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Recuerdo del primer mensaje :
Barco volador de la Brigada de las Mil Grullas
El barco es una obra de ingeniería tecnomágica elaborado por Giordano Da Vinci y sus aprendices, en Ouroboros. Está diseñado para navegar por aire y mar, gracias a sus propulsores tecnomágicos y a sus velas mágicas, aunque necesita ser recargado de tanto en tanto.
Cuenta con escudos protectores para protegerse en caso de ataque, un sistema de invisibilidad y cañones de energía.
Una de sus salas, a modo de enfermería, está equipada con un tanque de bacta, para sanar las heridas más graves.
Y por supuesto no falta el ron, bien almacenado, para uso de sus tripulantes.
PLANO:
Tanque bacta: regenera 40 PS al día.
ESCUDOS BARCO: 2500 puntos. Una vez caen escudos, el barco comienza a recibir daños en los PS.
stats- 5000 PS
10 cañones 50 AT c/u
Off: tema móvil
Barco volador de la Brigada de las Mil Grullas
El barco es una obra de ingeniería tecnomágica elaborado por Giordano Da Vinci y sus aprendices, en Ouroboros. Está diseñado para navegar por aire y mar, gracias a sus propulsores tecnomágicos y a sus velas mágicas, aunque necesita ser recargado de tanto en tanto.
Cuenta con escudos protectores para protegerse en caso de ataque, un sistema de invisibilidad y cañones de energía.
Una de sus salas, a modo de enfermería, está equipada con un tanque de bacta, para sanar las heridas más graves.
Y por supuesto no falta el ron, bien almacenado, para uso de sus tripulantes.
PLANO:
Tanque bacta: regenera 40 PS al día.
ESCUDOS BARCO: 2500 puntos. Una vez caen escudos, el barco comienza a recibir daños en los PS.
stats- 5000 PS
10 cañones 50 AT c/u
Off: tema móvil
Lyosha Svensson
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Sonrió brevemente al oírlo decir que era culpable. Se preguntaba si realmente había gente que permanecía con esa esencia. Siguió escuchando, analizando, en silencio. Pero cuando escuchó lo del coche se le quedó mirando un largo rato pensando en aquellos tiempos en los que se movía en esos armastotes en Rusia, un sentimiento raro de nostalgia se anidó en ella -Puedes no frenarlo y llevarte a todo el mundo por delante- Le presentó la otra opción y sonrió de lado.
Caótica, caótica.
-¿Cuánto tardarán los magos en decir que los Souls no tienen derecho a la magia? ¿O los elfos en sacar la carta de inmortalidad y sabiduría? Es complicado, Lykaios pero si tú estás dispuesto a hacer ese esfuerzo…- Ladeó la cabeza -No cuentes conmigo- Se lo dijo de lleno -La política no es lo nuestro y tampoco rendirle cuentas a nadie. Quizás Khaled tenga otro punto de vista pero en este momento no lo veo factible.
El rostro de Lyosha se ensombreció brevemente cuando mencionó que pidiera más consejo a esa parte y los ojos le brillaron con una chispa algo críptica. Su corazón se saltó un latido pensando en cuándo había sido misericordiosa, tolerable o cuándo realmente Diana había tomado control de su cuerpo y recordó a Matvey con el ceño ligeramente fruncido. Era extraño porque el nigromante nada de relación tenía con ella pero despertaba esa parte en sí misma mientras Belialt sacaba a Diana pero por otras razones: Añoranza -Lykaios…No quieras ver el mundo arder. Ya viviste algo del infierno- Le dijo con un tono enigmático pero lo dejó allí. No tenía porqué vociferar lo que era y la historia detrás de aquella marca en la frente y su impoluto y largo cabello blanco.
Estrechó la mano sabiendo que, de momento, en ausencia de Khaled todo estaba tomando forma -Dos días, como mínimo. Tenemos nuevos Souls que iniciar y deben tener un entrenamiento exprés o nos puede jugar en contra- Mintió a medias, necesitaba encontrar a su hermano y empezaba a pensar que…
“Belialt”
Dirigió el pensamiento a través del vínculo que la unía a Khaled esperando que el demonio lo trajera de vuelta y pensando que era asquerosa esa dependencia -o incluso seguridad- de que Belialt podía mantenerlo a salvo cuando ella no.
Llamó al hipogrifo -No quiero a la rubia cerca de ningún soul. Te espero a ti o a cualquiera de los tuyos mañana en la mañana para compartir información- Se subió al hipogrifo y volvió la mirada hacia el Knox -En la puerta del frente, Lykaios. Los buenos modales dictan que se toque un par de veces- Soltó con rintintin antes de echar a volar fuera del barco hacia la torre de los Souls.
Caótica, caótica.
-¿Cuánto tardarán los magos en decir que los Souls no tienen derecho a la magia? ¿O los elfos en sacar la carta de inmortalidad y sabiduría? Es complicado, Lykaios pero si tú estás dispuesto a hacer ese esfuerzo…- Ladeó la cabeza -No cuentes conmigo- Se lo dijo de lleno -La política no es lo nuestro y tampoco rendirle cuentas a nadie. Quizás Khaled tenga otro punto de vista pero en este momento no lo veo factible.
El rostro de Lyosha se ensombreció brevemente cuando mencionó que pidiera más consejo a esa parte y los ojos le brillaron con una chispa algo críptica. Su corazón se saltó un latido pensando en cuándo había sido misericordiosa, tolerable o cuándo realmente Diana había tomado control de su cuerpo y recordó a Matvey con el ceño ligeramente fruncido. Era extraño porque el nigromante nada de relación tenía con ella pero despertaba esa parte en sí misma mientras Belialt sacaba a Diana pero por otras razones: Añoranza -Lykaios…No quieras ver el mundo arder. Ya viviste algo del infierno- Le dijo con un tono enigmático pero lo dejó allí. No tenía porqué vociferar lo que era y la historia detrás de aquella marca en la frente y su impoluto y largo cabello blanco.
Estrechó la mano sabiendo que, de momento, en ausencia de Khaled todo estaba tomando forma -Dos días, como mínimo. Tenemos nuevos Souls que iniciar y deben tener un entrenamiento exprés o nos puede jugar en contra- Mintió a medias, necesitaba encontrar a su hermano y empezaba a pensar que…
“Belialt”
Dirigió el pensamiento a través del vínculo que la unía a Khaled esperando que el demonio lo trajera de vuelta y pensando que era asquerosa esa dependencia -o incluso seguridad- de que Belialt podía mantenerlo a salvo cuando ella no.
Llamó al hipogrifo -No quiero a la rubia cerca de ningún soul. Te espero a ti o a cualquiera de los tuyos mañana en la mañana para compartir información- Se subió al hipogrifo y volvió la mirada hacia el Knox -En la puerta del frente, Lykaios. Los buenos modales dictan que se toque un par de veces- Soltó con rintintin antes de echar a volar fuera del barco hacia la torre de los Souls.
-Siempre habrán grupos que opinen eso. Como siempre habrán grupos que opinen que los humanos son escoria, o que a los licántropos hay que ejecutarlos... - pero la mujer parecía tener claro que ellos no iban a mediar en política. A decir verdad me habria gustado que me quitasen el marrón de encima, la Brigada tampoco era de hacer política. Aun asi, hariamos un esfuerzo. Aunque no fuera conjunto, como dejó en claro. - Las cosas claras. Trato hecho.
Asentí con la cabeza, los términos del trato se sustentarían. Algo parecio cambiar en ella cuando le sugerí usar mas a menudo su lado misericordioso y su mirada se ensombreció...atravesada por una chispa de algo raro. No entendí muy bien que tendria que ver eso con ver el mundo arder, pero su referencia al infierno... me encogió el corazon. Habían pocas cosas que lo lograban, esa era una de ellas. Aparté la mirada de ella y me sujeté a la baranda del barco, porque ahora mismo parecía que el suelo lleno de cadáveres se alzaba hacia mi para tragarme y el vértigo se apoderó de mi.
"Dos días?"
Eso suponía un día mas de agonia para nuestros compañeros, Dyos y Giordano. Eso si no planeaban una ejecución. Pero al mismo tiempo, necesitaba la informacion que me traería Red, y....Mérida. A ella también, aunque solo fuese su presencia.
- Ok. - me recompuse un poco y para entonces la mujer se estaba despidiendo. Fingí quitarme un sombrero delante de ella a modo de despedida. - Mañana me personaré yo mismo...en la puerta principal.
Después de eso, dejé la cubierta, dirigiéndome a la enfermería para comenzar a preparar el tanque de bacta para, en cuanto subiera Leila, hacerle un apaño con su oreja congelada....si es que era posible pegar aquello de nuevo. Igual no echaba de menos la oreja. Total, que me quedé haciendo los preparativos necesarios hasta su llegada.
Los dos dias siguientes iban a pasar muy lentos....
Asentí con la cabeza, los términos del trato se sustentarían. Algo parecio cambiar en ella cuando le sugerí usar mas a menudo su lado misericordioso y su mirada se ensombreció...atravesada por una chispa de algo raro. No entendí muy bien que tendria que ver eso con ver el mundo arder, pero su referencia al infierno... me encogió el corazon. Habían pocas cosas que lo lograban, esa era una de ellas. Aparté la mirada de ella y me sujeté a la baranda del barco, porque ahora mismo parecía que el suelo lleno de cadáveres se alzaba hacia mi para tragarme y el vértigo se apoderó de mi.
"Dos días?"
Eso suponía un día mas de agonia para nuestros compañeros, Dyos y Giordano. Eso si no planeaban una ejecución. Pero al mismo tiempo, necesitaba la informacion que me traería Red, y....Mérida. A ella también, aunque solo fuese su presencia.
- Ok. - me recompuse un poco y para entonces la mujer se estaba despidiendo. Fingí quitarme un sombrero delante de ella a modo de despedida. - Mañana me personaré yo mismo...en la puerta principal.
Después de eso, dejé la cubierta, dirigiéndome a la enfermería para comenzar a preparar el tanque de bacta para, en cuanto subiera Leila, hacerle un apaño con su oreja congelada....si es que era posible pegar aquello de nuevo. Igual no echaba de menos la oreja. Total, que me quedé haciendo los preparativos necesarios hasta su llegada.
Los dos dias siguientes iban a pasar muy lentos....
Esperé en silencio otro momento cuando, de pronto llegó a mí un olor que hizo que mis pupilas se encogieran estimuladas por mi instinto cazador. Solo tuve una respiración para percibirlo porque luego salí volando de aquel lugar hacia el cielo matutino desde donde tuve una vista panorámica de construcciones italianas típicas, atravesadas por el río serpenteante y con diferentes niveles dependiendo de las colinas.
Un fuerte golpe en el abdomen me quitó la respiración, había caído sobre el palo más alto que cruzaba de forma horizontal a uno de los mástiles y luego aterricé en la cubierta principal tosiendo. “Aún así fue mejor que la desaparición” pensé mientras me incorporaba y me tocaba el cuello para ver que el líquido se trataba de mi sangre. “¿“Su territorio” incluye el espacio aéreo?” me pregunté con mofa.
Fui al timón del barco en busca de Lykaios. -De nada y no creo que pueda ir al Coliseo, voy a ser un estorbo, me quedaré en el barco... o junto al ancla.- Dije para luego abrir la boca como en un bostezo para que salga la sangre que estaba tapando mi oído. Si podía elegir, siempre elegiría tierra firme. -Pude bañarme y lavar mi ropa, al fin.- Aunque ya se había vuelto a manchar con sangre. -¿Cleo puede hacer que me crezca una oreja nueva con su magia?- Pregunté mirando el tablero de control mientras mis nudillos estaban blancos de agarrarme de donde podía.
Un fuerte golpe en el abdomen me quitó la respiración, había caído sobre el palo más alto que cruzaba de forma horizontal a uno de los mástiles y luego aterricé en la cubierta principal tosiendo. “Aún así fue mejor que la desaparición” pensé mientras me incorporaba y me tocaba el cuello para ver que el líquido se trataba de mi sangre. “¿“Su territorio” incluye el espacio aéreo?” me pregunté con mofa.
Fui al timón del barco en busca de Lykaios. -De nada y no creo que pueda ir al Coliseo, voy a ser un estorbo, me quedaré en el barco... o junto al ancla.- Dije para luego abrir la boca como en un bostezo para que salga la sangre que estaba tapando mi oído. Si podía elegir, siempre elegiría tierra firme. -Pude bañarme y lavar mi ropa, al fin.- Aunque ya se había vuelto a manchar con sangre. -¿Cleo puede hacer que me crezca una oreja nueva con su magia?- Pregunté mirando el tablero de control mientras mis nudillos estaban blancos de agarrarme de donde podía.
Al final, Leila apareció en mi plano visual catapultada como si de una...pelota se tratase, o un OVNI, o un cohete elaborado por un equipo cientifico de hamsters. Que sabia yo de eso? Magia. Souls. Ferales. Quien los entendía?!
Como buen gato no cayó del todo mal y vino hacia donde estaba yo. Me quedé mirando el lado de su cara ensangrentado.
- De nada? No creo que tenga que darte las gracias por nada - le pregunté con una ceja alzada. No estaba cabreado, pero Lyosha podría haberle cortado otra cosa que no fuera la oreja y nos habriamos tenido que pelear de verdad. Saqué la cajita congelada con su oreja dentro, igualmente congelada y fui hacia ella haciendole un gesto con la cabeza para que me siguiera al interior del barco. - Ha venido y me ha tirado tu oreja al suelo y casi nos liamos a hostias la peliblanca y yo. Vamos a ver si te la podemos coser.
Oi lo que dijo, se autodescartaba de la mision pero el barco...
- El barco irá al Coliseo, lo necesitaremos como poder de ataque. Si no te ves con fuerzas para la misión quédate en tierra o únete al equipo que no vaya en el barco, que serán los soul. - chasqueé los dedos. - Ah, no, no puedes ir con los Soul. Y por tu cuenta mejor no ir.
Una vez en la enfermería abri la cajita y negué a lo de Cleo. - No creo que pueda, no, pero mira, igual no hace falta. Sientate ahi anda. - le indique que se pusiera en la camilla, primero tendría que desinfectar la herida y esas cosas. Yo no sabia coser, pero habia visto hacerlo. Y confiaba en que la magia hiciese el resto de magia de cicatrización y eso.... - se puede saber que te pasa con el barco? No pareces tú.
Como buen gato no cayó del todo mal y vino hacia donde estaba yo. Me quedé mirando el lado de su cara ensangrentado.
- De nada? No creo que tenga que darte las gracias por nada - le pregunté con una ceja alzada. No estaba cabreado, pero Lyosha podría haberle cortado otra cosa que no fuera la oreja y nos habriamos tenido que pelear de verdad. Saqué la cajita congelada con su oreja dentro, igualmente congelada y fui hacia ella haciendole un gesto con la cabeza para que me siguiera al interior del barco. - Ha venido y me ha tirado tu oreja al suelo y casi nos liamos a hostias la peliblanca y yo. Vamos a ver si te la podemos coser.
Oi lo que dijo, se autodescartaba de la mision pero el barco...
- El barco irá al Coliseo, lo necesitaremos como poder de ataque. Si no te ves con fuerzas para la misión quédate en tierra o únete al equipo que no vaya en el barco, que serán los soul. - chasqueé los dedos. - Ah, no, no puedes ir con los Soul. Y por tu cuenta mejor no ir.
Una vez en la enfermería abri la cajita y negué a lo de Cleo. - No creo que pueda, no, pero mira, igual no hace falta. Sientate ahi anda. - le indique que se pusiera en la camilla, primero tendría que desinfectar la herida y esas cosas. Yo no sabia coser, pero habia visto hacerlo. Y confiaba en que la magia hiciese el resto de magia de cicatrización y eso.... - se puede saber que te pasa con el barco? No pareces tú.
El sonido de la voz del peliazul se oía raro, todo se oía raro, para escucharlo bien apunté la oreja buena hacia él. -¿Ah no?¿Quién de los dos bajó del barco y les propuso a esos unirse al rescate de Dyos?- Pregunté señalando la torre ya que me refería a los Souls. El moreno de pelo blanco no tenía tiempo que perder, debíamos actuar. -Además existía la posibilidad de encontrar a los del Vaticano ocupando esa torre y al otro grupo muerto o que se hubieran aliado a los del Vaticano...- Frente a la torre hubo una batalla campal, el resultado pudo haber sido cualquiera.
Abrí los ojos con sorpresa al ver la cajita congelada, posé mis ojos verdes en el licántropo y lo seguí al interior aguantando las ganas de querer bajarme inmediatamente. Me agarraba fuerte de donde podía en un intento de no salir corriendo pero con cada oscilación de la embarcación flotante temía que fuera a avanzar y nunca volver a detenerse. -Ya veo que cualquiera puede entrar al barco.- Dije al saber que la peliblanca había estado en el barco. Eso sumado a lo llamativo que era, lo convertía en una gran desventaja.
-Aww eres el bruto más dulce del mundo.- Acote al saber que casi se pelean por mí. Cuando planteó la idea de coser la oreja pensé que Cleo ya había vuelto y que sería suya la tarea así que puse a mis sentidos en alerta en busca de su olor o del sonido de su voz pero no encontré pistas recientes de ella. -Me esconderé por ahí, ustedes mándenme su ubicación cuando terminen la misión y nos encontramos donde ustedes digan.- Se me había ocurrido también emborracharme mucho para terminar inconsciente y así poder ir en el barco pero, si el viejo león me percibía, todo se complicaría a pesar de estar desmayada.
Al llegar a la enfermería y oír sus palabras, alterné la mirada entre la camilla y él con expresión preocupada. Era la primera vez que veía ese lugar y me daba mala espina. Mantuve mis ojos sobre la camilla mentalizándome para ir y sentarme. “Vas a avanzar y vas a sentarte ahí aaahora...” pero mi cuerpo se negaba a moverse del quicio de la puerta así que solté un gemido de angustia. Abrí los ojos como platos al sospechar las intenciones de Lykaios; él con una aguja + el barco volador = desastre.
-Me da miedo volar.- Admití cabizbaja. -Solo puedo viajar en éste barril flotante estando inconsciente y cuando se queda quieto me da la sensación que va a volver a moverse cuando menos me lo espere.- Fruncí los labios pensando en soluciones y me quité la chaqueta cuando se me ocurrió algo. -Ten, practica coser en mi chaqueta, tiene un agujero aquí.- Le señalé la rotura a la altura del hombro, donde la peliblanca me había herido con un cuchillo, y le tendí la prenda al peliazul esperando que la agarre. -¿Qué opinas si esperamos a Cleo? o podemos bajar y me coses la oreja en un lugar que no se balancee con el viento.- Propuse visiblemente nerviosa.
Abrí los ojos con sorpresa al ver la cajita congelada, posé mis ojos verdes en el licántropo y lo seguí al interior aguantando las ganas de querer bajarme inmediatamente. Me agarraba fuerte de donde podía en un intento de no salir corriendo pero con cada oscilación de la embarcación flotante temía que fuera a avanzar y nunca volver a detenerse. -Ya veo que cualquiera puede entrar al barco.- Dije al saber que la peliblanca había estado en el barco. Eso sumado a lo llamativo que era, lo convertía en una gran desventaja.
-Aww eres el bruto más dulce del mundo.- Acote al saber que casi se pelean por mí. Cuando planteó la idea de coser la oreja pensé que Cleo ya había vuelto y que sería suya la tarea así que puse a mis sentidos en alerta en busca de su olor o del sonido de su voz pero no encontré pistas recientes de ella. -Me esconderé por ahí, ustedes mándenme su ubicación cuando terminen la misión y nos encontramos donde ustedes digan.- Se me había ocurrido también emborracharme mucho para terminar inconsciente y así poder ir en el barco pero, si el viejo león me percibía, todo se complicaría a pesar de estar desmayada.
Al llegar a la enfermería y oír sus palabras, alterné la mirada entre la camilla y él con expresión preocupada. Era la primera vez que veía ese lugar y me daba mala espina. Mantuve mis ojos sobre la camilla mentalizándome para ir y sentarme. “Vas a avanzar y vas a sentarte ahí aaahora...” pero mi cuerpo se negaba a moverse del quicio de la puerta así que solté un gemido de angustia. Abrí los ojos como platos al sospechar las intenciones de Lykaios; él con una aguja + el barco volador = desastre.
-Me da miedo volar.- Admití cabizbaja. -Solo puedo viajar en éste barril flotante estando inconsciente y cuando se queda quieto me da la sensación que va a volver a moverse cuando menos me lo espere.- Fruncí los labios pensando en soluciones y me quité la chaqueta cuando se me ocurrió algo. -Ten, practica coser en mi chaqueta, tiene un agujero aquí.- Le señalé la rotura a la altura del hombro, donde la peliblanca me había herido con un cuchillo, y le tendí la prenda al peliazul esperando que la agarre. -¿Qué opinas si esperamos a Cleo? o podemos bajar y me coses la oreja en un lugar que no se balancee con el viento.- Propuse visiblemente nerviosa.
- Oh vamos Leila! - le dije soltando una sonora carcajada jocosa. - Tú practicamente te dejaste caer, fuiste secuestrada, torturada y casi te matan. De diplomacia, poco. Eso podría haberlo hecho hasta Vyras que no habla.... - le di unas palmadas en la espalda. - Un consejo. Déjame a mi las negociaciones la proxima vez.
De camino, agarré unas cuantas botellas de whisky porque seamos sinceros, leila iba a necesitarlas.
- Mmmm. No, los soul nunca se aliarian con los del Vaticano. Los Soul defienden que la magia sea para todos. Los del Vaticano son puristas. La magia...solo para magos.
Abri una botella whisky y se la pasé a Leila para que empezase a beber. Dejé las otras dos encima de la mesa, abrí una cuarta y pegué un largo trago, comenzando a desinferctar agujas, preparar gasas e hilo....y conectar el tanque.
- Eh, pues si....no tenía los escudos activados cuando Lyosha hizo su entrada de reina del mal. - asentí cuando dijo lo de mandar la ubicacion, ya tenia la aguja lista y todo eso....madre mia, a ver que tal salia la cosa. - Si...pero tu lleva cuidado. Esperamos encontrar a Dyospiros y a Giordano en el Coliseo. Ojalá estén bien. Esto es muy chungo, Leila. El mundo...en general...
Leila me miraba como aterrorizada porque yo iba a ser su enfermero asi que le señale la botella de whisky con un gesto de mi cabeza, y luego a la camilla, varias veces, para que me hiciera caso.
- Emborráchate de una puñetera vez y dejame hacer el trabajo, se va a descongelar la oreja y se va a echar a perder!
Asi que le daba miedo volar. Uhm....no era vertigo, era miedo a volar?
- Piensa que el barco no vuela. Flota. - mi argumento era maravilloso asi que yo tambien eché otro trago, a su salud, con una peligrosa sonrisa en la cara. - Como va esa cabeza? Te da vueltas ya?
Miré su chaqueta con cara de "vamos, en serio?"
- Se coser tela, Leila. Era puto pobre! Me cosía la ropa constantemente. Y luego no hacia mas que reventarla con mis transformaciones. Coso que flipas de bien, moza. - la obligué a beber mas y negue con la cabeza. - nonono, aqui estamos bien, tenemos materiales desinfectantes.
Me limpié las manos mazo bien, desinfectado todo, y cogí aguja e hilo. Saqué su pobre oreja, si queria recuperarla, tendria que cosersela y curarla con magia cuanto antes, asi que la miré, como no se bebiese las dos botellas de whisky le soltaba un puñetazo y arreglao. Que tenia que coserla, coño. En cuanto estuviese grogui, lo haría.
Cuando pude terminar de hacerle el apaño a Leila y la dejé en el chusme curativo aquel, me dispuse a reunirme con Ben, que tenía cosas que contarme....cosas utiles.
Despues de eso, tocaba hacerles una visitilla a los Soul...pero por la puerta principal.
De camino, agarré unas cuantas botellas de whisky porque seamos sinceros, leila iba a necesitarlas.
- Mmmm. No, los soul nunca se aliarian con los del Vaticano. Los Soul defienden que la magia sea para todos. Los del Vaticano son puristas. La magia...solo para magos.
Abri una botella whisky y se la pasé a Leila para que empezase a beber. Dejé las otras dos encima de la mesa, abrí una cuarta y pegué un largo trago, comenzando a desinferctar agujas, preparar gasas e hilo....y conectar el tanque.
- Eh, pues si....no tenía los escudos activados cuando Lyosha hizo su entrada de reina del mal. - asentí cuando dijo lo de mandar la ubicacion, ya tenia la aguja lista y todo eso....madre mia, a ver que tal salia la cosa. - Si...pero tu lleva cuidado. Esperamos encontrar a Dyospiros y a Giordano en el Coliseo. Ojalá estén bien. Esto es muy chungo, Leila. El mundo...en general...
Leila me miraba como aterrorizada porque yo iba a ser su enfermero asi que le señale la botella de whisky con un gesto de mi cabeza, y luego a la camilla, varias veces, para que me hiciera caso.
- Emborráchate de una puñetera vez y dejame hacer el trabajo, se va a descongelar la oreja y se va a echar a perder!
Asi que le daba miedo volar. Uhm....no era vertigo, era miedo a volar?
- Piensa que el barco no vuela. Flota. - mi argumento era maravilloso asi que yo tambien eché otro trago, a su salud, con una peligrosa sonrisa en la cara. - Como va esa cabeza? Te da vueltas ya?
Miré su chaqueta con cara de "vamos, en serio?"
- Se coser tela, Leila. Era puto pobre! Me cosía la ropa constantemente. Y luego no hacia mas que reventarla con mis transformaciones. Coso que flipas de bien, moza. - la obligué a beber mas y negue con la cabeza. - nonono, aqui estamos bien, tenemos materiales desinfectantes.
Me limpié las manos mazo bien, desinfectado todo, y cogí aguja e hilo. Saqué su pobre oreja, si queria recuperarla, tendria que cosersela y curarla con magia cuanto antes, asi que la miré, como no se bebiese las dos botellas de whisky le soltaba un puñetazo y arreglao. Que tenia que coserla, coño. En cuanto estuviese grogui, lo haría.
Cuando pude terminar de hacerle el apaño a Leila y la dejé en el chusme curativo aquel, me dispuse a reunirme con Ben, que tenía cosas que contarme....cosas utiles.
Despues de eso, tocaba hacerles una visitilla a los Soul...pero por la puerta principal.
Mérida Pyro
Raza
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puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El viaje a Roma había sido… horroroso. Habían tenido que parar en varias ocasiones y la verdad no sólo por el bebé y las horas de lactancia sino por el cansancio anormal que tenía Mérida por atender al bebé sola. Siempre pensó que con Kyllian sería todo más fácil pero… El ya no estaba y no porque no quisiera sino…
Supuso que eso también la agotaba, estar pensando constantemente en qué había sido de él. Y la ausencia de Anteia. Su parto al final lo había atendido otro medimago y Mérida se había sentido profundamente sola así que el mensaje del peliazul había llegado en el momento preciso. Cuando divisó el barco, en seguida se puso a llorar porque sabía que ahí estaría su familia para, al menos, achucharla fuerte y contarle anécdotas únicas.
Su compañero de vuelo había sido un sol y no se había quejado de nada. Tenía que agradecerle tanto al jefe que le enviará a Vyras porque no estaba segura de haber llegado tan rápido de hacerlo sola. Guió el hipogrifo con cuidado para que estacionaria en la cubierta con lentitud. Gracias a los dioses elementales que no había visto la masacre de abajo y que tenía la nariz llena de mocos porque sino…
Apretó el bulto que tenía contra su pecho, arrebujado en una de esas cosas que Kyllian había insistido en comprar y que mantenía a su bebé calientito. Al final, había tenido que elegir el nombre ella y había optado por Kendrick, le parecía bonito que tuviera las mismas iniciales que su padre aunque si el futuro se proyectaba como el presente acabaría siendo Kendrick Pyro a secas.
Los bultos que llevaban el hipogrifo y Vyras, Mérida los levitó fuera de ellos y se preguntó si había alguien -Estamos en casa- Le dijo a la quimera que echó a andar y la pelirroja miró hacia el pequeñajo entre sus pechos -Y tu también. Te gustará... verás- Le acarició suavemente la mejilla antes de bajarle el gorrito y seguir el camino que había hecho Vyras mientras se limpiaba la cara.
Supuso que eso también la agotaba, estar pensando constantemente en qué había sido de él. Y la ausencia de Anteia. Su parto al final lo había atendido otro medimago y Mérida se había sentido profundamente sola así que el mensaje del peliazul había llegado en el momento preciso. Cuando divisó el barco, en seguida se puso a llorar porque sabía que ahí estaría su familia para, al menos, achucharla fuerte y contarle anécdotas únicas.
Su compañero de vuelo había sido un sol y no se había quejado de nada. Tenía que agradecerle tanto al jefe que le enviará a Vyras porque no estaba segura de haber llegado tan rápido de hacerlo sola. Guió el hipogrifo con cuidado para que estacionaria en la cubierta con lentitud. Gracias a los dioses elementales que no había visto la masacre de abajo y que tenía la nariz llena de mocos porque sino…
Apretó el bulto que tenía contra su pecho, arrebujado en una de esas cosas que Kyllian había insistido en comprar y que mantenía a su bebé calientito. Al final, había tenido que elegir el nombre ella y había optado por Kendrick, le parecía bonito que tuviera las mismas iniciales que su padre aunque si el futuro se proyectaba como el presente acabaría siendo Kendrick Pyro a secas.
Los bultos que llevaban el hipogrifo y Vyras, Mérida los levitó fuera de ellos y se preguntó si había alguien -Estamos en casa- Le dijo a la quimera que echó a andar y la pelirroja miró hacia el pequeñajo entre sus pechos -Y tu también. Te gustará... verás- Le acarició suavemente la mejilla antes de bajarle el gorrito y seguir el camino que había hecho Vyras mientras se limpiaba la cara.
Me encontraba tirado a la bartola en la cubierta del barco, tumbado boca arriba con las manos tras la cabeza mientras observaba el cielo primaveral. Había aprovechado para tomar un rato el sol, arremangándome las mangas de la camisa para lucir mis poderosísimos bíceps. El trabajo de negociación se lo dejaba a Lykaios, que se me daba mejor y a mí no me apetecía ir a ver a la vieja Soul esa. Además, ya llevaba días de negociaciones con mis colegas mafiosos, que se apañase él con el otro grupo secta rarito. Acabé por desperezarme tras un rato, incorporándome de manera repentina al escuchar la llegada de Vyras.
- ¡Vyras, amigo! - me puse en pie sonriente, mucho más al ver que venía con Mérida. Corrí hacia ellos, abrazando primero a la quimera y después a mi amiga. - ¡Ya era hora! - enseguida me di cuenta de que llevaba a su bebé en brazos, así que no la espachurré casi por ese motivo. - ¡Anda! ¡si vienes con tu criatura nueva! ¿Qué tal estáis los dos?- por suerte no venía el retrasado del padre, cosa que habría sido muy tensa porque a mí al menos me caía como el culo después del incidente del juicio y demás.
- Has hecho bien en venir. Un espíritu salvaje como el tuyo no es para estar encerrado en una vida tradicional. Te habrías acabado marchitando. - o tal vez se hubiese acostumbrado, a saber... - Lykaios no está, ha ido a una reunión con los Soul. Aquí hay bastante jaleo montado, muy seguro no es...pero bueno, no pasa nada. También está aquí Imram con su hijo pequeño. Mientras que no salgas del barco todo bien.
- ¡Vyras, amigo! - me puse en pie sonriente, mucho más al ver que venía con Mérida. Corrí hacia ellos, abrazando primero a la quimera y después a mi amiga. - ¡Ya era hora! - enseguida me di cuenta de que llevaba a su bebé en brazos, así que no la espachurré casi por ese motivo. - ¡Anda! ¡si vienes con tu criatura nueva! ¿Qué tal estáis los dos?- por suerte no venía el retrasado del padre, cosa que habría sido muy tensa porque a mí al menos me caía como el culo después del incidente del juicio y demás.
- Has hecho bien en venir. Un espíritu salvaje como el tuyo no es para estar encerrado en una vida tradicional. Te habrías acabado marchitando. - o tal vez se hubiese acostumbrado, a saber... - Lykaios no está, ha ido a una reunión con los Soul. Aquí hay bastante jaleo montado, muy seguro no es...pero bueno, no pasa nada. También está aquí Imram con su hijo pequeño. Mientras que no salgas del barco todo bien.
- Post Lyka:
- Lykaios Knox escribió:- Oh vamos Leila! - le dije soltando una sonora carcajada jocosa. - Tú practicamente te dejaste caer, fuiste secuestrada, torturada y casi te matan. De diplomacia, poco. Eso podría haberlo hecho hasta Vyras que no habla.... - le di unas palmadas en la espalda. - Un consejo. Déjame a mi las negociaciones la proxima vez.
De camino, agarré unas cuantas botellas de whisky porque seamos sinceros, leila iba a necesitarlas.
- Mmmm. No, los soul nunca se aliarian con los del Vaticano. Los Soul defienden que la magia sea para todos. Los del Vaticano son puristas. La magia...solo para magos.
Abri una botella whisky y se la pasé a Leila para que empezase a beber. Dejé las otras dos encima de la mesa, abrí una cuarta y pegué un largo trago, comenzando a desinferctar agujas, preparar gasas e hilo....y conectar el tanque.
- Eh, pues si....no tenía los escudos activados cuando Lyosha hizo su entrada de reina del mal. - asentí cuando dijo lo de mandar la ubicacion, ya tenia la aguja lista y todo eso....madre mia, a ver que tal salia la cosa. - Si...pero tu lleva cuidado. Esperamos encontrar a Dyospiros y a Giordano en el Coliseo. Ojalá estén bien. Esto es muy chungo, Leila. El mundo...en general...
Leila me miraba como aterrorizada porque yo iba a ser su enfermero asi que le señale la botella de whisky con un gesto de mi cabeza, y luego a la camilla, varias veces, para que me hiciera caso.
- Emborráchate de una puñetera vez y dejame hacer el trabajo, se va a descongelar la oreja y se va a echar a perder!
Asi que le daba miedo volar. Uhm....no era vertigo, era miedo a volar?
- Piensa que el barco no vuela. Flota. - mi argumento era maravilloso asi que yo tambien eché otro trago, a su salud, con una peligrosa sonrisa en la cara. - Como va esa cabeza? Te da vueltas ya?
Miré su chaqueta con cara de "vamos, en serio?"
- Se coser tela, Leila. Era puto pobre! Me cosía la ropa constantemente. Y luego no hacia mas que reventarla con mis transformaciones. Coso que flipas de bien, moza. - la obligué a beber mas y negue con la cabeza. - nonono, aqui estamos bien, tenemos materiales desinfectantes.
Me limpié las manos mazo bien, desinfectado todo, y cogí aguja e hilo. Saqué su pobre oreja, si queria recuperarla, tendria que cosersela y curarla con magia cuanto antes, asi que la miré, como no se bebiese las dos botellas de whisky le soltaba un puñetazo y arreglao. Que tenia que coserla, coño. En cuanto estuviese grogui, lo haría.
Cuando pude terminar de hacerle el apaño a Leila y la dejé en el chusme curativo aquel, me dispuse a reunirme con Ben, que tenía cosas que contarme....cosas utiles.
Despues de eso, tocaba hacerles una visitilla a los Soul...pero por la puerta principal.
Rodé los ojos ante las carcajadas de Lykaios -Bien, yo me encargaré de sacarte a rastras de aquí, a ver si así te apresuras a hacer las negociaciones.- El estado de Dyospiros era incierto, podía estar muerto, podían estar torturándolo, ah, pero el señor lobo debía tomarse su tiempo para la diplomacia. -Yo mataba seres mágicos para la Alianza Humana, las cosas cambian.- Respondí a su comentario sobre lo imposible que era que los souls se aliaran con los del Vaticano mientras agarraba la botella de whisky que me pasó para luego darle un buen trago que quemó su camino por mi garganta. Las motivaciones se modifican, nada es fijo. -Y que los del vaticano hubieran tomado la torre porque mataron a los souls seguía siendo una opción.- Dije mientras veía al peliazul manipular las cosas de aquel lugar y bebí más alcohol.
-Entonces mantén los escudos activados todo el tiempo, en Turín los del Vaticano podrían haber subido y los que vieron la cubierta pueden aparecer allí cuando se les cante el culo.- Aquel barco nos iba a traer demasiados problemas. Tragué más de ese líquido ambarino para ver si matando algunas neuronas me olvidaba de las preocupaciones y de cómo oscilaba esa lata de sardinas. -Tendré mucho cuidado.- Dije ya comenzando a arrastrar las palabras por el inicio de la borrachera para después darle otro gran trago de whisky. Seguía sin entender qué pintaba ese tal Giordano en todo eso pero me daba bastante igual. -¿Aguardas todo el tiempo del mundo para hablar con esa gente pero no puedes esperarme un momento? ¡Ya voy!- Como si fuera tan fácil.
Con la botella empinada arrugué el gesto cuando salió con eso de que el barco flotaba dejando ver que no entendía la diferencia con volar y le hice un gesto con la mano de “en un minuto” como respuesta a su pregunta de si ya me daba vueltas la cabeza. Una vez que terminé de tomarme todo el líquido de la botella, iba a protestar argumentando que tal vez él cosía bien pero, si yo lo veía coser la chaqueta, tendría menos miedo, sin embargo otro pico de botella ocupó mi boca así que me dediqué a beber esa nueva botella de whisky. Ya me sentía más floja pero necesité una tercera botella para quedar inconsciente y dejar al licántropo ponerme la oreja y acomodarme dentro del tanque sanador. Al despertar salí de ahí, me abastecí como para andar escondida durante bastante tiempo y dejé el barco rumbo a un paradero desconocido gruñendo por lo bajo porque el dolor en las manos y en los pies había vuelto.
Mérida Pyro
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Al ver a Ben saludar a Vyras, Mérida sonrió abiertamente y su corazón se incendió de alegría al ver la sonrisa del pelirrojo. Era eso lo que necesitaba. Estar en casa. Le respondió el abrazo con fuerza aunque el tuviera cuidado por Kendrick, y aunque por un momento se alejó Mer no estaba preparada aún para soltarlo y volvió a rodearlo con los brazos para estrecharlo. Había hecho lo mismo con Vyras.
-Estoy feliz...ahora que estoy aquí- Dijo con sinceridad antes de apartarse un poco y moverse para que Ben pudiera ver a Kendrick aún dormido entre sus pechos, como si nada hubiese pasado -Este pronto se va a despertar con hambre- Ya lo podía sentir en los pechos, pero tenía un par de minutos para adecentarse y quizás elegir camarote.
Le bajó de nuevo el sombrerito y luego miro a Ben cuando le hablo, enganchando su brazo al de él -Kyllian me había conseguido un trabajo de escritorio y todo… lo único que hacía era comer .. y hacer cosas de un censo en la isla. Era bastante aburrido… pero ahora que no está, no hay nada que me ate a Ouroboros- Resumió, aunque sabía que quizás luego vendrían las preguntas. No sabía si de Ben o del jefe. Pero fijo que querrían saber qué había pasado.
-La seguridad está sobrevalorada- Le saco la lengua y luego miro alrededor, al cielo despejado y el sol que le calentaba el rostro con una felicidad que no podía explicar -Cuentamelo todo- Le dijo al recordar lo del jaleo y eso de la reunión con los Souls le parecía bastante curioso -¿Ha ido Cleo con él para ver a su novio?- Al menos hasta donde sabía era pareja del tipo emo pero fornido. Mérida se le quedó mirando un momento a Ben y luego soltó un pequeño suspiro de felicidad para abrazarlo ooootra vez con fuerza -Os he extrañado a todos. ¿Viste cuántas veces encendí tu lamparita?- Le preguntó por el regalo que le habían hecho antes de irse. A todos en realidad.
-Estoy feliz...ahora que estoy aquí- Dijo con sinceridad antes de apartarse un poco y moverse para que Ben pudiera ver a Kendrick aún dormido entre sus pechos, como si nada hubiese pasado -Este pronto se va a despertar con hambre- Ya lo podía sentir en los pechos, pero tenía un par de minutos para adecentarse y quizás elegir camarote.
Le bajó de nuevo el sombrerito y luego miro a Ben cuando le hablo, enganchando su brazo al de él -Kyllian me había conseguido un trabajo de escritorio y todo… lo único que hacía era comer .. y hacer cosas de un censo en la isla. Era bastante aburrido… pero ahora que no está, no hay nada que me ate a Ouroboros- Resumió, aunque sabía que quizás luego vendrían las preguntas. No sabía si de Ben o del jefe. Pero fijo que querrían saber qué había pasado.
-La seguridad está sobrevalorada- Le saco la lengua y luego miro alrededor, al cielo despejado y el sol que le calentaba el rostro con una felicidad que no podía explicar -Cuentamelo todo- Le dijo al recordar lo del jaleo y eso de la reunión con los Souls le parecía bastante curioso -¿Ha ido Cleo con él para ver a su novio?- Al menos hasta donde sabía era pareja del tipo emo pero fornido. Mérida se le quedó mirando un momento a Ben y luego soltó un pequeño suspiro de felicidad para abrazarlo ooootra vez con fuerza -Os he extrañado a todos. ¿Viste cuántas veces encendí tu lamparita?- Le preguntó por el regalo que le habían hecho antes de irse. A todos en realidad.
- Nosotros también estamos felices de tenerte aquí. - le pasé el brazo sobre los hombros a Mérida, sonriente al saber que estaba bien. Le eché un vistazo al enfundado bebé que llevaba consigo, intentando hacer memoria de si ella había llegado a decirnos si era niño o niña. Por suerte se refirió al bebé como "este" y no tuve que hacer la pregunta que me dejaría como despistado supremo. - Puedo ofrecerle un bocata de albóndigas. - bromeé con lo de que necesitaría comer, enganchando después un brazo al de la pelirroja. - Enseguida te llevo a un camarote para que podáis descansar, ha sido un viaje largo. Por cierto, ¿qué nombre le has puesto al enano?- comencé a caminar con ella por la cubierta, mientras me contaba lo de su aburrido trabajo de oficina y lo de que el otro no estaba. Ya me extrañaba a mí que no le hubiese montado un drama por venirse con nosotros.
- Meh, al final yo creo que fue un simple accidente en tu vida. Ni te rayes. Era una dramaqueen, qué quieres que te diga. Aunque bueno, sacaste de positivo el folleteo durante una temporada y que ahora tienes un pequeño minimerido al que quieres mucho. Aquí no le faltará de nada, crecerá en comunidad. - y siendo libre, la vida con la Brigada le haría tener otra perspectiva del mundo. Señalé con el pulgar hacia la borda, queriendo referirme a la situación en tierra firme. - Te voy a hacer un súper resumen. Hay magos chungos dictadores y un Papa diabólico. Yo me he hecho amigo de unos mafiosos, que empezaron puteándonos pero ahora son aliados. Los malos son los dictadores, que los llaman guardiani. Se llevaron a Dyos al coliseo, y estamos terminando el plan para rescatarlo a él y a todos los que tienen ahí. Da Vinci vino con nosotros, pero tampoco sabemos dónde está. Ah, los Soul también han venido, y ahora Lykaios ha ido a una reunión con ellos para aliarnos y cumplir los dos objetivos: sacar a los esclavos del coliseo y derrotar al Papa y su gobierno. - saqué pecho, orgulloso por mi capacidad de síntesis. Para que luego dijesen que era estúpido. Puse cara de no tener ni idea de lo de Cleo y su novio raro, a saber.
- No, ella ha estado muy pesada con querer venir a todos lados aún estando herida. No tengo ni idea de si ha visto ya a su novio o no. - comencé a bajar la escalera hacia los camarotes para guiarla a alguno, haciéndole tour de paso por el maravilloso barco de Giordano. Era de los mejores que habíamos tenido jamás. Volví a achucharla cuando ella lo hizo conmigo, aunque quedándome con cara de póker cuando me dijo lo de la lamparita. Lo cierto es que no me acordaba de nada. Iba a ser verdad que el alcohol mataba neuronas.
- ¡Ahhh! sí, sí, claro...la lamparita...de esas que tienen luces, como todas las lámparas. - reí como si supiese de lo que hablaba, aunque ni puta idea. Finalmente llegamos a un camarote amplio en el que podía estar cómoda con su crío, abriendo la puerta para dejarle paso.
- Meh, al final yo creo que fue un simple accidente en tu vida. Ni te rayes. Era una dramaqueen, qué quieres que te diga. Aunque bueno, sacaste de positivo el folleteo durante una temporada y que ahora tienes un pequeño minimerido al que quieres mucho. Aquí no le faltará de nada, crecerá en comunidad. - y siendo libre, la vida con la Brigada le haría tener otra perspectiva del mundo. Señalé con el pulgar hacia la borda, queriendo referirme a la situación en tierra firme. - Te voy a hacer un súper resumen. Hay magos chungos dictadores y un Papa diabólico. Yo me he hecho amigo de unos mafiosos, que empezaron puteándonos pero ahora son aliados. Los malos son los dictadores, que los llaman guardiani. Se llevaron a Dyos al coliseo, y estamos terminando el plan para rescatarlo a él y a todos los que tienen ahí. Da Vinci vino con nosotros, pero tampoco sabemos dónde está. Ah, los Soul también han venido, y ahora Lykaios ha ido a una reunión con ellos para aliarnos y cumplir los dos objetivos: sacar a los esclavos del coliseo y derrotar al Papa y su gobierno. - saqué pecho, orgulloso por mi capacidad de síntesis. Para que luego dijesen que era estúpido. Puse cara de no tener ni idea de lo de Cleo y su novio raro, a saber.
- No, ella ha estado muy pesada con querer venir a todos lados aún estando herida. No tengo ni idea de si ha visto ya a su novio o no. - comencé a bajar la escalera hacia los camarotes para guiarla a alguno, haciéndole tour de paso por el maravilloso barco de Giordano. Era de los mejores que habíamos tenido jamás. Volví a achucharla cuando ella lo hizo conmigo, aunque quedándome con cara de póker cuando me dijo lo de la lamparita. Lo cierto es que no me acordaba de nada. Iba a ser verdad que el alcohol mataba neuronas.
- ¡Ahhh! sí, sí, claro...la lamparita...de esas que tienen luces, como todas las lámparas. - reí como si supiese de lo que hablaba, aunque ni puta idea. Finalmente llegamos a un camarote amplio en el que podía estar cómoda con su crío, abriendo la puerta para dejarle paso.
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-Ya tiene suficientes albondigas con estas- Le dijo Mérida balanceando sus pechos, uno en cada mano -Pero seguro se hará fan. Aún así, yo si me como el bocata- Lo de descansar le venia bastante bien, tras todo el viaje tenía los muslos realmente cansados y la cadera mucho más. En realidad… estaba reventada pero una buena siesta si su bebé se comportaba… -Kendrick- Le sonrió a Ben -Es un nombre escoces, ya sabes. Mi mamá y Kyllian también era…es..Bueno, Kendrick tiene ascendencia escocesa- Prefirió no seguir con el tema y avanzó con Ben.
Ben tenía razón, crecería en comunidad y la verdad es que se detuvo un momento -Por fa, no hables mal de Kyllian. No me hace sentir bien- Le expresó con el ceño brevemente fruncido porque se dio cuenta de que él también dijo “era” y no “es”. Se miró la palma de la mano. No sabía si había muerto y, si lo hacía, la marca quedaría? Tensó los labios y negó con la cabeza, no quería pensar más en ello, quería enfocarse en el ahora.
Le dejó hacer resumen pero cuando mencionó a Dyospiros, Mérida hizo una mueca -joder, tiene como un imán con los calabozos. ¿Cuándo lo rescatamos?- Le preguntó ni corta ni perezosa porque ella no pretendía escaquearse cuando un miembro de la Brigada, encima uno que ella había reclutado estaba en peligro. Además, lo de derrocar gobiernos siempre le parecía bien.
-¿Cómo que herida? ¿Qué tiene?- Le preguntó con el ceño fruncido, aquello no sonaba nada bien. Notó su cara cuando mencionó lo de la lampara y cuando fingio saberlo le dio un golpe en el brazo -Tonto…- Le dijo para luego entrar en el camarote, allí se estaba bastante cómodo en comparación a los otros camarotes de los barcos. Se sentó en el camastro y empezó a desatar a Kendrick para apoyarlo con mucho cuidado sobre la cama y luego le puso varios almohadones para evitar que se cayera si se giraba -Traje varias de sus cosas pero tengo una paja de desempacar -Él tenía su propia cuna pero…bueno, ella podía echarse con él mientras durmiera. Había notado que cuando lo hacía con ella se relajaba y dormía más -Creo que me voy a echar un poco. Pero miralo un momento que me lavo la cara y me cambio- Le pidió a Ben con una leve sonrisa antes de (supongo) ir hacia el aseo que tenia el camarote. Pequeño pero funcional. Sacó de su bolsa un cambio de ropa y luego se lavo las manos y brazos, la cara y el cuello. Se secó y se cambió por otros pantalones cómodos y una camiseta para salir y ver a Kendrick aún en la cama tranquilo -Tengo que aprovechar mientras sigue dormido…- Murmuró y se metió en la cama acomodando los almohadones detrás -Pero luego quiero el bocata y ver a todos los demás ¿Vale?- Le dijo al pelirrojo con una sonrisa -Gracias- Murmuró antes de abrazar al criajo y echarse a dormir.
Ben tenía razón, crecería en comunidad y la verdad es que se detuvo un momento -Por fa, no hables mal de Kyllian. No me hace sentir bien- Le expresó con el ceño brevemente fruncido porque se dio cuenta de que él también dijo “era” y no “es”. Se miró la palma de la mano. No sabía si había muerto y, si lo hacía, la marca quedaría? Tensó los labios y negó con la cabeza, no quería pensar más en ello, quería enfocarse en el ahora.
Le dejó hacer resumen pero cuando mencionó a Dyospiros, Mérida hizo una mueca -joder, tiene como un imán con los calabozos. ¿Cuándo lo rescatamos?- Le preguntó ni corta ni perezosa porque ella no pretendía escaquearse cuando un miembro de la Brigada, encima uno que ella había reclutado estaba en peligro. Además, lo de derrocar gobiernos siempre le parecía bien.
-¿Cómo que herida? ¿Qué tiene?- Le preguntó con el ceño fruncido, aquello no sonaba nada bien. Notó su cara cuando mencionó lo de la lampara y cuando fingio saberlo le dio un golpe en el brazo -Tonto…- Le dijo para luego entrar en el camarote, allí se estaba bastante cómodo en comparación a los otros camarotes de los barcos. Se sentó en el camastro y empezó a desatar a Kendrick para apoyarlo con mucho cuidado sobre la cama y luego le puso varios almohadones para evitar que se cayera si se giraba -Traje varias de sus cosas pero tengo una paja de desempacar -Él tenía su propia cuna pero…bueno, ella podía echarse con él mientras durmiera. Había notado que cuando lo hacía con ella se relajaba y dormía más -Creo que me voy a echar un poco. Pero miralo un momento que me lavo la cara y me cambio- Le pidió a Ben con una leve sonrisa antes de (supongo) ir hacia el aseo que tenia el camarote. Pequeño pero funcional. Sacó de su bolsa un cambio de ropa y luego se lavo las manos y brazos, la cara y el cuello. Se secó y se cambió por otros pantalones cómodos y una camiseta para salir y ver a Kendrick aún en la cama tranquilo -Tengo que aprovechar mientras sigue dormido…- Murmuró y se metió en la cama acomodando los almohadones detrás -Pero luego quiero el bocata y ver a todos los demás ¿Vale?- Le dijo al pelirrojo con una sonrisa -Gracias- Murmuró antes de abrazar al criajo y echarse a dormir.
Me reí por su comentario y el gesto de los pechos, prometiéndole el bocata de albóndigas para ella. Luego intenté memorizar el nombre del niño, pero rodé los ojos cuando dijo lo de Kyllian. Me resultaba taaan extraño que no le cogiese tirria después de todo lo que había pasado con él, los disgustos, los dramas, el abandono, que de verdad estuviese enamorada de alguien con quien ni siquiera había desarrollado su relación. Ella tenía más amor propio que todo eso. Aún así lo dejé estar, me llevé los dedos a los labios como queriendo decir que me echaba la cremallera y no hablaba más.
- ¿A Dyospiros? el rescate empieza cuando nos avise Lykaios y terminemos de montar el plan de ataque para ir al coliseo. Espero que Lyosha no lo entretenga mucho. Y lo de Cleo no lo tengo muy claro, tampoco se deja ayudar. Estoy un poco enfadado con ella porque no me hace caso cuando le digo que descanse y no venga si no está bien.- confesé, un poco enfurruñado porque ella luego bien que nos regañaba si nos movíamos cuando estábamos heridos. Se me pasó un poco el enfurruñe por su golpe en el brazo, se había dado cuenta de que no tenía ni puñetera idea de lo de la lámpara. Ya en el camarote le eché una mano con la maleta, y vigilando que su crío no rodase hacia un lado mientras ella se iba al baño. La verdad es que no había mucho peligro, no se movía casi y no tuve que hacer nada. Tal vez Imram le fuese de más ayuda en esas cosas, él sí sabía cosas de niños. - Venga, echaos una buena siesta los dos. Luego te paso el bocata. - le eché una manta por encima a ella y a su hijo antes de salir del camarote, cerrando la puerta para que descansasen. Después me perdí por los pasillos del barco, a ultimar detalles para la misión.
- ¿A Dyospiros? el rescate empieza cuando nos avise Lykaios y terminemos de montar el plan de ataque para ir al coliseo. Espero que Lyosha no lo entretenga mucho. Y lo de Cleo no lo tengo muy claro, tampoco se deja ayudar. Estoy un poco enfadado con ella porque no me hace caso cuando le digo que descanse y no venga si no está bien.- confesé, un poco enfurruñado porque ella luego bien que nos regañaba si nos movíamos cuando estábamos heridos. Se me pasó un poco el enfurruñe por su golpe en el brazo, se había dado cuenta de que no tenía ni puñetera idea de lo de la lámpara. Ya en el camarote le eché una mano con la maleta, y vigilando que su crío no rodase hacia un lado mientras ella se iba al baño. La verdad es que no había mucho peligro, no se movía casi y no tuve que hacer nada. Tal vez Imram le fuese de más ayuda en esas cosas, él sí sabía cosas de niños. - Venga, echaos una buena siesta los dos. Luego te paso el bocata. - le eché una manta por encima a ella y a su hijo antes de salir del camarote, cerrando la puerta para que descansasen. Después me perdí por los pasillos del barco, a ultimar detalles para la misión.
El Barco de la Brigada se deslizaba silencioso por el cielo oscurecido de Roma, con sus sistemas de invisibilidad activados.
El plan era sencillo, actuar de distractores y como evacuadores en caso de ser necesitados, pero salvaguardando la integridad de sus tripulantes en todo momento.
Sabían que no podían atacar hasta que el grupo Ariete cumpliese su misión de bajar los Escudos, el Ariete sería el primero en entrar....el primero en arriesgarse. Cuando no hubiesen escudos, podrían atacar, y distraer la atención de aquellos que iban a rescatar a los prisioneros. Llegar, atacar desde el aire, retirarse.
De momento, el sigilo es su mejor aliado. Esperando no ser detectados.....
Roma► Mayo 2.042► Anochecer► Los puristas no son BienvenidosEl plan era sencillo, actuar de distractores y como evacuadores en caso de ser necesitados, pero salvaguardando la integridad de sus tripulantes en todo momento.
Sabían que no podían atacar hasta que el grupo Ariete cumpliese su misión de bajar los Escudos, el Ariete sería el primero en entrar....el primero en arriesgarse. Cuando no hubiesen escudos, podrían atacar, y distraer la atención de aquellos que iban a rescatar a los prisioneros. Llegar, atacar desde el aire, retirarse.
De momento, el sigilo es su mejor aliado. Esperando no ser detectados.....
ESCUDO TECNOMÁGICO DE CÚPULA SUPERIOR....DAÑADOHora de entrar en acción
!
Desde vuestra posición alejada e invisible, en seguridad, podéis apreciar como la tenue cúpula azulada del Coliseo vibra y pierde intensidad, parpadeando. Un rayo surge y cruza el cielo, hacia arriba. Mas tarde, el sonido del trueno sigue.....
Esa podría ser vuestra señal para entrar en juego?
El escudo vio mermada su capacidad de ataque y defensas, al haber perdido dos de sus pilares....en un 50%....
capacidad de ataque: 75 c/u
capacidad de defensa: 35 c/u
PS: 75 c/u
las cuatro esquinas tienen cuatro torres, con luces azules, que son las que mantienen el escudo tecnomágico. Se han cargado dos, asi que el escudo queda debilitado.
Emme's CodesDesde vuestra posición alejada e invisible, en seguridad, podéis apreciar como la tenue cúpula azulada del Coliseo vibra y pierde intensidad, parpadeando. Un rayo surge y cruza el cielo, hacia arriba. Mas tarde, el sonido del trueno sigue.....
Esa podría ser vuestra señal para entrar en juego?
El escudo vio mermada su capacidad de ataque y defensas, al haber perdido dos de sus pilares....en un 50%....
capacidad de ataque: 75 c/u
capacidad de defensa: 35 c/u
PS: 75 c/u
las cuatro esquinas tienen cuatro torres, con luces azules, que son las que mantienen el escudo tecnomágico. Se han cargado dos, asi que el escudo queda debilitado.
Mi participación en la misión había sido bastante nula hasta el momento, más allá de encargarme de la intendencia del barco y de hacer aportaciones organizativas. Al final se decidió que el grupo de Lykaios, Mer, Cleo y Ben fuesen los que bajasen, pero todos teníamos nuestra parte del plan. Yo quedé al mando del barco, y tenía que hacerlo mejor de lo que lo hizo el pelirrojo cuando se quedó él. De lo contrario me lo echaría en cara toda la vida.
- ¿Qué te parece, Vyras? dejan al ciego al cargo de los cañones - comenté en cubierta a la quimera, paseando por allí a la espera de una señal. Seguíamos cerca del Coliseo, sobrevolando a la altura adecuada. Gen se había quedado en los camarotes echando un ojo a los críos, y el drow Crasuláceo no hacía más que lloriquear para que rescatásemos a su primo. Mucho llorar pero él no bajaba. Un poco hipócrita.
De repente empezó a llover, a tonar, relampaguear...así en un momento. Comenzamos a calarnos. Podía ser un mal augurio.
El mensaje mental de Lykaios dio el pistoletazo de salida para comenzar a usar los cañones. Era el día de su estreno, pero ya teníamos dominado el control. - ¡Nos toca entrar en acción, vamos! - dirigido por la quimera fui disparando diez cañones por banda, viento en popa a toda vela. El rugir de los cañones era satisfactorio y la balística debía ser perfecta a juzgar por cómo sonaba aquello rompiéndose. Lo malo era que esa cúpula aún devolvía parte de los ataques, lo que hizo que el escudo del barco temblase levemente, perdiendo algo de fuerza. - ¿¿Lo hemos destruido todo?? - pregunté a Vyras con impaciencia, que me confirmó con un morrillazo de emoción que casi me tira al suelo.
"Lykaios, escudo fuera. A rescatar."
------------------------------------------
ESCUDOS BARCO: 2500 puntos. Una vez caen escudos, el barco comienza a recibir daños en los PS.
stats: 5000 PS y 10 cañones 50 AT c/u
Ataque contra torres del Coliseo: 500 AT (los 10 cañones a la vez) ---> 250 a torre 1, 250 a torre 2
Torre 1: 250 - 35 de su defensa= 215 (torre 1 ELIMINADA, supera sus 75 PS)
Torre 2: 250 - 35 de su defensa= 215 (torre 2 ELIMINADA, supera sus 75 PS)
Defensa del barco: 2500 de escudo
daños recibidos por el barco: 75*2= 150
PS ESCUDOS barco: 2500 - 150= 2350
Lo del Coliseo
capacidad de ataque: 75 c/u
capacidad de defensa: 35 c/u
PS: 75 c/u
- ¿Qué te parece, Vyras? dejan al ciego al cargo de los cañones - comenté en cubierta a la quimera, paseando por allí a la espera de una señal. Seguíamos cerca del Coliseo, sobrevolando a la altura adecuada. Gen se había quedado en los camarotes echando un ojo a los críos, y el drow Crasuláceo no hacía más que lloriquear para que rescatásemos a su primo. Mucho llorar pero él no bajaba. Un poco hipócrita.
De repente empezó a llover, a tonar, relampaguear...así en un momento. Comenzamos a calarnos. Podía ser un mal augurio.
El mensaje mental de Lykaios dio el pistoletazo de salida para comenzar a usar los cañones. Era el día de su estreno, pero ya teníamos dominado el control. - ¡Nos toca entrar en acción, vamos! - dirigido por la quimera fui disparando diez cañones por banda, viento en popa a toda vela. El rugir de los cañones era satisfactorio y la balística debía ser perfecta a juzgar por cómo sonaba aquello rompiéndose. Lo malo era que esa cúpula aún devolvía parte de los ataques, lo que hizo que el escudo del barco temblase levemente, perdiendo algo de fuerza. - ¿¿Lo hemos destruido todo?? - pregunté a Vyras con impaciencia, que me confirmó con un morrillazo de emoción que casi me tira al suelo.
"Lykaios, escudo fuera. A rescatar."
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ESCUDOS BARCO: 2500 puntos. Una vez caen escudos, el barco comienza a recibir daños en los PS.
stats: 5000 PS y 10 cañones 50 AT c/u
Ataque contra torres del Coliseo: 500 AT (los 10 cañones a la vez) ---> 250 a torre 1, 250 a torre 2
Torre 1: 250 - 35 de su defensa= 215 (torre 1 ELIMINADA, supera sus 75 PS)
Torre 2: 250 - 35 de su defensa= 215 (torre 2 ELIMINADA, supera sus 75 PS)
Defensa del barco: 2500 de escudo
daños recibidos por el barco: 75*2= 150
PS ESCUDOS barco: 2500 - 150= 2350
Lo del Coliseo
capacidad de ataque: 75 c/u
capacidad de defensa: 35 c/u
PS: 75 c/u
El portal de Catherine les llevó directamente a aquel barco volador que había sobre el Coliseo, alejándoles del peligro. Al menos ella había sido sensata y le había hecho caso con lo de marcharse para ponerse a salvo, pero no esperaba que le arrastrase a él también y a dos guardias más. - No te he pedido que me sacases de ahí. - protestó cabreado, porque él no había ido a Roma para rescatar chusma de la Brigada ni para coger rehenes que acabarían dando problemas. Se giró a los guardiani que había cogido, usando su control de sangre para desmayarlos un rato, por si acaso se soltaba de los hilos del anillo o se descontrolaban. Después miró alrededor con desconfianza, sin dar por sentado que ese barco fuese un lugar seguro. El pelirrojo yacía en el suelo, pero por el momento nadie le había atendido.
- A esto se le llama dar rodeos para llegar al objetivo. - Soltó un suspiro frustrado y cansado, fijándose después en el tipo de las gafas y el animal con pinta de quimera que le acompañaba. Si eran amigos del otro ya se encargarían ellos de hacerle caso. - Catherine Le Fay acaba de salvarle, pero ha terminado herida al hacerlo. Necesitamos un sanador, pociones, y ropa para que pueda cambiarse. - la tomó por el brazo sin mediar más palabra, llevándosela hacia la escalera que suponía que se dirigía hacia los camarotes de abajo. - Ven, tienes que quitarte la ropa. - Ya estaban más que empapados por la tormenta, así que daba igual caminar rápido o no.
- Giordano va a ser más escurridizo de lo que parece. Y esta gente no parece estar priorizando su búsqueda.
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PS: 106
- A esto se le llama dar rodeos para llegar al objetivo. - Soltó un suspiro frustrado y cansado, fijándose después en el tipo de las gafas y el animal con pinta de quimera que le acompañaba. Si eran amigos del otro ya se encargarían ellos de hacerle caso. - Catherine Le Fay acaba de salvarle, pero ha terminado herida al hacerlo. Necesitamos un sanador, pociones, y ropa para que pueda cambiarse. - la tomó por el brazo sin mediar más palabra, llevándosela hacia la escalera que suponía que se dirigía hacia los camarotes de abajo. - Ven, tienes que quitarte la ropa. - Ya estaban más que empapados por la tormenta, así que daba igual caminar rápido o no.
- Giordano va a ser más escurridizo de lo que parece. Y esta gente no parece estar priorizando su búsqueda.
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PS: 106
-Ni yo te pedí permiso- Le espetó al notar el tono en el que le había hablado y le soltó el brazo con un gesto rápido e indignado porque aparentemente el muy estúpido no se había dado cuenta del hechizo que había hecho el otro guardia. Era evidente que estaban llamando refuerzos.
-¡Me dijiste que me fuera y yo no iba a dejarte allí rodeado de enemigos, Wthyr!- Le gritó un poco histérica antes de acercarse al que estaba atado por los hilos y quitarlo, sólo para sacar de su bolsa las cadenas antimagia y colocarlas. De esa forma al menos no iba a desaparecerse y el otro lo tenía controlado -Lykaios y los souls están divididos en dos grupos. Hay máxima alerta y atacan a la primera- Le dijo a los otros dos que no conocía mientras se incorporaba sonriendo, luego paneo el barco dándose cuenta de lo grande y bonito que era. También se percató de los Souls y supuso que ellos se encargaban de la red mental -Incorporarme- Mencionó golpeándose la sien justo.
“Lykaios, Adra. Ben esté en el barco, Wthyr y yo también. Me he traído a dos guardianis, tengo a uno controlado mentalmente y al otro con cadenas antimagia. ¿Necesitábamos sellos, no?”
Estaba terminando el mensaje justo cuando Wthyr la cogió del brazo. -Y tú también- Le dijo y se giró hacia ellos -Él también- Bajaron hacia los camarotes y miró por el pasillo solitario, abriendo uno de los laterales que parecía en desuso porque no tenía pertenencias personales. Cuando entró se detuvo y lo miró con frustración por sus palabras -No sabían donde estaban. Les he ayudado en eso… Hoy por ti, mañana por mí…- Soltó un exasperado gruñido -¡No me trates como una cría! ¡No soy una cría!- Explotó en ese instante con una frase que habría querido gritar a los cuatro vientos al Consejo durante años… muchos años. Le dio la espalda y se llevó las manos a la cara para limpiarse las lágrimas antes de quitarse la capa con cuidado -No me trates como si tú no estuvieses herido, como si fueses invencible, como si yo fuera lo único endeble. Odio…Odio sentirme como una responsabilidad externa que te pone en riesgo, odio que sientas esa horrorosa necesidad de atravesarte en medio… - Tiró la capa en una silla y empezó a quitarse los brazaletes, para luego sacarse la cota con sumo cuidado por el dolor del brazo que ya se había rebajado pero no lo suficiente. La puso sobre la capa - ¡Y lo siento! ¡¿DE ACUERDO?! ¡Tenías razón! ¡Tenías toda la razón! Eras dueño de la razón en todos los aspectos - Reconoció girando la silla con molestia para sentarse y hacer el esfuerzo de quitarse las botas.
Probabilidad: Éxito apoyan al Vaticano, fallo no lo apoyan
PS: 120+5=125PS
-¡Me dijiste que me fuera y yo no iba a dejarte allí rodeado de enemigos, Wthyr!- Le gritó un poco histérica antes de acercarse al que estaba atado por los hilos y quitarlo, sólo para sacar de su bolsa las cadenas antimagia y colocarlas. De esa forma al menos no iba a desaparecerse y el otro lo tenía controlado -Lykaios y los souls están divididos en dos grupos. Hay máxima alerta y atacan a la primera- Le dijo a los otros dos que no conocía mientras se incorporaba sonriendo, luego paneo el barco dándose cuenta de lo grande y bonito que era. También se percató de los Souls y supuso que ellos se encargaban de la red mental -Incorporarme- Mencionó golpeándose la sien justo.
“Lykaios, Adra. Ben esté en el barco, Wthyr y yo también. Me he traído a dos guardianis, tengo a uno controlado mentalmente y al otro con cadenas antimagia. ¿Necesitábamos sellos, no?”
Estaba terminando el mensaje justo cuando Wthyr la cogió del brazo. -Y tú también- Le dijo y se giró hacia ellos -Él también- Bajaron hacia los camarotes y miró por el pasillo solitario, abriendo uno de los laterales que parecía en desuso porque no tenía pertenencias personales. Cuando entró se detuvo y lo miró con frustración por sus palabras -No sabían donde estaban. Les he ayudado en eso… Hoy por ti, mañana por mí…- Soltó un exasperado gruñido -¡No me trates como una cría! ¡No soy una cría!- Explotó en ese instante con una frase que habría querido gritar a los cuatro vientos al Consejo durante años… muchos años. Le dio la espalda y se llevó las manos a la cara para limpiarse las lágrimas antes de quitarse la capa con cuidado -No me trates como si tú no estuvieses herido, como si fueses invencible, como si yo fuera lo único endeble. Odio…Odio sentirme como una responsabilidad externa que te pone en riesgo, odio que sientas esa horrorosa necesidad de atravesarte en medio… - Tiró la capa en una silla y empezó a quitarse los brazaletes, para luego sacarse la cota con sumo cuidado por el dolor del brazo que ya se había rebajado pero no lo suficiente. La puso sobre la capa - ¡Y lo siento! ¡¿DE ACUERDO?! ¡Tenías razón! ¡Tenías toda la razón! Eras dueño de la razón en todos los aspectos - Reconoció girando la silla con molestia para sentarse y hacer el esfuerzo de quitarse las botas.
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El miembro 'Catherine Le Fay' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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