Pasillos de la Academia Ouroboros

Dejo que Helena me cuente lo que sabe sin interrumpirla mientras me ayuda a caminar hacia el edificio principal. Reflexiona acerca de la gente que tiene acceso a la isla y los que están disgustados de algun modo. -¿La participación... en la guerra? Mi hermana estaba de acuerdo, a su manera claro, quería alcanzar la paz entre los bandos.- le interrumpí un momento. Antes de desaparecernos me reprochó de algun modo el descontrol de mis poderes,lo que me hizo sentir culpable de no tener el autocontrol y la paciencia de mi hermana. Aún me quedaba mucho por aprender.

Aparecemos dentro de un edificio, en unos largos pasillos con techos altos sostenidos por largas columnas. Cuando Helena me dice que me llevará a la habitación de mi hermana me pongo un poco nerviosa, no estoy muy segura de cómo reaccionaré viendo sus recuerdos y su esencia por todos lados. Me resigné y no le dije nada sobre mis sentimientos, ahora mismo lo que más necesitaba era una buena cama.

- No sé si Oruboros será mas o menos seguro, pero sin duda es mucho menos accesible por un cualquiera. Por no decir nada accesible. Y como tu dices, si no tuvo pupilos ni nadie con quién tener un conflicto, no creo que fuera personal.- Me paré un momento y le empecé a decir lo que pensaba a Helena, un poco de sopetón .- Y lo de las heridas y... lo que le hicieron en la puerta.- se me rompió un poco la voz. - No fue por distraer, fue para dar un mensaje, quieren conseguir algo, provocar algo en el consejo. No sé si para hacernos entrar en la guerra, o como venganza personal contra el consejo o para ponernos a unos contra otros.- hice una pausa y agaché la cabeza. Rememoré aún más momentos que me traían de vuelta más dolor.- Mi madre fue asesinada por un grupo de magos que querían forzar la intervención de los Mandela en la guerra. La descuartizaron y dejaron sus extremidados alrededor de la casa, y su cabeza clavada en una estaca en la puerta. Quisieron culpar a los humanos de su muerte para provocar a mi padre y que se uniera al bando mágico en la guerra. Pero él no cedió al dolor y la venganza y rememoró la hazaña de Nelson, unificando el país.- se me saltaron las lágrimas un momento, y me quedé paralizada. Abrí los ojos de par en par mientras las lágrimas se escapaban sin control, de nuevo. Hasta ahora no me había dado cuenta de lo obvio de la situación que había traído la muerte de mi hermana. - Estoy sola.- las piernas me fallaron y caí al suelo llorando desconsoladamente.

Caminamos por el pasillo rumbo a las habitaciones, mientras le explico a Ashlyn lo que menciona de la intervención en la guerra. - Precisamente de eso hablábamos durante la reunión que teníamos cuando viniste. Al final ha ganado el sí a la intervención. Antes no lo hacíamos porque preferíamos no tomar partido, pero la situación no mejora de ese modo, no basta con entrenar gente. Puede que nos estemos equivocando...habrá que descubrirlo.- apenas levanto la voz para hablar,  no quiero despertar a los que duermen, así que susurro prácticamente todo el rato. Al menos hasta llegar frente a la puerta de la habitación, cerrada, con todo tal y como lo dejase Kira. Me detengo unos minutos, sin abrir todavía. Debe estar preparada.

- No, nadie que conociese de verdad a Kira querría hacerle daño. Nunca discutió con nadie. Al menos en la isla, o que sepamos. - aprieto los labios, tensa al recordar la imagen de la puerta. Tanta escenografía debía ser para dar un mensaje, eso está claro. La chica no va desencaminada, puede ser un compendio de lo que ha dicho. - Un mensaje, que somos vulnerables. Una intención, crear el caos. Y quieren desunirnos, pero no lo conseguirán. Descubriremos al culpable tarde o temprano. - algunas ideas se perfilan en mi mente, no hay pruebas, pero sí probables indicios, sospechas, cosas que encajarían perfectamente. - Deberíamos comenzar por los aprendices que han pasado por aquí y la gente con la que se relacionan. Investigaremos ahí. Puedes ir a buscar a Lucio para que te cuente más de lo que descubrió. Ahora mismo está en tierra, dijo que iba a hacer no sé qué de un hospital.

La historia que me cuenta sobre su madre me provoca un escalofrío, tanto ensañamiento es incomprensible. Si yo hubiese sido su padre no habría tenido esa templanza, es difícil en esos casos. Para lo joven que es ya ha pasado por mucho. - Ojalá hubiese más gente como tu padre. Todo sería más sencillo, en lugar de tanto odio. - aguardo unos segundos más antes de abrir el cuarto de Kira, aunque me arrepiento de haberlo hecho al ver que Ashlyn se quiebra al darse terminar de asimilarlo todo. Me agacho con ella en el suelo, y aunque no soy muy dada a contacto físico ni se me da bien consolar trato de abrazarla para que sepa que no está tan sola como cree.  - No, no, no estas sola...tienes gente aquí en la isla. Todos querían a tu padre, y a tu hermana. Aquí estarás bien. Serán tu familia. También hay muchos de tu edad, y...aunque duela decirlo...conocerás gente nueva. Tienes que seguir hacia delante. - Me separo de ella, posando una mano en su hombro antes de mirar hacia el cuarto. - Entra cuando quieras...

Apenas presto atención a lo que Helena me había dicho antes de agacharse y darme un abrazo para consolarme mientras estoy en el suelo llorando. El abrazo es algo torpe, como si le cortara un poco el contacto físico y se nota... pero me reconforta un poco. Intento controlarme, ya apenas me quedan lágrimas que derramar y empiezo a temblar un poco involuntariamente. Mientras me sigue hablando dicendo que no estoy sola, que ahora ellos serán mi familia y que conoceré gente nueva. No es que sus palabras me consuelen muy bien pero es mejor que nada que es lo que tenía en ese momento. Nada, nadie.

Finalmente se separa de mi y me pone una mano en el hombro, invitándome a entrar en la habitación que tenía enfrente justo enfrente. -Gracias...- le dije algo cortara y con mucha vergüenza. - Yo... voy a descansar un poco. Muchas gracias por todo.- dije mientras me incorporaba y acompañaba el agradecimiento con un gesto de cabeza. Me di la vuelta y entré en la habitación, cerrando la puerta tras de mi.

No sé hasta que punto pueden haberla reconfortado mis palabras, pero no se me ocurre qué más decir. Lo mejor será dejarla descansar tranquila, y dejarle espacio hasta que se vaya adaptando. Tendré que hablar con el resto del consejo para que sepan que volvemos a ser 20, Ashlyn será una más.

- Está bien, procura descansar. Informaré a los demás de tu llegada, aunque muchos ya se habrán dado cuenta. - como para no darse, la isla entera se ha estremecido, y probablemente haya habido tormenta en terreno cercano. - Siéntete libre de moverte por aquí a tus anchas, pero recuerda tener cuidado, todavía no tenemos al culpable. - me arrepiento de haberle dicho eso último, lo último que necesita en este momento es sentirse insegura aquí. - En realidad cualquiera de nosotros debemos tener cuidado, no me hagas caso. Buenas noches. -

Me despido de la joven antes de que cierre la puerta, soltando un pequeño suspiro a la par que niego con la cabeza con gesto preocupado. Hay mucho trabajo por hacer, mucho por descubrir. En momentos como este me alegro de que mi hijo se esté criando fuera de la isla, a pesar de que esto implique no poder verlo a menudo. Algún día lo entenderá...o no. Doy media vuelta para comenzar a alejarme por el pasillo, comenzando a hacer especulaciones de nuevo sobre los posibles culpables, repasando cada parte que se me pueda haber escapado. Seguro que la respuesta más fácil acabe siendo la más probable, y tengo ya algunas ideas en mente. A pesar de ello nos queda bastante para cerrar el círculo...y demasiados sospechosos. Desaparezco finalmente de los pasillos, perdiéndome por algún lugar de los edificios.

La ultima reunión parecía haber dejado a muchos inconformes. El aire que se respiraba era tenso, a diferencia de otras veces, parecía estar cubierto de miradas expectantes esperando por que los primeros errores fuesen cometidos. Entre medio de aquella nebulosa, la joven Mei contemplaba una vez mas el techo de los pasillos que conformaban el Edificio Residencial. Un criptico silencio era lo que acompañaba aquella imagen. Las dudas que inundaban a la joven no eran causa de la guerra, no. Desde que había llegado, la disconformidad del Circulo de Descendientes se hizo notar; solo podía pensar en como demostrar su valía para con ellos. Era una cuestión de honor, no de capricho. Sabia que estar allí no iba a ser sencillo y que los mas antiguos iban a tener puesta en ella la mirada critica. Guerra, una confusa situación que desenmaraña cada vez mas, oscuros secretos que se mantenían sepultados en el anonimato. Una guerra que sacaría lo peor de cada individuo y que terminaría por arrasar con todo a su paso.

Una voz irrumpe el silencio, los pasos de Helena hacen eco en aquel lugar luego de despedirse de alguien, despertando a Mei de su pensamiento. Extiende su mano una vez, las palabras no salen de su boca, el miedo a equivocarse le gana por unos segundos. Un paso hacia adelante es lo que le toma para juntar el coraje y llamarla

-Helena...- Pronuncia suavemente, casi imperceptible

-¡HELENA!- Grita, tapándose luego la boca, sabe que ha exagerado al hablar tan fuerte. Sus mejillas ganan color y agacha la mirada avergonzada, pero sabe que no es momento para ello, necesita moverse, hacerse presente en toda esta situación, demostrarles que vela por los suyos y que es alguien a tener en cuenta en todo este asunto. -Puedo ayudar... Puedo ayudar en lo que necesites, tengo la forma de interrogar a quienes creas sean culpables. He guardado silencio en la reunión, pero escuche muy bien sus palabras. Se que las cosas están tensas y me gustaría poder... Apaciguar la tormenta. Si no nos cuidamos entre nosotros ¿Qué nos queda? Una pregunta que resuena por mucho tiempo en su mente, haciendo eco en sus recuerdos, confirmando sus miedos y dudas. Temer no es de momento, una opcion

Estoy a punto de marcharme de la zona de pasillos cuando escucho la voz de Mei llamándome a gritos desde el extremo del pasillo, como si quisiese detenerme par que no me fuese de allí. Me giro lentamente, con el ceño levemente fruncido por escuchar tales voces a estas horas. Seguro que ha despertado a más de uno de los que aquí duermen. Le hago un gesto con las manos indicando que baje el volumen, caminando hacia ella para poder hablar cara a cara, en un tono de voz más bien bajo. En cuanto puedo observarla mejor me percato de que parece algo avergonzada, casi en actitud de chiquilla que ha sido pillada cometiendo una travesura.

"tenemos tantos jóvenes en el Consejo... les falta experiencia, pero les sobran ganas"

Reflexiono mientras me tomo algunos segundos para dirigirle la palabra, carraspeando levemente. - Si querías una reunión podías haberlo dicho antes, en la sala. ¿De qué se trata, Mei? - en la reunión no se pronunció sobre los asuntos tratados más allá de emitir voto, de hecho hubo más gente que calló que gente que habló. Las palabras de la muchacha son bastante sabias para su edad, me quedo especialmente con lo de "si no nos cuidamos entre nosotros ¿qué nos queda?". Lleva mucha razón. No podemos flaquear ahora ni olvidar que debemos ser algo así como una gran familia.

- Estás en lo cierto. En estos momentos más que nunca...La intención de aquellos que asesinaron a Kira fue la de amedrentarnos, dividirnos. No lo conseguirán. Tenemos a nuestro alcance los medios para descubrir a los culpables. Y debemos apaciguar esta tormenta, tal y como has dicho. sobre todo entre nosotros. Puedes comenzar a interrogar a los que desees, aunque yo empezaría por la gente de fuera, los refugiados y estudiantes. Tenemos a nuestro alcance gente con poderes mentales para descubrirlo, tenemos incluso veritaserum. Sólo necesitamos un poco de voluntad para comenzar y organización. ¿Cuál es la forma que emplearás? ¿Qué tienes pensado? - seguramente ya sepa de la llegada de Ashlyn, pero por ahora es mejor que la Mandela descanse, antes de empezar con el duro proceso de encontrar a los culpables. El asunto de Matvey y Catherine tendrá que esperar, es algo del pasado, secundario por ahora. Lo que me temo es que sea un problema más añadido a lo que tratamos de investigar.

Es notoria la la diferencia de experiencia entre ambas. La serenidad con la que Helena recita cada palabra de su dialogo, acompañada de una pose que exalta confianza en si misma. Mei se percata de que aun le falta mucho, pero que no es un imposible. Escucha con atencion cada palabra que dice Helena, sabe que no haber pronunciado palabra en la reunión ha dejado un mal sabor, pero tenia sus motivos -Soy joven e inexperta, soy nueva en este lugar y el peso de mis decisiones es aun inferior al del resto, aunque no me guste. De haber dicho algo seguramente se hubiera apelado a la discordia por mas de un motivo y no veía conveniente crear mas conflictos de los que ya vivimos- Toma un poco de aire, aliviada por ver que sus palabras fueron las correctas y logro llamar el interés de ella.

-Verdaderamente el conflicto entre la señorita Catherine y el señor Matvey, si me permite mencionarlo, es un asunto que debemos tratar con cautela. Si un conflicto llegara a explotar entre ellos, nos absorbería a todos  y terminaríamos por derrumbarnos como Consejo. Parece exageración, pero somos eslabones de una cadena que sostiene una tradición. Si un eslabón se debilita, y se llega a romper, perderemos mucho en ese momento. Por eso intentare hablar con la señorita Catherine en cuanto la posibilidad se de- la joven Mei traga un poco de saliva, toma aire mientras premedita sus palabras. Sabe que debe tomar todo con delicadeza, su relación con Catherine no esta del todo perdida y es una buena oportunidad para tantear el asunto.

-Con respecto al interrogatorio, mis capacidades son mas que eficientes para el trabajo, aunque no podre hacerlo sola. Interrogar uno por uno seria una perdida de tiempo el cual, no podemos darnos el lujo de perder en este momento. Pero, si se me permitiese meditar junto a grupos diferentes, podría buscar la información entre varias personas al mismo tiempo. Claramente necesitare que uno de los mas antiguos del Consejo me acompañe en el proceso, para evitar dudas y malos entendidos- Realmente el tiempo no era algo que le sobrase al Consejo, el voto positivo para intervenir en los asuntos bélicos se sentiría en los próximos días y claramente, muchos de los miembros terminarían por perderse por varios días, incluso, meses.

Saldar el asunto del asesino como prioridad, requería el mayor esfuerzo de todos y, la presencia de la mayoría para llegar a un acuerdo mutuo al final de este proceso. Con algo de seriedad y preocupación en su rostro, la joven Mei levanto la mirada, cruzandola con la de Helena por primera vez en toda la conversación, sus ojos reflejaban el pesar de la situación, simplemente se quedo alli, esperando una respuesta.

Las diferencias entre Mei y Catherine son reseñables, ya que la primera parece algo más humilde que la Le Fay. Claro que la palabra humildad unida al apellido Le Fay se da muy pocas veces a lo largo de la historia. Niego con la cabeza cuando se quita importancia en el peso que tiene, por muy inexperta que sea.

- No. No hay jerarquía dentro del  Consejo. Los 20 somos iguales. Cualquiera puede tomar la iniciativa en un asunto concreto, según sus habilidades y experiencia. Además, volvemos a ser 20...la hermana de Kira ha llegado a la isla. Supongo que lo habrás notado. - dudo que haya pasado desapercibido para alguien, a estas horas el rumor debe haber corrido como la espuma por toda la isla. Habrá que escuchar lo que se dice mañana, tanto por parte de los habitantes como de los Descendientes.

- Oh, no te preocupes por lo de la discordia, Mei. Era inevitable que surgiera. Lo importante es que tú quieres ser parte de la solución, no del problema. Los demás pronto intentarán imitarte, estoy segura. Se darán cuenta de que deben dejar de lado su orgullo para trabajar en común. - probablemente sirva de ayuda ver que una de las más jóvenes está poniendo todo de su parte. Me masajeo la sien con una mano al pensar en lo de Matvey y Catherine, me produce dolor de cabeza de sólo pensar en la extraña historia y la revelación de Matvey.

- Según dicen sucedió hace tantos años...¿por qué estalla ahora? ¿por qué no sabíamos nada? y lo peor es que Matvey lo confesó, pero es todo extraño. De acuerdo, habla con ambos. Por separado primero. Tú pareces diplomática, no creo que tenga inconveniente en hablar contigo.  Respecto a lo otro...será tu primera misión de este tipo. Te diría que interrogases con Cath, tiene unas habilidades similares en algunos aspectos. De los mayores elige al que quieras que te acompañe, eso lo decidirás tú. - Mei decide por fin mirar a la cara mientras me habla, al parecer su timidez le había impedido hacerlo hasta ahora. Lo que me gusta es que quiere actuar ya, sin dejarlo para luego. Ya que hemos tomado una decisión (intervenir activamente) más vale empezar cuanto antes.

- De acuerdo.  A partir de mañana. Te enviaré una carta con la lista de todos los estudiantes y habitantes de la isla, así como un pequeño perfil de todos ellos. Los lugares en los que viven fuera de la isla están algo desactualizados, pero algunos te servirán. Se mueven mucho de sitio, no es fácil tenerlos a todos localizados. Para realizar el torneo tuvimos que hacer seguimiento durante tiempo. - tal vez esté hablando demasiado rápido para darle la información, lo que unido al tono en voz relativamente baja (para no despertar a nadie) puede hacer que se líe un poco con lo que le digo.  En el fondo será una buena oportunidad para que ella vaya cogiendo confianza, además será muy útil para todos. - Mantén informado al Consejo de lo que descubras. ¿Hay algo más que quieras preguntar? Ahora es el momento...

...

Mei y yo decidimos continuar la conversación en otro lugar, abandonando los pasillos para tener algo más de privacidad.

OFF: Editado el final a 10/12, las he sacado a ambas para concluir el rol, luego podría retomarse o dejarlo así xD cualquier cosa mp

Tras dividirnos, Cleo y yo nos dedicamos a peinar todo lo que pudimos del edificio de la zona residencial. Yo me serví de mi olfato lobuno para localizar algo extraño, pero no di con nada.

- No hemos recibido ningun mensaje del resto del grupo. Eso quiere decir que no han encontrado nada. Quiza las cosas se calmen. El trabajo de investigar les tocará a los descendientes, que a nosotros eso de hacer de Sherlock no se nos da, por mucho que Ben ponga pintas. Por que carajos alguien se curraria tanto un maniqui para despistar a la peña?

"quieren robar algo, eso esta claro"

Seguía preguntandome de que coño iria todo el asunto este y las movidas raras que se traian en Ouroboros cuando recibi una llamada al telefono.
- Es Imram. - lo descolgué y puse el manos libres. - Eh! tio tengo una cobertura de mierda...que dices??

Gritaba como siempre que hablaba por el movil, como un maldito viejo que no cree que su voz pueda viajar por ahi o que al estar tan lejos hay que gritar mas. Entonces escuché lo que me dijo y empecé a oir las voces de la gente. Y una sonrisa se pintó en mi cara.
-ESO ES LONDRES?! Joder, pagaría por estar alli ahora mismo!!!!! Cleo, escucha!! No...estamos controlando las cosas en Ouroboros, no nos iremos hasta comprobar que aqui no tenemos nada que hacer....nah, no hay asesino, es una farsa. Quien haya hecho esto seguramente ya ni si quiera esté aqui. Eh, ten cuidado, y siembra la llama de la revolución! VIVAN LOS HUMANOS; JODER!!!

- jajaja no lo sé Cleo, no soy sientifiko. - me reí yo solo por mi broma. Pero era verdad que no lo sabía. - pero si ese Tesla está jugando con nosotros porque tiene complejo de dios me toca los cojones.... Que juegue conmigo? No gracias.

Entonces tuvimos la llamada de imram donde se seguían escuchando los gritos de rebelión de la gente en el ministerio.
- no lo sé! Los renegados tramaban algo en hyde park, se que Leila fue con ellos a darles apoyo.... Johan tenía en mente desde hacía algo de tiempo mandar un mensaje a la gente de Londres. Quizá lo hayan logrado. Pero escucha! Música para los oídos....

Cleo me abrazó y yo la espachurre también en un fuerte abrazo. Luego me quedé con un brazo echado encima de sus hombros.
- a mi también me encantaría ir. Pero creo que de momento debemos dejarlos.... Si vamos allí saltaran las alarmas y tendrán excusa perfecta mandar a policía a reventar manifa. Imram, no cuelgues! Sigue informándonos.

En ese momento recibo otro mensaje, este vía galeon. Lo leí y mi ceño se frunció.
- es Leila, están heridos en el castillo black. Se donde es... Nos necesitan allí. Lista?

Ya que aquí no encontrábamos nada y teníamos una llamada de auxilio, teníamos que marcharnos. Enviaría un mensaje a Ben y a los demás para informarles. De momento, Cleo y yo desaparecimos de alli.

La isla Ouroboros se elevó nuevamente a los cielos, tras la destrucción de los satélites antimagia que bloqueaban el flujo de energía mágica en todo el planeta. Antiguos rituales fueron necesarios para volver a levantar Ouroboros, acudiendo a la información de los fundadores, aquellos que la pusieron en el aire por primera vez, hace cientos de años.
Una mitad de la isla sigue siendo la antigua Ouroboros, que se salvó parcialmente de la caída y ha sido reconstruida por Adael Cohen, sus elementaristas y otros colaboradores. La otra mitad de la isla es completamente nueva, formada  desde cero con nuevas rocas, puesto que la mitad que existía antes quedó totalmente destruida. Sus ruinas permanecerán en en Beinn Dearg , lugar donde se realizó el ritual.

Después de haber pasado por mis habitaciones reconstruidas para cambiarme de ropa y ponerme algo más cómodo que el vestido ese de gala, salgo de las habitaciones buscando a cualquiera de mis compañeros del consejo, evitando a toda costa a Bellatrix. No sé si por incomodidad por sus "acusaciones" contra Lucio y Sean, o por su comportamiento, o por esa especie de posesión, o por eso del Pendragón... bueno. Está claro que es un poco por todo.

El diablo no sabe más por diablo, sino por viejo, de modo que mi principal objetivo era localizar a Jack para intentar de iluminar a todo esto de los dragones, los espíritus descontrolados y el asunto Pendragón-Eire-Moragana que, de descontrolarse nadie podría saber en qué podría terminar. Y en especial porque ahora mismo ya no tenemos a nadie que sepa del todo a controlar los dragones, yo he aprendido un poco al asistir a alguna clase con Snagov, pero de ahí a ser una maestra en el tema... ¿por qué parece que todo tiene pinta de que va a complicarse?

Pero esta vez me niego a que me pille desprevenida.

Adele Gaultier escribió:Traían algo entre manos, eso estaba claro. No conseguía escuchar con claridad toda la conversación, pero sí algunas palabras clave que remitían a la fiesta, a Bellatrix y partes de lo que dijo. Estaban buscando algo, del pasado, a juzgar por el año que mencionaron. No sé qué de un pensadero. Estuve con la oreja pegada un poco más, hasta que la mística voz de Bellatrix me interrumpió. Intenté no parecer sobresaltada al girarme, irguiéndome de manera digna y con una leve sonrisa. Era curioso que apareciese por allí siendo que estaban hablando de ella. En la fiesta parecía muy perturbada, así que no me inspiraba mucha confianza.  - Ah...parece que las conspiraciones se urden en los lugares más mundanos. - comenté encogiéndome de hombros, dedicando una mirada juzgadora a Lucio al verlo salir del baño. Me había pillado, pero yo también lo había hecho con él. Me despedí sin más, de manera educada y como si no pasase nada. Tal vez pensase que no habíamos escuchado nada. Enseguida me asomé a ver quién quedaba en el baño, pero justo en ese momento se desaparecieron Sean y Giordano.

"Para nada sospechoso, qué va..."


- Vaya. Parece que sus compañeros no confían en usted. Es una lástima... algo he llegado a escuchar. - suspiré con aparente decepción. - Creo que no se habla muy bien de la descendiente de Alighieri desde aquella fiesta. Ya sabes...cuando hablaste de los Pendragon. - tanteé el terreno, con esta mujer costaba saber si estaba en su modo hablar con los muertos, modo posesión, o modo "normal". - En mi opinión algunos del Consejo son un tanto...pusilánimes. Ese linaje debió ser muy importante.

La descendiente miró a la que había sido la soberana de Francia girarse hacia ella de manera orgullosa, inclinó ligeramente la cabeza mostrándose confundida cuando dió a entender que se estaban urdiendo conspiraciones del otro lado de la puerta y alzó las cejas al ver lo pálido que Lucio se puso.

-Hablamos de los spiriti que usan el toilette, tienes faccia de haberlos visto.- Dijo, se despidió del descendiente de manera elegante y vió algo de movimiento detrás de él, pero para cuando se asomó no había nada. Su mirada se perdió de manera pensativa cuando Adele mencionó la desconfianza que le tenían algunos de sus colegas pero volvió a centrarla en la bruja cuando afirmó haber escuchado algo, asintió lentamente, pensativa.

-Cada spiriti es un enigma, alcuni sono depressivi, otros alegres, alcuni sono violenti, otros tímidos u orgullosos, pero todos sono gallinas congeladas... ¡Si!¡Galline congelate he dicho!- Se giró hacia un costado cuando gritó esto último, hablándole a un espíritu ofendido.

-¿Usted conoció a Temeritus Jones en vida? De vez en cuando se me aparece, el otro día abbiamo parlato y hablamos sobre que nos mantuvimos al margen cuando él era el tema di conversazione, in quel momento la isla mantenía una relativa calma, ora que los que disturbano le acque sono los no mágicos, parecen estar trabajándose en tramoyas, como hormigas antes de la lluvia.- Dijo mientras comenzaba a caminar de manera lenta en la dirección opuesta a la que se había ido Galeno animando a Adele a caminar junto a ella. Era interesante hablar con los vivos de vez en cuando.

-Cuénteme ¿Qué escuchó?- Dijo con el tono de un médico cuando quiere saber las dolencias de un paciente, estaba habituada a hacer esa clase de preguntas a quienes tuvieron encuentros con espectros para interpretar la voluntad de los espíritus y lo que buscaban transmitir, además todavía los pasillos se encontraban desiertos porque la mayoría estaba cenando en el comedor.

Caminé junto a Bellatrix por los pasillos, esperando que la conversación resultase productiva a pesar de que consideraba que la mujer estaba un poco trastornada. Prueba de ello era ese grito que dio a la nada, llamando gallina congelada a un supuesto espíritu. - Parece que no te dejan tranquila tus amigos muertos. - sonreí sin darle mucha importancia a eso de los gritos, asintiendo con solemnidad a la pregunta sobre Termeritus Jones. Aquellos fueron tiempos de grandeza, las cosas eran como deberían ser ahora. - Por supuesto. El Glorioso Mago, así se le conocía. ¿Has podido hablar con él? ¿podrías ponernos en contacto con su espíritu? - pregunté muy interesada, pues siempre había admirado a Termeritus. Él habría sabido qué hacer en la situación actual, aunque seguramente estaba muy disgustado con la desaparición del Ministerio.

"Si Termeritus levantara la cabeza..."

Por un momento casi olvido el propósito con el que inicié la conversación, ya me había emocionado con lo de nuestro antiguo líder. Suspiré antes de retomar el hilo, mirándola con cierta condescendencia porque parecía no saber nada de las habladurías que había sobre ella. - Digamos que no confían mucho en ti desde lo de la fiesta. Aquellas amenazas que lanzaste...aunque se sepa que no eras tú. Ellos están tras la pista de aquello. En el baño estaban hablando sobre investigar a partir de lo que dijiste. ¿Los Pendragon te usaron para decir aquello, no? - volví a insistir en sacar el apellido aquel, ya que la primera vez no me había respondido nada sobre eso. - Me gustaría saber qué piensas de todo ese asunto. De tus compañeros, y de tus palabras de aquel día. - me detuve frente a ella, cruzándome de brazos a la espera de saber algo más.

-¡Ah, si! El Glorioso Mago, creo que lo mencionó una o due veces.- Dijo frotándose la barbilla pensativa.

-Me temo que el spiriti de Termeritus Jones se encuentra, la mayoría del tiempo, del otro lado del Velo de la Morte, en ocasiones, un vestigio de su alma logra llegar a éste plano porque sufre de episodios de rabia en los que no acepta su muerte, pero cuando los episodios llegan a su fin ése vestigio de alma es reabsorbido por el Velo.- Explicó mientras caminaba de manera pausada y elegante. Abrió ligeramente los ojos y miró a la ganadora del Torneo de Ouroboros para analizar su alma a través de sus ojos para comprobar que estaba hablando con la verdad. La descendiente se imaginó que la investigación iniciaría por el último registro que había sobre el Consejo de los 20 y lo Pendragon. Se limitó a asentir cuando la otra preguntó si los Pendragon la habían utilizado como medio para poder expresarse. La mujer frunció ligeramente el ceño cuando la otra se plantó ante ella de aquel modo.

-¿Qué pienso?... Hace tiempo que no logro escuchar mis propios pensamientos. Todo lo que oigo sono voces de los spiriti del pasado. Ellos están en todos lados. Ellos lo ven todo. Alcuni juzgan duramente al descendiente de Merlín, el cual se regodeó de plantar faccia cuando la isla cayó, pero ora que volvió la magia no hace más que escabullirse y captar aliados entre los concejales para lo que sea que esté tramando. Otros se lamentano de que nos hayamos aliado con grupos mágicos que ponen en peligro la seguridad de Ouroboros. También hay los que maledice a todos los descendientes actuales. Otros proclaman a los cuatro vientos que el fin del mundo sta arrivando y que no podremos hacer nada para evitarlo y otros dicen que se avecina la mayor época de prosperità en toda la historia mágica. Con tantas opiniones a mi alrededor me es difficile inclinarme por alguna en particular.- Dijo con voz suave manteniéndose erguida pero con un aire ausente. Pudo haber filtrado algunos de sus propios pensamientos entre sus palabras. De pronto el aire ausente se esfumó y concentró su mirada para analizar a Adele.

-Fue refrescante parlare con un ser que no es traspasable, ma debo retirarme, le agradezco la informazioni, hasta otra ocasión signora Gaultier.- Con una elegante reverencia se despidió y camino por los pasillos con la liviandad de un fantasma por unos minutos más hasta llegar a una escalera que guiaba a los pisos inferiores.

-A qué? A qué??- Continuó murmurando cosas sin aparente sentido.

Me quedé traumatizada por lo que me contó de Termeritus y sus episodios de rabia, y un poco decepcionada por no poder hablar con él fácilmente. Si me llevase bien con Matvey podría pedirle que trajese a su espíritu para crear un revenant, pero el muy idiota era demasiado digno para hacerme el favor y para hacer esas cosas. Suspiré mostrando mi contrariedad, aunque después me mostré interesada en la afirmación de que los Pendragon la usaban.

"así que ella no cree en esa familia...sólo fue un medio. No comparte los ideales"

- En resumen, tienen opiniones de todo tipo, pero no dejan de ser más que espíritus. No sabes ni de qué lado estás. - sonreí negando con la cabeza, no me imaginaba que Bellatrix estuviese tan confundida. Me había parecido que ella también renegaba de la actitud aperturista de otros compañeros suyos. Le sostuve la mirada un momento cuando ella salió de su ensimismamiento, quedándome con las ganas de conocer más.

- Podrías contarme lo que te dijeron los Pendragon. No sé qué harán Sean y los demás con esa información. Yo que tú tendría cuidado... - dejé en el aire la advertencia, despidiéndome de ella cuando decidió marcharse. Me fui de allí un poco molesta por no haber sacado más datos.

Apareció junto al maestro. Nada más llegar miró a su alrededor procurando haber sido preciso en la desaparición y haber logrado alcanzar un punto poco concurrido.
Después le observó. Metió ambas manos en los bolsillos de su chaqueta y desvió la mirada al suelo. Por alguna razón Reed se sentía extraño. Aquel lugar al parecer había permanecido fuera del alcance del Maestro hasta ese momento.Y él lo había puesto en sus manos.
Si era cierto que le podía observar. Sabía todo aquello que había hecho. Pero allí no hubiese podido alcanzarle, ni a él ni a los demás. Ese pensamiento le causó un conflicto interno. El Maestro era su guía en aquel mundo, no podía arrepentirse de ayudarle en su empresa, aunque desconociese de qué se trataba.
Suspiró volviendo a mirar la zona como con cierto pudor por haberle llevado hasta ese lugar.