encantaban. Sentí sus caricias llegar a mi escote. Arquee un poco la espalda al notar que desataba las cintas del corset. Lleve la mano que tenia el su mejilla hasta su nuca, enredando mis dedos en su suave cabello para atraerlo darle un suave jalón para atacar su cuello con mis labios suave y lentamente.

-Dudo que sea la única que tiene cosquillas...

Susurre sobre la piel su cuello para darle una pequeña lamida. Como pude coloque mis piernas a cada lado de la cintura de él para poder estar mas cómoda, ya que estar con las piernas estiradas por mucho tiempo ya me incomodaba. No sabia lo que sucedería, pero lo que si sabia era que lo quería. Quería a Jarkko y quería que pasara lo que tenia que pasar.

Ignore completamente lo que decía el tipo sin importarme cuanto chillara o maldijera, aunque luego de caminar un poco había comenzado a hartarme, apreté un poco la mandíbula intentando calmarme y no golpearlo para que se callara, pero ya no pude soportarlo mas. Me detuve de forma bastante repentina y me gire para tomarlo por la cadena donde se unía con el collar para mirarlo seriamente a los ojos.

-Oye, no es mi culpa que seas tan idiota como para que te tengan que poner a alguien que te cuide y te vigile... A partir de ahora harás lo que yo te digo ¿Entendido?

Mi voz sonaba tranquila pero firme, le mantuve la mirada en todo momento, en verdad no soportaba a los seres mágicos si no eran de los nuestros, pero este tipo me estaba haciendo odiarlos en su totalidad.

-Si quieres quejarte por algo mas dilo ahora o cállate... La ...PUTA...¡BOCA! -Dije cada vez más cerca de su rostro gritando de la misma forma que él me había gritado a mi en aquel bar de mala muerte. Aunque...Podía estar enfadado... Y él podía ser un ser mágico... Pero no estaba nada mal, y no se veía muy dominante que digamos por lo que era una ventaja para mi. Respire profundo para largar el aire lentamente y poder hablar de forma tranquila como al principio.

-¿Entendiste o te lo tengo que volver a repetir?

En un constante tira y afloja, llegamos a London Eye, no se a donde coño me va a llevar, estoy cansado, enfadado y en cualquier momento me puedo poner a destruirlo todo y sin contemplaciones, pero al estar en Londres no puedo hacerlo o me expongo a enfadar a Eamon por arruinar su ciudad. Al final el tipo se cabrea, me empieza a hablar con voz suave y pausada, con gran firmeza intentado hacerme entender mi situacion actual, despues me cogio por la correa por la zona donde se engancha la cadena y me acerco a su cara gritandome, instintivamente me lleve las manos al collar para proteger mi cuello de los tirones.

- Si se supone que me vas a proteger, no veo el punto de que me saques de un sitio con correa. Ademas de que no necesito que nadie me cuide, estoy haciendo mi puñetero trabajo como me han pedido...

Su ira reprimida mezclada con su aire de superioridad y dominacion, creyendose que era el dueño de la situacion y de mi provocaban que dentro de mi el cabreo creciera y creciera mas, el suelo a mi alrededor empezo a vibrar asi como las piedras empezaron a levitar un poco mientras mi cabreo seguia aumentando. "Calmate Erebo, recuerda, paciencia, un dia sera tu momento y Gaia recompensara tu paciencia". Conte hasta 10 mentalmente y deje que mi cabreo se fuera, al hacerlo la ira de la tierra se apago tambien y las piedras que habian comenzado a levitar descendieron rapidamente al suelo, dejando marcas en este y la tierra dejo de temblar. Suspire tratando de calmar los ultimos nervios antes de contestarle.

- Lo he entendido. - dije tajantemente.