Despacho del Capitán Viejo Draven

Que siguiera sin perder de vista a Johan...al igual que a él? Eso me sonó como una advertencia. Hablaba consigo mismo al final pero llegué a entenderlo.

- A nadie. - afirmé. Nunca lo hacía. Para bien o para mal. Encogí mis hombros por su matización. - Ya te lo he dicho, puede que haya gente alli que nos sea utiles, que esté en el bando equivocado. Serán los menos pero... necesitaremos mano de obra tambien, o qué? Vamos, pon una fecha. Empecemos a preparar la ofensiva.

Entonces habia empezado a imprimir aquello sobre Carrie. Si, la verdad es que esa otra personalidad disparaba mucho mejor que Erika, habia que reconocerselo.
- Gracias, me lo leeré. Puto Raymond. Puto Archie y puto programa de reeducación.

Parpadeé perplejo porque pensó que lo mio habia sido una frase motivacional, y habia sonado bastante deprimente.
- No he dicho que no la hubieras cagado...sí...debistes cargártelos pero...no sabías lo que iba a pasar. Ahora solo te queda apechugar. - habia resoplado cuando se habia negado a ir a ver a Arleen diciendo que como era bruja, era asunto mio.

Despues de mi lectura del informe, todo habia pasado a segundo plano. Lo de los O'Connel, lo de los Reales y la ofensiva que queria hacer....todo. Solo estaba ese puto informe y aquella sensación de tener una mano alrededor de la garganta, de nuevo, apretando.

Respiré por fin cuando puso sobre la mesa aquel abrecartas. Lo miré, atento. Era diferente al que habia usado yo. Alargué la mano hacia él y lo cogí, alzandolo a la altura de los ojos para analizarlo con esmero, con el ceño algo fruncido.

"sí....servirá...."

Alcé la mirada hacia él cuando escuché su voz diciendo que lo remataríamos.
- Primero tenemos que encontrarlo. - me iba a ayudar? Estaba acojonado. La ultima vez que tuve los huevos para enfrentarme a él, fue porque habia matado a la persona que mas quería. Y había tenido suerte del desenlace, visto lo visto porque...el muy cabron se ve que no lo vio venir. Nunca se habia esperado que yo respondiera. Por muggle, seguramente. Por inferior. A Gelion lo había abandonado antes de terminar de joderle la vida del todo.
- nuestra hermana...era bruja ...pero ella... - negué con la cabeza. - se quedó con nosotros, sabes? Te habria caído bien... - guardé el abrecartas. Ese filo romo estaba destinado para el cuello de aquel mago cabrón. - por qué habian dos tumbas removidas? - ese dato me habia turbado de sobremanera.

Off: Excuse Moi, no quería interrumpir nada, por lo que hago esto express para que puedan continuar su rol sin problemas. Gracias por su amable comprensión

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Parece que había llegado en un mal momento, puesto que le habían informado que el capitán al que debía ver estaba reunido y ella realmente no quería molestar por si estaban hablando cosas importantes, pero la cosa es que ya estaba allí y no quería perderse la oportunidad para dejar el informe puesto que era de urgencia si no, no le hubiera dicho la frase esa de “A primera hora” tal y como se lo dijera el otro Draven. Ya parecía que se estaba rayando con el asunto, mejor dicho, la estaban rayando con el asunto. Se notaba positivamente que eran hermanos. Ahora ella seguía sin saber a qué se referían con lo de a primera hora y tampoco se iba a molestar en enumerar las cosas que una hace a primera hora de la mañana.

Cuestión que, ya se estaba demorando así que decidió dejar el informe en las confiables manos de aquella persona que le dijo que estaban reunidos así sin más, con la esperanza de que, si se lo entregaría y si no, pues vale, ella tenía más copias de todo lo que recopilo. Se encogió de hombros y se fue, mientras la confiable persona tocaba la puerta para poder entregar su reporte.

Asunto: Informe de recopilación de Información a Unidad sin denominación específica “Alpha-Rena”

Mediante este presente, le informo al capitán Draven una serie de cuestiones importantes sacadas mediante el interrogatorio.

Ante la pregunta de que, si ella había sido realmente creada por el científico Charles, Su respuesta inmediata fue que en su mayor parte si lo había sido. En conclusión, la nueva unidad fue creada en base a tres factores: La Rena original, Rinra y S.A.M. – 41020 en una especie de fusión de códigos. La intervención de S.A.M fue un factor clave para que naciera la nueva unidad.

En cuanto a la pregunta de qué había pasado con Rinra, el androide que tomo a los centinelas para atacar la base, su respuesta fue que el código fue desactivado por la misma Rena al percatarse de que la unidad de búsqueda tecno mágica estaba demorando en actuar y acudir en ayuda, gracias a eso fue que se pudo lograr que Rinra pudiera continuar con sus planes de tomar la base al completo.

La siguiente pregunta formulada fue si cabía la posibilidad de que ella también fuera un peligro y ante esta cuestión su respuesta fue negativa y su aclaración fue que la mayor parte del código virus fue destruido dejando sin la capacidad ni las habilidades que tenía la anterior Iteración. Solo puede dañar a los seres humanos si se siente amenazada.

Como último dato agrego que la nueva unidad adopto un nombre, Red Unificada Neuronal Hyper Optimizada Replicante y Adaptativa, con sus respectivas siglas R. U. N. H. O. R. A. Y en cuanto al funcionamiento de la unidad, se encuentra en buen estado y sin ningún signo de daño a nivel de código.

Hice un gesto como de darle la razón, aunque se notaba que era por cansancio sobre el tema. Me daba por vencido en intentar convencerle de tirar unas putas bombas sobre el palacio de la perversión.-Supongo que tendremos que esperar a que SAM solucione el tema de la electricidad y no estaría de más que hablases con la General bruja de Ouroboros para informarle de la situación. A ver si así aporta algo de ayuda formalmente o siguen pasando de nuestro culo londinense.

Cuando empezó a cagarse en el antiguo ejército pensé que le faltó cagarse en mi también. Un breve recuerdo de hacía un par de años torturando a magos me vino a la cabeza. En aquel entonces estaba muy convencido de lo que hacía y ahora también. Nada decía que no pudiese cambiar de parecer nuevamente.

Gruñí por lo bajo pareciendo que respondía así a lo de apechugar. Observé sus gestos con el abrecartas en la mano.-Pide ayuda a tus magos, he oído que se les da bien localizar a gente.-O eso decía Arleen aunque con ella habían tardado en hacerlo y parecía que seguían teniendo problemas en hacerlo cada vez que huía. Empezó a hablar de una hermana a la que no había conocido.-Sí, tiene pinta que tu y yo somos los gilipollas de la familia.-Solté a modo de broma pero bastante serio e hice un gesto raro cuando me mangó el abrecartas por toda la cara.-No sé. Tal vez quería algo de quien estuviese ahí enterrado.

Solté sin mas antes de incorporarme por la llamada a la puerta, haciéndole un gesto.-Vamos, tu tienes mierdas que hacer y yo también, no podemos quedarnos todo el día aquí.-Básicamente porque había decidido que salir ahora a patrullar era la mejor opción y así no me cruzaría con ningún Royden. Salimos ambos y de paso recogí el informe que la secretaria venía a darme comenzando a leerlo conforme nos alejábamos del despacho.

No iba a permitir que aquel androide pusiera en peligro a Yvonne para después “descartarla” así que hizo de tripas corazón y trató de recomponerse un poco. Lo pensó una y otra y otra vez pero la seguridad de ella, que había colaborado en su rescate, era infinitamente más importante que cualquier pregunta pendiente que tuviera.

Además, no tenía porqué verlo.

Paró en una esquina para escribir una nota que luego arrancó de su cuaderno para doblarlo. Tras hacerlo cambio su destino y en vez de ir directo a su habitación donde iba a estudiar, lo hizo hacia el despacho de Gelion. Al llegar a la puerta apoyó la muleta de la pared y se agachó con cuidado para deslizar la nota por debajo de la puerta.

“La androide RENA está hablando de una misión para encontrar a Charles y está pidiendo a Yvonne que la acompañe. Debido a sus actuaciones anteriores, los proyectos de Charles y sus consecuencias; no recomiendo su búsqueda de la misma forma que recomendé parar la investigación de aquellos objetos que luego ocasionaron caos en la base.

Son asuntos de androides así que sé que os compete.

Royden”

Una vez que la deslizó se incorporó y cogió la muleta para avanzar hacia su habitación con sus placas de trabajo detrás, ya acabaría allí el trabajo que le faltaba sin interrupciones.

Tras hablar con los androides y enterarse de lo que era un “caza”, Arleen dirigió sus pasos hacia el despacho de Gelion con un arranque de ira monumental. ¿Quién se creía él para montarla en uno de esos aviones de combate? ¿Se creía que no usaba su magia para atacar por alguna razón? ¿Qué necesitaba otra arma que blandir?

ESTABA EQUIVOCADO.

Al llegar a la puerta del despacho…se detuvo un momento y de pronto toda su voluntad empezó a destrozarse. Tuvo que tomar un par de respiraciones para concentrarse en lo que venía a hacer: Atender un asunto profesional y vinculado con la base. Pero sobre todo, a dejarle claro a Gelion que no estaba encargado de gestionarla.

Era una bruja.
De esas que odiaba.

Ella era “jurisdicción” de Thalos, por decirlo de alguna manera, aunque él la ignorara casi más de lo que lo hacía Gelion. Le daba igual. Tenía una carta que jugar y lo haría. Abrió la puerta con cierta vehemencia y lo buscó con la mirada pero no lo encontró detrás del escritorio -¿CAPITÁN DRAVEN?- Gritó con fuerza. Vamos, una nota no era, fijo -VENGO A DECIRLE QUE NO. NO ME VOY A MONTAR EN NINGÚN CAZA ¿ME ESTÁ ESCUCHANDO?-

Estaba anudando los cordones de las botas cuando escuché la puerta a la que no hubiese hecho menor caso, ya que podría ser mi secretaria (que por ahí pusieron que tenía y tendré que imaginarme al personaje en algún momento), de no ser por el grito al aire. Alcé la vista apretando los labios porque reconocí la voz histérica de la doctora.

Gruñí mientras me incorporaba de la cama donde estaba sentado y cogí la camiseta para ponérmela de camino a la puerta que daba con el despacho, abriendo esta última del tirón asomando con el gesto fruncido mientras pasaba la tela por mi cabeza tirando hacia abajo de ella.-Soldado Royden ¿A qué vienen esos gritos?-Mi gesto era serio y autoritario. -Claro que va a hacer prácticas de vuelo. Ahora regrese por donde ha venido antes de que la amoneste-Solté señalando la puerta mientras me dirigía a la silla para coger la chaqueta del uniforme.

Volvió la cara cuando escuchó la otra puerta y se concentró en mantener la mirada arriba, en su rostro, cuando soltó aquel maldito "Soldado Royden". - Uso los canales adecuados para comunicar mi negativa- Habló en un tono menos alto y luego ladeó la cabeza -Necesitaba confirmar que me escuchaba-

-No- Añadió y negó con la cabeza -Sé volar perfectamente en mi alfombra, también en escoba. Ambos objetos perfectamente aceptables para desplazarme y carecen de armas- Insistió un poco más. Ella no tenía ninguna intención de atacar a nadie, se lo había dicho mil veces a sus hermanos, a él mismo e incluso a Johan. Es más… irónicamente, la última vez que estuvo en su alfombra fue cuando le devolvió el cuchillo que él mismo le había dado para que lo atacará si SAM finalmente se apoderaba de él a través de la pila. Ese día que habían discutido, había cerrado su caso…

Y él había vuelto a buscarla.

El gesto de Arleen se suavizó un poco…hasta que oyó el resto de la frase, entonces volvió a ponerse a la defensiva. "¿Antes de que me amoneste?" -¿Puede?- Frunció el ceño, confundida. La verdad es que siempre había seguido un poco la guía de Gelion en aquella base, precisamente por lo que decía Johan que había entre ellos. Pero realmente él no debería encargarse de ella en ningún aspecto -Soy bruja, técnicamente debería recibir órdenes del capitán Thalos- Mencionó apretando con fuerza el pomo de la puerta - Aparte de eso, en mi contrato en ningún momento se considera nada sobre este asunto sino la colaboración médica y tecnomágica. No serviré de nada allá arriba-

Mantuve el gesto serio y señalé nuevamente la puerta.-Soldado no es sorda y sabe perfectamente que he dicho que pida cita y no que pase gritando a mi despacho.-Comenté, cogiendo la chaqueta de la silla e ignorándola suponiendo que se iba a largar tal y como había dicho.

Pero negó mi orden sobre los cazas. Inspiré fuertemente dejando la chaqueta nuevamente en la silla aferrando el respaldo con ambas manos. Me estaba tocando las narices. Alcé el rostro lo suficiente para observarla con el ceño aún fruncido. Con una mirada de que estaba acabando con mi paciencia.-No dudo de sus capacidades con alfombra o escoba o lo que mierdas sea pero necesita conocer los protocolos de vuelo en caso de que no pueda usar su magia, soldado.-Y sí, nuevamente estaba tratándola de usted. Imponiendo la jerarquía militar.-Y en ningún momento he comentado nada de que tenga que manejar las armas. Pero si necesito un puto médico en la otra punta del país y no puede usar su magia sería cojonudo que no se desmaye al montar en un puto caza ¿No cree?

Me incorporé cogiendo la chaqueta para ponérmela y me adelanté hacia ella señalando nuevamente la salida. En ese momento su pregunta me pareció la de un niño cuestionando la autoridad de un padre. Ese tira y afloja en el que se marca cual es el límite. -Técnicamente usted firmó ese contrato conmigo soldado y en cualquier caso todo el personal responde ante ambos capitanes.-Tiré de la chaqueta acomodándola mejor y estiré mi espalda permaneciendo erguido y serio frente a ella.-Pero puede seguir intentando cuestionar mi autoridad si tan segura está.-Nuevamente un gesto que indicaba que abandonase el despacho.

En eso... Tenía razón. Le habia dicho lo de la cita. Aquello la incomodó y apretó un poco más el pomo de la puerta que el señalaba en un claro mensaje de que estaba fuera de lugar.

"Soldado"

Se le quedó mirando en silencio al ver ese gesto que decía mucho sobre donde estaba el límite de su paciencia. Y quizás antes a ella le habría importado poco tirar de eso. Una vez lo habíansecuestrado y tirado vino encima. Ahora ... -No voy a desmayarme- Eran pocas veces en la vida en las que había perdido la consciencia, generalmente vinculadas a sus misiones y... Lo último que le había pasado.

Pero ahí estaba... Esa necesidad de recordarle qué debía hacer sin magia y Arleen frunció el ceño bajando la mirada hacia el ordenador. ¿Habría cambiado en algo lo que le había pasado? Bueno, sí, claro que sí. Su magia había sido la culpable.

No se sentía bien. Volvió a mirarlo cuando se fue acercando a la puerta en completo silencio, escuchando aquella respuesta sobre el contrato y las órdenes de los capitanes. No le quedaba nada por decir. Después de sostenerle la mirada un momento, la bajó a su pecho y se dio media vuelta. Supuso que Johan diría mil y una cosas sobre cómo se había quedado paralizada, porqué no había dicho nada de lo que pensaba...

¿Para qué si no habia argumento?

Vio de reojo a una pelirroja sentada en un pequeño escritorio, la había ignorado antes, pero ahora escuchó su voz diciendo algo pero estaba tan inmiscuida en sus pensamientos que apenas comprendió lo que decía.

Una semana. Un mes.

Se miró el pie con creciente rabia antes de dirigirse de nuevo a la zona de entrenamiento donde empezaría las rutinas de los cartuchos aunque lo que quería era meterse en la cama a llorar.

-No lo sabes porque nunca has montado en un caza.-Respondí perdiendo por un momento el tratamiento de Capitán hacia soldado tan formal que estaba teniendo durante la conversación pero no el tono en el que hablaba.

Esperé a que, como siempre, la doctora no se conformase con quedarse callada. Siempre me respondía de manera sabionda. Pero no lo hizo. Me quedé mirando como salía por fin del despacho pero giré a ver a la secretaria.-Gina...-Le hice un gesto para que se quedase calladita antes de colocar de nuevo mi chaqueta con cierta rabia y cerrar la puerta del despacho para seguir trabajando antes de ponerme en marcha para salir a las calles de Londres con el resto de soldados.

A saber que mierda era eso que había dicho Johan de asesinatos extraños.

La verdad es que había entrado en una rutina de trabajo y lectura que le estaba ayudando a sobrellevar sus días, aunque eso no implicaba que estuviera mejor simplemente evitaba enfrentarse a la realidad manteniendo la mente ocupada. Con el hospital en marcha tenía la excusa perfecta para hacerlo pero también más responsabilidades que implicaban un trato profesional con el capitán Draven.

Arleen le había dado mil vueltas a la conversación que habían tenido y pese a que quiso cambiar muchas de las cosas que dijo y se inventó nuevas frases que debió decirle, fue capaz de leer entre líneas. Sí, claro que le importaba a Gelion. Era su doctora. Pero ahí acababa todo porque no le interesaba una relación. Hizo su paz con eso y se prometió no volver a decir ninguna tontería relacionada con aquella situación. Esperaba que Johan tampoco.

Taconeó hasta llegar al despacho de Gelion, esperando la respuesta de Giordano sobre lo sucedido en el hospital y se detuvo ante el escritorio de Gina que estaba ignorándola deliberadamente mientras veía su móvil. Arleen, que había llegado cinco minutos antes, esperó pacientemente mientras miraba los informes.

-¿Puedes ir a deprimirse por ahí?... estás cargandote la energía de mi área-Link Arleen parpadeó sorprendida y alzó la mirada hacia ella, dando paso a una leve irritación. Si es que eran tal para cual, dos ineptos en cuestión de empatía y sentimientos -Tengo cita con el capitán Draven. ¿Puedes anunciarme para poder pasar?- Gina alzó la cabeza hacia ella con una sonrisa que era el auténtico concepto de hipocresía -¡Sí, gracias! No me sentía con ganas de hacer ese trabajo ahora- Link Arleen se dio cuenta de que la pelirroja malinterpretó su pregunta e iba a corregirla pero… Se dio la vuelta caminando hacia el despacho del Capitán y tocó tres veces.

Había estado mandando circulares a todo el mundo recordando los protocolos sobre el uso de bombas y la realización de ataques. Básicamente diciendo que debían solicitar permiso de sus superiores y que esto no era una puta comuna en la que cada uno hacía lo que le salía de los cojones.

Además, seguía en mi cruzada particular. El despacho tenía varios corchos, con notas y postits, mapas con zonas de ataque y nombres en clave sobre posibles traidores sospechosos entre nuestras filas. El despacho parecía el cuarto de un conspiranóico a decir verdad.

En ese momento estaba repasando los informes sobre Rena, Rinoa, o como cojones se llamase ahora. Me preocupaban ciertos aspectos de su programación y no estaba seguro de que fuese completamente fiable o pacífica pero no podía tenerla para siempre encerrada en el laboratorio. Con las directrices de SAM sería suficiente para que no montase otra revuelta.

Sellé el papel que implicaba su liberación, bajo vigilancia y análisis de Yvonne, que parecía llevarse bien con ella. Tal vez había desarrollado demasiada empatía hacia la androide. Respecto a la cruzada que había mencionado del "padre" de la androide simplemente me pronuncié en que podría investigar fuera del horario de trabajo y sin contar con recursos de la base.

En general había sido un día intenso de papeleo, llevaba unos cuantos días así, después de la colocación del implante en el hombro que habían hecho los androides técnicos. Era una recuperación mucho más sencilla que la de una operación habitual pero aún quedaba el recubrimiento de tejido.

Abrí la puerta en el momento en el que llamaron a la misma, encontrando a Arleen de frente. Cierto. tenía una puta cita agendada con ella. Continué serio gruñendo por lo bajo y me aparté dejándole paso para entrar antes de acercarme hacia Gina.-Envía el informe a Yvonne, en el laboratorio.-Ella entornó los ojos con gesto hastiado mientras no dejaba de teclear su móvil.-Gina...-Lo cogió mientras masticaba su chicle e hizo un gesto como diciendo que lo haría.

Volví al despacho cerrando la puerta y tomé mi lugar en la mesa.-Dígame Soldado Royden ¿En qué puedo ayudarla?-Pregunté con tono neutral.

Arleen mantuvo la mirada en los informes y cuando Gelion abrió la puerta se concentró en mantener el gesto imperturbable, pero le estaba costando la vida cuando su corazón parecía tirarse contra sus costillas constantemente. Pasó a su lado, ignorando deliberadamente su cercanía y enfocándose en lo que había en el despacho. Frunció el ceño mientras se acercaba al mapa porque…

Porque Arleen era una curiosa cotilla.
Lo mismo hacía con Giordano y sus diseños.

Zonas, nombres…Lo que había sucedido en el palacio seguramente afectaría todo el desarrollo laboral de sus compañeros. Eso asumió, ella estaba más enfocada en el hospital donde ahora descansaban 10 de ellos. Los nueve del segundo ataque y el primero que había atendido. Sin embargo, aquel despliegue… Le parecía obsesivo.

“¿Esto es lo que no te deja dormir?”

Aunque no iba con el uniforme, sino con un vestido de verano, al oírle decir Soldado Royden sintió como si se pusiera un velo encima que calmaba su agitación -Vengo en calidad de directora, no de soldado- Soltó a la primera de cambio y taconeó hasta el escritorio entregándole tres carpetas, ni siquiera se preocupó por sentarse. Esperaba que todo fuera rápido. Señaló la primera inclinándose un poco hacia delante -Autorización para que el hospital acceda a los expedientes del personal, de esa forma cuando sean atendidos tendremos información extra y no cometeremos errores-

Tras eso señaló la segunda -Solicitud para que se habilite un grupo de androides que esté de forma perenne en el hospital para atender androides y personas como nosotros- Explicó Arleen y luego apoyó la palma un instante, para luego retirarla lentamente guardando silencio. El solo pensamiento de su nombre hacia que los recuerdos horrorosos penetraran en su mente, pero sacudió la cabeza. Tenía que hacerlo -Y quiero que SAM venga a ver el hospital.

Guardó silencio un poco más -Y la tercera…- Alzó la mirada con gesto serio -Es vuestra próxima revisión. Necesito miraros el hombro y revisaros de forma general- Intentó mantenerse imperturbable -Como a todo el personal. Quiero hacer una revisión general- Ladeó la cabeza al escuchar un golpe en la puerta, fue hasta ella y encontró el mecapájaro con respuesta de Giordano. Lo alzó para leerlo frunciendo el ceño ante la advertencia.

“No lo tenía planeado”, aún así le parecía raro. Cerró la puerta y se guardó el mecapájaro en el bolsillo de la bata médica mientras volvía donde se encontraba Gelion, ya le respondería a Giordano.

Ante su aclaración hice un gesto como restándole importancia. A decir verdad había evitado mirarla y ni me había percatado de su ropa.-Bien, Directora Royden.- Corregí en el mismo tono.

Agarré la primera carpeta mientras me explicaba de qué iba, abriéndola y leyendo por encima esperando que tratásemos los temas uno por uno. Alcé la vista cuando me percaté de que no sería así ya que la Doctora había pasado al siguiente tema. Cerré la carpeta gruñendo por lo bajo, casi imperceptible, esperando que terminase de explicarme todo para poder pronunciarme.

Su silencio me confundió un poco. Observé la tercera carpeta y después a ella esperando que hablase. Fruncí el ceño al saber que la tercera carpeta trataba sobre mi. Carraspeé por lo bajo desviando la mirada y asentí cuando dijo que quería hacer una revisión a todo el personal. En ese momento sonó la puerta de un modo algo extraño, dejé que hiciese lo que fuese y esperé que volviese.-Bien, veamos.-Le señalé la silla mientras abría el cajón y sacaba las gafas para leer mejor.

Abrí la primera carpeta y la alcé interponiéndola entre ambos.-Tiene sentido pero tendrán que cifrar los datos. Habla con informática.-Bajé la carpeta, cogiendo el bolígrafo para firmar, anotando la orden de que debían cifrarlos. Cerré la carpeta con seguridad y la arrastré hacia ella, tomando la segunda.

Repetí la operación, abrir, leer. Suspirar de cuando en cuando, soltando aire por la nariz mientras lo hacía.-No disponemos de tantos androides para mantenerlos en el hospital. Cuando vaya SAM...- Cerré la carpeta sin firmarla y saqué un papel de otro cajón empezando a apuntar un número, bastante largo.-Coméntale si hay algún androide en la Ciudadela Alpha interesado en trabajar contigo. Si no es así, podríamos establecer algún tipo de turnos con el personal de la base.-Dejé el papel sobre la carpeta arrastrándola de nuevo hacia ella, golpeando un par de veces con el bolígrafo sobre la misma.-Llama a ese número y gestiona una cita con él.

Agarré la tercera, abriéndola con cierto énfasis. Carraspeé de nuevo. Bajé la carpeta firmando.-Que no lleve mucho tiempo.-Comenté cerrando la carpeta y arrastrándola hasta ella. Dejé el bolígrafo a un lado y me quité las gafas, comenzando a doblarlas.-Mis revisiones las llevan al día los androides técnicos, puedes pedirles mi expediente.-Añadí, haciéndole saber que no me iba a hacer ninguna revisión.-¿Algo más Directora Royden?

Al ver su gesto, tensó suavemente los labios y bajó la mirada hacia el escritorio. Se concentró en no responder porque al final se había dirigido a ella como debía.  Tras su explicación, lo vio señalar la silla y a regañadientes se sentó, lo hizo un poco en la orilla de ésta para poder salir rápido.

Asintió rápidamente a lo de la primera carpeta, luego tendría que buscar la firma de Thalos porque a fin de cuentas era el personal de toda la base no sólo androides. Se inclinó y tomó la carpeta, abriendola  y quitando el postit naranja que había puesto para señalarle dónde debía firmar.

Mientras leía el contenido de la segunda carpeta, Arleen siguió mirando alrededor y fijándose en los mapas que tenía Gelion, los postits, los nombres… “¡Estoy intentando trabajar aquí Arleen!”. Se removió incómoda. “¡Todos tenemos mierda que no nos hace dormir por la noche Arleen!”, volvió la mirada hacia él y fue consciente de su estado general pero se mordió la lengua. Ya hablaría con él en la revisión, de doctora a paciente. Porque eso eran…¿Verdad?

“...PORQUE MI PUTA DOCTORA NO LO ES!”

El segundo tema sabía que era un poco más escabroso, para ella más que para él así que guardó silencio y vio que la cerró sin firmarla, lo que la irritó aunque sabía que su argumento era válido. Sin embargo, cuando movió la carpeta hacia ella con el número y la orden, Arleen se quedó en blanco. Parpadeó tratando de saber como proceder. Algo en ella quería decirle que esperaba representación por parte de las fuerzas pero…

“No soy un puto príncipe azul, Arleen. Olvida la fantasía que tienes en la cabeza.”

Movió los dedos lentamente hacia la carpeta y el número, asintiendo en silencio. Quizás… podría decirle a Belle o a Gio que le acompañaran. A V y a Fred. Y Amaya. Y Johan. Y Jo y Oscurus… No se sentía preparada para enfrentar a SAM sola, no aún. Tragó en seco y dobló el papel lentamente para luego metérselo en el bolsillo de la bata con un gesto algo contrariado.

Cogió la tercera carpeta y no registró lo primero que le dijo mientras organizaba sus pensamientos, pero sí lo demás. Notó el tono, lo entendió perfectamente. Y por supuesto, se negó a aceptarlo -Y es importante que los androides técnicos revisen que todo esté bien, pero todavía es orgánico, Capitán- Le dijo con seriedad y quizás su tono dejaba entrever que entendía lo que estaba haciendo porque…ella también estaba curiosa por saber cómo funcionaba, pero quedaba mal decirle que quería abrirlo y ver cómo todo se relacionaba dentro de él.  “Por mucho que intentes convertirte en un androide, sigues teniendo un co… órganos”, aquel pensamiento hizo que parpadeara confusa. No  había pensado en ello en ese momento y la pregunta salió de sus labios casi sin pensarlo -¿Es eso lo que quieres? ¿Convertirte en un androide? ¿Dejar de lado las necesidades como dormir y comer  y estar 100% dedicado al trabajo?- Inquirió ladeando la cabeza, ni siquiera tocó el tema de los sentimientos, ¿para qué? Eso no servía con él -Porque puedo hacerlo-

Abrí el cajón pero antes de hacer nada fruncí el ceño alzando la vista a la doctora por aquel adjetivo que había usado. Orgánico. Pues claro. ¿De qué iba?. Después alcé ambas cejas en respuesta a sus preguntas y esbocé una sonrisa de medio lado apartando la vista de ella, para dejar finalmente las gafas en el cajón.

-Te aseguro, Directora, que comer y dormir ocupan el segundo y tercer puesto entre los placeres que más disfruto en la vida.-Cerré el cajón con fuerza y volví a clavar la mirada en ella. Incliné un poco mi cuerpo apoyando ambos codos en la mesa.-Aunque no tenga mucho tiempo para disfrutar no tengo pensado renunciar a ninguno de ellos.-Una sonrisa condescendiente, estaba muy perdida en eso de leer lo que yo pensaba.

Me aparté de la mesa, apoyando la espalda relajadamente en la silla.-Simplemente apuntaba que hace apenas una semana los androides me han hecho una revisión bastante completa para instalar el hombro. Sería poco productivo realizar una nueva.-Hice un gesto con ambas manos indicando que era obvio. -¿Tienes todo lo que necesitas?

No le pasó desapercibida la sonrisa, ni tampoco el escalofrío en el cuerpo, ni tampoco el hormigueo que le recorrió al escuchar sus palabras. No le pasó desapercibido, no. Pero lo ignoró con toda su fuerza de voluntad  y mantuvo el rostro sereno mientras aparentaba demencia,  le daba igual que su tez se tornara levemente más rosa. Su sonrisa condescendiente borró el rubor y también la sola idea de entrar en contacto más allá de aquello profesional. No. No estaba del todo lista para eso-Sé que dormir es importante, pero os resta horas de trabajo y eso le irrita. Como todo lo que le interrumpe- Expresó incorporándose para luego girarse a toda la exposición de lo que a Arleen le parecía algo obsesivo, pero… Ella no era psicóloga, verdad? -Dormir os ayudaría  con esto, en realidad, la falta de sueño tiene un impacto severo en el mantenimiento de la red neuronal y la sinapsis entre las neuronas. También en la consolidación de la memoria- No sabía con qué cara estaba diciéndole eso mientras caminaba hacia la puerta. Era una hipócrita. Pero al menos ella no estaba resolviendo nada.  -Disminuye el estado de alerta…- Enumeró -...aumento de la irritabilidad, irascibilidad, pérdida de humor- Quizás Gelion no estaba durmiendo desde hacía años, aquel pensamiento la hizo reírse por lo bajo antes de negar con la cabeza.

Escuchó lo demás asintiendo, menudo fallo. Tenía razón. Se detuvo en la puerta y se giró hacia él cuando hizo aquella pregunta, observándolo fijamente a los ojos -Ni de lejos- Expresó manteniéndose en silencio durante un momento para luego bajar la vista hacia la carpeta de SAM, abriéndola un instante para luego cerrarla, recordando que el número lo tenía en el bolsillo de la chaqueta -Pero no os molestaré con ello-

Y ya.
Y debería abrir la puerta y salir airosa de aquella situación.
Sí, eso debería hacer.

Sin embargo, se encontró abriendo la boca de nuevo por culpa de Pepito Johan. Alzó la cara para observarlo mientras hablaba -Pensé mucho en lo que dijiste en el helipuerto- Indicó -Te robaré sólo un minuto para responderte- Añadió con el corazón latiendo con fuerza y sintiendo que las rodillas se doblarían bajo su peso mientras miraba su reloj -Quizás mi fantasía es mía, a causa de una imaginación delineada de cierta manera por mis padres y mis libros. Pero no esperes que la destruya porque tú tienes una visión más completa de ti mismo. Porque como yo lo veo, fuiste tú quien volvió a mi casa para sacarme de allí cuando SAM atacó la isla, el que se quedó a mi lado en mi idea de buscar los autómatas. Sí, el que me secuestró, pero también el que me protegió cuando un par de extraños entraron en el metro y el que fue  a darme un par de botas horrorosas cuando volvía  a mi casa, de paso, mintiendo y protegiéndome de los de la Misericordia- Atrajo las carpetas al pecho y supo que debía ir finalizando pero había tanto que decirle -El que supo que necesitaba un trago después del atentado del hospital y el que me ofreció un techo cuando mi vida en Ouroboros me agobiaba- Y había más, había más cosas -Así que quizás tienes razón, no conozco tu pasado. Pero tampoco soy ajena a tu presente. Has sido muchas cosas, pero no te escudes poniéndote el calificativo de villano, no en mi historia- Alzó la muñeca y confirmó el minuto. No dijo nada más, simplemente abrió la puerta y salió fuera del despacho encontrándose con Gina.

¿Había oído? Intentó mantenerse seria y controlar su corazón. Sacó el mecapájaro para escribirle un mensaje a Belle, de esa forma podía discutir lo de SAM cuanto antes -¿Tienes un post it? ¿Y boli? Por favor…- A ver si con eso se distraía pero Gina sólo movió la mano como despachándola mientras escribía en su móvil.  ¿Había oído?  Ignorando su gesto cogió uno de los post its y el boli para escribir y enviarle el mensaje a Belle -Gracias por nada- Espetó cuando el mecapájaro salió de sus manos. Ahora debía ir al hospital a terminar de asentar a Gio, así que siguió caminando para ir por los pasillos de vuelta a La Paz.

-Me irritan muchas cosas.-Comenté algo cansado de ese sobre análisis que siempre hacía intentando tener razón. Desvié la mirada cuando se puso técnica asintiendo con cierta desgana, aguantando las ganas de decirle que mi puto problema no era no dormir.-Lo tendré en cuenta.-Solté, esperando que se acabase la maldita reunión.

Y eso parecía, al menos se había levantado e iba hacia la puerta. Iba a preguntarle qué mas necesitaba pero al parecer prefería apañarse ella solita. Bien. Es lo que tenía que aprender a hacer. Asentí conforme, tomando uno de los informes de la mesa dispuesto a continuar con mi tarea.

Sin embargo no escuché la puerta y cuando empezó a hablar alcé la vista y la clavé en ella con gesto neutro hasta que dijo que iba a responderme. Fue entonces cuando la comisura de mis labios se frunció. Tenía unas malditas ganas de cerrarle la boca por esa manía suya de tener la última palabra. Hice un gesto como de que procediese y apoyé la espalda en el respaldo de la silla mientras hablaba y hablaba. Si contestaba únicamente conseguiría que no se marchase jamás y acabaríamos en otra pelea dialéctica. Así que no lo haría. No lo iba a hacer.-Me estabas arreglando la puta cabeza.-Empecé.-Estaba en la mierda y si me capturaban no iba a responder por tu muerte.-Justifiqué de nuevo en un tono bastante tranquilo.-Es un proyecto conjunto y andamos cortos de mano de obra en la base.-Comenté también como si fuese evidente.

Respecto a lo siguiente simplemente sonreí negando y desviando la mirada de ella mientras se iba. Si hubiese contestado a eso seguramente la doctora habría abandonado la base en ese mismo momento.

Cerré el puño crujiendo los dedos antes de continuar con la lectura de informes. Más tarde marcharía al turno correspondiente de patrulla.

Apareció en la salida de la base y se identificó, algunos ya lo conocía de las veces que había ido allí para trabajar con los Draven, hablar con Arleen o llevarle materiales así que cuando preguntó por los capitanes lo dirigieron al despacho de Gelion, aparentemente Thalos no estaba. Lo comprendía, Londres era un lío y debían estar hasta las narices de trabajo. Él en particular seguía de “baja” que no se tomaba muy en serio porque Aura se encontraba en Grecia y cuando Sofía tenía que cumplir con sus deberes él se aburría. Llegaba un punto en el que necesitaba algo de sazón, por eso Amaya le había pedido ayuda. En su opinión, una petición bastante estúpida.

Pero él no era General.

Al llegar a se sorprendió de ver una pelirroja allí -Hola- La mujer sonrió abiertamente después de hacerle un descarado escáner -Hola, Gina Linetti, la forma humana de los 100 Emoji- Vishous miró su mano extendida y se la extendió de vuelta, tomandola para dejarle un beso en los nudillos sin apartar la mirada de sus ojos. Sonrió de lado lobunamente -¿Qué es un emoji?- Preguntó después de soltarla, cruzándose de brazos para observarla hacer un sentido aspaviento ante su pregunta antes de empezar a explicar, V le miraba un poco sorprendido y entonces cayó en algo -¿Son las caritas raras?- Mira, todos los días se aprendía algo.

-¿Está Gelion?- Preguntó después de que Gina le explicara algunos emojis. Ante la pregunta empezó a hablar de las citas y la agenda -Oh…vamos- Le guiñó uno de sus ojos grises mientras se sentaba en el escritorio, tirando de encanto -Una mujer como tú seguro tiene habilidades para ... colarme en la agenda… Es algo importante-

Había ido a una revisión de la nueva prótesis, por fin la habían cubierto con piel sintética y realizado algunos ajustes técnicos. Por el momento tenía una funcionalidad equivalente a la media del ser humano, adaptada a mis características físicas pero me habían ofrecido potenciar mis varias prótesis para hacerlas más eficientes. Tendría que pensármelo.

Al llegar al despacho encontré a alguien hablando con Gina. Gina odiaba a la gente en general, me gustaba por eso. Era la secretaria perfecta que tenía la capacidad de evadir a cualquier persona para librarme de una cita y por pura satisfacción personal suya.

Sin embargo al encontrar ahí a Vishous era obvio el por qué del repentino don de gentes de la mujer.-Tranquila Gina, tengo tiempo para atender al Teniente.-Le hice un gesto con el mentón a modo de saludo y señalé la puerta del despacho para caminar hacia allí, invitándole a pasar cerrando la puerta tras nosotros.

-Tú dirás Royden.-Solté mientras me acercaba a mi silla quitando la chaqueta del uniforme que dejé en el respaldo antes de sentarme. Esperaba que no fuesen más recriminaciones por mi actitud con su hermana.