London Eye

Se dirigió con Lya a Londres para patrullar las zonas más conflictivas y llevar a cabo unas cuantas cosas pendientes, aunque lo primero que hizo al llegar fue contestar al mensaje de Thalos que le confirmaba lo del velo ese por parte de Shyvanna. En cierto modo le alivió que no le ignorase, aunque fuese para hablar de cuestiones de misiones en vez de cosas personales. Lo de Arleen le sorprendió más, porque volvió a escribirle al poco. Le dijo que si quería podían verse en el London Eye, que estaba por allí trabajando. También escribió mensaje a Reiv, previniéndole de la situación
y diciendo que estuviese pendiente que tal vez en un rato lo necesitase. Después de eso se centró en su acompañante.

- Varios mensajes...pero ya está. A lo que íbamos. - sacó de una mochila que llevaba a la espalda un estuche, entregándoselo a Lya. - Una de tus misiones será encontrar a los licántropos mordidos recientemente para que se beban la matalobos la próxima luna llena. Me lo dio Ian, él ya no lo necesita. Controlará el aumento de licántropos que provocaron esos idiotas. Al menos los cabecillas ya están encerrados, aunque no descartamos que hubiese más de esa banda. Lo siguiente que tenemos que hacer es organizar un plan para sacar a la gente de la ciudad sin que se cree el caos. Si no se enterasen ciertos indeseables no pasaría nada, pero va a ser muy difícil que no les llegue el mensaje cuando vean movimiento en las calles. La otra investigación pendiente es la de esos magos vestidos de rojo que atacaron hace unos días. ¿Cómo se te da la infiltración? ¿puedes fingir que eres una radical de la pureza de la sangre? - cuestionó mirándola de arriba a abajo, porque tenía una pinta de venir de los renegados que no podía con ella. Lo bueno es que no era muy conocida, por lo que su cara probablemente no les sonase.

- Aunque todo dependerá del tiempo con el que contemos para poder seguir aquí...ya sabes, prioridades. - siguió caminando por la zona sin bajar la guardia, también pendiente de si Arleen decidía ir.

Lya iba a su bola, le respondió a Pippin de nuevo que estaba un poco pesado con lo de su turno y luego se guardó el móvil en el bolsillo, miró alrededor por si veía alguna actitud rara y después contempló el London Eye. Le hubiese gustado poder disfrutar de la atracción alguna vez, supuso que sería parecido a lo que sentías cuando volabas en escoba. Giró su cabeza hacia Johan, alzando un hombro ante su excusa -Eres un tipo ocupado- Todo el mundo quería hablar con él sobre mil cosas, a ella no le importaba.

Escuchó su primera misión asintiendo diligentemente -Los que estén mordidos de la luna reciente van a tener… ¿Fiebre y el resto de los síntomas no?- Se humedeció los labios porque necesitaba un poco más de información para saber cómo dar con ellos -Creo que Fenrir debería echarme una mano- Mencionó tocándose la nariz para hacer referencia al olfato -Puedo decirle a Pippin que lo suplante…¿Lo ves bien?- Preguntó mientras se guardaba las pociones en una bolsa de cuero que tenía en la cadera.

Sin embargo, se quedó un poco sorprendida cuando dijo lo de sacar gente de la ciudad -... ¿Por qué?- Parpadeó sin comprender -¿Qué sucede? ¿A dónde nos toca ir esta vez?- Porque si eras resistente, básicamente, eras nómada. Se apuntó eso de no decirle o evitar decirle a ciertos indeseables, ella coincidía. Menos mierda en el mundo.

Su última misión cambió su gesto de sorpresa por uno de incomodidad y desvió la mirada -Hmm…- Menuda mierda. ¿No podía centrarse en los putos lobos? -Puedo intentarlo- Mejor era mostrar que no le gustaba ¿No? ¿Que estaba fuera de lugar? -¿Iré sola? - Sería mucho más fácil que no reconocieran lo bien que se le daba… volver a sus raíces.

-Ajá… Tiempo, sí. Exacto. Prioridades…- Dijo agarrándose de ello como si su vida dependiera de ello -¿Tenemos que movernos de ciudad? O… ¿Qué?  

Apareció en el London Eye y miró de nuevo el sitio con sentimientos encontrados, pero no perdió demasiado tiempo. Observó alrededor tratando de ver si había alguna amenaza, al menos hasta que encontrara a Johan. Le había pedido que compartiera su ubicación por el móvil así que lo observó mientras tiraba de su baúl -ligero gracias a un hechizo- mientras Smiley estaba en su transportín.

Se había cambiado antes de dejar la base, volviendo a vestir uno de sus atuendos de la isla y que dejaban entrever su naturaleza mágica. Tal vez había sido una decisión estúpida pero… Estaba cansada de aparentar algo que no era. Siguió el punto del mapa en el que estaba Johan y alzó la vista para ubicarlo visualmente cuando se acercó lo suficiente.

Reconoció su espalda y cabello con facilidad y empezó a acercarse a él, mirando luego a la mujer pelirrosa con la que estaba y no conocía de nada. Al llegar a ellos forzó una sonrisa -Hola- Desvió la mirada hacia la mujer y movió la cabeza, ahorrándole trabajo a Johan -Hola, soy Arleen Royden, encantada- Extendió la mano para estrechársela. Tras eso miró hacia Johan un poco incómoda, pensó que estaría solo y podrían hablar un poco. Aún estaba profundamente removida por su conversación con William y…no le apetecía llorar delante de desconocidos, aunque estaba claro en su rostro que lo había hecho hasta hace poco.

-No entendí tu mensaje- Ladeó suavemente la cabeza con curiosidad -No sonaba bien-

- No suelo aburrirme. - respondió de pasada a eso de ser un tipo ocupado, asintiendo después a la descripción que le dio de los nuevos mordidos. Así podría identificar a unos cuantos, aunque podía ser complicado seguir el rastro. - Sí, para eso necesitarás ir con más licántropos. Llévatelos a ellos, Ian no creo que esté disponible por el momento. - iba a decirle algo así como líos de familia, pero ella tampoco tenía por qué enterarse de las historias de Ian. A decir verdad no había mucha confianza, sentía que le faltaba conocer un poco más de Lya y que tenía que afianzar más la relación con aquellos que no eran tan amigos como los de siempre.

- Te explico más de lo de irnos en cuanto llegue otra persona que estoy esperando. Así os lo digo a las dos a la vez. - la dejó con la intriga al menos unos minutos más, centrándose ahora en la misión de infiltración que le había propuesto. Bien, no se acordaba fácilmente. -Necesitarás una nueva identidad, por si acaso nos enfrentamos a gente con la que te hayas topado en el pasado. En principio irás sola, a no ser que quieras que te asigne compañero de misión. Yo podría acompañarte si uso magia de transformación para cambiar de aspecto, pero todo va a depender del tiempo que tengamos...- precisamente en ese instante llegó Arleen, vestida como solía ser habitual en ella antes de irse a la base. Entornó los ojos levemente mientras conectaba eso con lo del mensaje de antes de buscarle una cita...

"¿Todo bien, Arleen? "

Cuestionó mentalmente para darle privacidad ahora que no estaban a solas. Luego aprovechó para explicar por fin la nueva mierda por la que no podían quedarse en sus casas. - A ver...Ian me mandó mensaje antes para avisarme de algo que le había dicho Catherine, y que Thalos también me ha confirmado de parte de Shyvanna Pendragon. Al parecer tiene que ver con lo que sucedió en Ouroboros, algo del Sanguis ese. Una especie de campo de energía como un velo de la muerte se está extendiendo poco a poco desde ahí, y todo lo que queda a su alcance muere. Así a grandes rasgos. No sé a qué velocidad avanza ni de cuánto tiempo disponemos, pero hay que empezar a organizar una evacuación para sacar a la gente del rango de acción de esa cosa. - miró a su alrededor para comprobar que, por ahora, seguían solos. Lo último que necesitaban era que cundiera el pánico y se armase más caos y saqueos en la ciudad.

No le respondió porque… Le daba un poco de envidia, ella sí solía aburrirse y por eso le fue  a pedir cosas qué hacer. En fin, hablaría con Fenrir y como no le respondió a lo de Pippin asumió que estaba ok -Vale- Tampoco conocía mucho a Ian, tenía más confianza con Fenrir.

Torció el gesto cuando la dejó en ascuas y se mantuvo con aquella incomodidad al hablar de la misión encubierta. Tenía años manteniendo su nueva identidad y volver a sus raíces era…irritante -Prefiero ir sola- Le explicó y luego negó con la cabeza rápidamente. Le daba terror que precisamente fuera Johan quien la acompañara. ¿Y si se enteraba de todo? ¿Y si alguien la reconocía de verdad? ¿La echaría del Concilio? -No es necesario, déjame tantear el terreno primero y ver qué puedo conseguir-

De pronto llegó una castaña que no tardó en presentarse, Lya también le sonrió alegremente y le estrechó la mano -Yo soy Lya- Se ahorró el apellido. No tardó mucho en pensar que si ella le prestaba ropa quizás se le hacía más fácil parecer purista. La evaluó de arriba abajo y fue cuando se percató de la mascota. Se agachó en seguida para verlo y soltó un “aww” por lo bajo -¿Puedo tocarlo?- Preguntó antes de que Johan empezara a hablar.

Sabía que Catherine era una de arriba, Ian vale…Thalos ok. ¿Quién era Shyvanna Pendragon? Aunque el apellido le sonaba. Lya movió la cabeza hacia Johan cuando habló de velo de la muerte y se incorporó lentamente. ¿Debería ella saber algo de eso? Prf, quizás sí pero es que sus habilidades en nigromancia eran un poco… Bleh -Necesitamos saber a dónde van a ir Johan, no podemos decirles “evacúen y arreglense”- Se cruzó de brazos un tanto preocupada. El mundo en general era una mierda…¿A dónde se iban a ir? -Quizás podemos buscar un sitio lo bastante lejos para que esté y establecer trasladores en ciertos puntos de Londres. Tengo un contacto, Aelin, que es periodista. Quizás tenga otros contactos que nos ayuden-


OFF: Como nigromante, sabe algo del velo?
HAHA manca

El miembro 'Lya' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (10)' :

Observó la felicidad de la pelirrosa en ese pequeño contacto y se preguntó cómo podía mantener aquel gesto en un mundo como en el que vivían. La envidió.

“Quizás ella no vivió lo que tu viviste”
“O quizás lo vivió peor y está alegre de seguir viva”

Frunció el ceño ante su línea de pensamiento y asintió cuando preguntó por Smiley, dejando que le tocara. El pensamiento de Johan le robó una mueca. No dejaba de ser raro tener otras voces en su cabeza, le miró mientras Lya estaba entretenida y forzó una nueva sonrisa.

“Ni idea. Sinceramente… He decidido irme de la base y le dejé una nota a Thalos para revisar mi contrato. He descubierto que me enferma recibir órdenes y, por ello, la base no es el sitio para mí. Veremos si he cometido un nuevo error, para variar, o no”

Fue bastante concisa y prefirió no entrar en detalles, era más importante lo que Johan tenía que informar. El nombre de Shyvanna Pendragon hizo que le retirara la mirada con un gesto irritado pero no dijo nada porque las noticias eran…poco gratas. “Gio…”. Ahora que tenía su “libertad” de vuelta tenía que ayudarlo en lo que necesitara. Se giró para buscar en su baúl algo de papel y pergamino donde escribió un pequeño mensaje que envió en el mecapájaro mientras escuchaba a Lya.

-Tiene razón…- Mencionó volviendo a la conversación -No podemos darles la noticia sin un plan. Le he escrito a Gio para ponerme a su disposición y para que me cuente un poco más del velo- Desvió brevemente la mirada hacia los lados mirando las ruinas generales y suspiró quedamente. Le dieron ganas de decirle a William que cuando ella no huía la obligaban a hacerlo. El hospital quedaría inutilizable. Al menos tenía su maletín… Se quedó un rato abstraída en sus pensamientos y luego parpadeó lentamente volviendo a la realidad cuando encontró una posible solución.

-La zona antimagia de Italia- Miró hacia Johan alzando brevemente las cejas -Es una buena opción porque, técnicamente, aunque como magos lo pasemos fatal el velo nunca llegaría a funcionar allí porque…es mágico ¿No? Está potenciado por el Sanguis Ligno, no es el velo real ¿Verdad?- Sabía que estaba haciendo preguntas que Johan no iba a poder responderle…pero aún así.

- Perfecto, tantea antes el terreno por tu cuenta, pero avisa si ves que es demasiado o necesitas ayuda. - advirtió a Lya cuando insistió en eso de ir sola a la infiltración, asumiendo que ya le informaría cuando pensase su nueva identidad y encontrase al grupo para comenzar. - Tienes que venir de buena familia para que te acepten. - Dejaron ese tema de lado con la llegada de Arleen, con la que se entretuvo en los mensajes mentales mientras que la otra conocía a la mascota. Por eso se la llevaba, se iba definitivamente de la base. Iba a pasar tarde o temprano.

"No creo que sea un error irte de un lugar que sientes que no es para ti. Puedes quedarte en mi casa hasta que decidas a dónde quieres ir o qué quieres hacer."

Después se quedó barajando las opciones sobre cómo iban a hacer lo de irse del país, ya no era sólo una ciudad. - Ya, pero para saber dónde llevarlos tenemos que asegurarnos que no es para volver a huir de nuevo. Nada cercano. Los trasladores serían una opción, pero dudo que muchos no mágicos quieran usarlos. Eso ya sería cosa del ejército. Algunos si confían en ellos. En cuanto a los restos de los reales...que se apañen ellos como puedan. - se iban a enterar de la alerta de todos modos, pero no les iban a organizar la evacuación porque eran un maldito problema. Lo de la zona antimagia de Italia tampoco sabía si serviría, les faltaba demasiada información.

- Sólo podremos saber si funciona dejando algo vivo en la zona antimagia de Londres, donde estaba la torre de SAM. Alguna rata, alguna planta...- si de verdad servía podrían montar el éxodo hacia Italia, pero si no... - Ni puta idea. No sé si es el velo real. A lo mejor lo han llamado así por semejanzas. Tengo que ir a ver a Thalos. No sé si querrás venir, Arleen.

-Sí… No soy muy impulsiva, además, voy a recopilar información no a destruir el moviendo…aún- Sonrió de lado ante la última parte pensando que eso estaría bien. Durante un tiempo, le gustó la idea de pertenecer a la Brigada de las Mil Grullas. Pero su compañero, que la había incluido en los resistentes, era fiel a Black y a sus allegados y ella a él. Desvió la mirada de los alrededores, porque nunca estaba demás mirar por enemigos, a Johan de nuevo y agrandó su sonrisa -Quizás sea una Black-

Con la llegada de Arleen esa conversación pasó a segundo plano y Lya se concentró en la mascota hasta que empezaron a discutir el tema de la evacuación, fue entonces cuando se dio cuenta de la nariz roja de Arleen -¿Estás bien? Parece que has estado llorando… ¿Necesitas ayuda con algo?- Preguntó frunciendo levemente el ceño. No es que fuese a solucionarle la vida, pero no sé…podría pegarle a quien le hizo algo si eso la hacía sentir mejor.

“Y quién coño es Gio? Esta gente y sus amigos…”

-No podemos salvarlos a todos- Le señaló a Johan cuando mencionó que algunos no mágicos no querrían usarlos -Tienen la opción, ya es decisión de ellos si la aprovechan o mueren- Pero también estaba lo del ejército -Los aviones podrían servirles, pero no sé si tienen otros aparte de los cazas- Asintió al tema de los reales mientras se cruzaba de brazos, en esa parte concordaba con Johan, casi mejor que ni se enteraran y se los comiera el velo ese.

“Debería investigar de eso…O sea, tiene que ver algo con mi magia”

En cuanto Johan dijo que tenía que ir a ver a Thalos supuso que su asignación había terminado pero el hecho de que invitara a Arleen y no a ella le sentó un poco mal. No sabía que la morena fuera parte del Concilio, quizás no. ¿Sería por lo del hospital? -Antes de que os vayáis, Arleen… ¿Puedo pedirte prestada algo de ropa para la misión? Es que… yo no tengo ropa así- Dijo señalándola con una leve sonrisa tímida. -Y me haría mejor infiltrada- Dijo bajando la voz, una vez tuvo su respuesta le hizo un gesto a Johan de despedida y se desapareció.

Alzó las cejas ante el ofrecimiento de Johan. ¿No era la sede del Concilio? Se quedó mirándolo un momento con seriedad, analizando la situación. Era cierto que el hospital activaría su ansiedad de forma casi inmediata.

“¿Estás seguro de que no estorbaré? Está tu mujer, tu hijo… Tus amigos ¿No es la base del Concilio? Pensé en quedarme en mi despacho en el hospital. Es lo más sencillo por ahora”

Miró hacia Lya cuando le habló y forzó una sonrisa -No, pero lo estaré. Gracias por preguntar - No intervino cuando hablaron de a dónde ir. Era difícil decidirse por un destino sin saber exactamente en qué estado se encontraban el resto de los países alrededor. Sabía que Italia estaba en manos de los Souls pero… ¿Recibirían al resto de magos? Y si era así…¿Por cuánto tiempo? ¿Cuándo empezarían a estorbar?

Lo que había que hacer era detener el velo.

-Me tranquilizaría más que fuese una planta. Podríamos ponerle un chip para evaluarlo. En cuanto deje de reconocer signos de vida podría enviarnos una alerta- Suspiró quedamente cuando Johan tampoco supo que responderle. Sabía de una persona que sí, pero su apellido le aterrorizaba… Y mucho. Mejor esperaba a que Giordano le respondiera.

-Sí claro, pero están ocupados sacando a una Pendragon de mi hospi…- Se vio interrumpida por Lya con una solicitud que la pilló muy fuera de lugar. Por un lado se sentía halagada de que hablara de su ropa y no pudo evitar sonreír brevemente mientras se alisaba el vestido/túnica lila. Era uno de sus preferidos -Lo que sea para ayudar al Concilio. Luego te envío algo de tu talla- Asintió con suavidad antes de verla desaparecer, volvió la vista hacia Johan -¿De qué misión hablaba?-

- Podrías serlo...tenía familia con ese color de pelo...- comentó de pasada a Lya cuando propuso infiltrarse como una Black, recordando a cierta tía suya. Guardó silencio ante el comentario de si Arleen había estado llorando, y tampoco le respondió mentalmente porque prefería hablar de palabra y a solas con ella. Ahí había mucho que explicar, por eso siguió con el asunto del plan de traslado. - Ya, evidentemente los que sean idiotas y se nieguen a usar nuestros modos de evacuación pues ellos verán, que se arreglen como prefieran. Igualmente lo ofreceremos. Yo tampoco sé qué clase de flota aérea tienen. Al menos ya están informados. - se despidió de Lya antes de que se marchase, quedándose finalmente a solas con Arleen. Le hizo una indicación por si prefería caminar en lugar de quedarse quieta en el sitio.

- Te lo repito, puedes quedarte en mi casa si quieres. Entiendo que a lo mejor no te parezca cómodo quedarte, pero no es ninguna base, ni mis amigos viven allí. La base está aquí, en Londres. Es un edificio que reformamos. Y mi mujer...en realidad no tengo. Las dos son madres de mis hijos. - aclaró, para que no pensase que estaba interrumpiendo una vida cotidiana de pareja o algo por el estilo. Hizo un gesto de desinterés cuando le preguntó por la misión de Lya, no le incumbía demasiado en realidad. - Saber más sobre los atacantes magos de las túnicas rojas. No sé, hay como mil grupos nuevos o reformados dando por culo ahora mismo. Si supieran lo que viene encima no estarían haciendo el capullo. Es que es increíble lo gilipollas que son la mayoría. No aprenden de los errores. En lugar de agradecer la nueva oportunidad que tienen de estar vivos lo único que hacen es joderlo todo. - al final las conclusiones que tenía eran esas, que la mayoría ni aprendía ni agradecía, y que había muy poca gente que valiese la pena. Que a veces luchar por otros era frustrante porque eran como lemmings que además arrastraban a otros.

- ¿Y tú por qué te has ido? la verdad...además de por lo de no cumplir órdenes. ¿Discusiones con Draven 2? ¿Por eso lo de la cita con alguien?

Cazas…flota aérea. Ella iba a aprender eso. Apartó la mirada, una vez más, con gesto irritado y no dijo nada. Sabía que lo que le había hecho a Gelion no era correcto, pero en ese instante no había podido calmarse. Entendía las líneas marcadas en cuanto a rangos. Fred y V constantemente las veían puestas respecto a Amaya. Pero… ella lo había confundido todo y ahora estaba pagando las consecuencias.

Siguió el gesto de Johan, si, caminar le aclararía la mente un poco más aunque le dolían las piernas del deporte realizado antes. Le escuchó lo de la casa y luego los detalles del Concilio. Le gustaría ver ese sitio. Esperaba que no fuera tan austero como la base y… encontrar pequeños encantamientos y hechizos aquí y allá - Oh.. yo…- Se quedó un poco sorprendida con la forma de especificar las relaciones. No pudo interpretar bien su tono de voz y tensó un poco los labios. La verdad es que la situación la conocía por Jo y no por él -¿Y te sientes bien así? Perdón… es que no he sabido interpretar tu tono… no sé si es algo que te molesta, que te parece bien…- Sintió que se le sonrojaba las mejillas un poco por ka vergüenza y el apuro de estar preguntando cosas personales -Perdón, he sido muy metiche-

Lo de los nuevos grupos no era de extrañarse. Así como había humanos obsesionados con odiar a los magos estaban los puristas. Mucho habían tardado en salir -Si necesitáis una sanadora…- Le sugirió a Johan pero no completó la frase si no que caminó un poco más en silencio preguntándose si su mente estaba dispuesta a cumplir lo que su boca decía.

Las preguntas de Johan hicieron que el corazón le pesara de forma tan abrupta que hizo una mueca y se detuvo -Ya iba a irme- Reconoció -¿Recuerdas el día de la pelea vuestra? Le avisé a Thalos y Gelion que me iba, al día siguiente cuando iba de camino al entrenamiento de cazas me llegó la notificación del psicólogo… y ya sabes lo que pasó- Se acomodó las arrugas inexistentes de su túnica y alzó luego los brazos para cruzarlos elegantemente -Pero hoy me di cuenta de que me es imposible seguir ahí Johan… - arrugó la nariz mientras negaba -Estoy loca. No lo había visto en días…Y su perfume, su voz, su cercanía, me da arritmia. Y… - Se quedó en silencio un momento mientras sentía que se le formaba un nudo en la garganta -Nunca me he considerado masoquista… ¿Por qué tengo que estar mendigando cariño o amor cuando es tan claro que no va a suceder?- La última parte de la frase le salió con la voz quebrada e intentó a toda costa no llorar, pero no tuvo mucho éxito - Así que haré lo mismo que hice con Gio, aparentaré demencia, me enfocaré en mi trabajo y sumaré una cita más a las 218 que llevo. Pero no puedo hacerlo viviendo allí. Luego miraré atrás y me reiré de mi tontería. Pero basta, me doy por vencida- Dejó caer los brazos para luego colocar las manos en su cadera y mirar hacia el cielo - Renunció a lo que sea que me implantaron mis padres en la cabeza, lo que sea que alentaron los libros románticos… lo que sea que soñaba. Simplemente no está en mi futuro y tengo que hacer la paz con ello- cerró los ojos lentamente y dejó escapar el aire. Se sentía bien, en parte, liberarse de esa carga. Dejar de buscar el amor donde sea que le mostraban algo distinto. No tenía suerte. El destino había decidido complicarle construir un hogar cuando se enteró de su condición, ahora era ella la que quitaba el amor de la ecuación.

Bajo la cabeza para mirarlo y se forzó a sonreír de nuevo mientras se limpiaba las lágrimas - Agradecería mucho quedarme en tu casa, al menos hasta que tengamos que irnos. Puedo ayudarte con el plan de evacuación - Y de nuevo, al trabajo.

No le importunó la pregunta de Arleen sobre los asuntos sentimentales, entendió que desde fuera podía verse un poco rara la situación que tenían. Acabó por sonreír un poco al ver que se ruborizaba levemente. - Tranquila, no me molesta. Podría decirse que las quiero a ambas de distinta manera, así que no estoy mal con el arreglo al que hemos llegado. He asumido algunas cosas en el proceso. - tampoco había mucho que explicar, seguro que Jo le había contado cosas a Arleen y sabía lo suficiente del tema. Otra cosa es que lo entendiese o no. Hizo un gesto de que no hacía falta por el momento que se ofreciese como sanadora, prefiriendo centrarse en todo lo que tenía que soltar ella sobre lo que había pasado con el asunto Gelion.

- Hm...claro que me acuerdo de la pelea con Thalos. - reconoció suspirando después, aunque el tema no iba de eso. Siguió escuchándola, entornando ligeramente los ojos mientras sacaba sus conclusiones. - Entonces...¿dices que te vas no sólo por lo de las órdenes y las discusiones, sino porque cada vez que estás cerca de él te pones como perra en celo? - se dio cuenta que lo último podía haber sonado un poco brusco para alguien como Arleen, así que se corrigió disimulando una sonrisa. - Disculpa. Que sientes mucha atracción por él. - pero no parecía ser sólo eso...a juzgar por lo de mendigar cariño y la voz de ir a llorar que se le puso. Estuvo a punto de querer consolarla, pero supuso que no querría su lástima.

- Aquí veo dos cosas. Tienes muchas ganas de tener algo sexual con él, que eso estoy seguro que en algún momento o arrebato tonto que tengáis acabará sucediendo, estoy seguro. Pero lo otro...lo del cariño es más complicado. Igual tú estás idealizando lo de la atracción y crees que va de la mano con lo de quererlo o que te quiera. No necesariamente. ¿Te conformarías sólo con el revolcón o te decepcionarías si él no quiere más que eso? - preguntó totalmente en serio, para saber si las aspiraciones de Arleen también se iban por el lado romántico. Se quedó con el dato de lo de Gio, aunque a él tampoco lo conocía lo suficiente como para saber qué tipo de persona era en una relación.

- Te vendrá bien un descanso. Ya te acabará buscando Gelion. Siempre puedes hacerte una foto con tu cita y subirla como hacen los jóvenes, para que te vea. - bromeó mientras pensaba en la cita con Yaros, al que debía invitar para para después pirarse. Esta vez sí que se atrevió a ponerle la mano en el hombro a modo de apoyo al ver que se limpiaba las lágrimas, aunque con más aceptación. - Malditas expectativas, ¿verdad? parece que si no sigues ese plan de ruta que te metieron ya es un fracaso. Pero no es así. Puedes hacer tu vida y disfrutarla de muchas maneras. Por ejemplo, teníamos un viaje pendiente, no sé si te acuerdas. Ya iremos a mi casa más tarde. Podemos aprovechar para visitar lugares a los que hacer mudanza. - sacó la piedra de los portales que llevaba colgada al cuello, activándola para abrir uno a un sitio que se le ocurrió. Después enganchó a Arleen del brazo, cruzándolo con ella.