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Recuerdo del primer mensaje :
La calma reina en el bosque que ni los insectos atreven a perturbar. Un laberinto de ramas prominentes y follaje de hojas, En lo profundo del bosque, un sitio sagrado, donde la línea entre dos mundos deja de existir. Una combinación a viejo bosque, mezclado con la revitalizante y juvenil esencia de las flores.
Dotados de una arquitectura y jerarquía única el clan de Fenrir vive casi recluido, entregados a sus costumbres, creencias y tradiciones. El marrón y verde lo cubren todo, mantos de pintura natural, de madera contra madera y de formas que respetan el más cuidado balance primigenio. Así, el corazón de la villa está atravesado por un viejo río que, según leyendas transmitidas de generación en generación, jamás se ha secado o escapado de su cauce. Todo edificio es abierto, de múltiples entradas y ventanas que permiten mantener todo sentido bañado en lo que ocurre fuera. El lobo no es un animal que se permita encierro. No existe una división física entre los grupos que pertenecen a este clan, sin embargo las alturas y zonas más accesibles a la luz son ocupadas por las familias bajo el manto del lobo del sol. Su contracara prefiere los lugares de perpetua sombra o donde la luz de la noche puede filtrarse y crear bellos patrones color plata sobre el lienzo del bosque. Asimismo, hay gran cantidad de cuevas y túneles que conectan distintas partes de este refugio lleno de historia, ancestrales huecos que mucho tiempo atrás dieron cobijo a los primeros integrantes del clan.
Pocos conocen las historias detrás del estilo de construcción, y son contados con los dedos de una mano los aún capaces de reproducirlo. En la actualidad, los esfuerzos están puestos en mantener lo ya creado y expandir el territorio de la manada con estructuras más simples.
Las Fauces de Fenrir:
Frase grabada dentro del recinto y que le da nombre al estrictamente más grande edificio dentro del territorio. De controlado acceso, es un sitio al cual solo los devotos de más alto rango de la creencia pueden acceder. Repleto de mitos y secretos, muchos han llegado ingresar a lo largo de la historia y luego perdido entre sus laberínticas paredes de madera y metal cubiertas de vegetación. Se le considera el único templo dedicado al gran lobo y se le respeta como tal. Mucho se rumorea de este sitio pero poco con algo de certeza. De boca en boca pasa el cuento de que se ha visto una figura transitar, entrar y salir con potestad en aquél misterioso interior.
El roble blanco
Es un descomunal árbol que se esconde más allá del templo cuidando la parte trasera del mismo. Los pocos magos que han llegado a verlo concuerdan que dadas sus características, algo así no puede ser simplemente casualidad de la naturaleza. Las raíces de este árbol se abren en el centro, dando paso a una enorme entrada hacia el núcleo que actualmente se encuentra prácticamente hueco y hace de residencia para el líder Hati, Oren Hitz. Coincidencia o no, todo su alrededor se conforma por un campo de flores de igual tono, en su mayoría lirios. Apartado, no es un lugar muy concurrido más que por su dueño y aquellos que van en su búsqueda.
La calma reina en el bosque que ni los insectos atreven a perturbar. Un laberinto de ramas prominentes y follaje de hojas, En lo profundo del bosque, un sitio sagrado, donde la línea entre dos mundos deja de existir. Una combinación a viejo bosque, mezclado con la revitalizante y juvenil esencia de las flores.
Dotados de una arquitectura y jerarquía única el clan de Fenrir vive casi recluido, entregados a sus costumbres, creencias y tradiciones. El marrón y verde lo cubren todo, mantos de pintura natural, de madera contra madera y de formas que respetan el más cuidado balance primigenio. Así, el corazón de la villa está atravesado por un viejo río que, según leyendas transmitidas de generación en generación, jamás se ha secado o escapado de su cauce. Todo edificio es abierto, de múltiples entradas y ventanas que permiten mantener todo sentido bañado en lo que ocurre fuera. El lobo no es un animal que se permita encierro. No existe una división física entre los grupos que pertenecen a este clan, sin embargo las alturas y zonas más accesibles a la luz son ocupadas por las familias bajo el manto del lobo del sol. Su contracara prefiere los lugares de perpetua sombra o donde la luz de la noche puede filtrarse y crear bellos patrones color plata sobre el lienzo del bosque. Asimismo, hay gran cantidad de cuevas y túneles que conectan distintas partes de este refugio lleno de historia, ancestrales huecos que mucho tiempo atrás dieron cobijo a los primeros integrantes del clan.
Pocos conocen las historias detrás del estilo de construcción, y son contados con los dedos de una mano los aún capaces de reproducirlo. En la actualidad, los esfuerzos están puestos en mantener lo ya creado y expandir el territorio de la manada con estructuras más simples.
Las Fauces de Fenrir:
Frase grabada dentro del recinto y que le da nombre al estrictamente más grande edificio dentro del territorio. De controlado acceso, es un sitio al cual solo los devotos de más alto rango de la creencia pueden acceder. Repleto de mitos y secretos, muchos han llegado ingresar a lo largo de la historia y luego perdido entre sus laberínticas paredes de madera y metal cubiertas de vegetación. Se le considera el único templo dedicado al gran lobo y se le respeta como tal. Mucho se rumorea de este sitio pero poco con algo de certeza. De boca en boca pasa el cuento de que se ha visto una figura transitar, entrar y salir con potestad en aquél misterioso interior.
El roble blanco
Es un descomunal árbol que se esconde más allá del templo cuidando la parte trasera del mismo. Los pocos magos que han llegado a verlo concuerdan que dadas sus características, algo así no puede ser simplemente casualidad de la naturaleza. Las raíces de este árbol se abren en el centro, dando paso a una enorme entrada hacia el núcleo que actualmente se encuentra prácticamente hueco y hace de residencia para el líder Hati, Oren Hitz. Coincidencia o no, todo su alrededor se conforma por un campo de flores de igual tono, en su mayoría lirios. Apartado, no es un lugar muy concurrido más que por su dueño y aquellos que van en su búsqueda.
Savannah
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Apodo
Edad
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El corazón se le detuvo en el pecho al ver la cercanía de la figura. Siseó cuando la plata delineó un pequeño roce en su piel y se echó hacia atrás escuchando entonces la voz de Oren. Era evidente, su piel nunca se resentiría de esa manera al ser metal. Se echó hacia atrás cuando la sonrisa bailó en los labios de la figura sin entender cómo un espíritu podía parecer tan terrenal. ¿Estaba equivocada?
De pronto es Oren quien entra en pelea y Savannah sólo es digna espectadora de una hazaña que no había sido capaz de presenciar por no decir que nunca lo había imaginado. El Alfa Hati peleando con garras y dientes. La chamana no sabía con exactitud qué hacer. Por un lado, le despertaba una curiosidad increíble ver la forma en la que peleaban y ansiaba poder llegar a ese nivel de desarrollo físico. Pero una vez más se recordó que esa no era su posición. No estaba destinada a ello.
“La llave siempre estuvo en tu mano”
No sabía que hacer, miró hacia las raíces que escondían la historia de Skoll. Lo sabía con exactitud. O eso creía. Cuando alzó la vista observó la larga melena plateada y sintió que se le desencajaba la boca. ¿Era la bruja blanca? Pero entonces escuchó las palabras de Oren y arqueó ambas cejas aún estupefacta. No mencionaba su nombre. Nunca había pensado que se trataba de una mujer y se maldijo por un pensamiento tan machista. Se sintió absolutamente fuera de lugar, era evidente que entre ellos había una relación que ella no mantenía con nadie. Tampoco sabía qué hacer así que simplemente se sentó lentamente.
“La llave siempre estuvo en tu mano”
Si había una llave. Había una puerta. La mujer alzó la mirada buscándola y se incorporó, ignorando a los otros dos mientras rastreaba la sala, moviendo su mano sobre la naturaleza que allí reinaba y tratando de recibir información de ella. ¿Era una puerta física? ¿Era una puerta espiritual? ¿Por qué incluso en su soledad no le habían atacado? Se volvió hacia Oren -No pretendo hacer una prueba física. No es mi fuerte-
Después de un tiempo tras haber recibido el patronus de Altair y completar el ritual para conseguir las piedras Fenrir, la chamana decidió ir a la isla a por sus padres y explicarles la nueva situación de la manada.
De pronto es Oren quien entra en pelea y Savannah sólo es digna espectadora de una hazaña que no había sido capaz de presenciar por no decir que nunca lo había imaginado. El Alfa Hati peleando con garras y dientes. La chamana no sabía con exactitud qué hacer. Por un lado, le despertaba una curiosidad increíble ver la forma en la que peleaban y ansiaba poder llegar a ese nivel de desarrollo físico. Pero una vez más se recordó que esa no era su posición. No estaba destinada a ello.
“La llave siempre estuvo en tu mano”
No sabía que hacer, miró hacia las raíces que escondían la historia de Skoll. Lo sabía con exactitud. O eso creía. Cuando alzó la vista observó la larga melena plateada y sintió que se le desencajaba la boca. ¿Era la bruja blanca? Pero entonces escuchó las palabras de Oren y arqueó ambas cejas aún estupefacta. No mencionaba su nombre. Nunca había pensado que se trataba de una mujer y se maldijo por un pensamiento tan machista. Se sintió absolutamente fuera de lugar, era evidente que entre ellos había una relación que ella no mantenía con nadie. Tampoco sabía qué hacer así que simplemente se sentó lentamente.
“La llave siempre estuvo en tu mano”
Si había una llave. Había una puerta. La mujer alzó la mirada buscándola y se incorporó, ignorando a los otros dos mientras rastreaba la sala, moviendo su mano sobre la naturaleza que allí reinaba y tratando de recibir información de ella. ¿Era una puerta física? ¿Era una puerta espiritual? ¿Por qué incluso en su soledad no le habían atacado? Se volvió hacia Oren -No pretendo hacer una prueba física. No es mi fuerte-
Después de un tiempo tras haber recibido el patronus de Altair y completar el ritual para conseguir las piedras Fenrir, la chamana decidió ir a la isla a por sus padres y explicarles la nueva situación de la manada.
Altair Kirgyakos
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El patronus de un Nundu atraviesa una de las paredes del lugar buscando a Oren. Al verlo, se posa ante él y suena la voz de Altaïr desde la bestia:
Una vez terminado el mensaje, se desvanece del lugar sin dar pie a una respuesta.Altair Kirgyakos escribió: -Hola, Oren. Soy Altaïr, te envío mi patronus para que sepas que Savannah, una de tus chamanas, me ha informado sobre cierta profecía. Sé que no es propio de vosotros abandonar vuestro territorio, pero quiero ofreceros cobijo en Ouroboros, allí estaréis a salvo. Podemos protegeros y algunos de tu clan sabrán como llegar, incluida la chamana, pero es posibles que tambíen vaya el clan de la Luna Roja. Además, tengo que comentarte un asunto sobre los dioses en poder. Espero que Hati y Skoll os acompañe.
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