Taller I+D

-Si el árbol necesita combustible no tardará en volver a buscar comida- Recordó el científico al otro alzando la ceja y señalando con énfasis el punto donde las raíces del árbol habían salido por primera vez. La cuestión era cuándo y dónde, porque mover una isla debía tener mucho coste mágico era eso más que evidente. -Markus os dijo se sacrificar una virgen pero nadie hizo caso a Markus- Solo le faltó decir que ya se lo advirtió y que, como siempre, el que tenía razón era él y no los demás. Pero… claro, él estaba loco. Los demás no, estaban SUPER cuerdos.


-¡Vale!- Gritó eufórico Markus cuando le designaron la tarea de vencer al árbol. La otra tarea sería cosa del italiano y, bajo el punto de vista de Markus, era mucho más aburrida -¡Ah! Nada en absoluto. Pero no quiere un tanque de nada. Quiere líquido bacta. Lo que va dentro, vaya. Creo que su idea es manejarlo como una poción para el hospital- Explicó al bobo italiano que parecía no enterarse de nada, ¿qué estaba? ¿Dormido? Ah, sí es que era muy temprano aún. Arrugué el ceño recogiendo y levitando el orbe para colocarlo en su supuesto sitio y me acerqué al bambini por detrás, llegando justo a tiempo para observar la sangre de la mano -¿Es para el árbol? ¡Qué generoso por tu parte! No la desperdiciemos, antes de que se cure. ¡Vamos vamos!-

No hubo tiempo a que recriminara nada más. Empaqué toda la cacharrería que necesitaba y que había robado del taller. El mapa de Ouroboros versión gigante, la vuelapluma, y por supuesto la sangre del mago que tenía la manía de ir pegada a la mano de este… y ésta al resto del cuerpo. Como no tenía tiempo para cortarle la mano a Gio, que luego me llaman básico o cortapenes, pues me llevé al mago de una sola pieza empujándole en la silla.


Et voilà. La silla se transformó en un pequeño aeroplano, desplegó las alas y echó a volar. -WIIIIIIIIIII- Y con ese grito feliz los magos salieron volando dirección al árbol


OFF: Gio y Markus fuera. Posto de recoger material 2