Sofía contra Mooshie y Arturo [Día 1. Prueba de las puertas] FINALIZADO

Frente a la puerta número 4 se había dispuesto de un riachuelo artificial que se cruzaba por encima de un puente corto de madera para llegar al otro lado. No tenía nada que ver con la imagen de las otras puertas, pero para Sofía cada detalle era necesario para crear su ilusión. El riachuelo reflejaba cielo diurno como si de un espejo se tratara mientras lirios flotando en un caos ordenado señalaban el camino a seguir hacia el inicio del laberinto.

Cruzando el pequeño puente y la puerta misma, se encontraban frente a ellos cuatro caminos a través de los cuales podían iniciar su recorrido dentro del laberinto. Todos y cada unos estaban cubiertos de follaje y miles de flores, que se entretejían para dar vida al lugar. El primer camino estaba cubierto de anémonas, jacintos de los bosques, flores de cerezo, narcisos por todos lados, freesias, ranúnculos y por ambos lados del camino había lirios de los bosques y tulipanes guiando el camino. Se escuchaba el sonido de los pajarillos y la tranquilidad recorría el pasillo donde los colores vibraban en armonía, conviviendo en una exuberante creación idílica.

El segundo camino era un poco más moderado. Se podía sentir un suave viento cálido que salía del laberinto y llegaba hasta el punto inicial con tranquilidad. El piso era tierra seca con pasto regular y las paredes estaban recubiertas de cosmos, zinnias, salvia, nicotiana, gladiolas de todos los colores, rosáceas; flores pequeñas, ligeras y etéreas que recordaban la pradera en tonos pastel. Por último, coronaban en el suelo las grandes plantas de hortensias y las dahlias, que de pétalos con el centro amarillo y las puntas liláceas hacían una visión de la realidad.

En el tercer camino la tierra estaba húmeda debajo del césped. Los insectos y los grillos canturreaban alegremente llevando a cabo sus cortejos. El camino estaba cubierto con verbena, rudbeckias, rosas caninas, clivias, anémonas japonesas, croscomías, asteres y crisantemos de hermosos colores. Flores fuertes, resistentes ante todo y de tallos gruesos. En esta ocasión, las paredes tenían pocas flores, pero estas crecían alto y fuerte.

El último acceso del laberinto era el que a primera vista parecía menos vistoso. Las plantas eran pequeñas, de colores ténues y opacos, exceptuando las grandes amaryllis con sus pétalos rojos y grandes. A los lados del camino había pieris, galanthus, salix, Ivies, hollies de rojas bayas, helleborus de pequeñas flores, ulex y lirios de campo.

Una elección en falso y volverían al inicio. Después de todo, solo uno de los caminos llevaba a la verdad y al presente.

Había pasado la noche pescando en los lagos aprovechando que la señora de los bosques no estaba por allí. Me había zampado como 14 pescaos bastante apañados de tamaño.
Por la mañana una muchacha junto con un montón de muchachas que se parecían entre sí y hablaban y hablaban de su tío que iba a hacer nosequé de una prueba o algo así me dijeron que me tenía que ir para allá, que por lo visto yo también tenía que hacer algo. Pues ok.
Fui un poco perdido por el camino y cuando llegué al sitio me puse a hacer cola como el resto de la gente. Las muchachas me dijeron que no y yo me enfadé un poco. Yo quería ir por ahí, si la gente iba por ahí es por donde se tenía que ir. Es como cuando los dragones migraban y yo les seguía porque siempre me perdía por el camino.
El caso que me empujaron hasta una puerta que daba a muchas puertas y yo acabé un poco mareado. Me dijeron que cruzase pero que esperase a otro. Mejor! así no me perdería.
Así que al llegar donde me tocaba me quedé esperando. Estuve un buen rato de pie sin hacer nada, hasta que ví varios peces saltando en el riachuelo. Miré alrededor por si la señora de los bosques andaba por ahí y de pronto salté al riachuelo donde me puse a pescar mientras esperaba al señor que tenía que venir.

Por si no fuera poco, el barullo es aún más estridente que ayer, en esta mañana. La gente está ansiosa por el evento y algunos hasta ya están haciendo sus apuestas. Me pregunto quiénes son los favoritos para ganar. Mi guardia particular está esperándome en la salida del edificio. Para esta ocasión me he puesto otro uniforme, pero este si se usa para combate, a pesar de que parece que solo es para formalidades. Me son entregadas mis armas no sin antes darme un discurso sobre las reglas tanto de la isla como en el torneo.


Soy dirigido hacia el coliseo, cuyo interior esta abarrotado por la entusiasta multitud y en medio hay un gigantesco laberinto. Cuyo punto inicial es un encantador jardín con un pequeño puente. Como amante del ambiente, esto es una agradable sorpresa y lo disfruto mientras puedo. Antes de cruzar dicho puente, me encuentro con un niño que está jugueteando en el lugar. No me digas que este es mi compañero. Sé que en el torneo no va a haber muerte como en la época romana, pero tampoco es que sea cosa sencilla o moderada como para que un menor pueda participar. A menos que tenga un poder considerable como para que le sea permitido su ingreso al torneo.

Me acerco—ey niño, parece que te me adelantaste, soy Arturo—le extiendo la mano para saludarle—pero tengo curiosidad sobre ti, dime, ¿puedes pronunciar en voz alta….SHAZAM?—vale, tal vez debí preguntar algo más concreto, pues no es el primer niño o adolescente que conozco con poderes que sobrepasan la media—entonces, ¿me acompañas?—parece que tendré que cuidarle mientras combata, espero que al menos pueda dar algo de apoyo.

Pasamos hacia la puerta luego del puente y vemos 4 entradas más con sus respectivos caminos. Cada uno posee un aspecto único y particular. El primero es una visión de tu Edén particular, el segundo más sencillo pero igual de atrayente, el tercero con una vista mas ¿selvática quizás? Y por último, el cuarto cuya viveza de las anteriores no esta tan impregnada en este. Pero todos tienen su toque—¿Mooshie que dices?, ¿Cuál crees que es el camino indicado?—le pregunto al niño, cuyo nombre me lo sé desde la fiesta, solo que no había tenido la oportunidad de ver su apariencia, razón de mi sorpresa inicial—he de suponer que hay alguna trampa, tal vez no mortal, pero si fastidiosa que nos causara desventaja si no vamos por el camino correcto… ¿sabes qué? Mejor dejémosle a la suerte—me tapo el ojo derecho y con la mano sobrante empiezo a señalar rítmicamente las entradas y comienzo a canturrear en español—De tin marín de do pingue, curara macara títere fue, yo no fui, fue Tete, pégale, pégale que este merito ha de ser—el ganador fue el cuarto—Que sea lo que Gaia quiera—digo mientras me dirijo a la entrada “elegida”.

Al oír una voz alcé mi cabeza que en ese momento estaba bajo el agua. Había cazado un pescao y lo tenía en la boca aún coleando. Había un señor como muy serio que me eextendía la mano. Eso era saludo. Creo. Le miré a él y a la mano varias veces y finalmente rodé los ojos. Se suponía que tenía que ser amable así que a la mierda mi cena.
Agarré el pescado con la mano y se lo planté a él en la suya. Me señalé.
-Mooshie
Sonreí muy muy grande y ladeé la cabeza cuando dijo su nombre.
-¿Sha...Shazaaaam?
"ah, pues vale, chachi"
Salí del lago asintiendo fuertemente y seguí a Shazam por el caminillo hasta llegar a las puertas. Miré igual que él a todas, solo que yo lo hice como muy rápidamente y repetí la operación una y otra y otra vez.
"pajaro...nada...bichos...nada"
Shazam comenzó a canturrear y yo seguí el ritmo con la cabeza mientras apuntaba a todos los caminos. A mí me daba igual, en ninguno de ellos había comida rica. Encogí un hombro cuando terminó y asentí.
-Mu bien Shazam
Caminé junto a él pero empecé a adelantarme rápidamente.

Mientras se adentraban en el laberinto cuarto, la vegetación iba desapareciendo. Los pasillos eran rectos y largos, dando espacio a que vientos gélidos les congelaran la piel, cada vez más a medida que iban avanzando. Después de varios giros cerrados, vueltas en U y direcciones que parecían llegar a ningún lado, al final del laberinto se veía un campo de verdes pastos y se escuchaba un riachuelo que corría por debajo de un pequeño puente. Habían llegado de nuevo al inicio por el mismo lugar por el que habían entrado al laberinto.

El chico estaba pescando a la vieja usanza…más bien, a la milenaria usanza. Una vez conseguido su atención al hablarle e intentar saludarle, tarda en reaccionar y responde haciendo lo mismo, solo que de una forma que no esperaba, no sé si me está dando el pez mientras se presenta. Este cae de mi mando tratando de aprovechar que no lo sujeto bien, pero reacciono rápidamente y con un movimiento rápido ensarto la katana en el pez, evitando que llegue al riachuelo—lo siento, no esperaba este amiguito—ladeo la espada con el pez—¿tienes alguna bolsa o en donde llevarlo? Ya luego te ayudo a cocinarlo, pero primero pasemos la prueba de hoy, ¿te parece?

Sinceramente no creí que me siguiera la corriente e intentara pronunciar Shazam, pero me hizo gracia que lo hiciera. Después entramos al 4to camino que escogí a la suerte, aunque de todos modos tenia planeado elegirlo. A veces lo hermoso puede ser una horrible trampa, seguro que la historia de Hansel y Gretel les suena. Mooshie es un niño bastante despreocupado y que va muy a su bola mientras cruzamos el decaído camino.

Hablando del camino, si la entrada del mismo ya era deprimente, el resto del camino iba de mal en peor, tanto en aspecto como en temperatura. ¿Me abre equivocado?, lo que parecía mala elección, ¿en realidad lo era?. Las dudas empezaban a surgir mientras seguía el camino con su desviaciones y de pronto volvemos al inicio—…… ¿?...espera, ¿este lugar no es?…o mierda, tiene que ser una broma—digo mientras poso mis manos sobre mi cabeza al entender lo que sucede—¿acaso estoy en El Bosque de los Perdidos?, pongan la canción de Saria al menos—este hechizo lo conozco, mi propia facción lo usa para que los mundanos no puedan acceder a la base principal o que los desertores se les haga más difícil el escape.

Mooshie—me volteo al chico que sigue particularmente despreocupado—voy a necesitar de tu ayuda—me reclino sobre mi rodilla derecha para estar a su altura—acabamos de cruzar la puerta del fondo de la derecha, ¿cierto?, pero hemos vuelto a la entrada, solo quedan 3, pero somos 2, y solo 1 es el camino correcto, los demás nos regresaran a este lugar. Escoge cualquiera de los caminos, yo elegiré otro, si vuelves a este sitio y yo no aparezco, tienes que ir por el camino que yo haya elegido, ¿comprendes?—espero a que responda para saber si ha entendido—si al cruzar llegas a un sitio diferente, espérame yo no tardare en llegar contigo.

Si echar suertes no ha funcionado, entonces toca hacer trampas al problema de Monty Hall. Dado que hay varias diferencias a la premisa original, por ejemplo, hay 2 participantes, 4 caminos, siendo el ultimo ya recorrido y no hay quien muestre el resultado de un camino más. Al tener a 2 jugadores, la probabilidad de acertar aumenta 2/3, incluso si ambos fallamos, no hay penalización directa salvo el tiempo gastado y al final tendremos el camino correcto.

Muy bien, ¿listo?, yo escojo el 2do camino, ¿y tú?—una vez me contesta, proseguimos a ir a un paso constante y lo más similar posible, al menos eso intente explicarle unos momentos antes de cruzar el 2do camino. Es el camino con aspecto decente y más vivaracho comparado con el anterior, más relajante de hecho. Si esto tuviera un peligro real, habría intentado resolverlo de forma mucho más lógica, pero al no tener dicho problema, se puede decir que me tomo el lujo de pensarlo sin tanto detenimiento o el estrés que conllevaría si las cosas fueran serias.

Miré el pescado cuando lo dejó caer al suelo. Menuda ofensa no aceptar mi regalo! Ensartó su espada en él tratando de recuperarlo pero yo le correspondí entrecerrando los ojos mirandole malamente, sobre todo cuando dijo lo de cocinar. Llevé ambas manos a mi cara en una especie de gesto de "este tío está loco"
-Nooo cocinaarggg noooo
"todos locos"
Caminamos por el pasillo ese que empezó a hacerse más chungales a medida que vanzábamos. El viento era fresquete, en la piel de un humano no era tan agradable como en la de un dragón. Cuando llegamos al final volvimos al mismo lugar. Sonreí abiertamente mientras procedía a correr de nuevo al riachuelo donde agarré otro pescado según me lancé de cabeza.
Oí mi nombre y atendí a Shazam volviendo junto a él mientras mordisqueaba mi pescado. Asentía mientras hablaba. Shazam parecía un tipo majoso y tal pero su traje no me gustaba mucho. Miré al pasillo del que habíamos venido, luego señalé al suelo que pisaba en ese momento. Intentaba entender los pasos que me iba diciendo así que después señalé a los 3 pasillos que quedaban sonriendo y asintiendo.
-Tres si.
"ahhh ya sé lo que quiereees"
-entendido si.
Shazam había dicho que había que ir al segundo camino y que si volvíamos pues otra vez para otro y así. ERa un juego extraño el de los humanos estos pero ok. Para mí era más fácil si nos separábamos por varios caminos diferentes pero si Shazam quería eso pues vale.
"vale al 2"
Señalé hacia los pasillos y pescado en alto corrí hacia el pasillo número dos adentrándome por él.

Mientras se adentraban en el laberinto segundo, la vegetación iba cambiando. De flores grandes al inicio después de un rato solo aparecían algunas más pequeñas, con colores más pasteles. Los pasillos eran rectos y largos, dando espacio a que vientos cálidos les tocaran la piel, cada vez más a medida que iban avanzando. Después de varios giros cerrados, vueltas en U y direcciones que parecían llegar a ningún lado, al final del laberinto se veía un campo de verdes pastos y se escuchaba un riachuelo que corría por debajo de un pequeño puente.

Habían llegado, de nuevo, al inicio por el mismo lugar por el que habían entrado al laberinto.

Por alguna razón, el muchacho parecía hastiado cuando sugerí lo de cocinar el pescado. Tal vez quiera comerlo de otra forma, como sashimi por ejemplo. La cocina en general no es mi fuerte, pero al menos es degustable.

Cuando toca volver a ir por un camino escogido, le comento a Mooshie mi idea de forma entendible o al menos eso creía. Me dispongo a irme por mi camino, para mi desgracia no confirme que el chico haya entrado en otro camino para facilitar encontrar el correcto. De hecho esperaba que el tuviera suerte y solo necesitaría esperarme, si la oponente perdía la paciencia entonces se las tendrá que ver por su cuenta. Pero me percato que me seguía y ya había avanzado bastante, solo suspiro al verlo y prosigo.

Como era de esperarse, la vegetación y el ambiente difiere bastante de mi primera elección. Conforme avanzaba todas las plantas eran de menor tamaño y de coloración menos vivaces que al inicio. Los pasillos tampoco guardan similitudes salvo el final que empieza a ser familiar. Cuando volvemos al inicio hago un facepalm al ver de nuevo el jardín.

Mooshie—me inco de nuevo para estar a su altura—necesito que prestes atención. Para encontrar la salida, tú debes de ir por ese camino—le señalo el primero—yo iré por ese—por descarte es el tercero—si vuelves a este sitio, entra por el mismo que yo, pero si encuentras un sitio nuevo, espérame, no tardare mucho en llegar contigo—dije prácticamente lo mismo, pero he modulado la voz para que fuera más comprensible. Ya he tratado con niños, solo espero que el chico no tenga hiperactividad o déficit de atención, que hasta cierto punto es natural en ellos, más de eso se considera un problema.

Muy bien, si entendiste, ver por el camino que te índice, yo iré por el otro, solo no me sigas, ¿ok?—intento dejar en claro las cosas mientras me dirijo a mi camino. Una vez compruebo que no me siga, me dispongo a ir por el camino más húmedo. Creo que la voy a pasar mal.

Sigo corriendo durante un rato laaaaargo pescado en mano por delante hasta que me canso. El pasillo ese era una coñazo muy grande. Encima en ese hacía calor, el calor me gusta pero jolines.
cuando volvimos al inicio me sentí aliviado salté de nuevo al río para coger otro pescado ya que me había zampado el que tenía por el camino. Empezaba a pensar que había que elegir un camino correcto por el que ir y Shazam no estaba teniendo buen tino eligiendo.
Mi amigo volvió a agacharse. Se agachaba un montonazo, yo no era tan bajito y le podía ver la coronilla desde mi posición. Cuando me indicó ir por un lado y que el se marcharía por el otro le miré desconfiadamente.
"Creo que Shazam me está intentando timar"
Metí ambas manos en mis bolsillos y pescado en boca me fui por el camino que me había dicho. Estos juegos de humanos eran muy raros.

Mientras ambos se adentraban en el laberinto a través de las puertas elegidas, la vegetación iba cambiando. Mooshie iba por un camino donde las flores se tupían más a medida que se avanzaba y donde había una suave brisa fresca. Los tonos vivos de las flores, los felices pajarillos cantando, todo parecía llevar a la felicidad.

Por otro lado, el que escogió Arturo llevaba a flores pequeñas y la brisa comenzaba a ser fría a medida que se adentraba. Después de varios giros cerrados, vueltas en U y direcciones que parecían llegar a ningún lado, al final del laberinto se veía un campo de verdes pastos y se escuchaba un riachuelo que corría por debajo de un pequeño puente.

Habían llegado, de nuevo, al inicio por el mismo lugar por el que habían entrado al laberinto. ¿Sería? Cuando Arturo llegó al final, en el puente había una mesilla con dos copas. Cada una estaba llena con un líquido ambarino y burbujeante que parecía fresco y delicioso. Junto a ellas, una nota cantaba "Bébeme".

Esta vez me fije que Mooshie se fuera por el camino que le había indicado antes de ir por el mío. El muchacho parecía un poco molesto por esta decisión.  Lo cual me extraña, pues es la forma más rápida de terminar el laberinto y acercarnos con el objetivo del duelo.

Mi camino me mostraba una galería de flores sencillas que fueron disminuyendo en cantidad mientras avanzaba, y el frio incrementaba en el proceso. Las vueltas y senderos seguían siendo extraños y es difícil definir si es el camino correcto. No importa si me he equivocado, puedo tomar el camino de Mooshie o de lo contrario, ir por el camino faltante.

Veo el final y empiezo a notar lo familiar del claro, sigue siendo el mismo lugar, hasta el riachuelo con el puentecito. Mi rostro muestra decepción, pues comprendo que tendré que dar otra caminata, o correr por si el chico anda en problemas. Pero mientras cruzaba el puente noto algo diferente. Una mesa con dos copas, con una nota incitando a beber de su contenido—vale, ahora tenemos referencias a Alicia…uno diría que con una aventura o enemigos estilo país de las maravillas basta para tener llena tu lista de experiencias raras, pero al parecer el destino quiere llevarme a ese maravilloso mundo de nuevo—con resignación tomo una de las copas y lo bebo—muy bien, ¿Qué será? ¿acaso bebí chiquitolina?—digo mientras espero la reacción de la misteriosa sustancia que he bebido.

Caminé y caminé mientras miraba a todos los bichos y plantas que había por ahí. El camino era largo pero era bonito y eso. Cuando llegué al final volví a ver lo mismo de nuevo. Pensé que lo mismo la señora de las plantas se había enfadado por pescar tanto pez así que reprimí mis instintos de pescador.
Suspiré mientras avanzaba hacia el puentecillo. Shazam parecía tener claro lo que hacer así que tomé posición al otro lado de la mesita.
-Ohhhh
Exclamé como diciendo que captaba lo que tenía que hacer al verle beber esa cosa. Cogí la copa y "bebí". No se me daba muy bien. Básicamente me tiré la bebida a la cara y después miré al río donde saltaban peces. Mordí mi labio inferior visualizando los pececillos. Miré a Shazam y de nuevo al río así varias veces hasta que sin más me encaramé al borde del puentecillo y salté corriendo hacia los peces siguiendo el camino del río.

Al fin habían llegado al inicio de su prueba. Se habían tardado bastante, por lo que llegó al campo de batalla sobre su alfombra voladora, haciendo un par de giros para quedar junto a ellos mientras aún flotaba, con una gran sonrisa en el rostro y las manos ocupadas con una copa con un líquido ambarino similar.- ¡Cariños, han tardado demasiado, su princesa está ya en otro castillo! - Bromeó, soltando una suave risa mientras bebía un poco de su bebida, comenzando suavemente a flotar paralela al río, esperando a que los contrarios la siguieran.- Estoy segura de que ni siquiera saben por qué el camino tres era el correcto. Es muy triste, pero nadie le pone atención a las flores de temporada. Esa prueba definitivamente la han fallado.- Se encogió de hombros, aún presentando la sonrisa, siguiendo el camino del río hasta que se hizo más grueso y caudaloso. Una especie de península quedó en el centro de un pequeño lago, rodeada de agua excepto por un camino que llegaba hasta el centro donde un gran árbol se imponía fuerte y vigoroso, frondoso. A primera vista no se alcanzaba a apreciar, pero al acercarse rápidamente comenzaba a notarse el brillo dorado del fruto.


Saben, se pudieron haber ahorrado el laberinto si hubieran seguido el río en esta dirección, pero bueno, ya estamos aquí. Este es el árbol de la fortuna.- Presentó con gran emoción y felicidad, volando hacia arriba, hacia las ramas. Cuando estuvo cerca de una, extendió la mano y en ella cayó una mota de polvo dorada que pronto se convirtió en oro sobre su palma. La fortuna le había sonreído.

Deben conseguir dos monedas de oro de este árbol. Él sabrá si el uso que le quieren dar es noble, correcto o si por el contrario no merecen nada.- Bajó hacia ellos y les mostró la pieza que había conseguido.- Si sus motivos no son sabios, el árbol les dará una sacudida, así que vean dentro de su corazón. Tienen una hora. Eso es mucho más de lo que cualquiera podría pedir.- Dicho aquello, se apartó para observar la prueba, aún sentada en su alfombra.

Spoiler:

El chico no tardó en aparecer en la mesita mientras estoy tomando aquel misterioso trago, que sospecho es alguna poción con resultados alicienescos. Él también se toma de la botella sobrante…aunque para el chico puede que tomar sea un sinónimo para empaparse con su contenido. Luego puso su atención hacia el río y me miro, pero no supe interpretar su intención, ¿quiere que le siga o está pidiendo permiso para irse por ese camino?..... ¿camino?....no me digas que…

Desde que inicio la prueba, solo he indicado lo que hay que hacer, nunca di oportunidad a Mooshie. ¿Sera de esas ocasiones donde hay que confiar en la intuición infantil?, ya lo he hecho antes, pero no vi necesario hacerlo en esta ocasión, pues es un torneo, no involucra la vida, al menos no de manera intencional.

Al notar que no me ocurre ningún tipo de cambio físico, decido seguir al chico en su alegre y despreocupado andar…nos la han jugado de lo lindo, debimos parecer unos idiotas…bueno, yo debí parecerlo. En esta ocasión, ni siquiera tenemos que llegar a una nueva locación cuando de una alfombra a lo Aladino, llega una hermosa mujer con porte elegante mientras bebe de una copa. Nos dice que hemos tardado mas de la cuenta, aunque me parece que esa era su intención probablemente—muy bien, esta es la segunda vez me lanzan esa referencia…al menos en esta ocasión no ha sido necesario ir al infierno—digo entre mosqueado y broma, para luego pasar a reflexionar con el dialogo siguiente.

Mientras le seguimos, ella comenta de manera vaga que el tercer camino era el correcto, y que las pistas estaban en las flores que le recorrían—una pena decepcionarla señorita…Discorides, ¿cierto?—inquiero para asegurarme de haber pronunciado correctamente su apellido—pero depende de la perspectiva, pues aunque el primer recorrido si fue elegido al azar, el segundo intento se utilizó un plan basado en las probabilidades, lamentablemente no me di a entender correctamente y se tuvo que realizar un tercer intento. Pero es cierto, la situación fue tomada de un ángulo diferente a lo que realmente era la prueba, pero en mi defensa, mis estudios universitarios son de Ciencias Ambientales, que aunque tienen cierta relación con las plantas, para nada me hace un conocedor particular en botánica.

El final del río se ensancha para mostrarnos un lago menor, así como un promontorio de tamaño pequeño que da al centro de la masa acuosa. En medio del mismo se puede admirar un hermoso árbol de grandes dimensiones. Al parecer, el árbol es el destino de la verdadera prueba o parte de la siguiente fase de la misma. A veces simplemente les gusta dar rodeo a las cosas antes de exponer sus verdaderas intenciones. Una vez llegado cerca de la base del árbol, se puede apreciar sus brillantes frutos. Supongo que representan a las manzanas doradas de la discordia del mito griego.

Árbol de la fortuna. Es el nombre que tiene este ejemplar. La Descendiente ofrece una muestra, así como una explicación de en que consiste la verdadera prueba. Zaphira, ¿has amañado no solo mi participación sino también con quien me iba a enfrentar para terminar de confirmar mis intenciones?. De ser así, el método ha sido muy rebuscado—Descendiente Discorides, ¿simplemente debemos acercarnos y extender la mano para recibir respuesta?—una vez respondida mi duda, me dispongo a reflexionar.

La verdad, depende de lo que el árbol considere sabio o noble. Mi objetivo actual es cazar a los miembros del Grupo Orochi, y eso es bueno, pero mis métodos…no lo serán tanto. El fin justifica los medios…hasta cierto punto. Ya me he visto obligado a realizar actos cuestionables o poco éticos en pro del bien común. Pero de cualquier forma no son cosas que puedan ser aplaudidas.

Entonces tendré que prepararme para la dichosa sacudida. Me acerco para ver que dicta el árbol. Si lo considera incorrecto, se me dificultara aún más conseguir que confíen en mí. Si me da el visto bueno, tendré mas oportunidades desarrollarme aquí, aunque al final, tendré que irme cuando haya encontrado alguna pista de la ubicación de mis enemigos y me haya acoplado a las nuevas reglas en la magia de este mundo.

El miembro 'Arturo Lizarraga' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Por fin apareció alguien más, tal y como me temía era la señora del lago. La saludé a mi manera ya que estaba por ahí volando sobre un trasto y no podía cercarme a darle un cabezazo saludil ni un lametón ni nada.
Empezó a hablar y yo solamente miraba alucinado el árbol con lucecillas. Mis pupilas se dilataron a lo bestia mirando todos esos destellos.
"buaaahhh que flipe tío"
Shazam se puso a hablar con la descendiente mientras yo me acercaba al árbol en pleno yuyazo de entusiasmo. Lamí la corteza un par de veces lo olfateé, le di un par de golpecitos con los nudillos a una raíz. Era un buen árbol. Les miré y observé lo que hacían con las manos así que las extendí, las extendí más y más esperando que pasase algo.
Encogí un hombro mirando a mi compañero.
-¿Shazam?

El miembro 'Mooshie' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Observó a los participantes, que parecían ávidos de aventura, aunque con Arturo no podía saberse.- ¿Qué? No entiendo de qué me hablas.- Se encogió de hombros, adelantándose un poco para apurar las cosas hasta llegar al árbol.- Es Dioscórides.- Corrigió rápidamente, mirándole con frialdad, aunque después le dejó ver su amplia sonrisa. Volvió a dejar de ponerle atención cuando empezó a hablar de probabilidades y de universidades. Esas cosas eran tan de humanos que no la interesaban. La magia era algo que le daba felicidad, así que una existencia sin ella le parecía demasiado vacía.- Como sea, no atinaron al laberinto por no fijarse. Pero no se preocupen, estamos en camino.

Tras la explicación, Arturo volvió a cuestionar sus motivos, asintiendo rápidamente.- Los motivos del árbol son muchos y muy variados, tanto para rechazar como para otorgar. Serán demasiados intentos si no logran identificar la verdadera naturaleza de su existencia.

Iniciaron rápido la prueba. Comenzó a preocuparse cuando el pequeño empezó a lamer la corteza, por si se le clavaba una astilla o algo, pero parecía bien, así que le dejó. De cualquier modo, no lo iba a interrumpir cuando parecía verdaderamente entusiasmado con el árbol. Era un chiquillo que la enternecía.

Una sacudida comenzó a estremecer el árbol cuando nada cayó en las manos de ninguno. No habían conseguido ninguna moneda de oro, ni tampoco una esquirla. Comenzó a rotar despacio, despacio, con la tranquilidad con la que se mueven los árboles, mas cuando llegó a su punto más apretado, se dejó ir, dando vueltas y girando con fuerza y vigor, tratando de sacarse a los indignos de encima.- ¡Agárrense fuerte! Seguro que podrán hacerlo mejor a la próxima.

Ataque a Arturo: 32 stat + 5 canalizador + 10 bonus + 15 dado = 62