Pisito de Jo Patterson

Josephine se marchó a la cocina a hacer sus cosas de anfitriona, por lo que tampoco pudimos cruzar muchas palabras. No parecía molesta con la situación, sino todo lo contrario. Me alegré de verla feliz y en su modo navideño, así que supuse que no había ninguna historia extraña tras la invitación masiva. Esperé para tomar asiento por si había que ayudar con algo de la cocina, y también porque esperaba a que llegase Nyara. Mientras tanto aproveché para escuchar lo que Victorya me dijo por lo bajo, como si no quisiera que nos escuchasen. Usé el mismo tono que ella, sin llamar mucho la atención. - No, yo no sabía los detalles de la invitación. Pensé que tú me lo contarías...necesitamos una conversación luego. - en realidad apenas hablábamos, y era algo a lo que le había dado vueltas durante los días en que estuve recuperándome en el hospital.

El jaleo del elfo me vino bien para esa breve conversación, terminando antes de que él se fuese a resolver algo de Chloe. Me llamó la atención el interés de Justin con eso de Chloe, pues pensaba que eran más conocidos que amigos. Hice un sonido de hastío al escuchar el comentario de Thoren sobre la Resistencia, siempre aprovechaba para tirar pullas. - Hablas como si alguna vez hubieses aportado algo. No necesitamos enemigos con "amigos" así. - solté con aparente calma, aunque el tipo me irritaba con sus estupideces sin sentido. Yaroslav no tardó en aparecer, poniendo algo de calma con una frase para apaciguar a su hermano.

La llegada de Nyara me cambió el gesto serio rápidamente, y más al verla venir tan mona con aquellas trenzas que le había hecho el ruso. - ¡Pero bueno! ¿y esas trenzas tan bonitas quién te las ha hecho? - pregunté sonriente mientras la cogía en brazos para levantarla del suelo un momento, dándole un beso en la mejilla antes de dejarla de nuevo. La niña respondió que había sido "el tío Yaros", señalándolo entre risas. Parecía que habían hecho aún más vínculo después de que él la protegiese en el ataque. Nya se fue a abrazar a Justin después, mientras yo me sentaba en una de las sillas libres. - Estamos bien, no fuimos de los que peor acabaron la batalla. Ha habido bastantes bajas, por lo que sé. Tenemos que aprovechar esta tregua que tenemos. -

Escogió un asiento cualquiera y decidió sentarse, que ya bastante raro era que se quedara parada, sobre todo cuando Johan también lo hizo. Asintió a su afirmación de que necesitaban conversar, porque en realidad así era. Se habían estado pateando el balón y tratando de llevar las cosas como si nada hubiera pasado, pero no podían barrer todo infinitamente bajo la alfombra; no cuando Jo tenía otros planes. No tardaron en unirse el resto de la comitiva, siento Yaroslav y la niña. De repente, tuvo ganas de pasarse las manos por la cara porque hasta Yaroslav sabía hacer tranzas y parecía poder entretener a una bebé un poco más de lo que ella podría.

El elfo era, aparentemente, el más amigable con ella, pero no se le olvidaba que había confabulado contra ella con Thalos y Erika para no bajarla de pecadora. Decidió no confirmar nada, que ya se imaginaba las habladurías.- Claro, Aldaron, casi no te he visto cuando me ha tocado estar en el hospital, pero te escucho fuerte y claro.- Bromeó, aunque con su perpetua sonrisa misteriosa a veces podía parecer un poco de mal rollo.- Si, todo ha estado muy bien.- Dijo, tratando de zanjar un poco el asunto, porque en realidad no iba a llegar a casa ajena a presumir lo que se había comido. Lo bueno es que luego pasó todo su drama en el hospital y no tuvo que seguir.

Al final a Thoren se le conquistaba, o al menos se le ponía de buen humor con la comida, cosas que no fueran solo lechuga, aún así le ignoré por su protesta sobre la tortuga, claro que olía mal y no quería tener que limpiarla yo pero la pobre me daba pena, nadando en su propia caca... que asco, pero bueno, ya lo sobornaría con otra cosa. Al llegar la morena di media vuelta para sentarme y Thoren seguía con eso del veneno y demás por lo que se llevó un pellizco flojito porque con tanto mísuculo era imposible pillarle una lorcilla sobre ese cuerpo esculpido por los dioses que me hacía babear cual san bernardo en cel... que estaba fatal -Ya vale Thoren, ella no puede beber- dije para después preguntarle por su embarazo en modo majoso y ella me respondió con un comentario que me dejó un par de segundos sin habla hasta que empecé a reírme por todo lo alto -Chica que cachonda, pues si oye, estos días han sido horribles en el hospital, mucho jaleo y yo no tengo tono de interiores- después me dijo sobre su estado y al parecer todo iba sobre ruedas -Me alegro, no eres la única en estado, ya verás, tu hijo tendrá muchos amigos en la guardería-

Johan hizo acto d presencia y pude notar la hostilidad que se llevaba con Thoren y si se meten con  tu crush pues te llevas una mirada de arriba a abajo de análisis despectivo, era envidia, seguro, porque Thoren era más guapo -Que no le pegues a nadie, nada de violencia- dije antes de retirarme de la mesa para poder atender los asuntos del hospital. Cuando volví a la mesa saludé a Justin de nuevo viendo que la bebida ya estaba en la mesa y claro, había escuchado lo de Chloe por lo que lo miré con una sonrisa de esas de "soy malo y sé lo que piensas" -Siento que Chloe se haya tenido que comer el turno de hoy Justin, en mi defensa diré que ella se ofreció pero no te preocupes, yo le hago el lio y la próxima vez que tengas turno en el almacén de pociones se lo cambio a ella para que estéis juntos.. a solas- aquello último iba con rintintín y un movimiento de cejas sugerente y esperaba una reacción digna de un adolescente abochornado.

Mi futuro cuñado apareció con la nena de Josephine y el otro al que ya le tenía pelusilla, bebí un sorbo de mi copa y después me quedé mirándolo antes de entornar los ojos -Bueno.... veo que tu estás bien después de huir del hospital- dije metiéndome en la conversación porque no se me olvidaba que se había disfrazado de vieja y había huido con Thoren robándome una silla de ruedas -gracias a vuestra huida estoy autorizado a lanzar dardos tranquilizantes a los pacientes rebeldes, ya no se me va a escapar ninguno como el seños Black... el pequeño, que se me ha ido dos veces y ha vuelto peor que la anterior- dije esta vez mirando a Johan porque ya sabía que era su hermano -Vuestro padre es mejor paciente-

- Me sobra violencia, hermano. Ese es el problema. - respondí cruzándome de brazos cuando apareció Yaroslav tratando de apaciguar un poco el ambiente. Solté un gruñido de molestia, mirando después a la enana que venía con él.  - Te estás alacitando con tanta cosa de niña lazosa. Espero que todavía recuerdes cómo beber vodka. - entre unos y otros me estaban mosqueando. Luego vino Aldaron con que no le insistiera a Victorya con beber, y la otra tampoco dijo mucho.  - Se está haciendo la buena, perro le gusta la conspiración. - murmuré analizando que había respondido a Aldaron dándole largas. No le gustaba que le hablasen de que estaba embarazada, por algo sería. Todavía no ataba cabos, pero debía ser turbio.  Apoyé los codos en la mesa, inclinándome hacia ella.

- Oye, Victorryana ¿quién es el padrre?

La respuesta de Johan a mi anterior provocación me hizo levantarme de la mesa con tal fuerza que tiré la silla hacia atrás, dando un golpe en la mesa para poner más énfasis.  - ¡¿Y quién se supone que llevó a vuestrros niños de la Resistencia en la torrtuga Aplastaneitorra para salvarlos, ha?! ¡YO! ¡yo los salvé! y más cosas de las que parrece que te has olvidado porque no soporrtas que te lleven la contrraria. Serrías un gran dictador. - me di media vuelta para irme hacia la cocina porque no quería pegarle, yendo a por la ensaladilla que había hecho para traerla a la mesa.

- ¡Comed, y más os vale que os guste a todos! - grité de manera amenazante esperando que probasen mi elaboración, que me había costado mucho rato.

Había tomado una posición en la que esperaba que mi tía Jo me protegiera de todas las conversaciones desagradables al sentarme a su lado, pero maldita sea, tiene que irse a atender la cocina, por lo que me deja a mí solo en la estocada, con todos aquellos cuasidesconocidos. Suspiré, se acabó el escudo humano. Pero lo bueno es que bajó Yaros con Nyara de la habitación, y su padre fue a recibirla y luego le di un abrazoso y u n toquecito en la nariz -¡Hola canija! ¡Qué trenzas tan bonitas tienes! ¡Qué bien le salen a “tío Yaros”- Senté a la peque en el lado del asiento donde debería estar Jo mientras devolvía una sonrisa muy falsa y muy fingida a Yaros porque él había conseguido hacerle las trenzas a esa maraña de pelo que tiene, cosa que no había podido conseguir yo hasta ahora. Más majo el “tío” Yaros….

La conversación pareció irse caldeando, lo bueno es que hacia mi sitio iban pocas preguntas, pero a pesar de ello no cesé el ritmo de ingesta de canapés. Si me preguntaban podía pasar palabra. Sin embargo el elfo me salta con aquello y empiezo a notar que se me suben los co lores hasta que se me ponen las orejas rojas como tomates. Iba a recriminarle para que se callara, pero tenía la boca tan llena que tuve que comerme el bochorno yo solito, y nunca mejor dicho. Intenté ocultarme detrás de una servilleta para que no se notase el mal rato, pero como Aldaron seguía con sus insinuaciones y sus movimientos de cejas terminé por lanzarle la servilleta -¡Calla!- ¿Eso se consideraba agresión a un superior? ¿Me costaría el sueldo como a Chloe?

El resto de las conversaciones siguieron, gracias a Merlín, como si aquel momento no hubiera existido. Se tornaron jugosas, en especial cuando a la morena empezaron a tratar de sonsacarle información sobre su embarazo. Todo el mundo parecía conocerla y yo no tenía ni pajolera idea de quién era. Sin embargo la pregunta de quién era el padre le llamó especialmente la atención, porque es la clásica pregunta que no se hace si se sabe la respuesta. AHÍ HAY CHICHA. Por otro lado estaba el drama del brazudo peliblanco y mi padrino, al que le estaba cantando las cuarenta. Pues eso estaba un poco bien, porque tiene complejo de Jesucristo y se cree el salvador del mundo. Un poquito de dosis de realidad. Sin embargo casi me atraganto con aquello de la tortuga -¿Fue idea vuestra?- Porque creo que desde ese momento no me molan mucho los bichos húmedos… RIP por Gustavo.

Miré a Johan con cara de "WTF" cuando le dijo a mi pobre hermano que hablaba como si hubiese aportado algo.

"Esa me la guardo"

Bebí vodka y miré a la gente, sobre todo a Jo, a quien no queria amargarle la cena. O lo que fuera.

"A mi lo que me jode es que esten esos dos ahi de parejita y mi pobre Jo lo esté pasando tan mal, joder"

- No me estoy alacitando, Thoren! Y clarro que recuerrdo beber vodka, solo mirame, esta noche ganaré. Ademas. solo intento buscar otros modos de pasarr el tiempo, ya me he dibujado toda la isla, no puedo seguirr haciendo planos! Y a Nya le gustan, y a mi me gustan, que tiene de malo?!! - no es que discutieramos, es que hablabamos a gritos.

"Y el crio canijo por qué me sonríe....?"

Me dijo Johan que estaban bien y que debiamos aprovechar la tregua. No respondí y bebí mas vodka. Pasé mis atenciones al elfo, que como de momento no habia traicionado ni roto el corazón a nadie, pues me caia mejor.

- Oh.... -dije escuchando eso que le dijo de Chloe a Justin, mirando al muchachito. - Estais juntos Chloe y tú? - interrogué con curiosidad, a lo mejor su sornisa de antes tenia que ver con eso.

Aunque luego Aldaron me atacó a mi y me encogí de hombros como tratando de excusarme.
- Me estaba dando clasutrrodfg...ag...claustrrobofia. Perro es bien! Grracias a nosotrros ahorra puedes usarr la letalidad contrra tus pacientes! - le saqué el dedo pulgar, eran buenas noticias. Me atraganté con el vodka cuando Thoren preguntó quien era el padre del bombo de Vyka.

Pero la pullita de Johan tuvo su efecto en Thoren, evidentemente, quien se levantó muy a su estilo diciendo grandes verdades.
- Bájale al drrama, herrmano. - le dije un poco pasota, dandole a mi bebida, con la que luego señalé a Johan para hablarle a el. - Perro Thoren tiene razon. Estuvo pegado a la radio intentando contactarr conmigo desde San Petersburgo parra orrganizar aquella evacuación ante la amenaza a la base subterránea, porrque no te caiga bien y te llevase la contrra despues no tienes que descalificarrlo ni olvidarrte de cosas.

Escuché a Justin y le di una respuesta afirmativa con un gesto de mi cabeza. De pronto Thoren irrumpió de nuevo con su ensaladilla. Me reí y le pregunté.
- Segurro que no lleva arrsénico? - metí una cuchara para cargar una buena tajada que luego me llevé a la boca.

Victorya respondió con evasivas a Aldaron, que estaba por la labor de remover al personal con sus preguntas. El siguiente en ser preguntado fue Justin. Al parecer debía gustarle Chloe por la reacción que tuvo de arrojar la servilleta al elfo cuando éste le sugirió ponerle el turno junto a la chica. Le eché una mirada de curiosidad a Justin, alzando las cejas con cara de "Tú tienes algo que contarme". Lo de los dardos tranquilizantes me hizo gracia, en eso llevaba toda la razón. - Yo haría eso de disparar dardos, hay mucho impaciente. Mi padre...él puede escaparse cuando quiera deshaciéndose en sombras. - intenté llevar una conversación normal, incluso haciendo caso omiso a la tontería de Thoren sobre la conspiración. La opción de ignorar se me hacía difícil, mucho más cuando preguntó con ese descaro lo de quién era el padre. Miré de reojo a Victorya, suponiendo que aquello le fastidiaría. Estaba claro que Thoren iba a incomodar, a molestar. No era nadie que se mereciese una respuesta por mi parte para alimentar el cotilleo. No era un amigo, ni me fiaba de él. A pesar de eso no me importaría decir la verdad si no fuese porque implicaba a dos personas más. Sería comprensible que no quisiesen hablar del tema en público.

Le eché una mirada bastante hostil a Thoren, sobre todo cuando se levantó de ese modo tan bravucón para ponerse medallitas y echar cosas en cara como lo de cuando ayudó a los niños. Capté la mirada de Yaroslav, que evidentemente iba a ponerse de parte de su hermano por bruto que fuese. Yo no me puse a hacer ningún espectáculo ni me levanté de la mesa dando golpes como un mono, pero le respondí en el tono más borde que pude. - ¿Y qué? colaboraste para salvar unos niños, pero luego poco más. Por no decir que te montaste una película en la cabeza creyendo que era un traidor y luego intentaste montar un fallido grupo de renegados. - solté un 'bah' de desprecio cuando dijo lo del dictador. Verdad tenía que ser para que viese lo que haría. Yaroslav intervino para calmar a su dramático hermano, pero también para defenderle. A él le consideraba mi amigo desde hacia mucho tiempo, aunque las cosas habían cambiado últimamente. Se había posicionado.

- Qué más da cómo me caiga. En su día le agradecí aquello. Hubo un tiempo en el que confié en él, pero ya no. Ni siquiera entiendo qué pretende con esa forma de actuar, pero da igual...voy a callarme por respeto a Josephine, que ha organizado la cena, y por respeto a los demás. - decidí pasar de la comida que había traído Thoren, concentrándome en usar mi poder de control mental sobre él para hacer que dejase de gritar y replicar un rato. También para que dejase de hacer preguntas embarazosas (nunca mejor dicho). En resumen, le ordené comer y callar.

Off: voy a ignorar un poquillo todo porque me he perdido jeje

On:
Miré al elfo directamente cuando preguntó a Vyktoria por el embarazo, definitivamente era un descarado de cuidado y luego Thoren siendo Thoren no ayudó.
-Vamos chicos...no es momento.-Miré a la morena con cara de sinceras disculpas-disculpalos por favor.
Las noticias sobre el hospital y el descendiente Jack me extrañaron bastante. No creía que tuviese potestad sobre el hospital, aunque teniendo en cuenta que Lucio estaba como estaba tal vez ahora era él quién se hacía cargo. De todos modos no veía al Descendiente como un señor que tomaba decisiones a la ligera.
-Es extraño... será mejor hablar con Chloe.
Me puse en marcha para ir a la cocina y justo aparecieron Johan y Justin. Saludé a mi sobrino con un beso en la mejilla y un fuerte abrazo y al pasar cerca de Johan le pasé la mano por el hombro riendo.-Vaya...que elegante Bean-Solté algo burlona-En seguida vengo, voy a preparar todo.

Caminé a la cocina mientras ellos se sentaban a la mesa, allí coloqué todo según quedaría dispuesto a la mesa mientras les escuchaba hablar a lo lejos. Escuché la risilla de Nya y el vozarrón de Yaros así que debían haber bajado. Cuando Thoren pasó a la cocina alcé ambas cejas mientras le seguía con la mirada. Cogió el tupper de ensaladilla y se marchó.
"mmm... "
La tensión en su rostro era evidente así que regresé a la sala donde estaban sentados. Pasé la vista de Johan a Thoren y luego a Vyktoria y a Justin. Resoplé mientras Johan echaba en cara a Thoren cosas. Había pensado esperar a que llegase Reiv con Juliet pero ni siquiera sabía si al final vendrían.
-Chicos! Ya está bien!-Solté imponiendo cierta autoridad a mi tono-No he organizado esto ni para que atosiguéis a Vyktoria ni para que os tiréis comentarios dañinos unos a otros. Hemos sido y somos compañeros desde hace mucho tiempo ... y familia. Así que haced el favor de teneros un poco de respeto.-Convoqué la comida y bebida que apareció en la mesa , dejando especio para la ensaladilla de Thoren y me senté agarrando a Nya con una sonrisa de madre tonta mientras le daba unos cuantos besos haciéndole cosquillas y volví a mirar a todos-Y ahora comed.

No dije mucho más mientras me servía algo de vino y miraba a todos con cara de que si no se comportaban iba a pegarles collejas intensas.

Sonrió ante el apoyo de Aldaron por no poder beber. Y aunque nunca le había encantado el alcohol, ahora que lo tenía prohibido le sonaba a tragedia. Tuvo que sonreír por lo de gustarle la conspiración, porque sí que le gustaba; luego soltó una carcajada al escuchar al elfo llamarle "cachonda", que la palabra en el contexto no le sonaba a menos que pensara en cosas poco navideñas.- Podrían poner más plantas en el hospital.- Dijo, por tratar de hacer conversación, pero la verdad no era su fuerte. Mejor asintió a lo de la guardería, que al menos agradecía que existiera. A lo del padre... hmmmmmm... menos mal que intervino Josephine justo a tiempo, porque ya le estaba comenzando a picar el cuello aunque no aparentaba molestia. Le costaba mucho trabajo el trato con Josephine, porque de alguna manera su mirada era la que estaba pidiendo disculpas. Disculpas que quizás no debería pedir. Le sonrió a la chica, negando suavemente. No había nada que disculpar.

Cuando Josephine saludó a sus familiares, algo le llamó la atención. Después preguntaría por el apodo, que le había llamado la atención. No tardó mucho Josephine en poner quietos a todos y poner la comida en la mesa. No sabía si se daba las gracias o si se comenzaba a comer así nada más, así que esperó. Era lo mejor.

A Thoren no parecía caerle muy bien la morena y en cuanto le dije que ella no bebía me dijo lo de la conspiración, tipical russian pero tampoco descartaba que fuera cierto, aún así la chica me iba pareciendo menos pecadora y más víctima del infiel de Johan, algo que no sabía con certeza pero tenía muchas sospechas. Ella me sacó un buen tema de conversación  y enseguida asentí a eso de las plantas -¡Chica qué razón llevas! mira que lo he dicho varias veces, necesitamos al menos una sala para hermosos elfos del bosque como yo, que si no tenemos arbolillos cerca nos ponemos mustios, yo tengo muchas en mi casa, me hacen compañía y dan alegría ¿a que si Thoren?- dije mirando al ruso para que me dijera que si, o no, daba igual, yo seguía a lo mío - además son excelentes vigilantes, no te puedes hacer una idea de las cosas que pasan en los bosques! que claro, como te piensas que las plantas ni sienten ni padecen te confías, pero hablan y aquí servidor las escucha y me entero de todo- suerte ser de los pocos elfos en la isla, aunque los cotilleos del hospital siempre eran más efectivos.

Thoren no se andaba por las ramas como yo y preguntó directamente sobre el padre del bebé, se hizo un momento de silencio pero le eché una mirada indiscreta a johan antes de hacerme el indignado con Josephine que había llegado para rescatar al personal -¡Oye! solo hablamos, fue mi paciente y compruebo que todo marche bien~ - ya me había dado cuenta que me estaba haciendo el lio con vanas respuestas pero para mi eso eran confirmaciones de que era un tema incómodo no apto para tratar en la cena porque si fuera un padre cualquiera dudaba que hubiera tanto misterio y que Josephine hubiera intervenido, aún así me quedé calladito... mientras bebía, que bebiendo no se puede hablar.

El tema de Chloe esperaba solucionarlo al día siguiente a favor de la pelirroja, no me parecía adecuado y estuve de acuerdo con Josephine en que tenía que hablar con ella. Pero no todo eran malas noticias pues cuando le dije a Justin que lo dejaría a solas con Chloe se puso rojo como un tomate justo antes de lanzarme una servilleta mientras yo no paraba de reír -awww que mono, los primeros amores son los mejores- suspiré profundamente antes de mirar al techo -el mío fue un revolucionario francés, era tan mono con su... bandera-  hice una pausa dramática y entonces hice un movimiento de cejas sugerente para dar a entender que efectivamente, no hablaba de la bandera en sentido literal -Seguro que vosotros también recordáis al primero! va, contadme, ¿como era vuestro primer amor?-  hice la pregunta a modo general para empezar a ponernos en marcha con la charla infructífera digna de una cena de navidad.

Sobre los dardos el ruso y Johan me contestaron más o menos de acuerdo con la practica -Entonces os voy a disparar a ambos la próxima vez que intentéis huir del hospital, que luego me volvéis peor y venga a gastar material en vosotros!- me reí después del comentario que era más un "sed conscientes del curro que dáis" más que un reclamo. Todo marchaba estupendamente hasta que mi ruso y johan empezaron a discutir, me indigné y lo miré detenidamente antes de poner mi mejor sonrisa falsa - no me parece justo decir que Thoren no ha hecho nada, eso es que no lo has visto, ha ayudado con las reparaciones de la isla y se ha encargado de la reconstrucción de mi ático porque tengo que trabajar y si tu no lo quieres me lo quedo yo- dije pegándome a uno de sus brazos cual lapa -es un buen amigo, vino a buscarme al hospital y todo para saber que estaba bien durante el ataque, tal vez es que tu no lo entiendes y ya está- " y que tu no sabes apreciar a las buenas personas, melón con patas desgreñado" pensé para mi mismo antes de que Josephine interviniera algo molesta por la actitud de todos.

-Uy que buena pinta tiene todo! te habrás tirado todo el día para cocinar todo esto!- dije levantándome para pillarle el cacho de pollo más grande a Thoren que no había dicho nada en un rato y se estaba dedicando a atiborrarse de ensaladilla -Pilla anda, que sé que te gusta esto, deja de comer tanta ensaladilla que te va a dar una indigestión...- por mi parte picoteé de lo que habría sin carne de ningún tipo en la mesa, sobre todo lechuga por lo que esperaba un comentario de Thoren sobre mi dieta pero nada, parecía que ni respiraba mientras comía -Thoren... ey!- chasqué los dedos frente a él pero solo seguía comiendo, entorné los ojos pensando que le había dado un algo y entonces le dije algo que probablemente lo mosquearía -por cierto, lo de la tortuga iba en serio, como no le cambies el agua la tiro por el balcón- sin respuesta -y te voy a tirar el Vodka- eso sin duda habría causado el más mínimo pestañeo en el ruso pero al no recibir respuesta aquello olía a hechizo -Bueno ya está bien,¿ quién ha sido? porque no le ha dado un ictus- me crucé de brazos y fruncí el ceño porque tenía que haber sido alguno de los presentes, que bajeza hacer algo así y sobretodo a mi ruso bello.

Mi hermano se defendió a gritos de mi acusación de alacitarse, escudándose en que se aburría y que por eso hacía de canguro. A mi los niños me parecían un coñazo, pero allá él. Nyara parecía lista y graciosa, pero no podías llevarla de fiesta ni a pegarse por ahí. Poco útil. - ¡Pues bebe vodka! ¡y mis animales tienen más inteligencias que los niños! -
solté sin pensar que podía sentar mal a alguien, a su madre, por ejemplo. Victorya me ignoró por completo en lo del padre, esa chica no hablaba nada. Plantas...¿a quién le importan las plantas? a Aldaron parecían gustarle, así que sólo me encogí de hombros cuando dijo eso de que las plantas daban alegría. - La marrihuana sí. - ahora me enteraba yo de que las plantas le hablaban. Las de su casa debían haberle contado ya mil cosas sobre mí. Dato a tener en cuenta. De la pregunta de los amores preferí no hablar, que me ponía triste pensar en Irina abandonada y aniquilada. Además, estaba más mosqueado que otra cosa, no quería conversación cordial con nadie.

Al menos Yaroslav me defendió en condiciones del borde de Johan, a lo que asentí dándome un golpe en el pecho. Él siempre daría la cara por mí. Ignoré lo de montarme la película con lo de decirle traidor, porque ahí me había equivocado yo al pensar que era el androide. No pensaba reconocerlo. También me defendió Aldaron, que me conocía menos pero ya se había dado cuenta de que no era ni un vago ni un cobarde.

- Exacto. He luchado mucho con y por vosotrros, no es justo que ahora lo olvides. Llevo luchando desde mucho antes que los Descendientes decidiesen hacer algo, ve y grritales a ellos si ese es tu argumento. - fue el último alegato antes de ir a la cocina, y de paso contesté por el camino al niñato peliblanco, vociferando un SÍ a lo de la idea de la tortuga. El puto mejor viaje de su vida y no lo alababa. Fatal todo. Fatal.

A mi vuelta hice la amenaza de la ensaladilla, ya con Jo riñéndonos para que no organizásemos numeritos en su mesa, y con Yaroslav acusando a mi ensaladilla de arsénico. Solté un sonido de indignación, sentándome a la mesa para empezar a comer. Ya no quería hablar con nadie, sólo comer. O eso era lo que creía que quería, porque de repente el deseo de comer y callar era muy fuerte. El elfo no hacía más que hablarme y preguntarme cosas, pero yo a lo mío, devorando mi deliciosa ensaladilla y toda la comida de Jo. Tenía las dos manos llenas, una con una pata de pollo o pavo, y la otra con un trozo de pastel de lo que fuese. Gruñí modo salvaje como un perro cuando quieren quitarle la comida, siguiendo a mi rollo.

El tema de mi no amorío con Chloe parecía ocupar toda la primera parte de la conversación que daba inicio a la cena, queriendo morirme de la vergüenza. ¿Por qué no podían hablar del tiempo como todos los adultos aburridos? Ay, pero qué horror, como la cara que le dediqué al ruso de pelo largo cuando dijo so estaba ennoviado con Chloe. -Prrrf! No! Có… cómo?! NO!- Deseé que el suelo se abriera en ese momento y me ingiriera, quería desaparecer ante tanta mirada malintencionada. Y porque no tenía más servilletas que lanzar o para taparme, porque de lo contrario, la hubiera usado. -Voy a por …. Agua- Y ya está. Fin del espectáculo

Salí muy digno de aquel salón, suspirando en la cocina donde se encontraba Jo en ese momento todavía terminando con sus cosas. Solo necesitaba levantarme de aquel interrogatorio en el que se había convertido la mesa, momento en el que hablaban de banderas y primeros amores, dardos y plantas…. Plantas de hospital. Me pareció entender que el elfo había pensado que hablaban de plantas vegetales. Mientras cogía agua con una jarra el elfo divagaba sobre las plantas verdes, y aquella confusión me hizo gracia, y el comentario del ruso loco me levantó hasta una sonrisa. Pero como aquel tema no iba conmigo me hice el ruso sueco.

Volví a la mesa con la jarra con todo el tema candente: pullas, recriminaciones y gritos volaban por la mesa -Oye, ya basta. Vais a asustar a la niña- Le dije a mi padrino más que al ruso loco, al cual no conocía más que por haberle paralizado en el pasado. Parecían más niños que los propios niños. A todo aquello se sumaron las indicaciones de la tía Jo, a ver si con un poco de suerte le hacían más caso a ella y todo volvía a su cauce.  La comida apareció sobre la mesa y felicité a Jo por lo apetitoso que se veía todo.

-¡Yo estuve en aquella tortuga! Cierto padrino me mandó allí- Alcé la ceja y miré a Johan, porque claramente aquello iba por él. Era la época en la que estuve viviendo en la residencia y todo el mundo me mandaba de un lado para otro como un estorbo. Alcé la mano para coger un poco de ensaladilla, en embargo el comentario del arsénico me hizo replantearme la idea y preferí cambiar de comida. Mejor esperar, que se envenene otro. Sin embargo el ruso loco parecía estar disfrutando de su propio manjar y aquello se me hizo un poco desagradable. Parecía un jabalí comiendo. Arrugué la nariz con un poco de asco, prefiriendo centrarme en otro de los platos. Cogí un par de rodajas de calabaza ¿asada? Y unas cuantas cucharadas de aquello parecía una ensalada de arroz con coles de Bruselas y pepperoni. Volví a acomodarme en mi silla cuando el elfo empezó a reclamar algo de lo que no sabía de lo que hablaba, porque, al ver la comida sobre la mesa, había desconectado de todas las conversaciones que estaban en el aire.

- Sí, mejorr. - en lo unico que le di la razon a Johan fue en que debía callarse, y no seguir criticando a Thoren, que para un fallo que habia tenido lo estaba apaleando. Nos pusimos a jalar tanto él como yo, yo ataqué sobre todo a la ensaladilla, y al vodka, que ninguno de los dos llevaba veneno en verdad.

Jo puso algo de cordura con cosas que eran graciosas porque eran ciertas. Aparecio un monton de comida deliciosa y me puse a comer como si no hubiese un mañana.

- Despues de las algas y despues de la comida de hospital, esto es glorria. - me corté un trozo de pastel y otro de carne de pavo, lo remojé en la ensaladilla rusa y segui comiendo. Justin negó cualquier relacion con Chloe y simplemente lo miré por encima de mi vaso de vodka.

Vyka hablaba menos que un arbol de navidad....bufé contra mi vaso, todavía seguia incrédulo con el cambio. Tuve que recordarme mentalmente que no era asunto mio. No es asunto tuyo!!

Mastiqué mas despacio pensando en las plantas voyeur de los lugares. Nota mental: quemar plantas antes de trazar un plan secreto.
- Nunca mas me pillarán desprrevenido, grracias. - farfullé mientras volví a mi pechuga de pavo. Lo de sacar a relucir los primeros amores no fue buena idea. Thoren se deprimió, sabia que por Irina, y le di un codazo. - Vamos herrmano, no fue tu culpa. Mi prrimerr amorr acabó odiandome... crreo que porr mis hobies, no entiendo. Luego se fue con nuestrro liderr de la resistencia rusa, y luego la asesinarron. Último y prrimero! Porque lo de Kirrsten no cuenta - advertí a Jo.

Mas vodka para el body. Habria algun primer amor que hubiese acabado bien, en esta mesa? No creo.
- Justin, tu aun tienes esperranzas. - le di animos al muchacho. - Si...aplastaneitorra la prrimera tenia mas inteligencia que algunos niños, eso no puedo negarrlo. -me quedé pensativo.

Decidí mantener a Thoren bajo control mental un poco más, hasta que se apaciguase la cosa. Pasé también de mencionar nada de lo que dijo sobre los Descendientes, no tenía sentido alguno. Sí que tomé nota de la defensa férrea que hizo de él Aldaron, que parecía su nuevo mejor amigo por todo lo que decía. Se metía donde no le llamaban, tampoco conocía tanto a Thoren o a mí como para hacer esos juicios. Decidí callarme porque sería lo mejor en la situación que estábamos. Josephine también llegó para poner orden, algo en lo que estuve de acuerdo porque no se merecía que siguiésemos con las acusaciones. Además de eso me gustó que me dijese que iba elegante con la camisa, significaba que se había fijado en el detalle. Victorya seguía como sin querer hablar, por lo que supuse que estaba bastante incómoda con toda la situación.

Era el momento de retomar las conversaciones normales que se habían quedado pendientes con toda la confrontación inicial, además de empezar a probar la comida de Josephine. La pequeña no parecía nada alterada por la discusión anterior, se ve que con Yaroslav en casa se había acostumbrado a los gritos. Mejor, así no salía blandita y asustadiza. Nyara tendría que crecer en un mundo peligroso, y no quería que sufriera. Justin ya sabia lo que era tener una infancia complicada, y hasta diría que tenía cierto resquemor hacia mí por cosas como lo de sacarles de la base. - Claro, eráis muy pequeños y había peligro inminente. Teníamos que sacaros. - zanjé el tema Thoren y su tortuga, señalando las cosas que había dejado en el sofá, entre ellas la espada. - Después de cenar entrenamos, ya que no quieres contarnos lo de Chloe...- le miré de reojo encogiéndome de hombros, esperando picarlo para que hablase. No lo haría, estaba en una edad muy tímida. Eso me recordó a la pregunta que había dejado antes el elfo, la de nuestros primeros amores.

-¿Revolucionario francés? ¿Cuántos años tienes, Aldaron? - pregunté con bastante curiosidad, probando después unas cuantas cosas de los platos centrales mientras Yaroslav contaba su historia. Me dio bastante pena con lo de su primer amor, aunque ya sabía bastantes de las cosas que le sucedieron durante la época que estuvo en Rusia. - No creo que te odiase por tus hobbies...simplemente se acabaría la relación por otros motivos. - intenté que no se sintiese mal por eso, por lo que no insistí demasiado.

Después miré a Jo y a Nyara con una sonrisa, la mayoría ya sabía que la rubia había sido mi primera y única pareja. No estaba contando nada nuevo. - Josephine y yo nos conocimos en el colegio. Ella estaba un curso por encima de mí, aunque tardamos en ser algo más que amigos sobre todo porque al principio yo estaba tan tímido como Justin. - los recuerdos de aquella época eran bastante buenos, al menos hasta que nos separamos cuando entre en la Resistencia. - Apuesto que hubo una época en la que también le hubiese gustado tener la cerbatana esa de Aldaron para dispararme cuando me escapaba de la enfermería. Ya lo estoy dejando...- bromeé antes de echarme algo de vino en la copa, bebiendo un par de tragos mientras a Aldaron le entraba la paranoia con Thoren. No le quitaba ojo de encima y se ve que le parecía raro que sólo comiese. Relajé un poco el control mental, a partir de ahora podría hablar si le preguntaban, pero por el momento no podía proponer tema. - Se ve que no has visto comer a muchos rusos. Zampan mucho. - comenté encogiéndome de hombros para restarle importancia. Le hice un gesto de pregunta a Victorya, intentando meterla en la conversación para que no estuviese tan tensa. - ¿Y tú? Cuéntanos algo de antes de empezar a trabajar con la Alianza. ¿Algún amor adolescente?

Después de dejar a Lyosha en su torre, como buen caballero Black que era, y con los animos algo mas levantados por el mordisco que le habia pegado en el cuello (superaba los limites legales de alcohol en sangre y eso  habia sido un maravilloso descubrimiento) decidí que era hora de atender a una invitacion familiar. O algo asi.

Aparecí en la puerta, desde las sombras, con heridas medio abiertas aqui y allá, cubierto de sangre y otra cosa que no era sangre, que era lo que echaban esos androides cuando los reventabas de muchas maneras...Lyosha habia sido muy creativa haciendolos reventar.   Iba mas para Halloween que para navidades, eso desde luego...

- Uhh... - veia la puerta doble....hacia mucho que no me pasaba. Fui a abrirla pero arranqué el pomo de la puerta sin querer.  - Estoy invitado a entrar, maldita sea. Tengo mi invitación. Déjame entrar! He sido invitado! - increpé a la puerta, sacando mi invitacion con la letra de Jo y enseñándosela a dicha puerta, mientras la golpeaba con mi indice. La puerta se abrio por fuerza bruta, mas que otra cosa, pero a mi me bastó y entré a la casa. - Ya era hora.

Caminé siguiendo el aroma de la comida (y de las personas, pero que bien que vengo cenado ya)  localizando en el salon a muchos individuos festejando cuando entré. Detuve mis pasos, mirando la comida y la bebida, recordando el mal rato que me  habia hecho pasar el bourbon cuando acabé vomitandolo todo de manera desagradable, al poco de bajar a tierra.
- Feliz navidad....a todos. - dije deteniendome un momento, arrastrando las palabras de modo un tanto etilico. - Gracias por la invitación Jospehine, al principio no pensé venir, pero he decidido aprovechar vuestro tiempo, y ver a Nyara también. - saludé a la niña pequeña que me miraba raro.

Quedé bastante conforme cuando empezaron a comer. Al menos tenían la delicadeza de dejar sus temas a un lado para disfrutar de la noche, aunque sospechaba que aquello no duraría mucho.
Comencé a servir mi plato aún con Nya en mi regazo. Sonreí al escuchar a Yaros elogiar la comida, no eran más que unos cuantos ingredientes y un poco de ayuda mágica pero a pesar de ello a una siempre le agrada que hablen bien de su comida. Desvié la vista a Victorya, me preocupaba que se sintiese incómoda por todo aquel jaleo y alcé ambas cejas al verla tan callada y sin probar bocado.
-Victoria...¿Estás bien?no...¿no te gusta la comida?Puedo hacer otra cosa si quieres...
N lo dije a malas, es más, estaría encantada de hacerlo si eso reconfortaba a la morena. Nya mientras tanto hurgaba en el plato comiendo lo que le apetecía mientras tarareaba tranquilamente a su rollo. Escuché atenta la historia de Aldaron sobre su primer amor, fue escueta y me hacía preguntarme más cosas sobre el elfo pero ya se habían encargado de hacerle una de las preguntas que tenía en mente.
Comencé a comer cuando intervino Yaros, miré un momento a Thoren pillando aquello, seguramente ahora estaba de mal humor por la rusa, pero fruncí el ceño al verle comer tan..así. Abrí la boca para nombrar justo a Kirsten cuando Yaros me adviritó, hice un gesto como diciendo ok.No iba a ponerme a discutir sobre aquello, la verdad.
Tomé mi copa y pegué un trago mirando de reojo cuando Johan soltó tan tranquilo como nos conocimos. Continué con la vista clavada en él como si no pudiese apartarla hasta que relajó el tema con lo de la cervatana y solté una risa, dejando la copa sobre la mesa, por fin.
-No voy a negar que alguna vez he puesto un poco más de dosis tranquilizante de la que necesitabas realmente-Confesé medio en broma y miré a mi sobrino por fin, encogiendo mis hombros.-Tu tía estaba colada hasta los huesos del profesor de DCAO, como todas mis compañeras y...bastantes compañeros a decir verdad. -Apreté su hombro con mi mano sonriendo-Aunque yo creo que todo nos iría mejor si nuestro primer amor fuésemos nosotros mismos.
Tras aquello solté a mi sobrino volviendo a centrarme en la comida, sin embargo Aldaron comentó el peculiar comportamiento de Thoren. Miré al ruso, si...normalmente hubiese soltado alguna burrada. Desvié la vista a Johan cuando lo excusó por la comida y asentí mirando a Aldaron.-A veces se concentra demasiado-Di la razón al moreno,pero le pegué una disimulada patada a Johan en la pierna. No dudaba de mi poder para convencer a la gente de comportarse, sin embargo conocía bien quién tenía un poder real para hacerlo tan efectivamente.
Y de pronto la puerta se abrió estruendosamente dando paso a Sirius. Si bien le había invitado, dudaba que fuese a aparecer y menos....así.-OH!Sirius... -Sentí a Nya removerse en mi regazo.-Feliz navidad!emmm...- Miré a Johan un momento y después le señalé-¿Has visto Nya?Por eso cuando juegas con pintura hay que bañarse.
-Pero yo no me mancho tanto!-soltó entre indignada y algo dudosa-¿Solo tienes pintura roja?Yo te dejo, tengo más colores.-Ofreció después y saltó de mis piernas para ir en busca de sus pinturas.

Para ser una isla de seres mágicos, tienen pocos árboles en la ciudad. Dependen mucho del concreto y eso me resulta demasiado... humano.- Asintió a Aldaron cuando comenzó a decir aquello de tener un salón de plantas dentro del hospital, aunque quizás dentro no era buena idea. Era curioso saber que las plantas le hablaban a los elfos, y que eran cotillas. Eso de hacer charla iba a acabar por explotarle la cabeza, pero menos mal que a Aldaron solo tenías que darle cuerda para que siguiera hablando. Su nombre, en medio de las conversaciones, le hizo girar el rostro. Aún le era muy extraño que ella le hablara, pero hizo un esfuerzo.- No, todo se ve delicioso, tanto que no sé por dónde empezar, muchas gracias. Estoy bien.

Trató de dedicarle una sonrisa, pero es que eso de ser amable... pues no se le daba. Era educada, pero amable no precisamente. Cuando todos comenzaron a bullear a Justin con el tema de Chloe, entendió un poco por qué se encontraba tan incómoda en la situación. Bajar la guardia era muy complicado cuando te acostumbraste a estar siempre a la expectativa. Una familia más normal que se compartía cosas nunca había sido algo que anhelara, había aprendido que la individualidad era mejor. Mientras el resto se peleaba y se servía, tomó algún tazón con chícharos y patatas del que tomó un poco y comenzó a comer. Ya era buena hora para dejar la comida mezclada de embarazada y comer cosas sanas. Mientras tanto, ella también estaba intrigada por el revolucionario francés. Tanto que incluso puso más atención en Aldaron para escuchar esa respuesta.

Cuando Johan comenzó a hablar sobre su pasado con Josephine, no pudo evitar sentirse extraña de que fueran amigos. O amistosos. La gente mágica tenía que estar loca o los humanos muy mal, pero le era raro. Todo, todos, era raro. Casi se atragantó con el agua que bebía cuando Johan le preguntó a ella por su primer amor.- ¿Amor? Ninguno. Pero yo también tenía un profesor. Hacía la Historia muy apasionante. Le encantaban las revoluciones, conquistas y las cosas que acababan en...- Iba a decir "muerte", pero era un tema bastante escabroso para la cena, sobre todo en un país tan cerca de Alemania. Y entonces Sirius interrumpió en medio de la cena y comenzó a sentirse más tranquila. Las sombras ya no le decían, de mala manera, que aquella casa era de locos.

hablar sobre plantas siempre era bueno, me gustaban mucho, el comentario de victoria sin duda era interesante -Bueno, a mi me encantan los bosques pero no todo el mundo puede vivir en uno, aún así hay muchas zonas verdes en la isla, me gusta ir al invernadero de sofía o al bosque de Darwin- casi escupo lo que estaba bebiendo cuando Thoren hizo el comentario de la marihuana empezando a reírme por eso -si, esa da mucha alegría pero sin pasarse- porque yo tenía costumbre de fumarme alguna cosilla de vez en cuando o hacer unos brownies alegres.

No entendí muy bien que me agradecía el cuñado que no era cuñado pero bueno " de nada", pillé verdurita y cosas asadas con muy buena pinta dándole el cacho de pollo a Thoren. El pobre Justin había sido blanco de todas las miradas pero era tan inocente que me daban ganas de molestarlo, aún así lancé la pregunta sobre primeros amores a la mesa, el de Thoren ya lo conocía o eso creía, me contó algo aquella vez que lo invité a comer en el bar después de que me plantara un besazo en el hospital. No parecía estar de buen humor así que puse una mano en su brazo para frotarlo como si con eso lo reconfortara, su hermano también se dio cuenta de algo y empezó contando su historia -oye que mal, pero no era la adecuada, seguro que hay alguna buena chica por ahí... coladita por ti y que quiere estar contigo, nunca se sabe- si, hablaba de Chloe porque soy muy puto y me encanta el drama.

Johan me preguntó por mi edad y sonreí mientras me echaba el cabello hacia atrás -250 años muy bien llevados~ aunque el hospital me quita años de vida, que solo me dan disgustos, cuando me salga la primera cana me da una crisis- de eso estaba más que seguro y claro, ya no tenía polvazos esporádicos con Vishous porque el muy traidor ahora parecía tener lío con Sofía, que era maja y me caía bien ¿pero a mi quien me daba merengue? miré a Thoren y suspiré, la llevaba clara.  el resto fue contando sus historias y casi se me escapa un Awww con la historia de Johan y Josephine pero le eché un vistacillo rápido a Victorya que parecía estar en sus cosas y me estaba pensando echarle veritaserum en el vaso porque no hablaba ni cobrando.

La actitud de Thoren me hizo sospechar mucho, el primero en decirme que no pasaba nada fue Johan, entorné un poco los ojos desconfiando pero cuando Josephine dijo lo mismo me relajé -Thoren, bebe algo anda, que te vas a atragantar...- le serví algo de beber en un vaso y se lo acerqué esperando que me hiciera caso y pudiera beber pero entonces la puerta cayó abajo dejando ver al padre de los Black, me quedé atontao al verlo tan lleno de sangre y con ese aspecto, miré al resto en la mesa y el apuro de Josephine por explicarle la escena a la niña -Es que la pintura roja es de navidad... santa va de rojo! pero creo que este santa está muy flacucho- que bien se me daba hacerme el imbécil -creo que el abuelo debería ir a lavarse al baño- aunque este necesitaba un manguerazo, la pequeña se marchó a buscar sus pinturas y miré a johan y Josephine a ver si se llevaban al borracho que seguro se había escapado del hospital -otro Black que se escapa, viene de familia ¿eh?-

Mi única meta en ese momento era seguir comiendo muchísimo, y bebiendo de vez en cuando. Sí, lo de Irina me deprimía, pero yo seguía comiendo porque eso no me quitaba el hambre y ya no tenía remedio. Gruñí un poco a Yaroslav por el codazo, aunque su historia de amor no amor era aún peor. Recordaba bien a Idrial, el maldito Novgorod se la cargó de manera violenta. No me habían preguntado nada, así que seguí a lo mío, escuchando un poco a medias lo que me interesaba y pasando de lo que no. Después vino la historia de Josephine y Johan, pero yo opinaba que Jo debería estar con mi hermano. Hasta él era mejor padre para la niña. Resoplé, pero tampoco lo dije, por supuesto. En su lugar agarré un muslo de pollo, empezando a darle mordiscos que ofenderían a un vegetariano.

Rodé los ojos al escuchar lo de que Victorya no había tenido ningún amor. Normal, era conspiradora y malvada. Seguro que se tiraba a ese profesor para que le subiese nota. Obedecí al elfo cuando me ofreció el agua, poniéndole cara de perro agradecido y bebiendo de una, aunque me decepcionó que no fuese vodka. Tragué a lo pavo después de beber, mirando con avidez qué más podía coger de la mesa. Seguían sin preguntarme nada, así que no podía decir nada que no fuese una respuesta. Luego pegué un bote en la silla ante la aparición repentina de Sirius, acabando por soltar una carcajada al verlo tan sucio de sangre. La niña estaba un poco flipada y se creía todo lo que la madre le decía. Le habría dicho que era mucha sangre, mucha pupa. ¿Qué era eso de mentirles?

Bueno, aquello que había dicho de que lo chillaran porque iban a asustar a Nyara. Olvidadlo. Ella estaba más en su salsa que yo, y me dio un poquito de envidia no ser tan resulta como ella. De modo que permanecí muy correctamente sentado en mi asiento comiendo comida de chico sano sin importunar a nadie ni a nada con preguntas raras. Eso sí, iba captando todo lo que se me iba diciendo a mi alrededor. Y miradas fugaces, como aquella que me lanzó Yaros que hizo que me sintiera mal y preferí comer a mantenerle la mirada. -Qué obsesión con el tema, de verdad…- Dije con una punzadita de resquemor por tanta insistencia. De verdad, ya basta. FIN. La voy coger manía solo para que no me pregunten, pero es que es tan maja y tan agradable, y tan trabajadora, y tan buena persona… Suspiro de una forma muy lánguida.

La conversación sobre las plantas no me iba mucho, la verdad. Las plantas para los conejos y los veganos. Desconecté de la conversación sobre las plantas y se me vino a la cabeza Nichollas y lo que le había prometido a Belle. Más tarde iría a verles. Me revolví incómodo en el asiento en ese momento, pensando en que lo estaría pasando mal seguramente. Capté que me mencionaban, tratando de engancharme de nuevo a la conversación. Noviazgos. Uy, ese tema es de interés nacional. Y aquello de lo que quería hablar con la tía… bueno, creo que sería mejor para un día que no hubiera tanto público, comida o… no sabía muy bien cómo describir a Thoren con esa forma de comer… ¿salvajes? Me recordó a Valandil, maldita sea, ¿qué habrá sido de él? Pues no habríamos pasado tiempo con sus hijos en su choza. Aquello me hizo darme cuenta de que tenía el plato vacía desde hacía rato, sería mejor probar un poco de ensaladilla rusa, ahora que no parecía tóxica y la habían liberado. Oye, que lo mismo hasta estaba buena. Y me volvieron a mentar con lo de la timidez de modo que gruñí algo que nadie entendió y se centró en su recién adquirido plato de ensaladilla.

La historia de cómo se habían conocido mi padrino y mi tía me pareció de lo más cuqui, y me dio bastante pena que las cosas no estuvieran saliendo como se supone que deberían de haber salido. Entrecerré los ojos con la historia de Jo, pensando en lo del profesor. Yo conocía un profesor que daba clase en Hogwarts… defensa… ¿Lyran? Sí, creo que sí, porque mi padre daba Criaturas si mal no recuerdo de cuando me contaban cosas en la mazmorra de la residencia. Lo de querernos no lo entendí muy bien eso de querernos a nosotros mismos. Con todo el tema de los profesores me surgió una duda que revoloteaba en mi mente, de modo que tuve que soltarla. Esperé a que todos hicieran su ronda de amoríos (al parecer lo del colegio era un tema recurrente) y la solté -¿Os acordáis del resto de profesores? ¿Cómo eran las clases de mi padre?- Porque lo poco que recordaba de él eran sus ausencias o su lamentable estado actual.


El aporreo de la puerta me hizo asustarme y casi caigo al suelo. De hecho tuve un mini ataquito de ansiedad recordando los disparos en la biblioteca. En su lugar entra una cara conocida y trato de recobrar la compostura perdida. Sirius…. Le recordaba más….¿limpio? Le saludé alzando la mano, lo mismo ni se acordaba ya.