Pasillos de la Academia Ouroboros

Procuró mantener la compostura durante el camino, guardando su liviano estilo de caminar y siendo guiada por sus recuerdos sobre el trayecto y por las indicaciones de los espíritus ya que sus sentidos no eran confiables, pero llegado un punto no pudo contenerse más y vomitó en un florero que decoraba el pasillo.

Cuando terminó de expulsarlo todo, sintió que había expulsado hasta su alma. En su rostro se dibujó una sonrisa burlona.

-Estas perdiendo el control, Cari.- En el reflejo de una armadura vió que sus ojos se habían tornado completamente negros, como si de dos pozos sin fondo se tratasen.

-Ya ríndete, todo será más fácil.- Sus labios hablaron pero emitieron una voz distinta. La bruja se concentró para retomar el control de su cuerpo y volver a encerrar a Reaper, momento en el que sus ojos volvieron a la normalidad al igual que su expresión. Manteniendo su faceta seria apretó el paso hasta el sótano de Matvey donde esquivó al goul de la entrada para tocar su puerta mientras hacía un débil intento de expulsar a Mei de su cabeza.

El miembro 'Bellatrix Alighieri' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa Física' :

Hacía ya mas de una hora que habia quedado aquí con el imbécil de Johan, y el tío no me respondia a los mensajes y eso que estaba usando su estupido galeon, porque ahora los moviles no funcionaban.

La primera media hora había estado paseando por el pasillo y fumando, y cuando se me había acabado el paquete, me habia sentado en el suelo y me habia puesto a jugar a las tres en ralla conmigo mismo usando la punta de mi afilado cuchillo para hacer marcas en la moqueta del suelo.

"odio las moquetas"

Me estaba dando tiempo para pensar en todo. Y en todos. En Erika y eso del bebé. En Reed. En mi estupida propuesta. En Gelion. En los androides, en James. En el porcentaje de limadura de hierro que necesitaba para hacer una bomba sucia y de donde podría sacarla si ir a los desguaces o chatarrerias de Londres ahora era tan arriesgado. En el gato de Daniel Stwardson, el hermano pequeño de Johan. Se llamaba Calabaza? El gato, claro.

"seguro que si esta vivo es mas puntual que su puto hermano"

Bostecé sonoramente, ya no podía echarme mas partidas de esas en ese cuadrante del pasillo.

El abrazo por la espalda en los lavabos fue algo que realmente no esperaba. Ese tipo de acercamientos no los había tenido con nadie con anterioridad. Nadie que la conociera, al menos. Siempre había tratado con frialdad a quienes gozaban de su compañía. Observó el rostro de Johan con cuidado en el reflejo del espejo. Esbozaba una sonrisa que parecía sincera.- Me gusta verte sonriendo.

Yo estoy... feliz de que pasara.- Susurró tímidamente y por lo bajo, incluso agachando un poco el rostro cuando lo mencionó. Todo había sido bastante repentino. De no haber participado tan activamente, casi podría haberse dicho asaltada por la pasión del encuentro. Cuando él se alejó, lo hizo ella también, caminando de manera lenta, pues aún se sentía un poco entumecida. Aquel curioso dolor que iba desde sus caderas a sus piernas le recordaría lo recién ocurrido de manera muy puntual durante días. Tras sentarse en la butaca donde estaba su ropa, se masajeó las piernas despacio antes de comenzar a vestirse con cuidado.- No me he preparado, pero si necesitan compañía, yo puedo hacerles tercera.- Murmuró, a sabiendas de que no sabía a qué clase de misión iban, pero sabedora de que debían hacer todo lo posible en todo momento.

No tardó mucho en estar lista para irse. Tras asentir a la petición de Johan con una suave sonrisa, salieron del baño a los pasillos con dirección conocida. Al final no sabía si su oferta quedaría solo en eso, pero salieron ambos a los pasillos.- ¿Van por la tableta de la chica, cierto? De Sigrid.- Susurró, pensando en las posibilidades. ¿Tendrían la capacidad de encontrarla?- Si va Thalos contigo, él sabrá lo que debe hacer.- Después de todo, ubicar tecnología no podía ser muy sencillo.

Tras nuestras breves confesiones en intimidad todavía pasaron algunos minutos más entre que ambos terminamos de vestirnos y secarnos un poco el pelo con una toalla para no ir mojando la ropa y el pasillo, por lo que me retrasé todavía más en la cita con Thalos. Ella se propuso para venir a la misión, pero yo no lo vi claro. Aún tenía demasiado frescos los recuerdos del fracaso en la Ciudadela, lo último que necesitábamos era otra misión así con más gente de la que preocuparse. - En esta ocasión es mejor que no. - comenté mientras salíamos de los baños, enfilando uno de los pasillos de la academia. Le di algunas pistas más sobre la misión, aunque nosotros mismos tampoco teníamos muy claro que fuésemos a encontrar lo que buscábamos. -La tablet de Sigrid, y también el androide al que hackeó en la Ciudadela. Ya ha pasado algo más de una semana, debemos darnos prisa si queremos localizarlo antes de que lo hagan otros. - justo cuando estaba hablándome de Thalos doblamos una esquina del pasillo, encontrándolo ahí sentado en el suelo, con pinta de estar aburrido y esperando.

No esperaba encontrármelo ahí, habíamos quedado fuera del edificio, así que mi reacción al verlo no fue la más natural del mundo. Frené a dos o tres metros de donde estaba él, mirándolo un tanto incómodo porque la situación era rara. - Thalos...¿llevas mucho tiempo ahí esperando? creía que habíamos quedado fuera. - sí, el maldito debía estar fuera, no ahí sentado como si fuera la policía. Iba a sospechar, seguro, y la idea no me gustaba. Tal vez porque él me conocía demasiado, y ni yo mismo sabía qué pensar de lo que había hecho. No había tenido tiempo.

- Sé que llego algo tarde, pero nos vamos enseguida. Le estaba explicando a Victorya lo de la misión, pero en esta ocasión se queda aquí. Es más útil ayudando a Giordano o a Tesla en el laboratorio, que supongo que estarán con Sigrid. ¿Tienes ya todo listo? - yo aún tenía que recoger unas cuantas cosas antes de marcharnos, pero sería rápido. - Sayid al final creo que no nos acompaña.

Johan se dignó a aparecer por fin, pero al verme, en lugar de seguir avanzando, se paró a varios metros como sorprendido. Ni que fuera tan raro. Aquello me provocó que alzase una ceja con desconfianza.

-Llevo una hora esperando. - dije indicandole el número 1 sacando mi dedo corazón, desviando mi vista hasta Victorya, que no exhibía su habitual expresion de frialdad.

Me puse en pie y terminé de acortar aquellos tres metros que Johan habia dejado de distancia entre nosotros, y conforme lo hacía mis fosas nasales se vieron asaltadas por un profundo aroma a jabón que desprendían ambos. Me crucé de brazos y los miré con una mueca de incredulidad.

- Limpitos a la guerra? No os va a durar mucho... - mi mirada iba de uno al otro, y en esta distancia mi vista se fijó sin poder evitarlo en las marcas del cuello de ella. Marcas de pasión, sin duda. Eso no lo hacen unas manos si no unos labios. Solo había que sumar uno mas uno...verdad? - ....sí, ya veo que se lo has estado explicando muy bien.

Añadí, sin comentar nada más y apartando mi vista de su cuello. Asentí porque yo lo tenía todo preparado, pero lo de Sayid me pilló a contracorriente.
- ¿Cómo? Solo vamos a ir nosotros dos? No cubriremos mucho terreno asi. Poco han tardado los descendénticos estos en desentenderse. Los Desentendidos los vamos a llamar. - aunque bromeaba con mis palabras, mi cara expresaba todo lo contrario. Pensaba ir a despedirse de Jo o se había despedido ya? Antes o después de haberse enrollado con la morena?

Tras muchas muchas muchas demasiadas apariciones y desapariciones en diversos sitios de la isla. Aparecí con un plop justo delante de Johan por cosa del destino viendo a Thalos ahí plantado delante.
-Uff..por fin.
Solté con cara de estar harta avanzando hacia él. No había visto a Johan ni a la morena.Puse ambas manos en mis caderas entornando los ojos.
-Lo que me ha costado encontrarte!No sabía si ya os habíais ido o no. Escucha...Khaled está fuera de combate por una historia de algo de demonios. No preguntes, no se que ha pasado, esa torre es una maldita locura.Así que no sé si alguien va a unirse a la misión o no y...
Como que algo me hizo mirar hacia atrás y alcé ambas cejas al ver allí a los otros dos.
-Ah!Bien, estáis aquí.¿Habéis oído no?
Me puse al lado de Thalos para no estar en el maldito medio.
-Pues eso...que los Souls están en espera. Además los androides nos atacaron y...y de pronto pasó algo y la torre ahora está plantada a las afueras de la ciudad, aquí en la isla.
Dije señalando hacia cualquier lado y miré de nuevo a Draven.
-¿Ves?una locura.
Si, estaba hablando como muy rápido.
-Pero mientras que lo discuten he decidido que voy a irme con vosotros, tengo una panda de críos a mi cargo que manejan mejor el fuego que yo y como todos están bastante idos de la cabeza en esa torre supongo que no les importara que...
Ladeé la cabeza mirando al cuello de la morena y esas marcas.
-¿Eso. es..
"no preguntes maldita sea"
-No.No he preguntado.No he preguntado.
Solté negando con las manos varias veces mirando a Thalos ahora con cara de wtf.

Si así prefieres...- Susurró cuando decidió que no requería su apoyo en la misión. No veía claro que después de la avanzada tan grande que llevaron a la Ciudadela, ahora decidieran colarse de a pocos, como si S.A.M. no fuera a tener todos los focos de alerta encendidos. Aunque prefería ir, la verdad era que dejar las cosas a medias en sus investigaciones tampoco haría que todo mejorara.- Tienen que tener mucho cuidado. Recuerden que están rastreando todo, conexiones, redes, movimientos sospechosos. Tuvimos que salir de allá en un portal por no poder desaparecer. Necesitan un plan de escape.- No tenía que recordárselo, pero mejor que lo tuviera en cuenta.

Observó como Johan se detuvo de pronto, haciendo lo mismo y con la misma mirada de sorpresa cuando ella vio a Thalos. Poco, muy poco tiempo le había dado para plantearse lo que acababa de ocurrir y levantar de nuevo sus defensas. Tan poco tiempo que no logró hacerlo. Ella, que nunca rehuía, tuvo que evitar la mirada de Thalos, dando gracias porque se centró en Johan y no en ella mientras recobraba la compostura. El maldito había sumado muy bien. Y por parte de ella habría quedado fatal que dijera que no acababa de bañarse. Su cabello estaba más húmedo que el de él y tenía ese olor a jabón tras bañarse no una, sino dos veces. Él se iba a tener que crear la excusa porque ella tenía cero credibilidad. En lugar de eso, trató de poner la mirada seria, con las manos enlazadas detrás de la espalda. La pelirroja aparecida le sorprendió, tanto que tuvo que dar un paso atrás, pues ya estaban todos muy cerca. Escuchó sin entender mucho. Escuchó su pregunta extrañada, ¿por qué le veían los hombros, el cuello? Tampoco iba destapada ni mostrando de más. Cambio de tema, cambio de tema, rápido.- Si Sayid no va, alguien más debería de cubrirle. Sería mejor y seguiría siendo un grupo pequeño. Deberían considerar esto de nuevo. La cosa no es lanzarse apresuradamente de nuevo.- Eso y que a lo mejor no era tan loco que se quedaran.

La conversación con Victorya sobre planes se quedó a medias cuando nos topamos con Thalos, que me sacó el dedo todo indignado. Lo habría mirado mal, pero el capullo tenía razón. Una hora era mucha espera. Carraspeé incómodo cuando dejó de guardar una distancia prudencial con nosotros, como si con eso pudiese adivinar más de la cuenta. Hice caso omiso a eso de ir limpios a la guerra, dando por sentado que ya sabía que veníamos de las duchas. Otra cosa ya era las suposiciones que hiciera con eso. - Sí...le explicaba para coordinarnos mejor cuando lleguemos. - añadí a eso de explicarle a Victorya, sin saber a dónde mirar porque su tono irónico lo dejaba todo claro. Sospechaba que había algo, eso seguro.

Agradecí internamente que Thalos se centrase en hablar de la misión, a lo que respondí un poco más cómodo que antes, sin esquivarle la mirada. - Ya ves. Tienen no sé qué historia de unos que han venido a reclamarles algo. Por eso había toque de queda. Están en una reunión, o fiesta, ni idea. No te preocupes por lo de cubrir terreno. Nos llevará más tiempo, pero podemos apañarnos. Entre tu robot explorador cutre inhackeable y mi habilidad de proyección podemos peinar más lugares. Además, ¿no tenías un radar que detectaba androides a cierta distancia? - retrocedí un par de pasos ante la repentina aparición de Erika, flipando por ello. Cualquiera diría que nació squib.

- ¿¿Desde cuándo sabes hacer eso?? - ella siguió hablando como si nada, dando la información de que no podíamos contar con Khaled y que su torre había aparecido en Ouroboros. Movidas de los Soul Reapers...lo peor era que los androides la habían localizado, y seguro que era un sitio protegido con magia. - No podemos esperar más. Si han encontrado eso nada nos asegura que no acaben encontrándonos aquí también, aunque les cueste. - iba a protestar para decir que ella no podía venir, pero entonces Erika soltó lo de las marcas en el cuello de Victorya.

"Genial...otra más. ¿En serio ha preguntado eso?"

Miré de reojo hacia el cuello de mi acompañante, tratando de disimular la cara de "tierra, trágame". Si hubiese tenido más cuidado no habría marca. Por suerte Victorya salió al rescate cambiando de tema otra vez, mencionando a Sayid y que alguien debería cubrirle. - Ya, pero ahora mismo no tenemos tiempo de meter a nadie más al plan. Erika, tú no puedes venir estando embarazada, sería una locura. - miré a Thalos para que me diese la razón, y después a Victorya por si quería venir ella. - Y tú ya sabes que te necesitamos aquí para hacer tu parte, así que...cuanto antes nos vayamos, mejor. - me sabía mal irme de ese modo, pero quería salir cuanto antes del encontronazo del pasillo.

- Sí, tengo el radar, y tengo el robot. Pero el radar no me etiqueta el nombre de los androides como si fuese el puto mapa del World of warcraft. Necesitaremos un transporte tambien porque tu desaparicion no funciona siempre, o mas de un transporte...yo llevo la moto guardada. - me golpeé un bolsillo, las capsulas esas eran un gran invento.

De la nada se apareció Erika frente a mis morros y flipé tanto como Johan.
- Eso digo yo, desde cuando haces esas mierdas del teletransporte?

"joder! lo que me faltaba"

Asentí a lo que decía pese a todo, tenía mucho sentido. Viniendo de ella, claro está...
- Y por qué no te traes a algun acólito del fuego de esos que nos cubra el culo soltando misiles de fuego? - le sonreí de lado. - En realidad es que me haría mucha ilusión verte en plan maestra jedi..... - dije de modo burlón.

Miré a Erika cuando apuntó lo de los chupetones del cuello de Vyka. Abri bastante mi ojo y negué con la cabeza intentado ser disimulado. Pero ya era tarde....

- No es apresurado, llevamos una semana planeando esto. O más. - le respondí a la mujer. - Eso si, por qué no os ponéis a trabajar Tesla, Giordano y tú en unas bombas de pulsos electromagnéticos....? Vendría genial generar stock de ese. No tienen que ser muy sofisticadas. Lo justo para dejarlos chof unos cuantos segundos.

Johan me miró pidiendo respaldo para decirle a Erika que se quedase por estar embarazada. Cruzado de brazos como estaba solté una risotada de buena gana por su propuesta.
- Buena suerte con eso, Scalovix. En fin....

-¿El que?!
Pregunté algo perdida debido al aceleramiento que llevaba yo encima antes de caer en la desaparición.
-Ohhhh, me enseñaron los Souls!¿sabes?Cuando lo haces tú en vez de que te lo hagan otros no se siente tan raro todo.
Expliqué a Thalos respecto a eso antes de escuchar lo de ser maestra jedi. Había ido a una escuela muggle así que pillé la referencia.
-Puedo decirle a todos que te quemen el culo a ver que te parece.
Contesté a su tonito asintiendo a lo de que había que ponerse en marcha. Me relajé cuando obviaron mi pregunta aunque vi el gesto de Draven. Vale, todos eramos conscientes de lo que había pasado ahí, ya hablaría con Thalos luego y fliparía.
Repentinamente miré a Johan con cara de malos humos cuando dijo la palabra embarazada y entorné los ojos.
-Ni pidis vinir...istis imbirizada.
Solté por lo bajo mirando a Draven de igual modo por si se le ocurría darle la razón en aquello aunque sorpredentemente no lo hizo lo que hizo que esbozase una sonrisilla.
-¿Ves?!Además necesitáis refuerzos!Victorya tiene razón.
Solté a Johan antes de que llegasen un par de Souls por el pasillo para informarme de que Lyosha se apuntaba al plan. Alcé una ceja algo sorprendida mirando al resto del grupo extrañada por la decisión de la Jefa de la hermandad del metal.
-em...vale...traedla aquí si está preparada.
Comenté no muy segura y los muchachos se largaron por donde vinieron. Suspiré plantando ambas manos en mis caderas.
-Bien, fuego y metal como refuerzos¿os parece bien?

En general, no tenía mucha cabeza para participar en la conversación. Era como si de pronto algo le hubiera mordido la lengua... o alguien. Asintió a lo de coordinarse al volver. Si ella no sabía el plan que habían trazado con Sayid, sería difícil el ponerla al tanto tan pronto como para partir ya.- No debería de ser tan difícil ponerle los nombres si ya tienes el radar... Aunque sí se necesitaría el Androide. Podría ser una mejora.- Susurró, tratando de darles aliento con qué hacer más llevadera la misión. Un objetivo más firme y visible que solo lo que deseaban hacer.

Algo que le llamó la atención fue la habilidad de proyección. Bastante mal había acabado la última vez que la usó.- ¿Estás seguro de usarla? ¿Haz practicado desde que volvimos? - Preguntó. En su voz se escuchaba la preocupación y no trato de esconderla. Había sido difícil arrastrarlo por media ciudad mientras se ponía a la tarea. Casi habían llegado de últimos al portal de Khaled.

A lo de los Soul Reapers si no se metió y... ¿Por qué se sorprendían de una aparición? Era como hablar con la pared, porque de ellos no entendía nada. Tendría que investigar. Pero... ¿Cómo habían movido una torre hasta Ouroboros? Necesitaba averiguar por si era cuestión de mover la isla entera también. Pero sí alzó una ceja cuando Johan mencionó que la pelirroja estaba embarazada, mirando a Thalos con una sonrisa pícara contenida. Se veía que ambos eran fuego desde lejos. En realidad estaba tratando de mover la conversación hacia ellos, pues seguía sin entender por qué todos la miraban.- Investigaré lo de las bombas. Aunque a lo cutre, no puedo prometer que no nos perjudique.- Prometió a Thalos, cruzando los brazos debajo del pecho. No le gustaba esa sensación de estarse perdiendo algo importante. Además, esos dos no mandaban sobre ella. Si quería irse solo bastaba con aferrase a la pierna de alguno y esperar a que se desaparecieran. Sentía que podía ser de más ayuda abajo que arriba, pero no estaba como para rebatir. Sobre todo cuando salió la noticia de que alguien más se les unía.-

Después de que Adramelech decidiera unirse, Lyosha convocó un grifo que la llevó volando hasta el lugar donde se encontraba Erika. Junto a ella iban los acólitos de la hermandad del fuego y también tres de la hermandad de metal.  La Soul volvió a meter el grifo en su orbe y caminó por los pasillos seguida por el grupo que le acompañaba hasta encontrarse con la pelirroja, robando un par de miradas de aquellos que no le conocían y les daba un poco de repelus. Y era de entenderse, pues la mujer iba con su armadura de metal y el arakh en la mano caminando como si el mundo le perteneciera. Y lo hacía...O eso parecía mientras se robaba continuamente el metal por donde pasaba haciendo que algún candelabro, puerta o ventana se cayera. Vio a Erika,  estaba con el hombre que suponía que era su pareja y dos morenos que evidentemente tenían un no sé qué que no podía importarle menos. Intercambió una mirada con cada uno con un gesto severo -¿Quién es el líder de la misión?- Inquirió apoyando el arakh en el piso.

Observó a Adramelech y pensó que sería importante que les llamaran por su nombre -Soy Lyosha Svensson y este es mi sobrino Adramelech. Los demás son acólitos de las hermandades de fuego y metal de los Soul Reapers. Colaboraremos en la misión pero quisiera información más a fondo sobre ella. ¿Qué es realmente lo que estamos buscando?- Preguntó acercándose a Erika que parecía conocerlos un poco más -Sé que se trata sobre SAM, a gran escala, pero me parece que esta comitiva no va a ir al “cuello” de la Inteligencia Artificial- Hizo comillas con las manos y después volvió a repasar el grupo -¿Quién es el sanador?- Volvió a preguntar porque sería necesario que sus acólitos le cuidaran y protegieran ya que serían la parte esencial del grupo. La mujer hizo un gesto a sus acólitos para que prestaran atención a esa respuesta ya que sería su misión.

Entonces se percató de algo y sonrió de lado -¿Algún Descendiente se digna a acompañar a la plebe en una misión para rescatar el mundo? ¿O temen que se les meta tierra bajo las uñas? - El tono despectivo que irradiaba su voz era puto palpable y no se dedicó a esconderlo en ningún momento, ni siquiera cuando Adramelech se acercó a ella. No estaba feliz de estar en su maldita isla y lo haría saber.

- Yo también llevo la moto guardada. - me di un pequeño golpe en el bolsillo de la cazadora donde llevaba la cápsula con la moto voladora dentro. Sería otra vía de escape en caso de ser necesario. - Piensa que no puede haber ido muy lejos en una semana, y que es poco probable que se haya quedado en la Ciudadela después de que Sigrid lo liberase. - sabía que tardaríamos en localizarlo. Días, tal vez semanas.

- Estáis como cabras...los dos. Como si no supierais los peligros de ir a una misión así. - claro que Thalos no se lo podía prohibir, pero si ella iba a la misión había muchas posibilidades de que ese embarazo se perdiese. No estaba para nada de acuerdo con aquello, pero me limite a gruñir por lo bajo aunque supiese que luego me iba a arrepentir de no oponerme más.

Noté cierto tono de preocupación en la voz de Victorya cuando preguntó si había practicado la proyección durante esta semana, a lo asentí más o menos convencido. - Sí, la he usado durante más minutos, aunque no a gran distancia. - esperaba que fuese suficiente, aunque una semana y poco de margen para practicar no había sido suficiente. También había estado experimentando otro tipo de magia, pero sin demasiado éxito. Cada vez que intentaba concentrarme Nyara me distraía pidiendo algo, o pidiendo jugar. - Si nos hacéis unas cuantas bombas de esas tendremos mucho ganado cuando regresemos. - puse una mano en su hombro, apretando levemente y mirándola como queriendo decir que confiaba en ella.

Nuestra conversación se vio interrumpida por la aparición de la mujer que acompañaba a Khaled en la misión de la Ciudadela, la tal Lyosha, si no recordaba mal. Su presencia allí me extrañó bastante, y más porque vino preguntando por la nueva misión. Se lo debía haber contado Erika, que al parecer ahora le iba contando esas cosas a sus nuevos amigos. No eran los refuerzos que buscaba. Le eché una mirada de fastidio a la pelirroja, mirando después a la mujer que se presentaba. Hice lo propio respondiendo con mi nombre, aunque no especifiqué nada de líderes. - Iba a ser una misión de dos personas, puesto que sólo vamos a buscar a un androide que consiguió hackear Sigrid. Él tiene también una de sus tablets. Así es, no es la misión definitiva, sólo es una pieza más. Hay que regresar a Francia, pero evitaremos la Ciudadela para ver si damos con él en los alrededores. - no me daba mucha confianza irme con alguien que apenas conocía, y menos si venía haciendo tantas preguntas y ese tono despectivo al hablar de los Descendientes. Estaba en su segura isla, a pesar de hablar mal de ellos. - Yo puedo hacer algo de magia de sanación básica. Yo qué sé, tal vez se una alguno más tarde, están resolviendo un asunto interno. - hice un gesto a Thalos como queriendo decir que teníamos que marcharnos, que bastante tarde se nos había hecho ya. - Los que se vengan a la misión deben estar dentro de 20 minutos en la puerta de la academia. Desde allí nos marcharemos. Resolved los asuntos que tengáis pendientes mientras. -

- Les perjudicará mas a ellos que a nosotros. - le aseguré a Victorya, pues "ellos" tenían mucho mas que perder con los pulsos PEM.

Erika seguia hiperactiva, supuse que por el asunto de la desaparicion y tal, que la volvia medio loca, mas aun. Luego rodé los ojos cuando Johan se puso medio pesado con aquello.
- Claro que sabemos los riesgos, y qué? Mira, no estamos para andarnos con remilgos.

Aparecieron unos soul y al poco tiempo la Lady Metal, presentandose y diciendo que quien era el lider la mision. Johan no dijo nada asi que me adelanté con media sonrisa maligna, para ver si el otro se picaba.
- Yo, Thalos Draven. - miré a Adramelech, no sabía si me sonaba de algo o no.

"bueno, el grupo se ha incrementado"

No es que me importase, pero no conocía del todo a esa gente, y me daba que ibamos a chocar bastante. Asentí, en minutos nos veiamos.
- Voy a ver si doy con mi puñetero hijo, que quiero despedirme, coño. - solté de modo malhumorado. - Y tú deberías hacer lo mismo, Scalovix. - le di unas palmaditas en el hombro y me fui alejando por el pasillo, no sabía si Erika querría acompañarme en mi busqueda de hijo de 20 minutos, pero como no podia desaparecerme ni darle planton, tendria la opcion de seguirme o de quedarse con los soul.

Aunque lo de que se viniera conmigo para cotillear tambien era un factor importante. - Nos vemos! - solté antes de abandonar los pasillos

Seguí de brazos cruzados mirando a Johan que parecía insistir en que no fuese aunque de un modo más sutil .
-Eso, lo que dice Draven. Además...¿Voy a estar segura aquí?Esos chismes metálicos han encontrado una torre protegida con magia.
Aunque claro, era normal que insistiese, yo pensaba que aún le quedaba algún trauma del crío que perdió. Suspiré haciendo un gesto como de que dejase el tema ya que lo tenía decidido y me fijé en la muchacha. Parecía como, como fastidiada o algo así.
-Lo mismo si sabe de chismes tecnológicos como decís no estaría de más que viniese ella también.
Solté refiriéndome a ella, al fin y al cabo ninguno de los tres era muy de trastear con tecnología. Bueno, Thalos hacía sus bombas y sus cosas pero de circuitos y mierdas de androide no creo que supiese mucho.
Al fondo del pasillo apareció Lyosha con el numerito de ir robando metal por ahí lo que hizo que me tensase un poco. Tampoco era plan de joderles la casa a los de Ouroboros, yo que sé.Fui a responder a la mujer cuando me preguntó de que iba la cosa pero se adelantó Johan, que parecía un poco mosqueado y no entendía la razón.
"que mosca le ha picado?"
Miré escéptica a Thalos cuando se autoproclamó lider de la misión y se me escapó una especie de risa por lo bajo.
"Anda ya"
Cuando hablaron del tema de la sanación miré a todos, la verdad es que no había ni un sanador en el grupo, aunque Johan sacó a relucir sus habilidades.
-Ya, pero tiene razón. No sabemos que vamos a encontrar ahí abajo. Estaría bien tener un sanador de nuestro lado.
Cuando dieron las instrucciones para largarnos y Thalos habló de Reed suspiré, supongo que tenía razón. Miré a Lyosha mientras el tuerto ya no tan tuerto se largaba.
-Gracias por acompañarnos.
Miré de reojo a Draven que se me escapaba a lo lejos y volví a prestarle atención a ella pero señalando al fondo del pasillo por donde desaparecía el otro.
-Tengo que largarme a...asuntos familiares, supongo.Nos vemos en 20 minutos.
Seguí los pasos de Draven pero antes de irme del todo me giré pegando un grito.
-JOHAN!Deja de ser un cabezón y trae a Jo!No quiero morir desangrada!
Solté antes de doblar la esquina tratando de alcanzar a Thalos.

Asintió a Thalos con una sonrisa de satisfacción en los labios.- Me habría gustado hacer pruebas, seguro que tienen resistencias para no quebrarse con esas bombas, pero si hacemos las suficientes, seguro que les tendremos.- Dijo con tranquilidad, apoyando la moción cuando Erika dijo que quizás ella sería útil en la misión.- Pienso lo mismo.- Aunque irse de misiones no le resultaba tan emocionante como el trabajo de laboratorio, la verdad es que había resultado ser una gran ayuda últimamente y eso debía ofrecerlo.

Aún cuando con Thalos se mostraba sonriente, no la dejó conforme Johan con su poca práctica en su habilidad de la proyección, así que lo miró fijo durante unos segundos, pensando en cómo podría ayudarle a que mejorara en dos minutos su habilidad o disuadirle de usarla. Tampoco la convenció el encargo, porque aunque sería útil, seguro que un par de manos más en campo era más seguro que ir sin nada. Cuando él apretó su hombro, ella le tomó con la mano. El tacto era suave, pero significativo.- Solo cuida la proyección, ¿de acuerdo? Debes usarla con mucha medida, con mucha inteligencia.

La conversación se vio interrumpida por Lyosha, a quien creía recordar de la misión de la ciudadela, pero no sabía con certeza. Tenía la sensación de que mujeres como ella no se olvidaban tan fácilmente. Cuando Thalos se proclamó el líder de la misión soltó un Já y una gran sonrisa, pero no de mala manera; cari con cariño. Él bien podría ser el líder, así que no iba en modo despectivo.

Para su sorpresa, Erika mencionó que debía llevar a Jo, a lo que le miró con incredulidad. Es que con su fragil faz no la imaginaba en medio de una misión suicida como la que querían hacer. Dio tiempo a que se fueran para poder dar salida a la situación, que parecía que ya estaba decidido el grupo y no estaba ella contada en él.- Tu también deberías despedirte.- Murmuró, pensando en Nyara. Ella nunca supo mucho de un padre cariñoso, pero tenía la sensación de que Nyara le echaría en cara las ausencias en la adolescencia. Miró con cuidado al resto de los presentes antes de volver sus ojos a Johan y dejar cálidamente su mano en el pecho.- Aún puedo ir a prepararme, si me necesitan.- Susurró, aunque con cinco apuntados a una misión que iba inicialmente de tres, no sabía que tanto realmente era de apoyo.- Cuídate.- Se mordió el labio inferior, a sabiendas de que con gente presente quizás un beso de despedida no sería lo más oportuno, pero le dio a entender sus intenciones con la mirada.

La respuesta de Thalos a lo del liderazgo le hizo mirarlo de arriba abajo, examinándolo. Después miró a la pelirroja como esperando una segunda aprobación tal vez por el “ja” de la otra y su risita; pero el pelinegro decidió hablar. La mirada azul de la mujer se posó directamente en los ojos de Johan mientras le hablaba -Entendido- Soltó sin añadir nada más. Así que era una parte de la misión grande. Da igual, haría lo que fuera por no estar en la torre ahora mismo. Haría lo que fuera por salir de la isla. Arqueó las cejas con bastante sorpresa cuando se dio cuenta de que no había un sanador oficial -Se necesita un sanador- Dijo con un gesto sobrio pero firme antes de señalar a Erika cuando le daba la razón. Pronto aprenderían que ella tenía la razón en todo. Bueno, casi todo.

-De nada…Estoy harta de la puta torre de mierda- Le respondió a Erika -Y me va la violencia- Sonrió de lado antes de guiñarle un ojo con un gesto nada normal pero cuando el Thalos antes de irse soltó aquel apellido, la revenant sintió que le flaqueaban las rodillas. Volvió la cabeza lentamente hacia Johan, le recorrió el rostro con la mirada buscando en sus rasgos algo que le recordara a su eterno amor -¿Scalovix?- Preguntó con un tono muy bajo y después se acercó a él, quedando al lado de la otra muchacha que no conocía ignorando por completo los limites del espacio personal -¿Qué edad tienes? ¿Estás emparentado con Rodrigo Scalovix? ¿Qué…- Sintió que el corazón empezaba a latirle con tanta fuerza que le dolía pero necesitaba saberlo. Necesitaba…Frunció el ceño, era evidente que en el firme y determinado rostro de Lyosha Svensson estaba colándose alguna otra emoción a la que no estaba acostumbrada ¿Esperanza, tal vez? Le dolían los músculos -¿Está vivo?- Cuestionó directamente mientras su ser se debatía en dos: Una parte quería oír un sí e ir en su búsqueda. La otra quería oír un no y cerrar ese capítulo porque…Con cualquiera de las dos opciones, Rodrigo no la reconocería -Y su hija... ¿Maharet? ¿Está viva?- El metal de su armadura pareció removerse un poco, pero aquello no era a voluntad.

Victorya había vuelto a insistir en lo de la proyección, como si de verdad le preocupase que pudiera fallar. Bajé mi mano lentamente de su hombro después del roce con la suya, asintiendo a su advertencia. Después le puse cara de 'tú verás' a Thalos cuando dijo eso de los remilgos, pues seguía en desacuerdo con que se viniese Erika. Luego arqueé la ceja cuando se presentó como líder de la misión, pero no dije nada porque sabía que lo hacía para picarme.  - Voy a quejarme por cada decisión que tomes, ya verás. - le solté por lo bajo para hacerle la puñeta, aunque no hablaba en serio. En alguna ocasión había pensado en que él se quedase como cabeza de los renegados, incluso creo que llegué a decirle algo similar cuando me fui una temporada a Estados Unidos. Me despedí de él cuando me soltó el "Scalovix", el apellido por el que solía llamarme cuando nos conocimos, principalmente porque era el único que sabía. Al menos estaba de acuerdo en que quería ver a Nyara antes de irme, igual que él ib a ver a Reed. Hice un gesto de no estar muy conforme con la idea de Erika de decir que se viniesen Victorya y Jo, no era buena idea por muchos motivos.

- Ya veremos. - concluí poco conforme antes de que se fuese tras Thalos, quedando a solas con Victorya y Lyosha.   - Despedirse suena mal, pero sí, iré a ver a mi hija antes de marcharme. - suspiré pensando en lo poco que me gustaba eso de pensar en irme sin saber si volvería, aunque no quedaba otro remedio. - No puedo  impedir a nadie venir, ya has visto lo que ha hecho Erika...- respondí a eso de que podía prepararse, aunque seguía prefiriendo que se quedase en la isla. Su mirada y su mordida de labio fue suficiente para saber las intenciones de la despedida, aunque con una desconocida delante era cuestión complicada. En ese momento Lyosha invadió mi espacio personal de manera descarada, haciendo alusión a mi apellido. Se ve que yo tampoco había ido desencaminado al asociar su nombre cuando la vi con el líder de los Soul.

- Así que ya te has dado cuenta, ¿verdad? es curioso...yo había oído hablar de ti alguna vez.- comencé sin decirle todavía lo que pedía, observando su rostro con más detenimiento. No aparentaba la edad que debería tener, aunque supuse que sucedería igual que con los magos, los Soul debían ser más longevos y envejecer más tarde. - Nací  el 7 de diciembre de 2009.  Rodrigo era mi abuelo materno... - el "era" respondía a su siguiente pregunta, y supuse, por sus gestos, que resultaría una noticia dolorosa. - Él murió defendiendo el hospital San Mungo, el día que el ejército de la Alianza atacó.- bajé el rostro con gesto de preocupación cuando mencionó a Maharet, mi madre.  - Se fue a Estados Unidos con mis hermanos, a vivir a una zona recóndita. De vez en cuando nos comunicamos por carta, pero hace tiempo que no sé nada de ella. Espero que estén bien.- confiaba en ello, sabía cuidarse, era una superviviente. - Ella perteneció a vuestra hermandad de la calavera de sanación durante una temporada. Alguna vez contó la historia de cuando estuvo con los Soul.

Asintió suavemente a lo de despedirse.- Si, dicho así, es mejor igual solo ir y avisar.- Murmuró, escuchando luego lo de que podía ir ya, aunque la verdad era que no veía mucho caso.- No quiero convertir una misión de dos en una de seis. Solo avisa si necesitan algo. Estaré al pendiente.- Dijo, a sabiendas que antes de aquella reunión en los pasillos llevaban gente de menos y ahora iban sobrados para lo que querían hacer.

Se alejó un poco de Lyosha cuando se acercó, principalmente porque sintió su espacio personal violado y, segundo porque ella no iba de mucho en la conversación. Tenía la sensación de que la chica era algo intensita. Bueno, más que sensación era una certeza, por la manera en la que preguntaba y se acercaba.- Les daré un momento.- Murmuró, comenzando a alejarse en dirección a la entrada de la academia, donde pensaban reunirse para irse finalmente, que de todas maneras aún tenían que prepararse para marcharse. Ya habían retrasado mucho la misión, ella en gran parte. Sin más, se alejó por el pasillo, en dirección acordada, pensando en lo que tenía y que les pudiera hacer falta en la tierra.