Aposentos de Guinevere Pendragon

Continué mirando el mapa durante un rato con una gran expresión de decepción. Tendría que haber pedido ayuda a alguno de mis hermanos para que fuese más efectivo, después me quejaba de Wthyr.

Resoplé soltando aire acumulado en mis mejillas antes de incorporarme del suelo, convocando un patronus para mi hermano. -He tratado de localizarle pero la muestra era escasa y había algún tipo de bloqueo.-Solté mientras me acercaba a una de las estanterías buscando algún libro concreto.

-He tenido que añadir mi sangre al conjuro, así que he hablado con él. Parecía bastante cuerdo y normal.-Saqué uno de los tomos de la estantería regresando junto al mapa, comenzando a pasar páginas.-Excepto por sus respuestas respecto a la situación en Ouroboros, parecía...¿Cómo si no le importase? Me ha parecido extraño.

Apreté los labios mientras leía-Voy a marcar lo poco que he conseguido del mapa para que lo tengas. Trataré de recuperar algo de la muestra para intentar hacer algo...no sé ¿Un hechizo para ver lo que ve? Tal vez...- O tratar de controlar su sangre para que saliese de donde quiera que esté.-Estaremos en contacto

Tras eso volví a sentarme en el suelo, recorriendo el camino trazado por la sangre con la yema de uno de mis dedos, con la intención de que marcase la piel de Wthyr con líneas de sangre y mostrase el mapa de ese modo, aunque a decir verdad los resultados eran bastante vergonzantes. Como todo últimamente.


dado para ver localizaciçón de Davinci en mapa

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'Dado (10)' :

Después de dejar a Asiaín haciendo de las suyas, Shyvanna se reunió un momento con los descendientes de Atila para hablar sobre la predisposición de las tropas. En ausencia de Wthyr la orden de Shyvanna era MEJORAR, MEJORAR Y MEJORAR para la guerra que le iban a montar a Ouroboros porque ese tratado era insultante. Tras eso volvió a retomar su camino hacia las habitaciones de Gwen, a quien le apetecía mucho ver y abrazar después de la insoportable situación que habían vivido.

Tocó la puerta por pura modestia antes de abrirla y pasar. Había ordenado que trajeran algo para picotear y así llenar la boca con comida aparte de cotilleos. Tenía que contarle lo de Catherine, malmeter contra el Consejo, comentar la misión y muchas otras cosas más. Aún así cuando iba caminando se llevó la mano al cuello para rascarse, sin ser consciente de que lo estaba haciendo muy cerca de la marca de la maldición.

-Hola Gwen...¿Cómo estás?- Saludó mientras se acercaba a ella, no tardando en reconocer tanto los libros como el mapa. Se sentó a su lado con un gesto bastante relajado -¿Estás ayudándolos a distancia? ¿Pasó algo?-

Al finalizar el envío del mapa me quedé mirando ese absoluto desastre durante unos segundos. Negué, intentando centrarme de nuevo y pasé un par de páginas del libro.

Si necesitaban más ayuda debería intentar recuperar parte de la sangre de Giordano. Una sangre que ya había sido utilizada y estaba mezclada con la mía. Sería complicado.

Pronuncié unas palabras en susurros haciendo que toda la sangre comenzase a flotar en el aire, en gotas de diferentes tamaños.

Escuché la puerta pero la ignoré. Si era importante insistirán. Giré mis manos entre el líquido flotante sin perderlo de vista. Varias gotas comenzaron a separarse entre sí.

-Hola hermana.-Respondí tremendamente concentrada. -Aha- añadí ante su pregunta. Entrecerré los ojos pasando la vista entre dos gotas.

-He mandado un patronus a Wthyr sermoneandole como si fuese nuestra abuela.-apreté mis labios sin estar muy segura de si aquello estaba bien o no.-Me ha pedido que tratase de localizar al Descendiente de DaVinci pero he hecho una chapuza. Estoy intentando recuperar unas gotas de su sangre.

Unas cuantas gotas comenzaron a vibrar y con delicadeza traté de separarlas correctamente pero de pronto todas se movieron y cogí aire repentinamente, sorprendida. La sangre volvió a caer al mapa y apreté los labios fuertemente, molesta.

-Pero parece que últimamente todo sale terriblemente mal.-me quejé suspirando para mirar por fin a Shyvanna.

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'Probabilidad' :

Sabía que Gwen estaba concentrada pero cuando mencionó lo del patronus, Shyvanna se carcajeó totalmente mientras pensaba en la cara que debía haberle quedado a Wiwi -A mi cree que me convenció con eso de hacerme Reina por un día, pero no me deja tranquila que se fuera con la loca de Catherine- Le dijo con profunda sinceridad porque eso de perder el control de sus poderes con aquel episodio de llanto le parecía tan… de necesitar algo de ayuda externa…

-¿Te contó Cedric lo que hizo cuando volvimos de Ouroboros? Creo que tiene un desequilibrio mental profundo. Una loca siempre reconoce a otra- Explicó mirando la sangre y lo que estaba tratando de hacer. No tardó mucho en usar su magia para ver si reconocía al portador, encontrando la de Gwen casi en seguida. Al pedo, porque Gwen le dijo exactamente lo que estaba haciendo momentos después así que Shyvanna se incorporó un poco para ver el mapa -¿Está en el Vaticano? Fijo que Wiwi se roba algo de arte-  Dijo haciendo un gesto de seguridad total, vamos, que lo conocía como a su palma.

Al observarla frustrarse por el hechizo y lo que le soltó después, la rubia la miró a los ojos notando que su hermanita necesitaba ayuda. Alargó una mano y le puso el cabello detrás de la oreja antes de acercarse y abrazarla estrechamente, contra ella. Probablemente, le apetecía más a la rubia que a ella pero el hecho de pensar que le habían hecho algo en la isla no dejaba de preocuparla. Además, había tenido terror de que con el control mental de la asiática hicieran lo mismo que con Wthyr, obligarla a hacerle daño -¿Sabes lo que yo hago cuando me frustro? La frustración afecta la canalización de magia - Preguntó riéndose un poco -Ya sé que te doy la cantaleta, Gwen… Pero…- Inspiró profundo y se alejó para mirarla -Puedo darte un montón de argumentos científicos e investigaciones que comprueban que un orgasmo hace muy bien al cuerpo-  Le guiñó un ojo antes de separarse -No sé donde están en la biblioteca, pero para algo Ixión tiene que seguir mis órdenes- Añadió.

Tras eso miró el mapa con curiosidad, la verdad, seguía sin gustarle que Catherine estuviese sola con Wthyr  -Quizás la distancia influya. ¿Quieres que vayamos a Italia a echarles una mano? Nadie cura como yo y Asiaín necesita mucho entrenamiento.... Cedric puede gestionarlo todo- Luego alzó la vista hacia ella -¿O quieres que te ayude con el hechizo?-

Negué mientras aún seguía concentrada, no había visto a Cedric...bueno ni a nadie. Solté un suspiro ahora.-Tu no estás loca Shyvanna y Catherine tampoco.-Aquella mujer era orgullosa, egocéntrica y en la mayoría de ocasiones intentar razonar con ella resultaba imposible, pero loca no estaba.

.-Lo que debería preocuparte no es que esté con ella sino que estén los dos solos.-Como si se creyesen invencibles o algo así.-Se cuidarán entre ellos pero la prioridad de nuestro hermano será que ella no acabe muerta así tenga que anteponer su vida. ¿Quién vela por ellos dos entonces? Podría haber ido con algún aliado o contigo o con Cedric...o con quién fuera.-Solté de seguido, parloteando más de lo normal en mí y acabé encogiendo los hombros y suspirando nuevamente.

Cuando el hechizo falló Shyvanna no tardó en consolarme. Recibí el abrazo sin queja e incluso lo correspondí, eso sí sin tanto entusiasmo como ella. No era gran fan de los abrazos pero Shyvanna era mucho más física que yo. Apreté los labios cuando preguntó aquello y alcé la vista al techo sabiendo lo que venía.

Cogí aire con fuerza antes de separarnos y en cuanto comenzó entorné los ojos y volví a prestar atención al libro, pasando un par de páginas más para buscar otro hechizo. -Como los rituales de carga, aham...no es época todavía.-Comenté distraídamente y luego dijo algo de Ixion, como ofreciéndome que ella le ordenase acostarse conmigo o algo así. Volví a mirarla con una expresión de desagrado en mi rostro.-¡IUGH!¡Shy! No pienso dejar que ese tipo me toque.-Contesté muy ofendida por ello negando mientras entornaba los ojos de nuevo.

Volví al libro con esa sensación de repelús aún presente.-Aún no entiendo como dejas que te toque a ti. -Porque sí, Ixion me desagradaba bastante. -No sé Shyvanna.- Señalé el maldito libro y el mapa.- No parece que yo sea de mucha ayuda pero tal vez tu si lo seas, o al menos deberíamos mandar a alguien de apoyo.-Crucé mis brazos mirando frustrada el mapa y encogí mis hombros.-Estaría bien intentarlo. -Le hice un gesto invitándola a hacer el hechizo ella.

-Bueno…Puedo creer que yo no, que tengo talento para el arte escénico pero esa…- Hizo una mueca con la boca con un gesto que dejaba en claro que no estaba muy segura de eso -Cuando volvimos de Ouroboros estaba metida en la cama, tirada…Y en cuanto Wiwi empezó a hablarle, comenzó a llorar desolada…Y llorar, y llorar y dale… No respondía. Era agobiante y de la nada… todo empezó a oscurecerse con ese poder suyo, vamos, perdió el control total y Wiwi me echó. Lo siento…pero no me parece que eso sea normal- Añadió porque eso de la oscuridad rarísima le daba un repelús que la hizo estremecerse en un escalofrío.

El análisis de Gwen fue hizo que Shyvanna terminara gruñendo por lo bajo -Ya… lo haría- Porque también se había quedado con ella en la habitación y la había echado. Se mordió el labio con fuerza mientras pensaba que si bien entendía el porqué no por ello debía estar de acuerdo. Los nervios empezaron a subir. Ya lo había curado hace un par de días, luego lo de los vikingos y ahora eso.

-Sí, exactamente como eso. ¿Cómo que no es fecha? Siempre es fecha…- Murmuró rodando los ojos aunque parte de su cabeza ya estaba parlando in italiano  hasta escuchar su reacción sin entender por donde venía hasta que se dio cuenta de que se había explicado mal, la rubia sonrió de lado pensando que…bueno, ella lo dejaba porque …porque la ayudaba a distraerse y ya -No me refería a eso, Ixión…No. Me refería a que lo puedo mandar a buscar los libros que necesites para encontrar argumentos.

El comentario le sorprendió…porque venía de Gwen y no tardó mucho en decirle -Hablas como yo cuando no pude curar a la abuela…o a Catherine. Y eso...no es bueno- Se incorporó un poco para acomodarse y mirar la sangre -¿No quieres ver a Gio? ¿Ayudarlo? No es la primera vez que le salvamos el culo- Mencionó concentrada y recitando el hechizo que conocía bien, después de muchas lecciones (demasiadas). Aún así se sentía complicado, como si las sangres no quisiera separarse -Ummm…- Soltó Shyvanna por lo bajo, moviendo las manos con suavidad para intentar separarlas pero no hubo manera. Al verlas caer, la rubia se las quedó mirando con el ceño suavemente fruncido y luego miró a Gwen a los ojos en silencio.

-Siempre hay una razón para el comportamiento irracional de la sangre. Por motivos meramente académicos deberías venir conmigo a Italia, sorella- Mintió descaradamente, porque para ella la razón era otra muy distinta pero esas eran suposiciones que sólo podía evaluar cuando jugara con  la sangre de Darren y suya… o la de Wiwi y Cath. Volvió la mirada a la puerta cuando tocaron varias veces -Adelante- Ordenó porque sabía que era el picoteo y los despidió pronto, levitando las bandejas hacia ellas -Todos tenemos un papel en esta familia Gwen, Wthyr es el Rey, Darren el guerrero, yo la sanadora, Lake la asesina, Cedric el erudito y tu eres la sacerdotisa con experticia en rituales. Si Gio está en problemas lo mínimo es que tres de seis Pendragon estemos juntos ayudándole. Somos más fuertes...Y además, me vendría bien una victoria...- Soltó así nada más llevándose un pedazo de melocotón a la boca.

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'Probabilidad' :

Le lancé una mirada a Shyvanna como de reojo cuando explicaba lo que le había pasado a Catherine.-Ya...¿tu nunca has perdido el control de tus poderes cuando te has sentido mal? Porque yo si.-Aún recordaba alguna vez de pequeña en la que no conseguía cortar el flujo de sangre y la abuela había tenido que intervenir.

Cogí aire suspirando.-Supongo que que te hagan casarte con alguien al que no quieres abandonando a tu esposo al que si quieres, te obliguen a tener sexo y te separen de todo aquello que conoces para ir a un sitio desconocido con gente desconocida es poca cosa como para que pierdas la cordura. ¿no?-Volví a mirarla alzando ambas cejas. Al parecer en Ávalon también pecábamos de no ver, no escuchar y no empatizar.-Sólo digo que deberíamos empezar a verla como lo que es, nuestra hermana. Si no lo haces por ella hazlo al menos por Wthyr.-Sonó un leve tono de súplica.

-¿El ritual?¡Es en Julio!-Respondí ante eso de que siempre era fecha y después esbocé una sonrisa negando. Claro que para ella siempre era fecha. Alcé la mano negando con ella.-No necesito libros, gracias. -Sabía perfectamente de lo que hablaba, no era una mosquita muerta aunque al lado de Shyvanna pudiera parecerlo.

Encogí mis hombros.-Sólo quiero que Wthyr vuelva y que se centre en lo que debe.-Contesté a su pregunta sobre Giordano, a pesar de sentir un leve tirón en el estómago. Observé su manejo de la sangre y fruncí el ceño de nuevo al ver que tampoco dio resultado.-Es extraño.-Desvié la mirada a la rubia al volver a instarme a viajar pero permanecí en silencio hasta que el servicio se marchó.

Volví a fruncir el ceño cuando no planteó la misión como una ayuda hacia Wthyr sino hacia DaVinci.-Para ayudar a Wthyr, querrás decir. -Comenté como si se le hubiese escapado sin querer a mi hermana antes de coger algo de fruta.-Si fuésemos al menos todo acabaría más rápido.

-Unmm… - Cuando Gwen le dijo lo del descontrol recordó el odio que había sentido hacia Freyja cuando volvió de la habitación de Catherine y como sus manos… se miró la perfecta manicura con curiosidad, quizás debería intentar volver a entrar en ese estado de arrebatadora fuerza física. Sería interesante en combate -Quizás- Soltó sin más. Pero sin reconocerlo tampoco.

Y por si fuera poco… enumeraba razones para justificar a Catherine que, poniéndolo así, bueno… era un poco comprensible la situación. Miró hacia el techo mientras pensaba y pensaba -Le sugerí a Wthyr que la conquistara, tampoco es como que no he hecho mi parte- Se explicó con un tonto algo indignado. A fin de cuentas, era lo que le tocaba hacer. Shyvanna también haría lo que Wthyr dijera si soltaba otro compromiso, era su deber. Catherine era una caprichosa que no sabía adaptarse -No es mi hermana, es mi cuñada- No sabía si algún día podría tratarla como lo hacía con Gwen así que mejor ilusiones cero. Ahora que le echara en cara lo de Wthyr hizo que cerrara los ojos -Está enamorado hasta las trancas ¿Sabes?- Mencionó de pasada y luego asintió, por él si. No por ella.

-Mayo...julio… enero...abril…- Alzó los hombros como que no le interesaba y sonrió a eso de que no necesitaba los libros.  Volver y centrarse en lo que debía, si… -Yo quiero que sea feliz- Quizás las dos estaban poniendo expectativas -Se lo merece…- Susurró la rubia pensando en la conversación que habían tenido después del Holmgang y encontrándose profundamente incómoda -¿Crees que se pueda amar a dos personas?-

Asintió sobre el hechizo y la sangre. Era extraño, si. Volvió la mirada hacia Gwen cuando dijo lo de Wthyr y Shyvanna negó con la cabeza -El que necesita ayuda es Gio, Wthyr como mucho necesitará refuerzos. No sé si has oído los rumores pero ayer los Reyes hicieron un despliegue de magia que se cargó casi toda la rebelión. La gente habla de auras, chispas y de que Catherine y Wthyr parecían intocables. Supongo que es esa cosa que me comentó, lo de la sensación cuando están juntos, en contacto. Tal vez por eso el árbol la quería a ella…- se mordió el labio pensativa antes de coger otro pedazo de fruta y comerlo mirando el mapa, asintiendo a lo que le decía Gwen y asumiendo que estaba por la labor de ir a Italia. Pero antes que eso, su corazón esperanzador, habló -¿Crees que realmente Wthyr este destinado a estar con Catherine? ¿Para siempre? Y … que ella le dará una oportunidad?

Alcé ambas cejas sonriendo de medio lado cuando dijo que había puesto de su parte y después negué suspirando hondamente cuando dijo que Catherine era su cuñada. Técnicamente sí, yo tampoco la sentía como a una hermana pero podía deducir que la morena en Avalon estaría necesitada de gente en la que poder confiar y por mi parte, únicamente confiaba en mis hermanos. Volví a suspirar con cansancio.-Lo he supuesto. Solo basta ver como la mira.-

-Shyvanna...-Solté alargando su nombre cuando empezó a decir meses a diestro y siniestro. -No es lo mismo. Tu no haces rituales.-Su contestación respecto a Wthyr hizo que la mirase con cierta ternura, incluso froté su espalda por un momento. Después su pregunta hizo que desviase la mirada por un momento, intentando pensar, negando finalmente.-Sinceramente no tengo ni idea...yo os amo a todos vosotros, de un modo diferente, es lo único con lo que puedo comprarlo.-Dije refiriéndome a todos mis hermanos.

Su contestación hizo que volviese a fruncir mi ceño por un momento, incómoda, apretando los labios con disgusto mientras desviaba la mirada escuchando toda la epicidad de los Reyes de Avalon. En esos momentos recordé las palabas de nuestra abuela. Recuerda quién es tu familia.-Ya..en Avalon, tierra del Sanguis Ligno. -Achaqué el poder de ambos a aquello volviendo a mirar a mi hermana aún seria. Encogí mis hombros negando sin saber que responder a aquello.-Tal vez.-Miré a mi hermana de arriba a abajo por un momento y nuevamente apreté mis labios entre sí.

Me incorporé, abandonando el suelo y mordí la fruta mirando alrededor.-¿Qué debería llevar?-En realidad nunca había ido de misión oficialmente, excepto por el asalto a Ouroboros.

-Es peligroso- Murmuró dubitativa cuando Gwen mencionó cómo la miraba. Pero quizás por él, Shyvanna podía hacer un esfuerzo porque si Catherine finalmente se incorporaba a la familia como debería… iba a ser extenuante odiarla todos los días.

Lo de los rituales le hizo sonreír -Podría empezar- Se rió un poco porque sin duda le encantaba molestar con ese tema -¿Catherine tendrá que formar parte en los del mes que viene?- Preguntó y después se llevó las manos delante de ella para simular una panza de embarazada -Voy a tener que enseñarle posiciones específicas- Asintió super convencida y, encima, tomandoselo en serio como que aquello era lo MÁS importante de los rituales. Sonrió de lado al sentir esa caricia en la espalda -¿Tu tampoco lo crees? - Le preguntó -Wthyr no cree que estemos destinados a ser felices. Yo creo que es un amargado que no conoce aún lo bueno de la vida y por eso quiero que su relación con ella funcione. Joder… es… es su tercera esposa. Será su primer hijo… debería poder disfrutar de cada paso, de cada momento… pero va y le toca una mujer que es la representación de un iceberg- Rodó los ojos y luego escuchó la perspectiva de amor de Gwen, asintiendo -Supongo… quizás no ame a Wthyr como amaba al chucho, pero puede hacerlo de otra forma. Hay que… mostrarle que existen opciones-

Lo de la referencia al árbol y que eso tuviera algo que ver con todo el tema de la magia era... razonable y lógico -¿No crees que puedan solos?- Era simple interés. Sería cuestión de verlo. Cuando se incorporó supo que había ganado la partida y sonrió de oreja a oreja -Pociones, suplementos para rituales y toda la armadura que puedas llevar. Un cambio de ropa porque fijo te ensucias… y… armas- Dijo pensando un poco y repasando la lista - ¿Una hora y nos vemos en el Sanguis?- Preguntó incorporándose con un bol de fresas cortadas en la mano -Deberia avisarle a Asiain… - Sopesó y miró a Gwen -Está en entrenamiento de sanación por manco. Ayer le hizo pupa a wiwi mientras lo curaba-

-Lo es.-Confirmé haciendo una pequeña mueca contrariada pensando en la influencia que podría tener sobre él, a pesar de que sabía del carácter y lo firme de los pensamientos de mi hermano nunca le había conocido enamorado o encaprichado. Y últimamente sus muestras de cariño hacia mi eran más continuadas de lo normal. -Pero para eso nos tiene a nosotros.-Porque de ser así, nos encargaríamos de que regresase a su rumbo.

Volví a lanzarle una mirada de reproche y puse cara de fastidio cuando dijo lo de Catherine y empezó a divagar sobre posturas pero no contesté, acabé esbozando una sonrisa y negando porque así era ella. -Apenas se conocen y no se trata solo de sexo Shyvanna. Además, ni tu ni yo estamos ahí cuando están a solas.-Yo que sé, lo mismo Catherine era más cariñosa en esos momentos. Al menos parecía serlo con su hijo así que tampoco consideraba que fuese fría como el hielo.-No puedes forzar las cosas.-Comenté recogiendo el libro del suelo pensando por un momento.-Quiero decir...de nuevo. Mira lo que pasó con los anillos.-Argumenté agitando un poco el libro en mis manos.

Fui a guardarlo en su estantería correspondiente y una vez más mis hombros se encogieron. -No sé...-Entonces vino a mi mente aquel momento extraño en el que la morena se había conectado a mi y me removí algo incómoda.-Tal vez puedan.-Escuché la lista de cosas que debía llevar a Italia asintiendo. Debería pedir una armadura nueva pues la mía la retuvieron en Ouroboros. Comencé a moverme por la sala recogiendo unos cuantos frascos con cosas y alcé ambas cejas girando a mirar a la rubia.-¿Para que venga a Italia?-Lo pregunté con fastidio, ya que como anteriormente había comentado generalmente la mayoría de la gente me desagradaba, entre ellos mi primo.-Como tu veas, si lo crees necesario...-Solté haciendo un gesto de que me daba igual.

Tras eso ambas nos dispusimos a prepararnos para el viaje y abandonar Avalon.

Cuando por fin llegué al cuarto marché directa a darme un buen baño, por suerte los dolores poco a poco cesaron y para cuando acabé de retirar toda aquella sangre habían desaparecido por completo.

Sin embargo sentía el cuerpo pesado, cansado y dolorido. El baño me había sentado bien pero no había conseguido relajarme, no con todo lo que había sucedido. Pensé en Shyvanna, en como se despertaría seguramente en varios días y en la ira de mi hermano que había estallado también.

Miré mi reflejo en el espejo, como cada noche, inspeccionando las marcas de la maldición, intentando captar ese breve movimiento que me había parecido que hacían alguna vez. Nada. Permanecían estáticas, sin avanze alguno.

Tomé asiento en el escritorio dedicando varias horas a repasar libros y leer de nuevo el maldito tratado, con esa firma no consentida. Me preguntaba cuantas firmas no eran válidas en él. Me habían liberado como gesto de buena voluntad y ahora...no, Wthyr había invitado a DaVinci en calidad de amigo de la reina, no podíamos jugar esa baza.

Tras unas horas sin poder conciliar el sueño por fin bostecé. Estaba exhausta, me arrastré hasta la cama aún con el pelo mojado pensando que aún tardaría en dormirme, acompañada de unos cuantos pergaminos en los que pretendía apuntar ideas que surgieran....no se plasmaron demasiadas pues por fin cerré los ojos después de aquel intenso día.

Tras abandonar la habitación me habia ido por aquel pasillo y habia torcido por donde dijo, contando puertas, hasta dar con la que debía ser la suya. No tenía ni idea de que hora era...pero el lugar parecía tranquilo. Aun seguía agitado por culpa de aquellas pesadillas, pero tenia la mente activa, demasiado activa, y me daba miedo....volver a quedarme dormido. No podia hacerlo.

Toqué a la puerta de Gwen, un par de veces primero.

No obtuve respuesta asi que insistí un poco más, pegandome un poco a dicha puerta. Las cadenas tintineaban a cada movimiento de mis manos.

"no puedo dormir, tengo que hacer algo, necesito investigar, tengo que protegerme yo solo, tengo que tomar apuntes, idear algo, siempre puedo idear algo"

- Gwen - dije en voz baja, llamando insistentemente de nuevo, pero flojo. Si estaba dormida....donde iba a pedir yo ahora los papeles? A uno de esos guardias que de cuando en cuando circulaban los pasillos? Pero no eran papeles lo unico que quería...

Me encontraba en ese tan apreciado momento entre el sueño y la vigila en el que tu mente se encuentra en paz absolutamente vacía de todo pero los sentidos aún están más que despiertos. En este estado, la insistencia de unos repetitivos golpes no tardaron en molestar a mi cerebro.

Desperté, bastante confusa y con una sensación de molestia, fastidiada por aquella interrupción y sobre todo por aquellos golpes que en mi cabeza de alguna forma tenían un compás casi perfecto. Tardé unos segundos en comprobar, aún despertándome, que no se trataban de imaginaciones mías.

Un suspiro resignado se escapó de mis labios antes de incorporarme para salir de la cama, consiguiendo en ese estado somnoliento poner con cierta dificultad la capa que usaba para estar caliente en mi habitación, muy en la línea de todo vestuario de una señorita Pendragón.

Al llegar a la puerta la abrí buscando con mis ojos inflamados por tan repentino despertar y el sueño acumulado, la razón de aquello.-Descendiente.-Comenté con voz de dormida y algo confusa.-¿Sucede algo?-Pregunté entonces arrastrando la mano hacia mis ojos frotándolos antes de esta vez, intentar enfocarle bien.

Parecía ansioso, cansado y con el cerebro funcionando a demasiadas revoluciones. Me asomé al pasillo mirando a ambos lados antes de volver a mi posición e hice un gesto con el brazo invitándole a pasar.-En el pasillo hace frío.-Era poco protocolario, a aquellas horas de la noche pero parecía tener un motivo para haber recurrido a mi.

Cerré la puerta tras nosotros y avancé, fijándome en la chimenea en la que el fuego no tardaría más de una hora en apagarse. Adelanté mis pasos hasta la zona del escritorio dejando ambas manos sobre la madera del respaldo de mi silla observando a Giordano.-¿En qué puedo ayudar?

Ante la falta de respuesta segui llamando flojo pero ritmicamente, con pausas justas entre cada tres golpes. Solté el aire con alivio cuando por fin me abrió, ya no solo porque necesitaba hablar con gente, si no porque se me estaban helando los pies.

- Sí. En Avalon no conocéis los milagros del suelo radiante? - le pregunté cuando me dijo si pasaba algo, con ojos de sueño absoluto, algo despeinada pero con una estupenda ropa de dormir. Sí, me fijaba en los detalles mas minimos incluso cuando no quería hacerlo. Puse gesto de agradecimiento y delineé un "gracias " muy visible con los labios pero sin decir nada, cuando me permitió pasar, haciéndolo sin dudar.

Avancé con ella mirando la estancia, mesas, sillas, la chimenea, muchos cuadros, algunas esferas flotantes y otros objetos mágicos, libros, pergaminos...

- No puedo dormir. - le confesé. Bueno, creia que quiza habian pasado algunas horas de sueño... - Necesito hacer algo, pero no tenía pergamino ni lapiz en mi habitación. Me podéis dejar pergamino y lapiz? Y...

"nunca creí que fuese a decir esto"

- Necesito escuchar voces de personas de verdad. Solo un rato, luego te dejaré dormir.

Su comentario sobre el suelo radiante me pilló...demasiado dormida. Mi expresión simplemente se limitó a arquear la ceja, apretar mis labios y después frotar mis ojos mientras pasábamos al interior.

Había supuesto que tal visita a horas intespetivas ocultaban algo apremiante. Parpadeé primero cuando dijo que no podía dormir y luego miré al escritorio al pedirme pergamino y lápiz. Habría podido pedírselo a los guardias.

Tomé aire, en un pequeño suspiro acercándome al escritorio tomando pergamino y lápiz de entre el caos. Había notas,libros, hechizos con tachones y demás enseres además de una copia del tratado. Rebusqué un poco pero no tardé en dar con el lápiz ofreciéndole ambas cosas con cara de estar muy dormida para esto.

Hasta que dijo lo siguiente. Pensé que debía estar muy traumatizado para pedir aquello y más a alguien que no podía considerar una amistad como tal. Tal vez no tenía a nadie más. No era el momento de preguntar por sus amistades.

Mi mano señaló amablemente a otra de las sillas y giré la mía hacia ésta tomando asiento.-¿Té?-yo al menos lo necesitaba.

Hice un gesto para acercar la bandeja de té y me servía una taza. Pasé una de mis manos por el pelo tratando de adecentarme un poco ya que la visita se había alargado.-¿De qué queréis hablar? Supongo que de nada reciente.

Asumí que querría quitárselo de la cabeza. Tomé de la taza bajándola a su plato.-¿Queréis poneros al día con Ouroboros?..aunque tal vez preferís una fuente más afín.-Descarté negando apretando mis labios mientras desviaba la mirada intentando pensar en algún tema.