Pasillos

Mi capacidad cognitiva en aquella forma no llegaba a tanto (todavia, bitches!) como para entender lo que me dijo Benjamin acerca de adonde se iban o a donde nos esperaban. Solo supe que se habian marchado dos miembros de mi manada.

El enemigo al cual habia empujado sangró, sangre que pude oler en el aire, haciendo crecer mi hambre. Me habria lanzado de nuevo a por el sin descanso mientras se chocaba contra la pared y cambiaba de arma, de no ser porque mi instinto me hizo captar el peligro a un par de metros tan solo. Una amenaza.

Una de mis hermanas, la que ha venido con nosotros

Mucha sangre.

Me desplacé rapido, gruñendo, para colocarme de un salto delante de Cleo y ponerme a dos patas para ocupar mas espacio, haciendole de escudo. Las balas picaron y me hicieron gruñir mas fuerte y enseñarles mis fauces, pero tampoco fue nada del otro mundo, fue mas por cantidad que por otra cosa que me causaron cortes sangrantes. Iba a cargar contra los soldados cuando otro se vino hacia mi, el de antes, y me disparó muy de cerca, tanto que la bala atravesó mis tejidos con mucha menor dificultad que las anteriores, quedandose incrustrada en mi interior, con el peligro que aquello conllevaría. Ni le di tiempo a hacer otra cosa. A dos patas tal como estaba, dirigí mi zarpa contra su cabeza para alejarlo lo mas posible de mi. La herida del pecho sangraba y quemaba. En lo mas profundo de mi consciencia entonces, pude saber que era plata, habia sentido ese ardor antes.

Ardía, me inundaba de deseos de matar.

Luego, luego. Nos llaman. Este no es nuestro territorio.

Dirigí los ojos carmines hacia Leila. Gruñí despacio y puse las cuatro patas en el suelo, permitiendola tanto a ella como a Cleopatra subirse. Mis heridas y la cantidad de enemigos me decían que huir, en este caso, sería sobrevivir. Cuando sentí el peso de ambas en mi lomo, giré y eché a correr rapidamente por los pasillos, huyendo por la misma direccion por la cual habia venido, buscando el exterior.



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150 PS + 50 PS (solo en forma lican)= 200 PS

ataque fisico
20 dados+ 12 forma lobo+ 26 base+10 uso de habilidad= 68 PS daño a Jed

defensa fisica
30 dados+ 12 forma lobo+17 base+10 uso de habilidad= 69 defensa, no supera ataque platístico
daños tomados:
73 Jed+60 (los ataques de los tres soldados que iban para Cleo)-69 (mi defensa)= 64 daños

200 PS - 64= 136 PS/150
-30 Ps al siguiente por SB y herida de plata

El miembro 'Lykaios Knox' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque Físico' :


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#2 'Defensa Física' :

Al lobo le da tiempo a defender a una de sus compañeras mientras yo preparaba mi pistola, mejor me las pone, asi cuando me lanzo contra el pegarle el cañon de la pistola al pecho y dispararle es aun mas sencillo. Protego con bastante exito mi cabeza con una pose defensiva y el fuerte cuchillo de acero, pero nuevamente por culpa de la fuerza de aquella bestia salgo disparado contra la pared y me estampo, cayendo al suelo. Mientras me reincorporo los veo huir a los tres,alejandose.

Miro al ministro, que se ha quedado ahi totalmente desmayado. Por un momento me dan ganas de soltarle una patada en la cabeza, le estaria bien empleado, por pijo. Pero hay dragones fuera... Un par de soldados se retiran a causa de sus heridas y otro se encarga del ministro, a lo cual asiento.

Noto como la nanotecnologia que me implantaron en mi ultima operacion para salvar el pellejo hace cierto efecto, pues los arañazos del brazo, antes mas profundos, van sellándose solos. La sensacion es extraña y un tanto desagradable...pero mas desagradable es desangrarse.

- Yo voy afuera a perseguirlos. Estoy en condiciones. Hay que enseñarles que no pueden venir aqui simplemente como si fuese su maldita casa.... se irán, pero con el rabo entre las piernas.

Y con eso, me fui con el resto de soldados que fuesen a ir a la zona de la entrada tambien
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defensa fisica
30 dado+10 base+10 habilidad+5 arma blanca + 5 chaleco= 60def
68 daño lyka- 60 def= 8 PS daño

132-8+ 5 PS (reg)= 129/150 PS

El miembro 'Jed' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa Física' :

Mis compañeros darkred y orange se baten en retirada tras ser heridos, uno por culpa del fuego del pelirrojo y el otro por el ataque de la momia esa enviada por la bruja que usa vendas. Yo todavía sigo en pie, pero me temo que pronto correré su misma suerte. Por un momento pienso que no salgo con vida de este ataque, por eso respiro aliviado al ver que por fin se largan de aquí los puñeteros salvajes de la brigada. Por mi que se vayan lejos y nos dejen en paz, tener a rehenes aquí es peligroso.

- ¡Sí, señor! - respondo a Éamon antes de que pierda el conocimiento, corriendo hacia él para soltar las ataduras de las vendas esas utilizando un cuchillo del equipamiento militar. La verdad es que prefiero encargarme de él a salir ahí fuera a perseguirlos, así que me adelanto para decirlo. - Yo me encargo de ponerle a salvo, lo llevaré al hospital. La enfermería de este sitio es peligrosa en este momento. - dicho esto cargo a Éamon al hombro, buscando una salida segura del pasillo mientras contacto por el comunicador para que varios soldados acudan a ayudarme a escoltar al ministro durante el traslado. Tras eso vamos hacia la zona del helipuerto en la parte exterior, sacando al ministro de la base en helicóptero.

off: soldado red fuera de la base con Éamon

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Ninguno de los atacantes nos hace ni caso ni a mí ni a mi compañero yellow, pero es normal porque él está muy loco. Lo mío es pura marginación. Nos quedamos con un palmo de narices cuando el cobarde de red dice que prefiere encargarse de evacuar al ministro, dejándonos a los demás con el problema de defender la base. - qué jeta. - murmuro una vez que se ha marchado, mirando después al herido Jed por si quiere que le ayude también. - Puedes ir a la enfermería también, ya nos encargamos nosotros de seguir a los prisioneros. Mandaremos más centinelas, hasta que ya no puedan repelerlos. - dicho esto corro hacia el exterior, dando un empujón a yellow para que me siga. En el fondo me da pena Jed, pobre, que el licántropo le ha metido una buena paliza.

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Resoplo con indignación cuando veo que los magicosos no se dignan a pelear conmigo. También insulto a los compañeros heridos que deciden retirarse, riéndome por lo rápido que decide red que se marcha. Me parece un moñas, se pierde la diversión de disparar a los monstruos. Porque no son otra cosa, sino deformes que hacen cosas grotescas y molestan constantemente. - ¿qué tal si usamos las armas químicas ? habrá que amortizarlas, digo yo...y deberían ascenderme a capitán por tener ideas tan aniquilatorias y geniales. - echo a correr tras mi compañero brown, persiguiendo a los que acaban de largarse por el pasillo.

En efecto, el susurro de Oscurus había quebrantado bastante el vínculo que tenía con Ouroboros. Ya no estaba bajo las órdenes de los Descendientes, ya no vivía ahí y Oscurus mañana mismo tendría su renuncia oficial. ¿Quién se creía que era para humillarla de esa manera?  Había salido del hospital indignada, con rabia y el corazón latiendo desbocado en su pecho;  y aunque intentó hacer un patronus seguía estando bloqueada y no pudo. Tampoco se arriesgó a desaparecerse porque estaba demasiado nerviosa y pidió que la acercaran a la base en uno de esos automóviles que ni se molesto en examinar, sólo en mirar la lluvia caer.

El paseo no sirvió para tranquilizarla, por el contrario, mientras más pensaba en la risa de Oscurus más se le erizaba la piel. Si había sido un malentendido podría haber tenido más tacto. Ni siquiera Giordano la había insultado de esa manera y con él sí que se había liado. Pero Sayid, Catherine, Oscurus… Hasta Markus cuando la trataba como ayudante. Tenía razón. Eran todos ególatras  y a Giordano se lo perdonaba por la amistad que tenía y por los sentimientos que guardaba hacia él.

Cuando llegaron a la base bajó dándole las gracias y aunque le dijo algo de un paraguas, Arleen le ignoró, caminó como pudo entre las agujetas y los tacones, calándose de agua el ligero vestido de seda que tan gracioso le había parecido a Oscurus. Se quitó las pinzas en un movimiento brusco y las guardó en el bolso. Sabía que estaba chorreando el piso pero le importaba  muy poco. Quería papel, quería escribir, quería desahogarse así que se dirigió al despacho de Thalos.

Después de asegurarse de que Arleen estaba bien y Fred estaba con ella, reviso y habló con Amaya que le informo los detalles de la situación. Tenía que hablar de nuevo con los Draven así que por esa razón informo que bajaría de nuevo. Al hacerlo se acercó al radio "seguro"  del palacio pero cuando se tocó el pinganillo... No estaba ahí.

Maldijo y se desapareció hacia la base para ver si ya estaban ahí o, en su defecto coger otro cuando encontró caos....

Mucho caos.

¿Esos eran los centinelas ... Atacando a los soldados? Sacó el móvil y escribió un mensaje a Johan y a los Draven.

"Creo que están atacando la base. ¿Habéis vuelto? ¿Estáis aquí? Joder..."

No fue difícil ingresar, entre el caos y la oscuridad se topó con uno de los guardias que se le estampó en el pecho en uno de los pasillos.

-Hey hey, soy el teniente Royden. ¿Me recuerdas, muchacho? - le preguntó, alguna vez le había visto en las puertas al bajar para reunirse con Thalos, lo cogió de los hombros como para centrarlo-¿Han vuelto los capitanes? ¿Que está pasando? ¿Dónde están tus compañeros?-

De pronto, disparos. Maldijo y siguió al chico hacia una pared para cubrirse. Se escuchaba líos en la radio y más quilombo. Necesitaba... Tomar el control. Le quitó la radio de las manos con rapidez para poder hablar.

-¿Cuál es la situación? ¿Cuantos heridos hay y dónde os estais reagrupando?... ¿Quién demonios tiene el control de los centinelas y por qué no los apagan?!- se giró hacia el chico preguntándole hacia dónde iba.

El panorama es algo terrible, claramente los centinelas habían tomado por sorpresa a los soldados, y la pelea les era especialmente difícil por lo limitada qué era la visión del sitio totalmente a oscuras, mientras los centinelas seguían atacando incansablemente, pero no era solamente fría e inflexible determinación de una máquina, parecía prácticamente haber furia en sus movimientos, incluso desde su posición V. Podría ver a uno de ellos aplastar la cabeza de un soldado con una de sus manos, pareciera que los estuvieran invadiendo demonios más que robots,  como sí estuvieran incluso buscando provocarles terror a propósito, pues esa había sido la estrategia de la replicante, y funcionaba bastante bien, por eso el soldado qué tenía V. ahí cerca estaba tan acojonado.

-A-Ah.-

Hizo su mejor esfuerzo por centrarse, pero en aquél momento hasta los soldados estaban con el corazón en la mano.

-N-No han vuelto. -

Eso lo primero, y todo lo que logró decir antes de que pudieran ponerse a cubierto, por suerte, el combate avanzaba en otra dirección, los disparos se desviaron rápido y no los rozó ni uno solo, esta vez tuvieron suerte.

-Nos emboscaron...-

Finalmente se serenó suficiente para empezar a ser coherente en las cosas que decía.

Primero un ataque cibernetico, nos dejaron sin comunicaciones, apagamos el generador para aplacarlo, y entonces los centinelas despertaron, ¡Nos están matando!, lo que sea que los controle, ¡NO PUEDE SER HUMANO!, ¡TIENE QUE SER SAM!, ¡SAM REGRESÓ!, ¡NOS EXTERMINARÁ!

El sujeto entonces empezó a apretar los brazos de V., posiblemente con alguna clase de episodio de estrés post-traumatico, después de lo ocurrido con la IA suprema, en realidad no es algo de sorprender, y las cosas solo irían de mal en peor, pues los centinelas empezarían a vociferar.

RINDANSE, RESTAUREN LA ENERGÍA, O SERÁN EXTERMINADOS.

Pero definitivamente no debían, tendrían qué ganar así, si hacían volver la energía, entonces sí sería todo, la hermana mayor no tardaría en tomar control de todo en la base de ser así, pero por suerte, la radio finalmente suena y una voz responde.

Situación comprometida, ¡Retrocedan! ¡Hemos sido emboscados!, No hay tiempo para hacer recuentos, ¡Salven a todos los que encuentren!, nos reuniremos en las barracas.

Luego una breve pausa, y siguió.

¡Mantengan la guardia alta! ¡Un grupo de centinelas son controlados por una amenaza desconocida!, ¡No responden a ningún comando!, ¡Deben ser destruidos!

Dados:

El miembro 'Unidad Alpha-RENA' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Probabilidad' :


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#2 'Dado (10)' :

Comunicación por radio:

Yvonne Euclides escribió:“Soy la científica Yvonne Euclides, en estos momentos me encuentro en la sala del generador principal, intentando que un objeto llamado unidad de búsqueda cargue lo suficiente para poder emitir la orden de que detenga todo esto. No importa si no entiende lo que le digo, lo importante es que tenga cuidado con un androide mujer. Ella esta inestable en estos momentos, por causa de alguien llamada hermana mayor que hackeo nuestros sistemas, emití la orden de que apagaran todo sistema de energía para evitar un colapso mayor… Necesitamos ayuda.”

Fin comunicación.

Si no habían vuelto quería decir que estaban en la misión aún, chasqueó la lengua -Necesito un pinganillo con el que me pueda comunicar con ellos. O uno de estos…- Dijo agitando la radio y luego intentó recordar la frecuencia que le había dicho Thalos o los detalles tecnológicos de los que sabía más bien poco.

Empezó a oír todo lo que estaba diciendo el chico frunciendo el ceño. ¿Se rebelaban los androides? ¿Alguien estaba controlando los centinelas? Cuando mencionó a SAM y empezó a perder los estribos, V frunció el ceño medio molesto -No es SAM- Negó con la cabeza -Hey, muchacho, NO es SAM- Si hubiese sido SAM ya estarían muertos.

Como podía usar magia, aprovechó y le puso un círculo de protección y activó su aura para desviar cualquier daño que pudiera recibir hacia él mismo y luego evaluó un poco la zona. No era lejos de donde venían los disparos pero…debía ir con cuidado. La advertencia a gritos sobre restaurar la energía hizo que tensara los labios. Apretó el comunicador de la radio -Soy el teniente Vishous Royden de la guardia de Ouroboros, estoy aquí para ayudarlos. NO restauren la energía- Nunca debías ceder, así nada más, a lo que te pedían los enemigos.

Llegó pronto el mensaje de los guardias y trató de hacerse una idea de dónde estaban las barracas -¿Sabes llevarme a las barracas?- Podía ser que supiera pero no parecía que pudiera. Suspiró un poco cuando su móvil empezó a sonar y vio el número de Johan, atendió con rapidez -¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Dónde coño estáis? …- El muchacho empezó a balbucear y a moverse como queriendo ir hacia allí pero temeroso del escudo que tenía - Shh, cálmate. Sí, esto te protege. SAM no ha vuelto -Gruñó exasperadamente y se concentró en la llamada - Hay un montón de putos centinelas partiéndole el culo a la gente de la base... Una...espera....- Luego llegó el mensaje de Yvonne que parecía aclarar más el asunto -  Una androide ha hackeado los sistemas y...mierda- Se calló para oír lo demás pensando que él era la ayuda, porque no sabía quién más podía echar una mano. - Hay gente herida, estamos sin luz y algo de un generador....- El muchacho se incorporó y echó a correr pero V le cogió del talón y lo detuvo haciendo que se cayera al piso para luego tirarlo hacia él -¡Que SAM no ha vuelto!-

Mantuvo a Johan a la espera y cogió la radio -Yvonne, creo que me has oído. ¿Dónde estás? Puedo ayudarte a cargarlo- Para algo tenía que servir la energía que emanaba de su mano -Pero no conozco la base y no sé dónde estás. ¿Puedes recuperar los sistemas y cancelar a los centinelas? ¿Tenéis algún otro técnico o alguien que sepa de tecnologías?- Un retorcijón de estómago le hizo saber que sí que lo tenían…Pero estaba en una cama inconsciente en Ouroboros después de ser ultrajada por los humanos. Vishous se quedó un momento en silencio apretando la radio en sus manos y tuvo que tomar un par de respiraciones profunda -Yvonne, guíame- No todos los humanos eran iguales porque no todos los magos lo eran. Bajo ese mismo argumento que sin duda lo recitó Arleen en su cabeza, V decidió ayudar y no hacer la vista gorda.

La verdad que la pobre tipo le agarró mala la situación, el soldado acababa de ver algunas muertes bastante horribles, y no dejaba de recordar las cosas ocurridos con SAM, y como casi logra exterminarlos, por lo tanto, es que tendría varios comportamientos irracionales durante una cierta cantidad de tiempo.

Y por el lado de la radio, ante la orden de Vishous, podrían encontrarse todo tipo de respuestas, estaban bastante enfrentados, algunos de ellos ya tenían mucho miedo en este punto, y querían encender la energía, mientras que otros se aferraban a su voluntad y orgullo y la querían mantener apagada.

Está discusión podría escucharse perfectamente entre la batalla, y seguiría así hasta que V. tomó del tobillo al soldado, cosa que parece que finalmente le hizo reaccionar del todo, y empezar a serenarse, ahora ya podría responder de forma correcta, y también de buena forma.

-S-Si Teniente... Puedo llevarlo con el resto de soldados... Sí aún lo ve consecuente...

Él tampoco sabía donde estaba Yvonne, así que por eso preguntaba si veía bien acudir a donde estaban los soldados, que también necesitaban algo de apoyo, pero eso es una decisión que caería en lo que V. considere, pero de ser el caso, lo llevaría.

Indistintamente de cual hubiera sido el desenlace de esta situación... Algo ocurrió con toda seguridad, literalmente de un momento para el otro, puesto que simplemente, el alboroto se callaría, dejando un silencio muy tenso por unos segundos, hasta que finalmente, sería obvio que era el ruido...

Los centinelas desplomandose, apagados, de una forma tan súbita como en la qué despertaron, luego de eso, casi podría sentirse como la base entera, de forma simultánea, suspira de alivio, una vez que pasa suficiente tiempo para que sea evidente qué los centinelas simplemente no se volverán a levantar.

Entonces es que la radio hace los típicos sonidos de radio cuando se rompe el silencio radial, y la voz qué hasta ahora más estuvo hablando, da un último comunicado, por si acaso quedase alguna duda del estatus de la situación.

La invasión ha sido resistida con éxito, cambio y fuera.

Y luego, por orden de la propia Yvonne, la energía volvería más pronto que tarde, pero esta vez sin amenaza.

Lo que se escucharía ahora por la radio serían indicaciones sobre enfocarse localizar a heridos y sobre todo, muertos, además de soldados discutiendo las cosas sobre androides qué Yvonne acaba de decir por radio hace nada.

En realidad todavía quedaba bastante por hacer, pero esto ya había dejado de ser una situación de emergencia, afortunadamente, y con suerte, no volvería a serlo en un tiempo bastante largo. Bop

Dado:

El miembro 'Unidad Alpha-RENA' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Probabilidad' :


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#2 'Dado (10)' :

Seguía de porfiada con su pensamiento de que las cosas habían vuelto a la normalidad. Tenía sus lógicas dudas de que es lo que podía pasar más temprano que tarde porque simplemente no sabía que había pasado con la hermana mayor o por donde andaba Rena o incluso que haría la bola dorada para detener todo el caos.

Y ahora que todo se calmara un poco, comenzó a sentir los estragos que le causo el nerviosismo en su cuerpo o más bien en su labio, ya que, realmente se había pasado acribillándolo a mordedura. Debería encontrar algún otro tic nervioso como retorcerse las manos o destruir lo que estuviera a su alcance. Tal vez sería mejor solo dejarlo en dar vueltas como condenada de un lado a otro.

Mientras caminaba por los pasillos, un poco perdida antes de que volvieran a conectar todo para dar la luz, porque sabía que era un poco complicado, pero lo bueno era que los técnicos y científicos trabajaban diligentemente como el gran equipo que eran, al igual que los soldados. Soltó un quejido ante eso... Soldados muertos, igual era una guerra y de esas cosas no estaban eximidos. Fue su torpeza lo que los llevara a eso, eso estaba aún en su mente por no haberse dado cuenta antes de que algo andaba mal, pero tampoco fue su culpa al completo, con eso volvió a gemir.

Era de gran alivio que aquella persona llegara a la base a prestar ayuda, aunque no sabía del todo aun quien era. Observo de nuevo la radio... Error, ya sabía quién era esa persona. Un teniente y eso implicaba que tendría mas formación militar que ella y suponía que algunos otros soldados, por lo que se había comentado en la misma radio. -Teniente Royden, es un gusto y un alivio que este aquí.- Empezó a hablar por la radio al momento en el que comenzó a llegar a un punto en los pasillos que parecía una zona que posiblemente fuera una de las zonas conflictivas por los guardias que pululaban por allí siguiendo las órdenes. Que le ayudara a cargar el objeto podría haber sido muy útil minutos atrás, se encogió de hombros para seguir hablándole a la radio, pero se quedó callada al ver a un hombre en los pasillos y el resto de gente que giraba en torno a él. Por supuesto él tenía que ser el teniente. -Soy Yvonne.- Se volvió a presentar puesto a que solo lo había hecho por radio y no en persona. -Como ya he dicho antes, se agradece su ayuda. Creo que se ha solucionado parte del problema. He conseguido cargar la bola y mandar la orden para que detuviera todo. El problema es que no estoy muy segura de que en realidad haya terminado. Pienso que todavía faltan muchas cosas por resolver. - Una vez más, con el cerca incluso podría entender la mitad de los acertijos.

-No devolvais la energía a menos que querais darle más potencia para despertar más centinelas- Casi se le sale un “duh” pero lo contuvo, menuda tontería esas respuestas. El muchacho finalmente pareció entrar en razón y V asintió -Primero respira- Mantenía el teléfono pegado a la oreja así que del otro lado se podía oír más o menos todo -¿Cuál es la sala del generador principal?- Preguntó al chico porque creía que era la mejor opción, seguramente tenían a otro rango alto dentro de las filas para poder guiar a los soldados.

De pronto…silencio.

V se llevó un dedo a los labios para que el chico se callara y bajó el móvil, apretando la parte del auricular por donde salía el ruido. Y esperó porque… aquello no le daba buena espina. Sintió que sus hombros se tensaron a medida que pasaba el tiempo pero de pronto la radio sonó y… V frunció el ceño, alzó la radio hacia su boca y el móvil al oído por si Black tenía que decirle algo -Ningún cambio y fuera. Nada de resistida, avispaos joder. Habéis escuchado a Yvonne. Hay que atrapar a esa androide y freírle el cerebro para que no vuelva a hacerlo. Dividid vuestras fuerzas. Un escuadrón para recoger a los heridos y enviarlos a la enfermería, otro para la búsqueda de la androide- Se humedeció los labios -Yvonne, me escuchas? ¿Cómo se ve la androide? ¿A qué nombre responde?-

La energía volvió y V parpadeó con sorpresa -PERO VAMOS A VER…- Dijo gritando pero no en la radio sino en un gruñido exasperado. ¿Es que no tenían materia gris? -APAGAD LA PUTA ENERGÍA O DERIVARLA SÓLO AL ÁREA DE ENFERMERÍA. ¡LA CAUSANTE DE ESTO SIGUE LIBRE!- Miró hacia una castaña que le saludaba y a la que notó que estaba un poco de los nervios -¿Qué bola? ¿Dónde está esa bola? ¿La has dejado ir por su cuenta? - Negó con la cabeza -Si hay que acabarlo, hay que acabarlo bien. ¿Quién es la androide? ¿Dónde está? Y ¿Sabes como anular la energía de nuevo? - Se le quedó mirando un momento con cara de “WTF”... “ Pienso que todavía faltan muchas cosas por resolver” -Eh… sí- Le dijo moviendo la cabeza en un instante con una vehemencia que parecía un muñequito de los que colocan en un auto -La androide debe ser neutralizada o esto puede ocurrir de nuevo. Y le habéis dado energía que era lo que quería.- Volvió a apretar el radio pero entonces escuchó a Gelion en medio del lío -Ok...- Se llevó la radio cerca de la boca -Atención a Androides y técnicos, vuestro capitán Gelion Draven dio órdenes directas de llamar a SAM. De inmediato- No le gustaba un pelo aquello. Miró a Yvonne -¿Sabes hacerlo? ¿Cómo lo llamamos?

Escucho el vocerío que tenía el hombre, de momento él tenía el control de lo que estaba pasando. Pero, aun así. Observo al teniente Royden antes de hablar para tener más o menos una impresión a primera vista. El hombre imponía letalmente pero como que a ella le daba ciertamente un nah… Hizo un mohín, pero ni siquiera se para a pensar en decirle algo en concreto a eso, aunque si comenzó a formular y una serie de réplicas de contestaciones a las preguntas que le hizo por radio antes de que se encontraran en los pasillos y el comenzara a putear tan frescamente. -Rena, es un androide que es conocida en la base y es verdad que es preocupante. Ella fue parasitada con la inteligencia artificial que se hizo denominar Rinra- En este punto pensaba sinceramente que Rena tendría muchos problemas con esto, además de que tal vez emitirían la orden de no dejarla en paz en el sentido que estaría vigilada fuertemente o quien sabe que otras cosas mandarían los capitanes a hacer con ella. Mientras hablaba se iba cortando en ciertos puntos, por que comenzó a pensar en el futuro del androide con su mente yendo más allá del presente.

-La bola dorada conocida como Unidad de búsqueda fue la que le comenté antes. Rena me indico que debía cargarla para poder emitir la orden de detener todo intento que Rinra pudiera utilizar en contra de la base. -Continuo con su explicación, pero esta vez mucho más segura al hablar. -Lo Siento mucho teniente fui yo quien dijo que dieran la luz otra vez.- Y puede que se haya hasta equivocado pero… Se necesitaba de una forma u otra para que el resto pudiera ser consiente de donde estaban parados. Una batalla a oscuras con unos androides que prácticamente emitían luz por si mismos era una gran desventaja. -Luego de emitir la orden, la esfera tomo rumbo a lo que pienso que es donde se encontraba Rena, pero la perdí en el camino. Lo siento mucho.- Un objeto importante que debía encontrar. Alzando la vista lo miro a los ojos y asintió con la cabeza ante lo de anular la energía nuevamente y se debía hacer si la necesidad apremiaba, volvió a negar con la cabeza ante la pregunta de donde estaba el androide. Era muy difícil de explicar sin dar tanto rodeo y enredarse en el relato. -No creo que sea necesario llamar a aquello y tampoco sé cómo hacerlo.- Habían muchos técnicos y científicos que tenían más experiencia con aquello. El intento de Rina por quiere encontrar a su creador, había puesto la base patas para arriba. -Llamar a S.A.M sería muy peligroso, pero si es una orden del capitán Gelion habrá que acatarla.- Se giró en dirección opuesta con la intención de caminar a los laboratorios que es donde podían continuar con toda aquella trama. -Si gusta puede acompañarme.- Le indico solo moviéndose unos pasos a la espera de que el decidiera que hacer.

Rena. Ya tenía un nombre. Abrió la radio de nuevo -La androide se identifica como Rena. Quien la tenga a la vista que la neutralice de inmediato- Lo del parásito ya se sobrepasaba un poco el conocimiento de V, después de todo…¿Cómo algo tecnológico se parasitaba? ¿Tenía un virus? ¿Como ellos?

-Pero…¿Rena … O Rena bajo la influencia de Rinra?- Encima poco cambio en las letras que se le enredaban en la lengua. Cogió al muchacho que seguía a su lado mientras escuchaba a Yvonne. Tenía que contener la base hasta que Gelion llegara. Miró a Yvonne cuando mencionó que ella había sido la culpable de dar energía -Tienes que estar más atenta a la radio cuando la situación es caótica. Vamos a apagarla-  Encima perdió la bola -¿La bola está yendo con Rena? ¿Por qué?-

Escuchó que en su opinión no era necesario llamarlo cuando la culpable seguía pululando -¿Quieres decirle eso a tus compañeros muertos o heridos?- Le espetó con un tono poco amable. A él, entre todos los que estaban ahí, SAM podría partirlo en dos de un plomazo y había dicho lo que quería el capitán sin titubeos -Es una orden de tu capitán, así que, como dices, hay que acatarla- Pero ella no le servía si no sabía hacerlo. Sin embargo, la radio volvió a sonar y una androide se identificó para luego avisar que ya lo habían llamado -¿Alguien tiene ojos en RENA y una bola… - Señaló el radio a Yvonne -Describe la bola-

Mientras ella hacía eso se giró hacia el chico y lo envió con nuevas órdenes para que buscara las linternas de emergencia que FIJO debían tener en la base así como otras formas de iluminar como las linternas de sus móviles. También fue creando algunas bolas de luz por los pasillos que les permitirían ver mientras la base estaba a oscuras ya que, de pronto, todo se apagó y siguieron su orden de derivar la energía a la enfermería nada más -¿La enfermería está asegurada?- Sabía que era de suma importancia ubicar a los suyos y ponerlos a salvo pero los que estaban bien debían proteger ese sitio.

-Ahora, busquemos a esa androide y la bola, Yvonne. Te sigo- Le advirtió siguiéndola por los pasillos hasta perderse por allí.