THE NEW SUN
Edición Noviembre-Diciembre, 2037.
Periódico independiente
La Alianza Humana desquiciada La capital del Reino Unido ha vuelto a agitarse de manera violenta durante los últimos días de este año 2037. Los sucesos son ya conocidos por todos: cuatro ataques perpetrados contra diferentes puntos de la ciudad, entre los cuales destacan el palacio de Buckingham, la base de la Alianza y los campos de concentración. Varias personalidades del mundo de la política y del ejército han realizado declaraciones ante las preguntas que demandaban diversos medios de comunicación, entre los cuales se incluye The Sun. Según Andreas Wilhelm, las motivaciones de los atacantes eran “el saqueo, robarnos nuestras tecnologías y liberar a los magos que estaban en proceso de ser reconvertidos”, a lo que añadió que “lamentablemente, muy pocos de ellos quieren que las cosas cambien a mejor”. Cabe preguntarse qué significa cambiar a mejor para este político, y sobre todo para quién, especialmente cuando sigue llamando “campos de trabajo” a unas instalaciones que son claramente una réplica moderna de aquellos campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial. Basta una visión crítica para comprobar que lo único que ha cambiado es el colectivo al que va dirigido ese odio. El jefe del Ministerio de Salud Pública no parece dispuesto a cambiar de estrategia, ya que no sólo va a mantener los campos activos, sino que, tal y como ha afirmado “necesitamos reforzar los cuerpos de seguridad." Las palabras de este político no han sido las más duras, puesto que la ministra de Sabiduría, Frances Burke, ha realizado duras declaraciones respecto a lo ocurrido. Ha calificado como “animales” a los atacantes, sugiriendo que “hacían sus necesidades en la hierba”. También ha dedicado unas palabras dirigidas a los atacantes del palacio, que según ella “están identificados como el grupo de subnormales que se hace llamar brigada de grullas o algo así. Pero no se preocupen mis queridos ingleses, ellos creen que se meten con Francia, pero no saben lo que pasa cuando se amenaza la libertad inglesa. Pero lo sabrán.” Tal vez la ministra haya olvidado que esta no es una tradicional guerra entre dos países o un conjunto de países, sino que hablamos de un conflicto a mayor escala y resulta inapropiado enarbolar la bandera de la nacionalidad para apelar al sentimiento de los ciudadanos de su bando. Con la guerra la desafección hacia la clase política ha aumentado de manera considerable, puesto que éstos mantienen un nivel de vida muy similar al que tenían con anterioridad, mientras que para la gran mayoría de la población el desabastecimiento y la inseguridad son su pan de cada día. Por ello resulta paradójico que se empleen costosos recursos militares en defender el palacio, residencia de la señora Burke, cuando éstos podrían destinarse a otros fines. Eso por no mencionar que dicho edificio debería ser propiedad pública. Al ser preguntada por la motivación de los atacantes, Frances Burke respondió que “desean que nos escondamos, buscaron dividir las fuerzas para poder rescatar a uno de sus líderes, un hombre lobo. Ese es uno de sus líderes y amigo, un hombre que prefiere comerse a otras personas inocentes a someterse a un tratamiento que le devuelva su humanidad.” Nada nuevo bajo el sol. Emplear el poder del miedo sobre la ciudadanía ha resultado ser un arma útil a lo largo de la historia, esgrimiendo dicho argumento para ser legitimados en el poder como los únicos salvadores posibles. La ministra concluyó de manera sentenciosa: “su fin está cerca. Esa malformación de la evolución llamada magia conocerá su extinción. Los humanos prevaleceremos, como siempre”. En lo que a las personas rescatadas respecta la información resulta algo confusa, ya que no todos los entrevistados respondieron de igual modo a las preguntas, con lo cual no sabemos exactamente qué nos están ocultando. Sólo la ministra ha aportado el dato del supuesto licántropo líder, mientras que otros, como el capitán Javert, no especificaron nada respecto a los liberado. El segundo capitán Ailanthus ni siquiera hizo mención a rescates. Las declaraciones de ambos capitanes no podían ser más radicalmente opuestas, indicando una posible falta de consenso y unión en los altos mandos del ejército. Resulta destacable la actitud esquiva del capitán Javert , cuyas respuestas no correspondían con claridad a las preguntas. Al ser interrogado sobre si se hacía todo lo posible no contestó de manera concreta, sino que espondió lo siguiente: “me pregunta si el ejército está haciendo lo suficiente, el 31 de diciembre usted podrá estar con los suyos, tomando las uvas y festejando el nuevo año, esos soldados lo pasarán en las calles o en la base luchando porque eso siga así. Me pregunta usted si hacemos lo posible, le respondo yo que damos el doble de lo que nos piden ¿por qué? Por deber, por la patria, uno no lucha por ella porque sea bonita o grande sino porque es suya y ha sido la matrona que nos concedió la vida.” También lanzó una belicosa amenaza, siguiendo la línea de la ministra: “pronto el sol que anheláis se nublará ¿es una amenaza? Sí, una amenaza para todos aquellos que hicieron llorar a una madre hoy, que impedisteis que un soldado regresara a casa en nochebuena y me da lo mismo que sólo sea un soldado, un simple peón en esta guerra, ese peón me ha permitido a mí y a todo Londres seguir en pie...por ellos, por todo ese mar de lágrimas, recordaréis el día en que salisteis del infierno y maldeceréis no haber permanecido allí.” Pero la revelación más interesante que encontramos en las declaraciones pertenece al capitán Ailanthus Sreysnah, aportando un dato no mencionado con anterioridad. Al ser interrogado sobre la identidad de los atacantes afirmó que “uno de estos se descubrió como mi hermano menor, Dyospiros Sreysnah. Siquiera yo sabía de su existencia. Pero lo que realmente me asusta es saber que la Alianza si que conocía bien que existía. Pero esa información fue vetada. Llegamos a un punto donde se esconde de los capitanes información de vital importancia, tal como puede ser la identidad del único fugitivo hasta hace poco de aquellos Campos de trabajo. Creo que existe posibilidad de redención en él de la misma forma que la hay para prácticamente cualquier ser de naturaleza mágica, no parecía muy… dado a esta. Aunque mucho me temo anunciar que, por ahora, va por un camino muy errado.” La información no tiene desperdicio, puesto que nos descubre un escenario en el cual se oculta información de vital importancia a un recién ascendido a capitán. A no ser que este capitán sólo sea una marioneta para un lavado de cara del ejército, tal y como se señaló en el anterior articulo. Ailanthus proclama una defensa a ultranza de la reeducación y redención para las criaturas mágicas, lo que puede demostrar lo bien que funcionó con él el programa, sirviendo así como propaganda para la Alianza. Aunque tampoco faltarán aquellos que piensen que todo este asunto pueda tratarse de una posible traición urdida desde dentro por el segundo capitán. ¿ Es este el motivo por el cual su mensaje fue un tanto más pacífico que el del capitán Javert? ¿ Pretende acaso ganar tiempo para propiciar el diálogo o para asestar algún tipo de golpe desde dentro? En cualquier caso vuelve a ponerse en evidencia uno de los principales problemas que viene arrastrando este bando, una falta de unión real, por más que se empeñen en predicar lo contrario. Y esto a la larga no hará más que empeorar el conflicto. Autor: Izsak Kaiser, periodista de The New Sun |
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Me caaaaaaaawen!! que yo queria ser un ente anónimo...ANÓOOONIMOOOOO!!!
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