Ciénaga de Norvel Twonk

Por fin llegó el día del ataque planeado durante varias semanas, tras largas reuniones tácticas y esperas para que el infiltrado nos diese lo que queríamos. Durante la espera he tenido tiempo de hacerme la sencilla operación para la nanotecnología, que ahora llevo implantada en mi cuerpo. Al principio estaba algo reticente, pero después me dieron algunas pruebas de los buenos resultados. Ya lo comprobaré en batalla, dentro de muy poco. También voy armada para la ocasión con mi habitual rifle, la pistola, una daga, el scotter y el radar para detectar a los seres mágicos, además de un chaleco antibalas. No me gustaría quedar fuera de juego a la primera.

Nuestra aproximación a la zona se realiza al principio sin grandes movilizaciones de personal ni grandes alardes técnicos, más que nada para no estropear el factor sorpresa. En cuanto el gas esté puesto y empiecen a salir avisaremos para que acudan muchos más centinelas, soldados, aviones y tanques a la zona. Por el momento permanecemos en la zona más próxima al pueblo, un terreno cenagoso con bastante vegetación entre la que poder ocultarnos. Nos acompañan un par de pelotones de soldados, además de un par de centinelas que serán los que vayan de avanzada.

Gwen ya anda por allí organizando y disciplinando a los soldados, sobre todo a los más novatos. Yo hago lo propio con mi grupo, repasando lo que haríamos. Primero avanzarían ellos para comenzar el ataque, junto con los dos centinelas. Para eso esperaríamos la señal de que el gas ya está puesto. Después dejaremos que los primeros que salgan caigan, y los que no caigan al principio se vayan desgastando poco a poco. Enseguida nos incorporaremos los que dirigimos el ataque. Robert todavía no ha llegado, pero es uno de los tres encargados de organizar a las tropas. Consulto mi reloj digital en el scooter que llevo puesto, comenzando a impacientarme.

- ¿Cuánto puede tardar el niñato ese en poner el puñetero gas? Está empezando a anochecer...queda menos de media hora para el momento acordado. - comento con fastidio al pasar al lado de Gwen, ahora que ya está todo preparado para el ataque.

Ben nos dejó en la base, si es que puede llamarse así. Más bien parece un búnker gigantesco, todo bajo tierra y poco iluminado. Estar en un lugar así me produce escalofríos, pero sobre todo un sentimiento de tristeza y vacío que pocas veces he tenido. El no poder ver la luz del sol, no sentir el viento en mi rostro, no escuchar las vocecillas de animalejos por el bosque me afecta mucho. El pelirrojo se va a dormir para que se le pase la resaca, y Antonio probablemente se vaya a buscar a su hija o descansar también un poco. Narth y yo investigamos por allí, los pasillos, las habitaciones, hasta tenían salas llenas de armas. "¿Pero en qué sitio nos hemos metido?"

Tras mis primeras impresiones tanto por el lugar, el armamento y la gente seca, me centro más en conocer la situación real de estas personas. No están aquí por gusto, no viven recluidas bajo tierra por que quieren, sino porque la guerra les obliga. Les compadezco en parte, pero no del todo, un conflicto bélico siempre se lleva vidas de ambos bandos, y eso es porque las balas vuelan hacia ambos sentidos. En contra de mi naturaleza, mi instinto y todo lo que en mi mente grita "¡Lárgate de aquí!" decido permanecer entre estas personas un poco más. Con el cabello recogido y la capucha siempre puesta me paseo en silencio por la base, con Narth sobre mi hombro, los dos ya recuperados del encuentro con el troll.

Intento pasar desapercibida, confundirme con el resto, que me confundan con uno más de los suyos. No digo ni una palabra, no levanto el rostro, y hago lo posible por aparentar ser un chico normal y corriente que anda por ahí. Siempre me he encontrado cómoda fingiendo no ser una joven elfa, es agradable que no te clasifiquen ni por tu género ni por tu raza, aunque por lo que veo en este sitio hay pocas personas así. Tanto magos y brujas caminan junto a drows y humanos, algo que yo nunca había visto. Aun siguiendo reticente de todo esto e ignorando mis sentidos decido quedarme, hasta un par de días después de llegar.

Me despertaron en medio de la noche, todos agitados y en movimiento, algo pasaba. Una reunión, una batalla, una masacre. Narth y yo nos quedamos quietos, tan solo mirando al resto, observándolos. Evacuaron la base de enfermos y jóvenes, comenzaron a tomar las armas, a planear la pelea. En ese momento deberíamos habernos ido, nadie se daría cuenta, nadie preguntaría por ese chico silencioso que siempre iba con capucha y su águila. Pero algo me dijo que me quedase… tal vez los rostros asustados de algunos, las palabras y maldiciones de otros, la agitación de sus cuerpos, los nervios.

Así que eso es todo lo que me ha llevado a este momento, subida en una de las ramas altas que cubren la ciénaga, respirando el aire húmedo mientras reviso mi ballesta, limpio la daga y afilo la espada con una piedra que he conseguido en la habitación de las armas. Después de mucho discutir he conseguido que Narth se quede en la base, a salvo. No le ha hecho ninguna gracia pero (no puede resistirse a mis encantos) sabe que es lo mejor para ambos, pues estar pendientes el uno del otro nos distraería como pasó con el troll. La idea de esta batalla es defender la base, y acabar con todos los soldados y Centinelas posibles. Yo no pienso matar a nadie, eso desde luego. Pero voy a defender esta ciénaga y a las personas que están detrás de ella luchando por sus vidas.

Al rato de acabar de preparar todo, desde la rama alta y con mis ojos de elfo veo a dos grupos de soldados acercándose, junto a un par de moles de metal. Me han hablado de esas cosas, al parecer hacen mucho daño… y contra los magos son bastante eficaces, hay que acabar con ellos cuanto antes. Se paran a la entrada de la ciénaga, con una rubia muy autoritaria dando órdenes, por lo que parece. Desde esta distancia no llegan mis flechas, pero no los pierdo de vista, sobretodo a los Centinelas.

Órdenes, gritos, ánimos, pastitas. De todo. Había sido una marcha un poco pesada y muy movida entre los soldados, los cuales estaban según mi parecer un poco desconcertados con todos los cambios que habíamos tenido últimamente. Morgana desde luego lucía bien en el puesto de capitán y no iban a poner en duda su valor, pero que Javert desapareciera -o según los diarios, hubiera sido descuartizado por el traidor- había dejado a muchos un poco fuera de lugar. Y más aún lo de un ataque.

¿Cuánto llevábamos sin hacer una ofensiva de verdad? Habían habido escaramuzas, habíamos tenido que defendernos de su ataque y habíamos tomado locales. Pero nada de eso se acercaba a un ataque de verdad después de más de un año sin hacer nada a gran escala. Yo seguía sin fiarme mucho de los métodos: No teníamos señal de que el mago hubiera colaborado, tal y como pretendían, y no quería que el ataque dependiera de un criajo resentido.

A Morgana tampoco le gustaba la idea. Tras acomodar un poco todas las ropas y acabar de limpiar el rifle reparé en sus palabras de impaciencia. Si bien Morgana tenía gran valor y no dejaba que nada la desmoralizara, no parecía una mujer paciente ni valoraba como debía a nuestros enemigos. Había vuelto después de recibir daños terribles en el ataque a la base. Y también lo hizo después de ser secuestrada por el traidor. En ningún momento su voluntad flaqueó: Al contrario. Cada vez que volvía lo hacía con mucha más determinación. Eso… Y odio. Yo no odiaba los seres mágicos, pero tenía claro que ellos eran un bando y nosotros otro. Por eso no podía dejar de dudar que algo fallara. No estábamos fumigando una plaga, estábamos enfrentándonos a seres con capacidad de pensar y organizarse.

-No me gusta lo que está tardando. Ya lo dije en la reunión y lo vuelvo a repetir: Fiarnos de un ser mágico para iniciar la batalla tiene todas las de fallar.- En el fondo los años ya se me notaban. Me había vuelto especialmente gruñona en algunos sentidos. Aunque aquella discusión quedó algo inmovilizada al sentir un soldadillo joven alarmado, diciendo que estábamos siendo vigilados. Dijo que había ido a un arbolito cercano a cubrir sus “necesidades” (una meadita) y que la scooter le había empezado a saltar con avisos de presencia mágica.

-Activad los escáneres de los centinelas, ¡Rápido! No podemos dejar que nos vean…- Si es que no se lo olían ya. Preparé de inmediato el rifle y busqué entre el suelo, lamentándome por no llevar un radar o algo de ese estilo. -Morgana, ¿Detectas algo con tu scooter?

La impaciencia comienza a notarse entre los soldados, a los que trato de tranquilizar diciendo que todavía estamos dentro del tiempo estipulado para el aviso. Todo lo que necesitamos es que salgan de ahí como ratas, el resto será ir a matar. Gwendolin también parece incómoda con eso de confiar en el topo, teniendo en cuenta lo que pasó con Rybar, o con Ailanthus. Todos esos bichos mágicos son de lo más traidor. - Si sale bien será una oportunidad única. Esperemos un poco más. - reviso por enésima vez que todos sepan el plan, que estén en su sitio. La cuenta atrás se está haciendo larga.

Activo el scooter que llevo en el ojo en cuanto nos llega una inquietante noticia por parte de un soldado. También echo mano del radar, que tiene un mayor alcance en el espacio. El primer aparato me indica que sí, que a menos de 1 kilómetro se encuentra un ser mágico, aunque no es mago o bruja. Lo clasifica dentro del grupo elfo. El radar me muestra un grupo mágico más numeroso (varios puntos en el radar) en las inmediaciones de Bastion Hollow, que se encuentra a menos de 5 kilómetros. Esto hace que empiece a mosquearme y a sospechar. Me acerco a Gwen para mostrárselo, señalando los puntos del radar.

- O saben algo o están ahí de vigilancia. No parecen muchos, así que esperemos que sea lo segundo. Y sí, hay algo más cerca todavía. Voy a neutralizar a ese. - susurro a Gwen para que no se corra la voz y no cunda el pánico. Preparo el silenciador del rifle para no descubrir nuestra posición en caso de que haya alguien más por la zona, aunque la presencia que he detectado parece aislada. Me dejo guiar por el aparato, caminando en dirección al lugar indicado. No tardo demasiado en dar con la posición del ser, la señal indica claramente su posición en lo alto de un árbol. Me sitúo detrás del tronco de otro, fijando la figura (al parecer femenina) de uno de esos bichos mágicos en una de las ramas superiores. Preparo la mirilla y me posiciono cual francotiradora experimentada, disparando desde allí de manera certera. Espero que no pueda esquivar, y sobre todo hacer que caiga del árbol.
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ataque tecnológico a Zoey:

dado 15+ 10 por habilidad de ficha + 19 stats ataque tecno + 5 bonus arma de fuego= 49

El miembro 'Morgana Wolf' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Tecnológico' :

La que se había liado en un momento. Ben nos dejó en un bunker... menuda base... y se fue a dormir. El resto del tiempo me quede posado en el hombro de Zoey mientras me paseaba por los lúgubres pasillos.
Un día nos levantaron pronto, evacuación, batalla... no presté mucha atención, estaba más ocupado pensando como me iba a librar de Zoey para poder adoptar mi forma alada y protegerla en la batalla que estaba por venir, estaba claro que mi forma de águila se quedaba corta para esta ocasión. En menudo berenjenal nos habíamos metido. Internamente esperaba que Zoe decidiera huir de allí pero finalmente decidió quedarse. Me pidió que me quedara en la base para que no me pasara nada y acepté sin dudarlo, la excusa para seguirla me vino como un regalo del cielo. En cuanto se aleja lo suficiente me transformo en mi forma alada, escondo las alas bajo mi capa y la sigo.

Cuando llegamos a la superficie el bullicio era inmeso. Por miedo a perderla de vista extiendo mis alas y tomo una altura considerable, pero lo suficiente como para poder seguirla. Se dirigió a una Ciénaga y se subió a un árbol para hacer de vigía. Chica lista. Me quedé allí estático mirando a mi alrededor hasta que ví a Zoey concentrarse en algo. Seguí la dirección de la cabeza y vi a un grupo de soldados humanos. Dos de ellos empezaron a mirar sus aparatejos y a señalar en la dirección de Zoey... eso no me gustaba un pelo.

Cuando una de ellas, una rubia avanzó con un rifle al hombro me decidí a actuar, pero estaba volando demasiado alto... Me lancé en picado a por Zoey pero la rubia ya habia desplegado el rifle y estaba apuntando hacia Zoey. Me entró miedo, un miedo que hacía mucho tiempo que no sentía, no podía perderla, no podía permitirlo. No me iba a dar tiempo a recoger a Zoey, tenía que hacer una locura, desenvainé la katana y aceleré aún mas hacia abajo. Conjuré un hechizo de barrera defensiva sobre la espada y aceleré aun más. Estaba cerca pero no lo suficiente. Sonó un disparo. Me incorporé en el aire y me teletransporté hacia abajo, justo delante de Zoey mientras ejecutaba un corte descendente vertical... y corté la bala por la mitad. Caí como una piedra en el suelo, mis piernas crujieron y el impacto me mareó momentaneamente. Miré hacia arriba y vi a Zoey temblar, uno de los fragmentos de la bala le había dado pero no distinguía dónde.
-¿Estás bien?


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Defensa para Zoey:
Dado 15+ 5 por forma alada + 10 defensa kenjutsu= 30

El miembro 'Narthorondel' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa Mágica' :

No tardan mucho en detectar mi presencia despues de que uno de ellos se acerque a un árbol a mear. Sus radares y tecnología tienen un gran alcance y me localizan en un abrir y cerrar de ojos. Parece que no soy muy importante para ellos, la mujer rubia y amargada se va acercando a mi posición, preparando su arma. Cree que no puedo verla, pero no quito mis ojos de elfo de su persona.

Mientras toma posición y apunta saco mis manos de la sudadera, remangándome, todo muy sutil y disimulado. Me preparo para saltar y formar una barrera de fuego, pero entonces escucho un ruido, algo se acerca. No puede venir de alrededor porque lo he observado todo, abajo no hay más que suelo y raíces, luego... El sonido viene de arriba. Me atrevo a mirar al cielo para ver a un ángel. Eso creo al principio, no tengo mucho tiempo para tomar detalles, a parte de que viene directo hacia mí.

Escucho el disparo, el ángel desaparece, reacciono saltando de la rama y conjurando la barrera, aunque no es necesario. Cuando levanto la mirada hacia delante veo al hombre, un alado de cabellos blancos y muy largos, un rostro hermoso. Se ha pegado un trompazo de la leche, pero aún tiene fuerza para preguntarme. Aún extrañada por todo asiento, y vuelvo a mirar a la rubia a lo lejos, esperando su reacción.

Defensa: 0 (dados) + 13 (defensa magica) + 10 (habilidad ficha ) + 30 (defensa Narth) = 53 supera ataque

El miembro 'Zoey Cyreidë' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa Mágica' :

Me tomé la licencia de hacer aparcar la comitiva de coches blindados lejos de donde se suponía que habíamos quedado. El aviso de Michael Javert era inminente y estaba ansioso por sacar a pasear mi pistola y mi katana. Ya lo sabía, no era el mismo soldado que fui antaño... mis huesos se resentían, no tenía la vista habilidad en el cuerpo a cuerpo. A esta edad mis grandes compañeras eran las armas de fuego.

El aviso de Mike no se hizo esperar, las coordenadas del comunicador eran correctas, no nos estaba engañando. El pobre diablo huérfano acaba de sentenciar a los Renegados. Di orden de dirigirnos a toda velocidad a la posición de Gwen y Morgana, escuché algunos tiros a lo lejos. No debía ser nada de importancia en comparacion con lo que debía estar ocurriendo a las puertas de la pocilga renegada. Desde el coche, cargando mi pistola, di la orden a los soldados y centinelas: - ¡El ataque ha comenzado! ¡Todos a las calles del Bastion!

El coche salió de la ciénaga a toda velocidad. Yo no pensaba entrar al combate de primeras, quería ver antes desde un punto discreto cómo era masacrada todo aquella historia. Y la protección de Mike... bah.

Poco después de que Morgana rogara paciencia con lo de Mike nos llegó la señal de que eso había ocurrido. Que había dado la señal, y que… Empezaba el ataque. Pero eso no me hacía nada de gracia cuando teníamos, aparentemente, a un problema allí cercano. Limpié el rifle con el guante antes de cogerlo bien tal y como escuchaba las palabras de Morgana. Decía que estaba notando algo cerca… Y que había algo, efectivamente, vigilándonos.

-Ahora te ayudo a acabar con ello. Tengo que dar cuatro órdenes, el hijo de Javert ha colocado el gas.- Regresé rápidamente entre los soldados. Robert había dado la señal, pero yo acabé de ultimar los gritos necesarios para que fueran los que debían. Notaba al grupo nervioso. Empezaríamos con una tanda de centinelas y probablemente enviaríamos unos cuantos soldados antes de ir el grupo entero, a no ser que algo raro pasara… A un soldado de confianza más veterano le susurré algo como -Hemos detectado a uno aquí, quiero que estés al tanto por si es necesario intervenir. Un objetivo no debería ser problema, pero…

Seguí a Morgana con cierta distancia mientras observaba a los primeros centinelas irse. Ella fue la primera en disparar, y yo tardé algo más de rato en acercarme. Se me hundían las piernas en el terreno fangoso y no dejaba de estar al tanto por otros posibles ataques… O personas. Lo segundo apareció. En forma de hombre con alas. -Morgana, no podemos dejar que se escapen. Pero si hay gente aquí ya deben saberlo…- Le susurré al llegar a su lado. No le di demasiada importancia a cualquier tipo de conversación que tuvieran entre ellos, ni al hecho de que uno estuviera hasta arriba de barro. Prefería quitar de en medio la mujer, quien tenía más posibilidades de señal de alerta. Su posición alzada entre los árboles hacía difícil tener buen ángulo de tiro…

El disparo no fue especialmente bueno. Pero fue un disparo y aquello era más que suficiente como para que supieran que su presencia no era bienvenida. El soldado al que había avisado no entraría en combate a no ser que la situación lo exigiera. No creía que nos fuera a llevar mucho tiempo encargarnos de esos dos.

Daño a Zoey: 5 (dados) + 15 (base) + 10 (habilidad) + 5 (arma de fuego) = 35

El miembro 'Gwendoline Khalil' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Tecnológico' :

Mi tiro acaba fallando por culpa de la intervención de un tiparraco alado, aunque no cometo el error de disparar un segundo tiro mientras están en movimiento. Me molesta bastante que me jodan el disparo con salvamentos de última hora, pero los putos bichos mágicos son así, siempre acudiendo unos al rescate de otros para estropear los mejores golpes. El salvador de la muchacha cae al suelo, enfangándose más de la cuenta por el terreno en el que estábamos. Yo ya llevaba las botas bastante sucias, pero al menos no llevaba la mitad del cuerpo embarrada.

Permanezco parapetada tras mi árbol, sin dirigir la palabra a esos dos. Lo último que me interesa es que se vayan a dar la voz de alarma. Por el comunicador recibo el mensaje de que Mike ya ha puesto el gas, así que ahora sólo es cuestión de tiempo que las ratas comiencen a salir. Enseguida se acerca Gwen hasta mi posición, disparando un segundo tiro hacia la pareja. Asiento a lo de no dejarlos marchar, aunque el plan de sigilo ha pasado a un segundo plano. De fondo se escucha la voz de Robert Mori dando órdenes, seguro que tan alterado que se le debe marcar la vena de la sien. Más les vale a las tropas hacer un buen trabajo inicial de romper filas. Espero que salgan tan desorganizados que ni les de tiempo. Y también espero que el tal Mike no acabe con Ailanthus él solo. Él se cree que ha matado a su padre, pero a mi me ha puteado de verdad, no es una exageración en un periódico.

. - Acaban de movilizar a los primeros centinelas hacia allá. Vamos a acabar con estos antes de que se vayan al amparo de los otros. Que acuda otro par de centinelas aquí. - susurro a Gwen para dar después la orden para que acudan dos centinelas a nuestra posición (yellow y green), que ayudarán a acabar con estos dos rápidamente. En lo que tardan en acercarse me preparo para un segundo disparo, también dirigido a Zoey. Esta vez espero que el alado no se interponga, y si de paso lo atraviesa a él mejor que mejor. Dirijo el disparo hacia la zona del pecho, por aquello de intentar hacer un dos en uno.


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ataque tecnológico a Zoey:

dado 20+ 10 por habilidad de ficha + 19 stats ataque tecno + 5 bonus arma de fuego=54

El miembro 'Morgana Wolf' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Tecnológico' :

Centinela amarillo experimental con piezas made in China se pone en marcha hacia la zona solicitada. En primer lugar hace el protocolo de desaparición para que nadie se mueva de allí. La orden es destruir, nada de capturar como si fuesen pokémon. Mis ojos se activan modo epilepsia de brillos multicolor, aunque eso no valga para nada, sólo es una mejora absurda de los chinos. Después elevo el brazo, multifunción, que muestra una metralleta que comienza a disparar en dirección a Zoey.


Este modelo de centinela funciona de manera totalmente ecológica, tomando energía solar. Es otro prototipo en fase de pruebas, pero hasta ahora funciona bien. De vez en cuando suelta frases ecologistas random, además de repetir la regla de las 3 R. Los soldados agradecen que se marche a exterminar, ya que les estaba poniendo la cabeza como un bombo con tanto regañarlos. Casi activa el protocolo de castigo con uno que tiró el papel de su bocata al suelo. Al llegar junto a Morgana y Gwen parece que se le olvida todo el rollo ecologista, disparando a bocajarro contra Narth.


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ataque de amarillo a Zoey: 25+25=50

ataque de verde a Narth: 25+30=55

El miembro 'Robot Centinela' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Robot Centinela ' :


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#2 'Robot Centinela ' :

Zoey asiente a que está bien, parece que no le han dado, o no le han hecho nada. Centro mi atención adelante y veo mucho movimiento, parece que el ataque ha comenzado. Veo como una persona se acerca a la rubia y le dice algo al oído, acto seguido veo acercarse a dos cacharros enormes, deben ser los centinelas de los que tanto hablaban. Me preparo para desviar balas con la katana a ver si funciona otra vez el truco. Protejo la hoja con un hechizo de escudo y me preparo para el ataque desabrochandome la capa del cuello, que se ha llenado de barro y me pesa.

Los 4 disparan en nuestra dirección, intento desviar las balas que se dirigen hacia mi, pero alguna me alcanza. Aprovecho la pausa al acabar los disparon y me lanzo hacia delante, a por la rubia que parece la jefa. Realizo un giro con corte circular y en el último momento me teletransporto detrás de ella. Le doy en la espalda, aunque no con mucha fuerza, el barro entorpece demasiado mis movimientos.

De pronto me doy cuenta que estoy en medio de los cuatro... Como no lleguen refuerzos pronto voy a tener que salir de allí lo antes posible. Miro por el rabillo del ojo a ver cómo esta Zoey preparo para su contraataque, listo para teletransportarme a sus espaldas o un flanco si me atacan directamente.


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Defensa física para mi: Dado 15+ 5 (forma alada) + 10 (habilidad) + 13 (defensa física) = 43 --> sufro 12 de daño

Ataque físico a Morgana: Dado 5 + 5 (forma alada) + 10 (habilidad) + 15 (ataque físico) = 35

El miembro 'Narthorondel' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Defensa Física' :


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#2 'Ataque Físico' :