Bar

Cuando aparecieron allí, Mérida sonrió con ganas. Le hubiese gustado estar rodeada de su gente pero no estaba preparada para verlos -¡¡Gracias!!- Le dijo a Nicholas mientras escuchaba una música suave de fondo. Necesitaba algo más movido pero una vez que tuviera mucho alcohol en las venas.

Se acercó a la barra ordenando una jarra extra grande de cerveza negra y después se giró hacia el jovencito, mirando sus rasgos -Soy Mérida. Tu que quieres para beber?- Pregunto alzando ambas cejas varias veces mientras miraba a aquellos que cantaban. Volvió la vista hacia él -¿Sabes bailar?- Intento desconectar de todos esos sentimientos que se arremolinaban alrededor y enfocarse solo en lo positivo de la vida. Le estaba costando pero lo lograría. Nada que una par de jarras no solucionará, aunque se arrepientiera mañana por el dolor de cabeza que tendría.

-A ver... Eres mi nueva caja de sorpresas. Lo primero... Como te llamas?- Pregunto mientras cogía la jarra de alcohol y se bajaba, de un trago, al menos la mitad. Se limpio la boca con la manga de la ropa y sonrió abiertamente. Si, eso era correcto. Alcohol de este, no del del hospital. Sonrió de lado -¿Y qué haces por aquí?-

Aparezco con Mérida en el bar de Ouroboros. La verdad es que me gustaba más Er Crasu, pero ahora debía estar enterrado en escombros, y ahora que lo pienso, ¿dónde estaba el jefe Crasuláceo y su primo de malas pulgas? Hacía mucho que no les veía, desde el tema de la caída de la isla y blablabla. -Sí, definitivamente este sitio es mejor que el hospital. Yo quiero lo mismo- Señalo al camarero mientras servía la jarra de cerveza de Mérida. Aunque ahora que lo estaba pensando la cerveza es vegana, ¿verdad? Solo llevaba unos meses desde la transición completa. Repasó mentalmente los ingredientes y no encontró problema alguno con que haya sido hecha con animales.

-Yo soy Nichollas. Pero me puedes llamar Nico. Y por supuesto que sé bailar. Vamos al centro de la... pista... Bueno da igual- Saco la guitarra del estuche y la afino para tocar. Me busco un hueco chulo con jarra cervecera en la mano, aunque me da la sensación que me pesa y me molesta y quiero sentirme libre. Veo que ella se lo bebe de medio trago, pero me parece una barbaridad, de modo que bebo un tanto y empiezo a tocar una canción animada para que podamos bailotear, todo lo que deja una guitarra, claro. -Estaba con mi primo que ha ido a ver a su crush al hospital, que al parecer le han debido de hacer mal hace poco, pero por lo que he oído ya esta bien. ¡Celebremos el estar bien! Brindis brindis!. Puedes pedirme la canción que quieras, me las sé todas.-

-Hace mucho que no bailo- Confesó y trató de hacer memoria. Cuando lo hizo recordó a Cleopatra en la boda a la que no les habían invitado y sintió que se le oprimía el corazón. Apagó la sensación al beberse otro par de tragos de cerveza como si fuera el primer líquido que veía después de algunos siglos en el desierto. Mérida se alegró cuando vio la guitarra y aplaudió un poco animándolo a hacer lo que ella sospechaba. Esperaba que tocar abien porque sino...pobres oídos. -Sigue rellenando, por favor- Le indicó al que atendía el bar con una sonrisa breve.

-Emm..Hay una vieja. De una chica que tocaba en una banda y se enamoraba de un hombre inglés- Se fue acercando a la "pista de baile" -¿Sabes de cuál te hablo? No era muy movida pero me encantaba su ritmo. No recuerdo tampoco el cantante. Se me da fatal el tema de la música pero sí que sé cuántos home runs tenía Babe Ruth- Le dijo al chico con mucha naturalidad mientras se echaba su melena roja hacia atrás -Yo te hago las palmadas- Insistió mientras empezaba a aplaudir al ritmo de la música que recordaba

La descripción de la canción era demasiado general para poder especificar una en concreto, pero no por ello había que dejar de intentarlo, y si no, da igual. Se toca otra canción, que para me encanta tocar. Me crugí los dedos y empecé -Dedicado a todas las chicas de Galway... o bueno, de cualquier parte del mundo. Da igual, abajo las fronteras, brothas.-

♪♫♪♫♪♫♪♫
She played the fiddle in an Irish band
But she fell in love with an English man
Kissed her on the neck and then I took her by the hand
Said, "Baby, I just wanna dance"

Arrugo la nariz cuando me dice eso de que hace mucho que no baila. Eso no puede ser y hay que cambiarlo lo antes posible. Bueno, la música tiene la capacidad de alimentar el alma, desconectar de los problemas un rato y disfrutar de las compañías de los otros, sea quien sea, durante un rato agradable.

-Palmas arriba. ¡Bravo! ¿Ves, ya estás bailando, no hace falta hacerlo bien, yo lo hago en casa con la escoba a cuando me toca barrer...-

With my pretty little Galway girl
You're my pretty little Galway girl
♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫

Tomo un poco de líquido dorado de ese, invitando a que los PNJs que estén pegando la oreja, se animen al cotarro. Ya habrá tiempo de pensar en los dramas de la vida cuando salgamos de allí, ¿no? -No sé quién es Babe Ruth, pero podríamos decirle que se venga. Es más, podríamos avisar a alguien más para que venga, cuantos más seamos, mejor, ¿no?-

-¡Esa!- En el momento en el que dijo lo de Galway lo recordó en seguida y sonrió emocionada. Cerró los ojos y escuchó la voz de Nico mientras bailaba al ritmo de la canción, aplaudiendo al son de la misma mientras intentaba concentrarse sólo en la melodía. Abrió sus ojos celestes cuando escuchó lo de la escoba  y soltó una risotada -Yo la usaba de micrófono- Le confesó riéndose antes de ir a por la jarra  y bajarse otros dos o tres tragos con mucha facilidad, e incluso temple.

With my pretty little Galway girl
You're my pretty little Galway girl

Mérida aplaudió un poco más fuerte y no dudo, en ningún momento, en acercarse a cada mesa y sacar a los PNJ a bailar. En realidad sólo habían seis personas pero eso era más que suficiente para iniciar una fiesta.  -Babe está muerto hace mucho... Luego te cuento más de él, era un Grandes Ligas total- Le guiñó un ojo y por un escaso momento sintió que estaba olvidando algo. ¿Qué era? Era algo respecto al béisbol... Su hilo de pensamiento se disolvió cuando uno de los PNJ a quien llamaremos Billy, la hizo dar una vuelta sobre sí misma, para luego corear la canción juntos -¡Invita a todos tus amigos, sí! Y así formamos una banda y cantamos todos los días!-

-¡Acabo de tener una idea genial!- Respondo al hecho de que ella lo usaba de micrófono. Otro por ahí indica que lo usaba de guitarra, otra que se hacía una batería con ello ¿Cómo no se me había ocurrido antes? Con un poco de abracadabra patadecabra, atraje unas cuantas escochas del armario de la limpieza y los repartí entre los que estábamos allí. Ahora ya todos podríamos hacer el canelo a tope: los que querían bailar bailaban, los que querían cantar podían hacerlo, los que querían hacer que tocaban el saxofón también. Con un poco de bididibadibú las herramientas emitían un leve sonido, como si de música se tratara. Y así el bar se convirtió en una sala de conciertos improvisada.

El tema de que el señor esté ya muerto me deja un poco plof, pero hay que intentar reconducir la conversación y vocifeo a todos los presentes, jarra de cerveza en mano, brindando y bebiendo seguido -¡¡Por todas las Grandes Ligas!!- Me quedo un segundo pensando a quién podría avisar que pudiese querer venir, escribo a Justin para que se me venga si le apetece después de estar con su crush. Envío algunos mensajes más, pero no muchos pues no tengo muchos contactos. Los justos y los necesarios. Me arrimo a una PNJ, a la que llamaremos Sally, una chica con el pelo oscuro, cortado a la altura del cuello, y que viste extra-sized haciendo que su hombro derecho quede al hombro, y a la cintura con una camisa a cuadros leñadores rojos y negros, y que está tocando el air-guitar para empezar con otro maravilloso
♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫
I need more dreams ... And less life
And I need that dark In a little more light
I cried tears you'll never see
So fuck you, you can go cry me an ocean
And leave me be

You are what you love, Not who loves you
In a world full of the word yes
I'm here to scream....

-TODOS!
NO NO!
♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫♪♫

Ese era el tipo de persona que Mérida necesitaba en ese momento. Ingeniosos, divertidos, extrovertidos. Se sorprendió de la gente PNJ se uniera tan rápido al abracadabra patadecabra pues había prejuzgado a la gente que vivía en Ouroboros como snobs estirados. No obstante, si se fijaba se daba cuenta de que muchos -Como ella- eran refugiados.

-Siiii- Aplaudió de manera entusiasta mientras ayudaba a armar la improvisada banda. Quería tener un micrófono de verdad pero solo atino a hacer un hechizo para elevar su voz y pronto la música lleno la sala a un ritmo al que Mérida no podía evitar bailar.

Wherever I go, go
Trouble seems to follow
I only plugged in to save rock and roll, rock and roll
No, No
Wherever I go, go
Trouble seems to follow
I only plugged in to save rock and roll

Canto, a todo pulmón, feliz de saberse la canción. Y brindo ante las palabras de Nico porque eran muy especiales para ella. Aunque eran "Los Grandes Ligas" pero lo iba a perdonar. Nadie que ella conociera sabía nada de béisbol, ni le ponía el interés que él le había puesto a una simple desconocida.

Le sonrió abiertamente.  Antes de mirar a Sally y sonreírle.  Era preciosa y encima daba la impresión que tan extrovertida como ellos -Ale... Ahora te toca a ti- Señaló a Sally como si tuviera una varita mágica y le guiño el ojo a Nico mientras se bajaba lo que restaba de cerveza... Cuando acabó la música fue Mérida quién dictó el ritmo. Esperaba que la corearan con ella.

This one goes out to the man who mines for miracles
This one goes out to the ones in need
This one goes out to the sinner and the cynical
This ain't about no apology
This road was paved by the hopeless and the hungry
This road was paved by the winds of change
Walking beside the guilty and the innocent
How will you raise your hand when they call your name?
Yeah, yeah, yeah

Con la incursión de Mérida en el escenario, la de Sally y conmigo mismo, ya teníamos vocal, bajo y guitarra acústica. Y por ahí teníamos a un batera dándolo todo, como buen batería, golpeando la mesa y las jarras medio vacías a modo Toms y de platillos. Demonios, ¿por qué nunca se le había pasado por la mente el hecho de formar un grupo de música? Seguro que lo podrían haber petado en los festivales de música. Si siguiesen existiendo, claro. Y en seguida Nicho se percató de que el problema de la sociedad actual es que estaba muy triste, y no dejaban de contagiarse la tristeza los unos a los otros, como una pescadilla que se muerde la cola. Y que, de vez en cuando, tendríamos que ser capaces de poder salir de esa espiral destructiva. ¿Cuándo podría llegar ese momento? Nadie lo sabía, claro, pero, ¿quién dice que el momento no pueda ser ahora?

Nico terminó la canción con Sally, dándolo todo en los estribillos, vociferando las partes que mejor se sabían o que la gente le correspondía cantando. Y según terminó nuestro nuevo PNJ favorito Mérida subió a cantar una canción propia, le seguí con la guitarra, dando musicalidad a su voz. Me alegraba que la misteriosa desconocida que estaba apesadumbrada en el hospital pareciese estar mucho más animada. Eso me hace sentirme mejor como persona.

Antes de seguir con otra canción, el artista necesita tomar un poco de refrigerio para descansar la voz un poco, ya que su jarra ya estaba gastada, por lo que cedió temporalmente la guitarra a otra persona para fuera él o ella la que siguiera con la comparsa. Cogí mi cerveza y me acerqué a Mérida cuando terminara de cantar -¡Cantas muy bien! ¿Qué tal estás? ¿Mejor? Te dije que aquí servían mucho mejor alcohol que el del hospital, jejeje. Lo que no esperaba que se animara tanta gente, ¿los conoces?- Oye, ¡que igual estaba hablando con la chica más popular de la isla y yo sin saberlo! ¿Tendría que hacerme una foto y subirla a Instagram?

Sin duda, aquella la canción le tocaba una fibra y la había cantado con profundo sentimiento. Al finalizar, se sentía mucho más animada. De alguna forma, es como si Bon Jovi fuera su espíritu animal. Se rió de aquella metáfora mientras bajaba y se acercaba a Nico sonriendo de lado -Sí, me siento mejor...Necesitaba esto. Hace mucho que no celebraba...Bueno, no tengo nada que celebrar pero ...- Le miró como si sin decir nada fuese a comprenderla perfectamente, no sabía porqué le daba esa corazonada.

Bebió la mitad de su jarra de nuevo, sintiendo que el alcohol ya empezaba a hacer efecto y a enturbiarle la cabeza -Nop... No suelo salir con muchas más personas que la gente de mi Brigada- Expresó mirando al grupo de PNJ's con cierta nostalgia, viendo que en efecto entre ellos se conocían -Aparte no suelo salir mucho de mi habitación a menos que sea para entrenar... ¿Sabes? Tengo un elemental de fuego que es súper chungo en batallas- Se rió un poco a lo siniestro para luego mover una mano sobre la mesa e invocar llamas. Sin embargo, cuando empezaron a salir azules Mérida cambió el gesto con brusquedad y las apagó aplastándolas con fuerza, haciendo que la mesa se tambaleara y llamando la atención de los que estaban más cerca de ella.

Abrió los ojos como platos y fue moviendo la cabeza melenuda hacia Nico con lentitud -Eh...- Se había quedado sin su habitual cháchara -Azul... ¿Eran azules?- Dudó un momento y le miró con cierta desconfianza, antes de inclinarse hacia él en confianza -Emm...¿Eran azules o es el alcohol funcionando? Tal vez debería haberme quedado en el hospital.

Bebo un buen trago de la cerveza de la segunda ronda que me acabo de pedir mientras veo a Mérida cómo se acerca a mi. El hecho de que esté riendo es bueno, y me hace sentir mucho mejor, aunque no conociera de nada a la pelirroja, es verdad que entre pelirrojos nos tenemos que entender, tenemos como magia común. La chispa de los pelirrojos. Me hizo gracia pensar en ese, porque mi hermana pelimorada se ha perdido esa chispa. -Ya. Ya veo. Bueno, tampoco es que sean los mejores tiempos para celebrar. Pero oye, de vez en cuando tenemos que dejar un poco las penas y el pesar para poder avanzar. De lo contrario como que nos quedamos estancados y no avanzamos. Quizás si nos riésemos un poco más, el mundo no se hubiera ido a la mierda tantas veces- Me encojo de hombros, como si fuera la cosa más obvia del milenio, y que no entendía por qué no podíamos  entendernos un poco mejor entre todos. Sí, en el mundo faltaba alegría -Pues muy mal. Hoy vamos a celebrar que nos hemos encontrado de casualidad y que nos hemos conocido. Por esta y muchas más- Alzo la jarra para chocar con la de Mérida, a modo de brindis. Unas gotas de cerveza saltó por encima de las jarras, mojándome la mano, lo que provocó que me chupara el dorso de la misma, antes de beber.

Sigo con mi mirada la de Mérida, que se posa en los PNJ que estaban ahora a su rollo. Le entiendo perfectamente, lo que me hace suspirar. -Ya, yo tampoco conozco mucha gente en la isla. A mi primo, mi familia… y poca gente más. Pero bueno. Estuve un tiempo trabajando para un drow, pero creo que ha desaparecido. Ya sabes que son muy huidizos, yo creo que se han debido de esconder en alguna cueva profunda y oscura- Me pareció muy interesante el tema del fuego, porque creo que no conocía a nadie que tuviera un poder de ataque como podría ser el de fuego, de modo que le insistí en que me lo enseñara. Las llamas que hace son azules, y me quedo mirándolas como hipnotizado y boquiabierto. Incluso después de que las haya hecho de desaparecer. -Guau…- No sé si era por el fuego azul o por la facilidad de usar el poder del fuego -Los entrenamientos sirven para algo, está claro. Y sí, son azules. Quizás sea por el entrenamiento, que hayas conseguido una nueva habilidad. ¡Qué llamas tan bonitas! ¿Son fuegos fatuos?- Miro a Mérida con ojitos de cordero porque quiero que me las vuelva a enseñar, y de hecho me encantaría que me enseñase a conjurarlas. -¿Puedo volver a verlas, plis?-

Me habia metido con mi primo a aquel bar (que no molaba ni la mitad de la mitad de lo que habia molado nuestra taberna hasta que SAM la destruyó con sus estupidas bombas) y no habia salido de alli 24/7. Sabes lo que cuesta emborrachar a un elfo, incluso a uno bajito? Pues bastante. Y el alcohol de estos magos es flojucho!

Asi que ahogaba mis penas constantes en aquel lugar con mi primo Crasu que estaba de bajona por lo del bar pero eh, al menos, habiamos dado con un lugar donde dejarnos caer muertos sin que aquello nos matase, y gracias a los magos de alcohol flojucho, nos habiamos puesto un poco al dia de qué era lo que pasaba en el mundo.

La marginacion no es tan buena.

Esa noche ya llevaba un buen pedal encima y la gente del bar de pronto parecia muy, muy animada. Cantaban, y cantaban...y yo recordé la epoca en la que me gustaba colarme en las posadas de los humanos a escucharlos cantar y celebrar. En realidad me gustaba mucho. Pero tambien me ponia de mal humor.

- Primo, el caso es que la voz del crio ese me suena....no era el que contrataste en el bar....? - como buenos drows, estabamos bebiendo en el rincon mas oscuro del bar

Mis finos oidos captaron algo. Bueno, uno de mis finos oidos, que el otro andaba algo atrofiado. Hablaba de nosotros! Si, era ese muchacho sin duda.

"pues no lo mató la bomba esa, entonces"

Me levanté tambaleante de mi sitio y le dije a mi primo - voy a visitarlo. - como que escondidos en una cueva profunda y oscura? Mientras caminaba hacia él me fijé en Mérida vagamente.

- Eh tú. Como que cueva profunda y oscura? Ya estamos con los clichés, eh? Entonces segun los clichés que he aprendido tu no tienes alma, por pelirrojo. Ni tu tampoco. - señalé a Merida en la punta de la nariz. De pronto me dio un yuyazo. - seguro que os la ha absorbido un nigromante! - y de este modo tan absurdo (y etílico) inicié una pelea de bar, pegandole un puñetazo a Mérida en la mejilla (no muy fuerte, teniendo en cuenta mi borrachez y altura, no seria mucho mas fuerte en comparacion con ella, y mis habituales reflejos y velocidad que si eran destacables ahora mismo estaban bien mermados)

Analizó las palabras de Nico mientras se bajaba lo que quedaba de cerveza pensando que ella era particularmente de risa fácil... Y aún así su mundo se había ido a la mierda muchas veces. Una muy reciente por ejemplo. Dejo la jarra a un lado mirando a través del cristal mientras movía las pequeñas gotas que quedaban, porque estaba fatal lamer del vidrio ¿No?. Vio a Nico haciendo eso de chuparse la mano y sonrió. Tal vez si estaba bien lamer el cristal... Alzó la jarra y lo hizo, sorbiendo esas últimas gotitas.

-Creo que nunca he visto un drow. ¿Es verdad que la luz del sol les ciega?- Pregunto, inocente por confirmar y sacarse su curiosidad...Pero después su mundo se paraliza al ver las llamas azules. ¿Influía lo que le había pasado? ¿Reflejaban su estado de ánimo? Se preguntó si cuando estuviera enamorada serían rosas y se echó a reír ella sola. -¿fatuos? Ni idea... Supongo...¿Cuál es la diferencia entre un fuego normal y un fuego fatuo?...- Cuando insistió en verlas Mérida sonrió ampliamente y asintió -Pero mejor vayamos afuera porque aquí...fuego... ya sabes- Hizo una mueca algo preocupada.

La pelirroja estaba por levantarse cuando fueron interrumpidos por un hombre de piel muy oscura. Era gracioso porque Mérida podría jurar que eran dos pero de pronto si se esforzaba y concentraba su mirada definitivamente era uno. Y molesto ¿Por qué estaba molesto? No entendía absolutamente nada. Le mosqueó que le tocara la nariz -Eh...- Iba a responder, iba a importunarlo pero de pronto el desgraciado suelta aquello del nigromante y Mérida palideció...¿Y si eso era? Y si la primera vez su alma se había escapado y por eso la habían vuelto a poseer? En aquellos pensamientos estaban cuando de la nada le soltó un puñetazo en la cara que la trajo a tierra

-EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEH-Gritó cogiendo la jarra vacía y lanzándosela a la cabeza haciendo que el vidrio se estrellara y luego se rompiera. La pelirroja dudó aproximadamente 0,00122 segundos en saltar encima de él como si se tratara de una bestia. Se le subió a la espalda y le empezó a golpear en la cabeza repetidamente. Al menos en alguna de las dos...

Mi primo y yo habíamos logrado ponernos a salvo gracias al enchufe con los renegados, que a su vez tenían enchufe con los de Ouroboros. El caso es que nos habíamos librado de las malditas latas asesinas que me habían roto el bar, y que éramos elfos libres en aquel sitio, aunque fuésemos un poco margis. Yo no dejaba de quejarme a mi primo de que la comida de aquí no era tan buena como la que yo hacía, y que necesitaban contratarme como cocinero. Al final acabamos algo borrachos en un bar, aunque seguía teniendo hambre.

- Ehhh...ssiii, ese crío se fue del bar sin avisar. ¡Pues no va a cobrar el finiquito! - me levanté detrás de mi primo cuando fue a buscar bronca, a apoyarlo sartén en mano.  - ¡Eso es racismo! ¡los drows podemos integrarnos en la sociedad! - lancé un sartenazo en dirección a Nicho, ya que Dyos se encargaba de atacar a la pelirroja sin alma. Normalmente no me habría peleado y habría intentado poner paz, pero el alcohol y el tema racismo drowil me tocaba mucho mis anchas napias.  - ¿Qué vais a hacer, construir un muro en Ouroboros? - me entró la risa tonta mientras me apoyaba en la barra, acabando por caer al suelo de espaldas por falta de equilibrio.

- Uy ¡un trozo de pizza fría! - sonreí feliz al encontrar una porción de pizza mordida tirada en el suelo, empezando a darle mordiscos mientras los otros se peleaban.

-Pueeeeeeeeeeeeeee… nunca he estado en su pellejo, pero dicen que sí. No se lo he preguntado nunca, la verdad, pero tenía entendido que sí, que no les mola. Pero claro, los que yo conozco tenían un bar, de modo que…. No sé, habrá de todo, ¿no?- Respondo con cierta duda a la pregunta de los drows que les cejaba la luz. Y luego más preguntas, en este caso sobre el fuego fatuo. Pero de eso sí sabía más -Oh, esa me la sé. Se supone que el fuego fatuo es azul, brillante. Guía las almas perdidas y les infunde valor y coraje, para seguir. Es un tipo de fuego muy raro, casi tanto como el fuego maldito, pero mucho más bonito. A mi me gustaría poder verlos algún día- Añadió un sí eufórico cuando Mérida propuso lo de probar el fuego azul, poniéndose de pie de un salto.


En ese momento se da cuenta de que Dyos y Crasu están en una esquina del bar, y que de hecho vienen hacia nosotros. -Mira Mérida, hoy es tu día de suerte. Vas a conocer a uno ¡Anda un drow amigo! ¡DOS DROWS AMIGOS!- Me alegré mucho por ver a los drows para los que había estado trabajando antes de que se fuera todo a la porra. No había sido mucho tiempo, pero bueno al menos lo justo para conocer un par de PNJs. En realidad no había entendido muy bien lo de los clichés, es lo que hacen los drows porque la luz les molesta, de modo que simplemente, lo ignoré. -Sí, seguro que no tengo alma- Y le doy un abrazo apretado. También está su primo por ahí, diciendo cosas que, yo qué sé, que tampoco presto mucha atención. Su sartenazo me golpea, oh claro que sí, pero no lo interpreto como una agresión ni mucho menos, sino más bien como un descuido. Pero de igual manera le abarco entre mis brazos, intentando levantarle en volandas. Acto imposible por su peso, claro. -¿Un muro? ¿Qué dices de un muro? ¿Os ha dado complejo de Guardia del Norte ahora? ¿Dónde habéis estado este tiempo?- Con los dedos de la mano hago girar la sartén, de una forma muy grácil, para volver a cogerla por el mango y señalar a Crasu con su propia sartén -Se te ha caído. ¿Por qué dices lo del muro? No lo entiendo…-

Le doy la sartén porque escucho de fondo que se está liando parda, voy a meterme en medio los dos adultos para separarles -Eh, eh. Dos no pelean si uno no quiere. Haya paz, que estamos de buenro entre colegas. Además, si os cargáis el bar nos van a expulsar para siempre y os recuerdo que no hay otro en toda la isla- Les advierto a los dos para que dejen de hacer el tonto. Como los niños chicos, no se les puede sacar de casa.

Los dos guardias que estaban hasta los cojones de la gente ingresaron al bar para ver a dos locos peleando con un pacifista en medio, mucha gente tocando música. Una escena sin duda que les creó sorpresa.

-¡ALTO AHÍ!- Gritaron Zephyr y Candance al mismo tiempo, generando que la música se detuviera un momento y la gente dejara los instrumentos como si quemaran. Algunos PNJs salieron corriendo mientras Zephyr se acercaba a Mérida y la cogía de la cintura para bajarla del drow que también estaba revoltoso y, por lo que olía, borracho -¡PARAD DE UNA VEZ! ¡OS VAIS TODOS AL CALABOZO!- Gritó el hombre estando hasta los mismísimos....****** de estar resolviendo este tipo de problemas cuando había cosas más importante que hacer

-¡Tú, arriba!- Soltó Candance cogiendo a Crasu por el brazo y levantándolo con esfuerzo para luego ordenarlos de mayor a menor -¿Pero qué os pasa? ¿A qué viene todo esto? ¿Quién ha empezado?- Preguntó

exito - atiende a razones
fallo - nein nein
___

Mérida me golpeó con una jarra rompiendomela en la cabeza, me hizo una brecha espantosa que me llenó media cara de sangre. Le gruñí borracho y furioso cuando se me subió cual pulga, y me fui contra la pared para estamparla de espaldas alli y luego capturar su brazo y retorcerselo para hacerle daño.

- Dale con el remo, primo!!!!!!- gruñí totalmente borracho, hecho un basilisco. Ignoro totalmente los actos pacifistas de Nicho y la paranoia de la pizza de Crasu, lo unico que me importa es partirme los morros con esa pelirroja demoniaca salvaje. Es divertido, me hace sentir bien y me gusta. Y estoy pedo.

- CALLAAAAAAA! - le solté a los guardias cuando aparecieron, pero me quitaron a Merida de encima, y entonces intenté lanzarle un puñetazo mas, pero entre el exceso de alcohol, y la contusion cerebral, golpeé al aire y luego cai de rodillas al suelo, mareadisimo. Aquello permitió tomarme unos segundos para recapacitar, respirar, sacudir la cabeza, reflexionar sobre mi situacion....

"Que patético soy...."

- Brrff.... - me pasé una mano por los ojos y le hice un gesto a los guardias como de que sí, que iba a parar. - Yo...he empezado yo.... ella no ha hecho nada... al principio.

"ay, mi cabeza"

El miembro 'Dyospiros' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Probabilidad' :

Escuchó el relato de Nico sobre los fuegos fatuos y se preguntó si en efecto era aquello. Se miró los dedos pensativamente ¿Al morir su magia había evolucionado?...¿Y porqué no recordaba nada de ese espacio de tiempo? Si había un infierno...Tendría que haber otra cosa ¿No? ¿O no le estaba permitido verla? ¿O había pasado muy poco tiempo? Se rascó la cabeza, moviendo sus mechones rojos con naturalidad antes de que todo empezara.

…

El golpe contra la pared le sacó el aire de los pulmones y se mantuvo encima del drow, jodiéndole, sólo por determinación aunque pronto los pulmones empezaron a dolerle del esfuerzo y falta de oxígeno. Para ese entonces llegaron los guardias, aunque ya con los intentos de Nico había aligerado un poco el agarre. Mérida se deslizó hacia abajo cayendo de culo en el piso con un mareo importante. Muy importante.

Mérida terminó echándose hacia atrás en el piso mientras escuchaba a los guardias preguntar alguna cosa. Alzó una pierna y lo señaló al otro mientras sentía que empezaba a hinchársele la quijada. Se apoyó la mano allí como si con eso pudiera solventarlo pero los Guardias tenían otra idea. Los dos tipos los alzaron con algo de brusquedad y se los llevaron al calabozo. Al menos a los dos inmiscuidos, los otros dos quedaron libres pero pronto el dueño del bar no sólo los echó a ellos sino a todos los que estaban ahí tras el informe del toque de queda, quedando el lugar absolutamente vacío.

Estaba pasando el rato en el bar. Durante aquella semana tras despedirme de la peliazul el Maestro había tenido a bien pasar de mi bastante así que me dediqué a hacer poco más que volar y beber, además de garabatear en mi cuaderno arrugado de mierda.No había querido buscarla ni ella al parecer había pretendido cruzarse conmigo. Mejor.
Estaba sentado en una de las mesas más alejadas y oscuras, con los pies sobre ésta acompañado de una jarra de algún tipo de bebida espirituosa mientras trazaba líneas en el cuaderno. En el bar había algunos rezagados de la fiesta de la noche anterior.En el cenicero un cigarro se consumía lentamente.
Un cuervo entró por una de las ventanas posándose en la mesa, abandonando ahí un papel para marcharse. Alcé una ceja desdoblando el papel. Un mensaje del Maestro. Eché la cabeza hacia atrás casi entornando los ojos. Una tarea tediosa. Gruñí dejando el cuaderno sobre la mesa y tomé el cigarro entre mis dedos mientras repasaba sus palabras escritas con letra de vejestorio.
"Puto viejo"