Suburbios

Uno de los primeros en irse hacia la prisión fue Adam, que ya sabíamos que era mucho de ir a su bola. No terminaba de gustarme que estuviese en nuestro grupo, al igual que no me gustaba la presencia de muchos otros, pero no nos quedaba otra. También me preocupaba que llegase el momento en que los compañeros no pudiesen seguir adelante como era el caso de Mike. Anteia se dio por aludida, acercándose al joven para atenderlo. Esperaba que pudiese hacer algo por él. - Aguanta, Mike...- quería que supiese que lo que hizo había quedado perdonado. - Eres uno de los nuestros, puedes con esto y más. - lo dejé con Rocío tras dedicarle una mirada de ánimo a ésta última.

Traté de concentrarme en las explicaciones de Sigrid, dejando también hueco a Victorya cuando se acercó a mí para asomarse a ver lo que mostraba la soldado. Los androides no eran más que copias que podían cambiar de cuerpo, si era cierto que formaban parte de una red mayor de información. Coincidí con Victorya en eso de que necesitábamos al menos un androide, aunque parecía que ella tenía más idea que yo sobre esos temas.  - Su lógica también puede ser predecir lo que nosotros podemos hacer, por eso es también difícil ser impredecibles. Seguro que tiene respuestas para todas las opciones, incluso aunque tratemos de crear el caos. - guardé silencio unos segundos para seguir escuchando al resto, echando un vistazo a Erika y Thalos. Ella no parecía encontrarse muy bien, así que tal vez tendría que hacer otra curación más, al igual que con Sigrid.

Fue en ese momento cuando Lyran se acercó a entregarme su anillo, aquel que usaba para las sanaciones. Lo miré sorprendido, negándome en un primer momento a que me diese algo tan valioso. - A ti también puede hacerte falta, Lyran. - me sentía un poco como el alumno enchufado del profe, al que le hacen regalos. En parte también me gustó eso de que pareciese orgulloso por lo que había aprendido. - Vengo de una familia de sanadores, y Josephine también lo es...tenía que aprender en algún momento, aunque no se me da tan bien como a ellos. - finalmente acepté el regalo, agradeciendo a Lyran mientras me ponía el anillo.

La situación se volvió caótica cuando a los dos ejecutores se les cruzaron los cables, atacando respectivamente a Victorya y a Ian. Por suerte no hubo que lamentar daños porque fueron muy rápidos con las defensas, pero nos quedó claro que no podíamos contar ni con Jed ni con Morgana. Ya no sabía si era porque nos estaban traicionando o porque de verdad era algo con la nanotecnología. Quería pensar que lo segundo. Anteia tenía ya a Gelion en el punto de mira, así que traté de frenarla.

- No. Si tiene algo y se le va la pinza podemos controlarlo entre todos, pero mientras tanto que nos sea útil. El Centinela lo mismo, vamos a usarlo de una maldita vez. - Sayid supo mantener la calma, lo cual era necesario para el trabajo en equipo. Pensé en cambiar de planes con respecto a la prisión, sobre todo cuando Ian se fue para allá y cuando medité sobre lo que iba contando Sigrid.   - Pues a las tuberías, a avanzar, y a cazar androides. Iremos avanzando. - de ese modo acordamos dividirnos momentáneamente, unos cuantos seguiríamos adelante, y algún otro iría hacia la prisión. Todos dejamos atrás los suburbios tras algunos minutos más de deliberación y recuperación.

off:

No supe qué decir a las palabras de Mike, por lo que simplemente me quedé en silencio, prefería concentrarme en que estuviera bien, la sangre era menor, mis manos estaban manchadas, y mi curación era débil, pero de algo serviria, o al menos eso esperaba. Mire a Johan al escuchar sus palabras, intentando hacer una sonrisa, aunque apenas fue una misera mueca.

-Somos suficientes, podemos defendernos.

Al rato vi que una mujer rubia se acercó, y le hablo a Mike, yo seguí con mis curaciones hacia él, aunque sintiéndome poco a poco más débil. Ya luego si tenía tiempo me curaría. Cerré un poco los ojos al escuchar que abrieron fuego cerca de nosotros, seguro serian los idiotas de la alianza dando por culo en el peor momento.

Ya pudiendo mantener un poco el ritmo segui al grupo a la prision.

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Curación a Mike:

0 dado + 10 hab. personal: 10 Curación a MIKE

85PS/150PS

El miembro 'Rocio Dixon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Curación' :

En un agujero en el suelo vivía un hobbit...
En realidad no. En el sótano de la tienda había un vampiro, o los restos que quedaban de él. Resulta que ese vampiro había tenido hijos antes de serlo, y que en la huida de Londres había quedado hecho mixtos al intentar proteger a uno de ellos. Desde entonces el segundo hijo había estado intentando recuperarlo, pero con poco éxito. No le había dicho nada al hermano mayor por si le echaba algo en cara, mintiéndole con que el vampiro había ido a descansar a tierras lejanas. Con un poco de suerte lograría que volviera a despertar, aunque le estaba costando demasiado. Al principio le dio su propia sangre, todo lo que pudo, pero no era suficiente ni le permitiría mantenerse en pie por mucho tiempo si seguía así. Luego...luego fue secuestrando a algunos de los pocos humanos que por allí pululaban. Procuraba no matarlos, por si los putos androides se enteraban y les daba por echarle de allí. No tenían dónde ir, y no podía volver a trasladarlo. Esa noche al salir del sótano cerró bien con llave, perdiéndose por la calles para ir a la caza de más gente a la que desangrar.

Al final la cacería había tenido éxito, retornando al sótano del almacén con la presa que había secuestrado en las calles. Les había dado su merecido a esos imbéciles que querían impedirle hacer su trabajo. Nada más aparecer en los suburbios volvió a desmayar al tipo para que dejase de forcejear y gritar, arrastrándolo por las escaleras que conducían a la parte subterránea del almacén. Se detuvo un momento al leer el mensaje que le había enviado Juliet, decidiendo ignorarlo por completo. La dejó en visto. No, no iba a decirle nada. Además, llevaban tiempo sin tener una conversación larga, desde aquella discusión a las pocas semanas de llegar a la Ciudadela. Notó que le temblaba la mano ligeramente al empezar a pensar en ciertas cosas, pero rápidamente echó mano de unas pastillas que llevaba en el bolsillo para echárselas a la boca sin agua ni nada. Estaba siendo una época extraña...

Volvió toda su atención hacia el pelirrojo tirado en el suelo, haciendo un movimiento con la mano para levitarlo y colgarlo por el hombro de un gancho que colgaba del techo. El hombre se despertó pegando un grito de dolor, intentando escapar sin éxito. - Shhh...así sólo te harás más daño. Deja de chillar como un gorrino. A todos nos han pasado estas cosas alguna vez. - Debajo puso un barreño metálico, sacando después una daga de su cinturón. Se acercó a él para clavársela en el brazo, haciendo que comenzara a chorrear sangre de la herida para recogerla en el barreño de abajo. El mecanismo tenía una especie de tubería fina que se dirigía hacia lo que parecía un sarcófago...en la esquina más oscura del lugar.

A partir de ahí siguió hiriéndolo para que sangrase más, casi hasta el punto de llegar a torturarlo sin que fuese necesario. Se dio cuenta de que debía parar cuando en una de estas le acertó en la femoral, haciendo que el sangrado se disparase. No debería matarlo...le había visto demasiada gente. Al final lo bajó del gancho de manera brusca, con cierta resignación. - Volveré...- murmuró en dirección a la esquina del sarcófago, desapareciendo de allí con el secuestrado medio desangrado.

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¿Cómo deja de grave al PNJ?
8, bastante

El miembro 'Reiv Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (10)' :

La zona de los suburbios en la que los apareció Reiv seguía siendo casi igual de decadente que cuando estuvieron allí de misión, sólo que ahora había algunos humanos más pululando por las callejuelas. Seguro que mucha de la chusma de Londres se había metido por ahí para no tener que cumplir las normas de vivir en la torre. Miró alrededor por si le sonaba alguno de ellos, pensando en si habría por allí alguno de sus anteriores enemigos. Tampoco se detuvo mucho tiempo, pues Reiv les hizo un gesto para que avanzasen en una dirección concreta. No dijo nada más desde que se marcharon del apartamento, fue todo el trayecto silencioso y con gesto sombrío, con la vista al frente. Johan intercambió con Juliet alguna mirada, preguntándole mentalmente.

"¿Habéis llegado a hablar antes? ¿Qué te ha contado? no tienes que encargarte tú sola, me refería a que podíais quedaros a descansar en mi apartamento. Supongo que todavía querrán interrogarlo, no puede irse por ahí, y tampoco le conviene."

Tras caminar algunos minutos y recorrer varios callejones más llegaron a una especie de almacén para el que Reiv tenía una llave. Entraron después de que abriese la puerta, pero aquello tenía pinta de abandonado. Contuvo la respiración mientras los guiaba hacia un sótano, comenzando a bajar las escaleras hacia la oscuridad. Allí se dio cuenta de que había manchas de sangre por las escaleras, y que al llegar abajo había...muchos chismes como de tortura, incluido un gancho de carnicero colgado del techo. El ambiente era bastante tétrico, pero por el momento no había ni rastro de Sirius.

- En serio...¿por qué no preguntaste si te podían dar sangre o me preguntaste a mí? se te ha ido mucho la pinza...y no me vale eso de que no querías que me enterase. Ni que hubieses herido tú a propósito nuestro padre.

Al final decidió llevarse a Johan y a Juliet para buscar a Sirius porque ya había confesado, y también porque necesitaba quitarse de una vez ese peso de encima, dejar de guardar ese secreto. Ahora con el efecto de las drogas de paso notaba todo el cansancio acumulado de golpe, además de un insidioso dolor de cabeza. No le apetecía hablar con ninguno de los dos, así que se limitó a caminar para guiarlos, esperando que le siguieran. Ni siquiera le hizo falta fijarse por dónde iba, se conocía ya el camino de memoria. Dejó que entrasen primero, que se diesen cuenta de lo que era aquel lugar. Sabía que le juzgarían, por eso no le extrañó cuando Johan dijo aquello al llegar al sótano. Reiv recorrió con la mirada las manchas de sangre del suelo, alzándola después hacia su hermano con gesto de resentimiento.

- Tú tampoco te preocupaste por saber qué había estado haciendo, hasta ahora porque te han llamado para quejarse. - nada, ni un mensaje, ni una palabra. Además, seguía sin entender que se había obsesionado con eso de mala manera porque era como su propio error a enmendar, y no quería que el hijo perfecto interviniese. - ¿Te crees que no pedí alguna al principio? pero no quería explicar los motivos y así no me la daban, y luego... - sí, le jodía reconocerlo, pero era cierto que se le había ido la pinza poco a poco por el cúmulo de circunstancias. Les dio la espalda a ambos, quedándose de frente hacia el fondo oscuro de la habitación. Hast ahí llegaba una especie de tubería fina que acababa dentro de lo que parecía un sarcófago. Señaló vagamente con la mano, murmurando un "está ahí".

Caminó detrás de Reiv por los suburbios de la Ciudadela. En realidad ella ya había estado ahí. Se había pasado un tiempo haciendo negocios no del todo lícitos. En algo se tenía que entretener, y parecía que al igual que Reiv ella también se inclinaba un tanto por trabajar sin avisarle a tesorería de lo que hacía. Pero nada la pudo haber preparado para lo que estaba a punto de ver.

Miró a Johan cuando se metió en su cabeza, pensó un poco en todo lo que tenía que decir. No había revelado mucho pero Reiv le había pedido que le contara a Johan. "Hubo una explosión, y Sirius quedó maltrecho. Ha estado tomando sangre de humanos para dársela, sin resultados. Creí que te ibas a encargar tú, eso le dijiste al androide. Pero quiero estar ahí". Le costaba decirle las cosas en su cabeza, porque no podías guardarte tus pensamientos. Todo se transmitía. O eso creía. Por eso se puso triste cuando pensó en la cara que Reiv tenía en el callejón. No quería que Johan la viera.

Siguieron caminando por un tiempo más. Todo normal. Hasta que abrieron la puerta de aquel almacén y el aire de adentro salió. Se llevó las manos a la nariz en un instante, conteniéndose. Hacía años que no olía tanta sangre putrefacta junta, y ya no le era familiar. Era completamente horrible. Dejó que se adelantaran unos pasos mientras ella se acostumbraba al olor. Cerró la puerta tras ella y entró observando los detalles de la habitación, sobre todo mientras bajaba. Manchas de sangre, cosas con sangre, sangre en el piso. Estuvo a punto de darle un golpe "amistoso" a Johan para recordarle que tenía que ser amable, pero sí se le había ido la pinza a Reiv. Observó el gancho en el centro del techo, las tuberías, el sarcófago al fondo... Se había pasado un buen rato ideando cómo hacer las cosas para maximizar la sangre que podía obtener, eso estaba claro. Hacía mucho tiempo que no estaba acostumbrada a tanto horror, y estar cómoda en ese lugar se estaba volviendo un reto. Solo había una manera de salir de ahí rápido y era... caminando hasta el sarcófago para ver a Sirius y su situación.

Caminó despacio hasta adelantarse a Reiv y seguir al fondo de la sala. No quería que sus pasos perturbaran el sueño de Sirius, pero suponía que los gritos de todos eran mucho más disturbio. Cuando llegó hasta ahí, algo extraño había. El sarcófago abierto, el interior... vacío. Levantó rápido la mirada, su instinto se disparó por si Sirius estaba por ahí despierto en las sombras, esperando para atacar, pero... no. No había nada. Se puso sus guantes para terminar de abrir el sarcófago y... nada. Nada. Con todo el olor de alrededor, ni siquiera podía detectar a los presentes así, mucho menos a alguien que no estaba.- Reiv...- Le llamó intranquila, quitándose los guantes de nuevo y dejándolos. No había ahí sangre de 40 personas, pero sí algo de ella, que seguía goteando por el tubo de tanto en tanto.- Está... vacío.

La información que le fue dando Juliet mentalmente el fue bastante útil para hacerse una idea general del asunto, haciendo memoria del día de la misión. Todo fue demasiado caótico, y apenas recordaba haber visto a Sirius y Reiv entre la muchedumbre. Aún así tenía sentido que su padre hubiese intentado proteger a su hermano si lo había visto el peligro. Era lo que hacía, proteger a sus Black. Asintió a lo de encargarse él, no iba a desentenderse sin más, aunque sí quería que ella estuviese cerca porque parecía hacerla más caso.

Después de entrar en el lugar y ver el percal tuvo otro roce más con Reiv, que ahora le reclamaba que prácticamente no habían tenido contacto desde que llegaron a la Ciudadela. Tuvo que callarse a eso porque llevaba razón, le había prestado cero atención y había estado más bien malhumorado por el fracaso de la misión de huida y el ser exiliados una vez más. - Hubiese sido mejor explicar los motivos que organizar este plan tan...retorcido. - y eso era como un espejo del modo retorcido en que había funcionado su mente en todo aquello.

- ¿Por qué no te han pillado antes? ¿No te ha delatado ninguno de los que atacaste o ...los has matado? - Contuvo la respiración mientras él les señalaba al fondo de la estancia, a la zona más oscura donde había un sarcófago. Se acercó lentamente tras Juliet, mentalizándose para ver alguna escena que posiblemente no querría tener entre sus recuerdos. Ella se adelantó un poco, diciendo aquel "está vacío". Eso no tenía sentido, ¿por qué iba a mentirles sobre algo así? Se acercó de inmediato, comprobando que, efectivamente, estaba vacío.

- ¿Qué significa esto? ¿Nos estás gastando alguna broma pesada o es otra de tus alucinaciones? - fue hacia él cabreado, sin saber si sacudirlo o...si realmente necesitaba más ayuda de la que ellos podían darle.

Se dio cuenta de que le había callado la boca con lo de no hacerle ni caso, así que ahora no podía ir de ofendido por no haber ido a contarle todo. Prefirió no contestar a lo de retorcido, porque su mente había estado ocupada en todas aquellas maquinaciones y delirios para llevar a víctimas a aquel sótano de los horrores. Tensó la mandíbula cuando volvió a dudar de si había víctimas mortales o no. - Ya te lo dije, no he llegado a matar a nadie. Y no, he tenido cuidado hasta ahora para que no me delaten. Iba con la cara tapada. Fui más o menos discreto hasta anoche, que perdí el control. - el principio del plan iba bien, pero luego...se fue todo a la mierda.

Esperaba escuchar alguna exclamación de horror por parte de ambos al acercarse al sarcófago y ver la imagen, pero no lo que soltaron ambos. - ¿¿Qué?? - preguntó perplejo sin entender de qué iban, y menos las preguntas de Johan. - ¡No! ¿cómo voy a estar mintiendo con algo así? ¡está ahí! - se acercó enfadado porque creía que eran ellos los que le estaban vacilando, y al llegar hasta el sarcófago vacío le dio un vuelco el corazón. No estaba, ya no había o veía nada. Empezó a negar con la cabeza sin apartar la vista de ahí, caminando unos cuantos pasos de espaldas.

- Estaba ahí, lo juro. No me lo estoy inventando. ¡No podía moverse! Estaba...partido por la mitad, y....la mandíbula...- murmuró unas cuantas palabras más de manera ininteligible, con gesto de terror en el rostro al escuchar que podía haber sido otra de esas alucinaciones. - Yo...no habría hecho nada si no fuese cierto...- ¿Y si se lo había imaginado desde el principio? ¿Y si ahí no había habido nunca nada y no podía confiar en su cabeza? quería salir corriendo de aquel lugar, de repente empezaba a faltarle el aire y la habitación le daba vueltas. Empezó a huir en dirección hacia las escaleras, llamando a Sirius a voces para que apareciera.

Con lo del plan retorcido ahora sí que le echó una mirada a Johan y un gesto para decirle que se callara. No ayudaba mucho que lo juzgara tanto. Amable le había dicho y sí, el tono era amable, pero las palabras para nada. Llegó al límite cuando preguntó si los había matado.- ¡Johan! - Su gesto era exasperado con él.

Se quedó un buen rato viendo el sarcófago. El tiempo se detuvo un rato mientras veía las posibilidades. Johan había sacado conclusiones rápidas, pero ahora que veía el lugar de nuevo, no podía asegurar que todo hubiera sido por nada. Lo había iniciado hacía tiempo, y quizás sus alucionaciones no eran tan fuertes al inicio como ahora... ¿no? Viendo la expresión de Reiv, para él también era una conmoción que no estuviera. ¿Pero partido por la mitad?

Salió corriendo tras Reiv después de un momento, tomándolo por los hombros antes de que subiera las escaleras. De verdad quería irse de ahí, pero aún no era hora.- ¿Y si se levantó? ¿Y si funcionó? Dijiste 40 personas, aquí no hay tanta sangre. - O solo la estaba calculando mal... No quería tirar de positiva porque entre los dos le iban a tirar las intenciones, pero si Reiv estaba tan seguro, no podía no creerle.- ¿Tienen manera de llamarlo?

Por un momento le hizo dudar la descripción que dio Reiv sobre el estado de Sirius, pero tampoco tenía pruebas de que lo que decía fuese cierto. No se veía demasiado bien lo que había en el sarcófago, pero se distinguía la sangre que había ido goteando por aquella cañería. Pasó del mosqueo por pensar que les engañaba a cierta lástima al ver lo agobiado que parecía con el asunto de las posibles alucinaciones. Ya no sabía ni qué pensar.  - No digo que mientas, pero...tal vez te has confundido o imaginado cosas... - intentó sonar algo menos duro que antes, frunciendo el ceño al ver que intentaba escaparse y que Juliet fue tras él para detenerlo. ¿Le creía de verdad o sólo lo estaba haciendo para calmarlo?

- No hay manera de llamarlo como si lo estuvieses invocando. Él...iba y venía cuando quería. Desaparecía en las sombras. - así que no tenían manera de saber si era posible que de verdad estaba ahí y se había levantado. En cualquier caso ya era suficiente por esa noche. No parecía que fuesen a sacar nada en claro, y meterse en la mente de su hermano en ese momento sólo lo iba a alterar más. Le jodía quedarse sin respuestas y con la incertidumbre del paradero de su padre.

"Juliet, siento decírtelo, pero creo que tiene más problemas de los que pensábamos. Será mejor llevarlo a la enfermería de la torre y que le den algo allí para que se calme o se duerma."

- Está bien, seguiremos buscando. - le mintió a Reiv  mientras se acercaba a él, no le creía. Apoyó una mano en su hombro y otra en el de Juliet, fingiendo que le había convencido.   - Pero mejor vamos a buscar en otro sitio. - engañó a ambos de ese modo, desapareciéndose de allí con ambos de vuelta a la torre.