Página 3 de 3. • 1, 2, 3
Recuerdo del primer mensaje :
Acceso a través de Red Flú y...la puerta. Posee unos inmensos ventanales, de piso a techo desde donde se ve casi todo el hospital.
Está en el último piso del edificio.
Acceso a través de Red Flú y...la puerta. Posee unos inmensos ventanales, de piso a techo desde donde se ve casi todo el hospital.
Está en el último piso del edificio.
- Rol:
- Tuvo que girar la cabeza hacia él cuando mencionó que era SAM. Es decir… tenía sentido, pero aún así el nombre le recorría el cuerpo como un baño de agua fría. Tardó un momento en volver a estar sobre sus tacones y no desangrándose en un callejón de China Town, pidiéndole a Giordano que le pusiera una poción. Los papeles se habían invertido en Roma y Arleen había vuelto con poco menos que una torcedura en el tobillo. A propósito cambió de peso y asentó su cuerpo en él sintiendo un muy ligero mordisco de dolor -Eso… estaría bien. Os lo agradecería- dijo parpadeando mientras volvía a la normalidad, apartando con cara pestañeo las nieblas de las memorias.
Al llegar al sitio alzó una mano mostrándole la zona con una leve sonrisa. Todo tomaba forma ante sus ojos y… le gustaba, que sus ideas resultarán tangibles. Y de allí a un año… podrían haber salvado miles de vida -Ah…- Mencionó con cierta decepción en su tono porque entonces ya se iba a retirar.
¿Un favor?
Arqueó suavemente la ceja mientras se giraba hacia él estupefacta mirando cómo le cogía la muñeca. ¿Era algo serio? Se tomó un instante para observarle el rostro y analizarlo. No se veía mal. ¿Su nuca quizás? ¿Algún problema con el chip? - Por supuesto, vamos a mi despacho- movió suavemente la mano, girando la muñeca para coger la de él y guiarlo por un pasillo aledaño que desvió a una zona donde había ascensores y una red flu. Usó la segunda para acceder a su despacho.
De momento, la oficina tenía poco más que un escritorio, una biblioteca y un archivo, todo en color blanco. También habían otros muebles en sus cajas, esperando que alguien los armara. Todo prístino e impoluto, con poco uso o decoración personal. Ni sillas había. No era demasiado grande, había preferido dejar espacio para las cosas importantes como los quirófanos, armarios de inventario y demás salas. Se acercó hasta el escritorio para dejar la cartera y la carpeta y se recreó entonces en la vista del inmenso ventanal que tenía a espaldas del escritorio. Ocupaba toda la pared de suelo a techo y dejaba ver la mayor parte del hospital y más allá.
Se giró finalmente hacia Gelion y alzó las cejas levemente -¿En qué puedo ayudaros? ¿Os sentís bien?- Inquirió y miró hacia su cartera. Si no se equivocaba siempre llevaba algunas pociones y objetos que le pudieran servir -¿Es el chip? -
Gelion Draven
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
- +18 ups:
- Con su pezón entre mis labios miré de reojo hacia arriba para ver su rostro, ver como jadeaba de placer sólo consiguió que me hundiese más contra ella, con fuerza pero tratando de controlar la velocidad con la que lo hacía.
Sentí la presión de su cuerpo alrededor del mío y cómo ella me apretó contra su pecho. GRuñí cerrando los ojos para concentrarme en aquello y cuando rodeó con sus piernas mi cuerpo solté la que tenía agarrada para apoyar la palma contra el escritorio. Yo mismo jadeaba contra su pecho mientras buscaba el borde de la mesa con la mano, un agarre que me sirvió para aumentar el ritmo cuando sus gemidos inundaron la sala y comenzó a acariciarme.
Mierda. Tenía que parar antes de... De pronto sentí el tirón, suave pero que me daba permiso para apartarme de aquel pecho que había devorado con ansia. Me incorporé un poco para fijar la vista en ella, cargada de deseo, concentrado, serio, sin parar el ritmo. Tal vez podía aguantar un poco más si... Pero entonces llegó su beso, ansioso, como si necesitara más, igual que yo que respondí del mismo modo, gruñendo en su boca, acrecentando la intensidad de aquel momento.
De pronto, abrí los ojos al sentir algo y corté el beso. Una queja. Un ademán de apartarme, cortando el ritmo mientras llevaba una mano a mi zona íntima.-Ar...-Sus piernas me atrapaban así que empujé un poco hacia atrás, usando la otra mano para desengancharla.-Arleen para... -No, no quería terminar así, no tenía protección.-No tenemos un...Mierda... -No pensaba arriesgarme a jodernos la vida. Salí de ella aún permaneciendo pegado a la doctora y cerré los ojos apretando los dientes mientras trataba de controlarlo.
- +18:
- Estaba en una nube de deseo y lujuria, sintiendo como sus exigencias silenciosas eran atendidas con devoción. No quería parar… necesitaba seguir besando sus labios, saboreando el deseo que sentía por ella y que percibía en cada uno de sus movimientos. No sabía si repetiría aquello alguna vez y quería grabarlo a fuego en su memoria.
Por eso cuando se detuvo, Arleen intentó atraerlo de nuevo con un deje casi desesperado. Fue cuando escuchó su nombre entero que se detuvo, notando que estaba retirándose. No entendía… no entendía nada -¿Por qué?- se quejó, su tono demasiado agitado y confundido.
La respuesta vino después y Arleen tardó un momento en hacer conexiones aunque su mente primero divagó sobre si Gelion quería UN nombre para lo que se traían entre manos, también pensó que no tenían UN sitio adecuado pero no. Era tan sencillo como un condón, pero claro con Sayid no lo había necesitado y con Gio había optado por otra cosa -Oh…- Parpadeó tratando de empezar a hacer las conexiones sinápticas necesarias para dar con una solución pero todas venían con un grado grande de bochorno o un escenario sumamente bizarro. O quizás es que no podía pensar bien.
No estaba para pedir un preservativo ahora mismo -Puedo… tomar té de luna. Lo anula- Explicó porque sabía de sobra que Gelion no conocía las formas mágicas. Sin embargo, el té tenía un porcentaje de fallo y estaba claro que él no quería un embarazo y ella tampoco, sobre todo, por su condición. Después de todo el sueño de una familia seguía allí. No obstante, no era algo que pensar ahora.
Frunció el ceño contrariada buscando soluciones… porque aún quería más, estaba satisfecha… en parte. Joder. Recorrió su rostro y vio su tensión, su necesidad y deseo. Él también quería más. De pronto, la resolución apareció en el rostro de Arleen al dar con algo. Lo había leído, sí, muchísimas veces. No lo había puesto en práctica -por voluntad propia- nunca, pero entendía la mecánica. Y si podía hacerlo sentir como él lo había hecho con ella… se sentiría orgullosa.
Lo empujó suavemente de los hombros mientras ella se deslizaba y hacía pie en el piso, el vestido cayó por su propio peso descubriendo el resto de su cuerpo con la lencería a juego, lo apartó con un pie hacia un lado -Vale- Dijo con tranquilidad antes de robarle un beso suave de los labios, quizás con menos locura que antes, porque estaba concentrada en lo que iba a hacer.
Sus manos de nuevo recorrieron el pecho de Gelion pero de forma descendente haciendo caer los retazos de la bata al suelo y, tras abandonar sus labios, besó la línea de su mandíbula y su cuello, deteniéndose en este último para inspirar profundo y acariciar su piel con la punta de la nariz. Olía tan bien que le robó un gemido corto. Sus manos siguieron avanzando hasta alcanzar su zona íntima acariciándolo con suavidad y preparándose mentalmente para lo siguiente. La bruja hizo que sus labios recorrieran el pecho de Gelion y luego un poco más abajo, siguiendo la línea de su abdomen y comprobando bien que estaban tan trabajados como ella había sospechado.
Sabía que tenían poco tiempo y que debía ir más rápido pero al mismo tiempo quería alargarlo. Recordó que no estaba en posición de seguir siendo tan egoísta. Tuvo más peso lo primero así que se arrodilló delante de él y paró un momento... Tragó en seco cuando un mal recuerdo quizo hacerse protagonista. No lo dejó. En ese momento ella tenía el control, podía decir que no. Tenía las muñecas libres, confirmó al vérselas. Inspiró profundo y le guió con sus manos hasta sus labios, tomándolo todo lentamente hasta llegar a acostumbrarse a lo que tenía que hacer. Debía mantener el ritmo… dudaba que pudiera imprimirle la fuerza de antes pero quizás no era lo que él necesitaba. Siguió su instinto y trató de interpretar el lenguaje del Draven para entender qué le hacía sentir bien.
Aquel sin duda era un día de aprender o practicar cosas nuevas que la sacaban enteramente de su zona de confort y en las que encontraba un inmenso placer
Gelion Draven
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
- +18:
- Mientras me concentraba tratando de bajar los ánimos escuchaba a una Arleen algo confusa que después pareció pillarlo y más tarde proponer alternativas. Yo solo pensaba que debía parar de dejarme llevar y controlar mi puto cerebro instintivo para que dejase de hacer gilipolleces. Suspiré hondo, al menos habiendo logrado detener aquello.-Nah, está...está bien.-Asentí conforme pero algo agitado por todo lo que había pasado, negando a aquello de que se tomase un té. ¿En serio tomaban un té para esto?
Cerré los ojos por un momento masajeando el puente de mi nariz. Dolor de cabeza, genial. Entre tanto ella me había apartado un poco y me perdí el momento en el que se incorporó librándose de su vestido. Asentí al escuchar su conformidad con aquello y suspiré apartando la mano pero no abriendo los ojos justo antes de recibir ese beso suave suyo. Qué pringado.
Abrí los ojos justo en el momento en el que empezó a manosearme. ¿No habíamos quedado en que valía? Agaché la mirada con cierta confusión al notar que me quitaba la bata y luego empezó a besar otras partes de mi cuerpo. Alcé ambas cejas desviando la mirada. No entendía nada aunque mi cuerpo si parecía entenderlo. Suspiré con la respiración algo ahogada y al sentir el recorrido de sus manos y donde acabaron sonreí de medio lado, soltando una especie de risa cortada.-Arleen...-Advertí, porque si seguía así me era difícil parar y ya. ¿Qué coño hacía? Y entonces empezó a bajar y... fruncí el ceño y lo fruncí más cuando se agachó y se quedó parada.-Oye...no...no hace fal...-Pero se me cortó la voz cuando lo hizo.
Volví a mirar al techo apretando los labios y gruñí para mis adentros. Tras un rato, más bien unos minutos bastante escasos en los que había tenido que agarrarme a la mesa con una mano mientras la otra sujetaba con suavidad el rostro de la doctora finalmente llegué al punto en el que no pude más, evidenciado en el sonido y espasmos que salieron de mi.
Cogí a la doctora de la axila para ayudarla a incorporarse, un poco rápido por mi parte y planté ambas manos en su rostro, sujetándola de la mandíbula con la clara intención de darle un beso presa del éxtasis. Pero aquello no pasó...
[Oh, qué inoportuno]-Una voz muy británica, elegante y pomposa hizo que parase. Miré tras el escritorio flipando. SAM, que aún estaba componiéndose a base de nanotecnología. -¿SAM?!- Me agaché, cogiendo la bata de mierda y el vestido de ella, a la que puse tras mi espalda mientras le pasaba el vestido al incorporarme y yo me tapaba algo con la bata.[Mis disculpas. Detecto que es una reunión más informal de lo que esperaba. Disculpen por favor la elección de mi atuendo] Y rápidamente transformó lo que fuera que llevaba en una imagen de sí mismo desnudo con la zona baja pixelada. Sonrió amable y conforme con aquello. -¿Qué...qué haces aquí?- Solté bastante pillado por la situación con una risilla nerviosa. En ese momento pude detectar los teléfonos y la radio sonando. ¿Habían sonado todo ese tiempo?
[Habías dicho que luego me llamabas y han pasado 6 minutos y 43 segundos. Ya es luego y no he recibido una llamada así que pensé que tendrías problemas con el teléfono nuevamente.]-Dijo SAM todo alegre y amable. -Oh...luego no es...-Suspiré, lanzando una breve mirada hacia mi espalda comprobando que Arleen se hubiese vestido o algo. -Luego es un amplio espectro de tiempo, SAM. -Expliqué volviéndole a mirar. [Oh!Entiendo. Añadiré al protocolo de comunicación humana que se especifique ese espectro temporal para que no haya futuras confusiones. Bien. He puesto en marcha la creación del barrio residencial con necesidades básicas para humanos en la Ciudadela. ¿Hablamos de los planes de evacuación y la participación de androides?]-Hizo un gesto con la mano como indicando que nos marchásemos a hablar o algo. -Ammm...- Volví a mirar a Arleen haciendo un gesto extraño, como disculpándome o algo antes de rodear la mesa, pillar mi paquete con ropa y la radio que no dejaba de sonar.-Tengo que vestirme.- [Es una reunión informal. Vamos perfectos] SAM me rodeó con su brazo. Miré a Arleen con una sonrisa incómoda. -Nos vemos Doc-Comenté algo dudoso frunciendo el ceño después porque esa había sido una frase bastante estúpida para la situación que acababa de suceder. [Un gusto conocerla Señora Arleen Royden, jefa del hospital ] SAM hizo una especie de saludo pomposo y me giró para después guiarme por la puerta.
Un ligero escalofrío placentero le recorrió cuando escuchó su nombre después de una especie de risa. Haría lo que fuera por seguir escuchándolo así y no como la llamaba cuando estaba enojado . Era… simplemente agradable. Ignoró su petición e hizo lo que le dijo el instinto. No supo si su inexperiencia se había notado o no, pero inequívocamente había logrado su objetivo.
Y eso la hizo sentir bien.
Se incorporó con su ayuda recorriendo el rostro con la cara casi esperando que le sonriera, esperando que le dijera algo o la besara. Sin duda, la última opción estaba clara. Apoyó las manos en su pecho y se inclinó para … dar un respingo y soltar un grito de susto cuando escuchó cierta voz. Lo había reconocido pero escuchar a Gelion llamarlo por su nombre mientras la escondía detrás de él la dejó en shock un momento. ¿Iba a atacarlos? El corazón le latía rápido pero esta vez a causa del temor. Apoyó las manos en la espalda de Gelion y un poco la frente tratando de hacerse pequeña, de desaparecer. La cicatriz le picó y los recuerdos empezaron a fluir…
Hasta que SAM empezó a explicar el porqué. Arleen relajó un poco el cuerpo y empezó por acomodarse el brassier para luego meterse en el vestido como bien pudiera, moviéndose rápidamente pensando en lo bizarro que era aquel momento. Y más aún oír a SAM… Alzó suavemente la vista para mirar por encima del hombro de Gelion y se quedó a cuadros al ver su “atuendo”.
“¡¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!!!!”
Se volvió a esconder escuchando la conversación. ¿Barrio residencial? ¿En Francia? Oh… ¿Habría hecho algo con la torre Eiffel? ¿Estaría cuidada como al principio lo estaba Londres? “¿Planes? Yo tengo planes…que hablar…contigo”, lo pensó pero no lo dijo. Aún no se encontraba segura de confiar ciegamente en él.
Volvió la mirada hacia Gelion cuando la observó notando que se alejaba. Se abrazó a sí misma confundida por toda la situación y por las emociones que se mezclaban en ese instante. Vio a SAM rodearlo con el brazo y algo de aquella escena le provocó suma irritación. Quiso decirle que ella había sido la culpable de que muchos de sus experimentos no estuvieran en la mente colmena. Quiso ordenarle que no se lo llevara. No lo veía seguro.
“Sí…nos vemos”
Movió la cabeza suavemente como asintiendo mientras fruncía el ceño. El rostro se tensó y sus brazos se cerraron con más fuerza contra su pecho cuando SAM se dirigió directamente hacia ella con aquel tono tan amable y la saludaba con su cargo y todo. Sabía quien era. La tenía fichada… y probablemente más que fichada si hacía reconocimiento facial por internet -SAM- Saludó secamente. Las mejillas se le encendieron. Aquella “reunión informal” no ayudaba nada a su reputación.
“Señorita…”
Los dejó irse con una sensación de aprehensión en el pecho. Observó la puerta en silencio por los próximos minutos tratando de digerir todo lo que había ocurrido. Se inclinó para coger otro cambio de ropa del cajón y fue al aseo a cambiarse. Estaba hecha un desastre… El vestido roto y con clara evidencia de que había estado particularmente sensible. ¿Se habría dado cuenta? ¿Había sido tan obvio?
“Ojalá Johan tenga razón”, pensó mientras empezaba a avergonzarse de todo lo que había hecho. Y, al mismo tiempo, los recuerdos le hacían sentir particularmente bien. Se masajeó un poco las sienes mientras empezaba a notar que la actividad física no había sentado bien a su cuerpo en recuperación.
Salió del aseo y puso el vestido en el cajón, no había tenido el valor de tirarlo. Acomodó el escritorio y trató de terminar las órdenes que le faltaban, enviando a todo el mundo a abandonar el hospital e irse al portal. Cuando Fred tocó la puerta para evacuarla a ella tenía un sentimiento pesado en el pecho, como de abandono al hospital y a Londres. Pero cogió sus cosas y se cambió para la misión -¿V?- Le preguntó a su hermano -Ya se ha ido a Tower Bridge-
-¿Al final…vas al campamento o…- Arleen cogió su baúl y negó con la cabeza mientras miraba el despacho con el ceño fruncido. Ya había recogido todo, incluidos los mapas, todo lo digital estaba almacenado y lo físico guardado. Pensó en eso pero también en otras cosas. Quizás estaba haciéndose historias mentales pero…¿Qué habría pasado si SAM no hubiese llegado? -Francia- Aquella respuesta la robó una risa a Fred y Arleen le miró extrañada -Tienes que dejar tu obsesión con el desayuno en París con los croissants viendo la Torre Eiffel- La directora cerró la puerta del despacho sonriendo de lado, pensativa -No- Negó suavemente con la cabeza -¿Por qué habría de hacerlo? El hospital fue un sueño- Aunque ahora que se iba de allí se sentía fatal. Casi de la misma forma como se había sentido al dejar Ouroboros. Fred al notar el tono en el que lo dijo prefirió no seguir con el tema -Ya… ¿Y qué mejor regalo de cumpleaños, no?- La castaña asintió aunque ella estaba pensando en tratar de hablar con SAM por el tema del hospital.
-Papá te envió esto- Le tendió un par de documentos sobre lo que habían investigado del cáliz que les había mostrado Arleen -Aparentemente tiene propiedades curativas- Eso le llamó la atención, le vendría bien tenerlo. Empezó a leer anotando el tema de la sangre para probarlo en cuanto pudiera -Voy a recoger unas pociones, ven conmigo- Le dijo Arleen para ir hacia la zona de laboratorio y, luego, irse a la zona del puerto.
Y eso la hizo sentir bien.
Se incorporó con su ayuda recorriendo el rostro con la cara casi esperando que le sonriera, esperando que le dijera algo o la besara. Sin duda, la última opción estaba clara. Apoyó las manos en su pecho y se inclinó para … dar un respingo y soltar un grito de susto cuando escuchó cierta voz. Lo había reconocido pero escuchar a Gelion llamarlo por su nombre mientras la escondía detrás de él la dejó en shock un momento. ¿Iba a atacarlos? El corazón le latía rápido pero esta vez a causa del temor. Apoyó las manos en la espalda de Gelion y un poco la frente tratando de hacerse pequeña, de desaparecer. La cicatriz le picó y los recuerdos empezaron a fluir…
Hasta que SAM empezó a explicar el porqué. Arleen relajó un poco el cuerpo y empezó por acomodarse el brassier para luego meterse en el vestido como bien pudiera, moviéndose rápidamente pensando en lo bizarro que era aquel momento. Y más aún oír a SAM… Alzó suavemente la vista para mirar por encima del hombro de Gelion y se quedó a cuadros al ver su “atuendo”.
“¡¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!!!!”
Se volvió a esconder escuchando la conversación. ¿Barrio residencial? ¿En Francia? Oh… ¿Habría hecho algo con la torre Eiffel? ¿Estaría cuidada como al principio lo estaba Londres? “¿Planes? Yo tengo planes…que hablar…contigo”, lo pensó pero no lo dijo. Aún no se encontraba segura de confiar ciegamente en él.
Volvió la mirada hacia Gelion cuando la observó notando que se alejaba. Se abrazó a sí misma confundida por toda la situación y por las emociones que se mezclaban en ese instante. Vio a SAM rodearlo con el brazo y algo de aquella escena le provocó suma irritación. Quiso decirle que ella había sido la culpable de que muchos de sus experimentos no estuvieran en la mente colmena. Quiso ordenarle que no se lo llevara. No lo veía seguro.
“Sí…nos vemos”
Movió la cabeza suavemente como asintiendo mientras fruncía el ceño. El rostro se tensó y sus brazos se cerraron con más fuerza contra su pecho cuando SAM se dirigió directamente hacia ella con aquel tono tan amable y la saludaba con su cargo y todo. Sabía quien era. La tenía fichada… y probablemente más que fichada si hacía reconocimiento facial por internet -SAM- Saludó secamente. Las mejillas se le encendieron. Aquella “reunión informal” no ayudaba nada a su reputación.
“Señorita…”
Los dejó irse con una sensación de aprehensión en el pecho. Observó la puerta en silencio por los próximos minutos tratando de digerir todo lo que había ocurrido. Se inclinó para coger otro cambio de ropa del cajón y fue al aseo a cambiarse. Estaba hecha un desastre… El vestido roto y con clara evidencia de que había estado particularmente sensible. ¿Se habría dado cuenta? ¿Había sido tan obvio?
“Ojalá Johan tenga razón”, pensó mientras empezaba a avergonzarse de todo lo que había hecho. Y, al mismo tiempo, los recuerdos le hacían sentir particularmente bien. Se masajeó un poco las sienes mientras empezaba a notar que la actividad física no había sentado bien a su cuerpo en recuperación.
Salió del aseo y puso el vestido en el cajón, no había tenido el valor de tirarlo. Acomodó el escritorio y trató de terminar las órdenes que le faltaban, enviando a todo el mundo a abandonar el hospital e irse al portal. Cuando Fred tocó la puerta para evacuarla a ella tenía un sentimiento pesado en el pecho, como de abandono al hospital y a Londres. Pero cogió sus cosas y se cambió para la misión -¿V?- Le preguntó a su hermano -Ya se ha ido a Tower Bridge-
-¿Al final…vas al campamento o…- Arleen cogió su baúl y negó con la cabeza mientras miraba el despacho con el ceño fruncido. Ya había recogido todo, incluidos los mapas, todo lo digital estaba almacenado y lo físico guardado. Pensó en eso pero también en otras cosas. Quizás estaba haciéndose historias mentales pero…¿Qué habría pasado si SAM no hubiese llegado? -Francia- Aquella respuesta la robó una risa a Fred y Arleen le miró extrañada -Tienes que dejar tu obsesión con el desayuno en París con los croissants viendo la Torre Eiffel- La directora cerró la puerta del despacho sonriendo de lado, pensativa -No- Negó suavemente con la cabeza -¿Por qué habría de hacerlo? El hospital fue un sueño- Aunque ahora que se iba de allí se sentía fatal. Casi de la misma forma como se había sentido al dejar Ouroboros. Fred al notar el tono en el que lo dijo prefirió no seguir con el tema -Ya… ¿Y qué mejor regalo de cumpleaños, no?- La castaña asintió aunque ella estaba pensando en tratar de hablar con SAM por el tema del hospital.
-Papá te envió esto- Le tendió un par de documentos sobre lo que habían investigado del cáliz que les había mostrado Arleen -Aparentemente tiene propiedades curativas- Eso le llamó la atención, le vendría bien tenerlo. Empezó a leer anotando el tema de la sangre para probarlo en cuanto pudiera -Voy a recoger unas pociones, ven conmigo- Le dijo Arleen para ir hacia la zona de laboratorio y, luego, irse a la zona del puerto.
Contenido patrocinado
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Página 3 de 3. • 1, 2, 3
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.