Delfos

La reunión con la gente de Midas... no fue lo que esperaba. No todo lo que brillaba era oro, aunque lo hicieran ellos mismos. La habían recibido con buena cara, con la mejor de las caras, pero a medida que exponía sus intenciones era claro que la decisión de aquel grupo estaba tomada desde hacía horas. Y no le era favorable, aunque no le dijeron el por qué. Maldito Wthyr, ¿no se había muerto? ¿Por qué estaban seguros de que estar con ella no era la mejor opción? ¿Wthyr sí era la mejor opción? El enojo calaba muy profundo.

Quizás tampoco había sido favorable que la acompañaran los representantes de los linajes que se habían unido a ella, sobre todo porque Rodrigo había sido alguien público y ya no contaba en absoluto, porque estaba muerto, pero eso no se los iba a decir. Ni siquiera Excálibur les hizo recapacitar, así que después de ardua labor de convencimiento, desistió.

Antes de abrir el portal, estuvo tentada a permitir que Ares quemara todo lo que quisiera quemar, y ella también lo pensó con todas sus fuerzas. Quería que cada uno de ellos terminara rostizado, la sangre le hervía, pero sabía que no lograría nada mas que quemar a sus propios aliados. Los de Midas eran buenos manejando el fuego y estaba segura de que se pondrían en su contra a la menor provocación. Decidió que aquel lugar maldito sería arrasado por su fuego en la menor oportunidad y, antes de cruzar, el cielo se abrió sobre ella, metafóricamente hablando, pues vislumbró al líder del linaje de Ixión.

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'Dado (10)' :

El día anterior les había llegado un aviso de parte de un centinela de los Hammurabi, trayéndoles noticias de una conspiración contra el rey ante la que ellos habían permanecido fieles. Aquella noticia desconcertó a Axón, padre de Ixión, por el momento no tenía información de primera mano.

Al parecer, según contaban, Lake había llegado a Delfos el anterior, y allí había sido mal recibida por los del linaje de Midas. El propio Axón decidió ir a descubrir por sí mismo de que se trataba, todo resultaba perturbador.

- Lake Pendragon...¿Qué te trae por mis dominios? ¿La cortesía de los de Midas no te resultó suficiente?

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Tienen ya hammurabis?

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'Probabilidad' :

Pasó de los de Midas porque... malditos, no le eran de interés más. La habían traicionado. Traicionaron el pacto que habían hecho sus antepasados ante la espada y la desconocieron. Hubiera reaccionado contra ellos pero, justo en ese momento, el linaje de Ixión, los de Hipatia, se presentaban ante ella.

Hizo una sana reverencia, dejándole la palabra a Axón, a quien bien conocía desde hacía muchos años. El padre de Ixión a quien conocía incluso mejor.

Axón.- Dijo su nombre con respeto. Ya dos linajes la habían rechazado y no podía perder más tiempo. Debía rescatar Ávalon.- Los de Midas están ciegos ante la confusión que están viviendo. Necesito de tu apoyo. Necesito que pactemos, tengo que recuperar Ávalon y mis hermanos intentan destruirlo. No podemos seguir jugando juegos, el Sanguis se ha vuelto contra nosotros por sus tonterías. Me apoyan ya el linaje del Pelayo, y Atila. Por favor, procúrale a tu gente una vida de tranquilidad. Únanse a mi en contra del Consejo que los despreció.

Axón hinchó el pecho con orgullo al ver que Lake le hacía una reverencia, a pesar de su posición de superioridad durante años. A lo mejor podía sacar ventaja de la situación, aprovechar la juventud e inexperiencia de la hermana Pendragon. Aguardó a que le hiciese exposición de los hechos, tomando nota de cómo se referí a los de Midas.

- Y no hay más ciego que el que no quiere ver, ¿cierto? - le siguió el juego de ese modo, mesándose la barba mientras ella proseguía. - Hmm...según tengo entendido Ávalon ya no es Ávalon...cuentan que cuando lo perdimos colisionó con la isla de Ouroboros. ¿Cómo van a destruir algo que ya no existe? ¿No es el Sanguis que destrozó Ávalon lo que se pretende destruir y por eso la gente está huyendo de las islas británicas? - quería las cosas claras, y para eso necesitaba información. Ya decidiría él después si le parecía veraz, plausible.

- ¿Qué es lo que pretendes hacer para que el Saguis deje de estar contra nosotros por sus...tonterías? No sé hasta qué punto nos serviría a mi linaje y a mí meternos en un conflicto familiar. ¿Habéis probado a hablarlo entre vosotros? - añadió Axón, con un tono bastante paternalista y condescendiente. - Los de Hammurabi vinieron por orden del rey...contaron que atacasteis a vuestros hermanos. ¿Qué tenéis que decir ante eso?

Estaba lejos, lejos del hogar, lejos de las raíces y de la semilla, lejos del corazón del Sanguis...pero sus susurros llegaban a oídos de ella desde su propio interior, pues no en vano ella misma portaba entre su carne las raices del sanguis, parte del arbol. Charles observaba a través de sus ojos, a ratos, y estaba satisfecho...pero cuando dejara de estarlo...habría señales.

[Avalon ....será vuestro de nuevo.... vuestro y de todos aquellos vasallos que juren lealtad a la reina Lake, a Excalibur, al Sanguis Ligno y a Charles Pendragon]

Lake notaría el dolor bajo su piel, el ardor...y los susurros quizá confusos en su cabeza, ordenándose lentamente mientras repetían en su cabeza una promesa, una profecía:

[Solo los elegidos y los marcados podrán cruzar los velos de Avalon sin perecer, solo ellos estarán a salvo. En el corazón de Tintagel eregirás su nuevo reinado, protegido por la barrara de muerte y regeneracion que se expande. Y seréis inalcanzables, nuestro reino...infranqueable por los enemigos, y eterno]

Los hombres eran tan predescibles. Una pequeña reverencia y ya iba con aires de grandeza. Podría... podría acabar ahí con él, pero entonces quién acabaría con el Consejo mientras mataba a sus hermanos...

Permaneció en silencio ante su primera respuesta. Sabía que trataba de voltearle las cartas, así que sonrió, brevemente decepcionada, pero sin sensación alguna.- ¿Cómo acabas más fácil con alguien que te traiciona, Axón? ¿No es más fácil esperar hasta que sea el momento preciso que revelar tu plan de venganza rápidamente? El Sanguis aguantó muchos de los sinsentidos de mis hermanos, de todos los antepasados, y nos cuidó por siglos, pero finalmente decidió su destino.

Lo que debemos hacer es devolverle la gloria que le hemos insultado. Solo los que estemos bajo su sombra estaremos a salvo. Solo los que estemos bajo su manto podremos recuperar el reino que algún día fue. No es solo un conflicto familiar. Axón, descendiente de Hipatia, a tí también te quitaron tu gloria, tú también debes estar en este nuevo reino que forjamos el día de hoy. El "rey" al que aclamas hoy no es digno de ser llamado tal cosa. Excalibur lo ha rechazado, el Consejo lo ha rechazado, el Sanguis Ligno lo ha rechazado y ahora solo queda su sombra. Si para volver a casa tengo que deshacerme de la maleza en el camino, que así sea.

El líder permanecía tranquilo y enfocado en las explicaciones de Lake, con expresión más o menos neutral aunque de tanto en tanto elevaba levemente las cejas con algunas partes de su discurso. - Todo eso está muy bien, pero...¿qué gano yo con convertirme en traidor? de la gloria no se vive...y podría ganarla por cualquiera de los dos lados. - se llevó las manos a la espalda mientras pensaba en lo de la espada, pensando en que Lake fuese digna y Wthyr no. Aunque siendo prácticos...¿qué le aportaba a él?

- Quiero propuestas tangibles. Es mucho lo que está en juego. Hemos visto la furia del Sanguis y tú dices que es posible revertirla si hacemos... ¿qué exactamente? ¿sacrificios? ¿atacar al resto de la familia real? No sé, Lake. Es todo demasiado confuso. No lo veo claro. - aún así permaneció un poco más en el lugar para poder tomar su decisión final, pensando también en el bienestar de su pueblo.
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Gwen, Alud en su forma elfa y el discípulo de Hammurabi atravesaron el portal que se había creado en Delfos con intención de hablar con Hipatia (sus familiares habían dicho que había viajado hasta el lugar) y , aprovechando la visita, con Midas.

Nada más poner pie en tierra griega no le resultó indiferente la presencia de su hermana, hablando con el descendiente de Hipatia. No esperaba encontrarla allí. Le dedicó una mirada a Alud, que asintió y se alejó de la zona antes de que el discípulo de Hammurabi y ella avanzasen hacia los presentes.

-Mi señor de Hipatia-Gwen saludó formalmente, con una leve inclinación de cabeza mostrando respeto.-Nos informaron de su visita a Delfos. Me alegra encontrarle aquí. ¿Cómo se encuentra Ixion?-Ante todo educación. Desvió la vista entonces a su hermana, podía ver las raíces bajo su piel.-Hermana.-Saludó del mismo modo para después evaluar su aspecto, apretando los labios en lo que intentó ser un disimulado gesto de preocupación.-Os creía en España, rodeada de muerte.

Le estaba costando mantener la tranquilidad, sobre todo después de la derrota que había tenido con Midas. eguro por eso Axón se sentía supremamente superior en ese momento.- ¿En traidor, dices? No no no, al contrario.- Lo detuvo para darle su explicación, aunque también le dio ocasión de terminar para entender entonces de dónde surgían sus dudas. Propuestas tangibles. Quería una tajada del pastel. Ya "tenía" Grecia, así que darles territorios probablemente no le interesaría.

Propuestas tangibles. Mi propuesta tangible es que maté a Leroy Merlín, el linaje bastardo que se encargó de dejarles a ustedes sin el acceso a los libros mágicos de Ouroboros. ¿Qué ha hecho Wthyr por tí realmente? Al Sanguis le ha aplacado el sacrificio, como tú lo llamas. Le ha sido de gusto.- Su voz comenzaba a oscurecerse, dando pasos suaves pero firmes hacia Axón mientras hablaba.- Voy a entregarle al Sanguis Ligno a cada uno de los Descendientes del Consejo de los 20. 20 sacrificios que nos ayudarán a calmar su venganza. 20 Sacrificios que debieron haber sido entregados hacía mucho tiempo, y en lugar de eso mis hermanos se dedicaron a dormir con el enemigo.

Sentía fluir la energía por dentro suyo mientras pensaba en cada uno de los Descendientes apilados sobre las ramitas rojas del árbol. Sin embargo, sintió detrás de ella una presencia bastante conocida, a lo que se giró sin mucho deseo. Claro que iba a referirse primero a quien necesitaba. A Axón, que era su presa principal.- Creíste mal. Vienes a unirte a mi. Tu siempre haz tenido una especial predilección por el Sanguis Ligno. En este momento es cuando más nos necesida, hermana.

Axón permaneció en silencio mientras la hermana Pendragon hablaba, parecía interesado en lo que la pelirroja estaba diciendo. -Hmmm- Concluyó pensativo, alzando la vista al cielo antes de mirar a la mujer. Sonrió con amabilidad.-No prometes más que Wthyr y su bando, mi señora.-Comentó dando a entender que no era suficiente. No al menos para lo que él quería.

-Honor y venganza, algo que podéis darme cualquiera de los dos con o sin el baneplácito de vuestro árbol sagrado. -Explicó entonces manteniendo las manos a su espalda.

En ese momento llegó una nueva comitiva que se acercaba hacia ellos. Se inclinó un poco hacia la pelirroja.-Estoy seguro que encontraréis algo que ofrecer que no pueda igualar vuestro hermano, pensadlo bien. -Se apartó de Lake conforme la hermana morena se aproximaba.

-Mi señora.-Saludó a la mujer sin inclinarse un ápice. Ambas estaban ahí obviamente para ganárselo, así que el precio de su apoyo parecía haber aumentado considerablemente. Aquello hizo que su postura pareciera más altiva.-No hay mejoría en el estado de mi hijo me temo. Agradezco su interés. Esperaba la visita de vuestro hermano en realidad.

Axón asistió entonces al encuentro tenso entre ambas hermanas. Miró a una y a otra antes de desviar la vista a Hammurabi. Carraspeó un momento.-Os esperaremos en la entrada al Oráculo.-Mejor una retirada a tiempo, no quería verse envuelto en un drama familiar que no le correspondía. Comenzó a caminar junto Hammurabi comentando la situación mientras se alejaba de ellas.

No le pasó desapercibido el saludo poco protocolario por parte del descendiente de Hipatia. Gwen lo interpretó como signo de mala señal más sin embargo mantuvo sus buenos modos igualmente. -Lamento escucharlo. Ixion siempre ha sido un gran apoyo en Avalon. -Pareció sincera, y lo fue en realidad, a pesar de que Ixion nunca hubiese sido de su devoción y desconfiase de él.

No cambió el gesto al escuchar el reproche del mago. Era obvio que mandar a otra persona y que no se presentase el mismo Wthyr no había sentado bien a Hipatia.-El mismo Wthyr es quién me envía con un mensaje que espero que escuche.-Comentó en un tono formal pero amable, distendido podría considerarse. No iba a mostrarse en inferioridad frente a él si eso era lo que pretendía.

fue entonces cuando se fijó en su hermana comenzando aquel encuentro tenso con ella. La morena alzó ambas cejas brevemente al escuchar las primeras palabras de la pelirroja. -¿Tu crees Lake?-Preguntó a lo de unirse a ella, que había dicho con sumo convencimiento. Desvió la mirada ante la despedida de Hipatia, asintiendo con una inclinación de cabeza antes de volver a fijar la vista en su hermana.

Volvió a observarla de arriba a abajo antes de pronunciarse.-No puedo negar que extrañe mis costumbres como sacerdotisa.-Era obvio. -Y claro que nos necesita Lake, siempre lo ha hecho. -También obvio. -Pero es algo que a ti nunca te ha importado, siempre has sido más una bruja de dragones que de sangre. ¿Por qué te importa ahora hermana?-Preguntó inspeccionándola como buscando respuestas.-Mmmhh...-La morena sonrió de medio lado por un segundo.-Ya veo...Crees que eres especial. ¿verdad?

Apretó sus labios.-¿Por una espada que sacaste de una piedra trucada? ¿Por que el Sanguis Ligno te ha invadido con sus raíces?-Alzó ambas cejas y después negó.-Lake, date cuenta, solo has sido tu por que eras la más corrompible y la que pasaba por allí. No eres más especial que cualquiera de nosotros.-Cruzó sus brazos inspirando y de pronto emitió una simple y mínima risa ahogada en su garganta.-Si hubiese sido más listo habría elegido a Cedric y ya estaríamos todos muertos, pero a Charles siempre le pudo el orgullo.

-No eres digna Lake, es todo una simple mentira que has decidido creer.- Negó.-Y cuando ya no le seas útil se alimentará de ti como siempre ha acabado haciendo con toda nuestra familia. ¿Eso es lo que deseas hermana?

Hablar con Hipatia era como tratar de hacer ver a un ciego que no lo deseaba. Exasperante, molesto, una pérdida de tiempo. Pero debía ganárselo de algún modo, ¿no? Lo necesitaba, ¿no? Quizás no. Quizás solo necesitaba hacer rodar su cabeza como con Rodrigo para que otro detrás de él tomara el mando. Justo cuando estaba por hacerlo, su querida hermana apareció.

Se molestó de que el viejo se alejara, pero su hermana ciertamente era una mejor presa. Alguien con más poder que podía necesitar. Como a Cedric, le ofreció la mano para salvarla de la terrible muerte que les esperaba a sus hermanos, pero una vez más su caridad fue escupida sin escrúpulos.

Permitió entonces que Gwen hablara, que hablara porque debía hacer tiempo por un momento en lo que encontraba otra manera de obtener a Hipatia. Costumbres, si una vida de sacrificios por el Sanguis no eran más que costumbres para ella, bien podía empezar a clavarle la espada en el pecho.

Una bruja de dragones...- Dijo con una suave sonrisa. No era mentira. Le encantaban los dragones. Le fascinaban. Los amaba como no amaba nada en aquella tierra maldita.- Ahórratelo, querida, no lo entenderías.- Susurró, arrastrando suavemente el filo de la espada contra la piedra del suelo mientras daba un par de pasos en su dirección. La miró con cuidado, fijándose en sus manos, en su rostro, en todo lo que había hecho para agradar al árbol cuando creía que ese era su destino. Tanta sangre que había derramado para descubrir que aquello no era más que una ilusión. Que el árbol no la quería como ella. La miró con lástima.- La cuestión con las palabras es que cada cosa que decimos es una confesión, Gwen. Si hay alguien aquí que no es especial en lo absoluto... eres tú. ¿Cómo te sientes después de vivir una vida tan miserable? Viviste tu vida dedicada a un árbol para quien no eres... ¡nadie! Aceptaste morir desde tu infancia por un Dios a quien tu sacrificio le da igual. Viviste esperando desangrarte en sus raíces. No solo no eres digna, no importa lo que hagas, tu vida nunca va a significar nada. Nada, Gwen.

Mi pobre hermana...- Su tono cambió a uno de dolor, a un sentimiento crudo que le atenazaba, a un dolor puro en el pecho y en el rostro que la llenaba de impotencia.- Yo siempre vi algo en tí. Había algo en ti que me era impresionante. Aquella falta de egoismo con que te sacrificabas por la familia. Era de admirarse, un carácter inquebrantable. Te abandonaste por todos nosotros y me inspiraste a hacer mi trabajo. A dejar de lado mi compasión y abandonarme también a destruir a todo aquel que se interpusiera entre nuestra familia.- Se acercó a ella rápidamente y la tomó de la mano, entrelazando los dedos.- Quizás no lo recuerdes, pero solía hacer esto cuando te veía dormir de pequeña... entrelazaba nuestros dedos entre los barrotes de tu cuna y te cantaba cuando mis hermanos se iban. Jugábamos con tu dragón azul, ¿recuerdas? El de peluche... No me dejaban acercarme mucho a tí, ni a ellos tampoco, nunca fueron realmente mi familia.- Susurró, inhalando profundo para soltar un suspiro mientras elevaba la mirada al cielo. No quería que las lágrimas salieran después de tan bello recuerdo, aunque una sí cayó por su mejilla.- ¿Cómo me dices que nunca fui una bruja de sangre si bien conoces mi función en la familia? Yo fui quién más derramó sangre, de otros. Y fuiste tú quien más me inspiró. Quería un futuro mejor para tí, mi hermanita. Quería que el árbol nunca tuviera sed para que tú no estuvieras nunca en su camino. No tienes idea de cómo me alegra que no estés en su lista de sacrificios. Y aún así, hermana, tengo que pedirte un favor. Ven conmigo. No puedo contar con ninguno de los demás. Solo contigo, Gwen. Quédate a mi lado. Te suplico que te quedes a mi lado y acabemos juntas con esto, de una vez por todas.

La morena presionó sus labios uno contra el otro desviando la mirada a la espada que estaba siendo arrastrada. -Tal vez la que no lo entiende eres tú y no tienes una respuesta que dar.-Concluyó alzando la vista a la pelirroja. Era cierto, todos los Pendragon seguían al Sanguis Ligno con mayor o menor devoción pero Lake, al igual que Shyvanna, siempre habían preferido la rama mágica concerniente a los dragones. -Tu repentina devoción no tiene sentido.-Pero si era cuestión de la posesión, aquello daba igual¿no?.

Apenas se inmutó ante las duras palabras de su hermana, más allá de algún cambio en la comisura de los labios de Gwen que se curvaron en algunos puntos del discurso en una ligera sonrisa. -¿Acaso he dico lo contrario? -¿Creía que pensaba que era importante? Negó entornando los ojos al cielo, pensando que aquellas no eran más que palabras de Charles en la mente de su hermana, o tal vez Lake así lo pensaba y no se había enterado de nada.-Acepté morir por vosotros, no por el Sanguis Ligno ni por Charles. Por nuestro compromiso con el pueblo de Avalon y vuestras vidas. Y no me arrepiento de ello. Me da igual si mi vida no significa nada más que eso.-Explicó calmada pero con la mirada fija en la pelirroja, una mirada que estaba enmarcada por el ceño fruncido de Gwen.

Repentinamente el tono de las palabras de Lake cambió lo que consiguió una mirada desconfiada por parte de la morena que mantuvo su posición sin retrasar un paso. ¿Su compasión? Era cierto que había visto algún atisbo de ella en ínfimas ocasiones. Existía, sí. ¿Acaso renunciar a ella era el precio que había tenido que pagar la pelirroja al asumir el papel que le había sido asignado en la familia? Gwen no había pensado en ello nunca pero Lake parecía disfrutar enormemente cuando no hacía uso de la misma. No apartó la mano cuando la tomó, mirando brevemente esa unión de sus dedos antes de alzar la vista a su rostro para dejar que siguiese hablando. El relato le era desconocido, tal vez había ocurrido pero no era algo que la morena recordase, tal vez por la temprana edad a la que se suponía que había ocurrido. No podía imaginarse a Lake jugando o cantando.

Observó los gestos de su hermana mientras negaba. -Que derramases más o menos sangre no era diferencia para que el Sanguis me llamara a su lado. Ni siquiera conoces los preceptos por los que se guía.-Soltó con tono molesto.-Has intentado matar a nuestros hermanos-Y tiró de su mano para liberar el agarre.-No puedo acompañarte Lake y nuestros ancestros tampoco están a tu lado. Solo tienes a Charles. -Gwen cerró sus ojos apretándolos con fuerza por un instante.-No te queda más que un árbol que va a usarte y terminará matándote como pretendía hacer conmigo. ¿Es eso lo que quieres?




Dado pa ver si dragón me hace caso > 15--> Fallo ci? Igualmente no sé si está Ares o no (no veo na ) pero que pasa de Gwen de todas formas

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'Dado (20)' :

Se contuvo mucho. Se contuvo muchísimo mientras la morena le daba sus bobas explicaciones. Sentía que le debían un premio nobel de la paz por abstenerse de poner los ojos en blanco por cada palabra que salía de la boca de su hermana. Al menos a Shyvanna le podía poner causa de su estupidez a lo rubia que era, pero la morena le estaba sacando de quicio. ¿De verdad tenía que dejarla terminar de hablar? Le aburría mucho esa convención social donde dejaban a la gente estúpida dar su punto de vista.

Aguantó como pudo una arcada cundo Gwen respondió a su relato ficticio sobre una infancia que nunca compartieron. Eso sí, Shyvanna claro que le había negado acceso a su nueva hermana, pero no había acrecentado el amor fraterno por la morena, sino incrementado la molestia contra la rubia. Quizás, solo quizás, la había subestimado un segundito al creer que tanta sentimentalería le serviría de algo. Una vez más, se recordaba a sí misma que Gwen no era rubia. Dejó que la soltara, porque el agarre le estaba provocando urticaria, y fue ella quien dio un paso atrás y dio la media vuelta para darle la espalda.

Mi pequeña hermana... - Susurró.

Miró un segundo a quienes la acompañaban y luego prosiguió.- Mi pequeña, ilusa y estúpida hermana.- Escupió el insulto con molestia.- Si los prefieres a ellos, adelántate. Pero al otro mundo.- Y antes de ella mismo pensarlo, elevó la espada y giró firmemente sobre sus pies hasta tenerla a vista suficiente para soltar una estocada hacia su querida hermana.- Prefieres morirte que estar de mi lado, ¿verdad? Idiotas, ¡todos! Ya que no te uniste a mi, te uniré al árbol que tanto desprecias.

Ataque a Gwen: 75 Sanguis + 40 AM + 20 Capucha + 10 Colgante + 5 Canalizador + 10 Hab = 160

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'Ataque' :

Una vez más Lake empleaba términos que Gwen nunca había escuchado. La morena observó la espalda de su hermana preguntándose si realmente tendría que hacer caso de las palabras que sus ancestros le habían susurrado en el bosque, y al escuchar a la pelirroja suspiró concienciándose de ello.

Recibió el impacto repentino de la espada en su vientre sintiendo como el calor de la sangre abandonaba su cuerpo mientras apretaba la mandíbula. Soltó un quejido y sus piernas se tambalearon poco después pero asió la espada con ambas manos observando el metal de Excalibur. Debía hacerlo. La sangre de la herida comenzó a recorrer la espada mientras susurraba rápidamente. Sería rápido, al fin y al cabo no quería que su hermana sufriese.

El líquido carmesí avanzaba rápido hacia el brazo de la pelirroja cuando Gwen alzó la vista y encontró el rostro de Lake... Sus labios, sus mejillas... sus ojos enmarcados por las raíces del Sanguis Ligno. Continuaba conjurando aquello que podría hacer que el alma de su hermana abandonase su cuerpo cuando los ojos cristalinos de Lake se clavaron en su interior. Entonces pararon los susurros. La sangre se detuvo. No. No podía matar a su propia sangre. Era...incapaz.

Un sabor metálico invadió la boca de la morena.-Lake...-Susurró casi implorando mientras escuchaba los aleteos de Alud y sus rugidos acercarse a la par que voces a su espalda.-Esto no eres tú.

Hammurabi lanzó varios hechizos hacia la pelirroja y el hielo de Alud invadió el lugar. Gwen no supo en qué momento había dejado de sujetar la espada, ni cuando se había separado su hermana que ahora estaba siendo atacada, ni siquiera sintió cuando su cuerpo tocó el suelo. Todo a su alrededor era una nebulosa de hielo rojizo y hechizos volando a su alrededor.

Escuchó unos pasos acercarse y enfocó al señor de Hipatia. No era un aliado. Aún no. Él observó a la morena sin agacharse.¿Acaso iba a rematarla? No sabía a qué acuerdo había llegado con su hermana antes de llegar ella. La sangre colmba la boca de la morena mientras miraba a Axón. [Mi...señor de hipatia...no...]

-Interesante.-Gwen respiraba con dificultad observando el gesto repentinamente curioso de Hipatia.-Desconocía que alguna de las hermanas Pendragon tuviese poderes mentales.-En ese momento se agachó tomándola en brazos.-Estoy seguro de que llegaremos a un acuerdo que beneficie a ambas partes.-Gritó algo a su espalda y varios soldados de Hipatia aparecieron cargando también contra Lake.

Más tarde, después de varios días de cuidados en Delfos a causa de la herida de Excalibur, explicarían a Gwen que finalmente algo poderoso arrastró a su hermana hasta desaparecerla. Debería pasar varios meses hasta que cerrasen sus heridas, al menos las físicas.